Está en la página 1de 6

¿Conoces las diferencias entre

cacao, cocoa y chocolate?


Los tres tienen un sabor parecido porque en teoría provienen del
mismo fruto del cacaotero

En el mercado podemos encontrar distintos tipos de chocolate,


pueden decirte que la cocoa es más saludable o que el chocolate
es 100 por ciento cacao, pero es importante aprender a distinguir
la diferencia que existe entre cada uno de ellos porque eso puede
hacer una diferencia en nuestra salud.

Te contamos que la cocoa, el chocolate y el cacao no son lo mismo,


existen diferencias descomunales entre sus procesos, y si bien los
tres tienen un sabor parecido porque en teoría provienen del
mismo fruto del cacaotero, son productos distintos, con
cualidades, ingredientes y elaboración diferente.
Chocolate: Es una mezcla de manteca de cacao, cocoa, azúcar y
otros aditivos, generalmente muchos de los nutrientes se han
perdido en el proceso.

Cocoa: Es la versión procesada del cacao, la cual ya ha sido


rostizada, molida y en muchos casos se le han añadido
endulzantes o saborizantes. Contiene azúcar, grasas, aceites
hidrogenados, sabor artificial y harinas.

Es un producto procesado, hace subir de peso y se usa para hacer


las clásicas barras de chocolate.

Cacao: El cacao es el producto de la molienda de los granos del


mismo nombre: puro, natural y sin azúcares añadidos. Este
superalimento es rico en antioxidantes, combate el
envejecimiento y el estrés, da energía y es antidepresivo.

Nutre la piel, calma los dolores de cabeza, fortalece el corazón,


mejora el funcionamiento del cerebro, contiene vitaminas y
minerales esenciales.

http://www.2000agro.com.mx/analisis/conoces-las-diferencias-entre-cacao-cocoa-y-
chocolate/

El Cacao Y los Aztecas (1ª Parte)


Sabemos que los Aztecas (o mexicas) cultivaban
el Cacahuacuauhuitl (¿que procede de cacahuate?
cacao- y cuauhuitl? árbol-).

Durante el reinado de Ahuitzotl (1486-1502),


antecesor de Moctezuma, se conquistó para el
imperio azteca la provincia de Xoconochco
(Soconusco), llanura costera del Pacífico muy
afamada por la gran producción y la alta calidad de
su cacao. A partir de aquí los mercaderes que
surtían la capital (los pochtecas) comenzarían a
abastecer convenientemente de cacao al
emperador. Es curioso destacar que en la pastelería
tradicional española ha pervivido un pastelito
hecho básicamente con un pequeño bollo de harina
y recubierto de chocolate negro que se remata con dos avellanas. Este pastel
recibe el nombre de choconusco, ya que inicialmente se elaboraba con cacao de
esta procedencia durante la época de la colonia española, por ser
evidentemente uno de los de mayor calidad.
Como obviamente en esta época, la masa de cacao no se podía desengrasar ni
refinar totalmente, el agua y el cacao triturado se volvían a separar. El cacao
poco a poco se depositaba en el fondo, formando una capa entre grumosa y
viscosa. Como aquello no era agradable ni satisfactorio, transformaron
el cacahuatl en xocolatl agitándolo en agua fría mediante unos batidores de
madera hasta que la masa de cacao formaba un remolino y flotaba en el agua,
por lo menos hasta el momento de servirse el xocolatl.

En la sociedad azteca, el cacao servía tanto como dinero, como bebida


consumida por las clases altas. Así, todas las transacciones se medían en
términos de números. La cuenta de los aztecas era vigesimal o de base veinte.
El tzontli equivalía a cuatrocientas unidades de un producto y un xiquipilli era
veinte veces esta cantidad (400x20=8.000). De esta forma, se calculaba también
con el cacao. La carga normal que llevaba a la espalda un mercader era de tres
xiquipillis, es decir veinticuatro mil granos de cacao.

Para mantener el palacio y la corte del rey de Texcoco, ciudad próxima a México,
su mayordomo tenía que surtir, entre otros productos alimenticios, la cantidad
de cuatro xiquipillis de cacao, aproximadamente treinta y dos mil almendras.
Según una receta del médico español Colmenero de Ledesma (1644), se
necesitarían cien granos de cacao con agua y aromatizantes para hacer una olla
de chocolate.

El emperador Motecuhzoma Xocoyotzin conocido por Moctezuma (1502-1520)


poseía un almacén de cacao que contenía cuarenta mil cargas, lo que suponen
novecientos sesenta mil millones de almendras.

Por su parte, Bernal Díaz del Castillo, soldado español a las órdenes de Hernán
Cortés, quien escribió una crónica sobre la experiencia de la conquista de
México titulada Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, indica
que sólo para los soldados de la guardia de Moctezuma, se destinaban cada día,
más de dos mil recipientes de chocolate con espuma.

El método azteca básico para preparar el cacahuatl era parecido al de los mayas.
La única diferencia es que se tomaba frío. Una de las primeras noticias sobre
esta bebida la redacta también uno de los acompañantes de Cortés y dice así:

"Las pepitas o semillas que los naturales dan igualmente el nombre de


almendras o cacao son majadas hasta que se convierten en polvo; y a esto se
suma el polvo de otras pepitas más diminutas, y este polvo se dispone en unas
especies de jofainas dotadas de un pico y se le vierte agua y se remueve con un
cacillo. Y cuando se considera que la mezcla ha sido consumada se trasvasa de
una jofaina a otra. De este modo se espuma la mezcla que entonces es colocada
en una vasija a ello destinada. Y cada vez que se desea catar la preparación se
le añade una cucharadita de oro, plata o maderas preciosas, también mutadas
en polvo... al escanciar es menester abrir mucho la boca ya que se bebe espuma
y a esta hay que darle lugar de modo que se sostenga y se trague poco a poco.
¿Esta poción es tenida por la cosa más sana y el mayor sostenimiento de todo lo
que pueda beberse en el mundo porque quien gusta un copón de la bebida
puede peregrinar sólo con ella toda una jornada?
La llegada de la expedición de Cortés a México, confunde a Moctezuma creyendo
que es el nuevo dios Quetzalcoatl, ya que el citado dios, vaticinó que volvería por
el este y en unas fechas próximas al desembarco de los españoles. Al llegar a la
capital son recibidos por el emperador e
invitados a su palacio. Allí es donde
Bernal Díaz puede observar como el
emperador consumía la bebida:

"Traían en una como a manera de copas


de oro fino con cierta bebida hecha del
mismo cacao; decían que era para tener
acceso con mujeres y entonces no
mirábamos en ello; ¿más lo que yo vi que
traían sobre cincuenta jarros grandes
hechos de buen cacao con su espuma y
de aquello bebían y las mujeres le servían
al beber con gran acato?
Vemos reflejado en esta descripción
cómo el cacao sigue siendo el alimento
destinado en este caso al emperador
azteca, como antes lo fuera para los
dioses.

https://www.afuegolento.com/articulo/el-cacao-los-aztecas-1-parte/316/

El Cacao y los Aztecas (2ª Parte)


Si el cacao era el alimento de los dioses, quién mejor que un fraile franciscano
podía ser el encargado de darnos noticias acerca del cacao. Nos estamos
refiriendo a Bernardino de Sahagún (Sahagún-León, 1499-1590). Desde 1529
parte a México, al poco de su conquista, e ira recogiendo de boca de los
indígenas datos diversos sobre su Historia, costumbres, lengua, creencias, etc.
que quedarán recogidas en su magna obra Historia general de las cosas de
Nueva España, dividida en doce libros y que sigue siendo una fuente importante
para el conocimiento de la Cultura azteca. De su trabajo vamos a señalar algunos
datos relacionados con el cacao.

Así, Sahagún (libro once, cap. VI, párrafo 7º) coincide con otros autores en
afirmar que el árbol donde se hace el cacao se llama cacahuacuáhuitl.
Observemos cómo nos describe las costumbres de tomar el cacao (libro octavo,
cap. XIII):

"y en acabando de comer, luego se sacaban muchas maneras de cacaos, hechos


muy delicadamente, como son estos: xoxouhqui cacahuacintli (cacao hecho de
mazorca tierna de cacao), y es muy sabrosa de beber; cuauhnecuyo
cacáhuatl (cacao hecho con miel de abejas); xochyo cacáhuatl (cacao hecho con
hueinacaztli -una planta aromática-), xoxouhqui tlilxochyo (cacao hecho con
vainilla tierna); chichíltic cacáhuatl (cacao colorado); huitztécul cacáhuatl (cacao
de color bermejo); xuchípal cacáhuatl (cacao de color naranja); tlíltic
cacáhuatl (cacao de color negro); íztac cacáhuatl (cacao de color blanco). Y
dábanlo en unas xícaras con que se bebía, son de muchas maneras: una dellas
se llama tecontlacuilolli (jícara pintada con diversas decoraciones) y su
atapadero muy rico que se llama atzaccayotl (tapadera de líquido) y también su
cuchara de tortuga para revolver el cacao; otra manera de xícaras se llaman
ayotectli tlacuilolli (jícara de calabaza pintada de negro); y también su rodeo
hecho de cuero de tigre o de venado para sentar o poner esta calabaza que se
llama ayahualli oceloéhuatl o cuetlaxayahualli (rodete de piel de ocelote para
sostener recipientes de bebidas). Usaban también traer unas redes hechas a
manera de bruxaca (bolsa grande que se lleva colgando de una correa), que se
llama chitatli (es un armazón de varas y red que sirve para llevar carga para el
camino) en que se guardaban otras xícaras ya dichas. Usaban también unas
xícaras agujereadas para colar el cacao. Usaban también guardar unas xícaras
más grandes en que se alzaba el cacao.
En esta descripción detallada observamos los diversos tipos de cacao y los
ingredientes que empleaban, tanto para aromatizar como para dar diversos
gustos y colores al cacao. Destacaríamos que el cacao completado con miel
indicaría, que, aunque no muy frecuente, los aztecas ya endulzaban esta bebida.
En el caso del cacao blanco, a falta de más información, nos atreveríamos a
preguntarnos, si podría estar elaborado con la manteca de cacao.

Cuando algún mercader o tratante adquiría un cierto status de persona


respetable y rica, organizaba una fiesta o banquete en la que invitaba a todos
los mercaderes principales y señores. "Primeramente compraba mucho cacao y
también aquella especie muy olorosa que se llama teunacaztli o huenicaztli, la
cual molida se bebe con el cacao y otras especies que molidas se beben con el
cacao." (Sahagún, libro noveno, cap. VII).
La importancia económica de los granos de cacao hace que en muchos casos se
cometan fraudes y engaños en su venta. B. de Sahagún, como fiel notario de la
realidad que contempla, nos deja constancia de la venta y manipulación de los
granos de cacao (libro décimo, cap. XVIII): "el que trata en cacao suele tener gran
copia de ello, y tener heredades de cacao, y lo lleva fuera a vender o lo compra
junto para vender por menudo. El que es buen tratante en esta mercaduría, las
almendras que vende todas son gordas, macizas y escogidas. Cada cosa por sí
vende: aparte las que son gordas y macizas, y aparte las que son menudas, y
como huecas o quebradas, y aparte el ripio dellas, y cada género por sí: las de
Toctépec, las de Anáhuac, las de Cuatimala, las de Coatulco, las de Xoloteco, ora
sean blanquizcas o cenicientas, ora coloradas."
"...El mal tratante véndelas falsas porque las cuece y aun las tosta para que
parezcan buenas, y a las veces échalas en el agua para que se paren gordas. E
hácelas como cenicientas o pardas, que son las mejores almendras para
engañar. Tiene también este modo para adoballas: que las que son nuevas, para
que parezcan gordas, suélelas tostar en ceniza caliente, y después las envuelve
en greda o con tierra húmeda, para que las parecían menudas parezcan gordas
y nuevas. Otro modo tiene para engañar: que en las cáscaras de las almendras
mete una masa negra que parece ser semejante al meollo dellas, y algunas veces
los cuescos de aguacates los hacen pedazos, y redondéalos, y ansí redondeados
los meten en las cáscaras vacías de las almendras; y las que son menuditas o
pequeñitas todas las mezcla, o las envuelven con las otras almendras que son
cenicientas o frescas, y aun con las otras bastardas que parecen ser también
cacaos, que tienen por nombre cuauhptlachtli (es el theobroma bicolor, cacao
de inferior calidad), lo cual hace para engañar a los que compra." Queda aquí
constancia, de cómo los fraudes de productos caros, no son sólo, un fenómeno
de nuestros tiempos.

Veamos finalmente, en las descripciones que nos proporciona Sahagún (libro


décimo, cap.XXV) de la sociedad azteca, a comienzos del siglo XVI, cómo se
prepara el cacao para su consumo. "La que vende cacao hecho para beber
muélelo primero en este modo, que la primera vez quiebra o machuca las
almendras; la segunda vez van un poco más molidas; la tercera y postrera vez
muy molidas, mezclándose con granos de maíz cocidos y lavados; y ansí molidas
y mezcladas les echan agua en algún vaso. Si les echan poca, hacen lindo cacao,
y si mucha, no hacen espuma. Y para hacello bien hecho se hace y se guarda lo
siguiente, conviene saber: que se coela; después de colado se levanta para que
chorree, y con esto se levanta la espuma y se echa aparte; y a las veces espésase
demasiado; mézclase con agua después de molido. Y el que lo sabe hacer bien
hecho, vende el cacao lindo, y tal, que solos los señores lo beben: blando,
espumoso, bermejo, colorado y puro, sin mucha masa. A las veces le echan
especies aromáticas, y aún miel de abejas o alguna agua rosada. Y el cacao que
no es bueno tiene mucha masa y mucha agua, y ansí no hace espuma, sino unos
espumarajos."

Nuevamente señala Sahagún el empleo de la miel como endulzante del cacao,


esto nos lleva a la idea que fueron los españoles al incorporar el azúcar al cacao
los que popularizaron el consumo de chocolate. Sin entrar aquí en controversias,
al menos queda registrado el uso de la miel entre los aztecas, en algunas
ocasiones. También confirma el consumo del cacao entre las clases altas, al ser
un producto caro.
https://www.afuegolento.com/articulo/el-cacao-los-aztecas-2-parte/422/

También podría gustarte