Está en la página 1de 4

UNIVERSIDAD VIRTUAL DEL ESTADO DE

MICHOACÁN

HILDA HERRERA ABARCA

210136

AL210136@UNIVIM.EDU.MX

CARLO MAGNO DIAZ MANCERA

CARÁCTER VS TEMPERAMENTO

03 - SEPTIEMBRE – 2021
¿QUÉ ES LO MÁS IMPORTANTE EN LA CONFIGURACIÓN
DE LA PERSONALIDAD, EL CARÁCTER O EL
TEMPERAMENTO?
La personalidad como la define Susan Cloniger (2003) son “las causas internas
que subyacen al comportamiento individual y a la experiencia de la persona”, es decir,
involucra por una parte al temperamento (como las causas internas) y al carácter (como
el comportamiento y experiencia de la persona), involucrando a ambos en el desarrollo de
la personalidad.

El temperamento es la peculiaridad e intensidad individual de los afectos


psíquicos y de la estructura dominante de humor y motivación. Es la manera natural con
que un ser humano interactúa con el entorno, es la tendencia innata, propia de un
individuo, a reaccionar con un cierto estilo ante los estímulos del ambiente. Es importante
mencionar que es heredado a traves de los genes de nuestros padres.

El temperamento es algo que ya está determinado, y esto tiene que ver con
nuestro sistema nervioso. Desde hace mucho tiempo se clasificaba a los humanos por
temperamentos. Hipócrates hizo la primera clasificación, según la cual los humanos
teníamos dentro del cuerpo ciertos líquidos (llamados humores) como lo son la bilis, la
bilis negra, la flema y la sangre, cuyo equilibrio determinaba el temperamento de las
personas: Por ejemplo, si la flema predominaba, se decía que una persona era flemática,
o si bien predominaba la sangre, que era colérica.

El carácter es un conjunto de cualidades que posee una persona que lo hace


identificable, gracias a él se diferencia del resto de las personas. Es aquel sello distintivo
que llevamos todos que nos hace ser quien somos, y que las personas que nos rodean
eligen como compañía. El carácter es el componente aprendido de la personalidad.
Aparece como consecuencia de las experiencias que vivimos, que influyen en
nuestra forma de ser modulando las predisposiciones y tendencias biológicas, es
decir, temperamentales.

La gran diferencia con el temperamento, es que el carácter se va formando a lo


largo de la vida y puede ir variando de acuerdo a las circunstancias que nos atraviesan, la
madurez, la formación académica que recibimos, el tipo de gente que nos rodea, y todas
las influencias que una persona puede recibir. Es maleable, cambiante, modificable, y
puede ser tratado y mejorado continuamente, de hecho sobre él trabajan los psicólogos.

Aunque los componentes de la personalidad (temperamento y carácter) no se


pueden omitir el uno del otro, el carácter va desarrollando, modificando y
definiendo la personalidad; el temperamento es el “origen o la base” de esta aún y
cuando en ciertas situaciones recurramos a usar el temperamento para actuar ante ciertas
circunstancias.

Es importante que desde la niñez se le enseñe al pequeño a forjar un buen


carácter, para que crezca con una buena estabilidad emocional y se eviten problemas

1
que a la larga puedan afectar a su entorno o a si mismos.

Cada uno de nosotros tiene su


propia personalidad. Todos tenemos
diferentes cualidades y formas de pensar y
expresarnos. Esto fomenta amistades
agradables e interesantes. Pero las
diferencias de personalidad también
pueden provocar conflictos. Y son
muchos los factores que han moldeado
nuestra personalidad; por ejemplo,
nuestro nivel social, económico y cultural, el
entorno, la crianza, las amistades y la
formación religiosa. Incluso el
entretenimiento, como los programas de
televisión y las películas que vemos, deja su
huella en nosotros. Si logramos reconocer qué factores ejercen una influencia
negativa en nuestra personalidad, nos será más fácil reducir sus efectos.

El conocer el grado de afectación de estos factores nos permite estar más


consientes y controlarlos. En algunas naciones del mundo, por ejemplo, es frecuente
evaluar la personalidad basándose en el grupo sanguíneo. En Japón, por poner un
caso, se inician muchas conversaciones preguntando: “¿Cuál es su tipo de sangre?”.
Según esta teoría, la gente del grupo A es tranquila, responsable y suspicaz; la del B,
abierta, temperamental y cándida, y así por el estilo. De igual modo, se afirma que dos
individuos congeniaran o no en función de los grupos implicados. Por consiguiente, hay
quienes conceden gran importancia al tipo de sangre a la hora de agrupar estudiantes,
elegir ejecutivos e incluso buscar pareja. Queda claro entonces, que la personalidad de
una persona puede modificarse dependiendo de factores que lo rodean.

Aunque el temperamento es por herencia y el carácter es por adopción, hemos


pensando que ambos conceptos son los que influyen en nuestra forma de
desarrollar la personalidad. Creemos que la intervención de estos dos aspectos en la
formación de la personalidad pueden influir en partes igualmente importantes (50% y
50%), esto es lo esperado, pero tambien que el carácter tiende a modificar la personalidad
de las personas conforme se van adquiriendo dichas vivencias y se obtienen conceptos
de vida más seguros.

No se puede omitir uno del otro, el temperamento es parte del equipaje, es decir,
con toda aquella memoria instintiva y genetica; el carácter por el contrario es el mismo
individuo que va adquiriendo como parte de sus experiencias y su forma de relacionarse
con su contexto social, el cual puede modificar. Seelbach, (2013) menciona en la página
10, “No se puede asignar más peso a uno u otro factor, en realidad la personalidad
se determina en partes proporcionales”.

Así que, el carácter está íntimamente ligado al temperamento y actúa en

2
consecuencia de él en la mayoría de las personas, aunque ambos son componente, lo
que va a determinar la personalidad es el dominio de uno sobre el otro dependiendo
de cada persona si domina el temperamento no desarrolla carácter entonces este será su
parte más importante, ahora que si desarrolla carácter y no temperamento tendrá más
aprendizaje, más información y desarrollará más habilidades y hábitos sobre el
temperamento entonces el carácter será su parte más importante en la personalidad; por
lo que el resultado de la personalidad dependerá de la elección de cada persona del
carácter o temperamento lo largo de su vida estará en una dinámica, porque uno u otro
pueden desarrollarse más dependiendo de sus roles en su vida.

Si entendemos la personalidad del individuo como resultado de su organización


interior, basada en una serie de características individuales, podemos decir que tanto
carácter como temperamento juegan un papel importante en la personalidad.

Por lo tanto, podemos decir que siempre tendremos esa tendencia innata a actuar,
es decir, nuestro, temperamento, y, según la gente que nos rodea y las experiencias que
vayamos viviendo, seguiremos moldeando nuestro carácter. Por otra parte, debemos
recordar que, aunque nuestra constitución orgánica, y nuestro entorno y circunstancias
influyan fuertemente en nuestro temperamento y carácter respectivamente, siempre
tendremos la oportunidad de mejorar nuestra personalidad y esforzarnos por llegar
a ser aquello que queremos ser.

Siendo realidades distintas, carácter y temperamento forjan la personalidad


del individuo y condicionan su comportamiento y actitud hacia la vida.

REFERENCIAS
1
Vida en abundancia. (2015). Personalidad, temperamento y carácter
Consultado 11 de enero de 2018
https://www.religionenlibertad.com/personalidad-temperamento-y-caracter-39678.htm
2
Cloninger, S. C. (2003) Teorías de la personalidad.México: Prentice Hall.Seelbach. Consultado 11
de enero de 2018

3
González, G. A. (2013) Teorías de la personalidad. México: Red Tercer Milenio. Consultado 11
de enero de 2018
4
Cuadrocomparativo.org (2017). Cuadros comparativos y sinópticos entre Carácter y
Temperamento
Consultado 11 de enero de 2018
http://cuadrocomparativo.org/cuadros-comparativos-y-sinopticos-entre-caracter-y-temperamento/

También podría gustarte