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Marco Teórico

Sobre el perro
Olfato, olores y feromonas.

El perro se ha ganado a reputación de tener un olfato bien desarrollado. Muy superior a la del hombre;
este último posee 300 receptores olfatorios mientras que los perros tienen aproximadamente 1000.
Existen datos que aseguran que el olfato de perro es 30 000 veces, e incluso un millón de veces, más
desarrollado que el nuestro.

Los receptores olfativos de los animales, y los del perro en particular, le permite evitar los alimentos no
adecuado y en mal estado con el fin evitar intoxicaciones. Les facultan para seguir las pistas de las presas
y participan en el reconocimiento de los congéneres o de individuos que les son familiares.

La percepción de las feromonas, sustancias odoríferas específicas que participan en la comunicación


entre perros, se realiza por un órgano próximo a la mucosa olfativa: el órgano vemeronasal u órgano de
Jacobson. La feromonas se deposita con ocasión del comportamiento del marcaje, cuando el perro
levanta la pata para orinar, cuando araña el suelo con sus extremidades posteriores tras haber
depositado sus heces.

Parece ser que los perros dominantes emiten olores de dominancia que estarían presentes en el
cerumen. Esto explicaría la razón por el cual el perro olfatea las orejas de los otros perros. Las
feromonas de alarma, que existen también en otras especies son las responsables del olor característico
de un perro que está sintiendo miedo. Son secretadas por el perro, como en otras muchas especies de
mamíferos, por las glándula anales.

La lengua y el gusto

Los cinco sabores

Al contrario que los otros sentidos, el sentido del gusto esta menos desarrollado en el perro con en el
hombre, Lo que es cierto es la percepción de lo dulce, lo salado, lo ácido, de lo amargo y del umami
(delicioso en jàpones), los cinco sabores identificados en el hombre, es muy diferente en el perro. La
atracción que siente el perro por algunos alimentos está determinado por su olor y a continuación por
su sabor una vez en los receptores gustativos de la lengua, del paladar y de la faringe.

Preferencias alimentarias

El perro es carnívoro, los sabores asociados a la carne son generalmente más apreciados que los sabores
asociados a otros tipos de alimentos. Sin embargo, el queso alimento que contiene aminoácidos, atrae
particularmente al perro. Es probablemente el sabor umami el factor de la atracción. Es importante
respetar la preferencia alimentarias del perro.
Sentido del tacto

El perro posee múltiples receptores sensoriales que son sensibles a la presión, el calor, el frío y el dolor.
Los receptores situados en la base de los pelos le informan los movimientos del aire, sobre todo cuando
más nos aproximamos a él. Las vibrisas gruesas y largos pelos que forman los bigotes y las cejas, son
particularmente sensibles. El perro con ellos también puede explorar minuciosamente su entorno,
especialmente para apreciar la posición de los objetos próximos sin tropezarse.

La reacción de las caricias.

Cuando acaricias al perro, estimulas los receptores sensoriales de su piel. Normalmente el perro aprecia
este contacto y siente placer. Desgraciadamente no todos los perros desean ser acariciados.

Herramienta esencial de comunicación

El oído es indispensable para que un animal social se comunique a distancia. La percepción auditiva es
también necesaria para que el perro se desarrolle correctamente en su entorno. El ruido de pasos de
una persona, el sonido del motor de un auto, o incluso la voz de su propietario le permiten al perro a
precipitarse de a los acontecimiento y por lo tanto prepararse para la eventualidades.

El cerebro del perro.

La base fundamental para sostener que los perros no piensan radica en que carecen de los sistemas
anatómicos y fisiológicos para hacerlo.
El cerebro de un perro se diferencia del de un humano en numerosos aspectos. Partimos de una gran
diferenciación anatómica, ya que en su cerebro carecen de cisuras profundas como las llamadas ¨de
Silvio¨ y de ¨Rolando¨, así como la parietooccipital, típicas del cerebro humano.
De esta forma, el cerebro del perro no está delimitado como el nuestro, por los cuatro lóbulos: parietal,
frontal, temporal y occipital).
Internamente les faltan numerosas estructuras, así como estructuras en las regiones más profundas del
sistema límbico, en el hipocampo, y carecen de la llamada región de la ínsula, entre otras.
Los perros tampoco pueden generar sentimientos de amor, odio, etc., aunque sí son sensibles a los
sentimientos de los humanos, dando muestras de tristeza, alegría, alivio o decepción.

Proceso de aprendizaje del perro

Los perros aprenden por asociación de estímulos y mediante dos sistemas básicos de aprendizaje:
Condicionamiento clásico y condicionamiento operante.

Condicionamiento operante:

Sus principales descubridores fueron Skinner y Throndike. Se produce cuando el animal debe ejecutar
una acción determinada para recibir una recompensa o evitar un castigo.
El caso más conocido es el de la llamada:¨caja de Skinner¨, se trata de una caja dividida en dos
compartimientos, en uno de éstos, había una paloma hambrienta, y en el otro, separados por una
compuerta, un recipiente con comida.
Para acceder al compartimiento donde se encontraba la comida, hay un interruptor o pulsador cerca de
la puerta. Las palomas, motivadas por el hambre y de forma natural, picaban al principio, todo lo que
había en su alrededor, y por casualidad acertaron al interruptor, como consecuencia de lo cual se abría
la compuerta que les llevaba a poder comer.
Las palomas, nada más entrar en la caja, y tras sucesivos intentos de ensayo y error, conseguían acertar
y pulsaban el interruptor que aprendieron por condicionamiento instrumental. En este caso, existe un
estímulo incondicionado o reforzador, que es la comida que hace que se provoque la respuesta.

Formas de aprender:

Un perro puede aprender según cuatro sistemas básicos:


 Por recompensa: el animal recibirá un refuerzo positivo al realizar la acción.
 Por castigo: el animal recibirá un castigo al realizar la acción de forma inadecuada.
 Por evitación/huida: el animal evitará o huirá de un castigo dando la respuesta correcta o
haciendo lo que debe.
 Por omisión: El animal que hace algo y no es recompensado ni castigado, aprenderá a repetir el
comportamiento.
Todos estos sistemas producen un estado emocional diferente; en el caso de la educación por
recompensa, producirá un estado emocional de esperanza y alegría. En el caso del castigo, se producirá
un estado emocional de miedo, y en el caso del sistema de evitación/huida, el resultado será un estado
de alivio, es decir, la alegría de no ser castigado.

Memoria del perro:

En el perro actúan principalmente tres procesos de memoria diferentes:

 La memoria mecánica: en la que fija el movimiento de su cuerpo para alcanzar objetivos físicos.
 La memoria afectiva: Está unida a elementos emocionales.
 Memoria asociativa: Esta es la forma en la que un perro aprende a realizar un determinado
comportamiento al escuchar una determinada orden.

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