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Dos ejes de su vida: la búsqueda de Dios y la pasión por las almas (cf. 56).

Firme y comprensivo frente a los


retos que presentaba los protestantes (p.56) Su estrategia fue la formación de buenos católicos, como la
levadura en la masa, de ahí también el esfuerzo por la dirección espiritual (p.57). Si bien es cierto ya en otras
ocasiones había habido intentos de proponer libros de espiritualidad dirigidos a los laicos (per es. Vita e
dottrina de santa Catalina de Génova o la Vida interior de Cotón, los intentos de la devotio moderna etc.)
será la Filotea la que tendrá el mérito de proponer la devoción en un modo más perfecto (cf.58), se trata de
un proyecto de santificación al interior del mundo, hacer de cada condición de vida humana (estado de vida
diríamos hoy) un medio de perfección que el llamará verdadera devoción. Presenta una argumentación
optimista con la cual busca combatir las tentaciones y la mala tristeza que turba el alma

Oración mental o cordial (cf. 61-62):

Preparación: ejercicio de la presencia de Dios (considerando la omnipresencia de Dios particularmente en el


corazón y haciendo uso de la imaginación de la humanidad del Señor), invocación de Dios o los santos,
enunciación del misterio (haciendo uso de la imaginación-composición de lugar).

Centro: Suscitar afectos sobre lo que se considera para hacer resoluciones

Final: Acción de gracias, súplica y un “ramillo” que mantendrá viva la intención.

Profundiza la dinámica de la dirección espiritual, buscando penetrar en manera profunda y aguda los datos
que tienen que ver con la persona, para él se trata de llegar a la perfección de la caridad llevando al alma a
vivir la “santa indiferencia” (cf. P. 66)

«La devoción viva y verdadera presupone el amor de Dios. Mejor dicho, no es otra cosa que el verdadero
amor de Dios, y no un amor cualquiera; pues cuando el amor divino embellece nuestras almas se llama
gracia, y aunque nos hace gratos a su divina majestad; cuando nos comunica la fuerza necesaria para bien
obrar, se llama caridad; pero cuando llega a tal grado de perfección que no solamente nos hace obrar bien,
sino que nos impulsa a realizar todas nuestras acciones cuidadosa, frecuente y prontamente se llama
devoción» (Filotea)

El Tratado del Amor de Dios- salió a la luz el 31 de julio de 1616. Cita mucho a san Agustín (cf. 71) más de
70 veces, considerado más libro de piedad que teológico. Enfatiza mucho la voluntad en cuanto la potencia
con la cual se ejercita el amor, optimista de la naturaleza humana y de la conveniencia entre Dios y el
hombre. (cf. 72. I, 15). El amor lleva al alma a realizar un acto de sumo abandono en Dios que el santo
llamará “santa indiferencia” (Cf. 73) y esto se hace en medio de pruebas y arideces. La oración comienza a
ser considerada en su perspectiva mística con un carácter dialógico y relacional (cf.75) La oración es mística
porque la conversación es toda secreta y nada se dice en ella entre Dios y el alma que no sea de corazón a
corazón, con una comunicación que no puede ser participada si no de lo que la hace (cf. 75)
Recomendará el uso sobrio de la imaginación, considerando que si es posible no usarla en la oración se hará
mejor. La contemplación es un amor que procura atención a las cosas divinas(cf. 76). “No discursiva e
intensamente amorosa, voluntarista y afectiva” (76)

El alma: parte baja o sensible, esfera del sentido o sentimiento por la cual se discurre en base a lo percibido
por los sentidos; parte superior o espíritu, que asocia con lo intelectual que a su vez se subdivide en ciencia
humana, fe y punta suprema (en la que el espíritu se aquieta por una mirada simple o un simple afecto, lugar
de las virtudes teologales y la gracia, donde el conocimiento se funde en el amor). Cf. 77. Voluntad-.es
superior y actúa así: por su afinidad con el bien, complacencia con el bien, tensión permanente para procurar
la unión con el objeto amado, búsqueda de medios para alcanzarlo, consumación final de esa unión. (libro I,
su antropología)

Principios teóricos

Libro I: voluntad como sede del amor y describe el amor en general y el amor de Dios en particular. La
voluntad de Dios rige a todas las potencias y pasiones del hombres, incluso al amor. El amor divino
prevalece sobre los demás amores. A Dios no se le puede amar sin la gracia.

Donde empieza en sí el Tratado

LIBRO II: origen del amor divino, que son las perfecciones infinitas de Dios, con las que arrastra nuestra
voluntad engendran en ella el amor. De la caridad divina proceden todas las gracias para llevar al hombre a
la fe, esperanza, penitencia y caridad perfecta. Las acciones más pequeñas pueden disponer al hombre para
tal cosa.

De las perfecciones divinas consideradas en sí, De los beneficios divinos, máxime la creación, la
conservación y la redención; de los impulsos de la gracia sobre el hombre libre; de la fe, la esperanza, la
contrición y los atractivos de Jesucristo.

LIBRO III. Progreso y perfección del amor. El amor de las criaturas no debe sobreponerse al amor a Dios. El
amor crece en el alma: por las obras buenas y por la gracia (nunca ausente de quien ama). La gracia y la
acción hermanadas van conduciendo al alma hacia la perfecta unión que se consuma en el cielo.

LIBRO IV. Peligros que pueden determinar la decadencia y la ruina de la caridad. El hombre puede
abandonar a Dios, yendo tras las criaturas: por la inconstancia de su voluntad, por la flaqueza humana ante
las tentaciones, por su propia miseria, incapaz de amar si la gracia no le ayuda.

LIBRO V. Las principales maneras de ejercitar el amor, la primera se desdobla en dos complacencia-
condolencia, benevolencia. A los que luego agregará la oración, la conformidad y la sumisión (santa
indiferencia)

La complacencia: por el gozo de ver amado y honrado a Dios,


La condolencia, por la compasión a Jesús doliente y la pena por los pecados

La benevolencia: Desea que Dios sea conocido amado y servido en la tierra, suspira por amarle y verle
amado en el cielo; se une con ardor a las alabanza que Dios se tributa a sí mismo.

LIBRO VI: Describe 5/7 grados de oración. Movimiento de amor afectivo por el cual se busca amar lo que el
ama (oración), movimiento de amor efectivo para hacer su voluntad. Def. Oración “Cierta conversación
mediante la cual el alma trata con Dios tiernamente sobre su amabilísima bondad para unirse y gozar de
ella”.

Meditación: “cuidadoso y reiterado pensamiento proprio para producir afectos buenos o malos”, primera en
la acción, mirada minuciosa, requiere esfuerzo

Contemplación: “amorosa, simple y permanente atención del espíritu a las cosas divinas”, segunda en
consecución, mirada sencilla, no requiere esfuerzo

«Meditamos para recoger el amor de Dios, pero cuando lo hemos recogido, contemplamos a Dios y nos
apegamos a su bondad por la suavidad que el amor nos hace encontrar en ella. El deseo de obtener el amor
divino nos hace meditar, pero el amor ya obtenido nos hace contemplar, ya que el amor nos hace descubrir
una suavidad tan placentera en el objeto amada que el espíritu jamás podría quedar saciado de verlo y
considerarlo» (Teótimo)
Quietud: Recogimiento o “repliegue de todas las facultades hacia el Amado, que asu vez las trae por la
fuerza de su suavidad”. Que puede llegar al reposo o sueño de las potencias.

Efusión: “La extrema complacencia del amante sobre la cosa amada produce cierta impotencia espiritual en
el alma para permanecer en sí misma; cual bálsamo derretido, que no tiene firmeza ni solidez, ella se deja ir
y derramar en lo que ama, no se arroja de manera violenta ni se adhiere en forma de unión, sino que
dulcemente se desliza como líquido y se funde en la amable divinidad”

Herida de amor: “El corazón enamorado de su Dios y deseos infinitamente de amarle, ve que ni puede
amarle lo suficiente, ni desear suficientemente amarle”. Puede llegar hasta la llaga.

LIBRO VII: 2/7 grados de oración

Rapto: “actos y movimientos particulares que el alma concentra en Dios a manera de oración, para unirse y
juntase más y más en su divinidad” Dependiendo de su duración se llama arrobamiento (es corto, Dios nos
atrae y eleva a sí) o éxtasis (es prolongado, nos salimos y permanecemos fuera de nosotros mismos para
unirnos a Dios). La perfección de la unión se da cuando es pura y estable.

Tres tipos de éxtasis:

 Entendimiento: que es luz y se produce por admiración


 Del afecto: que es fervor y se produce mediante la devoción
 De la acción: que es acción y se produce por la operación

Señales del éxtasis verdadero y santo: 1) nunca se adhiere al entendimiento tanto como a la voluntad, la cual
permanece como fuera de sí, caldeada y llena de potente amor a Dios, de manera que, si el éxtasis es más
bello que bueno, más luminoso que cálido, más especulativo que afectivo, resulta muy dudoso y digno de
sospecha. 2) No sólo la exacta observancia de los mandamientos (que esta fuera de la sola fuerza natural,
pero que permanece dentro de la esfera de la inclinación natural) sino también de las inspiraciones por las
cuales Dios nos pone por encima de los instinto e inclinaciones de la naturaleza pero que no son irracionales.

Muerte de amor: el supremo efecto del amor afectivo

LIBRO VIII: el amor de conformidad, por el que unimos nuestra voluntad a la voluntad de Dios, de tres
maneras por la obediencia a sus mandamientos, por la docilidad a sus consejos y por la atención a sus
inspiraciones.

LIBRO IX: unión de nuestra voluntad con la voluntad divina de beneplácito y la práctica de la santa
indiferencia.

Por el amor de sumisión, unimos nuestra voluntad al beneplácito de Dios. Así nos unimos por el abandono
al divino beneplácito, por la santa indiferencia (un afecto o apego al querer divino que lleva al alma a psar
por encima de los propios afectos y repugnancias naturales, para unirse sólo a la voluntad de Dios) y por la
muerte de nuestra propia voluntad. Se trata de amarlo en las consolaciones, en sus mandatos e inspiraciones
y en las tribulaciones.

Libro X: dulzura del amor a Dios y al prójimo por Dios. El amor del hombre a Dios ha de reinar sobre el
propio corazón, ha de regular los afectos dedicados a las criaturas y ha de imitar el amor de Jesucristo
hombre.

Libro XI: cómo el amor perfecciona y hace agradables a Dios todas las demás virtudes, obras y perfecciones
(ver Tabla)

Libro XII: últimos consejos para progresar en el amor divino.

 El amor a Dios no depende de la complexión orgánica


 No es estorbado por las habituales ocupaciones
 Se mantiene en el trabajo santificado
 Se avalora inmolando a Dios la libertad
 Tiene su mejor escuela en el calvario
Dinámica Ascendente Dinámica descendente
Descripción en base la caridad
de los dones del Espíritu Santo (Leyendo hacia arriba desde el (Leyendo hacia abajo desde la
temor hasta la sabiduría) sabiduría hasta el Temor)
Juntamos nuestra voluntad a la Luego de haber saboreado los
La sabiduría es el amor que
divina para saborear (sabiduría) favores divinos, el alma se llena
saborea gusta y experimenta la
y sentir las ternuras de su de celo y es ungida con los
dulzura y suavidad de Dios
incomprensible bondad perfumes de la caridad
El entendimiento es el amor
Unimos nuestro entendimiento a Baja al entendimiento tomando
atento para intuir y penetrar la
Dios para penetrar los rasgos de incomparable claridad y se provee
belleza de las verdades de la fe
su infinita hermosura de los conceptos y máximas más
para conocer por ellas a Dios en
excelentes para la gloria de la
sí mismo, y descendiendo de ahí,
belleza divina
considerarlo en las criaturas
El consejo es el amor en cuanto Con el don de consejo se advierte
nos hace cuidadosos, atentos y Escogemos por el consejo los porque medios hacer entrar en el
hábiles para escoger bien los medios propios para ello espíritu del prójimo el gusto la
medios aptos a servir a Dios estima de la divina dulzura
santamente
Nos estimulamos recibiendo santa
La fortaleza es el amor que Con la fortaleza tomamos ánimo
fortaleza para allanar las
estimula y anima al corazón para contra todas las dificultades de la
dificultades que estorben en
cumplir cuanto el consejo ha empresa
nuestro intento
determinado que debe hacerse

La ciencia es el mismo amor que Se empieza a predicar por el don


nos tiene atentos a conocernos a La ciencia nos enseña el mal que
de ciencia, exhortando a las
nosotros mismos y a las criaturas debemos amar y el mal que
almas al seguimiento de las
para llevarnos a un conocimiento hemos de huir
virtudes y la huida de los vicios
más perfecto del servicio que
debemos a Dios
La piedad es el amor que Se trata de imprimirles santa
dulcifica el trabajo y nos emplea piedad para que reconociendo a
La piedad nos estimula a hacer el Dios como Padre amantísimo le
cordial y agradablemente, con
bien obedezcan con temor
todo afecto filial, en obras gratas
a Dios, nuestro Padre
Les instamos a temer los divinos
juicios, a fin de que, mezclando el
Temor es el amor que nos temor de condenarse [temor
El temor nos hace abandonar el
impulsa a evitar cuanto servil] con la filial reverencia
mal
desagrada a su Divina Majestad. [temor filial] abandonen con más
generosidad la tierra y suban al
cielo con nosotros
Dinámica Ascendente (Leyendo Dinámica descendente (Leyendo
Descripción en base la caridad de
hacia arriba desde el temor hasta la hacia abajo desde la sabiduría
los dones del Espíritu Santo
sabiduría) hasta el Temor)

Juntamos nuestra voluntad a la Luego de haber saboreado los


La sabiduría es el amor que saborea divina para saborear (sabiduría) y favores divinos, el alma se llena de
gusta y experimenta la dulzura y sentir las ternuras de su celo y es ungida con los perfumes de
suavidad de Dios incomprensible bondad la caridad

El entendimiento es el amor atento


Baja al entendimiento tomando
para intuir y penetrar la belleza de
Unimos nuestro entendimiento a incomparable claridad y se provee
las verdades de la fe para conocer
Dios para penetrar los rasgos de su de los conceptos y máximas más
por ellas a Dios en sí mismo, y
infinita hermosura excelentes para la gloria de la
descendiendo de ahí, considerarlo
belleza divina
en las criaturas

El consejo es el amor en cuanto nos Con el don de consejo se advierte


hace cuidadosos, atentos y hábiles Escogemos por el consejo los medios porque medios hacer entrar en el
para escoger bien los medios aptos propios para ello espíritu del prójimo el gusto la
a servir a Dios santamente estima de la divina dulzura

La fortaleza es el amor que estimula Nos estimulamos recibiendo santa


Con la fortaleza tomamos ánimo
y aima al corazón para cumplir fortaleza para allanar las
contra todas las dificultades de la
cuanto el consejo ha determinado dificultades que estorben en nuestro
empresa
que debe hacerse intento

La ciencia es el mismo amor que nos


tiene atentos a conocernos a Se empieza a predicar por el don de
La ciencia nos enseña el mal que
nosotros mismos y a las criaturas ciencia, exhortando a las almas al
debemos amar y el mal que hemos
para llevarnos a un conocimiento seguimiento de las virtudes y la
de huir
más perfecto del servicio que huida de los vicios
debemos a Dios

La piedad es el amor que dulcifica el


Se trata de imprimirles santa piedad
trabajo y nos emplea cordial y
La piedad nos estimula a hacer el para que reconociendo a Dios como
agradablmente, con todo afecto
bien Padre amantísimo le obedezcan con
filial, en obras gratas a Dios, nuestro
temor
Padre

Les instamos a temer los divinos


juicios, a fin de que, mezclando el
Temor es el amor que nos impulsa a
temor de condenarse [temor servil]
evitar cuanto desagrada a su Divina El temor nos hace abandonar el mal
con la filial reverenacia [temor filial]
Majestad.
abandonen con más generosidad la
tierra y suban al cielo con nosotros

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