CRITERIOS DIAGNÓSTICOS PARA LA CONDUCTA ADICTIVA

Nombres y Apellidos: Miguel Aguilar Beltrán Edad: 20 años Sexo: M

C.T.: Nueva Vida – Cieneguilla Tiempo de internamiento: 03 meses

Drogas de consumo: Alcohol (10 años), Marihuana (6 años), PBC (4 años), Cocaína (3 años)

Examinador: Luis A. Fecha: 09/10/2010

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS VERBALIZACIÓN EN LA ENTREVISTA

“Desde que me levantaba pensaba en buscar dinero para
comprar droga y consumir (…)”
Obsesión-Compulsión
“(…) Me escapaba de mi casa para andar con mis amigos,
incluso robaba para comprar droga”.
“Primero comencé con el alcohol, al principio era cerveza,
luego consumí de todo: ron, pisco y todo lo que tuviera
alcohol y no paraba hasta quedarme privado (…)”
Pérdida de autocontrol
“(…) Ya no sólo consumía alcohol, luego probé marihuana
para ver qué se siente; de allí fumé PBC y coca porque
quería sentirme mejor (…)”
“A veces, cuando no consumía, me ponía a pensar toda la
noche en qué hacer para conseguir plata para ir a comprar
droga, no dormía (…)”

“Cuando probaba un kete después de días que no

Síndrome de abstinencia consumía, me empezaba a palpitar fuerte el corazón, como
si estuviera asustado (…)”

“Cuando no probaba nada de droga, me asustaba por

todo, me ponía muy nervioso, me iba de un lado a otro, no
quería estar en mi casa, discutía con mis padres seguido”.
“Cuando comenzaba a probar alcohol, tomaba muy poco,
una botella yo solo en toda la noche, lo hacía los fines de

Incremento del nivel de tolerancia
Abandono de placeres naturales
Persistencia en el consumo
Su vida gira en torno al consumo
semana; después llegué a tomar todos los días hasta caer
dormido en algún parque”.
“Lo más feo de la marihuana es que no podía pasar un día
sin fumar un troncho puro, nunca me gustaron los mixtos.
“Dejé de jugar fútbol, salir con mi enamorada sólo para
consumir”
“Prefería estar solo para poder consumir sin que nadie me
moleste”.
“Yo sabías que lo que estaba haciendo estaba mal, porque
a veces me daba cuenta cuando mi mamá o mi hermana se
preocupaban por mí; no comía, no dormía, andaba sucio,
me perdía por varios días. Lo peor de todo era cuando me
tiraron un sablazo en la espalda y en ningún hospital me
querían atender, pero igual continué fumando pasta”.
“Me alejé de mi enamorada y de mi mamá por estar
metido en la droga; mis estudios universitarios lo dejé por
las malas juntas; y mi trabajo lo hacía a la hora que quería
porque mi papá cuando me veía borracho me daba
permiso para llegar tarde (es que lo ayudo en su negocio)”.