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INFORME

“LÓBULO TEMPORAL”

PROGRAMA:
Maestría en Intervención Psicológica

ASIGNATURA:
Neuropsicología

AUTORES:

Gonzales Alvarado, Alfredo Jose


Ruitón Ramírez, Hahelita Filomena
Saavedra Clendenes, Karla Gianina
Sánchez Rivera, Hugo Martin
Sancho Fernández, Eneri Pamela

DOCENTE:
Dra. Placencia Medina, Elba Yolanda

TRUJILLO - PERÚ
2021
LÓBULO TEMPORAL

1) DEFINICIÓN

El lóbulo temporal es uno de los seis lóbulos principales, de cada


hemisferio del cerebro. Es una porción del encéfalo que se encarga de
participar más que todo en el proceso de la memoria, la audición y el
lenguaje.

2) ANATOMÍA (PORTELLANO, 2005)

Si hablamos de ubicación del lóbulo temporal, según la literatura, este


comprende todo el territorio situado por debajo de la Cisura de Silvio y
su prolongación, limitando con el lóbulo occipital y parietal por su zona
posterior. Se localiza a los lados de la cabeza, por detrás del frontal.

Según su procedencia histológica, más o menos reciente, se divide en:

a) Neocórtex: superficie externa que se encuentra constituida por 6


capas, distribuidas en cuatro circunvoluciones:

● Circunvolución de Heschl (Áreas 41 y 42)


● Plano temporal (Área 22)
● Circunvolución temporal media (Áreas 21, 37 y 38)
● Circunvolución temporal inferior (Áreas 20 y 37)

b) Paleocórtex: Superficie interna que tiene una procedencia


filogenética más primitiva y está conformada por tres capas que
forman las siguientes áreas:

● Circunvolución fusiforme
● Circunvolución parahipocámpica
● Uncus
● Hipocampo
● Amígdala

En la cara inferior o basal de cada lóbulo temporal la distribución


histológica es doble, neocortical y paleocortical, ubicándose la
circunvolución fusiforme y parte de las circunvoluciones temporales,
hipocámpicas y del uncus.

3) LOCALIZACIÓN

Leyenda:
Lóbulo temporal (color fucsia)

ÁREAS DE BRODMAN FUNCIONES

21, 20,37 Memoria

22,42, Audición secundaria

22,37 Reconocimiento de rostros

Asociación visual y auditiva,


20,21,37,38
reconocimiento de objetos

20 Integración de elementos visuales

Área de asociación auditiva: comprensión


22
del lenguaje oral
37 Procesa letras y palabras

Interviene en los comportamientos de


28, 34
respuesta al reconocimiento de olores
Área Hipocampal: activación de
27, 28,34,35,36,48
condiciones emocionales
Audición primaria, recibe información
40, 41
bilateral

4) IRRIGACIÓN

La arteria cerebral media presenta ramas corticales (orbitaria, frontales,


parietales y temporales) y centrales (estriadas).

En la porción insular de la cerebral media se originan tres arterias:

● La arteria temporal anterior se distribuye hacia la corteza del


lóbulo temporal anterior.

● La arteria temporal posterior se distribuye hacia la corteza del


lóbulo temporal posterior.

● La arteria temporal media se distribuye hacia la corteza del lóbulo


temporal entre las arterias anterior y posterior.

5) CONEXIÓN

Funciona como parte del sistema auditivo y cognitivo como la memoria y


lenguaje, gracias a las neuronas que se sitúan en este región, y también
a las conexiones nerviosas que presenta con la amígdala, el tálamo,
hipocampo, corteza prefrontal, sistema límbico y con las otras áreas
cerebrales. Cuando se encuentra afectada la persona manifiesta
síntomas y signos que nos permiten identificar los daños en esta parte
del cerebro.
6) FUNCIONES (PORTELLANO, 2005)

a) Audición

En la Circunvolución de Heschl, (Áreas 41,42) podemos encontrar


las áreas auditivas primarias, las que son responsables del
procesamiento sensorial de los estímulos auditivos procedentes del
oído interno. Cada uno de los lóbulos temporales recibe información
auditiva procedente de los dos hemisferios, ya que las vías auditivas
son dobles: unas transmiten información al mismo hemisferio,
mientras que otras cruzan al hemisferio opuesto, siendo estas
últimas más gruesas que las vías ipsilaterales.

Las zonas posteriores del lóbulo temporal contienen las áreas


auditivas de asociación, las que son responsables de la
interpretación de los sonidos lingüísticos, musicales o de otro tipo.

b) Integración sensorial multimodal

La zona posterior del lóbulo temporal, en convergencia con las áreas


visuales, es responsable de la integración de las informaciones
visoauditivas, permitiendo dotar de significado a los estímulos
visuales.

c) Memoria

La importancia del lóbulo temporal, como centro de almacenamiento


de la información, se conoce desde 1899, cuando Bekcherev
describió alteraciones de la memoria, las que fueron causadas por
lesiones temporales. Las zonas internas de este lóbulo,
especialmente el hipocampo y las estructuras adyacentes, son los
principales centros de registro mnémico, permitiendo el archivo de la
información a corto plazo y así facilitar la consolidación de la
memoria.

La zona externa del lóbulo temporal también participa en los


procesos mnésicos, aunque no de un modo tan específico como la
zona medial.

Existen distintos tipos de memoria, entre los que encontramos:

● Memoria de trabajo: se refiere a la capacidad de mantener


cantidades limitadas de información en el flujo de la conciencia,
que puede manipularse para realizar tareas cognitivas complejas
como el razonamiento, la comprensión y el aprendizaje.

El concepto evolucionó a partir de, y ha reemplazado en gran


medida, ideas anteriores sobre la memoria a corto plazo, pero los
términos no deben usarse indistintamente, ya que la memoria de
trabajo implica tanto un almacenamiento de memoria a corto
plazo como la capacidad de manipulación.

● Memoria a corto plazo: Es un sistema de retención y


almacenamiento con capacidad y duración de varios segundos.
La memoria inmediata permite el archivo sensorial de la
información, con una capacidad limitada que engloba el análisis
de la información a nivel sensorial en áreas cerebrales
específicas. Se incluyen en la MCP tareas como la repetición de
6-8 dígitos, el recuerdo inmediato de un número de teléfono, la
repetición de una frase, el recuerdo de alguna secuencia visual
que acabamos de presenciar o la repetición de una serie rítmica.

● Memoria a largo plazo: Es la capacidad para retener la


información durante periodos más prolongados de tiempo o de
manera permanente. La MLP también se refiere a la capacidad
para evocar la información después de un intervalo de tiempo en
el que el sujeto ha centrado su atención en otra tarea. La MLP
nos permite codificar, almacenar y recuperar informaciones y
tiene una capacidad teóricamente ilimitada, ya que a lo largo de la
vida podemos seguir realizando sucesivos aprendizajes como
montar en bicicleta o aprender nuevos idiomas. La MLP es un
sistema distinto al de la MCP, y depende del circuito de Papez,
siendo su paradigma el caso del paciente HM. En la mayoría de
las amnesias suele estar afectada alguna modalidad de MLP.

● Memoria sensorial: Es el registro inicial de la información a


través de los receptores sensoriales. Los distintos estímulos
auditivos, olfatorios, luminosos, táctiles, etc, acceden al cerebro a
través de los órganos de los sentidos. Se cree que existen dos
procesos en la MS: el primero consiste en realizar la “fotografía
instantánea” del estímulo; el segundo mantiene la huella sensorial
durante un período inferior a un segundo. Esto permitiría el
reconocimiento del estímulo o la posible participación de la
memoria a largo plazo. La memoria sensorial se desvanece
rápidamente si no participan otros sistemas, en cuyo caso la
información es transferida a otros sistemas de memoria para su
procesamiento. La MS tiene una amplia capacidad y una breve
duración, estando formada por un conjunto de sistemas
correspondiente a cada uno de los canales sensoriales
estimulados: memoria icónica o visual, memoria auditiva o ecoica,
memoria táctil, memoria olfativa y memoria gustativa.

d) Lenguaje comprensivo

Desde tiempos de Wernicke, en 1874, se conoce la implicación del


lóbulo temporal en el procesamiento del lenguaje comprensivo.

El Área 22, corresponde anatómicamente al Plano Temporal, siendo


la zona donde se sitúa el Área de Wernicke, que es el principal
centro de lenguaje comprensivo. En la mayoría de las personas, el
Área de Wernicke está localizada en el lóbulo temporal izquierdo,
siendo la zona especializada en la codificación fonológica y
semántica del lenguaje.

El homólogo de Wernicke, situado en el Área 22 del hemisferio


derecho, tiene funciones pragmáticas relacionadas con la prosodia,
permitiendo distinguir las distintas entonaciones del lenguaje y
siendo más activo en el procesamiento de los estímulos auditivos no
verbales como los sonidos del entorno o la melodía musical.

e) Regulación emocional

El lóbulo temporal proporciona una tonalidad afectiva a todas las


informaciones gracias a las estrechas relaciones que establece con
el sistema límbico. Es responsable de añadir propiedades
connotativas o emocionales a los estímulos, asociando propiedades
afectivas a estímulos particulares.

La cara interna de los lóbulos temporales, denominada también


corteza de asociación límbica, es responsable del procesamiento
emocional de los estímulos sensoriales gracias a la acción
concertada de diversas estructuras como la amígdala o el
hipocampo.

7) PATOLOGÍAS (PORTELLANO, 2005)

a) Trastornos auditivos

● Las lesiones de la corteza auditiva primaria, en casos


leves, pueden producir dificultad para discriminar sonidos
aislados o discriminación defectuosa de sonidos presentados
simultáneamente.
● Las lesiones unilaterales de las zonas auditivas primarias
no tienen un efecto notorio sobre la agudeza auditiva, ya que
se produce compensación gracias a la existencia de vías
cruzadas y no cruzadas.

● La lesión bilateral completa de las áreas auditivas


primarias, correspondientes a la Circunvolución de Heschl,
produce sordera cortical, caracterizada por la pérdida de
audición asociada a sentimientos anosognósicos que le
impiden el reconocimiento de su defecto.

● La lesión de las áreas auditivas del lóbulo temporal


izquierdo produce deficiente capacidad para la discriminación
de los sonidos del habla, mientras que las lesiones homólogas
del lado derecho producen discriminación defectuosa del
ritmo, sonoridad, timbre y memoria tonal en la música, así
como dificultad para la localización de los sonidos.

● Pérdida Auditiva (Acusia o Sordera): La pérdida de la


audición puede ocurrir cuando alguna de las partes del
sistema auditivo no funciona de la manera normal.

● Hipoacusia: Se define como la pérdida de la capacidad


auditiva produciéndose una dificultad o imposibilidad para oír
normalmente.

Como consecuencia de ciertas lesiones de la zona lateral superior del


lóbulo temporal de cualquier hemisferio pueden aparecer paracusias o
alucinaciones auditivas elementales (sonidos diversos, murmullos, etc.),
mientras que las alucinaciones auditivas complejas (temas musicales,
por ejemplo) se relacionan más con lesión del hemisferio dominante.

b) Agnosias auditivas
La lesión de las áreas asociativas del lóbulo temporal produce
agnosias auditivas, con deterioro en la capacidad para reconocer el
significado de los estímulos acústicos no verbales, sin que existan
déficits sensoriales. Existen diferentes modalidades de agnosia
auditiva que afectan a la comprensión de sonidos, el reconocimiento
de la música o el reconocimiento verbal.

● Amusia: Este trastorno también denominado amusia sensorial,


es un déficit adquirido que afecta a la capacidad para
reconocimiento de las características de la música como el tono,
el ritmo o la melodía. Esta incapacidad para el reconocimiento
musical se presenta en personas con audición normal en
compañía de afasia o de sordera verbal pura. La amusia está
causada por lesión unilateral o bilateral de las áreas temporales
mediales que procesan la música, estando frecuentemente
implicadas las Áreas 22 y 42 de Brodmann (Adrian, 1991). Se
observan síntomas diferenciados dependiendo del hemisferio
dañado.

❖ Tras lesiones del hemisferio derecho se presenta dificultad


para el reconocimiento de la melodía o dificultad para
identificar otros elementos como el ritmo.

❖ Tras lesiones del hemisferio izquierdo resulta alterada la


capacidad para la lectura de partituras musicales, la
interpretación de melodías o la capacidad para el juicio de
las cualidades de las melodías musicales.

Aunque existe una clara asimetría en el procesamiento musical


en la población general, el modelo tiende a variar en función del
grado de entrenamiento. Es frecuente que las personas con
mayor adiestramiento musical, tengan predominio del oído
derecho en pruebas de escucha dicótica cuando escuchan series
tonales, o lo que es lo mismo, presenten ventaja del hemisferio
izquierdo para el procesamiento musical, al contrario de los que
sucede en las personas que no tienen formación musical. De esta
manera, se comprueba que el entrenamiento musical tiende a
transformar el procesamiento gestáltico de las personas sin
formación musical, en otro de signo más analítico, dirigido por el
hemisferio izquierdo (Bleutel & Klimchak, 2004).

● Agnosia para los sonidos: Es la incapacidad para identificar el


significado de los sonidos no verbales como por ejemplo el canto
de un pájaro o el sonido de una alarma. Las personas afectadas
perciben los sonidos como si fueran similares, confundiéndose
entre sí. La lesión se localiza en las Áreas 42 y 22. Si la lesión
afecta al hemisferio derecho, se produce agnosia para los sonidos
que impide discriminar el componente perceptivo. Si la lesión
afecta al lóbulo temporal izquierdo la dificultad para identificar los
sonidos se debe a una alteración en la capacidad de atribución
semántica. Aunque la agnosia para los sonidos puede
presentarse como un déficit aislado, sin embargo, es más
frecuente que se manifieste en asociación con la amusia. Cuando
la agnosia para los sonidos está causada por lesiones bilaterales,
el paciente tiene sordera cortical con grave incapacidad para
discriminar la naturaleza de todos los sonidos de su entorno.

● Agnosia verbal: También se denomina agnosia verbal pura y se


define como la incapacidad para comprender sonidos verbales,
estando preservada la capacidad de reconocimiento de sonidos
no verbales, en ausencia de otras alteraciones del lenguaje. Las
lesiones causantes se localizan en el giro temporal izquierdo. Se
produce una desconexión entre las áreas auditivas primarias y el
Área de Wernicke (Áreas 22 y 42). Fue descrita por vez primera
en 1885 por Lichtheim, quien comprobó que determinadas
lesiones cerebrales provocan una pérdida en la capacidad para la
comprensión, la repetición y la escritura al dictado, a pesar de que
estaban preservadas la lectura, la escritura espontánea y el
lenguaje oral. Los afectados no comprenden el significado de las
palabras a pesar de que no existen alteraciones del lenguaje
simbólico.

c) Trastornos de percepción visual

Las lesiones del lóbulo temporal no producen grandes deficiencias


sensoriales en la visión, pero sí pueden generar trastornos en la
percepción visual, ya que son responsables de la integración
multimodal de las experiencias visuales con todas las otras formas
de percepción sensorial que llegan desde los receptores espaciales y
desde los sentidos corporales.

Generalmente las alteraciones visuales causadas por lesiones del


lóbulo temporal producen dificultades para la denominación.

d) Trastornos del lenguaje

Las lesiones del lóbulo temporal pueden producir distintas


modalidades de afasia, especialmente Afasia de Wernicke, Afasia de
conducción y Afasia anómica. Otras lesiones provocan trastornos del
lenguaje de naturaleza no afásica, con problemas para el
establecimiento de asociaciones entre palabras sencillas (perro-
gato).

La lesión del Área 22 (corteza de asociación temporal izquierda) se


ha asociado con alteraciones en la capacidad para el reconocimiento
de palabras. La Afasia de Wernicke se vincula a una lesión de esta
área en el hemisferio izquierdo, mientras que, en otros casos más
extremos, se produce sordera para las palabras.

e) Trastornos de memoria
● La extirpación bilateral y completa de los lóbulos
temporales mediales produciría amnesia anterógrada masiva,
con efectos dramáticos, ya que impediría el aprendizaje de
cualquier tipo de nuevo material.

● La lesión del hipocampo produce pérdida de memoria


directamente proporcional a la cantidad de tejido lesionado o
extirpado, aunque no afecta al recuerdo inmediato de material,
como por ejemplo recordar una serie de dígitos. En cambio, sí
se verá afectado el recuerdo del material aprendido hace
algunos minutos o varias horas.

● Las lesiones temporales izquierdas afectan más a la


memoria verbal (listas de palabras, historias cortas, etc),
mientras que las lesiones temporales derechas afectan a la
memoria de figuras geométricas, mapas, caras y melodías.

f) Epilepsia del lóbulo temporal

Las características neuropsiquiátricas y neuropsicológicas de la


epilepsia del lóbulo temporal han sido muy estudiadas, ya que están
asociadas a numerosas alteraciones emocionales.

Lennox introdujo por vez primera el término de epilepsia del lóbulo


temporal para referirse al conjunto de alteraciones emocionales que
se producían como consecuencia de las lesiones del lóbulo temporal
que acompañan a la epilepsia. Con frecuencia, estos pacientes
presentan síntomas característicos como pegajosidad, pedantería,
excesivas preocupaciones religiosas, verborrea, paranoidismo y
tendencia a los ataques de agresividad.

La lobectomía temporal produce efectos similares a los de la


epilepsia del lóbulo temporal, existiendo un efecto diferenciado según
la localización de la lesión, ya que las lesiones del lóbulo temporal
derecho se asocian más estrechamente con paranoia,
comportamiento pedante, egocentrismo, verborrea y actitud
pegajosa, que las homólogas del lóbulo temporal izquierdo.

El término de “personalidad epiléptica”, durante muchos años, sirvió


para definir a los sujetos que junto a la epilepsia del lóbulo temporal
presentaban las alteraciones emocionales descritas; sin embargo, la
utilización de este término ha sido definitivamente desechada, dada
la intensa variabilidad que existe entre los sujetos que presentan esta
modalidad de epilepsia. En más de la mitad de los cuadros de
epilepsia del lóbulo temporal, se aprecia un cambio significativo de la
conducta sexual, siendo más frecuente la disminución del interés
sexual. Esta circunstancia podría estar causada por el efecto de la
actividad bioeléctrica anormal en las estructuras temporales y
límbicas.

g) Síndrome de Klüver-Bucy

Como consecuencia de determinados procesos demenciantes,


traumáticos, infecciosos o vasculares, pueden resultar destruidas
amplias zonas de la corteza temporal medial, incluyendo amígdala,
uncus e hipocampo, lo que produce Síndrome de Klüver-Bucy, que
se caracteriza por estos síntomas:

● Conducta pasiva, con gran placidez e indiferencia frente a


estímulos externos.

● Hiperoralidad, con ingesta compulsiva de alimentos e incluso


de cosas no comestibles.

● Hipermetamorfopsia, caracterizada por la tendencia a tocar los


objetos de manera impulsiva y continuada, como
consecuencia de la dificultad para el control de la atención
sostenida.
● Hipersexualidad que puede llegar a ser de tipo indiscriminado,
aunque este síntoma sólo ha sido descrito en simios, a los que
se les ha inducido experimentalmente la lesión del lóbulo
temporal.
● En animales experimentales desaparecen las respuestas de
miedo aprendidas por condicionamiento, como consecuencia
de la destrucción de la amígdala.

8) FACTORES NEUROPSICOLÓGICOS, DEFINICIÓN Y ÁREAS


CEREBRALES QUE INVOLUCRAN (CABRALES, 2014)

FACTOR FUNCIÓN ÁREA CEREBRAL

Zonas temporales del


Garantiza la diferenciación
hemisferio izquierdo o
Oído fonemático de sonidos verbales del
derecho para algunos
idioma
idiomas

Estabilidad de la huella Zonas temporales


Retención audio-
mnésica en la modalidad medias del hemisferio
verbal
audio verbal izquierdo

Percepción y producción
adecuada de rasgos
Temporo-Parieto-
esenciales, su ubicación y
Perceptivo Analítico Occipital hemisferio
las relaciones espaciales
izquierdo
entre los elementos de la
situación
Percepción y producción
adecuada de la forma Temporo-Parieto-
Perceptivo global general, de los aspectos Occipital hemisferio
métricos y las proporciones Derecho
de objetos

9) DIVISIONES FUNCIONALES DE LA CORTEZA CEREBRAL

a) Áreas primarias y de asociación

La corteza cerebral externa está constituida por cuatro lóbulos:


temporal, parietal, occipital y frontal, cada uno de los cuales consta
de áreas funcionales primarias y asociativas, especializadas en la
recepción e interpretación de las informaciones sensoriales y en la
programación, supervisión y ejecución de las actividades motoras y
el comportamiento. La mayor parte de la corteza cerebral en la
especie humana corresponde a corteza asociativa, a diferencia de
cualquier otra especie animal. Las áreas de asociación están
constituidas por las áreas secundarias y las áreas terciarias, aunque
no todos los autores aceptan esta subdivisión de la corteza
asociativa, por no existir límites funcionales ni anatómicos precisos
que delimiten bien las áreas secundarias de las terciarias. Los Mapas
de Brodmann se utilizan para la localización de las principales áreas
funcionales de la corteza cerebral.

Las áreas secundarias son las responsables de codificar las


informaciones recibidas en las áreas sensoriales primarias,
realizando la síntesis de los elementos de cada modalidad sensorial.
Son áreas unimodales, ya que integran las informaciones
correspondientes a los distintos parámetros sensoriales (brillo, color,
movimiento, timbre, tono, vibración...), produciendo una percepción
globalizada dentro de cada modalidad. También son responsables de
programar las secuencias necesarias para realizar las actividades
motoras. Su lesión no produciría déficit sensorial o motor, sino
dificultades perceptivas o deficiente programación de los
movimientos (agnosias y apraxias).

Las áreas terciarias son centros de integración de la información,


responsables del trabajo coordinado de los distintos analizadores,
capaces de producir esquemas supramodales que forman la base de
los procesos simbólicos y de las actividades cognitivas complejas.
Las áreas terciarias constituyen –en definitiva– la esencia del cerebro
asociativo y la base de la actividad mental. Sus lesiones producen
trastornos del pensamiento de mayor gravedad.

Las áreas asociativas del cerebro humano se localizan en la corteza


prefrontal, el Área occipito-parieto-temporal y el sistema límbico.

10) ÁREAS CORTICALES DE BRODMANN (PORTELLANO, 2005)


a) Corteza prefrontal

Ocupa la zona anterior del lóbulo frontal y constituye la base de los


procesos de pensamiento más específicos y simbólicos de la especie
humana, estando implicada en funciones motoras, cognitivas y
comportamentales. Aquí se produce la intencionalidad, supervisión y
control del comportamiento, lo que globalmente se define como
Funciones Ejecutivas.

Su lesión no produce trastornos sensitivos ni parálisis, aunque puede


alterar gravemente la programación del pensamiento y la conducta.
Sus lesiones pueden provocar síntomas afaso-apracto-agnósicos, así
como síndrome disejecutivo, con pérdida de motivación e
incapacidad para el control y la regulación del comportamiento.

b) Corteza occípito-parieto-temporal

Se localiza en la convergencia de los tres lóbulos posteriores del


cerebro y es responsable de combinar e integrar la información
sensorial visual, táctil y auditiva, facilitando el desarrollo de los
procesos perceptivos complejos. En esta zona del hemisferio
izquierdo se encuentra situada el Área de Wernicke, principal centro
del lenguaje comprensivo. Sus lesiones provocan dificultad para
interpretar el significado de los estímulos sensoriales (agnosia),
incapacidad para realizar de modo satisfactorio la secuenciación de
actividades motoras (apraxia) o trastornos del lenguaje comprensivo
(afasia).

c) Corteza límbica

Filogenéticamente es la zona más primitiva del cerebro asociativo y


guarda una estrecha relación con los procesos mnémicos,
motivacionales y emocionales. Está situada en las caras internas de
ambos hemisferios, en torno al cuerpo calloso y sus lesiones pueden
producir alteraciones en el control de las respuestas emocionales, así
como dificultades para la adquisición y el archivo de nuevas
informaciones.

11) Unidades funcionales

a) Unidad sensorial

La Unidad Sensorial del córtex cerebral es un bloque funcional


situado en la parte posterior del cerebro, por detrás de la Cisura de
Rolando. Está formada por los lóbulos parietales, temporales y
occipitales. Consta de áreas sensoriales primarias y de asociación en
cada uno de los tres lóbulos; éstas últimas están situadas en la
convergencia de los tres lóbulos parietales, occipitales y temporales.

La corteza sensorial primaria incluye las áreas que reciben


directamente información sensorial a través de las fibras tálamo-
corticales. Su lesión produce déficits sensoriales, dependiendo de la
modalidad sensorial que resulte afectada. La integración de todas las
informaciones sensoriales primarias se realiza en las áreas
asociativas occípito-parieto-temporales.

Sus lesiones no producen ceguera, sordera o pérdida de


sensibilidad, pero provocan agnosias, impidiendo comprender e
integrar el significado de los estímulos sensoriales. Las áreas
sensoriales primarias del córtex cerebral humano son las siguientes:

● Corteza gustativa: Está situada en el opérculo parietal,


siendo responsable de las sensaciones gustativas. Una lesión
bilateral provocaría graves alteraciones de la sensibilidad
gustativa.

● Corteza somestésica: Se localiza en el lóbulo parietal y es


responsable del procesamiento de las sensaciones
propioceptivas, nocioceptivas, táctiles y termoalgésicas. Es
una zona cortical relacionada con la discriminación del tacto,
dolor, temperatura y sensibilidad cinestésica. Su
representación en la corteza parietal recibe la denominación
de Homúnculo Sensorial de Penfield, que es la representación
contralateral de las sensaciones somestésicas procedentes de
la superficie externa e interna del cuerpo. Su lesión produce
alteración en las sensaciones de presión, forma, textura y
tamaño de los objetos.

● Corteza auditiva: Localizada en el lóbulo temporal, recibe las


proyecciones de los núcleos geniculados mediales del tálamo
y es responsable de la recepción de los estímulos auditivos.
Sus lesiones pueden producir déficits auditivos.

● Corteza visual: Está situada alrededor de la Cisura calcarina


del lóbulo occipital y recibe las informaciones visuales
procedentes de ambas retinas a través de los cuerpos
geniculados del tálamo. Su lesión provoca pérdida de
capacidad visual.

● Corteza vestibular: Es responsable de recibir las


informaciones correspondientes al equilibrio y la cinestesia y
su base anatómica se localiza en áreas de los lóbulos
parietales y temporales, en estrecha relación con el sistema
auditivo y el cerebelo.

b) Unidad motora

La Unidad Motora del cerebro humano se localiza en el polo anterior


del cerebro, ocupando el lóbulo frontal, que es el de mayor superficie
y el de mayor importancia funcional en la especie humana.

Las áreas motoras primarias están situadas inmediatamente por


delante de la Cisura de Rolando. Su función consiste en iniciar los
movimientos voluntarios, siendo el lugar donde se originan las fibras
que finalizan en el tronco cerebral y en la médula espinal,
permitiendo la realización de movimientos por los músculos efectores
Al igual que las áreas somestésicas primarias, las áreas motoras
primarias contienen una representación del organismo, denominada
Homúnculo Motor de Penfield, que es la representación contralateral
de la apariencia que tendría un ser humano si las diferentes partes
de su cuerpo estuvieran desarrolladas en proporción directa a la
densidad de unidades motoras que contienen los músculos estriados
(Figura 3.7). La lesión de las áreas motoras primarias produce
parálisis contralateral.

Las áreas motoras de asociación están constituidas por la corteza


premotora (secundarias) y las áreas terciarias, más específicamente
asociativas. La corteza premotora se sitúa delante de las áreas
motoras primarias y es responsable de controlar los programas
necesarios para que éstas ejecuten adecuadamente las actividades
motoras. Su lesión produce distintos tipos de apraxias y afasia. Las
áreas motoras terciarias no corresponden al Área prefrontal, en la
zona anterior del lóbulo frontal.

Homúnculo somatosensorial de Penfield

12)MEMORIA (ROSSELLI, MATUTE Y ARDILA (2010)

La memoria es una de las funciones más sensibles a problemas


neurológicos y psicológicos de cualquier índole. Un adecuado análisis de
los defectos de memoria es un elemento esencial dentro de la
evaluación neuropsicológica. El objetivo de la evaluación de memoria no
sería en consecuencia simplemente afirmar o negar la presencia de
trastornos mnésicos: se pretende determinar cuál es el elemento
deficitario dentro del proceso de memoria.

Se deben incluir pruebas que evalúen la capacidad de registro (o


codificación), de almacenamiento y de recobro. Siempre se deben incluir
técnicas de recobro libre y técnicas de recobro mediado a través del
reconocimiento. La depresión, por ejemplo, puede reducir
significativamente el desempeño del niño en pruebas de memoria. El
niño deprimido se beneficia con técnicas de reconocimiento, ya que su
problema está en la capacidad para recuperar la información y no en el
proceso de almacenamiento. Factores emocionales adicionales, como
por ejemplo la ansiedad, pueden comprometer la habilidad del niño para
adquirir nueva información.

De igual manera, la inatención y la falta de motivación pueden simular


un problema real de memoria. El niño con trauma encefálico, por el
contrario, presenta problemas auténticos en el almacenamiento de
nueva información; en ellos, su desempeño en tareas de reconocimiento
se verá afectado. Recientemente se ha enfatizado la importancia que
tiene evaluar los procesos de metamemoria en el niño. La metamemoria
se refiere a las estrategias que el cerebro del niño desarrolla para
almacenar o para recobrar la información almacenada. Niños con
alteraciones en las funciones ejecutivas, tales como desorganización y
planeación pobre de la conducta, pueden demostrar un desempeño
reducido en pruebas de memoria (Baron, 2004).

Defectos de memoria generalizados secundarios a demencia son poco


habituales en la niñez; las alteraciones globales de memoria pueden ser
comunes en cambio, en niños con daño axonal difuso secundario a
hipoxia o a trauma. Obviamente, el síndrome amnésico es más evidente
cuando este daño ocurre en las estructuras cerebrales que controlan los
procesos de memoria. Otras condiciones neurológicas que pueden
manifestarse en alteraciones de memoria son la epilepsia crónica,
condiciones metabólicas, tumores, cisticercosis e intoxicaciones.

El lóbulo temporal y las estructuras del sistema límbico: el hipocampo y


sus conexiones, se ha relacionado con el proceso de almacenamiento
de nueva información y con el recobro de la información recientemente
adquirida. Lesiones en estas regiones del cerebro producen una
pronunciada amnesia, tanto anterógrada; incapacidad para adquirir
nuevos aprendizajes, como retrograda; dificultades para recobrar
información ya almacenada.
La etapa de registro de la información, estaría mediada por las áreas
corticales posteriores y las regiones cerebrales involucradas en los
procesos atencionales: lóbulo frontal, sistema reticular y núcleos
talamicos. Pacientes con lesiones focales de las áreas corticales
posteriores de asociación, y pacientes con disfunciones del lóbulo
frontal, pueden tener un problema de registro de la información
secundario bien sea al defecto agnósico específico, o al trastorno
atencional respectivo. Las dificultades de metamemoria han sido
asociadas con disfunciones de los lóbulos frontales.

En la selección de las pruebas de evaluación de la memoria se deben


incluir aquellas que evalúen los diferentes tipos de memoria: inmediata,
a corto plazo y a largo plazo. Igualmente se debe evaluar el patrón y la
curva de aprendizaje de nueva información. Idealmente se debe
considerar la memoria dentro de las modalidades verbales y no
verbales. Defectos exclusivamente de memoria verbal pueden ser
sugestivos de una disfunción del hemisferio cerebral izquierdo, y un
decremento en la memoria no verbal con conservación de la verbal
podría ser un indicativo de compromiso del hemisferio derecho.

La prueba más usual en niños para la evaluación de memoria verbal es


la Prueba de la Memoria Verbal de California (CVLT-C) (Delis y cols.
1994). Esta prueba requiere del aprendizaje de una lista de 16 palabras
después de presentarse durante cinco ensayos consecutivos.
Posteriormente, se lee una lista interferente y se vuelve a preguntar la
lista inicial de palabras.
Existe una condición de recobro diferido: después de 20 minutos. Se
utilizan técnicas de recobro libre, recobro con ayudas semánticas y
técnicas de reconocimiento. Rosselli y cols. (2001) hicieron una
adaptación al español del CVLT-C y obtuvieron datos normativos en una
población colombiana de 6 a 11 años de edad. Otra prueba infantil en
español que incluye el aprendizaje de palabras es el test de aprendizaje
verbal España-Complutense Infantil (Benedet, Alejandre y Pamos
(2001).
Por otra parte, la batería ENI (Matute y cols., 2007) ofrece una
subprueba para evaluar la curva de aprendizaje verbal de niños entre los
5 y 16 años; ésta incluye una lista de 9 o 12 palabras que pertenecen a
tres categorías semánticas (animales, frutas, y partes del cuerpo) y que
se le presentan al niño en cuatro ensayos consecutivos. El análisis de
las asociaciones semánticas (recobro consecutivo de palabras dentro de
la misma categoría semántica) le permite al evaluador determinar las
estrategias que el niño utiliza para lograr el aprendizaje de estas
palabras. Además, la batería ENI proporciona información sobre el
recobro de esta información verbal en una memoria diferida permitiendo
la evaluación de la memoria verbal a largo plazo.

Típicamente la evaluación clínica de la memoria a largo plazo se hace


pidiéndole al paciente que recuerde cierta información (p. ej., lista de
palabras, una historia) presentada 20 o 30 minutos antes.

Para evaluar la memoria verbal inmediata se utilizan los dígitos en


progresión, repetición de una serie de números en el mismo orden en
que se escuchan; mientras que los dígitos en regresión, repetición de
una serie de números en orden inverso al que se escuchan, se han
considerado una forma de memoria a corto plazo del tipo memoria
operativa. Es frecuente incluir además el recobro inmediato de una
historia como una prueba adicional de memoria verbal a corto término.

● EJEMPLO DE UNA HISTORIA QUE SE USA PARA EVALUAR


MEMORIA VERBAL A CORTO Y A LARGO PLAZO
“El miércoles, la Señora Pérez fue de compras a la tienda que
está a cuatro cuadras de su casa. Tenía que comprar un kilo de
harina y dos barras de mantequilla para hacer un pastel porque al
día siguiente, ella y su esposo tenían una reunión. Al ir
caminando por la calle, un hombre se le acerco, la tomo del brazo
y le robo la cartera, por lo que no pudo comprar los ingredientes
para hacer el pastel. Entonces, una amiga le obsequio un pastel,
y así pudo solucionar su problema.”
13)DESCRIPCIÓN DE LAS FUNCIONES MENTALES

a) Atención: Es aquel enfoque interno (hacia lo que sucede en el


cuerpo) y externo (hacia lo que nos rodea), todo a través de los
estímulos. De ella dependen otras funciones mentales como: el
aprendizaje y la memoria, las funciones ejecutivas, etc.
Este es un proceso coordinado por diferentes estructuras cerebrales
como: el lóbulo frontal, la región cingular, el lóbulo parietal posterior
del hemisferio derecho, el tálamo que funciona como punto de
control, etc.

Clasificación de la atención:

● Alteramiento: Estar despierto y mantener la alerta.

● Atención Focalizada: Capacidad para centrar niveles de


intensidad de atención sobre el estímulo.

● Atención sostenida: Capacidad para mantener la atención en


el tiempo.

● Atención selectiva: Capacidad de diferenciar estímulos


relevantes o aquellos que damos prioridad.

● Atención alternante: Capacidad de cambiar el foco de


atención de un estímulo a otro, o de una tarea a otro, etc.

● Atención dividida: Capacidad de atender más de un estímulo


al mismo tiempo.

b) Conciencia: Este significa tener conocimiento, "saber de", " percibir",


"darse cuenta de", etc. Esto implica tener conocimiento de uno
mismo y del medio. Las estructuras relacionadas con la conciencia
son: el lóbulo frontal., el lóbulo parietal y el tálamo.

c) Percepción: Es un proceso cognitivo que implica el acto de dar


significado a lo captado y permite la interacción entre una persona y
el mundo que la rodea. Desde el punto neurobiológico, el proceso de
la percepción genera en nuestra mente la conciencia de los objetos,
los cuales son captados por los sistemas sensoriales. Tiene la
capacidad de identificación de rostros, de las conductas que otros
realizaran, etc.

d) Aprendizaje y memoria: Se refiere a la adquisición de información,


producido por la experiencia y reflejado en el comportamiento. La
memoria es un proceso que permite conservar la información
adquirida, así como la capacidad de actualizar algo sucedido.

Para memorizar y recordar se debe seguir una secuencia de pasos y


estos son:

● Descodificación y adquisición de información: Información


recibida.
● Almacenamiento: Fijación de información en el cerebro.

● Recuperación: Evocación consiente cuando el sujeto necesita


información.

e) Memoria a largo plazo: Mantiene Información por largos periodos


de tiempos hasta toda la vida.

f) Memoria a corto plazo: Maneja Información en periodos cortos de


tiempo, considerándose una memoria presente.

g) Lenguaje: Es una función cerebral que está constituida por un


conjunto de signos tanto verbales como no verbales, se configura
como la principal forma de expresión y comunicación humana.
En ciertas lesiones cerebrales se alteran las áreas de control del
lenguaje como: las afasias, impidiendo la expresión, comprensión, la
lectura y la escritura.

h) Emociones: Se han descrito 6 tipos básicos de respuestas


emocionales, las cuales son: alegría, tristeza, ira, miedo, desagrado y
asombro. Hay muchas estructuras implicadas en la formación de las
emociones, una de ellas es el hipocampo y la amígdala, los cuerpos
mamilares, el tálamo anterior, etc.

i) Pensamiento: Este hace referencia a la capacidad del cerebro de


formar ideas y relacionarlas. En la corteza pre-frontal se encuentra el
asiento neurobiológico del pensamiento y esta es la base de la
formación del pensamiento abstracto. Así mismo este es la facultad
que permite resolver problemas, extraer conclusiones y aprender.

14)CASO

a. Descripción clínica:

Paciente mujer de 61 años, diestra, consulta por presentar movimientos


involuntarios, incontrolables, en ambos miembros superiores. Los
movimientos se iniciaron hace aproximadamente 8 meses, primero en el
brazo, y pasados tres meses en pierna derecha. Los movimientos fueron
aumentando su intensidad progresivamente en este mes, no siendo la
paciente capaz de suprimirlos, y consistiendo en sacudidas más o
menos bruscas de predominio proximal, tanto en brazo como en pierna,
y más lentos y a nivel distal. Persisten durante todo el día, y
desaparecen con el sueño profundo, según su esposo. Además,
presenta dificultad para la marcha con arrastre lento de pies, movimiento
corporal lento, somnolencias diurnas, ligera compulsión por la tarde.
Presentaba labilidad emocional, desgano, no disfrute de las cosas,
sentimientos de inutilidad, olvidos.

b. Antecedentes personales:

Hipertensión arterial, diabetes mellitus.

c. Examen Físico Exploración física Neurológica:

Pares craneales, visión por campimetría y lenguaje normales. Pupilas


isocóricas normoreactivas. Balance motor y alteración del equilibrio. No
semiología cerebelosa. Reflejos osteotendinosos presentes y simétricos,
con reflejo cutáneo plantar flexor bilateral. Movimientos bruscos,
proximales, de brazo derecho, con sacudida del mismo hacia fuera y
detrás (en abducción), y más lentos a nivel distal. Movimientos de
sacudida proximal, y algo más lentos, coreiformes, en pierna y pie
derechos, que tienden a suprimirse con la marcha. Además, presentaba
leve blefaroespasmo bilateral (que refería desde joven), y bradicinesia
leve (1/4) en miembro superior izquierdo, sin rigidez ni temblor
asociados.
d. Exploración física:

Afebril, TA 145/90, sobrepeso. Auscultación cardiopulmonar normal,


resto sin hallazgos de interés.

15)CONCLUSIONES

● La localización anatómica del lóbulo temporal situado por debajo


de la Cisura de Silvio y su prolongación, limitando con el lóbulo
occipital y parietal por su zona posterior.
● En el lóbulo temporal se realiza el reconocimiento de caras
implicada en el reconocimiento de objetos, que nos lleva a una
categorizar a los estímulos.

● Los lóbulos temporales son las estructuras cerebrales más


próximas a los oídos, por ello tienen una función clave en el
procesamiento auditivo, contiene el área auditiva primaria (40 y
41 de Brodmann), secundaria y de asociación.

● Las zonas internas de este lóbulo, especialmente el hipocampo y


las estructuras adyacentes permiten el archivo de la información a
corto plazo y así facilitar la consolidación de la memoria.

● Entre las patologías que pueden desencadenar los daños en el


Lóbulo Temporal tenemos: Trastornos auditivos, agnosias
auditivas, trastornos de percepción visual, trastornos de lenguaje,
trastornos de memoria, epilepsia del lóbulo temporal y Síndrome
de Klüver-Bucy.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Aguilar, J. (2011). “Estructura del Sistema Nervioso”. México: Asociación de


Psicología A.C.

Cabrales, A. (2014). Neuropsicología y la localización de las funciones


cerebrales superiores en estudios de resonancia magnética funcional
con tareas. Acta Neurológica Colombiana, 31 (1), 92-100.
http://www.scielo.org.co/pdf/anco/v31n1/v31n1a14.pdf
Cardinali, D. (2007). “Neurociencia aplicada, sus fundamentos”. Editorial
Médica, Argentina.

Chu, A. & Cuenca, S. (2015). Anatomía y Fisiología del Sistema Nervioso.


Ecuador: Ed. UTMACH

Corr, P. (2008). Psicología Biológica. México, D.F. McGrall-Hill.

García, R. (2014). Anatomía y función de la corteza cerebral humana.


Recuperado de:
https://neurorgs.net/docencia/postgraduados/anatomia-y-funcion-de-la
corteza-cerebral-humana-areas-de-brodman/

Kiernan J. (2000). “El Sistema Nervioso Humano”. (7ma ed.). México, McGraw-
Hill Interamericana.

Portellano, J. (2005). Introducción a la neuropsicología. España: McGraw-Hill

Rosselli, M., Matute, E. y Ardila, A. (2010). Neuropsicología del desarrollo


infantil. México: Manual Moderno

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