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RESUMEN DEL CAPITULO 2

ERICK EDUARDO HERNANDEZ MOLINA

Embarazo normal

HISTORIA OBSTETRICA

La historia obstétrica debe incluir los siguientes datos:

•Datos de filiación: edad, estado civil, trabajo y tipo de embarazo (deseado


reproducción asistida).

•Antecedentes familiares: hipertensión, diabetes, gemiparidad, cromosomopatías,


defectos congénitos, etcétera.

•Antecedentes personales: enfermedades (diabetes, hepatitis, hipertensión),


cirugías, alergias, transfusiones, así como hábitos tóxicos y medicamentosos.

•Antecedentes obstétricos y ginecológicos: menarquia, formula menstrual,


dismenorrea, esterilidad previa involuntaria o voluntaria (con el método de
planificación empleado y duración).

DIAGNOSTICO DEL EMBARAZO

El diagnóstico de embarazo se lleva a cabo a tres niveles: clínico, analítico y


ecográfico.

• Amenorrea: es e1 síntoma principal. Se debe descartar ansiedad,


irregularidades menstruales, patología endocrina, dieta, deporte, etcétera.

• síntomas neurovegetativos. Nauseas, vómitos y trastornos de la


sensibilidad gustativa, olfativa o incluso auditiva (que, por lo gene- real,
aumentan).

• Irritabilidad vesical: polaquiuria o tenesmo.

• síntomas mamarios: sensación de tensión, ingurgitación y molestias al roce.

• Movimientos fetales: son tardíos (la primípara los experimenta en e1 5° mes


y la multi- para en el 4° mes).
Asimismo, existen unos signos de probabilidad:

• Aumento del tamaño, y cambio de la forma y la consistencia del útero.

• Hipertrofia mamaria, pigmentación de las areolas y los pezones, aumento


de la vascularización y aparición de calostro.

Finalmente, el signo de certeza para el diagnóstico de la gestación es la


auscultación del latido cardiaco con ecografía Doppler

Formación de la placenta

El endometrio que recubre al embrión se denomina decidua o inenibraila caduca, y


esta formado por tres partes: decidua basal, la del lugar de implantación; decidua
refleja o capsular, que separa al embrión de la cavidad uterina; y decidua parietal
o sedadera, que reviste el resto de la cavidad uterina, y en la semana 20 está
totalmente fusionada con la anterior formando una única capa.

En cuanto a la formación de la placenta, se distinguen dos periodos, el prevelloso


y el velloso. En el periodo prevelloso, el trofoblasto se divide en citotrofoblasto con
actividad mitótica y siticitiotroloblasto que penetra en la decidua llegando al tercio
interno del mioma- trio, donde perfora los capilares, formando así lagunas.
Durante el periodo velloso (desde el día 13 al 21), las lagunas se unen entre si
con- formando el espacio Inter velloso, tabicado por columnas de
sincitiotrofoblasto con citotrofoblasto en su interior, y que darán lugar a las
vellosidades. En algunas de ellas, el citotrofoblasto llegara desde la placa
coriónica hasta la decidua de la capa basal, formando las vellosidades de anclaje.

Metabolismo hidrocarbonato. El embarazo ejerce un efecto diabetogénico. Con


una sobre- carga oral de glucosa, el 20 % de las gestantes muestran una
tolerancia anormal, lo cual constituye un riesgo latente de desarrollo de diabetes a
lo largo de la vida de la paciente. La importancia clínica se demuestra por el
aumento de los pesos fetales y de la morbimortalidad de los recién nacidos de
estas gestantes. Se produce una utilización insuficiente periférica de la glucosa y
una resistencia frente a la insulina.
Metabolismo de los lípidos. Se observa una predisposición a formar cuerpos
cetónicos, causantes de la hiperémesis (nauseas ). Aumenta la concentración de
los lípidos totales en sangre (colesterol, ésteres, fosfolípido- dos, triglicéridos y
ácidos grasos libres). El 75 % del colesterol aparece esterificado.

Metabolismo de las proteínas. Existe un balance nitrogenado positivo. La gestante


sana

ingiere diariamente de 10 a 20 g de nitrógeno, de los que retiene 2-3 g (1 g de


nitrógeno aquí- vale a 6,25 g de proteínas). Al final del embarazo, la madre y el
feto han retenido aproximadamente 500 g de nitrógeno, equivalentes a

3.100 g de proteínas, para el desarrollo del feto, de la placenta, el útero, las


mamas, otros órganos maternos y el volumen eritrocitario. El con- tenido absoluto
de proteínas aumenta, pero en menor proporción que el plasma, por lo que existe
un aparente descenso, consecuencia de la hemodilución.

Metabolismo mineral. Por lo que se refiere a1 calcio, la madre y el feto necesitan


25 mg cada uno para la construcción de su esqueleto y organismo, cantidad que
esta presente en una dieta estándar equilibrada, de modo que no es necesario el
aporte exógeno.

En cuanto al hierro, el organismo humano contiene 4-5 g, de los cuales dos tercios
se hallan incorporados a la hemoglobina y una quinta parte esta en el hígado, el
bazo y la médula ósea. El feto necesita aproximadamente 3-15 mg de hierro
diarios. Los alimentos contienen entre 10-40 mg, pero una gran parte no se
reabsorbe en el intestino. allí, la ferritina lo toma de la mucosa y lo reduce a
ferroso; a continuación, llega al torrente circulatorio, uniéndose a la transferrina.

Durante todo el embarazo, la madre requiere alrededor de 725 mg adicionales de


hierro, de los que 400 mg pasan al feto, 105 mg a la placenta y 175 mg se pierden
con la hemorragia del parto. En el último trimestre se observa un aumento de las
necesidades. Los requerimientos adicionales de la embarazada ascienden a 1 mg
diario en e1 primer trimestre, 4 mg en el segundo y 12-15 mg en el tercero; de ahí
la necesidad de suplementación al final del embarazo.
Hierro. Los depósitos de hierro en la mujer en edad reproductiva son, con
frecuencia, mini- nos debido a la pérdida de éste que ocurre con la menstruación.
Para poder responder al aumento de necesidades de hierro durante la gestación,
suele ser necesario el apoyo farmacológico, siendo la dosis recomendada de
hasta 15-30 mg al día, que llega al feto atravesando la placenta por transporte
activo. Alimentos ricos en hierro son la carne, los cereales y los frutos secos.

Folatos. El consumo de cantidades adecua- das de folatos antes de la gestación y


durante las primeras etapas del desarrollo embrionario reduce la incidencia y la
recurrencia de defectos del tubo neural (espina bífida). La ingestión recomendada
de folatos para las mujeres en edad reproductiva es de 400 kg/día y, para las
mujeres embarazadas, de 600 kg/día.

cafeína. Esta es una de las sustancias no nutritivas consumidas con mayor


frecuencia du - ante el embarazo. La cafeína, como otras metilxantinas, se
encuentra en muchas bebidas (café, té, bebidas de cola, cacao, etc.) y alimentos
(chocolate). El consumo moderado de cafeína durante la gestación no se asocia
con problemas obstétricos.

Alcohol. Su consumo abusivo durante la gestación se ha relacionado con el


síndrome fetal de abuso del alcohol (malformaciones fetales, retraso del
crecimiento, defectos del sistema nervioso, etc.). De forma ocasional, no hay
problema en cuanto a la ingesta de alguna cerveza o copa de vino o cava.

Tabaquismo. Este desaconsejado debido a su implicación en el retraso del


crecimiento intrauterino, el parto pretérmino, el desprendimiento de placenta y e1
síndrome de déficit de atención e hiperactividad de los niños.

Drogas. El consumo de drogas durante la gestación es muy peligroso tanto para


e1 feto como para la embarazada: la marihuana es teratógena en dosis altas; la
cocaína se asocia a desprendimiento prematuro de placenta; la heroína, por su
parte, produce retraso del crecimiento fetal intrauterino; las anfetaminas se
asocian a labio leporino, paladar hendido y cardiopatías. Obviamente, están
absolutamente contraindicadas

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