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FILOSOFIA GENERAL

FILOSOFÍA LATINOAMERICANA

Sería injusto soslayar el aporte de la Filosofía Latinoamericana, en el marco de la historia filosófica, cuando
estamos reflexionando desde éste continente; al respecto, habrían muchos puntos de partida, y múltiples
autores (Ingenieros, Rodó, Gavidia, Zea, Miró Quesada, Ardao, Cruz Costa, Mayz Vallenilla, Frondizi, Roig,
Dussel, Cerutti, Salmerón, etc.) pero se presenta una trilogía de ideas que reflejan tres grandes momentos de
la historia del pensamiento latinoamericano: a) la etapa de los autóctonos (reflejada en la filosofía Nahua); b)
la etapa colonial (expresada en las ideas de Sor Juana Inés de la Cruz); y c) la etapa contemporánea (el
pensamiento de Ignacio Ellacuría).

FILOSOFÍA NAHUA: ANTES DE "AMÉRICA"


Cuando para la mente de los Europeos apareció la noción del nuevo mundo, comenzó un nuevo problema
histórico, político, económico, religioso y social; en efecto, el encuentro de estas dos culturas, posibilitó una
revisión de valores y una nueva concepción de mundo que hacía tambalear el eurocentrismo.En lo que hoy es
América, en el siglo XVI nos encontramos con pueblos prehispánicos mesoamericanos entre otros; así el
pueblo Nahua (aztecas, texcocanos, chololtecas, tlaxcaltecas, luego pipiles cuscatlecos, etc.) quienes en su
mayoría estaban ubicados en el valle de México y sus alrededores; estas culturas habían heredado a su vez
ideas, tradiciones y un espíritu de los antiqlos toltecas.
Debido a los cronistas y frailes se sabe que en el mundo nahuatl dominaba un importante acervo pletórico en
manifestaciones artísticas, científicas y educativas, sin olvidar toda una estructura filosófica que poseían; a
pesar de algunas posturas escépticas, hay que afirmar que sí tenían una filosofía, una concepción del mundo y
del tiempo original.
Prueba de esta afirmación tenemos los conocidos "Sabios de Anahuac", quienes como los griegos
desarrollaron un proceso sistemático de conceptualizaciones en torno a problemas planteados de teodiceas,
cosmogonías, cosmologías, antropologías, etc. Para argumentar esta tesis tenemos que pafiir de evidencias o
fuentes históricas explicitadas en códices, cantares, obras artísticas, monumen tos, construcciones y otros
testimonios.
La filosofía Nahua no se encuentra desarrollada en tratados especializados, sino en poemas épicos, eróticos y
de circunstancias; el tema central de esta filosofía es "el sentido y valor de la existencia", por ejemplo, con el
siguiente fragmento se denota una serie de conceptualizaciones significativas: ¿Qué era lo que acaso tu mente
hallaba ¿Dónde andaba tu corazón? Por eso das tu corazón a cada cosa, sin rumbo lo llevas: vas destruyendo
tu corazón. Sobre la tierra, ¿acaso puedes ir en pos de algo?
En este fragmento se denotan dos conceptos importantes: "mente" y "corazón", esto nos acerca a una visión
antropológica en la que constitutivamente la persona se compone de estos dos elementos; luego se afirma la
existencia de la persona en un devenir que lo lleva a un estadio de deterioro: si pierde su corazón, se pierde a
sí mismo; por último resalta la pregunta en donde se plantea la posibilidad de dar con algo, capaz de satisfacer
al ser.
Los pensadores Nahuas se preocuparon por conceptualizar en torno a la vida y a la existencia, algo que
justificara estas realidades en vista de que era amenazada de exterminio por la creencia de que la era del
quinto sol pronto llegaría a su fin, es decir, una preocupación escatológica de la vida, esto se refleja en el
siguiente fragmento: "¿A dónde iremos?. Sólo a nacer venimos. Que allá es nuestra casa: Donde es el lugar de
los descarnados".
El concepto Nahua "Tlamatini", por medio del cual se designa al sabio, filósofo o guía espiritual, según el
códice Matritense tiene las siguientes características y funciones:
"El sabio, es una luz, una tea, una gruesa tea que no ahuma; un espejo horadado, un espejo agujereado por
ambos lados; suya es la tinta negra y roja, de él son los códices; el mismo es escritura sabiduría; es camino
guía veraz para otros; conduce a las personas y a las cosas, es guía en los negocios humanos; el sabio
verdadero es cuidadoso —como médico— y guarda la tradición; suya es la sabiduría transmitida, él es quien
enseña, sigue la verdad; maestro de la verdad, no deja de amonestar; hace sabios los rostros ajenos, hace a los
otros tomar una cara, los hace desarrollarla; les abre los oídos, los ilumina; el maestro de guías les da su
camino; de él uno depende; pone un espejo delante de los otros, los hace cuerdos, cuidadosos y hace que en
ellos aparezca una cara (personalidad); se fija en las cosas, regula su camino, dispone y ordena; aplica su luz
sobre el mundo; conoce lo (que está) sobre nosotros (y) la religión de los muertos; (es hombre serio);
cualquier es confrontado por él, es corregido, es enseñado; gracias a él la gente humaniza su querer y recibe
una estricta enseñanza; confronta el corazón, confronta a la gente, ayuda, remedia, a todos cura".
En síntesis, el Talmatini es toda una autoridad moral, filosófica, moralista, un maestro en pleno; pero como
describe este códice Matritense al maestro, otras fuentes (León Ponilla) describieron al falso maestro
criticando entre otras cosas: El falso sabio: como médico ignorante, hombre sin sentido, dizque sabe acerca de
Dios; tiene sus tradiciones, las guarda; es vanagloria, suya es la vanidad; dificulta las cosas, es jactancia; es un
río, un peñascal; amante de la obscuridad y el rincón; sabio misterioso, hechicero y curandero; ladrón público,
toma las cosas; hechicero que hace volver el rostro; extravía la gente; hace perder a los otros el rostro;
encubre las cosas, las hace difíciles; las mete en dificultades, las destruye; hace perecer a la gente,
misteriosamente acaba con todo.
Con esta dialéctica formulación tenemos suficiente material para profundizar en este denso mundo pre-
hispánico; a partir del filósofo se podrá estudiar la filosofía.
La preocupación existencial para el fundamento del hombre nahua y del mundo es un tema central; esta
problematicidad les llevó a concebir un mundo trascendente: el Topan. La creación de este lugar trascendente
les llevó a especular sobre él, así los Tlamatinimes propusieron la vía de acceso por medio del texto llamado
"Flor y canto"; Flor y Canto como poema resultó una respuesta que remitió a otra pregunta: ¿de dónde viene?,
respondieron los sabios que venían de lo divino, del más allá.
Los Tlamatinime se formularon la cuestión antropológica sobre la pregunta: ¿son acaso verdad y los seres
humanos?, y a partir de esta pregunta formularon una serie de teorías de corte religioso, mítico y hasta
filosófico, tal es el mito de Ouetzalcóatl, que narra el viaje de este personaje al Mictlán (lugar de los muertos)
en busca de los huesos preciosos para crear de nuevo a los seres humanos.
SOR JUANA INÉS DE LA CRUZ (1651-1695): LA COLOMA
La filosofía en la época colonial es un análogo europeo en su generalidad, y si se quiere, por el talante de los
habitantes no hubo tal filosofía, en vista de que esos inicialmente eran conquistadores, comuneros, militares,
exconvictos y otras calañas o lacras sociales carentes de un sistemático modo de pensar; lo que importaba era
el afán de lucro y la explotación.
En el contexto general no hay que olvidarse que hacemos un viaje retrospectivo al siglo XVI y XVII, retomando
a la perspectiva medieval; no obstante, en el siglo XVI, se reorganiza el régimen político, jurídico, moral y
educativo hacia un análogo metropolita, pasando de la inestabilidad barbárica a la moderación de la ciudad
establecida formalmente.
En esta etapa histórica, resaltaron algunos pensadores, entre ellos: Fray Alonso de la Veracruz, Antonio Rubio,
Tomás de Mercado, quienes a pesar de las influencias europeas realizaron la primera sistematización en el
nuevo mundo con sus respectivos aportes.
A partir del siglo XVIII comienza en América una nueva actitud crítica más propositiva, y comienzan a emerger
pensadores más originales.
Juana Asbaje y Ramírez, conocida como Juana Inés de la Cruz, es una gran pensadora junto con su
contemporáneo Carlos de Siguenza y Góngora, quienes se educaron dentro del pensamiento escolástico, y no
conformes con esta forma filosófica se atrevieron a recurrir a las ideas modernas de Galileo, Descartes, Kepler
y Gassendi.
La actitud intelectual de Juana brota desde su niñez, pero se encontró con una gran dificultad: el
patriarcalismo eclesiástico; no obstante, luchó contra esta visión machista e impulsó el derecho femenino del
estudio y la cultura. Su erudición, sabiduría y talento no se opacó, siendo dama de compañía de la virreina, a
los diecisiete años asombró a cuarenta profesores de la universidad en un interrogatorio sobre diversos
tópicos de filosofía, teología, matemáticas y humanidades.
A los dieciséis años Juana había ingresado a la Orden de las Carmelitas descalzas, más tarde se incorpora a la
hermandad de San Jerónimo; aquí profundiza en sus estudios y se dedica a escribir, entrando en una crisis
entre la fe y el saber; testimonio de esta lucha es la carta a "Sor Filotea de la Cruz" (obispo Manuel Fernández
de Sta. Cruz, Puebla).
Además de sus obras poéticas, entre otras obras se pueden destacar: "Carta Atenagórica" en donde critica un
sermón de Antonio Vîeyra S.J.; "Carta a Sor Filotea de la Cruz" en donde defiende su postura de estudiar ante
las recriminaciones del Obispo; f'P1imero Sueño" poema filosófico, entre otras.
Otros filósofos importantes son: Carlos Siguenza y Góngora, Diego José Abad S.J., Francisco Javier Aleare S.J.,
Francisco Javier Clavijeto S.J., José Rafael Campos S.J., Agustín Castro S.J., Benito Días de Gamarra y Dábalos,
José Antonio Alzate y José Ignacio Bartolache.
Con el sialo XIX nace la conocida idea emancipadora de América Latina, sostenida por todas las ideas
modernistas y ævolucionarias, que cruzaron cl Atlántico; muchos pensadores rompieron la afiiculación
España-América, y así concibieron ideas nuevas y adaptaciones al contexto del nuevo mundo.
Educación v Sociedad del Conocimiento el venezolano Andrés Bello (1781-1865), catalizó los
signos históricos de esta nueva gesta emancipadora, y reflexionó sobre la "segunda independencia",
refiriéndose la independencia intelectual, con el fin de crear una auténtica cultura americana.
Otro pensador significativo y original fue el argentino Juan Bautista Alberdi (1810- 1884), quien escribió en
1842 un ensayo titulado: "Ideas para presidir la confección del curso de filosofía contemporánea", en donde
expone la necesidad de desarrollar una filosofía propia, positiva y real.
Juan Luis Mora (1794-1850) es otro pensador mexicano, que se une para abogar por la independencia
intelectual de América, afirmando que es necesario sacudirse los hábitos y formas españolas de la colonia.
A estos pensadores se une una larga lista de intelectuales más contemporáneos, entre ellos José Enrique
Rodó, José Vasconcelos, César Zumeta, Manuel González Prada, Alfonso Reyes, Manuel Ugarte y José Martí.

PENSAMIENTO LATINOAMERICANO CONTEMPORÁNEO


IGNACIO ELLACURÍA (+ 1989):
Ignacio Ellacuría, teólogo, filósofo y mártir. dedicó gran parte de su vida a la sistematización del pensamiento
en el área de la teología y de la filosofía; como pensador fue discípulo directo del filósofo Xavier Zubiri;
desarrolló una obra sistemática densa y trascendente.
Sus escritos más significativos son: "Filosofía de la Realidad Histórica", "La filosofía como síntesis de la vida
intelectual", "Filosofía ¿para qué?", "Escritos Filosóficos"; "Teología Política "; artículos en "20 años de Historia
en El Salvador", Revista ECA, "Revista Latinoamericana de Teología", Mvsterium Liberarionis (con Jon Sobrino);
temas eclesiológicos. Entre sus artículos más importantes destacan: "Función Liberadora de la Filosofía", "La
Superación del Reduccionismo Idealista en Zubiri, "Filosofía y Política", entre otros.
Ellacuría, como filósofo tomó de varias fuentes elementos sustanciales para elaborar su propia teoría; así, de
los pre-socráticos la capacidad de asombro y conceptualización; de Sócrates la preocupación por la polis y la
persona; de Hegel el carácter dialéctico; de Marx el aspecto crítico; de Kant las preguntas históricas (que debo
hacer, saber y esperar) y de Zubiri la problematización de la realidad ; esta teoría última fue alcanzada y
superada por las simbiosis históricas, de este modo desarrolló su filosofía de la "Realidad Histórica".
En términos generales la filosofía de Ellacuría se podría sistematizar del siguiente modo:
1. La filosofía es una forma de existencia, al servicio de algo que haga a la humanidad más humana, para llegar
a esta humanización la filosofía tiene que definirse y adquirir un talante.
2. La filosofía como síntesis de la vida intelectual se rige por dos constantes: la bio theorethicos y la bios politikos.
3 La filosofía debe tener una opción metafísica, en tanto que saber busca enfrentar total y últimamente
la realidad; la realidad como total y última es la determinación de lo que hay y de lo que es; totalidad en tanto
que unificante, ultimidad en tanto que explicativa.
4 La filosofía como saber metafísico (total y último) debe ser hoy filosofía pura (pero actualizada). Por
tanto, hay que remitirse a los filósofos, desde los Presocráticos y no reducir la filosofía a simple ensayística,
lingüística o a algo auxiliar.
5 La filosofía implica la "Inquisición racional de la realidad", penetrando en la realidad misma y
superando sus- apariencias.
6 La filosofía es un auténtico saber, superior al proporcionando por las ciencias, artes y religión; va más
allá de las particularidades. Lo científico positivo, es un estadio previo e insuficiente de lo intelectual. Ciencia y
Filosofía, coinciden en que ambas buscan el saber lo que las cosas son, pero las cosas no revelan lo que son,
hay apariencias; ciencia y filosofía divergen, en tanto que la ciencia tiene como presupuestos la comprobación
científica y experimental con sus leyes, mientras que la filosofía busca saber cómo últimamente son las cosas
en realidad. De aquí que las ciencias manejen un doble reduccionismo: a) reducción a lo cierto y verificable; b)
reducción de la realidad a lo funcional y mecánico. Pero la realidad es más que lo comprobable, de aquí que la
ciencia dé un conocimiento insuficiente, no tratando lo último y total de la realidad.
7 La filosofía es un saber segundo, propio de una etapa de madurez intelectual; se trata de un esfuerzo
personal que determinados seres humanos hacen en la historia.
8 Lo más importante en la filosofía es filosofar, y es su único acceso a ella; se aprende filosofía,
poniéndose a filosofar; no se trata de algo hecho, supone un esfuerzo.
9 Hay algo en la persona que lo impulsa a filosofar; para Sócrates es la preocupación de la persona y de la
polis; para Aristóteles es la admiración; para Heidegger es la angustia; para Ortega y Gasset es el naufragio de
las creencias; se trata de una potencialidad metafísica que impele a la persona, esa potencia es la que empuja
a la persona a inquirir racionalmente sobre la realidad; en algunos individuos se hace realización plena en una
intimidad reflexiva y crítica sistematizando todo.
10 Los pre-socráticos carecían de críticas, de sistemas filosóficos, esto supone una nueva actitud humana
intelectual, apartándose de lo anterior (religión y mitos), de las apariencias, se trata de un nuevo modo
humano en el cual se problematiza la realidad, se busca soluciones y se conceptualiza.
ll La filosofía se debe distinguir de toda ciencia por su criticidad, es un saber inconformista que siempre busca
un más; este saber exige de métodos y técnica.
LA FL ANTE LOS NUEVOS DESAFÍOS

En primer lugar, diré unas palabras sobre la misión, tarea y función específica de la filosofía con respecto a
dichos retos históricos (3.1). Luego, en un segundo paso, indicaré por qué estimo que la FL sigue siendo apta
para responder a ellos, gracias a algunas de sus características propias, que asumió desde sus comienzos (3.2).

3.1. Tarea ético-histórica e histórico-social de la filosofía

Ésta no puede encerrarse en una torre de marfil sino que es interpelada, como todas las actividades del
hombre, por la grave situación de injusticia que sufren - en el mundo y, especialmente, en América Latina- los
pobres cada vez más pobres, hasta la inequidad extrema y la exclusión. Se trata del momento ineludiblemente
ético de toda actividad humana - aun la científica y teórica- que se encuentra ante la opción, o bien, de "pasar
de largo" y -al menos indirectamente, mediante la omisión- justificar de modo ideológico la situación histórica,
o bien -por el contrario- , de contribuir, desde su propia especificidad, a la tarea común de la liberación
humana. Tanto más que la filosofía trata de lo humano en cuanto tal, estando alerta para que no se reduzca a
una sola dimensión ni al interés de sólo ciertas clases sociales o de determinadas regiones del planeta. Porque
su vocación de universalidad no debe quedarse en lo abstracto, sino concretarse en todo lo humano de todo y
cada hombre y mujer, sin exclusiones.

De ahí que esa vocación " generalista" de la filosofía no pueda ser asumida por ninguna de las ciencias, aunque
el diálogo con éstas le sea imprescindible para situar su universalidad.

3.2. La FL como filosofía de la acción histórica

La FL es también - aunque no solamente- un nuevo modo de practicar la filosofía de la historia, usando


palabras de Jean Ladrière en el Simposio sobre Filosofía Latinoamericana organizado en la Universidad
Católica de Lovaina (Louvain-la-Neuve, 1996). (18) Pues ella reflexiona críticamente la acción y la pasión
históricas, para contribuir con sus planteos teóricos, a transformarlas en más humanas. Pero dicha filosofía no
solamente intenta criticar los supuestos ideológicos - aun seudofilosóficos- de la dominación, ni sólo " llevar a
concepto" la situación para discernirla, interpretarla, comprenderla e iluminar los caminos de su superación.
Pues desde la nueva praxis así alcanzada, se replantea luego, a partir del nuevo horizonte abierto por ésta,
todas las grandes cuestiones del hombre y, por eso mismo, de la filosofía, para responder a ellas con un
pensamiento nuevo (19).

Según mi opinión, especialmente dos de los distintivos de la FL la hacen apta para responder a los desafíos que
plantea hoy la situación histórica a la filosofía, a saber: 1) su opción - aun teórica- por los pobres y su
liberación humana integral; 2) su empleo de las ciencias del hombre y la sociedad como mediación de un
pensamiento filosófico situado que reflexiona analécticamente (20).

3.3. La FL y la opción por los pobres

Con el peligro de repetirme, quiero abundar en cosas ya dichas brevemente.

El punto de partida de la FL está, como el de toda filosofía, en la realidad y en la experiencia humana integral y
radical de la misma. Pero le es específico que se trate ante todo de la realidad histórico-social de las víctimas
de la injusticia y la inhumanidad, como de hecho se están dando en América Latina. Pues ellas interpelan
radicalmente al filósofo no sólo como hombre, sino aun en cuanto filósofo, de modo que éste responde con su
praxis ético-histórica de liberación, incluida principalmente su praxis teórica específicamente filosófica.

Pues, ante el punto de partida del filosofar moderno en el " ego cogito" y su voluntad de poder, dicha filosofía
lo puso desde el principio en " el oprimido, el marginado, el pobre”, en su alteridad irreductible - aun
dialécticamente irreductible- (21), en su trascendencia o exterioridad al sistema de opresión, y en su novedad
histórica con respecto a ésta. De ahí que no sólo el filósofo como persona, sino que también su mismo
filosofar deben responder a la interpelación ético-histórica de los pobres, con una opción por ellos, por su
liberación humana integral y por la justicia hacia y con ellos.

Hoy se trata no sólo del pobre como oprimido, sino como excluido de la vida y convivencia dignas y, no pocas
veces, de la vida y convivencia a secas. Dicha opción por los pobres y excluidos es, sin embargo,
universalmente humana, porque es de hecho la opción por lo humano y la dignidad humana en cuanto tal.

De ahí que dichas situación y opción se constituyan entonces en lugar hermenéutico del filosofar. Se trata del
lugar desde donde se interpretan y disciernen no sólo la actualidad histórica latinoamericana, sino también
toda la realidad sin más.

Así es como se replantean - a partir de una perspectiva nueva, histórica y culturalmente situada- todo el
asunto y todos los asuntos del pensar, no sólo los referentes a las cuestiones sociales o a los pobres. Pues
dicha opción por los empobrecidos y excluidos (víctimas históricas) es universalmente humana, ya que se trata
precisamente de la opción por lo humano integral - de todo el hombre y de todos los hombres y mujeres- ante
la deshumanización de las mayorías e, indirectamente, de todos (22).

Dicha opción por lo humano universal, éticamente concreta e históricamente determinada y situada en los
pobres y excluidos, abre - en cuanto es también una opción hermenéutica- un nuevo horizonte universal-
situado de comprensión del todo y de todo. Es posible tematizarlo reflexivamente - aunque nunca de forma
exhaustiva- en categorías filosóficas fundamentales, sea que éstas fueren creativamente nuevas, sea que se
trate de algunas antiguas, pero recomprendidas y renovadas, las cuales dan origen - como lo dije más arriba- a
un nuevo pensamiento.

Pero las víctimas no sólo interpelan y cuestionan al filósofo y su filosofar, sino que también le enseñan la
sabiduría humana elemental que frecuentemente nace de situaciones límite ante la injusticia sufrida en cada
uno mismo y en los otros. En nuestro contexto, se trata de la sabiduría popular latinoamericana
renovadamente contextuada en la nueva circunstancia de la globalización y la exclusión. Históricamente, esa
sabiduría de la vida recibió el influjo de la comprensión cristiana a través del primer " mestizaje cultural"
latinoamericano; hoy - en cambio- se está dando uno nuevo, entre esa sabiduría tradicional y los aportes
válidos de la modernidad y la postmodernidad, por ejemplo, en la piedad popular latinoamericana (23).

Cuando usé hace un momento la expresión " interpelación" de los pobres y excluidos, la tomé en un doble
sentido. Primeramente, como cuestionamiento crítico del filosofar en sus eventuales ideologizaciones y como
moción a una especie de "conversión intelectual" del mismo hacia los pobres y excluidos, precisamente para
no perder universalidad humana, aunque situada en el espacio y en el tiempo. Y, en segundo lugar, como
interpelación a dejarse enseñar por los pobres y excluidos en su sabiduría humana elemental, adquirida no
pocas veces como fruto del sufrimiento límite y de la creatividad humana ante el mismo. La filosofía aprende
así de la alteridad de los pobres, aunque lo hace críticamente, tanto discerniendo la auténtica sabiduría de lo
que no lo es -sino una introyección de la cultura dominante-; como también expresando reflexivamente en
concepto y articulando argumentativa y sistemáticamente lo que muchas veces en la cultura popular se
expresa en símbolos y ritos, se " siente" más que se reflexiona, y se articula narrativa o testimonialmente.

Claro está que, por tratarse de universalidad situada, el nuevo horizonte abierto gracias a la opción por los
excluidos de y por la forma actual de globalización tendrá sus caracteres históricos distintos que el abierto
gracias a la opción por los oprimidos en los años 70.

Por todo lo dicho, se puede afirmar que la FL se mueve dentro de un nuevo paradigma (24) que - según mi
opinión- asume, radicaliza y sobrepasa el mero giro hermenéutico-pragmático que supera la filosofía moderna
de la subjetividad. Lo radicaliza ético-históricamente (es decir, no sólo ética sino también históricamente, no
sólo histórica sino también éticamente), y lo sobrepasa en la línea de lo contextuado y situado tanto histórica
como geoculturalmente (25).

3.4. La FL y la mediación de las ciencias humanas

Otro de los caracteres específicos de la FL la muestra como muy actual, ya no sólo en su punto de partida, sino
en su método: tanto por su uso de las mediaciones analíticas proporcionadas por las ciencias del hombre y la
sociedad, como por la integración de las mismas -trascendiéndolas sin reducirse a ellas- , gracias al método
analéctico.

3.4.1. La filosofía y los aportes de las ciencias humanas más analíticas y más hermenéuticas

Es otra propiedad de la FL - precisamente porque piensa reflexivamente la situación y praxis históricas, a fin de
contribuir a transformarlas-, la integración por el pensar filosófico, de los aportes de las ciencias humanas.
Éstos son primero críticamente discernidos desde una concepción radical e integral del hombre que respeta la
autonomía de las ciencias, para luego ser asumidos por la filosofía, proporcionando así situacionalidad
histórica y geocultural a su universalidad. Ambos pasos - discernimiento y asunción críticos- se dan no sólo en
la comprensión filosófica (antropológica) de la situación a la luz de la razón teórica (que conoce e interpreta lo
real), sino también en la propuesta ética de una razón práctica históricamente situada, que busca
transformarlo.

Se trata de las contribuciones tanto de las ciencias sociales más analítico-estructurales (que, en cuanto
humanas, tienen siempre también un momento hermenéutico), como también de las ciencias más sintéticas y
hermenéuticas, como son las de la historia y la cultura (que, en cuanto ciencias, no carecen del momento
analítico-explicativo) (26).

Pero ambas aportaciones, articuladas entre sí y con la reflexión radical y universal propia de la filosofía, se
abren por esto último a lo humano integral (de todo el hombre y de todos los hombres y mujeres),
liberándose de eventuales reducciones a solo una dimensión humana y la consiguiente absolutización
ideológica de una de ellas.
Por consiguiente, los aportes de las ciencias son empleados por la filosofía como mediaciones analíticas en el
orden teórico, y como mediaciones estratégico-comunicativas por la razón práctica. En ambos casos son
usados instrumentalmente por el filosofar situado, sin que ni la filosofía ni las ciencias pierdan su respectiva
autonomía, pues se atienen - cada una de ellas- a sus propios métodos, criterios y principios.

Por otro lado, así como en el orden teórico le sirven de mediación a la razón filosófica teórica tanto la
racionalidad explicativa (causal y/o estructural) como la hermenéutica, asimismo, en el orden práctico, le
sirven de mediación a la razón práctica no sólo la racionalidad estratégica, sino también la comunicativa. Ya lo
había planteado epistemológicamente Karl-Otto Apel y fue llevado a concreción en la obra maestra de Dussel -
su Ética de la liberación (1998)- citada anteriormente (27).

Todo ello nos plantea la conveniencia del uso del método analéctico por la FL.

3.4.2. Contribución filosófica del método analéctico

La analogía no sólo abre el pensamiento a la trascendencia vertical de lo divino y a la trascendencia horizontal


de la alteridad de las otras personas y culturas, así como a la novedad y creatividad históricas (28). También
contribuye - en el empleo del método analéctico- a que la asunción de los aportes regionales de las ciencias "
encarne”, sitúe y concretice la universalidad y radicalidad filosóficas sin reducirlas a una dimensión humana
particular, ni a una sola época, ni a un solo ámbito social o geocultural.

Pues es propio de la reflexión filosófica analéctica trascender esas particularidades, pero sin diluirlas en la
mera abstracción y sin "sobreasumirlas" (aufheben) dialécticamente en una universalidad concreta
superadora. Por el contrario, las piensa dentro de una comprensión universal-situada y analógica del hombre.
Pues ubica las contribuciones de las distintas ciencias en una unidad de orden, la cual permanece siempre
abierta a la eminencia y exterioridad irreductibles de lo humano en cuanto tal y de cada novedad humana
histórica y/o cultural situada. Así es como trasciende a todas y cada una de aquellas aportaciones de las
diferentes ciencias, al mismo tiempo que las asume como mediaciones que sitúan la universalidad analógica
de la comprensión filosófica del hombre, la sociedad, la cultura y la historia.

Por otro lado, su continua apertura a la siempre renovadas novedad y alteridad de las situaciones y de las
respuestas históricas de los pueblos, permite que, aun tratándose [analógicamente] de lo mismo, no se trate
de lo [unívocamente] igual (Heidegger) en el drama de la historia. Por esa razón, se confirma nuevamente lo
afirmado anteriormente acerca de la necesaria renovación histórica de la FL y de su perenne actualidad
mientras se den víctimas de la opresión y/o la exclusión.

Como resumen de lo expuesto en este apartado, estimo que ambas peculiaridades del método de la FL, a
saber, su uso mediador de las ciencias humanas y su pensar analéctico, la hacen hoy tan actual como en los 70
para pensar filosóficamente las nuevas situación y praxis históricas latinoamericanas y para replantear desde
su comprensión crítica, un nuevo filosofar inculturado e histórica y socialmente contextuado, sin perder por
ello vigencia analógica universal.

4. BREVE CONCLUSIÓN
Los ámbitos de problemas mencionados en la segunda parte de mi exposición - acerca de la nueva situación
histórica- deben ser abordados según lo dicho en la primera, que trató los rasgos específicos de la FL. Porque
la actualidad de ésta se muestra justamente en la renovada vigencia de su opción ético-histórica y teórica por
las víctimas de la injusticia y la violencia, y en su uso de un método interdisciplinar y analéctico en el abordaje
filosófico de los nuevos desafíos históricos.

De ahí que la puesta en práctica de la contribución filosófico-liberadora a los desafíos arriba señalados deba
hacerse en la perspectiva de los excluidos - tanto en sus aspectos críticos como positivos-, y en un diálogo
recíprocamente crítico con las ciencias humanas según el método analéctico, según lo expuse en la tercera
parte del presente estudio.

Por consiguiente, se irán o no confirmando la vigencia actual y la proyección de futuro de la FL, si y en cuanto
ésta vaya logrando respuestas teóricas y contribuya a dar respuestas prácticas válidas y humanizadoras a
dichos desafíos históricos y a otros presentes o por venir.

PREGUNTAS ORIENTATIVAS

1. ¿Cuál era el significado del concepto “tlamatini?

2. ¿Se puede afirmar la existencia de una “filosofía latinoamericana”, por qué?

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