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Jueves – 2da semana T. O.

Año Par Ciclo A (1Sam 18, 6-9; 19, 1-7; Mc 3, 7-12)

INVOCACION DEL ESPIRITU SANTO

✞ ✞ ✞ Padre, en Tus manos abandono mi vida y todo mi ser, para que me vacíes de todos
los pensamientos, palabras, obras, deseos e imágenes que me separan de Ti.
Calma mi sed y sacia mi hambre, lléname de Ti. Con humildad te entrego mi intención
de consentir tu Presencia y acción en mí, sáname, transfórmame, hazme de nuevo.
Ahora mismo anhelo y te pido a nombre de tu Hijo Jesús que me des al Espíritu Santo;
pues ya dispuesta mi alma, por tu gracia y misericordia; espera la luz que abra mi
mente y mi corazón para escucharte y ahí en mi meditación dejarme encontrar,
sorprender, seducir, tocar, y guiar por Ti.
Dime lo que quieres de mi para hacer Tu voluntad y no la mía. Dame el don de la
contemplación y la gracia para ver, aceptar y perseverar sin apegos, en este camino
hacia la Gloria.

✞ ✞ ✞ Señor Jesús, que tu Espíritu, nos ayude a leer las Sagradas Escrituras en el mismo
modo con el cual Tú la has leído a los discípulos en el camino de Emaús.
Con la luz de la Palabra, escrita en la Biblia, Tú les ayudaste a descubrir la presencia de
Dios en los acontecimientos dolorosos de tu condena y muerte. Así, la cruz, que parecía
ser el final de toda esperanza, apareció para ellos como fuente de vida y resurrección.
Crea en nosotros el silencio para escuchar tu voz en la Creación y en la Escritura, en los
acontecimientos y en las personas, sobre todo en los pobres y en los que sufren.

Tu palabra nos oriente a fin de que también nosotros, como los discípulos de Emaús,
podamos experimentar la fuerza de tu resurrección y testimoniar a los otros que Tú
estás vivo en medio de nosotros como fuente de fraternidad, de justicia y de paz. Te lo
pedimos a Ti, Jesús, Hijo de María, que nos has revelado al Padre y enviado tu Espíritu.
Amén

✞✞✞
Jesús, enséñame a gustar la infinitud del Padre. Háblame, Señor Jesús, acerca del
Padre. Hazme niño para hablarme de él como los padres de la tierra conversan con sus
pequeños; hazme amigo tuyo para hablarme de él como hablabas con Lázaro en la
intimidad de Betania; hazme apóstol de tu palabra para decirme de él lo que
conversabas con Juan; recógeme junto a tu Madre como recogiste junto a ella a los doce
en el Cenáculo..., lleno de esperanza para que el Espíritu que prometiste me hable
todavía de él y me enseñe a hablar de él a mis hermanos con la sencillez de la paloma y
el resplandor de la llama (G. CANOVAI, Suscipe Domine).
“JESÚS: YO TAMBIEN QUIERO IR A TOCARTE”
 «Galilea. Jesús se retiró con sus discípulos hacia el lago».

 «Como había mucha gente, encargó a sus discípulos que le preparasen


una barca, para que no lo estrujaran».
 «Pues había curado a muchos, y cuantos padecían dolencias se le
echaban encima para tocarle».
 «Los espíritus inmundos, cuando le veían, se postraban ante Él y
gritaban: - Tú eres el Hijo de Dios».

1 RITOS INICIALES
✞ ✞ ✞ Antífona de entrada 1 S 2, 35

Suscitaré un sacerdote fiel, que obre según mi corazón y mis deseos, dice el Señor.
O bien: Cf. Lc 12, 42
Este es el administrador fiel y prudente a quien el Señor pondrá al frente de su
servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas.
Monición de entrada
Celebramos hoy la memoria de san Ildefonso, que nació en el año Toledo. Siendo muy
joven profesó en el monasterio de Agali, donde llegó a ser abad. Fue elegido obispo, en
el año 657, sucediendo a san Eugenio en la sede metropolitana. Autor fecundo de libros
y de textos litúrgicos, se distinguió por su gran devoción hacia la santísima Virgen María,
Madre de Dios. Murió el 23 de enero del año 667. Sus restos fueron trasladados a
Zamora.
Nos reunimos en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
✞ ✞ ✞ Saludo al altar y pueblo congregado

Misa de la Memoria. San Ildefonso, obispo, memoria obligatoria. 23 de Enero 2020


• La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo esté
siempre con nosotros.

✞ ✞ ✞ Oración preparatoria (para ponerme en presencia de Dios)

• Señor Jesús, enséñame a gustar cada vez más tu compañía.


• Señor Jesús, te pido que me acompañes en esta oración y me ayudes a disponer mi
corazón para escuchar tus palabras, acogerlas en mi interior y vivirlas con generosidad.

✞ ✞ ✞ Introducción por el Celebrante.

No hay para estas lecturas, o memoria del día.

✞ ✞ ✞ Acto penitencial

El Señor Jesús, que nos invita a la mesa de la Palabra y de la Eucaristía, nos llama ahora
a la conversión. Reconozcamos nuestra indignidad, debilidad, y nuestros pecados e
invoquemos con esperanza la misericordia de Dios.
Jesucristo, el justo, intercede y nos reconcilia con el Padre. Abramos, pues, nuestro
espíritu al arrepentimiento. … Un poco de silencio…
• Tú, Señor, siempre te muestras misericordioso con el pecador arrepentido. Con
humildad reconozco mi pecado y te pido las fuerzas para convertirme cada vez más a Ti.
¡Señor, ten piedad! ¡Cristo, ten piedad! ¡Señor, ten piedad!

✞ ✞ ✞ Gloria a Dios.

Se canta o se recita los domingos, fuera de los tiempos de Adviento y Cuaresma, en las
solemnidades y en las fiestas y en algunas peculiares celebraciones más solemnes.

✞ ✞ ✞ Oración Colecta:

Dios todopoderoso, que hiciste a san Ildefonso insigne defensor de la virginidad de


María; concede a los que creemos en este privilegio de la Madre de tu Hijo, sentirnos
amparados por su poderosa y materna intercesión. Por nuestro Señor Jesucristo.

2 LITURGIA DE LA PALABRA
✞ ✞ ✞ Primera lectura: 1 Samuel 18, 6-9; 19,1-7

Mi padre busca el modo de matarte.


En aquellos días,
18,6 cuando volvían, después de haber matado David al filisteo, las mujeres de todas las
ciudades de Israel salían cantando y danzando al encuentro del rey Saúl al son alegre de
panderos y arpas.
7 Y las mujeres cantaban a coro: «Saúl mató a mil, David a diez mil».
8 Saúl se irritó mucho y, muy airado por estas palabras, decía: - A David le dan diez mil
y a mí me dan mil; ya sólo le falta ser rey.
9 Y a partir de aquel día, Saúl miró a David con malos ojos.
19,1 Saúl comunicó a su hijo Jonatán y a todos sus servidores su intención de matar a
David. Pero Jonatán, hijo de Saúl, que quería mucho a David,
2 se lo fue a decir: - Saúl, mi padre, trata de matarte. Así que estáte alerta mañana por
la mañana; vete a un lugar oculto y escóndete.
3 Yo saldré y estaré al lado de mi padre en el campo donde tú estés. Hablaré de ti a mi
padre para ver lo que piensa, y te informaré.
4 Jonatán habló bien de David a su padre Saúl. Le dijo: - ¡Que el rey no ofenda a su
siervo David! Él no te ha ofendido; al contrario, sus acciones te han sido muy útiles.
5 Expuso su vida, mató al filisteo y el Señor dio una gran victoria a todo Israel. Tú
mismo lo viste y te alegraste. ¿Por qué has de hacerte responsable de la muerte de un
inocente matando a David sin motivo?
6 Saúl escuchó las palabras de Jonatán e hizo este juramento: - ¡Juro por el Señor que
no morirá!
7 Jonatán llamó a David y le contó todo esto; después, le llevó ante Saúl, y David
estuvo a su servicio como antes.
PALABRA DE DIOS. R/TE ALABAMOS, SEÑOR
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Meditatio
El libro del Eclesiástico dice: "Quien encuentra un amigo, encuentra un tesoro". Este
pasaje nos muestra lo que implica una verdadera amistad, pues en él vemos cómo
Jonatán, interesado por el bien de su amigo, no sólo lo esconde y lo previene sobre el
peligro que corre, sino que busca, por todos los medios, salvarlo.
Nuestro mundo superficial, no nos permite muchas veces llegar a crear una amistad
verdadera, lo cual es una gran pérdida. Pensemos que la mayoría de nuestras relaciones
son sólo esporádicas y faltas de compromiso, cosa que ocurre en las relaciones de
noviazgo e incluso en el matrimonio mismo. Es, pues, necesario salir de nuestra
superficialidad y buscar crecer en el amor, para que nuestra amistad crezca y se
robustezca.
Jesús mismo expresó a sus apóstoles que la relación que él mismo quería tener con ellos
no era formal, como la que tiene un siervo con su Señor, sino profunda y cordial, como
la del amigo. Esto requiere oración, dedicarle tiempo, comprensión y generosidad; no es
poco, pero la verdad, vale la pena.
Oratio
Padre Bueno, tú que siempre nos has bendecido con el don de tu amor y, a través de tu
Hijo Jesús, nos enseñas a ser generosos de espíritu y a amar sin límites, ayúdanos a ser
magnánimos de corazón, para que seamos capaces de dar la vida como auténticos
amigos, sea a través de acciones concretas, de palabras de aliento o de una escucha
silenciosa, y así todos descubran la grandeza de tu amor.
Actio
El día de hoy daré un poco de mi vida, prestando más atención a mis seres queridos, o
dedicando una palabra de aliento a un amigo o compartiendo mis bienes con los
necesitados.
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• Los versículos de la primera parte de la lectura, extrapolados del capítulo 18, narran la
irrupción de un agudo sentimiento de celos por parte del rey Saúl contra David. En
compensación, surge la gracia divina, que actúa ahora de modo claro en la vida de
David; gracias a su valor, se está afirmando como el elegido del Señor. Saúl, por el
contrario, se muestra más interesado por su prestigio personal que por el beneficio de la
nación a la que debería servir.
Los versículos tomados del capítulo 19 presentan, sin embargo, la mediación llevada a
cabo por Jonatán ante Saúl. Impulsado por la gran amistad que ha entablado con David,
Jonatán consigue superar el espíritu de servilismo y de autodefensa que reina ahora en
la corte. Una pasión movida por la envidia arremete al consagrado del Señor y una
pasión movida por la amistad lo salva. A través de nuestras pasiones pasan grandes
males y grandes bienes. El Señor puede obrar también a través de ellas. Por nuestra
parte, es necesario que no las dejemos abandonadas a sí mismas, sino que las
pongamos al servicio de un proyecto de amor.
www.Dioscadadía.Bastin,Pinkers,Teheux

Entre la adhesión y el rechazo, la disputa y la amistad. 1 Samuel 18,6-9; 19,1-7.


La realeza de Saúl, suscitada por el peligro filisteo, carecía de arraigo en la tradición de
Israel; el éxito de David, igual que la destitución del rey por el profeta, fue para Saúl un
golpe que, a la larga, resultaría ser fatal. A partir de entonces, la desconfianza de Saúl
hacia el joven David sólo sería comparable a su despecho.
Envidia, celos, complots: el autor deuteronomista no oculta nada de las intrigas
palaciegas. La amistad que unía a David con Jonatán, generosa como el sol de verano,
no hace sino acentuar el contraste; en su marcha hacia el trono, el recién elegido no
tuvo aliado más sincero que este hijo de Saúl.
El salmo 55 es un buen ejemplo de endecha. En él se encuentran sucesivamente las
acusaciones contra el adversario del que eleva la oración, la expresión de su confianza
en Yahvé y la promesa de ofrecer un sacrificio de acción de gracias. También se puede
distinguir una reprobación en el v. 9. En efecto: «anota en tu libro mi vida errante»
suena a reproche discreto dirigido a Yahvé y motivado por el retraso con que escuchó a
su fiel.
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1. Una Transición Difícil


1.1 De la primera lectura de hoy podemos aprender que la transición del reinado de Saúl
al de David no fue fácil. Lo lógico, lo esperado, era que el sucesor de Saúl fuera un
descendiente suyo. Pero Dios había descartado a Saúl, como el mismo profeta Samuel
había tenido que aprender, no sin dolor. Y sabemos la causa de este rechazo a Saúl. No
es exactamente porque él fuera el más pecador de los seres humanos. Muy al contrario,
en la larga serie de los reyes en Jerusalén hubo gente mucho más "perversa", si se
quiere. Lo grave de Saúl fue la desobediencia: su manera de imponer su voluntad
interpretando a capricho los designios y oráculos de Dios. Un rey así, lejos de ayudar al
reinado de Dios, iba simplemente a impedirlo.
1.2 En todo caso, a Samuel le tocó la peor parte, en cierto sentido, porque tuvo que
presenciar la caída de Saúl sin contar todavía con la consolidación de David. Además, a
medida que Saúl entendía que el elegido era David, más se llenaba se odio hacia él y de
modo más visceral lo atacaba. El drama es que Saúl sabía en el fondo de su corazón la
verdad de todo esto, pero no podía aceptar esa verdad. Sabía, pero odiaba lo que sabía.
3. Sin duda sorprende que en medio de estos sentimientos siniestros y oscuros de Saúl
haya podido nacer una amistad tan ejemplar como la que se dio entre David y el propio
hijo de Saúl, Jonatán. Podemos decir que fue como un signo con el que el Señor bendijo
aún la memoria de la familia del rey rechazado y obstinado, y fue también un modo de
mostrarnos que su gracia puede crecer y prosperar hasta en las circunstancias más
adversas.
http://www.caminando-con-jesus.org

Las intrigas palaciegas y los conflictos de poder también estuvieron presentes en la


realeza de Israel desde sus inicios. El poder ciega, genera más ambición, y ninguna ley
parece frenar ese impulso. El odio que comienza a gestarse en el corazón del rey contra
uno de sus soldados solamente puede ser aplacado por el amor de su hijo Jonatán. Es el
amor lo único que puede transformar el corazón del rey envidioso.

✞ ✞ ✞ Salmo

Sal 55,2-3.9-10.11-12.13
R/. En Dios confío y no temo.
Misericordia, Dios mío, que me hostigan, me atacan y me acosan todo el día; todo el día
me hostigan mis enemigos, me atacan en masa.
R/. En Dios confío y no temo.
Anota en tu libro mi vida errante, recoge mis lágrimas en tu odre, Dios mío. Que
retrocedan mis enemigos cuando te invoco, y así sabré que eres mi Dios.
R/. En Dios confío y no temo.
En Dios, cuya promesa alabo, en el Señor, cuya promesa alabo, en Dios confío y no
temo; ¿qué podrá hacerme un hombre?
R/. En Dios confío y no temo.
Te debo, Dios mío, los votos que hice, los cumpliré con acción de gracias.
R/. En Dios confío y no temo.

✞ ✞ ✞ Aleluya:

Aleluya Cf. 2 Tm 1, 10
R. Aleluya, aleluya, aleluya.
V. Nuestro Salvador, Cristo Jesús, destruyó la muerte, e hizo brillar la vida por medio del
Evangelio.
R. Aleluya, aleluya, aleluya.

✞ ✞ ✞ “Padre, dame tu bendición”: “El Señor esté en tu corazón y en tus labios, para que anuncies
dignamente su Evangelio en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo”

✞ ✞ ✞ Lectura del Santo Evangelio según: Marcos 3, 7-12

Los espíritus inmundos gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios», pero Él les prohibía
que lo diesen a conocer.
En aquel tiempo,
7 Jesús se retiró con sus discípulos hacia el lago y le siguió una gran muchedumbre de
Galilea. También de Judea,
8 de Jerusalén, de Idumea, de TransJordania y de la región de Tiro y Sidón acudió a Él
una gran multitud, al oír hablar de lo que hacía.
9 Como había mucha gente, encargó a sus discípulos que le preparasen una barca, para
que no lo estrujaran,
10 pues había curado a muchos, y cuantos padecían dolencias se le echaban encima
para tocarle.
11 Los espíritus inmundos, cuando le veían, se postraban ante Él y gritaban: - Tú eres el
Hijo de Dios.
12 Pero él les prohibía enérgicamente que lo descubriesen.
PALABRA DEL SEÑOR. R/ GLORIA A TI, SEÑOR JESÚS.

✞ ✞ ✞ “Que por el Evangelio sean perdonados nuestros pecados veniales”

Beda (Catena aurea)


Esta barca, que sirve al Señor en el mar, es la Iglesia formada de la congregación de las
gentes. Entra en la barca para que no lo sofoque la turba porque, alejándose de la
muchedumbre agitada, se complace en ir a los que menosprecian la gloria del siglo y a
estar junto a ellos.
Te compartimos esta reflexión del Padre Juan José Paniagua:
En los Evangelios de estos últimos días hemos oído diversos encuentros de Jesús con
fariseos. Hemos visto la dureza de corazón de estos hombres. Quizá el momento más
fuerte fue el Evangelio de ayer, en el que quieren matar a Jesús por haber curado en
sábado a un hombre que tenía la mano paralizada desde su nacimiento. No eran capaces
de apiadarse, de compadecerse. Se cerraban a la caridad, al amor, a la misericordia.
Eran hombres que supuestamente querían seguir la ley de Dios, pero se habían olvidado
que la caridad es lo primero, que amamos a Dios en el hermano que nos necesita. Por
eso Jesús les decía hipócritas. Y por eso se paraban, soberbios, lejanos, auto-suficientes,
a la distancia de Jesús, juzgando, incluso planeando su muerte.
El día de hoy vemos todo lo contrario. Vemos a una multitud que se agolpaba en torno a
Jesús, que clamaba por su ayuda, por su fuerza sanadora, por su perdón. Eran más bien
los que se reconocían necesitados de la compasión de Dios. Buscaban a Dios con tanto
ímpetu, que el Señor tiene incluso que subirse a una barca para que no vayan a
aplastarlo.
¡Qué gran contraste! El que es incapaz de apiadarse de los demás, porque cree que no
necesita de la misericordia de Dios y el que clama con toda su fuerza por el perdón, es
decir, el que se siente necesitado. Esa es la condición del cristiano. Somos hombres
profundamente necesitados. Necesitamos de Dios. Por eso lo buscamos
incansablemente. Necesitamos confiar en Él, en su perdón, en su misericordia. Que la
autosuficiencia de creernos buenos, no termine alejando nuestro corazón del Dios
bueno, que nos ama.

1 Contexto. La palabra se ilumina.


www.sanJeronimo.Brown,Fitzmyer,Murphy

Sumario de los milagros de Jesús (3,7-12). Este sumario, lo mismo si es creación


personal de Marcos que si constituye una reelaboración de materiales anteriores, sirve
para dar una impresión de conjunto de la próxima sección.
La gente se acerca a Jesús (3, 7-12). Los especialistas consideran, frecuentemente,
que este pasaje es un sumario de transición propio de Marcos. Efectivamente, es de
transición porque trata de la recepción entusiasta de Jesús como sanador y remite a su
enseñanza mediante parábolas (4,1-34) y a sus exorcismos (5,1-20). Es propio de
Marcos porque casi todas las palabras han aparecido con anterioridad y toda la unidad
parece proceder de su pluma. Y es un sumario puesto que, en lugar de una narración de
determinados acontecimientos, percibimos en él una tendencia generalizadora. Ahora
bien, esta particularidad del pasaje no debería apartar nuestra atención de las
importantes contribuciones que hace al relato que el evangelista escribe sobre Jesús.
Nos referimos, concretamente, a la descripción de la gente que, procedente de muchas
comarcas, se acerca a Jesús (3,7-8), y al mandato con el que prohíbe a los espíritus
inmundos que propaguen su identidad (3,11-12).
7. Jesús se retiró con sus discípulos: La mención de los discípulos aquí y en 3,9 se
hace en previsión de episodios tales como la elección de los Doce (3,13-19), la
explicación que se les da de las parábolas (4,10-20.34) y los milagros realizados en su
presencia (4,35-5,43).
El verbo griego anechorésen no implica necesariamente que Jesús huyera; significa que
dejó Cafarnaún para dirigirse a cualquier otro lugar del lago de Galilea.
Una gran multitud procedente de Galilea: Los nombres de lugar que aparecen en
este versículo forman una especie de catálogo de todas las regiones palestinenses
habitadas por judíos. El que se reúnan en torno a Jesús es el preludio de la creación de
un nuevo Israel con la designación de los Doce.
De Judea... Evo y Sidón: La gente viene desde todas las direcciones para encontrarse
con Jesús. Samaría es el único lugar que no se menciona; las ciudades de la Decápolis
se difieren a 5,20. Aquellas comarcas que no pertenecían al territorio de Israel (Idumea,
Transjordania, Tiro y Sidón) tenían población judía.
8. Idumea: Forma griega del bíblico Edom, la región montañosa situada al sur de
Judea.
Tiro y Sidón: Las ciudades costeras fenicias, situadas más allá del territorio judío,
sirven para demostrar el interés de Jesús hacia el mundo no judío, tema que se
desarrolla en 5,1-20; 6,31-8,10.
Acudieron a Él: Mientras que fue Jesús quien se dirigió a sus primeros discípulos (1,16-
20), ahora es la gente quien se dirige a Él como centro de atracción. La descripción de la
muchedumbre nos remite a los destinatarios de su enseñanza en parábolas (4,1-2).
9. una barca: Sobre la utilización por Jesús de una barca para evitar la presión de la
muchedumbre, cf. 4,1-2.
Este detalle insinúa la localización de una serie de episodios en torno al lago de Galilea
(4,1-41; 5,1-21; 6,32-56).
10. curó a muchos: Como en 1,34, el término «muchos» (pollous) no exige que lo
interpretemos como «a algunos, pero no a todos». No obstante, Mt 12,15 cambia
pollous por pantas («todos»).
Para tocarle: Se preanuncian dos milagros en que Jesús sanará con el tacto (5,22-43).
11-12. tú eres el Hijo de Dios: Estos dos versículos subrayan, en un estilo muy
característico de Marcos, la identidad de Jesús como Mesías oculto capaz de atar al
«fuerte», Satanás (3,24-27). (Cf. L. E. Keck, Mk. 3:7-12 and Mark's Christology: JBL 84
[1965], 341-58).
11. espíritus inmundos: Como en 1,23-24, los demonios reconocen la verdadera
identidad de Jesús. Esta descripción nos remite también a 5,1-20 (especialmente, v. 5).
El Hijo de Dios: Los seres preternaturales reconocen la identidad sobrenatural de
Jesús; el poder que tiene sobre ellos forma parte de su victoria definitiva sobre el mal.
Sobre la aplicación que Marcos hace a Jesús del título Hijo de Dios, cf. 1,1; 5,7; 15,39;
sobre otros títulos afines, cf. 1,11; 9.7; 14,61.
12. que no lo descubriesen: Como en 1,25.34, Jesús prohíbe a los demonios que den
a conocer su identidad.
www.santaclaradeestella.es

• Con el pasaje de hoy se abre una nueva sección narrativa (Mc 3,7-6,6) que tiene como
escenario de fondo el espacio abierto, mientras que en la precedente se desarrollaban
los hechos en la sinagoga o en zonas relacionadas con ella. La actividad de Jesús se
propaga; ya no es en absoluto un desconocido, y suscita sensación.
A pesar de este ensanchamiento del horizonte, el entusiasmo acogedor, aunque
bastante poco arraigado y profundo, se irá amortiguando hasta convertirse en una
actitud de estupor incrédulo (6,6). Entre tanto, Jesús se está preparando una nueva
familia compuesta por personas que muestran una disponibilidad más auténtica respecto
a él, e inicia una enseñanza particular dirigida a los discípulos.
La lectura de hoy presenta un eco de la resonancia obtenida por Jesús, que ahora se ha
convertido en el centro de la atención. Tiene que defenderse de su misma fama y, por
otra parte, no quiere ponerse al servicio de intereses personales, sino al servicio de
Dios. Por eso ordena a los demonios que se callen: no tiene que ser considerado como
un curandero, sino como el enviado del Padre, que cuenta, recurriendo a todo tipo de
experiencias, lo que Dios da a conocer de sí mismo y lo que pide a los hombres, más
dispuestos a buscarse a sí mismos que a Dios, incluso en sus actos más clamorosamente
religiosos.
www.evangeliodeMarcos.GiorgioZevini

Al marcado contraste entre Jesús y sus adversarios, registrado en los episodios


precedentes, le sirve de contrapunto un cuadro de relación serena con la muchedumbre.
Aunque Marcos deja entender a las claras que muchos buscan a Jesús por interés, el
clima esta sereno y el terreno preparado para próximas siembras fructuosas, como la
llamada de los Doce.
Jesús abandona el centro habitado, probablemente Cafarnaún, para retirarse a las
proximidades del lago. El lugar, ameno y desierto, ha sido ya antes escenario de la
llamada de los primeros discipulos. Estos, junto con otros llamados, se encuentran con
Jesus, prosiguiendo la relación que, a continuación, se estabilizará con una intensa
comunión de vida. También «una gran muchedumbre de Galilea» se une al Maestro. Las
razones de tal afluencia de gente no se dicen, de momento. Se precisan,
inmediatamente después, junto con numerosas y precisas informaciones geográficas.
Llega también gente del sur, de la región de Judea y de Jerusalén.
La fama de Jesús ha superado los límites históricos de Palestina, porque llega una «gran
multitud» del exterior. Si la fama de Juan el Bautista atraía a personas de Judea y de
Jerusalén, en el caso de Jesús acuden judíos y no judíos, que habitaban en Idumea, al
sur; en Transjordania, al este, y en las zonas situadas en torno a Tiro y Sidón, ciudades
ubicadas al norte de Galilea. Con este círculo ideal -en el que falta el oeste, porque está
ocupado por el mar Mediterráneo-, el evangelista parece decirnos que la gente acude de
todas partes. Aquí encontramos la causa de tanto interés: la gente acude porque ha oído
hablar de las numerosas curaciones llevadas a cabo por Jesús. Se trata de una «carrera
para llegar al curador», que se explica también por la creencia popular de la época
según la cual un simple contacto con él proporciona la curación del mal, sea cual sea
(eso será también lo que piense la mujer que padecía hemorragias en 5,28). Jesús no
desdeña salir al encuentro de una muchedumbre necesitada; por eso, no huye, ni se
muestra irritado con tanta invasión. Tampoco se niega a acoger a una muchedumbre
que le busca por interés. Se limita a tomar algunas precauciones, para garantizar su
propia integridad física. Pide a los discípulos que pongan una barca a su disposición
(«barquilla» en griego) para evitar que le aplasten.
Hasta los demonios intentan «aplastarle» a su manera. Al reconocerle y aclamarle como
«Hijo de Dios», expresan una sacrosanta verdad. Sin embargo, están movidos por un
intento malvado que, de una manera solapada, querría evitarle la cruz. Es querer
proclamar la gloria olvidando que el único acceso a ella es por la puerta estrecha del
sufrimiento amorosamente aceptado. No se puede «saltar» la cruz, sino que es preciso
acogerla y llevarla. Por eso rechaza Jesús radicalmente esta afirmación, caída como un
meteorito por el testimonio forzado de los demonios.
Para acoger el Evangelio, que es «buena noticia», es preciso estar, como los discípulos,
con el Señor Jesús, escucharle cuando habla desde la «barquilla» que es la Iglesia,
interrogarse ante los signos que realiza, vivir de la confianza que infunde su persona y
seguirle por el camino que va trazando.
www.sermonwriter.com

No hay contexto.
2 Reflexión. ¿Qué nos dice Dios en el Texto? La palabra me ilumina.
www.sermonwriter.com

No hay reflexión.
www.ocarm.org

Oración inicial
Dios todopoderoso, que gobiernas a un tiempo cielo y tierra, escucha paternalmente la
oración de tu pueblo, y haz que los días de nuestra vida se fundamenten en tu paz. Por
nuestro Señor. Amen.
Del santo Evangelio según Marcos 3,7-12
Reflexión
• La conclusión a la que se llega, al final de estos cinco conflictos (Mc 2,1 a 3,6),
es que la Buena Nueva de Dios tal y como era anunciada por Jesús, decía exactamente
lo contrario de la enseñanza de las autoridades religiosas de la época. Por esto, al final
del último conflicto, se prevé que Jesús no va a tener una vida fácil y será combatido. La
muerte aparece en el horizonte. Decidirán matarle (Mc 3,6). Sin una conversión sincera
no es posible comprender la Buena Nueva.
• Un resumen de la acción evangelizadora de Jesús. Los versos del evangelio de
hoy (Mc 3,7-12) son un resumen de la actividad de Jesús y acentúan un enorme
contraste. Un poco antes, en Mc 2,1 hasta 3,6, se habla sólo de conflictos, inclusive del
conflicto de vida y muerte entre Jesús y las autoridades civiles y religiosas de la Galilea
(Mc 3,1-6). Y aquí en el resumen, parece lo contrario: un movimiento popular inmenso,
mayor que el movimiento de Juan Bautista, porque llegaba gente no sólo de Galilea, sino
también de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, de Tiro y de Sidón
para encontrarse con Jesús (Mc 3,7-12). Todos quieren verle y tocarle. Es tanta gente y
hasta Jesús queda preocupado. Corre el peligro de ser aplastado por la gente. Por eso,
pide a los discípulos que tengan a disposición una barca para que la multitud no lo
aplastara. Y desde la barca hablaba a la multitud. Eran sobre todo excluidos y
marginados que venían a él para que los sanara de sus males: los enfermos y los
poseídos. Estos que no eran acogidos en la convivencia social de la sociedad de la
época, son ahora acogidos por Jesús. He aquí el contraste: por un lado el liderazgo
religioso y civil que decide matar a Jesús (Mc 3,6); por el otro un movimiento popular
inmenso que busca en Jesús la salvación. ¿Quién ganará?
• Los espíritus impuros y Jesús. La insistencia de Marcos en la expulsión de los
demonios es muy grande. El primer milagro de Jesús es la expulsión de un demonio (Mc
1,25). El primer impacto que Jesús causa en la gente es por causa de la expulsión de los
demonios (Mc 1,27). Una de las principales causas del enfrentamiento de Jesús con los
escribas es la expulsión de los demonios (Mc 3,22). El primer poder que los apóstoles
van a recibir cuando son enviados en misión, es el poder de expulsar los demonios (Mc
6,7). La primera señal que acompaña el anuncio de la resurrección es la expulsión de los
demonios (Mc 16,17). ¿Qué significa expulsar los demonios en el evangelio de Marcos?
• En el tiempo de Marcos, el miedo a los demonios iba en aumento. Algunas
religiones, en vez de liberar a la gente, alimentaban el miedo y la angustia. Uno de los
objetivos de la Buena Nueva de Jesús era ayudar a la gente a que se liberara de este
miedo. La llegada del Reino de Dios significó la llegada de un poder más fuerte. Jesús es
“el hombre más fuerte” que llegó para someter a Satanás, el poder del mal, y sustraer
de sus garras a la humanidad presa del miedo (Mc 3,27). Por esto, Marcos insiste tanto,
en la victoria de Jesús sobre el poder del mal, sobre el demonio, sobre Satanás, sobre el
pecado y sobre la muerte. Desde el principio hasta el fin, con palabras casi iguales,
repite el mismo mensaje: “¡Jesús expulsaba a los demonios!” (Mc 1,26.27.34.39; 3,11-
12.15.22.30; 5,1-20; 6,7.13; 7,25-29; 9,25-27.38; 16,9.17). ¡Parece como un refrán!
Hoy, en vez de usar siempre las mismas palabras preferimos usar palabras diferentes.
Diríamos: “¡El poder del mal, Satanás, que infundió miedo entre la gente, Jesús lo
venció, lo dominó, lo sometió, lo destronó, lo derribó, lo echó, lo eliminó, lo exterminó,
lo aniquiló, lo abatió, lo destruyó y lo mató!” Lo que Marcos quiere decirnos es lo
siguiente: “A los cristianos está prohibido tener miedo a Satanás!” Después de que Jesús
resucitó, es una manía y falta de fe hacer referencia a todas horas a Satanás, como si él
tuviera algún poder sobre nosotros. Insistir en el peligro de los demonios para llamar a
la gente a que vaya a las iglesias, es desconocer la Buena Nueva del Reino. ¡Es falta de
fe en la resurrección de Jesús!
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Conmemoración de San Ildefonso. Nacido en el 607, durante el reinado de Witerico


en Toledo, de estirpe germánica, era miembro de una de las distintas familias regias
visigodas, fue sobrino del obispo de Toledo San Eugenio III, quien comenzó su
educación. Estando ya en el monasterio, funda un convento de religiosas dotándolo con
los bienes que hereda, y en fecha desconocida (650?), es elegido abad. Muerto el obispo
Eugenio III es elegido obispo de Toledo el a. 657.
La noche del 18 de diciembre del 665 San Ildefonso junto con sus clérigos y algunos
otros, fueron a la iglesia, para cantar himnos en honor a la Virgen María. Encontraron la
capilla brillando con una luz tan deslumbrante, que sintieron temor. Todos huyeron
excepto Ildefonso y sus dos diáconos. Estos entraron y se acercaron al altar. Ante ellos
se encontraba la Virgen María, sentada en la silla del obispo, rodeada por una compañía
de vírgenes entonando cantos celestiales. María al ir hizo una seña con la cabeza para
que se acercara. Habiendo obedecido, ella fijó sus ojos sobre él y dijo: "Tu eres mi
capellán y fiel notario. Recibe esta casulla la cual mi Hijo te envía de su tesorería."
Habiendo dicho esto, la Virgen misma lo invistió, dándole las instrucciones de usarla
solamente en los días festivos designados en su honor. Esta aparición y la casulla fueron
pruebas tan claras, que el concilio de Toledo ordenó un día de fiesta especial para
perpetuar su memoria. Los árabes, durante la dominación musulmana, al convertirse la
Basílica cristiana en Mezquita respetaron escrupulosamente este lugar y la piedra allí
situada por tratarse de un espacio sagrado relacionado con la Virgen Maria a quien se
venera en el Corán.
Oración: Dios todopoderoso, que hiciste a san Ildefonso insigne defensor de la
virginidad de María, concede a los que creemos en este privilegio de la Madre de tu Hijo
sentirnos amparados por su poderosa y materna intercesión. Por Jesucristo, nuestro
Señor. Amén.
• Pasamos con frecuencia por la experiencia de la incomprensión, del equívoco, de los
malentendidos. Alguien dice una palabra, hace un gesto atribuyéndole un significado y el
interlocutor percibe otro. Sobre esta base se forma una opinión, emite un juicio, elabora
unos criterios de valoración. ¡Cuánto sufrimiento se sigue de ahí en ocasiones! Nos
sentimos interpretados, no nos sentimos reconocidos ni acogidos en nuestra propia
verdad, y eso duele. Y todavía más cuando nos damos cuenta de que nos convertimos
en objeto de envidia o celos por el simple hecho de ser como somos. La experiencia de
David nos muestra la oportunidad, por lo que a nosotros respecta, de buscar un camino
adecuado para proyectar luz en los meandros del corazón, allí donde los celos generan
incomprensión.
El ejemplo de Jesús nos sugiere que no hemos de replegarnos en nosotros mismos, que
no hemos de encerrarnos en actitudes de resentimiento y un tanto victimitas. Nos invita,
más bien, a continuar recorriendo nuestro camino, sin pretender aclaraciones a toda
costa, creyendo que, de todos modos, la verdad acabará triunfando y, antes o después,
se impondrá por sí misma. Ahora bien, la Palabra del Señor nos invita también hoy a
proyectar luz en nuestro propio corazón; tal vez también nosotros, como Saúl, nos
encontremos desviados por el temor de perder prestigio y poder; como la
muchedumbre, busquemos a Jesús sólo por obtener ventajas materiales de su
presencia. Éste es el momento oportuno para que aparezca la verdad.
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Marcos 3,7-12. Acaba de ser decidida la muerte de Jesús, pero el evangelista nos
muestra al mismo tiempo la multitud que acude al Maestro. La gente llega de todas
partes, de cerca y de lejos, de la Ciudad santa y de los países paganos. La predicación
de Jesús es fructífera, no obstante la oposición, que ya es manifiesta; el poder de su
mensaje de salvación y la fuerza que de él se desprende atestiguan que Jesús viene de
parte de Dios. Su sola presencia incita al Mal a abandonar a sus víctimas; el grito de los
posesos revela el misterio de Jesús, estalla por encima de la multitud.
Pero que nadie se engañe: la oposición irá en aumento, y la sección que el evangelista
inicia hoy se cerrará con la descripción del rechazo de Jesús por los habitantes de
Nazaret. Las multitudes siempre están divididas entre la adhesión y el rechazo, el
entusiasmo y la condena, la comprensión y la incomprensión. Más aún, la frontera entre
la disputa y la amistad no pasa por fuera de nosotros; atraviesa nuestro propio corazón.
Las multitudes cantaban la gloria del joven David, se entusiasmaban con sus hazañas.
Había salvado a la nación y derrotado al Filisteo. Sin embargo, Saúl tramó planes para
eliminar a este embarazoso rival, mientras Jonatán se esforzaba por protegerle. Padre e
hijo... El uno toma partido por el elegido, el otro le rechaza. «Todo reino dividió contra sí
mismo no podrá subsistir».
Nosotros estamos entre la multitud; acudimos hechizados por ese hombre que habla de
nuestra vida como nadie lo había hecho anteriormente; y aclamamos diciendo: «Este es
el que viene en nombre de Dios». ¡Cuidado!, no sea que lleguemos a encontramos entre
la multitud de los que gritarán: « ¡Muera, muera!». Porque somos hombres divididos
entre el sí y el no.
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2. Los falsos "evangelizadores"


2.1 El evangelio de hoy nos presenta una escena de lo que podríamos llamar los "falsos
evangelizadores". Los demonios gritan algo que es cierto pero que Jesús no quiere que
sea dicho, o por lo menos no de esa forma. Su aullido asustado es: "Tú eres el Hijo de
Dios" (Mc 3,11). Varias cosas podemos aprender de esta escena tenebrosa, pues ningún
versículo sobra en la Escritura Santa.
2.2 Creo que ante todo podemos aprender que la verdad es más que un enunciado. O
dicho de modo más profundo: la verdad no es solamente un "contenido". Decir la verdad
es más que decir algo cierto. En esta escena el demonio decía cosas ciertas, pero de
algún modo no estaba diciendo la verdad. ¿Por qué? Miremos un ejemplo. Supongamos
un empleado en una empresa. El jefe le dice: "necesito que hoy no salgas antes de las
cinco de la tarde". A las cuatro y media el empleado pasa por el frente del escritorio del
jefe, de camino a la puerta de salida. El jefe lo mira. El empleado empieza a hacerla una
tonta canción de burla: "¡tú eres el jefe!, ¡tú eres el jefe de esta gran empresa!",
mientras se ríe y sigue de salida. ¿Dijo la verdad ese empleado? La carga de
desobediencia y de burla quita todo el sentido de verdad que las palabras, es decir, el
contenido en cuanto tal, tenía. Algo así sucede con las palabras del diablo. La acción de
Cristo no frena un testimonio ni detiene a un evangelizador, sino que reprime la
venganza del enemigo que, aun diciendo la verdad, pretende herir, desconcertar,
burlarse, destruir.
2.3 Alabemos, pues, a Cristo Señor, y reconozcamos en Él, con conciencia sincera y
humilde, a nuestro Salvador.
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Conversando con el amor


Señor, dame la luz de tu Espíritu Santo y que sea Él quien me guíe para actuar de
manera correcta y tomar decisiones que enderecen mis caminos. En tu nombre
encomiendo mi vida. En tus manos pongo todos mis propósitos y sueños por realizar.
Amén
Evangelio del día. Jesús se deja tocar para sanar y expulsar demonios.
Reflexión del Papa Francisco.
En el Evangelio de hoy encontramos que Jesús es cercano a la gente. Muchísimas
personas van a escucharlo y a ser curados de sus enfermedades. Toda la muchedumbre
trataba de tocarlo porque de Él salía una fuerza que curaba a todos.
Jesús está en medio de su pueblo. No es un profesor, un maestro, un místico que se
aleja de la gente y habla desde la cátedra, desde allí. No... Está en medio de la gente;
se deja tocar; deja que la gente le pida. Así es Jesús: cercano a la gente.
Esta cercanía no es una cosa nueva para Él: él lo subraya con su modo de actuar, pero
es algo que viene de la primera elección de Dios por su pueblo. Dios dice a su pueblo:
"Piensen, ¿qué pueblo tiene un Dios tan cercano, como Yo lo estoy con ustedes?".
La cercanía de Dios con su pueblo es la cercanía de Jesús con la gente.
Así es nuestro Maestro, así es nuestro Señor. Es uno que reza, uno que elige a la gente
y uno que no tiene vergüenza de estar cerca de la gente. Y esto nos da confianza en Él.
Nos encomendamos a Él porque reza, porque nos ha elegido y porque está cerca de
nosotros. (Homilía del Evangelio de hoy, Santa Marta, 01 de abril de 2014)
Oración para el Evangelio de hoy.
Mi Dios, gracias por hacerme tu hijo y por amarme tal cual soy. Siento que, en cada
paso que doy, allí estás Tú, cercano, vivo y queriéndome bendecir.
Gracias porque en cada dificultad, me muestras que hay una enseñanza que debo poner
en práctica y que sirve para mi crecimiento en el amor hacia Ti.
Contigo a mi lado puedo convertir las adversidades en mi propio beneficio. Tú jamás te
apartarás de mi corazón, me darás fuerzas para salir triunfante.
Aumenta mi fe para tener un deseo más profundo de amarte, de estar unido en
comunión con tu Espíritu y hacer que tu Palabra haga vida en mi alma.
Sana mi corazón de esos sentimientos que a veces no puedo controlar: ira, frustración,
egoísmo, y de los cuales me hacen perder el equilibro de amor.
Tú eres mi escudo. Confío en tu ayuda y sé que, en este instante, comienzas a actuar en
mi vida llenándome de valor para salir vencedor en las pruebas.
Aunque a veces me sienta derrotado y esté solo enfrentando mis problemas, tu
presencia poderosa viaja conmigo, consolándome y fortaleciéndome
Gracias porque tu amor y tu poder me sostienen para mantenerme firme en mis
batallas. Ayúdame a luchar con todas las fuerzas de mi corazón. Amén
Propósito para hoy
Prepararme para realizar lo más pronto posible una buena confesión, haciendo un
examen de conciencia sobre mis pensamientos impuros
Frase de reflexión
"En la vida cristiana son esenciales: la oración, la humildad, el amor a todos. Éste es el
camino hacia la santidad". Papa Francisco
www.evangelizacion.org.mx

El pasaje que nos presenta hoy san Marcos nos dice que "una multitud lo seguía". Y nos
aclara que lo seguían "porque había sanado a muchos", por eso todos querían tocarlo.
Sin embargo, ¿cuántos de esta multitud estaban dispuestos a vivir de acuerdo con la
enseñanza del Maestro y a vivir de acuerdo con el Evangelio? ¿Cuántos de los que
fueron sanados y liberados de espíritus inmundos, ya una vez libres de sus males,
continuaron viviendo según el estilo de vida propuesto por Jesús? Al parecer pocos, pues
en la escena del juicio de Jesús no hubo nadie que dijera nada en su favor.
Todavía hoy, muchos de entre nosotros repetimos la misma historia, seguimos buscando
los milagros del Señor, en lugar de buscar al Señor de los milagros. Más aún, muchas
personas, una vez que han recibido la gracia que tanto necesitaban, no vuelvan a
acordarse del Señor, sino hasta que una nueva necesidad aparece en el horizonte de su
vida. ¿Tú estás buscando que Jesús resuelva tu vida, o buscas vivir de acuerdo con el
Evangelio de Jesús?
www.evangeliodeMarcos.GiorgioZevini

La búsqueda de Dios apasiona desde siempre a la historia de la espiritualidad. Los


latinos la expresaban con una fórmula plena y expresiva: quaerere Deum. La adoptamos
como un principio útil inspirador de vida. Con todo, debemos estar en guardia para
evitar, como la muchedumbre, una búsqueda utilitaria, marcada por un interés egoísta.
Podemos caer en una religiosidad que sea sólo la satisfacción de una necesidad, un
fuerte asidero para acometer nuestros titubeos o miedos. Si así fuera, estaríamos
preparando un sucedáneo y no una verdadera relación con Dios. Precisamente porque
nos damos cuenta del peligro, debemos estar vigilantes para tener una relación
personal, constituida por una amorosa confianza y abandono. Él está siempre con
nosotros, nos rodea y caldea las fibras de nuestro corazón. También nosotros le
invocamos: « Tú eres el Hijo de Dios». En cualquier caso, el divino Maestro nos educa
para hacer el bien.
Cuando la otra parte se muestra adversa o simplemente no en plena sintonía,
encontramos de inmediato excusas para escurrirnos, para reducir nuestro compromiso,
para remitir el asunto a condiciones más propicias. Hoy hemos aprendido que debemos
apoyarnos en unas motivaciones vigorosas, que no vacilen ante comportamientos
ambiguos o no del todo correctos respecto a nosotros. La opción de Jesús es clara e
inequívoca: estar de parte de los desheredados y de los que no cuentan. Su intervención
representa una mano fuerte para restituirles, junto con el bienestar físico, un poco de
dignidad y, sobre todo, para asegurarles que Dios está a su lado. Lo han experimentado
en la persona de Cristo; que el que gravite en nuestra Orbita de acción pueda
experimentarlo en nosotros, los cristianos.
www.catholic

La compañía ideal. No estamos solos. Por gracia de Dios, nos encontramos rodeados
de muchas personas, cada una con un estilo diferente, pero que a través de sus
acciones podemos descubrir la dulzura del amor de Dios.
Es hermoso el sentirse amado y el sentir la compañía, pero que mejor que sentirla de
Aquél que nos ha amado desde toda la eternidad, que nos acompaña y que espera una
respuesta libre de amor por parte de nosotros.
Qué gran experiencia sería el poder retirarnos como los discípulos, hacer una pausa y
acompañar a Jesús, disfrutar a solas con Él en un cambio recíproco de amor. Una
relación en la cual podamos amarlo, no por las grandes cosas que hace, como todos los
milagros extraordinarios, no por las necesidades o problemas que tengamos, no por sólo
los deseos que tengamos y sueños que queremos alcanzar, sino sólo porque hemos
descubierto que Jesús nos ama y queremos disfrutar cada momento de su compañía.
¡Cuánto bien nos hace al alma! ¡Cuánta paz nos da!
Pidamos a la Santísima Virgen María, que nos enseñe a gustar estar cada vez al lado de
su Hijo.
• Es necesario mantenerse fieles al bautismo y crecer en la intimidad con el Señor
mediante la oración, la escucha y la docilidad a su palabra, la participación a los
sacramentos, especialmente la eucaristía y la reconciliación.
Si uno está íntimamente unido a Jesús, se beneficia de los dones del Espíritu Santo que
-como dice San Pablo- son 'amor, alegría, paz, magnanimidad, afabilidad, bondad,
fidelidad, mansedumbre, dominio de sí'. Y estos son los dones que nos vienen si
permanecemos unidos a Jesús. (Homilía de S.S. Francisco, 3 de mayo de 2015).
Diálogo con Cristo
Ésta es la parte más importante de tu oración, disponte a platicar con mucho amor con
Aquel que te ama.
Propósito
Proponte uno personal. El que más amor implique en respuesta al Amado… o, si crees
que es lo que Dios te pide, vive lo que se te sugiere a continuación.
Me uniré a Jesús en un momento de oración y disfrutaré de su compañía.
www.BibliaStraubinger

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http://www.ciudadredonda.org

Una multitud sedienta. Queridos amigos.


El evangelista nos presenta a Jesús entre una multitud de gente de muchos lugares
diferentes que han venido a verle, escucharle, tocarle… En el fondo hay un deseo de
conocer a este personaje que está en boca de todos. Es una multitud sedienta de Jesús.
Las multitudes son volubles –hoy desean una cosa y mañana la contraria-, pero Jesús no
renuncia a evangelizarlas y anunciarlas el Reino de Dios. Entre esa multitud hay un gran
grupo de enfermos que buscan en Él la curación y el poder vivir dignamente.
Con esta escena el evangelista parece decirnos que es toda la humanidad –multitud- la
que necesita luz y salvación. Y es en Jesús donde puede encontrarla. Él la ofrece a todos
con su cercanía amorosa, su palabra iluminadora y su gesto liberador. “Él es el camino,
la verdad y la vida”, dice San Juan. Y Él ha venido para salvar al mundo, no para
condenarlo. Él ha venido a este mundo “lleno de gracia y de verdad”. “En Él está la
plenitud de la salvación”. “Él es el Redentor del hombre” (S. Juan Pablo II). La
humanidad no tiene otro camino de salvación que Jesús; no hay otro Salvador ni
Liberador. Él es el único que puede sanarnos de todo mal. Y Él es el único que nos ofrece
la salvación definitiva y plena.
Nosotros, los cristianos, estamos inmersos en una humanidad sedienta de Dios y
necesitada de sanación física y espiritual. ¿Con qué ojos la miramos? ¿Tenemos el
mismo sentimiento de compasión que Jesús sentía por la multitud que le buscaba? ¿Nos
preguntamos también cómo hacer presente a Jesús a través de nuestras personas? ¿O
por el contrario decimos “no se puede hacer nada”, “es muy difícil hablar de Jesús hoy
pues te miran como un bicho raro”? ¿No sería mejor hacer lo que dice San Pablo “vence
al mal con el bien”?, es decir primero mirar la realidad con los ojos de Jesús y luego
actuar como hizo Él intentando llevar esperanza y optimismo, porque Dios quiere que
todos se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Es muy importante hoy el testimonio y el talante de los cristianos. “Los cristianos somos
como el alma en el cuerpo”, decía la carta a Diogneto del siglo II. El alma da vida al
cuerpo, lo mueve, lo empuja, lo ilusiona por algo, lo empuja hacia adelante, evita que
sea inoperante y se muera. Pues igual los cristianos en el mundo. Ese es nuestro papel
no otro.
http://www.aqplink.com/roguemos

Marcos 3,7-12 – Se le echaban encima para tocarle.


Jesús no pasa desapercibido para toda aquella gente. Si reparamos en el texto y nos
trasladamos imaginariamente a aquella escena, en aquel entonces, podemos ver cientos
y aun miles de personas que se agolpaban en torno a Jesús, al extremo que corría el
peligro de ser aplastado. Así de desesperados estaban por -aun cuando solo sea-,
tocarlo. Se trata de un fenómeno de masas que actualmente lo podemos apreciar en
aquellos festivales musicales emblemáticos, en los que la juventud se enfervoriza de tal
modo, que algunos pierden la razón y hacen locuras. Semejante y aun mayor era la
atracción que ejercía Jesús, comprensible por lo que decía y hacía. Era como un bálsamo
para el espíritu para cuantos podían escucharle y curación verdadera para muchos, que
la alcanzaban con solo tocarle. Solo así se explica que vinieran de cada rincón de aquel
mundo, por donde se iba extendiendo su fama. Nadie quería perderse la oportunidad de
oírlo y si fuera posible tocarlo. Podemos imaginar cual sería la situación que el propio
Jesucristo tuvo que pedir que sus discípulos le prepararan un balsa para ponerlo a salvo,
poniendo agua de por medio entre Él y la multitud. No habían estrados, ni micrófonos, ni
alto parlantes, ni luces, ni música, ni volantes, ni whatsapp, ni Facebook, ni radio, ni
email…Había que estar muy cerca para oírlo y, desde luego, mucho más, para tener la
oportunidad de tocarlo. ¿Y cómo no tentar la ocasión de alcanzarlo si podían atestiguar
la curación que con solo este hecho lograban muchos? Jesucristo en aquel momento era
un verdadero fenómeno de masas. Era viral, como el twitt, la imagen o el video que
alcanza millones de vistas en el período más corto. Pensemos un momento en eso. ¿Es
que aquella gente eran todos tontos e ingenuos? En atención a la admiración que
causaba entre nuestros hermanos, personas semejantes a nosotros, prestémosle un
poco de atención, que bien ganada la tiene.
Ahora pasemos a ver nuestro interior y respondámonos ¿quién es Jesús para nosotros?
¿Cuál es la diferencia entre nosotros y aquellos hombres y mujeres que se apretujaban
por ver, oír y tocar a Jesús? ¿Por qué Jesús ejercía tal poder de atracción entre aquellos
y no logra hacerlo con nosotros? ¿Será por el simple hecho que Él no está aquí y ahora,
como estaba entre aquellos? ¿Es decir, que si así fuera tal vez considerarías el hecho de
hacerte también presente? ¿Lo crees honestamente? Detengámonos aquí un momento y
examinémonos, porque, la verdad, nosotros no lo creemos, por una simple razón:
estamos demasiado acomodados y aletargados. No tenemos la desesperación, ni las
aflicciones de aquella gente. Somos de los todavía privilegiados que tenemos acceso a
Internet, así que es muy probable que no tengamos que ir a recoger agua cada mañana
a un grifo común, sino que tenemos techo, agua, luz, trabajo, calefacción, comida,
educación y seguridad social. Algunos tenemos un interés intelectual en Dios, pero no
estamos desesperados como aquella gente. En general, no somos su público, como el
que sí podemos encontrar en los arenales, en las periferias de las grandes metrópolis,
en las favelas, en las barriadas, en los pueblos jóvenes, en los coliseos y estadios
convertidos en grandes templos donde se amontona la gente humilde para oír a unos
predicadores, no siempre cristianos y mucho menos católicos. Estos fenómenos de
masas se siguen dando, pero no nos tienen a nosotros de protagonistas, porque somos
de los que estamos detrás de nuestras computadoras, observando desde ellas el mundo,
como quien se asoma por una ventana y desde esta posición resulta un poco más difícil
experimentar lo que siente la multitud, si no nos damos ocasión de estar con ellos. Esta
es una primera tarea que debemos proponernos: acercarnos más a la gente de “carne y
hueso”; cuidarnos de no dejarla. Y la segunda, conocer mejor a Jesús, porque solo así
comprenderemos la enorme atracción que ejerce sobre la gente, cuando seamos
nosotros mismos los que nos sentimos atraídos por Él. Así, tenemos que esforzarnos por
leer más los evangelios y mezclarnos con el rebaño; hacer que se nos pegue el olor a
oveja del que nos habla el Papa Francisco, solo entonces comprenderemos lo que siente
la gente y lo haremos nuestro. Esto es posible asistiendo asiduamente al templo y a las
actividades multitudinarias que propone nuestra Iglesia en cada localidad. Si ponemos
una computadora, un celular o un televisor de por medio, nunca será lo mismo.
Finalmente, recapacitemos por un momento en aquella facilidad con que los malos
espíritus reconocen a Jesús. ¿No será que nos estamos dejando invadir por ellos?
Porque, ¿no somos de los que inmediatamente parecemos reconocer a Dios en muchas
cosas de nuestra vida cotidiana, pero lo hacemos con tal “naturalidad” que pasamos la
página, sin prestarle ninguna atención? Sí, nos confesamos cristianos y aun católicos,
reconocemos a Dios presente en los templos y en el mundo e incluso en cada uno de
nuestros actos, pero sin meditar en el significado de esta presencia; es decir que lo
hacemos casi automáticamente, sin que ello represente ningún cambio en nuestro
proceder y accionar cotidiano. Le reconocemos inmediatamente, no más verle, como
aquellos malos espíritus, pero nuestra declaración es meramente lírica, es decir, que no
tiene ninguna trascendencia, porque es como una lección repetida de paporreta, sin
saber o reparar realmente en lo que se está diciendo. Como cuando a lo mejor recitamos
los diez mandamientos de memoria, pero sin detenernos a reflexionar por un momento
si los estamos cumpliendo y si tal vez debíamos considerar cambiar nuestras vidas para
ajustarnos a ellos. Es decir, es muy fácil decir: Dios mío, Dios mío, pero no vivir en
coherencia con aquella afirmación. No se trata entonces de palabras y declaraciones
pomposas, sino de vivir conforme al evangelio, lo que solo lograremos si conocemos e
interiorizamos a Jesús, no repitiendo como loros lo que hasta los malos espíritus son
capaces de decir.
Oremos: Padre Santo, no permitas que nos aislemos de nuestra comunidad, de modo
tal que pretendamos vivir una fe cómoda, desarraigada, sin las molestias del común de
la gente y sobre todo de los más humildes…Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo,
que vive y reina contigo en unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los
siglos…Amén. Roguemos al Señor… Te lo pedimos Señor.
http://www.caminando-con-jesus.org
El relato nos muestra a Jesús rodeado por una gran cantidad de gente, proveniente de
casi todas las regiones del país. La fama de este judío predicador ambulante se extendía
gracias a lo que la gente contaba de él y a los milagros que le habían visto hacer.
Quienes se sentían beneficiados se habían convertido, sin proponérselo, en
evangelizadores y anunciadores de una Buena Noticia.
1. Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar, y lo siguió mucha gente
de Galilea.
San Marcos, nos relata un cuadro con diversas escenas durante la obra apostólica de
Jesús. Las multitudes vienen a él de todas partes. La multitud se le reúne junto al Lago.
Jesús por facilidad pide una barca, para desde allí predicarles y evitar el ser oprimido por
las gentes. Pues los enfermos creían que “tocándole” curarían, y se abalanzaban sobre
Él. San Marcos presenta a los endemoniados echándose a les pies de Jesús
proclamándole el “Hijo de Dios,” el Mesías. Jesús les impone silencio: “que no lo diesen a
conocer.” El “secreto mesiánico.”
2. Muchos eran atraídos por el magnetismo de su palabra.
Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran multitud de Judea, de Jerusalén, de
Idumea, de la Transjordania y de la región de Tiro y Sidón para escucharlo y hacerse
sanar de sus enfermedades. El nuevo pueblo de Dios no estará formado ya por sólo
judíos; también los paganos formarán parte de él. Los que estaban atormentados por
espíritus impuros quedaban sanos; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una
fuerza que sanaba a todos.
El simple acercamiento físico a Jesús, les daba paz y alivio para sus dolencias, sean esta
físicas o espirituales, y Jesús los hacía con todos y con todo tipo de personas, a ninguno
le preguntaba si era judío, de otra región o lo que hacía, solo si tenían fe. Jesús, es un
loco de amor por los hombres y por nosotros lo da todo.
3. Muchos eran atraídos por el magnetismo de su palabra.
Es decir la gente quedaba cautivada por las palabras de Jesús, por la santidad de su
mensaje. Así mismo, todos eran atraídos por la natural inclinación de Jesús de hacer el
bien, el gesto bondadoso, la mano cariñosa, la ternura de su trato y todas las maravillas
que realizaba en beneficio de los necesitados.
Por eso seguían a Jesús con gran entusiasmo. Así ponían de manifiesto su gratitud. A
nosotros hoy, también nos encanta sentirnos atraídos por su Palabra en el Evangelio, y
seguimos a Jesús. Pero este seguimiento tenemos que hacerlo como se debe,
cumpliendo con celos los que dice el Evangelio, brindando amor, siendo bondadoso, con
amabilidad y buen trato con nuestro hermanos, solidarios con los necesitados y
afectuosos con los atribulados por la enfermedad.
3 Para la reflexión personal
– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4.- ¿Qué me falta para ser más como Él?
5.- ¿Cómo vives tu fe en la resurrección de Jesús? ¿Te ayuda a vencer el miedo?
6.- Expulsión de los demonios. ¿Cómo haces para neutralizar ese poder en tu vida?

4 Oración. ¿Qué le decimos a Dios? La palabra se convierte en Oración.


1 Las multitudes acudían a Jesús, porque se habían enterado de lo que hacía. ¡Deja que
tu Espíritu nos atraiga hacia ti, Señor, y ten piedad de nosotros!
Acosaban a Jesús, porque sanaba toda dolencia. ¡Mira nuestro pecado, purifica nuestro
corazón y ten piedad de nosotros!
Y decían: «Este es el Hijo de Dios». ¡Descúbrenos tu rostro para que podamos
reconocerte, y ten piedad de nosotros!
Por muy lejos que esté el hombre que grita su dolor, allí estás tú, Señor, prosiguiendo tu
pasión, y el sufrimiento del más pequeño de los hombres es un dolor que aflige a tu
cuerpo. Puesto que somos miembros tuyos, haznos sentir la angustia que oprime a
nuestros hermanos, para que también nosotros estemos allí donde puede renacer la luz
si nuestros ojos se hacen tuyos. Concédenos compartir de tal modo tu pasión que los
hombres descubran en nosotros esa paz por la que tú diste la vida.
www.Dioscadadía.Bastin,Pinkers,Teheux

2 Hoy no sé cómo dirigirme a ti, Dios mío, y es que me reconozco en el celoso Saúl,
aunque también en el ignorante David. Por eso te pido un corazón grande, te invoco
para que seas en mí luz de verdad. Sí, Dios mío, tal vez precisamente por eso tengo una
gran necesidad de ser como esos discípulos tuyos que van detrás de ti sin otro motivo
que aprender a ser como tú eres.
Oh luz verdadera, que vea yo el camino justo que he de recorrer y no me desvíe,
aunque eso pueda atraerme enemistades. Oh amor de todo amor, que no se me
endurezca el corazón, sino que sepa acoger el bien y el éxito de los otros, celebrar su
alegría, reconocer en ellos la belleza de tu presencia activa. www.santaclaradeestella.es
3 ¡En ti gocen y se alegren todos los que te buscan! ¡Digan sin cesar: «Grande es
Yahvé» los que ansían tu victoria! (Sal 40,17) www.ocarm.org
4 ¡Padre de la humanidad! Gracias por las sagradas escrituras, porque con ellas
inspiradas por el Espíritu Santo, te revelas en Cristo Jesús. Hoy acudimos muchos
enfermos y pecadores de todas las regiones del mundo a Él, porque es «El Hijo de
Dios», aun reconocido por el maligno y sus malignos. Que la barca a donde te has
dirigido; tu Iglesia, jamás se hunda en tu olvido o en profetas falsos, porque entonces
¿A quién iremos si solo Tú tienes palabras de vida eterna? Porque es a Ti mi Buen Jesús
a quien buscamos para tocarte, abrazarte y no soltarte nunca jamás. Padre mío, Dios
mío, por las llagas de Cristo nuestro Divino Maestro, recibe nuestras oraciones de
esperanza y fe. Concédenos tu gracia y amor, esto nos basta. Amén. www.dario.res
5 Senor, querríamos ser cada vez menos muchedumbre y cada vez más discípulos. La
muchedumbre es anónima y le mueve más el instinto que una decisión ponderada. No
queremos buscarte por un vil interés. Sabemos, ciertamente, que sin ti no podemos
hacer nada, no valemos nada. Pero nuestra búsqueda querría ser un serial de amor, un
resorte del corazón y un relámpago de la inteligencia, un continuo ejercicio de la
voluntad para estar siempre junto a ti, aun cuando las condiciones se presenten,
humanamente hablando, desfavorables. Si somos capaces de buscarte por amor, porque
tú eres el Señor, encontraremos también luz y vigor para confesarnos discipulos tuyos
en los momentos oscuros.
Concédenos, Señor, la constancia de la búsqueda y la alegría de encontrarte. Hoy y
siempre. Amen. www.evangeliodeMarcos.GiorgioZevini
5 Contemplación. ¿Cómo interiorizamos la palabra de Dios? La palabra en el
corazón de los Padres.
Amonesto y exhorto en el Señor Jesucristo que se abstengan las hermanas de toda
soberbia, vanagloria, envidia, avaricia, preocupación y solicitud por este mundo, de la
difamación y la murmuración, de la discordia y de la división. Sean, en cambio, solícitas
para conservar siempre, recíprocamente, la unidad de la caridad mutua, que es el
vínculo de la perfección (Clara de Asís, Regola, en Fonti Francescane, Padua 31982,
2.262 [edición española: Escritos de Santa Clara y documentos complementarios,
Biblioteca de Autores Cristianos, Madrid 1999]). www.santaclaradeestella.es
Extiende tu caridad al mundo entero, si quieres amar a Cristo, puesto que los miembros
de Cristo están dispersados por todo el mundo. Si no amas más que a una parte, estas
separado de Él; si estás separado, entonces no formas parte del cuerpo; si no formas
parte del cuerpo, entonces no estas bajo el dominio de la cabeza.
¿Por qué razón creer y blasfemar? Tú le adoras como cabeza y le blasfemas en el
cuerpo. Él, en cambio, ama su cuerpo. Aunque te separes de su cuerpo, la cabeza no se
separa absolutamente de Él. En vano me honras –te grita desde el cielo-, precisamente
me honras en vano.
Como si alguien quisiera besarte el rostro pisándote los pies. He aquí que con botas
herradas te pisa los pies queriendo coger entre sus manos tu rostro para besarlo. ¿Acaso
no interrumpirías semejante demostración de respeto gritando: Que haces, me estas
pisando?
De este modo, nuestro Señor, Jesucristo, antes de subir al cielo, nos recomendó su
cuerpo a través del cual se quedaría en la tierra. Se daba cuenta de que muchos le
habrían honrado en su gloria, pero vela que semejantes honores habrían sido vanos en
cuanto que habrían seguido despreciando a los miembros de su cuerpo en la tierra
(Agustín de Hipona, Cartas, "Ad Parthos", X, en PL 35, 2.060s).
www.evangeliodeMarcos.GiorgioZevini

6 Acción. ¿A qué me comprometo con Dios? Para custodiar y vivir la palabra.


Repite con frecuencia y vive hoy la Palabra: «Enséñame, Señor, a alegrarme del
bien» (cf. 1 Sm 19,5).
Repite a menudo y medita esta Palabra: «Jesus encargo a sus discipulos que le
preparasen una barca, para que no lo estrujaran» (Mc 3,9).
7 Para la lectura espiritual. Caminar con la palabra.
El temor y la hostilidad no se limitan a los encuentros con los desvalijadores, con los
drogadictos o con los anormales. En un mundo invadido por la competición, incluso
aquellos que se encuentran muy cerca los unos de los otros, como los compañeros de
escuela o de equipo, los actores de una misma compañía, los colegas de trabajo, están
infectados por el miedo y por la hostilidad si se sienten, recíprocamente, como una
amenaza a la seguridad intelectual o profesional. Muchos de los espacios creados para
acercar a la gente y ayudarla a formar una comunidad pacífica degeneran en campos de
batalla mental. Los estudiantes en las aulas, los profesores en las reuniones, el personal
en los hospitales y los miembros de proyectos comunes se sienten a menudo paralizados
por una mutua hostilidad, incapaces de llevar a cabo sus objetivos a causa del miedo, de
la sospecha e incluso de una agresión abierta. En ocasiones, las instituciones creadas
expresamente para dar vida a un espacio y a un tiempo libres -donde desarrollar las
preciosas potencialidades humanas- han terminado siendo tan dominadas por el espíritu
de defensa que las mejores ideas y las opiniones más válidas no llegan a expresarse.
[...]
Una gran parte de nuestro mundo se asemeja a un escenario donde la paz, la justicia y
el amor son recitados por actores dispuestos, a continuación, a mutilarse unos a otros
con una hostilidad recíproca. ¿No hay acaso médicos, sacerdotes, abogados, asistentes
sociales, psicólogos y consejeros espirituales que han empezado su actividad con un
profundo deseo de servir y, muy pronto, se han convertido en víctimas de una intensa
rivalidad y hostilidad tanto en el ámbito personal como en el social? Ministros del culto y
sacerdotes que proclaman la paz y el amor desde el pulpito son, después, incapaces de
encontrarse cuando se sientan a la mesa en la casa parroquial. Asistentes sociales que
intentan resolver litigios familiares se enfrentan con los mismos conflictos en su propia
casa. ¿Cuántos de nosotros no estamos agitados por una aprensión interna porque nos
sentimos afligidos por los mismos dolores que quienes piden nuestra ayuda?
Sin embargo, precisamente esta paradoja podría proporcionarnos la facultad que nos
permitiría curar. Tras haber visto y reconocido, sin posibilidad de duda, nuestras
hostilidades y nuestros miedos en los otros, podremos estar en condiciones de sentir,
desde dentro, el polo hacia el que nos queremos conducir no sólo a nosotros mismos,
sino también al prójimo. [...] Apenas hayamos adquirido la sensibilidad necesaria para
entrever los dolorosos contornos de nuestra hostilidad, estaremos en condiciones de
identificar lo opuesto, hacia lo que estamos llamados a desplazarnos: la hospitalidad.
[...] Hospitalidad significa, principalmente, creación de un espacio libre donde pueda
entrar el extraño para convertirse en amigo en vez de en enemigo. Hospitalidad no
significa cambiar a las personas, sino ofrecerles un espacio donde pueda tener lugar el
cambio (H. J. M. Nouwen, Viaggio spirituale per l'uomo contemporáneo, Brescia 1998,
pp. 63-65). www.santaclaradeestella.es
Los hombres acuden a Jesús en multitudes desbordantes porque han oído decir lo que
hace. Lo que les atrae es la fama de sus curaciones y de sus prodigios. Diríase que se ha
querido subrayar aquí el ansia de milagros que habia en la muchedumbre y el anhelo de
obtener ayuda para sus sufrimientos corporales. Sin embargo, no se trata más que de
una impresión falaz: en el centro no se encuentra el pueblo, sino Jesús y su obrar. Debe
ser visto a través de la irresistible atracción que ejerce y a través del poder para curar
que se difunde desde Él. Lo que se describe aquí con los medios intuitivos de una
cosmología primordial mantiene intacto su significado revelador: Jesús es la fuente
oculta de la salud, el médico de la humanidad enferma en el espíritu.
La fuerza que, según esta descripción, sale y se exterioriza en el Jesús terreno, obra de
una manera más elevada, como poder redentor, en el Resucitado, que puede y quiere
llevar a toda la humanidad la fuerza de la vida divina. El cuadro esbozado en este relato,
donde se resume el éxito conseguido por la actividad de Jesús a orillas del lago de
Genesaret, punto terreno de partida y centro de su mensaje de salvación, es como una
figura de la humanidad reunida en torno a la persona del Resucitado, que le da la fuerza
de la divina redención siempre que ésta reconozca en él al Salvador y al Médico que Dios
le ha enviado (R. Schnackenburg, Commenti spirituali del Nuovo Testamento. Van gelo
secondo Marco, Roma 1973, I, 83s, passim [edición española: El evangelio según san
Marcos, Herder, Barcelona 1980). www.evangeliodeMarcos.GiorgioZevini
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✞ ✞ ✞ Profesión de Fe

Solo los Domingos y Solemnidades.

✞ ✞ ✞ Intenciones (Oracion de los fieles)

Suba nuestra oración a Dios Padre todopoderoso, que quiere iluminar y salvar a todos
los hombres.
- Por nuestro santo padre el papa N y por todos los obispos, para que guíen fielmente al
pueblo de Dios. Roguemos al Señor.
- Por los que rigen los destinos de los pueblos: para que protejan la libertad de los
ciudadanos y gobiernen con rectitud y justicia. Roguemos al Señor.
- Por los hambrientos y los enfermos, por los emigrantes y los que no tienen trabajo, por
todos los que sufren: para que sean aliviados en su necesidad. Roguemos al Señor.
- Por los que estamos aquí reunidos: para que vivamos en amor fraterno y formemos
una comunidad de fe, esperanza y amor en el seno de la Iglesia. Roguemos al Señor.
Escucha, Dios todopoderoso, las súplicas de tu pueblo; y concédenos lo que te pedimos,
confiados en tu bondad. Por Jesucristo nuestro Señor.
• O bien más propia de san Ildefonso:
Oremos al Padre presentándole nuestras peticiones por la intercesión de san Ildefonso
que defendió la virginidad de María, la Madre de Cristo.
- Por los obispos, presbíteros y cuantos se han consagrado a Dios, para que vivan la
castidad como medio y expresión de una entrega total de amor a Dios. Roguemos al
Señor.
- Por los cristianos que nos nutrimos de la fe que testimonió san Ildefonso, para que
reavivemos la vivencia del Evangelio como lo fundamental en nuestras vidas. Roguemos
al Señor.
- Por los jóvenes que se encuentran en dificultades y sin esperanza, para que nos les
falte quien les anuncie la salvación de Cristo. Roguemos al Señor.
- Por los que estamos aquí, celebrando la eucaristía, para que, imitando a la Virgen
María, crezcamos continuamente en el amor a Dios. Roguemos al Señor.
Llegue a tu presencia, Dios misericordioso, la voz de la Iglesia suplicante, para que
obtenga de tu bondad los beneficios que ha pedido. Por Jesucristo, nuestro Señor.

3 LITURGIA EUCARISTICA
Sacerdote: Orad hermanos para que este sacrificio, mío y vuestro, sea
agradable a Dios, Padre todopoderoso.
Todos: El Señor reciba de tus manos este sacrificio, para alabanza y gloria
de su Nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia. (→ Este es el
Compendio de la Misa)

✞ ✞ ✞ Oración sobre las Ofrendas


*** Se llevan al altar los dones; el pan y el vino. *** Acepta, Señor, nuestro corazón contrito y
nuestro espíritu humilde; que éste sea hoy nuestro sacrificio y que sea agradable en tu
presencia, Señor, Dios nuestro. *** Lava del todo mi delito, Señor, limpia mi pecado.

Recibe, Señor, estos dones de tu pueblo ofrecidos en la fiesta de san Ildefonso, para
que, por medio de ellos, percibamos confiadamente el auxilio de tu misericordia. Por
Jesucristo, nuestro Señor.

✞ ✞ ✞ Plegaria eucarística (Prefacio)

Introducción a la plegaria eucarística


Centro y el culmen de toda la celebración. Es una plegaria de acción de gracias y de
consagración. El sentido de esta oración es que toda la congregación de fieles se una con Cristo
en el reconocimiento de las grandezas de Dios y en la ofrenda del sacrificio .

a) Acción de gracias
El Señor esté con vosotros. R/ Y con tu espíritu. Levantemos el corazón R/ Lo tenemos
levantado hacia el Señor. Demos gracias al Señor, nuestro Dios. R/ Es justo y necesario.
Prefacio común II. La salvación por Cristo
En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en
todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno, que por amor creaste al
hombre, y, aunque condenado justamente, con tu misericordia lo redimiste, por Cristo,
Señor nuestro.
Por él, los ángeles alaban tu gloria, te adoran las dominaciones y tiemblan las
potestades, los cielos, sus virtudes y los santos serafines te celebran unidos en común
alegría.
• Gracias, Buen Jesús, por mostrarme cómo es que toda tu vida estaba dirigida a servir
al prójimo. Yo sé que tu Iglesia debe continuar tu misión en la tierra. Por eso, Señor, te
pido que me ayudes a ser un cristiano coherente, que te anuncie sin temor a los demás
y que siempre esté dispuesto a servir a los más necesitados. Amén
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Permítenos asociarnos a sus voces cantando humildemente tu alabanza:
b) Santo: con esta aclamación toda la asamblea, uniéndose a las jerarquías celestiales, canta
o recita las alabanzas a Dios.

Santo, Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo. Llenos están el cielo y la tierra de tu
gloria. Hosanna en el cielo. Bendito el que viene en nombre del Señor. Hosanna en el
cielo.
c) Epíclesis Se implora el poder divino para que los dones se conviertan en el Cuerpo y la
Sangre de Cristo, y para que la víctima inmaculada que se va a recibir en la comunión sea para
salvación de quienes la reciban.

Santo eres en verdad, Padre, y con razón te alaban todas tus criaturas, ya que por
Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro, con la fuerza del Espíritu Santo, das vida y santificas
todo, y congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin
mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso. Por eso, Padre, te suplicamos que
santifiques por el mismo Espíritu estos dones que hemos separado para ti, de manera
que se conviertan en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro, que
nos mandó celebrar estos misterios.
d) Narración de la institución y consagración. Con las palabras y gestos de Cristo, se
realiza el sacrificio que él mismo instituyó en la última cena. Momento más solemne de la Misa;
es la transubstanciación: pan y vino desaparecen al convertirse en el Cuerpo, Sangre, Alma y
Divinidad de Cristo. Dios se hace presente ante nosotros con todo su amor. ¡Bendito Jesus en el
Santísimo sacramento del Altar!

Porque Él mismo, la noche en que iba a ser entregado, tomó pan y dando gracias te
bendijo, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: "Tomen y coman todos de él,
porque esto es mi Cuerpo, que será entregado por ustedes".
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz, y, dando gracias te bendijo, y lo pasó a
sus discípulos, diciendo: "Tomen y beban todos de él, porque éste es el cáliz de mi
Sangre, Sangre de la alianza nueva y eterna, que será derramada por ustedes y por
muchos para el perdón de los pecados. Hagan esto en conmemoración mía".
e) Anámnesis. La Iglesia, al cumplir este encargo que, a través de los Apóstoles, recibió de
Cristo Señor, realiza el memorial del mismo Cristo, su Reactualización, recordando
principalmente su bienaventurada pasión, su gloriosa resurrección y la ascensión al cielo.

Éste es el sacramento de nuestra fe. R/ Anunciamos tu muerte, proclamamos tu


resurrección. ¡Ven, Señor Jesús!
f) Oblación. La asamblea ofrece al Padre la víctima inmaculada, y con ella se ofrece cada uno
de los participantes.

Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial de la pasión salvadora de tu Hijo, de su


admirable resurrección y ascensión al cielo, mientras esperamos su venida gloriosa, te
ofrecemos, en esta acción de gracias, el sacrificio vivo y santo.
Dirige tu mirada sobre la ofrenda de tu Iglesia y reconoce en ella la Víctima por cuya
inmolación quisiste devolvemos tu amistad, para que, fortalecidos con el Cuerpo y la
Sangre de tu Hijo y llenos de su Espíritu Santo, formemos en Cristo un solo cuerpo y un
solo espíritu.
Que Él nos transforme en ofrenda permanente, para que gocemos de tu heredad junto
con tus elegidos: con María, la Virgen Madre de Dios, los apóstoles y los mártires, (san
N.: santo del día o patrono) y todos los santos, por cuya intercesión confiamos obtener
siempre tu ayuda.
Te pedimos, Padre, que esta Víctima de reconciliación traiga la paz y la salvación al
mundo entero. Confirma en la fe y en la caridad a tu Iglesia, peregrina en la tierra: a tu
servidor, el Papa N., a nuestro Obispo N., al orden episcopal, a los presbíteros y
diáconos, y a todo el pueblo redimido por ti.
g) Intercesiones. Con ellas se da a entender que la Eucaristía se celebra en comunión con
toda la Iglesia, celeste y terrena, y que la oblación se hace por ella y por todos sus miembros,
vivos y difuntos.

Atiende los deseos y súplicas de esta familia que has congregado en tu presencia, en el
domingo, día en que Cristo ha vencido a la muerte y nos ha hecho partícipes de su vida
inmortal. Reúne en torno a ti, Padre misericordioso, a todos tus hijos dispersos por el
mundo.
A nuestros hermanos difuntos y a cuantos murieron en tu amistad recíbelos en tu reino,
donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria, por Cristo, Señor
nuestro, por quien concedes al mundo todos los bienes.
Padre eterno, te ofrecemos la Preciosísima Sangre de Jesús, con todas las
Misas celebradas en el mundo en éste día, por las benditas Almas del
Purgatorio. Y Concédeles, Señor, el descanso eterno y brille para ellas la luz
perpetua. Amén.
h) Doxología final. Se expresa la glorificación de Dios y se concluye y confirma con el amen
del pueblo.

Por Cristo, con Él y en Él, a ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del
Espíritu Santo, todo Honor y toda Gloria por los siglos de los siglos. Amén
✞ ✞ ✞ Rito de la comunión
Significa "común unión". Al acercarnos a comulgar, además de recibir a Jesús dentro de
nosotros y de abrazarlo con tanto amor y alegría, nos unimos a toda la Iglesia en esa misma
alegría y amor.

a) Introducción al Padrenuestro
Con las palabras de Jesús nuestro Señor oremos al Padre de todos para que su reino venga a
cada persona de la tierra.

• Oremos a nuestro Padre misericordioso nos conceda la gracia de seguir a Cristo Jesús,
guardarlo en nuestro corazón y enseñarlo a todos los habitantes del mundo.
• Unidos en el amor de Cristo, por el Espíritu Santo que hemos recibido, dirijámonos al
Padre con la oración que el Señor nos enseñó:
R/ Padre nuestro…por fuerte que sean los vientos
b) Rito de la Paz
Los fieles imploran la paz y la unidad para la iglesia y para toda la familia humana y se expresan
mutuamente la caridad antes de participar de un mismo pan.

Líbranos, Señor.
Líbranos, Señor de todos los males, y concédenos la paz en nuestros días, para que
ayudados por tu misericordia, vivamos libres de pecado y protegidos de toda
perturbación, y aguardando la venida gloriosa de Jesucristo, nuestra esperanza.

R/. Tuyo es el reino, tuyo el poder y la gloria, por siempre, Señor.


Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles: "La paz les dejo, mi paz les doy", no
tengas en cuenta nuestros pecados, sino la fe de tu Iglesia y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad. Tú, que vives y reinas por los siglos de los siglos. R/.
Amén.
La paz del Señor esté siempre con ustedes. R/. Y con tu espíritu.
Dense fraternalmente la paz.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Ten piedad de nosotros.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo. R. Danos la paz.
Invitación a la Comunión
Éste es Jesucristo, el Señor, que nos dice: “Mi barca es la Iglesia Católica, acudid a ella”.
• Éste es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Dichosos los invitados a la
cena del Señor.

R. Señor, no soy digno de que entres en mi casa, pero una Palabra tuya
bastará para sanarme.
c) El gesto de la fracción del pan: Significa que nosotros, que somos muchos, en la
comunión de un solo pan de vida, que es Cristo, nos hacemos un solo cuerpo (1 Co 10,17)

Antífona de comunión Jn 10, 10


Yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante, dice el Señor.

✞ ✞ ✞ Oración después de la Comunión

Saciados con la comunión del Cuerpo santo y la Sangre preciosa de tu Hijo, te pedimos,
Señor y Dios nuestro, que lo que hemos celebrado con piedad sincera produzca en
nosotros frutos de salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor.

4 RITO DE CONCLUSION
Consta de saludo, bendición sacerdotal, y de la despedida, con la que se disuelve la asamblea,
para que cada uno vuelva a sus honestos quehaceres alabando y bendiciendo al Señor.

✞ ✞ ✞ Despedida
Te damos gracias, Señor, por todos tus beneficios, a Ti que vives y reinas por los siglos
de los siglos. R/ Amén.
¡Cristo, Rey nuestro! R/ ¡Venga tu Reino!

Consagración a María
Pide la intercesión de María rezando esta oración:
Hay tanto que hacer y cada quien tiene su propia tarea en la gesta de nuestro tiempo.
Madre Santísima, intercede para que yo reciba la fuerza y el aliciente para cooperar con
la gran tarea de cambiar este mundo nuestro poniendo mi grano de arena, que bien
podría hacer la diferencia. Amén.

Oracion a San Miguel Arcángel.


San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad
y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde
súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido,
arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo
para la perdición de las almas. Amén

✞ ✞ ✞ Bendición

Hermanos, seguir a Jesús cuesta multitudes, caminos largos, atropellos, insultos, y


hasta la muerte; pero como no seguirlo si hasta el mismo demonio da testimonio de Él:
Tú eres el Hijo de Dios. Busquémoslo, Sigámoslo.
Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre
nosotros y nos acompañe siempre.
R/ Amén.
Podemos ir en paz. R/. Demos gracias a Dios.

✞ ✞ ✞ Abba Padre, gracias te doy por enseñarme a Cristo histórico. Y ahora, por tu gracia
y Espíritu Santo concédeme fortalecer la fe, para caminar con Cristo, por Cristo y en
Cristo, ya no histórico, sino Pan vivo bajado del cielo.
«Tú eres Cristo, el Hijo de Dios Vivo» Mt 16, 16

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