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CAPÍTULO I: LA ADORACIÓN

1.1 El Corazón de la adoración


El corazón de la adoración es rendirse, entregarse. La palabra rendición es poco popular, es
tan fea como la palabra sumisión. Implica derrota, y nadie quiere ser un perdedor. La
rendición evoca imágenes desagradables: reconocer la derrota en la batalla, darse por vencido
en un juego o ceder frente a un oponente más fuerte. Casi siempre se usa en contextos
negativos. Los delincuentes son atrapados y entregados a las autoridades.

La cultura actual es competitiva, nos enseña a que nunca podemos darnos por vencidos y que
nunca debemos rendirnos; no se oye mucho hablar de rendirse. Si todo se trata de ganar,
rendirse es inconcebible. Preferimos hablar de ganar, triunfar, superar las dificultades y
conquistar; nada de ceder, someternos, obedecer o entregarnos. Pero la entrega a Dios es el
corazón de la adoración. Es la respuesta natural al asombroso amor y misericordia de Dios.

Nos entregamos a Él, no por temor u obligación, sino por amor, “porque Él nos amó primero”.
Después de escribir once capítulos de la carta a los romanos, explicando la increíble gracia
de Dios con nosotros, Pablo nos exhorta a entregar nuestra vida a Dios en adoración: “por lo
tanto, mis amigos, mediante la inmensa misericordia de Dios hacia nosotros…ofrézcanse a
Dios como sacrificios vivos, dedicados a su servicio y agradables a Él. Esta es la verdadera
adoración que deben ofrecer.”

La verdadera adoración –agradar a Dios – se da cuando nos entregamos completamente a


Dios. La primera y la última palabra de ese versículo son las mismas: ofrezcan. Ofrecerte a
Dios es la esencia de la adoración. A este acto de entrega personal se le llama de diversas
maneras: consagración, que Jesús sea el Señor de nuestras vidas, tomar la cruz, morir al Yo,
ponerse en manos del Espíritu, pero lo que importa es lo que se haga, no cómo se le llame.
Dios quiere nuestra vida: toda nuestra vida. El 95% no es suficiente.
Hay tres obstáculos que bloquean nuestra entrega total a nuestro Dios: el temor, el orgullo y
la confusión. No nos damos cuenta de cuánto nos ama Dios, queremos controlar nuestra
propia vida y malinterpretamos lo que significa la entrega.

1.2 Adoración hacia Dios


La adoración es la actitud del corazón que nos lleva al pleno servicio y entrega a Dios. Es
todo lo que hacemos en servicio y todo lo que hacemos a causa de nuestra entrega a Él. La
adoración procede del corazón, de uno que ama al Señor.

El principal ingrediente para la adoración es el amor:

a) Instinto/precisión: todos nacemos con el instinto de adorar a Dios y esto es evidente


en cada cultura raza y religión de cada nación, pero algunos adoran a los “dioses”
falsos, aun el ateo más determinado adora su incredulidad, porque la palabra adorar
significa darle valor supremo a algo. El instinto en cada uno de nosotros de adorar
a Dios es puesto en nosotros por el mismo creador Dios.
b) Deseo en nuestros corazones: debe de haber un deseo profundo de darle supremo
valor a Dios, de ponerlo en primer lugar y vivir una vida de adoración a Él. El deseo
es el primer paso, pero no hacemos nada con el deseo, debe convertirse en decisión
y hechos.
c) Decisión: cuando tenemos una relación con Dios la adoración a Él es de suma
importancia. La adoración como acto en sí es un tiempo de expresarle a Él nuestro
amor y de recibir amor de Él. Es más fácil tomar la decisión cuando el deseo de
adorar a Dios y expresarle tu amor te lleva a experimentar la adoración libre y
espontánea.
d) Disciplina: la disciplina es la puerta para el crecimiento la falta de ella viene a ser
uno de los mayores estorbos en establecer la obra de Dios, es necesario un espíritu
de servicio que es parte de la disciplina como ministros de Dios debemos ser
disciplinados en todo.

-Disciplina en nuestro temperamento (humildad), Proverbios 16:32


-Disciplina en nuestra conversación, Proverbios16:24, Mateo12:37
-Disciplina en nuestra manera de vestir, 1 Timoteo 2:9-10
-Disciplina en la puntualidad. Diligentes-prestos a servirle al Señor sin pereza,
Romanos 12:11

e) Libertad: la adoración es la esencia de la libertad física, emocional y espiritual.


Cuando en tu corazón hay amor almacenado hacia alguien, lo querrás expresar.
Permite que la relación amorosa que tienes con el Señor surja en forma expresiva
y creativa pues servimos a un Dios creativo. Ya que Él es el creador.

1.3 La adoración como estilo de vida


La adoración es un estilo de vida. Demasiados cristianos están haciendo “el acto del
domingo”. Esto no agrada a Dios. ¡Él debe sentirse frustrado en que los cristianos solo vayan
a llenarse, llenarse y llenarse los domingos para en la semana permitir que sus pilas se agoten
para volver el domingo a LA REGARGA!

Por el contrario, nuestro estilo de vida debe ser una que refleje a Jesús en todo tiempo, porque:
“mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo” 1 Juan 4:4.

Una “receta” que he aplicado a mi vida y ministerio que podrá revolucionar tu camin ar con
el Señor:
1er ingrediente “Buenos días, Jesús _ tú a Él”
Salúdalo como el amigo que es. Jesús es tu amigo eterno. ¡¡¡Trátalo como tal se cortes y dale
los “buenos días!!!”.

2do ingrediente “Te amo_ tú a Él”


Leer la Biblia y orar debe ser algo que haces a diario. Jesús quiere comunicarse con nosotros
a diario Él está interesado en todo lo que hacemos.

3er ingrediente “Hola Jesús te ama, tú a otros”


Eres la luz del mundo, eres la sal de la tierra.
Refleja en tu persona, conversación, hábitos, actitud y manera de vestir a Jesús, también que
tus palabras produzcan vida a quienes te rodean.

4to ingrediente “Domingo Salmos 100:4”


Agradece al Señor TODO lo que recibiste en la semana. Agradece al Señor el amor, la paz,
la benignidad, la bondad, la fe, la mansedumbre y templanza…
En otras palabras, la adoración fluye de ti porque haz hecho de la adoración un estilo de vida.
Y al llegar el domingo tú tendrás mucho por lo cual alabar a Dios.

Haz del domingo un tiempo de dar libertad y fluir el amor que sientes en tu corazón, por el
único que merece todo JESUCRISTO.

1.4 La Adoración y el Danzante


La danza como adoración santa, tantas personas están en contra de la danza y lo que es peor,
la danza en La Iglesia.

La definición de la danza es “hacer una serie de movimientos” y la definición de movimiento


es “el estado de mover o ser movido, o de actividad” (el contraste de la quietud y el reposo)
al nacer, lo primero que hiciste después de tomar tu primer suspiro, ¡¡¡fue hacer tus primeros
movimientos de danza!!!

Permíteme recordarte:
¿Quién es el creador de todas las cosas? Jesús
¿Quién es que pervierte todas las cosas? Satanás
¿A quién prefieres escuchar al hombre o a Dios?

Libérate de tradiciones de hombres que restringen, atan y apagan el Espíritu. Sal de la mentira
y cree cada palabra que Dios te dice a través del Espíritu Santo hoy.

¡Se libre!
¡Adora al Señor!
¡Danza delante de Él!

1.5 Prioridades o Requisitos:


1. Recibe al Señor Jesús en tu corazón como tu Señor y Salvador.
2. Deseo de adorar a Dios en espíritu y verdad (estilo de vida).
3. Llamado, una visión o un sueño o una impresión que has recibido en tu corazón en
cuanto a cierto ministerio en particular; y luego recibir entrenamiento en esa área y
pasar tiempo “a los pies de Jesús”.
4. Nombramiento sujetarse bajo cobertura espiritual generalmente de tu pastor- quizás
has empezado tu entrenamiento al aprender a ministrar mientras esperas el
nombramiento ya sea en tu iglesia o en los ministerios que el Señor te dirija.
5. Unción: de tu amor hacia el Dios viviente es de donde empezaras a recibir su unción
y este fluir se mantiene una relación amorosa y floreciente con el Señor.
1.6 ¿Soy o no soy un Adorador?
Adorar es reverencia ante nuestro Dios y nuestra adoración es inigualable ante los ojos de
Dios. Si somos adoradores, somos ofrenda pura y santa ante los pies de Dios cuando venimos
y nos postramos en señal de agradecimiento como un fiel adorador.

Llegamos a ser ministros de Dios entregándonos en espíritu y en verdad . Solo tú y Dios saben
cómo lograr esa receta, no lo hagas por hacerlo más bien, ten un encuentro con Dios y verás
que te mostrará no solo eso, sino infinidad de cosas hermosas que puedes llegar a
experimentar cuando en verdad quieres ser un adorador.

1.7 El corazón del Danzor


Jeremías 17:9
El corazón es perverso y engañoso ¿Quién lo conocerá? Del corazón salen los malos
pensamientos… Cosas que contaminan al hombre. Pero Dios nos ha dado la oportunidad de
que ese corazón sea cambiado: esto es a través de Jesucristo. En el pacto que Dios hizo con
el hombre a través de Jesús nos dice que Él mismo pondrá sus leyes en nuestros corazones
por lo que venimos a ser nuevas criaturas y un cambio se produce en nosotros por medio del
Espíritu Santo.

Pero se requiere que el creyente este adherido a la vid que es Cristo. De aquí la importancia
que el Danzor procure tener su corazón en el tesoro de Dios. Debemos cada día esforzarnos
para aprender a ser como Jesús: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas.”
Bienaventurado los de limpio corazón porque ellos verán a Dios. Mateo 5:8.
El Corazón del danzor debe:

• Tener Amor: Si no hay amor en nuestros corazones, de nada nos vale lo que hacemos.
• Ser humilde.
• Sencillo.
• Integro y recto.
• Sensible al Espíritu: Esto viene por una comunión con el Espíritu Santo y por conocer
su presencia.
• No Vanidoso: No es coqueto con las cosas del mundo, no se exhibe.

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