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ESCUELA DE POSTGRADO

LÓBULOS TEMPORAL Y OCCIPITAL

CURSO:

Neuropsicología

DOCENTE:

Carmen Cristina Campos Maza

INTEGRANTES:

Guevara Araujo, Mery Concepción

Montalvo Caballero, Rocío Leonor

Sanchez Bacilio, Rosa Elvira

Trujillo – Perú

2023
I. INTRODUCCIÓN

La corteza cerebral es la parte del cerebro más icónica y conocida por sus pliegues y
su forma especial de laberinto, su función no es especifica. Lo que sucedes si, que,
diferentes partes de la corteza cerebral se encarga de participar de diferentes
procesos mentales, trabajando todas ellas de manera integrada y coordinada. (Lucas,
2020)

El lóbulo temporal y occipital son dos áreas importantes del cerebro humano que
desempeñan funciones esenciales en la percepción visual, el procesamiento de la
información auditiva, el reconocimiento de objetos y caras, la memoria y la
interpretación del lenguaje. El lóbulo temporal se encuentra en la parte lateral y inferior
del hemisferio cerebral y está involucrado en el procesamiento de la información
auditiva y visual. Contiene áreas especializadas que participan en la identificación y
reconocimiento de estímulos visuales complejos como caras, objetos y escenas.
También alberga el hipocampo, una estructura clave para la formación y recuperación
de la memoria. Pérez et alt. (2020)

Por otro lado, el lóbulo occipital se encuentra en la parte posterior del cerebro y es el
principal centro de procesamiento visual. Aquí es donde se reciben y se procesan las
señales visuales que ingresan a través de los ojos. El lóbulo occipital contiene la
corteza visual primaria, que desempeña un papel fundamental en la percepción de
formas, colores y movimientos. Ambos lóbulos trabajan en estrecha colaboración para
interpretar y comprender el mundo que nos rodea. La información visual y auditiva se
integra en el lóbulo temporal, mientras que el lóbulo occipital se encarga de procesar
los aspectos visuales de dicha información.(Young, 2004)

En resumen, el lóbulo temporal y occipital son regiones cerebrales fundamentales para


la percepción y comprensión de la información visual y auditiva, así como para la
memoria y el reconocimiento de estímulos complejos. Estos lóbulos desempeñan un
papel vital en nuestra capacidad para interactuar con nuestro entorno y comprender el
mundo que nos rodea. De esta manera, al observar la importancia que cumplen
funciones importantes que permiten al ser humano desenvolverse de manera correcta;
sin embargo, cuando hay afectación, pues se evidencian distintas deficiencias; es por
ello la importancia de este estudio.
II. DESARROLLO
II.1. LÓBULO TEMPORAL

El lóbulo temporal es la parte de cada hemisferio cerebral, que se localiza a los


lados de la cabeza, por detrás del frontal. Los lóbulos temporales son dos áreas
que se localizan a los lados del cerebro, y que debido a su posición tiene relación
con la cisura parietooccipital, preoccipital y la de Silvio; es decir, recibe conexiones
del parietal, frontal y el occipital. Manés et alt. (2014)

II.1.1. LOCALIZACIONES CEREBRALES DEL LÓBULO TEMPORAL

Según Feria et alt. (2013) menciona siete localizaciones del lóbulo temporal:

a) Corteza auditiva: En el lóbulo temporal se encuentran las cortezas


auditivas primaria, secundaria y asociativa. Estas zonas del cerebro son las
encargadas percibir los sonidos, realizar la codificación, descodificación e
interpretación de la información auditiva, siendo un elemento indispensable
para la supervivencia y la comunicación.
b) Área de Wernicke: Esta área es la principal encargada de la comprensión
del lenguaje, permitiendo la comunicación verbal entre individuos. Sin
embargo, la producción del lenguaje se da en otra área conocida como
área de Broca, situada en la corteza frontal.
c) Giro angular: Es la que permite la lectoescritura. En ella se asocia la
información visual con la auditiva, permitiendo asignar a cada grafema su
correspondiente fonema y haciendo posible que se produzca un cambio en
el tipo de datos con los que trabaja el cerebro, de imágenes a sonidos con
un componente simbólico.
d) Giro supramarginal: Forma parte del área sensitiva terciaria. Participa en
el reconocimiento táctil, además de participar en el lenguaje. Gracias a ella
somos capaces de reconocer el relieve de letras mediante los dedos y
asociarlas a sonidos.
e) Temporal medial: Engloba la región hipocampal y varias cortezas
relevantes, participa en la memoria y reconocimiento, procesando la
información y ayudando a pasar de memoria a corto plazo a memoria a
largo plazo. El hemisferio izquierdo se encarga de la información de tipo
verbal, mientras que en el derecho se almacenan patrones visuales.
f) Área de asociación parieto-temporo-occipital: Se trata de un área de
asociación que se encarga de integrar la percepción visual, auditiva y
somática. Destaca su participación en la percepción y atención al espacio.
g) Área de asociación del sistema límbico: Se encarga de dotar de
información emocional a las percepciones, integrando emoción y
percepción. Participa también en la memoria y aprendizaje. También, tiene
que ver en la regulación de la conducta sexual y en el mantenimiento de la
estabilidad emocional.

II.1.2. DAÑO O AFECTACIÓN

El ser humano no está exento de sufrir accidentes, enfermedades y alteraciones


que podrían provocar un mal funcionamiento de algunas de las funciones del
cerebro; así que Solís (2014) explica algunos trastornos típicos de la lesión del
lóbulo temporal:

a) Sordera cortical: Es la pérdida total de la facultad auditiva, a pesar de que


los órganos sensoriales funcionan correctamente. Es decir, la información
auditiva llega a los órganos perceptivos, pero no llega a ser procesada por
el cerebro, con lo cual se pierde la percepción del sonido por completo.
Esta alteración se produce por la destrucción de las cortezas auditivas
primaria y secundaria, o las vías nerviosas que acceden a ellas, de ambos
hemisferios.
b) Hemiacusia: Al igual que con la sordera, esta afectación se produce por la
destrucción de la corteza auditiva primaria y secundaria, con la diferencia
de que esta destrucción sólo se ha dado en un hemisferio. De este modo,
se pierde por completo la audición del oído opuesto al hemisferio en el que
se ha dado la lesión, pero dado que las cortezas auditivas del otro
hemisferio siguen estando funcionales la audición es posible por el otro
oído.
c) Prosopagnosia: Se pierde la capacidad de reconocer caras, incluso de sus
seres más queridos. El reconocimiento de personas ha de darse por otras
vías de procesamiento del cerebro. Esta alteración está causada por lesión
bilateral en la zona temporoccipital.
d) Heminegligencia: Causado por la afectación del área de asociación
parieto-temporo-occipital, este trastorno supone la dificultad para
orientarse, actuar o responder a estímulos que ocurren en el lado opuesto
respecto al hemisferio lesionado. Suele aparecer juntamente con la
anosognosia, que es el desconocimiento de la existencia de una alteración.
e) Afasias: Son los trastornos del lenguaje debidos a una lesión cerebral. Los
efectos varían según la localización de la lesión y cuando ésta afecta al
lóbulo temporal hay ciertos síntomas característicos. Destacan la afasia de
Wernicke (se produce una pérdida o dificultad en la comprensión verbal y la
repetición, cosa que provoca graves problemas a quien la sufre), la
anómica (pérdida o dificultad para encontrar el nombre de las cosas,
producida por lesiones en áreas asociativas temporo-parieto-occipitales) o
la sensorial transcortical (en la que hay dificultades en la comprensión, pero
no en la repetición, siendo producto de lesiones en áreas asociativas
temporo-parieto-occipitales).
f) Amnesia anterógrada: Es la incapacidad para grabar en la memoria un
nuevo material; es decir, se imposibilita que el paciente pueda recuperar la
información declarativa de la actividad realizada tras la lesión. Esta
alteración es producida por lesión en lóbulo temporal medial, especialmente
en el hipocampo. Lesiones en el hemisferio izquierdo afectarán a
información verbal, mientras que en el derecho la afectación tenderá a ser
de otras vías o no verbal.
g) Síndrome de Klüver-Bucy: Se trata de un trastorno muy frecuente en
demencias, como el Alzheimer. Esta afectación se caracteriza por la
presencia de mansedumbre, pasividad, hiperoralidad, dificultades de
atención sostenida, desaparición del miedo e hipersexualidad. Se da ante
lesiones del temporal medial a nivel bilateral.

II.2. LÓBULO OCCIPITAL

Los dos lóbulos occipitales son los más pequeños de los cuatro lóbulos
emparejados en la corteza cerebral humana, ambos lóbulos están estructuralmente
separados en sus respectivos hemisferios cerebrales por la separación de la fisura
cerebral (Peña,2017)

II.2.1. LOCALIZACIONES CEREBRALES DEL LÓBULO OCCIPITAL

- El lóbulo occipital está compuesto de las áreas visuales que presentan


relación con la corteza visual primaria y la secundaria.
- Se localiza en la parte posterior de la cabeza, por detrás del parietal, justo
encima de donde se localiza el cerebelo. Importante, se encuentra dividido
en una parte por cada hemisferio cerebral.
- El lóbulo occipital es el lóbulo mas pequeño del hemisferio cerebral,
representa alrededor del 18% del volumen neocortical total (neocórtex).
(Morlan, 2012)

II.2.2. FUNCIONES DEL LOBULO OCCIPITAL

Nos dice Borrego (2019) que el lóbulo occipital se compone de diversas áreas con
funciones especializadas en el procesamiento visual. Estas áreas incluyen:

a) Corteza visual primaria (área V1): Es la primera etapa en el procesamiento


visual y se encarga de recibir los estímulos visuales de los ojos. Aquí se
produce la percepción básica de formas, colores y movimiento.

b) Áreas de asociación visual: Son áreas adyacentes a la corteza visual


primaria y desempeñan un papel importante en el análisis y la
interpretación de la información visual recibida. Estas áreas incluyen la
corteza visual secundaria (área V2) y la corteza visual asociativa (áreas V3,
V4 y V5). Cada una de estas áreas está involucrada en diferentes aspectos
del procesamiento visual, como la detección de bordes, el reconocimiento
de objetos y la percepción del movimiento.

c) Área de la fusiforme facial: Esta área se encuentra en la parte inferior del


lóbulo occipital y es esencial para el reconocimiento y la identificación de
caras. Se cree que la activación de esta área está relacionada con la
habilidad para distinguir y recordar rostros familiares.

d) Área parahipocampal: Situada en la parte medial del lóbulo occipital, esta


área está involucrada en el procesamiento de estímulos relacionados con la
percepción y el reconocimiento de escenas y paisajes, así como en la
navegación espacial.

En conjunto, estas áreas del lóbulo occipital trabajan en colaboración para


procesar y interpretar la información visual recibida a través de los ojos. Desde
la percepción básica de los elementos visuales, como formas y colores, hasta
el reconocimiento de objetos y caras, estas funciones en el lóbulo occipital son
esenciales para nuestra experiencia visual y nuestra capacidad para interactuar
con el entorno.

II.2.3. DAÑO O AFECTACIÓN:

Según Escariz (2019) los daños en el lóbulo occipital pueden tener diversas
consecuencias dependiendo de la ubicación y la gravedad de la lesión. Algunos
posibles problemas que pueden presentarse incluyen:

a) Pérdida de la visión: El lóbulo occipital es responsable del procesamiento


visual, por lo que cualquier daño en esta área puede provocar problemas de
visión. Esto puede manifestarse como ceguera total (ceguera cortical) o como
pérdida parcial de la visión en forma de puntos ciegos, visión borrosa o
dificultad para reconocer objetos.
b) Dificultades en el reconocimiento de caras y objetos: El lóbulo occipital
contiene áreas especializadas en el reconocimiento facial y la percepción de
objetos. Daños en estas áreas pueden llevar a la prosopagnosia, que es la
incapacidad para reconocer caras familiares, así como a la dificultad para
identificar y distinguir objetos.
c) Alteraciones en la percepción del color y del movimiento: El
procesamiento de la información relacionada con el color y el movimiento se
lleva a cabo en el lóbulo occipital. Por lo tanto, daños en esta área pueden
resultar en dificultades para percibir y distinguir colores o para detectar y seguir
movimientos.
d) Problemas de percepción espacial y de navegación: El área
parahipocampal del lóbulo occipital está implicada en la percepción de escenas
y en la navegación espacial. Por lo tanto, lesiones en esta región pueden
ocasionar dificultades en la orientación y en la memoria espacial.

Es importante destacar que los efectos de los daños en el lóbulo occipital pueden
variar en cada individuo y pueden requerir evaluación y tratamiento especializado
por parte de profesionales de la salud, como neurólogos y oftalmólogos, para
abordar de manera adecuada los problemas visuales y de procesamiento
asociados.

.
III. CONCLUSIONES

 El lóbulo temporal integra procesos mentales vinculados a las emociones y


permite que nuestras vivencias dejen una huella en nosotros que va más
allá de lo que podemos explicar con palabras.
 El lóbulo occipital es fundamental en el procesamiento visual, ya que
contiene la corteza visual primaria y áreas de asociación visual. Estas áreas
permiten la percepción de formas, colores, movimiento y la interpretación
de estímulos visuales complejos.
 El lóbulo occipital también alberga el área fusiforme facial, la cual
desempeña un papel clave en el reconocimiento y la identificación de caras.
Lesiones en esta área pueden llevar a dificultades en el reconocimiento
facial, conocida como prosopagnosia.
 El lóbulo temporal está implicado en la percepción auditiva y el
procesamiento de la información relacionada con el lenguaje. Además,
contiene el hipocampo, una estructura fundamental para la formación y
recuperación de la memoria. Daños en el lóbulo temporal pueden resultar
en pérdida de la memoria y dificultades en el procesamiento del lenguaje.
 En conjunto, el lóbulo occipital y el lóbulo temporal desempeñan funciones
vitales en la percepción visual, el reconocimiento facial, la memoria y la
comprensión del lenguaje. Las lesiones o daños en estas regiones pueden
tener consecuencias significativas en estas funciones y requerir
intervención y rehabilitación especializada para mitigar sus efectos.
IV. REFERENCIAS

Borrego, L. E., Arteaga, J. C., Mollineda, K. M., & Guerra, E. C. (2019).


Diagnóstico imagenológico de encefalocele occipital. A propósito
de un caso. Dilemas contemporáneos: Educación, Política y
Valores.
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Escariz Borrego, L., Cedeño Arteaga, J., Mederos Mollineda, K., & Calvo
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en la epilepsia del lóbulo temporal. Revista chilena de neuro-
psiquiatría, 51(2), 137-148.
Lucas Flores, Y. A., & Rodríguez Gámez, M. (2020). El cerebro como
componente del aprendizaje. Atlante Cuadernos de Educación y
Desarrollo, (junio).Recuperado de:
https://www.eumed.net/rev/atlante/2020/06/cerebro-componente-
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Manes, F. y Niro, M. (2014). Usar el cerebro. Buenos Aires: Planeta.
http://www.scielo.org.co/scielo.php?pid=S2011-
30802015000200012&script=sci_arttext
Morlán Gracia, L. (2012). Cerebro emocional: conceptos de historia,
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https://redined.educacion.gob.es/xmlui/handle/11162/169327
Peña, J., Viloria, M., Guía, M., García, M., Díaz, M., Hernández, P., ... &
Meléndez, M. (2017). Canal esfenoido-occipital con
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Pérez, J., Martí, A., Herrera, M., Bottan, J., Burneo, J. (2020). Epilepsia del
lóbulo temporal plus: revisión. Recuperado de:
https://www.neurologia.com/articulo/2020339
Solís, H., López-Hernández, E., & Estrada, F. S. (2014). La barrera
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Neurociencias, 19(1), 42-47.
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Barcelona: Masson. Recuperado de
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