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C I U D A D D E D I O S ,
M IL A G R O D E SU O M N IF O T E N C IA Y ABISM O DE
TOM O P R IM E R O ;
D o m in g o , año M D C C C V II.
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TABLA
D E LO S C A P ÍT U L O S Q U E C O N T IE N E EL L IB R O
prime ro de esta divina Historia y de su pii*
mera parte.
L IB R O PR IM E R O .
DE LA V W A r SACRAM EN TO S Z )E LA
Keyna del cielo. 7 loque e l A ltísim o obró en esta pura
•criatura desde su Inmaculada Concepción, basta que en
sus virgíneas entrañas tomo carne humana e l V trb o : j;
los favores que la hizo en estos primeros quince añosy
y lo mucho que por s í misma adquirió con la
divina gracia.
IN T R O D U C C IO N .
i BIN D E LA TABLA DE C A P ÍT U L O S ..
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Á L A Ú N IC A V lR G E N M A D R E M A R ÍA SA N T ÍSIM A
S l N Q Ü l A R
ENTRE TODAS L A S P U R A S C R IA T U R A S ,
SIN S E M E J A N T E E N Q U A N T A S P E R SO N A S C R IA D A S
E L IG IÓ EL A M O R D IV IN O ,
SO L A , PARA CELEBR AR LA C O M U N IC A C IO N
M AS- Í N T IM A DE D IO S A LAS C R IA T U R A S ,
F R A Y AL O N SO SA L IZ A N E S,
C E N S U R A D E L A O B R A , C O M IS IO N
y Ucencia de su impresión por la R digion
de San Francisco.
Andrés Menao*
C E N S U R A ^ A P R O B A C IO N D E E L R E V E R E ]V -
dfsimo Padre , è Ilustrísimo Señor Don Fray D 'ego de
S ilv a , M aestro en Sagrada Teología , despues de Gene
ra l de la Orden del gtan Patriarca de las Religiones
San B e n ito , ahora Obispo de Guadix.
A T R O B A C rO N DEL E ^ L C E L E N T ÍS IM O T IL U S ^
nísim o señor Don M igu el de Escartin^ Obispo de Tarm-
%ona y del Consejo de E stado de la M agestad Catálic»^
Diocesano de la Escritora*,
ip a
cía á sus prelados y confesores que gobiernan su at
ina , asegurándose por este medio ser voluntad dé Dio-'^
que la escriba, Y aunque toda la ha presto á la cen
sura y juicio de dichos sus con feso res, sin haber pa
labra que no la hayan visto y co n ferid o , de nuevo la
swgeta á su mejor sentir ; y sobre todo á la enmienda
y corrección de la santa Iglesia C ató lica Rom ana , á,
ctiya censura y enseñanza , com o hija su ya , protesta
estar sugeta, para creer y tener solo aquello que la m is
m a santa Iglesia nuestra M adre aprobare y creyere, y
para reprobar )o que reprobare ; porque en esta o be
diencia quiere vivir y niorir. Todas son palabras de ia
m isma Venerable M adre.
Con lo dicho queda probado concluyentem ente, que
en estas locuciones y r e v e la c i o n e s c o n que la M agestad
de D ios , y la R eyna del cielo favorecieron á esta attiada
Sierva suya , se halla claram ente la prim era señal que
trae el Cardenal T orqu em ad a, para que las recibam os y
conozcamos por suyas y libres de sospecha de poder te '
ner. parte el d em o n io , habiendo sido reguladas, y ajus
tadas á la vo* de los p re la d o s, confesores y maestros
d e espíritu , por donde se conoce la vo z verdadera de
Dios»
L a segunda señal que trae Torquem ada para c«no-
cerlas, consiste en el efeílo que hacen. E sta señal es tambieii
m uy cierta entre los teólogos y maestros de espíritu*
Q uando la M agestad divina favorece á un^ alma con tan
singular gracia , que se digna de h a b la rla , debemos ateiv»
dex al efeéto que en ella h a c e » si se conoce coa mas
hum ildad , tem or santo de D io s , reverencia de la M a
je s ta d su p rem a , y confusioa de si misma. E a «ste c a í
so
so d e cim o s, que !a locudon es de D io s , porque €s -es
ta su voz y su modo de hablar al alm a ; pero al con
trario , 5i quando tiene estas locuciones y revelaciones
le parece que -es y a perfeda y -santa, y que los de
mas son ,im p e rfe to s ^ porque Dios no les hace ei mis
m o fa vo r.; .entónces conocemos ser la revelación ò lo
cución .del espíritu .m alo , porque la vo z no :es de D ios,
sino del demonio.
>Jo con ménos evidencia podemos p r o b a r , ^ ue
esta segunda señal se jballa también «n esta obra de i«
M adre M aria de Jesús , que .tantas veces rep ite su in-
suficieacia., y con humildad profunda se postraba en íie rra ,
y se 'pegaba con el polvo á vista de los mayores re-
.galos y favores .de ,1a Virgen purísim a y de su d ivin o
.hijo.
'En la Introdudon á la primera p a rte , tiúm e-
•ro 3 dice de s\ misma : E l mismo Señor sabe por
.^ ué, y para <jué Á m í, la mas vil criatura, me des
pertó , lla m ó , levantó y com pelió á que .escriba Ha
vid a de su divina m adre y Señora .nuestra.
;En el número J4. >en la m ism a Jntroduccion di-
.c e : Y o no escribiré como ^naestra , sino com o discipu-
l a ; no para enseñar, vsino p a ra a p ren d er; que bien en
tiendo lian de ca lla r las mugeres por ,oficio en ,1a Igle
sia sa n ta , y oÍr á los maestros ; y quiero que mi pre
lado , maestro y confesor m e sea Juez vigilante y sevc-
ro.
En la lo trod uccion i la segunda parte , número
2(5 d ice también , com o fa v o re d d a con singulares m erce
des de la R eyn a del cielo , se halla postida de m ayor
confusion y humillación, ¿C ó m o diré y o ( d ic e la hu-
m il-
n(
m iíde Sierva suya) los efefíos que causó en mí esta respues
ta del todo Poderoso ? H um illóm e hasta mi nada, y co
nocí la miseria de la' criatura y m is ingratitudes para
coH' Dios. Deshacíase mi' corazon entre el dolor de mis
culpas , y el deseo' de conseguÍF la dicha no- merecida de
ser- hija de esta soberana Señora.
E n la Introducción á- la tercera^ parte ^ numero 3'
dice de sí- también- esta Venerable Religiosa ^ Puedo afir
m ar sin rezelo , no dexo escrito período ni* palabra , n i
m e determino á escribirla,, sin reconocer maS' tentaciones*
qye escribo letras.-
ÜUimamente hallo s e r escusado: m u ltip lica r testi--
m onios d e la hum ildad y hum illación que' ocasiodabanJ
en el- ánimo d e la' M a d re M aría los favoreS‘ dé e l’ cie -
I b , de que están llenos- estos escritos-, dónde lo' testifica^
bien el haber quemado las prim eras obras aí m enor apo
y o que' halló en e l confesor in term ed io , sintiendo hum il
dem ente de s í , y reconociéndose por insuficiente ; con'
q ue q u e d a probada la segunda señal del efefto que haceisí
la s locuciones d e Dios- en e l alma^ favorecida' de- su gra
cia.-
l a tercera señal que^ trae Tòrquem ada , se consi-
á e r a de parte d e la materia- sobre- que caen estas locu--
ciones y de sa verdad.
Para prueba d e esta señal- no- puede h a b e r m ayor
testim onio que la obra misma ,* con doétrina que en’ to
d a ella nos está enseñando el conocim iento de la ’ gran
deza d e Dios ,-y lá obligación de guardar sus divinos precep-
fos,.evítando siempre sus ofensas,-dando enseñanza' á los mor
ta les para' v iv ir y m orir santamente; y alentando nuestra
«emisioa ár la- devocion- q u e debemos^ tener- la R eyn a
del-
del cielo y Señora n uestra, declarándonos el mHterio d e
su pureza en el primer instante de su concepdon : y que
la que de pies á cabeza está vestida de el sol , no p u
do tener en su persona la mas mínima sombra de c u l
pa.
N o puede caber en juicio prudente, que el demonio
quiera hacerse maestro de virtud, y de evitar vicios, hacién
dose también predicador de las mayores alabanzas de la m a
gestad suprema de Dios, y de la pureza de la V irgen, que es
su m ayor contraria y le quebrantó !a cabeza. Hallánse en
esta obra singulares avisos y prevenciones pára conocer
las asechanzas del enemigo común , y para vencer sus
diabólicos ardides. E l demonio no pretende su destruc
ción , sino la nuestra : objetándo los' incrédulos judíos
á Christo Señor nuestro , que en virtud de Belcebii la n
zaba los demonios de los cuerpos de los hombres , les
convence el divino Se 5 or de que no podia tener funda
mento su pérfida m alicia ; porque si los demonios fu e
sen contrarios de sí mismos , y tratasen de destruirsci
no podria conservarse su tenebroso y tiránico imperio.
S i autem Satánas in seipsum divisus est: iquomodo sta b it
regnum eius , quìa dicitis in Beelzebub ms eijcere dxmo^
ma\ Lucse i i . Pues si un demonio no se hará ministro
para lanzar los demonios d e nuestros cu erp o s, ¿cóm o lo
será para desterrarlos de nuestras almas ? Con esto irá
sin duda mas ajustado á la doftrína y verdad evangè
lica el que d ig a , que en estos escritos no pudo tener
parte el ángel m a lo , sino que son enteramente de Dios.
N o convence con ménos fuerza esta verdad el
efeéio que hacen en las alm as de los que los leen , ò
los oyen leer , sintiéndose inflamados repentinamente e a
rm or
amor de D io s , en devocion de la Virgen y afeéío á la
virtud ; de modo , que podemos con propiedad decir de
esta le<5lura , que contiene palabras d€ vida cterra. A l
gunos han entrado en ella con tibieza y fuspension , y
han salido enfervorizados en su espíritu, y con singular
gozo y jábilo de sus almas. E sta señal es también ir u y
c ie r ta , de que la leftura es de D io s , autor de la pjizi
alegria y consuelo de nuestras almas; com o al^contrario el
demonio solo es autor de confusion , quiebras y desaso
siego de nuestro espíritu.
N i puede m inorar el crédito de estos escritos
verlos tan llenos de elegancia y propiedad en los tér
minos escolásticos , y con palabras significativas de la
doélrina que contienen ; ántes hallo ser este su m ayor
crédito en una m uger , que de su primera edad se
crió en el retiro y soledad de una celda, sin haber po
dido alcanzar noticia de escu ela s, ni estilos nuevos y
figuras retóricas, con que se conoce mas la mano de Dios*
N o está lim itado su divino poder á manifestar sus mis
terios en lenguage hum ilde y vulgad*.
E n la misma Escritura sagrada hallam os buena
prueba de esta verdad con el testimonio de San G eró
nimo mi Padre en el prólogo sebre Isa ía s, en que ad
vierte haber sido el estilo de este Profeta mas elegante
y rem o n tad o : D e Isaía asciendum , • quod tn sermone suo
dissertus s i t , quippe ut v ir nobilts , ^ urbanee eloqüen-
tic e , nec hahens quidquam in eloquio rusticitatis admtx^
tum. N o fué descrédito de la doítrina de Isaías haber
sido manifestada «n lenguage mas e le v a d o , com o ni d e
los m ayores doélores de la Iglesia que escribiéron con
singular elegancia.
E l M aestro F ra y L uis de León en la carta que
escribe á las Religiosas C arm elitas D escalzas de él coit—
v e n to .d e M a d rid , en aprobación de las - obras de la i
santa M$dre Teresa, de J e sú s, y vá impresa al prin
cip io de sus obras, pondera, que en la graci i y elegancia del
e stilo , duda haya, en ■ nuestra leni<ua escrit<ira que la ig u a íe ..
Pero despues. condena por atrevim iento y error m uy feo,
querer enmendar las palabras.d e la que vivía en .ü io s; y ,
si entendiera bien el ca stellan o ,.vieran que el de la san-,
ta M adre Teresa es la misma eleg incia.^P.ialrras de F ray
L uis de L e ó n .. C on esto no se debe hacer reparo en la
eloqüencia singular de la M adre. María de Je}>us siendo >
este el estilo de Dios con las almas mas .favorecidas. .
Á ntes hallo un nuevo título por donde se hace
mas creíble que en estos escritos ha - obrado el p o icr d i
vino, Tiénese por con stan te, que son de, esta Vencr<ib»e
M a d r e , y. h o y se conservan^en su ,co a v e n to los ori^ > -
nales escritos de su m a n o , que yo he visto con car
tas escritas á su M agestad (goce de D io s ) cuyas copias .
tu v o - c u r io s id a d .d e guardar, la M y d re , e-critasrtam bién
d e su m a n o , y contienen el mis no estilo y , espirittiul
d ü á r in a .d e sus obras. .N i se. h a,co n o cid o .en estos =tiem
pos. sugeto de caudal , que pudiera, tenerlo para d ic
tarlos, E sto supuesto y que exceden l i capacidad de muger
retirada!, se convence que han d_* s e r d e D;of,^ú dcl demo
nio. D e este do es po-;ible , por no poder s .r maestro
de tanta pureza y espíritu com o queda probado ; c o a .
que se sigue haber de ser precisamente, de D io ^ .
E n la quarta señal de que esta obra cüncu*?rda
con la E scritu ra, sagrada , también . es . la m ayor prueba
cHa m ism a ,.ta n abundante y llena de la misma E scri
t u r a , que apénas hay linea donde no se halle lu g a t
( k ci sagrado t e x t o , ^haciendo de ellos lenguage usual
co a
\\>
»con adm irable contextura. Tam poco ' este estilo es de el
^demonio , enemigo de la d ivin a'verd ad , á q\iien nus en-
ieñó á vencer e l divinp Maestro con la Escritura hiÍs-
. m a . Scriptum^ est Si alguna vez d ixo el demonio
a lg im a , se trasluce en la misma locución el intento de
introducir algún e rro r, de lo qual están >m uy léjos estos
t escritos.
. y no hálle pueda hacerse escrupulo d e que m u-
fc h a s cosas dé ellos parezcan n u e v a s, y que no las d i-
xéron los:'Evangelistas. Á esta duda nos responde San
Juan d icien d o , que si s e h u b i e r a n de escribir todos los
hechos de Christo Señor n u e stro , no cupieran los libros
f en e l m undo, lo a n .. 3 1 .
‘ D e el divino esposo d ice -la esposa: Respiciens per
fenestras^-prospicietis 'per eancellos. CantÍc. ,29. Que no
com unica -la luz de s«s divinas^ perfecciones en lleno, s i
no con lim itación y por í-partes conforme la capacidad
de los su getos,^ á conveniencia de los tiem pos y juicios
ocultos de su d iv in a 'p ro v id e n c ia , .que no puede alcan
zar la cortedad de-nuestra m ortalidad.
'Alfonso P aleíto A r z o b i s p o Bononiense, en la histo
ria Miranda de lesu C b risti <stigmatihus S a cr ^ Syndoni
itnpvesis , ■en el c a p . ' i . ‘ trae unas palabras m uy al in-
1 ten to : Quando D eus suee E cclesia divina providtntia tnuU
, tA quotidie p ^ tefa eia t, quce p n e tir itis temporibus illam
ìatère voluit* Quod innuere Salvator "voluit ilHs verhis\
. adhuc haheo multa vQhi% dicere ^ sed ^Mon p o te stis .p o r ta r t
. fnodò, loan. > 16. Q ue es estilo de Dios dexar cam po a b ie r-
. to en la inteligencia ¿ e sus misterios, y manifestarlos so
lo por p a rte s, >para que cada uno pueda sacar^ fruto
espiritual , conforme su particular af^fío y devocion. E l
.m ism o Paleélo en el cap . 19* d e dicha historia tra eo tra *
. 9
palabras de Lansperglo sobre la pasión de Christo Señor
n u e stro , que notando la brevedad con que la escribié-
ron los Evangelistas , siente , no dixèron mas en ella, pa
ra dar lugar á. la piedad de los fieles , que discurran
en particular conforme el sentimiento y ternura de c a
d o uno : Credo equidem, ut devotis meditandi tribucretur
cccasio ^ <£? ut pro devotione sua unicuique^ sic^vel sic dare“
tur occasio cogitandi. In ijs enim , quce in Scriptura non
exprimuntur ^ ñeque Scriptura contraria reperiuntur ^ ni-
hiique certe diffinirum est ab Ecclesia^ licèi absque peri^
culo unicuique sentire^ aut medit ari ^ undè ad maiorem^ v e l
compassionem, vel devotionem se potest excitare. No pa
re ce se pueden hallar palabras mas al intento , para
efeéto de qu« no se deben reprobar por novedades das
pias contemplaciones de personas p ia s , devotas y san
tas.
N i debe tam p o co 'h acerse reparo en estas ni otras
revela cio n es, en que sean sobre materias op in ab les, y
en que hay en la Iglesia diferentes modos de sentir. E s
to hallam os en muchas revelaciones de santa Brígida. L a
m ism a Venerable M adre M aría de Jesús satisface á es
ta duda en la primera parte de estos escritos , número
72. et deinceps, donde refiere com o la propuso á la m a-
gestad suprema de D io s , y le fué respondido por la
verd ad divina , que á los m ortales no se dá la luz de
lo s'm isterio s de Dios en llen o , por no ser capaces de
r e c ib ir la , y la plenjtud solo se dió á la humanidad de
el Unigénito. N i era conveniente que à uno se diese t o -
dá la ciencia de las cosas de D io s , sino proporcionada
al estado y merecimientos de cada u n o , y como c o n
viene à la providencia divina el distribuirla. N i reciben
Me m prc esta parte de lu z tan c la r a , que puedan asegu
rar-
rarse en todo. E n las verdades de las mismas Escrituras
sagradas , unas veces coinuDÍra Üios su luz de lo alto
con claridad y distinción, y otras las dexa en parte en
solo la lu/> nitural. De donde se s ig a e , que los m or
tales entienden los misterios con d.iversidad de parece
res , y se hallan diferentes expUcaciones y sentidos an
las escrituras , siguiendo cada uno su opinion como la
entiende.
E n el libro séptimo de la tercera parte , niimero
327. ad-vierte t mblen esta Venerable Religiosa la d iver
sidad de opiniones que hay sobre la salida de los após
toles de Jerusalén á p re d ic a r, y sobre otros sucesos, v a
riando en los años y tiempos. En esto dice , no tiene
orden de el Señor para componer estas controversias,
contentándose con que lo que escribe va y a consiguien
te , y no se oponga en cosa alguna al texto sa g ra d o , y
corresponda á la dignidad de la materia que t r a t a ; con
que ni puede dar m ayor autoridad á la historia, ni pue
de pedir mas la piedad christiana. Palabras son de la
misma M adre M a r ía , en que parece dar satisfacción á
lo que podia objetarle en esta parte la curiosidad escru-^
pulosa.
Aun en m ateria de revelaciones no h a y incon
veniente , que se hallen unas encontradas á otras. D o c
trina es de los teólogos, que las revelaciones particulares,
fuera de las de los Profetas y propuestas por la Iglesia,
ni se han de adm itir con tenacidad y certidum bre de
f e , ni se han de despreciar com o vanas é in útiles; án
tes se debe atender á ellas con pía cred u lid a d , exám i-
nando el fundamento que tienen de verdad con las
reglas que nos enseña la buena y sana doéirina de los
santos y maestros de espíritu. E scq nos significó el A pós
tol
tol con la luz que tenia del c ie lo , i . ad Thesalon.
S firitu m tioìite extinguerc ^ prophetìas noUte spernere^om“
nia probate , ■
quod / bonum. est , - tenete ,
L iu jen cio A p o n te , sobre; el capítulo d e San
IW atèo, en la anotación nnoral , io 7 nùmero 38 d à por
sospechosa la revelación que se publica por cierta y con
pertinacia en su infahbilidad: cbsti-
noto , ^ deliberato , absque form idine deceptionis , num^
quam crede ; sed semper deceptionewt timens , esto cautus
in om nia, S nuHquam_ seturus.i attamen non siC y .u t sps~
ritum extinguas.
N o .s e .h a lla rá , este vicio en i las revelaciones. de
esta Venerable R d igio sa, porque repetidas veces está con
fesando su insuficiencia , sugetando los; favores que r e c i'
b ia d e l cielo al exám en y , censura , de sus . confesores,
reconociéndose por m uger flaca y sugeta á engaños.. E n
e l lib ro primero de la primera p a r t e n ú m e r o 24 dice,
com o algu n as-veces'to m a los .términos para.declararse d e
lo que tiene entendido. vEq e s to , vd ice , podría ; errar -si
lo perm itiese . el Señor , porque soy , m uger ignorante : y
por esto quando tengo alguna dificultad, acudo á mi m aes
tro y padre espiritual. E sta hum ildad de la M ad re , y
desconfianza.de si m ism a, nos debe .dar mas confianza
d e la verdad de su doctrina.
Engaño fué de E nrico d e A sia y otros, que Vien
do que á santa B rígida revelo D io s una cosa, y á san
ta C atalin a de Sena la con tracia, , inferían , que todas
las revelaciones dé una y otra parte eran falsas ; p o r
que D io s es suma v e r d a d , y todo lo que revela lo ha
de s e r ; y el verd ad ero /P ro feta, d ic e » , ea ninguna c o
sa y e rra .
A esto responde e l Maestro F r a y Gerónimo Gra-*
, clan
cían de Ta M adre de D io s , confesor de la santa M adre
Teresa de Jesús, en el D ilucidario que escribió de su es
píritu , parte 2 capitulo 11. y la respuesta se funda ea
la doctrina que vamos diciendo, que á estas revelaciones
particulares no se debe dar mas crédito, que de opinion
y fe h u m an a, fundada en la autoridad de la persona
que la tenemos por virtuosa, y que m erece mucho con D ios. •
C ierto e s , que en la divina verdad no puede caber er*
r o r , pero p .ieie suceder en la fragilidad de la ^criatu
ra, Y quaodo en. esta parte lo 'h u b iese , ^ quién ' sabe e l í
m otivo que pudo tener Dids para permitirlo? ¿ Quts cog-
novít sensum Do'nini i aut quis ' consiliarius' ejus f u it % A d •
Román. 1 1, En los secretos de la divina providencia pue- -
de haber modo de rconciUar lo que nuestra capacidad li
m itada-concibe por-coiitradiccion. -Y; si eo lo que no e s - -
tá difinido por la Igleiia , es lic itO 'á c a ia uno m edi
tar sus m is:crios x/V, vel /¿V, como* sii iiere ^mny r d e vo
ción : y com o advierte P j 1c¿Io tam bijii • pii Je • haber en *
los secretos-de la divina providcnr.ii • m o t.vo s’ para que '
se nos propongan x/V, v e l^ h ^ 'c o n viriedad y del m»--
do que a tia y g a , mas- e l espíritu - d e >los fieles ;en parti-i
cuUr* >
S a b i d a e s l a . d i v i s i ó n s :q u e ‘ h a y - e n l a l g í e s i a ; e n t r e
lo s fieles m a s - s a n t o s y p iü s s o b r e la 'in te lig e n c ia * d e lo s "
c la v o s d e la c r u ¿ d e . C h r i u o n u e s tr o b ie n , s in tie n d o u n o s
q u e - f u e r o n , t r e s , y ■o t r o s ‘ q u a t r o , Y no h a b r á ¿ q u ie n se
a tr e v a - á co n d eíiar n in g u n a de las p ^ r t e í , estan d o pot
la una sam a B iig iJa , y por la o tra sa n ia - C la ra de
M o n tefjlco . El m ism o -P a ie ílo e n el c a p í t u l o 19 , cita
d o : Utraque- sententia.pia,-& . cathóliea est, Cbristum er^'
,
go V il tfih u s , V il quatuoT 'clavls^ poterit quis ctucÍ af“* *
fixuM. m eiitari , prout >m^gis se affici, aut ad pietatem ma-
g is y
g is accendi pius moverit contempíatof.
Pero para del todo evacuar esta d u d a , vayase el
LC(5tor á las revelaciones de saata Brígida , con el C o
m ento de Durando à Santo A n g e lo , donde hallará v a
riedad de revela cio n es, juntam ente con opiniones, espe
cialm ente en el libro 4. capítulo i . nota 6. sobre la
m uerte de San Juan Evangelista. E n el mismo Ubro c a
pitulo 13 nota I . sobre el modo de haber librado á
T rajano de las penas del infierno. En el mismo libro, ca
pitulo 70 nota 3. sobre si la Virgen santísima padeció
pasmo y deliquio de los sentidos quando vi6 muerto
á C hristo Señor nuestro ; 61 nota 4. sobre si el cuerpo
santísimo de el Señor estuvo del todo desnudo. E n el
mismo libro 4 capítulo 70 nota $. del modo que el C i
rineo ayudó à llevar la cruz de C hristo nuestro bien.
E n el libro 6. capítulo 31 nota 5. sobre el modo de el
gozo que tienen los demonios en la condenación de las
almas. En^el mismo libro capitu lo 49 nota ú n ic a , &
cap. SS nota i . sobre la revelación de la Concepción.
E n el mismo libro capítulo 67 nota ,2. sobre el n aci
miento del A ntichristo.
E n el Com pendio de la vid a de la V , M adre Rosa de
Santa M aría , impreso en Roma ano de 166$, se trae
una protestación que hace su a u to r, en conform idad de
los decretos de la santidad de Urbano VU I. de feliz
m em oria, diciendo especialm ente de sus revelaciones, que
s it fides tantum penes auctorem^ com o se ha de entender
en las demas. C on esto queda bien probada nuestra p ro
puesta , de que estas revelaciones de la M adre M aría
d e Jesús no pueden parecer de oposicion à la E scritura
sagrada y dogmas de la Iglesia, con que también podré-
mos pasar á la quinta señal que trae Torquemada,
Es-
E sta se considera de parte de la persona^ si es de
•vida aprobada y de virtud conocida.
E sta verdad testifica el a|)lauso universal con que
tcélebran todos ia virtud de esta Sierva de D io s, ro solo
en esta tierra donde la han conocido y cra-tado , sino en
las cortes y provincias mas e s tra ñ a s ,d e donde han con
currido períonas grandes y de todos estados á com u
nicarla , y pedir su asistencia con Dios en sus m ayores
.desconsuelos ; saliendo todos de su presencia consolados)
edificados y con alivio en sus tra b a jo s, acudiendo la V e-
'nerable Religiosa con singular caridad igu alm e^ e á oír
■y consolar al mas pobre y des-valido , com o a l sugeto
^ e m ayo r calidad y grandeza.
Pero sin salir de estos e sc rito s, hallarém os prueba
d e la virtud de esta Sierva de D io s , y de lo mucho que
su alma llegó á m erecer de la divina m agnificeneia. L a
Iglesia canta á la R eyn a del 'Cielo aquellas palabras del
‘E clesiástico : Q u i operantur in me^ non peccabunt: qui elu-
cidant me , vitam ¿sternatn bahebunt, E cclesiast, 24. Q ue no
tiene cabida el pecado en quien Dios concedió la gracia
de trabajar en servicio y veneración de la V irgen ; y e l
dilucidar las perfecciones de esta R«yna y Señora, es el
^camino mas cierto para llegar al puerto de la felicidad
eterna. Pues ¿quién ignora la a^stencia co n tin u a , con que
la diehosa alm a de esta religiosa estuvo em pleada de sus
prim eros años en alabanza d e la R eyn a de los ángeles,
trabajando siempre en introducir en los ánimos de los
■fieles tan santa devocion? ¿Quién se ha empleado en mas
íreqüente y Iwcido estudio de liquidar las perfecciones de
l a V ir g e n , especialmente en el prim er instante de su ser?
¿Pues cu qué ju icio christiano y pió podrá caber , que fal*
te
te en esta vid a la g r a c ia , y crt la otra la gloria £ per
sona tan benem èrita de la V irgen , donde la misma V ir
gen la tiene prometida?
A San Ildefonso díxo santa Leocadia : P er t e , //-
depbonse ^ vivit Domina mea» E sta vida que por los m éri
tos d e l Santo adquirió nuevamente la V irgen ,.no fué otra
que la devocion con que por su predicación y d o c-
Irina com enzó á viv ir en los corazones de los fieles. Pues
si San li^ícfonso fué tan siogular predicador y maestro de
la pureza virginal de la R eyn a del cielo,, esta Venerable
M a d re lo es también de la pureza original de la misma
R eyna y Señora , y de todos los misterios de su vid a. Y
s i por la piedad y doétrina de S. Udefbnsoi, tuvo nueva v i
d a eti la devocion de los fieles, no dexará de tenerla a q u í,
vien d o en la pluma d e una m uger tan ardiente d evota
s u y a , tan piamente celebrada y probada su Concepción
purísim a. Esto se ha dicho con la proporcion y tempera
m ento debido y que lo que allí milagrosamente dixo una
Santa á un Santo de tanta excelencia en la Iglesia , aquí
lo discurre nuestra piedad en una Sierva de Dios y de la
V irgen , sin darle mas culto , que e l d e sugeto de
v id a tan aprobada y de tan conocida virtud,
X-a parte de sucesos prodigiosos y milagrosos que
h a obrado Dios p o r ’esta Sierva s u y a , rem ito á la proban
z a jurídica que se hiciere con autoridad de la Iglesia en
conform idad de las Constituciones Apostólicas , contentán
dom e con haber referido por m ayor lo q«e es tan no
to rio de su vida e x e m p la r, y que ha sido generalm ente
aplaudida su virtud. Solo no puede dexar de poner en con
sideración , teniendo por constante que estos escritos son
s u y o s , que no h a y buscar m as m ilagros que ellos mismos.
De
De ía n to T on iàs d ix o c l P o n tífice , que cada articulo de
sus iobras era un m ilagro, Îxj mismo podemos d ecir de ca
da capítulo de la& de esta V enerable M adre. E llas exceden
las fuerzas y capacid ad de m uger criada en su retiro y
sin estudios; con que es preciso h a y a obrado en ellas la
virtud d iv in a , sin que pueda haber sospecha de t e n e ^ a r -
te el ángel malo , por hallarse aquí todas las sraales
d e l poder divino que nos enseña la teología.
N i debe ocasionar duda al mas escru p u lo so , que
la M agestad de D ios y su purísim a madre se com unica
sen en estos tiem pos tan fam iliarm ente con esta Sierva su
y a . E s común mentir de los Padres de la Ig le sia , que se
llam a Santa por los santos que contiene en sí y en es
ta form a entendémos aquellas palabras del Sím bolo de la
ífe: Credo in .unam San&am CatboUccini^ j^postolicam E c -
.clesim u Algunos han querido que esto sea d e fe ; pero
por lo ménos condenan ios teólogos por mas que tom e-
“ Tario, d e c ir , que no h ay este m odo de santidad en la
Ig le s ia , no solo en los infantes bautizados , sino en los
a d u lto s , porque iria contra el común sentir de la misma
Iglesia. Â los apóstoles sus discípulos dice e l d ivin o Maes
tro:: lam non .dicam m s serves , quia servus n esd t quid
fa c ia t Dominus ejus. V o s autem d ix i amicos ^ quìa omnia^
qu<e .eludivi á P a ire meo ^ nota f e c i vobis , loan. 15. E l
siervo verdadero de D ios pasa á grado mas alto de ami«
g o , sin perder el título de siervo ,y le manifiesta su divina M a
gestad sus m ayores secretos, conform e su m ayor santidad
y -union con Dioa. Casiano , P a la d ío , So fro n io , M atafrastes
y otros escriben m uchas revelaciones de los Padres del
Y erm o , y los libros de Surio y Lipom ano están llenos
d e estas revelaciones y locuciones de los sautos ^ escritas
2 1^^.
por otros santos y autores gravísimos*.
M énos puede ponerse en duda , que estos escritosi
sean revelados á la M adre M aría por. set m u g er, y por
que á: las in jgeres no toca enseñar en la Iglesia, Este-
punto se disputó ante el Pontífice Eugenio I I I . de propó^
sito , ¥n un C o n cilio de T x e v e ris, con o«aslon de las re
velaciones y doctrina de santa H ildegardis y en presenciai
de los Pontífices G regorio lí. Urbano VI. y Bonifacio IX».
con el exám en de las revelaciones de santa Bj^ígida y de
santa Catalina de Sena., D¿ estas y de otras muchas san*
tas h ay aprobaciones auténticas en la Iglesia.. Á las Sibi
la s , con ser G entiles , com unicò Dios con luz sobrenatu
ra l tan altos y soberanos misterios de Christo Señor nues
tro, ¿Pues por qué no com unicará el mismo Señor esta,
virtud en nuestra le y de gracia á las raugeres chrisiianas,.
santas y p ía s , que por su virtud, singular tienen merecidoi>
tanto con su dignación divina?
L a m ism a R eyn a del c ie lo ,.c o m o maestra soberao
na ensena á esta su, dichosa discípula la M adre Maria¿.
en la tercera parte de sus escritos (num . 620. & 621.)'.
no era conveniente que los escribiera un ángel ni un.
honabre sábio y docto , á cu ya ciencia se pudieran a tri
b u ir, ó que con ella se equivocára la divina lu z , ó se
conociera ménos. M ayor gloria de Dios e s , que los es
criba una m u g er, á quien n o.pu ed e ayudar la ciencia nii
la industria propia. E l crédito de esta historia ( dice la.
misma Virgen á la M adre M a r ía ),n o fiepende del ins
tr u m e n to , sino de la sum a v e rd a d : y en esto nada le-
pudiera añadir el mas supremo seráfin si la escribiera ;;ni
to se la puedes quitar ni disminuir. Con esto quedó sose
gado el espíritu de esta Sierva de la V irgea áú cuidan
do
do* en que la tenia la grandeza del asunto , reconocién
dose por la menor y mas irú til criatura.
D e todo lo dicho resuelvo , que deben admitirse
estos escritos por pios y buenos , que contienen dodrina
del c ie lo , sin que pueda ofrecerse duda en contrario^ Si
aqui in bumanis nos presentan una carta con sello real,
y dentro de ella hallamos que no corresponde el estilo,
por ser' hum ilde é indigno de. tanta M agestad , dudamos
prudentemente que no es del R e y ; pero si viendo el se
llo r e a l, hallam os que dentro contiene un estilo regio y
magestuoso, dirigido al bien pi'iblico y reform ación de co s
tumbres , no nos queda puerta por donde entre la sospe
cha de qoe aquella carta pueda ser-de otro qu« del R ey mis
mo. pues en estos, escritos de la M adre M aría de Jesús h a lla --
mos el sello real de la-magestad de Dios, siendo obra sobre la^ ,
fuerzas humana», y.con eso de la virtud divina. Hallamos ta m -
bien uTia doctrina sólida; m a cb a y* verdadera, ajustada á la le y
^ a n g é lic a ,- alcomocimiento y reverencia de Dios y de su pig
rísima madre, á seguir la virtud y aborrecer los vicios. Véase
donde pued^ entrar la mas mínima' sospecha d eq u e esta es
critura no sea de Dio<5. Debemos dar infinitas gracias á la M a -
, gestad d'i vina , y reconocer nuestra d ic h a , por haberse d ig
nado de manifestárnos en este siglo este tesoro excondido,
que tanto h ad e enriquecer las alm as de los fieles y d evo
tos de la V irgen, reconociendo también á la misma Virgen el
sin g u la r favor de habernos concedida en nuestro tiempo
las m ayores noticias de su pureza y santUima v id a , por
m edio de esta sierva suya la M adre M aría de Jesús. Y úl
tim a mente d ig o , que no habiendo h allad o en estos escri
tos cosa que disuene de - la verdad católica , puede su M a -
ftcstad ea cum plim iento de su re al piedad mandar que
se- dèli á la estampa y salgan á Juz con toda brevedad^
que comunicados á manos de los fieles , logren la di-
c iw que les ofrece el cielo para bien y aprovechamiento
d e sus almas. E sto siento con la debida obediencia y su-
gecipn i la Santa .Iglesia C atólica Romana, madre y m aes-
U a de toda verdad. E n Tarazona á 0 de M a y o de 1667,
A P R O B A C IO N Z )E L A C E L E B E R R IH ^ 4
Universidad de Salamanca,
CEN SU RA D E :L 4 iN S J G N E U N I V E R S I D A D
de A lcalá,
. .^.
Omnia auttm probate^ quod,bQnum^est^_ tenete^ yhQS2i\,:cap^
5 ri, 19 20
Cum .h¿ec _ad CbatùUeorum manus -pervenerint^ B . 'Vaiiìì
A postoli sentent.iiipnvcedat', omnia probate^ quod ■bonutn^st^
tenete, Gelasio Papa /n c. San.£l, Rom. dist. 1%.
Inocentio 111. Abb. 4 n c, Cum .ex iniundi, extra de
reti, mandó que ninguno predicase ser embiado ,de ,Dios, .sin
probarlo con la .E -critura ò m ilagro.
E l Concilio Later^nense sub ,l.eo X . Sess. 1 1 . reservó
à la Sil'a Apostolica el exàmen de los que publicaban por
revelación el tiempo determinado de venir el A n te-C h ris-
to y juicio final.
Urbano VIII. .ordenó que ningunas revelaciones-priva
das^ se publicasen sin facultad de la Silla Apostólica. C6e-
rub. JBulL torn. 4. const, 39. in Urban, V i l i , Después de
c la r ó , se pndiesen publicar con protesta., de que no tienen
autoridad A postòlica , sino la humana que los motivos le
reconcilian. B jI-
Pero no serán creídas com o dim anadas de D io s , (2) si la
Iglesia no lis propone com o t a le s ; pues ni aun á los San
tos Evangelios ha querido su M agestad , que les diesemos
esta fe divina sin la proposicion de la Iglesia. (3)
Entretanto p u e s ,-q u e la Iglesia aprueba á n o , las
revelaciones que debaxo del título Mística Ciudad de Dios
fe nos d a n , lo que podemos decir y sentim os, h a b ien d o ’
leido toda la obra', e%x}ue los fiélés pueden téerla sin peligro '
de alterar su fe ,-y sin que padezca la pureza de las cos
tumbres , p o rq u e 'n o se hallará en. e lía cosa que in d u zc a '
á reláx'acion ni rigor' indiscreto;, ántes* b ie n ’ a i'c o n tra rio ‘
juagamos , que servirá utilísim am ente para recrear y au--
mentar la piedad de los’ fielés , el ■ c u lto d é la V irgen san -'
tísimá y respeto debido á los • sagrados misterios. -
Los fuertes y los - flacos, v los sábios y.‘ los- ignoran- *
tés^-
,
principio de su predicación nos dexó esta regla.
,
Attendite à falsis Prophetis qui veniunt ad vos iñ
uestimentís ovlum intrincesus trntem sunt lupi rapazes à ;
íru 6íihus eorum cognoscetis eos, ^Nunquid coUgent de espinis
;
tívas^ ctup de tribulis ficus'^ Sic omnis arbor bona fruUut
bonos facit mala autem arbor malos fru&us facit* Non
,
potest harbor bona malos frudius facete \ hefue arbor mala
bonos fruñus facete, Omnis arbor qucv non facet fruSiun^
bonutn exeidetur ^ S in ignem mittetur\ igituT ex fru^ibu$
€9 rum cognoscetis eos»
aquí , lo pudo ser. Y que fué conveniente que lo fuese
com o la escrib e , puesto que todo lo que en ella se d ice ,,
es digno de la magestad y hum ildad de Christo , y
corresponde á la santidad de la V irgen y dignidad de.
m a d re , no hallándose en toda la obra cosa que no s e a .
digna de uno y otro.
N o obstante todo lo dicho no nos admirarémos, si
tuviere censores criticos^ porque ¿quál es el libro que pue
da eximirse de la contradicción de las gentes que se ha
llan h o y ? (6) N o ha querido D io s , que sus sagradas E s
crituras se hallasen fuera de este atentado en gran parte
de loís sábios d el m un d o.. Toda la filosofía de los Pagá-
nos los tiene puestos en el número de los contrarios
á Christo crucificado , y lo mismo hacen hoy los lib ertin o s..
Con todo confesamos que en esta obra h ay cier
tos p u n to s, contra los quales se puede formar con aplau
so alguna d ificultad, y que á nosotros nos la han h e c h o ..
Pero teniendo respéto á ló que hemoS' declarado de la
bondad y utilidad de esta obra , juzgamos, que estos po
cos lugares no deben impedirnos las alabanzas que le
damos ; y que merece confesemos que nos podemos en
gañar. (?)
L.Q que nos ha parecido mas razonable es , que
■ M ié^ n ■
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V. • ■ i Ä
F e de Erratas de los diez^tomos de esta Obra,
ERRATAS DEL TOM O P R IM E R O .
P
A g . 44. linea 20. son m ortales, lee sgm os m ortales. P ag. 7 1. Un. 5. enca
minados, lee encaminadas. P ag. 84. lin. la . pensaran, ite pesaran. P . 95.
]. t 6 . que aquel, lee que á aquel. P . 1 1 9 . 1. 8. porque e l, / « p o rq u e solo el.
P a g . 1 5 5 . 1.1 4 . convidados, lee convidarlos. P . »50. lin . a i . sobras, lee som
bras. P. 1 7 9 .1 . 5. ha d er,/cf ha de. P . 1 8 9 .1.3 . q u e era d e l , lee q u e era la
d el. P. 225. 1. z j . amas, lee jamas. P . 2 3 5 .1. 26. cite tabernáculo,/«í eítesu
tabernáculo. P . 2 6 4 .1. 17. am or, y reverencia, lee am or, ad oración, y reve
rencia. P .5 2 9 . 1. I. dexes, lee m dexes. P. 5 5 4 . 1. 2, á v u e ílr o , lee i nueílro.
P a g . J47. lin. 18 . intcniísim o, lee intensísimo.
Erratas d el segundo tom o .
P ag. 1 8 6 .1. 15. releva, lee revela. P a g . 1 9 6 .1. l í . ciñite, tee cíñete.
Erratas del to m o tercero.
P ag. 5 . 1. 1 . d e la s R e lig io sa s,/ íí de las demas. P. 8 6 . 1. 1. alaben , /reía
alaben. P . 8 7 . 1. 11. poseer, lee tener. P . 9 ? . 1. 2 7 . 7 nuevas alab an zas, lee y
alabanzas. P. 1 1 1 . 1. 22. E vangelios, lee E van geliíU s. P . 1 8 6 .1. 5. g a íla b a ,/ «
gallaban. P. 2 1 5 . 1. 27. sentí, lee la sentí. P . 2,2 j . 1. i . n u e ltr o , Ue vu e ítro .
P a g , 2 6 4 .1. 27. tan n u e v o , lee tan nuevo y
Erratas d el to m o quarto.
Pag.* i , 1 .1 6 . tercera, lee certeza. P . 4 0 . 1. 2. zelos, lee recelos. P . 4 1 .1. i *
difundiese, /¿r defendiese. P . 5 1 . 1. 5. dulcísim o ,le e ía [ ic is im o , P . 69. lin. s .
amonefta, lee las amonefta. P . 7 5 . 1. i $ . e n a k a r ,/ í í en el altar. P. l y y . I.4.
y el verb o, lee y que el verb o. P . 160. 1. 18. am ado, lee am ante. P . 1 7 5 . 1.
2 2 .m ayor cu id ad o, lee m ay^ orduday cuidado. P. 1 8 5 .1.9 * no c o m ió el n i
ñ o , lee no com ió e l niño D ios. P . 2 ^ 0 .1. 2. del m ism o D i o s , lee en e l m is
m o Diüs. P . 1 5 4 . 1. 2. nueva com ocion , lee u n aco m o cío n . P . 2 j 8 . 1.6 . efec
tos, le e i f c & o s , P . 2 4 1 , 1. 12. tom aba, le e tom a. P 2 6 4 .1. 7 . descencia, lee
descendía. P. 2 7 7 . lin, ultim a , m e r e z c a , lee m erezcan.
E rratas del to m o q u in to.
P ag. 1 4 ;. lin . 4. ceren orias, lee cerem on ias.P ag. 19^ . 1. 24. ]u , /^;la.
P a g . 5 7 5 .1. 5. a zo n , / « ra z ó n .
Erratas del to m o sexto.
P ag. ^7. lin. 7 . sentenoía, lee sentencia. P. 9 4 . 1. 5. e n tre g a n d o , ¿ íí en
tregad o. P. i } 2 . 1. I . andada, /«andaba« P . 1 ^ 7 .1. 6 . inhum a, le e in tin ta i^
n a. P. 20^.1. i^ . se s e r v a r,/ « reservar. P . z ^ 8 .1. 1 9 . d e s r e y e n d o , / « d e s
creyendo. P ag. 2 5 1 . lin. 6. eneñada , Ue enseñd.da.
Erratas d el to m o séptimo.
P ag. 1 ^ .1 . 11. atierra, lee aterra P. 4 6 , 1. 10. e , lee el. P . yo. 1. v
á él. p . 9 1 . lin. 9 . as virtu d es, lee las virtu d es. P. 5 2 8 .1. 24. d ex ó , U e d e x o .
■■Erratas d c l to m o oélavo.
P a g .2 7 .li n . 1 6 . e n c e n d ie n d o ,/ « e n c e n d ie n d o . P a g . 49* I . i 9 * “ ®P^®*
v a d a ,/ íí depravada. P . j r . 1. 19. sentisima, lee santísima. P . 5 5 . 1. i s . o b o -
in in a c io n cs ,/ íí abom inaciones. P . 6 2 .I. 15. scniisin>o ,/#« samisimo. P ag.
1 7 5 . lin. i o . s e g r e g a d o , lee segregado. P ag. 2 17 . lin. 26. palom ia, lee
palom a. P ag. 18 2 . lin. 5. la , lee las. P ag. 505. lin. 2 5 . mpia , Ict
impia. P ag. 5 15 . lin. 24. d l , / í t ; d e c l . P ag. 547. 1. 8. c o n i , lee com o,
p . ^ 4 9 .1.16 . R epon d iola , i « R esp o n d id a. P . 575). 1. 5. pasible, lee posible.
Id em 1. !?• p c r c c b ir , lee pcicibir. P. I.7 . fascivado, lee fascinado. P .
592. lin. 20. conform ándose, lee confirm ándose. P .4 0 0 .1. 8. muchasas,/f<
m uchas. P ag. 4 1 5 . 1. 1 1. t o m o , lee con. •
Erratas d e la prim era parte de las Notas.
P a g . 4 . 1. V iium anarum , lee hum anorum . P . 8 . 1. j z . reiciunt, lee reji-
ciunt. *P. i6> 1. 5 5- viscim , viciisim . P. 1 9 .1. 26. in vange, lee in evange
lio , Idem I. 27. D eu m , lee D u m . P. 1. 14. praecepti, lee praecepit. P .5 1 ,
i . 19. d el fin o tr o , lee d el fin en otro. Idem 1. 1 r . reb ir, lee recibir. P. ^ I.
1 5 . exeso , lee exceso, P ag. 55. lin. 22. d u b id a d , /«dubiedad. P ag.
1 1 4 . lin. 2 . a m p lia s , lee amplius. P ag. n 8 . lin. ^5. non , lee n o.
P . 1 2 7 .1.9 . to d o , lee toda. P . 128. 1. 27. crnfiesa, lee confiesa- P . 1 4 2 .1. 8.
«ndierit, lee audierit. P. 1 8 5 .1. 17. decretsrsele, lee decréiarstle. P . 198.1.^5
h u is ,/ w hujus. P . a o S . l . »7. o lu m ,/ « s o lu n i. P. 264. I- i. l e s c i e n c i a , e s -
ciencia. P . 265. 1 20. ilu ílr , lee ilu íb a r. P , jo^;. 1. 19. C lo fa s , lee Cleofás.
P . J 1 4 . 1.4 $ . T i i b o , / « T r i b u .
Erratas de la segunda parr?.
P a c . í ; 8 . 1. 8. á s u , lee su. P . ^ 5 9 .1. 1 7 . rror, /« erro r. P . ^44. lin. 18 .
im perftíSc, lee in perfed é. P . ^ 5 0 .1, 1 5 . scilet, lee scilicet P. ^57. l . 't t . c x -
p e rim e n d o ,/« cxprim endo. P. 5 6 2 .1. 4 2 .6 !, ¿ fíe n . P. ^ 8 5 .1. 2 1. parecer,
íee padecer. P. 5 8 7 . 1. i originase, lee originese. P. 58». 1. i scien d o, lee
sciendum. P . 5 9 ? .! . i8 . dim im idia , / « dim idia. P. 4^5. 1. 25. a m isis,
omissis. P . 4 5 9 . ¡. 24. fa cicu lo s, lee tasciculos.
Erratas de la tercera parte.
P ag. 4 7 6 .1. 4.praíCcprorum , /íf príeceptorem . P . 476. lin, 10. au i da-
r c t, lee quid daret. P . 4 9 6 . lin. j . rero, lee reparo. P. 5 0 1 .1. 6 .co rp ó re , lee
corporeac. P . 5 0 9 .1. 8. th o lo g u i, lee thasologi P. 522. lin. 50. om n io , lee
om nia. P . 558. í i . á que in ftitu y e , lee al qu e inlUtuye.
Erratas en la relación de la V id a de la V . M .
P ag. 50. lin. 16. ve lec es, /« veloces. Pag. 68 lin. i8. c r u d o s , c r u e
les. P . 70 . lin. 16. tod o que lo , lee to d o lo que. P. 9 7 . 1. 14. ehvaciones, le e
elevaciones. P. 1 4 1 . 1- j e x c u t a b a , lee executaba P. 2 1 5 . 1. 4. elvandola,
lee elevándola. P. 2 1 9 . 1. 25. deagrada, lee desagrada. P. 2 5 9 .1. 3 7 aseguo, .
lee aseguro P a g . ^01. lin. 18. f u e , lee fuese.
H e vifto la O b ra de la M ífticaC .iu d ad de D ios , y con eftas erratas
corresponden á las qu e antes de aora eílan impresas. Pam plona 15 de Julio
d e 18 x6.
I r . Marcos C r e sp t, C m e Ü o r fo r e l Consejo»
SSTA mSTORJAy
T O A Y JOSEF X IM E N E 2 S A M A N IE G O ,
P R Ó L O G O G A L E A T O.
S. I.
. ai. . ?II.
l¿f) A6Í0. 3. v . 16. c, n . V, 27. €. 13, V, I.
32 c. v, 9 6
15. » .
.
( í t ) i . ad Corinth. i s . J v. 8 .
. *
(d) i , ad Corintk 14 vsrs. $» & á v, 23 ad 33
esa frequeiMíia con el primer siglo de la Iglesia. San Ire-
néo,-(íí) que í5o red ó en el segundo, por los años del
Señor 185. en el Im perio de Conm odo y padeció m ar
tirio en la persecacion que movió Severo en el d édm o
año del s u y o , que fué el de 105. de C h risto , (è) refi
riendo las gradas gratis datas que en su tiempo se e x
perimentaban en la Iglesia, como curación de enfermos,
expuliion de demonios , resurrección de muertos pone
entre ellas la presciencia de fu tu ro s, visiones *y revela-
dones proféticas : A H j autem (d ice ) prascieníiam
hahent futurorum , & visiones , S diSíiones prophéticas. V
luego añade la freqüencia que se veia de estas gracias,
diciendo : Non est numerum dicere gratiarum , quas per
universum mundum Ecclesia á Deo accipiens in nomini Chris--
t i desü Crucifixi sub Pontio Pilato per singulos dies in
cpitulationem gentium p erfidi, San Justino, {0) que floreció en
el mismo sig lo , de los d .nes de profecía que en aquel tiem
po se veian en los fieles, arguye la traslación de los b e
neficios divinos de la sinagoga á l a Iglesia C h r i s t i a n a ; Apud
nos ( dice á los hebréos ) bucusque etiam prophctica extant
dona ; unde ¿5* vos debetis intelligere , qua olim in s.é~
nere vestro fu e r e , in nos esse translata. Plantada la fe
d e Christo , cesó por los siguientes siglos aquella admi*
A 2 ra-
(íi)
S. Iraneus Uh» , a. advers. hcer* .
57 & apudEu-
des,
(¿)
seb, H. g. Hist or. cap.
Euseb. in Cbron. Sandl. Hieron^, de Scrip,
:
ró San Buenaventura. («) In quibusdam etiam ( d ic e ) j o -
,
Unt hujusmodi visiones esse iprceludiéí insania guia cere-
hro confuso & fumo ipsu^n obnubilante^ etiam.visus ocu-
, ,
Jorum confundHür, ,ut putet sibi aliquid apparere veraci-
t é r quod phantasticum e s t et falsum. D e todos {b) ios
referidos modos de visk>nes ilusorias y revelaciones fal
sas se han descubierto tantas por la swcesion de los siglos
hasta el presente., que no se puede dudar ,de su suce
siva existencia.
4 Siendo pues con stan te, que en e s te , com o en los
pasados sig lo s, dentro de la Iglesia católica puede h a
ber revelaciones privadas verdaderas que Dios comuni
que á sus sie rv o s, y también revelaciones falsas ;que
los hombres ó finjan engañosos, ô .vendan engañados^'y
siendo dificultosísimo , como advirtió San Agustín , (í*)
discernir las .unas de las : otras , por vestirse el engaño
d e apariencias de v e rd a d , se hace manifieUa la necesl>
d ad de singular estudio y atención, que tiene ;el ¡varón d o c
t o , á cuyas manos ;llegan.escritos de este género,., para
obrar á cerca de ,ellos con prudencia y acierto. Porque
se halla entre dos peligros su ju icio , ù de despreciar
com o ilusorias las revelaciones ^verdaderamente ;divina$, ú
de
(íj)
(b)
S , Bonav, Joco citat,
V id , M artin. D elr, ¡ib, 4. disquis, M agic, c, t ,
qucest, 3 . M ayol. coüoq. 3. de, vatic, Grav, L id , iap, part,
I , ¡ib, C, 6. & 7 . Z a rr. Novar* D esc, part, 2. ,dest»
^ (cj
vît*
S . Augustin, áe CeneSyüd Ütt, ¡ib, la.c. .13
de adm itir por divinas las que en la verdad son ilusorias. E»
uno y otro se halla no pequeño inconveniente, á que se podia
en algün modo aplicar aquella sentencia que trae San G eró
nimo : {a) S í quis sanctum dicit noti sanctum , et rursus non
san&um asserii sandium^ abominabilis est apud Dcum. Porque
por una parte despreciar las revelaciones que verdadera
mente son divinas , siendo así que Dios las com unica, no
ociosamente , sino para altísimos fines de gloria suya y
utilidad nuestra, com o enseñó San Pablo : (b) Unicmque
autem datur manifesiatio spíritus ad utilitatem\ seria (fue
ra de la irreverencia m aterial á la palabra de D ios, que
podia ser fo rm a l, al paso que el desprecio careciese de
m otivo ) frustrarle á D io s , quanto es de nuestra parte,
esos fines è impedir sus misericordias. Y lo mismo se se
guirla de sepultarlas totalm ente en el olvido aquellos á
quien en algún modo pertenece solicitar su manifestación
por los medios convenientes, com o en semejante ocasion
ponderó gravem ente el M aestro F ra y Luis de Leon, (c*)
Por otra parte , adm itir ó publicar com o divinas las re
velaciones que en la verdad son ilu so rias, trae por sí tan
manifiestos d años, que seria ocioso detenerme á ponde**
rarios.
Tom, I X . B S. IL
{a) S . Hieron. F p is. ad Philip. í ? habetur i i . q, 3.
(b) T. ad Conrinth, 12. vers. 7.
(ít) Ludovic* Legion, EpistoJ, defensor, pr^tn. Cper, S^
Teres,
10 P R Ó L O G O
s. n.
S D e uno y otro peligro [*] nos previno el E spí
ritu santo por dos sagrados apostóles, D:íI primero por S.
P a b lo , {a) que nos ordena no extingamos el espíritu, ni
menospreciemos las p ro fe cía s; Spiritum nolite extinguere:
Prophetias nolite espernere , dixo. D el segundo por Saa
Juan (¿) que nos m a n d a , que no demos á todo espirita
c r é d ito : N olite omni spiritui credere, dice.. Empero^ aun
que los peligros de que nos previenen el uno y otro após
tol son diversos; el remedio que nos dan para evitarlos,
es único. Que se prueben los espíritus , que se exáminen
las profecías : Omnia p robate, quod bonum e s t , te m te , en
señó San Pablo. Probate spíritus , si ex Deo sint^ ordenó
San Juan. ¡ Ó si com o al sagrado Evangelista , que be
bió en el pecho de Christo sus mas ocultos secretos, nos
ordenó que probásemos si eran de D ios los espíritus , se
hubiera dignado de decirnos, com o se ha de hacer esa
prueba ! Podíamos en la ocasion presente d e c ir , com o lo
dixo en otra Agustino : (ít) ¡ 0 s i sanSius loannes quomodo
nobis d i x i t : N olite omni spiritui credere , sed prcbate spi-
r it u s , si ex Deo s i n t ; dicere dignaretur, quomodo proben^-
tur spíritus^ si ex Deo sin tl Porque vista la necesidad con
la inminencia del p e lig ro , cooociendo el remedio con la
infalibilidad del testimonio de dos santos apóstoles , solo
se
1 1 . , , . i I , ■ . I — ■■ 1_ I ............. I I
(i*)
{h) V ià . Sm t. de fid. dîsp* g. ..
se&, 8
D, comm. de quo infrà num, 8
(d) De quo emties ira6i. de discret» ver» reveht*
fais.
TCt P R Ó L O G O
debe probár', si es de Dios la revelación , para hacer
juicio de ella. Y si despues de ese exámen se aprobare,
conform e el medio y modo de la aprobación , se le d e
berá ó podrá dar prudentemente crédito.
6 E l primer m edio es de infalible verdad , pero el
modo de su aprobación es diverso. De dos modos puede
¿probar la Iglesia las revelaciones. Uao declarando y de
finiendo que son divinas: y de esta forma algunos libros
contenidos hoy en la sagrada Escritura , de cuya infali
ble autoridad se habia dudado ántes entre varones cató-
líeos , exáminando primero con toda exacción la m'’. teria,
los declaró por Canónicos y verdaderam(.nte divinos, (íí)
y por se rlo , de autoridad infalible. O tro dando especial
licencia para que las revelaciones se publiquen y lean en
la Iglesia , (^) por no contenerse en ellas cosa que se
oponga á las verdades que son de fe católica , ni á doc
trinas constantes de los P a d res, ni á las bccncs costum
bres, ni haber principio declarado por donde se puedan tener
por ilusorias; ántes concurrir algunos p o rd rn d e se pueda
hacer ju icio probable de que son divinas. Ninguna reve
lación hecha dejpues d tl tiempo de los apóvStcles, ha apro
bado la Iglesia del prim er m odo. Si j u t d e ó lu hacerlo,
no es de este lugar exám inarlo. En otro (r) refiero lo que
h ay por uno y otro sentir. D e l segundo Hi0d0 aprobó el
Papa
( t f ) In fr á , n t^ , p a ,
íife
■26 P R O L O G O
teólogos graves en doéìrma y espíritu. Sucedió en esta fo r
m a : E l Señor R e y Filipo Q uarto ( d e gloriosa memoria)
habiendo visto y comunicado á esta Sierva de Dios en
los tránsitos que hizo para Zaragoza por A greda , le que
dó pilsimamente devoto. Y teniendo noticia de que habia
escrito por divina luz la Historia de la M adre de Dios,
solicitó con vivas ansias, movido de su ardentísima d e
vocion á la santísima V irgen , se le diese un traslado de
la Historia. N o pudiéron los prelados y confesor negarse
à tan soberano im p e rio , con que fué preciso el ’dárselo.
L e y ó la Historia el piísimo y catolich im o Monarca ; y
si com o piadoso quedó afeito á la doctrina , como c a tó
lico quiso que seexám inase , ó para su seguridad en guar
dar el escrito , S para saber si podía comunicarlo. C o
m etió el exácnen á las personas mas de su satisfacción
en doctrina y virtud que tenia su C orte ; y todas con
adm iración la aprobáron.'T engo en mi poder una carta
original del Reverendísim o Padre F ra y Juan de Ñapóles,
M inistro General de la O rd en , escrita de M id rid á la
Venerable Madre en 12 de Septiembre de 164« , donde dá
testimonio de este exámen y aprobación con esta claúsu-
la : A q u í se han visto los libros por orden de su M a g es
ta d poT personas muy graves de fu era y de nuestra Kelt-^
gion\y no se ha hallado {á D ios g r a c ia s ) cosa , por p e
queña que s e a , que quitar. T así hemos de asistir à su
divina g ra c ia , que continúe las mercedes à gloria suya
de su Madre santísima. Tengo también en mi poder o ri
ginal la respuesta - que dió á su Magestad católica el R e
verendísimo Padre F ra y Juan de l^alma , Com isario G e
neral de esta F a m ilia , uno de los teólogos , á quien c o
m etió el exàmen de esta obra , c u y a tenor de aprobación
g r a *
gravísim a pondré abaxo en com petente lugar, {a)
15 Informado el presente G en eral por personas de en
tera satisfacción de la verdad de las cosas referidas, pa
só á hacer de nuevo, el exámen inm ediato de esta H is
toria por el medio de la doctrina. Instituyó para este fin
una junta (¿) de sugetos de diversas provincias de los ^ a s
g ra v e s , doélos y exercitados en e l gobierno y dirección
de almas que tenia esta familia. E n ella , presidiendo y
asistiendo siempre su Reverendísim a > se fué exám inan
do la obra con la exáccion que pedia la gravedad de la
m ateria , sin dexar pasar sentencia , ni aun palabra que
pareciese digna de reparo , que r¡o se probase con
atención especial. C oncluyd o el exámen , pareció á to
dos la obra verdaderamente d iv in a , y fuéron^ ‘Unáníme's
de parecer que seria m u y d el servicio de D io s , glo
ria de su M adre y utilidad de los fieles, se diese luego á
lu z en la form a que los decretos apostólicos disponen.
Los sugetos de que se compuso esta ju n ta, sus calidades y
forma en que aprobáron la H istoria , se halla todo refe
rido en la patente que despachó, su Reverendísim a , para
que se hiciese la im presión, que vá puesta al principio
de este tomo.
16 N o se contentó el G eneral con e l exámen referi
do , sino que considerando, quanto se debe atender en
cosas de este género al parecer de los Señores Obispos,
(í?)en cu yas Diócesis viviéron y muriéron las personas que
recibieron revelaciones semejantes; pues juntándose en ellos
D2 con
S. V .
{a) 1 , loannis 4 . ü . i*
(*) Principios de probar por parte de la materia.
(b)E x S , Hieron* in E p ist, ad Gal, cap, 1. & S , So-
nav, de itin, ^ter, Itin, g, distiuSl, 4.
3 »
i!e toma de quitar
PRÓ:lOGO
ó correr velo ) generalmente .Teci-
bida es lo mismo que manifestación de alguna verdad
o c u lta , h e c h a , ó com unicada p o r algún agente intele(5tuai
extrínseco. D e a q u í^ s , que como á la criatura inteleftual
le fuesen muchas verdades ocultas, cuyo conocimiejjto üo
se le debia , y Dios por especiai favor ijuiso manifestar
algunas d e ellas á alguna ó á algunas de esas criaturas
en particular , esa manifestación indebida^ ;y ^por eso so
brenatural , com unicada en p a rticu lar, y por eso extraor
dinaria , es propiamente revelación divina privada, y .s e
llam a d iv in a , por ser D ios su agente principal.\Y d exa-
das las revelaciones divinas .hechas á los „ángeles, que.no
son d el presente a su n to , tratarém os de las :que se haceji
á los hombres , que son las que buscam os; cu ya .materia
es mas dilatada^ por ser mas las verdades que natural
mente están á los hom bres ocultas ; y-ta m b ié n mas sus
especies , por ser mas los modos que atiene el hombre de
entender. Quanto á sn m a te ria , aunque .la luz divina, por
la qual se hace la revelación , se puede e xten d er.á todas
las verdades, d e qualquier género . que -sean , . com o ad vir
tió santo T o m á s ;^ a ) con todo e so , com o -la ‘revelación
d ice manifestación de cosa o c u lta , se lim itajcom unm en-
te á solas aquellas verdades que .están léjos de nuestro
con o cim ien to, según notó .el .mismo Santo habland o.d e
la profecía en quanto es revelación. D e ¿diversos ^modos
pueden estar las verdades .léjos del conocimiento huma
no, I. Por la eminencia d e los objetos sobre todo enten
dim iento c ria d o ; com o los misterios de la T rin id a d , de
Ja E ncarn acioa y otros secretos y consejos divinos, *. Por
;U
»
(a) Vív, Tbom, 2» a, quisst* 1 7 1 arf,
G A L E A T O 39
la indiferencia de las cau sa s, que haee que ántes de su
determinación no sean sus efeétos cieitam en te conocibles,
sino por el entendimiento infinito y eterno de la prim e
ra causa ; com o los futuros contingentes. 3. Por la dis-«
tancia del tiempo p a sa d o , en que las cosas sucediéron,
y no haber quedado en la memoria d e los hombres , ò
haberse borrado de ella com o estaban los sucesos de la
creación d e l mundo y su prim era' ed ad , quando Dios los
reveló á M oysés. 4, Por limitación del conocimiento al
siigeto propio; com o los secretos del corazon , que cada
uno conoce los pro p io s,.y ninguno, puede conocer los age-
nos. 5. Porque aunque la verdad se pueda naturalmente
c o n o c e r, y otros adualm em e la conozcan, este sugeto de*
terminado no tiene causas ó prirtcipios- aplicados por
donde pueda conocerla ;. com o lo que pasó-en secreto, ó
sucedió en lugar distante ,-respeéio- de aquel à quien no
ha podido llegar, por m edio humano la noticia. D e to
dos estos- géneros de verdades ocultas ha revelado D ios, c o
mo prueban con. testinoonios de la sagrada E scritu ra,.S aa
Gregorio,, (rt) y santo Thom ás,. el qual añade al quinto m o
do : : per hunc modum ■ etiam ea ,. qua unus 'scit ■
demons^
trativé.^ a lij .possw\t- prophetieè revelari,
2.3 , E sto supuesto, el principio de investigar 'p o r par
te: de: la m a te ria ,.si la revelación-es d iv in a,se toma d e S ,.
Juan V que habiéndonos ■ordenado que probásemos los es
píritus si eraa de D ios , nos dió esta regla de conocer
lo /o boG eogtmcitüT spíritus D ei^ [¿>] m n is spíritus, qu$
es-
(fl) i.
H îv, Ambras. Augusti. Chrts. ¿7 alti apud Cornei
à Lapid. in Epist. ad Gaiat. c.
ifi) D iv . Bunavgnt, de profes. R elig . Ub. 2. cap. 72.
42 P R O L O G O
versia los doctores católicos. De donde el Padre M artin
D elrio (íi) dice hablando de este gé;iero de revelaciones*
S i quid f o r t i communiori Scolasticorum sententice repúgnete
non ideó confestim damnandum, ut erroneum ;. cum p i é ,
■prudentér intelle£ium ^.suis quoque probatis Audíoribus.,^ ra~
tionibus. non absurdis stabiUatur,^ AlioquiVohtífices Roma
ni , ut Kugenius- I I I . H tldigardis , Bonifacius. vera V I I L .
V ir g it a revelationum librot , adhibito-. maturo Do6íorum , & '
Cardinalium Concilio. , atque examine. , non permisissent , ad
E c c le s ia utilitatem^.in vulgus edi. Pertenece, también á e s
te principio el que en el contexto de las mismas re v e la - •
ciones no se halle inconseqüencia, ó contrariedad inconci
liable pues no pudiendo dos contradictorias ser juntam en
te verdaderas, no puede h iber verdad en la aserta revela-,
cion que. las asegurase entrambas.!
24 Por' este principio se prueban las revelaciones prir
va d a s,ó negativam ente, esto es , que de parte de la m ate
ria ninguna cosa tienen por donde no se puedan tener por
d iv in a s ; ò positiv.am ente, esto es ^ que realmente son de
Dios. L a prueba negativa es urgente , porque,el m edio ù n i
co d e convencer de no divinas esa t revelaciones de par
te de la materia , es la falta de verdad , 6 honestidad
en lo que enseñan ; que la falta de u tilid a d , que es otro
m edio de conocerlo ^pertenece al fin , de cu yo órden se to
m a la utilidad , según doctrina del d o cto r A ngélico : {b)
Y siendo las rev.daciones pcivadas de cosas sobrenaturales
y ocultos secretos á cerca de los misterios de la religión
Christiana , y de la dirección de costumbres dentro de esa.
re-
,
Oh huius peccati pcBJiam divina ju stitia deserti ta/em ani-
ptam. hac afeSíantem & desiderantem.\ S permitíit^^ ut in
iüusiones varias -^ B- tentationes diaboli incidat S falsis
visis ^ reveUiticnibus dec^iatur.' si el-dem onio entra
tan de lleno á engañar con ilusiones, tentaciones, visio"
nc& y revelaciones falsas á esa alm a - desamparada , rw
PP-
Tem, IX , S.VI.
(a) E x commun, Tbeolog. in mat, de grat,
{b) Turrecrem. in Defensor, revel, S , Birg. c, 3.
so P R Ò L O G O
S. VI;
{*] P ru e b a p o r p a r te d e la m a te ria .
G A L E A T O . SI
ord in arias, los exámenes arriba referidos de tan singular
exáccion , así por el modo con que se hiciéron , com o
por la autoridad y doctrina de los sugetos que en ellos
se halláron , nada se encontró en tan dilatados escritos,
que disonase de la doctrina de la Iglesia ni en dogmas
ni en costumbres ; todo pareció cónsono , no solo á la«
verdades que -la fe enseña , sino á quaato conforme á
ellas enseñan se debe se n tir, ó concordes los padre?, ó sin
controversia los doctores católicos. Testigos son de este
juicio los mismos que hiciéron los exámenes. Persuádo-
rae harán el mismo quantos varones dorios con igual lan
c e pesaren lo contenido en esta obra. D el mio puedo afir
m ar , que habiéndola leído muchas veces con ánim o de
tiotar lo que co n a'guna razón pudiese parecer difícil, y
habiendo hecho los reparos que propondré al principio
d e cada N o ta , al llegar á exáminar cada punto por el ni
vel de ias doélrinas católicas., me pareció de mas adm i
rable consonancia lo que habia» concebido de m ayo r d i
ficultad.
.29 D é la verdad c o n q u e se ajusta aquel principio g e
neral á nuestro caso con singulares y mas urgentes c ir
cunstancias , se hace no solo mas robusta la prueba ne-
.gativa de que de parte de la m<teria nada obsta para
que las revelaciones que componen esta Historia se ten
gan por d iv in a s , com o se ve ^ sino también mas p ro
bable la positiva de que son de Dios, Porque tan in vio
la d a rcnsonancia con la dottrina de la Ig le sia ,s in des
cubrirse cosa que aun Jevtn.ente d isuen e, ni dé la v e r
dad que proprne , ni üe la honestidad que enseña , en obra
tan dilatada , de tan sagradas m aterias y puntos tan de-
.U cad os; lú e l demonio la fin g e , n ie l espíritu propio la
Gz ima-
52 P R Ó L O G O
im agina engañado, ó la discurre engañoso. Y a^í, si quien la
«scribe, la escribe com o divina, afirm andola recibió de D ios,
la misma m ateria prueba no levemente su aserción. Añádese
7 a adm irable consonancia y mutua correspondencia de d o c-
^ftrinas , sucesos y enseñanzas qiie se hallan en esta Historia
en el todo y en las partes , y en estas' entre si , sin c o
sa que disuene i otra ; que es argumento de verdad, se
gún aquello del Filòsofo : (íi) Omne verum vero consonat. Y
siendo en m aterias d ifíciles y remotas de los sentidos» lo
reputò por tan u rg e n te , que llam ó à esa consonancia se
ñal insoluble de verd ad. D e donde dixo Lactancio:(¿»)//<fr^
est mendatiorum n a tura , ut ccbcerere non possint. No pa
rece seria posible tal coherencia y consonancia mutua, co
mo en esta o b r a s e m ira , si el padre de la m en tira,ó
espíritu engañado ó mentiroso hubiese en ella influido;
y ásí esa consonancia confirma la prueba positiva de ser
toda de D io s , y le podemos a c o m o d a r, con la inferio
ridad d e b id a , lo q u e el mismo Lnélancio dixo hablando
de la christiana d o d rin a : {c) Quia vera est ^ quadraiun-
dique^ac s ib ito ta consentii \ S ideo persuadete quìa cons
tanti ratione su ffu lta est,
30 H aráse com o mas persuasiva , mas hermosa tam
bién esta prueba positiva , si á la verdad de no hallar
se en la materia de esta Historia cosa que disuene de la
doctrina de la iglesia , y hallarse en ella tan admirable
c o n s o o incfa , se allega el m ostrar que á quanto principal
m ente en ella de nuevo se r e v e la , patrocina la razón y
au*
(¿)
{a) Div. Bernar, in deprec. ad Virg. Mar,
loan^ Gers, in ^ppendic.Serm, deConcept, Vir*Mér^
66 P R Ó L O G O
con sola la luz de la fe , las puede líquidamente investigar;
se v e , que las revelaciones de esta'•Historia , aun en las
cosas que los Padres no t o c á r o n s é . hallan patrocinadas
de su. autoridad,. Porqjie confesanda ellos , que confor*
me á las figuras de la Sagrada E s c ritu ra , conocían eran
mas la s prerogativas de esta soberana R eyn a que les
quedaban ocultas y com o guardadas en el secreto del
Consejo D ivin o , que las que ellos llegáron con. expresión,
á alcanzar ; en general signiñcáron las que despues se ma?
nifescasen, siendo conformes á los principios que con lu z
divina dexáron asentados para reg u la rlas; com o se víó
arrib a lo son las que componen «sta obra. N i obsta que
algunas de las excelencias de la m adre de Dios que en.
ella de n u e v a se re v e la n , excedan quanto pudo llegar 4
im aginar el ju icio hum an o; porque eso m ism a lo que
concordes predican, esos Padres,, que los. loores de la
m adre de Dios exceden toda humana capacidad. Y por
eso previniéron nuestra adm iración Eutim io {a) y. Andrés
Cretense diciendo : »Íí quid ^ quod nos superat in ea {J M x-
r í a ) divina operata- est g ra tia , nemo.miretur , intuens ad
novum y ^ ineffahiJe, quod in ea peraSium est misteriutn.
ab otwii infinítate infinities infinité exceptum».-
38 Y aun de ser segua la doéirina de los Padres esas
prerogativas de M aría santísima »que les quedáron. ocul
tas » por una parte sobre toda, capacidad hum an a, y por
otra de tan singular g lo ria de la madre de D ios ; se
hace congruentísim o» que en el tiem po oportuno las m a
nifestase el Señor en su Iglesia m ilitante , con expresión
distinta para esa gloria , y por revela cio a para suplir
aque-
S. VII,
(+ ) R a z ó n f o r m a l de la í e v e l a c i o n , y s u s g é n e ro s.
(<?) Supra num, 2 7 .
{b) Caiet, 2. s. q, 17 1. art. t.
entendimiento humano la verdad oculta que quiere m a-
nife.Marlc. L a pasión es ti conocimiento ó inteligencia con
que e l entendimiento humano percibe la verdad que se
le revela. Y como el entendim iento humano tiene tres c a
minos de entender; (a) uno comenzando de algún sen
tido e x te rio r, pagando de allí al sentido común y fanta
sía,- y de aquí al entendim iento; otro com enzando de la
imaginación , componiendo las especies q'ue están en la
fantasía, y pasando de a llí al entendimiento ; y otro c o
menzando del entendimiento mismo ; es consiguiente que
Dios pueda tener estos tres modos de revelar al hom
bre las verdades o c u l t a s , comenzando su acción extra
ordinaria con que las quiere m anifestar, ó de la inmu-<-
tacion del sentido e x te rio r,© d é l a imaginación , ó de la
del entendimiento. Em pero porque muchas veces lo que
D ios intenta manifestar por la inmutación extraordinaria
del sentido e x te rio r, ó d e la imaginación , no llega á la
inteligencia {b) de la persona en quien se hace e s a in M
tacion , y la revelación incluye esencialmente inteligen-»-
cia (r) de alguna verdad q u e Dios quiere m anifestar; pa
ra declarar aquellos tres géneros enteramente , toman los
doélores místicos un concepto y nombre mas comuH, que
los comprehenda y adeqüe , y en e es F isión.
40 E l nombre Vision , lo primero se im puso p=ira sig-
niñeas- el aéto del sentido, de la vista ; mas por la digni
dad
T#w. ^
una máxima de San Agustín (c) im portantisim a en esta m a-
IX. te-
(«1 Caiet, in 2. 2. y. 173. 2.
(¿) D iv . A u g . lib. 12. citat. cap, 24.
{d) D iv .A u g u s. í M , cap, jg .
74 P R O L O G O
terìà : e s , que qualquiera vision corporal, ó imaginaria,
siendo de buen espíritu, fuera de lo m aterial que repre
senta à los sentidos , ha de significar por ello otras c o
sas que Dios quiera manifestar ^ y cuya noticia sea útil.
A sí lo afirma y prueba el Santo por estas palabras : Cum
cü'.tem spíritus bonus in hcec visa huinanum spiritum assumiti
(i'it rapit , tiullo modo illas imagines , signa rerum aliarum
esse, duhitandum est^ S earum , quas nosse utile e s t , D ei
enim mams cst^ Y mas abajo (a) vuelve á decir , que sin
esta significación no h a y vision sensible que sea de buen
^spirita : Itaque (dice) bono quidem spíritu assumi spiritum
homlnis ad has videndas imagines^ nisi a liq u ii si^niflccnt, non
Requiérese pues para que la vision corpv')rea ó ima
ginaria pase á Tcvelacion , que el que la recibe, fuera del
cppocimiento de lo m aterial que se ofrece al sentido, ten-
c i n t e l igencia de alguna otra cosa de las que Dios inten,
^a significar por aquellas imágenes. D ixe de alguna otra
cpsa\ porque como advirtió santo Tom ás (b) hablando de
la profecía , puede y suele Dios por unas mismas im á
genes signos intentar significar diversas cosas : y p a
ra que la vision sensible pase á re ve la ció n , no es n ece
sario que e l que la recibe tenga inteligencia de to d a s, si*
no que basta que la tenga de alguna ; pues y a se le m ani
fiesta verdad oculta.
43 Para declarar mas la doéirina dada con exemplos,
se ha de advertir , que la vision corpórea é im aginaria
puede s e r , ó de palabras -jensibles, ó d e otras imágenes
ordenadas para significar lo que Dios quiere. Si son de p a-
la-
§. VIII.
S. IX.
i ii a
íG À L /E A T a to s
evidencia en los primeros , á quien fué inmediatamente
•revelada la doctrina de nuestra fe ; sienten , que ea
aquella iluminación exp e rim e n ta l, y sabor intim o que los
santos ponen por medio d.e discernir las revelaciones,
está sigoiñcada la lu z y noticia evidente dicha. Em pero
»el Padre Suarez (a) y o tr o s , que tienen , que regular
mente no se concedió à todos los profetas santos aque
lla evidencia en sus revelaciones , no pueden ser de ese
sentir ; porgue -los santos y doctores místicos ponen
aquella iluminación y sabor , com o freqüente en las aN
mas santas ilustradas , y com o el regular y ordinario
m e d io de las ique tienen discreción del espíritu propio;
•y así parece preciso lo „pongan del segundo modo exp*i-
^cado. .L a sentencia mas autorizada que se tom a de San
Agustin , (é) y en que <concuerdan Santo Tom ás , (í*)
y Escoto es , que Dios de hecho regularm ente concedió
aquella luz evidente á j»us santos profetas ; en c u y a
conform idad no tiene iivconveniente el decir >, que de he
ch o la.con ced e D ios ahora á algunos santos ó alm as
de su especial agrado. Y lo que convence bien e l Padre
Suarez ,es,, que puede D io s , sin aquella lu z evidente
tque necesite al asenso , certificar á sus verdaderos p ro t
-fetas de la verdad de «us -revelaciones , proponiéndolea
interiormente motivos 4 e credibilidad que las hagan evi*
dentemente creibles. Y porque estos motivos interiores se
han de reducir ptecisam ente á ias operaciones de eaten<^
O
(ç).(^) D iv , A ug .
3« 24.
de veritaf, art.
Ojtoné d.
cmt. £enK
ánic^ númt
i¿ 6 P R Ó L O G O
'áim iento y voluntad que siente el alm% en la elevación,
y cabe m uy b iea que los santos los declarasen por la
íhim inacion expeirimental y sabor intüna » 'declararém os
^aisi ' calidades que Ijaa de tener estos sentimientos según
l a doctrina de lo s santós , para haqex credibilidad sufi
ciente de que la revelación es divina^
^ 4 E s cierto pnes que para este genero de discreción
d e l propio espíritu <Ju.e buscamos es precisamente nece-
^aiíio 'aquel conociírñento reílexo ó noticia experim ental
de todas las operacioaes , a sí d e l entendimiénto » com a
^e la voluptad , que el alm a e xercita en ía eievácion,
quanto, i su existencia , percepción de objetos y m odo,
en la forma que arriba decbrarrtos », hora sea fu ra m e n
te natural ,, hora ayüdádo sóbrenaturalmerite por la lu z
á iy in a jo rq u e la s operaciones y mòdo de ellas que por
se experimentan , soa las circunstancias de la ilumina-
fion , directa y sabor , que ' h a c e a m otivo suficiente de
Cíédibilidad de ser las revelaciones, divinas » y consigirien-*
te experimentadas , constituyen á esa iluminación y sabor
en razón, de m edio suficiente de discernirlas de las ilusa*
lias.. Veam os pues, y a que circunstancias son. esas seguá
tas doctrinas d e lo s sántos«.
6$ L as circunstancias que ¡nniediatamfenté calificán
¿ e 4i^ÍQa la ilum inácioa d ire cta , que es la m ism a 're v e
lación 6: inteligencia d é l a visión ^ fe d u ce n lo s místicos á
is te b reve com pendio (a) Quóíí repente: f i P & ñon 'est
in p e s t a t e animee tarrt: non httendere ^ ac brevissima mor
tvìarrm ìtu àocet y ^ aà-rnagna fortificata, Hácese d e 'r e
pente ^ d e ta i-sB ^ tc i e ’ lley^ là atpntion y' voIuntÈrd., quc
. . ■ ^ • n o
ti
tu ra V San Bernardo (a) seoaló los efeéios c r ^ue mas fre
quentemente se conoce naeer el exceso a ftftiv o de dulzu
ra del di vico amor , diciendo : Pius samé ttffe^us , ^
pttiMS amore sa len s, ® süfi&ee devationis in fv sio , etUm &
vebemtnti spiritus repletus zelo , fton pìanè aliundè , quam
€ celia vinaria repcrtantur : E l piadoso aftélo , el pecha
encendido en am er , la infusión de la devocion sa n ta , y
el esp h im lleno de vehemente zelo que sienten en el ex
ceso a ftftivo , es llano que no se traen , sino de la bode
ga de el adovado vino de la caridad.
69 E l Seráfico D c ílo r San Buenaventura (^). advierte,
que la causa de perm itir Dios que el demonio engañe co a
sabores y dulzuras extraordinarias en la fo im a arriba d i
ch a á algunas personas contem plativas, tenidas por espi
rituales , es la soberbia , que tomando ocasion de la vir
da espiritual , incautamente conciben : Qaia aliqui contemt^
p ia tiv i aJiquando de se nimis prccsumuni , aliosque contem-
ttunt , & credunt, se V eo esse proxim os, cum tamen sint
per superbia}» ah eo- nimis elongati - ideò diahoius pater su
perbii^ banc petestatem in tos accipit , ut talihus delicijs
iilos decipere possit. E l presumir de, sí menospreciar á
los otros , pensar que son algo no siendo nada , creerse
m u y cercanos á D ios , estando m uy léjos de él por la
soberbia , es la causa de que el demonio , padre de es^
soberbia , á que se alistáron , tenga poder de engañarlos
con mentidas delicias tan ciegam ente , que no disciernan
su daño aun por los medios señalados. Por eso los santos,
(¿•) y d ofíores m ístico s, com o m edio de toda segurid'^tí.
mieh-'
S. X.
u p JIM
230 P R O L O G O
minaban y hablaban intelectuarlmente , al modo^que los án
geles iluminan, y hablan unos á otros. T odas est^s visio
nes (dice) que eran claras unas mas que otras. Y porque
no siempre estaba en aqirella eminencia , d iee en el núm .
19. Descendía á otro estade'inferior ^ que'tenia-de ordina-
r i o , en que usaba de ¡a substancia y hábito de la luz, aun
que no de toda, su, claridad,'^ habiendo deciaxadola calid ad
y efeélos de esa l u z , co n clu ye en- d , 25. Visiones
corporeas en estos tiempos y estados tengo: muy pocas, veces\
pero algunas imaginarias si": T estas son en grado mucho
mas inferior á, todos los que te*rgo d ich os, que son muy su-
p efio res y, espirituales , ó inteleSiuales. E sto es lo que d e
c la ra de la substancia, ó naturaleza, de las. visiones que t e
nia. ^
77 Quanto 4 la reflexión que'hacia sobre, e lla s , lo p ri
m ero consta de su narración la di^crecion que tenia de
sus g é n e ro s , diferenciando con toda dÍ5tincion las que eran,
inteleétuales de las que no lo eran ^ y. conociendo el g ra
d o , 6 grados de superioridad que tenian unas sobre otras.
Si este conocim iento era evidente ó claro no lo expresa;
p eto parece que insinúa que si en las visiones intelectua
les ; pues dá á entender , que en la. misma, visión y con
la misma luz conocia estas diferencias. E n el nVimero, «3.
hablando de la visión de las criaturas en D io s , dice
conoce ser mas superior la vista ó conocimiento de.l mismo Se-
fb r i^c. Y en el núm, 22. hablando de la visión d é lo s ánge-
k s en sí m ism o s, dice : Desciendo algún grado mas in
ferior ^y también conozco esto. L o segundo consta de esa
m h m a n a rra ció n , que hacia juicio de que todas esas visio
nes y revehcibne« eran verdaderam ente d iv in a s,, sin que
se* reconozca que ea esto tuviese lezelo. A cerca de la c a
li-
G A L E A T O . 23t
lidad de este ju ic io , hablando de aqnellas visiones a ltís i
mas , y de las revelaciones que en ellas te n ia , dioe en el
número i g . t)onde se conoce a l Señor con tanta cla rid a d y
certeza , que no dexa duda alguna de lo que se entiende,
Pero primero y mejor se conoce ser D io s e l que está pre*
sen te, que se entienda todo lo que su M agestad hahla, Y en
el niímero i8 . habiendo declarado cóm o esas vi'nories eran
en substancia sobre naturales , dice : T esto también se en
tiende y conoce en este estado con la certeza que se
creen ó conocen laS demas cosas divinas. D e donde parece
declara , que el juicio que tenia de que estas visiones eran
sobrenaturales y d iv in a s, era evidente, y consiguientem en
te que las revelaciones que en 'ella recibía , tenían e v i
dencia m attestante. Hablando de las otras visiones inte
lectuales con que conocía á la m adre de Dios y á los án
geles en sí m ism os, dice e n e i num ero 24. Entiendo y co
nozco el modo de enseñarme , hablarme é ilu stra rm e, que es
semejante y á la manera que los mismos ángeles se dan luz,
comunican y hablan unos á otros , y alumbran los superio
res á 'h s inferióres. E l Señor dà esta lúa como primera cau*
sa ; pero de aquella participada, que esta Reyna goza coh
tanta p lenitud, la comunica á la parte superidr de la a l
m a , conociendo yo á su A lte z a -, y sus prerogativas y sa
cramentos. del modo que e l átigel inferior conoce lo que h
comunica el superior. Donde aunque no expresa la calid ad
de este coxiocimitr.to reílcxo con que» conocía el modo y
lu z con que se hacían aquellas visio n e s, lo da à entender
diciendo , que en el mismo estado de la visión direéla, te
nia esta reflexa , y el estado lo hace un mismd gènerò
de visiones : con que se insinua , qufe com o las direélas
er^ui c la r a s , lo era la reficxa. D e la& viuones corporeas
Ra (aun-
,301 P R Ó t O G O
(aunque tan p ocas) é im agin arias,, no expresa el mod©- de
reflexión que tenia , sino solo los efeélos que expeFÍníen-
taba. Pero p a r e c e , que diciendo las tenia en los esta4 «s
referidos , tan espiritualizados ,, bastantemente da á e n t ^ -
der las acom pañaba visión intelectual de lo que D ios por
ellas le significaba. Por, lo ménos habían de suceder, en
aquel estado in fe rio r, que dice tenia de o rd in a r io ,, en
que usaba de la substünciay bah'tto de Isí luz ^aunque no
de toda su claridad : y de este dice en el nüra. 21. E n
ía parte stiperhr del espíritu, siempre gozo de una visión y
habitación de p a z \ y conozco. inteleSiualmente todos los m is-
terios y sacramejitos que se me muestran d i la. vida de la
Reyna del ck lo , y otros muchos de- la fe, que_ casi incesan-
temente tengo pre-entes \,a lo menos la luñ, nunca' la pierdo
de vista. P a rtee p re c iso , que por esta visión in teleau al 6r-
d in a m y reflexión á la lu z discerniese la verdad de es
tas visiones sensibles.
78 Q uanto á las señales de-sentim ientos, afedos y e f ^ -
tos interiores que., el alm a experim entaba en todos los g é
neros de visiones referidos, según las que la Venerable M a
dre declara , eran tales , que aunque las visiones y r e v « '
laciones fuesen obscuras , bastarían para hacérselas e vid en
tem ente creíbles. Los sentimientos y efectos que en todas
las visiones, y revelaciones y en cada upa de ellas con se
guridad experim entaba, pone en com pendio en el número
25. diciendo : L o que puedo asegurar es , que en todas las
inteligencias grandes y ’pequeñas , inferiores y superiores di^l
'S e ñ o r , de la V irg en santísima y de los santos ángeles^ en
sodas ellas recibo abundüntísima luz y ds&rina muy prove-
chtsd^ en que veo y conozco la verdad ^ la mayor perfec-
ciiin y sa ntidad: y siento una fu erza y lux divina, que m
comr-
G A L E A T O . T33
còtnpeTé á desear la mayor pureza de Ia alma y la gracia d i i
Señor y morir por ella , y obrar en- todo lo mejor» En
estas palabras ccm petidió toda la d cñ rin a de los satvtos
y doélores místicos arriba puesta , y resumió todo lo que
hasta allí habia dicho d e los efeétos interiores- que experi
mentaba , a s í’ d e las visio n e s, com o d e la luz en que
las recibía > que en todas era una misma en la substan
cia. Y así para que se haga juic 4o d é l a confórm idad con
aquella doétrina , y consiguientem ente de la suficiencia de
los m< tivos de credibilidad propondré lo que la V en e
rable M adre dice el m ism o órden que arriba puse
lo que los santos y dcétores enseñan.
79 Quanto á la ilum inación direéta : D e l hacerse de
r e p e n te , d ic e en d núm. i 8 . hablando d e la caUdad de
la luz : D e improviso enseña rftucbo ^ y reduce el corazcn,.
De obligar á -la atención , dice d e la misma lu z en la
introducción , núm. 16.' M e llevaba y ' compelía fu erte,
y -suavemente a l conocimiento del ser de D ios , dé su- bcn^
dad y & c . Y luego com ando ' s u r efeétos , dice : E"! prim e
ro , llevándose toda mi- atención y^ vo lm ta d . Y ’ en el o. 2,
n. 17. Siéntese una habla intima \ continuada y viva , que
hace atender ■
á 'tod o-lo 'q u e es ■
divino». Y aun de quando
estaba en la conversación humana , dice en el n. a i. Z w -
go me llama el Señor con*- rigor y fuerza- suave , y me
vuelve á la atención de sus palabras y locuciones. Lo- m a
ch o que enseña d e im proviso e sta lu z - , llenando de ilu
minación inteleétual á la-alm a , así quanto* al ser y per
fecciones de D io s , com o á la condicion de las criaturas,
lo declara alfam en te en los núm. 14 , y 15^ D e sn pure
za y nobleza , quanto á lo fo r m a l, dice en^ el n. 14. S's
tsta inteligencia y- lumen que- aiumbra- , s a n ts , svave , ptt-
roy
134 P R à L O G O
ro y S ù tilf moble y cierto y /¿wp/o. Q uanto I lo que »ense
ña , dice n. 1 5 . ríí-íi claridad se conocen grandes ^mis
terios ; quanto .vale la virtud , y quáti 'preciosa cosa es te^
. nerla y 'Obrarla ; conócese su, perfección y seguridad»"^ en
el núm. ig . Enseña con distinción el bien y el mal \ lo
encumbrado y lo profundo \ la longitud y latitud ; e l mun
do y-su :estado y su disposición , sus engaños ^ sus fa b u la -
ciones y 'falacias de sus moradores y amadores ; y sobre
todo me enseña á hollarlo y pisarlo , y levantarme a l S e -
ñor , ■
mirándole como supremo Dueño y Gobernador de todo»
Y quán discseta y pnidentem etite la enseñaba esta lu z,
d eclara en el m ism o núm. 19. Y en e l a i dice : D dn-
me esta Iu:í ^ no para que declare mi sacramento en:p a r t i'
cular , sino para que con 'prudencia y sabiduría use de
éL D e la fuerza y eficacia de la ilum inación , d ice g e -
.neralm ente en el 'Q ue hace amar el ■
bien -^ y re
probar el-m al. Q ’ianto á la prosecución del b ie n -, d ice
en el n\yx\. T este conocimiento'hace'una 'fuer&a suaDe^
fu erte <y.eficaz p ara 'a m ar ^ servir y obedecer al A ltísim o ,
Q uanto á U fuga del m al , dice en el núm. iS* -Reduce
e l corazon-^ y con 'fu e rz a 'poderosa lo lleva y aparta de
lo engañoso. y en lo ‘qual. ^ mirandolo á .esta l u z s e halla
una inmensidad de amargura. De uno y otro , y d e la
v is o r ia de las pasiones , d ice n. i$ . Siéntese una virtud
y fu erza y que compéle .á lo bueno y y hace oposicion y pug
na con lo malo y y con las pasiones - muchas^veces las
vence, \ . á t \z, división que hace de la alm a y espíritu,
d ice en el n. 16. D e x a desiena la parte inferior ^y quan
do la. v u éh e á buscar , es para, perfeccionarla ^ reform an
do y ^om o'degsllando-estos ■
animales apetitos de las p a sio-
. 'fíejT.‘: T s i ‘ ta l ~^ez se quieren revelar - ^ lo s . arroja e l aUm
con
G A L E A T O . . 135
cofu: vekcídad*. Yi úitim araeíite e n . el n .. 2 .. pone< tcdos sus
efectos- d iciecd o Que, s€. siente- urta luz:, que. alumbra el
entendmieiito, e reduce, á leu voìuntaà rchèlde.^ quietündo\ en~
direzando gtbemanáo:-^ y JhirHAndúi ttda Ja república, de Jos
sentidos ■interiores^ y exteriores , . rtfídierido á toda Ja
criatura., parac eJ. agrado y. voluntad del. A ltísim o y}
buscar^ e n . to do-, solo, su gltria. y bcnra,.
8o. Quanto^ a l sabor. íutim o ó. dulzura espiritual que
siente e l.a lm a .e n i la elevación ^.dice hablando de las - que
tenia , n .. deleyte. y} alegría. Y '
e n .e l n ,. 17. que-, el g.czár d c-cqu ella. altísim a , es propia"'
mente, e s ta r en,, loss atrios, de. Ja. casa del Señor. .Y en el i
n .. 23.- que los: efectos de la vista, ó conocim iento del Se-
ñori son. dulcísimos; itícfobles. .L a p u reza;d e esta- dulzura^,
y lo extraordinario, de. ella » , declara; enr el n ,- i s * S i el^
(Urna, goza de:esta.^lu»^y^vista.e y no., la pierde.^ no.es ven
cida. ;. porque, la . da i ánimo^, .fervor, , . seguridad y alegría: -.
cttidadosa y , solicita llama, y levanta: , da. ligereza:-y^ brio^ ,
llevando tras de s í lo rsuperior de^ ¡a alm a.á lo in ferio r, y
aun. el cuerpo. se aligera y : queda ; como ■
*espiritualizado ■por
aquel: tiempo , suspendiendo, su gravámen.x y peso.- T como e l '
alma .conoce.y siente.-estos/dulcesieffdtos.\..con^.amoroso afee- -
to dice.' al A ltísim o : . Trabe.,, m e .p p st.te ., y . csrreréfios.jun--
tos ; porque, unida' con.^ su., amado-..,, no siente, las ■oper aciO'
fies terrenas.. T dexánd^se» Uevarr detestos^unguentos de^ su .
querido- , viene, á estar: mas donde, ama.., ^que^. donde anima. -
Bien se d e c la r a ., que. estos d eleytes son% puramente de
D io s y en Dios , y nacidos de altísim a, caridad en aque* •
lia p e rfe cció n . que la describió San Buenaventura , y por
eso co n clu ye c o a esta causal i Porque, y a ’ no- vivo yo , p«^
r» vive Cbristo en mi.. Y quán' apartados.*sean , no ■solo
Ú9
ig S P R Ó L O G O
d e im puridad , sino de cosas terren as, y tom ados en el
f'.tiro del puro am or d iv in o , d eclara en el n. i8 . dicien
do : *5*^ esto momentáneo , ^ corriendo ., huye U
aimai a l sagrado y refugio de la verdad eterna , y entra
en la bodega del adovado vino , -donde ordena e l A l-
'to en mí la caridad. Ocras circunstancias que acom pañaft
la dulzura , pone en e li i. 2. diciendo , se siente una vir^
t u i de lo alto , fu erte , suave ^ eficdz y dulce. N en e l n,
23. d eclara la tra n q u ilid a d , seguridad , descanso,y satis
facción que goza el alm a en esta altura : E n este cono-
cimiento (dice) quédala criatura mas abundante, y adequa-
damente llena de gozo , que la llena de mas virtud y satis^
facción , y queda como en e l descanso de su centro ; porque
quanto es mas intele&ual , y ménos corporeo é imaginarh,
es la luz mas fu erte , y los efeSlos mas altos , mayor la
substancia y certeza que se siente^
■81 Q uanto á la señal fundam ental d e la hum ildad:
quando la V . M adre se determ inó á obedecer a l Se«or en
escribir esta o b r a , venciendo la resistencia que su hum il
dad y -te m o r hacian , protestó delante de su M agestad,
y su m adre santísima tres cosas á que en t o ia e lla habia
de atender : L a primera (dixo) que se conozca la profun
da reverencia que se debe á "Dios eterno , y cómo se ha de
huanillar y abatir mas la criatura quando su inmensa M a *
gestad se humana mas con e lla ; y que el efeSio de tos ma*
yares favores y beneficios ha i í ser mayor temor , reveren
cia , atención y humildad. A sí I0 refiere en jel n. 8. y .pues
ta Ja segunda , prosigue : L a tercera que quien gobierna
mi alma , y todo e l mundo si fuere conveniente, conozcan
■mi poquedad y vileza y e l mal retorno que doy de lo que
^Ycciba. £ sto s son J o s foindaxnentos sobre «que se levantó U
a l-
altura de la lu z , cn que recibiéron los secretos de la v i
da de la madre de Dios ; esta ia atención con que se es
cribió fcu H iitoria , hum illarse , y abatirse mas y mas la
Escritora en la presencia d el Señor , y desear el menos'
precio y desestimación piopìa en los ojos de todas las criatu
ras. Tam bién declara cóm o acompañaban á la luz aque
llas opei aciones inieriorcs de la verdadera humildad,
que pusimos arriba. D e la aHÍquilacton , dice en
el núm. 3> L os efeo o s de estas palabras eran en m í f i e -
chas de dulce amor , de admiración, reverencia , temor y co'
nocimiento de mis pecados y vileza; con que me retiraba, en •
cogía y aniquilaba* Del reconocim iento de sus p ecad o s, y
verdadera contrición de ellos , dice en la Introducción, nú
mero 16. refiriendo los efeélos de la l u z : E l segundo ani •
-quilándome y pagándome con el polvo , demahera que se des-
hacia mi ser y sentía dolor vehementísimo de mis graves pe^
cados , con firme propósito de la enmienda,y de renunciar quan-
"to ei mundo tiene , y levantarme sobre todo lo terreno a l amor
del Señor, Y que esta luz no solo le descubria y red ar
güía los pecados que llam a graves ; pero aun la mas p e
queña culpa ó im perfección , lo dice en el número \ S ie m
pre me da voces y amonesta en rni secreto con fuerza po-^
derosa, para que obre lo m asperfeÜioy puro, ensenándome-
io en todo ; y s i falto , aun en lo mas pequeíío , me repre^
bende sin disimular cosa alguna» D el tem or sa n io , que fué
e l lastre de la navegación de su espíritu, y el que siempre
aseguró sus lu c e s, dice en, el nìttnero 13. Tiespues que ten
g o uso de f azon , he sentido un benefieio del Señor , qus
le juzgo por e l mayor de. ¡os que su liberal mano me ha he-
^bo , y es haberme dado sti alteza un temor intimo y gran*
de de perderle ; y este .me ha provocado y movido á deseaf
Tom. I X . S h
13^ P R Ó L O G O
7ò mejor y 'mas seguro, y siempre obrarlo y pedirlo a l A l .
tùìmo^ que ha crucificndo mis carnes <on esta flecha, por-
'-que nrní sus juicios : y siempre w o con este p a v o r, si p er
deré la amistad del todo Poderoso, y si estoy en. ella. D e
este testimonio consta también la calidad del temor
alentaba la esperanza provocando y moviendo á la alm a
á desear lo m ejor, obrarlo siempre y pedirlo^ L a misma lu z
tque la atem orizaba, mortificaba y reprehendía,al mismo tiempo
la vivificaba , a-motiestaba y com pelía á obrar 1q toejoc en
alentaba esperanza: así lo dice en el n ú w p o ip .. E sta es ¡ust^que
á un mismo tiempo alumbra ferv oriza , enseña , reprehen
de , mortifica y vivifica , llama y detiene , amonesta y com
pele. D e la humiMacion respeí^iva á los próxim os,st-bre
el concepto que manifiesta tenia de sí misma en la In
troducción núm. T. Una muger simple por su condicion la
fnisma ignorancia y fla q u eza , y por sus culpas la mas in^
'digna ; marnerò 3. A mi la mas v il criatura ; y número 4.
Me conozco y confieso por muger débil y sin virtud. Sobre
est'C concepto , d igo , tan baxo de sí misma repetido frequen
tem ente por toda la obra , sin que haya palabra en ella
que no respire h u m ild ad ; dice número 18. el modo con
que en la altu ra de la luz miraba á los próxim os en ca
ridad y hum ildad : M'e compele á que sea padenPey sin en
vidia \ que sea '^henigtia sin -ofender á nadie ; que no sea
toherbta ni ambiciosa \ que no me aire ni piense mal de los
^fót¡simos%, que todo lo sufra y tolere. Ultim am ente la do
cilidad con que se hallaba en la altura de tantas luces
para ser enseñada y corregida , declara en la Introducción
BÚmero 14. donde no solo sugeta quanto dice á la correc
ción de la Iglesia y sus m in istre s, sino que añade: T quiero
fue m prelado. , maestro y confesw sea testigo y censar
de
G A L E A T O . 139
de €sfa dc5iriita que recibo, y también ju e t vigilante y se
vero de como la pongo por obra ó falto- en el cumplimien
to de ella , y de mis obligaciones medidas por este bene^
ficto,
84 Quanto á la iluminación experim ental de lo que re
fiere , com o se ha v iito de los sentim ientos, aFeiflos y ope
raciones que tenia en las visiones, se co lig e los, e x p e ri
mentaba todos , pues de otra forma no parece pudiera de -
d eclararlos, diferenciarlos y explicarlos con tanta distin
ción ; y aun de la misma relación consta los refiere com o
experimentados. Que esta experiencia no fuese solo natural,
sino h ,ch a por especial iluminación d iv in a , lo da bastante
mente á entender ^en el número 24. hablando de los medios
por donde se certificaba d e la verdad de la visión, dice:
También se cotwce por la dodírina que enseña , y por la
cacia que 'tiene y por otras condiciones que se sienten y g u s-
tan de la pureza , alteza y verdad de la v isión ; donde na •
da impuro obscuro,, fa ls o ó sospechoso se reconoce ; y nada
santo, limpio y verdadero se dexa de reconocer. D onde se
v e , que en la misma lu z que recib ia la v isió n , sentía y
gustaba todas sus 'circunstancias ; y experim entándolas
todas., n in g u n a recÓBOcia que la hiciese sospechosa ; y r e
conocía quaiitas califican á las visiones p>r divinas Y rpas
claro en el número 17. Siéntese aquí por cierto modo en
todas las operaciones santas y inovimientos la asistencia d el
E spiritu de Christo , que es D ios , y es vida de la alma^
conociéndose en el ferv or , en el deseo , en la lu z , en la efi
cacia para obrar una fu erza interior que solo U ios la p u f
de hacer.
83 E ste es el testim onio que dá la Venerable M ad re
d e la lu z y n>odo con que recibió lo que escribió en es-
S2 ta
140 . P R Ó L O G O
ta H istoria. D e él mismo se p ru e b a , que n© padeció en
gaño en el cotiocim iento d el género , calidad y efectos de
las visiones y revelaciones de que se compone y afirma re
cibió de Dios ; y que así ese testimonio no tiene la e x ce p
ción de engañarse quien la dió. Que no padeciese engaño
en el conociiaiento del género de las visiones, se prue
b a ; porque según lo q u e dice de e lla s, es preciso fuesen
tan pura y claram en te inteleéluales lasqu e asegura lo eran,
que no cabe el engaño de a lu cin arse, teniendo tan asegu
radam ente á algunas imaginarias por inteletìuales de aquella
pureza y em inencia ; principalm ente estando la persona que
las recibió , tan capaz^ en la doctrina común de la natu
raleza y diferencia de las visiones , y en. los principios g e
nerales de discernirlas, como consta estaba ia Venerable M a
d re , por lo que de esa m ateria repetidas veces con em i
nencia esciibe. Q u e tam poco lo p ile c ie s e en el conoci
m iento de la calidad de ser divinas y sobrenaturales; quan
to. á aquellas de que afirma .que conocía ser Dios el
que estaba presente , y el que la hablaba con tanta clarid ad
y c e rte z a , que no dexaba duda a lg u n a , y que conccia ser
sobrenaturales, ó con la certeza que se creen 6 conocen las
dem as divinas , par-ece llano , pues en el conocim ien
c o s ü s
S. XI.
S. XI.
.{a) -Leon. Lss^. (i^ud V ctr, Lcw seU disp. Apolçg* dç S,,
D ionis, in B ibliot. P P. edi£.'Cohn* tom. i.
(b) E x S., Bítsi!* in examer. c, ,3. p o st mcdkmu
{c) iJia^ llie r .e p is , 1 0 3 , îïîî tonú 3,
,{d) S . Isid. iib .2 . etymol, cap, 2^, ^
.(c) D iv . A g u st. d^ dodi. Chris. Ub. 4 . c* 6,
' (/ ) P etr. A u r . in B rev ia r, stíc. S c t ip»
146 P R Ó L O G O
d o lo com pendiò con brevedad Cíisioáo'CQ:{a)ycriptura multis
moitsgenera suce locutionìs exercet; definitionibus susccinta, sche”
matibuf decora^ verborum proprìetatibus signâta ^syllogismwum
compiexìonìbus expedita , disciplinis rutilans.Ho son pues e x tra
ñas al modo de hablar d ivin o aquellas calidades , sino ànces
señales de su em in en cia, por verse allí en su nativa h e r
m osura, sin el engañoso cotorido con que la vanidad h u -
m in a , intentando h erm o se a rla s, las afea. Dos géneros de
eloqüencia distingue acertadam ente A gustino, (¿) una a fe y -
tada y pom posa; otra sólida ^autorizada y llanam ente d i
vina. C o n esta habláron los que escribiéron com o in síru '
mentos de D io s : n i les era decente á ellos otra , ni oíros
á esta: Hac iiU locuti sunt (dice) nec ipsos decet alia , nec
tílios ipsa. Repárese cn la eloqiiencia de esta H istoria , y
se hallarán en ellas las calidades que notó A gustino en
la de los E scritores divinos. M írese la autoridad y m ages
tad de decir decente á D io s , quando se introduce h ab lar
alguna persona divina : m irese la resp ed iva á las perso
gas quando h a b la n , ó la m adre de D io s, ó los santos
ángeles : atiéndase en toda la o b r a , resped o del fin , lo
só lid o ; resp ed o de las c o sa s, tie m p o s , ocasio n es, sucesos
y personas lo decoroso ; y se hallará una sim ilitud ma
ravillo sa á la locucion de la sagrada E scritura. Asim ilase
tanto á esta locucion d ivina la que en esta Historia se m i-
T a , que en m uchas partes de ella se encuentran parágra
fos en teros, com puestos de ptlabras y textos de la sagra
d a E scritu ra en corriente fr a s e , sin que se perciba divex-
áidad que disuene , com o se puede experim entar le y é n d o
los
Il a
terís , inaudítaque pangeret verha , etiam & “mirificum cra~
-tionis -contextum , quo illa ipsa exponeret , suppeditavit.
89 N o escuso referir aquí en confirm ación de este pen
sar lo que le sucedió á la Venerable M ad re -en aprobación
-de ese estilo. C ontarélo com o lo recibí de su confesor,
varón de todo crédito. Quando la Sierva d e D ios o b lig a
d a de la obediencia , habia d e escribir segunda v e z la
H istória , el Reverendísim o Padre F ra y Pedro M añero,
■que á la sazón era M inistro G eneral de la Órden , y te
nía noticia de la alteza d el estilo y uso de términos esco
lásticos con que la prim era v e z la habia escrito , la d i
xo , era de parecer que cscusasc el uso de esos términos,
escribiéndola ea otros mas llanos y mas acom odados á la
vulgar ánteligencia ; pues p o r este medio sería tnas copio
so el fruto , y se atajarían algunos inconvenientes. Pero
aunque estaba en este ju icio de la prudencia humana , no
se atrevió á m eter la mano en lo santo , ni ordenar á
su Sábdita , que conocía rendidam ente obediente., la e x e
cucion de su parecer , solo la mandó k> consultase con
D io s.-P o r obediencia pues consultó la Venerable M ad re al
Señor este didám en ; y su M agestad dív.ína la respondió
estas palabras : „ N o tienen los hombres en este estado
-rt otros térm in os,, con que se puedan significar los m iste-
« rios que te manifiesto con expresión mas distinta -, por
s» eso se te dan e s to s ; si tuvieran otros mas aptos para
»> ese fin , esos se te d ie ra n .” N o solo esta divina r e s
puesta , sino también e l modo con que se ven en esta
H istoria usados estos términos , m uestra gue ese uso fué
disposición del Aitísím o ; porque de ta l su erte-se hallan en
f^I herm anadas con la llaneza la altu ra., con la em inencia
4 a clarid ad , q u e ‘lu el iliterato dexe de entender la sen-
te a -
G A L E A T O . 15^1
te n d a , r í el sábia pueda m ejorar la frase ; con que l a
obra es tan adm irablem ente piara todos » qu e con un. m is
m o estilo el doélo se h alla con ven cid a , y el indoéto en
señado. E stas m aravillas solo á Dios reconocen por Autor*
D e^la elocucion de la sagrada E scritu ra ^ porque se aco
m oda á la inteligencia de todos » dixo San Isidoro Pelusio-
ta ; (fl) Qaoniam autem y ^ omnium curam suscepit y inde, dar
Ttssime demonstratur » Divinam esse ^ atque coelestem,.
90 O tra oposicioa podría alguna hacer co n tra e l estilo
porque en las doélrinas que á cada cap ítu lo se siguen ^ se
hallan m uchas vece& repetidas unas m ism as j sefatenclas^
que parece ociosa superfluidad ; y si á esta aborrece aun
la naturaleza en sus obras » m ucho m as la excluirá e l
A u to r de la gracia de sus palabras. P era esta oposicion^
qutí siglos ha hizo la ignorancia p resu m id a á la s divin as
letras , la tienen con evidencia ven cida los doélores c a -
tóhcos. M u y de nuestro propósito C asiodoro : In S c r ip t
turis ianñis. nimietas non arguitur ^ sed magis .importunità^
crebra laudatur. E t meritò^ quia quanto notitia rerum
lutarium plus d ia tu r , tanto amplius credentihus ^ atqus^
operantibus aterna vita prastatur^ N o es e n lo s escritos
santos la repetición de la d o d rin a v ic io que se pueda re“
prehender , sino virtud que se debe alabar ; pues siendo
la d o d rin a que en ellos se d a tan im p o rtan te para la
eterna sa lu d ., el m edio de ra d ica r su n o tic ia é inclinar
ú su observancia , nunca pu^de ser ocioso y sino siempre
gn nuestra fragilidad gravem ente necesario. Persuádem e
que el que leyere esta Historia , m e culpará de co rto en
lo que he dicho d e su estilo. S. XII.
P rin c ip io s p o r p a r t e d e l eficien te ia s t r ü m e n t a k
G A L E A T O .
de Agreda. -Llevóse desde allí á M adrid , quando el R e
verendísimo G eneral hizo la jun ta arriba referida ; .y en
£lla se confirió palabra por palabra , con el trasunto por
donde se habia de im prim ir con tan escrupulosa exáccion,
que aun s i alguna palabra , por -descuido del amanuense»
estaba traspuesta en el traslado sin variación de senti
d o , se restituia al lugar que en el original tiene. De
s'jerte , que toda la H istoria com o va im presa , con su
in s c r ip c ió n in tr o d u c c io n e s , divisiones en -partes , libros,
capítulos y números m arginales es á la letra lo mismo
que se halla escrito en el original referido de su mano»
Solo para exornación se afiadiéron los sumarios y citas de
los lugares de E scritu ra que van en la márgen ; al fin de
cada tomo las notas , y en el últim o los Índices., sin in-
trom eter palabra alguna en el texto. Será perpetuo testi-
nionio de esta verdad la compulsa que del mismo original
hizo el Señor O bispo de T arazona , poniendo un traslado
fiel , inserto en el proceso de que arriba se hizo m en
ción. Que la letra de ese original sea de la mano de la
Venerable M adre ^ se hace evidente , confiriéndola con
la de quantas cartas se conservan s u y a s ; que son tantas,
que hacen notoriedad. N i se pueda m aliciar que alguna
persona contrahiciese la letra ; *pues es notorio en el C on
vento , que la misma V enerable M adre , no solp lo re co
noció por suyo , y com o ta l lo com unicó á sus Confeso
res y Prelados para que lo exáminasen , sino que lo hizo
©nquadernar en la form a que está , y lo conservó así en
tre sus papeles hasta que m urió , dexando á sus hijas es
ta preciosa herencia. Y entónces el G en eral lo encerró
¡nevándose la. lla v e y teniéndola eñ su poder , hasta que
envió por él para hacer el exám en referido ; de suerte,
Tom. lAT» V que
P ÌR ó L o G Q
que aun de una leve adición de o tra mano, no* puede ha
ber sospecha.
92 D e este p rin cip ia se prueba urgentem ente , que la
Venerable M adre M aría de ]esus fué quien por si escribió
toda esta H istoria , sin que persona m o rta l en tod o ó en
parte la diétase , ò influyese lo que en ella escribió. Por
que así lo testifica en su pro p ia nombre la E scrito ra por
todo cl discurso de la obra desde el principio al último»
asegurando , que to d a la escribió por luz divina ; por la
qual dice , recibía com unm ente hasta los términos en la
form a que se d ixo arriba * sin mas ínfluxo de persona mor
t a l , que el que significó en estas palabras : (íj) T quando ten
go alguna dificultad en declarar las inteligencias , acudo à
mi maestro y padre espiritual en las materias mas arduas
y d ifíciles. Siendo pues este continuo testim onio n o to ria
m ente de la misma V . M adre , por el principio asentado
de estar toda la H istoria escrita de su letra y en su
nom bre ; no h a y cam ino de negar su verdad , sino
diciendo > que esta criatura de propósito quiso engañar al
m undo en materia tan grave » mintiendo que recibió poc
lu z d ivina lo que alguna persona doCla , intentando el m is
m o engaño» le d id a b a , para que escribiese» ó daba e s
crito para que trasladase. QÍián increíble sea esta tem eridad
d.e una criatura , que desdeque tuvo uso de razón basta que
acabó la vida en seneítud , vivió , en quanto se pudo c o
nocer , perfcétísimamentc sin que jam as se le notase g r a
v e im p e rfe c c ió n , no-^ s necesario ponderarlo ; pues aun
im aginarla no parece puede caber en ánimo, de católico.
Y mas quando ni en esa criatura hubo ignorancia que p a -
lia-
»m
a-
f> bros son preternaturales á la esfera de su autor , por su
S.V X IV , -
'Aa-2 en
(a) . E xo d . ig . V* fto.
(¿>) Judie, 4. vers, 4 .
(c) i, /ieg. i, vers, 18.
[ú(J 4. R e j f. 22, V, 14.
( í) L uc, i, á V. 4 6 .
(/ ) Ihid, á vers, 4 1 .
[^] Luc. *. vers, 36,-
[^J AU or. 2. V.16,
[Q^Tbeop. apud Cor. datum , n. 10^. ~
m P R Ó L O G O
en sola lá casa de FUipo Diácono (a) encontró quatro^ don
cellas hijas suyas que profetizaban- No- es Dios aceptador
de personas ^ y siendo la muger de la» misma, naturaleza
que el varón no le h ab ia de negar, aquellas gracias^ que
Qoncede á é l d e que ella por esa. naturaleza es- igu al
m ente capaz , y no la ponen, ea; superioridad-opuesta á lO’
que pide la. condicion de su sexo. D e aqur dixo Teodoreto:;
(S) M ulier prophetízat-^ quia virorum ^ ac mulierum eadem
f s t natura. Nam ex A dam form ata e s l multéis ^S particepS'
rationis effedla.ySicut á? Ule,. In Cbristo.non. est maseulus^.&
fcemina*. N i para esto em baraza la flaqueza del- scxó^ pues
com o dixo bien O rigines , (í^). el m érito ó m ayor disposir
c lo n para re cib ir estas g ra c ia s , no está en la diversidad de
é l ,, sino en la m a yo r pureza de la mente : P r a s ta t
non minimsim consülationern mulierum: sexui (dixo) ne. pro in-
firm itate sexus desperenf etiam; propbetice. gratia capaces se'
f e r i posse: sed, intelliganty quod mereatur banc gratiam pu~
rita s mentís y non. diver sita s sexus;. Y la hazaña de purificar la
mente ,♦correspondiendo fiel á la> divina g ra cia ., no-la obra:
e l sexo ,, sino la virtud , com o enseñó. S., Am brosio : {d). Str«~
m os enim non sexus\ sed. virtus fa c it,. Y es cierto que en;
l a virtu d se puede adalantar la WMger a l varón. D e don
d e co n clu ye santo T o m á s ( e ) q u e por no diferenciarse quan
to á la alm a la m u g er d d varó n , y hallarse á; veces m u
geres en la virtud y pureza del alm a mejores que, m uchos
hom bres,, pueden recibir el doo de profecía y otras gr-acías
semejantes : Quia secundum. rem (dice) in bis^ qucs- sunt m ir-
[fif] A6ior* 21. vers,. 9.
{b), Thod. q . j i . M Ub,. Judie,.
(í*) O rig, in cap, 4. et 5. Jitdic^
[d) San. Am bros. lib,. de viduis,^
*y. Tkom. in 4. dití* 25,.
G A L E A T O :. . i 89>
in£e\ tnuiier.'non. d ifferì' á v iro ,.cu m quandoque^ mulier tuve--
rtiatur. melior quantum ad animam rr.ultis-viris ', ideó- donum-
prophetiíe.', et. alia, bujusmodi- potest accipere,^
i j i í Asentada, la. verdad de ser las m ugeres capaces deV
don de: profécía y ottas^racias' gratis, d a ta s, es conseqiien
cia . lo seaa d e com unicar, privadam ente las verdades
p o r la- sabiduría ciencia, infusa inteligencia eníinenie de
m i-U trios».profecía,.interpretación ú otra'- g ra cia que in
clu y a. revelación, ó .lu z . divina, les fuéron; manifestadas; por
que. siendo' cierta : que-esaS 'gracias' se dan á: uno para e li
b ien y-u tiU d ad id e otros y aun de la Iglesia ,-com o en
tienden. todos-significó, San P a b la cn: aquella^ palabra,.
es.-consiguiente ser le. co n ced a- el decirlas ó»
com unicarU s ; ; pues es ese el único ' m ed ió de ser útiles
cnroS' poTí là. noticia.de. esas verdades,- D é donde Isabel e x --
olamanda-con*. VOZ', grande com unicó lo s ' m isterios-que e l'
Iv^in-LUí sa n to ' le- habia: revelado :■ [^] Exclam avit- voc^‘
fnagoq , . e f d i x i t , . ⁣ Y: la^viuda Ana ,.r e c ib id á l à - r e v e
lación de ser. el iiífánie- J.éí^us- el Mesías- prom etido, lá co -
m iiíjicó á todós-lÓR qut: af»irardnb‘a¿i la redetic-ion : [ r ] Loque-
hatur de illa: omnibus',. qui c -.pe&àbant' redéntionem- Isr a e l'.
H olda envió al R e y. su.i profe'cU> pp run ád io d el sacerdote-'
y ministros«.(d)_,Déb'orai y. la., madre.: d è .S àm u él com únicá-
ronv sus ' cánticos* profcticos qoe. despues pusiè ron en la ^
E.soritUra los escrito res: sagjado.s;.Vt parece; c ie rta que M a -
láa; saiítisimaí conaumcaset. el- suyo: á:- los-'Apóstoles^ à Á Sac -
hWr
S. X V .
A d T im M * 3.: V* té.
G A L E A T O. CC7
solo de ai se ven-aquellos-desarm ados : : corregir á
^os catóH cos'en lo que desdice su vid a de su fe pues
po r' todos-los medios de* exhortación avisos , -proposición
de pena y p rem io 'lo s p ro cu ra-co n valentía' re d u c ir'd e el
quebranto de las culpas á la integridad-de la -v id a ajus
tada :■para enseñar en la ju sticia Á los que tratan de v i-
4a espiritual siendo su principal em plco con • el exenaplar
de la pura criatura mas santa ,- c o n reglas , docum entos
y advertencias exádvsimas , iastruir á las alm as en - toda
justicia , en toda honestidad de costumbres , -en toda p e r
fección en toda santidad. D e d o n d e -(n o levem en té) ' se
infiera , - que ‘ fué • dwinafnente ' inspirada, ¥■de aí ’ se le p o
dia tam bién acom odar á la E scritora aquello ' de la Sabi
duría : { a ) . V id e te .^quoniam non- sali mibi laboravi , - seá
Omnibus exquircntibus veritatem,
121 Ocioso seria juntar mas medios- p a r a 'e s ta ' prueba^,
quando estoy persuadido , -q u e -la -h a de h acer notoria 1^
experiencia. Y a s í , d e x a d a s-y a lás p ru ebas, • pu es-las pro--
puestas son claram ente suficientes para form ar ju ic io pru--
dente hunüano de q u c 'e s de Dios lá obra ; me vuelvo á
persuadir á los led ores hagan i a experier.cia-de su u tili,
dad , leyend o está divina H istoria , .n a con • vana curiosi
dad de investigar sus se c re to s , -sino con puYa intención de
percibir sus frutos. Con palabras d e 'S a n Am brosio (¿) os
h a b l o , led ores dodos : H in c smndtis licet'excw pla 'lÁ^en-
à i , ubi tanquam in exémplari magistèria expressa probita^
tis . quid corrigere , quid ejfugere y quid ' tenere ' debeatis ^ os-^
tendurit. T o m a d ,, d ig o ;, de esta H isto ria 'lo s exém pios de
v i-'
P
G A L E A T O . 23^
Jìhrum n ov ìtèr, ac fortuitò invenium , sed á sæculo elee -
tu m , ab A ltissim o prcecogitatum , sibi praparatum, ab àn
g elis servatum , á patribus prafiguratum , à prophetis pro~
mìssum. No penseis, d ig o , que este libro ó Historia es
hijo de la novedad ò del acaso , sino escogido desde los.
siglos para la necesidad de estos tiempos ; dispuesto por es
A ltísim o , que com unicò para escribirlo sus luces ; p re p a
rado para nueva gloria suya ; guardado por los ángeles
que aslstiéron á la execucion del instrumento ; prefigurado
en ias doétrinas de los padres y com o profeticam ente en-
ellas prometido^ D e donde le podemos ap licar lo que del
prim ero dixo e l E clesiástico : (a) Qui audit me, non confun-
detur \ E t qui operantur in me \ non peccabw.t : Q ui éluci
dant tne, vitam aternam habebunt. Hccc omnia liber vita^
Porque en esas palabras se contiene según la interpretación
d e R icard o de Santo Laurencio, (^) quanto se debe recom endar
d e este libro ; la instrucción de los que lo leyeren ; el inte
rés de los que executáren su doétrina ; y el prem io de
los que execu tân d o la, la ensefiáren : F e lix Ule [d ice] qui
gX libro isto quantuìamcumque ìedtionem' quotidie memo
r ia commendabit : E t hoc est , quod dicit liber iste de
se ipso. Q ui audit me , non confundetur. E cce infor-
matio , & pnemium auditorum : E t qui operantur in me;
id est secundum quod doceo , non peccabunt. E ece lu^
crum præcepta buius libri fasientium: Q ui élucidant me,
¥ltam æternam habebunt. E cce preemium doeentium. D i
choso aquel (d ig o c c n palabras de R icard o ) que enoo-
menda-
up!
re cada d ìa á la memoria alguna , aunque c o rta
le c c ió n , de este librò é Historia ; porque fecundado su
entendim iento con tan claras lu c e s , no será confundido.
D ichoso aquel que executare sus d o flrin as; pues siendo
de tan eficaz fuga del m al y prosecución d el bien» no so-
10 no pecará , sino que será perfecto^ Y dichoso e l que
en su execucion las en señ áre, mostrando por sus obras la
eficacia de su enseñanza ; pues e l prem io que le agu ard a,
será la vid a eterna. C eso d e recom endar la obra , que
no dudo ha de agradar por sí misma ; pues á la verd ad
es ocioso , que com o d ix o ^ n o d io : {a) Quasi solerne f a -
cìbus adjuvet^ et mare exigu0‘ h u m o r ìocupìetety. i t a su-
perfluis la bw at impendiis , quf p e r se- pìaciturtn commendata
(a) JÉ nn'à W . 9. 3 * in t it .
I N T R O D U C C I O N
A L A V I D A
DE LA R EY N A DEL CIELO.
DE LA RAZON DE ESCR IBIR LA T OTRAS
hijo.
14 E sta es toda m i pretensión y voluntad : y por es
to
Introducción, 15,
to no escribiré com ó maestra , sino com o discipula ; n o
para e n s e ñ a r s in o para' aprender ; que y a sé han de ca
llar por oficio las mugeres en la Iglesia santa ,• y oír á
los maestros. Pero com oM nstrum ento-de la R eyn a del cie-r
lo manifestaré lo que su M agestad se dignáre enseñarme
y me mandáre : porque’ de recibir el Espíritu que su san
tísimo Hijo prom etió enviar sobre todas las condiciones de
las personas sin excepción , todas las almas son capaces;
y también lo son de manifestarlo en su conveniente mo
do com o lo -recib en , quando la potestad superior lo or
dena c o n . christiana providencia , com o juzgo lo han dis
puesto mis prelados. E l errar y o es posible y comiguien-
te; á m uger ignorante pero no en obedecer , ni tam
poco será de vo lu n tad ; y así me rem ito y sugeto áq u ien
m e guia-, y á la corrección de la santa Iglesia católica»*
á- cuyos ministros acudiré en qualquiera dificultad. Y- quie
r o ’ que mi prelado , maestro- y confesor sea testigo y
censor d e 'e s t a d ó étrin a , que re c ib o , y tam bién ju ez vi
gilante y severo de com o la pongo por o b r a , ó falto en
el cumplimiento de ella , y de mis- obligaciones medidas
por este beneficio.
15. P o r voluntad del Señor , y órden de la obedien-'
eia he escrito segunda v e z esta divina' historia : porque
en la: p rim e ra , com o era la lu z con que conocia sus
misterios^ tan^ abundante y fecunda y. mi cortedad gran
d e , nO‘ bastó la lengua ^ ni alcanzaron los términos , ni
la velocidad de la plum a para: decirlo todo. D exé algu
nas cosas , y con el tiem po y las nuevas' inteligencias m e ■
h allo
t6 ' 'introducción,
hallo mas dispuesta para escribirlas ahora ; aunque siem
pre dexaré de decir mucho de lo que entiendo y he co
nocido ; porque todo nunca es posible. Fuera de e sto , he
conocido otra razón en el Señor , y es que la prim era
-^vez, quando e s c r ib í, me llevaba mucho la atención de
lo m aterial y órden de esta o b r a , y fuéron las tentacio
nes y temores tan grandes , y las tempestades que me
com batian de discursos y sugestiones tan excesivas , de
^que era tem eraria en haber puesto mano en obra tan ar
dua , que me rendí á quem arla : y creo no sin perm i
sión del S e ñ o r, porque en estado ta n turbulento no se
podía dar al alma lo conveniente , y lo que el Altísim o
-quería , escribiendo en mí corazon y grabando en mi
espíritu su dodrina , com o se me manda lo haga ahora»
y puede colegirse del suceso siguiente.
i6 Un dia de la Purificación de nuestra Señ ora, des
pues de haber recibido "Cl santísimo Sacramento , quise
<:elebrar esta santa festividad ( porque cum plía -en ella
años de profesion ) -con hacimiento de gracias y rendido
corazon a l Altísimo , que sin m erecerlo , m e adm itió por
su esposa. Y ál tiem po de exercitar estos afectos, «entí en m i
interior una mudanza eficáz con abundantísima luz , que
me llevab a , y com pelía fuerte y suavemente al conoci
miento del ser de Dios , de su bondad , perfecciones y
atributos , y a l desengaño de mi. propia miseria. Y estos
«bjeios , que á iin lienipo se poniau en aii ^nícndim iea-
;to
t o , me hacían varios efeélos: el p r im e r o , llevándose toda
m i atención y voluntad : y e l segundo , aniquilándome y pe-*
gándome con el polvo i d.e manera que se deshacía m i
ser , y sentía dolor vehementísimo y contrición de m is
graves pecados con firme propósito de la enmienda , y
de renunciar quanto el mundo tiene , y levantarm e so
bre todo lo terreno al amor del Señor, E n estos afec
tos quedaba d esfallecid a, y e l m ayo r dolor era consue
lo , y el morir vivir. E l Señor., apiadándose de m i de-»*
liqüio por sola su njisericordia , me dixo : " N o desm a-
» yes , hija y esposa mia , que para p erd on árte, lávárte y
»purificártc de tus culpas , y o te aplicaré mis infinito»
»merecimientos y la sangre que por tí derramé : aním ate
wá la perfección que deseas con la im itación de la vid a
wde m i madre santísima : escríbala segunda v e i , para que
»pongas lo -que falta , é imprimas eá tu corazón su d o c-
»trina ; y no irrites mas mi justicia , ni desobligues ¿
« m i misericordia , quemando lo que escribieres s porque
»m i indignación no quite de tí la lu z » que sin mere*
wcerla se te ha dado , para conocer y manifertar esto»
»»misterios,
17 L u eg o v i é, la m adre de D ios y de p ie d a d , y m e
dixo ; ” Hija m ia , aun no has sacado e l fruto convenien*
*ne -para tu alma del á rtó l de la vida de mi bistoría
»que has e sc rito , ni llegado 4 la medula de §u substaa-
»»cia 5 n o h a s cogido harto de esfte m a n í escondido , n i
C ha<
« h a s tenido la últim a disposicíc!; í k perfección qué ne-
wcesitabas , para que e l todo Poderoso grabe »é im prim á
»»respeéüvamente en tu alma mis virtudes y perfeccio-
»^nes. Y o te he de dar la qualidad y adorno convenien-
#ite para lo que la divina diestra quiere obrar en tí ; y U
whe pedido que por mi mano é intercesión , y de la abun-
9»dantíslma gracia que me ha com unicado, me dé licen«
«eia para adornarte y componer tu a lm a ,p a ra que v u el-
»vas á escribir mi vida sin atender á lo m aterial ds
»ella , sino á lo form al y substancial, habiéndote pasiva-
»m ente , y sin poner óbice para recibir e l corriente d e
» la divina gracia , que e l todo Poderoso encam inó á m í,
» y que pase á tí la parte , que la voluntad divina dis-
»pusiere. N o la coartes , ni limites por tu poquedad, é
» im p e rfe to proceder. L uego conocí que la m adre d e pie
dad me vestía una vestidura mas blanca que la nieve,
y resplandedente 'que e l so). Y despues m e ciñó con
una cintura riqu ísim a, y dixo : E sta es participad* de
m i pureza. Y pidió ciencia infusa al Señor para adornar-
me coa e l l a , que sirviese de hermosísimos ca b ello s, y otras
dadivas y preseas preciosas, que aunque y o veía eran gran
d e s , conocia ignoraba su valor. Y despues de este ador
no , me dixo la divida Señora : Trabaja fiel y dílígen-
» te por im itarm e y ser perfeAísim a hija mia , engen-
«drada de mi espíritu , criada á m is pechos: Y o te doy
»m i b en d ició n , para que en mi nombre y con m i di«
»reccion y asistencia escribas segunda vezt
Introduccîon* if
x8 T oda esta vid a santísima « para m ayor claridad«
te reduce á tres partes ó libros. £ 1 prim ero será de lo
%ue pertenece y to ca á los quince años primeros de U
R eyn a del cielo , desde su concepción purísima , hasta que
en su virginal vientre tom ó carne hum ana e l V erbo eter
no ; y lo que en estos años obró e l A ltísim o con M a -
yía Santísima. L a segunda parte com prehende e l misterio
d e la E n ca rn a ció n , toda la vida de C hristo nuestro Se
ñ o r , su pasión y m uerte , y ascensión á los cielos , que
fué lo que v iv ió la divina R e yn a con su hijo santísim o, y*
lo que h ito en este tiempo. L a tercera parte será lo res
tante de la vid a de esta m adre de la g r a c ia , despues que
•e quedó sola sin Christo nuestro Redentor en e l mundo,
hasta que llegó la hora de su feliz tránsito, asu n ció n , y oo-
Tonacion en los cielos por E m peratriz de e llo s , para v i
v ir etern am ente, com o hija del Padre , m adre del H ijo , y
esposa del Espíritu santo. Estas tres partes divido en ocho
libros , para que sean mas m anuales, y siem pre obgeto de
m i entendim iento, estímulo de m i vo lu n ta d , y m i medita-»
cio n de dia y noche.
19 Y para declarar en que tiem po escribí esta divina
h isto ria , se h a de advertir, que fundaron este convento de
religiosas descalzas de la purísima Concepción mis Padres F r .
Francisco C o r o n é l, y la m adre Sor Catalina de A ran a, en
su misma casa por disposición y voluntad d iv in a , decla
rada con particular lu z y revelación á m i madre Sor Ca-
Fué la fundación O d a v a de la E p ifa n ía , á trece
C2 de
20 Introducción*.
de 'Enero d el año de 1619/ £1 mismo diá tomaron el
hábito mi m a d re , y dos hijas ^ y mi padre füé á lá' re
ligión de nuestra Seráfico Padre San Francisco con dos hi--
jo s , que y a eran r e lig io s o s d o n d e tom ó el h á b ito , pro
fesó y vivió-, con exem plo de to d o s-, y m u rió ’ santa—
meníe. M i m a d re , y yo-recibiínos e l-v e lo día de la- Pu
rificación de la gran R e y n a ' del- c ie lo , á dos de Febrero;
del año de m il seiscientos y veinte. Y poc no tener edad
bastan te, se dilató la profesíon ■
de lá segunda hija. F a vo
reció el todo Poderoso (- por sola su bondad) nuestra fa
m ilia , en que toda se consagrase al estado religióso; El
a ñ o -o fta v o de la fundación , á los vein te y cinco de mr
e d a d , y del Señor de m il seiscientos y veinte y s ie te , m e
dió la obediencia el oficio de Prelada que o y • indignamen
te-ten g o . Pasaron- diez años dé prelacia , en los quales tu
ve* m uchos' mandatos del Altísim o y de lá gran- R eyn a
d e l- c ie lo , para que ^escribiese su vida sa n tísim a ,, y con
t?mcT y encogimiento, resistí todo ese tiem po á estos ór
denes d iv in o s, hasta e l año de m il seiscientos y treinta j
si*?te, que comencé á escribirla la prim era vez. Y én a c a *
bándola , por los temores y . tribulaciones dichas , y por
consejo de un confesor que me asistia ( en ausencia del
principal que m e gobernaba ) quemé todos los papeles y
otros m u c h o s, así de esta sagrada h isto ria , com o de otras
materias graves y misteriosas ; porque me dixo que las
mugeres no habian de escribir en la santa Iglesia. O bede-
cile pronta , y despues tuve asperísimas reprehensiones de
los
Introducción. 21
los prelados y confesor que 'sa b ía toda m i vida¿ Y dé nue
vo me intimaron cen suras, para que la escribiese otra vez.
Y el Altísim o y lá R e yn a del cielo repitieron nuevosf
naandatos, para que- obedeciese, Y esta segunda vez fué
tan copiosa lá l u z , que d e l’ ser divino t u v e , los benefi
cios que la diestra del Altísim o me com unicó tan abun-
iaantes-( encaminados á que mi pobre alm a se renueve^,y.
vivifique en las enseñanzas de. su divina m a e stra ) las doc--
trinas taji perfectas , y los sacramentos tan en cum brados,,
que es forzoso hacer libro á parte , y será perteneciente
4 la misma, h isto ria: y su título , Leyes, de la. esppsa^ A p i-
frfí de su casto amor; y fru to cogido del arboL de l a . vida
de M a ría santísima señora nuestra,. Y . con el favor divino
empiezo á escribirla en ocho de D iciem bre de m il y seis
cientos y . cincuenta y cinco dia de la purísima iíim.^cu-
lada Concepción.
a i M ís t ic a C íc d a » d e D io t.
P R I M E R A P A R T E
DE LA VIDA Y sa c r a m e n t o s DELA
R E Y N A D E L C I E L O ;
YLOQUEELALTÍSIM
OOBRÓENESTAPU-
ra criatura desde su Inm aculada Conoepcion hasta que en sus
virgíneas entrañas tomó carne hum ana el V erbo , y los fa
vores que la hizo en estos primeros quince a n o s, y
lo m ucho que por -sí m ism a adquirió con la di
vina gracia.
L IJ B R O R I M E RO.
CAPITULO PRIMERa
D E DOS P A R T IC U L A R E S V I S I O N E S QUE E Z ,
Señor mostró á mi alma y otras inteligencias y miste ,
,
rios que me compelían Á alexarme de lo terreno le- ,
vantando mi espíritu y habitación sobre la fierran
se
P r i m e r a P a r t e , L i b r o I. C a p . L 27
je descubriese lo que la inteligencia ir.e manifestaba por
sacramento escondido, Y á este m i deseo se m e respondió :
‘ G tcd ece , alm a , á lo que te se amonesta y manda; des
anúdate de tí misma y se te desci:brirá.'^ Propuse enmen
dar mi vid a , y vencer mis apetitos ; lloraba con suspi
ros y gemidos de lo íntim o de m i alm a , porque se me
inanifcstase este bien. Y com o lo iba proponiendo, se Íb3
corriendo e l velo que encubria m i tesoro. Corrióse pues
del todo , y viéron mis ojos interiores lo que no sabré d e
c ir ni manifestar con palabras. V i una gran señal en el c ie
lo y signo m isterioso; v i una M u g e r , una Señora y R e y n a
herm osísim a, coronada de estrellas., vestida d el sol, y la lu
na á sus pies- D ixéronm e ■
los santos á n g e le s : E sta es
»^aquella dichosa M u g e r , que v ió San Juan en e l A p o ca -
•»lipsis, y donde están encerrados depositados y sellados
»?los misterios m aravillosos d e la redención. Favoreció tan
a t e e l A ltísim o y todo Poderoso á esta c ria tu ra , que á sus
*>espíritus nos causa adm iración. A tiende y m ira sus exce-
»ílencias; e s c r le la s , que para esto’, despues de lo que á
*'tí te conviene , se te manifiesta.” Y o conocí tantas mara
villa s , que la abundancia m e en m u d ece, y la adm iración
i r e suspende , y aun en la v id a m ortal no ju zg o por ca
paces de conocerlas á to d a s las cria tu ra s; y en e l discurso
d e adelante lo iré declarando.
6 O tro d ia en tiem po de quietud y serenidad en esta
misma habitación que d ig o , o í una voz del Altísim o que me
d tc ia ; "E sp o s a m i a , quiero que acabes y a de determinarte
D 2 con
28 M is t ic a C iu d a d de D io s .
íícon veras y m:: busques cuidadosa , y fervorosa me ames,
» y que tu vid a sea m is aagéUca que huTnna , y olvides
«todo lo terreno; quiérote levantar del polvo, como á pobre, y
«com o á necesitada, del estiercol ; y que levantándote yo>
»tú te hum illes, y tu nardo dé suavidad de olor , mién-
»ítras estás en rai presencia; y conociendo tu flaqueza y
» m ise rias, te persuadas que mereces la tribulación y ea
wella la hum illacioa de todo corazon. M ira mi grandeza
» y tu pequeñéz , que so y Justo y Santo , y con equidad
wte aflijo , usando de misericordia y no castiglndote co -
»>mo] mereces. Procura sobre este fundamento de la hu-
s>mildad adquirir las dem as virtudes , p^ira qU2 cum plas
j>mi voluntad , y para que te enseñe , corrija y repre-
9)henda , te señalo por m aestra á m i m adre y Vírgeni
snella te industriará y encam inará tus pasos á m i agrado
« y beneplácito,
7 E staba delante esta R eyn a » quando el A ltísío w
Señor me d is o estas palabras , y no se dedignó la d ivi
na Princesa d e adm itir e l oficio que su M agestad le daba.
A ceptóle benignam ente, y d íxom e: '* Hija m ia , quiero que
«seas mi discipula y co m p añ era, y o seré tu m aestra; pe-
« ro advierte que me has de obedecer con fortaleza , y
«desde este dm no se ha de reconocer en tí resabio d&
«hija d e A dán. M i vida y las obras de mi peregrinación
#?y las m aravillas qué obró e l brazo poderoso del A ltísi-
ffm o conm igo han de ser tu espejo y arancel de tu v i-
Postrème ante este real trono del R e y y R eyn a del
un i-
P im e r a P a r t e , l i b r o [h C a p . 1. ^9
unIver>so, y ofrecí obedecer cn todo , y di gracias al m uy
A lto por el beneficio que m e bacìa lan scbre mis mé"
xitos de darme*! tal am paro y guia. R enové en sus ma
ro s los votos de mi profesion , y ofrecí de nuevo obe
decerla , y cooperar con todas mis fuerzas á la enmienda
ie mi vida, ü íx c m e el Señor : "A d v ie rte y mira. H ícelo,
9>y vi una escala de muchas gradas hermosísima , y con
»ígrande número de ángeles, que la a sistía n , y otros deseen*
íídian y subian por ella. Y díxom e su Mr^gestad : E sta es
»aquella escala de Jacob misteriosa , que es casa de Dios
9>y puerta del cielo : Si te dispusieres y tu vida fuere ta l'
»jque no hallen reprehensión mis o jo s , sijbiras á m í por
wella.”
8 E sta promesa incitaba mi deseo , fervorizaba m i vo*-
iuntad y suspendía m í e sp íritu , y con m uchas lágrim as me
quexaba de ser y o misma grave para m: y pesada. Suspira
b a por el fin de m i cautividad , y por Tiegar á donde no ha^
Óbice que pueda im pedir al am or, Y con estas ansias gas
té algunos d ia s , procurando perficionar m i vida , confe-»
sándqme generalmente de nuevo y reform ando algtinas Im
perfecciones : y siempre se continuaba ía v ista .d e la cs-^
ca la ; pero no entendía su interpretación. H ice muchas pro^
m esas al S e ñ o r, proponiendo de nuevo apartarm e de todo
lo terreno , y tener libre m i voluntad para solo am arle,
6in dexarla inclinar á cosa alguna , aunque sen' pequeña y
sin sospecha ; repudié y negué todo lo fabuloso y vlsibfe*
Y pasados algunos dias en estos afectos y disposición , el
A I"
30 M í s t ic a C iu d a d de D io s .
AUísiino me declaro com o aquella escala era la vida de la
saiitísim i V irgen , sus virtudes y sacramentos. Y su M a
gestad me dixo : " Quiero , esposa m ia , subas por esta es-
«cala de Jacob, y entres por esta puerta del cielo á cono-
» per mis atributos y contem plar en mi D ivinidad : sube pues
» y ca m in a; sube por ella á mí. Estos ángeles que ia asis-
«ten y acompañan son los que y o dediqué para su guarda, de-
»jfensa y guarnición de esta ciudad de Sion; atiende y meditan-
»;do estas virtudes , trabaja por imitarlas’\ Parecióm e que
subía por esta escala , y que conocía la m ayor de las m a
ravillas y prodigio mas inefable del Señor en pura cria tu
ra , la m ayor santidad y perfección de virtudes que ja
más obró e l brazo del Om nipotente. A l fin de la escala veía
al Señor de los señores, y á la R eyna de todo lo criad o , y
mandáronme, que por estos magníficos sacramentos le glorifica
se, alabase, y ensalzase y que escribiese lo que de ellos entendie
se. Púsome el excelso y eminente Señor en estas ta b la s , mejo
res que las de M o y s é s , le y que m editase, y o b servase, escri
ta con su dedo poderoso ; y movió m i voluntad , para que
en su presencia se la manifestase á la purísim a R eyn a de
que vencería mi resistencia , y con su ayuda escribiría su
vida san tísim a, llevando atención á tres cosas. L a prim e
ra que se conozca Ja profunda- reverencia que se debe á
Dios e te r n o , y com o se ha de hum illar y abatir mas la
cria tu ra , quando su inmensa Magestad se humana mas con
e lla ; y que el efecto de los mayores favores y beneficios
ha
P rim era P a r t s , L ibro I. C ap .T. 31
ha de ser m ayor temor , reverencia , aiencíon y humildad*
L a segunda , para que el liiiage h u m a n o , olvidado de su
remedio, advierta y conozca lo que d e te á su R eyn a y madre
de piedad en las obras de la Redención; el amor y reverencia
que ella tuvo á D io s , y el que debemios tener con esta gran
Señora. L a te rc e ra , que quien govierna m í alm a , y todo el
mundo , sí fuere conveniente , ccnozcan m í poquedad y
vileza y el m al retorno que d o y de lo que recibor
9 A este m i deseo m e respondió la V irgen santísima;
^ Hija m ía , el mundo está m uy necesitado d e esta d o c-
« tr in a , porque no s a b e , ni tiene la reverencia debida al
»Señor omnipotente ; y por esta ignorancia la audacia d e
»los m ortales provoca á la rectitud de su justicia para afií-*-
«girlos y o p rim irlo s, y están poseídos de su o lv i d o ,y e s-
»curecidos con sus tin ieb la s, sin saber buscar el rem edía,
»n i atinar con la l u z y esto les viene p o r faltarles el te -
» m o r y reverencia que debían tener^^ EstoS' y otros avisos;
m e dieron e t Altísim o y la R e yn a para manifestarme su
voluntad en esta obra. Y me pareció; tem eridad y poca
caridad conm igo m ism a no ad m itir la doctrina y enseñan-
l a qu e esta gran Señora h a prometido* darm e en e l dis
curso d e su santísima vida y tam poco m e parcci(y con
venia d ila ta ilo para otro tiem po> porque e l A ltísim o m e
m anifestó ser este el oportuno y co n ven ien te, y sobre ello
m e d jx o estas p a la b ra s: H ija m ía, quando y o envié a í mun
i d o á m i U n ig é n ito , estaba e n el peor estado que había te -
»ni*
32 M ís t ic a C iu d a d de D io s .
íjnido desde el p rin cip io , fuera de los pocos que me ser-
»vian , porque la naturaleza humana es tan im perfecta, que
»sino se reduce al govierno interior de mi luz y a l exerci-
»>cÍo de la enseñanza de mis m inistros, sugetándo su pro*
Mpio dictámen , y siguiéndome á m í , que soy cam in o, var
iedad y vida , y giiardándo mis m andam ientos, sin perder
»Mili amistad , dará luego en el profundo de las tinieblas,
» y en ¡numerables miserias de abismo en a b ism o , hasta
»llegar á la obstinación en el pecado. Desde la creación y
»-•pecado del prim er hombre hasta la le y que di á M oy-
se governáron segun sus propias inclinaciones y come-*
«tíéron grandes yerros y pecados. Y aunque despues de la
» ley los hacian por no la obe'decer y así fuéron caminan-
«do , y alexándose mas de la verdad y luz , y llegando
« al estado del sumo o lv id o ; y o con paternal amor envie
«la salud eterna , y la medicina á la naturaleza humana
»para remedio de sus enferm edades in cu rab les, con que
»justifiqué m i causa. Y com o entónces atendí al tiempo,
»que mas resplandeciese esta misericordia ; ahora quiero ha,
»cerles o tra m uy grande , porque es e l tiem po oportuno
»de obrarla , miéntras llegue mi h o r a , en la qual halla**
» rá el mundo tantos c a rg o s , y tan sustanciados sus proce-,
»sos que conocerán la causa justa de m i indignr.cion. E a
»ella manifestaré mi enojo, justicia y equidad y quan biea
»justificada está m i causa. Para mas hacerlo , y porque es el
» tiem p o , en que el atributo de mi misericordia mas so
»ha de m anifestar, y en que quiero que rni anior no es-
»té
P r im e r a Parte , L i b . I, C ap. I. 33
»té ocioso ; ahora quando e l mundo ha llegado i tan desdi-
ech ad o siglo , despues que el V erbo en ca rn ó , y quando I05
»>mortales están mas descuidados de su bien , y ménos le
» b u scan ; quando mas cerca de acabarse el dia de su tran-
íísitoria vida, al poner del sol del tie m p o , y quando se
»llega la noche de la eternidad á los p rescito s; quando
» á los justos les nace el eterno dia sin noche \ quando de
»los m ortales lo s . mas están en las tinieblas de su ign o-
«rancia y c u lp a s , oprimiendo á los ju s to s , y burlando de
»los hijos de D io s ; quando m i le y santa y divina se des-
»precia por la iniqua m ateria de e sta d o , tan o d io sa, co -
« m o enem iga de mi providencia ; quando ménos obligado
»m e tienen los malos ; m irando á los justos que h a y en
»este tiem po para ellos aceptable , quiero abrir á to -
»dos una puerta para que por ella entren á m i misericor**
» d ia , y darles una lu c e rn a , para que se alum bren en las
»tinieblas de su ceguedad : Quiero darles oportuno r e -
» m e d io , si de el se quieren v a le r , para venir á mi gracia;
» y serán m uy dichosos los que le h a lla re n , y bienaventu*
»rados los que conocieren su valor , ricos los que encontra-
»ren con este te s o ro , felices y m uy sabios los que con re -
»verencia le escudriñaren y entendieren sus enigmas, y sa-
» cram en to s: Q uiero que sepan quanto vale la intercesión d e
» la que fué rem edio de sus c u lp a s , dando en sus entrañas
» vid a m ortal al Inmortal. Q uiero que tengan por espejo, don-
»de vean sus in g ra titu d e s,la s obras m aravillosas de mi t.:-
^?deroso brazo con esta pura c ria tu ra , y m ostrarle; n i
E
3^ M ística C iüdai> de D ios.
»que están ocultas por mis altos ju ic io s , de las que hice coa
wla M adre del V erbo/’
IO " E n la prim itiva Iglesia no las manifesté , porque
»son misterios tan magníficos , que se detubieran los fie-
wles en escudriñarlos y ad m irarlos, quando era necesario:
»que la le y de gracia y el Evangelio se estableciese. Y
«aunque todo era com patible ; pero la ignorancia hum ana
Hpudiera padecer algunos rezelos y dudas , quando ta a
»en sus principios estaba la fe de la E ncarn acioa y R e-
»deiicion ,• y los preceptos de la nueva le y E vangélica. Y
»por esto dixo. la persona del V erbo hum anado á sus dís*-
»cípulos en la últim a c e n a : M uchas cosas tenia que deci-^
» r o s ; pero no estáis ahora dispuestos para recibirlas, Ha~
»»■bió en ellos á todo el mundo , que no ha estado dispues-
»to hasta asentar la le y de g r a c ia , y la fe del h ijo , par a
»introducir los misterios y fe de la raadre. Y ahora es m ayor
» la necesidad , y ella me obliga raas que su disposición. Y
wsi nie obligasen reverenciando , creyendo y conociendo
»las m aravillas que en sí encitrra la m adre d e piedad,,
» y si todos solicitasen su intercesión , tendría el mundo,
»algún r e p a r o s i lo. hiciesen de corazon. Y no quiero de-
»xar de ponerles delante esta mística ciudad de refugio:
'»descríbela y dibúxala com o tu cortedad alcanzare. Y no.
»quiero que' sea esta descripción y declaracioa de su vid a
»opiniones , ni contemplaciones , sino la verdad cierta. Los
»que tienen oidos de o i r , o y g a n ; los que tienen s e d ,v e n -
»gan á las aguas vivas , y ^dexen las cisternas disipadas
» lo s ."
P rim e ra P a w te , L ib . L C ap. 1. 35
«los que quieren luz , sigánla hasta e l E sto diee el
Señor Dios omnipotente.
II Estas son las palabras que e l A ltísim o me dixo
en la ocasion que he referido. Y del modo com o recibo
esta doélrina y lu z , y com o conozco al S e ñ o r, diré en
e l capítulo siguiente , cum pliendo con la obediencia , que
m e lo ordena , y para dexar declarado en todas las in
teligencias , y m isericordias, que de este genero re c ib o , J
referiré adelante.
C A P ÍT U L O IL
tos
PíUMERA P a r t e , L ib , 1. Cap,. H.. 39
operaciones terrenas. Y dexándose lleva r del olor de es
tos ungüentos de su querido , viene á estar mas donde ama»
que donde anima. D ex a desierta la parte in fe rio r, y quan
d o la vuelve á buscar , es para p erficio n a rla , reform an
do , y com o degollando estos anim ales apetitos d e las pa
siones : y si ta l vez se quieren r e b e la r , ios arroja el alm a
con velocidad, porque y a no viVo yo , pero C h risto vive en mf*
17 Siéntese aquí por cierto modo en todas las opera
ciones santas y m ovim ientos la asistencia del espíritu de
Christo , que es D io s , y e s vida de la a h n a , conocién
dose en e l fe r v o r , en el d e se o , en la l u z , en la eficacia,
para obrar una fuerza interior que solo D ios la puede hacec^
Siéntese la continuación y virtud de esta lu z y el am or
que causa y una habla íntim a , continuada y v iv a que
hace atender á todo lo- que es d iv in o , y abstrae d e lO'
te rre n o ; en que se manifiesta v iv ir Christo- e n m í, su vir
tu d y l u z , que siempre luce en las. tinieblas. Esto, es
propiamente estar en los atrios, de l a ca sa del Señor, por-^
que está el alm a á la vista ., donde: reverbera la clarid ad
d e la lucerna del cordero*
18 N o digo que es toda la l u z , pero es p a r te ; y es
ta parte es un conocim iento sobre las fuerzas y virtud-
de la ■
criatura. Y para esta vista anima el Altísim o al
entendim iento, dándole una qualidad y lumen para que
esta potencia se proporcione con el co n o cim ien to , que es
sobre sus fuerzas : y esto tam bién se entiende y conoce
e n este estado con la certeza que se creen , ó cono
cen
40 M is t ic a C iu d a d de D ios .
cen las dem as cosas divinas ; pero aquí tam bién acom
paña la f e , y en este estado muestra e l todo Poderoso al
alm a el valor de esta ciencia y lu m b re , que le infunde,
no se puede extinguir su luz : y todos los bienes me
vinieron juntos con ella , y por sus manos una honestidad
de grande precio. E sta lucerna vá delante de m í , ende
rezando mis caminos : aprehendila sin ficción , y deseo co
m unicarla sin e n v id ia , y no esconder su honestidad. E s
participación de D io s , y su uso es buen deleyte y alegría.
D e im proviso enseña m ucho, y reduce el corazon, y con fuerza
poderosa l l e v a , y aparta de lo engañoso ; en lo qual, so-
lo mirándolo á esta lu z , se halla una inmensidad de amar
gura ; con que mas se alexa de esto momentáneo , y cor
riendo h u ye la alm a al sagrado y refugio de la verdad
eterna , y entra en la bodega del adobado v in o , donde
ordena e l m u y A lto en m í la caridad. Y con ella me com
pele á que sea paciente y sin envidia ; que sea benigna
sin ofender á n a d ie; que no sea sobervia ni am biciosa; que
no me a ír e , ni piense m al de los p ró xim o s, que todo lo
sufra y tolere. Siempre me dá v o c e s , y amonesta en m i
secreto con fuerza poderosa, para que obre lo mas santo
y puro , enseñándomelo en todo ; y si falto aun en lo mas
pequeño , me reprehende , sin disimular cosa alguna,
19 E sta es luz que á un mismo tiem po alu m b ra, fer*«
voriza , enseña , reprehende , mortifica y vivifica , llam a y
detiene , amonesta y co m p ele, enseña con distinción el bien
V el m a l, lo encumbrado y lo profundo , la longitud y
la -
P r im e r a P arts , L ib , I. C ap. Ü. 4»
la titu d , el m u n d o , su estado, su disposición, sus engaños^
fabulaciones y falácias de sus moradores y am adores; y
sobre todo me enseña á hollarlo y p isa rlo , y levantarm e
al Señor, mirándole com o supremo Dueño y Governador
de todo. Y en su M agestad veo y conozco la disposición
^ e las cosas , las virtudes de. los elementos , el principio,
medio , y fin de los tiem pos y sus mutaciones y variedad;
■el curso de los a ñ o s, la harmonía de todas las criaturas y
«US qualidades ; todo lo escondido de los h o m b res, sus ope
raciones y pensam ientos, y lo que distan de los d el Se-
%
•ñor ; los peligros en que viven y sus caminos siniestros
por donde corren ; los e sta d o s, go viern o s, su momentánea
firm eza y poca estabilidad ; lo que es todo su principio y
f i n ; lo que tienen de verdad ú de mentira. Todo esto se
v é y conoce en Dios distintam ente con esta l u z , conocien
d o las personas y condiciones. Pero descendiendo á otro
estado mas in fe rio r, y que el alm a tiene de ordinario, en
tjiie usa de la substancia , y hábito_de la l u z , aunque no
•de toda su claridad. E n este hay alguna lim itación de
aquel conocim iento tan alto , y de personas y estad o s, se
cretos y pensamientos que he dicho ; porque aquí en este
lugar inferior no tengo mas conocimiento de lo que basta
para librarm e del peligro y huir de p ecad o , com padecién
dome con verdadera ternura de las personas , sin darme
licencia para hablar con claridad con nadie , ni descubfir
lo que conozco. N i pudiera hacerlo , porque parece quedo
m uda , sino es quando el A utor de estas obras tai vez d i
F Ü-
T ‘4 ’i M/ stica C iudad de D ios .
lic e n c ia , y o rd e n a , que amoneste á algún p ró x im o ; p ero
no ha de ser declarando el m o d o , sino hablando a l cora
zon con razones lla n a s , Usas ^ comunes y ca ú tativa s ea
D io s ; y pedir por estas necesidades, que para esto me lo
enseñan. ' " ‘
20 Y aunque todo esto he cc«ioddo- con c la r id a d , ja
mas el Señor m e ha mostrado el fin malo de ninguna al**
m a , que se h aya condenado. Y ha sido providencia d iv i
na ,, porque es así justo , y no se ha de manifestar la con
denación dC: nadie sin grandes f i n e s y porque si lo cono
ciera , juzgo m uriera de psná. Y fuera efecto del conoci
miento de esta luz , porque es gran lástim a ver que algu
na alma carezca para siempre de Dios. Y le he suplica
do no me muestre alguno que. se condene ; y si pueda
librar con la vida á alguno que esté en pecado- ^ no re
husaré e l . tra b a jo , ni que el Señor me lo muestre ; pero
■e l que no tiene remedio no le vea yo*
31 Dánme esta l u z , no para que declare mi sacramen
to en. particular , sino para que con prudencia y sabiduría
use de él. Quédam e este lumen com o una susbtancia, que
vivifica ( aunque es accid en te) que em ana de D io s , y un
. hábito para usar de él , ordenando bien los sentidos y par
te inferior. Pero en la superior del espíritu siempre g o zo
de una visión y habitación de paz ; y conozco inteleélual-
mente todos los misterios y sacramentos que se me mues
tran de la vida de la: R eyn a del c ie lo ,, y otros m uchos'
d e la fe , que casi iacesantemente tengo presentes : á lo
me-
Pm m i^A P a r t e , L ib r o L C ap. II.
m énos la luz nunca la pierdo de vista, Y si alguna ve¿
desciendo , com o c ria tu ra , con atención á la conversación
h u m a n a , luego me llam a el Señor con rigor y fuerza sua
v e , y me vu elve á la atención de sus palabras y locu
ciones , y al conocim iento de estos sacramentos , gracias
y virtudes y obras exteriores y interiores de la M adre vir
gen , com o iré declarando.
22 A este modo y en los estados y lu z que d ig o , veo
ta m b ié n , y conozco á la misma R e y n a , y Señora nues
tra quando m e habla, y á los santos ángeles y su naturale
z a y excelencia. Y unas v e ceS 'lo s c o n o zc o , y veo en el
S e ñ o r, y otras en sí mismos ; pero con d iferen cia , porque
para conocerlos en si mismos desciendo algun grado mas
inferior. Y también conozco e s t o ; y resulta de la diferen
c ia de los ob jeto s, y e l modo de m over al entendimien
to. Y en este grado mas inferior v e o , hablo y entiendo á
los santos príncipes ; conversan co n m ig o , y me declaran
m uchos de los misterios que el Señor me ha m ostrado; Y
la R eyn a del cielo me declara , y manifiesta los de su santísi
m a vid a y los sucesos adm irables de ella : y con distin
ción conozco á cada una de estas personas por s í , sintien
do los efeélos d iv in o s, que cada qual respeétívam ente hace
en el alma.
difíciles,
25^ Visiones corporeas en estos tiem pos y estados ten
go
+6 M ís t ic a . C iu d a d ce D io s .
:ge m uy pocas veces , pero algunas im aginarias s í : y
ta s sen en grado mucho mas inferior á todos los que
ten go d ic h o s, que son m uy superiores y espirituales ó
intelectuales. Y lo que ^uedo a seg u rar, es que en todas
ilas inteligencias grandes y pequeñas, inferiores y supe
riores del Señor , de la Virgen santísima y de los santos
üngeles , en todas ellas recibo abundantísima luz y doctri
n a m uy p ro vech o sa , en que veo y conozco la verdad,
l a m ^ -or perfección y santidad.: y siento una fuerza y
lu z d iv in a , que me com pele á desear la m ayor pureza
4 e l alm a , y la gracia d e l Señor , y m orir por ella , y
o b ra r en io d o lo mejor. Y con estos grados y modos d e
in teligen cia que he d ich o , conozco todos los mis
terio s de la .vida de la R eyn a del cielo con grande prove
c h o y júbilo de mi espíritu. Por lo qual , de todo mi co
razon y m ente'm agniíico al todo Poderoso, le engrandez
c o , adoro y confieso por santo y onanipotente Dios, fuer
t e y admirable , digno de a lab an za, m agnificencia,
a?ia y reverencia p o r iodos los sig lo s, Amen*
CA-
P r im e r a P a r t e C a p . Iir.. ; 47
«
CAPÍTULO III..
BE LA IN T E L IG E N C IA QUE TUFE DE L A
Divinidad , y del decreto que D ios tuvo de criar
todas las cosas,
C A P Í T U L O I V,
tk n e n m as te so ro s que en to d a s ju n t a s ; y la v a r ie d a d y
p r e c io de su s r iq u e z a s en gran d ecen a l A u to r so b re to d a s
la s c r ia tu r a s ju n ta s ,
4 5 A q u í ( á n u e stro e n t e n d e r ) se le d ió p a la b r a a l V e r
q u ie n c o n te m p ló su M a g e sta d la s g r a c ia s y m e r e c im ie n to s ^
que p o r sí h a b ía de a d q u ir ir e sta S e ñ o ra , y lo s fr u t o s q u e
en te rc e ro , y ú ltim o lu g a r d e te r m in ó D io s c r ia r Tugar y
p u e sto donde h a b ita s e n , y fu e s e n c o n v e r s a b le s el V erb o
r a b a .. E n . e s t e q u in to fu é d e te r m in a d a la c r e a c ió n d e la n a -
tu -
P r im e r a P a r t e L ib . I. C a p . IV,. 6i
turateza anéglica , que por ser mas excelente y correspon
diente en ser espiritual á la D iv in id a d , fué prim ero pre^
vista y decretada su creación y disposición admirable de
los nueve c o r o s , y tres gerarquías. Y siendo criados de.
prim era intención para gloria de Dios , y asistir á su di
vina g ran d eza, y que te conociesen y am asen, consiguien
te y segundariamente fuéron ordenados , para que asistie
sen , glorificasen y honrasen , reverenciasen y sirviesen á la
hum anidad deificada en el V erbo eterno , reconociéndola
p o r c a b e z a , y en su madre santísima M aría R eyn a d é lo s
mismos ángeles: y íes fuese dada comision , para que por
todos sus cam inos los llevasen en las- manos. Y en este ins"-
tante les mereció Christo Señor nuestro con sus infinitos
m erecimientos presentes y previstos toda la gracia que re
cibiesen , y fué instituido por su cabeza , exem plar y su*--
prem o R e y , de qiiien eran vasallos. Y aunque fuera infi^
nito e l número de los ángeles , íiiéron suficientísimos lo5
m éritos de C hristo nuestro bien para merecerles l a gracia..
47 A este instante t ó c a l a predestinación de los buenos
y reprobación de los malos á n g e le s: y en el vió y conoció
D io s con su infinita ■
ciencia todas las obras de los unos y
de los otros con e l órden d eb id o , para predestinar con su
libre voluntad y liberal misericordia á los’ que le habian de
obedecer y reverenciar ; y reprobar con su justicia á
Ibs que se havian de levantar contra s\i M agestad en so
berbia y inobediencia por su desordenado amor propio; Y
a l mismO' instante fué la determ inación de c ria r el cíeló
Em -
6a M ís t ic a C iu d ad de D ios .
E m píreo , donde se manifestase su gloria , y premiase en
ella á los buenos ; y la tierra y lo dem as para otras cria
turas ; y en el centro , ó profundo de «lia el infierno para
castigo de los malos ángeles.
48 E n el sexto instante fué determinado criar púeblo
y congregación de hombres para Christo , y a ántes pre
determinado en la mente y voluntad divina; y á cu y a imá
gen y semejanza se decretó la formacion de e l hombre, pa
ra que el V erbo humanado tuviese hermanos semejantes y
inferiores y pueblo de su misma naturaleza , de quien fue
se cabeza. E n este instante se determinó e l órden de la
creación de todo el linage hum ano , que comenzase de
uno s o lo , y de una m u g e r, y de ellos se propagase hasta
la V irgen y su hijo por el órden que fué concebido. O r
denóse por los merecimientos de C hristo nuestro bien la
gracia y dones que se les había de d a r , y la justicia ori
ginal , si querían perseverar eu ella ; vióse la caída de
Adán y de todos en é l , fuera de la R e y n a , que no entró
en este decreto ; ordenóse el rem ed io , y que fuese pasible
la humanidad santísim a; fuéron escogidos los predestinados
por liberal g r a c ia , y reprobados los prescitos por la r e d a
justicia. Ordenóse todo lo necesario y conveniente á la con
servación de la naturaleza h um an a, y á conseguir este fin
de la redención y predestinación, dejando su voluntad li
bre á los hombres ; porque esto era mas conforme á su
naturaleza y á la equidad divina. Y no se les hizo agra
vio , porque si con el libre alvedrio pudiéron p e c a r, con
la
P r im e r a P a r t e , L ib r o L C a p . IV . 63
la gracia y lu z de la razon pudiéran no hacerlo *, y Dios
á nadie habia de vio le n ta r, corno- tam poco à. nadie falta , ni
le niega lo necesario.. Y sì escribió, su le y en todos los co
razones hum an os, ninguno tiene disculpa e n no le recono
ce r y am ar como, á sumo bien y A utor de todo lo cria^
d o. (
49 E n la inteligencia de estos misterios conocia con gran
de claridad y fuerza los m otivos tan a lto s, que los mor
tales tienen de alabar y ad orar la grandeza del C r i a d o r y
Redentor de to d o a , p o r lo qu e e n estas, obras se manifes
tó. y engrandeció.. Y tam bién conocia ,, quan tardos, son en
el conocim iento. d e estas obligaciones y en e l retorno de
tales b en eficio s, y la querella y indignación que el A ltí
simo. tiene d e este olvido.. Y mandóme y exortóm e su M a
gestad , no cometiese y o tal ingratitud ; pero que le ofreciese
sacrificio, de alabanza y ca n ta r nuevo; , y le m agnificase
por todas las criaturas..
50, A ltís im o - y incom prehensible Señor mio-, ¡ quién
tu biera e l amor- y perfecciones de todos. los ángeles y jus
tos para confesar' y a la b a r dignam ente tu gran d eza! C on
fieso , Señor grande y p o d ero so ,, qjie: no pudo esta v ilí
sim a criatura m erecer tan memorable b en eficio, c o m o d a r-
m e esta, noticia y luz tan c la ra de tu altísima M agestad;
1 cuya, vista, veo también mi p a rb u le z , que ántes de esta
dichosa hora ig n o ra b a , y no conqcia. q u a l, y que era la
virtud de l a h u m ild a d , que e n - e s ta ciencia se aprende..
No, quiero decir- ahora que la tengo ,, pero-tam p oco niego,
que
^4 M ís t ic a C iu d ad de D ios.
que conocí el cam ino cierto para hallarla ; porque tu lu z
( ó Altísim o ) me iluminó , y tu lucerna me enseñó ias sen
das por donde veo lo que he sido y soy, y temo lo que
puedo ser. A lu m b raste, R e y altísim o, m i entendim iento, y
inflamaste m i voluntad con el nobilísimo objeto de estas
potencias , y toda me rendiste á tu q u e re r, y así lo con-
íieso á todos los m o rta les, para que me d e x e n , y d exar-
l o s : Y o soy para m i amado ( y aunque lo desmerezeo) mi
am ado para mL A lienta p u e s , Señor, á m i flaqueza, para
que tras de tus olores corra ; y corriendo , te alcance; y
alcanzándote , no te dexe ni te pierda.
gi M u y corta y balbuciente soy en este capítulo, por
que se pudieran hacer de e l ‘ muchos libros ; pero callo,
porque no sé hablar y soy muger ignorante , y porque m i
intento solo ha sido declarar como la V irgen madre fué
ideada y prevista ante soecula en la mente divina. Y por
lo que sobre este altísimo m isterio he en ten d id o , me con
vierto á mi in te rio r, y con admiración y silencio alabo al
A utor de estas grandezas con el cántico de los bienaven
turados 3 d icie n d o : Santo , Santo, S an to , D ios de Sabaoth*
CA-
P r im e r a P a r t e , L ib r o L C ap . V . 6$
C A P Í T U L O V,
DE LAS I N T E L I G E N C I A S , Q f l E 'M E D IO
el A ltísim o de la E scritura Sagrada en confirma
ción del capítulo precedente : son del o^a-
vo de los Proverbios»
C A P ÍT U L O V L
up!
8o M is t ic a C iu d a d de Díos,
las criaturas , y por medio de la unión hipostática con
la humana naturaleza comunicar sus atributos y perfec
ciones en ei modo conveniente por gracia y gloria á
los predestinados ; y el tomar carne pasible y m or'r por
el hombre fué decreto com o de fin segundario. Siendo
esto así verdad ¿ cómo én la santa Iglesia hay tan d i
versas opiniones sobre ello? ¿Y la mas común e s , que el
V erbo eterno descendió del cielo como de intento para
redimir á lo s hombres por medio de su pasión y muer
te santísima?
73 E sta duda propuse con hum ildad al S e ñ o r, y su
M agestad se dign6 de responderme á e l l a , dándome una
inteligencia y luz m uy g ra n d e , en que conocí y enten
dí muchos misterios que no podré 'explicar , porque com
prehenden y suenan m ucho las palabras que me res
pondió e l S e u o r, que son estas : " Esposa y palom a mía,
«oye , que com o Padre y M aestro tu yo quiero respon-
,,der á tu duda y enseñarte en tu ignorancia. A dvierte,
»jque el fin principal y legítim o del decreto que tuve de
»jcomunicar m i D ivinid ad en la persona del V erbo uni-
»da hipostáticam ente á la humana naturaleza fué la glo-
»ria que de esta com unicación habia de redundar pa-
»ra mi nombre y para las criaturas capaces de la q u e
v y o les quise dar. Y este decreto se executaria sin duda
»en la encarnación , aunque el primer hombre no hu-
»)biera pecado ; porque fué decreto expreso y sin condí-
»cion en lo substancial, y así debia ser eficaz mi. vo -
fíh m "
P r-im era P a r t e L ib . T, C ap . VI* 8i
«luntad ; que en prim er lugar fué com unicarm e á la al-
»?ma y humanidad unida a l V erbo. Y esto era así con-
«veniente á mi equidad ,, y reétitud de m is obras : y
waunque esto fué postrero en la e x e c u c io n , fué prime-
f>To en la intención. Y si tardé en enviar á m i U n igé-
j>nito , fué porque determ iné prepararle ántes una C oa-
íígregacion en el mundo escogida y santa de Justos, que
»supuesto el pecado comun serian com o rosas entre las
«espinas de los otros pecadores. Y vista la caíd a del li-
wnage humano , determiné con decreto expreso , que e l
??V erbo viniese en form a pasible y m ortal para redim ís
»su p u eb lo , de quien era c a b e z a ; para que mas se ma^
»nifestase y conociese mi am or infinito con los hombre»,
» y á m i equidad y justicia se le diese debida satisfacción:
« y que si fué hom bre y el prim ero en el ser el que
» p ecó ; fuese hombre y el prim ero en la dignidad e l Reden*
« t o r , y los hombres en esto conociesen la gravedad d e l
«pecado, y él am or de todas las almas fuese uno solo,
»pues su C riad or , V ivificad or , R e d e n to r, y quien los h a
«de juzgar es uno solo. Y tam bién quise com pelerles á es-
» te agradecim iento y a m o r , no castigando á los m ortales,
«com o á los apóstatas ángeles, que sin apelación los c a s-
w tig u é , y al hom bre p e rd o n é , a g u a rd é , y le di oportu-
»>no remedio , executando el rigor de m i justicia en m i
»U nigénito h ijo , y pasando a l hom bre la piedad de m i
«grande misericordia.
»74 Y para que mejor entiendas la respuesta de tu
L du-
82 m ís t ic a C iu d a d de D io s ^
te
88 M ís t ic a C iu d a d d b D io s »
C A P Í T U L O vn.
COM O EL A L T I S I M O D IÓ P R IN C IP IO A SU S
abras , y todas las cosas materiales crió para el bombre^y
á los ángeles y hombres , para que hiciesen pueblo-,
de quien e l V erb o humanado fues9
cabeza.
y
P r im e r a Parte, L ib . L C a p . V I!. 93
y de que temaron ocasion para su inobediencia y caída.
Y en esto en ten d í, que pudieron com eter muclios fo ca
dos secundum reatum , aunque no com etieron los aélos de
todos ; pero de los que com etieron con su depravada vo
luntad les quedó hábito para todos los aétos malos , in
duciendo á otros y aprobando el pecado ^ que por sí mis
mos no podian obrar. Y segun e l mal afecto que^de pre
sente tuvo entónces L ucifer , incurrió en desordenadísimo
am or de sí mismo ; y le nació de verse con m ayores do*
nes y hermosura de naturaleza y gracia que los otros án
geles inferiores. E n este conocim iento se detuvo dema
siado ; y el agrado que de sí mismo tuyo le retardó y
entibió en el agradecim iento que debia á D io s , com o cau
sa única de todo lo que habia recibido. Y volviéndose á
rem irar , agradóse de nuevo de su hermosura y gracias,
y adjudicóselas y amólas com o suyas : y este desordena
do afecto propio no solo le h izo levantarse con lo que ha
bia recibido de otra superior virtud ; pero tam bién le obli
gó á envidiar y codiciar otros dones y excelencias age-
nas que no tenia. Y porque no las pudo conseguir , con
cibió m ortal odio y indignación contra Dios , que de na
da le habia c ria d o , y contra todas sus criaturas.
86 D e aquí se originaron la desobediencia , presunción,
in ju sticia, in fid elid ad , blasfemia y aun casi alguna espe
cie de idolatría ; porque deseó para sí la, ado ración y re
verencia debida á D ios. Blasfem ó de su divina grandeza
y san tid a d ; faltó á la fe y lealtad que debia ; pretendió
des-
JiíiSTiCA CiuiSad de D ios.
destruir todas las criaturas , y presumió q«e podría to^
do esto y muchQ m a s; y así siempre su soberbia sube
y p erse ve ra , aunque su arrc^ancia es m ayor que su fo r
taleza , porque en esta no puede crecer , y . en e l p e c a -
4o «o abism o llam a i otro abismo. E l prim er ángel que
pecó fuá L ucifer , como consta del ■capítulo catorce dc-
|sa ía s; y es^e induxo á otros á que le siguiesen, y así se
IJama Príncipe de los dem onios, no por naturaleza , que
por ella np pudo tener este título , sino por la culpa. Y
no fuéron Iqs que pecaron 4e solo yn órden, ó gerarquía,
sino de todas cayeron muchos.
87 Y para manifestar com o se nve ha mastrado qué
l^ n ra y excelencia fué la qne con soberbia apetecid y en
vidió L u c ife r , a d v ie rto , que com o en las obras de D ios
h a y equidad , pesq y m edida , ántes que los ángeles se pu
dieren inclinar á diversos fin es, determ inó su providencia
manifestarles inmediatamente despues de su creación el fin
para que los habia criado de naturaleza tan alta y exce
lente. Y de todo esto tuvierqn ilustración en esta m anera:
L o prim ero tuvierqn inteligencia rnuy expresa d el ser d e
DIqs , U no en substancia y Trino en personas, y recíbie--
Xon precepto de que le adorasen y reverenciasen com o á
sy Griadoí: y sum o Señor , infinito en su ser y atributos.
A este piai^dato se rindieron todos y obedecieron , per©
pon alguna d ife re n c ia ; porque los ángeles buenos obede
cieron por am or y justicia , rindiendo su a fed o de buena
Vplunta 4 , adm itiendo y creyendp lo que e r a ; sobre sua
fuer-
P rim era P a r t e , Líb* 1. Cap. Vil. 95
fuerzas y obedeciendo con alegría. Pero L ucifer se rindió
por parecerle ser lo contrario im posible. Y no lo hizo con
carid ad p e r fc tìa , porque dividió la voluntad «n sí ffiisítio
y en la verdad infalible del Señor 4 y esto le hizo que el
precepto íe le hiciese algo violentò y dificultoso , y no cum
plirle con afetìo lleno de amor y justicia ; y así se dispu
so para no perseverar ea el. Y aunque no le quitó ía gra
cia esta remisión y tibieza en obrar estos p rim eroí aélos
con dificultad ; pero d e aquí com enzó su m ala disposicloa»
porque tuvo alguna debilidad y flaqueza en la virtud y
espíritu , y su hermosura no resplandeció com o debia. Y
á m i parecer el efeéto que hizo e o Lucifer esta remisión
y dificultad fué semejante al que hace en e l alm a un pe
cado venial advertido ; pero no afirmo que pecó m ortal ns
venialm ente entónces , porque cum plió el precepto de D ios,
m as fué remiso y imperfecto este cum plim iento ; y mas p o r
com pelerle k fuerza de la ra z ó n , que por am or y volun
tad d e obed ecer, y así se d i f u s o para caer,
88 E n segundo li^ a r les m anifestó D íos había de cria r
«na naturaleza hum ana y criaturas raeiouales inferiores, pa
ra que am asen , temiesen y reverenciasen á D ío s , com o A
so A u to r y bien eterno \ y que i esta naturaleza habia d e
íav<Mrec€T m u c h o , y que la segunda Persona de la mism^
Trinidad santísima se había de hum anar y hacerse hom bre,
kva n tá n d o ¿ la naturaleza humana á la unión hipostáti-
c a , y persona divina ; y que aquel supuesto hom bre y D íc*
babi^n de reconocer por c a b e z a , no solo en quantv
pe.
9^ M ís t ic a C í UDAD de D ios .
pero juntam ente en quanto h o m b re, y le habian de reve
renciar y a d o r a r , y que los mismos ángeles habian de ser
sus inferiores en dignidad y gracias y sus siervos. Y dióles,
inteligencia de la conveniencia y equidad , justicia y razon
que en esto habia ; porque ia aceptación de los m erecim ien
tos previstos de aquel hom bre y Dios les habia m erecido
la gracia que poseían y la gloria que poseerían; y que pa
ra gloria de el mismo habian sido criados e llo s , y todas las
otras criaturas lo se ria n , porque á todas habia de ser su
perior : y las que fuesen capaces de conocer y gozar de
D ios habian de ser. pueblo y miembros de aquella cabeza
para reconocerle y reverenciarle. Y de todo esto se les d ió
luego mandato á los ángeles.
89 A este precepto todos los obedientes y santos ánge
les se rindieron y prestaron asenso y obsequio con hum il
de y amoroso a fe d o de toda su voluntad, Pero L u cifer
con soberbia y envidia resistió y provocó á los ángeles sus
scqüaces á que hicieran lo mismo , com o de hecho lo h i
cieron , siguiéndole á el y desobedeciendo al divino man
dato. Persuadióles el mal P rín cip e, que seria su cabeza, y
que tendrían principado independente y separado de C hris
to. Tanta ceguera pudo causar en uu ángel la envidia y
soberbia y un afeólo tan desordenado, que fuese causa y
contagio para com unicar á tantos el pecado.
90 A quí fué la gran b a ta lla , que San Juan d ic e , su
cedió en el cielo : porque los ángeles obedientes y santos
cou Ardiente zelo de defender la gloria del Altísim o y hon
ra
P rim era P a r t e , L ib r o 1. C ap. Vil. 97
ra del Verbo humanado p re v isto , pidieron licencia y como
beneplácito al Señor para resistir y contradecir al dragón;
y les fué concedido este permiso. Pero sucedió en esto otro
m isterio ; que .quando se les propuso á todos los ángeles
habian de obedecer al V erbo hum anado , se les puso otro
tercero precepto , de que habian de tener juntam ente por
Superiora á una muger , en cuyas entrañas tom aría carne
hum ana este Unigénito del P a d r e ; y que esta muger ha
bia de ser su R e y n a , y Señora de todas las c ria tu ra s, y
que se . habia de señalar y aventajar á todas angélicas y hu
manas en los dones de gracia y gloria. Los buenos ánge
les en obedecer este precepto d el Señor adelantaron y en
grandecieron su hum ildad , y con ella le admitieron y ala
baron el poder y sacramentos del Altísim o. Pero L ucifer
y sus confederados con este precepto y misterio se levan
taron á m ayor soberbia y desvanecimiento. Y con desor
denado furor apeteció para sí la excelencia de ser cabeza
de todo el linage hui-^ano, y órdenes a n g élico s, y que sí
habia de ser m ediante-la unión hipostática , fuese con él.
^91 Y en quanto al -ser inferior á ia m adre del Verbo
hum anado y señora nuestra lo resistió con liorrendas blas
femias , convirtiéndose en desvocada indignación contra el
A utor de tan grandes m aravillas ; y provocando á los de
m a s, dixo este dragón : Injustos son estos preceptos y á m i
grandeza se le hace a g r a v io ; y á esta n a tu ra le za , que tú,
S eñ o r, miras con tanto am or , y propones favorecerla tun-
t o , y o la perseguiré y d e stru iré ; y en esto em plearé to-
N do
^8 M ís t ic a C iu d a d de D ios .
do mi poder y cuidado. Y á esta m u g e r, madre del V e c -
bo , la derribaré de el estado en que la prometes poner
y á mis manos perecerá tu intento.
92 E ste soberbio desvanecimiento enojó tanto al Señor^
que hum illando á Lucifer , le dixo : " E sta muger , á quien
»no has querido re sp e ta r, te quebrantará la cabeza, y por
wella serás vencido y aniquilado. Y si por tu soberbia en-
??tráre la muerte en e l m u n d o , por la hum ildad de esta
»m uger entrará la vida y la salud de los mortales ; y de
»su naturaleza y especie de estos dos gozarán' el prem io
» y coronas , que tú y tus seqiiaces habéis perdido. Y á
todo esto replicaba el dragón con indignada soberbia, con
tra lo que entendía de la divina voluntad y sus decretos,
amenazaba á todo el linage humano, Y los ángeles buenos
conocieron la justa indignación del Altísim o contra Luci
fe r , y ios demas ap ó statas; y con las armas del enten
d im ie n to , de la razón y verdad peleaban contra ellos.
93 O bró aquí e l todo Poderoso otro misterio m aravi
lloso ; que' habiéndoles manifestado por inteligencia á todos
los ángeles el sacramento grande de la unión hipostática»
les m ostró á la V irgen santísima en una señal ó especie,
a l modo de nuestras visiones imaginarias , según nuestro
m odo de entender : Y así les d ió á conocer y representó
la hum ana naturaleza pura en una muger perfeélísim a, en
quien e l brazo poderoso del Altísim o habia de ser mas admi
ra b le , que en todo el resto de las cria tu ra s, porque en ella
depositaba las gracias y dones de su diestra en grado su-
pe-
P rim era Pa r t s , L ib . L C ap . V IIL 99 ’
perior y eminente. E sta señal y visión de la R eyn a del
cielo y madre del V erbo hum anado fué notoria y manifies
ta á todos los ángeles buenos y malos. Y los buenos á su
vista quedaron en adm iración y cánticos de alabanza ; y
desde entónces comenzaron á d efecder la honra de D ios
humanado y de su m adre santísima armados con este ar
diente zelo y con el escudo inexpugnable de aquella se
ñal, Y por el contrario el dragón y sus aliados concibie
ron im placable furor y saña contra Christo y su m adre
santísim a; y sucedió todo lo que contiene el capítulo 12
del A pocalypsis , cu y a declaración , como se me ha dado,
pondré en el que se sigue.
C A P Í T U L O VIII.
q u e p r o s ig u e e l d is c u r s o d e a r r ib a
sus
lo o m ís t ic a ,C im íD DE D ios .
sus cabeza s, y su cola arrastraba la tercera parte de ¡as
estrellas del cielo , y las arrojo’ en la tie r r a , y el dragón
estuvo delante de ¡a muger que habia de parir; para que en
pariendo se tragase el hijo, T parió un hijo varón , que ha
bia de regir las gentes con vara de hierro \ y fu é arrebata
do su hijo para D io s , y para su trono , y la muger huyó a .
la soledad y donde tenia lugar a p a r e ja d o p o r D ios . para que
a llí l a ,-alimenten m il ducientos y sesenta dias. T sucedió
una gran batalla en e l cielo , M ig u é l, y sus ángeles pelea-
ban con el dragón , y peleaba el dragón y sus á n g e le s y no
prevalecieron , y de a llí adelante no se halló lugar suyo en
e l cielo. Y f u é arrojado aquel dragón , serpiente antigua^
que se llama diablo y S a ta n á s, que engaña, a todo el orbe*
y f u é arrojado en la tie r r a , y sus ángeles fuéron enviados
con él. T o í una gran voz en el cielo ^ que deciai ahora ha
sido hecha la salud y la virtud y el Reyno de nuestro D io s
y -la potestad de su Christo : porque ha sido arrojado el acu
sador de nuestros hermanos , que los acusaba ante nuestro
D io s de dia y de noche* T ellos le han vencido por la san
g re del Cordero y palabras de sus testim onios, y pusieron
susl almas hasta la muerte. P or esto os alegrad cielos , y
los que habitais en ellos. A y de la tie r r a , y m a r, porque
á vosotros ha baxado el diablo , que tiene grande ira^sa^
hiendo que tiene poco tiempo. T despues que vió el dragón
como era arrojado']^ á la tie r r a , persiguió á la muger, que
p a rió e l hijo varón: y fuéronle dadas á la muger alas de
una grande aguila, para que volase a l desierto á su ¡fugar^
don-
P rim era Pa r t e , L ib . L C a p . ,VIH. lo i
donde es alimentada por tiempo y tiempos y la rrictad del
tiempo fuera de la cara de la serpiente, T arrojó la ser
piente de su boca tras de la muger agua como un riü, T ¡a
tieria ayudó á l a m u g e r y abrió la tierra su boca y sor-
bió el rio que arrojó, e l dragón de su boca. T e l dragón se
indignó contra la muger : y fuese para hacer guerra á los de-
mas de su generación, que guardan los mandamientos de Dios.,
y tienen el testimonio de Jesu ^Christo, T estuvo sobre ¡a
arena del mar,
95 Hasta aquí es la letra del Evangelista y habla de
p re se n te ; porque entónces se le mostraba la visión de lo
que y a habia pasado y d ic e : Que apareció en e l cielo una
gran se ñ a l, una muger cubierta del sol , y debaxo de sus
pies la lu n a .,y coronada la cabeza con doce estrellas,'E .s-
ta señal apareció verdaderam ente en e l cielo por volun
tad • de Dios-, que se la propuso manifiesta á los buenos
y malos ángeles , para que á su vista, determinasen sus vo
luntades á obedecer los preceptos de su beneplácito. Y
así la vieron ántes que los buenos se determ inasen al bien,
y los malos al pecado. Y fué com o señal de quan ad
m irable. habia de ser Dios en la fábrica de la humana
naturaleza. Y aunque de ella les habia dado á los ánge
les noticia , revelándoles el m isterio de la unión h ipostá
tica ; pero quiso manifestársela por diferente m odo en pu
ra c r ia tu r a , y en la mas perfecta y s a n ta , que despues
<le C hristo nuestro Señor habia de criar. Y también fué
com o se ñ a l, para que los b u w s á/igeles se asegurasen,que
por
lo a M ís t ic a C iu d ad de D iosí
por la desobediencia de los m a lo s, aunque Dios queda
b a ofendido , no dexaría de executar e l decreto de criar
á los hom bres; porque el Verbo humanado y aquella mu
ger m adre suya le obligarían infinito mas que los in
obedientes ángeles podian desobligarle. Fué también com o
arco en e l cielo ( á cu y a semejanza se pondría e l de las nu-
ves despues del diluvio ) para que asegurase, que si los
hom bres, pecasen com o los’ ángeles -, y fuesen inobedien
tes , no serian castigados com o ellos sin remisión , pero
que les daría saludable m edicina y remedio por medio de
aquella inaravíllosa señal. Y fué com o decirles á los ánge
les : N o castigaré y o de esta manera á las criaturas que
he de c r ia r ; porque de la naturaleza humana descende
rá esta muger , en cuyas entrañas tom ará carne mi U ni
génito; que será el restaurador de mi amistad y apaciguará m i
justicia y abrirá el camino de la felicidad, que cerrará la culpa.
95 En testimonio de esto , el A ltís im o , á la vista de
aquella s e ñ a l, despues que los ángeles inobedientes fuéron
castigados, se mostró á los buenos ángeles com o desenojado,
y aplacado de la ira que la soberbia de L u cifer le habia ocasio
nado. Y á nuestro entender se recreaba con la presencia de la
R e yn a del c ie lo , representada en aquella Imágen ; dando
á entender á los ángeles sa n to s, que pondría en los hom
bres. por medio de Ctu'isto y su madre la gracia y
dones que los apóstatas, por su rebeldía habian perdido.
T u vo también otro efecto aquella gran señal en los ánge
les bu en o s; que c o m o ,d e la porfía y contienda co n L u
c í-
P r im e r a Parte , L i b . T. C a p , VIII, TO3
O el
io 6 M ística C iu d ad d e D ie s
e l fruto de este p a r to , desde que fué levantado en la cru z,
dió tan grandes voces , que se han oído desde e l O riente
a l P o n ien te, y desde el Septentrión a l M ediodia, T an to se
o y ó la vo z d e esta muger , que ,dió pariendo la palabra
d e l eterno Padre,
102 T era atormentada para parir : N o dice esto p o r
qu e habia de parir con dolores , que esto no era posible
en este parto d iv in o ; sino porque fué gran dolor y to r
m ento para esta m a d r e , que en quanto á la hum anidad
saliese d el secreto de su virgíneo vientre aquel cuerp ecí-
t o divinizado para p a d e c e r, y sugeto á satisfacer a l Pad re
|>or los pecados d el m u n d o , y pagar lo que no habia d e
com eter ; que todo esto conocería y conoció la R e yn a p o r
l a ciencia de las E scrituras. Y por el natural am or de t a l
m ad re á ta l hijo naturalm ente Ío habia de sentir aunque
con form e con la voluntad del eterno Padre. Tam bién se
com prehende en este torm ento el que habia de padecer la
piadosísim a m a d re , conociendo los tiem pos que habia d e
carecer de la presencia de su te so ro , desde que saliese de
su tálam o virginal : que si bien en quanto á la D ivinidad
k tenia concebido en el a lm a , pero en quanto á la h u -
«lanidad saptísima habia de estar m ucho tiem po sin é l , y
e ra hijo solo suyo. Y aunque el A ltísim o habia determ ina
d o hacerla esenta d e la c u lp a , pero no de los trabajos y
dolores correspondientes al p re m io , que le estaba apareja
do. Y así fuéron ^los dolores de este p a r to , no efeftos d el
p e c a d o , com o en las descendientes de E v a , sino d el in -
ten -
P r im e r a P a r t e , L jb . I. C a p . V i li . T07
tenso y pa:fe¿lo amor de esta divina m adre á su único y
santísimo hijo. Y todos estos sacram entos fuéron para los
santos ángeles m otivo de alabanza y a d m iració n , y para
los malos principio de su castigo,
103 ^ el cielo otra señal : vtdse m dragón
grande y r o x o , que tenia siete cabezas , y diez cuernos, y
siete diademas en sus cabeza s, y con la cola arrastraba la
tercera parte de las estrellas del cielo , y ia s arrojó en la
tierra, Y despues de lo que está dicho se siguió el cas
tigo de L ucifer y sus aliados: porque á sus blasfemias contra
aquella señalada m uger se siguió la pena de hallarse conver
tid o de ángel hermosísimo en dragón fiero y feísim o, apa*
reciendo también la señal sensible y exterior figura. Y le
vantó con furor siete ca b e za s, que fuéron siete legiones ó
esquadrones, en que se dividiéron todos los que le siguíé-
xon y cayéron. Y á cada P rin cip a d o , ó congregación de
estas le dió su c a b e z a , ordenándoles que pecasen y tom a
sen por su cuenta incitar y m over á los siete pecados m or
tales , que comunmente se llam an c a p ita le s, porque en ellos
se contienen los dem as p e c a d o s , y son com o cabezas d e
los vandos , que se levantan contra D ios. Estos son sober
bia , e n v id ia , avaricia , ira , luxúria , gula y pereza ; que
iuéron las siete d ia d e m a s, con que L u c ife r, convertido en
dragón , fué coronado , dándole e l A ltísim o este c a s tig o , y
habiéndolo él negociado com o prem io de su horrible m al
dad para sí y para sus ángeles confederados : que á todos
fué señalado castigo y penas correspondientes á su m alicia,
Oa y
io 8 M ís t ic a C iu d a d de D io s .
C A P Í T U L O IX.
P R O S IG U E L O r e s t a n t e D E L A E X P L IC A C IO N
del capítulo doce del Apocalipsis, j
w té r v ia ,
113 » Y para que todos tengan verdadero exem plar y
»superabundante gracia si de ella se quisieren aprovechar,
«descienda nuestro hijo pasible y rep arad o r, y redim a á
» los hom bres, á quienes L ucifer derribará de su dichoso es-
» t a d o , y levántelos con sus infinitos merecimientos. Sea
» h ech a la salud ahora en nuestra voluntad y determ ina-
w c io n , de que h a y a Redentor , y M a e stro , que m erezca y
» en señ e, naciendo y viviendo p o b re , muriendo despreciado
« y condenado por los hombres á m uerte torpísim a y afren-
» t o s a : sea juzgado por pecador y reo , y satisfaga á nues-
« tr a justicia por la ofensa del p ecad o ; y por sus m éritos
»previstos usémos de nuestra m isericordia y piedad. Y en-
»tiendan to d o s, que e l humilde , e l p acífico, el que obráre
» la. v ir tu d , sufriére y perdonáre , este seguirá á nuestro
» C h risto y será nuestro hijo. Y que ninguno podrá entrar
» p o r voluntad libre en nuestro R e y n o , si prim ero no se
»niega á sí m ism o , y llevando su cru z sigue á su cabeza
y
P r im e r a P a r t e , L ib r o L C a p . IX . 119
» » m in a d a ; p orq u e ha s id o a r r o ja d o el a c u sa d o r d e su s h e r-
« roan os , y es h ech o su tr iu n fo , p ara que la v á n d o lo s y
» y en é l te n d rá n P a d r e , H e r m a n o , y P r o t e d o r , p u e s tie n e n
« p e r s e g u id o r y a c u s a d o r . Y lo s - á n g e le s q u a c o m o - h íjo b n u e s tr o s
^ » ta m b ié n o b ráro n la s a lu d y v ir tu d , y d e f e n d i é r o a l a 'p ó -
»> t e s t a d d e m i C h r is to , se a n c o ro n a d o s y h o n ra d o s p o r to d a s
■ » la s e t e r n i d a d e s d e e te r n id a d e s en - n u e s tr a p r e s e n c ia .
11 4 E sta vo z ( qué contiene los misterios escondidos
desde la constitución del m u n d o , manifestados por la d o c
trina y vida de Jesu C h ris to ) salió del trono , y decia y
contiene mas de lo que y o puedo explicar. Y con ella se
les intimáron á los santos ángeles la s comisiones que habian
de exercer : á San M iguél y San' G abriél , paira que fué-
sen em baxadores del V erbo hum anado y de M aría su ma
dre san tísim a, y fuéran ministros para todos los sacramen
tos de la encarnación y redención : y otros m uchos ángeles
fiiéron destinados con estos dos Príncipes para e l mismo mi-
n isté rio , com o adelante diré. A otros ángeles destinó y man
dó
120 M ís tic a C iu d a d de D io s .
d ó e l to d o P o d eroso a c o m p a ñ a s e n , a s is tie s e n á la s a lm a s , y
gos.
11^ O tras cosas fuéron decretadas en esta ocasion , 6
tiem p o , que el E vangelista d ice fué hecha la potestad, sa
lud , virtud y reyno de C h risto ; pero lo que se obró mis
teriosamente f u é , que los predestinados fuéron señalados y
puestos en cierto n ú m ero, y escritos eu la mem oria de la
m ente divina por los merecimientos previstos de Jesu Cliris^
to nuestro Señor. ¡ Ó misterio y secreto inexplicable de lo
flue pasó en el pecho de D ios ! ¡ Ó dichosa suerte para lo s
escogidos ! ¡ Q ué punto de tanto p e so , qué sacramento tan
digno de la Om nipotencia divina 1 ,* Q ué triunfo de la po
testad dé C h risto ! Dichosos infinitas veces los miembros que
fuéron señalados y unidos á ta l cabeza, ¡ O Iglesia grande,
pueblo grave y congregación santa , digna de ta l prelado
y maestro ! En la consideración de tan alto sacramento se
anega todo el juicio de las c ria tu ra s, y m i entender se
suspende y enmudece m i lengua*
ii6 E n este consistorio d e la s tre s D ivinas Personas le
fu é dado , y com o entregado a l Unigénito d el Padre aquel
lib ro misterioso del Apocalipsis , y entónces fué compues
to y firmado y cerrado con los siete sellos que el E vanr
g e-
P r im e r a P a r t e , L i b . T. C a p . IX , i^ i
gelista dice , hasta que tom ó carne humana , y le übrió,
soltando por su órden los sellos con los m isterios, que des
de su nacim iento, vida y muerte fué o b ra n d o , hasta el
fin de todos. Y lo que contenía el libro era todo lo que
decretó la santísima Trinidad despues de la caída de los
ángeles, y pertenece á la Encarnación del V erbo y á la
le y de gracia , á los diez m andam ientos, los siete sacra
mentos y todos los artículos de la f e , y lo que en ellos
se contiene , y e l órden de toda la Iglesia m ilitante; dán
dole potestad al V e r b o , para que humanado , com o sum o '
Sacerdote y Pontífice sa n to , com unicase el poder y dones
necesarios á los Apóstoles y á los demas Sacerdotes y M i
nistros de esta Iglesia.
117 E s te fué el misterioso principio de la le y E van
gélica, Y en aquel tr o n o , y consistorio secretísim o se ins
titu yó y se escribió en la mente d iv in a , que aquellos se
rían escritos en e l libro de la vida que guardasen esta ley*
D e aquí tuvo p rin cip io , y del Padre eterno son sucesores,
ó Vicarios los Pontífices y Prelados. D e su alteza tienen
principio los m ansos, los p o b r e s , los hum ildes y todos los
justos. E ste fué y es su nobilísimo o rig e n , por donde se h a
de d e c ir , que quien obedece á los superiores , obedece 4
D ios ; y quien los d esp recia, á Dios menosprecia. T odo es
to fué decretado en la mente divina y sus ideas , y se le
dió á Christo Señor nnestro la potestad de abrir á su tiem
po este lib r o , que estuvo hasta entónces cerrado y sella
do. Y en el ínterin dió el A ltísim o su testamento y testi-
Q rr:
122 M ís t ic a C iu d a d de D io s.
C A P Í T U L O X.
EN Q fJ E SE d J f in a l a E X P L IC A C IO N X
d el capitulo doce del Apocalipsis,
s id o d e él t e n t a d o s , le im p o r ta b a n m énos qu e s o lo M a r ía
s a n tís im a . Y con la fu e r z a q u e c o r r e e l ím p e tu d e u n g r a n d e
y d e s p e ñ a d o r i o ; a s í y c o n m a y o r v io le n c ia s a lia n d e la b o c a
d e e s te d r a g ó n la s fa b u la c io n e s , m a ld a d e s y te n ta c io n e s c o n
d u c ir ia e s p in a s en lu g a r de fr u to , q u ed an d o h e r id a en lo
ce c o n tr a d ic c ió n ; y de q u ie n se v a le el d e m o n io p a r a r u i”
y d e le y te , y c o n s u s fa ls a s p e r s u a s io n e s t r a s lo s o b je to s s e n
s ib le s y te rre n o s.
C A P Í T U L O XL
h a b ia c o n v e r t id o en la fe a ld a d d el p ecad o , fu é in c r e í
b le el a lb o r o z o y tr iu n fo q u e m o stró á s u s d e m o n io s . P e
r o - lu e g o lo p e r d ió , p or qu e c o n o c ió qu an p ia d o s a m e n te
P r im e r a P a r te , L ib r o L C ap. XI. 13 9
( y no com o d eseaba) se habia m ostrado el am or d ivin a
misericordioso con los dos delinqüentes , y que les daba
higar de penitencia y esperanza d el perdón y de su gra
cia ; para lo qual se disponían con e l dolor y contrición*
Y conoció L u c ife r , que se les restituia la hermosura de la
gracia y amistad de D io s ; con que de nuevo se v o lv ió
á turbar todo el in fiern o , viendo los efectos d e la con
trición. Y creció mas su lla n to , viendo la sentencia que
Dios fulm inaba contra los r e o s , en que se equivocaba el
d em onio-i-^ sobre todo le atorm entó e l oir que se le vo l
viese á repetir aquella amenaza : La m uger te que-*
braBtará la c a b e z a , com o lo habia oído en e l C ie lo .
14 1 L o s partos de E v a se m ultiplicáron despues d e l pe
cado , y por é l s» hiao la distinción y m ultiplicación d e
buenos y m a lo s ; escogidos y réprobos ; unos que siguen
á Christo nuestro R edentor , y M a e stro ; otros á S ata
nás. L os escogidos siguen á su C apitan por fe , hum ildad
c a r id a d , paciencia , y todas las v irtu d e s : y para con-*
seguir e l triunfo son asistidos , ayudados y herm oseados
con la divina gracia y d o n e s, que les m ereció e l mis
m o-Señor y Reparador de todos. Pero los réprobos , sin
recib ir estos beneficios y favores de su falso c a u d illo , n i
aguardar otro prem io mas que la pena y confusion eter
na del infierno, le siguen por so b e rb ia , presun ción, am
bición , torpezas y m aldades » introduciéndolas el padre de
m entira y autor del pecado.
143 C o n todo esto la inefable benignidad del AUísi-
S 2 nio
' 140 M ís t ic a C iu d a d de D io s .
tno les dió su bendición , para que con ella creciesen y
m ultiplicase el linage humano. Pero dió permiso su al
tísim a providencia , para que el prim er parto de E va
llevase las prim icias d el prim er pecado en el injusto C a ín ,
y e l segundo señalase en el inocente A b e l al Repara
dor del p e c a d o , Christo nuestro S eñ or; com enzando ju n
tam ente á señalarle en figura y en imitación , para que en
e l prim er justo se estrenase la le y de Christo y su doc
trina , de que todos los restantes habian de ser discípulos,
padeciendo por la ju s tic ia , y siendo a b o rrecid o s, y opri
m idos de los pecadores y réprobos y de sus mismos her
manos. Para esto se estrenáron en A bel la paciencia, hu
m ild a d y mansedumbre ; y en C aín la envidia y todas
las maldades , que hizo en beneficio del justo , y en per
d ición de sí m ism o , triunfando el m a lo , y padeciendo
el bueno ; y dando principio en estos espectáculos á los
que tendria el m undo en su progreso com puesto de las
dos ciudades de Jerusalén para los justos y Babilonia pa
ra los reprobados , cada qual con su capitan y cabeza.
143 Quiso tam bién el A ltísim o , que el prim er Adan
fuese figura del segundo en el m odo de la crea ció n ; pues
com o ántes del prim ero le crió , y ordenó la R epiiblica
de todas las criaturas , de que le hacia Señor y cabeza;
así con su U nigénito dexó pasar muchos siglos ántes de
en viarle , para que hallase pueblo en la m ultiplicación del
linage humano , de quien habia de ser cabeza , maestro
y R e y verdadero , p ara que no estuviese un punto sin R e-
pú-
P r im e r a Pa r te , L i b , l. C ap. XI. 14 1
pública y vasallos : que este es el ó rd e n , y armonía ma
ravillosa con que todo lo dispuso la divina sabiduría, sien
do postrero ea la execucion el que fué prim ero en la in
tención.
144 Y caminando mas el mundo , para descender el
V erb o del seno del eterno Padre , y vestirse nuestra mor
talidad , eligió y previno un pueblo segregado y nobilísi
m o , y el mas adm irable , que ántes ni despues hubo:
Y en él un linage ilustre y s a n to , de donde descendie
se según la carne humana. Y no me detengo en referir
esta genealogía de Christo Señor n u e stro , porque no es ne
cesario , y la cuentan los sagrados Evangelistas. Solo di
go con toda la alabanza que puedo d e l A ltís im o , que ea
muchas ocasiones me ha mostrado en diversos^ tiem pos el
amor incom parable que tuvo á su pueblo , los favores que
fué obrando con é l , y los sacram entos y m isterios que se
encerraban en ellos , com o despues en su Iglesia santa se
han ido m anifestando; sin que jam as se h a y a dorm ido ni
dormitado , el que se constituyó por guarda de Israel.
145 H izo profetas y patriarcas santísim os, que en íiguras
y profecías nos evangelizasen de léjos lo que ahora tene
mos en posesion : para que los venerem os , conociendo e l
a p r e c io , que ellos hiciéron de la le y de gracia ; las ansias
y clam ores con que la deseáron y pidiéron. A este pueblo ma
nifestó D ios su ser inm utable por muchas revelaciones , y
ellos á nosotros por las escritu ras, ericerrando en ellas in
mensos misterios ,■que alcanzásem os y conocí ésemos por 1.-
fe
14 2 M is t ic a C iu d a d de D io s .
e n c a r n a c ió n d el V e rb o , su n a c im ie n to , v id a y m u e rte .
I s a ía s nos p r o m e tió , que c o n c ib ir ia y p a r ir ía una V ir g e n ,
y n o s d a r ia un h ijo , qu e se lla m a r ía E m a n u e l; y q u e u n
p e q u e ñ u e lo h ijo n a c e r ía p a ra n o so tro s , y lle v a r ía su im p e
r io so b re su h om b ro. Y to d o lo re sta n te d e la v id a d e
C h r is to lo a n u n c ió con ta n ta c la r id a d , q u e p a r e c ió su p r o
fe c ía E v a n g e lio . J e r e m ía s d ix o la n o ved ad , que E io s h a b ia
d e ob rar co n u n a m u g e r, que te n d r ia en su v ie n tr e u n
fe a o . A n u n c ió su v e n ta , p a s ió n , o p r o b r ío s y m u e rte . S u s
pen sa y a d m ir a d a qu ed o en la c o n s id e r a c ió n de e sto s p r o
c ie lo , qu e fa ltá n d o le lo s h o m b re s, se lla m a d e s ie r to . Y
de la v is ió n de p a z , qu e es S ío n . Y la in te r p o n e el P iñ d -
ie ta p o r m e d ia n e r a p ara o b lig a r al P ad re e te rn o , q u e en
CA-
P r e r im r a P a t e , L ib r o I. C a p . XII. ig i
C A P Í T U L O x n .
CX)MO H A B I E N D O S E PROPAGADO EL L IN A -
g e humano , crecieron los clamores de los justos por ¡a v e
nida del M esías ; y también credéron los pecados : jy en
esta noche de la antigua L ey envió D ios al mundo dos
L u cero s, que anunciasen la L ey de Gracia,
do la co ro n a y m é r ito s d e lo s ju s t o s ; y lo s P ro fe ta s y
sa n to s P a d r e s con e l jú b ilo d e la d iv in a lu z r e c o n o c ía n q u e
se acercab a la s a lu d y la p r e s e n c ia d e su R e d e n to r ; y
sen la s p r o fe c ía s y p r o m e s a s á su p u e b lo . Y d e la n te d e l tr o
no real d e la d iv in a m is e r ic o r d ia re p re s e n ta b a n la p r o líx a
d a to al te m p la de J e r u s a ie n á o fre c e r o r a c io n e s y s a c ii-
fi-
p R iM íR A P a r t e , L i b . I . C a p . X IT . 159
X
»^simo Señor y dueño mio , m i petición hum ilde ; y acor-
daos
1^2 M ís tic a C iu d a d de D io s .
CA-
P r im e r a P a r t e , L ib r o J. C a p . X I i , 16 3
C A P Í T U L O XIII.
fá c ilm e n te e x p li c a r , s ie n d o e lla la p r im e r a d e lo s n a c id o s
á q u ie n se le r e v e ló e l m is te r io de su h ija s a n tís im a , q u e
s e r ia m ad re de D io s , y n a c e r ia d e su s e n tra ñ a s la e le g i
d a p a ra el m ayo r sa c ra m e n to d el p od er d iv in o . Y co n ve
n ia así qu e e lla lo c o n o c ie s e , p o rq u e la h a b ia d e p a r ir y
A lto , y co n r e n d id o c o r a z o n r e s p o n d ió : " S e ñ o r D io s e t e r -
9 > n o , c o n d ic io n es d e v u e stra bondad in m e n s a y ob ra d e
» v u e stro b razo p o d e ro s o le v a n ta r d el p o lv o al qu e es p o -
» in d ig n a c r ia tu r a d e ta le s m is e r ic o r d ia s y b e n e fic io s . ¿ Q u é
» A sí lo con ozco , y lo c o n fe s a ré s ie m p r e y de m í qu e so y
» d an do q u e . u s é is c o n m ig o d e v u e stra m is e r ic o r d ia , p u e s
« s o is p ad re p ia d o s o y D io s o m n ip o te a te . H a ced m e, S eñ o r,
« q u al m e q u e r e is , segu n la d ig n id a d qu e m e d a is .* '
18 8 T u v o en e sta v is ió n sa n ta A n a un é x ta s is m a r a v i
llo s o , e n qu e le fu é ro n c o n c e d id a s a ltís im a s in te lig e n c ia s
de
1^ 4 M ís t ic a C iu d a d d e D ios .
de las leyes de n atu raleza, escrita y evangélica. Y cono
ció com o la divina naturaleza en el Verbo eterno se habia
de unir á la n u estra ; y como la humanidad santísima se
ria levantada al ser de D ios., y otros muchos misterios de
los que se habian de obrar en la encarnación d el V erbo
divino. Y con estas ilustraciones y otros divinos dones de
gracia la dispuso el A ltísim o para la concepción , y crea
ción del alma de su hija santísima y madre de Dios.
C A P Í T U L O X IV ,
COM O E L A L T ÍS IM O M A N IF E S T Ó A LOS
Santos Angeles el tiempo determinado, y oportuno de
la Concepdon de M a ría santísima ; y los que le se
ñalo' para su guarda.
í^ s u g e ta r l3 á n u e s tr o s e n e m ig o s ni á su m a lic ia ;, y asi h a
^ ig u a ld a d p o s ib le e n tr e D io s y la c r ia t u r a , p a r a q u e e n n in -
» gu n tie m p o el d ragó n pu ed a g lo r ia r s e fu é s u p e r io r á la
« e sta r segregad a d el p e c a d a ; y h a b ie n d o de r e d im ir en
in fe r io r e s ; y si p o s ib le fu e ra , d eseab an ser m as p u ro s y
p e rfe d o s, p ara ser m as d ig n o s de g u a rd a rh y s e r v ir la .
201 Determ inó luego el A ltísim o , y señaló quienes ha
bían de ocuparse en tan alto m inisterio; y de los nueve
coros eligió de cada uno c ie n to , que son novecientos. Y
luego señaló otros doce , para que mas de ordinario la
asistiesen, en forma corporal y visible ; y tenían señales q
up¡
m ís tic a C iu d a d d e D io s ,
co n la P r in c e s a d e l c ie lo , y la c o m u n ic a s e n p o r e l m is m o
m od o qu e e llo s m is m o s e n tr e sí c o m u n ic a n y h a b la n , y
lo s s u p e r io r e s I lu m in a n i lo s i{ if§ n o r e s . E s t e b e n e fic io le fu é
C Q O c e d id o á la m ad re de D io s ( aunque era s u p e r io r e n la
d era y en n a tu r a le z a e r a in fe r io r . Y quando a l^ n ^ v e z se
le a u se n ta b a ó e s c o n d ia el Señor ( com o a d e la n te v e r e m o s )
s ia s p or e l te so ro e s c o n d id o . E l n ú m ero de se te n ta e n es-«
te b e n e fic io tu v o c o r r e s p o n d e n c ia 4 Iq s a fio s d e su v id ^
s a ^ tííin ^ a , q u e fu é r o u 1 n o s e s e n t a , s in o s e te n ta , c o m o d ir ^
en su lu g a r . Y e n e s te q á m e r o s e e n c ie r r a n a q u e llo s se te n -i
ta fu e rte s , q u e en e l c a p ítu lo t^ rc e rq 4^ C a n tá rc s sq
íjic e gyar4 4 b an e l tá la m o ó le c h o d e S a lo m q n , e s c o g id a a
d e Iq s n ía s v a lie n te s d e I s r a e l , e x e r c i t a d o s e .n l a g u e r r a c o n
Aa CA-
.t 88 M ì s t ic a C iu d a d de D ios.
C A P Í T U L O XV.
DE LA C O N C E P C IO N I N M A C U L A D A DE M A-
ria M adre de D ios por la virtud del poder
Divino.
d iv in a . Y cesan d o el m ila g r o d e e s ta a d m ir a b le c o n c e p c ió n ,
n e c e s a r io e n d u r e c e r la s n i c o n v e r t ir la s en c r is ta l ó y e lo , so
b re que a n d u v ie s e n a tu r a lm e n te y p u d ie r a n a n d a r o t r o s s in
m ila g r o m a s d e l q u e s e h ic ie r a e n e n d u r e c e ila s ; p e r o s in c o n
v e r tir la s en d u ro y e lo pu d o el Señor h acer que su ste n ta se n
C A P ÍT U L O XVL
DE LOS H Á B IT O S D E LAS V IR T U D E S , C O N *
que dotó e l A ltísim o la alma de M a ría santísima , y las
^'hneras operaciones, que con ellas tuvo en e l vientre de
santa A n a : y comienza su M agestad misma á darme la
doctrina para su imitación.
^24 _
E Llil
. impetuoso' corriente d e s ií divinidad encam inó
D ios á letificar esta m ísticá ciudad d et alm a santísima de
M a r ía , tam ando su co rrid a .desde la fu en te d e su infini
ta sabiduría y bon d ad, con que , y donde h a b ía determ i
nado ei Altísim o depositar en esta d ivin a Señora los m a
yores tesoros de gracias y virtu d e s, que gamas se diéron,
ni se daíán eternamente á otra alguna criatura. Y quando
ilegó la hora de dárselos en posesion , q u e / u é a l mismo
ins-
200 M ís t ic a C iu d a d d e D io s .
in s ta n te , que tu v o ser n a t u r a l, c u m p lió e l O m n ip o te n te
c ió n en ta n e m in e n te grad o , q u al n in g u n a d e ’ lo s sa n to « ,
ni to d o s ju n to s p u d ié r o fl a lc a n z a r , n i cou le n g u a h u m a
na se p u ed e m a n ife s ita r ,
225 P ero aunque fu é ad o rn ad a e n tó n c e s com o esp osa,
qu e d e s c e a iia d e l c ic lo co n to d a p e r fe c c ió n y gén ero de
^ á b ito s in fu s o s , n o fu é n e c e s a r io que lu e g o lo s e x e r c ita s e
to io s , m as de s o lo a q u e llo s qu e p o iia y c o n v e n ía n a l es
ta d o qu e te n ia en el v ie n tr e de su m ad re. E n p r im e r lu
g ar fu é ro n la s tr e s v ir t u d e s te o lo g a le s , fe , esp eran za , y
se con é l , s in h a b e r s e ! c o a v e r t id o á o tr o , n i e sta r s o lo u n
in s ta n te s in e ste m o v im ie n to . L a te r c e r a ' v ir tu d de la c a -
up
(2 o 6 M ís t ic a C iu d a d d e D io s :
te s d e v e r lo s con e l c u e r p o , lo s v ió y c o n o c ió en D io s $
p u e rta d e la v id a la d r a c m a p r e c io s a , q u e p e r d im o s to d o s e n
al e n c u e n tro , y á la D iv in id a d q u e la e s p e r a b a e n lo s u m
b r a le s d e la n a tu r a le z a . Y áus p o t e n c ia s t o p á r o n ^ n e l in s
ta n te d e su s e r a l n o b ilís im o o b je to , q u e la s m o v ió y es
tre n ó , p o rq u e s e c r ia b a n s o lo p ara é l; y iia b ie n d o d e ser
su yas en to d o y p o r to d o se le d e b ia n la s p r im ic ia s d e
su s o p e r a c io n e s , q u e fu é ro n el c o n o c im ie n to y am o r d i
v in o , s in que h u v ie s e en e sta S eñ o ra s e r , s in con ocer á
D io s , n i c o n o c im ie n to s in a m o r, n i am or s in m e r e c im ie n
to . N i e n e sto h u b o cosa p e q u e ñ a , n i m e d id a co n la s le
d e s a lió d e la m an o d el A ltís im o p a ra c a m in a r , c r e c e r y
lle g a r h a sta ser ta n gran d e, qu e s o lo D io s fu e s e m a y o r , ¡ Ó
m ie n to s son co m o la p u rp u ra d el R e y i, p u e s -lle v a s te sü
corazo n , y h e r id o d e e s to s c a b e llo s le e n la z a s te , y le tr a -
g is te
P r im e r a P a r t e , L ib . L C a p . X V L 207
giste preso de tu amor al grem io de tu virginal vientre
y corazon.
234 Aquí fué donde verdaderam ente dormía la esposa
del R ey » y su corazon velaba. D orm ían aquellos corpo
rales sentidos , que apénas tenian su forma n a t u r a l n i h a
bian visto la luz m aterial del s o l ; y aquel divino cora
zon , mas incomprehensible por la grandeza de sus dones,
que por la pequenez de su ser n a tu ra l, velaba en el tála
mo de su m adre con la lu z d e la D iv in id a d , que le ba
ilaba , y encendía en el fuego de su inmenso amor. No
era conveniente que en esta divina criatura obrasen prim era
las potencias inferiores que las superiores del alma ; ni que
estas tuviesen operacion in fe rio r, ni igual á otra criatura;
porque si el obrar corresponde al ser de cada c o s a , la que
siempre era superior á todas en la dignidad y excelen cia,
también había de obrar con proporcionada superioridad á
toda criatura angélica y humana. Y no solo no le habia
de faltar la excelencia de los espíritus angélicos , que lue
go usaron de sus potencias en el punto d e su creación; pe
ro esta misma grandeza y prerogativa se le debia á la
que era criada para su R eyn a y Sefiora.. Y tanto con m a
yores ventajas , quantO' excede el nombre y oficio de m a
dre de Dios a l de siervos su y o s, y e l de R eyn a al de
vasallos : porque á ninguno de los ángeles les d ixo el
V e rb o , tú eres mi m adre;, ni alguno de ellos pudo de
cirle á él m ism o , tú eres mi h ijo ; solo eotre M aría, y
el eterno V erb o hubo este c o m ercio , y m utua correspon^
den-'
Up
2o 8 m í s t ic a C iu d a d de D ios.
dencia : y por ella se ha de medir y investigar la gran
deza de M aría , com o el Apóstol la de Christo.
23S E n escribir estos sacramentos del R e y , quando y a
es honorífico revelar sus o b ra s, confieso mi rudeza y li
m itación de muger , y me aflijo porque hablo con térm i
nos comunes y v a c ío s , que no llegan á lo que entiendo
en la l u z , que m i alm a tiene de estos misterios. Necesa
rias fueran , para no agraviar tanta g ra n d eza , otras pala
bras , razones y términos particulares y propios ; pero no
los alcanza mi ignorancia. Y quando los hubiera también
sobrepujáran , y oprim iéran á la humana flaqueza. R e
conózcase pues inferior y desigual para íixar su vista en
este sol divino , que con rayos de D ivinidad sale al mun
do , aunque encubierto de la nube del vientre materno
d e santa Ana. Y si queremos todos, que nos den licencia
para acercarnos á la vista de esta m aravillosa visió n , lle
guemos libres y desnudos, unos de la natural cobardía,
otros d el temor y en cogim ien to, aunque sea con pretex
to de h u m ild a d ; pero todos con suma devocion y piedad,
léjos del espíritu de contención , y nos será perm itido ver
de cerca en medio de la zarza el fuego de la D ivinidad,
sin consumirla.
236 He dicho , que el alm a santísima de M aría en el
prim er instante de su purísima concepción vió a b strad i-
vam ente la divina e se n cia , porque no se me ha dado luz
de que viese la gloria esencial, ántes entiendo que este pri
vilegio fué singular de la santísima alm a de C h risto , co-
mo
P r im e r a P a r t e , lib r o T. C a p . X V I . 209
m o d e b id o y c o n s ig u ie n te á la Union s u b s t a n c i a l d e l a D i
v in id a d en la p erso n a d el V erb o , p ara qu e ni por solo
in s ta n te d e x a s e d e e sta r con e lla u n id a p o r la s p o te n
c ia s d c l a lm a p or su m a g r a c ia y g lo r ia . Y com o aquel
h o m b re C h r is to n u e s tro b ie n c o m e n z ó á s e r ju n ta m e n te h o m -
b i 'e y D i o s , a s i c o m e n z ó á c o n o c e r á D i o s y a m a r l e c o m o c o m -
p reh en so r. P e r o la a lm a d e s u m a d r e s a n tís im a n o e s ta b a u n id a
s u b s ta n c ia im e n te á la D iv in id a d ; y a s í, n o c o m e n z ó á o b r a r c o
m o c o m p r e h e n s o r a , p o r q u e e n tr a b a e n la v id a á ser v ia d o r a .
la u n ió n h ip o s tá tic a , tu v o ta m b ié n o tra v is ió n p r o p o r c io
c o n d ic io n e s e x c e d ió la v is ió n d e la D iv in id a d , q u e tu v o
en el p r im e r in s ta n te la m ad r« d e C h r is to á la v is ió n
c la r a de o tro s, en q u a n to c o n o c ió e lla m as m is te r io s ab s-
ces por el d is c u r s o d e su v id a , c o m o a d e la n te d ir é .
Dd J
)oc
~
up
Q io M ís t ic a C iu d a d de D io s .
D O C T R IN A Q JJE M E D IÓ L A R E T N A D E L C IE -
lo sobre este capítulo,
C A P Í T U L O XVII.
P R O S IG U IE N D O EL M IS T E R IO VE LA CON-
cepcfon de M aría santísima , se me dió á entender el
capítulo veinte y uno del Apocalipsis.
PARTE P R IM E R A DEL C A P ÍT U L O .
P
P rim e ra P a r t e ,L ib . T. Cap. X V II. 219
ría. Hubo juntam ente nuevo cielo de la gloria para la na
turaleza humana ; no porque se moviese ni desapareciese
el E m p íreo , sino porque faltó en éi el estar sin hombres,
como lo habia estado por tantos siglo s: y en quanto á
esto dexó de ser el prim er c ie lo , y fué de nuevo por los
merecimientos de Christo , que y a comenzaban á resplan
decer en la Aurora de la gracia , M aría santísima su m a
dre : y así se ítié el prim er c ie lo , y la prim era tierra , que
hasta entónces habia estado sin remedio, T e l mar d exó
de ser : porque el mar de abominaciones y p e ca d o s, que
¡tenia inundado el m undo, y anegada la tierra de nuestra
n a tu ra le za , dexó y a de ser con la venida de M aría san
tísima y de Christo ; pues e l mar de su sangre supera
bundó y sobrepujó al de los pecados en la suliclencia ,e n
c u y a comparación y valor es cierto que ninguna culpa
tiene ser. Y si los mortales quistéran aprovecharse de aquel
mar infinito de la divina misericordia y méritos de Jesu-
Christo nuestro Señor , dexáran de ser lodos los pecados
d e l m u n d o , que todos vino á deshacerlos y desviarlos el
cordero de ü ios.
248 T y o Juan v i la ciudad santa de Jerusakn nueva,
que descendía de D ios desde el c ie lo , preparada , como la
esposa adornada para su varón. Porque todos estos sacra
mentos comenzaban de M aría santísima , y se fundíhan
en e lla , d ice e l E va n g elista , que la vió en forma de la
ciudad santa de Jerusalen , & c . que de la R eyna habló con
esta m etáfora. Y fuele dado que la v ie s e , para que mas
Ee 2 ^ co-
220 M istica C hjdad de D io s :
conociese el te so ro , que al pie de la cruz ^e le había en
comendado y fiado , y con aprecio digno le guardase. Y aun
que ninguna prevención pudiera equivaler á la falta pre
sencial del hijo de la Virgen ; pero entrando San Juan
en su lu g a r , era conveniente que fuése ilustrado conform e
á la dignidad y o fic io , que recibía , substituyendo por el
hijo natural.
249 Por los m isterio s, que Dios obró en la ciudad san
ta de Jerusalen, era mas apropósito para símbolo de la
que era su m a d re , y el centro y mapa de todas las ‘m a-
xavillas del Omnipotente. Y por esta misma razon lo es
tam bién de las Iglesias m ilitante y triunfante: y á todas
se estendió la vista de la águila generosa Juan por la
correspondencia y analogía que entre sí tienen estas ciu
dades de Jerusalen místicas. Pero señaladamente m iró de
hito á la Jerusalen su p rem a , M aría santísima , donde es
tán cifradas y recopiladas todas las g ra cia s, m aravillas, do
nes y excelencias de las Iglesias militante y triunfante. Y
todo lo que se obró en la Jerusalen de Palestina, y lo que
significa ella y sus m orad ores, todo está reducido á M aría
.p u rísim a, ciudad santa de D io s , con m ayor admiración y
excelencia que en lo restante del cielo y tierra , y de to-,
dos sus moradores. Por esto la llam a Jerusalen nueva, por-
^que todos sus; dones , grandeza y virtudes son n u e v a s, y
rcausan nueva m aravilla á los. santos. Y nueva , porque
fué despues de todos los padres antiguos, patriarcas y pro
fetas , y en ella se cumplíéron y renovárou sus clamores,
or^
P r i m e r a P a r t e , L i b r o I. C a p . X V IL 221
oráculos y promesas. Y nueva , porque viene sin el con
tagio' de la c u lp a , y desciende de la gracia por nuevo
órden s u y o , y léjos de la común le y del pecado. Y nueva,
porque entra en el mundo triunfando del demonio y del
primer en gañ o , que es la cosa m as n u e v a , que en él se
habia vista desde su principio.
250 Y como todo esto era nuevo-en la tierra , y no
pudo venir de ella , dice , que baxaba del cielo, Y aun-»
que por e l común orden d e la naturaleza desciende d e
Adan ; pero no viene por el camino real y ordinario de
ia culpa , sendereado de todos los. predecesores hijos de
aquel prime? delinqiiente. Para sola esta Señora hubo otro
decreto en la divina predestinación , y se abr!ó nueva
se n d a , por donde viniese co n su hijo santísimO' al mundo,
sin acompañar en el ó rd e a de la gracia á otro alguno
de los. m ortales, ni que- alguno de ellos le acompañase á
ella y á Christo nuestro Señor, Y así baxó nueva desde el
cielo de la. mente y determinación de Dios. Y quando los
demas hijos de Adan descienden de la tierra , terrenos y '
maculados por e l l a , esta R eyna de todo lo criado viene
del c ie lo , com o descendiente solo de Dios por la inocen
cia y gracia : que comunmente decimos , viene alguno de
aquella c a s a , ó solar de donde desciende ; y desciende de
donde recibió el ser que tiene. Y el ser natural de M aría
santísima , que recibió por A d a n , apénas. se divisa, mirán
dola m adre del V erbo etern o, y com o á su lado del eter-
•no Padre con la gracia y participación que para esta dig-
ni-
222 M ís tic a G üdad db D io s .
nidad recibió d e su divinidad. Y siendo esto en ella el ser
p rin c ip a l, viene á ser como accesorio y ménos principal
el ser de la naturaleza , que tien e: y así el E vangelista
miró á lo p rin cip al, que baxó del c ie lo , y no á lo acce
sorio , que vino de la tierra.
251 Y prosigue diciendo , que venia preparada, como
esposa adornada, & c . Para el dia del desposorio se busca
entre los mortales el m ayor adorno y a liñ o , que se puede
hallar para componer la esposa te rre n a ; aunque ias jo y a s
ricas se busquen prestad as, porque nada le falte segun su
calidad y estado. Pues si confesamos (com o es forzoso con
fesarlo) que M aría purísima de tal suerte fué esposa de
la Santísima T rin id a d , que juntam ente fuese madre de la
persona del H ijo; y que para estas dignidades fué adorna
da y preparada por el mismo Dios omnipotente , iníinita
y rico sin medida y t a s a ; ¿ qué adorno , qué prepara
ción , qué joyas serian e sta s, con que aliñó á su esposa,
y á su m a d re, para que fuese digna e sp o sa, y digna ma-
Ure*? ¿R eservaría por ventura alguna jo y a en sus tesoros?
¿N eg aría le alguna gracia de quanti» con su brazo pa-
deroso la podía enriquecer y aliñar ? ¿ D exaríala f e a , des
com puesta., m anchada en alguna parte ó por algun ííis-
tante? ¿S ería escaso ó avariento con su madre y esposa
el que derram a prodigiosamente los tesoros de su D ivini
dad con las a lm a s, que en su comparación son ménos, que
siervas y que esclavas de su casa ? Todas confiesan coa
el mismo S e ñ o r, que es una la escogida y la p e r fe d a , á
q u ie n
pRiMBRA P a r te , L r s . I. C ap . X V II. 223
quien las demas h ín de reco n o cer, predicar y m ag nificar
por inmaculada , y felicísim a entre las muger es , y de
quien admiradas con júbilo y alabanza preguntan: ¿Q uién
es e s t a , que sale com o a u ro ra , hermosa com o la luna,
escogida com o el s o l, y terrible com o exércitos bien or
denados ? E sta es M aría santísima^ única esposa y madre
del O m nipotente, que baxó al mundo adornada y prepa
rada com o esposa de la beatísima Trinidad para su espo
so , y para su hijo. Y esta venida y entrada fué con tan
tos dones de la D iv in id a d , que su lu z la hizo mas agra
dable , que la a u ro ra ; mas h erm o sa, que la lu n a ; y mas
eleéla y singular, que e l sol, sin haber segunda; mas fuerte y
po lirasa que todos los exércitos del cielo y de los santos. Ea-
Xó adornada y preparada para D ios , que la dió todo lo
que q u iso , y quiso darla todo lo que pudo , y pudo dar
la todo lo que no era ser D io s ; pero lo mas inm ediato
á su D iv in id a d , y lo mas léjos del pecado que pudo ca
ber en pura criatura. Fué entero y perfed o e ste a d o rn o ;y
no lo fu e ra , si algo le fa ítá r a ; y le faltára , si algún
punto estuviera sin la inocencia y gracia. Y sin esto, tam
poco fuera bastante para hacerla tan hermosa , si el ador-
fío y las jo y a s de la gracia cayeran sobre u n rostro feo
de naturaleza maculada por c u lp a , ó sobre un vestido
manc[iado y asqueroso: siempre tuviera alguna t a c h a , de
donde por mas diligencias no pudiera amas salir del todo
la sombra ó señal de la m ancha. T o d o esto era m énosde-
ccLte para M a r ía , m adre y esposa de D io s ; y siéndolo
pa-
224 M ís t ic a C iu d a d de D io s .
r
P r im e r a P a r t e , L ib r o L C ap. X VIL 233
y la justificación ; los medios para a lc a n z a rla , y para fin
de todo la glorificación, y estado de la felicidad , que
ni ojos viéron , ni oidos o y é ro n , ni pudo venir en cora
zon humano. Todo esto es para los que vencieren , y
fueren hijos esforzados y verdaderos.
261 Pero á los tímidos^ incrédulos ^ execrables ^ homici-
, y fornicarios , bechizeros , idólatras , j; todos los mentí^
rosos, <^c. E n este formidable padrón se han escrito p o r
sus manos propias innumerables hijos de perdición, porque
es infinito el número de los n e c io s, que á ciegas ha hecho
elección de la muerte , cerrando el cam ino de la vida; no
porque esté oculto á los que tienen o jo s; mas porque los
cierran 'á la luz , y se han dexado y dexan fascinar y obs
curecer con los embustes de Satanás , que á diferentes in
clinaciones y gustos de los hombres les ofrece el veneno
disimulado en diversos potages de vicios que apetecen. A los
tímidos , que son los que y a quieren, y a no quieren, sin h a
ber gustado el maná de la virtud , ni entrado en el camino
de la vida e tern a , se les representa insípida y terrible,
siendo el yu g o suave , y la carga del Señor m u y ligera;
y engañados con este te m o r , se dexan vencer prim ero de
la cobardía que del trabajo. Otros incrédulos , ó no adm i
ten las verdades re v e la d a s, ni les dan crédito , com o los
Hereges , Paganos , y Infieles; ó si las creen , com o C a
tólicos , parece que las oyen de léjos , y las creen para
o tro s, y no para sí mismos ; y así tienen la fe muerta,
y obran com o incrédulos.
Gg a6a
234 M ís tic a CiUDAr de D iost
262 L os execrables, que siguiendo qualquier vició sin.
reparo y sin fre n o ; ántes gloriándose de la m aldad , y
despreciando el c o m e te rla s, se hacen contentibles á Dios,-
execrables y m ald itos; llegando á estado de. rebeldía , y
casi imposibilitándose para, e l bien obrar ; y alexándose del
cam inO 'de la ■vida e te r n a , como si no fiieran criados pa
ra ella , se apartan - y enagenan de Dios y de sus bene&*
cios y bendiciones , quedando aborrecibles al m ism o Señcw^.
y á los Santos# A las homicidas ^ que sin tem or , ni reve
rencia de la divina justicia , usurpan á D ios el derecho de-
suprem o Señorr, para gobernar- d 'u íu v e r s o , y castigar y-
vengar la s-in ju ria s; y así merecen ser medidos y juzgados
por la misma medida ,, que ellos han querido ■
medir á los
otros y juzgarlos» .L o s fo rn ica rio s, que por¡ un breve y íH'*
m undo d eley te cum plido y . aborrecido pero nunca^ sa c ia --
do •el desordenado. apetito . posponen la amistad .de DioSy*y/
desprecian-'los eternos d e le y te s, que sacian do, se apetecen
m a s ; y satisfaciendo , jam as se acabarán. L o s hechiceras^ >
que creyéron y confiáron en las falsas promesas d e l dra
gón, disim ulado -c o n apariencias >de-, a m ig o ,, quedáron en^
gajíado« y p e r v e r t id o s p a r a engañar y pervertir, á otrds»-
L os idólatras y que siguiendo y . buscando la D ivinidad no ■
la to p á ro n , estando c e r c a .d e to d o s ;, y se la diéron á qiáen
no la- podia te n e r , porque se la d ab an .lo s mismos , que
los fabricaban ; y eran inanimadas sombras de. la ,verd ;id
y todas cisternas disipadas , para^ contener' la grandeza áe
ser D ios verdadero. A h s w w í/rw o í , ,que .se oponen á ia
su*
P r im e r a P a r t e , L ib r o I. C ap. X VIL 235
suma verdad , que es D io s ; y por alejarse al estremo con
trario , se privan de su re d itu d y v ir tu d , fiando mas en
el fingido e n g añ o , que en e l mismo A u to r de la verdad y
todo e l bien.
263 D e todos e sto s, dice e l E v a n g e lista , o y ó , que la
parte de ellos seria en e l estanque de fuego ardiente con
a z u fr e , que es la muerte segunda. N adie podrá redargüir á
la divina equidad y ju s tic ia ; pues habiendo justificado . su
causa con la grandeza de sus beneficios y misericordias sin
n úm ero, baxando del cielo á vivir y m orir entre los hom^
bres.; y rescatándolos con su misma vid a y sangre, dexan
do tantas fuentes de g r a c ia , que se nós diesen de yald e
cn su Iglesia sa n ta ; y sobre todas á la m adre de la mis
ma gracia , y fuente de la v id a , M aría santísim a, por
c a y o medio la pudiésemos a lca n za r: si de todos estos b e
neficios y tesoros no han querido aprovecharse lo s m orta
les ; y por seguir con un d d e y te momentáneo la herencia
de la m u erte, dexáron la de la v i d a ; no es m u c h o , que
cojan lo que sembráron , y que su parte y herencia sea
•el fuego etern o en aquel profundo form idable de ^¡iedra
a z u fr e , donde no h a y redención ni esperanza de vida, por
haber incurrido en la muerte segunda del castigo. Y aun
que esta m uerte por su eternidad es infinita ; pero mas fea
y abominable fué la m uerte prim era d e l pecado , que v o
luntariamente se tomáron los réprobos con sus manos; por-
qife fué m uerte de la g r a c ia , causada por el p e c a d o , que
se opone á la- boíidad y santidad infinita d e D io s ,, o fca-
Gg 2 dién-
<236 m ís t ic a C iu d a d de D io s .
C A P Í T U L O XVIIL
P R O S IG U E E L M IS T E R IO DE LA C O N C E P C IO N
de María, santísim a, con la segunda parte del capítulo
veinte y uno del Apocalipsis.
ur
a j8 M ís t ic a G iu e a d d e D ios .
bre toda criatura humana y a n g élica , y ponerla en é l mun
do por espejo de la D ivin id a d , y m edianera única de los
m o rta le s, tomará D ios señaladamente por su cuenta vea-
gar las h eregías, errores y blasfemias y qualquier desa
cato com etido contra e lla ; y el no haberle glorificado, co-
íioeido y adorado en este su tabernáculo, y no se haber a p io -
vechado de -tan incom parable misericordia. Profetizados es
tán .‘Cstos cast'^os en la Iglesia santa. Y aunque e l enigm a
del Apocalipsis encubre con obscuridad este rigor ; ,¡ pero
ay de los infelices ^ á quien alcanzáre ! y a y de m í , que
ofendí :á Dios tan fuerte y poderoso en castigar ! Absor
ta quedo .en el conocim iento d e'.tanta ca la m id a d , com o
am enaza.
2 66 H abló el án^el al Evangelista^ y díxole: V é n ^ y
t e m ostraré la esposa ^ muger del cordero Aquí decla*^
r a , que la ciudad santa de Jerusalen, que le m o s tr ó , es
Ja .muger esposa del cordero ^ entendiendo debaxo de esta
¡metáfora (co m o y a he d ic h o ) á M aría santísim a, á quiea
m ^ aba rSan Juan m adre , ó m u g e r, y esposa del cordero
<que es C h r is to ; porque entrambos oficios t u v o , y exercitó
ia R e yn a .divinamente. Fué esposa de la Divinidad única
y singular por la particular fe y am or con que se hizo
y acabó este desposorio: y fué m u g e r, y madre del mis
ino Señpi hum anado, dándole su misma substancia y c a r-
fje m o r t a l, y criándole y sustentándole en la form a de
hgíftbre , ^ue le habia dado. Para ver y entender tan so-
hwrafiQS íaisterios, fué levantado en espíritu el Evaagelisr
ta
p R jM E R A P a r t e , L i b . I . C a p. X V III, 239
upl
242 m ís t ic a C iu d a d d e D io s :
P
P r i m e r a P a r t e , L i b . I. C a p . X V IIL 245
sangre y substancia, en que padeciese y redimiese á los
hombres. Y así en aigun m odo murió ella y padeció en
C h risto por esta unidad de carne y sangre ; y á mas de
esto le acom pañó en su pasión y muerte , y la padeció
de voluntad en la form a que pudo con divina hum ildad
y fortaleza. Y así com o ella cooperó á la pasión , y dió
á su hijo , en que padeciese p o r el linage hum ano, así
tam bién el mismo Señor la hizo participante de la digni
dad de redentora y le dio los méritos y fruto de la r e -
á^ncion , para que ella los distribuyese , y que por sola
sn mano se comunicasen á los- redimidos. ¡O adm irable te -
sercpa de B io s , qué seguras están en tus divinas, manos
y liberales“ las riquezas d é la diestra del O m nipotente!Pues
tcíiiíj esta C iud ad tres puertas a l O rien te, tres- puertas a l
Aquilón , tres puertas a l M edio d'm ^y tres puertas a iO c -
cidihte , 6 V . Tres puertas que correspondan- á cad a p a rie
del mundo : y en el número de tres nos franquea por ellas
á' todos los mortales quanto el cielo y la tierra: poseen; y
í quitrii dió ser á todo lo c r ia d o , que son las tres divinas-
personas-, P a d re , H ijo , y Espíritu santo; Cada- una- de las:
tres quieren y disponen, que M aría santísima; tenga puer
tas para solicitar tesoros divinos á los- morrales ; q u e
aunque es un Dios en- tres personas, cada- u n a á e por si
le da entrada y puerta franca, para que éntre esta purí
sima R eyn a a í tribunal d el ser inm utable d e la santisim a
Trinidad ; para que in terce d a , pida y saque dones: y ^^ai-
cías-, y ae los dé i sus devotos, q ^ k buscara», y obiir-
246 M ís tic a C iu d a d de D io s .
garen de .todo el mundo ; para que nadie de los m orta
les tenga escusa .en ningún lugar del universo , ni en nin
guna generación,, ni nación de él ; pues á todas partes h a y
no una puerta ^ sino 1res puertas. Y el entrar en una ciu
dad por una puerta franca y patente es tan f á c i l , que si
alguno dexáre de e n t r a r , no será por falta de puertas,
sino porque él mismo se detiene y no se quiere poner
en salvo. ¿Qué dirán aquí los in fieles, hereges, y paganos?
¿Qué los m alos christian o s, y obstinados pecadores ? Si los
tesoros d el cielo están en manos de nuestra m adre y Se
ñ o ra , si ella nos llam a y nos solicita por medio de sus
ángeles, y si es puerta y m uchas puertas del c ie lo , ¿cómo
son tantos los que se quedan fuera , y tan pocos los que
por ellas entran?
2 7s T e / muro de esta ciudad tenia doce fundamentos y
en ellos los nombres de lo 9 doce Apóstoles del cordero. Los
fundamento* inmutables y fuertes , sobre que edificó D ios
esta ciudad santa de M aría su m a d r e , fuéron todas la?
virtudes con especial gobierno del Espíritu sa n to , que les
correspondía. Pero dice fuéron d o c e , con los doce nom
bres de los Apóstoles ; así porque se fundó sobre la ma
yo r santidad de los A póstoles , que son los m ayores de
los sa n to s, segun lo d e D a v id , que los fundamentos
de la ciudad de Dios fuéron puestos sobre los montes san
tos ; com o porque la santidad de M a ría , y su sabiduría fué
com o fundam ento de los Apóstoles y su firmeza despues
de la m uerte de Christo. y subida álo s cielos. Y aunque.siem
pre
P r im e r a P arte , L ib , L C ap. X V llL 247
pre'filé; sir M aestra y e x em p la r; p e ro entóaces sola ella fué
la m ayor firmeza', de la. Iglesia prim itiva. Y porque fué
destinada para este ministerio desde su inm aculada concep
ción. con las virtudes y gracias correspondientes ; por eso
dice que sus- fundamentos: eran doce,
276 T e l que hablaba con migo tenia una medida de ca
ña de o r o ,. j í rnidit la ciudad con esta caña p o r doce- m il
estadios , & c .. En’ e sta s: medidas»encerró, e l E vangelista gran
des misterios de' la dignidad gracias , dones ,■ y méritos
de la-, m adre de Dios.- Y ' aunque la midiéron con' gran
m edida en la dignidad y beneficio^',, que’ puso- el Altísim o
en ella pero ajustóse la m edida en e l retorno^ posible , y
fuéron iguales,. L a longitud f u é tanta , qiianta su' latitud', por
Codas partes estuvo: proporcionada y ig u a l,, sin-que- en- ella
se hallase mengua , d esigu a ld a d , ni im proporcion,-Y n o -m e
detengo-ahora en^ esta-,< remitiéndome.' á- lo qpe'd iré en: to--
do el discurso- de su vida,- Solo advierto aJiora, que esta
m ed id a ,, con que s e midiéron: la d ig n id a d , méritos y gra
cia de- M aría, santísim a,, fué- la hum anidad d e su^ hijo’ ben
ditísimo unida, al- Verbo divino^
2 77' Y llámala' el Evangelista caña , por lá fragilid ad
dé* nuestra naturaleza de ca rn e flaca ; y llá m a la de oro^
por la-divinidad de la perdona; del Verbo,. Con esta-dignidad
de C iiristo Dios y hom bre verdadero , y con los dones de la
Eaturaleza, unida á. la- divina- persona, y con los merecimientos
que' obró-,, fué m edidasu' madre- santísim a'por e t mismo Se-
Bor,. E l fué quien- la- midió consigo- m ism o ; y e l l a s i e n d o
m e-
248 m ís t ic a C iu d a d de D io s .
C A P Í T U L O XIX.
C O N T IE N E L A Ú L T IM A P A R T E D E L C A P ÍT U L O
, veinte y uno del Apocalipsis en la concepdon de M aría
santísima,
up'
255 m ís t ic a C iu d a d de D io s .
tu rb a d o s) com o la consiguieran.
286 E l tercero » es calcedonio. T om a e l nombre esta pie
d ra de la provincia donde se h a lla , que se llam a Calce
donia. E s de color de carb u n co , y de noche im ita su res
plandor al de una linterna. E l misterio de esta piedra es
manifestar el nombre de M aría santísima y su virtud. T o
m óle de esta provincia del m u n d o , doade se h a lló , lla
mándose hija de A d á n , com o los d e m a s , y M a r ía , que
m udado ei acento en latin , significa los M ares ; porque
fué e l O céano de las gracias y dones de la D ivinidad. Y
vino al mundo por m edio de su concepción purísima pera
anegarle y inundarle con e lla s , absorviendo la m alicia del
pecado y sus e fe d o s , y desterrando las tinieblas del A bis
m o con la lu z de su esp íritu , ilum inado con la lumbre
de la sabiduría divina. C oncedióle e l A ltísim o en corres
pondencia de este fundamento especial virtud , para que
por medio d e su nombre santísimo d e M a r ía , ahuyentase
las espesas nubes de la infid elid ad , y destruyese los erro
res de las h eregías, paganism o, idolatría , y todas las du
das de la fe católica. Y si los Infieles se convirtiesen á es
ta l u z , in vocán dola, cierto es que m u y presto sacudirian
d e sus entendimientos las tinieblas d& sus errores , y todos
se anegarían en este M a r , por l a virtud de lo a lt o , <1^®
para esto le fué concedida.
287 E l quarto fundamento es esmeralda , cu yo colof
verde y a le g re , sin fatigar la v is ta , la r e c r e a : y declara
misterlosísimameate la g r a c ia , que recibió M aría santísima
ea
P r im e r a P a r t e , L i b . 1. C a p , XIX. 257
en su co n cep ció n , para que siendo amabilísima y gracio
sa en los ojos de Dios y de las c ria tu ra s, sin ofender ja
mas su dulcísimo nombre y m em oria, conservase en sí mis
ma el verdor y fuerza de la santidad y virtudes y dones,
que re cib iese , y se le concediese. Y dióle adualm ente en
esta correspondencia el Altísim o , que pudiese distribuir es
te beneficio , comunicándole á sus fieles devotos , que pa
ra conseguir la perseverancia y firm eza en la amistad de
Dios y en las virtudes la llamaren.
288 E l quinto es Esta piedra es transparente, y
su color mas im ita al encarnado claro , aunque com pre
hende parte 'de tres colores: abaxo negro, en medio blanco,
y en lo alto nacar ; y todo hace una variedad graciosa. E l
misterio de esta piedra y sus colores fué significar junta
mente á la m a d re, y al hijo santísimo que había de en
gendrar. L o negro dice en M aría la parte inferior y ter
rena del c u e r p o , negrecido por la mortificación y trabajos
que padeció ; y lo mismo de su hijo santísimo afeado por
nuestras culpas. L o blanco dice la pureza del alm a de la
madre virgen , y la misma de Christo nuestro bien. Y lo
encarnado declara en la humanidad la Divinidad unida h i-
postáticamente ; y en la madre manifiesta e l amor , que
de su hijo santísimo participó con todos los resplandores
de la D ivinidad , que se le comunicáron. Fuéle concedido
por este fundamento á la gran R eyn a del c ie lo , que por
su intercesión y ruegos fuese eficaz con sus devotos e l v a
lor suficiente para todos de la encarnación y redención; y
Kk que
2g8 m ís t ic a C iu d a d de D io s .
D O C T R IN A Q JJE M E D IÓ LA R E T .V A DZL
cielo en estos capítulos»
C A P Í T U L O XX.
tiv a d e su D iv in id a d , c o n c e d ié n d o s e la o t r a s d o s veces d e -
« u e rte , q u e se le m a n ife s tó la s a n tís im a T r in id a d tre s, v e
n u ev e m eses ; y la te rc e ra „ e l d ia á n te s q u e n a c ie r a . Y
B o se e n tie n d a .q u e p o r no s e r c o n tin u o , e s t e m odo> d e
m u y a l t o c o n q u e: m ir a b a p o r fe y e s p e c ia l ilu s tr a c ió n a l
s e r d e D io s r q u e e ste m odo d e c o n te m p la c ió n fu é in c e s a n
te y c o n tin u o ' en . M a r ía s a n tís im a s o b r e to d a l a c o n te m p la
c ió n ,q u e tu v ié r o n to d o s , lo s . v ia d o r e s ju n to s .
n ia á s e r su m o , b e n e fic io d e la g r a c ia p a ra e ste in te n to ;
p o rq u e d exa b a e s p e c ie s im p r e s a s d el Señ or en el a lm a ,
y la le v a n ta b a , y a b s o r v ia to d a la c r ia tu r a en e l in c e n
d io . d e l a m o r d iv in o . E s to s a fe c to s se ren o váro n con e sta s,
I
v is io n e s e n e l a lm a , s a n tís im a d e M a r ía , m ié n tr a s e stu v o
en e l v ie n tr e d e s a n t a . A n a ,, d o n d e s u c e d ió ,, q u e te n ie n *
¿o u so p e r fe c tís im o , d e razon , y ocu pán dose, e n c o n tin u a s
n t e r e n c i a ,, a i o r a c i o n . y am or d e D io s y tra to co n lo s á n
Nn con
2 8 a M ís t ic a C iu d a d p e D io s .
co n to d a m an sed u m b re y c a r id a d s u fr ió la s in ju
r ia s , y a c a r ic ió á q u ie n se la s h a c ia ; y d e sd e e n tó n
h a b e r la s p o s e id o e l d e m o n io , p a ra e n c e n d e r la s en o d io d e
la S a n ta : y com o e n tr e g á n d o s e le .u n a v ez á e s te c r u e l ti
ran o , cob ra m a s fu e r z a s p ara tra e r á su m a n d a d o á q u ie n
se le su g e t^ , in c itó a q u e llo s r u in e s in s tr u m e n to s , p a r a q u e
in te n ta s e n a lg u n a ven gan za e n la p erso p a y v id a d e san
ta A n a ; m as n o p u d ié r o n e x e c u t a r lo , p o r q u e la v ir tu d d i
v in a h iz o m as d é b ile s y in e p ta s la s fla c a s fu e rz a s d e a q u e
lla s m u geres , y n ad a p u d ié r o n o b rar c o n t r a l a .S a n t a ; á n
te s e lla la s v e n c ió .c o a a m o n e s ta c io n e s , y la s y e d u x o co n
su s o r a c io n e s á c o n o c im ie n to , y e n m ie n d a d e su s
v id a s .
d id o ; p orq u e lu e g o s e v a lió d e u n a c r ia d a , q u e s e r v ia á
lo s sa n to s c a s a d o s , y la ir r itó c o n tra sa n ta A n a ; d e su e rte
q u e e s ta fu é p e o r q u e la s o tr a s m u g e r e s , p o r q u e e r a e n e m i
d e te n g o en r e fe r ir lo qu e in te n tó e l e n e m ig o p o r m e d io d e
e sta c r ia d a ; p o r q u e fu é lo m is m o q u e p o r la s o tra s m u g e -
c ió n m a s g lo r io s a m e n te que d e la s o tr a s ; p o r q u e n o d o r m i
ta b a la g u a r d a d e I s r a é l, q u e gu ard ab a á s u c iu d a d sa n ta , y
Nna COC-»
2 8 4 M ís t ic a C iu d a d d e JD io s ,
del cieh*
3 2 1 H i j a m í a , o y e la re sp u e sta d e tu d u d a. Q u an
d o en la v is io a , q u e tu v e d e la D iv in id a d en e l p r im e r
in s ta n te , h u b ie r a c o n o c id o m i in o c e n c ia y q u e e sta b a c o n
y d on es d e la m an o d e l A ltís im o , q u e q u a n to m as asegu
ran y se c o n o c e n , ta n to m ayo r c u id a d o y a te n c ió n d es
p ie r ta n p a ra c o n s e r v a r lo s , y np o fe n d e r á su A u to r, q u e
p o r s o la su bon d ad lo s c o m u n ic a i la c r ia t u r a ; y tra e n
c o n s ig o ta n ta l u z , d e qu e se d e r iv a n d e la v ir tu d s o la
c o n o c e r la c r ia tu r a m as , que su in d ig n id a d é in s u fic ie n c ia ,
lo á s í m is m a . Y c o n o c ie n d o q u e h a y dueuo y causa ta n
m is m o q u i t á r s e l o y d a r lo á q u ie n fu e re s e r v id o : d e aqu í
c o n s e r v a r lo y a u m e n ta r e l ta le n to : pu es se co n o ce ser es
«1 r e t o r n o , y tr a b a je en la g lo r ia áft su H a ced o r, Y e l
c u i-
P r im e r a Parte, L ib . L C ap. X X . 285
cuidar de este fin , es precìsa condicion , para conservar
los beneficios de la gracia recibida..
322 A mas de esto , se conoce allí la fragilidad de
la hum ana naturaleza y su libre voluntad para el bien y
el m al, Y este conocim iento no me le quitó el AltísimOí
ni le quita á nadie , quando es viador ; ántes le dexa á
todos com o co a v ie n e , para que á su vista se arraygue el
tem or santo de no caer en culpa , aunque sea pequeña^
Y en m í fué m ayor esta l u z , porque conocí que una pe
queña falta dispone para otra m ayor , y la segunda es ca s.
tig a de la prin^era. V erd ad e s , que por lo s beneficios y
gracias , que habia obrado el Señor en m í a lm a , no era;
posible caer en pecado- con ellas. Pero de tal suerte dis
puso iu providencia este b en eficio, que m e ocultó la se
guridad absoluta de no pecar ; y conocia que por mí so
la era posible c a e r , y solo peirdTa de la d iv in a rolun -
tad e l n o hacerlo ; y así reservó para sí el eonoeim iento
y mi seguridad, y á ini m e dexó el cuidado y santo te
m or de no pecar com o viadora , y desde mi eon cepd on
hasta la muerte no le p e r d í, tnas. ántes c/eció en m í
con la vida.
3 2 3 D ió m e ta m b ié n et A ltís im o - d is c r e c io r r y fr a m íl-
d ad p a ra que n o p re g u n ta se , n i e x á m in a s e este m is te
tu d en e l a lm a i d o tro , ü o p e rd a e l te m o j y d e s .v e -
k
s8 6 M ís t ic a C iu d a d d e D io s .
n o d is m in u ía e l am or , á n te s le e n c e n d ia m as y acre
d en ar to d a s m is a c c io n e s e a a le x a r m e d el m a l , y u n ir
m e co n e l su m o b ie n .
3 2 4 A m ig a m ia , e ste es el m ayo r exám en d e la s
n a d o é tr in a ; q u e en señ en la m ayo r p e r fe c c ió n de la s
ta c o n d ic io n tie n e n lo s b e n e fic io s qu e d e s c ie n d e n d e l P a
a fe c to s n o se im p id a n en e l c u m p lim ie n to d e la v o -
lu n ta d d iv in a . Y t ú , a l m a , o fre c e h u m ild e y fe rv o
d e su s se c re to s , y te p r e v in o co n e l te m o r d e su d es
g r a c ia . P ero u sa d e é l co n m e d id a , y exced e m as
en e l am or ; y co n e sta s dos a l a s t e le v a n ta so b re to
d o lo te rre n o y so b re tí m is m a . P ro cu ra d epon er lú e -
g o q u a lq u ie r a d esord en ad o a fe c to , qu e te m u eva te m a r
p ia d e tu s c u lp a s y ig n o r a n c ia s ; y am a a l Señor h as
ta
P r im e r a P a r t e , L ib r o L C ap. XX. 287
ta que seas toda transform ada en é l, y en todo le ha
gas dueño y árbitro de tus a ccio n es, sin que tú lo seas
de ninguna. N o fies de tu propio juicio , ni seas sa
bia contigo misma , porque al d lítim en propio le cie
gan fácilm ente las pasiones , y le llevan tras de s í , y
é l con ellas arrebatan la vo lu n tad ; con que se viene á
tem er lo que no se debia tem er , y á dilatarse en lo que
no le conviene. Asegúrate desuerte , que no te dila
tes con liviano gusto interior : duda , y tem e hasta
que con quietud solícita halles el medio conveniente
en todo ; y siempre le h a lla r á s , si te sugetas á la
obediencia de tus prelados , y á lo que el A ltísim o
eq tf obráre , y te enseñáre. Y aunque los efectos
sean buenos en el fin que se d e se a , todos se han d e re
gistrar co n la obediencia y c o n s t o ; porque sin esta
dirección suelen salir monstruos y sin provecho*
todo serás stent^ á lo m as santo y perfecto»
Cif.
288 M ís t ic a C iu d a d de D io s ,
C A P Í T U L O XXI.
DEL N A C IM IE N T O D IC H O S O DE M A R ÍA
sa n tísim a , y Señora nuestra : los favores que luego
recibió de mano del A ltísim o : y como la pusieron e)
Nombre en el cielo , y tierra^
bia
39^ m ís tic a C iu d ad de Dios.
bia confirmado en el cielo. L a niña divina postrada con
e l afefto ante el trono rindió agradecidas y hum ildes g ra
cias al ser eterno ; y con adm irables y dulcísimos cánti
cos recibió el nombre. Y si se hubieran de escribir las
prerogativas y gracias que le concedieron, fuera menester
libro aparte de m ayores volúmenes. Los . santos ángeles
adoráron y reconocíéron de nuevo en el trono del A ltísi
m o á M aría santísima por m adre futura del V erbo y por
su R eyn a y S e ñ o ra ; y veneráron el nombre , postrándo
se á la pronunciación que de él hizo la vo z del eterno
P a d r e , que salia del tro n o , y particularm ente lo s 'q u e le
tenían por divisa en el p e c h o : y todos diéron cánticos de
alabanza por tan grandes y ocultos misteri(^s ; ignorando
siempre la niña R eyua la causa de todo lo que conocia:
porque no se le manifestó la dignidad de m adre del V e r
bo humanado hasta el tiem po de la encarnación. Y con
e l mismo júbilo y reverencia la volviéron á poner en los
brazos de santa A n a , á quien se le ocultó también este
suceso y la falta ó ausencia de su h ija ; porque en su lu -
. g a r suplió uno de los ángeles de g u a rd a , tom ando cuerpo
aéreo para este efedlo. Y á mas de esto , m ucho tiempo;
miéntras la niña divina estuvo en el cielo E m p íreo , tuvo su
m adre A na un éxtasis d e altísim a contem plación, y en él
( aunque ignoraba lo que se hacia en su niña ) le fuéron'
manifestados grandes misterios de la dignidad de ma
dre de D io s , para que era escogida. Y la prudente ma
trona las guardó siempre en sy pecho , confiriéndolos pa
ra
F r i m e r a P a r t e , L ib . L C a p . XXI. -297
ra lo que debia obrar cori ella.
335 A los ocho dias del nacim iento de la gran R e y
na descendiéron de las alturas multitud de ángeles her
mosísimos y rozagantes , y traían un escudo , en que ve
nia gravado , brillante y resplandeciente e l nombre de
M A R ÍA , y manifestándose todos á la dichosa m adre Ana,
la dixéron : Q ue el nombre de su hija era el que lle
vaban allí de M A R ÍA : que la divina providencia se le
habia dado , y ordenaba que se le pusiesen luego ella
y Joaquin. L lam óle la S a n ta , y confiriéron la voluntad
de D io s , para dar nombre á su hija : y el mas que di
choso padre recibió el nonubre con júbilo y devoto afec
to. Determ ináron convocar á los parientes y á un sacer
dote ; y con m ucha solemnidad y convite suntuoso pu-
siéron M A R ÍA á la recien nacida ; y los ángeles lo cele-
bráron con dulcísim a y grandiosa música , y solas la o yé
ron m a d re , y hija santísimas ; con que quedó nuestra di
vina Princesa con nombre , dándosele la santísima T rin i
dad en e l cíelo e l dia que nació , y en la tierra á los ocho
días. Escribióse en el arancel de los demas , quando sa
lió su m adre al tem plo á cum plir la le y , com o se dirá.
E ste fué el nuevo parto que hasta entónces ni e l mundo
le habia visto ni en pura criatura pudo haber otro se
m ejante. E ste fué el nacim iento mas dichoso que pudo
conocer la naturaleza , pues y a tu vo una In fa n ta , cu ya
vida de un dia no solo fué lim pia de las inmundicias del
p e c a d o , pero mas pura y santa que los suprenjos serafi-
Pp nes
298 M is t ic a C iu d a d de D ios ,
nes. E l nacimiento de M oysés fué celebrado por la belle
za y elegancia del niño ; pero toda era aparente y co r
ruptible. ¡O quán herm osa es nuestra gran n iñ a , ó quan her
m osa ! Toda es herm osa y suavísima en sus delicias por"
que tiene todas las gracias y hermosuras sin que falte al
guna. Fué la risa y alegría de la casa de Abran el
nacim iento de Isa a c , prom etido y concebido de madre es
té ril ; pero no tu vo este parto m ayor grandeza que la
participada y derivada de nuestra niña R eyn a á quien se
encam inaba toda aquella tan deseada alegría. Y ai aquel
parto fué adm irable y de tanto gozo para la fam ilia del
P a tria rc a , porque era como exordio del nacimiento de M a
ría dulcísima ; en este se deben alegrar el cielo y tier
na ; pues nace la que ha de restaurar la ruina del cielo
y santificar el mundo. Quando nació N oé se consoló L a
m ech su p a d r e , porque aquel hijo seria en c u y a cabeza
aseguraba Dios la conservación del linage humano por la
a rca ; y la restauración de sus bendiciones desmerecidas
p o r los pecados de los hombres ; pero todo esto se hizo,
p orque naciese al mundo esta n iñ a , que habia de ser
verdadera reparadora , siendo juntam ente la arca m ísti
c a , que conservó a l nuevo y verdadero N o é , y le traxo
d e l c íe lo , para llenar de bendiciones á todos los m ora-
/
dores de la tierra. O dichoso p a rto , ó alegre nacim iento,
que eres el m ayor beneplácito de todos los siglos pasados ,
p a ra la beatísima Trinidad , gozo para los á n g eles, refri
gerio de los p eca d o res, alegría de los justos y singular con
sue-
P r i m e r a P a r t e , L i b r o L C ap. XXL 299
suelo para los santos , que te aguardaban en el Lim bo.
336 ¡Ó preciosa y rica m argarita , que saliste al sol
encerrada en la grosera concha de este mundo ! ¡O niña
g r a n d e , que sí apénas te divisan á la lu z m aterial los
ojos terrenos; pero en los del supremo R e y y sus cor
tesanos excedes en dignidad y grandeza á todo lo que no
es el mismo D ios. Todas las generaciones te bendigan, to
das las naciones reco n o zca n , y alaben tu gracia y her
mosura. L a tierra sea ilustrada con este n acim ien to , los
m ortales se letifiqu en , porque les nació su rep arad o ra,q u e
llenará el vacío que originó y en que los dexo el p ri
m er pecado. Bendita y engrandecida sea vuestra dignación
co n m igo , que soy e l mas abatido polvo y ceniza. Y si
m e dais lic e n c ia . Señora mia , para que hable en vues
tra p re se n cia , preguntaré una d u d a , que se me ha ofre
cido en este m isterio de vuestro adm irable y santo naci
m ie n to , sobre lo que hizo el A ltísim o con vos en la b o
ra , que os puso en esta luz m aterial del sol.
337 Y la duda e s : ¿Cóm o se entenderá, que por m a
no de los santos ángeles fuisteis llevad a en cuerpo basta
e l cielo Em píreo y vista de la D ivinidad ? Pues segun la
d o ñ rin a de la santa Iglesia y sus d o lo r e s , estuvo cer
rado el cielo , y com o entredicho para los hom bres, has
ta que vuestro hijo santísimo le abrió con su vid a y muer
t e , y com o Redentor y cabeza entró en él quando re
sucitado subió el dia de su adm irable Ascefision : sien
do el primero para quien se abriéron, aquellas puer-
Ppa tas
300 M ís t i c a C iu d a d de D io s .
tas eternales , que 'p o r el pecado estabaa cerradas.
y
P r im e r a P a r t e , l i b r o 1. C a p , XXL 301
y que subía rico y glorioso con los despojos de la m uer
te y del pecado , estrenando el fruto de su pasión en la
gloría de los santos padres del L im b o , q u e llevaba en
su com pañía; con todo e s o , se introducen los santos án
geles , como admirados y suspensos de esta m aravillosa
novedad , preguntáñdo ; iQuién es este R ey de la gloria
siendo hombre y de la naturaleza de aquel que perdió
para sí y para todo su linage el derecho de subir al
cielo?
339 A la duda se responden ellos mismos diciendo»
q ie es el Señor fu erte , y poderoso en la batalla , y el S e -
ticr de les vhtpces ^ Rey di la gloria. Que fué com o darse
y a por ei ttnüioüs de que ( ' hom bre que venia del mun
do para abrir las pucj tas eternales , no era solo hombre,
ni estaba ci>mpi*ehendido cn la le y del pecado : ántes era
hom bre y Dios v erd a d ero , que fuerte y poderoso en la ba
talla habia vencido al fuerte a rm a d o , que reyn aba en e l
m undo, y le habia despojado de su reyno y de sus a r
mas. Y era el Señor de las v irtu d e s, porque las habia obra
do , com o Señor de ellas , con im perio y sin contradic
ción del pecado y sus efeílos. Y com o Señor de la virtud
y R e y de la gloria venia triu n fa n d o , y distribuyendo vir
tudes y glo iia á sus red im id os, por quien en quanto hom
b re habia padecido y muerto ; y en quanto D ios los le
vantaba á la eternidad de la visión beatífica , habiendo
rom pido las eternales cerraduras y im ped im en to s, que
Hs habia puesto e l pecado,
302 m ís t ic a C iu d a d de D ios .
340 E sto fué , alma , lo que hizo mi hijo querido. Dios
y hom bre -verdadero ; y com o Señor-de las virtudes y
gracias me levan tó y adornó con ellas desde e l prir
m er instante de m i inmaculada concepción ; y com o no
m e tocó el óbice del primer pecado , no tuve el im
pedimento que los demas m ortales para entrar por aque
llas puertas eternales del c ie lo , ántes el poderoso brazo
de m i hijo hizo co n m igo , com o con Señora de las virtu
des y R eyna d el cielo. Y porque de mi carne y san
gre habia de vestirle y hacerle hombre , q u iso su d ig
nación de antem ano prevenirm e y hacerme su semejante
en la pureza y esencion de la culpa y en otros dones y
privilegios divinos. Y como no fui esclava de la culpa, no
obraba las virtudes como sugeta á e lla , sino com o Se
ñora sin contradicción y con im p e rio ; no com o semejan
te á los hijos de Adán-, sino-com o semejante al hijo de
D io s , que tam bién era hijo niio.
341 Por esta razon los espíritus celestiales me abrié-
ron las puertas etern ales, que ellos tenian por suyas, re
conociendo que e l Señor m e h^ibia criado mas p u ra ,q u e
todos los supremos ángeles d el ciclo y para su R eyn a y
Señora de todas las criaturas. Y advierte , carísim a, que
quien hizo la le y , pudo sin contradicción dispensar en ella,
co m o lo hizo conm igo el supremo Señor y Legislador;
estendiendo la vara de su clem encia-, mas que Asuero coíi
E s th e r , para que las leyes com unes de los otros , que
m iraban á la culpa , no se oitendicsen conm igo ^ que
ha-
P r im e r a P a r t e , L ib . L C ap. XXL 303
habia de ser madre del A utor de la gracia. Y aunque es
tos beneficios no los podia m erecer y o pura c ria tu ra ; -pero ■
la clem encia y bondad divina se inclináron lib eralm en te,.
y me miráron com o hum ilde sie rv a -, para que eterna--
mente alabase a l A utor de tales obras. Y tú hija m ia , quie- -
t O n que le engrandezcas y bendigas también por ellas..
342 L a d o élrin a , que ahora te d oy s e a , . que p u es;
yo con .liberal piedad te , elegí p o r-m i discípula y com
pañera , .siendo tú pobre desvalida trabajes con -todas tus
fu e rza s en:Im itarm e en un exercicio^ que hice toda mi
vid a despues que nací al mundo ^ sin om itirle d ia ; nin
guno , por mas cuidados y trabajos que tuviese. ,E1 exer
cicio fu é : Q ue cada dia en am aneciendo, me postraba e a -
presencia del A l t í s i m o y le daba gracias y alababa por
su ser inmutable y perfecciones infinitas , . y porque me
habia criado de la nada ; y reconociéndome criatura y
hechura suya le b e n d ecía ,y adoraba , .dándole honor, [mag
nificencia y d iv in id a d ; com o á supremo Señor , y C riador
mk) y de todo lo q u e tiene ser, .L evan taba m i espíritu á
ponerle , en sus manos •, , y con profunda hum ildad y resig
nación me ofrecía en e lla s; y le pedia hiciese de mí
á -su ví^untad en aquel dia y en todos los que m e res
tasen de mi v i d a , y me enseñase lo que fuese de ma
yor agrado suyo para cum plirlo. E sto repetía m uchas v e
ces en las obras exteriores de aquel dia , y en las inte
riores consultaba prim ero á su M agestad , y le pedia con
cejo licencia y bendición para todas mis a c cio n e s..
304 M ís t ic a C iu d a d de D io s .
343 D e mi dulcísimo nombre serás m uy d evota. Y quie
r o que sepas que fuéron tantas las prerogativas y gracias,
que le concedió el todo Poderoso, que de conocerlas y o á
la vista de la D ivinidad , quedé empeñada y cuidadosa pa
ra el retorno ; dem anera que siempre que me ocurría á la
m em o ria M A R ÍA ( q u e era m uchas ve ces) y las que me
oia n o m b ra r, me despertaba e l afecto al agradecim iento,
y á emprehender arduas empresas en servicio d el Señor,
que me le dió. E l mismo nombre tienes t ú , y resp ed iv a -
m ente quiero que haga en tí los mismos e fe d o s , y que m e
im ites con puntualidad en la doctrina de este capítulo, sia
faltar desde o y por causa alguna que ocurriere. Y si co
mo flaca te d escu id ares, vuelve luego , y en presencia del
Señor y mia di tu culpa , reconociéndola con dolor. Con
este cuidado y repitiéndo muchos aétos en este santo exer
cicio escusarás im perfecciones , y te irás acostumbrando á
lo mas alto de las virtudes y d el beneplácito del Altísi^
m o , que no te negará su divina gracia , para que lo ha
gas tú , si atendiéres á su l u z , y al objeto mas agrada
ble y mas deseado de tus afectos y de los m io s , que son,
te entregues toda á oir , atender , y obedecer á tu espo
so y Señor , que quiere en tí lo mas p u r o , santo y per^
fe c t o , y la voluntad pronta y oficiosa para executarlo.
CA-
pAiSrrRA P a r t e , L ibro L C ap . XXIL 305
C A P Í T U L O XXII,
R E iS P U 'E S T J ^ r D O C T R IN A D E L A R E T N A
4 c l cielo»
qu e á s o la s m e qu ed aba p ara la v is ta y c o n v e r s a c ió n c o n
lo s á n g e le s de lo s m is te r io s d iv in o s .
355 E l e s ta r e n p a ñ o s o p r im id a y a ta d a n o m e c a u s a b a ta n
ta p e n a , s in o m u cha a le g r ía por la lu z q u e te n ia d e q u e e l
en e lla ., au n qu e ig n o r a b a e n tó n c e s, q u e el c r u c ific a d o h a
b ia de ser m i h ijo . E n to d a s la s in c o m o d id a d e s q u e p a d e
p orq u e n u n ca se a p a rtó d e m i in te r io r u n a c o n s id e r a c ió n ,
y o m ir a b a , p a ra que s in en gaño h a g a s ju ic io d e to d a s la s
Rr co -
314 m ís tic a C iu d a d d e D io s*
cosas , danáo á cada una el valor y peso que se le debe.
E u este error y ceguedad están de ordinario com prehen-
didos los hijos de A d a n , y no quiero y o que tú , hija
m i a , lo estés.
356 Luego que nací al mundo , y vi la luz que m e
a la m b ra b a , sentí los efe¿los de los elem entos, los influxo»
de los planetas y astros , la tierra que me re cib ia , el ali
m ento que me sustentaba y todas las otras causas de la
vida, ü i gracias al A u to r de to d o , reconociendo sus obras
por beneficio que me hacia , y n o por deuda que me d e
bia. Y por e sto , quando me faltaba despues alguna cosa
de las que n ecesitab a, sin turbación , ántes con alegría:
co n fesab a, que se. hacia co n m igo , lo que era razón; por
que todo se me daba de gracia sin m erecerlo, y seria ju s
ticia e l privarm e de ello. Pues d im e , alma , si yo decia
esto , confesando una v e r d a l que la razón hum ana no pue
de ignorar ni negar ; ¿ donde tienen los mortales el seso>
ó qué ju icio h a c e n , quando faltándoles alguna cosa de la s
que m as d esean , y acaso no les co n v ie n e , sé entristecen
y enfurecen unos contra o tr o s , y aun se irritan con el
mism o D io s , com o si recibieran de él algún agravio? Pre
gúntense á sí m ism o s, ¿ qué teso ro s, qué riquezas poseían
ántes que recibieran la vida? ¿Qué servicios hiciéron al C ria
dor , para que se las diese ? Y si la nada no pudo grangear
mas que nada, ni m erecer e l ser, que de nada le diéron ; ¿ qua
obligación h ay de sustentarle de justicia lo que le diéron de
gracia? E l liaberle criado Dios no fué beneficio, que su M ages
tad se h iio á sí raisiní?, siao áiices fué ta a grande para la
P rim era P a r t e , L i s . I. C ap . X X ll. 315
t u r a , qnanto es el ser y el firu que tiene. Y si en el ser
recibió la deuda que nunca puede pagUr; d ig a , ¿ q u é d e
rech o alega ahora , para que habiéndole dado el ser sin me-
le c e rlo , le -d e a la con servación , despues de haberla tan
tas veces desm erecido ? ¿ Donde tiene la escritura de segu
ridad y a b o n o , para que nada le falte?
357 Y s-i e l prim er movimiento y operacion fué reci
bo y deuda con que raas se e m p e ñ ó ; ¿ cómo pide con su
im paciencia el segundo ? Y si con todo esto la suma bon
d a d del Cria-dor le acude graciosam ente con lo necesario
¿ por qué se turba , quando le falta lo superfino ? ¡O hija
m i a , qué desórden tan execrab le, y qué ceguedad tan odio
sa es esta de los m o rta le s! ; L o que les da . el Señor de
g ra cia no agradecen ni pagan con reconocim iento; y por
lo que les niega de justicia y á veces de grande mi
sericordia , se inquietan y ensoberbecen y lo procuran
por iajustos y ilícitos medios , y se despeñan tras el
m ism o daño , que huye de e llo s ! Por solo el prim er pe
cad o que comete e l hombre perdiendo á D io s, pierdejuti-
tam ente la amistad de todas las criaturas; y si el mismo Se
ñor no las detuviera , se convirtieran todas á vengar su
in ju ria , y negáran al hombre las operaciones y obsequio,
con que le dan sustento y vida. E l cielo le privára de su
Juz y influencias ; e l fuego de su calor ; el ayre le negára
la resp iració n , y todas las otras cosas en su modo hicie
ran lo m ism o , porque de justicia debian hacerlo. Pues
ijuando la tierra nfgáre sus frutos, y los elementos su tem-
R ra plan-
3i 6 M ís t i c a C iu d a d de D io s .
C A P Í T U L O XXIIL
r ia u n a gran d e p a rte d e la s m as e x c e le n te s o c u p a c io n e s
d e la R eyn a d el c ie lo , q u a n d o fu é v ia d o r a ; p o r q u e d es
pu es d e la s o b ras q u e e x e r c ia co n el S e ñ o r, el m as co a -
esta s a n tís im a v id a .
362 Suponiendo to d o lo que hasta ahora he dicho de
los órdenes , gerarquías y diferencias de estos m il ánge
les ; diré aquí la fo r m a , en que corporalm ente se le apa
recían á su R eyn a y S eñ o ra , rem itiendo las apariciones in
telectuales y im aginarias para otro capítulo , donde de in
tento diré lo s modos de visiones que tenia su A lteza. Los
novecientos ángeles que fueron electos de los nueve coros, cien
to de cada uno , fuéron entresacados de aq u ello s., que se
inclináron mas á la estim ación , am or y adm irable re v e
rencia de M aría santísim a. Y quando se le aparecían v i
sibles , tenian form a de un mancebo de poca edad ; pero
de estrem ada herm osura y agrado. E l cuerpo manifestaba
poco de terreno , porque era purísimo , y com o un cris
ta l anim ado y bañado de gloria , con que rem edaban á
lo s cuerpos gloriosos y refulgentes. Con la belleza junta
ban estrem ada g ra v e d a d , com postura y am able severidad.
E l vestido era rozagante ; pero com o si fuera todo res
plandor , semejante á un lucidísim o y brillante oro esm al-
ja d o , ó entrepuesto con m atizes de finísinws colores, con
que
P r im e r a P a r t e , L ib . L C a p . X X llI . 321
q u e h a c ia n u n a a d m ir a b le y h e r m o s ís im a v a r ie d a d p a ra la
v is ta ; s i b ie n p a r e c ía que to d o aqu el o rn a to y fo rm a v i
s ib le no era p r o p o r c io n a d a a l ta c to m a te r ia l, n i s e p u d ie
e n tra p or u n a v e n ta n a , s ie n d o in c o m p a r a b le m e n te m a s v is
to so y h erm o so el d e e sto s á n g e le s .
363 J u n to con e sto tr a ía n to d o s en la s cab ezas unas
co ro n as d e v iv ís im a s y fin ís im a s flo r e s que d e s p e d ía n su a
v ís im a fr a g a n c ia de o lo r e s , no t e r r e n o s s in o e s p ir itu a liz a -^ -
en ta n ta s a n tid a d y g lo r ia : to d o lo q u a l e s ta b a n c o m o o fr e
c ié n d o s e lo de a n te m a n o d is im u la d a m e n te , aunque co n e fe c
to s de jú b ilo y a le g r ía . E n e l p ech o tr a ía n c ie r ta d iv is a y
s e ñ a l, q u e la e n te n d e re m o s al m odo d e la s d iv is a s , ó
to que c o n c ib ió a l V erb o hu m an ad o.
36 4 E sta d iv is a y c ifr a era a d m ir a b le p a ra la v is ta
p or el e x t r e m a d o r e s p la n d o r que d e s p e d ía , s e ñ a lá n d o s e e n
tre el r e fu lg e n te ad o rn o d e lo s á n g e le s : v a r ia b a n ta m b ié n
d e m is te r io s y e x c e le n c ia s , q u e se e n ce rra b a n en e sta c lu -
Ss d ad
^2-2 M ís tic a C iu d a d de D io s,
santa de Dios. Contenia el mas soberano renombre y
m as supremo título y d ig n id a d , que pudo caber en pu
ra criatura , M a ría madre de J?ios , porque con él honra
ban mas á su R e yn a y nuestra ; y ellos también queda
ban h on rad os, com o señalados por suyos y prem iad os,co
mo quien mas se aventajó en la devocion y veneración,
que tuviéron á la que fué digna de ser venerada de todas
las criaturas. D ichosas m il veces las que merecieron el sin
gular retorno del am or de M aría , y de su hijo san
tísimo.
365 L os efeoos que hacian estos santos príncipes y su
ornato en M aría Señora nuestra , nadie podia , fuera de
ella misma , explicarlos. M anifestábanle misteriosamente la
grandeza de Dios y sus a trib u to s; los beneficios que ha
bia hecho y hacia con ella en haberla criado y elegido,
enriquecido y prosperado con tantos dones del cielo y te
soros de la divina diestra , con que la m ovian y inflam a
ban en grandes incendios del divino am or y alabanza; y
todo iba creciendo con la edad y su ceso s: y en obrán
dose la encarnación del V erb o , se desplegáron mu
cho m a s ; porque la explicáron la misteriosa cifra del pe
cho , hasta entónces oculta para su A lteza. V con esta de
claración , y en lo que en aquella dulcísima cifra se le dió
á entender de su dignidad y obligación á D ios, no se pue
de dignam ente encarecer , qué fuego d e a m o r , y qué hu
m ildad tan p ro fu n d a, qué afeétos tan tiernos se desperta
ban en aquel cándido co rajo p de M aría santísim a; reco-
no-
P r im e r a P a r t b , L ib . L C a p . X X U I. 323
cklo^
b e n e fic io tie n e n o lv id a d o d e o r d in a r io lo s m o r ta le s c o n o d io
sa in g r a titu d y p esad a g r o s e r ía , s in a d v e r tir en la d iv in a
m is e r ic o r d ia y d ig n a c ió n de h aber m a n d a d o e l A ltís im o á
s ie n d o e llo s de n a tu r a le z a ta n s u p e r io r y e s p ir itu a l, y H e
co n to d a s tu s ftie r z a s .
375 E l segu n d o d o c u m e n to sea , qu e s ie m p r e y ea
to d o lu g a r te n g a s am o r y r e v e r e n c ia á e sto s e s p ír itu s d i
v in o s , com o si co n lo s o jo s d el cu erp o lo s v ie r a s ; p a ra
Tt CA-
330 M ís t ic a C iu d a d de D ios ,
C A P ÍT U L O X X IV .
DE L O S E X E R C IC IO S , T O C U P A C IO N E S SAN -
tas: de la: Reyna del cielo- en el año y medio primero-
de su infancia,.
D O C T R IN A D E L A R E T N A D E L CIELÚ .
C A P Í T U L O XXV.
bios
344 M ís tic a CrtfDAD ''d e D ios.
bios llenos de gracia. Y para ser en todo prudente y ad
vertid a la primera palabra habló con sus padres San Joa
quín y santa A n a , pidiéndoles la b e n d ix e s e n c o m o quien
despyes de Dios , le habian dado el ser que tenia, Oyé*-
ronla los dos santos d ich oso s, y juntam ente viéron , que
com enzaba á andar por sí sola ; y la feliz madre Ana con
grande alegría de su espíritu , tom ándola en sus b ra zo s , la
dixo : " Hija mia y querida de m i corazon sea enhora^
»buena y para gloria del Altísim o , que oygam os vues-
»»tra voz y p a la b ra s; y que también com enceis á dar
>*pasoS para su m ayor servicio. Sean vuestras razones y
-»palabras pocas , medidas y de mucho peso , y vuestros
«pasos rectos y enderezados a l servicio y honra de nues'*
w-tro C riad or/'
397 O yó la niña santísima e^tas y otras razones, que
■su m adre santa Ana la dixo , y escribiólas en su tierno
•corazon , para guardarlas con profunda hum ildad y obe
diencia. Y -en e l año y medio siguiente hasta cum plirlos
t r e s , en que fué al tem plo, fuéron m uy pocas palabras
las que habló , salvo quando con su madre santa Ana en o ca
siones , que por oírla habla«*, la llam aba y mandaba que
con ella hablase de Dios y de sus m isterios, y la niña
d ivina lo hacia , oyendo y preguntando á su santa madre,
y la que en sabiduría excedía á todos los nacidos , que-
j j a ser enseñada y instruida ; y en esto pasaban hija y
íiiadre dulcísimos coloquios del Señor.
398 N o seria fácil, ni aun p o s ib b , decir io que obró la ni
ña
P rimera P a r te , L ib . L C ap . X X V . 345
fia divina M aría estos diez y ocho meses que estuvo en la
com pañia de su m a d re , la que mirando algunas veces á
su hija mas venerable que la arca figurativa del testamen
te , derram aba copiosas y dulces íágrím&s de am or y
agradecimiento. Pero jam as le dió á entender el sacramen
to que tenia en su pecho , de que ella era la escogida
para m adre del Mesías, aunque muchas veces trataban
de este inefable m isterio, en que la niña se inflamaba con
ardentísimos afeaos , y decia grandes excelencias de él,
y de su propia dignidad , que misteriosamente ignoraba. Y
en su felicísima madre santa A na acrecentaba mas el g o -
^0 , el amor y el cuidado de su tesoro y hija,
399 E ran las fuerzas tiernas de la niña R eyn a m uy
desiguales á los exercicios y obras hum ildes , que la im
pelía su ferviente y profunda hum ildad y amor : por
que juzgándose la Señora de todas las criataras por la
mas inferior de ellas , queria serlo en las acciones y de
mostraciones de las obras mas abatidas y serviles de su
casa, Y creia , que sino los servia á to d o s, no satisfacía á
pu d e u d a , ni cum plía con el Señor; siendo verdad , que
solo quedaba corta en satisfacer á su inflamado afefto, por
que sus fuerzas corporales no alcanzaban i su d e se o ; y
los supremos serafines besáran , donde ella ponia sus sa
gradas p la n ta s : con todo eso intentaba muchas veces exe
cutar las obras humildes , com o lim piar y barrer su ca
pa ; y com o esto no se lo consentían , procuraba hacerlo
á so la s , asistiéndola entónces los santos ángeles y ayu-
Xx dán-
34^ M ìs t ic a C iu d ad de D ios .
dándola, para que en algo consiguiese el fruto de su humildad,
400. N o era m uy rica la casa de Joaquin, pero tam poco
era p o b re; y conforme al lionrado porte de su familia
deseabá santa A na aliñar á su hija santísima con el vesti
do mejor que pudiese dentro de los términos de la ho
nestidad y modestia. L a niña humildísima adm itió este afec
to materno , miéntras no hablaba , sin re sistirá e llo ;p e
lo quando com enzó á h a b la r , pidió con hum ildad á su
m a d re, no la pusiese vestido costoso ni de alguna gala;
ántes fuese gro sero , pobre y traido por otros (si fuese po
sible) de color pardo de c e n iz a , q u a le s el que h o y usan las
religiosas de santa C lara. L a madre s a n ta , que á su mis
ma hija m iraba y respetaba com o á Señora , la respondió:
ííH ija mia , yo haré lo que me pedis en la forma y co -
>?lor de vuestro vestido ; pero vuestras fuerzas de niña no
»le podrán sufrir tan g ro se ro , com o vos le deseáis ; y en
»esto me obedecereis á mí.
401 N o replicó la niña obediente á la voluntad de su
m adre santa A n a , porque jam as lo hacia ; y se dexó vestir
de lo que ella la dió, aunque fué en el color y form a, c o
mo. lo pedia su A lt e z a , semejante á los hábitos de d evo
cion., que, visten i los niños. Y aunque deseaba mas as
pereza y pobreza ; pero con la obediencia lo recompen
só siendo esta virtud mas e x c e le n te , que e l sacrificar;
y así quedó U santísima niña M aría obediente á su ma
dre y pobre en su afeito , juzgándose por indigna de lo
que usaba , para defender la vida natural. Y en esta obe
diencia de sus padres fué excelentísima y prontísima los tres
P r im e r a P a r t e , l ib r o I. C ap . XXV. 347
años que vivió en su compañía : porque con la divina cien
cia ,■que conocia sus in teriores, estaba prevenida para obe
decer a l punto. Y para lo que ella hacia por sí misma,
pedía la bendición y Ucencia á su madre , besándole la ma
no con grande hum illación y reverencia. Pero aunque la
prudente madre lo consentía en lo exterior, con el interior
reverenciaba la gracia y dignidad de su hija santísima.
402 Retirábase algunas veces en tiempos oportunos, pa
ra gozar á solas con mas libertad de la vista y coloquios
divinos de sus ángeles santos , y manifestarles con señales
exteriores el amor ardiente de su amado. Y en algunos exer-
cicios que hacia se postraba llorando y afligiendo aquel
cuerpecito perfeélísimo y tierno por los pecados de los m or
tales ; pidiendo y inclinando la misericordia del A ltísim o,
para que obrase grandes beneficios, que desde luego c o
menzó á merecerles. Y aunque el dolor interno de las cu l
pas que conocia , y la fuerza del amor que se le causaba,
hacian en la divina niña efe¿tos de intentísimo dolor y
pena ; en comenzando á usar de las fuerzas corporales, en
aquella edad las estrenó con la penitencia y m ortificación,
para ser en todo madre de misericordia y medianera de
la g r a c ia , sin perder punto ni tiem po , ni operacion
por donde pudiese grangearla para sí y nosotros.
403 En llegando á los dos a ñ o s, com enzó á señalarse
mucho en el afeólo y caridad con los pobres. Pedia á su
madre santa Ana limosna para e llo s ; y la piadosa m adre
satisfacía juntamente al pobre y á su hija santísim a, y la
Xx 2 exór-
34^ M ística C ivdad de D ios.
exortaba á que los amase y reverenciase , á la que era
m aestra de caridad y perfección. Y á mas de lo que re
cib ía para distribuir á los p o b re s, reservaba alguna parte
de su comida para darles desde aquella e d a d , porque pu
diese decir mejor que el santo Job ; Desde m i niñez cre
ció la miseración conmigo. D aba al pobre la limosna, no co
m o quien le h a d a beneficio- de gracia , sino com o quiea
pagaba de justicia la deuda ; y decia en su corazon : A
este hermano y señoi' mío se le debe y no lo tiene ; y yo
lo tengo sin merecerlo ; y entregando la limosna besaba
la mano del p o b re , y si estaba á solas le besaba los pies;
y si no podia hacerlo , besaba el suelo donde habia pisado,
Pero jam as dió lim osna á pobre que no se la hiciese m a
y o r á su alm a , pidiendo por e lla ; y así volvían reme
diados de a lm a 'y cuerpo cfc su divina presencia,.
404 N o fué m inos admirable la hum ildad y obediencia de I3
santísima niña en dexarse enseñar á leer y otras cosas, co
mo es natural en aquella tierna edad. Hiciéronlo así
sus santos padres enseñándola á le e r , y otras cosas ; y
todo lo adm itia y deprendía la que estaba llena de cien
cia infusa de todas las m aterias criadas, y callaba y oía á
todos con adm iración de los ángeles , que e a una niña mi-
rabap tan peregrina prudencia. Su madre santa A n a , segua
e l am or y lu z que te n ía , estaba atenta á la divina Prince
sa , y en sus acciones bendecía al Altísim o ; pero como se
iba acercando el tiem po de llevarla al tem p lo , crecía con
e l amor e l sobresalto de ver que cumplido el plazo de
los
P r im e r a Parte, L ib . I. C ap. XXV. 349
los tres a ñ o s, señalado por el todo Poderoso , la execu-
taria lu e g o , para que cumpliese con su voto. Para esta
com enzó la niña M aría á prevenir y disponer á su madre?
manifestándole seis meses ántes el d eseo , que tenia de ver
se y a en el te m p lo , y representábale los beneficios , que^
de la mano del Señor habian re c ib id o , y quan debido era
hacer su m ayor beneplácito, y que en el templo estando de
dicada á Dios la tendría mas por suya que en su casa propia.
405 O íala la santa madre A na las razones prudentes d e
su niña M aría santísima ; y aunque estaba rendida á la
divina voluntad , y queria cum plir la promesa de ofrecer
le su amada hija ; pero la fuerza del amor natural de tau
única y cara p re n d a , junto con saber el tesoro inestima
ble que tenia en ella , pugnaban en su fidelísimo corazon
ccn el dolor de la ausencia, que y a le amenazaba tan de cer
ca ; y sin duda rindiera la vida á tan dura y viva pena , s í
la mano poderosa del Altísim o no la confortára : porque la
gracia y dignidadP, que sola ella conocia de su divina hija^
la tenian robado el corazon ; y su presencia y trato le
eran mas deseables que la misma vida. Con este dolor res-
pondia tal vez á l a niña : "H ija mia querida^ m uchos años
>’ 0s he deseado y pocos m erezco gozar de vu estra com -
»pañia , porque se haga la voluntad de D ios ; pero aunque
*m: o resisto á la promesa d e llevaros al tem plo , tiem -
»po me queda para cum plirlo : tened p acien cia m ién-
»tras llega el dia , en que se cum plan vuestros deseos.
406 Pocos dias ántes que cumpliese M aría santísima los tres
años
350 M ís t ic a C iu d a d d e D ios.
»Tíos , tuvo una visión de la D ivinidad abstradlivam ente, en
que le fué manifestado se llegaba y a el tiem po , en que
su Magestad ordenaba llevarla á su te m p lo , donde viviese
dedicada y consagrada á su servicio. Con esta nueva se
lleno su purísimo espíritu de nuevo gozo y agradecim iento;
y hablando con el Señor , le dió gracias y d ix o : " A l t í -
«sim o Dios de A b ra h a n , Isaac y Jacob , eterno y sumo
wbien m io ; pues y o no puedo alabaros dignamente , h á -
wganlo en nombre de esta humilde esclava todos lo sesp í-
??ritus án gelicos, porque v o s , Señor inmenso , que de na-
wdie teneis necesidad , m iráis á este vil gusanillo con la
«grandeza de vuestra liberal misericordia. ¿De donde á m í
» ta l beneficio que me recibáis en vuestra casa y servicio,
« si no m erezco e l mas despreciado lugar de la tierra, que
«m e sustenta ? Pero si de vuestra misma grandeza os dais
«por o b lig a d o , y o os suplico. Señor mio, pongáis e lcu m -
«plim iento de esta vuestra santa voluntad en el corazon
wde mis padres , para que así lo e x e c í^ n .
407 Luego tuvo santa A n a otra visión , en que la man
dó el S eñ o r, cumpliese la p ro m esa , llevando al tem plo á
su hija , para presentarla á su M agestad el mismo dia, que
cumpliese los tres años. Y no hay dud a, que fué este man
dato de m ayor dolor para la m a d re , que el de Abrahan
en sacrificar á su hijo Isaac; pero el mismo Señor la co n
soló y co n fo rtó , prometiéndola su gracia y su asistencia
en la soledad de quitarle á su amada hija. L a santa ma
trona se mostró rendida y pronta para cum plir lo que e l
A l-
Pa im e r a Pa r t e , L ib . I. C a p , X X V , 351
Altísim o Señor la m an d ab a, y obediente hizo esta ora
cion : Señor D ios eterno , dueño de todo mi s e r , ofreci-
wda tengo á vuestro templo y servicio á mi h ija, que vos
«con misericordia mefable me habéis dado; vuestra es, y o
»os la d o y con hacim iento de gracias por el tiem po que
»la he tenido y por haberla concebido y criado ; pero
» aco rd ao s. Dios y S eñ o r, que con la guarda de vuestro
»inestimable tesoro estaba rica ; tenía compañia en este des-
» tie rr o , y valle de lá g rim a s, alegría en mi tristeza, a livio
»en mis trabajos, espejo en quien regular mi v id a , y un
»exem plar de encumbrada perfección que estimulaba mi ti-
» b ie z a , fervorizaba mi a f e d o ; y por esta sola criatura
»esperaba vuestra gracia y m isericordia; y todo temo me
»falte en solo un p u n to , hallándome sin ella. C u r a d ,S e -
fyfiov , la herida de mí corazon , y no hagais conm igo se~
»gun lo que m erezco; pero miradm e com o piadoso Padre
»de m isericordias; y o llevaré m i hija al tem p lo ,co m o vos
»Señor me lo mandais/^
408 A l mismo tiempo habia tenido San Joaquin otra
visita ció n , ó visión d e l. S eñ o r, que le mandaba también lo
m ism o , que á santa Ana. Y habiéndola conferido entre
los d o s , y conociendo la voluntad divina , determináron
cum plirla con rendimiento , y señaláron el dia para llevar
la niña al te m p lo ; aunque no fué m enor en su modo el
dolor y ternura del santo v ie jo ; pero no tanto com o el
de santa A n a , porque entónces ignoraba el m isterio altísi
m o de la que habia de ser m adre de Dios,
DOC-
35» M ìs tic a C iv s a b ss D m
m c m m A d e l a m m d m i c ie l o
yY ti-
354 M/ s t ic a C iu d a d di D ios .
tísimo. E n esta d o d rin a , hija y am iga mia , consiate lo
principal de la salvación ó condenación de las alm as , eñ
com enzar á re sistir, ó adm itir los auxilios d el Señor. E s
ta d o íírin a quiero que no la o lv id e s , para que respondas
á los m uchos llam am ien to s, que tienes de la mano de
A ltísim r, Procure ser fuerte en resistir á tus enem igos, y
puntual y eficaz en executar el gusto de tu S e ñ o r, con
que le darás a g ra d o , y atenderás á su querer, que con su
divina lu z conoces. G rand e amor tenia y o á mis padres, y
las razones y ternura de m i m adre me herian el corazon;
pero com o sabía era órden y agrado del Señor dexarlos, ol
vidé su casa y mi p u e b lo , no mas de para seguir á mi
esposo. L a buena crianza y doftrina de la niñez hace mu
cho para d espues, y que la criatura se halle mas libre y
habituada á la virtud , com enzando desde el pue.
razón < seguir este norte verdadero y seguro.
F I N B E E S T E L IB R O TR IM ER O .
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