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Miércoles – 21 semana T. Ordinario Ciclo B.

Año I (1Tes 2, 9-13; Mt 23, 27-32)

INVOCACION DEL ESPIRITU SANTO

✞ ✞ ✞ Padre, en Tus manos abandono mi vida y todo mi ser, para que me vacíes de todos
los pensamientos, palabras, obras, deseos e imágenes que me separan de Ti.
Calma mi sed y sacia mi hambre, lléname de Ti. Con humildad te entrego mi intención
de consentir tu Presencia y acción en mí, sáname, transfórmame, hazme de nuevo.
Ahora mismo anhelo y te pido a nombre de tu Hijo Jesús que me des al Espíritu Santo;
pues ya dispuesta mi alma, por tu gracia y misericordia; espera la luz que abra mi
mente y mi corazón para escucharte y ahí en mi meditación dejarme encontrar,
sorprender, seducir, tocar, y guiar por Ti.
Dime lo que quieres de mi para hacer Tu voluntad y no la mía. Dame el don de la
contemplación y la gracia para ver, aceptar y perseverar sin apegos, en este camino
hacia la Gloria.

✞ ✞ ✞ Señor Jesús, que tu Espíritu, nos ayude a leer las Sagradas Escrituras en el mismo
modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús.
Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de
Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía
ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los
acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren.

Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús,
podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú
estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo
pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu.
Amén

✞✞✞
Jesús, enséñame a gustar la infinitud del Padre. Háblame, Señor Jesús, acerca del
Padre. Hazme niño para hablarme de él como los padres de la tierra conversan con sus
pequeños; hazme amigo tuyo para hablarme de él como hablabas con Lázaro en la
intimidad de Betania; hazme apóstol de tu palabra para decirme de él lo que
conversabas con Juan; recógeme junto a tu Madre como recogiste junto a ella a los doce
en el Cenáculo..., lleno de esperanza para que el Espíritu que prometiste me hable
todavía de él y me enseñe a hablar de él a mis hermanos con la sencillez de la paloma y
el resplandor de la llama (G. CANOVAI, Suscipe Domine).
“JESÚS: LÍMPIA MI CORAZÓN PARA SER JUSTO”
 «Jerusalén. Jesús sigue hablando al pueblo y a sus discípulos».

 «Ay de vosotros, que os parecéis a sepulcros blanqueados: por fuera


bonitos, pero por dentro llenos de huesos de muerto y podredumbre».
 «Lo mismo pasa con vosotros: por fuera parecéis justos ante los
hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía y de maldad».
 «Ay de vosotros, que edificáis sepulcros a los profetas y adornáis los
mausoleos de los justos. Pero sois quienes mataron a los profetas».

1 RITOS INICIALES
✞ ✞ ✞ Antífona de entrada Cf. Mc 10, 14

Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis, de los que son como ellos es el
reino de Dios, dice el Señor.
Monición de entrada
Hacemos memoria en esta celebración de san José de Calasanz, presbítero. Nació en
Aragón el año 1557. Promovió escuelas populares para la formación de los niños y
adolescentes más necesitados y fundó en Roma la Orden de Clérigos Regulares de las
Escuelas Pías. Mucho tuvo que sufrir por envidias y recelos. Murió en Roma el año 1648.
Antífona de entrada Cf. Sal 20, 2-3
Señor, el justo se alegra por tu fuerza, y cuánto goza con tu victoria. Le has concedido
el deseo de su alma.
Monición de entrada
Conmemoramos en esta celebración a san Luis, rey de Francia, nacido el año 1214, hijo
de doña Blanca de Castilla y primo de san Fernando, rey de Castilla y León. Se distinguió
excepcionalmente por su fe, la justicia en el gobierno, el amor a los pobres y la
constancia en las adversidades. Tuvo once hijos en su matrimonio. Motivado por el amor
a Cristo, alentó el propósito de liberar los santos lugares. Este fue su empeño hasta su
muerte, que tuvo lugar, a causa del cólera, el año 1270 en el norte de África.

Nos reunimos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
✞ ✞ ✞ Saludo al altar y pueblo congregado

Misa de Feria o de una de las Memorias. Miércoles de la XXI semana del Tiempo
Ordinario, feria o san Luis de Francia, memoria libre o san José de Calasanz, presbítero,
memoria libre. 25 de Agosto 2021
La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté
siempre con nosotros.

✞ ✞ ✞ Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

• Señor dame la gracia de conocerme más profundamente para reconocer quien soy en
lo más íntimo de mí ser.
• Señor Jesús, puesto en tu presencia te pido que me ayudes a tener silencio interior
para escuchar tu palabra y que, atesorándola en mi corazón, busque vivirla cada día con
mayor ardor y entrega generosa.

✞ ✞ ✞ Introducción por el Celebrante.

¡Hipocresía, no! (1 Tes 2:9-13; Mt 3:27-32)


Dichosos nosotros si podemos decir, con San Pablo, que no hemos hecho nada solo para
agradar a la gente, sino que nuestro único propósito es agradar a Dios y cuidarse
delicadamente de la gente.
Evangelio. Probablemente estamos de acuerdo con la fuerte condenación de Jesús de la
hipocresía de los fariseos. Pero la hipocresía nunca murió: todavía la tenemos aquí con
nosotros hoy. El encalar y blanquear las tumbas es moda hoy todavía, y desde una
corrupción inicialmente individual ha penetrado y se ha extendido en la sociedad misma.
Los errores del estado, y los de la Iglesia también, son encubiertos. Se pasan por alto y
en silencio las injusticias y la explotación, o bien se las condena en términos tan
generales que incluso los opresores están de acuerdo con la condena. Cerramos
nuestros ojos, y nuestras conciencias se quedan tranquilas, porque pensamos que no
participamos ni contribuimos al mal que continúa activo y destructor. Nuestras acciones
no están a la altura ni de nuestras palabras ni de nuestra fe.

✞ ✞ ✞ Acto penitencial

El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, nos llama ahora
a la conversión. Reconozcamos nuestra indignidad, debilidad, y nuestros pecados e
invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
Jesucristo, el justo, intercede y nos reconcilia con el Padre. Abramos, pues, nuestro
espíritu al arrepentimiento. … Un poco de silencio…
• Te quiero pedir perdón, Buen Jesús, por mis faltas y pecados. Reconozco lo lejano que
a veces está mi corazón del Plan que el Padre tiene para mí. Pero al mirar tu Corazón
lleno de amor por nosotros, sé que tu misericordia siempre está presente. Ayúdame a
dejarme conducir por Santa María, Madre de la Reconciliación, a tu encuentro
misericordioso.
¡Señor, ten piedad! ¡Cristo, ten piedad! ¡Señor, ten piedad!

✞ ✞ ✞ Gloria a Dios.

Se canta o se recita los domingos, fuera de los tiempos de Adviento y Cuaresma, en las
solemnidades y en las fiestas y en algunas peculiares celebraciones más solemnes.

✞ ✞ ✞ Oración Colecta:

Oh, Dios, que has enriquecido a san José de Calasanz, presbítero, con gran caridad y
paciencia para poder entregarse sin descanso a la formación integral de los niños,
concédenos imitar siempre, en el servicio a la verdad, a quien veneramos como maestro
de sabiduría. Por nuestro Señor Jesucristo.
Oh, Dios, que has trasladado a san Luis de Francia de los afanes del gobierno temporal a
la gloria del reino de los cielos, concédenos, por su intercesión, que, en medio de
nuestras ocupaciones temporales, busquemos tu reino eterno. Por nuestro Señor
Jesucristo.
Oh Dios justo y misericordioso: Tú conoces lo que hay en nosotros. Perdónanos, porque
con frecuencia estamos tan ocupados que no tenemos tiempo para pararnos, mirar atrás
y ayudar a los que se sienten demasiado cansados para seguir adelante. Perdónanos
porque muchas veces condenamos a los demás sin haber intentado comprenderles. Que
la justicia, la misericordia y el servicio no sean asunto exclusivo de otros
sino que sean nuestra preocupación y nuestra vida, motivados por aquél que nos dijo
que teníamos que buscarle y acogerle en los otros, Jesucristo nuestro Señor que vive y
reina por los siglos de los siglos.

2 LITURGIA DE LA PALABRA
✞ ✞ ✞ Primera lectura: 1 Tesalonicenses 2,9-13

Trabajando día y noche, proclamamos entre vosotros el Evangelio.


9 Recordad, hermanos, nuestras penas y fatigas; recordad cómo trabajamos día y noche
para no ser gravosos a ninguno de vosotros mientras os anunciábamos el Evangelio de
Dios.
10 Vosotros sois testigos, y Dios lo es también, de que nuestra conducta fue limpia,
justa e irreprochable con vosotros los creyentes.
11 Sabéis que tuvimos con cada uno de vosotros la misma relación que un padre tiene
con sus hijos,
12 exhortándoos, animándoos y urgiéndoos a llevar una vida digna del Dios que os ha
llamado a su Reino y a su gloria.
13 Por todo ello, no cesamos de dar gracias a Dios, pues, al recibir la Palabra de Dios
que os anunciamos, la abrazasteis no como palabra de hombre, sino como lo que es en
realidad, como Palabra de Dios, que sigue actuando en vosotros los creyentes.
PALABRA DE DIOS. R/TE ALABAMOS, SEÑOR
www.evangelizacion.org.mx

Meditatio
Pablo, consciente de la responsabilidad que Dios le ha confiado como mensajero del
Evangelio, sabe que su misión no termina con el primer anuncio, sino que la vida
cristiana, para que llegue a desarrollarse, necesita, como las plantas, de continuo
cuidado. Sabe cuándo actuar con suavidad y cuándo con dureza, pero siempre con
amor, para que el mensaje del Evangelio no se quede en una bonita idea sino que pase
a la vida de cada uno de los cristianos.
Todos los bautizados, cada uno según su vocación y estado de vida particular, hemos
recibido del Señor el encargo de ayudar a que el Evangelio se convierta en un verdadero
estilo de vida en nuestra sociedad, de tal modo que todos vivamos "de una manera
digna de Dios".
Por ello, siguiendo el ejemplo de san Pablo, debemos exhortar a nuestros hermanos,
siempre con caridad, a perseverar en el amor y en la fe. El silencio de los cristianos no
es otra cosa que indiferencia y apatía, falta de compromiso con Cristo y su misión.
Seamos, pues, solidarios unos con otros en nuestro camino hacia la santidad.
Oratio
Señor, dame el carácter y la valentía para poder anunciar, con firmeza y amor, tu
palabra de vida. Hazme capaz de comunicar a los demás lo maravilloso que es vivir en
tu presencia y en tu amistad.
Actio
Hoy voy a hablarles a cinco personas de lo maravilloso que es sentirse amado por Dios.
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• Estas palabras del apóstol Pablo ponen claramente de manifiesto que la predicación del
Evangelio entre los tesalonicenses se ha convertido ahora en una experiencia común de
vida, en una especie de «libro abierto» capaz de hablar a los creyentes el lenguaje de
Dios.
Pablo no tiene necesidad de recurrir a argumentaciones refinadas, a demostraciones de
tipo filosófico. Le basta con traer a la memoria de sus hermanos en Cristo lo que ha
sufrido y trabajado entre ellos, su oficio humilde (tejedor de tiendas) pero digno, que le
ha permitido no tener necesidad del favor de nadie, para estar libre de todo y al servicio
del Evangelio. Del mismo modo que los discípulos y las muchedumbres habían sido
testigos de los «signos» realizados por Jesús, así también la vida misma del apóstol se
convierte en signo que da testimonio de la misión que ha recibido de Dios ante los
hombres de su tiempo.
Como sello de la autenticidad de tal misión están la gratitud y la alabanza que brotan del
corazón de Pablo: el apóstol contempla la obra del Señor que se lleva a cabo a través de
su trabajo entre los hombres, restituyéndolos a la dignidad de hijos de Dios. Ésta es la
recompensa para quien anuncia el Evangelio, la alegría de las bodas de Cana, del agua
transformada en vino, palabra de hombre que el Espíritu transforma, dentro de los
corazones, en Palabra que salva.
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El niño hablará. 1 Tesalonicenses 2,9-13. Pablo prosigue su alegato insistiendo en la


forma desinteresada con que ha llevado a cabo su misión apostólica. No quiso ser
gravoso a los tesalonicenses mientras les anunciaba la palabra de Dios. Este es un punto
en el que le gusta insistir, llegando incluso a observar que ha preferido trabajar con sus
propias manos (cfr. Hch 18,3). Sin embargo, el apóstol no ha hecho nunca de esta
conducta una regla de vida, y en la propia Tesalónica, ha aceptado en ocasiones la
ayuda material de los filipenses.
Pero lo que reconforta el corazón de Pablo y constituye el motivo fundamental de su
acción de gracias es la acogida que los tesalonicenses han dispensado a su predicación:
la han recibido como lo que realmente es: como palabra de Dios. Han reconocido en
Pablo a un auténtico hombre de Dios. ¿No estaba dispuesto a dar su vida por ellos,
siendo a la vez padre abnegado y madre llena de dulzura?
La continuación del salmo 138 vuelve a someter el apostolado de Pablo al juicio de aquel
que puede sondear las entrañas y los corazones.
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1. Aceptar a Dios oyendo a un hombre


1.1 Si me preguntaran cuál es la maravilla más grande del mundo, yo diría: "aceptar a
Dios oyendo a un hombre". Y eso es exactamente lo que sucede en la obra de la
evangelización. A ello alude Pablo en la primera lectura de hoy.
1.2 Evangelizar es prestarle nuestra boca a Cristo de modo que sea instrumento suyo, y
así nuestras palabras, aunque dichas por humanos, sean en realidad mensaje divino.
Precisamente, lo grandioso del evangelizador es que logra, a imagen de Cristo y por la
gracia de Cristo, borrar el límite infinito que separa a Dios y el hombre.
1.3 El paganismo llama a eso "magia"; pero nosotros sabemos que es "gracia". Porque
no depende de técnicas ni de palabras misteriosas, sino de ese único misterio y
hermosura que se llama FE.
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Pablo sigue presentándose a la comunidad de Tesalónica como modelo del evangelizador


sea por su conducta como por sus motivaciones; incluso argumenta no ser un peso y de
ganarse el pan con sus manos, sin exigir ningún pago por su trabajo misionero, como lo
hacen otros. ¿Cómo quedamos si nos miramos en la foto de Pablo?

✞ ✞ ✞ Salmo

Sal 138,7-8.9-10.11-12ab
R/. Señor, tú me sondeas y me conoces.
¿Adónde iré lejos de tu aliento, adónde escaparé de tu mirada? Si escalo el cielo, allí
estás tú; si me acuesto en el abismo, allí te encuentro.
R/. Señor, tú me sondeas y me conoces.
Si vuelo hasta el margen de la aurora, si emigro hasta el confín del mar, allí me
alcanzará tu izquierda, me agarrará tu derecha.
R/. Señor, tú me sondeas y me conoces.
Si digo: «Que al menos la tiniebla me encubra, que la luz se haga noche en torno a mí»,
ni la tiniebla es oscura para ti, la noche es clara como el día.
R/. Señor, tú me sondeas y me conoces.

✞ ✞ ✞ Aleluya

Aleluya 1 Jn 2, 5
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Quien guarda la Palabra de Cristo, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su
plenitud.
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

✞ ✞ ✞ “Padre, dame tu bendición”: “El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que anuncies
dignamente su Evangelio en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”

✞ ✞ ✞ Lectura del Santo Evangelio según: Mateo 23,27-32

Sois hijos de los que asesinaron a los profetas.


En aquel tiempo habló Jesús diciendo:
27 ¡Ay de vosotros, maestros de la Ley y fariseos hipócritas, que os parecéis a sepulcros
blanqueados: por fuera parecen bonitos, pero por dentro están llenos de huesos de
muerto y podredumbre!
28 Lo mismo pasa con vosotros: por fuera parecéis justos ante los hombres, pero por
dentro estáis llenos de hipocresía y de maldad.
29 ¡Ay de vosotros, maestros de la Ley y fariseos hipócritas, que edificáis sepulcros a los
profetas y adornáis los mausoleos de los justos!
30 Decís: «Si hubiéramos vivido en tiempos de nuestros antepasados, no habríamos
colaborado en la muerte de los profetas».
31 Pero lo que atestiguáis es que sois hijos de quienes mataron a los profetas.
32 ¡Colmad también vosotros la medida de vuestros antepasados!
PALABRA DEL SEÑOR. R/ GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS.

✞ ✞ ✞ “Que por el Evangelio sean perdonados nuestros pecados veniales”


Orígenes, homilia 25 in Matthaeum
Toda santidad fingida es muerta, porque no obra impulsada por Dios, sino que más bien
no debiera llamarse santidad. Así como un hombre muerto no es hombre, así como los
farsantes que fingen y simulan ser otras personas y no son las mismas que aparentan. Y
hay en ellos tantos huesos y tanta inmundicia, cuantos bienes aparentan con mal fin.
Parecen exteriormente justos delante de los demás hombres. No en presencia de
aquéllos a quienes la Escritura llama dioses, sino en presencia de aquéllos que mueren
como hombres.
Evangelio del día: « ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas! »
Para ser testigos felices del Evangelio es necesario ser auténticos, coherentes. Y ésta es
otra palabra que quiero deciros: autenticidad. Jesús reprendía mucho a los hipócritas:
hipócritas, los que piensan por debajo, los que tienen —para decirlo claramente— dos
caras. Hablar de autenticidad a los jóvenes no cuesta, porque los jóvenes —todos—
tienen este deseo de ser auténticos, de ser coherentes… ¡Seamos nosotros coherentes!
De lo contrario, el Señor nos dirá lo que decía de los fariseos al pueblo de Dios: «Haced
lo que digan, pero no lo que hacen». Coherencia y autenticidad. Pero también vosotros,
por vuestra parte, tratad de seguir este camino. Digo siempre lo que afirmaba San
Francisco de Asís: Cristo nos ha enviado a anunciar el Evangelio también con la palabra.
La frase es así: «Anunciad el Evangelio siempre. Y, si fuera necesario, con las palabras».
¿Qué quiere decir esto? Anunciar el Evangelio con la autenticidad de vida, con la
coherencia de vida.
Sé justo
No sólo tienes que parecer justo, sino que tienes que serlo; serlo y parecerlo.
Cuánto daño hace a las almas hallar un hipócrita, que todos saben que dice y no hace.
Todos quieren encontrar a personas justas, a personas coherentes con su fe, ¡las
necesitan para creer!; incluso los que tienen fe, necesitan hallar personas que tengan fe,
que practiquen la fe.
Sé tú, para los que esperan al justo, te vean, te encuentren, y les alegres el alma con tu
verdadera piedad, la del obrar.
Muchos pretenden practicar con la predicación, pero en sus obras les falta amor, la
caridad cristiana.
Tantos saben sermonear, y, y ¿luego qué?… nada, sólo saben aplicar las palabras en el
momento oportuno, y quedan ante sus propios ojos, como lo que son, sepulcros
blanqueados.
Amigo, tú puedes ser justo, ¡claro que sí!, puedes serlo aunque no lo hayas sido, pero
puedes conseguirlo con voluntad y apoyándote en la Santísima Trinidad, porque Dios
hace, del hombre de voluntad, un justo con obras y palabras de piedad. Esa clase de
personas, son las que hacen falta para que la historia los recuerde, y mientras vivan,
hagan historia con su justicia.
Sé justo. Tú, sí, ¡tú!
P. Jesús
1 Contexto. La palabra se ilumina.
www.sanJeronimo.Brown,Fitzmyer,Murphy

7ma amenaza (23,27). Estos versículos mantienen una estructura semejante a la de


las anteriores amenazas. La costumbre de pintar de blanco las tumbas en la Palestina
actual se remonta a los tiempos del NT; entonces era lo normal. Como el contacto con
un muerto producía impureza levítica, al estar pintadas de blanco las tumbas podían ser
identificadas y evitar así el tocarlas accidentalmente. El interior de la tumba suponía el
grado sumo de impureza; la imagen es fuerte.
28. La intención se dirige aquí también a la práctica farisaica. Los vicios citados son la
hipocresía (este término viene a ser un estribillo en el discurso) y la injusticia; la
observancia de la Ley, de que los fariseos se enorgullecían, era un telón que ocultaba
una vida en completa contradicción con la Ley.
8va amenaza (23,29). Esta es la más larga de las siete (8 porque omiten la 2 sobre
las viudas); sin duda refleja la ejecución de Jesús, el Mesías, y cumplimiento último de
las profecías, así como los ataques de las autoridades judías contra los apóstoles y los
misioneros de la primitiva comunidad cristiana. Se describe la hostilidad contra los
profetas como una cadena ininterrumpida que se remonta hasta los orígenes de la
nación; mejor dicho, hasta los orígenes de la humanidad, pues la serie da comienzo con
Abel; difícilmente se podría acusar a Israel de esta muerte. La hostilidad de Israel contra
los profetas aparece un tanto esquematizada, lo mismo que Ezequiel hace remontar la
rebeldía de Israel hasta sus orígenes (Ez 16). En el AT hay pocos ejemplos de profetas
que fueran muertos a manos de los israelitas, y su número tampoco aumenta
notablemente en las tradiciones de la literatura apócrifa. El argumento con que se
complica a la generación judía presente con sus antepasados en cuanto a dar muerte a
los profetas es complicado y de carácter rabínico.
29. edificáis las tumbas de los profetas: Al construir las tumbas de los profetas y
reprobar las acciones de sus antepasados, los judíos se reconocen hijos de los que
mataron a los profetas. En virtud de la peculiar idea de la filiación que tenía la
mentalidad hebrea, esta designación, aceptada por los mismos judíos, demuestra que
tienen las mismas inclinaciones que sus padres.
32. colmad la medida de vuestros padres: Esto es, seguid matando profetas.
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• Los sepulcros de los que habla el evangelio de hoy eran en realidad los llamados
«osarios», o sea, los lugares donde se guardaban los restos mortales de los difuntos
aproximadamente un año después de haber sido enterrados; en esas «moradas» el
hombre había perdido ya por completo sus propios rasgos: era sólo un montoncito de
huesos, sin forma.
La imagen recuerda de manera poderosa la visión de los «huesos secos» del profeta
Ezequiel (cf. Ez 37,1-14), con la diferencia de que aquí los restos mortales están ocultos
a la vista por la blancura de la cal de los sepulcros. Del mismo modo, el aspecto
imponente de los monumentos levantados a los profetas intenta ocultar las injusticias y
las abominaciones realizadas contra ellos por los antepasados. Sepulcros para esconder,
monumentos para no recordar, para desviar la atención de algo que, sin embargo,
puede ser aún Palabra poderosa de Dios que llama a la conversión, la palabra de los
profetas.
www.evangeliodeMateo.GiorgioZevini

Mateo recoge en este capítulo los dichos polémicos contra los escribas y los fariseos que
los otros sinópticos refieren en diferentes contextos. De este modo, el evangelista, en
los umbrales del relato de la pasión, pone de relieve la divergencia, que ahora se ha
vuelto insuperable, entre la mentalidad farisaica y la enseñanza de Jesús. Por otra parte,
el fragmento deja aparecer la ruptura definitiva entre la Iglesia y la sinagoga, así como
la naciente tendencia de los discípulos a asumir modelos de comportamiento contrarios a
la doctrina evangélica.
[Vemos aquí] un apóstrofe de tono profético dirigido contra los maestros de la ley y los
fariseos, con una serie de siete «ay de». No se trata de una amenaza, sino más bien de
la exclamación acongojada de quien, al ver acercarse el castigo de una manera
ineludible, dirige la última llamada vehemente a la conversión. Jesús censura en
particular la estrechez de los fariseos, que entran en polémicas sobre la ley para plegarla
a sus propios intereses y, mientras la vacían de su significado, ostentan una observancia
escrupulosa con el objetivo de suscitar admiración en los otros (vv. 16-32).
La perspectiva de condena que sigue a los siete ayes recupera el estilo encendido de la
predicación del Bautista (3,7): Jesús no ha venido a juzgar, sino a salvar; sin embargo,
ahora, al final de su ministerio, muestra cuál será el desenlace del obstinado rechazo de
la salvación por parte de los jefes del pueblo (vv. 33-36) y de la ciudad santa.
Esta predicción está cargada de sufrimiento y de un amor muy tierno, como revela la
lamentación por Jerusalén con la que concluye el capítulo. Con todo, en las tinieblas de
la historia se entrevé un rayo de esperanza: llegará un dia en el que el pueblo de Israel,
que rechazo a Cristo, lo recibirá con exultación como que viene en nombre del Senor»
(v. 39).
www.sermonwriter.com

No hay Contexto.
2 Reflexión. ¿Qué nos dice Dios en el Texto? La palabra me ilumina.
www.sermonwriter.com

No hay Reflexión.
www.ocarm.org

Oración inicial
¡Oh Dios!, que unes los corazones de tus fieles en un mismo deseo; inspira a tu pueblo
el amor a tus preceptos y la esperanza en tus promesas, para que, en medio de las
vicisitudes del mundo, nuestros corazones estén firmes en la verdadera alegría. Por
nuestro Señor.
Del Evangelio según Mateo 23,27-32
Reflexión
• Estos dos ‘ay’ que Jesús pronuncia contra los doctores de la ley y los fariseos de su
tiempo, retoman y refuerzan el mismo tema de los dos ‘ay’ del evangelio de ayer. Jesús
critica la falta de coherencia entre palabra y práctica, entre interior y exterior.
• Mateo 23,27-28: El séptimo ‘ay’ contra los que parecen sepulcros
blanqueados. “Ustedes por fuera aparecéis justos ante los hombres, pero por dentro
estáis llenos de hipocresía y de iniquidad.”. La imagen de “sepulcros blanqueados” habla
por sí sola y no necesita comentario. Jesús condena a los que tienen una apariencia
ficticia de persona correcta, pero cuyo interior es la negación total de aquello que
quieren aparecer por fuera.
• Mateo 23,29-32: El octavo ‘hay’ contra los que edificáis los sepulcros de los
profetas, pero no los imitan. Los doctores y los fariseos decían: “Si nosotros
hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no habríamos tenido parte con ellos
en la sangre de los profetas. Y Jesús concluye: personas que hablan así “confiesan que
sois hijos de los que mataron a los profetas”, pues ellos dicen “nuestros padres”. Y Jesús
termina diciendo: “Pues bien: colmad también vosotros la medida de vuestros padres!”
De hecho, a esas alturas de los acontecimientos, ellos ya habían decidido matar a Jesús.
Y así acababan de colmar la medida de los padres.
www.santaclaradeestella.es

Conmemoración de San José de Calasanz


San José de Calasanz nació en Huesca en el año 1557. Era tal su devoción a la Virgen
que él quería llamarse José de la Madre de Dios. Sus padres pudieron y le dieron una
esmerada educación y formación. Se doctoró en Teología en la Universidad de Lérida y
fue ordenado sacerdote. En el año 1592, se fue a Roma persiguiendo un puesto
honorífico y se encontró con la miseria infantil en los barrios de la ciudad. Dejó de
perseguir honores y fundó las Escuelas Pías (escuelas gratuitas). Con la enseñanza del
catón y del ábaco introducía también el catecismo y la oración de la corona de doce
estrellas pidiendo la protección de la Virgen.
El 25 de agosto del año 1648, a la edad de 92 años, este gran apóstol pasó a la
eternidad. Pío XII le declaró celestial patrono ante Dios de todas las escuelas populares
cristianas del mundo.
• La Palabra de Dios viene a nosotros en la forma débil de una palabra de hombre: un
humilde tejedor de tiendas, un profeta incomprendido objeto de burlas y perseguido por
sus mismos hermanos, por los hermanos de su pueblo. Una palabra que interpela, pero
que deja libre de acoger y reconocer la manifestación de Dios para nosotros.
Cuando alguien acoge la palabra del profeta, ésta obra como lo que verdaderamente es:
Palabra de Dios, capaz de hacer volver a la vida, de transformar los huesos secos en
carne viva, de volver a dar forma y dignidad allí donde el hombre ha perdido el sentido y
la dirección de su propia existencia. Así es la palabra de Pablo para los cristianos de
Tesalónica, y su vida es testimonio de una existencia llevada a cabo según el Evangelio.
El fragmento de Mateo presenta, en cambio, la condición de los que se niegan a dejarse
interrogar por la Palabra. Éstos son como aquellos sepulcros: están cerrados,
perfectamente sellados y «en su sitio», y hasta pueden suscitar admiración con su
aspecto imponente. De este modo, no sale la podredumbre, pero al precio de no dejar
entrar la vida en ellos, para transformar, para cambiar. Son sepulcros y nada más,
«osarios» sin futuro, sin esperanza.
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El niño hablará. Mateo 23, 27-32. Se hacen ilusiones sobre sí mismos y, lo que es más
grave, su apariencia engaña a los demás. Un ejemplo entre otros: como Poncio Pilatos,
se lavan las manos manchadas con la sangre de los profetas asesinados por sus
antepasados, mientras se preparan a hacer cualquier cosa para desembarazarse de
Jesús.
Sin embargo, nada está perdido. A la manera de los profetas, Jesús deja abierto un
agujero de esperanza. Al terminar su discurso, anunciará a los escribas y a los fariseos
la caducidad de la religión judía ("Vuestra casa quedará desierta"), pero añadirá a
continuación: "hasta que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor" (vv. 38-39).
A poco de salir del seno materno, el ser humano intenta salir de sí mismo para entrar en
relación con los que le rodean. Y trata de hacerlo a través de gestos infinitamente
conmovedores: el primer llanto, la primera sonrisa, luego, un día, las primeras palabras.
Pero esta "toma de la palabra" que le hace nacer a la vida no sería posible si su
tentativa no hubiera ido precedida de unas palabras que la han engendrado.
Contrariamente a lo que parece, la primera palabra del ser humano no es una llamada:
su primer "papá-mamá" es una respuesta. Durante meses, sus padres le han dirigido
palabras que aparentemente caían en el vacío. ¿Palabras inútiles?
Ciertamente, no: palabras que llaman, que suscitan, que permiten al niño existir. Amado
antes de que él sea capaz de amar, fecundado por palabras de ternura antes de que
sepa hablar, el pequeño no tardará en devolver la palabra a los que le han amado
primero.
"Sabéis perfectamente que tratábamos con cada uno de vosotros personalmente, como
un padre con sus hijos, animando con tono suave o enérgico a vivir como se merece
Dios." El Apóstol ha anunciado la Palabra a tiempo y a destiempo, y he aquí que la
palabra, dicha y repetida en medio de la prueba y el sufrimiento, da su fruto: la Iglesia
ha nacido en Tesalónica, y los cristianos toman la palabra a su vez. Responden a la
iniciativa de Dios, que ha hablado primero. Acoger la Palabra será siempre una
respuesta a una deferencia, una obediencia a una llamada. El mundo, como el niño,
necesita una palabra para vivir. Pero no una palabra cualquiera: el niño no podrá hablar
si las palabras que ha oído no vienen del corazón. El hombre tiene necesidad de una
palabra en la que pueda reconocerse. No una doctrina venida de arriba, sino una palabra
que surja de su propia historia. Los antiguos sabían perfectamente que, cuando
hablaban de la palabra, pensaban menos en las palabras que los labios pueden
pronunciar que en los acontecimientos de la vida que son fuente de aprendizaje para
quien sabe descifrarlos. El niño sólo podrá repetir lo que haya conmovido su corazón. El
creyente podrá responder a la palabra que Dios le ha dado, porque habrá sido presa de
la pasión de su Señor.
Sólo hay palabra en el intercambio y la comunión. La misma palabra en hebreo significa
"obedecer" y "escuchar"; y en griego, "obediencia" se dice literalmente "ponerse bajo la
palabra". Cuando alguien me interpela, me hace existir. El niño grita "mamá", y la mujer
que lo oye es llamada a ser madre; un hombre pronuncia su nombre, y ella se sabe
llamada a ser esposa...
"Al recibir la palabra de Dios que os predicamos, la acogisteis no como palabra de
hombre, sino cual es en verdad, como palabra de Dios": la alegría de los padres,
consiste en oír un día a su hijo balbucear las palabras que ellos le han enseñado; ¡ésa es
también la alegría de Dios!
• Decoran las tumbas de los justos y blanquean los sepulcros con cal. Se diría que son
guardianes de los cementerios… Pero ¿lo son, quizá? No paran de evocar el pasado, pero
lo hacen para mejor aplastar a los profetas. No son más que un montón de huesos,
verdaderos muertos vivientes, revestidos del prestigio de su uniforme. Mirad su cabeza:
¡es una cabeza de muerto! Además, todo está listo para asesinar al profeta Jesús: una
muerte legal, por supuesto, según las antiguas leyes… Pero habrá que arrebatarles el
cuerpo de Cristo para que no vaya a parar a la fosa común. Más adelante, otros fariseos
vendrán a decorar la tumba de Jerusalén… Y otros enterrarán el Evangelio en su osario
por miedo a que reviva. Nunca se sabe.
Evidentemente, para caer en la cuenta de esta connivencia farisaica con la muerte, hay
que arañar el barniz. El uniforme siempre ha sido obligatorio. Aparentemente, son
hombres justos. ¿Cómo reconocerlos? Pienso que aspirando intensamente su olor a
muerto, hasta sentir náuseas… Sí, siempre están perdonando la vida; según su justicia,
nadie está autorizado a vivir o, mejor dicho, a apreciar la vida. De su boca sólo salen los
“no se puede, no es lícito…” Siempre tienen un texto de la ley que oponerte cuando la
vida te invita a recorrer caminos desconocidos. Además, no soportan a los profetas, que
dejan que Dios hable en ellos como le plazca. Incluso tienen encadenado a Dios en sus
capillas ardientes… con muchas flores, eso sí, para disimular el olor a pasado, a muerto.
Evidentemente, se presentan como los únicos depositarios del presente y no admiten
que se les trate como a momias.
¿Sabéis ya de quien hablo? Si en alguna ocasión os encontráis con un hombre, un
dignatario o un maestro de esta especie, no lo dudéis: ¡se trata, con toda seguridad, de
un fariseo! Huid rápidamente de él, pues vuestro ataúd está ya al alcance de su mano.
www.fraynelson.com

2. La historia de la mentira.
2.1 La verdad tiene su camino por esta tierra, pues es verdad que unas verdades
ayudan a descubrir otras. Pero también la mentira hace su propio y repugnante camino,
pues decir unas mentiras nos obliga a decir luego otras. El camino de la mentira es
objeto, en el evangelio de hoy, de dura reprensión por parte de Jesucristo.
2.2 La mentira se vuelve forma de vida por los beneficios que trae. Vivir de apariencias,
por ejemplo, reporta el beneficio de ser alabado o rodearse de buena fama. Ese bien,
aunque sea falso y esté siempre en peligro de derrumbarse, produce una costra de
costumbre en el corazón.; una costra que no va a hacer por sí sola, sino que necesita de
un acto vigoroso, como el del bisturí. Por eso habla Cristo como habla.
www.elmisericordioso.me-Pildorasdefe.net

Conversando con el amor


Señor, en Ti Quiero recuperar mis fuerzas gastadas. Te suplico que abras caminos de
soluciones donde los obstáculos no me permitan avanzar. Protege mis pensamientos de
todo sentimiento pesimista. Confío en Ti, confío en que pasas tu mano sanadora sobre
mí en este momento para dirigirme por rutas de victorias. Amén.
Evangelio del día: Quien conduce una doble vida es un corrupto, un hipócrita.
Por fuera parecen justos pero por dentro están llenos de hipocresía.
Reflexión del Papa Francisco
La doble vida de un cristiano hace tanto mal, tanto mal. "¡Pero, yo soy un benefactor de
la Iglesia! Meto la mano en el bolsillo y doy a la Iglesia". Pero con la otra mano, roba: al
Estado, a los pobres… roba. Es un injusto. Ésta es doble vida. Y esto merece, lo dice
Jesús no lo digo yo, que le pongan en el cuello una muela de molino y sea arrojado al
mar. No habla de perdón, aquí.
Y esto, porque esta persona engaña, ¿y dónde está el engaño?, no está el Espíritu de
Dios. Ésta es la diferencia entre pecador y corrupto. Quien conduce una doble vida es un
corrupto.
Diferente es quien peca y quisiera no pecar, pero es débil y va a lo del Señor y pide
perdón: ¡a ese el Señor lo quiere! Lo acompaña, y está con él. Y nosotros debemos
decirnos pecadores, sí, ¡todos, aquí, eh!, todos lo somos. Corruptos.
El corrupto está fijo en un estado de suficiencia, no sabe qué cosa es la humildad. Jesús,
a estos corruptos, les decía:
"La belleza de ser sepulcros blanqueados, que parecen bellos, por afuera, pero dentro
están llenos de huesos muertos y de putrefacción".
Y un cristiano que se vanagloria de ser cristiano, pero que no hace vida de cristiano, es
uno de estos corruptos. […]
Todos conocemos a alguien que está en esta situación, ¡y cuánto mal hacen a la Iglesia!
Cristianos corruptos, sacerdotes corruptos… ¡Cuánto mal hace a la Iglesia! Porque no
viven en el espíritu del Evangelio, sino en el espíritu de la mundanidad".
[...] Una podredumbre barnizada: ésta es la vida del corrupto. Y Jesús no les decía
sencillamente «pecadores» a estos, les decía: hipócritas...
Pidamos hoy la gracia al Espíritu Santo que nos ahuyente de todo engaño, pidamos la
gracia de reconocernos pecadores: somos pecadores. Pecadores, sí. Corruptos, no.
(Homilía en Santa Marta, 11 de noviembre de 2013)
Oración de sanación
Dios mío, ven y toca mi corazón e inflámalo con la fuerza de tu amor.
Quiero aprender a decir NO a esas situaciones complicadas que me llenan de angustia y
turban mi alma dejando que el miedo entre a mi vida.
Solo Tú puedes guiar a mi corazón capacitándome con grandes talentos para seguir
adelante y reflejar el rostro de tu compasión habitando dentro de mí.
Invoco tu Santo Espíritu para que me ayude a pensar lo que digo, hacer lo que me
propongo, obrar según tu voluntad. Gracias por tu amor. Amén
Propósito para hoy
Revisaré mi armario y veré cual par de zapatos no uso casi y que esté en buenas
condiciones y donarlo a alguien que los necesite
Frase de reflexión
"Un problema particularmente serio es el de la calidad del agua disponible para los
pobres". Papa Francisco
www.evangelizacion.org.mx

Con estas palabras Jesús termina este duro sermón en contra de aquellos que aparentan
una cosa y viven de una manera contraria a lo que predican.
Nuestra vida será siempre un reflejo de nuestra vida interior. Por ello decía el Padre
Esquerda, quien es cristiano no lo puede esconder y quien no lo es no lo puede fingir,
¡SE NOTA! Preguntémonos, pues, ¿cómo es mi vida interior? ¿Tengo realmente una
relación profunda y personal con Dios por medio de la oración?
www.evangeliodeMateo.GiorgioZevini

La reprimenda contra la hipocresía de los maestros de la ley y los fariseos es un aviso


severo y acongojado que Jesus dirige a sus discipulos, a nosotros. La ambición, la
vanagloria y el formalismo constituyen, en efecto, la carcoma que puede corroer las más
nobles intenciones de servicio al Señor y a los hermanos. Si dejamos espacio a estas
tendencias, el culto se convierte en idolatría del yo, la interpretación de la Palabra se
pliega a los propios fines y el cumplimiento escrupuloso de algunos preceptos puede
cubrir la transgresión de mandamientos mucho más importantes. Jesus nos invita
vigorosamente a la autenticidad, es decir, a la humildad, que es la única que nos guía a
reconocer con alegre libertad de corazón la nada que somos y el todo que recibimos en
cada instante del único Padre del cielo, del único Maestro, Cristo. Ser el siervo de todos,
con el deseo de configurarse con Jesus, Siervo sufriente por nuestra salvación: ese es el
imperativo para quien ejerce una autoridad en la Iglesia.
El cristiano que aspira a crecer y a progresar debe tener muy claro que la grandeza del
discípulo no será diferente a la de su Maestro, que eligió para si el último sitio y llevo a
cabo su misión en medio de la ignominia y con un aparente fracaso.
El Evangelio nos encuentra siempre faltos y necesitados de conversión; precisamente
por eso se nos ofrece, para que podamos dirigir de nuevo la mirada a nuestro
humildísimo Salvador, desenmascarando las ambiciones y las modalidades de hipocresía
que se insinúan también en nosotros, discipulos que querrían hacerse pasar por
maestros sin haber abrazado todavía la cruz, sin haber emprendido todavía el camino
del servicio hasta la consumación del don de nosotros mismos en la caridad.
www.catholic

Ser sinceros como nuestro Padre celestial. El Señor quiere que seamos sinceros
porque una vida de apariencia no es una vida, el querer aparentar lo que no somos
acaba con nosotros poco a poco. En la sociedad actual en la que cuenta tanto la imagen
y la impresión que otros tienen de nosotros el peligro de querer dar una buena imagen a
toda costa está presente en todos lados. Por eso Cristo nos invita a ser transparentes
dejar que nos conozcan cómo somos porque lo que valemos está en nuestro interior.
Claramente nuestros errores son difíciles de esconder y nos gustaría que nadie se diera
cuenta que no sabemos hacer cosas bien, pero la realidad es que la imperfección es
parte de ser hombre y Cristo nos quiere ayudar. Saber que Él nos ama como somos
porque Él nos conoce en lo más profundo de nuestro ser es un gran consuelo.
Si reconocemos cómo somos, tendremos la certeza que no necesitamos aparentar para
que la gente nos acepte, sino solo ser nosotros mismos aceptando y viviendo el don de
nuestra vida.
• «Existe corrupción, como aquellos doctores de la ley que se vuelven corruptos por
resaltar solo la apariencia y no aquello que está dentro. Corruptos de la vanidad, del
parecer, de la belleza exterior, de la justicia exterior. Se han vuelto corruptos porque se
preocupaban solo de limpiar, de embellecer el exterior de las cosas, no iban dentro:
dentro está la corrupción. Como en los sepulcros. Estos paganos se volvieron corruptos
porque cambiaron la gloria de Dios, que habrían podido conocer por la razón, por los
ídolos: la corrupción de la idolatría, de tantas idolatrías. No solo las idolatrías de los
tiempos antiguos, también la idolatría del hoy: la idolatría, por ejemplo, del
consumismo; la idolatría de buscar un dios cómodo». (Homilía de S.S. Francisco, 17 de
octubre de 2017, en santa Marta).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con
Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees
que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Pedir la gracia de ser sincero todo el tiempo.
www.BibliaStraubinger

27. Según la costumbre judía se blanqueaban todos los años las partes exteriores de los
“sepulcros”, para que los transeúntes los conociesen y no contrajesen impureza legal al
tocarlos. Cf. Hch. 23, 3. En Lc. 11, 44 la figura es inversa. Cf. 7, 15 y nota.
http://www.ciudadredonda.org

Queridos amigos:
« ¡Qué buen aspecto y color tienes!» –decimos a un conocido–. «No me quejo del
aspecto, sino del mal que llevo dentro» –responde–. A veces las apariencias engañan y
hay enfermedades traidoras que no se delatan. Otro ejemplo: actualmente, está muy de
moda la tanatopraxia: consiste en embellecer el cadáver, devolverle el aspecto natural,
dar la impresión de que está vivo. Hay cursos de maquillaje que adiestran en esa
operación. Claro, no se le devuelve la vida, sino solo, fugazmente, el buen aspecto; no
es una victoria sobre la muerte, sino sobre su apariencia.
Nos gusta que los demás tengan una buena imagen de nosotros y piensen que somos
gente honrada, personas fiables, profesionales competentes y esmerados, compañía
grata. La buena imagen y la buena fama son un bien, aunque no un bien absoluto.
Pero ¿de qué le sirve al cadáver su envidiable aspecto? ¿De qué valen las apariencias o
la buena impresión que podamos dar ante los demás? San Pablo quería que se le tuviera
por ministro de Cristo, porque esta apreciación era correcta y contribuía a la difusión del
evangelio. Pero añadía: «En cuanto a mí, bien poco me importa el ser juzgado por
vosotros o por cualquier tribunal humano; ni siquiera yo mismo me juzgo. Mi conciencia
no me reprocha nada, pero no por eso me considero inocente. El que me juzga es el
Señor» (1Cor 4,4). Al margen de la opinión que se forjen los otros sobre uno, lo decisivo
es ese juicio del Señor. Ante él no valen la simulación ni el disimulo; solo nuestra
verdad. Si somos esclavos de la imagen que los demás se hagan de nosotros e incluso
recurrimos a la simulación, corremos el riesgo de perder el sentido de la verdad.
http://www.aqplink.com/roguemos

Mateo 23,27-32 – Aparecen justos ante los hombres.


¿Por qué el Señor se ensaña tanto contra los fariseos y los hipócritas? Es que,
ciertamente es la peor actitud que podemos asumir. El cinismo, la mentira y el engaño
son posiblemente lo que más daño hace a nuestra sociedad. Aparentar lo que no somos,
siempre viene aparejado con algún propósito oscuro, mezquino, torcido. Queremos
obtener algo que de otro modo nos sería negado, tal vez porque no lo merecemos o
porque no es justo. Los políticos caen constantemente en esta tentación y es que por
ganar votos son capaces de prometer y prometer cosas que saben nunca podrán
cumplir. Pero poco les importa, con tal de lograr su objetivo. Total, se dicen, ya después
veremos cómo hacemos. Y, lamentablemente esta es una actitud muy contagiosa; por
ello ocurre que hay sociedades en las que ya nadie cree a nadie y nadie confía en nadie,
como en el Perú. Justamente hace unas semanas tuvimos la suerte de visitar bellos
lugares de Colombia y una de los aspectos que más nos llamó la atención fue su gente,
abierta, amable, conversadora y dicharachera. Pero quedamos asombrados cuando en
varias oportunidades tuvimos que pagar por servicios prestados a gente del pueblo –el
traslado en una lancha, una carrera de taxi, la entrada a un evento-, y las personas
recibieron los billetes y de frente los metieron a sus bolsillos, dando una sensación de
confianza total. Nos llamó mucho la atención porque en nuestro país en que los
presidentes dan constantes lecciones públicas de cómo mentir con la mayor cara dura y
sin el menor desparpajo, cuando haces el mismo tipo de pagos, los billetes son
sometidos a todas clase de pruebas en tus narices, lo que evidencia el nivel de
desconfianza en el que vivimos. Así también ustedes, por fuera aparecen justos ante los
hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad.
La mentira, que comienza con aquellas mentirillas inocentes, es como el peor ácido que
va corroyendo la moral del pueblo hasta desaparecerla. La incapacidad para decir la
verdad siempre y en toda ocasión, pretende ocultar la total falta de escrúpulos para
alcanzar lo que deseamos, cueste lo que cueste y caiga quien caiga. Tal actitud es
sumamente perniciosa para la convivencia social. Es imposible edificar una comunidad
capaz de albergar cualquier valor, con la finalidad que sea, si esta se cimienta sobre la
mentira. El mentiroso compulsivo es traicionero por definición, porque llegado el caso,
con tal de lograr su propósito, mirándote a los ojos, jurará por su madre y sus hijos una
mentira, porque ya ha perdido todo escrúpulo. Por eso el Señor nos dice que nosotros
en cambio debemos decir sí o no, simplemente, porque lo demás sobra. La tremenda
irresponsabilidad en la que incurren los mentirosos es sumamente grave para lo
sociedad, por ello se destaca en el Génesis que cuando Caín mató a Abel, Dios fue a
buscarlo y Caín respondió con evasivas, con mentiras, como si pudiera engañar a Dios.
¿Cómo revertir este pésimo hábito que nos conduce a la perdición y a la muerte? La
única forma es cambiando totalmente, como nos lo propone el Señor. Tenemos que
nacer de nuevo, dejando entrar al Espíritu Santo en nosotros y renovando nuestras
promesas bautismales. ¡Digamos NO a la mentira, por más pequeña que esta sea!
¡Eduquemos en la verdad a nuestros hijos! Estos son los valores que debemos cultivar.
Así también ustedes, por fuera aparecen justos ante los hombres, pero por dentro están
llenos de hipocresía y de iniquidad.
Lo peor de los mentirosos es que arrastran tras suyo a otros que se confabulan con ellos
por ambición. El cínico, con tal de ver satisfecha sus bajas pasiones, es capaz de
cualquier cosa y luego mirarte con cara de inocente, de víctima de las circunstancias. El
fariseo hipócrita, urde planes malévolos, celadas para hacer caer a los ingenuos y
aprovecharse de ellos. Una vez que logran la confianza en aquello que en realidad no
son ni les interesa ser, aprovechan la situación para su beneficio personal, sin el menor
reparo ni escrúpulo. Luego, si son descubiertos y se encuentran acorralados, jurarán
enmienda, tan solo por librarse, sin la menor intención de cumplir su palabra. A la
disyuntiva Dios o el Dinero, ellos han respondido por el Dinero, pero quieren hacer creer
al mundo entero que tienen principios y que han decidido por Dios. A veces y por un
tiempo logran engañar a sus interlocutores, pero finalmente la verdad es descubierta,
porque no hay nada que pueda permanecer oculto para siempre. Cabe una mención
especial al ambiente familiar, la primera escuela, donde se aprenden todas las virtudes y
los vicios. Son muchas las veces que los padres enseñan a mentir a los hijos,
empezando por las famosas mentiras piadosas, que de tales no tienen nada, enseñando
más bien que en determinadas circunstancias se puede mentir y que la decisión de
hacerlo es subjetiva y personal, lo que desde luego no es cierto, pero da inicio a una
práctica que no se detendrá, ni encontrará motivos para hacerlo, en tanto no logremos
lo que nos proponemos. Así también ustedes, por fuera aparecen justos ante los
hombres, pero por dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad.
Oremos: Padre Santo, ayúdanos a perseverar siempre en la verdad y a avergonzarnos
de nuestras mentiras, de modo tal que nos resulte imposible sostenerlas…Te lo pedimos
por nuestro Señor Jesucristo, quien vive y reina contigo en unidad del Espíritu Santo…
Amén. Roguemos al Señor… Te lo pedimos Señor.
http://www.caminando-con-jesus.org

• Los judíos pintaban las tumbas para poder divisarlas y esquivarlas porque las
consideraban impuras. Al llamar “sepulcros blanqueados” a los escribas y fariseos, Jesús
propone evitarlos para no contaminarse con sus hipocresías y falsedades. Cuando
nuestras palabras y obras se condicen, atraemos a muchos al seguimiento de Jesús.
1. Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas que parecen sepulcros
blanqueados.
El Evangelio de hoy nos trae una nueva censura dirigida a los fariseos para precisarles
su vida moral de hipocresía. Su moral es la de los “sepulcros blanqueados.” Jesús
continua condenando fuertemente a los escribas, que eran expertos en la interpretación
de la ley, estos eran en su mayoría de la secta de los fariseos, a quien también Jesús les
habla con mucha claridad, y los siguen considerando hipócritas, y ellos no dejan de fingir
cualidades distintas a las que verdaderamente aparentan tener.
2. En su auténtica realidad interna estaban llenos de “hipocresía e iniquidad.
Según el libro de los Números que cualquiera que tocase un muerto, o huesos humanos,
o “un sepulcro,” quedaría legalmente “inmundo” por siete días (Núm 19:16). De ahí la
costumbre preventiva de blanquear los sepulcros antes de las fiestas de “peregrinación,”
sobre todo antes de la Pascua, para lo cual se empezaba esto desde el 15 del mes de
Adar. Esta alusión se lleva como censura global a los fariseos. Aquellos “sepulcros
blanqueados” estaban llenos de “huesos de muerto y de toda suerte de inmundicias.”
Así, los fariseos “aparecen por fuera justos a los hombres,” pero en su auténtica realidad
interna estaban llenos de “hipocresía e iniquidad.”
3. Lo que cuenta es lo que somos ante los ojos de Dios
Jesús al comparar a los hipócritas con “sepulcros blanqueados”, nos quiere demostrar
que muchas veces el exterior está cuidado y resulta hermoso de ver, pero lo que hay
por dentro es descomposición y muerte.
Ya en otros fragmentos del Evangelio (Mt. 6,1), el Señor nos advierte que no hay que
hacer el hacer el bien para que los vean los hombres, porque lo que cuenta es lo que
somos ante los ojos de Dios, y no lo que aparentamos ser ante los hombres.
4. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que construyen los sepulcros
de los profetas!
En la segunda parte del fragmento del evangelio de hoy, Jesús les hace una última
censura, enlazada por la anterior, va sobre los fariseos por homicidas de “profetas” y de
“justos.”
“El culto de los sepulcros, tenido en mucho entre los judíos, como lo prueba la
veneración que todavía tributan a los sepulcros de Abraham y de Sara, de Isaac y Jacob,
en Hebrón; de Raquel, cerca de Belén; de David y de varios antiguos profetas, en
Jerusalén; de José, no lejos de Naplusa, ofrecerá también al Salvador ocasión” de otra
condenación.
Estas tumbas a las que alude Jesucristo podían ser excavadas en las rocas y realizadas
en forma de monumentos, al estilo del que hoy se llama tumba de Absalón, en el valle
de Josafat. La expresión “que adornan las tumbas” se refiere a ciertas representaciones,
sea en las fachadas o en los subterráneos. La distinción que ha querido verse entre
“profetas” y “justos,” entendiendo que por estos últimos se refería a personajes
posteriores a los profetas, mientras en los primeros se referían a los profetas antiguos,
cuyos sepulcros, en esta época, exigirían una restauración.
5. Si hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres
Los judíos de otras generaciones mataron a “profetas” y a “justos.” Los escribas y
fariseos contemporáneos de Cristo arreglaron estos sepulcros. Pero ellos decían: Si
hubiéramos vivido en el tiempo de nuestros padres, no nos hubiéramos unido a ellos
para derramar la sangre de los profetas! Pero Jesucristo parece sacar una consecuencia
de esto: que por arreglar estos sepulcros son cómplices en la muerte de los que guardan
en esos sepulcros; lo que formula con un gran realismo.
Se separan de sus padres y casi se avergüenzan de ellos, pero no se dan cuenta de que,
si no hacen suya la herencia espiritual de los profetas, siguen matando y su culpa se
vuelve más grave que la de sus padres
6. Hipócritas no sólo respecto a Dios y a los hombres, sino también respecto a
su tradición e historia.
Jesús denuncia el doblez de los hipócritas no sólo respecto a Dios y a los hombres, sino
también respecto a su tradición e historia. Sus padres rechazaron y mataron a los
profetas. Ellos creen poder tranquilizar su propia conciencia por el hecho de arreglar
estos sepulcros, es decir, honrando las sepulturas y poniéndoles adornos, especulan que
pueden purificar la memoria del pasado olvidando o buscando justificaciones
conmovedoras, y se sienten inocentes por el hecho de que son capaces de acusar a los
otros.
Por el hecho de arreglar estos sepulcros, De esa manera atestiguan contra ustedes
mismos que son hijos de los que mataron a los profetas “De esa manera atestiguan
contra ustedes mismos que son hijos de los que mataron a los profetas. ¡Colmen
entonces la medida de sus padres!,.
7. ¡Jerusalén, Jerusalén!, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son
enviados.
En diversos textos de los Evangelios, se nos relata sobre los profetas rechazados,
perseguidos y asesinados. “Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien,
cuando os expulsen, os injurien y proscriban vuestro nombre como malo, por causa del
Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, que vuestra recompensa será
grande en el cielo. Pues de ese modo trataban sus padres a los profetas. (Lucas 6,23),
“¡Jerusalén, Jerusalén!, la que mata a los profetas y apedrea a los que le son enviados”.
(Lucas 13,34).
En los tiempos de la peregrinación de Jesús por la tierra, hubo, al igual que hoy,
hombres elegidos y enviados por Dios para ser su portavoz y para agitar la conciencia
oscura de su pueblo, fueron rechazados y perseguidos. El mismo Señor Jesucristo
participará del destino de los profetas, también él será rechazado por los suyos “Un
profeta sólo en su patria y en su casa carece de prestigio”. (Mateo 13,57) y, finalmente,
morirá en la Cruz.
3 Para la reflexión personal
– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4.- ¿Qué me falta para ser más como Él?
5.- Dos más ‘ay’ para recibir la crítica de parte de Jesús. ¿Cuál de los dos cabe en mí?
6.- ¿Cuál es la imagen de mí mismo/a que trato de presentar a los otros? ¿Corresponde
a lo que soy de hecho ante Dios?
4 Oración. ¿Qué le decimos a Dios? La palabra se convierte en Oración.
1 Dios y Padre nuestro, hemos acogido tu Palabra como lo que es: alianza que suscita la
fe, promesa que engendra la esperanza, misericordia que alimenta la caridad. Haz que
ella actúe en nosotros, los creyentes, lo mismo hoy que mañana, y que produzca un
fruto eterno. www.Dioscadadía.Bastin,Pinkers,Teheux
2 Cuántas veces, Señor, nos sentimos «en nuestro sitio», nos atrincheramos tras
nuestra respetabilidad, encerramos nuestras pobrezas, nuestros sufrimientos y nuestras
desilusiones en una fortaleza construida a base de éxitos, de autosuficiencia, mientras
que se van apagando en nosotros poco a poco la alegría de vivir, la confianza en el
sentido de las cosas que nos pasan... Entonces te suplicamos: líbranos, Señor, de la
autosuficiencia.
Sólo si nos declaramos pobres, sólo si tenemos el valor de descubrir nuestros huesos
secos, sólo si dejamos de aislarnos dentro de nuestros sepulcros podremos reconocer y
acoger a los mensajeros de tu Palabra, a aquellos que vienen a nosotros sin suscitar
clamor, a veces desfigurados por la fatiga y por el sufrimiento, llevando consigo la
alegría y la paz de tu evangelio. Que vengan estos mensajeros a soplar en nosotros tu
Espíritu, para que a la luz de tu Palabra encontremos en nosotros mismos la pasión por
la vida, el coraje de esperar, la certeza de que todo está en tus manos. Nosotros
mismos seremos transformados entonces en mensajeros y en testigos de la plenitud de
vida que tú das a la humanidad que está en expectativa. www.santaclaradeestella.es
3 ¡Dichosos los que temen a Yahvé y recorren todos sus caminos! Del trabajo de tus
manos comerás, ¡dichoso tú, que todo te irá bien! (Sal 128,1-2) www.ocarm.org
4 Solo tu Señor puedes transformarnos. Te imploro nos concedas por los méritos del
Sagrado Corazón de Jesus y el Inmaculado Corazón de Maria, la gracia de ser
transparentes en nuestro caminar y actuaciones. Que nuestra debilidad reflejada en la
hipocresía y falsedad y con un corazón contrito, sea colmado por el Espíritu Santo, luz
de luz, para gloria de la Santísima Trinidad. Amen. www.dario.res
5 Oh Cristo, nuestro único Maestro, renueva a tu imagen nuestro ser y nuestro obrar.
Crea en nosotros un corazón humilde y puro, que desee únicamente servir a Dios y a los
hermanos con una caridad sin ficción y sin medida. Danos la certeza de que solo por
este camino te encontraremos a ti, que viniste en nombre del Señor para hacerte Siervo
sufriente a fin de rescatamos de toda vanidad. www.evangeliodeMateo.GiorgioZevini
5 Contemplación. ¿Cómo interiorizamos la palabra de Dios? La palabra en el
corazón de los Padres.
En nuestros días, hay muchos que se parecen a aquéllos [los escribas y los fariseos
hipócritas], bien adornados por fuera, pero por dentro llenos de iniquidad. En verdad
también ahora hay quien se atarea y pone gran empeño en limpiar y embellecer el
exterior, mientras que se olvida de purificar su alma.
Si fuera posible abrir la conciencia de cada uno, cuántos gusanos, cuánta podredumbre y
qué inimaginable hedor encontraríamos allí dentro. Deseos deshonestos y perversos,
más sucios que los mismos gusanos (Juan Crisóstomo, Commento al vangelo di Matteo).
www.santaclaradeestella.es

Que cada uno de nosotros se acuse y se reprenda a sí mismo -y no a Adán- por


cualquier pecado en el que caiga, y cada uno de nosotros muestre una penitencia digna,
si quiere conseguir de verdad la vida eterna en el Señor. Sin embargo, si no queréis y
permanecéis en vuestro endurecimiento, esto es lo que dice el Señor: «Cuando, en
efecto, tiemble la tierra, esté el cielo descompuesto (cf. Is 13,13) y se enrolle como un
libro (cf. Is 34,4; Ap 6,14), quedarán aterrados frente a estas espantosas calamidades».
Los que contradicen, murmuran o hacen todavía peor, ¿cómo se defenderán entonces?
¿Acaso dirán: «No hemos oído», o bien: «Nadie nos ha avisado»? Con razón se les podía
responder: «Cuantas cosas os he predicho, oh infelices, y cuantas exhortaciones os he
dirigido por medio de los profetas, de los apóstoles, de todos mis siervos y hasta
personalmente. ¿No oíais decir en mis evangelios: «Haced penitencia?». Y aunque yo
dijera: «Estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida» (Mt 7,14), ¿no
estabais acaso sobre lechos blandos y buscáis la comodidad en todos? Y cuando os
decía: «El que quiera ser el primero, que sea el último de todos, el esclavo de todos y el
siervo de todos» (Mc 9,35; 10,44; cf. Mt 20,27), ¿no preferisteis acaso los primeros
puestos en la mesa y los primeros asientos? (cf. Mt 23,6), sitios preeminentes,
autoridad, funciones, otros cargos, y acaso ¿no os negasteis a someteros o a servir con
humildad de ánimo al que era vil, pobre y rechazado?
Por eso os suplico a todos, padres y hermanos espirituales míos, y nunca cesaré de
suplicar a vuestra caridad que ninguno de vosotros descuide su propia salvación (Heb
2,3). Según las palabras del Señor, no cesemos de velar y orar (cf. Mt 26,41), hasta que
no pasemos a las bienaventuranzas del más allá y no consigamos los bienes prometidos
por la gracia y el amor a los hombres de nuestro Señor Jesucristo, a quien corresponde
toda gloria por los siglos de los siglos. Amén (Simeón el Nuevo Teólogo, Le catechesi,
Cittá Nuova, Roma 1995, 182-202, passim). www.evangeliodeMateo.GiorgioZevini
6 Acción. ¿A qué me comprometo con Dios? Para custodiar y vivir la palabra.
Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «No endurezcáis el corazón» (cf. Sal
94,9).
Repite a menudo y vive esta Palabra: «Uno sólo es vuestro preceptor: el Mesías. El
mayor de vosotros será el que sirva a los demás» (Mt 23,10b-11).
7 Para la lectura espiritual. Caminar con la palabra.
Hay sitios en los que eres completamente impotente. Sólo quieres curarte a ti mismo,
combatir tus tentaciones y seguir siendo dueño de ti. Pero no puedes hacerlo solo. Cada
vez que intentas hacerlo te sientes más desanimado. Te ves obligado a reconocer tu
impotencia.
La disponibilidad para abandonar el deseo de dominar tu vida revela una cierta
confianza. Cuanto más abandones tu obstinada necesidad de conservar el poder, más
entrarás en contacto con Aquel que tiene el poder de curarte y de guiarte. Y cuanto más
entres en contacto con ese poder divino, más fácil te resultará confesar a los otros y a ti
mismo tu fundamental impotencia.
Piensa en ti mismo como si fueras una pequeña semilla plantada en un suelo fértil. Todo
lo que tienes que hacer es permanecer allí y confiar en que el terreno contenga todo lo
que necesitas para crecer. Este crecimiento se produce también cuando no lo notas.
Quédate tranquilo, reconoce tu impotencia y ten fe en que un día te darás cuenta de
todo lo que has recibido (H. J. M. Nouwen, La voce dell'amore, Brescia 1997, pp. 50ss,
passim [edición española: La voz interior del amor, Promoción Popular Cristiana, Madrid
1997]). www.santaclaradeestella.es
Nada permanece secreto, nada escondido, precisamente nada. En realidad, la
humanidad se divide en dos categorías: aquellos cuyas culpas escondidas han salido a la
luz y aquellos cuya realidad escondida no ha salido a la luz. A éstos se les llama
«morales», honestos; a aquéllos, «inmorales», deshonestos.
Y, en verdad, el sol sólo puede sacar a la luz las acciones, no los pensamientos. Pero nos
equivocaríamos enormemente si nos contentáramos con esta constatación y
continuáramos viviendo tranquilamente -prudentemente- como antes. El sol, la luz, que
irrumpe en cada rincón y revela lo que está escondido, se llama Cristo. Y así todo
cambia.
Nosotros llevamos una existencia pública, visible, y al lado una existencia oculta,
secreta, de pensamientos, sentimientos y esperanzas que nadie llega a conocer; y nos
quedaríamos paralizados de terror si supiéramos que todos nuestros pensamientos y
todos nuestros sentimientos pudieran ser exhibidos a los ojos de todos.
Y he aquí que, contra toda regla dictada por la discreción, se dice en la Biblia que al final
compareceremos ante Cristo con todo lo que somos y hayamos sido, y no sólo ante
Cristo, sino también ante los hombres que estén junto a nosotros.
Será Cristo quien juzgue. Será su Espíritu el que discierna entre los espíritus. En
consecuencia, sólo cuenta una pregunta: ¿cómo te sitúas respecto a este hombre
Jesucristo? Quien aquí abajo haya pasado a su lado sin haber pronunciado su «sí» o su
«no» con claridad, en la hora de la muerte, cuando su vida sea pesada en la eternidad,
deberá estar frente a él, deberá mirarle a la cara. Y su pregunta será: « ¿Has vivido en
el amor a Dios y a los hombres, o bien has vivido sólo para ti mismo?» En ese momento
no habrá ninguna escapatoria, ninguna excusa, ninguna charla; en ese momento toda la
vida quedará al descubierto a la luz de Cristo «para que cada uno reciba el premio o
castigo que le corresponda por lo que hizo durante su existencia corporal» (2 Cor 5,10)
(D. Bonhoeffer, Memoria e fedelta, Qiqajon, Magnano 1995, 226-230, passim).
www.evangeliodeMateo.GiorgioZevini

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www.fundacionpane.org

📕 Lectura, ¿Qué dice el texto?

Así también son ustedes: por fuera parecen justos delante de los hombres, pero por
dentro están llenos de hipocresía y de iniquidad.

🙋 ‍Siguiendo este texto, ¿Cuáles son las palabras o frases o actitudes que atraen tu
atención, tu interés?
📗 Meditación, ¿Qué nos dice Dios en el texto?

Nuevamente el Señor nos habla sobre la moral, los valores y la justicia, pero también de
nuestro interior y exterior, es decir si hay un equilibrio entre lo que somos y actuamos, y
me refiero así porque somos humanos y en muchas veces fallamos, algunos más,
algunos menos, ¿Hay equilibrio entre lo que soy y lo que hago y digo?, ¿En mis acciones
y palabras reflejo los buenos valores?, ¿Qué pasa cuando me doy cuenta que no estoy
actuando de acuerdo a lo buenos valores y moral que tengo?

🙋 Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu meditación, tu reflexión personal?

📘 Oración, ¿Qué le decimos a Dios?

Dios mío, tu bien sabes que no soy perfecto y muchas veces cometo faltas, mis buenos
valores ahí están siempre, pero a veces mi mundanidad me desequilibra y actuó
diferente, in apropiadamente; ayúdame a tener una verdadera correspondencia entre mi
interior y mi exterior, que sea un verdadero reflejo en ambas partes, te lo pido Señor.

🙋 ‍Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es tu oración personal?

Cada uno pone sus intenciones. -Amén-

📙 Contemplación, ¿Cómo interiorizamos la Palabra de Dios?

“Están llenos de mentiras y pecados“ (Repetimos)

🙋 Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la palabra o frase o párrafo o actitud que
te ayuda a recordar este texto?

🏃 ⛪Acción, ¿A qué me comprometo con Dios?

Bien, creo la acción es analizar si hay una buena correspondencia entre nuestro interior
y exterior, quizás una mejor forma de saberlo es preguntar a algún amigo cercano y
asumir nuestras faltas y nuestros aciertos

🙋 ‍Siguiendo el mensaje de este texto, ¿Cuál es la acción concreta que te invita a


realizar?
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✞ ✞ ✞ Profesión de Fe

Solo los Domingos y Solemnidades.

✞ ✞ ✞ Intenciones (Oracion de los fieles)

Hermanos, en esta oración pública y comunitaria que vamos a hacer, no se limite cada
uno a orar por sí mismo o por sus necesidades, sino oremos a Cristo, el Señor, por todo
el pueblo.
1b. Imploremos la largueza de los dones espirituales para todos los no creyentes
R. Cristo, óyenos. (O bien: Cristo, escúchanos.)
2b. Pidamos al Señor que gobierna el mundo, tiempo bueno y maduración de los frutos.
R. Cristo, óyenos. (O bien: Cristo, escúchanos.)
3b. Oremos al Juez de todos los hombres por el descanso eterno de los fieles difuntos.
R. Cristo, óyenos. (O bien: Cristo, escúchanos.)
4b. Imploremos la misericordia de Cristo, el Señor, en favor nuestro y e nuestros
familiares, confiando en la bondad del Señor.
R. Cristo, óyenos. (O bien: Cristo, escúchanos.)
Por los que dan testimonio de la verdad, para que el Espíritu Santo ponga en su boca las
palabras sabias y justas, roguemos al Señor.
Por todos nosotros, para que sepamos hacer nuestro trabajo y cumplir nuestra misión
en la vida con toda conciencia y con todo celo, roguemos al Señor.
Por todos nosotros que celebramos la eucaristía, para que Jesús, el Señor, nos haga
personas auténticas y dignas de confianza, roguemos al Señor.
Atiende en tu bondad nuestras súplicas, Señor, y escucha las oraciones de tus fieles. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

3 LITURGIA EUCARISTICA
Sacerdote: Orad hermanos para que este sacrificio, mío y vuestro, sea
agradable a Dios, Padre todopoderoso.
Todos: El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria
de su Nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia. (→ Este es el
Compendio de la Misa)

✞ ✞ ✞ Oración sobre las Ofrendas


*** Se llevan al altar los dones; el pan y el vino. *** Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y nuestro
espíritu humilde; que éste sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu presencia, Señor, Dios
nuestro. *** Lava del todo mi delito, Señor, limpia mi pecado.

Acepta, Señor, los dones de tu pueblo santo en la conmemoración de san Jose de


Calasanz, y concédenos, por la participación en este misterio, dar testimonio de tu
amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Señor Dios nuestro: Tu Hijo pagó con su vida porque no pudieron convencerle de
abandonar su propósito de hacer al pueblo verdaderamente libre en ti; pero tú le
resucitaste a una vida nueva y eterna. Al unirnos a Él ahora en su sacrificio, haznos
sinceros y comprometidos con Él, en honestidad y en verdad, cueste lo que cueste, para
que podamos superar sin temor la prueba de tu escrutinio y vivir en tu luz, ahora y por
los siglos de los siglos.
Introducción a la plegaria eucarística
Centro y el culmen de toda la celebración. Es una plegaria de acción de gracias y de
consagración. El sentido de esta oración es que toda la congregación de fieles se una con Cristo
en el reconocimiento de las grandezas de Dios y en la ofrenda del sacrificio .

a) Acción de gracias
El Señor esté con vosotros. R/ Y con tu espíritu. Levantemos el corazón R/ Lo tenemos
levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/ Es justo y necesario.
Prefacio de los santos Pastores. La presencia de los santos Pastores en la
Iglesia.
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, por Cristo, Señor nuestro.
Porque nos concedes la alegría de celebrar hoy la fiesta de san Jose de Calasanz,
fortaleciendo a tu Iglesia con el ejemplo de su vida santa, instruyéndola con su palabra y
protegiéndola con su intercesión.
• Gracias Señor por mostrarme la importancia de vivir la coherencia. No basta con
“querer”, y yo mismo no me conformo con ello. Dame la gracia que necesito para decirte
“sí” en mis actos cotidianos, desde las cosas más pequeñas hasta las más grandes. Que
quienes me vean puedan verse alentados a vivir una vida cristiana coherente y radical.
Amén.
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Por eso, con los ángeles y la multitud de los santos, te cantamos el himno de alabanza
diciendo sin cesar:
b) Santo: con esta aclamación toda la asamblea, uniéndose a las jerarquías celestiales, canta o recita
las alabanzas a Dios.

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu
gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el
cielo.
c) Epíclesis Se implora el poder divino para que los dones se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de
Cristo, y para que la víctima inmaculada que se va a recibir en la comunión sea para salvación de quienes
la reciban.

Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por
Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas
todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin
mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Por eso, Padre, te suplicamos que
santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, de manera
que se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que
nos mandó celebrar estos misterios.
d) Narración de la institución y consagración. Con las palabras y gestos de Cristo, se
realiza el sacrificio que él mismo instituyó en la última cena. Momento más solemne de la Misa; es la
transubstanciación: pan y vino desaparecen al convertirse en el Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de
Cristo. Dios se hace presente ante nosotros con todo su amor. ¡Bendito Jesus en el Santísimo sacramento
del Altar!

Porque Él mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y dando gracias te
bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen y coman todos de él,
porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes".
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dando gracias te bendijo, y lo pasó a
sus discípulos, diciendo: "Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi
Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por
muchos para el perdón de los pecados. Hagan esto en conmemoración mía".
e) Anámnesis. La Iglesia, al cumplir este encargo que, a través de los Apóstoles, recibió de Cristo
Señor, realiza el memorial del mismo Cristo, su Reactualización, recordando principalmente su
bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y la ascensión al cielo.

Éste es el sacramento de nuestra fe. R/ Anunciamos tu muerte, proclamamos tu


resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
f) Oblación. La asamblea ofrece al Padre la víctima inmaculada, y con ella se ofrece cada uno de los
participantes.

Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su


admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te
ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo.
Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia y reconoce en ella la Víctima por cuya
inmolación quisiste devolvemos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la
Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un
solo espíritu.
Que Él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto
con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y los mártires, (san
N.: santo del día o patrono) y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener
siempre tu ayuda.
Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al
mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu
servidor, el Papa N., a nuestro Obispo N., al orden episcopal, a los presbíteros y
diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti.
g) Intercesiones. Con ellas se da a entender que la Eucaristía se celebra en comunión con toda la
Iglesia, celeste y terrena, y que la oblación se hace por ella y por todos sus miembros, vivos y difuntos.

Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia, en el
domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida
inmortal. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el
mundo.
A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino,
donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, por Cristo, Señor
nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes.
Padre eterno, te ofrecemos la Preciosísima Sangre de Jesús, con todas las
Misas celebradas en el mundo en éste día, por las benditas Almas del
Purgatorio. Y Concédeles, Señor, el descanso eterno y brille para ellas la luz
perpetua. Amén.
h) Doxología final. Se expresa la glorificación de Dios y se concluye y confirma con el amen del
pueblo.
Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del
Espíritu Santo, todo Honor y toda Gloria por los siglos de los siglos. Amén
✞ ✞ ✞ Rito de la comunión
Significa "común unión". Al acercarnos a comulgar, además de recibir a Jesús dentro de nosotros y de
abrazarlo con tanto amor y alegría, nos unimos a toda la Iglesia en esa misma alegría y amor.

a) Introducción al Padrenuestro
Con las palabras de Jesús nuestro Señor oremos al Padre de todos para que su reino venga a cada
persona de la tierra.

• Oremos a nuestro Padre misericordioso nos conceda la gracia de vivir obrando de


acuerdo a nuestro corazón puro y limpio por la conversión y la confesión, y ser sinceros
con Jesus Cristo nuestro y nuestros hermanos.
• Unidos en el amor de Cristo, por el Espíritu Santo que hemos recibido, dirijámonos al
Padre con la oración que el Señor nos enseñó:
R/ Padre nuestro…
b) Rito de la Paz
Los fieles imploran la paz y la unidad para la iglesia y para toda la familia humana y se expresan
mutuamente la caridad antes de participar de un mismo pan.

Líbranos, Señor.
Líbranos, Señor de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días, para que
ayudados por tu misericordia, vivamos libres de pecado y protegidos de toda
perturbación, y aguardando la venida gloriosa de Jesucristo, nuestra esperanza.

R/. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.


Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy", no
tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/.
Amén.
La paz del Señor esté siempre con ustedes. R/. Y con tu espíritu.
Dense fraternalmente la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Danos la paz.
Invitación a la Comunión
Éste es Jesucristo, el Señor, que nos dice: “Ay de vosotros, de apariencia buena, pero
por dentro llenos de huesos y podredumbre”.
• Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la
cena del Señor.

R. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya
bastará para sanarme.
c) El gesto de la fracción del pan: Significa que nosotros, que somos muchos, en la comunión
de un solo pan de vida, que es Cristo, nos hacemos un solo cuerpo (1 Co 10,17)

d) Inmixión o mezcla: el celebrante deja caer una parte del pan consagrado en el cáliz.
Antífona de la comunión Cf. Mt 18, 3
Si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos, dice el
Señor.

✞ ✞ ✞ Oración después de la Comunión

Dios todopoderoso, que este sagrado banquete nos ayude a manifestar con el corazón y
las obras el amor fraterno y la luz de la verdad, siguiendo el ejemplo de san Jose de
Calasanz. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Señor Dios nuestro: Las palabras de Jesús que hemos oído hoy eran duras y dirigidas no
solamente a otros, sino también a nosotros, para que las pongamos en práctica. Por la
fuerza de esta eucaristía ayúdanos a vivir coherentes con nuestra fe y a ser honestos
con nosotros mismos y con los demás. Haz que no solamente hablemos de paz y amor,
sino que seamos de verdad hombres y mujeres de paz y constructores de comunidad
por el amor en y por Jesucristo nuestro Señor.

4 RITO DE CONCLUSION
Consta de saludo, bendición sacerdotal, y de la despedida, con la que se disuelve la asamblea, para que
cada uno vuelva a sus honestos quehaceres alabando y bendiciendo al Señor.

✞ ✞ ✞ Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos
de los siglos. R/ Amén.
¡Cristo, Rey nuestro! R/ ¡Venga tu Reino!

Consagración a María
Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las oraciones que te
dirigimos en nuestras necesidades, antes bien líbranos de todo peligro, ¡oh Virgen
gloriosa y bendita! Amén.

Oracion a San Miguel Arcángel.


San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde
súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo
para la perdición de las almas. Amén

✞ ✞ ✞ Bendición
Hermanos: ¡No cedamos nunca ante la tentación de intentar aparecer ante los demás
mejor de lo que somos, hasta intentando quizás, de alguna manera, impresionar al
mismo Dios!
Pidamos humildemente su bendición. Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre,
Hijo ✠ y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.

R/ Amén.
Pueden ir en paz. R/. Demos gracias a Dios.

✞ ✞ ✞ Abba Padre, gracias te doy por enseñarme a Cristo histórico. Y ahora, por tu gracia
y Espíritu Santo concédeme fortalecer la fe, para caminar con Cristo, por Cristo y en
Cristo, ya no histórico, sino Pan vivo bajado del cielo.
«Tú eres Cristo, el Hijo de Dios Vivo» Mt 16, 16

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