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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

PODER JUDICIAL
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui
Barcelona, 21 de noviembre de 2018
208º y 159º

ASUNTO PRINCIPAL : BP01-P-2015-000772


ASUNTO : BP01-R-2017-000388
PONENTE : Dra. MAURA FLANNERY CAMPOS.

Se recibió recurso de apelación interpuesto por la ciudadana BEATRIZ


ELENA RODRIGUEZ BRITO, titular de la cédula de identidad V-9.417.170, en su
condición de Víctima Directa, en contra de la decisión de fecha 18 de abril de 2017
y publicada en extenso en fecha 30 de junio de 2017, dictada por el Tribunal
Primero de Primera Instancia en Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del
Estado Anzoátegui, mediante el cual dicto SENTENCIA DEFINITIVA
ABSOLUTORIA, en la causa penal seguida en contra del acusado MAURICIO DE
JESUS ACOSTA BOETT, por la presunta comisión del delito de LESIONES
CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 en
relación con el artículo 414 ambos del código penal, cometido en perjuicio de
BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO. Todo ello de conformidad con lo
establecido en el artículo 444 cardinales 2º y 5º del Código Orgánico Procesal
Penal.

Dándosele entrada en fecha 14 de agosto de 2018, se le dio cuenta al Juez


Presidente y aceptada la distribución de acuerdo al Sistema Automatizado Juris
2000 le correspondió la ponencia del mismo a la Dra. INDIRA ORTIZ VEGAS.

Posteriormente en fecha 24 de octubre de 2018, se dicto auto mediante el cual se


aboco al conocimiento del presente asunto a la Dra. MAURA FLANNERY
CAMPOS, en virtud de haberse reincorporado a sus labores jurisdiccionales luego
de haber culminado con sus períodos vacacionales legales correspondientes,
quien con tal carácter de Juez Superior Ponente suscribe el presente fallo.

FUNDAMENTOS DEL RECURSO DE APELACIÓN

La ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO, en su condición de víctima


directa, señalo en su escrito recursivo entre otras cosas, lo siguiente:
“…Quien suscribe BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ
BRITO….”procediendo en mi condición de víctima directa en la
presente causa…” ocurro ante esa honorable Corte Única de
Apelaciones, a los fines de exponer: Ejerzo formalmente RECURSO
DE APELACION EN CONTRA DE LA SENTENCIA DEFINITIVA
ABSOLUTORIA, dictada en su dispositiva en fecha : Dieciocho (18)
de Abril de 2017, publicada en extenso en fecha treinta (30) de junio
de 2017 y cuya notificación de la decisión fue realizada a mi
persona en fecha miércoles veintinueve (29) de noviembre de
2017, por el Tribunal de Primera Instancia en Funciones de Juicio
Nº 01 del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, en la Causa
penal identificada con el asunto principal Nro. BP01-P-2015-
000772, seguida en contra del acusados MAURICIO DE JESUS
ACOSTA BOETT, por la presunta comisión del delito de LESIONES
CULPOSAS GRAVISIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420
numeral 2º en relación con el artículo 414 ambos del Código Penal,
cometido en perjuicio de mi persona BEATRIZ ELENA
RODRIGUEZ BRITO. Recurso que ejerzo conforme a lo dispuesto
en el artículo 444 Ordinales 2º y 5º del Código Orgánico Procesal
Penal.
CAPITULO I
DEL TIEMPO HÁBIL PARA RECURRIR…”
CAPITULO II
DE LA ADMISIBILIDAD DEL RECURSO DE
APELACIÓN Y LEGITIMACIÓN DEL MINISTERIO PÚBLICO
PARA INTENTARLO
1.- DE LA ADMISIBILIDAD…”
2.- DE LA LEGITIMIDAD…”
CAPITULO III
DEL FUNDAMENTO DEL PRESENTE RECURSO DE
APELACIÓN DE SENTENCIA
…”PRIMERA DENUNCIA Con fundamento en el
numeral 2º del artículo 444 del Código Orgánico Procesal Penal,
denuncio que la Sentencia Definitiva Absolutoria publicada en
extenso en fecha: Treinta (30) de Junio de 2017, adolece de FALTA
MANIFIESTA EN LA MOTIVACIÓN DE LA SENTENCIA, toda vez
que al analizar el fallo impugnado, se observa que el mismo infringe
la disposición adjetiva contenida en los numerales 3º y 4º del
artículo 346 del Código Orgánico Procesal Penal, en relación con el
artículo 157 y 22 ejusdem, y consecuencialmente las disposiciones
previstas en los artículos 26, 49 en relación con el 257 de la
Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela,
que prevén los derechos a la tutela judicial efectiva y el debido
proceso, toda vez que en el mismo no se expresaron la
determinación precisa y CIRCUNSTANCIADA de los hechos que el
Tribuna NO ESTIMARA ACREDITADOS, así como tampoco los
FUNDAMENTOS DE HECHO Y DE DERECHO, que la Juez
Profesional tomara en cuenta para arribar a la cuestionable
sentencia absolutoria y mucho menos aún entra a analizar porque
considero que no estaba acreditada la participación del acusado
como “ AUTOR Y CULPABLE” del delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS….”
SEGUNDA DENUNCIA: En el supuesto de que esta
Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del estado
Anzoátegui no comparta el criterio de la víctima recurrente, en
cuanto a la primera denuncia del presente libelo recursivo referida
a la Falta Manifiesta en la Motivación de la Sentencia, y estime que
la Juez por el contrario cumplió con ese deber legal, el Ministerio
Público de esta “pseudo motivación” o “motivación aparente”,
conforme al artículo 444 numeral 2 del Código Orgánico Procesal
Penal , denuncia MANIFIESTA ILOGICIDAD EN LA MOTIVACIÓN
DE LA SENTENCIA, en virtud de que al analizar el fallo impugnado,
se observa que el Tribunal de Juicio desconociendo los principios
elementales de la lógica, los cuales fueron inobservados e
ignorados, esgrimió las siguientes consideraciones: “…” La
ciudadana juzgadora a criterio muy personal, con el carácter de
víctima debidamente acreditado en las actas procesales, incumplió
con los principios de la lógica elemental como son Principio de
Identidad, Principio de No Contradicción, Principio de Tercer
Excluido, Principio de Razón Suficiente…”
….TERCERA DENUNCIA: Conforme al artículo 444
numeral 5 del Código Orgánico Procesal Penal , denunciamos la
VIOLACION DE LA LEY POR ERRÓNEA APLICACIÓN DE UNA
NORMA JURÍDICA, en virtud de que al analizar el fallo impugnado,
se observa que el mismo infringe las disposiciones adjetivas
contenidas en los artículos 22 en relación con los artículos 13, 157
y 346 en sus numerales 3º y 4º, todos del Código Orgánico
Procesal Penal, y consecuencialmente las disposiciones previstas
en los artículos 26, 49 y 257 de la Constitución Nacional de la
República Bolivariana de Venezuela , que prevén los derechos a la
tutela judicial efectiva y el debido proceso , toda vez que la juez de
Juicio Nº1 de este Circuito Judicial Penal durante el juicio oral y
público, incurrió en una incorrección jurídica en la sentencia por
violación, incumplimiento, e interpretación equivocada del sistema
de apreciación de pruebas del artículo 22 del COPP,
desconociendo los principios elementales de la lógica , los
cuales inaplicó , sin aplicar tampoco lo que representa una
máxima de experiencia.
La violación de la ley por errónea aplicación dada la
falta manifiesta en la motivación de la decisión recurrida invocada
en la primera denuncia del presente libelo recursivo, es decir,
particularmente del sistema de apreciación de pruebas que prevé el
artículo 22 del Código Orgánico Procesal Penal, de libre convicción
“razonada” o sana crítica violenta estructuralmente la garantía
constitucional a la Tutela Judicial Efectiva y el Debido Proceso. No
obstante, dicha norma adjetiva penal establece lo siguiente,
Citamos: “…”
No obstante, vistas estas consideraciones teóricas,
deseo significarle a esta honorable Corte de Apelaciones que la
Juez de Juicio Nº 01,Abog. EVELIN OSUNA RUIZ, artífice de la
sentencia definitiva recurrida, debió aplicar una lógica jurídica
elemental con un control de su razonamiento, o lo que a su
entender, razonó frente a las pruebas que le fueron expuestas en
audiencias, las afirmaciones contundentes realizadas por mi
persona con el carácter acreditado de víctima en la presente causa,
los testigos y los expertos. El proceso penal acusatorio que acoge
la legislación venezolana, reposa también en la teoría de
razonamiento correcto, ya que dicha juzgadora tenía la obligación
constitucional insoslayable de razonar correctamente y NO VIOLAR
LAS REGLAS QUE RIGEN EL PENSAR. Por encima de todo, rige
la lógica jurídica, o sea, aquel raciocinio correcto o inferencial
natural que el entendimiento realiza por un proceso de análisis o
identidad de conceptos. Este raciocinio natural, que llamamos lógico
, preexiste a la ley y a toda doctrina o jurisprudencia particular.
Quien no observa sus cánones necesariamente debe desembocar
en el error, cuando no en una verdad aparente, llamada también
falacia o sofisma. En consecuencia , no solo la sentencia debió
estar bien motivada como se explica en la “primera denuncia” del
presente recurso , sino que también debió estar bien fundada
“LOGICAMENTE” , esto es , que se muestre el itinerario del
razonamiento para que se pueda controlar por las partes
agraviadas o por los jueces superiores con ocasión a los recursos
ordinarios , si dicho razonamiento fue correcto y observó o atendió
pues a las leyes del pensar, es decir, todas las reglas
fundamentales que la ciencia de la lógica ha puesto de manifiesto
desde que la concibiera Aristóteles , no debió entonces la Juez de
Juicio , vulnerar las leyes de la razón. Precisamente el error in
cogitando, en el que incurrió la Juzgadora, fue en la falta de
motivación denunciada, ya que si bien la ciudadana Abog. EVELYN
OSUNA RUIZ, creyó que había motivado la sentencia absolutoria
proferida en fecha: Dieciocho (18) de Abril de 2017 y publicada en
extenso en fecha 30 de Junio de 2017, por lo que las
consideraciones esgrimidas en el fallo jamás podría considerarse
una motivación válidamente existente. Ni siquiera como una
motivación aparente, insuficiente, defectuosa en sentido estricto,
porque simplemente NO EXISTE , no hay motivación, incumpliendo
sus afirmaciones y negaciones con los principios de verificabilidad y
de racionalidad, por cuanto esos razonamientos ilógicos así como la
fundamentación que sustenta debió expresar de tal manera que
pueda verificar , esto es que los motivos deban ser claros y
expresos , lo cual proscribió toda formulación manifiesta en
lenguajes oscuros , vagos y ambiguos o tácitos , resultando ser que
dicha sentencia , no es producto correcto acto de la razón sino por
el contrario, resultó en un fruto de arbitrariedad….” No debió la
juzgadora desestimar el valor probatorio de mi persona como
víctima directa testigo principal del proceso ni mucho menos la de
los funcionarios expertos y testigos, toda vez que considero que
dicha sentencia resultó arbitraria por ser contraria a la justicia
penal, a la razón , a la Constitución Nacional y la ley adjetiva penal ,
dictada sólo por la voluntad y capricho del Tribunal , toda vez que
los cimientos que la originaron fueron un apartamiento inequívoco
de la solución normativa prevista para el caso ; la decisiva carencia
de la fundamentación , el menoscabo del debido proceso con
violación del orden constitucional y legal sin afianzar la justicia , un
fallo emitido que no significa una derivación razonada del derecho
vigente, con aplicación a las circunstancias comprobadas de la
causa puntualizadas en el primer capítulo, excediendo los límites
propios de la razonabilidad también padece de quebrantamientos,
omisiones y desaciertos de gravedad extrema que lo invalida como
acto jurídico por groseros errores contrariando un adecuado servicio
de justicia a favor de mi persona BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ
BRITO como victima en el presente proceso.…”La errónea
aplicación de estos tres principios de la sana crítica racional,
establecidos en el artículo 22 del código Adjetivo, a saber , la lógica,
los conocimientos científicos y las máximas de experiencia , sobre
la regla para la apreciación de las pruebas, es la inminente falta de
motivación denunciada primeramente en el presente recurso, toda
vez que la juez de la recurrida no valoro, analizó, ni extrajo el
contenido(afirmaciones y negaciones) de cada órgano de prueba
evacuado para posteriormente concatenarlos unos con otro y
seguro se daría cuenta que esta más que clara la ocurrencia de las
LESIONES QUE SUFRI, y NO le quedarían “dudas” sobre la
participación del acusado de autos, si realmente hubiese aplicado la
lógica, la ciencia y una verdadera máxima de experiencia.
.
En consecuencia, ante tales violaciones por errónea
aplicación de las supras mencionadas normas jurídicas , SOLICITO
se declare con lugar la presente denuncia , en virtud de que es claro
que el juez de Juicio Nº 1 ,no aplicó las reglas de la lógica , los
conocimientos científicos y las máximas de experiencia que
constituyen la sana crítica racional para proferir el fallo que se
recurre, incumpliendo con su deber establecido en el artículo 157
del COPP, referido a emitir una sentencia realmente fundada en
derecho, con lo cual viola de manera inequívoca el derecho a
obtener justicia a la víctima mediante la articulación de un proceso
debido , adecuado, y en consecuencia , se ordene la realización de
un nuevo juicio oral y público pues se hace necesaria el respeto
irrestricto a los principios de inmediación y contradicción de
conformidad con lo establecido en el artículo 449 del Código
Orgánico Procesal Penal Y ASÍ SOLICITO MUY
RESPETUOSAMENTE SEA DECLARADO.
CAPÍTULO VI
DE LAS PRUEBAS QUE SE OFRECEN
A los fines de que los honorables miembros de la Corte
de Apelaciones de este Circuito Judicial Penal tengan para ilustrar
su criterio, y corroborar cada una de las afirmaciones y denuncias
aquí expuestas, se promueven las siguientes pruebas para ser
presentadas al momento de la audiencia oral de conformidad con el
artículo 447 segundo aparte del Código Orgánico Procesal Penal.
PRIMERO: La totalidad de las piezas que conforman el
asunto principal Nro. BP01-P-2015-000772, la cual deberá ser
remitida por el Tribunal que profirió la sentencia en su totalidad a
esta Alzada para su conocimiento en ambos efectos, y tomando en
consideración, lo referente al hecho notorio judicial, explicado por
nuestro Máximo Tribunal de Justicia, en sentencia de fecha 05 de
noviembre de 2.005, dictada por la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, en el expediente número 03-1310, con
ponencia de la Magistrada CARMEN ZULETA DE MERCHAN,
señaló que en sentencia del 24 de marzo de 2.000 (Caso: José
Gustavo Di Mase y otro.)
SEGUNDO: Sentencia Definitiva Absolutoria proferida
en su dispositivo en fecha 18 de Abril de 2017 y publicada en
extenso en fecha Treinta (30) de Junio de 2017, mediante la cual se
declaró la inculpabilidad y la absolución del acusado MAURICIO DE
JESUS ACOSTA BOETT.
CAPÍTULO VII
SOLUCION QUE SE PRETENDE
En tal virtud, por los argumentos de hecho y de derecho
explanados en el presente RECURSO DE APELACION DE
SENTENCIA de conformidad con el Artículo 444 Ordinal 2º y 5º del
Código Orgánico Procesal Penal, solicito a esta honorable Corte de
Apelaciones se sirva pronunciarse sobre los siguientes pedimentos:
PRIMERO: Se ADMITA el presente RECURSO DE
APELACION DE SENTENCIA DEFINITIVA.
SEGUNDO: Se DECLARE CON LUGAR el RECURSO
DE APELACION DE SENTENCIA DEFINITIVA INTERPUESTO
con los demás pronunciamientos de Ley.
TERCERO: SE ANULE EL FALLO RECURRIDO.
CUARTO: Se ORDENE la celebración de UN NUEVO
JUICIO ORAL Y PÚBLICO en un Tribunal distinto al que profirió la
Sentencia recurrida.
QUINTO: Que se MANTENGAN INCOLUMES y
ratifiquen las MEDIDAS CAUTELARES SUSTITUTIVAS DE LA
PRIVACIÓN JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD, en contra del
acusado MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT ,que fueran
dictadas en fecha 16-05-2016 por el Tribunal de Primera Instancia
en Funciones de Control Nº 7 de este Circuito Judicial Penal, para
de esta manera mantener la condición jurídica que tenían el
acusado antes de iniciarse el Juicio Oral y Público llevado por el
Tribunal de Juicio Nº1 de este mismo Circuito Judicial Penal y
garantizar las resultas del proceso penal…” (Sic).

DE LA CONTESTACIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN

El Abogado JAVIER ENRIQUE GUTIERREZ URIBE, en su condición de Fiscal


Auxiliar encargado en la Fiscalía Vigésima Quinta del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del estado Anzoátegui, con competencia para actuar en
las Fases Intermedia y de Juicio Oral, en su escrito de contestación entre otras
cosas señaló lo siguiente:

“…Quien suscribe, Abogado JAVIER ENRIQUE


GUTIERREZ URIBE,…”actuando con el carácter de Fiscal Auxiliar
encargado de la Fiscalía Vigésima Quinta del Ministerio Público de
la circunscripción judicial del estado Anzoátegui, a los fines de
consignar CONTESTACIÓN DEL RECURSO DE APELACIÓN DE
SENTENCIA DEFINITVA ABSOLUTORIA, interpuesto por la
ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO, actuando en su
condición de víctima, contra dispositiva dictada en fecha Dieciocho
(18) de Abril de 2017, publicada en extenso en fecha treinta (30) de
Junio de 2017, por el Tribunal de Primera Instancia en funciones de
Juicio Nº1 del Circuito Judicial Penal del estado Anzoátegui, en la
causa penal identificada con el Asunto Principal Nro. BP01-P-2015-
000772 seguida en contra del acusado MAURICIO DE JESUS
ACOSTA BOETT, por la presunta comisión del delito de LESIONES
CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420
numeral 2 en relación con el artículo 414 ambos del Código Penal,
cometido en perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA
RODRIGUEZ BRITO.
CAPITULO I
DEL TIEMPO HÁBIL PARA RECURRIR …”
CAPITULO II
DEL RECURSO DE APELACION EJERCIDO POR LA
VÍCTIMA OBJETO DE CONTESTACIÓN POR ESTA
REPRESENTACIÓN FISCAL…”
CAPITULO III
FUNDAMENTOS DE DERECHO
Este Representante Fiscal del Ministerio Público, como
Garantista del debido proceso, establecido en el artículo 49 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, observa que
la decisión recurrida por la víctima, esta plenamente ajustada a
derecho y es completamente garantista de los principios de JUICIO
PREVIO Y DEBIDO PROCESO DEFENSA E IGUALDAD ENTRE
LAS PARTES Y FINALIDAD DEL PROCESO, previstos en artículo
49 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en
lo que se refiere al debido proceso y concatenados con los artículos
1, 12 y 13 del Código Orgánico Procesal Penal.
Partiendo de la base anterior, considero oportuno citar
todos y cada uno de los derechos y garantías que fueron
respetados por el Tribunal Aquo, en la decisión recurrida a los fines
de evidenciar, el porque se debe mantener incólume el fallo
recurrido.
EN CUANTO A LA OBSERVANCIA DEL PRINCIPIO
DE JUICIO PREVIO Y DEBIDO PROCESO TENEMOS: “… Artículo
49…”EN CUANTO A LA OBSERVANCIA DEL PRINCIPIO DE
FINALIDAD DEL PROCESO TENEMOS “…Artículo 13. Finalidad
del proceso…” Ha establecido el Tribunal Supremo de Justicia,
como Máximo Tribunal de esta República que el sistema acusatorio
contemplado en el Código Orgánico Procesal Penal es de corte
principista y no reglamentario, establece una serie de principios
fundamentales que van a servir como norte a las normas que
regulan los distintos institutos procesales. La anunciabilidad de un
principio es suficiente para que sistemáticamente en la misma ley
procesal penal se le busque la solución procedimental para
salvaguardar el principio anunciado. Jamás podría concluirse que
algunos de los principios que constituyen reglas del debido proceso
dejen de aplicarse por carecer de procedimiento expreso que los
conduzca al conocimiento del Tribunal.
CAPITULO V
PETITORIO
En razón de los argumentos supra mencionados, este
Representante Fiscal del Ministerio Público, da por contestada
formalmente el Recurso de Apelación de Sentencia Definitiva
Absolutoria, ejercida por la víctima
Ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO, en contra
dispositiva dictada en fecha; Dieciocho (18) de Abril de 2017,
publicada en extenso en fecha treinta (30) de Junio de 2017, por el
Tribunal de Primera Instancia en Funciones de Juicio Nº 01 del
Circuito Judicial Penal del estado Anzoátegui, se sirva pronunciarse
sobre los siguientes particulares:
PRIMERO: Se ADMITA el presente RECURSO DE APELACIÓN
DE SENTENCIA DEFINITIVA ABSOLUTORIA.
SEGUNDO: Se DECLARE CON LUGAR el RECURSO DE
APELACIÓN DE SENTENCIA DEFINITIVA ABSOLUTORIA
INTERPUESTO con los demás pronunciamientos de Ley.
TERCERO :SE ANULE EL FALLO RECURRIDO.
CUARTO:Se ORDENE la celebración de UN NUEVO JUICIO ORAL
Y PÚBLICO en un Tribunal distinto al que profirió la Sentencia
recurrida.
QUINTO:Que se MANTENGAN INCOLUMES y ratifiquen las
MEDIDAS CAUTELARES SUSTITUTIVAS DE LA PRIVACIÓN
JUDICIAL PREVENTIVA DE LIBERTAD en contra del acusado
MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, que fueran dictadas en
fecha 16-05-2016 por el Tribunal de Primera Instancia en Funciones
de Control Nº 7 de este Circuito Judicial Penal, para de esta manera
mantener la condición jurídica que tenían el acusado antes de
inicarse el juicio Oral y Público llevado por el Tribunal de Juicio Nº1
de este mismo Circuito Judicial Penal y garantizar las resultas del
proceso penal..”
DE LA DECISIÓN APELADA

La decisión impugnada, cuya data fue del 18 de abril de 2017 y publicada en


extenso en fecha treinta (30) de junio de 2017, entre otras cosas, expreso lo
siguiente:

“…FUNDAMENTOS DE HECHO Y DE DERECHO


Todos los elementos de pruebas antes señalados sirvieron de base para la
decisión de este sentenciador, quien tomando en cuenta la libre e intima
convicción, observando las reglas de la lógica, los conocimientos científicos y las
máximas de experiencias, considero que quedo plenamente demostrado en las
audiencias, como antes se afirmo la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ
BRITO, en vista que la incapacitaron por problemas de una pierna, le mandaron
bajar de peso y fue a un doctor llamado MAURICIO ACOSTA, para que le
realizara una demoslipectomia y este doctor le recomendó que aprovechara de
hacerse los senos, es decir una reducción mamaria, a raíz de dicha operación le
surgió un problema en el senos derecho, le supuraba agua, sangre, pus y le dolía
y por tal motivo el doctor se vio en la necesidad de colocarla mecha y me mando
a tomar muchos antibióticos, se le presento mucho dolor y no podía realizar
ninguna actividad…”, sin embrago el Fiscal del Ministerio Publico no logro
probar la responsabilidad que pudiera el acusado en el supuesto LESIONES
CULPOSAS GRAVISIMAS, el que sufriere la victima BEATRIZ ELENA
RODRIGUEZ BRITO, en cuanto a la testimoniales referenciales ZULY
COROMOTO URRIBARI, ALI DEL VALLE GONZALEZ, toda vez que no tienen
conocimiento sobre los hechos referente a las presuntas lesiones culposas
gravísimas. De igual manera adminiculado los testimonios referenciales de las
nuevas pruebas promovidas en juicio por el Ministerio Publico los médicos
CANACHE PORRAS EMELYN JOSEFINA, y SILVINO CORDOVA, lo cual no
aporto el conocimiento de las hechos objeto del proceso, que no es valorado por
este tribunal de manera coherente de acuerdo a lo manifestado por la victima
directa. Asimismo los testigos por parte del apoderado judicial de la victima
adminiculado como lo son el esposo y el hijo de la victima OSWALDO MUJICA y
RUBEN MUJICA, los mismos no aporta información directa en cuanto al delito
incriminado al hoy acusado. En este mismo orden de ideas los testigos
referenciales de la defensa de confianza HENRY MAGSUNY SAUD BARRIOS,
ANA DEL VALLE ROMERO QUIJADA, y LEONARDO FRISOLI, no surgiendo
elemento que incrimine al acusado de autos.

Ahora bien, el dicho de la victima no es conteste con el testimonios


referenciales de los galenos ZULY URRIBARI, Y ALI GONZALEZ, y los testigos
referenciales nuevas pruebas EMELY CANACHE Y SILVINO CORDOVA, no
puede establecerse que haya sido el autor que haya realizado las LESIONES
CULPOSAS GRAVISIMAS, en perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA
RODRIGUEZ BRITO. Efectivamente se acredito la comision de un hecho punible
y ello con la declaración del experto ULISES FERNANDEZ, con ocasión al
RECONOCIMIENTO MEDICO LEGAL FISICO, de fecha 03-12-2014 a la victima
directa, no estableció el Ministerio Publico una relación entre el acusado y la
hoy afectada, a pesar de haberse probado de manera técnica el presunto hecho
delictivo, en virtud de ello dado la duda razonable contemplada en nuestra carta
magna principio constitucional contenido en el articulo 24 de la Constitucion
Nacional; considero esta Juzgadora dictar una Sentencia Absolutoria.

De acuerdo a los principios que rigen el proceso acusatorio, en lo que


corresponde a la parte probatoria, se sostiene el principio que quien alega debe
correr con la carga, debe probar lo que esta afirmado, por ello en nuestro
proceso penal al igual que otros países, la presunción de inocencia, juega papel
fundamental en la carga probatoria, por cuanto como constitucionalmente y
procesalmente se sostiene, toda persona que se le impute la comisión de un
hecho punible se presume inocente, hasta tanto se demuestre lo contrario.

En el presente caso, observó este Tribunal con la incorporación de las pruebas


durante el debate probatorio, que ciertamente se denunció la comisión de un
hecho punible, de acción pública, que en nuestra norma sustantiva es
consagrado como LESIONES CULPOSAS GRAVISIMAS. No obstante los
medios probatorios evacuados en el curso del debate oral y que sirvieron de
fundamento al Ministerio Público para solicitar el enjuiciamiento y posteriormente
la absolutoria del acusado, y demostraron de manera cierta los presupuestos
para dictar una sentencia absolutoria a favor de éste.

Sobre este punto resulta necesario recordar que en el vigente


Sistema Acusatorio, cualquier persona a quien se le pretenda imputar la
comisión de un hecho punible, está revestido de una garantía judicial
constitucional, que se conoce como el Principio de Presunción de inocencia, el
cual constituye un derecho fundamental de todo ciudadano y consiste en que
cada uno es tenido como inocente, salvo que haya pruebas de lo contrario. Se
trata, como bien lo señalada la Doctrina, de una presunción juris tamtum, que
puede ser destruida por pruebas en contra, pero sólo por pruebas obtenidas de
acuerdo a los principios legales que regulan la actividad probatoria y no por
apariencias, impresiones que no hayan sido contrastadas en el juicio. Esa
actividad probatoria que debe desplegarse durante el debate, para desvirtuar la
presunción de inocencia de quien resulta acusado, le corresponde ejercerla la
parte Fiscal, en su rol de acusador y titular de la acción penal en representación
del ius puniendo del Estado. Es por ello que si el acusador, vale decir, Ministerio
Público, no prueba la culpabilidad del acusado, la presunción de inocencia cobra
su verdadera fuerza y se consolida, no habiendo otra opción que la de absolver
al acusado.

Sostiene la Doctrina, que el indicio: “… no equivale a presunción, sino


que constituye, el hecho sobre el cual se basa la presunción; por lo tanto el
indicio como base fáctica de la presunción debe estar plenamente acreditado o
probado… La presunción judicial no puede partir de un hecho dudoso, sino
solamente de un hecho plenamente verificado; es decir, que el Juzgador haya
obtenido la convicción sobre la realidad de la afirmación base o indicio…” (La
Mínima Actividad Probatoria. Manuel Miranda Estrampes. 1997, 229).

El sistema instaurado en Venezuela a partir del 01 de julio de 1999, con la


entrada en vigencia del Código Orgánico Procesal Penal, se define como
acusatorio. Sistema en el cual el ejercicio de la acción penal corresponde de
modo definido a un funcionario u órgano del Estado (Ministerio Público), excepto
en los casos en los cuales el ejercicio de la acción penal está reservada a los
particulares. Así, se establece claramente una diferencia precisa respecto de
quien detenta el poder de juzgar.

Así, el interés estatal en la persecución penal es salvaguardado por el


representante de la acusación, que en nuestro sistema se le ha conferido al
Ministerio Público, quién no sólo está limitado al papel de acusador de cargo,
sino que está obligado a la imparcialidad en virtud de la ley y también a la
averiguación de las circunstancias de descargo. Por su parte, los intereses del
imputado los representa al defensor. Por ello, el Juez no reúne los fundamentos
de la sentencia a través de medidas de investigación propias, sino que
finalmente dicta sentencia conjuntamente con los escabinos, si fuere el caso,
sobre la base de los elementos de cargo y descargo reunidos por las “partes”.
La prueba que se despliega durante el juicio, tiene como finalidad
formar la convicción del Juez, sobre la veracidad de las afirmaciones formuladas
por las partes, o sea, el Juez tiene que ser persuadido o convencido, que los
hechos ocurrieron tal y como los plantea el acusador. Si ese fin no se logra, el
Juzgador sólo puede producir un fallo exculpatorio, porque significa, como ocurre
en el presente caso, que no logró demostrarse plenamente la responsabilidad
del acusado.

En lo que respecta a las pruebas documentales, las mismas si bien


sirven para demostrar la materialidad del hecho, de las mismas no surgió
elemento que vincule al acusado con el hecho objeto del debate y por demás las
experticias practicadas por los expertos ULISES FERNANDEZ y , el análisis
telefónicos a los móviles celulares incautados en el procedimiento cuando fueron
aprehendidos los acusados de marras, si bien demuestra la existencia de la
presunta comision de un hecho punible, no se logro demostrar la congruencia del
lugar incriminado y de la materialidad del hecho, no se comprobó relación alguna
de los acusados con el delito de LESIONES CULPOSAS GRAVISIMAS, y los
testigos ofertados distintos a la victima y a la esposa de la victima como los son
ciudadanos WILLIANS RAMIREZ Y RAUL LACAVE, toda vez que no son
presenciales de los hechos únicamente referenciales lo cual no le da fuerza a la
tesis planteada por el titular de la accion penal, es decir por la Fiscalía del
Ministerio Público escuchados en la sala de audiencia y analizados en esta
sentencia no son suficientes y contundentes para relacionarlo con el hecho
delictivo, por estos testigos referenciales que obtuvieron el conocimiento de los
hechos. En consecuencia a lo antes expuestos, este Tribunal de Juicio tomando
en cuenta el principio de la inocencia como lo alega Gomez Urbaneja,
procesalista español cuando afirma que: “..la presunción de inocencia supone
que, como se parte de la inocencia, quien afirma la culpabilidad ha de
demostrarla y es a la acusación a quien corresponde suministrar la prueba de la
culpa del ciudadano presumido inocente, no demostrándose la culpa, procede la
absolución aunque tampoco se haya demostrado claramente la inocencia, pues
es el acusador quien tiene que probar los hechos y la culpabilidad del procesado
y no éste quien tenga que probar su inocencia…”.

A criterio de esta Juzgadora la absolución en el presente caso resulta


evidente, ante la falta de pruebas, pues para dictar sentencia condenatoria se
hace necesario un mínimo de acervo probatorio que incline la balanza en contra
del acusado sin el menor asomo de dudas y no puede el juzgador valerse de los
elementos que cursan en autos dadas las características del Sistema Acusatorio
que nos rige, el cual exige que se juzgue conforme a los principios de
inmediación y de contradicción, ello para tener la plena convicción de lo que ha
quedado probado sin margen de dudas.

Debe destacarse asimismo el contenido de la sentencia del 24/10/2002


de la Sala Penal de nuestro Máximo Tribunal de la República con ponencia de
Magistrado Doctor Alejandro Angulo Fontiveros, que refiere la importancia de
contar con elementos probatorios necesarios para condenar; y la sentencia del
21/06/2005 (Exp. 05-211) dictada por la misma Sala con ponencia de la
Magistrado Dra. Deyanira Nieves Bastidas al referir que todo Juzgador esta
obligado a decidir a favor del imputado o acusado cuando no exista certeza
suficiente de su culpabilidad.

En razón del análisis anterior, este Tribunal, una vez celebrado el debate
y agotado el periodo de reproducción de pruebas y fases subsiguientes a éste;
en la aplicación de las reglas probatorias basadas en las máximas de
experiencias, la sana crítica y los conocimientos científicos previstos en el
artículo 22 del Código Orgánico Procesal Penal, considera que no se obtuvo un
acervo probatorio suficiente, ni se demostró la culpabilidad del acusado
MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la Cedula de Identidad Nº
3.957.200, de nacionalidad venezolana, fecha de nacimiento 02/01/1955, de 60
años, natural de Aragua de Barcelona- Estado Anzoátegui, de estado civil
Casado, de profesión u oficio Medico Cirujano Platico, hijo de los ciudadanos
José Francisco Acosta y Narcisa Boett, residenciado Carrera 9-35, conjunta
residencia Quinta el rosal N° 12, Nueva Barcelona Estado Anzoátegui, por la
comisión del delito de LESIONES CULPOSAS GRAVISIMAS, previsto y
sancionado en el articulo 420, numeral 2 del Código Penal en concordancia con
el articulo 414 Ejusdem, en perjuicio de la ciudadana. BEATRIZ ELENA
RODRIGUEZ BRITO, imputado por el Ministerio Publico.

Por consiguiente, es imperativo para este Tribunal de Juicio N° 01, DECLARAR


ABSUELTO a los referidos acusados en la comisión de dicho tipo penal al no
quedar demostrado, del debate oral y público, su responsabilidad, conforme al
contenido del artículo 366 del Código Orgánico Procesal Penal, exonerándose al
Estado del pago de Costas, en virtud de la gratuidad de la Justicia, con
fundamento en los artículos 26 y 254 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela; ASI SE DECLARA.

DISPOSITIVA

Por todos los razonamientos expuestos, este Tribunal de Juicio Nº.


01 del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, Administrando Justicia en
Nombre de la República Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, por
unanimidad DECRETA: INCULPABLE Y ABSUELVE al ciudadano MAURICIO
DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la Cedula de Identidad Nº 3.957.200, de
nacionalidad venezolana, fecha de nacimiento 02/01/1955, de 60 años, natural de
Aragua de Barcelona- Estado Anzoátegui, de estado civil Casado, de profesión u
oficio Medico Cirujano Platico, hijo de los ciudadanos José Francisco Acosta y
Narcisa Boett, residenciado Carrera 9-35, conjunta residencia Quinta el rosal N°
12, Nueva Barcelona Estado Anzoátegui, por la comisión del delito de LESIONES
CULPOSAS GRAVISIMAS, previsto y sancionado en el articulo 420, numeral 2
del Código Penal en concordancia con el articulo 414 Ejusdem, en perjuicio de la
ciudadana. BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO., por lo que se acuerda la
LIBERTAD PLENA del ciudadano MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, todo
vez que fue impuesto de una medida cautelar sustitutiva de libertad dictada en
fecha 16-05-2016, impuesta en su oportunidad legal por el Tribunal de Control Nº
07 de este Circuito Judicial Penal, cesa la medida de coerción personal, aun
cuando la Sentencia Absolutoria no es firme para lo cual se acuerda librar oficio a
la Jefatura de la Oficina de Alguacilazgo del Circuito Judicial Penal del Estado
Anzoategui. Todo de conformidad con lo establecido en los artículos 365, 366 y
367 del Código Orgánico Procesal Penal. En lo que respecta a las Costas del
Proceso; en cuanto a la Sentencia Absolutoria, esta instancia considera que el
Estado, representado por el Ministerio Público, en su oportunidad tuvo motivos
suficientes para intentar la acción respectiva y en consecuencia de ello es por lo
que no se condena en Costas al Estado Venezolano. Notifiquese a las partes.
Publíquese y Regístrese. Dada, firmada y sellada en el Juzgado Primero
Unipersonal de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, en
Barcelona, a los Treinta (30) días del Mes de Junio de Dos Mil Diecisiete (2017) …
” (Sic).

DE LA CELEBRACIÓN DELA AUDIENCIA ORAL Y PÚBLICA

En fecha 05 de noviembre de 2018, se realizó la Audiencia Oral y Pública, en la


cual se dejó constancia de lo siguiente:

“...En el día de hoy, lunes Cinco (05) de noviembre del Dos Mil
Dieciocho (2018), siendo oportunidad indicada para dar inicio a la
celebración de la Audiencia Oral y Pública, de conformidad con lo
establecido en el artículo 448 del Código Orgánico Procesal Penal, en
virtud del Recurso de Apelación interpuesto por la ciudadana BEATRIZ
ELENA RODRIGUEZ BRITO, titular de la cédula de identidad V-
9.417.170, en su condición de víctima directa, en contra de la decisión
dictada en fecha 18 de abril de 2017 y publicada en extenso en fecha
30 de junio de 2017, por el Tribunal Primero de Primera Instancia en
funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui,
mediante la cual dictó SENTENCIA ABSOLUTORIA, en la causa penal
seguida en contra del acusado MAURICIO DE JESUS ACOSTA
BOETT, por la presunta comisión del delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420.2 en relación
con el artículo 414 ambos del Código Penal, cometido en perjuicio de
BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO. Todo ello de conformidad con
lo establecido en el artículo 444 cardinales 2 y 5 del Código Orgánico
Procesal Penal. Seguidamente se Constituyó en la Sala de
Audiencias, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Estado Anzoátegui, con sede en la Ciudad de Barcelona, integrada
por el Dr. Nelson Mejías Rodríguez, Juez Presidente, la Dra. Maura
Flannery Campos, Jueza Superior y Ponente, y el Dr. Hernán Ramos
Rojas, Juez Superior, debidamente acompañados por la Secretaria
Abg. Disneivy Johana Guerrero y Alguacil de Sala Leobaldo García.
Seguidamente se procedió a verificar la presencia de las partes,
dejándose constancia que se encuentran presentes: La Recurrente
ciudadana Beatriz Elena Rodríguez Brito en su condición de víctima,
el Dr. Javier Gutiérrez, actuando con el carácter de Fiscal Vigésimo
Quinto del Ministerio Público, no encontrándose presentes en este
acto: las Defensoras de Confianza Abogadas Zoire Catamo y Ebelis
Boada, ni el acusado Mauricio de Jesús Acosta Boett, quienes se
encuentran debidamente notificados según consta en actas. Acto
seguido se le cede el derecho de palabra al Fiscal Vigésimo
Quinto del Ministerio Público, Dr. Javier Gutiérrez, quien expone: “
el ministerio público de conformidad con lo establecido en la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y la Ley
Orgánica del Ministerio Público, ratifica en todas y cada una de las
partes el recurso de apelación contra la sentencia dictada en fecha 18
de abril de 2017 y publicada en extenso en fecha 30 de junio de 2017,
por el Tribunal Primero de Primera Instancia en funciones de Juicio del
Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, esta representación
fiscal en el lapso oportuno para este acto, tomando en cuanto a que la
decisión adolece de total motivación, en el desarrollo del debate de
juicio oral y público los orgánicos de prueba siendo el que Tribunal de
Juicio no valoro los argumentos allí plasmados, es por lo que esta
representación solicita en este acto se admita el recurso y se declare
con lugar anulándose el fallo y se realice un nuevo juicio, que el
acusado continúe con las medidas, de conformidad con la Constitución
de la República Bolivariana de Venezuela y el artículo 13 del Código
Orgánico Procesal Penal que tiene como sentido el proceso , se lleve a
cabo las vías jurídicas y se llegue a la verdad de este caso. Es todo”.
Acto seguido se le cede el derecho de palabra a la víctima
ciudadana Beatriz Elena Rodríguez Brito, quien expone: “mi
solicitud es la misma que tengo desde el principio se haga justicia no
tengo ningún interés de hacerle daño a nadie solo se haga justicia. Es
todo. Seguidamente el Dr. Nelson Mejìas Rodríguez, Juez Presidente
pregunta a los demás integrantes de esta Alzada si tienen alguna
pregunta que formular al recurrente manifestando la Dra. Maura
Flannery Campos, no formular preguntas. Seguidamente interviene el
Dr. Hernán Ramos Rojas, no formular preguntas. Es Todo”. Acto
seguido el Juez Presidente le concede la palabra al Fiscal
Vigésimo Quinto del Ministerio Público, a fin de que exponga sus
conclusiones, quien en uso del derecho cedido expone : “nuevamente
insisto se ratifique el recuso interpuesto en su oportunidad procesal con
los argumentos ya expuestos.” Es Todo. Culminada la exposición de
las partes el Juez Presidente de esta Corte de Apelaciones Dr.
Nelson Mejias Rodríguez, expone lo siguiente: Una vez oída las
exposiciones de las partes este Tribunal de Alzada procede a fijar la
publicación del texto íntegro de la sentencia dentro de los diez días
siguiente a la presente fecha, de conformidad con el articulo 448 del
Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico
Procesal Penal, asimismo se deja constancia que en la presente
audiencia se dio cumplimiento a los principios generales del proceso
como oralidad y publicidad. Quedando las partes presentes
debidamente notificadas. Siendo las 10:30 horas de la mañana, se da
por terminada la audiencia. Es todo. Terminó, se leyó y conformes
firman...” (Sic).

DE LAS ACTUACIONES PREVIAS DE ESTA CORTE

Dándosele entrada en fecha 14 de agosto de 2018, se le dio cuenta al Juez


Presidente y aceptada la distribución de acuerdo al Sistema Automatizado Juris
2000 le correspondió la ponencia del mismo a la Dra. INDIRA ORTIZ VEGAS.

Por auto de fecha 30 de agosto de 2018, se admitió el presente recurso de


apelación conforme a lo establecido en el artículo 447 del Decreto con Rango
Valor y Fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal, acordando fijar la
celebración de la audiencia oral y pública para la décima audiencia siguiente,
verificadas como fueran las resultas de las notificaciones de las partes.

De seguidas en fecha 03 de septiembre de 2018, se dicto auto mediante el cual


esta Superioridad acordó solicitar la causa principal signada con la nomenclatura
BP01-P-2015-000772 al tribunal A quo.

Posteriormente en fecha 24 de octubre de 2018, se dicto auto mediante el cual se


aboco al conocimiento del presente asunto a los Dres. MAURA FLANNERY
CAMPOS y HERNAN RAMOS ROJAS, en virtud de haberse reincorporado a sus
labores jurisdiccionales luego de haber culminado con sus períodos vacacionales
legales correspondientes; igualmente se acordó ratificar oficio 607/2018 de fecha
04/09/2018 al Tribunal A quo solicitando la remisión de la causa principal ut supra
mencionada.

En fecha 30 de octubre se recibió la causa principal relacionada al presente


recurso, con la nomenclatura BP01-P-2015-000772, emanada del Tribunal
Primero de Primera Instancia en función de Juicio del Circuito Judicial Penal del
estado Anzoátegui.

El 05 de noviembre del año que discurre, se celebró Audiencia Oral y Pública, de


conformidad a lo establecido en el artículo 448 del Código Orgánico Procesal
Penal, fijándose la publicación del texto íntegro de la sentencia para la décima
audiencia siguiente a la mencionada fecha.

DE LA DECISIÓN DE LA CORTE DE APELACIÓN

Realizado como ha sido el análisis exhaustivo del fallo apelado, así como de las
actas que conforman la presente causa, esta Corte de Apelaciones, para decidir,
observa:

Como primera denuncia, entre otras cosas arguye la recurrente que “…. la
Sentencia Definitiva Absolutoria publicada en extenso en fecha… Treinta (30) de
Junio de 2017, adolece de FALTA MANIFIESTA EN LA MOTIVACION DE LA
SENTENCIA, toda vez que al analizar el fallo impugnado, se observa que el
mismo infringe la disposición adjetiva contenida en los numerales 3º y 4 º del
artículo 346 del Código Orgánico Procesal Penal, en relación con el artículo 157 y
22 ejusdem, y consecuencialmente las disposiciones previstas en los artículos
26, 49 en relación con el 257 de la Constitución Nacional de la República
Bolivariana de Venezuela , que prevén los derechos a la tutela judicial efectiva y
el debido proceso, toda vez que en el mismo no se expresaron la determinación
precisa y CIRCUNSTANCIADA de los hechos que el tribunal NO ESTIMARA
ACREDITADOS, así como tampoco los FUNDAMENTOS DE HECHO Y DE
DERECHO, que la Juez Profesional tomara en cuenta para arribar a la
cuestionable sentencia absolutoria y mucho menos aún entra a analizar porque
consideró que no estaba acreditada la participación del acusado como AUTOR y
CULPABLE” del delito de LESIONES CULPOSAS GRAVÍSIMAS…”.

En el mismo orden denuncia la FALTA DE MOTIVACION, toda vez que en la


sentencia recurrida no se expresó los fundamentos en que se sustenta ni siquiera
lo resuelto, “…es una sentencia que “a juicio de quien la produjo” se encuentra
“APARENTEMENTE “…MOTIVADA…, pues se limitó a reproducir las múltiples
diligencias y alegatos de las partes y del tribunal para al final concluir con un
determinado sentido, pero sin añadir NADA en cuanto al examen del asunto…”.
Asimismo arguye la quejosa que en esta primera denuncia que en relación al
testimonio rendido por la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ, que “… del
referido análisis genérico no explica la ciudadana juzgadora el porque
determinado medio probatorio a su parecer no le permitía arribar a la plena
convicción del grado de participación del acusado de marras MAURICIO
ACOSTA BOETT en el Homicidio cometido en agravio de mi persona BEATRIZ
ELENA RODRIGUEZ, así como tampoco refiere si le otorga o no valor probatorio
a dicha testimonial, existiendo consecuencialmente un vacío en dichas
aseveraciones toda vez que se desconocen sus fundamentos no pudiendo la
ciudadana Juez dejar a la adivinanza de las partes lo que piensa o cree en
relación al mencionado órgano de prueba…” .

Continúa delatando la impugnantes con relación a la testimonial rendida por la


ciudadana ZULLY COROMOTO URRIBRI LINARES, en su condición de testigo
referencial que “…no explica la ciudadana Juzgadora , el por qué determinado
medio probatorio a su parecer no le permitía arribar a la plena convicción del
grado de participación del acusado en el delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS, cometido en agravio de mi persona BEATRIZ RODRIUGUEZ
BRITO, no pudiendo la ciudadana Juez dejar a la adivinanza de las partes lo que
piensa o cree en relación al mencionado órgano prueba…”

Continúa arguyendo la recurrente con relación a la testimonial rendida por la


ciudadana ALI DEL VALLE GONZALEZ, en su condición de testigo presencial
que: “…no explica la ciudadana Juzgadora, el porqué determinado medio
probatorio a su parecer no le permitía arribar a la plena convicción del grado de
participación del acusado en el LESIONES CULPOSAS GRAVÍSIMAS cometido
en agravio de mi persona BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ existiendo
consecuencialmente un vacío en dicha afirmación toda vez que se desconocen
los fundamentos de dicha aseveración no pudiendo la ciudadana Juez dejar a la
adivinanza de las partes lo que piensa o cree en relación a los mencionados
órganos de prueba…” .

De igual modo señala la recurrente que el a quo al momento de valorar la


declaración de la testigo CANACHE PORRAS EMELYN JOSEFINA que: “…no
explica la ciudadana Juzgadora, el porqué determinado medio probatorio a su
parecer no le permitía arribar a la plena convicción del grado de participación del
acusado en el LESIONES CULPOSAS GRAVÍSIMAS cometido en agravio de mi
persona BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ existiendo consecuencialmente un vacío
en dicha afirmación toda vez que se desconocen los fundamentos de dicha
aseveración no pudiendo la ciudadana Juez dejar a la adivinanza de las partes lo
que piensa o cree en relación a los mencionados órganos de prueba…” .

También denuncia la solicitante que con relación a la declaración rendida en el


Juicio Oral por el testigo SILVINO CORDOVA que: “…no explica la ciudadana
Juzgadora, el porqué determinado medio probatorio a su parecer no le permitía
arribar a la plena convicción del grado de participación del acusado en el
LESIONES CULPOSAS GRAVÍSIMAS cometido en agravio de mi persona
BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ existiendo consecuencialmente un vacío en dicha
afirmación toda vez que se desconocen los fundamentos de dicha aseveración no
pudiendo la ciudadana Juez dejar a la adivinanza de las partes lo que piensa o
cree en relación a los mencionados órganos de prueba; igualmente realiza una
valoración parcial de la declaración rendida por el testigo que me atendió meses
después de realizada la operación quirúrgica por parte del acusado MAURICIO
ACOSTA BOET y observo las heridas que resultaron producto de la operación
realizada…”

De seguidas la quejosa manifiesta que en relación a la declaración rendida en el


Juicio Oral por el testigo referencial OSWALDO MUJICA que: “…no explica la
ciudadana Juzgadora, el porqué determinado medio probatorio a su parecer no le
permitía arribar a la plena convicción del grado de participación del acusado en el
Lesiones Culposas Gravísimas cometido en agravio de mi persona Beatriz Elena
Rodríguez así como tampoco señala siquiera cuales circunstancias lograron
probarse a través de este órgano de prueba, ni existe tampoco una concatenación
con el resto de las pruebas evacuadas en el debate NO indica si le da o no valor
probatorio. El tribunal valoro parcialmente la declaración del testigo toda vez que
no menciona en ningún momento lo que el testigo expuso que me realice una
cirugía en la Clínica del Dr y que me acompaño a casi todos los días al curetaje
hasta si era necesario los domingos, además del estado de ánimo que presente
como víctima…”

De igual modo señala la recurrente en relación al testimonio del ciudadano


RUBEN JOSE MUJICA RODRIGUEZ que: “…no explica la ciudadana Juzgadora,
el porqué determinado medio probatorio a su parecer no le permitía arribar a la
plena convicción del grado de participación del acusado en el Lesiones Culposas
Gravísimas cometido en agravio de mi persona Beatriz Elena Rodríguez,
realizando una valoración parcial del testimonio rendido por el testigo, en cuanto
al estado de animo de mi persona y el haber observado las veces que fui al
medico con mi pareja Oswaldo Mujica…”

Continúa arguyendo la quejosa que con relación al testimonio de ANA DEL


VALLE ROMERO QUIJADA, el Tribunal de juicio: “…no explica la ciudadana
Juzgadora, el porqué determinado medio probatorio a su parecer no le permitía
arribar a la plena convicción del grado de participación del acusado en el Lesiones
Culposas Gravísimas cometido en agravio de mi persona Beatriz Elena
Rodríguez, incumpliendo además con el deber de concatenar este medio
probatorio con otro evacuado en el juicio, dejando dudas al aseverar que no narra
la versión que tiene sobre los hechos del presente juicio de manera coherente a lo
manifestado por la víctima y los testigos, tomando en consideración que no
concatena este testimonio con los demás órganos de prueba ni mucho menos
señala a cual o cuales testigos se refiere…”

Continúa arguyendo la quejosa con relación al testimonio de HENRY MAGSUNY


SAUD BARRIOS que: “…no explica la ciudadana Juzgadora, el porqué
determinado medio probatorio a su parecer no le permitía arribar a la plena
convicción del grado de participación del acusado en el Lesiones Culposas
Gravísimas cometido en agravio de mi persona Beatriz Elena Rodríguez,
incumpliendo además con el deber de concatenar este medio probatorio con otro
evacuado en el juicio, dejando dudas al aseverar que no narra la versión que tiene
sobre los hechos del presente juicio de manera coherente a lo manifestado por la
víctima y los testigos, tomando en consideración que no concatena este
testimonio con los demás órganos de prueba ni mucho menos señala a cual o
cuales testigos se refiere…”

También denuncian la solicitante que con relación a la declaración rendida en el


Juicio Oral por el testigo LEONARDO FRISOLI que:“… no explica la ciudadana
Juzgadora, el porqué determinado medio probatorio a su parecer no le permitía
arribar a la plena convicción del grado de participación del acusado en el Lesiones
Culposas Gravísimas cometido en agravio de mi persona Beatriz Elena
Rodríguez, incumpliendo además con el deber de concatenar este medio
probatorio con otro evacuado en el juicio, dejando dudas al aseverar que no narra
la versión que tiene sobre los hechos del presente juicio de manera coherente a lo
manifestado por la víctima y los testigos, tomando en consideración que no
concatena este testimonio con los demás órganos de prueba ni mucho menos
señala a cual o cuales testigos se refiere…”
También denuncian la solicitante que con relación a la declaración rendida en el
Juicio Oral por el Experto Médico Forense ULISES FERNANDEZ adscrito al
servicio de Medicatura Forense del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales
y Criminalísticas de la ciudad de Barcelona, (hoy SENAMECF) quien practicó
EXAMEN DE RCONOCIMIENTO MEDICO LEGAL, de fecha 03 de Diciembre de
2015: “… no explica la ciudadana Juzgadora, el porqué determinado medio
probatorio a su parecer no le permitía arribar a la plena convicción del grado de
participación del acusado en el Lesiones Culposas Gravísimas cometido en
agravio de mi persona Beatriz Elena Rodríguez, incumpliendo además con el
deber de concatenar este medio probatorio con otro evacuado en el debate del
juicio oral y público, sino solo con la Prueba documental realizada por el experto
Ulises Fernández, quedando en evidencia la motivación mutilada que hace la
juzgadora al valor, el testimonio del experto y acreditando las lesiones sufridas por
mi persona Beatriz Rodríguez Brito, resultantes de la intervención quirúrgica
realizada por el Acusado Mauricio Acosta…”.

Finalmente manifestó la impugnante de autos en relación a la declaración rendida


en el Juicio Oral por el Experto Sustituta Psicóloga EVA ISABEL DEL MORAL
DANIZ, quien depuso respecto al INFORME DE EVALUACIÓN PSICOLÓGICO,
de fecha 25-11-2014 realizado por el funcionario psicólogo ALEJANDRO VERA ,
adscrito a la Unidad de Atención a la Víctima del Ministerio Público que : “… no
explica la ciudadana Juzgadora, el porqué determinado medio probatorio a su
parecer no le permitía arribar a la participación del delito de Lesiones Culposas
Gravísimas cometido en agravio de mi persona Beatriz Elena Rodríguez,
incumpliendo además con el deber de concatenar este medio probatorio con otro
medio probatorio evacuado en el debate del juicio oral y público, inclusive no lo
concatena con la Prueba documental realizada por el experto Alejandro Vera,
quedando en evidencia la motivación mutilada que hace la juzgadora al valorar el
testimonio de la experta sustituta y quien acredita en su deposición como experta
sustituta la condición psicológica de mi persona Beatriz Rodríguez Brito,
resultantes de la intervención quirúrgica realizada por el Acusado Mauricio
Acosta…”.

Como segunda denuncia disienten la quejosa que existe “…MANIFIESTA


ILOGICIDAD EN LA MOTIVACIÓN DELA SENTENCIA, en virtud de que al
analizar el fallo impugnado, se observa que el Tribunal de Juicio
desconociendo los principios elementales de la lógica, los cuales fueron
inobservados e ignorados…” toda vez que la ciudadana Juzgadora a criterio
de la hoy recurrente incumplió con los principios de la lógica elemental como lo
son “…Principio de Identidad, Principio de No Contradicción, Principio de
Tercer Excluido y Principio de Razón Suficiente…” por la no aplicación de
lo consagrado en el artículo 22 del Código Orgánico Procesal Penal.

Continúa expresando la apelante como tercera denuncia que el Tribunal A quo


incurrió en una violación de la ley por errónea aplicación de una norma jurídica, en
virtud que “…al analizar el fallo impugnado, se observa que el mismo infringe las
disposiciones adjetivas contenidas en los artículos 22 en relación con los artículos
13, 157 y 346 en sus numerales 3° y 4°, todos del Código Orgánico Procesal
Penal, y consecuencialmente las disposiciones previstas en los artículos 26, 49 y
257 de la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, que
prevén los derechos a la tutela judicial efectiva y el debido proceso, toda vez que
la juez de Juicio Nº 1 de este Circuito Judicial Penal durante el juicio oral y público,
incurrió en una incorrección jurídica en la sentencia por violación, incumplimiento,
e interpretación equivocada del sistema de apreciación de pruebas del artículo 22
del COPP, desconociendo los principios elementales de la lógica, los cuales
inaplicó, sin aplicar tampoco lo que representa una máxima de experiencia…”

Por último solicita la impugnante que se admita el presente Recurso de


Apelación de Sentencia Definitiva, se declare con lugar con los demás
pronunciamientos de Ley, se anule el fallo recurrido proferida en su dispositivo
en fecha: 18 de abril de 2017 y publicada en extenso en fecha 30 de junio de
2017, se ordene la celebración de un nuevo juicio oral y público en un tribunal
distinto al que profirió la sentencia recurrida y se mantenga incólume y
ratifique las medidas cautelares sustitutivas a la privación judicial preventiva de
libertad contra el acusado MAURICIO JESUS ACOSTA BOETT, en virtud de
que concurren los extremos legales contenidos en los artículos 236, 237 y 238
del Código Orgánico Procesal Penal.

Así pues, el artículo 432 del Decreto con Rango, Valor y Fuerza de Ley del Código
Orgánico Procesal Penal, faculta a las Cortes de Apelaciones para conocer solo
los puntos de la decisión que han sido refutados, de manera que dentro de estos
parámetros se producirá la decisión de esta Superioridad, criterio éste que ha sido
ratificado por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia en su fallo Nº
104 del 20 de febrero de 2008, con ponencia del Magistrado PEDRO RAFAEL
RÓNDON HAAZ, en el cual, entre otras cosas, se dejó asentado lo siguiente:
“…el Juez de la apelación no podrá conocer sino, exclusivamente, los
particulares de la decisión que han sido impugnados; ello, justamente, como
tutela al derecho fundamental a la tutela judicial eficaz que reconocen los
artículos 26 y 257 de la Constitución, protección esta que se vería
seriamente menoscabada si se entrara al conocimiento de una apelación
que fuera interpuesta sin la concreción de los puntos contra los cuales se
originó la contención, ya que ello obligaría a la valoración de la integridad
del fallo que sea objeto de dicho recurso, tal como debía hacerse en el caso
de la ahora extinta consulta, contra la cual son oponibles no sólo los
fundamentos que fueron explicados en el antes referido acto decisorio, sino,
igualmente, al ya anotado riesgo de que, en perjuicio de las partes, se
decida sobre particulares del fallo, respecto de los cuales aquéllos no
tengan objeción alguna…”(Sic)

Coherente con las afirmaciones anteriores, observa preliminarmente este órgano


Colegiado luego de la revisión estructural de la recurrida plasmada supra, que
debe revisarse a fondo la existencia de alegatos o vicios intrínsecos que impliquen
inobservancia o violación de derechos y garantías fundamentales previstos en el
Código Orgánico Procesal Penal, la Constitución de la República, las leyes y los
tratados, convenios o acuerdos internacionales suscritos y ratificados por la
República Bolivariana de Venezuela.

En este orden de ideas, forma parte del deber garantista de esta Superioridad
estar atentos con el resguardo de los derechos neutros de los justiciables y en
caso de vulneración proceder en consecuencia siempre a tono con las exigencias
del debido proceso y a la seguridad jurídica, a partir de las cuales se entiende que
no deben reputarse como válidos los actos procesales que se hubiesen generado
en infracción de las normas jurídicas, aunque excepcionalmente puedan
subsanarse, salvo que se tratare de derechos constitucionales o de determinados
derechos legales de las partes.

Dentro de este contexto de orden público y seguridad jurídica es criterio afianzado


en esta Alzada entre otros, que la sentencia debe ser motivada, exigencia que
constituye una garantía Constitucional, no sólo para el acusado, sino también para
el Estado, en cuanto tiende asegurar la recta administración de Justicia.

NULIDAD DE OFICIO POR INTERES DE LEY

Con vista a las premisas anteriores, en estricto apego a las máximas


jurisprudenciales que se esbozan esta Alzada hace los siguientes
pronunciamientos:

Dentro del sistema procesal penal vigente en Venezuela, por su naturaleza


acusatoria, no se encuentra preceptuada, sino excepcionalmente, la nulidad de
oficio, pues, conforme se establece el Código Orgánico Procesal Penal, al Tribunal
que resuelva el recurso se le atribuirá el conocimiento del
proceso, exclusivamente, en cuanto a los puntos de la decisión que hubieren sido
impugnados. Esta es una disposición que obliga a todas las Instancias
Jurisdiccionales que conozcan de los recursos descritos en el Libro Cuarto del
Código, incluso el extraordinario de casación, por cuanto la misma está contenida
dentro de las disposiciones generales aplicables a dichos recursos.

Excepcionalmente, los supuestos de nulidad de oficio están preestablecidos en el


Código Orgánico Procesal Penal, cuyas normas, en esta materia, son obviamente,
de interpretación restrictiva: 1) Cuando se trate de alguno de los vicios de nulidad
absoluta descritos, de manera taxativa, en el artículo 175 del Código Orgánico
Procesal Penal; 2) Cuando se trate de un vicio de inconstitucionalidad que obligue
al Juez a hacer valer la preeminencia de la Constitución, a activar el control difuso
que dispuso el artículo 19 del Código Orgánico Procesal Penal, disposición esta
que desarrolla el principio fundamental que contiene el artículo 7, en concordancia
con el 334, de la Constitución y 3)  Cuando la nulidad comporte una modificación o
revocación de la decisión, a favor del imputado o acusado.

Sentencia Nº 556, fechada 16 de marzo de 2006, la Sala Constitucional del


Tribunal Supremo de Justicia, con Ponencia de la Magistrada DRA. CARMEN
ZULETA DE MERCHAN y ratificada por Sala de Casación Penal Sentencia Nº
286, Expediente Nº C05-66 de fecha 06/08/2013, se estableció entre otras cosas
lo siguiente:
“…Cabe acotar, como complemento, que esta Sala ha señalado en
reiteradas oportunidades, que las Cortes de Apelaciones pueden
decretar de oficio la nulidad absoluta de un acto procesal cuando
exista algún vicio que lo permita, los cuales son taxativos según lo
establecido en las sentencias Nos. 2541/02 y 3242/02 (casos:
Eduardo Semtei Alvarado y Gustavo Adolfo Gómez López),
respectivamente. Sin embargo, ese pronunciamiento debe hacerse en la
debida oportunidad
procesal, ya que de dictarse el mismo cuando no es permitido, esa
decisión carece de efectos jurídicos y cercena derechos constitucionales
del afectado (ver, en ese sentido, las referidas decisiones números
2541/02 y 3242/02, y números 1737/03 y 1814/04 (casos: José Benigno
Rojas Lovera y José Enrique Sanabria Rojas), entre otras. (Sic)
(Resaltado de esta Superioridad)

Esta Corte de Apelaciones, en sintonía con la norma Constitucional y adjetiva


penal cuando los actos se materializan en inobservancia de la carta fundamental
artículos 2, 26, 49, 51, 131, 257 y 334 en relación a los artículos 1, 19 y 157 del
Código Orgánico Procesal Penal en armonía con la inveterada, diuturna y pacifica
Jurisprudencia patria que faculta a las Cortes de Apelaciones a DECRETAR LA
NULIDAD DE OFICIO ut-supra señalada, procede a realizar las siguientes
puntualizaciones:
Es consciente esta Alzada, que en cuanto al uso de la nulidad de oficio por parte
de la Corte de Apelaciones, que dicha institución al devenir su interpretación en
uso restrictivo, no puede emplearse para subsanar los escritos recursivos que
presenten las partes e incumplan con los requisitos legales, ni para revisar la
validez de sentencias apeladas por causas distintas a aquellas en virtud de las
cuales se ejerce la impugnación, mas sin embargo en aquellos casos cuando la
gravedad o trascendencia del defecto que vicia el acto sea de tal magnitud, que
no pueda ser subsanado, está autorizado el juzgador para ex officio resolver el
asunto en resguardo del orden Constitucional.

La sentencia que se emite indiscutiblemente debe contener una serie de


presupuestos jurídicos y deben de verificarse una serie de requisitos que son de
ineludible acatamiento, las cuales se encuentran perfectamente delimitadas en el
artículo 346 del Código Orgánico Procesal Penal, el cual establece lo siguiente:

"…Artículo 346. La sentencia contendrá.


1° La mención del Tribunal y la fecha en que se dicta; el nombre y apellido
del acusado y los demás datos que sirvan para determinar su identidad
personal.
2° La enunciación de los hechos y circunstancias que hayan sido objeto
del juicio.
3° La determinación precisa y circunstanciada de los hechos que el
Tribunal estime acreditados.
4° La exposición concisa de sus fundamentos de hecho y de derecho.
5° La decisión expresa sobre el sobreseimiento, absolución o condena del
acusado, especificándose en este caso con claridad las sanciones que se
impongan.
6° La firma de los jueces, pero si uno de los miembros del Tribunal
no pudiere suscribir la sentencia por impedimento ulterior a la
deliberación y votación, ello se hará constar y aquella valdrá sin esa
firma…” (Sic)

Esta regulación recoge tanto los requisitos de forma o extrínsecos de la sentencia,


es decir, la identificación del Tribunal que la profiere y de sus miembros, la fecha y
lugar del pronunciamiento, la identificación del asunto o causa, así como las
partes y sus apoderados, representantes o asistentes, la firma de los jueces y del
secretario, etc. Pero también esta regulación se contrae a los requisitos
intrínsecos o de contenido de la decisión, que se resumen en la delimitación de
los hechos justiciables (quaestio facti); la calificación jurídica de esos hechos
(quaestio iuris) y la decisión de fondo del tribunal, estas exigencias constituyen
una garantía Constitucional, no sólo para el acusado, sino también para el Estado,
en cuanto tienden asegurar la recta Administración de Justicia.
Esta Alzada, en atención a lo dispuesto en el artículo 257 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela (según el cual el proceso constituye un
instrumento fundamental para la realización de la justicia), y de las disposiciones
contenidas en los artículos 174 y 175 del Código Orgánico Procesal Penal
(relativas a que los actos contrarios a los principios comprendidos en la
Constitución y demás normas no deben ser apreciados para fundar una decisión
judicial, y que dichos actos serían susceptibles de nulidad absoluta, según el
caso), ha revisado las actuaciones del expediente y ha constatado la violación del
derecho a la defensa y al derecho a recurrir del fallo, inherentes al debido proceso,
consagrados en el artículo 49 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, razón por la cual pasa a revisar las actuaciones de la presente causa:

En primer lugar, resulta provechoso para quienes aquí deciden destacar algunos
aspectos de los acontecidos durante el desarrollo del debate realizado por el
Tribunal Primero de Primera Instancia en Función de Juicio del Circuito Judicial
Penal del Estado Anzoátegui, en donde concluyó en fecha 18 de abril de 2017 y
publicada en extenso el 30 de junio de 2017, con dictar sentencia ABSOLUTORIA
al ciudadano MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de
identidad número V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES
CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 del
Código Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido
en perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO, siendo los
siguientes:

Cursa a los folios ciento setenta y dos (172) al ciento setenta y siete (177) de la
pieza I de la causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de inicio del acto
de Juicio Oral y Público de fecha 05 de agosto de 2016, seguida al ciudadano
MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de identidad número
V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código
Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido en
perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

Corre inserto a los folios ciento noventa y dos (192) al ciento noventa y cinco
(195) de la pieza I de la causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de
continuación del acto de Juicio Oral y Público, de fecha 24 de agosto de 2016,
seguida al ciudadano MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la
cédula de identidad número V- 3.957.200; por la comisión del delito de
LESIONES CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420
numeral 2 del Código Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414
eiusdem cometido en perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ
BRITO.
Se constata a los folios doscientos cuatro (204) al doscientos siete (207) de la
pieza I de la causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación
del acto de Juicio Oral y Público, de fecha 26 de septiembre de 2016, seguida al
ciudadano MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de
identidad número V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES
CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2
del Código Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem
cometido en perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

Riela a los folios cinco (05) al siete (07) de la pieza II de la causa signada con el
Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del acto de Juicio Oral y Público,
de fecha 13 de octubre de 2016, seguida al ciudadano MAURICIO DE JESUS
ACOSTA BOETT, titular de la cédula de identidad número V- 3.957.200; por la
comisión del delito de LESIONES CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y
sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código Penal Venezolano, en
concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido en perjuicio de la ciudadana
BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

Cursa a los folios diez (10) al quince (15) de la pieza II de la causa signada con el
Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del acto de Juicio Oral y Público,
de fecha 26 de octubre de 2016, seguida al ciudadano MAURICIO DE JESUS
ACOSTA BOETT, titular de la cédula de identidad número V- 3.957.200; por la
comisión del delito de LESIONES CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y
sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código Penal Venezolano, en
concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido en perjuicio de la ciudadana
BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

De autos se evidencia a los folios veintiocho (28) al treinta (30) de la pieza II de la


causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del acto de
Juicio Oral y Público, de fecha 24 de noviembre de 2016, seguida al ciudadano
MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de identidad número
V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código
Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido en
perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.
Cursa a los folios treinta y cuatro (34) al treinta y cinco (35) de la pieza II de la
causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del acto de
Juicio Oral y Público, de fecha 06 de diciembre de 2016, seguida al ciudadano
MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de identidad número
V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código
Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido en
perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

A los folios treinta y nueve (39) al cuarenta y uno (41) de la pieza II de la causa
signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del acto de Juicio
Oral y Público, de fecha 14 de diciembre de 2016, seguida al ciudadano
MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de identidad número
V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código
Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido en
perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

Corre inserto a los folios cuarenta y seis (46) al cuarenta y ocho (48) de la pieza II
de la causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del
acto de Juicio Oral y Público, de fecha 11 de enero de 2017, seguida al ciudadano
MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de identidad número
V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código
Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido en
perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

Se constata a los folios cincuenta (50) al cincuenta y dos (52) de la pieza II de la


causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del acto de
Juicio Oral y Público, de fecha 18 de enero de 2017, seguida al ciudadano
MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de identidad número
V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código
Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido en
perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

Se evidencia a los folios sesenta y cuatro (64) al sesenta y seis (66) de la pieza II
de la causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del
acto de Juicio Oral y Público, de fecha 09 de febrero de 2017, seguida al
ciudadano MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de
identidad número V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES
CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2
del Código Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem
cometido en perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

Riela a los folios sesenta y siete (77) al ochenta y dos (82) de la pieza II de la
causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del acto de
Juicio Oral y Público, de fecha 22 de febrero de 2017, seguida al ciudadano
MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de identidad número
V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código
Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido en
perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

A los folios ochenta y cinco (85) al ochenta y siete (87) de la pieza II de la causa
signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del acto de Juicio
Oral y Público, de fecha 16 de marzo de 2017, seguida al ciudadano MAURICIO
DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de identidad número V-
3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS GRAVÍSIMAS,
previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código Penal Venezolano,
en concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido en perjuicio de la
ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

Se constata a los folios noventa y tres (93) al noventa y cuatro (94) de la pieza II
de la causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del
acto de Juicio Oral y Público, de fecha 23 de marzo de 2017, seguida al
ciudadano MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de
identidad número V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES
CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2
del Código Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem
cometido en perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

De auto se evidencia a los folios noventa y cinco (95) al noventa y nueve (99) de
la pieza II de la causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de
continuación del acto de Juicio Oral y Público, de fecha 24 de marzo de 2017,
seguida al ciudadano MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la
cédula de identidad número V- 3.957.200; por la comisión del delito de
LESIONES CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420
numeral 2 del Código Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414
eiusdem cometido en perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ
BRITO.

Corre inserto a los folios ciento tres (103) al ciento doce (112) de la pieza II de la
causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del acto de
Juicio Oral y Público, de fecha 30 de marzo de 2017, seguida al ciudadano
MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de identidad número
V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código
Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido en
perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

Riela a los folios ciento trece (113) al ciento catorce (114) de la pieza II de la
causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del acto de
Juicio Oral y Público, de fecha 06 de abril de 2017, seguida al ciudadano
MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de identidad número
V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código
Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido en
perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

Se evidencia a los folios ciento quince (115) al ciento diecisiete (117) de la pieza II
de la causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del
acto de Juicio Oral y Público, de fecha 07 de abril de 2017, seguida al ciudadano
MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de identidad número
V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código
Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido en
perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.

Corre inserto a los folios ciento dieciocho (118) al ciento veinte (120) de la pieza
II de la causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación del
acto de Juicio Oral y Público, de fecha 17 de abril de 2017, seguida al ciudadano
MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la cédula de identidad número
V- 3.957.200; por la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código
Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414 eiusdem cometido en
perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO.
Riela a los folios ciento veintiuno (121) al ciento cincuenta y seis (156) de la pieza
II de la causa signada con el Nº BP01-P-2015-000772, acta de continuación y
culminación del acto de Juicio Oral y Público, de fecha 18 de abril de 2017,
seguida al ciudadano MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, titular de la
cédula de identidad número V- 3.957.200; por la comisión del delito de
LESIONES CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420
numeral 2 del Código Penal Venezolano, en concordancia con el artículo 414
eiusdem cometido en perjuicio de la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ
BRITO, la cual se transcribe a continuación:

“…Seguidamente el Tribunal cumplidas las formalidades previstas en el


articulo 343 del Código Orgánico Procesal Penal, pasa a decidir en los
siguientes términos. PRONUNCIAMIENTO: De conformidad con lo
establecido en el articulo 347 del Código Orgánico Procesal Penal
procede la ciudadana Juez a exponer los fundamentos de hecho y de
derecho que motivan el fallo, que en extenso serán razonados y
expuestos en la sentencia definitiva que se publicará dentro del lapso a
que se contrae la citada norma. En consecuencia, este Tribunal de
Juicio No. 01, del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui,
Administrando Justicia, en Nombre de la República Bolivariana de
Venezuela y por Autoridad de la Ley de conformidad con el artículo 348
del Código Orgánico Procesal Penal PUNTO PREVIO: En cuanto a la
solicitud de nulidad de la acusación Fiscal incoada por la defensa de
confianza DRAS. ZOIRE CATAMO Y EBELIS BOADA, en la promoción
de pruebas posterior a la presentación del escrito acusatorio en razon a
que fueron negadas por el Ministerio Publico en la fase de investigación
de la revision de las actas procesales se juramentaron ante el organo
jurisdiccional en fecha 15-12-2015, siendo una defensa distinta a la que
actual en dicha fase inicial, esto quiero decir que tanto las pruebas como
las acusaciones provienen de una admisión previa como lo es la audiencia
preliminar verificada en fecha 16-05-2016, al hoy acusado considerando el
Juez Septimo de Control del Circuito Judicial Penal del Estado
Anzoategui, a cargo del Juez Dr. Salim Aboud Nasser, lo cual no se
evidencia del expediente recurso alguno en contra de la precitada decision
referente donde se decreto a la medida cautelar sustitutiva de libertad,
ordenandose la apertura a Juicio Oral y Publico al referido ciudadano por
dicho delito, que fueron ratificado por el Representante de la Vindicta
Publica en su discurso de apertura, en el desarrollo del juicio, ademas que
ello conllevaria a la violación de normas de orden publico. En
consecuencia, no le asiste la razon a la defensa de confianza, cuando
solicita la nulidad de la acusacion fiscal, toda vez que el juez de control le
garantizo el derecho a la defensa privada de aquel entonces el DR.
ANGEL CORREA, con la presencia de un juez natural, tal como consta en
las actas que conforman el presente expediente, aunado a la audiencia de
presentacion para oir al imputado este fue informado por el Fiscal del
Ministerio Publico de los delitos que se le imputaban en presencia de un
defensor de confianza, y calificación juridica esta a su vez ratificada en la
audiencia preliminar por el Ministerio Publico, de igual manera no se
ejercio recurso ordinario alguno establecidos en la ley adjetiva penal en
beneficio de su representado, y no lo hicieron sin que ello implique una
convalidacion del acto, pues tratandose de una nulidad ratificada por la
defensa la cual puede ser alegada en todo estado y grado del proceso,
que nos llevaria a un retroceso en la actividad procesal cumplida en
etapas ya precluidas, por lo que se declara SIN LUGAR LA NULIDAD
ABSOLUTA, planteada al no existir violación ni vulneración de los articulos
44 ordinal 1, 49 Constitucionales y 12 del texto adjetivo penal, a no
encontrarse llenos los supuestos establecidos en elos artículos 174, 175 y
176 del Codigo Organico Procesal Penal, asi como la desestimación de la
precalificación dada a los hechos se declara improcedente toda vez que
fue admitida en la audiencia preliminar por el Juez de Control. Y asi se
decide. Resuelto como lo fue el punto precio el Tribunal pasa a realizar los
siguientes pronunciamientos: De conformidad con lo establecido en el
articulo 347 del Código Orgánico Procesal Penal procede la ciudadana
Juez a exponer los fundamentos de hecho y de derecho que motivan el
fallo proferido por este Tribunal, los cuales serán explanados de manera
suficiente en la publicación de la sentencia definitiva; y a tales efectos
se observa: En el proceso penal para determinar la comisión de un
hecho punible así como sus autores, se requiere la constitución de la
Prueba que lleve a la certeza del Tribunal de la comisión del hecho. Esa
constitución de prueba, en el presente caso debió necesariamente
formarse en el debate probatorio, considerando que es allí en donde los
Jueces a través de la inmediación conoce la prueba en la cual se ha
fundamentado el Ministerio Público para acusar, así como la defensa para
solicitar la absolución de su representado, y son las pruebas la que llevan
al Juez a formar criterio, que debe estar enmarcado dentro de la realidad
del hecho. En el presente juicio se contó con la deposición de la Victima-
Testigo BEATRZ ELENA RODRIGUEZ BRITO, como lo son demás
testigos ALI DEL VALLE GONZALEZ, ZULY COROMOTO URRIBARI
LINARES, ANA DEL VALLE ROMERO QUIJADA, HENRY MASUNY
SAUD BARRIOS, LEONARDO FRISOLI, OSWALDO MIJICA, RUBEN
JOSE MUICA RODRIGUEZ Y KINBERLY CHINEA, y los expertos ULISES
FERNANDEZ, así como la sustituto DEL MORAL DANI EVA ISABEL,
quedando solo demostrado mediante tales pruebas la comisión del delito
acusado, más no sobre la culpabilidad o autoría del mismo, siendo
insuficientes las pruebas presentadas para determinar la responsabilidad
penal en el presente caso del hoy acusado, toda vez que aun cuando este
Tribunal pudiere darle valor probatorio a las experticias relacionadas con
la deposición que hicieron los expertos en esta sala, ésta no se
relacionan con la culpabilidad del tipo penal, sino con su materialidad,
siendo insuficientes tales pruebas técnicas y testimoniales para acreditar
la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS GRAVISIMAS, previsto y
sancionado en el articulo 420 numeral 2 del Codigo Penal, en
concordancia con el articulo 414 ejusdem, en perjuicio de la ciudadana
BEATRZI ELENA RODRIGUEZ BRITO, así como considerando el criterio
reiterado de la Sala de Casación del Tribunal Supremo de Justicia,
mediante sentencia Nro. 277 de fecha 14 de Julio de 2010, de lo cual se
concluye que la actividad probatoria para condenar debe ser suficiente y
no existir ningún resquicio de dudas sobre la participación del acusado,
por lo que concluye a través de los fundamentos de hecho y de derecho
que serán explanados en extenso en oportunidad de publicar el fallo
definitivo, que la presente sentencia ha de ser ABSOLUTORIA y así se
declara expresamente. De conformidad con lo establecido en el artículo
348 del Código Orgánico Procesal Penal, este Tribunal de Juicio Nº 01,
actuando como Tribunal Unipersonal del Circuito Judicial Penal del
Estado Anzoátegui, administrando Justicia, en nombre de la Republica
Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la ley DECLARA
INCULPABLE al ciudadano MAURICIO DE JESUS ACOSRA BOETT,
venezolano, titular de la cédula de identidad Nº V-3.957.200, natural de
Aragua de Barcelona, Estado Anzoátegui, fecha de nacimiento 02-01-
1995, de 60 años de edad, estado civil casado, de profesión u oficio
Medico Cirujano Plástico, hijo de los ciudadanos José Francisco Acosta y
Narcisa Boett, residenciado carrera 9-35, conjunto residencia quinta el
rosal N° 12, Nueva Barcelona, Estado Anzoátegui y lo ABSUELVE por la
comisión del delito de LESIONES CULPOSAS GRAVISIMAS, previsto y
sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código Penal, en
concordancia con el articulo 414 ejusdem, en detrimento del ciudadano
BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO; por cuanto del cúmulo probatorio
evacuado en el debate NO se demostró su participación activa en dicho
hecho punible. Asi como la cesación de la medida cautelar sustitutiva de
libertad decretada en fecha 16-05-2016 en la audiencia preliminar.
Líbrese oficio a la Oficina de Alguacilazgo de este Circuito Judicial Penal
del Estado Anzoátegui. La respectiva sentencia será publicada en forma
integra dentro de la DECIMA AUDIENCIA siguientes a la presente fecha
a las 02: 00 DE LA TARDE. Este Tribunal no condena en costas,
considerando que el Estado en su oportunidad tuvo suficientes motivos y
argumentos para intentar la acción penal a que se contrae el presente
proceso, y en definitiva dio cumplimiento al ejercicio de la titularidad de la
acción penal. Se deja constancia que se dio cumplimiento a los Principios
Generales del Proceso, como son la Oralidad, Inmediación, Concentración
y Contradicción, establecidos en los artículos 14, 16, 17 y 18 todos de la
ley Adjetiva Penal. Se deja constancia de la expresa solicitud de las
partes de que se prescinda de la lectura integra de las actas de debate de
las Audiencias que anteceden al día de hoy, considerando que las mismas
se han dado por reproducidas en el resumen de lo actos hechos por el
Tribunal. Culminó el presente acto, siendo las ocho (08:05) horas de la
noche. Es todo. Terminó, se leyó y conformes firman…”. (Sic)

El acta transcrita parcialmente fue suscrita por la fiscalía, la víctima, el


representante legal de la víctima, la defensa de confianza del acusado, el
acusado, el Alguacil, y por la Secretaria del Tribunal de Primera Instancia en
Funciones de Juicio N° 1 del Circuito Judicial Penal del estado Anzoátegui, es
decir, que dicho acto no refleja la firma de la Jueza Abg. EVELIN OSUNA RUIZ.

En el caso que se examina, la secretaria fue quien suscribió el acto. Al respecto,


cabe recordar que la función del secretario o secretaria de un tribunal consiste en
refrendar los actos judiciales emanados del órgano subjetivo decisor, dando fe
pública y dejando constancia tanto de la realización del acto o decisión como del
cumplimiento del fallo; es decir, el secretario o secretaria, si bien concurre a la
formación del tribunal no ostenta la potestad de, en forma autónoma, ejecutar
actos de naturaleza jurisdiccional, es decir, actos distintos a los de carácter
administrativo señalados en el artículo 72 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.

A los folios ciento cincuenta y nueve (159) al ciento noventa (190) de la pieza II de
la referida causa principal, se observa SENTENCIA ABSOLUTORIA de fecha 30
de junio del año 2017, dictada por el Tribunal Primero de Primera Instancia en
Función de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, mediante el
cual decreta la INCULPABLE Y ABSUELVE al ciudadano MAURICIO DE JESUS
ACOSTA BOETT; siendo la presente sentencia ABSOLUTORIA y en razón de
ello impone se decreta la LIBERTAD PLENA del ciudadano ut supra mencionado
por la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y
sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código Penal Venezolano en
concordancia con el artículo 414 eiusdem, cometido en perjuicio de la ciudadana
BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO, decisión hoy impugnada.

No obstante lo anterior, esta Corte de Apelaciones también evidencia de las


actuaciones que conforman el presente expediente, que la decisión
correspondiente a la SENTENCIA ABSOLUTORIA de fecha 30 de junio del año
2017, dictada por el Tribunal Primero de Primera Instancia en Función de Juicio
del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, mediante el cual decreta la
INCULPABLE Y ABSUELVE al ciudadano MAURICIO DE JESUS ACOSTA
BOETT; siendo la presente sentencia ABSOLUTORIA y en razón de ello impone
se decreta la LIBERTAD PLENA del ciudadano ut supra mencionado, no se
encuentra firmada por la Jueza, así como tampoco se evidencia la firma del
secretario.

Esta Órgano Superior pudo verificar, como ya se manifestó, que el fallo dictado en
fecha 30 de junio del año 2017, por el Tribunal Primero de Primera Instancia en
Función de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, mediante el
cual decreta la INCULPABLE Y ABSUELVE al ciudadano MAURICIO DE JESUS
ACOSTA BOETT; siendo la presente sentencia ABSOLUTORIA y en razón de
ello impone se decreta la LIBERTAD PLENA del ciudadano ut supra mencionado
por la comisión del delito de LESIONES CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y
sancionado en el artículo 420 numeral 2 del Código Penal Venezolano en
concordancia con el artículo 414 eiusdem, cometido en perjuicio de la ciudadana
BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO, no se encuentra rubricado por la Jueza
Abogada EVELYN OSUNA RUIZ.

En este sentido, es importante establecer el criterio sostenido por el Tribunal


Supremo de Justicia en Sala Constitucional en la Sentencia Nº 821 de fecha 11 de
mayo de 2005, en la cual se estableció lo siguiente:

“…, esta Sala debe señalar que el Juez Clímaco Monsalve Obando no
cumplió con las formalidades esenciales que se requieren para la
validez de los pronunciamientos que emanen de los órganos
jurisdiccionales, por cuanto no firmó dicho auto de apertura a juicio. Así,
el artículo 191 del Código Orgánico Procesal Penal derogado disponía la
“Obligatoriedad de la firma”. Dicho artículo (actualmente está recogido
en el artículo 174 del Código Orgánico Procesal Penal) establecía la
obligatoriedad de la firma de los actos decisorios por los funcionarios
que trabajan en el Tribunal, Juez y Secretario, para que aquéllas tengan
validez, es decir, para que exista en el mundo jurídico una decisión de
un Juzgado, que es dictada por un Juez, éste debe firmarla, por cuanto
él es la persona que está investida de autoridad para la administración
de justicia y su firma es la que da la certeza jurídica de que ese fallo se
expidió. En consecuencia, esta Sala estima de suma gravedad la
omisión en la que incurrió dicho Juez...”

De igual forma, sobre el particular en estudio ha sido objeto de pronunciamiento


por el Tribunal Supremo de Justicia, en Sala de Casación Penal en la Sentencia
Nº 649 de fecha 15 de diciembre de 2009, en la cual se indica lo siguiente:

“…Aunado a todo esto, la Sala indica, que la supra citada decisión


condenatoria del Tribunal de Juicio (“reimpresa” en su texto íntegro,
folios 137 al 202, de la pieza Nº 5), que fue revisada y confirmada por la
alzada (en razón del segundo recurso de apelación, ejercido por la
defensa), presentó un vicio material que conlleva a su nulidad absoluta,
y a la nulidad de todos los actos procesales posteriores a ella, ya que se
constató que la misma carece de la firma del secretario del tribunal (folio
202, de la pieza Nº 5), requisito esté indispensable para la validez de
cualquier acto jurisdiccional (auto, sentencia, entre otros), emanado de
un órgano judicial y que es una obligación de ley, contenida en el
artículo 174 del Código Orgánico Procesal Penal, que reza lo siguiente:

“Artículo 174 (HOY 158 COPP). Obligatoriedad de la firma. Las


sentencias y los autos deberán ser firmados por los jueces que los
hayan dictado y por el secretario del tribunal. La falta de la firma del
Juez y del secretario producirá la nulidad del acto…”.

La Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia sostiene que un tribunal es un


órgano judicial por medio del cual se imparte justicia, y que está conformado por el
Juez que es el funcionario investido de autoridad para ejercer la función
jurisdiccional atribuida por la Constitución y las leyes; el secretario que es un
funcionario judicial que integra el Tribunal con carácter permanente, con
facultades y deberes señalados en la ley y el alguacil que coadyuva en las labores
del Tribunal.

En ese sentido, por obligación de la ley, cualquier dictamen de un tribunal debe


ser suscrito por los funcionarios judiciales autorizados para ellos, es decir, el Juez
y el secretario, derivando que la ausencia de alguna de estas firmas, vicia de
nulidad absoluta la decisión, careciendo de certeza jurídica y de validez tanto en
su contenido, como en sus efectos, vulnerando flagrantemente el debido proceso,
el derecho a la defensa y la tutela judicial efectiva.

Al respecto, la doctrina procesal penal argentina ha señalado que: “[...] la ausencia


de la firma de los jueces es una falencia de indudable gravedad, que hace
inexistente la sentencia [...]” (Sosa Arditi, Enrique y Fernández José, Juicio Oral en
el Proceso Penal, Buenos Aires, Editorial Astrea 1994, p171)

Así las cosas, considera esta Alzada que todos los actos que se mencionaron
como carentes de firma están viciados de nulidad absoluta toda vez que este
defecto en el acto de juzgamiento transgredió el espíritu, propósito y razón del
artículo 158 y 346 del Código Orgánico Procesal Penal, por lo tanto, no tenía vida
en el mundo jurídico, son nulas, ya que la decisión es inexistente como
consecuencia de que el funcionario, que con investidura de autoridad y que
administró justicia en nombre de la República y por autoridad de la ley, no firmó su
actuación, evento que no debe pasar por alto este Órgano Colegiado dado el
recordatorio realizado por la Sala Penal del Tribunal Supremo de Justicia que en
la sentencia Nº 568 del 15 de mayo de 2009, estableció entre otras cosas lo
siguiente:
“… esta Sala en lo que respecta al alegato del accionante referido a la
falta de firma de la secretaria del tribunal en la decisión impugnada en
amparo, observa que de las actas del expediente ciertamente la misma
no aparece suscrita por la secretaria del mencionado Tribunal de
Control; sin embargo, la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal del Estado Anzoátegui no se pronunció sobre este alegato…”

Negrillas propias.

Establecido lo anterior, cabe acotar que a todos los Jueces de la República


Bolivariana de Venezuela conforme a los artículos 7 y 334 constitucionales
debemos velar por la integridad de la Constitución y las leyes; por ello al
detectarse en el proceso la existencia de vicios que afecten derechos
constitucionales y legales de los administrados de justicia, están en la obligación
de restituir de la manera más inmediata la situación jurídica que haya sido
infringida al llevar intrínseco ese deber de mantener el orden constitucional y legal.

Por su parte, la ley penal adjetiva venezolana pauta en materia de nulidad


absoluta lo siguiente:

“Artículo 174. “Los actos cumplidos en contravención o con


inobservancia de las condiciones previstas en este Código, la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, las leyes,
tratados, convenios y acuerdos internacionales suscritos y ratificados
por la República, no podrán ser apreciados para fundar una decisión
judicial, ni utilizados como presupuestos de ella, salvo que el defecto
haya sido subsanado o convalidado.”,
“Artículo 175. “Serán consideradas nulidades absolutas aquellas
concernientes a la intervención, asistencia y representación del
imputado o imputada, en los casos y formas que este Código
establezca, o las que impliquen inobservancia o violación de derechos o
garantías fundamentales previstos en este Código, la Constitución de la
República, las leyes y los tratados, convenios o acuerdos
internacionales suscritos o ratificados por la República Bolivariana de
Venezuela.”
“Artículo 180. La nulidad de un acto, cuando fuere declarada, conlleva
la de los actos consecutivos que del mismo emanaren

Abordar la nulidad procesal dependerá de la apreciación acerca de la función que


cumple esta institución jurídica en la preservación de los derechos de las partes,
bien en el procedimiento o en el cumplimiento de las leyes procesales.

Entonces puede enfocarse bien por el procedimiento y se dirá que es un recurso


mediante el cual se impugna un acto procesal en virtud de un error para obtener
su reparación, también se podrá estudiar por sus consecuencias, lo cual se deriva
del seguimiento del precepto romano nullum est quod nullun effectum producit,
en ese sentido se definiría como la declaratoria del acto nulo por carecer de
alguna o de algunos de los requisitos que la ley exige para su constitución o
por no existir su presupuesto legal y por tanto no produce los efectos
jurídicos que debería producir.

En este orden de ideas, podrán ser declarados nulos los actos procesales, cuando
se hayan dejado de observar en el momento de su práctica todos o algunos
requisitos procesales que la ley prevé como esenciales para que el acto pueda
llegar a producir todos y cada uno de los efectos jurídicos que le están previstos.

Son pues fallas in procedendo o vicios de actividad en que incurren el juez o las
partes, por acción u omisión, infringiendo normas procesales, a las cuales deben
someterse inexcusablemente, pues ellas les indican lo que deben, pueden y no
pueden realizar.

Visto lo anterior, debe tomarse en cuenta el contenido del artículo 158 del Código
Orgánico Procesal Penal que prevé:

‘… Las sentencias y los autos deberán ser firmados por los jueces o juezas que los hayan dictado
y por el secretario o secretaria del tribunal. La falta de firma del Juez o Jueza y del secretario o
secretaria producirá la nulidad del acto. …’.

Y en el numeral 6, del artículo 346, de la norma procesal penal, se estipula:

‘… La sentencia contendrá:

1. La firma del Juez o Jueza. …’.

Un apropiado análisis del régimen de nulidad de los actos procesales se encuentra


estrechamente enlazado a los conceptos de validez y eficacia. Por ello, es
importante precisar ambos conceptos. La validez se refiere al cumplimiento de lo
dispuesto en la norma que lo regula, o sea, se cumplan los requisitos para la
formación del acto. La eficacia se refiere a los efectos, esto es, que cumplido el
acto, se produzcan los efectos que para dicho acto se tienen previstos. Puede
considerarse por tanto la eficacia, la consecuencia que resulta de un acto procesal
que hubiese sido perfeccionado, apariencia que se mantiene hasta que se
produzca una decisión judicial en sentido contrario.

Asimismo, al hilo conductor del articulado bajo estudio respecto de las actuaciones
jurisdiccionales que puedan ser objeto de las nulidades previstas en el marco
adjetivo anterior y en consideración del principio activo de la celeridad procesal
amen de evitar las reposiciones inútiles, es oportuno tener presente doctrina
jurisprudencial que ilustra la excepción a la regla valorativa que imponga la nulidad
como solución de la injuria perpetrada, es así como sentencia Nº 1044, de fecha
25-07-2000, de la Sala de Casación Penal del Máximo Tribunal de la República,
con ponencia del Magistrado Jorge Rosell Senhenn, señala que:

“…existen actos saneables y no saneables; los no saneables han de


considerarse (...) porque la constitución del acto está gravemente
afectada, es decir, si se considera que existe un agravio a la jurisdicción,
a la competencia, o a la legitimación, a las formalidades esenciales de
los actos o del juicio oral, entre otros; mientras que un acto saneable es
porque a pesar de su error de carácter no esencial se puede convalidar,
lo que quiere decir que el acto en principio es anulable, como por
ejemplo, una notificación errada puede ser perfectamente convalidable
si la parte a quien le perjudica no alega la falta, o el interesado deja
pasar la oportunidad y con su presencia acepta tácitamente los efectos
del acto aparentemente írrito…”.

Con relación a este particular, la máxima intérprete Constitucional mediante


sentencia Nº 1228 de fecha 16 de junio de 2005, estableció el criterio que atiende
al tema de la nulidad en materia procesal penal, el cual es del siguiente tenor:

“(…)
Ahora bien, estima la Sala propicia la oportunidad a fin de fijar criterio
respecto del instituto procesal de la nulidad en el proceso penal.

(…)
En nuestro sistema procesal penal, como en cualquier otro sistema
procesal, la nulidad es considerada como una verdadera sanción
procesal –la cual puede ser declarada de oficio o a instancia de parte
por el juez de la causa- dirigida a privar de efectos jurídicos a todo acto
procesal que se celebra en violación del ordenamiento jurídico-procesal
penal. Dicha sanción comporta la eliminación de los efectos legales del
acto írrito, regresando el proceso a la etapa anterior en la que nació
dicho acto.

En consonancia con lo anterior, este Tribunal Colegiado considera necesario


señalar, que la nulidad constituye un remedio procesal para sanear actos
defectuosos por la omisión de ciertas formalidades procesales o para revocarlos
cuando dichos actos fueron cumplidos en contravención con la constitución y la
ley, es por ello que la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, ha
reiterado en diversas oportunidades, la potestad que tienen las Cortes de
Apelaciones para decretar de oficio la nulidad absoluta de un acto procesal
cuando se evidencie que en el mismo exista inobservancia o violación de
derechos y garantías fundamentales previstas en la Constitución y las leyes.

Constado como ha sido que se han conculcado derechos y garantías en el


proceso, por la jueza que dicto la recurrida, vale decir la titular del Tribunal de
Primera Instancia en funciones de Juicio N° 1 de Barcelona del Circuito Judicial
Penal del Estado Anzoátegui, para la fecha in comento, en cuanto a la falta de
firma de las actuaciones que hoy se cuestionan, advirtiéndose del mismo modo
que no existe forma procesal de darle validez a un documento que no fue firmado
por el Juez, y todo acto que se deriva del mismo se encuentra comprometido. En
tal sentido, no existiendo remedio procesal para superar la falta de firma de la
SENTENCIA DEFINITIVA ABSOLUTORIA, en la causa penal seguida en contra
del acusado MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, por la presunta comisión
del delito de LESIONES CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el
artículo 420 numeral 2 en relación con el artículo 414 ambos del código penal,
cometido en perjuicio de BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO, es procedente y
ajustado a derecho DECRETAR LA NULIDAD DEL MENTADO FALLO habido a
los folios 159 al 190 de la pieza 2 del asunto principal. En consecuencia se
ordena a la secretaria colocar cinta plástica adhesiva en el lugar reservado a la
firma de la jueza y secretario (a) carente de firma de la sentencia definitiva
absolutoria de fecha 30 de junio de 2017 y ASÍ SE DECIDE.-

Vista la naturaleza de la declaratoria anterior de NULIDAD ABSOLUTA DE


OFICIO esta Superioridad no entra a conocer del presente recurso de apelación
interpuesto por la ciudadana BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO, titular de la
cédula de identidad V-9.417.170, en su condición de Víctima Directa, en contra de
la decisión de fecha 18 de abril de 2017 y publicada en extenso en fecha 30 de
junio de 2017, dictada por el Tribunal Primero de Primera Instancia en Funciones
de Juicio del Circuito Judicial Penal del Estado Anzoátegui, mediante el cual dicto
SENTENCIA DEFINITIVA ABSOLUTORIA, en la causa penal seguida en contra
del acusado MAURICIO DE JESUS ACOSTA BOETT, por la presunta comisión
del delito de LESIONES CULPOSAS GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el
artículo 420 numeral 2 en relación con el artículo 414 ambos del código penal,
cometido en perjuicio de BEATRIZ ELENA RODRIGUEZ BRITO, en razón de que
el vicio detectado de oficio por esta Corte de Apelaciones acarrea la nulidad del
fallo dictado, conforme a los artículos 174, 175 y 179 del Decreto con rango valor y
fuerza de Ley del Código Orgánico Procesal Penal con las consecuencias
previstas en el artículo 180 ejusdem y ASÍ SE DECIDE.

DISPOSITIVA

Por las consideraciones expuestas, esta Corte de Apelaciones del Circuito Judicial
Penal del Estado Anzoátegui, administrando justicia en nombre de la República
Bolivariana de Venezuela y por autoridad de la Ley, emite los siguientes
pronunciamientos PRIMERO: DECRETA LA NULIDAD DE OFICIO de la
SENTENCIA DEFINITIVA ABSOLUTORIA, dictada en fecha 30 de junio de 2017,
en la causa penal seguida en contra del acusado MAURICIO DE JESUS ACOSTA
BOETT, por la presunta comisión del delito de LESIONES CULPOSAS
GRAVÍSIMAS, previsto y sancionado en el artículo 420 numeral 2 en relación con
el artículo 414 ambos del código penal, cometido en perjuicio de BEATRIZ ELENA
RODRIGUEZ BRITO, habida a los folios 159 al 190 de la pieza 2 del asunto
principal BP01-P-2015-000772, ya que el mismo carece de las firmas necesarias
de la Jurisdicente a cargo del Juzgado A quo para el momento procesal antes
citado, por violación del artículo 158, 179, 180 y 346.6 Código Orgánico Procesal
Penal; por conculcar el debido proceso previsto en el artículo 2, 26, 49 y 257 Carta
política de 1.999 en justa sintonía con los fallos ampliamente expuestos; todo ello
en base a los artículos 174, 175, 179 y 180 del Código Orgánico Procesal Penal.
En consecuencia SE ORDENA a la secretaria colocar cinta plástica adhesiva en
el lugar reservado a la firma de la jueza y secretario (a) carente de firma de la
sentencia definitiva absolutoria de fecha 30 de junio de 2017. SEGUNDO: Se
REPONE la causa al estado de que un Juez de Juicio distinto, conozca del
presente asunto y se realice un nuevo juicio con prescindencia de los vicios que
dieron origen a la presente nulidad, de conformidad con lo establecido en el
artículo 425 ejusdem, manteniéndose la misma condición jurídica en que se
encontraba el acusado al momento de proferir el fallo hoy anulado. Diarícese,
regístrese, publíquese y déjese copia de la presente decisión.
LOS JUECES INTEGRANTES DE ESTA CORTE DE APELACIONES
EL JUEZ PRESIDENTE,

DR. NELSON MEJIAS RODRIGUEZ

LA JUEZA SUPERIOR y PONENTE, EL JUEZ SUPERIOR,

DRA. MAURA FLANNERY CAMPOS DR. HERNAN RAMOS ROJAS

LA SECRETARIA,

ABG. DISNEIVY GUERRERO

ASUNTO PRINCIPAL : BP01-P-2015-000772


ASUNTO : BP01-R-2017-000388
PONENTE : Dra. MAURA FLANNERY CAMPOS
DECISIÓN : NULIDAD DE OFICIO
BARCELONA, 21 DE NOVIEMBRE DE 2018

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