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30-2022-7
Nema: Recurso de Casación
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Dicha decisión habilita la interposición en su contra del recurso de casación,
debido a que se trata de una Sentencia Definitiva y por ende, se encuentra
comprendida dentro de las providencias judiciales susceptibles de ser recurribles en
Casación, previstas en el artículo 479 del Código Procesal Penal que literalmente
señala que sólo podrá interponerse este recurso contra las sentencias definitivas y
contra los autos que pongan fin al proceso o a la pena o hagan imposible que
continúen las actuaciones o que denieguen la extinción de la pena, dictados o
confirmados por el tribunal que conozca en segunda instancia.
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Centro de las nueve horas del día ocho de marzo de dos mil diecisiete, es
erróneamente aplicada, en vista de que a través de ese análisis equivocado se
traduce en una condena que priva de libertad a mi defendido por un intervalo de
veinte años de tiempo.
Con la lectura e interpretación de los motivos de fondo expresados en el libelo
recursivo interpuesto, esta Honorable Sala de lo Penal solo puede arribar a la
intelección que se condena a mi representado vulnerando las reglas de la Sana
Crítica en la apreciación de la prueba
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Es por lo anterior, que mi interés consiste en revertir la sentencia definitiva
de nueve horas del día ocho de marzo de dos mil diecisiete, emitida por la Cámara
Segunda de lo Penal de la Primera Sección del Centro
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conllevan a tener por no conculcada una garantía procesal penal y constitucional
como lo es la seguridad jurídica y el derecho al debido proceso.
MOTIVO UNICO
CAUSA GENERICA: ERROR IN IUDICANDO.
INOBSERVANCIA O ERRÓNEA APLICACIÓN DE LA LEY PENAL,
ESPECIFICAMENTE DE LOS ARTS. 45 LETRA E), 31, 32 NUMERAL 1) Y 33
NUMERAL 3) DEL CODIGO PROCESAL PENAL
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Para establecer dicha garantía es menester precisar el contenido teórico que
informa dicha garantía y para ello iniciamos haciendo hincapié en que el inciso
primero del Art. 11 de la Constitución, con el fin de garantizar la seguridad jurídica
y la justicia material, configura un proceso en el que deban ser cumplidas las
garantías establecidas en forma evidente a favor del enjuiciado.
Iniciaré manifestando que el primer quiebre lógico de la sentencia que recurro
derivada que la interpretación errónea de los requisitos de admisibilidad de los
recursos y es que, en efecto, el derecho a impugnar las resoluciones judiciales es
especialísimo en cuanto a su ejercicio, de modo tal que le corresponde al Tribunal
verificar el cumplimiento de las normas procesales atinentes y de no ser así,
rechazar el mismo. En suma, los errores de hecho no pueden ser subsanables por
el Tribunal de Alzada quien debía verificar su cumplimiento. Ello conlleva por parte
del recurrente la obligación precisar de verificar que se cumpliera cada uno de los
requisitos legales.
La Sana Crítica, es un sistema racional de deducciones, basado en la lógica,
experiencia, psicología y el sano entendimiento; como sistema de valoración de la
prueba está determinado legalmente. Al respecto el artículos 179 Pr Pn, que
establece: "Los Jueces deberán valorar, en su conjunto y de acuerdo con las reglas
de la sana crítica las pruebas", en relación con el artículo 394, Inciso Primero, que
preceptúa: "El Tribunal apreciará las pruebas producidas durante la vista pública de
un modo integral y según las reglas de la sana crítica" y Art. 144 todos del Código
Procesal Penal, que ordena a los Jueces la obligación de fundamentar sus
sentencias.
En el caso en concreto, tanto la Cámara Segunda de lo Penal como el
Tribunal Segundo de Sentencia han tenido por establecido la existencia de un delito
de Extorsión Agravada bajo la modalidad de delito continuado y ha encontrado
culpable a mi defendido PERICO PEREZ y a otras personas, a los cuales no
conozco y con quienes no se me ha podido vincular en el presente proceso.
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La participación de mi defendido en el delito no ha sido suficientemente
establecida; en primer lugar porque la agente policial solo lo ubica en una única
oportunidad en el lugar de los hechos, el día veinticuatro de junio de dos mil quince
y pese a que manifiesta que ella le ha entregado cincuenta dólares en concepto de
extorsión, también es claro que estaban presentes otros equipos de la policía y
dentro de ellos había un agente con función de fotografiar y éste toma foto a mi
defendido PERICO PEREZ conversando con la agente – pero nunca se ve en las
fotografías que reciba dinero y NIEGO TOTALMENTE POR SER FALSO que éste
ha recibido dinero de parte de ella- pese a que se dice que se me da persecución
policial encubierta para ver a donde se dirige. Esto quedo acreditado con la
declaración de dicha testigo y cuestionada en la declaración que brinda mi
representado.
En la Vista Pública declaró el testigo Elmer Amílcar Marroquín Larín y éste
dijo que vio a mi defendido con una persona del sexo femenino y que ésta le dio
dinero y que le requisó y le encuentra- supuestamente- el dinero. Sin embargo,
Honorable Tribunal Ad Quem, a repreguntas de mi persona, dijo que no había otro
agente con él, sino que lo hizo solo. Entonces surge la pregunta ¿Quién toma la
fotografía de mi defendido con la persona del sexo masculino y por qué se encuentra
firmada por el agente José Alfredo Retana, quien era el fotógrafo y el mismo testigo,
Amílcar Marroquín Larín lo excluye de la escena? Si esto es así, no es veraz y por
ende no es creíble, en primer lugar porque no comparece en vista pública para
establecer su relato y en segundo lugar porque el dicho de su álbum fotográfico no
coincide con el dicho del testigo Elmer Amílcar Marroquín Larín, de quien estoy
seguro fue la persona que le fotografió.-
Tanto el Tribunal de Sentencia como la Cámara establecen a los agentes
policiales como fiables y veraces pero la investigación en sí, y el desfile de pruebas
en vista pública arroja situaciones que ponen en entredicho y se verá que, bajo el
argumento de sana crítica, se esconden una serie de conjeturas que no cuentan
con los suficientes eslabones para considerarse una estructura verídica.
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En primer lugar, se ha tenido por establecido y no es así, que mi cliente
recoge dinero producto de la extorsión en el Instituto Salvadoreño del Seguro Social
del Barrio Santa Anita; esto lo dice la agente Alba Yanira García; luego ésta dice
que el agente Retana tomaba fotografías y que el equipo tres, estaba a unos quince
metros. Luego se establece que viajó hasta el Pasaje Los Arcos de la Colonia IVU,
pero la agente García lo pierde de vista; (ocurre que ellos lo llevaban en una
patrulla).
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Un agente diferente, quien dice que no vio la entrega, dice que fue informado
por radio, y que vio a alguien con características similares y ve que se reúne en un
pasaje (y manifiesta que a ese pasaje nunca entró). Posteriormente, el agente Elmer
Amílcar Marroquín Lurín, uniformado, ingresa al pasaje y le registran junto con una
mujer. Ahí no se sabe quién le toma fotografías, porque dice que Amílcar Marroquín
Larín dice que Retana no estuvo ahí, y por tanto Retana no dice la verdad cuando
firma y sella el álbum fotográfico.
En segundo lugar, ese dicho tiene deficiencias. El agente del equipo dos que
dice perseguir a los extorsionistas, Nahúm Gámez Iraheta no entra al pasaje en
donde supuestamente se da la entrega de dinero de mi defendido a otra una
persona; y por tanto, no pudo observar la presunta transacción ni ver si
efectivamente era dinero u otra cosa diferente a lo que puso.
En tercer lugar, no se ha probado que mi cliente tenga conexión alguna con
los señores José Ernesto Beltrán Ventura ni con Antonio Salvador Pérez Rivas. No
me quedo claro porque no lo establece la sentencia, de donde se hilvana esa
supuesta conexión entre ellos, puesto que ni siquiera se deriva del registro de
llamadas telefónicas, ni testigos ni mucho menos fotografías de unos con otros.
También es de afirmar que la víctima dice en la Vista Pública que la Agente
Alba Yanira García le dijo que los extorsionistas habían sido capturados y que
recuerda que fue como octubre o noviembre del año pasado (2015), cuando mi
defendido y los otros reos fueron detenidos en enero del presente año; lo cual arroja
duda sobre la credibilidad del dicho de los agentes policiales.
En cuarto lugar, se ha pretendido establecer que mi defendido ha sido
extorsionada por una estructura criminal, entiéndase mara o pandilla, y que la
amenaza es permanente; pero resulta que en el proceso solo se establecen como
hechos a acreditar dos entregas, junio y julio de dos mil quince; pero ¿Qué ocurre
con los meses de agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre de dicho año?
Fue capturado en enero. Ese vacío de meses justamente demuestra que no existe
conexidad entre la supuesta extorsión.
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Finalmente, en quinto lugar, quiero destacar que las actas de las capturas
guardan conexión porque estamos en presencia de testigos habituales y es
innegable su conocimiento y experiencia en este tipo de hechos; pero es imposible
que coincidan exactamente en su dicho en las actas. La misma agente Alba Yanira
García dijo que se reunieron para cruzar datos después de la primera entrega del
veinticuatro de junio de dos mil quince, y si se ven las declaraciones de las actas
son coincidentes textualmente, hasta en el mismo tipo de letra, lo cual infiere que
solo cambian los datos de quien declara y ello se pone en entredicho como elemento
de fiabilidad.
No es la presente casación una mera inconformidad con la sentencia,
conlleva a precisar que en sentido estricto no se ha podido demostrar conexidad
entre las cuatro personas condenadas con los hechos y especialmente conmigo.
He aquí entonces que con esos datos, y si se verifica el Art. 42 del Código Penal se
verá que no se cumplen los preceptos legales para tener por establecido el delito
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continuado; siendo entonces que lo más viable debió ser la calificación de extorsión
simple, ni siquiera agraviada, por qué no se reúnen ni los numerales 1 y 7 de la Ley
Especial contra el Delito de Extorsión.
Finalmente quiero indicar que ninguno de estos argumentos han podido ser
desvirtuados por la Cámara Segunda de lo Penal; siendo un total vacío en la
apreciación de la prueba.
Por el motivo especificado pretendo que esta Honorable Sala de lo Penal CASE
la sentencia dictada a las nueve horas del día ocho de marzo de dos mil diecisiete,
proveída por la Cámara Segunda de lo Penal de la Primera Sección del Centro, por
haberse vulnerado las reglas de la sana crítica en el presente proceso penal en
contra de mi defendido, y se dicte sentencia absolviéndole por la ausencia de
elementos probatorios suficientes, conforme a las reglas de la sana crítica.
VI.- PRETENSIÓN
A vos con fundamento en lo dispuesto por los artículos 452, 453, 478 numerales 1
y 5, 479, 480 y siguientes del Código Procesal Penal vigente en relación con los
Arts., 1, 2, 3, 11, 12, 15, 18, 21, 144 y 246 de la Constitución de la República; 400
numeral 5, 45 letra e), 31, 32 numeral 1) y 33 numeral 3) del Código Procesal Penal
y por todos los argumentos plasmados y las disposiciones legales citadas, PIDO:
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a) Que posterior a los tramites que establece el art. 483 del Código Procesal
Penal, remita el presente Recurso de Casación, a la Sala de lo Penal de la
Honorable Corte Suprema de Justicia, para que conozca del mismo.
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