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Los sentidos

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idos

Olfato Vista Tacto Gusto Oído


Sentido del olfato
y como afecta al
individuo
Anatomía y Fisiologia.
Gabriela Castillo.
Alexandra Pimentel
Dominique Lira
Hannia Lira
Enya Guzman
Oscar Acosta
Grecia
LEl sentido del olfato, al igual que el del gusto, pertenece
a los llamados sentidos químicos, ya que sus receptores
(denominados quimiorreceptores) son estimulados por las
sustancias químicas presentes en el aire (odorantes o
moléculas odoríferas) y las moléculas presentes en los
alimentos (moléculas gustativas), que una vez disueltas el
moco o la saliva, los estimulan. La percepción de estas
sustancias químicas por el sentido del olfato es lo que se
denomina olor, y por el sentido del gusto, sabor.
Los estímulos químicos presentes en el medio ambiente pueden
ser destacados por tres diferentes sistemas: olfatorio, vomeronasal
y trigeminal. El sistema olfatorio percibe las moléculas odoríferas
transmitidas por el aire. En los humanos, los olores brindan
información sobre el medio ambiente, los alimentos, animales y
otras personas que influyen sobre su conducta alimenticia y social.
Los animales macrosmáticos tienen un sentido del olfato muy
desarrollado que cumple las funciones de identificar el alimento,
detectar sus depredadores o a sus presas y localizar pareja durante
su vida sexual y reproductiva. En los microsmáticos como el
humano, el olfato está menos desarrollado, pero aún así es capaz
de distinguir miles de olores, muchos de ellos a concentraciones
muy bajas.
El sistema vomeronasal, por otra parte es capaz
de detectar sustancias químicas (feromonas)
producidas por miembros de una especie para
cumplir funciones reproductivas y de
preservación.
El sistema trigeminal es un sistema químico de
defensa que alerta y protege de la exposición a
irritantes presentes en el ambiente.
Proceso cerebral al percibir un aroma:
Las moléculas olfativas están dispersas en el ambiente. Estas entran en contacto con la
mucosa nasal y llegan a unos receptores del olfato, en lo que se llama el epitelio olfativo. Las
neuronas receptoras mandan la información al bulbo olfativo por medio de impulsos
eléctricos.

Toda esta información se envía al cerebro por medio de unos receptores ubicados en el
bulbo. Ahora, los olores identificados llegan a una zona del cerebro llamada sistema
límbico. Aquí es donde se estimula la memoria y los sentimientos.
Cuando llega un olor, se busca una relación con un recuerdo almacenado y si no se
encuentra se crea uno nuevo. Dependiendo del tipo de recuerdo que se evoque, el estado
de ánimo puede cambiar o mantenerse inalterable.
Es lo que pasa si se recuerda algo de la niñez, de la naturaleza, una comida, un perfume…
Si no hay recuerdo, lo que se está viviendo en ese momento marcará si se asociará a un
recuerdo feliz, a una circunstancia de peligro, a una situación triste o lo que se esté
viviendo.
Todo esto se hace de manera totalmente involuntaria e inconsciente.
Curiosidades sobre el aroma y el olfato:
1 Los seres humanos pueden detectar al menos un billón de olores diferentes
Aunque el número exacto aún no se ha determinado, los científicos revelaron en una revista de 2014
que los humanos pueden identificar al menos un billón de olores diferentes. Sin embargo, se cree que
el número real puede ser significativamente más alto gracias a los 10 millones de receptores del olfato
que se encuentran en la nariz.
2 Todo el mundo huele diferente
Nuestro propio olor es personal y completamente único. La forma en que olemos está predeterminada y
proviene de los mismos genes que determinan el tipo de tejido de nuestro cuerpo.
3 Las personas captamos aromas diferentes
Tenemos nuestros «puntos ciegos de olor», es decir, olores que no podemos captar. Esto significa que
todos olemos las cosas de manera diferente, y los aromas que disfrutamos son completamente únicos
para nosotros.
4 Es posible oler sentimientos
Sorprendentemente, nuestro sentido del olfato está tan desarrollado que se ha descubierto que
podemos oler el miedo, el disgusto, la felicidad e incluso la excitación sexual de otras personas. Un
estudio de 2012 encontró que las señales del olfato existen en nuestro sudor, lo que ayuda a otros a
percibir lo que sentimos cuando experimentamos ciertas emociones.
5 Las mujeres tienen un sentido del olfato más fuerte que los hombres
La batalla de los sexos continúa, pero esta categoría tiene un claro ganador: las pruebas han encontrado
que las mujeres tienen un sentido del olfato más desarrollado que los hombres y son capaces de
identificar un mayor número de olores diferentes. Esto se debe a la región orbital prefrontal del cerebro
de las mujeres, que está más desarrollada que la de los hombres.
6 Nuestro sentido del olfato alcanza su punto máximo durante la adolescencia
tardía
Alrededor de los 18 o 19 años es cuando nuestro sentido del olfato está en su
apogeo. Después de esta edad, el sentido del olfato disminuye gradualmente.
7 Y durante la primavera y el verano
Gracias a la humedad adicional en el aire durante los meses de primavera y
verano, es más fácil identificar diferentes olores que durante el otoño y el
invierno.
8 Y durante el embarazo
Durante el embarazo, el sentido del olfato de una mujer se intensifica y se
vuelve hipersensible. Se cree que este mayor sentido del olfato podría ser la
razón detrás de los extraños antojos de comida de las mujeres embarazadas.
9 Los perros tienen casi un 50% más de células aromáticas que los humanos
Nuestros amigos caninos superan hasta al mejor olfato humano. Con apenas un
44% más de células olfativas que los humanos, los perros tienen un sentido del
olfato mucho más desarrollado que nosotros, capaces de discernir más sutilezas
en el olor y captar aromas desde una mayor distancia.
10 Los animales también tienen olores favoritos
Nuestros amigos animales tienen cada uno sus propios olores favoritos. Los
gatos prefieren la valeriana, los leones prefieren la menta y los camellos aman
el tabaco. ¿Y el olor favorito de tu perro? ¡Tú, por supuesto!
El sentido del olfato y las emociones
El sentido del olfato es, sin duda, nuestro mayor aliado para hacer frente al
mundo que nos rodea. Nos sirve para relacionarnos con el medio. Los olores
nos alertan, nos hacen huir o atacar, nos conectan con momentos de nuestro
pasado y nos hacen revivir sentimientos y emociones. Cuando nacemos, lo
primero que hacemos es seguir el rastro de la leche materna. Y, gracias a él,
somos capaces de relajarnos solo con oler a nuestra madre. Así pues, podemos
afirmar que el olfato es un sentido intrínsicamente relacionado con el instinto
de supervivencia.
A menudo no le damos importancia y únicamente lo valoramos cuando lo
perdemos, como cuando tenemos la nariz tapada: entonces, la comida no sabe
a nada y el mundo exterior se nos antoja muy lejano. Una vez los recuperamos,
recobramos el apetito y nos sentimos más positivos y con energía renovadas.
Pues los olores son capaces de activar todas las regiones emocionales del
cerebro; esto es debido a la interconexión de las regiones cerebrales
implicadas en el procesamiento de ambas sensaciones, siendo el sistema
límbico -y en especial la amígdala- el centro integrador por excelencia.
Disfruta, valora y cuida tu sentido del Olfato.
!ES IMPORTANTE¡

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