Está en la página 1de 3

LA ÉPOCA DEL RENACIMIENTO – MARAVALL

El renacimiento es el concepto de una estructura histórica.


Los descubrimientos europeos en el XV y XVI; la pólvora y el papel, conocidos en Oriente,
no suscitaron desarrollos o aplicaciones como los de la artillería o el libro, que tanta
admiración levantan en el Renacimiento europeo.
El Renacimiento no puede reducirse a una limitada esfera de la cultura en un momento
dado. Una estructura histórica encierra siempre una tan múltiple variedad de elementos
que para entenderla hay que conservar en su ajustada conexión lo nuevo y heredado. La
mezcla de elementos renacentistas y tradicionales.
Es significativo que haya sido la aportación de los cultivadores de la historia social y de la
historia de la economía la que haya transformado en su raíz la interpretación del
Renacimiento. Se ha puesto de relieve el papel de profesiones y grupos sociales que
antes se dejaba fuera. Con ello el Renacimiento deja de ser un mero fenómeno del campo
del arte o cultural o intelectual, para convertirse en una categoría histórica que hemos de
aplicar en todos los terrenos de la investigación.
El renacimiento es una cultura de ciudad, una cultura urbana, período de desarrollo
pujante de las ciudades.
El renacimiento, que por la circunstancia técnica de la reciente invención de la imprenta y
las condiciones económicas expansivas en que ese hecho se da, es la primera cultura de
un fuerte carácter libresco, necesitaba de la ciudad. El crecimiento urbano vino a ser una
de las causas de la nueva cultura y determinó los caracteres con que se presenta aquella.
Durante el siglo XVI predomina una economía artesanal, ello da lugar a que con una
sensibilidad urbana se viva con temas y recursos de una herencia agraria, desde la
mitología y en general, la iconografía artística, hasta el campo de las ideas, como la
vigencia del mito de los ciclos en la concepción de la historia o la estimación del trabajo
esforzado en la vida económica que el mercantilismo hereda de la sociedad campesina.
Esta nueva situación se conecta con el carácter dinámico y revolucionario del siglo XVI.
La imagen del renacimiento lo que ante todo implica es el renacer de los presentes, de los
modernos, no quiere decir que vuelvan los antiguos, sino que de las cenizas del pasado
emergen sobre todos los precedentes los tiempos nuevos. Las grandes figuras
representativas forman el parangón de los antiguos como motivo de emulación. De ahí
que los representantes de la auténtica mentalidad renacentista piensen en medirse con
los antiguos.
Con “conciencia de avance o progresiva” las gentes de la época que desde comienzos del
siglo XV empiezan a llamarse a sí mismas “modernos”, viven un sentimiento de novedad,
que se extiende a todas las áreas de las obras humanas. La misma relación con la
Antigüedad es vivida bajo este signo: conocerla, admirarla, para ir más allá.
Hablamos ahora del individualismo: el yo tiende a colocarse en el centro de todo sistema,
presagiando una a modo de resolución copernicana que quedará consumada en la
filosofía de Descartes. Así la experiencia personal se convierte en la suprema autoridad.
En literatura aparece la narración en primera persona. El régimen absoluto de la
propiedad privada traduce un radical individualismo semejante.
El Renacimiento no ha provocado el triunfo de la burguesía, al contrario ha consolidado la
jerarquía tradicional.
Las relaciones de mercado, relaciones que habían renovado y fortalecido esas
economías, el vigoroso factor de la intervención económica y social del estado, las ya
incontenibles modificaciones en la mentalidad de las gentes que los avances del
individualismo habían provocado, dieron lugar a que la vuelta de la economía agraria no
representara un puro y simple paso atrás, sino la aparición de una nueva sociedad y una
nueva cultura. Ese final del renacimiento aboca a la cultura del barroco, al sistema de la
economía mercantilista intervenida por el estado y al régimen de la monarquía absoluta.
______________________________

DIMENSIONES DEL RENACIMIENTO ESPAÑOL (PARKER)

El renacimiento es el período en el que España renació como una nación unida, en que se
inició la expansión imperial en ultramar. La España renacentista fue una potencia mundial
en un sentido que no puede aplicarse a ningún otro país en la época.
El reinado conjunto de Isabel I y Fernando II marca una clara línea divisoria entre la
España medieval y la moderna. Este reinado presenció la unificación de España. También
presenció el descubrimiento de América.
Durante toda la edad media la tolerancia entre las tres religiones fue tradicional allí donde
coexistían, sin embargo la religión había sido el único vínculo de unión entre los distintos
reinos cristianos. Por lo tanto la religión era la base lógica del nuevo espíritu nacional que
mantendrá unidos a Castilla y Aragón
Fueron expulsados de los reinos españoles todos los judíos y todos los musulmanes que no
quisieron abrazar el cristianismo. En 1478 se estableció la Inquisición.
Al parecer la uniformidad religiosa se consideró esencial para cimentar la unidad nacional.
La inquisición fue el único instrumento de gobierno que rompió las barreras regionalistas.
El humanismo es la principal característica innovadora de la educación española durante el
reinado de los reyes católicos. Existe un largo período de preparación que hace que la
literatura española resulte imposible separar un siglo XVI “renacentista” de un siglo XV
“medieval”.
Los aristócratas feudales dejaron de ser guerreros para convertirse en caballeros ociosos,
muchos de los cuales coleccionaron manuscritos, formaron bibliotecas particulares y
cultivaron la literatura. La secularización de la cultura, emparejada con el creciente interés
por los clásicos fue el resultado natural de estas modificaciones.

También podría gustarte