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El olfato es el sentido más desarrollado de los perros, pueden obtener muchísimos matices e
información que a nosotros se nos pasa inadvertida. Este sentido está, aproximadamente, 50
veces más desarrollado en los perros que en los humanos y es su forma de orientarse,
sobrevivir, aparearse y defenderse. El cerebro de los perros dedica una gran parte a este
sentido, mientras que, para los humanos es la vista. También poseen la capacidad de oler de
manera disociada, procesando las partículas que entran a las fosas nasales individualmente,
pudiendo respirar y analizar cada molécula de forma separada. Por todo esto se dice que “los
perros ven el mundo por la nariz”.
Su nariz, llamada trufa, es una máquina perfectamente diseñada para detectar, clasificar e
identificar olores. Cada orificio tiene un espacio dedicado al olfato y otro a la respiración. La
estructura esponjosa y húmeda favorecen la captación de olores y le ayudan a refrigerarse. Las
aletas laterales permiten expulsar el aire mientras nuevos aromas entran a la nariz.
Son capaces de percibir olores distintos por cada una de sus fosas nasales e identificar de
dónde vienen, creando un mapa olfativo en su cabeza. No es de extrañar que el hombre a lo
largo de la historia se haya beneficiado de esta capacidad, trabajando juntos, codo con codo.
Los perros, al igual que muchos mamíferos, poseen un canal que nace detrás de los incisivos y
llega hasta las fosas nasales, el órgano vomeronasal, permitiéndoles captar tanto sustancias
químicas, capaces de provocarles cambios conductuales, como hormonas para percibir el
estado de salud o emocional de los que le rodean. Este órgano conecta directamente con el
sistema límbico, encargado de regular las respuestas fisiológicas y emocionales. Cada vez que
el perro quiera obtener más información de un olor, realizará un particular movimiento con la
lengua y los labios para empujarlo a este canal.
Existen numerosos estudios en humanos que demuestran que el uso de este órgano produce
una reducción del ritmo cardíaco y respiratorio en mujeres y una disminución de la
testosterona en hombres, reduciendo significativamente la tensión. En ambos sexos se detectó
un aumento de la actividad alfa, asociada a periodos de reposo y relajación, sin llegar a estar
dormidos. Al estar conectado con el sistema límbico también afecta al comportamiento.
Siendo estos los beneficios en humanos caben de esperar que en perros sean igual o mayores,
debido a la importancia de este sentido para ellos.
Beneficios:
Los olores, al estar tan estrechamente unidos al sistema límbico, afectan de manera directa al
estado de ánimo, recuerdos, pensamientos y emociones, pudiendo estimular incluso la
producción de endorfinas si es asociado a algo placentero. Sabiendo esto, podremos utilizar
determinados componentes para potenciar o equilibrar estados de ánimo. Como el uso de la
feromona de apaciguamiento para inducir estados de calma, reducir el estrés y la ansiedad en
perros. Esta hormona es producida por las madres y su recuerdo, al percibirla de nuevo,
evocará los primeros meses de vida bajo el abrigo y protección de esta, invitándoles a estar
tranquilos de nuevo.
Los perros necesitan olfatear a diario, aprovechando los paseos, obtendrán toda la
información de su entorno, tanto de humamos como de animales. Normalmente nos
afanamos en dar paseos centrados en recorrer grandes distancias con la idea de “cansar” al
perro, cuando ellos lo que necesitan es además de ejercicio, socializar y jugar con otros perros,
tener el tiempo de husmear a su antojo.
Esta actividad les relaja y capta su atención en una tarea minuciosa que activa la mayor parte
de su cerebro. No es de extrañar que unos minutos de trabajo intenso de olfato equivalgan a
un buen paseo en cuanto a cansancio mental se refiere.
Por lo tanto, no es importante sólo lo que huelen sino el tiempo que tienen para dedicarle al
día. Es por esto por lo que todo el trabajo y juego que podamos aportar a nuestros perros
basado en el olfato mejorará enormemente su calidad de vida.
Juegos de olfato:
Según los gustos y preferencias de vuestro perro, podéis ofrecerle infinidad de opciones para
disfrutar de su olfato solo o acompañado. Algo tan sencillo como esconder comida, juguetes o
incluso escondernos nosotros mismos por casa, le resultará muy estimulante y divertido.
También, con ayuda de un gotero, podemos hacer rastros con caldos o cualquier líquido
oloroso y apetitoso. Aprovechando cajas vacías o rollos de papel gastados para esconderle
premios dentro y que además de buscarlos tenga que romper los envoltorios para sacarlos.
Con la ayuda de unos yogures vacíos podemos jugar a los trileros, escondiendo el premio
debajo de unos si y de otros no y que el perro tenga que encontrarlos después de que los
cambiemos de posición. Otro ejercicio muy sencillo es esconder nuestras manos detrás de la
espalda y guardar un premio en una de ellas para luego ofrecer al perro ambos puños cerrados
y que adivine, olfateando, donde está el premio.
Cada vez tenemos mayor oferta de juguetes que harán las delicias de nuestro perro. En el
mercado existen numerosas mantas de olfato, tanto de bolsillos como solo de pelo, para
ofrecérselas llenas de premios. También tenemos juegos de inteligencia para que el perro
rastree el premio y tenga que manipular el juguete para sacarlo. Otra opción es hacer la manta
nosotros mismos, con un poco de paciencia e imaginación podemos obtener muy buenos
resultados.
Aprovechando los paseos y su ración de comida, podemos esparcírsela por el césped para que
la busque. También podemos esconderle juguetes detrás de los árboles o aprovechando una
zona de maleza alta. Cuando nuestro perro sea un experto rastreador podemos incluso
enterrarles los juguetes y los premios, eso sí aderezándolos con algo muy oloroso como caldo
de pescado. Si paseamos al menos dos personas una puede quedarse atrás o adelantarse para
esconderse e incitar al perro a que la busque.
Elijas el juego que elijas, seguro que a tu perro le encantará poder trabajar con su olfato y
contigo. Y recuerda esta actividad es apta para todas las edades, proporciona muchas ventajas
y no tiene contraindicaciones.
Desde que hace 12 ó 15 mil años –algunos estudios apuntan a tan sólo 7.000- algunos
perros se acercaron a algún grupo de humanos para aprovechar los desperdicios que
éstos dejaban, siempre nos han acompañado y con el tiempo, además de su compañía,
nos ayudan en muchos otros menesteres.
En efecto, el perro presta muchos otros servicios a la sociedad: perro guía para
invidentes, tiran de trineos, sirven como pastores, encuentran personas pérdidas o
sepultadas tras terremotos o aludes, pueden ser excelentes cazadores. También pueden
ser útiles en menesteres menos trascendentes pero muy interesantes como la búsqueda
de trufas (antes se hacía con cerdos, pero el perro tiene la ventaja de que no se las
come).
Las personas poseemos alrededor de 3 cms2 de epitelio olfatorio, mientras que algunos
perros como el Beagle, llegan a tener 170 cm2. Además, por si esto no fuera suficiente,
tienen una mayor proporción de nervios que llevarán esa información recibida por el
epitelio nasal al cerebro, así nosotros tenemos 5 millones de receptores olfativos,
mientras que un perro puede llegar a los 220 millones.
Además, la cavidad nasal de los canes posee múltiples recovecos que hacen que el aire
inspirado permanezca más tiempo y que, por lo tanto, cualquier esencia que se
encuentre en él sea procesada más detenidamente y se obtenga más información de la
misma. También es importante observar que el aire espirado se elimina lateralmente, de
modo que no se inhale nuevamente.
Por fin, su cerebro tiene la porción destinada a descifrar los olores, mucho mayor que el
nuestro.
Comparación entre bulbo olfatorio del perro –obsérvese su gran tamaño en proporción
al cerebro- y bulbo olfatorio humano, mucho menor en proporción. Fuentes: Commons
Wikipedia y Pixabay
De hecho, podríamos afirmar sin temor a equivocarnos que los perros perciben el
mundo a través del olfato, un perro está más desvalido si pierde su olfato que si pierde
la visión.
Hemos visto múltiples utilidades que el excepcional olfato de los canes puede tener para
nosotros, sin embargo; hay nuevos usos y beneficios, menos conocidos, que pasamos a
describir:
Un hallazgo que se viene estudiando desde el año 1994 es la capacidad de los perros de
oler en muestras de orina la presencia de cáncer de próstata en el paciente. Si bien este
uso es aún limitado, en algunos casos, los perros entrenados fueron capaces de detectar
tumoraciones aún no posibles de diagnosticar mediante otros medios.
En estudios más recientes, hechos con muestras de aire exhalado por pacientes con
cáncer de mama o pulmón, los perros detectaron los positivos en un rango entre el 88%
y 100% de los casos. Estos estudios se están desarrollando ahora para diagnosticar el
cáncer de ovario.
Resumen
1.
2. Características de los perros de búsqueda y rescate
3. Especialidades de los perros de búsqueda y rescate
4. Perros de rastreo
5. Perros de venteo
6. Los guías de perros de búsqueda y rescate
7. Bibliografía
Resumen:
Los perros de búsqueda y rescate son uno de los mejores medios para encontrar
personas desaparecidas o víctimas de desastres naturales. Los estándares de
adiestramiento de estos perros varían según el método preferido y la especialidad de
búsqueda. Sin embargo, existen ciertas características comunes a todos los perros de
búsqueda y rescate.
Introducción
A pesar de todos los avances tecnológicos y científicos, de los GPS, las imágenes
satelitales y los robots, los perros siguen siendo una de las mejores herramientas de los
equipos de búsqueda y rescate (SAR).
Gracias a esta obsesión con el juego, un poderosísimo sentido del olfato, una audición
excepcional, un entrenamiento riguroso y un guía experimentado, los perros de
búsqueda y rescate salvan la vida de cientos de personas cada año.
Pero no todo es alegría. Aunque estos especialistas caninos son entrenados con juegos y
recompensas, su trabajo puede llegar a ser tan duro que muchas veces se "jubilan" antes
de tiempo por el enorme desgaste físico y los daños ocasionados durante esa noble
tarea.
En otras situaciones, sin embargo, el éxito no consiste en encontrar gente viva, sino
personas que han fallecido. En estos casos, se usan los denominados perros de
cadáveres, que están entrenados para encontrar restos humanos. Aunque estos perros no
logran devolver un hijo a su madre o un padre a la familia que tanto lo necesita, su labor
permite resolver crímenes y dar un entierro digno a quienes tuvieron la desgracia de
perecer en un desastre.
Si bien no existe una raza única para la búsqueda y rescate, tampoco cualquier perro es
útil para esta actividad. Por supuesto, todos los perros tienen muy desarrollados los
sentidos del olfato y del oído, pero para que un perro pueda ser un buen rescatista tiene
que cumplir con ciertos requisitos adicionales.
En primer lugar, el perro de búsqueda y rescate tiene que ser lo suficientemente ágil y
resistente como para soportar las dificultades propias de los trabajos que realiza. Por
esto, pequineses, malteses, chihuahuas y otros perros pequeños no suelen ser utilizados
en estas labores, prefiriéndose las razas más grandes.
Por otra parte, los perros no deben ser tan grandes como para que su tamaño dificulte
aún más las tareas de rescate. Un perro muy grande puede representar una dificultad
importante cuando es necesario hacerlo descender en rapel o cuando hay que trasladarlo
en helicópteros y botes pequeños.
Por esto, tampoco suelen usarse razas gigantes como el San Bernardo o el Gran Danés.
Sin embargo, la excepción a esta regla se da cuando los perros necesitan mucha fuerza
para sujetar o arrastrar a las personas, como ocurre con algunos perros salvavidas. En
esos casos, se utilizan razas grandes como el Terranova que tiene la suficiente fuerza
como para nadar mientras un humano se sujeta a su arnés.
Los perros de búsqueda y rescate también deben tener una motivación excepcional para
realizar búsquedas prolongadas aún en las condiciones más desfavorables. Es por esto
que se prefieren aquellos perros que tienen un impulso de presa muy desarrollado y se
obsesionan con encontrar a la víctima para así poder obtener su recompensa.
Por último, pero no menos importante, todo perro de búsqueda y rescate tiene que estar
perfectamente socializado con la gente y con otros animales. También tendrá que estar
acostumbrado a situaciones estresantes, como la presencia de mucha gente alrededor,
explosiones, gritos, etc.
En definitiva, cualquier perro puede ser utilizado para búsqueda y rescate siempre que
cumpla con los requisitos anteriores y haya recibido un adiestramiento de alto nivel.
Los perros de rastreo, como su nombre lo indica, siguen el rastro de una persona desde
un punto A hasta un punto B. Estos perros necesitan un punto de partida y alguna
prenda no contaminada de la persona que van a buscar. Se utilizan para encontrar
personas perdidas y también pueden utilizarse para encontrar prófugos, aunque en este
último caso suelen ser perros policía y no perros de equipos SAR.
Los perros de venteo son los que buscan el olor humano que se encuentra en el aire, sin
seguir a una persona en particular. Estos perros son especialistas en encontrar personas
enterradas por derrumbes, personas enterradas por avalanchas, cadáveres de personas
ahogadas, evidencias humanas en escenas de crímenes, etc.
Perros de rastreo
Los perros de rastreo, también conocidos como perros de rastro, siguen el olor de las
personas perdidas. Estos perros son capaces de seguir el rastro de una persona porque
han sido entrenados para discriminar olores. En otras palabras, no buscan cualquier olor
humano, sino un olor en particular.
Normalmente, la búsqueda en zonas urbanas suele ser más difícil para los perros porque
en estas zonas existe mucho tráfico de personas, mascotas y automóviles. Además, el
cemento y el pavimento tienden a conservar los olores por menos tiempo que las
superficies naturales. Finalmente, puede haber una gran cantidad de personas y
automóviles circulando mientras el perro está rastreando, lo que dificulta la búsqueda.
Por su parte, la búsqueda en áreas silvestres es más amigable para los perros ya que las
zonas son menos transitadas y las superficies naturales suelen retener mejor el olor de la
persona buscada. Además, las superficies naturales proporcionan una segunda fuente de
información para los perros que es el olor de contacto.
Dado que los perros de rastreo discriminan olores, necesitan dos cosas para empezar a
rastrear:
Aunque los perros de rastreo no pueden seguir una pista sólo por el olor de contacto, los
expertos creen que este olor puede proporcionar información adicional (quizás también
información visual) en las circunstancias apropiadas.
Perros de venteo
Los perros de búsqueda y rescate más conocidos son los perros de venteo. Éstos son los
que se usan para encontrar víctimas sepultadas por avalanchas o derrumbes, personas
ahogadas, evidencia en escenas de crímenes, etc.
A diferencia de los perros de rastreo, los de venteo no siguen una pista sino que buscan
el olor humano en los alrededores por lo que son la mejor opción cuando hay que
localizar víctimas que pueden estar enterradas en cualquier lugar de la zona de un
desastre.
Puesto que no siguen un rastro, los perros de venteo no buscan con la nariz pegada al
suelo. En su lugar, llevan la nariz en alto y van olfateando el aire. De esta manera logran
capturar el olor emitido por las personas.
Los perros de venteo necesitan empezar a trabajar con el viento en su contra, ya que de
otra manera serían incapaces de percibir el olor de las víctimas. Cuando se trata de
buscar en áreas relativamente grandes, los perros empiezan siguiendo un trayecto
perpendicular al viento. De esta forma aumenta la probabilidad de que detecten algún
olor, aunque sea poco concentrado.
Después, cuando han detectado la presencia del olor, pueden enfocarse en ubicar la
fuente.
Por supuesto, la forma de trabajo depende mucho de la situación que enfrenten los
perros de rescate y sus guías. Por ejemplo, puede resultar imposible que los perros
hagan un trayecto perpendicular a la dirección del viento en zonas urbanas. Lo que suele
ocurrir en los derrumbes es que los perros y los guías trabajan directamente sobre la
superficie, aprovechando la brisa para detectar los olores.
Se piensa que los perros de venteo localizan a las víctimas siguiendo la concentración
del olor de las mismas. El olor sería menos concentrado en lugares alejados de la
víctima, y se iría concentrando en las cercanías de la víctima. De esta manera, los perros
rescatistas seguirían un cono de olor, más extenso y menos concentrado en las lejanías
de la víctima y más localizado y concentrado en las cercanías de la víctima.
Los perros de venteo pueden ser clasificados en diferentes categorías según sus
especialidades. Las principales especialidades de estos perros son:
Perros de cadáveres. Son los que detectan restos humanos. Sirven para localizar a
personas muertas en accidentes o desastres naturales.
Perros de búsqueda acuática. También son perros de cadáveres, puesto que buscan
restos humanos y no personas vivas. Sin embargo, difieren de los anteriores en que
están entrenados para ventear por encima del agua, generalmente desde un bote.
Perros de desastres urbanos. Son aquellos perros usados para detectar personas
atrapadas en derrumbes de edificaciones. A diferencia de los perros de cadáveres, los
perros de desastres buscan personas vivas. Sin embargo, cuando ya no se espera
encontrar personas vivas, se suelen usar perros de cadáveres para encontrar a quienes
no pudieron sobrevivir el desastre.
Perros de avalanchas. Su nombre lo dice todo. Son los perros usados para buscar
personas sepultadas por avalanchas. Se entrenan para buscar personas vivas, no
cadáveres.
Perros de evidencias. Son perros entrenados para encontrar evidencias humanas en
escenas de crímenes.
Los guías de perros de búsqueda y rescate
Los perros de búsqueda y rescate se ponen de moda cada cierto tiempo. O, mejor dicho,
después que ha ocurrido una tragedia que ha hecho noticia y en la cual han participado
estos perros. En esos cortos lapsos de tiempo, muchas personas quieren convertirse en
guías de perros de búsqueda y rescate.
De hecho, los guías y sus perros pasan tanto tiempo juntos que algunos rescatistas dicen
que tienen un "matrimonio" con sus perros. Esto es muy importante, ya que cualquier
persona que quiera convertirse en guía de estos perros, tiene que ser muy consciente de
todo el tiempo que tiene que dedicarle al animal.
Si quieres convertirte en guía de perros de búsqueda y rescate, lo primero que tienes que
hacer es contactarte con el grupo SAR de tu área (municipio, comuna, etc.). Solamente a
través de ese contacto podrás saber qué te hace falta y cuánto esfuerzo y tiempo te
tomará.
Sin embargo, si eres un amante de los perros, quizás con experiencia en adiestramiento,
date un tiempo para investigar sobre las actividades de búsqueda y rescate. Averigua
sobre técnicas de supervivencia, primeros auxilios, orientación en campo, etc.
Bibliografía
ARDA. Search and Rescue Dogs: Training the K-9 Hero. 2da Edición. Howell Book
House; Nueva York, 2002.
Eaton Snovak, Angela. Guide to Search and Rescue Dogs. Barron's Educational Series;
Nueva York, 2004.
Rodrigo Trigosso
Odorología forense, una técnica por desarrollar
16/08/2015 | Archivo no encontrado: Odorología y etiquetados con:Contaminación,
Odorología, Olor La Odorología forense es una técnica que, con la ayuda de los equipos
caninos, puede dar grandes resultados en el complicado mundo de la investigación
criminal. Pero aún hay escollos que salvar Odorología forenseLa Odorología forense es
una técnica que se basa en la utilización de los olores para identificar personas. El
método es sencillo: recoger muestras de los distintos olores en la escena de un crimen y
compararlas después con otras muestras que han recogido el olor de los sospechosos.
No se trata de una técnica nueva, la Unión Soviética comenzó con los primeros
experimentos que continuó la República Democrática Alemana en los años sesenta. En
1989 Cuba instaló el primer laboratorio de Odorología y la técnica se extendió a otros
países. Actualmente se utiliza odorología forense en Holanda, Bélgica, Suecia,
Dinamarca, Alemania y Hungría, aunque en cada país hay una utilización y un nivel de
desarrollo diferente. Los perros son herramientas perfectas para desarrollar esta técnica,
ya que con su olfato son capaces de detectar y diferenciar perfectamente los distintos
olores. Y dado que cada individuo posee una huella olorosa, se podría pensar que este
método de investigación criminal es infalible a la hora de descubrir culpables de
crímenes. Odorología forense Hacen falta más estudios para demostrar que el olor es
único,específico e irrepetible No solo es cuestión de olfato canino Pero la realidad no es
tan sencilla, por varias razones. Si bien hay estudios que demuestran que cada individuo
posee un olor propio determinado por una serie de componentes de olor, lo que no tiene
respaldo científico es que esta composición sea única e irrepetible. Otro tema a tener
muy en cuenta es la dificultad para captar la muestra de olor y emplearla en una
identificación positiva con un margen de error compatible con las técnicas probatorias.
La posibilidad de contaminación de evidencias es una realidad. Existe un alto riesgo de
contaminación de la escena del crimen por el personal interviniente y por la
transferencia de olores de una escena del crimen a otra a través de las herramientas
empleadas en cada caso, como son los pinceles e incluso los polvos. Y todo ello desde
el mismo momento del crimen, pasando por el proceso de investigación, hasta el
almacenamiento, conservación y posterior utilización de las muestras. alt="pincel para
recoger pruebas escena crimen" Las mismas herramientas utilizadas para recoger
pruebas (pinceles, polvos…) podrían transferir olores de una escena a otra Quizás el
mayor problema al que se enfrenta la Odorología forense como técnica de investigación
criminal es la concluyente realidad de que el hecho de que un olor esté presente señala
presencia y contacto. Pero no es evidencia de responsabilidad o participación en el
hecho delictivo. Mientras no se consiga un riguroso aval científico que asegure todas
estas cuestiones, existirá una sombra de duda que, por obvios motivos judiciales, impide
que la Odorología forense sea en muchos países – incluída España- una técnica de
investigación criminal complementaria al resto de los peritajes probatorios que se
aportan a cada proceso.
Fuentes: http://www.tecnicasdeinvestigacioncriminal.com/ARTICULOS/Odorologia
%20Forense.pdf http://www.colcrim.cl/los-pinceles-empleados-para-revelar-huellas-
dactilares-pueden-contaminar-evidencias-de-adn/ https://www.fbi.gov/