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Áncash ante el bicentenario 1

Asociación de escritores ancashinos

Áncash ante el
bicentenario

Tomo III

Áncash ante el bicentenario 2


Asociación de Escritores Ancashinos
AEA

Áncash ante el bicentenario


© Asociación de Escritotes Ancashinos, AEA
Jirón: Muquiyauyos 131 – Independencia - Lima
Lima, 16 de julio del 2021

Editores:
Danilo Barrón Pastor
Filomeno Zubieta Núñez

Coordinadores:
Julio Villanueva Sotomayor
Juan Rodríguez Jara
Carmela Fry Palacios

Primera edición: 16 de junio del 2021

HECHO EL DEPÓSITO LEGAL EN LA BIBLIOTECA NACIONAL DEL PERÚ


N° 2021-05283
ISBN. 978-612-00-6541-9
Se terminó de diagramar en julio del 2021 en:
Independencia – Lima – Perú

Diagramación y diseño: DBP.


Diseño de carátula: Gustavo Zubieta Bravo

Los textos firmados son de responsabilidad exclusiva de cada autor.

Prohibida la reproducción total o parcial de este texto sin previa


autorización de la Asociación de Escritores Ancashinos.

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Índice del tomo III
Presentación …………………………………………………............................ 07
Prólogo ………………………………………………………………………………..… 09

Capítulo V: Patrimonio e identidad


cultural (II)

Santuarios y festividades contemporáneos:


Cáyac y Conchuyaco.
Armando Zarazú Aldave ……………………………………….………..………… 12
Chiquián: Los trovadores de ayer.
Armando Alvarado Balarezo ……………………………..……………….…..… 20
Festividades huaracinas en transformación.
Omar Robles Torre …………………………..….…………………………………. 29
La Fiesta de las Cruces en Paria.
Organización y participación comunitaria.
Rufa Olórtegui Mariño / Macedonio Villafán Broncano .……………… 44
El regionalismo extremo en la literatura pomabambina.
Herbert Cajo Escudero ………………………………………………………………. 58
Aproximaciones a la literatura piscobambina.
Danilo Barrón Pastor ……………………………………………………………….. 74
Atahualpa en la memoria ancashina.
Wilfredo Kapsoli Escudero …………………………….………..……………….. 107
La ANP, baluarte del periodismo y gremialismo en Áncash.
Ursula Mendoza León ……………………………..…………..……………………. 117
Árbol emblemático, símbolo de la ecología ancashina
Juan Rodríguez Jara …………………………..….……………………………….. 121
Un eucalipto con señorío e historia.
Elmer Neyra Valverde. ………………………………..……………………………. 142
La poesía de Ángel Lavalle Dios y Chimbote.
Anita Perpetua Terry Noriega de Lavalle ……………………………………… 149
Revista Perú visión 25 años de labor al servicio
de la región Áncash
Feliciano Apolinario Espíritu ……………………………………………………… 164
Aproximación a las identidades culturales en Huaraz
Laura Nivin Vargas ……………………………………………………… 168

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Capítulo VI: Personajes que forjaron
identidad

Alexander von Humboldt. Homenaje y gratitud:


doscientos cincuenta años de su nacimiento.
Víctor Hugo Alvítez Moncada ………………………………………………….. 182
Jacinto Palacios Zaragoza: Artista
ancashino del Bicentenario.
Carmela Fry Palacios ………………………………………………….…………… 194
Félix Álvarez Brun: Un ancashino con mente universal.
Bernardo Rafael Álvarez ……………………………………….…………………. 205
Un ancashino en la bioquímica peruana y mundial.
Vladimir Villavicencio Angulo ……………………………………………….….. 212
Personajes de la cultura, el arte y la literatura
en la provincia de Ocros.
Samuel Cornelio Abad ………………………………………………………………… 219
Chavín de Huántar: Personalidades notables que contribuyeron
al desarrollo educativo - cultural del distrito.
Lucio Meza Marcos ……………………………….………………….………………. 239
Los pasos perdidos de Luis Pardo, el bandolero.
Claudio Alfonso Aranda Ibarra ………………………………………………… 247
Eleazar Guzmán Barrón: La energía atómica y la salud.
Luis Alberto Salazar Mejía………………………………………………………. 261
La ecuación del bienestar desde la ciencia
(testimonio de parte).
Agustín Zúñiga Gamarra …………………………………………………………. 279

Capítulo VII: Creación literaria

Relatos.
Manuel Nieves Fabián ………………………………………………………………. 292
Cuentos cortos.
Macedonio Villafán Broncano …………………………………………………… 305
El Huayco que te ha de llevar.
Edgar Alberto Norabuena Figueroa ……………………………….………… 321
Pablo juytu (cuentos).
Ricardo Santos Albornoz………………………………………………………….… 338
Cantos a los fascinantes paisajes de la Novia de los Andes.
Javier Marino Pastor Neyra …………………………………………………….. 356

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Reloj en cuarentena.
Óscar A. Cueva Fernández ………………………………………………….……. 361
Ríos subterráneos (poemas).
Donald Jaimes Zubieta……………………………………………………………… 367
Sonata de plenilunio en los Andes.
Milton Pastor Neyra ………………………………………………………………… 370
Huaraz querido y otros poemas.
Wálter Vidal Tarazona ……………………………………………………………… 378
¡¡¡Piscobamba!!!
Rodolfo Nicolás Moreno Izaguirre ……………………….………………….. 384
Cantos a Luis Pardo.
Efraín Vásquez Veramendi ……………………………………………….…........ 386
Mi bello Áncash querido
Blanca de los Ríos Vivanco ………………………………………………………. 392

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Presentación

La Asociación de Escritores Ancashinos (AEA) presenta el libro Áncash


ante el Bicentenario, un trabajo colectivo que reúne los aportes de los
intelectuales, académicos, ensayistas, críticos y creadores ancashinos
que expresan su voz y sentimiento en una fecha muy especial como es la
conmemoración del Bicentenario de la Independencia Nacional.

Como AEA hicimos un llamamiento a los escritores de nuestro


departamento, como en otras ocasiones, la respuesta no se hizo esperar.
De todos los rincones y desde las más diversas aristas no expresaron sus
opiniones y sentimientos con sus escritos. La cantidad, calidad y variedad
no nos permitió condensarlo en un solo volumen. Tuvimos que ordenar
y clasificar por temas en siete capítulos. Y, como todo no podía
condensarse en un tomo, nos vimos precisados a presentarlo en tres
tomos. La consideración a nuestros lectores y facilitar su lectura fueron
decisivos para esta determinación.

El tomo I que va precedido de un prólogo por el Dr. José Antonio Salazar


Mejía, está conformado de dos capítulos. El proceso de la independencia
en Áncash (1820-1826) reúne estudios relacionados con el proceso de
la independencia en que participaron los pueblos y sus hijos de lo que
hoy es el territorio de nuestro departamento. Pueblos y provincias:
realidad, problemas y perspectivas (I), con estudios donde se realizan
diagnósticos de muchos escenarios locales y provinciales, analizando sus
problemas y esbozando alternativas para superarlos.

El tomo II con el prólogo del Dr. Víctor Unyén Velezmoro, contiene dos
capítulos. Pueblos y provincias: realidad, problemas y perspectivas
(II), como continuación del grupo de estudios incluidos en su primera
parte en el tomo I. Patrimonio e identidad cultural (I), agrupa a los
estudios referidos a las expresiones culturales que dicen mucho de su
diversidad y riqueza que presentan los pueblos de nuestro departamento
que, debidamente conocidos y valorados, contribuyen a forjar y afirmar
identidad cultural.

Finalmente, el tomo III con las palabras iniciales del Dr. Lorenzo
Samaniego Román a manera de prólogo, está conformado por dos grupos
de contribuciones. Patrimonio e identidad cultural (II), como continua-
ción del capítulo anterior incluido en el tomo II. Personajes que forjaron
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identidad y Creación literaria, es el último capítulo que reúne estudios
relativos a los personajes de la historia regional y en la parte final se
incluyen las creaciones literarias en verso y relatos de nuestros colabora-
dores en este género.

La conmemoración del Bicentenario de nuestra Independencia se produ-


ce en un contexto de crisis moral, política e institucional en todas las
esferas del Perú, agravada por la presencia de la pandemia del Covid-19.
Ello no ha sido óbice para que las instituciones como la nuestra ni los
escritores no podamos expresar nuestra voz y sentimiento. Es más, la
fecha, por si sola, es un aliciente para unir esfuerzos y presentar un
producto cultural a las generaciones de hoy, mañana y siempre. Una
necesidad y obligación permanentes que asumimos es la de contribuir a
afirmar y fortalecer nuestra identidad regional y nacional. En este
propósito va para todos Áncash ante el Bicentenario.

Este libro, en tres tomos, hubiera sido imposible sin la participación de


los 68 escritores presentes en sus páginas. A cada uno de ellos nuestro
reconocimiento. Y, con los mejores sentimientos, a todos nuestros
lectores (estudiantes, docentes, intelectuales e interesados) como
nuestro aporte en este Bicentenario del departamento de Áncash y de la
Independencia Nacional.

Lima, junio 15 de 2021

Danilo Barrón Pastor y Filomeno Zubieta Núñez (editores).

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Prólogo
Áncash ante el Bicentenario, en su tomo III, el más extenso, de 380
páginas, contiene los capítulos V, VI y VII, con los siguientes títulos:
Patrimonio e identidad cultural (continuación del Tomo II), personajes
que forjaron identidad y creación literaria.

A nuestro juicio, la identidad cultural se forma conociendo el espacio


geográfico donde se desenvuelve la sociedad, también el proceso
histórico o la Historia desarrollada en ese espacio, cuyo resultado es el
origen y evolución de la cultura en las diferentes regiones de nuestra
Nación.

Áncash, anteriormente, Huaylas, tiene la particularidad de estar formado


por las cordilleras negra y blanca, como resultado de la presencia y
división natural de la cordillera accidental de los andes en nuestro
departamento, de tal modo, se constituyeron tres espacios longitudinales
de sur a norte, que hoy se denominan subregiones: Pacífico, Huaylas y
Conchucos, contando con seis de las ocho regiones naturales del Perú:
costa, yunga, quechua, suni o jalca, puna y cordillera o janca.

Continuando, en el capítulo V: Patrimonio e identidad cultural, los temas


son de carácter religioso, festividades, de la organización y participación
comunitaria, de la literatura y poesía, del recuerdo de Atahualpa en la
memoria colectiva de Áncash, y de un árbol como el eucalipto de 146
años en la plaza principal de Piscobamba.

Estos temas son abordados con mucho conocimiento y calidad por sus
respectivos autores, y no podía faltar la creación poética con un buen
análisis y comentario del poemario "Caminos del viento" de Ángel Lavalle
Dios, poeta tumbecino, que laboró en la Universidad Nacional del Santa.

El capítulo VI: Personajes que forjaron identidad, cumple el objetivo de


hacer conocer y enaltecer a los científicos, académicos, profesionales y
hombres del pueblo en diversas funciones y actividades que han
contribuido enormemente en las tareas que desarrollaron y cumplieron
excelentemente, demostrando inteligencia, creatividad y capacidad
como genuinos representantes de Áncash, cito algunos: Eleazar Guzmán
Barrón, Marino Villavicencio Núñez, Félix Álvarez Brun, Román Robles

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Mendoza, Jacinto Palacios Zaragoza, Marino Gonzales Moreno y nuestro
famoso bandolero Luis Pardo. Mención aparte el naturalista alemán
Alexander von Humboldt.

El capítulo VII: Creación literaria, cierra espléndidamente con las


inspiraciones de narradores y poetas, entre cuentos, leyendas,
tradiciones, tragedias, poemas al amor y a la naturaleza, con un fuerte
sentimiento de ternura al terruño por formar parte de la existencia.

Así, el tomo III de la obra: Áncash ante el Bicentenario, consolida el


objetivo de hacer conocer el interés y la permanente labor de los
intelectuales ancashinos en todas las esferas del conocimiento, que desde
los tomos I y II, se aprecia el esfuerzo desplegado y la preocupación por
trascender y aportar a la cultura nacional desde la independencia hasta
hoy en que se produce la celebración del Bicentenario.

El esfuerzo desplegado por todos los autores ante la acertada invitación


de la Asociación de Escritores Ancashinos para contribuir a la
celebración del Bicentenario, es un momento importante de reflexión de
lo que se hizo y de lo que falta hacer para lograr la auténtica
independencia que significa el bienestar de todos los peruanos, que
todavía no es realidad y que debemos hacerlo colectivamente para lograr
tan carísimo anhelo popular.

Por otra parte, felicitar la preocupación y responsabilidad de los editores


de Áncash ante el Bicentenario, en tres tomos y por haber puesto en
evidencia como la ciencia y la cultura se cultiva con tesón y capacidad en
todo Ancash, apostando por el desarrollo local, regional y nacional, sin
olvidar el valioso aporte de los hombres y de las instituciones de Áncash
a la independencia nacional, y debemos estar seguro que será mayor en
el futuro luego de leer los aportes de los autores, a ellos la permanente
gratitud.

Lorenzo Samaniego Román

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Capítulo V
Patrimonio cultural e
identidad cultural (II)

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Santuarios y festividades contemporáneos:
Cáyac y Conchuyaco
Armando Zarazú Aldave 

Resumen

La llegada de los conquistadores trajo, dentro de lo


religioso, el sincretismo religioso, es decir, la mezcla de la religión
cristiana que traían los españoles con la que practicaban los habitantes
aborígenes de nuestras tierras. Con el transcurrir del tiempo la religión
católica fue impuesta por el invasor, pero no lograron hacer desaparecer
costumbres y creencias de nuestros antepasados, las cuales se pueden
ver, sobre todo en las manifestaciones religiosas de los pueblos andinos.
Muchas de estas festividades están relacionados a santuarios
contemporáneos como se expresan en Cáyac y Conchuyaco, en los
distritos de Aquia y Chiquián, respectivamente, de la provincia de
Bolognesi.

Palabras claves: Cáyac, Conchuyaco, mojón, santuario, festividad.

Introducción

En la provincia de Bolognesi, ubicada al sur del departamento de Áncash


se encuentran los pueblos de Aquia y Chiquián, que fueron fundados
como centros poblados en los tiempos de la colonia. Es de entender
entonces que su fe religiosa cristiana es inmensa, de los cual dan fe los
templos, capillas y últimamente santuarios religiosos dedicados a rendir
culto a Jesucristo, de allí las denominaciones con que son conocidos los
dos santuarios que congregan la mayor cantidad de fieles, devotos y
creyentes. Ambos comparten la misma característica, muestran la figura
del Nazareno en dentro de la naturaleza. El Señor de Cáyac es la parte
superior de una roca que muestra la imagen de Cristo durmiendo a


Armando Zarazú Aldave. Natural de Chiquián, Bolognesi. Con residencia en EE. UU.
desde 1983. Maestría en Educación otorgada por Elms College de Chicopee,
Massachusetts y Maestría en español otorgada por Central Connecticut State University.
Profesor de español en Torrington High School, profesor Adjunto de la Universidad de
Connecticut, además en el Hartford Adult Education Center. Literato, músico y escritor.
Desarrolla actividad cultural en Perú y EE. UU. Director de la revista digital
www.chiquianmarka.com.

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orillas del río Aynín, mientras el Señor de Conchuyaco es la figura del
Señor de la Humildad, también en en una roca. Este trabajo es sobre la
historia de ambos santuarios y su relación con las creencias de los
antiguos peruanos.

Una de las manifestaciones culturales que España trajo al nuevo mundo


fue el cristianismo, más concretamente el catolicismo, cuya difusión fue
una de las justificaciones para la conquista; demás está decir que sus
ideas religiosas e influencia cultural en sus nuevos dominios jugaron un
papel importante en la formación de nuestras tradiciones, muchas de las
cuales se pueden ver en el diario vivir de nuestros pueblos. Claro ejemplo
de ello son las fiestas patronales de los pueblos andinos, en las cuales,
guste o no guste a los puritas, se puede ver claramente la influencia, tanto
de la cultura aborigen, nativa, prehispánica o como quiera llamarse y de
la europea, es decir, española; solo baste recordar el canto de las pallas
chiquianas, provincia de Bolognesi, “Inca rumi Rumiñahui anda saca gran
Pizarro, ven acá pues gran Pizarro a esta pampa de alegría”. Un excelente
referente sobre este tema es el recientemente publicado libro “Danza de
las Creces en Huaraz” del Dr. Román Robles.

El arribo a estas tierras de los conquistadores españoles significó no solo


la imposición de un nuevo idioma, nuevas costumbres y nueva religión,
esta última de vital importancia para los conquistadores, debido a que la
principal justificación que tuvieron para apoderarse de lo que no era
suyo, fue la conversión de los paganos o idólatras a la religión que ellos
practicaban. Baste recordar las palabras del cura Valverde para capturar
y posteriormente ajusticiar al pobre Atahualpa, a quien, dicho sea de
paso, se le cambió la pena de ser quemado vivo por la del garrote vil…
debido a que se bautizó, de todas formas lo despidieron rápido.
Posteriormente, durante la colonia, la iglesia tuvo activa participación en
la administración, no solo espiritual sino también política de los nuevos
territorios. Como ejemplo podemos citar los curatos en los que estaba
divida la provincia de Cajatambo en el siglo XVIII (Zubieta.
Chiquianmarka.com).

Ahora bien, el pueblo que encontraron los conquistadores tenía sus


propias manifestaciones culturales, dentro de ellas estaban sus creencias
religiosas y, por lo tanto, estas iban a ser muy difíciles de erradicarlas.
Para lograr integrarlos al catolicismo y erradicar su fe en sus ancestrales
dioses los colonizadores españoles iniciaron los llamados juicios de
extirpación de idolatrías, que en buen romance era persecución y castigo,
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muchas veces con pena de muerte, flagelamientos, prisión, destierro, etc.
“Se menciona reiteradamente a Llaclla en los juicios, seguidos por el Padre
Bernardino de Novoa quien a la razón era párroco de Ticllos, a cuyo curato
o doctrina pertenecía por aquella época gran parte de los territorios de los
pueblos actuales de Ticllos, Corpanqui, Cajamarquilla, y por supuesto
también Cusi, predecesor de Llaclla” (Solís. Pág. 23). Igualmente, Moisés
Carrillo Abad en su libro “Mangas, pueblo de encantos y tradiciones”
manifiesta que el mismo cura mencionado por el Dr. Solís, y que era muy
temido por su crueldad llegó, a Mangas el 9 de agosto de 1,662; al ser
preguntado por el motivo de su vista su respuesta fue “que había
obtenido información confiable sobre la celebración de ceremonias
idolátricas realizadas en el pueblo y que desafiaban directamente la Ley de
Dios y la figura del Rey de España” (Carrillo. Pág. 99). Demás está decir
que la estancia de este personaje en Mangas no dejó buenos recuerdos.

Con el paso de los años, debido a la inmensa y persistente presión de los


colonizadores españoles la religión católica fue impuesta ya sea por
persuasión, amenazas y castigos, utilizando para lograrlo, los llamados
juicios de extirpación de idolatrías. Además, jugó un papel importante en
este, llamémosle cambio de religión a la nación inca, lo que se conoce
como sincretismo religioso, término que indica la fusión de elementos
religiosos de dos grupos, con la predominancia de una de ellas. Muchas
de las festividades religiosas de nuestros pueblos son manifestaciones en
las cuales se mezclan los ritos y liturgias católicas con antiguas
tradiciones religiosas de nuestro pueblo. Al respecto dice el Dr. Román
Robles “aprendimos a creer en Cristo y en todos los íconos del catolicismo,
sin abjurar las creencias ancestrales de las divinidades regionales y
locales” (Robles. Pág. 7).

En la provincia de Bolognesi, exactamente en los distritos de Aquia y


Chiquián, existen dos santuarios religiosos que han ido adquiriendo
importancia religiosa a medida que pasan los años. El Sr. De Cáyac en el
camino que conduce de Aquia a Racrachaca, y el Sr. De Conchuyaco,
ubicado a la vera de la carretera de Chiquián hacia la costa. Ambos
lugares tienen una historia particular y cada año congregan a peregrinos,
no solo del lugar, sino también de otros lugares del país.

La Villa de Aquia está ubicada aproximadamente a unos diez kilómetros


de Chiquián, a orillas del río Pativilca, es una de las poblaciones de origen
español más antiguas de la zona y cuenta con una iglesia colonial que es
considerada una joya arquitectónica, tanto por su belleza como por su
Áncash ante el bicentenario 14
antigüedad. Como todo pueblo andino de nuestro país que se respete,
Aquia tiene como patrón religioso al Arcángel San Miguel, Miquichito
para sus devotos, el cual es celebrado con una fiesta anual a todo dar el
29 de setiembre y que dura varios días.

La religiosidad del pueblo de Aquia ha sido premiada con la aparición de


la imagen de Cristo en una roca a orillas del río Pativilca. Ahora bien, la
historia se remonta a poco más de cien años, para ser precisos, hace
pocos años se celebró el centenario del Señor de Cayac.

Por esos años vivía en Aquia don Abraham Palacios, quien diariamente
hacía el recorrido de Aquia a su chacra de Manco. El camino pasaba frente
a una cueva, oculta por los matorrales, casi a la orilla del río. En uno de
esos recorridos diarios que don Abraham realizaba es creyó ver luces
que salían de la cueva, movido por la curiosidad se acercó y pudo
observar en el fondo de ella una capilla en medio de un haz de luces,
alrededor de la cual y semejante a mariposas revoloteaban pequeños
angelitos, a la vez que le pareció escuchar voces extrañas e inentendibles.
Es de entender entonces que don Abraham pusiera pies en polvorosa y
velozmente llegara a su casa. Poco después compartió su visión con dos
de sus mejores amigos, don Sócrates Rodríguez B. y don Germán Tapia
S., ambos respetables ciudadanos de Aquia.

Parece que los amigos de don Abraham olvidaron lo contado por su


amigo y volvieron a sus actividades cotidianas. Sin embargo, la
casualidad hizo que un día los dos se encontraran en el camino cercano
a Cáyac y, como quien conversa más cómodamente se sentaron en una
piedra a la vera del camino y a orillas del río a intercambiar ideas, pronto
recordaron lo contado por su amigo don Abraham y al tratar de limpiar
el lugar de maleza para poder observar mejor la cueva, descubrieron una
piedra en forma de Cristo recostado. Volvieron a Aquia y comunicaron su
descubrimiento al cura del pueblo, don Martín Tello, afectuosamente
llamado Tayta Tello. Este sacerdote, natural de Aquia, se caracterizó por
su profundo amor a la tierra que lo vio nacer. (Zarazú.
Chiquianmarka.com).

La noticia de la aparición de la imagen de Cristo a orillas del río se


esparció rápidamente y todas la gente del pueblo, más sus autoridades y
el cura Tello a la cabeza, se dirigieron a Cáyac para ver el descubrimiento.
Efectivamente, a la vista de todos yacía el cuerpo inerte de Cristo, tal
como se le veía en la imagen de la procesión del Santo Sepulcro en la
Áncash ante el bicentenario 15
noche del Viernes Santo, solo que estaba esculpida en piedra, en medio
de la soledad andina del cerro de Cáyac, a las orillas del río que está unido
a la vida e historia de Aquia, como queriendo premiar con su presencia
la religiosidad y humildad de los moradores de la Villa de Aquia.

La inmediata reacción de todos fue tratar de transportar la imagen a la


iglesia del pueblo, tarea imposible, la imagen es la punta visible de una
roca cuya base se pierde en las profundidades del lecho del río. Siempre
bajo la dirección del cura Tello y las autoridades, se nombró como
Procuradores del Señor de Cáyac a los que habían encontrado la imagen,
don Sócrates Rodríguez B. y don Germán Tapia S., quienes hicieron
construir una pequeña capilla a orillas del río, para proteger la imagen y
para que los peregrinos tuvieran oportunidad de decir sus oraciones,
además de encender velas y poner flores. En la década del setenta, los
destacados ciudadanos aquinos don Luis Fernández y don Pedro Cueva
hicieron construir, con dinero propio y algunas donaciones, una capilla
más grande y acogedora. Posteriormente, el alcalde de Aquia mandó
construir la actual capilla, de arquitectura más moderna.

El Señor de Cáyac es celebrado el 3 de mayo, como no podía ser de otra


forma, la festividad cuenta con varios mayordomos, los cuales se
encargan de organizarla, además ese día alegran la ocasión, con su
graciosa y fina danza, los jijantes de Aquia, que se acompañan con una
orquesta de cuerdas. Desde hacen tres o cuatro años y movidos por su fe
religiosa, participan también los afamados Negritos de Huallanca. El 24
de agosto del 2014, el Obispo de Huaraz, Monseñor Eduardo Velázquez
organizó una peregrinación con alrededor de 500 devotos, procedentes
de Huaraz y el Callejón de Huaylas y lo declaró “Santuario del Señor de
Cáyac”.

A escasos kilómetros de la ciudad de Chiquián y a un costado de la


carretera que se dirige a Conococha se encuentra el paraje conocido
como Conchuyaco, es el camino que antiguamente recorrían los que
tenían sus chacras en Huaca Corral o algún otro paraje cercano de las
alturas chiquianas. En la actualidad ese lugar es escenario de peregrinaje
y de festividades anuales en honor del Sr. De Conchuyacu.

El origen de esta festividad se remonta a 1960 cuando, de acuerdo a


Olinda Ramírez Soto, su tío don Julián Soto vio en sus sueños a un anciano
de barba ondulada y vestido con una túnica larga, quien señalando hacía
arriba en el lugar llamado Conchuyaco le dijo “todos pasan junto a mí pero
Áncash ante el bicentenario 16
nadie se acerca” el anciano tenía con él un corderito (Ramírez.
Chiquianmarka.com 2016). Don Julián, quien era miembro de la
Hermandad del Señor De la Humildad, reunió a los otros miembros y les
contó su sueño. Luego de escucharlo decidieron dirigirse al lugar para
rodearlo con una pirca, la cual antes de ser terminada se derrumbó, esto
fue tomado como una señal y por lo tanto hicieron planes para construir
una capilla.

Cuando llegó el momento de construir la capilla ninguno se hizo presente


y solo don Julián empezó el trabajo de construir la capilla;
lamentablemente un problema estomacal lo hizo regresar al pueblo. Esa
noche cuando descansaba tuvo otro sueño, en el cual el mismo anciano
le dio instrucciones para continuar con el trabajo de construcción de la
capilla, bajo el ofrecimiento de curarlo de sus dolencias. Su fe
inquebrantable y su arduo trabajo dieron su fruto, poco después don
Julián había culminado la construcción de la capilla. Luego de ello le
comunicó el hallazgo de la imagen de Jesucristo en Conchuyacu al Tayta
Tello, invitándolo para que la bendiga. El curita prefirió participar del
acontecimiento al obispo Burruchaga, siendo este el que bendijo he hizo
la primera Celebración Eucarística del Señor de Conchuyacu o Señor del
Camino el 14 de mayo de 1975 (Milla. Chiquianmarka.com).

A partir de esa fecha, el fervor religioso de los pobladores ha ido en


aumento, se comentan de muchos milagros y curaciones sorprendentes;
todo lo cual los ha llevado a organizarse formalmente y a realizar las
respectivas celebraciones. En la actualidad, la fiesta del Señor de
Conchuyacu dura tres días: 12, 13, y 14 de mayo en los cuales se realizan
la salva, víspera y día central; con sus respetivos funcionarios y cuyas
responsabilidades son las siguientes:

Los mayordomos que son los encargados del día central mandan a
celebrar la misa, arman las capillas y dan de comer a los devotos que
asisten a misa y a la procesión en Conchuyacu.
Las mayoralas: se encargan de armar los montes con el aromático
romero y diversas flores de la zona que son colocados en las cuatro
esquinas del anda del señor.

El estandarte es la que se encarga de la víspera repartiendo el tradicional


dulce de frejol, mandando celebrar la misa, adornando en el anda del
señor para que esa noche pueda salir en procesión.

Áncash ante el bicentenario 17


El caporal: se dice que es la pieza fundamental en la fiesta ya que junto a
su comitiva (negritos) son los que ponen la picardía, algarabía y devoción
brindando alegres mudanzas a los espectadores y principalmente
alegrando y adorando al “señor de Conchuyacu”.

Hasta hace pocos años y antes de la llegada del transporte motorizado,


nuestros pueblos estaban unidos por caminos de herradura que eran
recorridos a pie o a caballo. En dichos caminos, de trecho en trecho,
existen los llamados “mojones” los cuales, de acuerdo con su importancia
podían variar de tamaño, podían ser muros cuadriculares de alrededor
de un metro o metro y medio de alto o simple piedras colocadas a un lado
del camino. En estos sitios el viajero o viajeros depositan ramas, flores o
alguna piedrecilla como señal de reverencia al lugar y pidiendo al
“Auquilo” del lugar un viaje tranquilo y sin contratiempos, en algunos
lugares de los caminos, como ocurre en Cáyac y Conchuyaco, poco a poco
fue tomando importancia por el hallazgo de figuras religiosa y se fueron
convirtiendo en lugares de descanso, de construcción de capillas, hasta
la veneración religiosa.

Conclusiones

El culto al Señor de Cáyac y al Señor de Conchuyaco se basan en la figura


de Jesucristo que se puede ver en algunas formas de la naturaleza, en este
caso de una roca.

Ambas figuras aparecen junto a caminos que son utilizados


continuamente por campesinos que se dirigen a sus campos de cultivo y
naturalmente eran lugares donde el caminante podía descansar y pedir
a los Apus por mejores cosechas.

Las festividades de la actualidad en honor a ambos cultos tienen las


mismas características de las fiestas religiosas del Ande peruano, en el
cual se mezclan, como lo más natural, música y danzas que tienen
remembranza a manifestaciones culturales ancestrales.

Bibliografía

- Carrillo, M (2017) Mangas, pueblo de encantos y tradiciones. Lima.


Editor: Moisés Carrillo Abad. 243 pp.
- Milla, A. (2017). Señor de Conchuyacu.

Áncash ante el bicentenario 18


https://www.chiquianmarka.com/el-sentildeor-de-
conchuyaco.html
- Ramírez, O. (2016) El Señor de Conchuyacu.
https://www.chiquianmarka.com/sentildeor-de-
conchuyacu.html
- Robles, R. y Rosa H. (2021) Danza de las cruces en Huaraz. Tarea,
Asociación Educativa. 170 pp.
- Solís, G. (2010) Llaclla y el río Pativilca. Lima. Ediciones Río/Mayu.
109 pp.
- Zarazú, A. (2017). El Señor de Cáyac.
https://www.chiquianmarka.com/el-sentildeor-de-cayac.html
- Zubieta, F (2015). Chiquián, Cultura e identidad.
www.chiquianmarka.com/chiquiaacuten-cultura-e-
intidad.html).

Santuario del Señor


de Cáyac, Aquia

Santuario del Señor de


Conchuyacu

Áncash ante el bicentenario 19


Chiquián: Los trovadores de ayer
Armando Alvarado Balarezo (Nalo) 

Uno de los más grandes trovadores de los últimos


tiempos fue el maestro, compositor y cantante César
Vicuña Romero, de palpitante recuerdo y mensaje de
amor por Chiquián y su cielo azul.

Nuestro amigo Huayco heredó el talento de su


querido padre don Feliciano Vicuña, reconocido
guitarrista del barrio de Quihuillán. Al igual que
él, su hermano Oshva cultiva el arte musical
desde niño.

Los domingos a las 9 de la mañana, en el Cono


Norte limeño, la prodigiosa voz de Oshva encoge
y estira como fuelle de acordeón las hebras
telúricas del corazón, cuando abre el programa
radial “Por las rutas de Chiquián y los pueblos de
la provincia de Bolognesi”, con la canción Laguna
de Conococha del bardo aijino Jacinto Palacios Zaragoza: "...eres la fuente
de agua tranquila, aquí te traigo, aquí dejo mis amores y mis canciones...".

El legado de Huayco no solo inmortaliza su


nombre, también torna eterno el sentimiento
chiquiano hecho melodía y verso. Allí radica el
valor espiritual y cultural de su repertorio, que
ya viene hallando difusión a través de los
intérpretes, músicos y compositores bologne-
sinos que actualmente brillan en el corazón del
Perú profundo: Nieves, Eva y Reyda Alvarado, Julia Garro, Consuelo
Valderrama, Judith Balarezo, Norka Alvarado, Chole Zúñiga, María Díaz,
Chopa Rivera, Graciela Allauca, Mirtha Garro, Alicia Ramírez, Julia Palma,


Armado Alvarado Balarezo. Natural de Chiquián, Bolognesi. General (r) de la PIP.
Abogado por la UNMSM. Poeta, narrador y escritor, más conocido como Nalito Alvardo.
Reconocido por sus blogs: http: chiquian-querido.blogspot.com y http:chiquián-y-sus-
amigos.blogospot.com. Sus poemas figuran en muchas antologías del Perú y del
exterior.

Áncash ante el bicentenario 20


Carmelino Carrillo, Carlos Oro, Romeo Reyes y sus retoños, Efraín
Vásquez, Pedro Miranda, “Yoga” Rivera, "Pacho" Díaz, "Payo" Alvarado,
Miguel Ramírez, Gilbert Alejos, "Pepe" Alva, Alfonso Aranda, Walter
Jaimes, José Jiménez, "Pepe" Perfecto Calderón, Llucu Orduña, Bonifacio
y Moisés Gamarra, Pablo Aldave, entre otros paisanos de voz y trino
sonoro. También los conjuntos y orquestas: Brisas del Yerupajá,
Melodías de Bolognesi, Luis Pardo, Los Andes de Bolognesi, Chiquián y
Luz radiante de Bolognesi, entre otros.

A escala internacional: Roby


Alva Ibarra, autor con Herberto
Aldave del Castillo y Macollado
Vásquez Veramendi, de la
canción "Aguas de Usgor", llevó a
USA en los albores del Tercer
Milenio, el verbo florido y la
dulce melodía de nuestra
querencia.

Armando "Zeta" Zarazú Aldave


(guitarra, mandolina y chara-
ngo), es el máximo exponente
chiquiano en la promoción y
difusión de la música andina en
el difícil mercado nortea-
mericano mediante norteame-
ricano, mediante su importante
organización folklóriaca “Mes-
tizo manta” (Tushurushun), con
amplios espacios ganados a
pulso en las páginas rojiblancas
de la Internet, donde las canciones: "Quisiera quererte, "El Obrero", "El
cóndor pasa", "Cuando florezca el chuño", entre otras maravillas
latinomericanas, se van ubicando en el sitial que les corresponde junto a
nuestra sabrosa gastronomía peruana, bajo el dicho milenario: "No solo
de pan vive el hombre".

Desde épocas ancestrales la tierra chiquiana es rica en costumbres, usos


y tradiciones. También es cuna de excelentes trovadores, siendo dos de

Áncash ante el bicentenario 21


sus más connotados baluartes: Pedro Bernardo “Bellota” Escobedo Luna
y Calixto "Cañita" Palacios Carrillo.

Ambos hicieron famosa la canción “Cañita huayta


sin corazón”, del bardo de Jircán CPC. Aún
resuenan en las calles de Oropuquio la potente
voz de Bellota y las mágicas notas de la guitarra
de Cañita: “Si quieres ser buen jinete ponte a
amansar potrancas”, cantaba el primero, “después
cabalga a pelo por las faldas de Cochapata”
remataba el segundo con alegría.

El bordón de las guitarras


y el cantar de los troveros
anunciaban en las can-
tinas chiquianas una noche de farra bajo la luz de
un candil mortecino, mientras el chinguirito caía
como cascada por las sedientas gargantas de la
grata concurrencia, que no se cansaba de aplaudir
y acompañar con un par de cucharas achatadas.
"No enciendas tu lamparín cuando otro ilumina tu
camino, no gastes mecha por gusto", cantaba con
sentimiento Bellota.

Pero no solamente las cantinas se constituían en los lugares preferidos,


también se sumaban las casas solariegas de los amigos y familiares
donde la "chicha con punto"
corría en jarras rebosantes de
espuma, sobre todo si la
música de fondo estaba a cargo
de Ritmo Andino de Huasta.
Los viajes de excursión con las
guitarras en bandolera al
interior de la provincia, un
compromiso de "fútbol macho"
en Huallanca, Recuay, Ocros,
Huaraz, Carhuaz, Yungay, Huari y Caraz, o un amado zaguán elegido para
una serenata, fueron los marcos perfectos para soñar despierto con las
pallas de Umpay, de Tulpajapana y de Racrán.

Áncash ante el bicentenario 22


Durante el funcionamiento de la Escuela Normal Mixta de Chiquián, el
quinteto "Las Taviesas" llevó nuestro canto a otros departamentos, en las
voces de: Carmen Escobedo, Zoila Ramos, Luchi Pacora, Fabia Alvarado y
Nelly Rivera.
Además de los nombrados, los
chiquianos que cultivaron el arte de
interpretar, guitarra en mano,
huaynos y valsecitos en el siglo XX,
fueron: María Maldonado, Zoila
Núñez, Amina Rayo de Aldave, Elsa
Navarro, Pedro Zubieta Calderón,
Eusebio Anzualdo, Hortencio
Balarezo Lavado, Alberto Núñez
Arévalo, Lucnardo Díaz, Rómulo Toro, los hermanos Porfirio, Achico, José
y Germán Romero Yabar, este último, autor de la música y letra de
“Carhuaspunta escorzonera”, en quechua y castellano, matizados de sana
picardía, como estos versos que cantaba sonriente: “Quizá mi canto no
salga sabio porque el chinguirito partió mi
labio, mas no espero que rían todos,
alguien tiene que llorar recordando a una
roqueñita ingrata que le robó el shonqon,
y disculpen que de tanto licor mi canto
suene a responso. Rompe las viejas cuerdas
punteando y no ajustando las clavijas, sino
busca quién te enseñe a templar, antes de
volverlo a intentar”.

También ajustaron la cintura de


ardiente madera al son de nuestra
querencia: Lorenzo Yabar, el “Chino”
Benito Calderón con su cautivadora
canción “Neblina Blanca”, Pasión y
Alejandro Aldave, Pedro Loarte Cano,
Hernán Reyes Aguirre, Bernardo
Arellano, el zurdo Máximo Calderón
Cerna y su hijo Adolfo, Alberto Turco,
Cástulo Rivera, Teófilo Núñez Romero, Loli Romero Moreno, el
compositor Alejandro Yábar Alva, Herberto Aldave del Castillo, Romeo
Reyes Gamarra, Pablo Martín Vásquez Veramendi, Alberto Carrillo
Ramírez, Abasalón Álvarez, Felix “Sopita” Morán Moreno, Solio y

Áncash ante el bicentenario 23


Leonidas Bolarte Pardavé, Armando, Adolfo “Apopo” y Santiago Alvarado
Montoro, los hermanos Juan, José “Shacui” y Apolinario “Puco” Montoro
Ramírez de trino amable y versos alegres: “No cacarees como gallina,
mejor canta como zorzal y deja que brote el llanto como agua de
manantial, para que gima la prima y llore la segunda. Apúrate shay,
brindemos con chicha en porongo junto al fogón donde burbujea el
mondongo”.

Quizá algunos trinos andariegos que


sobrevivieron al compás de los
recuerdos hasta finales del siglo XX,
ya están sumergidos en las aguas del
Tercer Milenio, y solo el eco está
flotando en el aura con la sinfonía de
los grillos que nos recuerdan a Pisana
María. Todo depende de nosotros
para que no desaparezcan en el
naufragio que antecede al olvido,
como aquel viejo pichuichanca que por dormilón cayó al Aynín y
sucumbió en el turbulento lecho del río sin hallar una mano que le salve
la vida. Recopilemos y cantemos lo escrito por nuestros recordados
compositores, démosle el fresco soplo de la brisa sin menguar en el
intento; solo así, este fecundo arroyo de leyenda murmurará con mayor
vigor la melodiosa armonía de la guitarra chiquiana.

El arpa trae a la memoria nombres de grata añoranza, unos ya tocan las


erguidas cuerdas en el cielo, otros continúan deleitándonos con sus
abrigadores gorjeos: Florentino Aldave Calderón, pródiga vena musical
heredada por su hijo Alejandro Aldave Montoro y sus nietos Carlos y
Juvilio Alvarado; José "Patriarca" Ramos,
Julia Ramírez de Pardo, David “Lapicho”
Aldave del barrio de Jupash, Demetrio
Calderón, Pedro Gamarra, Eleuterio
Palacios, Estanislao y Miki Zubieta,
“Garash” Lorenzo Padilla, "El satanás del
arpa", "Anacleto Pachapleto", Oscar Ríos,
Marcos Gamarra, Toribio Moreno y José
Jaimes, sentados o parados se yerguen
como los más respetados cultores de las
cuerdas verticales en pleno huayco migratorio del siglo XX.

Áncash ante el bicentenario 24


Muchas veces escuché tocar el arpa a nuestro recordado paisano
Maurelio Reyes Anzualdo, amigable vecino en mi edad primera. Sus
sanas ocurrencias que fueron bautizadas como “santas conejadas”, pasan
de boca en boca como sus ricas roscas bañadas durante las tertulias de
agosto jaranero. Don Maurelio relataba: "Cierta vez un arpista fue
descubierto despanzando a una perrita, para convertir sus tripas en
cuerdas y su pellejo en roncadora de pregonero. Su apenada dueña al
observar el triste cuadro sólo atinó a recoger los restos del animalito en su
lliclla, lo sepultó en su chacra y lloró días enteros sobre la tumba del pobre
cachorrito".

En la mandolina hicieron furor en los cuarentas,


cincuentas y sesentas: Ernestina Yábar Calderón, Amina
Rayo de Aldave, Martina Yábar de Minaya, César
"Shimilán" Figueroa Cuentas, Alejandro Yábar Alva,
Eleodoro Gamarra Salinas, Pedro Loarte Cano, Cástulo
Rivera, Felipe Ramírez Gamarra, Francisco Alva
Palacios, Antonio Zúñiga Alva, Zenobio Garro Aldave,
José Morán Ramírez y Cesareo Calderón.

Antonio Padua Toro, roncadora en mano anunciaba el


reparto de agua por las calles de Chiquián. En la caja y el
píncullo brilló Imicho Ríos, hoy sigue sus pasos
Domingo Guzmán Rivera. En píncullu y quena aportaron
su arte: Máximo Bravo, Pedro Moreno Vásquez y Ildefonso Garro, los
hermanos: Jesús, Simón y Víctor Hugo Aldave Rayo. En rondín: Pilico
Gamarra, Abel Alvarado Montoro, Graciano Zubieta Carhuachín. En
concertina: Perfecto Bolarte Calderón. En acordeón: Rubén Barrenechea
Núñez, Alejandro Aldave Montoro y su esposa Amina Rayo, Carlos y
Jubilio Alvarado Aldave, Luis Alva Aldave y Teódulo Zubieta. En saxofón:
Juan Vicuña, Manuel Alvarado y Carlos Alvarado Aldave, uno de los más
grandes músicos y compositores chiquianos de todos los tiempos. En
bandoneón: Teódulo Zubieta. En castañuelas: Gutberto Gutiérrez Quiroz.

En el violín marcaron época: Juan y Valerio Jaimes, Julio Carhuachín,


Guillermo Zubieta, Manuel Quispe Hinostroza, Teodomiro Carrillo,
Carlos Gamarra y Eleodoro Gamarra Salinas. El último de los nombrados,
gran maestro chiquiano, daba conciertos a puerta cerrada en su florida
residencia del Jirón Tarapacá. Escuchar la melodía de la canción
“Dolores” era el goce general de los concurrentes, mientras el profesor

Áncash ante el bicentenario 25


Gamarra sudaba frío y bajaba cada vez con mayor fuerza el mentón para
ahogar el llanto del violín plañidero y evitar que se deshidrate. En
sordina: Arturo Alvarado Aldave, Gildo Rivera
Salcedo y Celedonio Maldonado son los más
afamados cultivadores.

Muchos trocitos de inspiración de los viejos


trovadores de Jircán hallaron abrigo en los
corazones amigos. Entre ellos: “Nunca hallarás
buena comida donde ladren perros flacos”. “Busca
la vaca que más rumia, es la que da mejor nata”. “Por andar persiguiendo
a una viuda, aprendí a rezar el rosario y me convertí en el más devoto del
sagrario”. “Hoy que los años salpican su melancolía, dime algo bonito
palomita”. ”Quien vive como
ermitaño tiene poco que contar,
anda acompáñame un rato y te
enseñaré a cantar”. “Si te dicen que
tocas regular, es porque eres el
mejor de los peores, es tiempo que
cambies de oficio y cantes con los
maestros, y serás el mejor de los
cantores”. “Entre los pichuichancas
sólo cantan los machos, las
hembritas mueven sus pestañas como olas y los neutros menean sus colas”.
“Compositor, regálame un huayno de esperanza que estabilice la balanza,
con el peso de tu voz atravesando mi garganta”. “Chiuchi, si no naciste para
volar como tinyaco, por gusto miras el cielo, mejor repta como shulaco”.
Pastorita, ojitos de capulí, rompe las paredes de tu choza fría y ven con el
viento amigo a mis brazos”. “Cholita, déjame creer, aunque sea por unos
segundos, que los niños huérfanos y sin hogar son actores solamente;
déjame creer que la lluvia es un fenómeno natural y no el llanto de las
madrecitas que lloran en el cielo”. “El odio es malo, carcome el alma y te
lleva a un lugar baldío”. “Cantemos juntos, así viviremos en el corazón de
los paisanos y dejaremos de ser forasteros en nuestra propia tierra”.

“Linda chiquiana, deja de llorar, las lágrimas cicatrizan las heridas y yo


prefiero sangrar”. “Ayer me dijo doña Juliana que no canta bien el que tiene
ganas, sino el que sabe cantar”. “El gemido del aire es como un abrazo al
vacío, una lágrima que cae en silencio enjugando el verbo amar sobre la

Áncash ante el bicentenario 26


tumba fría”. “El recuerdo de tus besos son como bandadas de torcazas que
vuelan arrulladas por un coro de jilgueros...”.

Entendidos en la materia
comentan que la musa de los
troveros chiquianos es el aire
puro que respiran, el paisaje
que admira absorto el turista,
su dicha, su dolor, su risa, su
llanto, el recuerdo del primer
amor y la esperanza de
volverla a ver en la fiesta de
Santa Rosa, apretando su
rosario; es el pregonero que anuncia con su bombo el agua para las
sedientas sementeras; las serenatas, los juegos infantiles, las fiestas
costumbristas, los potajes, las danzas, los monumentos arqueológicos, la
flora, la fauna, las procesiones; las tardes de fútbol, de Entrada y de toros;
las huaylisheadas, las pinquichidas, el agudo canto de las pallas al ritmo
del arpa, del violín y la trompeta con sordina; el desgarrado retumbar de
la avellana en Capillapunta, los fuegos artifíciales al compás de la banda
de Mangas. En fin, es la arcilla donde se forja el espíritu telúrico, por eso
le cantan al río, a la cascada, a los nevados, al patito de la laguna, a las
faldas de Cochapata, al cerrito de Huayalpampa, a la linda chiquiana, a
Jaracoto, a la bella capuliñahui, al maíz, al trigo, al anciano, al bandolero,
a la gente de bien, a la noche de Salva como subraya en su canción "Mi
recuerdo" el escritor y compositor Mario Reyes Barba.

Más que derramando lenguaje


florido, los chiquianos cantan con
el corazón, como decía con
nostalgia nuestro recordado
amigo del alma Moshongo
Romero, hecho que se hace
patente en el breve relato y los
dos poemillas escritos al fragor
de las tensas cuerdas con una
moña rojiblanca en las clavijas,
durante mis visitas a Chiquián en
Julio Patriótico:

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Áncash ante el bicentenario 28
El tradicional Jueves Santo en Huarás
Omar Robles Torre 

La noche más triste y dolorosa de la Semana Santa


huarasina tiene un nombre: Waraquí, vocablo quechua
que en castellano significa amanecer o amanecida. Es la
única celebración que me faltaba vivir de principio a fin.
En años anteriores, cuando asistí, el sueño siempre me
tumbaba, el frío hacía añicos mis huesos y, a pesar de mi fe, terminaba
durmiendo en mi cama esperanzado en que el siguiente año lo lograría.
Después de muchos intentos, por fin el año pasado pude cumplir lo
prometido, recorrer la travesía religiosa en una difícil madrugada, desde
la parroquia Santuario Señor de La Soledad hasta la parroquia Espíritu
Santo, en el barrio de San Francisco, Huarás. Esa noche me acompañó
Omarcito, mi hijo, con quien logramos romper los bostezos, arrinconar
los sueños y matar el frío. Recorrimos junto al Nazareno la ruta de su
dolor.

Amanece el Jueves Santo

Amanece el Jueves Santo en Huarás. Día feriado con sol radiante.


Omarcito me pregunta si iremos a visitar en la noche a los chunchos.
Todos los huarasinos conocemos con ese nombre a los soldados romanos
que llevaron atado de manos a Jesús rumbo al calvario. Respondo que sí.
También le cuento que otra vez intentaremos culminar la ruta del
Waraquí; se alegra, se siente feliz; le comenta a su madre que irá a la
procesión, sonríe. Ella duda, no cree que logremos llegar hasta el final.
Pero muy dentro de mí existe un pálpito que me dice que esta vez sí
cumpliremos un deseo tantas veces postergado y que me propuse
alcanzar cuando escribí el 2013 la crónica «Semana Santa sin mamá», mi
primera exploración a la tradicional festividad religiosa huarasina.

El Jueves Santo es un día de profunda espiritualidad, termina la cuaresma


y se inician los tres días más importantes de la liturgia cristiana


Omar Robles Torre. Natural de Huaraz. Licenciado en Periodismo, dirigió la revista
Kordillera. Publicó el libro de entrevistas Mishki Rimay. Así como otros de crónicas y
reportajes, poesías, relatos y cuentos. Sus artículos, crónicas y cuentos en su blog
personal www.omarroblestorre.blogspot.com– Escribir para Vivir.

Áncash ante el bicentenario 29


denominada el Triduo Pascual. En la ciudad de Huarás, enclavada entre
las cordilleras Blanca y Negra, se realiza en las distintas parroquias el
Santísimo Sacramento; asimismo, la eucaristía y el lavado de pies. Hace
muchos años, nos cuenta Ernesto López Ramírez en su libro Una historia
de Huaraz, durante el Jueves Santo se dedicaban las iglesias a arreglar lo
que se conocía con el nombre de «Monumentos», y que consistía en
adornar el altar o un sitio designado con mesas arregladas con lujosos
manteles, floreros llenos de margaritas y azucenas, y al centro el cáliz con
la hostia, es decir, el cuerpo y la sangre del Señor, junto a una paloma
blanca que encarnaba el Espíritu Santo. La gente recorría los cuatro
barrios rezando el rosario y al final decidía cuál de las iglesias había
arreglado mejor su Monumento, costumbre esta que se ha ido perdiendo
con el paso del tiempo.

El jueves es un día de solemnidad. El folklorista huarasino Santiago


Maguiña Chauca nos dice que en el medio rural los pajarillos no se
mueven para nada de sus nidos, y los herejes, si bailan, son petrificados
como monolitos en los cerros al interrumpir el culto de ese santo día.

En la tarde del Jueves Santo

Es de tarde y el viento sopla despacio. Omarcito se ha dado una siesta


después del almuerzo, yo también me he entregado a los brazos de
Morfeo; lo hemos hecho porque no queremos volver a suspender el
recorrido por culpa del sueño, como ocurrió en los años anteriores; el
sueño es el principal enemigo, el que impide alcanzar el objetivo de
amanecerse en esta fecha especial. Nuestra primera intención es llegar lo
más cerca posible de la parroquia del Espíritu Santo para alcanzar en el
siguiente año nuestra meta; somos conscientes y sabemos de nuestra
debilidad, pero haremos el intento de llegar hasta el final. Me he
comunicado con mi madre por teléfono; hemos quedado en que primero
iremos a su casa para salir juntos rumbo a la velación de los chunchos y
luego acompañar a la procesión del Waraquí hasta donde aguante el
cuerpo, como siempre lo hemos hecho durante todos estos años, de
manera disciplinada.

En una tarde como hoy, nos cuenta Santiago Maguiña Chauca en su libro
La Semana Santa a través de la historia de la ciudad de Huaraz, publicado
en 1974, «el templo de la Soledad se encuentra aglomerado de
campesinos, quienes esperan la velación de la venerada imagen de Jesús

Áncash ante el bicentenario 30


Nazareno; ella se encuentra rodeada de oscuros velones (adorno
artístico de cera que se ofrecía a modo de ofrenda en las fiestas
religiosas), estos velones estaban arreglados con crespones negros en
señal de luto». En el reportaje televisivo de Jesús Albinagorta, de 1993,
observamos la presencia de varios alcaldes pedáneos vestidos con
bufandas y ponchos marrones, llevando en sus manos varas de mando
color negro; también acompañan personas en condición de donantes,
con sus cirios, ingresando al templo para participar de la festividad. Todo
va quedando listo para iniciar la velación, anteriormente se iniciaba a las
2 p.m. pero en la actualidad se ha adelantado al medio día; es un
momento muy especial de poder estar cerca y tocar a Jesús Nazareno.

Los cantores y el sacerdote lingüista

Mientras la tarde avanza y el tiempo camina presuroso, Omarcito se va


preparando para vivir una noche mística y religiosa que tiene un poco de
indígena y española, característica especial de nuestra Semana Santa
huarasina. En el templo de La Soledad, la población campesina se
encuentra lista para escuchar a los «ayos» o cantores que se van
turnando para entonar sus melodías, lamentaciones, rezos y oraciones
con un sentimiento doloroso; se encuentran cerca del altar; micro en
mano, se apoyan en un atril de madera color marrón. Nos refiere Santiago
Maguiña Chauca, en su publicación anteriormente citada, que estos
cantos religiosos fueron introducidos en cancioneros elaborados por los
padres redentoristas (de la congregación del Santísimo Redentor,
fundada en Italia, en 1732). Uno de los sacerdotes redentoristas fue el
padre Juan Gualberto Lobato Guaraca, de nacionalidad ecuatoriana, que
llegó al Perú en 1885 en una misión reevangelizadora, enviado a Huarás
por ser este uno de los pueblos de indios más grandes del arquidiócesis
de esa época. El sacerdote lingüista, como hoy se le conoce, fue muy
querido por la población rural. Como producto de su estancia en nuestra
zona publicó: Resumen de la doctrina cristiana en kichua, dialecto del
departamento de Áncash (1888) y Kichua en Huaraz. Compendio de la
doctrina (1889). Estuvo en el Perú aproximadamente 20 años, falleció en
1907, a los 54 años de edad, y su trascendencia y contribución han
pasado casi inadvertidas en la región Áncash.

Omarcito y yo estamos camino a la casa de mi madre, ubicada en el jirón


28 de Julio, en el tradicional barrio de La Soledad; no hemos tomado
lonche ni ingerido ningún tipo de alimento, debemos tener el estómago

Áncash ante el bicentenario 31


vacío, recomendación importante para saborear los deliciosos ponches,
bizcochos, dulces y caldos que las familias devotas preparan para sus
visitantes. Son las siete y media de la noche, hora apropiada para iniciar
el recorrido.

En el momento que empezamos el periplo hacia las viviendas de las


familias que cuidan de los chunchos, los campesinos continúan
entonando sus cantos religiosos que tienen cierto sentido panteísta del
ancestral misticismo andino, acoplados con el costumbrismo religioso
traído de España, así describe Santiago Maguiña Chauca al canto sensible
de la masa indígena. Estos cantos, a partir de las ocho de la noche, se
suspenden para dar paso a la eucaristía cristiana y ser retomados unas
horas después. Nosotros llegaremos al templo pasadas las diez de la
noche, cuando concluyamos nuestro recorrido quizá un poco más tarde,
dependiendo del paso que hagamos. En la entrada del templo se
encuentran en estos momentos las andas del Nazareno y San Juan
Evangelista, ubicadas a la mano derecha al ingresar al templo; y al frente
de estas, las de María Magdalena y la Virgen Dolorosa. Las personas
ingresan con profunda aflicción, cargando sus velas para ponerlas cerca
de la imagen de su devoción en los candelabros o en unas bandejas de
aluminio de forma rectangular que han acondicionado para el día.

Omarcito, mi madre, mi hermana que ha llegado de Lima y yo, salimos


rumbo al periplo más peculiar que ha dejado a muchos con la boca
abierta, la velación de los soldados romanos que ajusticiaron y golpearon
a Jesucristo en sus últimos minutos de vida. La periodista Sonaly Tuesta,
que elaboró un informe de la Semana Santa huarasina hace unos años,
quedó sorprendida por la velación y fe que la población muestra hacia
ellos. ¿Por qué velar a los que ajusticiaron a Jesús? La respuesta es
sencilla: porque fueron los primeros en ser perdonados por Jesús en la
misma crucifixión, y los primeros también en reconocer que aquel
hombre en la cruz era el hijo de Dios. Respuesta que nos motiva a ir al
encuentro de las imágenes de estos soldados que llegaron de España a
nuestra ciudad, y que, según versiones orales, entre los años 1860 y 1870
un sacerdote de la parroquia encargó su cuidado permanente a cuatro
feligreses notables, permitiéndoles que las llevaran a sus domicilios. Hoy
nosotros nos dirigimos a los domicilios de los descendientes de estos
notables.

Áncash ante el bicentenario 32


La velación de los soldados de Pilatos y otras imágenes

El ensayo de Aristóteles Barcelos Neto, Personajes y procesiones de una


Semana Santa indio-mestiza en los Andes peruanos, publicado el 2011, nos
refiere que los soldados romanos de la Semana Santa huarasina
empezaron a ser venerados como tales desde por lo menos la década de
1890.

Nosotros visitamos a los chunchos desde hace más de quince años. Mi


madre ha comprado para esta ocasión dos paquetes de velas, los lleva en
el bolsillo. El primer soldado romano o sayón que visitaremos, es Mateo,
más conocido como Barba Azul; la vivienda de sus devotos se encuentra
a media cuadra de la casa. La familia Vargas, encargada del cuidado y de
organizar la velación por muchos años, ha instalado al ingreso de su lar
unos paneles con fotografías de las antiguas armaduras que ha usado
Mateo en las procesiones de los años anteriores, además ha insertado
información importante de la Semana Santa huarasina en cartulinas,
como una que dice: «Solamente en las ciudades de Sevilla-España, y
Huarás-Perú, se representa la Semana Santa con procesiones y
escenificaciones». Vamos ingresando y vemos que están exhibiendo una
armadura utilizada por Mateo, en cuya coraza se aprecia la imagen del
abrazo de Jesús a una persona de edad. Omarcito se acomoda y le tomo
una foto. Al fondo, en medio de un altar bellamente decorado, se
encuentra Mateo, pulcramente vestido, con su lanza que lo caracteriza y,
en ella, un banderín inscrito con letras negras SPQR, que significa «Si
puede que resucite». Mi madre coloca una vela, nos persignamos y nos
sentamos a esperar el ponche y bizcocho que la familia ofrece
gentilmente a los visitantes. El fuerte movimiento producido por el
terremoto de 1970 dañó el cuerpo de Mateo, el Barba Azul, pero no su
cabeza; el cuerpo fue reparado después. Es considerado un santo de la
fertilidad y es el último en llegar al templo de La Soledad para tomar
prisionero a un Jesús Nazareno completamente rendido.

Continuamos con nuestro recorrido y llegamos a la vivienda de la familia


Olaza, encargada del cuidado del romano Silverio. Nos sorprende la gran
fila que hacen sus fieles seguidores para entrar a la vivienda y verlo; mi
madre se adelanta, Omarcito se queda conmigo, igual mi hermana;
respetamos el orden; con paciencia esperamos que las personas avancen.
Los miembros de la familia, sumados a una hermandad de jóvenes
devotos de Silverio, vestidos todos con casacas negras debidamente

Áncash ante el bicentenario 33


identificadas, son los que nos hacen ingresar. En un pequeño jardín
vemos, igual que en el anterior soldado romano, las armaduras utilizadas
en los años anteriores; lucen hermosas por la luz artificial que cae
directamente en ellas; al interior de la casa, en una sala no muy grande,
está Silverio con su bella capa apeluchada de color marrón, su látigo en
la mano y su dedo levantado que señala el camino que llevará a la muerte
a Jesús Nazareno.

Nuestra permanencia es solo por unos minutos, afuera la cola está


larguísima. Salimos. Unos jóvenes atentos nos sirven el rico ponche y
bizcocho. A un costado, como ha sido la costumbre en todos estos años,
una persona nos obsequia un hermoso afiche de la escena completa del
anda de Viernes Santo. El soldado romano Silverio no se dañó en el
terremoto de 1970, motivo principal para ser considerado como
milagroso. Sus devotos Tito y Mauro Olaza editaron el año 2013 un
documental titulado Los soldados de Pilatos, con el objetivo de fortalecer
la identidad huarasina, en el cual se presentan testimonios de personas
que viven y conocen la celebración religiosa. Tito Olaza, en una entrevista
para un programa de la televisión local, informó que en los años 1950 las
velaciones a los soldados romanos se hacían de manera reservada, solo
era para la familia; ahora es grande y muy concurrida. También refirió
que hacia el año 1919 los romanos estaban vestidos con papel crepé, lo
cual ha cambiado de manera rotunda por la elegancia con que ahora las
familias los presentan en Jueves y Viernes Santo.

Vamos avanzando, la noche está despejada, el clima es propicio para


recorrerla sin contratiempos. Ahora nos dirigimos a la vivienda de la
familia Figueroa, responsable de la velación de Santa Cleofé Piadosa, otra
de las imágenes que integra el anda principal de Viernes Santo. Nos
informan que antes se velaba junto al soldado Silverio. Llegamos a la
puerta, no hay muchas personas que nos reciban; ingresamos por un
largo pasadizo y, al fondo, a la mano derecha, en una sala familiar,
encontramos la imagen bellamente adornada con rosas rojas. Mi madre,
que lleva en una mano el afiche obsequiado en casa del soldado Silverio,
coloca con la otra mano una vela en el enorme candelabro que la familia
ha instalado. Mi hermana la ve con ternura, hago la foto. Ahora estoy
junto a Omarcito sentado en el mueble, bebiendo el rico ponche caliente
que la familia ha preparado y que nos ofrecieron al momento de ingresar.
Terminamos de beber y vamos saliendo de manera presurosa,

Áncash ante el bicentenario 34


agradeciendo por su hospitalidad a esta familia a la que pertenece una
amiga con quien laboré en el EPS Chavín.

Luego nos dirigimos a la vivienda de la familia Salazar, que vela a Santa


Marta. Han colocado en su frontis una enorme gigantografía iluminada
por un reflector, en la cual destacan los rostros de Santa Marta y el
Nazareno. Esto me recuerda los años en que veníamos con Omarcito
cuando él tenía tres años de edad, junto a su primo Angelito, hoy con doce
años los dos. Me hace pensar que el paso del tiempo no ha mellado
nuestra fe; mas, al contrario, sigue intacta porque seguimos creyendo en
las imágenes de nuestra Semana Santa. Mi madre ingresa primero, atrás
van Omarcito y mi hermana, yo al último. Vemos a Santa Marta con su
característico pañuelo, llorosa, triste, afligida por la muerte del
Nazareno. En el candelabro ponemos la vela; debajo del pie de la santa,
las plantas silvestres traídas de la puna, plantas curativas que aliviarán
mañana los sufrimientos del hijo de Dios. La familia nos invita un rico
dulce de membrillo como símbolo de rescate de nuestra antigua Semana
Santa huarasina. Dice la tradición que, antes de dar inicio a las
celebraciones del Domingo de Ramos, se repartía una variedad de dulces
a las familias para garantizar su apoyo a las distintas actividades a
realizarse en la festividad; esta celebración se denominaba Viernes de
Dolores, la cual ya no se realiza.

La noche avanza en el barrio de La Soledad y nosotros seguimos


caminando con mucha devoción. Nos aproximamos a la vivienda del
tercer soldado romano, Custodio; se encuentra a cargo de la familia
Villareal. Al igual que con Silverio, las personas hacen cola para ingresar
a la vivienda donde se lleva a cabo la velación. Este año han puesto varias
gigantografías al ingreso. La vivienda se encuentra en un pequeño pasaje
que da a un campo de gras sintético. La han iluminado con reflectores; la
casa es modesta, pequeña; el altar que han instalado con diversas telas la
disimula muy bien. El cariño es enorme, lo sentimos al entrar. Vemos, al
pasar la pequeña puerta, a Custodio junto a Santa Verónica que tiene en
sus manos un lienzo con el rostro de Jesús y al romano con su lanza y
chicote. Este año Custodio tiene la armadura plateada; es muy milagroso
en el cuidado de los sembríos, nos informan sus devotos. Cuando salimos,
en medio del pasaje, unos jóvenes ubicados en una mesa nos invitan
ponche y bizcocho. Omarcito se encuentra con uno de sus profesores del
colegio, lo saluda; al parecer es un devoto como muchos jóvenes que, de
manera asombrosa, se han unido para venerar a estas imágenes en los

Áncash ante el bicentenario 35


últimos años. Seguimos la ruta, solo nos falta un romano para culminar
nuestro periplo y asistir luego a la velación del Nazareno, quien debe
estar temeroso por lo que se viene más tarde.

Mi madre guarda en una bolsa de plástico los bizcochos que no ha podido


comer. Será para el desayuno de mañana, me aclara. Pienso en mi padre
que degustará estos ricos panes dulces que alegran la boca; por su
avanzada edad y el frío de la noche, no sale, pero siempre se emociona
cuando le contamos de los sucesos que se viven en el recorrido de los
chunchos un día después. Subimos por la calle que llega a la EPS Chavín,
mi antiguo centro de trabajo. Muy cerca está la vivienda de la familia
Villanueva. Un potente foco encendido y un cartel con la imagen de Justo
nos recibe; no hay cola, solo ingresamos por un callejón entre dos
paredes de adobe que nos lleva directo a unos escalones, para cruzar
después por una puerta de madera. Entramos y vemos a Justo impecable,
con su lanza que tiene como punta la figura de un águila; bajo sus pies, al
lado de los candelabros, hay otra águila enorme, imaginamos que cuida a
Justo de las injusticias. En las paredes de la sala vemos afiches alusivos a
la Semana Santa huarasina; además, una de sus antiguas armaduras se
muestra a un costado. Las pocas sillas libres están ocupadas; para
nuestra suerte, una señora sale con su niño y la ocupamos de inmediato.
Mi madre ya puso la vela y yo también hice la fotografía a Omarcito junto
al romano, como es característico en nuestras visitas. Mientras
descansamos, la familia empieza a servir caldo de cabeza, más conocido
como pecan caldo, bien calientito, como para chuparse los dedos. Le pido
a Omarcito que me tome una foto saboreando el potaje, necesito subirlo
a las redes de inmediato para avisarle a su madre, que no se animó a
venir, que estamos muy bien atendidos por estas familias que todos los
años hemos visitado y solo han mostrado amabilidad y cariño, valores
tan preciados que se ha ido perdiendo en estos tiempos.

La historia del Nazareno

Luego de haber concluido la visita a las viviendas de las familias que


cuidan de los soldados romanos y de las imágenes que acompañan el
anda principal del Viernes Santo, nos aproximamos con mi madre, mi
hermana y Omarcito al templo de La Soledad. Nos espera una noche y
madrugada bastante frías, el clima no anuncia lluvias, estamos con
suerte. No tenemos sueño todavía, van a ser las once de la noche y
estamos vestidos con la ropa adecuada para matar cualquier corriente de

Áncash ante el bicentenario 36


aire. Yo llevo puesto un polo, camisa de tela, chompa y la casaca más
abrigadora de mi ropero; igual Omarcito, está bien abrigado. Ingresamos
a ver la velación, colocaremos nuestras velas, rezaremos un momento,
escucharemos los cánticos fúnebres y trataremos de dormir un poco
cuando el sueño llegue; claro, eso sí, si tenemos suerte de encontrar un
espacio en las bancas de madera que siempre están ocupadas por la
feligresía.

Nuestro Jesús Nazareno es un Cristo articulado, movible, único en el


Perú. Es una bella escultura española del siglo XVII; se presume que
habría sido traída con la intención de catequizar a los indígenas del
antiguo Huarás; no se puede precisar con exactitud el año en que llegó,
lo que sí se conoce muy bien es la devoción y cariño que le tiene la gente
del campo.

En el terremoto de 1970 los brazos y piernas de nuestro Jesús Nazareno


se quebraron, pero no se le dañó la cara. Un señor de apellido Montoro
se lo llevó a Lima, ahí dos escultores, uno de nacionalidad española y otro
huancaíno, lo restauraron. A su regreso a la ciudad de Huarás, fue
recibido con mucha algarabía por parte de los feligreses; la población
volvió a sonreír, la imagen que había fortalecido su fe y amor por nuestro
señor Jesucristo estaba nuevamente con nosotros. Posteriormente, el
escultor huarasino Godofredo Zegarra corregiría sus manos, para verlo
otra vez cada Semana Santa con su rostro que parece que cambiara de
fisonomía al momento de enrumbarse al Gólgota, haciéndonos vibrar de
emoción y un sentimiento doloroso con cada una de sus caídas, como si
fueran látigos que caen en nuestro cuerpo. Estas caídas fueron
implementadas por Gualberto Guzmán Barrenechea y José Leiva Romero
allá por los años de 1930, las que se perfeccionaron poco a poco, hasta el
año 1980 en que empezaron a ejecutarse de manera permanente para el
beneplácito de la población y los turistas.

En el anda de madera vemos al Nazareno atado de manos con una túnica


de color crema. Dos jóvenes se ubican a sus costados; un extintor aparece
en la escena para alguna emergencia; además, en el piso descansa una
bandeja enorme de aluminio en la cual los fieles colocan sus velas como
muestra de su devoción. Mi madre consigue un espacio en las bancas del
templo; nos llama con la mano, nos acercamos, la vemos sentada y nos
acomodamos con ella. Estamos pegados, muy pegados, pero sentados al
fin. Seguimos escuchando las canciones fúnebres, dolorosas, de los

Áncash ante el bicentenario 37


cantores. En pocos minutos empezarán a llegar los soldados romanos
para tomar prisionero al Nazareno; uno a uno llegarán, como dice la
tradición. Fuera del templo, en la plazuela, la gente espera el inicio de la
procesión conversando, fumando o tomando algo. El primer soldado que
ingresa es Silverio, se encuentra acompañado de todos sus devotos. La
gente se mueve, se inquieta, volteamos. Lo ponen en el anda, lo ajustan
muy bien con unos tornillos y tuercas grandes; lo ubican junto al
Nazareno. Estamos sentados en las primeras filas, así que cada vez que
ingresa un soldado nuevo tenemos que voltear la cabeza. Luego aparece
el romano Justo; de la misma manera, se instala. Uno de sus devotos sube
a la parte superior del anda, lo sostiene, y otro abajo lo asegura. Con un
intervalo promedio de quince minutos, aparece cada soldado. Luego es
el turno de Custodio, y finaliza Mateo, quien viene a ser, dentro de la
escena, el jefe de los soldados, y el que ordenará de manera enérgica que
lleven prisionero al Nazareno rumbo a la pena de muerte, e iniciar de esta
manera la dolorosa procesión del Waraquí, o, como lo llamaba Santiago
Maguiña Chauca, Kapac Apu Huaraquí.

El Waraquí de Omarcito

Luego de que el sueño nos ganara por unos minutos en la banca del
templo nos ponemos de pie y dejamos el lugar abrigador. Mi madre, mi
hermana y Omarcito estamos muy ilusionados por este momento tan
esperado: acompañar al Nazareno en su camino al calvario.

Al traspasar el umbral del templo hacia la calle, vemos al medio de la


plazuela de La Soledad equipos de sonido instalados, y niños, niñas y
jóvenes con sus instrumentos musicales. Algunos de pie frente al
parante, con un micro, se preparan para tocar y cantar temas religiosos;
este año el coro de niños Los Huaracinitos, del Centro Cultural de la
Municipalidad de Huarás, y la Sociedad Artística Cultural Huarás, dirigida
por el músico y docente Justin García, participan del Waraquí con mucha
fe y devoción, cantándole al Nazareno temas de hondo sentido religioso,
actividad musical que se ha insertado en nuestra Semana Santa y, en
especial, en el tradicional Waraquí.

Las personas van saliendo bien abrigadas del templo, logro ver muy
pocos campesinos en la celebración; en los últimos años la festividad se
ha ido convirtiendo en una actividad más citadina. Nos recuerda Ernesto
López Ramírez, en su libro Una historia de Huaraz, del año 2005, en un

Áncash ante el bicentenario 38


pasaje referente al Waraquí, que los jóvenes traviesos antiguamente
cosían las polleras de las mujeres campesinas que dormían en el templo
esperando la salida de la procesión del Waraquí, y cuando las
desalojaban no podían moverse, tenían que salir en pareja y afuera cortar
los hilos; era un acto divertido de esos años. También nos cuenta que en
el trayecto de la procesión los muchachos tocaban las puertas de las
viviendas para que la gente que no había asistido se despertara y
acompañara al Nazareno; pintaban también el rostro de los campesinos
con taleguitas de ollín con las medias en desuso; o aparecían las famosas
«cantibolas», bolas de cera que, nos cuenta Francisco Gonzales, los
palomillas lanzaban a la gente en la penumbra. Estas bromas pesadas
felizmente se han ido perdiendo en el tiempo.

Son las dos de la mañana y vemos que el anda de San Juan Evangelista se
mueve; nos emocionamos, es la primera imagen que saldrá en procesión;
sus devotos se encuentran listos para llevar la imagen del apóstol más
amado de Jesús en el doloroso recorrido; un triciclo transportará el
grupo electrógeno que proveerá de energía a las luminarias que
alumbrarán las imágenes. Omarcito sostiene el brazo estensible que
hemos traído para hacernos selfies; mi madre y mi hermana van
adelante, las vi con frío y algo de sueño, no creo que lleguen al final, están
cansadas, la espera en el templo las ha debilitado.

Otra de las imágenes que sale en la procesión del Waraquí es Santa María
Magdalena; la suya, es un anda más pequeña, tallada con motivos de
ángeles; ella es una de las discípulas que acompañó a Jesús desde Galilea,
símbolo del perdón y la conversión, se caracteriza por llevar una corona
de doce estrellas en la cabeza, está bellamente iluminada y con su vestido
blanco. Sus devotos que han conformado una hermandad la acompañan
fielmente. Cada anda va avanzando con lentitud, todos estamos a la
expectativa de ver salir el anda principal, en donde se encuentra Jesús
Nazareno acompañado de los cuatro soldados romanos que lo han
tomado prisionero.

Hoy ha llegado mucha gente, a diferencia de años anteriores. El coro de


niños empieza a cantar, el anda de Jesús Nazareno por fin se mueve; los
cargadores están preparados, avanzan, avanzan; los reflectores ubicados
en el anda iluminan el rostro compungido del Cristo que tiene
encadenadas las manos y una dolorosa corona de espinas en la cabeza;
los cantos quechuas resuenan más tristes en el aire; las sahumadoras

Áncash ante el bicentenario 39


elevan el humo del incienso hasta el cielo, las personas llevan velas y
cirios; todos vamos rezando el Padre Nuestro, el Dios te Salve María. El
dolor es intenso, el Nazareno va rumbo a la muerte. Algunos lloran,
sienten que el pecho les aprieta. Los romanos muestran su rostro
malvado. Silverio y Justo, que aparecen al frente empuñando las toscas
cadenas que aprisionan al rendido, muestran toda su furia con el hijo de
Dios. Vamos lento, viendo a todos lados, no pierdo de vista a Omarcito
que está muy cerca de mí porque de vez en cuando ingreso en el tumulto
para tomar una foto y luego me retiro. Hay mucha gente, me alegro que
hoy los feligreses hayan respondido; veo gente de afuera, caras nuevas,
turistas que acompañan; es una celebración similar o mejor que el mismo
Viernes Santo, no lo dudo. Sigo avanzando.

El profesor José Antonio Salazar nos cuenta que antiguamente la


procesión del Waraquí era presidida por dos grandes velones que
median dos metros y medio: «Shutkop» o derecha, hecho con alma de
maguey, y el «Bordado», un velón que tenía un mayor adorno y
vistosidad. Ahora ya no se preparan velones para estas festividades. Lo
que también se ha perdido es el enorme candelabro triangular que
acompañaba la procesión tal como refiere Francisco Gonzales en su libro
Huarás, visión integral.

El escritor Marcos Yauri Montero en su libro Señor de La Soledad de


Huarás, nos dice que el Waraquí es el velatorio del Nazareno: «El cantar
incansable, el rezar, llorar, y no dormir son sus componentes (…) tiene la
finalidad de evitar o contrarrestar las consecuencias funestas de la muerte
de Cristo, porque muerto él queda abolido el amparo para los hombres, y
sobre el mundo penden el caos y la muerte».

Mi madre se ha acercado a donde estoy para decirme que va volver a la


casa, siente frío; yo trato de convencerla para que se quede un tiempo
más, pero ya tomó la decisión, se irá cuando lleguemos al campo del Sport
Soledad, a una cuadra y media de la plazuela. El anda bajará por todo el
jirón Amadeo Figueroa, que luce descuidado por los miles de huecos que
siento cuando camino. Vamos avanzando, lento, lento. La última anda,
que corresponde a la Virgen Dolorosa, nos viene siguiendo.

La imagen de la Santísima Virgen Dolorosa es antiquísima y


probablemente de procedencia española, más antigua que la misma
imagen del Señor de La Soledad, patrón de la ciudad de Huarás.

Áncash ante el bicentenario 40


Anteriormente llevaba el nombre de Virgen de La Soledad. Viste túnica
negra en señal de luto y un corazón atravesado por siete puñales que
simbolizan el dolor que padece al ver a su hijo entregarse a la muerte por
amor a la humanidad; su anda es cargada por damas en todo el recorrido
procesional.

Me he quedado solo con Omarcito, mi madre y mi hermana se fueron.


Debemos seguir avanzando hasta donde el cuerpo aguante. El reloj
marca las tres de la mañana y nuestro cuerpo necesita calentarse con
algo; en una esquina veo a una emolientera; me acerco, le pido dos vasos
de emoliente bien caliente; bebemos, nuestros cuerpos se reponen, se
fortalecen y continuamos el trayecto. Encontramos en cada intersección
a ambulantes ofreciendo sus productos, y a los policías deambulando con
sus celulares en la mano, en actitud de resguardo por si algo malo
sucediera. La noche se muestra despejada y parece que hubiera más
gente que al inicio. Avanzamos con las andas. Una tristeza absoluta se
respira en el ambiente. Nos cuentan que en el Virreinato las procesiones
nocturnas tenían que contar con licencia, hoy forman parte de un
programa especial donde todas las instituciones apoyan.

Omarcito y yo nos sorprendemos porque al llegar al parque FAP, a cinco


cuadras del templo de La Soledad, feligreses y devotos llegan a nosotros
ofreciéndonos en bandejas de plata un rico ponche caliente acompañado
de su clásico bizcocho. Esto nos motiva a seguir adelante. Nos alegramos
y agradecemos. Le pido a Omarcito que me haga otra foto con el vaso de
ponche. No esperábamos que la gente fuera tan servicial en la procesión.
Seguimos avanzando. Estamos cerca de la avenida Gamarra. Le pregunto
a Omarcito si desea abandonar la procesión, es niño y podría sentirse
mal; pero me dice que no, que sigamos avanzando; definitivamente, está
motivado por la fe en nuestro señor Nazareno. Continuamos.

La luna imponente desde el cielo ve el recorrido más triste de la Semana


Santa, los dolorosos cantos golpean el corazón, no existe frío ni hambre
en estos momentos que vemos los pasos rengueantes de un Nazareno
rumbo a la muerte. Omarcito se ha encontrado con un amigo de su
academia de básquet, los dos se acompañan; yo me adelanto para seguir
registrando los sufridos momentos de la procesión. Son más de las cuatro
de la mañana y seguimos firmes. La gente continúa acompañando,
cantando, sahumando; pienso que al llegar a la alameda Grau habremos

Áncash ante el bicentenario 41


cumplido, pero escucho a un Omarcito seguro de seguir avanzando al
ritmo de los pasos del Nazareno.

Hemos llegado a la alameda Grau. Creo que este será nuestro fin.
Omarcito se siente un tanto abatido, su amigo ha desaparecido. Hay una
gran multitud. Veo pasar varios taxis station wagon color blanco, hay
mucha gente esperando en la misma alameda y yo me convenzo de que
debemos llegar hasta el mismo templo del Espíritu Santo, no creo que la
procesión demore mucho, ya van a ser las cinco de la mañana y Omarcito
hace un último esfuerzo por seguir adelante.

–Ya estamos cerca, papá; vamos a llegar –me dice con la seguridad de
lograr nuestra meta.

Nuestro sacrificio se verá reconfortado este año, no lo dudo. Y así fue,


hijo, porque volviste a ganar el torneo escolar de básquet.

El reloj marca las cinco de la mañana con unos minutos más y las
primeras andas ya han llegado. El Nazareno sigue prisionero con ese
dolor en sus manos por las cuerdas que lo sujetan. En la alameda se han
instalado vendedores del rico caldo para el frío, el cual se ofrece a voz en
cuello a la gente que va llegando. Omarcito está muy emocionado; hemos
ingresado al templo, luce lleno. Ubican las andas estratégicamente para
ser adornadas con plantas nativas en el transcurso de toda la mañana. El
anda de la Virgen Dolorosa es la única que se adorna con flores. Los
cantos de dolor continúan, las emociones se liberan, «los hombres se
encuentran sin Dios, solos y desamparados, el vacío, el caos y la muerte
penden sobre todos», nos dice Marcos Yauri Montero sobre el final del
Waraquí.

La escritora Bárbara Bode, autora del libro Las campanas del silencio.
Destrucción y creación en los Andes, nos cuenta que el año 1972 la
procesión del Waraquí salía a las 3.30 de la mañana, llegaba al amanecer
y los campesinos que participaban vestían pesados ponchos de lana y
dormían en el suelo cuidando de las imágenes; había pequeños grupos
que preparaban ponche para los que hacían la vigilia.

Hoy es viernes de luto, viernes de muerte. Al mediodía saldrá el anda


principal llevando al Jesús Nazareno con su cruz al hombro con cuatro
soldados romanos a su costado; lo acompañarán también, en esa travesía

Áncash ante el bicentenario 42


dolorosa, Santa Cleofé Piadosa, Santa Verónica, Santa Marta y Simón
Cireneo. Las nueve imágenes harán un recorrido por el centro de la
ciudad hasta volver al templo del Señor de La Soledad al morir la tarde.

Hoy nadie nos va a contar cómo es la procesión del Waraquí, la


conocemos por dentro, la hemos vivido y hoy podemos contar al mundo
lo que se siente acompañar al Nazareno en su última noche. Nos sentimos
tristes, debemos dejar que avancen las horas. Mientras voy deslizando
mis pasos por la fría vereda hacia la avenida Gamarra, toda la alameda
Grau se encuentra ardiendo en lágrimas, la pena es inmensa.

Omarcito busca el taxi que nos devolverá a casa, se ha emocionado hasta


el alma ver llegar al Nazareno al templo Espíritu Santo, en el barrio de
San Francisco. Tal vez intentemos hacer el recorrido junto a toda la
familia el próximo año, incluidas mi madre y mis hermanas, es necesario
mantener nuestra espiritualidad, volver a creer. Estamos seguros de que
Dios existe en todas estas imágenes que hoy hemos visto, y son estas
mismas imágenes las que mantienen nuestra fe por tanto tiempo. Nos
vamos, nos vamos, tristes, llorosos. Jesús ha muerto, pero vive en
nosotros, en nuestro corazón, y con más fuerza desde hoy.
---

Vista panorámica de la ciudad de Huaraz (foto: DBP.)

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La Fiesta de las Cruces en Paria.
Organización y participación comunitaria
Rufa Olórtegui Mariño 
Macedonio Villafán Broncano 

Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo.

Introducción

La fiesta de las cruces es un extraordinario fenómeno cultural en el Perú,


en Huaraz y diversas provincias de Áncash. Como fenómeno religioso, es
un modo especial de fe del poblador peruano y de los habitantes de los
Andes peruanos; abarca una amplia variedad en cuanto a procesos de
celebración, tipos de cruces, calendarización festiva, música, danzas y
comidas.

En Áncash, y en particular en Huaraz, la fiesta de las Cruces se celebra en


forma apoteósica en el marco de los carnavales, son conocidas como
Cruces de carnaval. Para Yauri (2013: 143) no se concibe el carnaval sin
la fiesta de las cruces. La programación varía en función al calendario
litúrgico de la Iglesia católica. También la festividad se realiza el 03 mayo,
día de las cruces y el 14 de setiembre, día de la Exaltación de la cruz.

El presente trabajo apunta a la celebración de dos Cruces del Centro


poblado de Paria - Wilcahuaín (Independencia, Huaraz, Áncash, Perú),
denominadas Tayta Runtu y Tayta Awaq; en particular centra su
atención en el aspecto organizativo y la participación comunitaria.

La metodología utilizada es de carácter etnográfico. Se ha obtenido


información mediante entrevistas semiestructuradas y observación

 Rufa
Olórtegui Mariño.- Natural de Chingas, Huari. Estudió educación y antropología
social en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es magíster en educación con
mención en educación bilingüe e intercultural. Cuenta con estudios de doctorado. Es
docente en la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo.
 Macedonio Villafán Broncano.- Natural de Taricá, Huaraz. Estudió educación en la

Universidad Nacional de Trujillo. Obtuvo la maestría y el doctorado en la Universidad


Nacional Mayor de San Marcos. Ejerce la docencia en la Universidad Nacional Santiago
Antúnez de Mayolo. Es autor de publicaciones de cuentos y relatos en quechua y
castellano.

Áncash ante el bicentenario 44


participante, entre los años 2016 a 2020, que ilustran acerca de las
concepciones de los pobladores del área rural con respecto a su fe
religiosa y el proceso festivo. Las grabaciones, fotografías y filmaciones
registradas in situ muestran amplia información sobre la festividad.

Paria-Wilcahuaín es un centro poblado del distrito de Independencia de


la provincia de Huaraz, Áncash, ubicado a 3,335 msnm, muy próximo ya
a las bases montañosas de la Cordillera Blanca. La extracción andino-
campesina es predominante en su población de más de 2055 habitantes
(INEI, 2017). Muy cerca se hallan los monumentos arqueológicos de
Willkawain, del horizonte Wari. Su actividad básica es la agricultura y la
crianza de animales. Muchos de sus habitantes conforman la Comunidad
Campesina “Luis Sánchez Cerro”. Pero también una gran parte de su
población realiza actividades diversas en Huaraz y otras ciudades, sea
como profesionales, empleados, comerciantes o trabajadores en diversos
campos. Asimismo, su juventud estudia en instituciones educativas del
propio centro poblado, o educación superior en institutos superiores y
universidades. Como cualquier pueblo andino tiene migrantes en
ciudades lejanas e incluso en el extranjero. Por razones de espacio en este
trabajo más de las veces simplificaremos al centro poblado solo con el
nombre de Paria.

Tayta Runtu y Tayta Awaq son las cruces del centro Poblado de Paria-
Wilcahuain. Tayta Runtu es inmenso, de una altura de 5 metros, con base
de madera sólida y el “vestido”; con los adornos que lleva encima,
adquiere un gran peso que solo varios hombres -más de cinco- pueden
llevarla sin dificultad. Tiene su “trono” de piedra y cemento en la cumbre
denominada Runtu, a kilómetro y medio al este de Paria. Es tan
imponente que puede ser vista desde todo Paria e incluso de puntos muy
distantes incluso desde la Cordillera Negra. Tayta Awaq es una cruz
mediana, de dos metros de alto también sobre una madera sólida. Con su
vestido y adornos puede ser llevado por un solo hombre, generalmente
un joven de cierta fortaleza. Su “trono” se ubica a ocho kilómetros al este
de Paria, próximo a la cumbre del nevado San Cristóbal, junto a la laguna
de Awaq, al que se accede por un camino hecho a través de una cuesta
muy pronunciada. (Fotografía 1).

En general, la fiesta de las Cruces en los ámbitos rurales de Huaraz es una


manifestación de la fe religiosa, de la profunda devoción de los
pobladores del área campesina en cada una de sus cruces. Bode (2015),

Áncash ante el bicentenario 45


al referirse a un dialogo sobre la fe en la cruz, registra la siguiente
afirmación de un campesino al ser preguntado si en su corazón creía en
las cruces o si era solo una tradición. Sin vacilar, respondió que su
corazón creía”.

La fiesta de las cruces es una fiesta sincretizada, “Los españoles en la


conquistasustituyeron el Huanca por la Cruz que se convirtió en el primer
símbolo del sincretismo católico y de reinterpretación andina al verse
obligados los nativos de plantar una cruz encima de sus Huacas. Pese a las
órdenes impartidas los aborígenes siguieron adorando a sus ídolos” (Alba,
2016: 97). La fiesta de las cruces en Paria es una muestra de sincretismo
andino – occidental. Se puede apreciar las diversas formas de lo
sincrético: las imágenes cristianas (cruces) recubiertas de o “vestidas”
con elementos andinos; rituales de carácter cristiano – católico; pero en
lo festivo es de carácter predominantemente andino. Lo sincrético es el
rasgo fundamental de esta festividad.

Estas celebraciones de las cruces duran una semana en el marco de los


carnavales. Según reportaba ya Bode (2015) en su estudio sobre las
secuelas del terremoto, ocurrido en el Callejón de Huaylas en 1970: “En
febrero, época de loscarnavales, los indígenas traían sus grandes cruces
que estaban clavadas en las cumbres de los cerros. Cada año tenían que ser
bajadas a las iglesias para su bendición en la misa. Y después eran
devueltas a sus lugares de vigilancia en las cumbres por otro año,
defendiendo sus caseríos y sus chacras del granizo,las heladas y los huaycos,
asegurando una cosecha abundante”. Las cruces de Paria tienen su
festividad en los carnavales.

Cabe señalar que los días festivos tienen como eje el domingo de carnaval
(cualquiera sea el calendario establecido por la iglesia católica y que
puede ser en febrero o marzo). Es el día domingo en que las dos cruces
de Paria asisten a la misa mayor que se realiza en el santuario del Señor
de la Soledad en la misma ciudad de Huaraz. Así se comprende cómo días
festivos el sábado anterior en que se termina de amarrar las cruces, el
lunes posterior en que se celebra misa en la capilla del propio centro
poblado y el martes como día final en que las cruces vuelves a sus tronos.
La fiesta de las cruces de Paria se inicia con la “bajada”de las cruces de sus
“tronos” una semana o más días antes del domingo de carnaval, continúa
con el amarrado de su nuevo “vestido” que debe culminar el sábado en
horas de la mañana, sigue con las velaciones del mismo sábado, el

Áncash ante el bicentenario 46


domingo y lunes; las misas del domingo en la iglesia del Señor de la
Soledad de Huaraz y del lunes en la capilla del propio centro poblado; los
montes o yunzas en su honor el lunes y concluye con el hawikuy o
plantado de la cruces en su “trono” el martes; para reiniciarse el próximo
año. Cabe anotar que la Cruz de Awaq es “robada” de su trono a los pocos días
de su plantado en su trono. Antes ese robo se realizaba después de la
festividad de Todos los Santos en noviembre; ahora el plazo se ha acortado
por la aspiración de los devotos de tener el cargo de amarrador para obtener
dones especiales aspirados con urgencia por el devoto. A este respecto,
Robles y Huayre (2020: 151) señalan prácticas análogas antiguas que
consisten en el “robo” de las cruces familiares o domésticas desde sus capillas,
para vestirla, festejarla y devolverla el año siguiente.

Organización

La organización de la festividad corresponde a los pobladores de Paria


que tienen diversos cargos que hacen posible su realización cumpliendo
diversas responsabilidades y funciones. Comprende a un conjunto
autoridades que cumplen un rol directriz, de coordinación y liderazgo;
asimismo a las personas que participan en la realización misma de la
festividad con cargos diversos. Con estos colaboran el grueso de
pobladores de diversas formas a partir de su fe religiosa en los taytas.
Autoridades locales.

La organización de la fiesta de las cruces en Paria está a cargo de las


autoridades locales del centro poblado: el alcalde, el teniente gobernador
y el juez de paz. El alcalde es elegido por la población previo proceso de
elecciones conducido por un comité electoral entre más de un candidato.
El proceso comprende convocatoria, inscripción, tacha y sufragio dentro
del mismo centro poblado. El elegido tiene además el reconocimiento
posterior del alcalde del distrito. En cambio, el teniente gobernador y el
juez de paz son nombrados por la autoridad política y judicial de la
provincia respectivamente. Así los tres resultan vinculados a la
institucionalidad oficial.

Ellos tienen por función coordinar, liderar y supervisar el cumplimiento


de las funciones por las personas que asumen los diversos cargos; así
como brindarles apoyo cuando estas lo requieran. Contribuyen al
cumplimiento de las responsabilidades asumidas por los funcionarios
acompañando en los rituales, constatando el cumplimiento de los cargos

Áncash ante el bicentenario 47


y velando por el normal desarrollo de la festividad. Son los responsables
de oficializar la nominación de las personas en los cargos de maestro
mayor, de amarrador, de los veladores de cada noche y del tronco.
Cuando hay más de un aspirante a cualquiera de los cargos primero los
apuntan y luego los sortean. Dados los resultados del sorteo apuntan sus
nombres en un cuaderno de registro.

El sistema de cargos

Maestro mayor. Es el funcionario encargado de contratar la música para


los cuatro días centrales de la fiesta, desde el sábado hasta el martes. Sea
varón o mujer, es responsable de la música mediante un conjunto de Caja
y flauta, conformado generalmente por dos bomberos y dos flauteros.
Dicho conjunto interpreta la música desde el sábado hasta el martes, sin
separarse de las cruces. El maestro mayor es responsable de la comida
principal del sábado a los que participaron en la bajada de su trono del
Tayta Runtu, para los músicos, los devotos, colaboradores y asistentes a
su domicilio antes de su entrega al amarrador. La comida en su casa, con
frecuencia es sopa de llunca y picante de cuy. Además, asiste durante
toda la festividad a los músicos si les nota en necesidades de
alimentación o de refrescos; por ejemplo, cuando el domingo de carnaval
van a la ciudad de Huaraz, a la misa en la Iglesia del Señor de la Soledad.
(Fotografía 2)

El amarrador. Es el funcionario con mayor responsabilidad. Participa en


la bajada de la cruz de su “trono”, del amarrado y adornado de la cruz.
Para el efecto sus ayudantes especialistas y experimentados retiran el
“vestido” del año anterior y proceden a colocar el nuevo armazón de
varas de madera y de carrizo preparado. Luego viene el amarrado del
máchitu (Tillandsia latifolia, planta parásita que habita en las partes altas
de la cordillera en rocas y árboles), con lo que se cubre totalmente la cruz
colocando ramos de romero en los cuatro extremos. Proceden después al
pintado completo del máchitu con purpurina plateada. Colocan encima los
postizos adornados con flores, mariposas y pajarillos artificiales de
intensos colores. El amarradorequiere de varios días y la participación de
especialistas gratuitamente, tanto para preparar el nuevo “vestido de la
cruz”, el pintado y el adorno con los postizos. (Fotografía 3)

El amarrador es el responsable de la primera velación de ambas cruces


el sábado en la noche, que incluye velas y cirios, con rezos. Además,

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atiende a los devotos asistentes a dicho acto con comida, chicha y licor,
mientras el conjunto de caja y flauta donado por el maestro mayor
interpreta la música para animar el baile.

Veladores. En total son tres veladores, para la primera noche (es el


amarrador velador de Tayta Runtu), cuya actividad central es el sábado
en la noche al que se junta ya el Tayta Awaq traído por su amarrador
desde su domicilio al de amarrador del primero. El segundo velador
cumple con la velación de las cruces el domingo en la noche, cuando las
cruces retornan de la misa de cruces realizada en la ciudad de Huaraz. El
tercer velador es el que se hacecargo de la velación de las cruces el día
lunes, después de la misa realizada en el centro poblado de Paria. Entre
sus responsabilidades están la atención a los asistentes al acto de velación
de la cruz, con panes, comida, licores, música y baile. Si bien el conjunto
de caja y flauta de maestro mayor está presente para animar con música
la festividad, los veladores pueden contar con otro tipo de grupos
musicales como bandas de músicos o banda orquesta para animar la
fiesta durante la velación. (Fotografía 4)

El tronco. Cada cruz tiene su “tronco”; ellos son responsables del


“Hawikuy” o colocación de la cruz en su trono y la atención a los
acompañantes. El “tronco” de Tayta Runtu, es responsable del retorno de
la Cruz a su “trono” en el cerro Runtu el martes en la tarde. Luego del
plantado de la Cruz, ofrece la cena en su domicilio a quienes han
acompañado al hawikuy.

El “tronco” de Awaq es responsable del retorno de la cruz el martes en la


tarde a su “trono”, ubicado junto a la laguna Awaq. Los cargadores y
acompañantes caminan tres horas de subida y dos horas y media de
bajada hacia el trono y con frecuencia el hawikuy se realiza en horas de
la noche por la distancia desde el poblado de Paria. A media subida son
atendidos con comida. Cargadores y devotos, luego de cumplir la
plantación y dejar en su “trono” a la cruz Awaq, retornan, con frecuencia,
a media noche y son recibidos por el “tronco” en su domicilio quien les
brinda la cena consistente en un abundante plato de picante de cuy.
(Fotografía 5 y 6)

Los cargadores de las cruces. Está constituido por 10 o 12 hombres que


asumen el comprimo de cargar las cruces en distintos momentos, se van
alternando durante los días de la festividad; son personas del centro

Áncash ante el bicentenario 49


poblado que se conocen entre sí; poseen cierta fortaleza física que les
permite soportar el peso de las cruces. Dentro de ellos hay dos sub
grupos que se dedican a cada cruz. Mientras que Tayta Runtu por su
tamaño requiere al mismo tiempo de 5 a 6 cargadores; Tayta Awaq es
cargado por un solo individuo. Estos cargadores también intervienen
desde la bajada de la Cruz de su “trono” hasta el martes en su colocación
de vuelta a sus tronos. El domingo es el trabajo más duro porque deben
llevar y devolver las cruces desde la iglesia del Señor de la Soledad en la
ciudad de Huaraz en una caminata de más doce kilómetros de ida y
vuelta. Sin embargo, imbuidos por su fe en los taytas nunca dan muestras
de cansancio; más bien consideran que a mayor fe los taytas colaboran
volviéndose más ligeros.

Participación comunitaria

Se ha visto cómo las autoridades y las personas con cargo nominal


específico llevan las responsabilidades que les competen para que la
fiesta de las cruces se realice de manera efectiva. Evidentemente las
funciones son asumidas a partir de su fe. Ahora se verá la participación
del grueso de la población que no está directamente comprometida con
los cargos ya explicados.

Evidentemente en la fiesta de sus cruces Tayta Runtu y Tayta Awaq, los


habitantes de Paria se ponen en movimiento imbuidos por la fe. Es
movimiento real, dinámico, activo de las personas para manifestar su fe
a sus deidades; implica presencia física en los actos rituales o festivos
para ponerse cerca o junto a los taytas o tener oportunidad de contacto
físico imponiendo sus manos o besando a su madero o su vestido (salvo
la ancianidad o las enfermedades o la ausencia en tierras lejanas para que
los devotos solo establezcan diálogo espiritual con ellos). (Fotografía 7)

De ese modo participan en diversos actos que dan muestra de su fe


religiosa que es intensa y profunda, de plena convicción de que son sus
deidades protectoras, dadoras de bienestar en las diversas dimensiones
de la existencia o también castigadoras cuando se olvida promesas o no
se cumple con seriedad y dedicación los cargos asumidos. Estas deidades
otorgan dones, protegen a sus devotos; ayudan a encontrar trabajo, a
obtener buenas cosechas, a tener buena salud; ayudan también a los hijos
en el trabajo y en los estudios; a los jóvenes les da fuerza de voluntad y

Áncash ante el bicentenario 50


ayuda en sus proyectos laborales y de superación. En general propician
una vida plena para sus creyentes.

La fe religiosa de parte de los pobladores se expresa con obsequios y


donativos diversos a los que tienen cargo, a quienes al hacer la entrega
les dicen que es “para los Taytas”, “Taytakunapaq”. No se dice: es para ti.
Esos donativos comprenden alimentos crudos como llunca de trigo,
papas, productos para los aderezos que luego serán preparados; leños
para la cocina, cerveza, chicha, gaseosas, licores, galletas, incluso cohetes
o avellanas cuya explosión es el aviso de la presencia o avance de los
taytas por los caminos.

Otra participación de los devotos es acompañando a los taytas que son


llevados a la misa del domingo de carnaval a la iglesia del Señor de la
Soledad en la ciudad de Huaraz. De ida la caminata es rápida y los
cargadores están frescos y avanzan rápido para llegar temprano y lograr
que sus taytas ocupen los mejores lugares en la fachada del templo, luego
“escuchar” la misa y recibir la bendición del sacerdote responsable junto
con sus acompañantes. Ese día la concurrencia de cruces de todo tipo es
tan grande que la misa se realiza en la plazuela y no dentro del templo.
Cuando las cruces regresan el domingo de la misa en Huaraz a Paria
acompañados por numerosos devotos de todas las edades, también es
ocasión para que muchas personas devotas hagan su donación a los
taytas; se presentan en forma espontánea y reparten cajas de cervezas,
gaseosas, galletas, tanto a los cargadores como a los acompañantes
donde puede haber niños. Esos donativos se repiten a lo largo del camino,
comprando en las tiendas o sacando de sus llikllas las mujeres. Luego, ya
en territorio del centro poblado pasado el río que lo separa del centro
poblado de Huánchac, los vecinos y dueños de tiendas esperan es sus
puertas con donativos de igual naturaleza; en algunos lugares se
detienen calculando la necesidad de descanso de los cargadores. El
conjunto de caja y flauta ofrece su música y algunos devotos bailan
eufóricos. Este avance es lento, por lo que recién en la noche se va
llegando a la casa del velador del domingo, donde espera la cena, luego
el ritual de la velación y el baile en general.
A las velaciones en casa de los veladores también concurren los devotos
en gran número. Asisten voluntariamente llevados por su fe y dialogan
con los Taytas, muchos llevan velas o cirios, otros no, van a acompañar
simplemente. Los que asisten a las velaciones piensan que serán

Áncash ante el bicentenario 51


bendecidos por las cruces, conciben que recibirán los dones invocados
por participar en el ritual.

También la participación comunitaria consiste en el apoyo mediante


servicios y ayuda gratuita a los que tienen cargo; para preparar los
alimentos en la cocina mediante diversas tareas: limpiar los alimentos,
acarrear agua, atizar los leños, cocinar los alimentos, lavar los servicios;
asimismo para ayudar a servir o repartir alimentos a los asistentes. Cada
quien ayuda en lo que puede, no importa la edad o género. Hay madres
que con sus hijas adolescentes o señoritas van a ayudar en la cocina al
que tiene cargo; hay varones que por estar ocupadas o enfermas sus
esposas también ayudan en la cocina. La foto N° es ilustrativa, muestra a
un grupo de ancianas pelando papas para el almuerzo en la casa del
maestro mayor del año 2016. Son sus vecinas, y no necesariamente
familiares.

El retorno de los taytas a sus tronos el día martes, también es ocasión


para la participación comunitaria. Nuevamente gran cantidad de devotos
se congrega para acompañar a las cruces. Ambos son llevadas por los
cargadores en horas de la mañana, primero a la cumbre del cerro Runtu
donde tiene su trono Tayta Runtu. Siempre con el acompañamiento del
conjunto de caja y flauta. Llegado a la cumbre cerca de las dos de la tarde
son apoyados en el trono a manera de descanso. Es la ocasión en que los
devotos, a veces en familias completas con sus hijos de diferentes edades,
o personas jóvenes en parejas o solitarias, nuevamente invocan a sus dos
deidades juntas; rezan o se encomiendan en sus mentes; besan y tocan
con gran emoción las cruces en señal de devoción, algunos derraman
lágrimas. Luego los cargadores tomando todo tipo de precauciones para
sincronizar sus fuerzas logran poner de pie la pesada cruz de Tayta
Runtu en su trono, especialmente hecho de cemento y piedras. Entonces
emocionados lo contemplan imponente con su vestimenta colorida en su
trono hasta el año próximo. Puede llover, granizar, correr viento, hacer
frío, etc., pero nada impide el ritual de la colocación o hawikuy del Tayta
en su trono, ni disuade a los devotos de estar presentes.

La participación comunitaria para llevar al Tayta Awaq a su trono es


menos numerosa pero más intensa. Como se ha señalado es llevado solo
por una persona. Generalmente son jóvenes de cierta fortaleza física que
se van alternando para cargarlo. Debe ser llevado a su trono junto a la
laguna de Awaq por el camino de pesada pendiente en una jornada de

Áncash ante el bicentenario 52


aproximadamente tres horas. Aparte de los cargadores, los que
acompañan, en número de 20 o más jóvenes varones y mujeres y algunos
adultos, inician o están cumpliendo la promesa de acompañar al Tayta a
su trono para su colocación por siete años. Hemos conocido incluso una
niña de 12 años que en el 2016 estaba ya en su segundo año de
acompañamiento. Poco después de la colocación del Tayta Runtu en su
trono, uno de los cargadores, levanta al Tayta Awaq, hace movimientos
de venias y da vueltas en señal de saludo y despedida del Tayta Runtu.
Luego parte raudamente seguido por los músicos y el grupo reducido de
acompañantes que van en pos de cumplir la promesa de los siete años de
acompañamiento. Los que se quedan concentran la mirada emocionados
en el Tayta Awaq y en el grupo que se va alejando por la cuesta hasta
volverse cada vez más pequeñitos, en media hora apenas se puede
distinguir la cruz por su color hasta que finalmente ya no es posible
diferenciarlo de los colores de la montaña. Son casi las cinco de la tarde
más o menos. La gente empieza a retornar a Paria. En algún punto de la
cuesta, el tronco del Tayta Awaq estará esperando con un plato de
comida y refrescos para el grupo; luego del cual seguirán avanzando ya a
paso lento en la oscuridad alumbrados apenas por linternas o luces de
sus celulares. Según la información recogida, más o menos a las ocho de
la noche van llegando y a las nueve terminan de colocar al Tayta Awaq en
su trono, prenden velas tratando de protegerlas del viento, hacen las
invocaciones finales, y luego inician el camino de bajada. Felices de haber
logrado su misión con éxito. Los que tienen la promesa de los siete años
suman y restan los años. Más o menos después de la once, dependerá del
clima; puede haber lluvias y neblinas; pero confían en el amparo del
Tayta, que les estará protegiendo de cualquier peligro, van llegando a
Paria. Allí les espera el mismo tronco con una abundante y suculenta cena
de picante de cuy y bebidas calientes, que se consumen con alegría
desbordada y muy seguros de ser los elegidos del Tayta Awaq para tener
éxito y vida plena durante su existencia. Más tarde los jóvenes son
recibidos en sus casas por sus familias con un orgullo y satisfacción
inmensas.

Toda acción, donación, servicio o acompañamiento está dedicado a los


taytas, en señal de fe, y con la seguridad de que recibirán los dones
invocados para el bienestar de la persona y su familia: buena salud,
progreso, éxito en sus actividades, en la educación, incluso en el amor.

Áncash ante el bicentenario 53


En conclusión, podemos señalar que los habitantes del centro poblado de
Paria Wilcahuain tienen en el Tayta Runtu y el Tayta Awaq dos deidades
por los cuales tienen una profunda fe religiosa, la que tiene su expresión
en un conjunto de rituales y festividad que conduce a una participación
sostenida de diversa índole. Por un lado, genera una organización con un
sistema de cargos para su ejecución y por otro pone en movimiento a
toda la población en pos de manifestar su fe a través de diversas formas
de actuación cuya finalidad es obtener dones de las deidades que le
permitan una vida plena dentro de los marcos del pensamiento andino;
como son lacomplementariedad, la relacionalidad y la reciprocidad.

Bibliografía

Alba, C. (2016). Proceso de Inserción del Cristianismo en Áncash.


Huaraz: Killa Editorial y Hirka Ediciones.
Bode, B. (2015). Las Campanas del Silencio. Destrucción y creación en los
Andes. Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú.
Gonzáles, F. (1989). Folklore Ancashino p. 179-197. En: Áncash:
Historia y Cultura. Tomo I. Lima: Consejo Nacional de Ciencia y
Tecnología.
Instituto Nacional de Estadística e Informática (2 de marzo de 2021).
Centros poblados. Población censada, Paria, quechua. Recuperado
de www.inei.gob.pe
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Tarea Asociación Gráfica Educativa.
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Huaraz. Callejón de Huaylas... ¡Un Mundo por Descubrir!
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Yauri, M. (2013). El Señor de la Soledad de Huaraz. Discursos de la
abundanciay la carencia. Huarás: Killa Editores, Fondo Editorial
de la UNASAM- FCSEC.

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Fotografía 1: Tayta Awaq y Tayta Runtu

Fotografía 2: Ancianas participan apoyando a maestro mayor

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Fotografía 3:
Amarrando la
cruz de Tayta
Runtu

Fotografía 4: la
velación de
Tayta Runtu

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Fotografia 5: Tayta Runtu
colocado en su trono
en el cerro Runtu

Fotografía 6: Tayta Awaq colocado


en su trono, junto a la laguna Awaq

Fotogafía 7: Un niño devoto


besando la cruz de Awaq

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El regionalismo extremo en la
literatura pomabambina
Herbert Cajo Escudero 

“Uno debe escribir la historia de su pueblo para


escribir la historia de la humanidad, es decir, la
historia local aparecerá como historia universal o
como representación literaria de conflictos
universales en un nivel simbólico”.
León Tolstoi.

Introducción

La razón principal para elaborar la presente aproximación a la


“Literatura Pomabambina”, radica en la total ausencia de estudios
sobre el tema producida por autores de la provincia, o por autores
llegados de otros lugares o por autores que estudian esta literatura desde
perspectivas regionales, nacionales o internacionales. El objetivo es
agrupar en un solo texto lo más amplio posible la producción literaria de
esta parte del Perú, con la finalidad de hacerla conocer y mostrarla al
mundo para dilucidar su real valía.

Los estudios de la literatura peruana ignoran por completo la producción


realizada en el interior del país y, no precisamente, porque han
considerado que se trata de una literatura de poca calidad o de arte
menor; sino básicamente por la escasa difusión de las obras; una
circulación casi clandestina; ejemplares difíciles de encontrar en las
magras bibliotecas nacionales, debiendo recurrir con frecuencia a
coleccionistas y libreros antiguos o a los mismos autores o familiares que
guardan como un tesoro escondido algún ejemplar de la obra publicada.
Esta ardua tarea a realizar con mucha paciencia y dedicación dará como
resultado el mejor conocimiento de la producción literaria
pomabambina, cuya continuación no pienso abordar, por el contrario,
solo pretendo que esta sirva como guía para futuros trabajos más
amplios y mejor elaborados que los estudiosos deberán comprometerse


Herbert Cajo Escudero. Natural de Pomabamba. Abogado de profesión formado en la
Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Trabaja en el estudio jurídico que lleva su
nombre. Se dedica a la narrativa con publicaciones múltiples.

Áncash ante el bicentenario 58


a desarrollar, en bien de un mayor conocimiento y reconocimiento de las
obras hechas fuera del círculo literario oficial dominada por Lima.

Otra finalidad que se persigue es difundir la literatura pomabambina,


entendida esta como aquella realizada por habitantes de dicha provincia
ancashina, por otras personas que escriben o han escrito sobre autores
pomabambinos o sobre la indicada provincia; es alcanzar a comprender
que la literatura de provincia o región no tiene por qué ser
exclusivamente una literatura regionalista, sino que también de la
provincia o de las regiones puede hacerse literatura universal.

Para ello es imprescindible contar con la colaboración de las personas


naturales y jurídicas privadas o públicas que puedan brindar
información y proporcionen las obras que no se encuentren en
bibliotecas y librerías.

Mostramos aquí una bibliografía básica con omisiones y probables


errores involuntarios, que forman parte de este estudio provisional de
aproximación.

Palabras clave: Pomabamba, regionalismo, literatura, paisajismo,


provincia.

Sumario

Introducción, palabras clave. I. Aspectos generales. II. La literatura


pomabambina pre-colombina, en la colonia y en la emancipación. III. La
literatura pomabambina en la república y en la actualidad. 3.1 El paisaje
como elemento dominante. 3.2Lugares emblemáticos. 3.3 Personajes
ilustres. 3.4 Temática recurrente. 3.5 Hacia una nueva literatura
pomabambina. 3.6 La bibliografía de la literatura pomabambina.
IV.Conclusiones. V. Bibliografía.

I. Aspectos generales

Suele denominarse: literatura de provincia, literatura provinciana,


literatura regionalista, literatura regional, literatura de poco alcance,
literatura de aldea, literatura de pueblo, literatura no universal,
literatura local, literatura indigenista, literatura costumbrista, literatura
del interior, literatura anticentrista, literatura telúrica. Son algunos

Áncash ante el bicentenario 59


términos con los que se suele nombrar a la literatura producida fuera del
círculo literario dominante, la que se elabora en la capital.

Esta es una literatura minoritaria de alcance limitado y de poca difusión;


no es publicada en las grandes editoriales transnacionales; no llega a los
medios de comunicación masiva nacionales o extranjeros. No obstante
ello, en los últimos años vemos un crecimiento considerable de la
literatura provinciana, gracias a sus autores que abordan temas
universales y por la pujanza de las editoriales independientes que
apuestan por estos autores; han surgido también agrupaciones de
escritores que difunden sus obras en las redes sociales y publican en
editoriales virtuales mediante los cuales tienen un alcance mayor al
obtenido hace unos 10 o más años, cuando lo hacían en formato de papel;
debido a que este medio de difusión es más caro, lento y tedioso, por lo
que era casi imposible competir que las publicaciones masivas y de bajo
costo de las editoriales conocidas que tienen sucursales en varios países
de habla hispana.

Se afirma que la literatura provinciana peca de paisajista, de


pintoresquismo; es descriptiva de la naturaleza dominante, enaltecedora
de personajes emblemáticos, abunda en remembranzas nostálgicas,
excluye todo lo ajeno y se dedica a un culto al pasado. Igualmente se dice
que tiene un lenguaje coloquial regional. Se basa mucho en historias y
leyendas clásicas de la región. Tiene rasgos culturales de una geografía
en específico. Otro aspecto característico es el “yoísmo”, es decir, la
narración en primera persona, lo que dificulta crear personajes distintos
al autor omnipresente que todo lo ve, que todo lo sabe. En toda la
literatura pomabambina no encontramos personajes creados por el
autor ni historias o tramas.

Hay escasa participación de las mujeres, de los campesinos. Los


protagonistas no son precisamente los pobladores en conjunto o en
forma individual. A pesar que más de la mitad de la población es bilingüe
(español y quechua); no se conoce obras escritas en quechua, salvo
algunas excepciones, sobre todo en las canciones populares donde la
mitad de la canción es en español y la otra mitad en quechua, sean éstas
huaynos, chuscadas, chimaychis y otras canciones, como la música de los
maitines cantadas en las misas, sepelios y el día de todos los santos.

Áncash ante el bicentenario 60


Como decía Ciro Alegría “Mis obras poseen un tono épico, en donde
destacan especialmente la naturaleza y las tradiciones culturales
peruanas, conjuntamente con la lucha de sus gentes por su subsistencia.”
Nosotros no tenemos una narrativa o lírica referida a la lucha de sus
pobladores por su subsistencia, sus derechos y reinvindicaciones.

En este mismo contexto, notamos la ausencia de la novela y de la


dramaturgia, en las obras producidas. Con algunas excepciones como las
novelas cortas de Pedro Flores Cueva en su libro El poder en los andes o
las novelas de Julio Villanueva Sotomayor y Juan Mezarina Paredes.
Mientras que la más reconocida obra teatral es escenificada en la ciudad
es la muerte del Inca Atahualpa cuyo guión se atribuye a varios autores,
pero que año a año indefectiblemente se escenifica en la plaza de armas
al aire libre.

Otro aspecto para destacar es una historia ocurrida en la provincia y


contada por la tradición oral y llevada al cine por primera vez en
Pomabamba, por los hermanos Luis y Mario Tarazona, con un elenco
mayoritario de la provincia y gran parte de la película realizada en
quechua, esta producción El fugitivo de los andes, esperamos se estrene
pronto.

Es relevante mencionar también el arte fotográfico de dos autores


importantes como el Padre Gregorio Mezarina Paredes y Miguel Flores
Tinoco, quienes cultivan este arte; en su abundante producción retratan,
mayormente, paisajes pomabambinos y ancashinos.

Queremos una literatura pomabambina que no excluya el paisajismo,


exalte a sus personajes emblemáticos ni a sus lugares representativos;
pero también deseamos que incluya a las personas que forman parte de
su quehacer diario así como de sus dramas, sus fantasías y sus tormentos,
para tener historias contadas en prosa o en verso más relevantes a nivel
nacional e internacional.

Ya en los años veinte se originó la polémica entre Luis Alberto Sánchez y


José Carlos Mariátegui, en torno al regionalismo, indigenismo y la
producción literaria en general producida fuera de Lima, eje principal del
centralismo asfixiante. Posteriormente se desató un intercambio de
puntos de vista sobre la creación de la provincia y la universal, que
protagonizaron José María Arguedas y Julio Cortázar. Estas polémicas
sobre lo regional, nacional y el universalismo, siguen vigentes porque no
Áncash ante el bicentenario 61
es un tema acabado, sino que se reinventa cada cierto tiempo debido a
que no hay una sola posición dominante.

Mención aparte merece la excepcional producción y trayectoria del


artista pomabambino que llegó, en base a constancia y talento, a la
cumbre; precisamente por haber adecuado su obra a la modernidad; es
sin duda alguna el pintor y escultor Armando Villegas, ya que su obra
tiene no solo alcance local, nacional, sino internacional. De esa misma
manera los escritores pomabambinos emulando a Villegas debemos
modernizar nuestra escritura y tratar los temas literarios buscando la
comprensión de la humanidad en todas sus vertientes y no tanto
detenerse en el paisaje, en los personajes emblemáticos solamente, sin
dejar de reconocer que también es una literatura válida, sino que no
puede ser exclusiva y excluyente como lo es hoy en día, para bien del
progreso de una literatura como la nuestra que es incipiente y se
encuentra en un estado de formación y consolidación.

II. La literatura pomabambina pre-colombina, en la colonia y


en la emancipación

Se desconocen documentos, libros o revistas donde se muestren


evidencias de producción literaria alguna en esta etapa de la historia
literaria pomabambina. Los numerosos mitos y leyendas que se
transmiten de manera oral, generación tras generación, adaptándose a
cada uno de los lugares donde se difunden estas historias. César Huerta
Gonzales y Juan Mezarina Paredes, son los autores que más recrean estas
historias. Las leyendas del puma o pumapampa; Yayno, la ciudad
encantada; Gocha toro; del duende Shapshico; el Apallimay; del Uritu: la
flor encantada; de la princesa Kory y Pachawaraj; Haytallacuy; El
conjuro, entre otras. Desde esta etapa hasta hoy, la oralidad prima en la
lírica como en la narrativa, tanto en quechua como en castellano.
Encontrar evidencias documentarias de esta etapa es una ardua tarea
que será una verdadera aventura, que se los dejamos a los jóvenes que
tienen que tomarlo como un verdadero reto.

III. La literatura pomabambina en la republica y en la actualidad

3.1 El paisaje como elemento dominante

Los bellos rincones ancashinos y pomabambinos es fuente de inspiración


constante de los escritores subyugados por el paisaje que tienden a
Áncash ante el bicentenario 62
describirla y exaltarla vertiendo sus sentimientos y su forma particular
de captar la belleza de la naturaleza, sin tener en cuenta que esa manera
de ver el mundo se puede plasmar mucho mejor en una fotografía o en
un vídeo, por lo que su descripción del paisaje resulta ociosa, poco veraz
e incompleta cuando se realiza a través de la palabra que puede servir
para referirla pero no para retratarla; teniendo en cuenta que el lector
puede acceder a esa imagen de manera directa utilizando la tecnología
actual con una cámara de fotos o de video, e incluso con medios
tecnológicos que permitan ver en 3D o en hologramas. Esta versión de la
literatura descriptiva resulta obsoleta. Poco a poco irá desvaneciéndose
como ya ocurrió en otros lugares y con escritores que han destacado
antiguamente con esta forma de hacer literatura, han caído en el olvido
o han visto disminuidos su fama y su importancia en el contexto nacional
como es el caso de José Santos Chocano.

Actualmente prima la expresión del subconsciente, la confrontación de


las ideas, pensamientos, sentimientos que se vierten en la escritura a fin
de dar a conocer los miedos, los anhelos, las realidades de las personas
en forma individual o en forma colectiva. Esta literatura moderna tiene
que estar acompañada de técnicas literarias que no solo usen las figuras
literarias tradicionales, sino que también utilicen las nuevas formas de
poetizar y narrar como son el monólogo interior, el flashback (escena
retrospectiva), la referencia al tiempo pasado, presente y futuro, la
decisión de quién será el narrador, y otros. Además, deben estar referidas
dentro de un contexto de dimensiones históricas, sociales, geográficas y
políticas.

Esta nueva forma de hacer literatura es la que escasea en la literatura


pomabambina. Espero que con la aparición de muchos libros inéditos
que sabemos es tan a punto de publicarse pero que hasta ahora siguen
en el anonimato, se escriba de manera adecuada y no sea más de lo
mismo. Ya que si así fuera no estaríamos ante una evolución de las obras
literarias sino ante una involución, debido a que no se habría
comprendido la necesidad de cambio que se requiere para avanzar hacia
una producción más interesante y atractiva, así como trascedente para
los seres humanos que habitan la ciudad y para aquellos que quieran
conocer la idiosincrasia de sus habitantes así como del pueblo en su
conjunto como una comunidad mestiza que busca su desarrollo para
alcanzar la modernidad en todos los aspectos, con la utilización de los
nuevos conocimientos en ciencia, tecnología, técnica y humanismo, para
ver nuevos horizontes y anden por caminos distintos y mejores, que
Áncash ante el bicentenario 63
permitan la comprensión de las nuevas acciones a emprender, y que
éstas sean cantadas y contadas para el deleite de los lectores.

3.2 Lugares emblemáticos

Muchos poemas, cuentos, leyendas, ensayos y canciones se refieren con


admiración a Pomabamba, Yaino, Alpamayo, Curayacu, Los cedros de la
plaza de armas, Pumacucho, Jancapampa. Baños termales, Puma en el
nevado Jancapampa, Planta eléctrica, el río Pomabamba, y otros lugares.
Aquí los autores las describen, las alaban, se maravillan, resaltan sus
cualidades naturales, indagan sobre su historia, los elogian con adjetivos
excesivos. El terruño es invocado desde el lugar donde se encuentre el
autor. Una muestra de lo señalado se encuentra en la obra Yayno: ciudad
pre-inka perdida en los andes, de Donato Apolín Gamarra, que no solo
resalta las cualidades arquitectónicas de estas ruinas preincas, sino que
también incluye poemas enaltecedores dedicados a Yaino.

3.3 Personajes ilustres

De ese mismo modo a los Personajes de la provincia como el Monseñor


Fidel Olivas Escudero, Ichik Sixto, Dr. Oquendo, Zenobio Bernuy,
Estrellita de Pomabamba, Eberth Alvarez Salinas, Armando Villegas,
Justiniano Escudero Támara, Luis Negreiros Vega. Juan Montoya, Néstor
Flores, Horacio González, Luis Tarazona Negreiros, Rosenda Sánchez, y
otros. El elogio desmedido; se resalta las cualidades de los personajes y
se esconden sus defectos. Ausencia intencional o no de las personas
comunes y corrientes en las obras literarias. Escaso protagonismo de las
mujeres como personajes. Raleada referencia a las comunidades
campesinas en vivencia y sus sufrimientos por mantener sus tierras.
Análisis de las biografías incompletas, solo tocan el aspecto personal y no
profundizan el estudio de las obras publicadas; no hay una crítica
literaria científica. Una obra de muestra que refleja lo expresado, es el
libro “Por la senda” de Alfonso Ponte Gonzales, que re trata sobre la
biografía del Monseñor Fidel Olivas Escudero.

3.4 Temática recurrente

El terremoto del 31 de mayo de 1970, crea un gran impacto en la creación


literaria, la migración a Lima y a Chimbote en busca de un futuro mejor,
las 36 danzas folklóricas que acompañan las fiestas religiosas, el
chimaichi como género musical popular y generalizado, la pintay bata y
Áncash ante el bicentenario 64
el bordado artístico, la orfebrería y el anillo de tres hilos, las fiestas
patronales de San Juan y San Francisco, la navidad y semana santa, la
migración del campo a la ciudad, asfaltado de la carretera. Las obras
conocidas y publicadas se ocupan generalmente de estos temas sin llegar
a conseguir una obra que utilice un lenguaje depurado, que acuda a
técnicas literarias clásicas o modernas. Un claro ejemplo de lo dicho, lo
encontrados en el poemario “Oda al Huascarán”, de Justiniano Escudero
Támara, quien dedica todo el libro al nevado que originó el aluvión en
Yungay en 1970, una de las tragedias más devastadoras de la historia
ancashina.

3.5 Hacia una nueva literatura pomabambina

El 90% o más de los autores han sido o son profesores. Hecho que prueba
que los intelectuales obligados a pensar son mayoritariamente los
docentes que además deben cumplir con su ardua tarea de educar y
formar. En el siglo XXI, sin duda, tienen las herramientas a su alcance
para cultivarse más y estar al tanto de lo que ocurre en el mundo.

El regionalismo en la literatura pomabambina resulta excesiva y


agobiante. Entendiéndose por regionalismo la exacerbación melosa del
paisajismo justificable en alguna medida pero que no puede ser tema
exclusivo y excluyente de los demás temas a abordar.

Una nueva literatura debe emprender una labor constructiva de una


estética trascendente, debe tener a la ficción como elemento
indispensable, para proyectar una dimensión universal. Para ello es
necesario difundir mejor las obras, hacer profuso uso de las técnicas
literarias y formar parte de agrupaciones de escritores que discutan
constructivamente el alcance de sus productos literarios.

Digitalizar todas las obras contenidas en la bibliografía que aparece al


final de este estudio provisional y otros que no están, con la anuencia de
los autores, a fin de darlos a conocer a la mayor cantidad de personas e
instituciones, para su conocimiento y análisis científico correspondiente.
La masiva difusión de las obras es la tarea primera para realizar y tener
una sostenida producción en el tiempo, hará crecer y mejorará la
literatura pomabambina, de provincia o regional para alcanzar la calidad
necesaria que haga olvidar quién lo escribió y, lo más importante, dónde
se escribió, entonces y solo entonces será una obra universal.

Áncash ante el bicentenario 65


3.6 La bibliografía de la literatura pomabambina

Este esfuerzo para identificar y listar los libros producidos por los
lugareños y otros autores relacionados con el tema propuesto ha tenido
diversos obstáculos, debido a que la mayoría no están en las bibliotecas,
no se encuentran en las librerías, muchas obras las tienen los propios
autores o sus familiares a quienes ha sido difícil ubicarlos. No obstante,
ello, las redes sociales han contribuido a salvar estas dificultades. Por lo
que es urgente, por lo menos, hacer una antología amplia de dichos
libros, con el fin de tener en un solo texto los más representativos
productos literarios y así tener una idea general de la creación literaria
pomabambina. No todas las obras mencionadas corresponden a obras
literarias propiamente dichas. También existen cuentos y poemas
sueltos publicados en diversas revistas, blogs y en páginas del Facebook,
por autores que no ha desarrollado un libro orgánico. Destacan entre
otros, Amelia Esparza de Santos, autora del himno a Pomabamba.

IV. Conclusiones:

La literatura pomabambina:

4.1 Es regionalista, exagera en el paisajismo, es preponderantemente


descriptiva.
4.2 Adolece de un lenguaje depurado y las técnicas literarias son poco
usadas.
4.3 Carece del elemento principal de la literatura que es la ficción.
4.4 Es incipiente y está en proceso de formación y consolidación.

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Feliz día mamá
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Áncash; gantu hayta; los cedros; luz en las cumbres; Pomabamba;
shari.

Áncash ante el bicentenario 73


Aproximaciones a la literatura piscobambina
Danilo Barrón Pastor 

Resumen

Piscobamba es un pueblo precolombino ubicada en


parte noroccidental del Marañón. Rodeada de
eucaliptos y apus tutelares. Entre ellos Huancash y
Chotajirca. En su plaza principal, hay un centenario eucalipto, reciente-
mente declarado patrimonio natural de la humanidad. Estos elementos
geográficos inspiraron poetas, artistas y narradores.

El nombre de Piscobamba proviene de dos vocablos quechuas, Pishgo =


pájaro y bamba = pampa. Sus orígenes se remontan a la época preinca.
Fue un pueblo que formaba parte de la cultura Chavín.

Han pasado más de quinientos años y estos pobladores aún mantienen la


lengua quechua influenciado por el culli con algunas variaciones, caste-
llanizadas, su vestimenta mayormente ha cambiado con la occidenta-
lización por la presencia de los españoles durante La Conquista. Además
se puede observar en la actualidad el Inca Nani (camino del Inca) ubicado
a un kilómetro de la ciudad de Piscobamba.

En el presente trabajos vamos a mencionar a los escritores más repre-


sentativos de Piscobamba (Mariscal. Luzuriaga – Áncash). Asimismo
haremos un breve comentario de sus publicaciones.

Palabras clave: Piscobamba, literatura piscobambina, Áncash, Mariscal


Luzuruaga, literatura regional.


Danilo Barrón Pastor. Natural de Piscobamba, Mariscal Luzuriaga. Licenciado en
educación con grado de magíster. Además, tiene estudios concluidos de doctorado.
Actualmente, es docente en la UNMSM, UNFV y UJBM. Actual presidente de la
Asociación de escritores ancashinos, AEA. Dirigió diversas revistas culturales y
educativas. Con diversas publicaciones.

Áncash ante el bicentenario 74


Guido Vidal Rodríguez

Es el mayor narrador de la provincia de la Mariscal Luzuriaga. Nació en


Piscobamba en 1924 y falleció en Lima en 2012. Ganó el concurso boliva-
riano con su obra “El arriero”. En 1996 ganó el premio Horacio de la
derrama magisterial, con su novela corta: Fin de semana en el paraíso.
Deja una vasta producción inédita, cuyas obras serían convenientes que
fueran publicados por alguna institución.

El arriero (1968)

Es un cuento bien elaborado. Podemos ubicarlo dentro del neoindige-


nismo. En ella el coprotagonista del relato recuerda al arriero que antes
de ser su víctima fueron compañeros de viaje en el de ir y venir al
terruño. Dice: Vidal, (1968)

¡Alguna vez me vengaré! -dijo entre dientes, la cabeza moribunda.


¡Tenía que encontrar a ese malvado y traidor!..
¡Ese traidor eres tú! ¡Tú! ¡Túúú!.. -diciendo esto, volteó señalando
con el dedo acusador al arriero que se desfiguraba el rostro con
ambas manos.

¿Te acuerdas que por robarme, me asesinaste con la más


despiadada crueldad? ¿Te acuerdas?

¡Ah! Pero al fin te he encontrado...


¡Hoy no podrás escapar! ¡Por fin... llegó la hora de mi
venganza!
¡Ja, ja, ja, ja!.. ¡Alguna vez tenía que encontrarte!
¡Ja, ja, ja!..

Reducido a su mínima expresión, con los ojos desorbitados de


terror, agotado y, en el clímax del paroxismo, el arriero se
desollaba el cuerpo contra la roca. (p. 35)

Los escenarios están enmarcados en la cordillera blanca, en el lugar


denominado portachuelo, cuando los arrieros viajaban a la costa para
adquirir mercancía. Cuyo arriero había sido asesinado, por su compa-
ñero y su espectro aparece en la noche para buscar venganza.
Sobre el cuento mencionado el narrador: Colchado, (2012) dice:

Áncash ante el bicentenario 75


Este bello y bien elaborado cuento de Guido Vidal Rodríguez nos
trae a la memoria los relatos orales del sufrido pueblo ancashino
cuando la modernidad se instaló en nuestro país, primero con las
empresas mineras norteamericanas, luego con los complejos
agroindustriales de la costa y, finalmente, con la pesca y la
siderúrgica en el Puerto de Chimbote. (p. 04)

Fin de semana en el paraíso (1996)

Es una novela corta, de ciencia ficción como lo indica el propio autor. Sin
embargo, podemos decir, que es una crónica de un paseo familiar,
huyendo de la ciudad aglomerada por el cemento y neón.

Los acontecimientos están acentuados en la semana santa, y el escenario


es la playa de paraíso de Huacho. Es una epopeya de contenido social y
humano. La historia termina con la frustración del protagonista, quien
vive intentando hacer realidad sus sueños, y en esa aventura se observa
su frustración.

El juramento (1994)

Es un cuento en donde el autor narra sus experiencias. Muy bien


elaborado, donde presenta caracteres humanos de conflictos psicoló-
gicos. Emplea un lenguaje sencillo y lineal. A lo largo de la lectura logra
mantener la atención. Cuyo tema es el sentimiento que se recuerda y se
hace memorable.

Además, ha publicado los cuentos; Un charco de tinta, El juramento, entre


otros.

Américo Portella Egúsquiza

Nació en Piscobamba. Es ensayistas, y cronista. Además ha escritos


cuentos, biografías y poemas. Américo, debe ser uno de los más
importantes estudiosos del pasado luzuriaguino, él en su calidad de
profesor de historia y geografía acierta con esta publicación en un país
donde hay muchas limitaciones para desarrollar investigaciones de
carácter cultural. Portella, (1996) dice:

Áncash ante el bicentenario 76


La guerra entre los apus de Piscobamba
I
En tiempos abismalmente remotos
sucedieron magnánimos acontecimiento:
cinco hermano con poderes sobrenaturales,

Huancash, Amañico, Asuaj, Gayapacoj y Huaracayoc
Protagonizaron epopéyicos eventos bélicos. (p.7)

Narra la historia de cinco hermanos (Apus), cerros contiguos de


Piscobamba. Que en tiempos pasados poseían poderes sobrenaturales.
Estos gobernaban en aparente armonía bajo la supervisión del dios Illago
(fenómeno meteorológico. Descarga de electricidad atmosférica acom-
pañada de una ráfaga de luz).

Los tres hermanos menores: Asuaj, Gayapacoj, Huaracayoc se rebelaron


contra Huancash y el segundo hermano Amañico participa como
intermediario para evitar la contienda.

Los insurrectos fueron derrotados y el poderoso Illago los petrificó.

Willanakushun (contémonos). 1986.

Relatos populares andinos, cobra mucha importancia desde su


publicación hasta esa fecha.

El autor inicia el texto con una introducción extensa en la cual busca


configurar el territorio cultural. Además nos da una lista de textos
literarios de carácter histórico y literario publicados a largo de muchos
años por autores luzuriaguinos y ancashinos en general.

Otro de los pasajes se refiere al paisaje Piscobambino, en él se relata su


cultura, sus costumbres y sus atractivos turísticos y la importancia que
tuvo esta región en el pasado, y lo que más llama la atención es aquella
que se refiere a la batalla entre huascaristas y atahualpistas. Portella,
(1986) indica:

La historia confirma que Piscobamba y todos los lugares


adyacentes fueron escenarios de cruentas batallas fratricidas
entre huascaristas y atahualpistas; cada contendor tratando de

Áncash ante el bicentenario 77


demostrar su fuerza y poder. Estos enfrentamientos han quedado
perennizados, de tal manera que hasta la fecha se conservan los
topónimos, como es el caso “Asiajbamba” (pampa pestilente, por
cadáveres insepultos después de una batalla); “Ayapa-umán”
(cabeza de muerto, colocadas en estacas); “Tullubamba” (pampa
de los huesos); “Yahuar cocha” (laguna de sangre), etc., nombres
que nos dicen mucho y con toda la verdad estremecedora.” (P 10.)

Estos lugares en la actualidad subsisten, pero la historia los ha olvidado


por lo que merece quizás un estudio antropológico e histórico con mayor
documentación ya que el autor se ha limitado a enumerarlas.

Se describe sus fiestas patronales y los barrios principales que


conforman la zona.

Culebrones

El texto inicia con, Portella, (1986) “Dicen que...” (p.22) términos que se
encuentran en la variedad lingüística del lugar, y muy frecuentemente
utilizada en este tipo de historias. El discurso oral utiliza un lenguaje
coloquial en la forma simple de las estructuras sintácticas de la
narración. El texto es sumamente lineal, utilizando palabras marcadas
por notas de pie de páginas que explican con mayor claridad el término
de algunos vocablos utilizados en el relato, con la finalidad de aclarar el
significado, esto se ubica al final del texto. Portella, (1986) narra: “El dios
Ticsi, (Divinidad en el antiguo Perú que significa fundamento, principio
“Esplendor originario, Señor, Maestro del Mundo), ordenó que los reptiles
hambrientos, fuesen los encargados de llevar a cabo el drástico castigo: el
exterminio de la humanidad”. (p. 22). Los pocos y antiguos pobladores
recuerdan vagamente este nombre. Se utiliza la analogía: de culebrón
hembra, habitante de la laguna de Ganchiscocha y el macho, que vivió en
la laguna de Yanacocha.

El narrador recoge la historia, pero se nota que exagera con la utilización


de algunos términos poco usuales en la oralidad colectiva. Portella,
(1986) narra: “en donde debía desayunar el opíparo potaje humano” (p.
22). La palabra opíparo, viene hacer un término culto que podría ser
reemplazada por comida sabrosa.

Áncash ante el bicentenario 78


Se utilizan diversos nombres de lugares como Chancaza, Piscobamba,
Yungay, Casca, Huaraz, Pomabamba, etc.

Se trata de un relato de carácter cosmogónico, que de alguna manera


trata de explicar el origen de las filas rocosas, semejantes a ofidios que se
encuentran en las alturas de Parco (Mariscal Luzuriaga. Áncash),
Portella, (1986) dice: “podemos observar asombrados que los culebrones
aún permanecen formando esas hileras pétreas de superficies punteagudas
de color gris azulejo con ribetes dorados del ichu de la puna” (P. 23).

Los protagonistas de la historia, los dos culebrones, macho y hembra,


salen en busca de alimentos de las lagunas de Ganchiscocha y Yanacocha,
y tienen la misión de devorar humanos, así recorren hacia el occidente y
por los lugares que atravesarían desayunarían, almorzarían y cenarían
durante el día. Al día siguiente continuarían devorando humanos, pero
el Dios Ticsi, se arrepiente y con ayuda de Katequilla, vaticinador de
acontecimientos, deciden transformarlos en piedras a estas serpientes y
así han quedado petrificadas hasta la fecha.

Este relato se remonta a épocas prehispánicas no identificados, la laguna


subsiste, los protagonistas han sufrido cambios, antes culebrones, ahora
hileras de rocas que se extienden a varios kilómetros.

El discurso oral es coherente, con una secuencia lineal de los


acontecimientos, (orden cronológico), narrado en tercera persona,
guardando relación entre los personajes y la geografía. El texto inicia con:
Portella, (1986) narra:

Dicen que en el principio de los tiempos, un dios procedente de


las regiones septentrionales, convertido en un personaje alado,
dejo caer un huevo (huevo primordial) en cada una de las lagunas
de Ganchiscocha y Yanacocha.
De estos huevos brotaron dos serpientes que vivieron durante
largo tiempo sumido en profundo sueño.
El culebrón hembra que era el más grande, habitaba en
Ganchiscocha, y el macho vivió en Yanachcha. (p. 22.)

El origen de los culebrones señalados en la obra, son de la memoria


colectiva que se actualiza en el tiempo, el evento es irreal, no confirmado,
Espino, (1999) señala: “como discurso, toda literatura oral no es

Áncash ante el bicentenario 79


exactamente solo lo que nos llega a nosotros sino aquello que se construye
con el narrador hablante en presencia inevitable del oyente”. (p. 17).

Este relato tiene como anexo notas sobre los culebrones, en total son
cinco, que en su mayoría son supersticiones de lo que podría ocurrir,
creencias, como reencarnaciones, transformadas en fenómenos
naturales como: aluviones, huaycos, sismos, etc.

El otro título de importancia, es la que el recopilador introduce en su


texto sobre La Gongapa tomada de la tesis “Relación del Folklore en el
proceso educativo de la provincia de Pomabamba” del profesor Augusto
Egúsquiza Vidal, UNMSM 1964.

La gongapa

Describe a una jovencita muy hermosa, a quien sus padres, Portella,


(1986) narra: “la dedicaron como pareja a una Dacha de piedra, llamada
Chanca de figura de persona, con quien la casaron y celebraron su boda
fastuosamente”. (p. 30.)

La joven guardó su virginidad por un tiempo, pero luego sintió deseos


carnales por un joven apuesto, deseó unirse secretamente, sus padres se
enteraron y con el temor que fallase a su juramento, la dieron de comer
la gongapa (planta sagrada) para que olvide a su novio.

El texto posee una unidad temática que viene a ser el hacer olvidar.

El libro recoge diversos relatos como “Huagancu” “La sirena de


Andaymayo”, “Warajlluy y Apallimay” “El Huandoy y el Huascarán”, etc.,
que los analizaré en otros estudios posteriores.

En Piscobamba se cuentan muchos relatos que han venido variando de


generación en generación, la gran mayoría ha quedado en la memoria
colectiva, muy pocos de ellos han llegado a publicarse. Y un gran número
de historias aún se encuentran olvidados, las nuevas generaciones, con
la llegada de la escuela, los medios de comunicación, han desarrollado
nuevas voces, Espino, (1999) señala: “una literatura que viene de atrás en
la memoria y que se transmite de generación en generación, con las marcas
inevitables de su propio tiempo”. (p. 16). Las historias pueden cambiar con
el tiempo.

Áncash ante el bicentenario 80


Don Toribio de Luzuriaga y Mejía – Primer gran mariscal y otros
mariscales del Perú.

Texto biográfico publicado en 1993 la primera edición y 2017 la segunda.


Serenatas andinas (2000)

En ella el autor recopila canciones de todas las épocas como un


cancionero popular.

Aquiles Egúsquiza Ramírez

Nació en Musga (Mcal. Luzuriaga), estudió en la Pontificia Universidad


Católica del Perú. Falleció en el año 2017. Sus obras, Apocalíptico del
maestro (drama), Itinerario y testimonio; Mis rosas primerizas de
Buenavista (ambos poemarios). Tiene aún obras inéditas por publicar,
que seguramente sus familiares lo harán posible.

Mis rosas primerizas (2015)

Cuyos poemas tienen un tono juvenil, ubicados en los amoríos de


adolescente. Poemas de ternura, de amor, donde conjuran el dolor y el
llanto. En este poemario, encontramos versos llenos de sentimientos
pecaminosos. Aquiles, emplea una poética bien trabajada. Desde el
primer poema dedicado al primer amor “de niños, aún, enardecido/ de
ensueños infatiles,/ te pensé, quien sabe/ con mi primer pensamiento”. (p.
15)

La voz poética recuerda al amor colegial.

En la parte final está su poema profecía del retorno


(a mi casita donde nací y a donde volveré a morir).

Volveré
Volveré un domingo de noche
Cuando tu luna dormite
En su blanda almohada
De blanco capús (p.127)

Es un poema telúrico, cuyo deseo de morir en su terruño, el lugar que


seguramente haya marcado etapas importantes en su vida.

Áncash ante el bicentenario 81


Amor no dicho

Yo sé que hay ratos


de madureces infantiles,
de ternezas de viejos
en que el corazón se asoma
por las pupilas del alma.

Entonces,
cómo uno quisiera
decirle a alguien
"¡Cómo me gustas!",
o cosa así,
algún piropo. (Tropel de sueños P. 92)

Sus versos transmiten la identificación del ser telúrico y la esencia del


amor juvenil y provinciano. Clama por el amor que se pierde y sufre
apaciblemente. Sin embargo, tiene la esperanza que la llama se encienda.

Milton Pastor Neyra

Nació en Piscobamba en 1964, Profesor de filosofía y Politólogo. Premio


juegos florales Universitarios 1994 UNFV. Primer Puesto prosa y Tercer
Puesto en verso. Juegos Florales Metropolitanos "Cien Años de José
Carlos Mariátegui", Primera mención honrosa. Docente universitario.

Timbal de un bohemio irreverente, poemario publicado en 1993.

Milton, en este libro, escribe sus experiencias de amor. En los poemas hay
un tono confesional de un don juan irreverente, poemas dedicados a las
amadas que en épocas juveniles endulzaron su corazón. En muchos de
ellos están mencionados los nombres formaron parte de su historia.
Cuyas mujeres dejaron su ceniza, y aún el fuego sigue. Dedica
apasionadamente versos para su esposa:

Todo hombre inventa su mujer



Tú, mujer, mi compañera, mi elección y mi renuncia. (p.75)

Áncash ante el bicentenario 82


Poema para valentina

Para un amor de todos los tiempos,


la piscobambina de los "ojos café"

Cierro los ojos y recuerdo


aquella tarde
a orillas del Vizcacha,
… (p. 35)

Náufrago de amor (Para Shamila)

¡Oh predilecto encanto!


Esa noche al verte
pasear indiferente,
nostalgias en niebla
Cubrieron mi alma...
… (Tropel de sueños, p. 18)

Versos dedicados a los amoríos juveniles, el recuerdo latente del amor.

Crepúsculo (A mi Padre)

Padre ejemplar humano sobrio,


sutil y contundente...
caminaste a pie pisando firme
marcando huellas
a que no te olviden...
… (Tropel de sueños, p. 19)

En cuyos versos rememoran al padre ausente. Aquel hombre que llegó a


la plenitud de su existencia. El ser que vivió entre la ciudad y el campo.
Con los sentimientos manifestados quiere justificar su muerte. Sin
embargo, el dolor que siente es profundo.

Paraíso terrenal

Novia de los andes
ciudad señorial y generosa.
Eres transparencia de tu cielo azul,

Áncash ante el bicentenario 83



Novia de los andes
ciudad acogedora
tranquila y soñadora.
… (Tropel de sueños, p. 14)

Añoranza

Piscobamba amor del Ande,


"centro y razón de mi vida
... te amaré
hasta los confines del mundo".
… (Tropel de sueños, p. 16)

Poemas de carácter telúrico dedicados a su solar natal. Describe el


paisaje, sus ríos, así como a su gente. Y se compromete que es el lugar
donde quisiera vivir, porque sus recuerdos de infancia están marcados
para siempre.

Elmer Neyra Valverde

Nació en Piscobamba en 1939, es cronista, historiador, poeta y narrador.


Ejerció la docencia universitaria. Tiene estudios de maestría y doctorado.

Publicaciones:
Cae San Pablo y otros relatos, Sueños de paz, (narrativas), Tensando
caídas, Qoyllurwanka (poemas en quechua), Rumi Shanka (poemarios).
Rumi Shanka, publicada en 1996.

Conjunto de poemas, cuyos versos están enmarcado con tono épico. En


este libro la voz poética manifiesta lo que siente y hace. Un lenguaje bien
tratado. Elegías como; La campanilla de mi escuela, Canto al sol, Neyra:
“Un único sol/ atiza en fuegos/ el corazón de nieves/ de la sierpe andina.
(p. 64)

Sextillas a mi madre

¡Oh madre¡
en el milagro
oculto en tu sangre,

Áncash ante el bicentenario 84


germinaste
la astilla
de mis días. (p. 39)

La figura la madre se hace presente, y ese agradecimiento eterno del


amor materno, siempre latente.

Ollita de barro
esculpida por dedos de amor
ollita de barro
salvada de la hoguera del tsamana. (p. 60)

A manera de oda dedica, estos versos a un utensilio nativo del lugar como
es la olla de barro.

La gran campana de mi pueblo

Esa campana fornida,


como Wankash
en eco de bronce,
trepada
al vano
de la torre
solitaria (p. 93)

La campana de la iglesia de Piscobamba, resuena con sus ecos a muchos


kilómetros de distancia.

Padre mío

Padre mío, que aún vives


En tu tierra de uritus
Pocas veces me escuchaste,
Esta tarde es triste decir:
No oyes el rumor de mi tristeza

Tuviste tantos hijos, tantas hijas
Como pajarillos en la madrugada
(Por el parque nacional Huascarán I p. 51)

Áncash ante el bicentenario 85


Es una elegía al padre, la memoria y el recuerdo se hacen presentes, y los
hijos son su mejor legajo en la tierra.

Juan Rodríguez Jara


Nació en Piscobamba en 1937. Retirado de la Guardia Civil del Perú.
Actualmente, exdirectivo del club Áncash y dirigente de la Asociación de
escritores ancashinos.
Producción literaria: Aromas de la tarde. Sequía en los andes. Su
producción poética ha sido publicada en diversas antologías literarias.
Reconocimientos: Diploma y medalla de oro, plata y bronce por Mérito
Guardia Civil del Perú. Diploma y medalla de oro de reconocimiento por
premio nacional concurso Mi amigo el Policía por Legión de Honor
Guardia civil, 1990 Resolución USE 12 Lima por construcción de aulas en
colegio Alfonso Ugarte de San Isidro, como presidente de APAFA, Padre
Luzuriaguino y diploma medalla de honor por la Asociación Escritores
de San Miguel de Cajamarca.n Diplomas de Poetas del Mundo filiar Isla
Negra Chile.
10 febrero de 2017, el Congreso República del Perú le otorga la Medalla
dorada y diploma de reconocimiento “Por contribución a favor desarrollo
Región Áncash y provincias”.

Homenaje a Piscobamba

Oda a Piscobamba

Bella meseta andina de Áncash


te visitaron de Sechín y Chavín,
abrigaste a los Pishgopanpas
forjando una gran civilización.
Resististe con gran heroísmo
la invasión del imperio Inca. (p. 9)

Dedica sus versos al terruño que lo vio nacer. A este pueblo precolom-
bino, que en tiempos pasados fue escenario de varias civilizaciones.

Majestuoso árbol insignia

Gran eucalipto de la plaza de Piscobamba,


tú que tienes perfume de esa lejana Australia,
supiste adueñarte de la “Novia de los Andes”

Áncash ante el bicentenario 86


plantado por las manos de Juan B. Rodríguez. (p. 12)

Rinde homenaje a su abuelo, quién plantó hace más de 150 años, el


majestuoso eucalipto. Este árbol ha sido testigo de varias generaciones.

Provincia Luzuriaga – Piscobamba

Los nativos en una meseta abrigaron sus hogares,


creciendo formaron su Nación Pishgopanpa
poderosos como las rocas de los andes peruanos.
Fueron dueños de toda la zona oriental andina,
desde el Marañón hasta las nieves impolutas,
desde los waris hasta Huamachuco y Otuzco (p. 15)

Es un poema épico dedicado a la provincia y la grandeza que fue en tu


tiempo pasado, y como hijo del lugar tiene esa responsabilidad de
vanagloriarla.

Julio Villanueva Sotomayor

Nació en Piscobamba en 1939. Estudió en las universidades: Enrique


Guzmán y Valle y en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En
ESAN y en IPAE hizo estudios de postgrado. Asimismo realizó estudios
de doctorado en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ejerció la
docencia universitaria, actualmente es presidente del Club Áncash y
expresidente de la Asociación de escritores ancashinos.
Ha publicado más de 80 títulos entre ensayos, novelas, cuentos, etc. Y
textos de Geografía y atlas del Perú

Ventiscas otoñales y la poesía en remanso, poemarios que recientemente


acaba de publicar.

Un día de gloria en Huancash

Yo me demoré en saciar el apetito


porque fui ganado por otra hambre
que se apoderó totalmente de mi cerebro:
el extraordinario paisaje que se veía
desde cualquier parte de la cumbre del Huancash.

Áncash ante el bicentenario 87


Huancash, es el apu más importante de Piscobamba, y sobre ella se han
escrito diversas leyendas. Además es un mirador natural. Desde allí se
puede observar toda la cadena de la cordillera blanca.

Estás en mí

Luego de tres años de tu ausencia, Lucita mía,


tus recuerdos son como ráfagas del viento;
ventisquean en mis pestañas,
se arremolinan en mis ojos,
siguen dueños de mi alma
y ahí titilan como volcanes,
con fuego abrazador.

En estos versos evoca la ausencia de la amada. Cuya muerte ha dejado un


vacío profundo. Lucita, aparece siempre en su recuerdo.

Adelmo Vidal Rodríguez

Nació en Piscobamba en 1929. Se especializa en Diseño Artístico en la


Escuela Nacional de Bellas Artes y en el Politécnico "José Pardo". Creador
y autor de emblemas, escudos y logotipos de instituciones culturales,
educativos y sociales; alegoría de Áncash en el Mural del Papa, (Avda.
Salaverry, Lima).
Autor de cuentos y algunos libros para niños. Expositor gráfico en el país
y en el exterior. Ganador de premios, distinciones y felicitaciones en el
Perú y en el extranjero. Sendos concursos le han permitido visitar países
como México, Chile, la URSS, etc.
El arte pictórico de Adelmo se complementa con su creatividad literaria

El careo de Arcadio Ricra

De pronto gritan: ¡careo!

Tragos vienen..., tragos van...


las parejas en la plaza
la orquesta en un rincón.
Alegría en la canción
arrogancia en la buenamoza,
piropos en el galán.
… (Tropel de sueños, p. 44)

Áncash ante el bicentenario 88


Traigo mis alforjas llenas

Arcadio Ricra, a mí me llaman
de "shucshu" y de poncho habano
soy muy bueno -indio al cabo-
pero ¡ay! si me maltratan
rujo como un marrano
y con el más bruto acabo.
… (Tropel de sueños, p. 45)

Narrativa y coplas de carácter popular (El Careo...)

Víctor Rodríguez Blanco

Nació en Piscobamba en 1908. Su carrera profesional los hizo en Huarás


y en Lima. Profundamente identificado con su vocación de educador.
Ejerció la docencia en el Centro Escolar 304 de Piscobamba. Exdirector
del Instituto Nacional Agropecuario de Socosbamba.

Su obra Madre. (1975)

En ella recoge datos sobre las mujeres más representativas del


departamento de Áncash. Además, rinde homenaje a la, madre, hija y
hermana, emplea un lenguaje sencillo, pero lleno de sensibilidad
espiritual.

Elogio a la mujer de los andes

Mujer de los Andes, eres fuerte y sana, pura en tus pensamientos,


palabras y acciones. La dura lucha cotidiana ha forjado tu
fortaleza como el granito, tienes la pureza de la nieve, la belleza
del paisaje, el aroma de las flores y frutos de la primavera y el
otoño. (p. 15)

Rodolfo La Torre Vega:

Nacido en la ciudad de Piscobamba. Publicó el libro El retorno de los


sueños (1990). Texto de carácter testimonial sobre los recuerdos de las
épocas infantiles después de 30 años, que lo alejaron del lugar donde
nació.

Otra de sus narraciones es El pishtaco


Áncash ante el bicentenario 89
Caminando penosamente de sol a sol, al paso cansado de las
acémilas, nos encontramos recién a dos días de distancia de las
poblaciones rurales más cercanas hacia ambos lados de nuestro
intrincado camino de herradura.

No sabíamos cuántos eran, ni que armas tendrían, pero sí, que los
Pishtacos degüellan a sus víctimas. (Tropel de sueños p. 111)

En su cuento "El Pishtaco", rescata a un personaje muy común en


nuestras serranías, cuando el carro aún no había penetrado por los
caminos desolados de nuestras cordilleras. Al rededor del Pishtaco se
contaban los más bárbaros crímenes y anécdotas, que el autor ha
recogido.

Julio Villanueva Delgado

Nació en Pomabamba. Estudió la secundaria en el colegio "La Libertad"


de Huaraz, luego en la escuela normal de Tingua. Ejerció la docencia en
el Centro Escolar 304 de Piscobamba por más de 30 años con una entrega
intensa como maestro de varias promociones y gentes de bien que
siempre lo recuerdan con profunda gratitud. Convertido en auténtico
líder social ha promovido el desarrollo material y espiritual de
Piscobamba y pueblos aledaños. Autor de numerosos artículos
publicados en revistas y periódicos regionales.

Su libro Misceláneas Andinas (1991) es un compendio de la vida


anecdotario de los pobladores de la región de Áncash, en donde podemos
encontrar diversas historias recreadas por los autores ocurridos en
Piscobamba y Pomabamba.

La broma de don Ceferino

Don Ceferino Portella era un próspero comerciante, muy


bromista. Se deleitaba al "tomarle el pelo" a don Regis Neyra,
dueño de un restaurante con quien mantenía amistad estrecha.

Cuando el 29 de junio de 1924, festividad de San Pedro y San


Pablo, se hallaba atendiendo a la clientela se fijó que a su

Áncash ante el bicentenario 90


establecimiento comercial ingresaba una gallina de "doña Shalla",
como decían "mujer de mal genio", que tenía su pulpería frente a
la tienda de don Ceferino.

Sin demora alguna, pidió permiso a los clientes y cogiendo el ave


lo encerró en el cuarto que tenía a continuación de su tienda.
Al cabo de un rato, le hizo llamar a don Regis, con urgencia.
… (Tropel de sueños p. 110)

Danilo Barrón Pastor

Nació en Piscobamba en 1968. Periodista y profesor de literatura.


El magíster Danilo Barrón Pastor y docente de la universidades: Mayor
de San Marcos, Federico Villarreal y Jaime Bausate y Meza. Tiene estudios
de doctorado. Asimismo forma parte de diversas instituciones culturales
como: La Asociación de Escritores Ancashinos, Casa del Poeta del Perú.
Asociación de escritores y poetas de Áncash.

Danilo Barrón ha sido director de diversas revistas como: El Regional;


Chavín, nuevo amanecer; Rima Rima; Aepa, revista cultural y
actualmente, es director de la revista de la Asociación de escritores
ancashinos, Kaichu kaycanchi. (Aquí estamos).

Coeditor de las obras virtuales Hecatombe del sismo de Huaraz 1970


(2020) y el libro Áncash ante el Bicentenario. (tres tomos 2021).

Trabajó en la capacitación de docentes entre los años 2007 y 2015 en


convenio del ministerio de Educación con las universidades Federico
Villarreal, Universidad Nacional de Callao; Instituto Nacional de
Monterrico y la Universidad de Esan.

Ha recibido el reconocimiento de diversas instituciones como El


Congreso de la República; Ministerio de Cultura; Capulí, Vallejo y su
tierra. También ha sido declarado huésped ilustre en las municipalidades
de: Santiago de Chuco, Pomabamba, San Miguel de Palleres, Marca,
Bolognesi, Huari, Raquia, Caraz, Huacho, Aucallama y entre otros. Actual
presidente de la Asociación de Escritores de Áncash.

Áncash ante el bicentenario 91


Volveré (1992)

Peregrinaje

Para mi abuelo Justiniano Pastor

Un hombre va de prisa,
va huyendo de la noche,
va dejando huellas y recuerdos,
camina, levantando polvos...
Tiene las manos cuarteadas,
la frente marcada por los años
... peregrino de andar doliente
que carga su dolor sobre hombros.
El viaje es largo...
sin embargo, no le importan
los ríos y montañas que faltan cruzar.
El no puede caminar de prisa,
él es lento y solitario, pero...
tiene la experiencia de los años.
Este hombre,
sabe que la vida no retorna,
es consiente de su mundo enredado
y no lamenta su pasado. (p. 6)

ES UN HOMBRE...
¡no un mundo!, por lo tanto su huella
desaparece con el viento.
Va errante, vagabundeando,
lento, rápido y a veces corriendo.

Poema de carácter existencial de la relación del hombre con el mundo. El


conocimiento del protagonista dentro de la creencia de valores de
manera dialéctica. Sus experiencias y la confección del mundo. Su largo
trajinar en el mundo terrenal.

Áncash ante el bicentenario 92


Volveré

Volveré Piscobamba, a caminar


por tus calles en la quietud de la noche.
Quizá una mañana de invierno cuando la
niebla se aleje en el alba o una noche de lluvia.
El palpitar de mi corazón estará contigo.
Atravesaré tus cumbres y ríos.

Retornaré para ver tu plaza cubierta


de flores, en una mañana de primavera.
Tus montañas y llanuras son mi cuna.
Muchos han venido por doradas promesas
más que un compromiso, regresaré
a verte más grande y hermosa aún.
Encontraré el agua para calmar mi sed y
comida para endulzar mi boca, me embriagaré
con tu chicha en un día de fiesta.

Nunca seré un forastero en tus tierras.


Amaré a tus cumbres inalcanzables.
Ante tus tormentas me cubrirás con tu calor.
Si mis palabras son vagas no busquéis
comprenderlas.

El día que regrese con el viento


que sople a mi favor, entraré despeinado
con un saco a la espalda y una
maleta en la mano.

Yo volveré, quizá por un momento,


Retornaré por un tiempo
a descansar en el viento.
Si al medio día me recuerdas, nos
encontraremos y platicaremos juntos.

Viajaré como un trotamundo


buscando siempre tu ruta.
Andaré aún cuando los caminos duermen,
pero más tarde o temprano VOLVERÉ. (p. 2)

Áncash ante el bicentenario 93


Poema dedicado al terruño que lo vio nacer. El retorno prometido que es
una realidad constante en el autor. La emoción espiritual hacia la tierra
que deja huella de la infancia de una sensibilidad peculiar.

Máximo A. Egúsquiza Cueva

Pomabamba, 1958. Profesor y exalcalde provincial de Mariscal


Luzuriaga. Radica en Piscobamba más de cuatro décadas.
Se le conoce como, "El poeta del dolor y la muerte". Intervino en la
filmación de la película El fujitivo de Mario Tarazona.

Nostalgias del alma (1994)

Poemas llenos de sentimientos lastimeros. En ellos los llantos del alma


encuentran su resonancia en los esténtores del dolor humano. Denota a
la muerte, el amor dolido, el hambre, y la inocencia del pecado original.

El funeral de la vida

Quiero vivir y no puedo,


clavado en mi costado el puñal;
la muerte desde lejos sin nombre
penetra por la llaga sin sangre,
y me quita la vida de mis manos.
… (p. 17)

Más allá del silencio (2016)

Libro de narraciones cortas y poemas. Narra leyendas de Piscobamba,


como el tesoro de Huancash, La laguna de Sakachay, Ninfa de
Andaymayo, entre otras.

“Huancash de infinito misterio, mirador del cielo, cerro cónico de volcán


eterno y de vegetación encrespada, socavón de piedra labrada, en donde se
encuentra su propia leyenda”. (p.22), esta historia es cuenta en diversas
versiones.

Piscobamba

Áncash ante el bicentenario 94


Novia vestida de verde
Esmeralda en primavera,
De blanco tul en invierno
Y azul fino en verano. (p. 46).

Su estancia en Piscobamba lo lleva a amar a este terruño, ya que allí


nacieron y crecieron sus hijos.

Darío Egúsquiza Durand

Suspiros en la soledad
(Rondeles)
Buenavista, 1959.
I
En su ausencia,
siento
lento
dolor, que su presencia
sólo me da la esencia
de su amor... (Tropel de sueños, p. 84)

Maneja una poética singularmente lírica; Simbolismo y recuerdos. Grito


callado por romper un recóndito tormento.

Rogelio Rojas Romero

Nació en Piscobamba en 1934. Una voz precoz y atormentada por un


camino turbulento. En sus versos hay huellas del modernismo. Admira a
Rubén Darío, José Santos Chocano. Una vida paralela a la del vate Allan
Poe, hace una pauta larga en su producción poética.

Piscobamba

Verde remanso
De amor y poesía
Aquietado apenas
Por el viento
Que ulula entre
Maizales y trigales;

Áncash ante el bicentenario 95


entre bosques
De alisos y eucaliptos... (Tropel de sueños, p. 88)

Describe a Piscobamba con un fervor incandescente de poeta moder-


nista, entrelazando ficción con la realidad. En ella, el pueblo es un ágora
de lucha y patriotismo un anticipo del paraíso terrenal de ensueños y
maravillas llenas de emoción.

Gamaniel Blanco

Hijo de piscobambinos. Dirigente revolucionario, pedagogo de la justicia


social. Murió defendiendo sus ideales, en las mazmorras del Callao.

Cuadro minero

En los picachos blancos


de estos Andes milenarios
existen grandes dolores
cual si fueran ¡Ay calvarios! (Tropel de sueños, p. 89)

Su obra aparece en la poesía proletaria del Perú. El minero del socavón


que tiene que sacrificarse por su familia por un plato de lentejas en una
vida paupérrima trabajando por un dinero miserable que no le alcanza a
su familia. En mina el minero pierde la vida pobre y miserable.

Justo Arnaldo Salas

Poeta lírico por excelencia, de profunda sensibilidad social.

Indio

Alma de cóndor, amasado en cierzo


por un milagro de ignoradas manos,
eres del Ande la canción humana
hecha de estrellas y de agrestes ritmos.
… (Tropel de sueños, p. 90)

Su poesía resalta las virtudes ancestrales de la raza andina y canta


himnos de esperanza por un rutilante despertar de su genio olvidado.

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Antonio Olivas Caldas

Prestigioso periodista, nacido en la provincia de Mariscal Luzuriaga. Fue


candidato a una curul parlamentaria. Llegó a ejercer el alto cargo de
director del diario La Crónica.

Venero de vida
Piscobamba (1938).

A la luz humana, que


despidió y emanó los efluvios de
su corazón.

Impía la noche y frondoso el día


¡Madre! dije al despertar
¡Qué desesperación!
… (Tropel de sueños, p. 91)

Su prosa diáfana y castiza sobre la vida y la muerte. La lucha constante


por la vida y el desencanto de poder logar, por la muerte aqueja la noche
sombría, oscura y larga del sufrimiento.

Emiliano Pastor Neyra

Nación en Piscobamba en 1957. Estudió ingeniería química y es


licenciado en educación.

Cómo no recordar… (2006).

Relatos de carácter autobiográfico, en ellas relata diversas historias


acaecidas en Piscobamba.

Ulises Valverde Barrera

Nació Piscobamba en 1931. Ejerció la docencia por más de tres décadas


en su ciudad natal. Exalcalde provincial de Mariscal Luzuriaga.

Piscobamba

Piscobamba,

Áncash ante el bicentenario 97


de tu cumbre silente
he admirado tu belleza.
Es tan grande tu proeza,
que inclina la cabeza
del amante que osa
mirarte.
… (Tropel de sueños, p. 96)

Poesía de carácter telúrico, de nostalgia, un tanto reflexiva.

Amelia Roca Rodríguez

Nació en Piscobamba. Estudió primaria en Piscobamba y la secundaria y


superior en Lima. Estudió Periodismo y Relaciones Públicas en las
Universidades de Lima y del Pacífico. Desempeñó diversos cargos: En la
dirección regional de Lima Metropolitana, y en los Hospitales del Niño;
Maternidad de Lima y Santa Rosa. Fue presidenta del comité de Damas
de la provincia Mariscal Luzuriaga. También es fundadora del Comité
Cívico Amigos de Pueblo Libre.

Grito de silencio

Madre:
La honda amargura de perderte,
trocose en un grito
desgarrado en silencio,
sin lágrimas...
…(Tropel de sueños, p. 97)

Julio A. Valverde Pastor

Nació en Piscobamba en 1949, Sindicalista connotado. Ejerció la


docencia en la provincia de Luzuriaga. Exdirector del Colegio Nacional
Mixto Mariscal Luzuriaga de Piscobamba.

Había que matar

A los hombres del campo


que quisieron protestar,
los maltrataron como a perros!

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¡Porque había que matar!
… (Tropel de sueños, p. 100)

Poesía de carácter social que denuncia la injusticia social. El hombre


pobre está condenado a la muerte. Por ello, es necesario el silencio para
sobrevivir. El niño espectador, hijo del campesino tiene que cubrir sus
ojos para no ser aniquilado.

María Jesús Arana Valverde

Nació en Piscobamba en 1954. Áureo Sotelo la bautizó como La de los ojos


de azabache y sonrisa de Gioconda. Ocupó diverso cargo como la de
Presidenta de Codaluz. Como estudiante de San Marcos publicó la revista
El Faro y el mural El heraldo de Luzuriaga.

¿Por qué?

Rompe este silencio que me obstina,


di lo que pensaste cuando te estremeciste,
no coloques esta pesada cortina...
mírame otra vez como cuando partiste.
… (Tropel de sueños, p. 101)

Toma mi corazón

Estoy buscando alas para volar sin rumbo


sin metas, sin caminos, sin destino
...
Estoy buscando alas para irme de tu lado
y quedarme sin cadenas, sin pasado
y así...
Una vez sin cadenas
… (Tropel de sueños, p. 101)

Poesía de tono postmodernista. La búsqueda de la identidad femenina


con una voz vulnerable e intensa.

En su poesía el sujeto femenino desea construirse por sí misma. La


búsqueda de la libertad, sin ataduras a nadie.

Áncash ante el bicentenario 99


Marino Pastor Neyra.

Natural de Piscobamba, Mariscal Luzuriaga. Docente de profesión. Fue


alcalde y subprefecto provincial.

Eucalipto de la plaza de Piscobamba

Canto I

¡Oh! Legendario eucalipto que misterioso y añoso,


luces risueño…, que robusto y gigante, luces
/alegría…
¡Oh! legendario eucalipto que ardes vivamente
en sentimientos de amor, admiración y culto;
en los días festivos y sus chimaycheras noches.

Canto II

Árbol de límpidos pensamientos…


aromático, esbelto y majestuoso;
de singular y admirable señorío,
que germina y aflora la belleza pueblerina.

Canto III

En mi querida tierra Piscobamba,


hay un eucalipto que el corazón venera,
su frondosidad, su lozanía y su verdor
hacen que anide en mi alma primavera de amor por ella.

Son tres cantos dedicados al enigmático eucalipto de Piscobamba. A


manera de oda. El vate le canta con un fervor hacía el árbol amado por
todos los piscobambinos. Es a la vez la admiración de los turistas que lo
aprecian con admiración. Asimismo este árbol forma parte de muchas
generaciones de ciudadanos que han vivido experiencias diversas en la
zona.

Áncash ante el bicentenario 100


Huáncash

Bajo un cielo de ensueños ¡oh Coloso! Bramas virtudes.


Atalaya avizor del futuro más lejano y ferviente,
Primogénito hijo de Illago… Apu tutelar de mis ancestros,
El trabajo es tu legado y la cultura del pueblo piscobambino.

Poema mítico dedicado al hijo mayor de dios Illago. El cerro es el mayor


símbolo natural de Piscobamba, en cuya historia se entrelazan diversas
leyendas. El poeta describe como el viejo heraldo. Además allí
convergen dos cultural la andina y la occidental.

Saúl Domínguez Agüero.

Nació en Piscobamba en 1947. Estudió secundaria en Pomabamba. Y


educación superior en la Universidad de San Marcos. Es licenciado en
literaturas hispánicas. Asimismo realizó estudios de postgrado en la
universidad Católica y San Marcos. Es doctor en Literatura. Docente
universitario en el Callao, La cantuta, Huamanga y Tacna.

Publicaciones; Realismo y utopía en todas las sangres de José María


Arguedas (1982), Hitos de la poesía tacneña del siglo XX (1996), El
ensayo en Tacna (2006), Mi hermano el zorzal y otros poemas (2006),
Revista de crítica literaria (Ayacucho 1983), entre otros.

Piscobamba, en la piedra blanca del recuerdo. (2012). En este libro se


resalta el valor intelectual de don Felipe E. Domínguez, como uno de los
principales gestores de la creación de la provincia de Mariscal Luzuriaga.
En el prólogo, el editor, enmarca la ardua lucha de reivindicación pro
lograr la provincialización de Piscobamba. Otro de los temas funda-
mentales es el papel que jugó el vocero Reivindicación en la difusión del
objetivo. Este vocero, abordó diversos temas de carácter histórico y
cultural en la región. Al final del libro hay una selección de poemas y
canciones dedicados a Piscobamba. Asimismo, hay un anexo de las
ediciones facsimilares del periódico Reivindicación.

Orlando Rodríguez Caldas

Nació en Piscobamba en 1931. Fue docente de Ciencias Sociales. Ocupó


el cargo ad honorem de presidente de la casa de cultura de la provincia

Áncash ante el bicentenario 101


que depende del INCP. Ha realizado diversas investigaciones sobre
costumbres, folklore, historia, arqueología, personales de Mariscal
Luzuriaga, entre otros.

Cuentos leyendas y tradiciones de la provincia de Mariscal Luzuriaga.


Interesante texto en donde el autor da a conocer diversas historias,
crónicas y leyendas. Una de ellas es sobre el origen de la peregrinación al
cerro de Huancash.

Pocos conocen el motivo original de la peregrinación anual al


cerro de Huancash, día hoy convertido en festivo y feriado no
laborable en la provincia, por decreto municipal. Se celebra cada
lunes siguiente a las pascuas de resurrección en homenaje a San
Leopoldo Cimú, santo que jamás existió. Error al que
involuntariamente hemos inducido al narrar distraídamente sin
prever las consecuencias. (p. 19)

Esta peregrinación es una de las más importantes celebradas en


Piscobamba, vienen de diferentes lugares de la provincia para rendir
culto al santo. Muchas familias enteras se congregan en el cerro.

Así también hay otras historias como el origen de Eucalipto que se


encuentra al centro de la plaza de armas de Piscobamba.

Ceferino Portella Lucano

Nació en Piscobamba en 1971


Joven cuentista piscobambino, ha publicado el libro de relatos Vidrios
rotos (2008) y Vidrios rotos, agrupa 28 relatos, en ellos relata historias
de nostalgia, tristezas, amor, esperanzas. Sus personajes son personas
comunes, como el vecino, o la empleada de hogar.

La novela Días de niebla, (2010).

El autor no describe a una Lima en decadencia, donde las diferencias se


encuentran marcadas por el dinero y el poder. Una ciudad con falta de
valores y oportunidades, muchas veces el hombre tiene que enfrentar
para sobrevivir.

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Julio César Portella Medina. Estudió en la Universidad Inca Garcilaso
de la Vega. Prolífico escritor ganador de varios concursos. Usa el nombre
poético: El Emperador del Amor. Tiene en proyecto su libro: ¡Espejos
Azules!
Portella Medina dice: Soy autodidacta, extrovertido, deportista, soñador,
prolijo. Me gusta bailar y cantar; amante de la lectura de buenos libros,
escuchar música de diversos géneros, librepensador, católico, pragmático,
de estilo poético del español del Perú, conversador y gusta que prevalezca
la razón, caballeroso y solidario. Fuente:
https://www.facebook.com/juliocesar.portellamedina/about_details

Es un poeta versátil que utiliza un lenguaje florido y colorido. En sus


poemas se reflejan diversas situaciones familiares, sociales, amorosas,
etc.

Piscobamba: ¡encantador y floreciente!


(Mariscal Luzuriaga-Áncash-Perú)

¡Piscobamba: tierra fastuosa, vergel de eucaliptos!


imantada de grandeza, y de atracción hospitalaria.
prospera con esplendor y se desarrolla con fulgor.
encantadores con paisajes florecientes, y naturales.

Urbe destellante con reflejo de luces majestuosas,


centelleante de luna nueva, abrillantada de noche,
pueblo andino tan refulgente, de historial mágico,
con bellísimo panorama matizado de esplendidez.

Piscobamba, ¡diez letras de oro, iluminadas de fe!,


esplende con majestuosidad, ¡la bonitísima plaza!,
enraizado con el centenario y grandioso eucalipto
que impone la plena preponderancia y excelsitud.

Es la capital de la provincia: ¡¡Mariscal Luzuriaga!!


reluciente y espectacular; admirable y espléndido,
pedacito del edén bendecido por: ¡Pedro y Pablo!
Santos patronos milagrosos con asiduos devotos.

Poema de carácter telúrico, donde el poeta dedica estos versos a la tierra


de sus orígenes.
(2//6//2021) Fuente: https://www.facebook.com/juliocesar.portellamedina

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Piscobamba
Huayno de Áureo Sotelo Huerta

Introito
Te dedico Piscobamba, mi andino canto por el altísimo honor de haber
pisado tu suelo santo y acariciado la ternura de tus frías mañanitas, y
sentido, a la sombra de tu majestuoso eucalipto, el efluvio de tu gente y
de tus paisajes.

Te canto Piscobamba contagiado por la lira de tus bardos, cuyos versos


llenan el celaje de tu cielo siempre diáfano y turquí, teniendo como telón
de fondo la maravillosa Cordillera de los Andes: Guido, cantándole a
Masqui y a sus "Arrieros"; Milton, cuyos dardos de Cupido le hace cantar
sus "Añoranzas", "Pueblo trashumante", Rogelio, cantándole a esta santa
tierra y su "Verde remanso"; Aquiles, con su "Profecía del retorno";
Danilo, soñando siempre "Volveré Piscobamba"; Américo, dando
testimonio de la grandeza de esta tierra generosa y desde luego, no podía
faltar, los negros ojos de la mujer de Piscobamba, que a través de ellos
fuimos descorriendo el velo que cubre la belleza de esta tierra bendita,
que nos obligara a coger los rayos de luna, reflejado en los follajes y así,
en este bello pentagrama escribir esta canción para ella.

I
Piscobamba tierra hermosa rodeadita de colinas,
Huancashpunta diligente, Asuanayok generoso,
Huaracayok centinela de las glorias de esta tierra.

II
Piscobamba lucerito de mirada embriagadora
cuando miras acaricias si sonríes das mil besos,
juguetona palomita que posas de flor en flor.

Recitado

Huascarán, Huandoy, atalaya de mi patria


prestadme alas para volver
a mi bella Región de Konchucos
y en la Plaza de Piscobamba
a la sombra del gran eucalipto
con mis hermanos "Rayán pistola", "Novia de los Andes" y

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"Pútaca bandera", gritar:
¡Viva Piscobamba, viva La Región de Konchucos!

III
Piscobambino vas sembrando puñadito de estrellitas,
orgulloso de tu gloria vas mostrando tus tesoros,
encantos tan prodigiosos de esta tierra generosa.

Fuga
Y volveré a recorrer
a tu santo suelo para soñar,
recordaré, evocaré,
tus bellos caminos, recorreré.

Piscobamba, 27 junio de 1994. (Tropel de sueños, p. 133)

Bibliografía
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Pastor, M. (1993). Timbal de un bohemio irreverente. E. Chavín. Lima.
Pastor, E. (2006) Cómo recordar…
Portella, A. (1986) Willanakushun (contémonos) Relatos Populares
Andinos. Ateneo Andino Ediciones. Lima.

Áncash ante el bicentenario 105


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Rodríguez. O. (s/a). Cuentos leyendas y tradiciones de la provincia de
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Áncash ante el bicentenario 106


Atahualpa en la memoria ancashina
Wilfredo Kapsoli Escudero 

Introducción

El tema tiene un origen anecdótico. Cuando me invitaron


al IV Congreso Nacional de Folklore (Huancayo, 1980)
quedé un tanto sorprendido: ¿Qué podía decir en un
evento de tal naturaleza? Es así como se me ocurrió hacer una compulsa
entre Historia y Tradición Entre la Ciencia Social y la Memoria Colectiva.

De entonces, a esta parte, he seguido vinculado al problema y finalmente


me decidí a reconstruir la muerte del Inca Atahualpa en el mundo andino.
Elegí esta dramatización, primero, porque de niño he podido observar
año a año, la escenificación de dicho episodio en el marco de la fiesta
patronal de San Juan Bautista (24 de junio) en Pomabamba. Segundo,
porque revisando documentos y estudios alusivos no encontré
evidencias que precisen la función social e ideológica de este hecho
traumático para la sociedad andina.

La danza y/o teatro, -se señala por consenso-, data de los primeros años
de la dominación virreinal. Hay referencias de que en una fiesta realizada
en Potosí (1555), se representó “La ruina del Imperio Inca”, es decir; la
prisión y muerte de Atahualpa (Meneses: 1983, pp. 521-522). En las
crónicas e informaciones coloniales, existen testimonios de su gran
acogida e incorporación a la creatividad artística. En cuanto a las
circunstancias en que surgió la danza (que compromete a numerosas
personas, disfraces, diálogos, canciones y músicos), todo parece indicar
que fue:

Parte del proceso de conversión al catolicismo, donde el referente


histórico jugó un papel ejemplificador. Su precedente más inmediato fue
la representación de la danza de Moros y Cristianos (Bataillon: 1949,
pp.1-8). Esta sería la sazón por la cual se la escenifica en el contexto de


Wilfredo Kapsoli Escudero. Natural de Pomabamba. Con licenciatura y doctorado en
Historia por la UNMSM. Profesor en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y
Ricardo Palma, con importantes cargos. Autor de una treintena de libros de historia
social, utopía andina y cultura popular. Goza de reconocimiento nacional e
internacional.

Áncash ante el bicentenario 107


las fiestas patronales, el 24 de junio (San Juan Bautista), en Pomabamba;
el 25 de julio (Santiago), en Llata; el 30 de agosto (Santa Rosa de Lima)
en Carhuamayo; el 8 de Setiembre (la Virgen de Cocharcas) en
Sapallanga; el 14 de Setiembre (Señor de la Exaltación) en La Paz; el 8 de
diciembre (Virgen Purísima), en Canta, Yauyos, Cajatambo y Llamellín.

Un elemento de afirmación (vía la evocación del pasado) de la identidad


indígena. De los casos que conocemos, el sustrato andino es revitalizado
con mayor intensidad. La muerte del Rey Inca es equiparada a la de Cristo
con todo su correlato simbólico de catarsis y recogimiento. Aún, en
Pomabamba (donde la fiesta ha tomado expresión hispana), están
presentes los símbolos andinos como el Quispicóndor y el Catequilla.
Esto puede tener su explicación en la antigua costumbre de los Incas de
recurrir al teatro como elemento de legitimación. Los Incas, practicaron
especialmente el género Wanka (temas históricos) y el Aramway
(referido a la vida cotidiana), ambos estaban aureolados con música y
canto, gozando un enorme prestigio (Lara: s/f. p. 8 y 9).

1. Degollación del inca atahualpa

La provincia de Pomabamba está ubicada en el Callejón de Conchucos


(Áncash). Su población es mayoritariamente mestiza y los grupos de
poder se agrupan en torno a los antiguos hacendados, comerciantes y
funcionarios locales. Los campesinos están, más bien, dispersos en
estancias y caseríos. Viven esencialmente de una economía parcelaria y
son jornaleros libres que sirven en las casas de la ciudad. La comunidad
indígena y los ayllus no tienen presencia, ni se asemejan a los del mundo
andino tradicional. En el contexto de las festividades de San Juan Bautista
(patrono del pueblo) se dramatiza, en la plaza principal, “La captura y
Muerte del Inca Atahualpa”: El conjunto está formado por siete hombres
que representan a los gallardos y bizarros españoles: Francisco Pizarro,
Diego de Almagro, Hernando de Soto, el padre Vicente Valverde
(portando la Biblia), el adlátere Felipilllo, un soldado armado y un
negrito esclavo que lleva un plumero para sacudir el polvo de las
vestiduras. Usan uniformes elegantes similares a aquella época: morrión
con penachos de vistosas plumas, coraza, gregüescos y espada reluciente.
El día 24 de junio, desfilan en caballos al compás de redoblantes y flautas
que resuenan como clarines.

El 26 de junio se escenifica este drama colonial. Previamente se levanta


en forma rústica, un tabladillo en la plaza. A las tres de la tarde, el Inca
Áncash ante el bicentenario 108
baja de Cedrohirca (Barrio de la ciudad) en su litera de madera, en
hombros de los nobles y seguido por numeroso séquito. La plaza está
atestada de público que presencia la representación teatral que alcanza
relieves apoteósicos. El astuto y solapado Felipillo, con sumo desparpajo,
transmite los mensajes de Pizarro al Inca y viceversa. Cuando Atahualpa
ingresa triunfalmente en la plaza, acompañado por las ñustas, la milicia
(indios) de San Juan y el Quispicóndor, sale a su encuentro el padre
Valverde, quien lo invita gentilmente para que se convierta a la religión
cristiana y le alcanza una Biblia. El Inca recibe gustoso y luego de
hojearla, le dice: ‘Manam ñahui ricanclni, manan senga musquinchu,
slwngo munanchu, rinri huiyanchu ni shimi parlanchu (mis ojos no ven,
mi nariz no huele, mi corazón no quiere, mis oídos no oyen, mi boca no
habla); lleno de ira ruge estentóreamente: ‘hnatatan cay pishgo
gacliicashgata goyamanqui’ (para qué me dan esto que el pájaro ha
garabateado). Totalmente enojado arroja la sagrada Biblia; entonces el
Padre Valverde grita: “¡Evangelios en tierra, salid cristianos que yo os
absuelvo!” a esta voz los españoles y los indios simulan una batalla
campal, entre la trifulca que se produce, los conquistadores se apoderan
del Inca. Diego de Almagro y Hernando de Soto lo conducen en calidad de
prisionero al cuartel general de Pizarro. Allí una ñusta le alcanza un mate
de chicha y un plato de jacapichu (picante de cuy), que saborea por
última vez. Acto seguido, los españoles se reparten las barras de oro y
plata, y condicen al Monarca al patíbulo. El intrépido y corajudo jefe de la
conquista lanza arengas alevosas con voz iracunda y termina diciendo:
‘Hijos del valor romano, en nombre de su Majestad Carlos V, quitad la
vida al infiel Monarca Atahualpa’: Una vez ajusticiado éste arroja desde
el castillo, lavatorios de sangre (tinta roja) para hacer creer a la gente
que, efectivamente, el Inca ha sido ejecutado. El Quispicóndor se encarga
de saborear las exquisitas pulpas del fenecido cuerpo. Mientras tanto las
ñustas sollozan profusamente: en sus rostros se dibujan negras
expresiones de dolor y profieren ayes lastimeros por la muerte de su
Inca.

Los ufanos conquistadores dan la vuelta a la plaza en sus briosos


corceles. El Marqués de los Atavillos porta la corona, la borla imperial.
Hernando de Soto, su capa, y Felipillo enanca a la Mamahuarmi (la
esposa) en calidad de cautiva. (Egúsquiza; 1964, pp. 106 y 107).

Al relato que antecede, hay que recalcar que el papel de los invasores está
a cargo de los hacendados. Estos hacían gala de su poderío
desplazándose en caballos especialmente enjaezados con pellones,
Áncash ante el bicentenario 109
monturas y jáquimas de plata. El Inca y su corte, por el contrario, no
vestían lujosamente. Las pallas y el Quispicondor eran apreciados más
por sus cantos y piruetas que por su don andino. Esta comparsa tiene una
actuación singular:

Una vestimenta exótica, le cubre el dorso una piel de ave con las alas
desplegadas en forma circular (ripran), su cabeza aparece coronada por
la creta característica y el pico; especie de montera hecha de plumas le
cubre virtualmente el rostro. Viste pantalón rosado y chaquetilla azul,
adornado con lentejuelas. Recorre las calles de la ciudad balanceándose
de un costado a otro, levanta la diestra y baja siniestra y viceversa, al son
del tintinear de un cascabel que sostiene con la mano derecha.

Danza al compás de una caja y flauta ejecutada por indio; la musiquilla


tiene aires estrambóticos. Va acompañado por un chiquitín de unos diez
años (chipchan), disfrazado con iguales ropajes. Quispicóndor simula
reaizar raudos vuelos subiéndose a las partes altas o promontorios;
adiestra a su hijo en los gajes de su oficio: espulgarse, volar, alimentarse,
picotear, devorar la presa. Es una comparsa de origen incaico. El Inca
Garcilaso, vio bailar a personajes vestidos de aves: ‘venían – dice – de la
manera que pintan los ángeles, con grandes alas de un ave que llaman
Kúntur’.

Durante la representación de la captura y muerte del Inca Atahualpa,


demuestra sus habilidades de saltarín, su agilidad y su condición de
ambidextro al trepar con asombrosa facilidad por los palos que conducen
al castillo o patíbulo, levantado especialmente para el sacrificio indicado.
Husmea con su mirada avizora por todas partes; está a la expectativa de
las escenas que se representan y cuando el cuerpo inanimado del
infortunado Inca rueda por los suelos penetra furtivamente en la
habitación improvisada y devora sus despojos a picotazos; arrancando
hilaridad del público expectante.

Mientras tanto, las pallas del Inca degollado le disparan con sus flechas,
pero el Quispicóndor los esquiva con mucha pericia.

En Piscobamba el Rucu (brujo) integrante de la danza “El Inca”.


Premunido de su boleadora y colgando del hombro el mashallu
(comadreja) y un cuy en la mano vaticina drama que se avecina.

Áncash ante el bicentenario 110


Finalmente, el Rucu tratando de enlazar con su boleadora el pispicóndor.
Escena que se produce en algún descanso de la danza. Los personajes
hacen gala de su inventiva para crear movimientos, gestos y acciones de
comicidad.

El espía del Inca, al final de cuentas, se convierte en un hazmerreír, en un


cómico y felón. Los indios tienen la creencia de que el cuerpo de
Atahualpa, por temor a los españoles, no fue rescatado oportunamente,
por lo que permaneció insepulto, siendo devorado después por los
cóndores (Egúsquiza: op. cit.).

El último comentario de “El Inca devorado por los Cóndores” adquiere un


especial significado si tenemos en cuenta el mito de Pinkosmarca:

Japallán Kamakoj (el único creador) llamó a tres cóndores que volaron
por el mundo… cada ave pudo encontrar una pareja de hombres: hembra
y macho, salvados de las hecatombes. Los tres cóndores los cargaron en
sus espaldas y regresaron a Pomabamba… las tres parejas fueron
depositadas en Pinkosmarka donde se establecieron. Sus descendientes
poblaron el continente americano”. (Yauri: 1979, pp. 11 y 12).

La danza del Quispicóndor y el acto supremo de “devorar el cuerpo de


Atahualpa”, constituye la evidencia de la persistencia totémica de la
tradición andina. E, igualmente, la “degollación”, del Inca (le cortan la
cabeza), que es una deformación del hecho histórico (Atahualpa fue
muerto con la pena del garrote), no es por asociación con la muerte de
Túpac Amaru I (que fue decapitado) sino porque los Incas y los señores
del mundo andino morían de esa manera. Por tanto, los hombres del ande
hacen abstracción de la afrenta histórica y recuperan su propia
continuidad histórica. Por otro lado, tampoco es cierto que Túpac Amaru
I, sea considerado el “último Inca”, toda vez que ellos (los Incas) siguieron
en su misión redentora hasta las tres primeras décadas del presente siglo
(Kapsoli: 1984).

2. Inca – capitán

He estudiado elegidas variantes de esta fiesta que corresponden a


poblaciones elegidas por representar modelos diferentes de
comportamiento económico, social y cultural. Todas ellas se manifiestan
en la actual provincia de Bolognesi afirma Manuel Burga. A continuación,
presentamos un resumen de cada una de ellas.
Áncash ante el bicentenario 111
a. Santiago de Chilcas. Se celebra del 22 al 27 de julio. El día central
es el 25; día del patrón San Santiago. Chilcas es una población situada a
3.500 msnm, en una pequeña altiplanicie muy expuesta a los vientos fríos
de invierno, que practica la agricultura, la ganadería y que actualmente
tiene un camino afirmado por donde pueden ingresar camiones
pequeños. La población es bilingüe, castellano y quechua (tipo Áncash –
Huaylas); muy mestiza en lo cultural y estrechamente vinculada a las
economías costeñas. En la época prehispánica era gobernada dentro de
la chaupi guaranga de Lampas, pero luego se incorporó adminis-
trativamente a la encomienda de Ocros, la antigua caiau guaranga. Los
vínculos con Ocros han sido estrechos y conflictivos, tanto por ser
llacuaces como por compartir algunos canales de regadío. Ahora está
considerablemente disminuida por una fuerte emigración de jóvenes, lo
que ha originado una relativa abundancia de tierras de cultivo y de
pastos comunales. La población aparece nítidamente dividida en dos
barrios: Santiago (Chillka) y Bellavista (Pirau).

b. Chiquián. Capital de la provincia de Bolognesi, con una población


aproximada de ocho mil habitantes. La pequeña “aristocracia” rural de
este pueblo, sin embargo, estaba vinculada a la posesión de la tierra,
aunque sus propiedades no siempre eran unidades continuas sino una
suma de medianas parcelas dispersas, así como considerables rebaños
pastando en alfalfares de zonas bajas o en los pastos naturales de la
pampa de Lampas. Por otro lado, Chiquián deja la impresión de pueblo
relativamente nuevo, con una iglesia fundada en 1711, cuando ya los
otros de la antigua provincia, los del “Alto Cajatambo”, se encontraban
declinando. Esta población también está dividida en dos barrios: Umpay
(Hana Barrio), al sur, y Kihuillan (Ura Barrio), al norte. La línea divisoria
parece haber sido la Chaupi calle, ahora calle Comercio. En la actualidad,
los nombres quechuas de las calles casi han desaparecido y todas tiene
nombres que evocan la independencia de 1821 o la guerra con Chile de
1879.

c. Mangas. Ya hemos descrito suficientemente a esta población en


un subcapítulo anterior; ahora insistiremos solamente en aspectos que
nos serán de utilidad inmediata. Es una población de altura donde viven
aproximadamente de 110 a 120 familias comuneras, pero cuyo total –
también por la fuerte emigración de jóvenes – difícilmente sobrepasa los
400 habitantes permanentes. Lo que impresiona en su actual
arquitectura urbana es la enorme dimensión de su iglesia, en relación con
el resto de la población. Los dioses cristianos no se han ido de Mangas:
Áncash ante el bicentenario 112
allí tienen a la Virgen del Rosario de Zaragoza; ni los dioses andinos han
regresado. Se trata más bien de una situación de desnivel en relación con
las otras poblaciones.

Al igual que los pueblos anteriores, Mangas está dividido en dos barrios
muy bien diferenciados. Hana Barrio (Cotos), al sur, y Ura Barrio
(Allaucay), al norte. Pero, como ya lo indicamos, ésta no es una estricta
división espacial, sino que más bien tiene que ver con el parentesco y
normalmente viven entremezclados. La pertenencia a los barrios se
transmite por línea paterna, aunque existen excepciones y otras formas
o normas de trasmisión. Aunque desde los pueblos vecinos, como
Chiquián o Llaclla, es mirado como un “pueblo de indios”, podemos decir
que es culturalmente muy mestizo.

En estas fiestas, los cargos o funciones más importantes son los de Inca y
Capitán. Esta posiblemente fue la jerarquía original, pero en la actualidad
hay una nítida inversión: el cargo más prestigioso y costoso es el de
Capitán. Es el preferido de los mishtis de la sierra central. El cargo de Inca
demanda menos gastos y generalmente lo asumen campesinos pobres o
simplemente los menos pudientes en cada localidad rural. Esta realidad
actual contrasta con el complejo ritual que acompaña al Inca: disfraz
llamativo y suntuoso, acompañamiento de las pallas y de un conjunto de
cuerdas.

El Inca, desde un punto de vista escenográfico, es el que desempeña el rol


más importante en esta comparsa danzante. Frente al complicado ritual
que acompaña a los desplazamientos del Inca, podemos observar la
simplicidad con la que actúa el Capitán y sus acompañamientos o
vasallos.

De alguna manera, el baile y los desplazamientos de esta comparsa Inca


– Capitán reflejan la realidad del encuentro desigual entre una aparente
docilidad indígena y el potencial bélico español alentado por la fe
cristiana.

La predominancia que tiene el Inca dentro del ritual es contraria al


prestigio social de este rol. Las élites sociales de estos pueblos de
Chiquián y Mangas se identifican con el Capitán y las mayorías pobres
con el Inca. Esta inversión es producto de las transformaciones sociales
que han afectado a estos pueblos en los dos últimos siglos. Las más
importantes han sido la desaparición de las noblezas indígenas y la
Áncash ante el bicentenario 113
instalación de los mishtis aculturados, los mestizos culturales
prooccidentales, en las cúspides de las pirámides sociales de estos
pequeños pueblos campesinos.

3. Los atahualpas

El siguiente testimonio que lo recogió Timoteo Vega mostramos


sintéticamente:

Yo bailaba shacshas para Taita Mayo. Los shacshas de Vichay éramos los
mejores. Haciámos treinta y seis mudanzas. ¡Nadie nos ganaba! Yo me
lucía haciendo el tumpushpampé, la rueda, la estrella, la paloma y otros
pasos. Mi campero andaba celoso de mí, creía que me esforzaba para
quitarle el puesto. Pero yo bailaba por fe, por devoción al Taita Mayo.
Cuando cumplí mi segunda rueda de siete años, me entró la inquietud
por salir.

Por trabajo había que dejar la tierra. Bien duro es. Duele mucho alejarse
de la familia, de nuestros paisajes. El agua de otro sitio no es tan rica
como el agua de tu tierra. En la costa, todo seco es. Allí yo reclamaba mis
nevados, extrañaba el azul huarasino del cielo. Tristeza me llegaba a mi
corazón cuando pensaba en la fiesta de mayo, en las chinas de Palmira,
de Vichay, de Monterrey.

En Paramonga trabajé cuatro años. La hacienda era de caña. Los dueños


eran unos gringos y vivían en unas lindas casitas, chalets les decían.
Nosotros vivíamos en barracones y trabajábamos duro, de sol a sol. Allí
en el trabajo uno se hace hombre. Pero con todo, no nos olvidábamos del
Tayta Mayo y con qué ansias esperábamos que llegue la época de la fiesta
para regresar a Huarás. Formamos un nuevo grupo de shacshas, para así
darle gracias por habernos conseguido trabajo.

El capataz de la hacienda era un cholo de Trujillo, malo como él solo. Nos


golpeaba con una reata por cualquier cosa, y así se ganaba el aprecio de
los gringos. Pero ni la reata servía cuando nos juntábamos para pedir
permiso por la fiesta de Taita Mayo. El cholo no era sonso, entendía que
si nos daba permiso volveríamos a trabajar con más ganas. Así que
renegando, renegando nos dejaba salir ocho días, para la octava del
Señor. En ese tiempo nadie pensaba en vacaciones; eso no se conocía. Nos
contentábamos que nos dejaran regresar a nuestra tierra unos días para
pasar la fiesta y cumplir con nuestra promesa al Señor de La Soledad.
Áncash ante el bicentenario 114
Ya habíamos ensayado nuestros pasos. Teníamos que impresionar. La
gente en Huaráz, nos empezó a llamar los shacshas de Paramonga y hay
que ver las piruetas que hacíamos. Chiquito les dejábamos a mis paisanos
de Vichay, Molestos, ya ni me hablaban.

Hasta que un año, no me acuerdo si fue el 1950 ó 1951, estaban de moda


las películas de vaqueros que pasaban en la plazuela de Paramonga. Allí
los gringuitos metían bala sin parar a los pobres pieles rojas. Eso me daba
mucha cólera. Yo soy descendiente de los incas, bien peruano; si esos
gringuitos de la película estarían en el Perú, segurito nos tiraban bala a
nosotros, como a los pieles rojas.

Entonces se me ocurrió una idea: ¿qué tal si nos presentamos en Huaráz


para la fiesta de mayo con una nueva danza, vestidos de pieles rojas? Al
comienzo, mis amigos se rieron y burlaron, pero como yo seguía
molestándoles, poco a poco los iba convenciendo. Allí nomás a uno se le
ocurrió una música bien llamativa, donde el bombo marcaba el compás.
Otro propuso que busquemos pavos por las chacras en las noches para
quitarles las plumas y adornar nuestros disfraces.

Veíamos las películas apuntando y copiando las vestimentas y las armas


de los pieles rojas. Sus hachas y sus escudos los copiamos igualito. Los
pantalones con flecos, los mocasines, y hasta la forma de pintarse las
caras.

Solo faltaba el nombre, y allí que discutimos un montón. Los chunchos,


los pieles rojas, los apaches, los comanches, ningún nombre era bueno.
Hasta que no sé a quién se le ocurre: Que sea Los Atahualpas, hay que
ponerle un nombre peruano, de nuestro inca, dijo. Y todos aplaudimos la
idea. De allí comenzamos los ensayos. Unos muchachos que soplaban
quenas le pusieron la música y la letra a la melodía. Como no conocíamos
mucho, había que decir algunas cosas. Y salió este canto:

Somos los indios aguarunas,


somos los indios aguarunas,
que hemos venido a saludarte,
padrecito soledano.

Bien ensayados, bien disfrazados, nos hemos presentado en Huaráz para


la octava del Señor de Mayo. Huaráz fue un loquerío. Nunca habían visto
un piel roja y allí estábamos nosotros llenos de plumas de todo color, con
Áncash ante el bicentenario 115
los rostros pintados y el hecho calato, llenos de orgullo dando brincos y
haciendo pirámides.

Ya en las calles, era otra cosa. Las chinas se pegaban a nosotros como
abejas a la miel. La gente se ofrecía a llevarnos a sus casas, a invitarnos la
bendita. Los chicos, asustados al principio, felices después, nos seguían a
todo lado.

Ese año, no hubo más comentario que para una sola danza: Los
Atahualpas de Paramonga. Y nosotros tomábamos con gusto, pues la idea
nos había salido muy buena. El año entrante, decíamos, volvemos con
más pasos, con mejores disfraces, y los penachos de plumas os hicimos
mucho más hermosos. Queríamos dejar nuevamente con la boca abierta
a los huarasinos.

Pero al año siguiente, los sorprendidos fuimos nosotros. Cuando


llegamos para la octava del Señor, nos dimos con que en Huarás se habían
organizado hasta tres grupos de Atahualpas. Y nos ganaron, porque
habían incluido a muchachas y tenían nuevos pasos.

Y así nomás, de una simple ocurrencia, nació una danza que se ha


convertido en tradicional para la fiesta del Señor de Mayo. Cuando vienen
los turistas se sorprenden al ver a pieles rojas en Huarás, danzando junto
a shacshas, huanquillas, antihuanquillas, pallas y yuriguas. Ya nadie se
acuerda que esa danza la trajimos de Paramonga, los primeros
huarasinos que fuimos a trabajar en la hacienda de caña de azúcar.

Los Atahualpas es una folklorización de la representación de la muerte


de El Inca. En todo, es una parodia que se incorporó en la memoria
colectiva.

Fuente: Kapsoli, Wilfredo y Ocaña, Helí. Áncash Capital Cultural y


Educación. Lima, Ed. Derrama Magisterial, 1915.

Áncash ante el bicentenario 116


La ANP, baluarte del periodismo y
gremialismo en Áncash
Ursula Mendoza León 

Ad portas de cumplir el bicentenario de nuestra


Independencia es importante conocer a los periodistas
y comunicadores sociales de la Asociación Nacional de
Periodistas – ANP que se convirtieron en el bastión del
periodismo en Áncash, escribiendo la historia de sus pueblos, arma
cultural de la civilización para luchar contra la injusticia y los males
sociales de toda época. Vale también destacar a quienes cumplen una
importante labor gremial dirigencial en nuestro departa-mento en
defensa de la libertad de expresión, educación sindical y profesional, en
este período.

El periodista caracino Celso Suiberto Torres Tamayo fue uno de ellos. No


solo dio los primeros pasos para la constitución y organización de la
gloriosa Asociación Nacional de Periodistas del Perú, sino que además
paseó su pluma por destacadas publicaciones internacionales que lo
requerían por la agudeza de su análisis.

Suiberto Torres, en 1915, fundó y dirigió el periódico Hebe con los


hermanos Carlos y Victor Philipps, luego en Lima trabajó en la Crónica
y Tradición. El historiador Augusto Alba Herrera, en su obra
Enciclopedia temática de la Literatura de la provincia de Huaylas
cita: “Los periódicos de provincias y el extranjero hacían frecuentes
reproducciones de sus artículos firmados con el seudónimo de Celso
Otrebius en cuya narrativa exhibía una ironía de fondo que hacía pensar”.
Posteriormente, fue corresponsal en Lima del diario español Ahora y de
la revista Esfera de Madrid quienes lo consideraron como escritor y
periodista de indiscutibles méritos. Alba revela que Suiberto Torres tenía


Ursula Mendoza León.- Nació en Huaylas. Estudió y ejerce educación. Estudió
periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza, con diplomado en estrategias
comunicativas. Presidenta-fundadora de la Asociación Nacional de Periodistas - Filial
Huaylas. Exdirectivo del Colegio de Periodistas de Áncash.

Áncash ante el bicentenario 117


listo para su publicación Voces de colores con recortes de sus publica-
ciones y su novela Dos vorágines en cuyas páginas exaltaba la belleza de
su tierra, Caraz.

Fue considerado el El Andaluz de Áncash por el poeta José Gálvez


Barrenechea por su lealtad a sus principios, su condición de escritor y
amigo. Gálvez cuenta que hasta en sus peores momentos sabía sonreír;
era un líder de su generación y un periodista valiente y razonador.

En paralelo se dedicó a la otra faceta de su activa personalidad. Junto a


otros ilustres de la pluma organizó y fundó la Asociación Nacional de
Periodistas del Perú, en1928. La historia gremial anepista le atesora un
lugar prioritario al haber sido parte de la primera y segunda directiva.

Comité ejecutivo nacional Periodo 2018-2021 de la ANP.


Italo Jiménez, Efraín Castañeda, Omar Pérez, Mary Espinoza, Luzgardo Merma, Bertha
Fiestas, Manuel Salazar, Zuliana Lainez, Pedro Ramos, Roberto Mejía, Amaro La Rosa,
José García, Henrry Medina, Lilia Valenzuela, Gloria Ramirez, Ursula Mendoza,
Maximina Córdova, Carmen Villanueva, Carmen Borja y Carlos Bustamante.

Posteriormente, formó parte de la directiva de la ANP otro ancashino,


Martín Gómez Arquiño, periodista y dirigente de la Asociación
Departamental de Áncash de la ANP. Fue Jefe de imagen del gobierno
regional de Áncash.

Áncash ante el bicentenario 118


Hoy integran el Comité Ejecutivo Nacional de la ANP los ancashinos: Ítalo
Jiménez Yarlequé, secretario de comunicaciones quien fue editor general
del diario La Industria de Chimbote; Carlos Bustamante Arias, secretario
de la Región IV de la ANP y corresponsal de IDL radio, y la autora del
presente artículo, secretaria nacional de integración gremial y ex
corresponsal del diario El Nacional.

También contribuyeron con el periodismo ancashino los anepistas Juan


Rodríguez Mallqui, director de radio Municipal de Huaraz; Augusto Llosa
Giraldo con su periódico El Casmeño; Lamberto Guzmán Tapia, Radio
Yungay; Oswaldo Ruiz Bejarano, noticiero radial Caraz Noticias;
Humberto Espinoza Maguiña, director del Noticiero Áncash”. Entre
otros no menos importantes.

El 12 y 13 de junio de 2009 ANP Huaylas, sede del evento.


Congregó al presidente departamental de la ANP
y de las filiales. En la foto, con el representantes del alcalde
y de otras instituciones.

En el trabajo gremialista la formación profesional fue vital. Tal es así, La


Pluma revista de la ANP, edición 24 da cuenta “siguiendo los lineamientos
y las características que corresponden a una universidad itinerante, la ANP
impulsó el desarrollo de programas de capacitación y especialización para

Áncash ante el bicentenario 119


los agremiados, así como la modernización de su programa a distancia este
último con la presencia de los más calificados docentes de la entonces
Escuela de Periodismo, hoy Universidad Jaime Bausate y Meza. Hecho que
permitió que muchos periodistas prácticos del departamento pasen a ser
periodistas profesionales y mejorar su trabajo periodístico.

Actualmente, la ANP pese a la pandemia del Covid-19, ha intensificado


las capacitaciones ofreciendo desde la central y el interior cursos,
conferencias, talleres en temas acordes a la coyuntura actual. La plata-
forma zoom y el Facebook live se han convertido en los nuevos espacios
de encuentro de afiliados y no afiliados que en la hora más difícil de la
historia moderna han tenido al gremio ahí, en primera línea, para la
asistencia humanitaria pero también para la formación continua. Un
gremio casi centenario que no recula frente a las adversas circunstancias.

Las bases de la ANP en Áncash han crecido a la fecha. La provincia de


Huaylas tiene a Edixson León Martínez, exjefe de imagen de la municipa-
lidad provincial de Huaylas-Caraz; Casma, Froilán Chávez director del
noticiero radial La Palabra; Carhuaz, Augusto Durán Cotillo; Huaraz,
Pelayo Luciano Salazar, director del periódico La Primera y Áncash en
línea; Huarmey, Eduardo Milla Huertas; Recuay, José Maguiña Ortiz;
Pomabamba, Fernando Valverde Lavado, director por más de 30 años de
la revista Konchucos; Chimbote, María del Rosario Agreda Torres, Real
Noticias en Canal 41. Todos anepistas identificados por su pasión al
periodismo, su fraternidad, lealtad, solidaridad y defensores de la
libertad de expresión.

La Asociación Nacional de Periodistas ha mantenido incólume sus ban-


deras gremiales en Áncash. Lemas como “La información es un derecho
del pueblo”, “La peor opinión es el silencio” o “La democracia peligra si solo
se escucha la voz de los poderosos” han sido faro de ese andar periodístico
y dirigencial al servicio de los que no tienen voz. En el bicentenario de la
Independencia, como Gremio, nuestro compromiso con la patria es más
robusto que nunca. Ser peruano es un orgullo, ser anepista es un honor.

Áncash ante el bicentenario 120


Árbol emblemático, símbolo de
la ecología ancashina
Juan Rodríguez Jara 

A mediados del siglo pasado, para los que hemos vivido


en zonas andinas, cuando recorríamos los diferentes
caminos, nuestras miradas por los cuatro puntos
cardinales encontraban verdor, pintura natural de
flores de los sembríos y frutales abundantes, los
animales y avecillas gozaban de la riqueza natural con el consiguiente
beneficio para los habitantes humanos. En los caminos los árboles con
sus ramas mostraban su producción apetecible, frutas al alcance de la
mano, las alturas dentro de los ichus vida de aves y animales silvestres
llenando el verdor en los puquiales. Era verdaderamente una huerta o
jardín gigante; los campos con diferentes colores parecían un tablero de
ajedrez con sembríos de diversos colores, los alfalfares llenos de
ganados, las casas con abundantes animales de corral, era dichosa la vida.

Dentro de ese horizonte natural existían bosques, bosquecitos de árboles


oriundos de diferentes especies conservados por nuestros antecesores y
que se consideraban como pulmones para el habitad de los pobladores y
fauna silvestre, que no necesitaban del riego artificial, se mantenían
cerca a los ríos, riachuelos o lagunas que se nutrían en los meses de lluvia
o filtraciones, para conseguir leña concurrían a estos bosques a retirar
ramas secas, caídas o por lo años secadas, jamás se atentaban contra los
árboles verdes.

El contraste en los últimos años del siglo pasado y a la fecha todos están
abandonados los campos, depredados los bosques para construcción,
leña, teñido, artesanía, agricultura etc., y no se ha reemplazado por
indiferencia de autoridades y población en general, conforme se puede
verificar; significando un atentado contra la ecología y el hombre. La
mancomunidad de las provincias de la zona oriental de Áncash, dentro
de su plataforma de desarrollo han considerado la forestación general, el


Juan Rodríguez Jara. Nació en Piscobamba, Mariscal Luzuriaga. Poeta, escritor,
institucionalista y promotor cultural. Ganador de concursos literarios, con múltiples
reconocimientos en el Perú y el extranjero. Premio nacional Legión honor Benemérita
Guardia Civil. Autor de poemarios, antologado en muchas publicaciones.

Áncash ante el bicentenario 121


Ministerio de agricultura viene realizando el perfil con una inversión de
un millón y medio de soles, ojalá llegue a concretarse, mientras
sentiremos la ausencia de los bosques al cumplirse el bicentenario de
nuestra independencia.

La Asociación de Escritores Ancashinos, AEA, con sede en Lima,


conocedores de la realidad del departamento de Áncash, que tiene su
Parque Nacional Huascarán el mismo que viene sufriendo deterioros
tanto en su fauna como la flora, no obstante, las prohibiciones existentes
con la inconciencia de quienes quieren aprovecharse de los recursos del
parque para sus beneficios personales; nos sentimos preocupados de los
atentados contra la ecología y nos vimos obligados a realizar algunas
coordinaciones con las autoridades comprometidas, en este caso
concretamente es el caso, el árbol monumental de Áncash que era una
demostración a la indiferencia total, llegando a sufrir deterioros en su
normal existencia, por obra de un alcalde, en forma ignorante dejó
construido una pileta de cemento pegado al tallo, que con los años causó
daños.

Eucalipto de la plaza de Piscobamba:


árbol monumental

Es un árbol no obstante las grandes


dificultades viene permaneciendo, como
el emblema de la ecología y que
embellece la plaza de armas de
Piscobamba, capital de la provincia de
Mariscal Luzuriaga – Áncash, árbol que
fuera plantada en el año 1875, por don
Juan Bautista Rodríguez, hijo de doña
Hipola Rodríguez y nieto del gobernador
de Conchucos (Áncash) Francisco Borja
Rodríguez (marzo 1821); teniendo a la
fecha 146 años, este árbol venía
deteriorándose debido a la falta de
mantenimiento y asistencia tecnológica especializada. No obstante, ser la
expresión real de la belleza natural, histórico e hito de generaciones que
lo conocen, sufriendo debido a la apatía de algunas autoridades y
actuales habitantes locales, que no se preocupan de mantener viva las

Áncash ante el bicentenario 122


identidades logradas para el pueblo y siendo este árbol una fuente de
oxigenación para el pueblo, aparte de su atracción turística.

Con una determinación desafortunada un exalcalde provincial de


Mariscal Luzuriaga mando construir una pileta de agua con muros de
cemento alrededor del tallo del eucalipto sin un estudio técnico de
especialistas, los desagües de la pileta obstruída conteniendo agua
insalubre y fétido. Con el pasar de los años su tallo comenzó a
deteriorarse por la incrustación de los muros de cemento al tallo del
árbol que se expandía a los costados en forma anormal. La marcada
indiferencia de los alcaldes, demás autoridades provinciales y público en
general hicieron que sea sometido a una agonía innecesaria, lejos de los
recuerdos de muchas generaciones que ha despedido con el permanente
batir de sus ramas a quienes se marcharon y lejos nos encontramos
ahora, también da la bienvenida a muchos caminantes que llegan a su
cercanía.

La Asociación de Escritores Ancashinos (AEA) integrados por Julio


Rolando Villanueva Sotomayor, Danilo Barrón Pastor, Filomeno Zubieta
Núñez, Juan Rodríguez Jara, Ángel Chirinos Lavander, Elmer Neyra
Valverde, Rodolfo Moreno Izaguirre, Máximo Cueva Egúsquiza y Américo
Portella Egúsquiza, se reunieron en Píscobamba capital de la provincia
Mariscal Toribio de Luzuriaga departamento de Áncash, el 9 de
diciembre de 2017, con motivo de la realización de la Primera Jornada de
Integración Cultural organizado por los visitantes y que reunió
escritores, docentes, alumnos de los diferentes centros educativos y
público en general en una jornada sin precedentes de la expresión de la
cultura regional con presentación de concursos de declamación, poesías
y cuentos con rotundo éxito, al término del evento los colegios
participantes recibieron en donación por la AEA, una cantidad de libros
para la biblioteca de sus respectivos colegios.

Concluido la jornada cultural los visitantes visitaron lugares turísticos de


la ciudad y se pudo verificar que en el centro de la plaza de armas existe
un árbol de eucalipto de hermosa estampa, flanqueado su tallo por una
pileta de cemento que con el pasar de los años ha lesionado el tallo
incrustándose para deteriorar su normal desarrollo, a esto debemos
agregar que los vecinos de la ciudad solicitaron interceder por la mejora
en su mantenimiento del árbol en vista que nadie se interesa.

Áncash ante el bicentenario 123


Como conclusión de nuestra jornada cultural se formuló un pronuncia-
miento para hacer conocer a todas las autoridades y público que deben
velar por este árbol, que motiva una profunda inspiración de poetas y
narradores locales y foráneos. Representaba a la histórica local de mu-
chas generaciones. Y como institución tenemos el deber de velar por su
conservación, por lo que se tomó las siguientes medidas.

Asociación de Escritores Ancashinos – AEA.


Registro de Personas Jurídicas No. 13949067

Pronunciamiento

Con motivo de la realización de la Primera Jornada de Integración


Cultural “Julio Villanueva Delgado” los días 9 y 10 del mes de diciembre
del 2017, una delegación de Lima de once personas de la Asociación de
Escritores Ancashinos concurrió a la Jornada cultural en Piscobamba.

En la visita a lugares importantes de la ciudad, tuvimos la oportunidad


de constatar que el centenario eucalipto en el centro de la plaza de armas
viene sufriendo deterioro en su follaje, al parecer debido a la incrustación
a su tallo por el material de construcción de la pileta ornamental
construida hace años, donde se encuentra agua estancada putrefacta por
deterioro en su sistema de su desagüe.

Esta situación ha dado lugar a que el tallo presente protuberancias que


distorsionan su normal crecimiento, dando la impresión negativa y de
compasión a quienes contemplan el árbol, porque esta construcción de
cemento está estrangulando, introduciéndose al tallo.

El aludido eucalipto fue plantado aproximadamente el año 1875,


teniendo a la fecha 146 años y que forma parte del paisaje cultural de
la Plaza de Armas de Piscobamba, capital de la provincia Mariscal
Luzuriaga.

Como antecedente, el 02 de agosto del 2001 don Julio Pedro Egúsquiza


Durand, con DNI. 32480076, docente, vecino y ex alcalde de Piscobamba,
emite un escrito que titula: “Reseña Histórica del Eucalipto de
Piscobamba”, resaltando su existencia y antigüedad.

Áncash ante el bicentenario 124


Por otro lado, el escritor David Estrada Rodríguez en su libro “Reflejos
Andinos y Alpinos” detalla características sobre el eucalipto.

Las mediciones de la altura lo realizaron en 2011 el matemático Dr.


Elmer Neyra Valverde y arrojó una altura de 63,5 metros que guarda una
aproximación con la mencionada por Borja Cardelús y Timoteo Guijarro
en "Capac Ñan" (2009), que menciona 65 metros.

Los visitantes de Piscobamba, de manera espontánea, identifican el


paisaje urbano de la ciudad con la gallarda presencia del eucalipto. Los
escritores y poetas se han inspirado en este eucalipto que día y noche se
miran con el nevado Huascarán.

El Libro de oro de la provincia Mariscal Luzuriaga (2007) en su página 60


publica con detalle sobre la historia del eucalipto que se ha convertido
en emblemático y merece mantenerse como tal. Es largo enumerar los
otros antecedentes.

Por lo expuesto:

La Asociación de Escritores Ancashinos, AEA, en concordancia a sus fines


y objetivos, en defensa de la ecología y cultura local acuerda:

Solicitar al consejo provincial de Mariscal Luzuriaga declare Patrimonio


Cultural de la ciudad de Piscobamba al eucalipto emblemático elemento
fundamental de su plaza principal.

Solicitar a la Municipalidad Provincial de Mariscal Luzuriaga, acorde a


sus atribuciones, tome la decisión de retirar la construcción de cemento
que viene incrustándose al tallo del árbol.

Solicitar al Ministerio del Ambiente para que por medio de sus


dependencias descentralizadas adopte las medidas inmediatas para
recuperar el emblemático eucalipto.

Solicitar al Servicio Forestal y de Fauna Silvestre SERFOR Lima y Huaraz


a fin de que dispongan las medidas inmediatas.

Áncash ante el bicentenario 125


Comunicar al Ministerio de Agricultura y la Universidad de La Molina
para que dentro de sus atribuciones realicen los estudios y adopten las
medidas acertadas en coordinación con las autoridades comprometidas.
Hacer del conocimiento del Ministerio de Cultura, toda vez que es un
Patrimonio Cultural del departamento.

Se adjunta información y fotografías para su mejor conocimiento.

Piscobamba, 10 de diciembre de 2017.

Fdo. Julio Rolando Villanueva Sotomayor Fdo. Juan Rodríguez Jara


Presidente Secretario (e)
Fdo. Filomeno Zubieta Núñez, Fdo. Danilo Barrón Pastor
Miembro AEA. Sec. Organización AEA.

Lado de mayor daño al


tallo.

Lado este del tallo.

Áncash ante el bicentenario 126


Los hechos nos impulsaron tomar medidas y decidimos realizar
gestiones ante las autoridades encargadas de velar por el mantenimiento
del árbol.

Síntesis de los documentos dirigidos.

Lima, 17 diciembre 2017, Ofc. No. 010-AEA. 2017.


Señor Gonzalo Domínguez Adrián
Alcalde Provincial de Mariscal Luzuriaga. Piscobamba
Asunto: Solicita intervenir mantenimiento árbol de eucalipto.
De nuestra consideración:

Los días 8 y 9 del mes en curso, estuvimos en la ciudad de


Piscobamba para la realización de la Primera Jornada de Integración
Cultural “Julio Villanueva Delgado” y pudimos constatar que el gran
eucalipto de la plaza de armas de Piscobamba está perdiendo vida.

A nuestro entender, las raíces se están envejecimiento por asfixia


y mala nutrición. Debido a los muros que han puesto hace años a su
alrededor no le permiten respirar con facilidad y presionan su tallo de
manera brutal. De igual manera, el agua empozada en la fuente que la
circunda no tiene desagüe y por lo tanto se contamina y envenena al tallo
superficial y a las raíces vecinas.

Como es un árbol emblemático con más de 145 años de existencia, le


pedimos que disponga las gestiones inmediatas para que los técnicos de
los organismos de conservación del medio ambiente acudan a realizar
los estudios sobre esta situación y pongan el remedio correspondiente.

Fdo. Julio Rolando Villanueva Sotomayor Fdo. Juan Rodríguez Jara


Presidente de AEA Secretario (e)

Lima, 17 de diciembre de 2017 Ofc. No. 011-AEA. 2017.


Señor Ing. Hugo Carrillo Vargas Jefe del Servicio Forestal y de Fauna
Silvestre – SERFOR. Huaraz.
Asunto: Solicita intervenir para salvar el árbol de eucalipto en
Piscobamba. De nuestra consideración:

Los días 8 y 9 del mes en curso, estuvimos en la ciudad de Piscobamba


para la realización de la Primera Jornada de Integración Cultural

Áncash ante el bicentenario 127


“Julio Villanueva Delgado” y pudimos constatar que el gran eucalipto de
la Plaza de Armas de Piscobamba está perdiendo vida.

A nuestro entender, las raíces se están envejecimiento por asfixia y mala


nutrición. Debido a los muros que han puesto hace años a su alrededor
no le permiten respirar con facilidad y presionan su tallo de manera
brutal. De igual manera, el agua empozada en la fuente que la circunda
no tiene desagüe y por lo tanto se contamina y envenena al tallo
superficial y a las raíces vecinas.

Como es un árbol emblemático con más de 145 años de existencia, con


historia y que representa la ecología, le pedimos que tenga a bien en
disponer las medidas inmediatas para que los técnicos de su organismo
de realicen los trabajos necesarios los estudios sobre esta situación y
pongan el remedio correspondiente.
Atentamente.
Fdo. Julio Rolando Villanueva Sotomayor Fdo. Juan Rodríguez Jara
Presidente de AEA Secretario (e)

Acciones: SERFOR Huaraz, evaluado los antecedentes remitidos.


Realizan la constatación; considerando el significado y antigüedad del
árbol de acuerdo con sus atribuciones, declara árbol monumental
mediante Res. Administrativa No. 051-2018, fecha 27 de junio del 2018,
paralelamente establecen un convenio con la Municipalidad Provincial
de Mariscal Luzuriaga – Piscobamba, para que sea retirado los muros de
cemento que dañan el tallo del árbol para hacer su posterior tratamiento
especializado. El alcalde provincial vista la cercanía de las fiestas
patronales de San Pedro y San Pablo, solicita retirar los muros de
cemento después de las fiestas, lo que no se dio hasta las elecciones
municipales, dejando pendiente y sin cumplir el convenio hasta agosto
2019.

Lima, 17 de enero de 2018 Ofc. No. 01-AEA. 2018.


Señor Director Nacional del Servicio Forestal y de Fauna Silvestre –
SERFOR. Av. 7 No. 227 o 229 Rinconada Baja. La Molina. Lima.
Asunto: Solicita intervenir para salvar el árbol de eucalipto en
Piscobamba.
De nuestra consideración:

Áncash ante el bicentenario 128


A nuestro entender, las raíces se están envejeciendo por asfixia y mala
nutrición. Debido a los muros que han puesto hace años a su alrededor
no le permiten oxigenar con facilidad y presionan su tallo de manera
brutal. De igual manera, el agua empozada en la fuente que la circunda
no tiene desagüe y por lo tanto se contamina y envenena al tallo
superficial y a las raíces vecinas.

Como es un árbol emblemático con más de 146 años de existencia, con


historia y que representa la ecología, le pedimos que tenga a bien en
disponer las medidas inmediatas para que los técnicos de su organismo
realicen los trabajos necesarios y/o estudios que conlleven a la
recuperación de este árbol, como los cedros de la plaza de Armas de
Pomabamba donde se ha recuperado en forma óptima.

Nos ponemos a su disposición para colaborar en las gestiones que se


puedan hacer en Lima.

Aprovechamos la oportunidad para expresarle nuestro


agradecimiento y las muestras de nuestra consideración y estima.

Fdo. Julio Rolando Villanueva Sotomayor Fdo. Juan Rodríguez Jara


Presidente de AEA Secretario (e)

Extracto de respuesta: Ing. Irma Iraída Briceño Sánchez, Directora de la


Dirección de Gestión Sostenible del Patrimonio Forestal –SERFOR, con
Ofc. 0051-2018-MINAGRI-SERFOR, de 15 Feb, 2018, tuvo a bien en dar
respuesta manifestando:

“Con relación al documento de la referencia, mediante el cual su


representada, “solicita disponer las medidas inmediatas para que se
realicen los trabajos “necesarios y/o estudios que conlleven a la
recuperación del árbol de eucalipto de Piscobamba.

“Al respecto, comunico a usted que su solicitud ha sido remitida a la


Municipalidad “de Piscobamba, a fin de que adopte las acciones
correspondientes en el marco de “sus funciones y competencias. -------------
--------

Adrián Mejía Conde gerente municipal de Piscobamba comunica. El 24


abril 2018

Áncash ante el bicentenario 129


“A la fecha se ha logrado la visita de dos especialistas en el tema. de SERFOR
y SENASA, ellos han hecho una primera evaluación y han sacado muestras
de tejidos del árbol, los que están siendo analizados en laboratorio de
SENASA-Lima, luego vendrá el diagnóstico y las recomendaciones.
Paralelamente, se está trabajando la declaratoria de "patrimonio natural",
con la síntesis de su vida y su influencia en la cultura piscobambina,
logrado este propósito, debemos priorizar proyectos de forestación,
poniendo prioridad con especies nativas (los que conforman ecosistemas
de humedales), y sembrados en lugares de cabeceras de quebradas, para
garantizar la provisión de agua en el futuro....”

El alcalde provincial de
Mariscal Luzuriaga, en
cumplimiento al Expediente
No. 0002798-2018-MINAGRI-
SERFOR, de fecha 03 de mayo
del 2018 y la Resolución
Administrativa Nro. 051-2018-
MINANGRI- SERFOR – ATFFS-
ÁNCASH con los antecedentes y
testimonios históricos existentes en uso de sus atribuciones, previa
aprobación de su Concejo, emite la Resolución de Alcaldía Nro. 031-
2018-MPML/A, de fecha 28 de junio
de 2018 con 5 considerandos y tres
numerales de la parte resolutiva:

Artículo primero declara y reconoce


como hijo ilustre y predilecto de
Piscobamba a Juan Bautista Rodríguez
por su contribución en el bienestar de
la comunidad en general.

En su artículo segundo, declara y


reconoce como autor legítimo de la
plantación del legendario centenario y
heráldico Eucalipto de la plaza de
armas de Piscobamba a su hijo ilustre
y predilecto don Juan Bautista
Rodríguez.

Áncash ante el bicentenario 130


El Artículo tercero, la resolución sea registrada en la oficina de archivos
de la Institución Municipal para ser reconocido de sus acciones y se
reconozca como tal de su pasado histórico, Regístrese, comuníquese y
archívese.

Mediante oficio No.003-2018-


MINAGRI-CSA-COORD.SFN, de
fecha 15 Octubre 2018 invitan al
Alcalde Provincial de Piscobamba
participar en la feria institucional
por la semana forestal Nacional
2018, Cuyo cuerpo es como sigue:

“Es grato dirigirme a usted para


expresarle mi cordial saludo y al
mismo tiempo manifestarle que
desde hace 44 años la primera
semana de noviembre de todos los
años se celebra la Semana Forestal
Nacional (SFN), instituida en nuestro país en 1974 mediante el Decreto
Supremo N° 0210-74-AG. para sensibilizar a la población Y resaltar la
importancia, beneficios y funciones que cumplen los bosques y fauna
silvestre, así como su cuidado y conservación para beneficio de toda la
población.

Durante la Semana Forestal Nacional 2018 a realizarse del 05 al 18 de


noviembre 2018, la comisión multisectorial conformada para esta
celebración ha considerado la realización de una feria de información a
realizarse el viernes 9 de noviembre de 8.30 am. a 1.00 pm en la plaza de
Armas de Huaraz. Esta feria será una oportunidad para mostrar a la
población ancashina los recursos forestales y de fauna salvaje, recursos
ecoturístico y atractivo relevantes del ámbito de los gobiernos locales,
como el caso del Árbol Monumental de Eucalipto de su provincia
recientemente categorizado, en tal sentido invitamos a la Municipalidad a
su cargo a participar en esta Feria. Para lo cual deberá confirmar su
participación a los correos electrónicos hcarrillo@serfor.gob.pe y
yvargas@serfor.gob.pe.

Agradeciendo anticipadamente su importante participación, hago


propicia la oportunidad para reiterarle a usted las muestras de mi especial

Áncash ante el bicentenario 131


consideración y estima. Atentamente Fdo. Ing. Hugo Carrillo Vargas.
Coordinador de la Comisión Multisectorial de SFN – Coordinador Sectorial
Agrario MINAGRI. Áncash.”

El tiempo pasa y la indiferencia aumenta por parte de la Municipalidad


Provincial de Mariscal Luzuriaga, que no retiró los muros de cemento de
la base del eucalipto, conforme convenio firmado con SERFOR. El Lic.
Danilo Barrón Pastor Secretario de Organización de AEA promueve la
presentación de un memorial con firma de más de 70 pobladores de
Piscobamba a la Municipalidad con fecha 24 de enero 2019, solicitando
el cumplimiento del convenio firmado con SERFOR.

Los días que pasan aumenta la preocupación, el deterioro de nuestro


árbol monumental se agudiza por la indiferencia de quienes están
comprometidos, Mg. Danilo Barrón Pastor, Secretario de la Asociación de
Escritores Ancashinos – AEA, aprovecha su viaje a Piscobamba el 31 de
julio de 2019, entrevistándose con el Sr. Lic. Elías G. Quiroz Aguirre
gerente municipal provincia de Mariscal Luzuriaga, que convoca a una
reunión a horas 11.40, con la asistencia de los miembros del Frente de
Defensa de los intereses de la provincia - FEDIP, llegando a suscribir un
compromiso: Con 9 puntos referidos al saneamiento físico de la ciudad,
entre ellos el primer punto es la demolición del cemento que afecta al
eucalipto fijando para el 5 de agosto el inicio de los trabajos.
Paralelamente la AEA emite dos oficios a Serfor Huaraz y la
Municipalidad de Luzuriaga para la ejecución de los trabajos conforme
se ha establecido en acuerdos de hace catorce meses anteriores se
adjunta los dos documentos para mayor ilustración.

El Sr. Elmer Danilo Barrón Pastor, miembro de AEA, al encontrarse en


Piscobamba, convocó a una asamblea y juntamente que los vecinos
redactaron un memorial al alcalde provincial. “Memorial de respaldo a la
gestión de AEA, para el retiro de la pileta en la parte central de la plaza de
Armas de Piscobamba.

Los firmantes, preocupados por el deterioro del eucalipto recientemente


declarado patrimonio ecológico forestal de Áncash. En vista de que la
actual pileta está deteriorando la subsistencia del eucalipto, que de
continuar esta podría poner en peligro la existencia del árbol.

Áncash ante el bicentenario 132


La SERFORT –Huaraz, mediante la resolución de declaratoria de
patrimonio, recomienda el retiro de la pileta.
El eucalipto forma parte de la historia de nuestro pueblo y es querido y
admirado por varias generaciones, propios y foráneos.

Nuestra hermana provincia de Pomabamba ha rescatado su árbol (cedros)


y ahora está floreciendo.

Pedimos al alcalde que en su reemplazo pudiera reemplazar a la pileta con


un monumento que identifique a nuestro pueblo de Piscobamba.
Aparecen 70 firmas.

11) Ofc. No. 01-AEA. 2019, de 23 julio 2019


Señor Ing. Hugo Carrillo Vargas.Jefe del Servicio Forestal y de Fauna
Silvestre – SERFOR. Huaraz. Asunto: Reitera intervenir para salvar el
árbol de eucalipto en de Piscobamba.
Referencia: 1. Ofc. 01-AEA-2017, de fecha 17 de diciembre de 2017.
2. Res. Administrativa. 051-2018-MINAGRI-SERFOR-
ATFFS- ÁNCASH de 27 Jun. 2018.
3. Su Of. 003-2018-MINANGRI-CSA-COORD-SFN, de Octubre 2018.
De nuestra consideración:
Tenemos el agrado de dirigirnos a su digno despacho, para
expresarle nuestro profundo agradecimiento, por las acciones tomadas
en mérito de nuestro oficio de la referencia 01, sobre la existencia del
árbol de Eucalipto de Piscobamba.

Gracias por emitir la Resolución de la referencia 2, declarando

Árbol monumental de Áncash.

En este caso debemos expresar nuestra preocupación por el


incumplimiento del Art. 2° de la Resolución ADMINISTRATIVA 051-
2018- MINAGRI-SERFOR, que a la letra dice: “Artículo 2°. La
Municipalidad de Mariscal Luzuriaga deberá proteger, conservar,
mantener, cuidar, defender y promover los valores del árbol Monumental
que queda bajo su tutela” a esto debe agregarse el convenio que se dio
entre SERFOR y la Municipalidad de Luzuriaga en 2018, para que se
retire el cemento circundante y posteriormente hacer el tratamiento de
recuperación.

Áncash ante el bicentenario 133


Como puede apreciar existe señor Jefe, existe un desacato completo a
disposiciones oficiales por parte del alcalde de Luzuriaga, no obstante
haber transcurrido más de un año. Por lo cual debe ser denunciado ante
las autoridades competentes.

Por lo expuesto solicitamos a usted disponer el cumplimiento inmediato


de las disposiciones de esa Institución Estatal a su cargo, conforme a su
resolución de la referencia por parte del alcalde provincial.

Aprovechamos la oportunidad para reiterarle nuestro agradecimiento y


las muestras de nuestra consideración y estima.

Atentamente.

Fdo. Julio Rolando Villanueva Sotomayor Fdo. Danilo Barrón Pastor


Presidente de AEA Secretario de Organización

Ofc. No. 02-AEA. 2019. Lima 23 de julio de 2019

Señor Ing. Roger Ascencio Roca


Alcalde provincial de Mariscal Luzuriaga
Piscobamba.

Asunto: Solicita cumplimiento disposiciones de SERFOR el eucalipto


Piscobamba.

Referencia:
1. Ofc. 10-AEA-2017, de fecha 17 de diciembre de 2017.
2. RA. 051-2018-MINAGRI-SERFOR-ATFFS-Áncash, 27 Jun. 18
3. Memorial de 24 enero 2019, firmado por los vecinos del pueblo.

De nuestra consideración:

Tenemos el agrado de dirigirnos a ese despacho, para expresarle nuestra


profunda extrañeza, por el incumplimiento de sus funciones, en relación
al cuidado del Árbol monumental de Áncash, de la plaza de armas de
Piscobamba.

En este caso el incumplimiento del Art. 2° de la Resolución


Administrativa 051-2018- MINAGRI-SERFOR, que a la letra dice:

Áncash ante el bicentenario 134


“Artículo 2°. La Municipalidad de Mariscal Luzuriaga deberá proteger,
conservar, mantener, cuidar, defender y promover los valores del árbol
Monumental que queda bajo su tutela” poniendo de manifiesto una
resistencia a la Resolución del Ministerio de Agricultura y Riego.

Por otro lado desconoce esa alcaldía la existencia de un convenio con


SERFOR y el alcalde anterior para el retiro de la pileta circundante al
Eucalipto, no obstante haberse cumplido un año, nada se ha hecho por
parte de esa Municipalidad.

Igualmente usted no dio trámite al memorial presentado por los vecinos


de la ciudad de Piscobamba con fecha 24 de enero de éste año, ya en su
gestión.

Como puede apreciar existe un desacato completo a disposiciones


oficiales y solicitud de los vecinos, usted tiene la obligación de solucionar
en el breve plazo; caso contrario señor Alcalde también tendremos como
hacer cumplir el mandato de la Ley que vela por la ecología mundial y
regional.

Estimaremos dar cumplimiento a los diferentes documentos de nuestra


referencia, solicitando a SERFOR su medicación del citado árbol.
Atentamente.

Fdo. Julio Rolando Villanueva Sotomayor Fdo. Danilo Barrón Pastor


Presidente de AEA Secretario de Organización
jrj
----------------------------------------------------------------------------------------
13). El día 9 de agosto de 2019 llegó la hora de los trabajos de remoción
del cemento a cargo de la Municipalidad a favor del árbol. Para nosotros
el mes de agosto es un mes que nos ha dejado grandes recuerdos como
la llegada del Libro de Oro Luzuriaguino a Piscobamba hace 12 años para
su presentación en el auditorio de la Municipalidad y entrega oficial de
216 ejemplares para su distribución. Agosto es un mes dedicado a Santa
Rosa de Lima Patrona de la Guardia Civil del Perú y ahora se hace historia
al darle respiro al árbol emblemático para que siga representando a la
ecología peruana.

Áncash ante el bicentenario 135


14.

Áncash ante el bicentenario 136


15) Piscobamba, una fructífera reunión. El 30 de agosto de 2019 se
realizó una reunión muy importante con los siguientes concurrentes:
Manuel Egúsquiza Olivas (presidente de la FREDIPMALUZ), Melchor
Cueva Chávez (teniente alcalde la Municipalidad de Mariscal Luzuriaga),
Arq. David Estrada Rodríguez (consultor), Dr. Julio R. Villanueva
Sotomayor (presidente del club Áncash y presidente de la AEA), y los
señores Rubén Vía Caldas, Epifanio Cruz Soto, Uriel Valverde Manrique,
Yuri Rodríguez Apéstegui, Teodosio Tarazona Aranda, Ángel Valverde
Manrique y Amancio Ricra Trujillo. Se llegó a la conclusión que
autoridades y el pueblo, unidos, tienen que darle más impulso al
desarrollo de Piscobamba y de la provincia Mariscal Luzuriaga. De
manera inmediata se generarán y se ejecutarán los siguientes proyectos
para Piscobamba: 1. Museo de Historia, Arte, Artesanía y de Servicios
Turísticos y Sociales (ex observatorio meteorológico, detrás de la
parroquia); 2. Complejo Deportivo de Cushipata (Cushipata); 3. Tracking
y Ruta en Bicicleta de Alta Montaña (Andaymayo, Alto Perú y Tukupa
Huaganán); 3. Diagnosis y Capacitación para Mejorar el Rendimiento
Educativo de la Población Estudiantil de la Provincia Mariscal Luzuriaga;
y 5. Mirador de Chontajirca (Chontajirca).

Nota adicional: Una vez terminado el muro que rodeaba el eucalipto, lo


que falta poco, irá un especialista de SERFOR de Huaraz para la
rehabilitación de nuestro Árbol Monumental, así lo manifestó el Ing.
Arroyo en conversación realizada en Huaraz, el lunes 2 de setiembre
2019, conforme informe del Dr. Julio Villanueva Sotomayor.

Conclusión:

El Consejo Directivo y miembros de la Asociación de Escritores


Ancashinos con sede en Lima, nos sentimos complacidos por toda las
gestiones realizadas, ante las autoridades provinciales y regionales para
lograr una respuesta muy positiva en bien de la preservación de la
naturaleza en este caso representada por el Centenario Árbol que ha
merecido las atenciones correspondientes al retirarse los muros de
cemento que aprisionaban su tallo y posteriormente fue declarado Árbol
monumental de Áncash y un reconocimiento al autor de la plantación
hace 146 años. Este hecho debe ser un ejemplo para que los pueblos
cautelen sus áreas verdes, bosques y plantaciones de árboles que son
necesarios para el normal desarrollo de la humanidad.

Áncash ante el bicentenario 137


Solicitar a la SERFOR Áncash y la municipalidad provincial de Mariscal
Luzuriaga instituir el día del árbol el 27 de junio en memoria a la
Resolución Administrativa No. 051-2018 –Serfor que declara árbol
monumental con el objeto de motivar a los habitantes ancashinos en la
preservación de los bosques y árboles en general, conforme expone
SERFOR “mostrar a la población ancashina los recursos forestales y de
fauna salvajes, recursos eco turísticos y atractivos relevantes del ámbito
de los gobiernos locales, como el caso del Árbol Monumental de Eucalipto
de Piscobamba”.

También es deber mencionar a los pueblos que sí se preocupan de sus


árboles, que guardan en sus plazas de armas, como es Pomabamba con
su cedro, Carhuaz y San Luis con su fresno, Casma, Huarmey y Chiquián
donde se mantiene como regla un árbol que con sus ramas despiden a los
que se van y saluda a los que llegan y bendice el primer beso de amor
dibujado debajo de sus ramas.

Existen pueblos agradecidos que después de cada fiesta donde se tala


árboles para leña, se empeñan en reemplazar con nuevas plantas, como
está demostrado en la realidad la estampa imponente de su Eucalipto de
muchos años de existencia, de la familia Zubieta Núñez. En el distrito de
Huaylas se viene construyendo represas para acopiar de la lluvia el agua
para riegos. La mancomunidad de konchucos, viene proyectando la
forestación de sus provincias.

Coposo Eucalipto en Chiquián.

Áncash ante el bicentenario 138


El recuperado centenario cedro
de Pomabamba.

Varios fresnos en la plaza de


Carhuaz que embellecen
Nuestra gratitud al Ing. Hugo
E. Carrillo Vargas,
Administrador Técnico
Forestal y Fauna Silvestre –
SERFOR Áncash, Coordinador
Sectorial Agrario de
Ministerio de Agricultura – Áncash. Ing. Roger Asencio Roca, Lic. Elías
Quiroz Aguirre Alcalde y Gerente Municipal de Piscobamba, gracias a los
integrantes de la Asociación de Escritores Ancashinos AEA, que
aprobaron realizar éstas gestiones.

Una eterna gratitud a don


Armando Alvarado Balarezo –
Nalo, por impulsar nuestras
caminatas en la vida andina de
nuestro Áncash en forma
permanente. Gracias a Dios por
hacer que estas letras dibujen
estas páginas informativas,
gracias a la vida.

Y
Mi
Corazón
ira buscando
el eucalipto lejano
de la plaza de Piscobamba
para descansar en su sombra
y en su tallo esculpir mi nombre
para mi descanso eterno tierra mía.
Así
Será
Allí
crecí y mis lágrimas dejé contigo.

Áncash ante el bicentenario 139


Delegación de AEA que viajaron de
Lima a realizar el Primer
Encuentro de Integración Cultural
en Pomabamba y Piscobamba el 7
al 10 de diciembre del 2017: de
izquierda a derecha: Elmer Neyra
Valverde, Julio Villanueva
Sotomayor, Ángel Edgardo
Chirinos Lavander, Juan
Rodríguez Jara, Danilo Barrón Pastor, Rodolfo Moreno Izaguirre y
Filomeno Zubieta Núñez.

Presentación de las Negritas de


Musga integradas por las Alumnas
de secundaria del Colegio Julia
Olivas de Musga.

Señor eucalipto

Coronado con honores


ya centenario eucalipto
alto lleno de follaje mudo
testigo de los días de historia,
símbolo de identidad,
patrimonio de la nación.
Orgullo de quienes lo admiran.
fruto eterno de los corazones
piscobambinos inspiración
de bohemios en sombras bajo
el follaje de árbol sin parangón
Ahora árbol monumental del Perú.

Áncash ante el bicentenario 140


Un gran ejemplo de vida comunitaria y de amor a la naturaleza nos
brinda Chiquián, donde los funcionarios que utilizan árboles para leña en
las fiestas patronales, al término de cada festividad, junto a los niños y
jóvenes, siembran miles de plantones en coloridas jornadas de
arborización, y así sucesivamente van poblando, inclusive áreas
desocupadas, solamente se necesita conocer el clima y dónde puede
crecer plantas de quenuales, alisos, sauco, sauce, capulí, eucalipto,
warango u otros que albergarán aves y animales salvajes que viene
exterminándose. Si queremos una tierra sana para nuestros hijos, manos
a la obra.

Bibliografía.
- Visita de Santo Toribio de Mogrovejo 8° Sínodo 1594,
- Testimonio oral de Juan B. Rodríguez, autor del plantío en 1942,
- Testimonio de don Regis Neyra Malpartida 1948,
- Misceláneas Andinas de Julio Villanueva Delgado, pág., 95,
- Intento talado por Subprefecto Luis Ortiz de la Rosa 1974.
- Folleto Piscobamba y Fidel Olivas, Roberto A, Portella Egúsquiza, pág.
11.
- Reseña histórica eucalipto por Pedro Egúsquiza Durand, 02 ago.
2001.
- Revista Alma Libertana Pág. 72 Elmer Neyra Valverde 2007.
- Libro de Oro Luzuriaguino 2007 Pág. 43.
- Mediciones altura por Elmer Neyra Valverde 2009.
- Libro cuentos y Leyendas de Orlando Rodríguez Caldas Págs. 76-77.
- Reflejos andinos y alpinos de David Estrada Rodríguez, pág. 65.
- Expediente a la alcaldía Piscobamba, 22 ago. 2005.
- Revista La voz de Convente, Nro. 5 abril 2029, pág. 05.
- Revista Perú Visión No. 59. Enero 2019, pág. 21.

Debajo del monumental


Eucalipto posan caballeros
piscobambinos, previa a
carrera a las cintas el 29 de
junio, Fiesta Patronal.

Áncash ante el bicentenario 141


Un eucalipto con señorío e historia
Elmer Neyra Valverde 

Juan Bautista Rodríguez plantó el eucalipto de la Plaza de


Armas, en Piscobamba. La fecha la dedujimos basán-
donos en la información que proporcionó el maestro
Julio A. Villanueva Delgado. Al hacer un comentario en
una clase (1950), en laya histórica escuela 304 en la
localidad altoandina, dijo: "El coposo, hermoso y añejo
eucalipto, que se yergue lozano en la plaza de un verde esmeraldino, cuenta
80 años de existencia".

D. Regis Neyra Malpartida, mi abuelo paterno, tan piscobambino como el


rayán, tenía su casa que daba frente a la plaza de armas. Esta fue
delineada en 1574 por el capitán Alonso Santoyo de Valverde.

D. Regis, mientras sus dedos manejaban con una destreza envidiable su


máquina de coser Singer, además, con la simpática presencia de su tijera
de acero Solingen y de una pesada plancha de asentar ropas a carbón, fue
atraído por algo inusual. Crujía el enorme árbol emplazado en la inmensa
explanada colonial. Un fuerte viento de agosto sacudió sus sólidas y
divergentes ramas, las cuales en un momento parecían prestas a
desprenderse. Felizmente, la calma retornó endulzando las horas lentas
de esa tarde, encajada en el desván del recuerdo.

En la conversación surgió el tema del origen del eucalipto, respecto a lo


cual, el ya viejo Regís dijo en forma segura y sobria: “Tiene muchos años
de vida, lo plantó Juan Rodríguez, había otro eucalipto, eran dos. Pero en
una fecha tormentosa cuando cayó una intensa mangada, un rayo quemó
a una de las plantas. Quedó solo, que hasta ahora sigue; posiblemente, sus
raíces se han extendido por toda la superficie debajo de la plaza, que más
antes era muy húmeda”.


Elmer Félix Neyra Valverde. Nació en Piscobamba. Con estudios y grados en
educación en la UNMSM. Ejerció la docencia en colegios y en las Universidades de San
Marcos, San Martín de Porres, Universidad Garcilaso de la Vega y Universidad María
Inmaculada. Es autor de muchos libros dedicados a su natal Piscobamba como a
Áncash. Falleció en Lima el 8 de abril de 2020.

Áncash ante el bicentenario 142


No olvidemos que Soukop Jaroslav (SDB), en su libro Vocabulario de
nombres vulgares de la flora peruana y catálogo de géneros, expresa
que: “...los primeros eucaliptos aparecieron en Huancayo, donde las
familias Ráez y Gómez en 1865, y trajo las semillas un ciudadano francés
M. Lapier, desde Lima, importadas de Australia durante el gobierno de
Manuel Pardo... En 1872 en Concepción, y de allí se propagaron al convento
de Ocopa en 1880”.

Ernst W. Middendorf escribe sobre las minas deTarica por los años 1870,
pero no dice nada de eucaliptos. Sin embargo, hay una tradición de que,
en Ancash, primero, se usó madera de eucalipto en las minas de Tarica,
provincia de Corongo. Se empleó para armazón, puntales y arcos de
socavón. Continúa la versión oral que, desde aquí, los hacendados los
llevaron a Andaymayo (actual provincia de Sihuas), luego, en un proceso
expansivo, los interesados, ya en almácigo o ya en semillas conducen a
Pomabamba y simultáneamente a Piscobamba.

En esta última localidad, capital del distrito más extenso de Áncash por
entonces, en el paraje de Huallhuá (Casca), parte de la hacienda de los
herederos de Alonso Valverde, empiezan a hacer bosques pequeños, un
tanto apretados. Tal es así que en los años 1950 había una hermosa
avenida contorneada a ambos lados por eucaliptos en el camino hacia
Pomabamba. De tal lugar llevaron unas cuantas matas a Pomachupa,
fundo de largos y oscuros litigios, pero en tal sitio hasta la fecha
sobreviven altos y robustos eucaliptos, que intentan emular al altivo
eucalipto de la plaza de Piscobamba. No es de más decir que Pomachupa,
hasta inicios del s. XX, era propiedad de los Valverde.

Fluye la tradición oral en el sentido de que Manuel Espíritu Rodríguez,


notable de Piscobamba y amigo de los terratenientes de Andaymayo,
consiguió aquí semillas de eucalipto. Hizo su semillero, las matitas las
plantó en la falda occidental de Molino jirca (Piscobamba) en una
extensión de un cuarto de hectárea.

Posiblemente, coincidiendo con esa oportunidad, además aprove-


chándola como hermano de Manuel Espíritu, Juan Bautista de una
manera acertada, feliz y oportuna hincó dos matitas, no muy alejadas una
de la otra, en el centro de la plaza de armas. Lo último es una conjetura
plausible, algo más, es una afirmación tradicional; que ocurrió con toda
seguridad después de la visita de Antonio Raimondi en 1862 y la de

Áncash ante el bicentenario 143


Charles Wiener, en 1876, quienes no mencionan respecto de eucaliptos
en la grandiosa ágora de Piscobamba. Además, conciliando los
testimonios de Regis con los de una hija de Juan Rodríguez, podemos
arriesgarnos a emitir una opinión, en el sentido de que el trasplante se
realizó en una fecha de la década posterior a la visita del estudioso
francés Charles Wiener.

Respecto a las fechas de la plantación,


leemos en la página 95 del
libro Misceláneas andinas de Julio A.
Villanueva, lo siguiente: “En medio de la
plaza hay un viejo, hermoso y frondoso
eucalipto plantado en el año 1889 por
Juan Rodríguez”, (fecha reajustada por
el articulista).

Por su parte, A. Portella, en ‘Piscobamba


y Fidel Olivas’, escribe: “Habían sido
dos... Fueron sembrados en Noviembre
1874 por el señor Juan Rodríguez”.

Por todo lo hurgado y confrontado no


hay fecha precisa, que nos diga con claridad, pero la autoría del plantado
corresponde, sin lugar a duda, al reconocido ciudadano hijo de
Piscobamba, Juan Bautista Rodríguez.

Solo podemos decir que el majestuoso árbol se va acercando al


sesquicentenario de su existencia. Constituye un digno símbolo de una
digna ciudad. En 1966 participó de una actuación cívica, escuchó decir al
profesor Fernando Gross Ramos, director del colegio Luzuriaga de la
localidad, “Piscobamba es la novia de los andes, coronada de azahares por
la Cordillera Blanca”, tal como cita César Huerta en un artículo.

La conjura de un arboricidio

Pero algo fatídico se produjo el 8 de mayo de 1973, cuando el subprefecto


de Mariscal Luzuriaga, Luis Alberto Ortiz de la Rosa, intrigado por
algunos vecinos y por empleados nacidos en otras provincias, tuvo el
desatino de contratar a varios carpinteros con sierras trozadoras, para
tumbar el gigantesco árbol. La decisión descabellada fue parada en seco

Áncash ante el bicentenario 144


por el pueblo indignado, que contaba como sus líderes de esta protesta a
Ulises Valverde y Dalmira Caldas. El descomedido funcionario ante la
furia popular se apartó del pueblo.

En setiembre de 1975, aplicando al matemático griego Thales de Mileto,


medimos la altura del eucalipto, obteniéndose como un dato aproximado
38,75 m.

La admiración de un visitante extraño

El 30 de diciembre de 1999, junto con mi hijo Jharni y dos colegas de


trabajo, bajamos en la agencia de transportes Los Andes, ubicada en una
casa aledaña a la esquina sur de la plaza, en viaje desde Lima. Nuestro
amigo, Benito Asencios Aguirre, natural de Huari, quien viajó a estudiar
la flora de Piscobamba, en un gesto inolvidable... serenamente, pero
conmovido, después de mirar la plaza grande y apresar con su vista la
majestuosidad, la imponencia del heráldico árbol dijo:

“¡Qué formidable!, es el único eucalipto que he visto de este tamaño, con


razón impresionó a muchos de mis paisanos”.

Simbolismo y nota histórica

Este formidable árbol es uno de los símbolos que identifica a Piscobamba


tan igual que los cerros Apus, Huáncash y Chontajirca, la iglesia matriz
que mantiene la reminiscencia de la Catedral colonial, abatida en los años
30 del s. XX.

Desde 1960 a la fecha, en los alrededores de la ciudad de Piscobamba se


han sembrado muchos bosques de eucalipto, cuya presencia ha alterado
el clima y el ambiente de la zona. Se usa como leña, en la construcción de
casas y fabricación de muebles de carpintería.

Falta iniciar, audazmente, su empleo en la farmacopea, fabricación de


papeles y el fomento de la apicultura. Pensemos que de esa manera
nuestros eucaliptos, con valor agregado, formarían un centro de
desarrollo industrial, en la provincia.

Áncash ante el bicentenario 145


Elmer Neyra, flanqueado por los
luzuriaguinos Borja y Jiménez en el
ágora de Piscobamba

Jaicus

El vate habla dice muchas palabras en el camino.


La noche calla silencio durísimo La luz duerme.
Linda mañana, aplastas mi memoria, guardas mi sueño.
Hugo, llegaste traes verdosas paltas La luz sonríe.
Sobre la mesa libros, vasos, revistas lloran cansados.
Solo en carro la música va clara arde mi viaje.
Entre llaneros de Faustino Sarmiento libros de ruta.
Esta mañana sin voces, sin hermanos el alma fuga.
Juanito, Walter Elmer los tres unidos traman sus sueños.
Veintitrés julio sábado de viajero hasta la feria.
David y Lucho caminan en recuerdos con vino lijoso.
Platos y vino animan un programa calla la mesa.
En noche turbia el internet arroja un mar de datos.
Dulce cocina calienta comida en sabor sumado.
Don Makshi Neyra: despiertas en mis sueños la luz que duerme.
En el club, Rola agita mil palabras con sal y chispa.
Perrito blanco a mi lado camina feliz camina.
Progreso dicen autos, gritos, más fierros, fieras mañanas.
Solidaridad los desiertos claman: llegó la hora.
Niños dormidos avenidas meadas carros humosos.
Helado viento sobre viejos caminos trama recuerdos.
Herrero viejo, el yunque bien te quiere la fragua baila.
Carlos llamaba por teléfono dijo pon por el viejo.
Sí sale, dije por nuestro viejo lindo mucho es poco.
Murió la vieja calló el Yanamayo lloró chihuaco.

Áncash ante el bicentenario 146


Cuesta arriba una cruz en el cerro baila chimaychis.
Uritus llegan por navideña fiesta. Cantan los pastores.
Llegó la lluvia prendida a la mañana sigue la lluvia.
Los taxis duermen acurruca la lluvia las horas fugan
olor a tinta diarios con noticias amanecieron.
La república en llegar tardaría pocos esperan.
Jorge trabaja antonio hace mucho, los otros nada.
Gol de guerrero el Perú se levanta triunfos anuncia.
Taller de jaicu cinco, siete, más cinco sale redondo.
Normas legales son muchas hasta miles siguen leyes.
Ramas sin uvas secas en la salida anuncian vinos.
Una plancha grande un nombre cincelado sobre la tumba.
Danza guerrera chonta, negra, fiera olor a selva.
Tinya con toro caja, pincullo atizan danza de varonas.
Alzando albas vale soñar despierto nuevos caminos.
Altiva tierra donde nací a tiempo entre jilgueros.
Elmer Neyra Valverde

Ventanas que no desesperan

Nada llega salvo jadeos y cansancios de carros de segunda.


Ya no hallan los huanchacos al lago verde de los maizales
ni la golondrina de ojillos grandes se pasea en esta soledad
ni los perros bribones van a desnudar la lujuria de las caiguas.
Pensativo, deshilvanando el destino de la piedra olvidada
mi universo pareciera el destino de la piedra olvidada
mi universo pareciera que hallase caridad y fortuna.

He puesto una ventana que escucha ya la furia de cinco ríos.


Hay una ventana de molle para que resista las trenzas del amor,
hay una ventana que sonreirá con la ventisca de tardes de agosto
hay una ventana que dejará pasar la noche y su tropel de insultos
y una ventana que dejará pasar la muerte, le espera abierta.

Elmer Neyra Valverde

Áncash ante el bicentenario 147


Elmer

Diez de la mañana
dejaste el último suspiro,
ausentándote sin aviso,
sin el postrer abrazo.

Semana Santa te guardó


sin prender el cirio,
sin rezar el rosario:
nos separó el destino.

Los caminos te esperaran


las crucecitas te guardaran,
cada beso del aire que van
llamando a tu corazón.

Adiós, hermano del alma,


te marchaste a Cushipata
para saludar tu Piscobamba
y siempre cantar en alabanza.

Como escritor ancashino


llenaste páginas en recuerdo;
hoy tu lapicero queda en luto
las hojas de papel tendido.

Juan Rodríguez Jara.


8 de abril 2020

Áncash ante el bicentenario 148


La poesía de Ángel Lavalle Dios y Chimbote
Anita Perpetua Terry Noriega de Lavalle 

Ángel Lavalle Dios llegó a Chimbote en marzo de 1987


como docente de la Universidad Nacional del Santa y se
desempeñó también como su Primer Secretario General y
como Decano de la Facultad de Ingeniería. Cesó a su
solicitud en junio de 1991.

Durante el lapso señalado, ejerció e incentivó una intensa actividad de


promoción cultural en las páginas de todos los Diarios locales y
auspiciando prologalmente algunas publicaciones de escritores del Santa
y de Áncash. Y en lo personal, hizo la “Primera Muestra de Poesía
Ilustrada” con los poemas de “Caminos del Viento” (1989); luego, publicó
la primera edición de este en offset. A continuación, inició la publicación
de “Bellamar, Revista de Cultura” (1990), que llegó al número 4, en 1991
y se ha continuado hasta el número 22, en el lapso de 21 años; cerrándose
este ciclo creador y editorial de Ángel Lavalle Dios con la publicación de
“Vertientes del interior” (1990), colección de comentarios críticos sobre
arte.

Sin embargo, en el presente informe queremos destacar el aporte poético


de Ángel Lavalle Dios para mostrar la realidad de Chimbote a través del
bello juego de las metáforas y las imágenes, concretado en su poemario
“Caminos del viento”, que hasta el momento va ya en su tercera edición
(1998).

A propósito de la celebración del Bicentenario de la Independencia del


Perú es oportuno mostrar, una vez más, los valores artísticos de este
poemario, referencialmente ligado a la realidad chimbotano-ancashina.

Es el manejo del lenguaje lo que en “Caminos del viento” atrae la atención


de la crítica especializada. Y éste es el aspecto que enfatizamos ahora,
sobre el telón de fondo del referente inmediato que es Chimbote.


Anita Perpetua Terry Noriega.- Doctora en Educación por la Universidad Nacional de
Trujillo; Magíster en Educación, especialidad Pedagogía Universitaria; Profesora de
Educación Secundaria, especialidad Lengua y Literatura; Titulada en Arte Dramático.
Estudios concluidos de Bibliotecología (UNT).

Áncash ante el bicentenario 149


Al respecto, uno de los estudiosos que nos ilustra sobre esta variante fue
Rigoberto Meza Chunga, quien dice: “Caminos del viento es una estampa
desgarrada de Chimbote, lugar al que se arriba lleno de ilusiones… En el
nivel del lenguaje, la ausencia de signos de puntuación y el uso de
mayúsculas al comienzo de determinados versos permite hasta dos
lecturas con sentidos contrapuestos y complementarios:

“Que siga llorando el horizonte/su intimidad perdida/cada día


…………
Cada día/renace en tus ojos/La Rosa de los Vientos” (“Pelícano”).

Hay una clara intención, continúa Meza Chunga, de motivar los signos
para hacerlos funcionar más estrechamente en sus significados y
sentidos como en “Humo”. donde el humo va inundándolo todo
vertiginosamente, en forma dinámica sin que el poeta lo diga sino lo
sienta y lo haga sentir a sus ocasionales lectores, a través de una cadena
de verbos, aturdidora, pues, el humo es el comienzo (enraíza) y el fin
(ondea).”

En lo que a nosotros respecta, en el prólogo a la tercera edición de


“Caminos del viento” (1998), tuvimos oportunidad de destacar éstas sus
originales novedades lingüísticas poéticas, en los términos que siguen:

En el caso específico de la obra poética de Ángel Lavalle Dios, necesitamos


premunirnos primero, de la indispensable sensibilidad hacia lo artístico;
segundo, de un sustento cultural que permita las asociaciones necesarias
que exige cada uno de sus versos, engañosamente simples; y, tercero, de
la paciencia para no rendirse frente a los perennes, insólitos hallazgos
artísticos en el campo de la semántica, de la ausencia de signos de
puntuación y el sentido de esta ausencia, la estructura cíclica de la
mayoría de sus poemas (con inicios y finales indistintos que
sorprendentemente no nos hacen perder el encuentro con la inten-
cionalidad de los mismos: por ejemplo, el caso de los poemas “humo”,
“Pelícano”, “Terrestre patria”, por citar algunos).

La sensibilidad hacia lo artístico, la exigencia de un sustento cultural y la


paciencia para la búsqueda, anteriormente explicitados, nos permitirán
finalmente apreciar la característica que lo sustantiva como creador y
que es el don de sintetizar belleza, verdad y amor, que el poeta Ángel
Lavalle Dios trasunta en todos y cada uno de sus poemas con la
envidiable naturalidad de lo consuetudinario y cotidiano; de lo vivencial
y coherente con el diario suceder.
Áncash ante el bicentenario 150
En concordancia con la sencillez del poeta debiéramos terminar este
comentario solo con lo anteriormente dicho, pero en una suerte de
provocación, se nos antoja incidir en algunos aspectos de “Caminos del
viento”, para deleitarnos con el ligero análisis de los poemas que lo
integran.

Sobre los títulos

Nos presenta una aparente localización (geográfica, digamos) de la


temática, resumida en los títulos de los poemas (Puerto, Santa Rosa,
Bellamar, Varadero, Desierto, entre otros). Y es aparente porque en
realidad el poeta, no nos da solo una descripción del referente lexical,
sino que el vocablo nos conduce hacia generalizaciones interesantes. Por
ejemplo, “Puerto” es Chimbote y más: por ejemplo, entre otras cosas:
llegada y partida; encuentro y desencuentro; es adiós y es ausencia.

I. Viaje

Comunión vivencial con la naturaleza, que produce una suerte de fábula


metafórica dentro de la cual, a través de logradas sinestesias, meto-
nimias, prosopopeyas aprehenden sempiternos motivos de preocu-
pación del hombre, que no desaparecen, sino que simplemente se
desplazan intermitentemente y que en este caso el poeta de percibirlos
con nitidez los asume. Ejemplo: todo el cúmulo de connotaciones
afectivas que supone un viaje para los que se van y los que se quedan; lo
local y lo cosmopolita de “Las Casuarinas”, que es Chimbote y es el mundo
porque desde cualquier lugar alguien viaja siempre.

Viaje es una palabra y como toda palabra es más palabra cuando después
de dicha alguien la recibe. Para el poeta “Viaje” supone ausencias,
recibimientos, vacíos, plenitud; supone también la impotencia de no
poder impedir las partidas inexorables de los que simplemente se van, o
como textualmente lo dice el poeta “los que parten antes”.

De otro lado, en este poema encontramos la ineludible función de


perennización que cumple todo artista en cada uno de sus testimonios
que, aunados van perfilando la herencia cultural, la que es un regalo de
los artistas de todos los tiempos; lo detectamos específicamente en la
relievancia de una de las costumbres tan fácilmente identificable en la
mayoría de los pueblos, es decir, la afición por los gallos y de lo que de
apuesta tienen, de las que también resultan ganancias, pérdidas,
ausencias y permanencias, partidas y regreso como en todo viaje.
Áncash ante el bicentenario 151
II. Santa Rosa

La estructura cíclica de inicio indistinto a la que hemos hecho mención


en un primer momento, la percibimos con nitidez en los seis poemas de
“Parpadeos”, en “Pelícano”, “Terrestre patria”, y en éste que nos ocupa y
que ejemplificamos.

El título y el primer verso se asocian en una paranomasia y una cuasi


conduplicación a las cuales le sucede “En las alturas/ mis ilusiones/
guarda”. Aquí podríamos detenernos y comprobar la versatilidad lúdica
de esta primera parte del poema, ya que si le concedemos a “guarda” el
papel de primer verso, tendríamos otra connotación: “guarda/ mis
ilusiones/ en las alturas/ ¡Roza, Luz!”. Captamos en la primera versión
una intención “enunciativa” del poeta, que se torna “exhortativa”, en la
segunda. Este mismo proceso lo podemos repetir con los subsiguientes
versos del mismo poema, detectando la original técnica del poeta del
inicio cíclico indistinto. Descubrimos que esto, al parecer, se debe a la
libertad que se toma el poeta de omitir signos de puntuación sin omitir
el sentido y, magistralmente, magnificar la polisemia del poema.
Ejemplo: una semántica nos ofrece cuando comienza: “guarda/ los ojos
del silencio/ rocía/ mis oídos/ en la noche”…; otra, si se inicia: “Adiestra y
deja/ en la noche/ mis oídos/ rocía/ los ojos del silencio/ guarda/ mis
ilusiones/ en las alturas”. Incluso, encontramos otra connotación
diferente, si iniciamos la lectura del último al primer verso. Y cuyo final
indistinto, le da otra y diferente connotación.
En un afán de acelerar una percepción global de otros aspectos
lingüísticos – literarios y de funciones múltiples, acotamos algo de cada
uno de los siguientes poemas.

III. Bellamar

Confesión, un registro, una constatación de la entrega del poeta en las


cotidianas vivencias de unificación de la naturaleza, de las gentes, de sus
quehaceres, sus andares. Todo esto motiva un afloramiento de lo poético,
que sólo lo capta el poeta: “Cómo sentirme solo/ si la anchoveta/ con mis
tambores errantes/ calza tus avenidas calladas”.

IV. Desierto

Uso magistral del asíndeton, traducido en metáfora, para cuyo descifre


hay que acudir a la ciencia, la cultura y la sabia naturaleza (por ejemplo,
una definición de CACTUS: “puquiales erizados”).
Áncash ante el bicentenario 152
V. Corazón y mar

Reclamo sutil y fuerte para un tratamiento respetuoso de la naturaleza,


en especial del mar, y lo que significa éste para el hombre: una antítesis
eterna: vida y muerte.

VI. Terrestre patria

Presencia de metáforas y anáforas que explican la significación que


emana de la naturaleza (tierra, mar y aire), anonadando al poeta, por
tanta injerencia e influencia en el espíritu del hombre que puede
vislumbrarla.

VII. Pelícano

Polípotes, metáforas, personificaciones que arquitecturan la figura del


hombre omnipotente y omnisciente en la faz del universo.

VIII. Varadero

Originales y pequeñísimos poemas con gran contenido de mensajes, que


en brillantes antítesis y metáforas nos permiten leerlos de arriba hacia
abajo y a la inversa con distinto mensaje en cada caso; un poema
divergente por su polisemia.

IX. Pescador II

Presencia de semilicadencias y metáforas, dando mensajes de profundo


humanismo.

X. Humo

Concatenación inicial que metafóricamente nos conduce a la captación


de la dialéctica de los objetos y significados expresados en una serie de
sinestesias, brillantemente logradas, que nos dan una visión patética de
lo cotidiano, en lo que de simple tiene. Es abundante también en
epanadiplosis y personificaciónes con iguales resultados sobre lo
cotidiano.

La ausencia de signos de puntuación (presente en todas las creaciones


del poeta, después de su libro “La palabra del sol”), en “Humo”, cumple
con mayor eficacia la función de permitir el libre juego de la capacidad

Áncash ante el bicentenario 153


receptiva del lector, dando como resultado un espontáneo y original
proceso comunicativo con el autor y su intencionalidad. Las
semilicadencias constantes en “Humo” tienen la originalidad de no
entorpecer el cíclico mensaje de la estructura total del poema de tal
suerte que podemos iniciar su lectura en cualquier verso y ascender o
descender indistintamente sin perder el camino ni el sentido unitario.

“Caminos del viento” reitera los logros poéticos de varios otros poemarios
anteriores del autor y nos permite destacar, además, la simbiosis
creación/ entorno, inolvidable en toda la producción poética de Ángel
Lavalle Dios. El trabajo artístico de este poeta tumbesino exhibe con
abundancia las huellas del ambiente rural de su biografía auroral, que le
permiten tejer y labrar las vivencias cotidianas de las gentes en los
diversos escenarios en los que se inspira, no sólo el río, el mar, el viento,
los animales, sino también las nuevas querencias que abarcan su
afectividad: una calle, la azotea de un edificio, la carretera, la ciudad y sus
contrastes, los anhelos, las estrellas y todo lo demás que puede tener un
nombre: Tumbes, Trujillo, Chimbote, Huarás y cualquier lugar o detalle,
mejor si es ignoto, inédito e insignificante, pues, son precisamente estos
motivos los que con las manos del poeta tornan sublimados arpegios en
sus “mensajeros violines de cristal.”

“Caminos del viento” es, entonces, un importante registro artístico


poético de Ancash en el lapso de este Bicentenario de la Independencia
del Perú. Agregando que este año 2020 el poema “Corazón y mar”, que
lo integra, ha sido seleccionado para la Antología de los 100 poemas
del The Cultural Center of Vijayawada & Amaravati de La India.

Caminos del viento/ (1990 - Ángel Lavalle Dios)


Tercera edición - 1998
Viaje

Celebra el viento
en su canción de rueda y de camino
la fiesta de ilusiones
que es el viaje
Yo soy
el que despierta al sueño
y pide Las Casuarinas
me eleven en sus ondeantes manos
para hacerle adiós
a los que parten antes

Áncash ante el bicentenario 154


que los gallos suelten por la arena
sus radiantes cuerdas del amanecer

Santa rosa

¡Roza, Luz!
En las alturas
mis ilusiones
guarda
Los ojos del silencio
rocía
mis oídos
en la noche
adiestra y deja
Su idioma de claridad
amanecer hilvane
con el clarín de las estrellas
y los gallos

Bellamar

Define Bellamar la arena


tus arandelas de celeste seda
aquella que desciende
lozana por las pestañas
de tus viajeros ojos
y soberbia asciende
salados tus cabellos
que el viento mece
Cómo sentirme solo
si la Anchoveta
con mis tambores errantes
calza tus avenidas calladas
cuando subo la serpentina de la mañana
y regreso de noche al mar
a despertar los luceros que te embellecen

Desierto

Vida
la canción del búho
y los caminos del reptil
luz
No sabe del amor
Áncash ante el bicentenario 155
arenales deambula soledad
Puquiales erizados
en los cactus
juega el viento
sus trenes de alegría
El sol aborda
en la estación más desolada
y va con sus pinceles anaranjados
retocando la historia de la piedra
por la celeste ruta del corazón

Corazón y mar

Germinaron con alegría


sus raíces de libertad
Y a imagen y semejanza
refundió el corazón
en el mar
azules sus alas
de eternidad e infinito

En los desiertos
en las lagunas
en los oscuros fogones
en las heridas abiertas
en las miserias del corazón
el mar fue humillando
la dignidad de sus sueños
incinerando las alas
De su esperanza

Terrestre patria

Es la espuma
de la sal y el agua
la única verdad
que pinta

Es vistosa
la amalgama
y no de ahora
le viene su raíz
al arcoíris

Áncash ante el bicentenario 156


En metal
en agua
acuña
la cornucopia
su armonía
¿Y si no es el mar?
¿Y si no es la tierra?
¿La tierra dura?
¿El agua dividida?
¿Cómo hubiera el corazón
enraizado en aire y alas?

¿Tantas lunas
hubiese amadrinado
con los soles
en sus errantes manos?

¡Faltan ojos para tanta floración!


¡Llega en el viento a mis oídos
la alfabetizada palabra de Babel!
Y melodiosa encabrita en las ventanas
cuando despiertan sus mensajeros violines de cristal
Pelícano

Río a la mar
en sus dominios
se hizo el andamio
de tus sueños

En verde en azul en claro fuese haciendo


el color y el tamaño de tus alas

Ahora
nadie puede
aprisionar el vuelo
de tus manos
no hubo
para tus manos vértice
ni en la línea
ni en el ancho
ni en el volumen
ni en la altura

Áncash ante el bicentenario 157


Las distancias más largas
fueron siempre tu alegría
enseñando al infinito
enseñando al mar a unificar
la tierra repartida por los ríos
Que siga llorando el horizonte
su intimidad perdida
Cada día
renace en tus ojos
La Rosa de los Vientos

Parpadeos

1 Varadero

Aquí es
varadero fugaz
del llanto
de la dicha
Puente

2 Puerto

Despega
en este puerto
el mar
en humo esfumando
en neblina
todos su aires
De grandeza

3 Peces

En tierra
van quedando
peces dibujados
en paredes
en puertas de vehículos
en la bandera
volando sin volar
en el escudo
Con la boca abierta

Áncash ante el bicentenario 158


4 Pescador I

Pesca
pescador
enreda
sombras
oscurecen
pensamientos
Corazones

5 Pescador II

Mira pescador
Ojo de Uva
vino avisando
Delfines encabezan
en columnas
congrégate
másate Ballena
eje de fuerza
desplázate mécete presiona
golpea Pez Martillo
pón a Raya Pez
hacia los flancos
arriba Pez Volador
fija tus límites
Bonito Pez
pescador ruge
a toda máquina
avanza Pez
Espada en ristre
a fondo
Pez Estrella
Estréllate lumínate resplandécete
alumbra abajo
devuelve la claridad
A sus confines

6 Humo

¿Y el humo?
Humo se hace
con pies de plomo

Áncash ante el bicentenario 159


enraíza
en los calderos
arde crepita endurécete
transfórmase en fierro
cobíjase en sartenes
abálsase en peroles
escancíase en aceite
desempólvase en harina
imprégnase respírase
váse en uno
desembrújase en acero
encárnase en manos
convoca arenga
aplaude agita
envaríllase ahómbrase
ensaledásase adultériase
enamórase en anillos
erígese en corazón
de las columnas
encabrítase asciende
cuando quiere
ondea
los caminos del viento
flameando envanecido sus cabellos
termina la jornada
recostando
sobre las faldas de San Pedro
Para reponerse

Caminos del viento

Mi pueblo mi ciudad
mi patria mi nación
mi tierra mi universo
mi sangre mi raíz
mi ser mi humanidad
tiritan se estremecen
Cómo les duele
su costado les supura
el corazón les sangra
la frente
¡Míreseles!
¡Déseme razón

Áncash ante el bicentenario 160


Del llanto!
Su estertor
Me entierra me sepulta
¡Me levanto!
¿Acaso el león en jaula domestica?
¿O déjase el castor domar en los floreros?
¿Desde cuándo coexisten los patios con las rejas?

¿Quién me sigue?
Por los caminos del viento
frescas están aún
las huellas del zorro
Va cantando ¡Arriba!
la canción de la Calandria
Otea ¡Abajo!
los aullidos del lobo
acorralado se encorrala
amenaza amedrenta
extermina
llora por nosotros
sobre la sangre derramada
Pero llueve
sobre mi humanidad
relámpagos centellas
sigue lloviendo
sobre mi ser
crepita
la lluvia lava
renueva
mi sangre
mi raíz
¡Hermanos caídos!
Cayendo para levantarnos
la vista el mentón
la altura el tamaño
En alto la agonía
camina
caminando las manos
van al sol
Devolviendo sus dominios

Áncash ante el bicentenario 161


Álamo

Un álamo conozco yo
alto y hermoso.
Vive en la berma
su humanidad de bosque y sol,
besando a las noches
sus cansadas pupilas de metal.

De remotos océanos
viajero el viento viene
enamorado de su sonaja
de verde cascabel.

Con los niños se engrandece


su sombra de panal.

Álamo frondoso,
Camina a gusto el corazón
Con ese aire bueno que te eleva.

Luciérnaga

La proa de mi camino
viró hacia el sur
y víme en estas orillas
halado por sueños ancestrales
que atrajeron las naves
de Quitumbe, Naylamp y Takaynamo.
Hice la ruta de las golondrinas
que buscan el verano
con música en sus alas
y en su canto
la anunciación de días cálidos.
Encontré
pulidas piedras
y tierra modelada,
huellas indelebles
de otras manos como la mías
que seguirán como luciérnagas
develando las tinieblas del mar
y las endurecidas venas subterráneas;
ellas agitan el cielo con pañuelos coloreados

Áncash ante el bicentenario 162


y emparedan los pulmones de oscuras profundidades.

Vive la vida, canta y llora;


aunque siempre se llora más
y el llanto no se escucha:
distraen el oído los cantos de sirena
que vienen de ultramar en alas de la luna
y los ojos, los dorados sueños
que se evanescen coloreando las pestañas del sol.

Se embebe el alma
que vive de recuerdos
y realidades futuras.
Dichoso el mar que siempre lame
los senos turgentes de la tierra
y el viento que cabalga arriba
encallecidos lomos
al galope de negros caballos
de blancas crines de plata.

Mira el agua
de tus ojos que brillan muy alto:
se desgaja como lágrimas a veces
como vena turbulenta
y se tiende sobre la tierra
verde y amarilla a veces
hiende su piel y se alarga
cual dulce raíz del mar.

Así me estremece tu enmudecida grandeza


que los himnos entonan:
el aliento salobre del mar,
la exhalación repentina del humor de la tierra,
el corazón que emana corriente bondadosa
y el verde regazo de tu sonrisa
que acoge con amor tu derrotada cabellera volátil
o las gloriosas banderas de tu invicto horizonte.

Y mis ojos y mi corazón y mis sueños


descalzos por senderos endurecidos
se anonadan, se alelan, se alan,
se desbocan tras los brazos de la luz
que en las alturas olvidóse iluminar abajo.

Áncash ante el bicentenario 163


Revista Perú visión 25 años de labor al
servicio de la región Áncash
Feliciano Apolinario Espíritu 

La revista Perú Visión que al momento de su fundación


en abril de 1995, se llamó Perú Áncash, por recuerdos y
gratitud a ese departamento de donde procedía el
fundador: provincia Mariscal Luzuriaga su capital
Piscobamba, es un publicación de temática, regional,
nacional e internacional, que ha cumplido 25 años difundiendo el
quehacer político, económico, social y educativo, de Áncash; lo mismo
que los grandes retos en la salud, el desarrollo vial, los retos del agro, el
rico potencial minero, turístico y las múltiples expresiones culturales y
ancestrales de la región.

Nuestra revista ha sido tribuna indiscutible, permanente, de crítica


constructiva y propuestas coherentes a la clase política congresal
ancashina, en Lima, con el propósito de lograr con nuestros legisladores,
una conjunción de esfuerzos comunes, en presentar proyectos de ley
para el ansiado desarrollo y bienestar de Áncash.

Nuestras páginas han presentado todos estos años, las propuestas de ley
de nuestros legisladores para la región y las críticas que les formulamos
en su momento para corregir errores.

También hemos destacado el aporte y éxito de importantes


personalidades ancashinas que han triunfado con gran esfuerzo, en
nuestra capital, en los rubros empresarial, docente, médico, político,
artístico, literario y otros.

En efecto, Perú Áncash inició sus labores con un personal periodístico


reducido pero animoso y decidido a presentar una publicación no diaria,
capaz, no solo de informar sino también crear conciencia de la
importancia de estar informado sobre los sucesos más importantes de


Feliciano Apolinario.- Nació en Piscobamba. Estudió Ciencias de la comunicación en
la universidad San Martin de Porras. Trabajó como reportero gráfico en la GUE. Alfonso
Ugarte. Luego en la Ugel 03 de Lima. Fue director de las revistas; “Perú Áncash” y “Perú
Visión”. Exdirigente del club y, Áncash. Ha recibido reconocimientos de la MPML, CP,
y CÁ.

Áncash ante el bicentenario 164


nuestra región, sino también hermanar a todos las provincias de nuestra
región.

Iniciamos las labores periodísticas en tiempos no muy halagüeños pues


en 1995, la subversión y su remanente, aún tocaba fuerte, mientras las
nuevas elecciones confirmaban la continuidad en el gobierno de Alberto
Fujimori.

Nuestras propuestas de desarrollo constantes

Perú Visión ha sido todo este tiempo, la publicación que sobrevivió a los
más duros embates y dificultades económicas, que acechan a las publica-
ciones no diarias, pero nada nos amedrentó para seguir adelante; hasta
la llegada de esta pandemia que también tocó nuestras puertas.

Hemos dado un paso atrás como los felinos, esperanzados, confiados en


que vendrán tiempos nuevos que nos permitan volver a nuestros afanes
periodísticos y los deseos de reencontrarnos con nuestro público.

En líneas generales hemos señalado en nuestras publicaciones los graves


déficits o carencias de infraestructura, básicamente educativa, sanitaria,
agraria, vial, la falta para integrar y facilitar la atención y el desarrollo de
todos los pueblos de la región.

Concretamente, la necesidad de construir nuevos hospitales equipados


con modernas instalaciones y capacidad para atender las cada vez más
crecientes demandas de salud de la población y la necesidad de invertir
más en la educación dotando de mejores instalaciones para la enseñanza
a fin de bajar los clamorosos índices de analfabetismo en cada rincón de
nuestro departamento.

En el ámbito de la educación hemos insistido en nuestra revista, en la


necesidad de construir de nuevos centros educativos en los lugares más
alejados de las provincias donde convergen alumnos de las alejadas
comunidades, con horas de desplazamiento para llegar a la escuela,
asimismo existen colegios sin la cantidad necesaria de docentes.

Asimismo, hemos dejado claramente establecido, las demandas de


mejorar y aumentar el presupuesto para los programas de alimentación
y asistencia social para los niños en la etapa escolar, racionando
convenientemente y fiscalizando el empleo de los recursos que cada
pueblo recibe por el canon minero, toda vez que es la región más rica.
Áncash ante el bicentenario 165
Turismo, folclore y patrimonio cultural

Otras de las propuestas periodísticas que merecieron gran atención de


nuestra parte ha sido la necesidad de concluir los estudios de proyectos
viales de desarrollo y la construcción de carreteras ya iniciadas para
integrar a todos los pueblos ancashinos, la sub región oriental de Áncash
llamada konchucos, no cuenta con ninguna pista asfaltada no obstante
haber pasado 200 años de vida republicana, siendo grave el abandono
total de los gobiernos centralistas y la indiferencia de las autoridades
locales.

Perú Visión ha sido además una ventana para difundir las opiniones de
hombres y mujeres pensantes de la región y la necesidad de impulsar el
turismo, aprovechando la fascinante belleza de nuestros atractivos
naturales siendo la actividad más rentable nadie apuesta como lo hacen
otros pueblos, debe crearse circuitos turísticos por medio de las
municipalidades, dar facilidades para construir hoteles, restaurantes
tanto en la población como en sus lugares de atracción, como viene
haciendo el distrito de Antonio Raimondi en Chiquián y la ciudad de
Pomabamba que ha impulsado la organización de actividades.

También la difusión de nuestro arte y el patrimonio milenario de nuestra


cultura Chavín y otros centros arqueológicos de tremendo valor histórico
y turístico abandonados por las autoridades porque allí llegan turistas y
visitantes llevados por agencias del Callejón de Huaylas; existiendo otros
centros históricos no se hace conocer como en el distrito de Casca en
provincia Mariscal Luzuriaga, Yarcan en Llamellín, el puente colgante
incaico de Pucayacu, etc. además de las más genuinas expresiones de
nuestra música vernácula, la variedad danzas y costumbres ancestrales
producto de nuestro rico acervo cultural.

Nada nos ha desalentado, estos años, ni las crisis políticas que han
sacudido al país ni la oscura actuación de los gobernadores regionales
que, lejos de trabajar con honestidad por el desarrollo de nuestros
pueblos, han insistido en el mal uso de los fondos públicos, generando
abandono y atraso en decenas de obras públicas.

Precisamente, uno de los temas que se ha tratado con mayor porfía y


frustración, son los cientos de millones de soles y dólares perdidos en
Áncash por el crecimiento de la corrupción en la que se han visto
involucrados los gobernadores regionales.

Áncash ante el bicentenario 166


Otro de los problemas que siempre hemos abordado, es la ineptitud de
muchas autoridades de la región, como alcaldes provinciales y distritales
para la presentación y ejecución de proyectos de desarrollo regional, que
han impedido el gasto de los recursos en obras públicas para la región.

Es notorio en los pueblos de nuestra región se viene perdiendo nuestras


identidades, no obstante, su antigüedad, preincaica, incaica, virreinal y
republicana, no se cuidan los restos arqueológicos, el camino del inca y
otros. No se destacan a personalidades que gestionaron la creación de
cada región, provincia y distrito, sin embargo, Áncash tiene el privilegio
guardar nombre del Héroe Francisco Bolognesi, Antonio Raimondi,
Carlos Fermín Fitzcarrald, Toribio de Luzuriaga, Fidel Olivas Escudero,
Eleazar Guzmán Barrón, falta poner nombre alguna provincia Santiago
Antúnez de Mayolo.

Mayores ingresos de Áncash a economía nacional

Perú Visión también ha puesto especial atención en los recursos


mineros de la región ancashina convertida en una de las regiones
mineras más importantes del país, que llegó a generar en su mejor
momento unos 15 mil puestos de trabajo y unos 13 mil millones de soles
transferidos a Ancash hasta al 2019.

Este potencial minero quedo probado en el 2018 cuando Áncash se


convirtió en la región con mayores aportes económicos al país.
Recordamos que el primer trimestre del 2018, la economía peruana
alcanzó 3,2%, gracias a la mayor actividad productiva de Áncash con un
total del 13,2%, Piura con 9,1%, Loreto 8,1% y Junín (5,8%).

Es todo cuanto puedo sintetizar de nuestra labor periodística a lo largo


de este cuarto de siglo y debo expresar mi agradecimiento a todos los
trabajadores que participaron en este gran sueño y experiencia
informativa.

Mi agradecimiento especial a mi Editor General Ramón Machado


Contreras, consagrado periodista e historiador, compañero de estudios
universitarios sin el cual, no hubiera sido posible llegar a miles de
hogares ancashinos con su ayuda y preciada experiencia estos 25 años.

Áncash ante el bicentenario 167


Aproximación a las identidades
culturales en Huaraz

Laura Nivin Vargas 


El propósito del presente artículo es presentar una
aproximación general a las identidades culturales
huaracinas. Huaraz, históricamente, se ha caracterizado
por su diversidad sociocultural y, actualmente, se
constituye como una ciudad andina cosmopolita con identidades
diversas. En este marco, se identifica y describe algunos rasgos
constitutivos (exteriores e interiores) de las identidades culturales en
Huaraz. Para mejor comprensión, el artículo está organizado en cuatros
secciones. Se inicia con la precisión conceptual sobre identidad cultural;
luego se identifica los principales elementos culturales tradicionales
focalizando en la lengua, vestimenta, música y gastronomía, medicina
tradicional y la religión; seguidamente, se reflexiona sobre Huaraz entre
lo tradicional y lo moderno ¿conflicto o complementariedad? Se concluye
con apuntes finales caracterizando a Huaraz como un pueblo con
culturas e identidades diversas e híbridas.
1. Identidad cultural: una aproximación conceptual
Para una aproximación al tema de la identidad cultural en Huaraz es
necesario partir precisando las nociones teórico-conceptuales sobre
identidad y cultura. En primer lugar, el concepto de identidad es muy
difuso por la elasticidad conceptual del término que a menudo lleva a
confusión por los diferentes usos de la palabra. Etimológicamente,
identidad deriva de la voz latina idem que significa ‘el mismo’. Esto
implica que hay una relación muy estrecha entre ‘identidad’ y
‘uniformidad’, pero al mismo tiempo, la identidad se constituye también
a partir de las diferencias. Fink (1991) refiere que “Todo pensamiento
sobre la identidad es pensamiento sobre la diferencia, y todo pensamiento
sobre la diferencia es pensamiento sobre la identidad” (p. 128). Asimismo,
Bergholdt (1999) afirma que “la identidad es identidad solo en la


Laura Nivin Vargas. Natural de la ciudad de Huaraz, Áncash. Doctora en Educación
y Magíster en Políticas Sociales, investigadora Renacyt, docente investigadora y
directora de Autor y Patentes en la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo.
Asimismo, es miembro e investigadora del Instituto Ancashino de Estudios Andinos,
INADEA.

Áncash ante el bicentenario 168


diferencia y esta diferencia está en lo social” (p. 28). Entonces, estudiar la
identidad implica, necesariamente, identificar y entender las diferencias
en una sociedad concreta.
Las personas no tienen una sola identidad, sino una variedad de
identidades que no pueden ser sintetizadas en una sola identidad. Por
ello, en el campo de las ciencias sociales se distingue tres clases de
identidad: la individual, la colectiva y la híbrida que combina la primera
con la segunda. La identidad individual tiene que ver con la
autoidentificación del individuo para diferenciarse con los demás
individuos, para sentirse diferente y único. Por su parte, la identidad
colectiva implica un sentimiento de pertenencia grupal y se forma a
través de procesos sociales determinados por la estructura social. La
identidad colectiva conlleva una forma de solidaridad con las demás
personas del grupo con el cual el individuo se identifica. La formación de
la identidad colectiva se desarrolla en el proceso de socialización en un
determinado contexto social.
En segundo lugar, el término cultura es polisémico, por lo que no existe
una definición unívoca de cultura. Según Fink (1991) el concepto de
cultura es hipercomplejo debido a que la cultura es, al mismo tiempo,
abstracta y concreta, texto y contexto, objetiva y subjetiva, definida y
definitoria, material y simbólica. Además, la cultura es conjunto y
totalidad, pero también parte y aspecto. Teniendo en cuenta la dicotomía
tradicional versus moderno, muchas veces erradamente se ha intentado
jerarquizar las culturas, considerándolas a las primeras como atrasadas,
incivilizadas, inferiores y; a las segundas, como desarrolladas, avanzadas,
superiores. En este marco, García (1989) señala que existe un interés
intrínseco de los sectores hegemónicos por promover la modernidad y
un destino fatal de los populares que los arraiga en las tradiciones. Los
modernizadores apuestan por los avances y entienden que el atraso de
las clases populares las condena a la subalteridad. Entonces, para los
grupos hegemónicos las culturas populares (indígenas, nativas) deben
modernizarse porque su tradicionalismo no tendría salida en tiempos
actuales. Esto implica que la dominación les impide ser ellos mismos a
los grupos dominados y les exige adoptar nuevas formas de vida con
otras identidades. Empero, es importante señalar que, no existen
culturas superiores ni inferiores, las culturas son sencillamente
diferentes. Cada cultura tiene su propia historia y sus propias
características; por consiguiente, hay que estudiarla y entenderla en esa
dimensión. El argumento principal del llamado culturalismo es

Áncash ante el bicentenario 169


justamente que toda cultura tiene razón de ser y cada cultura es una
entidad que debe ser comprendida en sus términos y en relación con su
propio ambiente. Por lo tanto, cada cultura es particular y diferente de
otra.
Ninguna cultura es pura y estática, sino compleja, dinámica y cambiante.
La cultura no solamente se encuentra en el pasado (las tradiciones, la
historia, las leyendas), sino también en el presente (la realidad
actualmente vivida) y, en cierta medida, en el futuro (las metas
comunes). Las personas son, al mismo tiempo, productos de su cultura y
las condiciones de la existencia de la cultura. Viven según los patrones
que su cultura provee, pero estos patrones son creados y recreados todo
el tiempo, consciente o inconscientemente, por las mismas personas
mediante sus acciones y concepciones. Además, en el estudio de la
cultura es importante identificar y distinguir sus elementos
constitutivos: elementos exteriores y elementos interiores. Bergholdt
(1999) considera que los elementos exteriores (o concretos) son las
artes, el lenguaje, la vestimenta, la alimentación, expresiones de la
cultura, sin dejar de ser cultura en sí mismos. Los elementos interiores
(o abstractos) son todo lo que no es visible, como la ética, las leyendas,
las concepciones del mundo, los mitos; elementos que, dentro de las
mentes de las personas de un grupo constituyen su identidad cultural.
Teniendo en cuenta las notas sobre identidad y cultura, ahora se puede
esbozar una noción conceptual de identidad cultural. García (1989)
afirma que la identidad cultural se apoya en un patrimonio que incluye
la ocupación de un territorio y la formación de colecciones. Así, tener una
identidad sería tener un país, una ciudad o un barrio, una entidad donde
todo lo compartido por los que habitan ese lugar se vuelve idéntico
intercambiable. Quienes no comparten constantemente ese territorio, ni
habitan, ni tienen por lo tanto los mismos objetos y símbolos, los mismos
rituales y costumbres, son los otros, los diferentes. Desde una
perspectiva colectiva se puede definir la identidad cultural como la
conciencia de pertenecer a un grupo con una cultura particular. Es decir,
la identificación del individuo con los demás miembros del grupo,
precisamente por compartir la misma cultura. Empero, la identidad
cultural de un grupo o de una persona no es una entidad fija e inmutable,
pues igual que la cultura, esta identidad colectiva depende altamente de
las personas que las llevan consigo. En suma, la identidad cultural es una
forma de supraidentidad que se puede vincular a una formación grupal
en cualquier nivel de integración sociocultural.

Áncash ante el bicentenario 170


2. Elementos culturales tradicionales vigentes en Huaraz
Huaraz es un pueblo con una rica historia sociocultural. Los huaracinos
descendientes de los waras (agricultores y ganaderos) han pasado por
diferentes etapas de contactos y convivencias socioculturales como con
los Recuay, los Huaylas, los cullis, los españoles, entre otros. De su vida
pre-inca aún quedan los vestigios como Pumacayán (templo adoratorio),
complejos arqueológicos de Haullac y Wilcahuaín. En la conquista, el
tambo de Huaraz adquirió una gran importancia estratégica por ser un
lugar equidistante de las ciudades fundadas de Lima, Huánuco y Trujillo.
En la República, los indígenas huaracinos víctimas del gamonalismo se
levantaron muchas veces, siendo uno de ellos el movimiento campesino
de 1886 liderado por el alcalde pedáneo de Marián (Huaraz), Pedro Pablo
Atusparia. En el siglo XX, Huaraz fue castigado por las furias de la
naturaleza, primero en 1941 por el aluvión y en 1970 por el fatídico
terremoto. De allí en adelante, Huaraz ha experimentado grandes
cambios socioculturales, principalmente por efectos de la migración e
influencia de la modernidad (Julca, 2020).
Para una mejor comprensión histórica, es importante revisar la
etimología del nombre Huaraz. El término Huaraz o Huarás (Waras)
deriva de la voz quechua waraq compuesta por la raíz verbal wara–
‘amanecer’ y el sufijo sustantivador agentivo –q ‘el amanecer’ o ‘el/la que
amanece’. Además, los pobladores prehispánicos de la zona habrían
tenido como una de sus principales deidades a waraq quyllur ‘estrella del
amanecer’ o ‘planeta Venus’, que es una de las estrellas que se podía
apreciar mejor desde la antigua Waraspampa ‘llanura de Huaraz’ y actual
ciudad de Huaraz. Al respecto, Alba (1996.) sostiene que, la religión era
parte integral de la vida de los huarac (waraq) y que el ritmo de su
historia estaba ligada a sus dioses (Estrella Venus) que gobernaban a las
fuerzas de la naturaleza. Por lo tanto, la motivación lingüística del
nombre Waras tiene su base en la religión y cosmovisión de la cultura
andina (Julca, 2020; Julca y Nivin, 2020). Así, actualmente, la población
huaracina sigue siendo muy religiosa devota de sus santos patrones y
deidades que se manifiestan, por ejemplo, en la Semana Santa, la fiesta
de las Cruces y las fiestas patronales.
En este marco, las expresiones culturales tradicionales aún tienen
vigencia en las fiestas patronales, distritales, barriales y familiares. En las
fiestas patronales y barriales, los músicos ejecutan melodías con
instrumentos tradicionales como las chiscas, flautas, bombos, tambores,
entre otros. Por su parte, los danzantes bailan poniendo en escena una
Áncash ante el bicentenario 171
coreografía especial y lucen coloridas vestimentas. Cada danza tiene su
particularidad en coreografía, cantidad de danzantes, vestimenta y
ciertas épocas en las que se baila. Entre las danzas tradicionales más
conocidas y vigentes actualmente tenemos a: los shacshas (shaqsha),
huanquilla (wankilla), antihuanquillas, atahualpa, negritos de Olleros,
negritos de Cochabamba, patsa cahuallu (patsa kawallu), yuriguas (pallas
de Huaraz), kon-kon o ángel danza, marinera huaracina, pasacalle,
huayno (waynu o wayñu), chuscada, entre otras. Estas danzas no se
bailan en cualquier época del año, sino solo en las fiestas patronales y en
cada fiesta patronal tampoco se baila todas esas danzas, sino solo algunas
de ellas. De todas las danzas nombradas, el huayno y el pasacalle se
escucha y baila en todas las épocas del año, en todo tipo de compromisos
(Zarazú, 2021). Por ejemplo, todas las fiestas familiares en la ciudad
(matrimonio, cumpleaños, bautizo, honras, entre otras) incluyen casi
obligatoriamente el huayno que “es una manifestación cultural andina
donde se combinan las artes de la literatura, la música y la danza” (Julca
y Nivin, 2019, p. 263). Así, ninguna fiesta por más citadina que sea, nunca
termina sin el huayno, seguido por un pasacalle.
En las fiestas patronales de los distritos, centros poblados, caseríos; así
como en ciertas festividades en la ciudad de Huaraz o los días de feria
también se pone en evidencia la vestimenta tradicional huaracina. La
vestimenta tradicional autóctona se suele observar en las presentaciones
de los grupos artísticos en ciertas festividades. Allí se observa que la
vestimenta del varón consta de un sombrero de lana color blanco, camisa
de tocuyo, chaleco de bayeta, pantalón (wara) de bayeta negra, sandalias
(llanqi) y poncho de lana. Por su parte, las mujeres llevan sombrero de
lana color blanco, aretes y collares, blusa con adornos bordados en la
pechera y puños, manta (lliklla) de bayeta con adornos multicolores,
sandalias (llanqi). Aun cuando los varones son los que han cambiado a
una vestimenta mixtificada con lo occidental, las mujeres, mayormente,
conservan sus vestimentas tradicionales, aunque con cierta combinación
con lo urbano-occidental (ya incluyen los pantalones chicle, sombreros
más ligeros, faldas de tela, entre otras. Asimismo, hasta antes del
terremoto de 1970, los huaracinos citadinos descendientes de los
antiguos gamonales y terratenientes vestían con saco y corbata, las
mujeres con abrigos, por lo general, de color oscuro. Además, por las
tardes y noches tenían la costumbre de caminar por la plaza de armas.
La gastronomía huaracina es muy variada. Ciertos potajes se preparan y
sirven en las fiestas patronales, barriales o fiestas familiares: sopa de

Áncash ante el bicentenario 172


llunca (llunka kashki), picante de cuy (haka pichu), puchero, pachamanca,
entre otros. Los otros potajes se consumen cotidianamente en la casa, en
puestos temporales en las calles o en los recreos y restaurantes
turísticos. Entre los platos más conocidos se puede mencionar a: la
ensalada de choco, el picante de chocho, el picante de cushuro, la sopa de
papas (papa kashki), el shaqwi (sopa de harina de trigo o habas con
huevo y queso), la pachamanca, asado de chancho (kuchi kanka), jamón
serrano, charki, picante de yuyo (hitqa picanti). Diferentes variedades de
panes: mishti, tsitsi, semita, cuay. Refrescos y postres variados: chicha de
jora, raspadilla (shika shika), mazamorra de calabaza (chila api),
mazamorra de tocos (tuqush api), entre tantos otros. Estos platos típicos
huaracinos se distinguen de otras zonas de la región y del país por su
forma de preparación, los ingredientes y forma de servir.
Medicina tradicional es otra de las prácticas culturales tradicionales
vigentes en Huaraz. En las zonas rurales, muchas veces, se constituye
como el único medio en la atención primaria de la salud. En las zonas
urbanas, coexiste junto a la medicina oficial, moderna y académica. Por
ejemplo, para el tratamiento de las luxaciones están los hueseros
(quiroprácticos tradicionales); las curiosas para el tratamiento de mal de
ojos, susto, ladeaciones en los niños; las parteras para ayudar a las
mujeres gestantes. Estos médicos tradicionales utilizan medicinas
tradicionales como ungüento de animales menores (cuy, gallina), ron de
culebra, plantas aromático medicinales. La forma de tratamiento y
atención se realiza bajo la lógica de la cultura andina.
Lingüísticamente, aun cuando en Huaraz ya no existirían comunidades
monolingües en quechua, esta lengua aún sigue vigente tanto en el campo
como en la ciudad. Generalmente, en las zonas rurales la comunicación
cotidiana se realizad en la lengua quechua, principalmente, en las
generaciones adultas. No obstante, las nuevas generaciones,
paulatinamente, van adquiriendo como su primera lengua el castellano
local junto al quechua. En la ciudad también se habla quechua,
principalmente, en los días de feria, cuando las campesinas bajan a la
ciudad para vender sus productos; así como en las festividades como la
fiesta de las cruces y en otros eventos comunicativos en la ciudad. El
contacto quechua y castellano ha posibilitado que, el quechua cada vez
más recibe influencia del castellano, principalmente es el aspecto léxico.
Pero, al mismo tiempo, también el castellano huaracino recibe influencia
del quechua, siendo los más evidentes en léxico y morfosintáctico. Por lo
tanto, lingüísticamente, el quechua tiene presencia en las ciudades y; el

Áncash ante el bicentenario 173


castellano, en las comunidades rurales constituyéndose un continuum en
ambas direcciones y con una visión de complementariedad (Julca y Nivin,
2020).
El quechua no solo es hablado, sino también se mantienen como
topónimos (nombres de lugares) y antropónimos (nombres de
personas). Así, como el nombre de Huaraz deriva del quechua waraq
‘amanecer’, los nombres de los caseríos, barrios, calles derivan del
quechua. Por ejemplo, antes del terremoto de 1970 las calles de Huaraz
tenían nombres quechuas (Hatun Kaalli ‘calle grande’, Kichki kaalli ‘calle
estrecha’, Pukyu kaalli ‘calle de puquial’, Aya hamanan ‘lugar de descanso
de los muertos’. Asimismo, los barrios tenían nombres quechuas: Ranra
‘Pedregal’, Quinuacocha (qiñwa qucha) ‘pampa de quenuales en medio de
una laguna’, Challwa ‘lugar donde abundaban peces’, Kapulí kuchu ‘lugar
donde abundaban capulíes’, Tuñash ‘lugar donde abundaban tunas’). En
la actualidad, a pesar de que muchos nombres geográficos quechuas han
sido cambiados a nombres castellanos, aún permanecen algunos en
quechua y otros castellanizados. Tal es el caso del Pasaje Ucanan (uqunan
‘oconal, pantano’) en el Barrio de José Olaya, pasaje wain (wayin ‘su casa’)
en el barrio de Nicrupampa. Asimismo, algunos barrios aún mantienen
su nombre quechua aunque castellanizado: Huarupampa (warupamapa)
‘planicie donde hay puente de palos’, Molinopampa (mulinupampa)
‘planicie donde están los molinos’, Acovichay (Aqu witsay) ‘subida de
arenal’, entre otros. Los caseríos cercanos a Huaraz tienen nombres
quechuas: Ichoca (itsuq) ‘izquierda’, Coyllur (quyllur) ‘estrella’, Macashca
(maqashqa) ‘pegado, golpeado’, Cochac (quchaq) ‘laguna’, ‘alagar’ y
muchos otros más (Julca y Menacho, 2021).
Desde la perspectiva antroponímica, existen abundantes apellidos
quechuas, algunos de ellos castellanizados. Los apellidos más comunes
son: Huallpa (wallpa), Llanqui (llanqi), Rímac (rimaq), Huamán (waman),
Nivin (ñawin), Cochachin (quchatsin), entre otros. Asimismo, el
tratamiento afectivo por medio de los hipocorísticos quechuizados está
ampliamente generalizado no solamente en las zonas rurales, sino
también en la propia ciudad de Huaraz. Los hablantes ante la ausencia de
nombres quechuas, para hacer más afectiva y cariñosa la interacción
comunicativa utilizan los hipocorísticos formados a partir de la base
léxica del nombre de pila castellano añadiendo sufijos quechuas y
adecuando a la estructura silábica y morfofonológica del quechua. Por
ejemplo, del nombre Maximiliano(a) deriva el hipocorístico quechuizado
Makshi (se usa para un varón o una mujer) y cuando el hablante quiere

Áncash ante el bicentenario 174


expresar mayor afecto y distinguir género usa Makshiichu o Makshiicha
(dependiendo si se trata de un varón o una mujer). A continuación, se
presenta un pequeño listado de los hipocorísticos quechuizados más
comunes: Ishti (Esteban), Ushta (Eustaquio/a), Makash (Macario), Llupi
(Ruben, Roberto), Mallshi (Marcelino/a), Mañu (Manuel/a), Shanti
(Santiago), Llika (Ricardo/ina), Llusha (Rosario), Malli (María), Mallka
(Margarita), Isha (Isabel), Kallmi (Carmen), entre otros.
El quechua también tiene presencia en el carnaval huaracino. En los
testamentos del Ño carnavalón se evidencia el uso de un lenguaje
picaresco, satírico, divertido con mucho humor. En dichos textos se
combina el castellano con el quechua dando lugar a una especie de un
quechuañol o castiquechua. Véase el siguiente fragmento recopilado por
Francisco Gonzales “Testamento del Ño Carnavalón del Distrito de El
Centenario Capital del Carnaval Huarasino Rumi Kachkak Wiqsu Siki más
conocido como el Shiprador de El Centenario, hapallan hijo de Doña Illmi
kashpichanka desconsolada viuda del recordado Wayunqa Ruru y
sobrino del musyaq Shinti Runku”. El Ño carnavalón de cada barrio tiene
su testamento, documento en el cual se nombran a autoridades y
personas representativas del barrio y de la ciudad Huaraz
caricaturándolas, exagerando sus cualidades o defectos.
3. Huaraz entre lo tradicional y lo moderno ¿conflicto o
complementariedad?
Huaraz es, actualmente, una ciudad andina cosmopolita con muchos
rostros socioculturales donde los elementos culturales tradicionales
siguen teniendo vigencia y conviven junto con la modernidad. Los
elementos exteriores o concretos de la cultura tradicional huaracina se
manifiestan en las fiestas patronales, la vestimenta, la música, la danza,
la gastronomía y la lengua quechua. Estas manifestaciones culturales se
practican en las fechas festivas, así como en la vida cotidiana tanto en las
zonas rurales, como también en la propia ciudad. Asimismo, los
elementos interiores o abstractos de la cultura huaracina tradicional aún
siguen vigentes en las formas de vida, concepción del hombre y del
mundo plasmados a través de los principios y categorías básicos del
mundo andino como, la reciprocidad, la complementariedad, la equidad,
la dualidad, la ciclicidad y la relacionalidad del todo (véase Julca, 2010;
Achij, 2019). Asimismo, siguen vigentes en las leyendas, mitos, la
religiosidad, por ejemplo, la leyenda del Señor de la Soledad (véase Yauri,
1990, 2009).

Áncash ante el bicentenario 175


Los contextos espacio-temporales donde se puede observar la presencia
de los elementos externos e internos de la cultura tradicional huaracina
en tiempos actuales son las fiestas patronales o barriales. En las zonas
rurales, cada centro poblado, caserío y estancias tienen sus fiestas
tradicionales patronales. Asimismo, en la ciudad de Huaraz, en cada
barrio se realiza fiestas tradicionales: la fiesta del Señor de Mayo en el
barrio de la Soledad, la fiesta de la virgen del Rosario (Mama Llusha) en
el barrio de Nicrupamapa, la fiesta de los Calvarios en José Olaya, fiesta
de las cruces, carnaval huaracino, entre otros. Además, en la ciudad de
Huaraz, también los migrantes de las diferentes provincias y
departamentos se han organizado como colectivos (residentes
mercedinos, residentes huarinos) y, últimamente, también residentes
cajamarquinos, residentes puneños, entre otros. Los residentes han
instaurado la réplica de la fiesta tradicional de sus pueblos (por lo
general, una semana antes o una semana después). En la realización de
dichas fiestas patronales tanto en el campo como en la ciudad se pone en
práctica el principio andino de la reciprocidad. El mayordomo quien
realiza la fiesta recibe obsequios de sus familiares y otras personas
quienes son los qillis ‘obsequiantes’. Cuando termina la fiesta, se elige al
nuevo mayordomo para el siguiente año. Entonces, el mayordomo
pasante tiene que ‘devolver’ un obsequio al nuevo mayordomo. Los
obsequios se constituyen elementos del rantin que se resume en la frase
“hoy por ti, mañana por mí”.
La ciudad de Huaraz en las últimas décadas ha experimentado las
mayores transformaciones debido a altas tasas de crecimiento y de
migración. Ahora, Huaraz es una ciudad andina heterogénea que ha
vivido una verdadera explosión en cuanto a desarrollo socioeconómico y
demográfico. La fuerte migración a la ciudad de Huaraz, capital de la
región Áncash, comienza en la década de los 1970, como consecuencia
del fatídico terremoto que, por un lado, los huaracinos sobrevivientes
migraron a otras ciudades como Lima, Trujillo, Chimbote, entre otras y;
por el otro lado, Huaraz empezó a recibir migrantes no solo de las zonas
rurales, sino también de otras provincias del interior de Áncash y de
otras ciudades del Perú. Más adelante, en los 80 se dio la segunda ola de
migrantes como consecuencia del terrorismo de aquella época.
Finalmente, desde fines de 1990 con la llegada de las mega empresas
mineras Barrick y Antamina se acrecentó la migración que trajo como
consecuencia el desborde popular en Huaraz (Julca, 2020; Julca y Nivin
2020). La migración por razones laborales, el comercio, la presencia de

Áncash ante el bicentenario 176


universidades, el turismo cultural y de aventura y el impacto de la
modernidad ha permitido la configuración plural de identidades. En
suma, el crecimiento social de Huaraz a causa de la migración ha
permitido una configuración sociocultural heterogénea, múltiple y de
muchos rostros acarreado, al mismo tiempo, muchas tensiones
interculturales.
Las corrientes migratorias del campo a la ciudad conllevan el encuentro
entre dos culturas notablemente diferentes: la cultura hispano
occidental citadina y la cultura rural andina tradicional. A ello, se suma
los migrantes de otras ciudades del Perú que llevan consigo sus
tradiciones, costumbres y formas de vida particulares. Este encuentro ha
generado, por un lado, conflictos culturales que tienen como punto de
partida el encuentro de dos identidades culturales distintas; por el otro,
la interinfluencia mutua, la complementariedad cultural y un continuum
cultural en ambas direcciones. Hoy, en la vida cotidiana huaracina estas
identidades interactúan cultural y socialmente y vienen cambiando y
transformándose por influencia mutua y recíproca. Es decir, la ruralidad
(tradicional) tiene presencia en la ciudad y la urbanidad (modernidad)
también tiene presencia en contextos rurales (Yauri, 2014; Julca y Nivin,
2020; Julca, 2021).
Salazar (2006, pp. 16-17) sostiene que la identidad regional está en
crisis. Él refiere que, a nivel regional, los arequipeños, cuzqueños,
ayacuchanos y huancaínos han sabido mantener con gran fuerza y
vitalidad su identidad regional. Para ellos está primero lo suyo y con
orgullo pregonan su regionalismo. En cambio, los ancashinos no tenemos
bien definida nuestra identidad regional, es más, hasta nos
avergonzamos de nuestros orígenes. Esta actitud social que se tiene
habría sido una consecuencia de que las élites que tenían el poder en la
región en el siglo XIX y en la primera mitad del XX sepultaron el
sentimiento regional y, sobre ello, devino el sismo de 1970 que significó
la ruptura económica, social y cultural. Aparte de la desaparición de cerca
de 70 mil personas, muchos sobrevivientes migraron a otras ciudades,
pero al mismo tiempo, muchos miles de personas foráneas llegaron
trayendo consigo sus vivencias propias y su carga regional. Por ello,
Gonzáles (1992) añorando al Huaraz antiguo (antes del terremoto),
califica al Huaraz de los ’80 y ‘90 como “una ciudad sin rostro” debido a
que muchas tradiciones y formas de vidas locales fueron cambiados,
reestructurados con la presencia de nuevos habitantes procedentes de

Áncash ante el bicentenario 177


las zonas rurales de Huaraz, así como de otras ciudades del interior de la
región y de otras partes del Perú.
Asimismo, Salazar (2006) sostiene que existen muy pocos estudios que
se han publicado sobre nuestra historia, nuestros recursos y nuestra
cultura, a tal punto que los propios ancashinos no conocemos nuestra
tierra y, por lo mismo, nadie ama lo que no conoce. Además de todo lo
señalado que justificaría ‘la falta de identidad’, también el autor señala
que deben existir otros factores que aún no han sido estudiados a
profundidad. Asimismo, señala que la educación está en emergencia y se
encuentra en el “sótano” por la falta de identidad que tenemos los
peruanos y, especialmente, los ancashinos. En suma, Salazar (Íbid.)
concluye que la identidad regional es muy débil y muy poco se hace para
fortalecerla. Por lo que, exhorta a los ancashinos que se deben despojar
de la apatía que los caracteriza y libres de prejuicio, se deben abocar a la
difusión de los rasgos de su identidad. Se debe mostrar al Perú y al
mundo que los ancashinos se sienten orgullosos de su historia y de su
cultura y que están felices de vivir en este privilegiado suelo. Esta es una
tarea urgente que los impone la historia.
Al respecto, es importante señalar que las culturas y las identidades no
son inmutables, sino cambiantes, se transforman con el paso del tiempo
por factores internas de la propia cultura y por factores externos por
contacto con otros grupos socioculturales. Lo tradicional sigue vigente,
pero con cambios, adecuaciones, incorporaciones y con ciertos rasgos de
hidridación (García, 1989). Por ejemplo, el huayno tradicional tenía una
composición mayormente en quechua o quechua y castellano, las
melodías eran ejecutadas con instrumentos clásicos como guitarras,
mandolina, violín, acordeón, quena; los intérpretes vestían ropas
tradiciones; pero ahora, el huayno moderno tiene letras, mayormente
castellanos, ha incorporado la guitarra eléctrica, batería, órgano, arpa;
así como bailarines y bailarinas con vestimentas diminutas. Así, la
antigua dicotomía ruralidad/urbanidad, tradición/modernidad,
quechua/castellano está en crisis por el gran proceso migratorio. La
ciudad de Huaraz, hoy se presenta como una realidad cultural y
lingüística múltiple; una ciudad andina cosmopolita, compleja y con
muchos rostros socioculturales (Julca y Nivin, 2020). Por lo tanto, en
concordancia con Fink (1991), Bergholdt (1999) y García (1989), Huaraz
no tendría una identidad cultural única, sino es un contexto social
cultural donde tienen presencia y vigencia identidades múltiples:
tradicionales, modernas e híbridas.

Áncash ante el bicentenario 178


4. Apuntes finales
Si bien ciertos elementos y prácticas socioculturales tradicionales
andinos han desaparecido a través del tiempo; sin embargo, muchos de
ellos aún se conservan en la actualidad. Así, la identidad tradicional
huaracina no se ha pedido, no ha desaparecido, sino su visibilización ha
disminuido y opacado con el pasar del tiempo. Pues, la cultura tradicional
andina huaracina sigue vigente, pero transformado que gradualmente ha
incorporado diferentes elementos de la cultura citadina moderna. Hoy,
Huaraz, como es natural, no es solo tradicional ni solo moderno, sino un
pueblo híbrido donde se da un conjunto de relaciones interculturales, a
veces de tipo conflictivo, pero, mayormente con una perspectiva de
complementariedad. Por lo tanto, las culturas e identidades
heterogéneas e híbridas son las que identifican al Huaraz de hoy.
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Áncash ante el bicentenario 180


Capítulo VI
Personajes que
forjaron identidad

Áncash ante el bicentenario 181


Alexander von Humboldt. Homenaje y gratitud:
doscientos cincuenta años de su nacimiento
Víctor Hugo Alvítez Moncada 

Aportes a la historia de la costa ancashina.

Alexander von Humboldt, en efecto, es presentado como un


sabio y un científico, no alejado en ciertos aspectos del tipo
de sabiduría renacentista, o del mundo clásico. Hombre culto—cultivado
por la información y la reflexión, conocedor de lenguas y culturas diversas,
con sensibilidad por lo natural y lo humano, en busca tenaz de un equilibrio
y una armonía en su mundo interior y en la naturaleza toda […].

Simón Bolívar llega a presentarle como el auténtico


“descubridor de América”.

Pongamos en valor la ruta “Alexander von Humboldt”, entre Santa y


Huarmey.

Alexander von Humboldt, conocido en español como Alejandro de


Humboldt, cuyo nombre completo es Friedrich Wilhelm Heinrich
Alexander von Humboldt (Berlín, 14 de septiembre de 1769-ibidem, 6 de
mayo de 1859), hermano menor del lingüista y ministro Wilhelm von
Humboldt. El padre de Alexander von Humboldt,
originario de Pomerania (en la actual Polonia) fue
oficial del ejército de Federico II el Grande de
Prusia, nombrado Capellán de la princesa de
Prusia por sus méritos durante la guerra de los
siete años. La madre, Marie Elisabeth von
Holwede, procedía de una familia bien situada de
raíces hugonotes, quien había heredado una
fortuna tras enviudar de su matrimonio anterior.


Víctor Hugo Alvìtez / “Pisadiablo”.- Natural de San Miguel (Cajamarca). Con
formación en gestión cultural, bibliotecología y archivística por la Pontificia Universidad
Católica. Trabaja en la Universidad Nacional del Santa. Creó el Centro de Información
y Documentación “Ancash”. Autor de libros de poesía, narrativa y revistas. Reconocido
promotor cultural.

Áncash ante el bicentenario 182


Fue educado en su hogar el castillo de Tegel por tutores particulares que
estimularon su afición por la naturaleza. Su padre murió cuando
Alexander tenía 10 años, había elegido educadores de pensamiento
ilustrado; uno de ellos inspirado por Rousseau, (Joachim Heinrich
Campe), ejerció importante influencia sobre él y su hermano. Alexander
se interesó ya de niño por la naturaleza y concretamente por los insectos,
las plantas y las piedras. Entre otras enseñanzas, recibió clases de dibujo
y pintura, a los 17 años expuso sus obras en la Academia de Berlín. Su
talento artístico quedaría patente en las ilustraciones que acompañan
sus libros de viajes. Prosiguió estudios en varias universidades y en la
Academia de Minería de Freiberg. Aunque es conocido como naturalista,
diplomático, astrónomo, mineralogista y anatomista, su fama se debe
también a sus expediciones por buena parte de Latinoamérica.

En 1799 salió de España, y tras breve escala en islas Canarias, desem-


barcó finalmente en Cumaná (Venezuela). Humboldt exploró todo el río
Orinoco y la mayor parte del río Amazonas. Viajó también por Cuba, la
cuenca del río Magdalena, en Colombia, y las montañas de los Andes del
Ecuador, donde ascendió al volcán Chimborazo, a una altitud de más de
5.800 m. Estudió las corrientes del océano, las temperaturas relativas
según la altitud y la intensidad magnética con relación al ecuador, así
como los minerales, vegetales y vida animal de la zona. También se
relacionó con naturalistas de distintos países que visitó, a quienes apoyó
en sus investigaciones.

Humboldt anduvo el Perú entre el 1 de agosto y 25 de diciembre de 1802,


en corto período de 146 días, recorriendo en ese lapso aproximadamente
1 200 Kms., acompañado de sus colaboradores, el botánico francés Aimé
Bompland y un amigo de Quito joven Carlos Montufar. De Loja, a lomo de
mula ingresó por Lucarque y Ayabaca continuando a Chulucanas,
Huancabamba y San Felipe. Era propósito del científico acercarse a Jaén
y luego al Marañón a la altura de Tomependa, situada en la confluencia
con el Chinchipe, donde permaneció una semana. Inició el regreso hacia
la zona andina por Cajamarca descendiendo luego hacia la vertiente
occidental por Magdalena y Contumazá. Desde lo alto de Huangamarca
tuvo Humboldt, a 100 Kms. de distancia, la primera y espléndida visión del
“Mar del Sur”, que todavía no había tenido ante sus ojos, no obstante haber
atravesado los actuales territorios de Colombia y Ecuador. Continuó por el
valle de Chicama, Cascas y Chala, alcanzando Trujillo el 23 de septiembre,
donde tuvo la oportunidad de visitar sitios extraordinarios y pueblos

Áncash ante el bicentenario 183


cercanos con prósperos cultivos. A través de interminables arenales,
transportado por literas, montadas sobre mulas, usual de la época,
continuó su ruta rumbo a Lima, el 7 de octubre.

Alexander von Humboldt. Naturalista y explorador alemán reconocido


por sus valiosas contribuciones al estudio de la geofísica, meteorología y
oceanografía, pasó por el hoy distrito de Chimbote el día 12 de octubre
de 1802 y costa ancashina: 13 en Casma, Tambo de Culebras, 16 y 17 en
Huarmey —rumbo a Lima—realizando diversos estudios y mediciones,
quedando vislumbrado por la belleza de nuestro litoral. De ese
acontecimiento hace doscientos años o dos siglos de silencio en estos
lares y que hoy rememoramos la egregia figura del visionario y científico
alemán al celebrar el mundo 250 años de su nacimiento, el pasado 2019;
aunque aquí y a la fecha olvidado tan insigne personaje para nuestra
historia y cultura, de vigorosa vida y obra a favor del Perú y
Latinoamérica. Gracias a estudios realizados por científicos identificados
con su vida y trayectoria: Estuardo Núñez y Georg Petersen, este último
fallecido en 1985, quienes publicaron primero el libro: El Perú en la obra
de Alexander von Humboldt a fines de la década 60, el mismo que el año
2002 mereció lujosa reedición ampliada titulada: Alexander von
Humboldt en el Perú. Diario de viaje y otros escritos, publicado preci-
samente para celebrar 200 años del naturalista en el Perú, a cargo del
Fondo Editorial del Banco Central de Reserva del Perú, Goethe Institut
Inter. Nationes-Lima y Embajada de la República Federal de Alemania.
También se suma: Humboldt en el Perú. Diario de Alejandro von
Humboldt durante su permanencia en el Perú (agosto a diciembre de
1802), traducido del francés por Manuel Vegas Vélez, piurano, docente
universitario e investigador; libros que atesoramos en nuestro Centro de
documentación regional “Áncash” y acrisolamos en nuestras manos y
corazón; creyendo necesario difundir su obra para conocimiento de
todos y especialmente de nuevas generaciones asentadas en la costa
ancashina como ejemplo de admiración imperecedera y necesaria
imitación, con debida absolución y/o antelada anuencia de sus grandes
autores y editores:

“En todo el camino de Trujillo a Santa y de allí a Chimbote a Casma, hemos


visto monumentos de la gran civilización en la cual vivían los súbditos
del rey Chimún-Cauchu. Eran tan sabios en la conducción de las aguas,
tan industriosos en la agricultura como los súbditos de los Incas. Los
vestigios de los acueductos de 5 o 6 leguas de largo, colocadas sobre

Áncash ante el bicentenario 184


masas de murallas de 5 o 6 pies de alto, fortificados por un dique de tierra
que reúne las aguas de la cordillera y las lleva hasta el borde del mar, son
tan comunes sobre esta costa (hoy día desértica) del Perú, que yo no los
cito más para ni caer en repeticiones. Hoy día se recorren 10, a menudo
16 a 20 leguas sin encontrar una sola casa o un alma que habite estas
tierras; los acueductos de los antiguos peruanos atestiguan que en los
siglos 15 y 16, por lo menos antes de la masacre realizada por los Incas
en el valle de Santa, se encontraban pueblos de indios cada dos leguas
por lo menos. ¡Y, sin embargo, hay personas aquí que niegan que el
antiguo Perú pudo tener 7 u 8 millones de habitantes! La costa arenosa
no tiene hoy 4 o 5 personas por legua cuadrada y los vestigios de la
agricultura antigua revelan que antes hubo 7 u 8 veces más gente.

A 1½ leguas al sur de Santa se encuentra el famoso puerto


de Chimbote que Malaspina suele calificar como Puerto del Ferrol, es el
puerto más bello que existe desde el Cabo de Hornos a Guayaquil, un
puerto parecido al de Tolón (Francia) y que puede recibir todas las
escuadras del universo. Tiene 3 leguas de largo por ½ de ancho. Es una
ensenada cerrada por lenguas de tierra que avanzan hacia el mar e islotes
rocosos que por su dirección prueban que antiguamente formaban parte
de esas lenguas. El puerto tiene dos grandes entradas a 18 brazas. El
fondo es de 7 ú 8 brazas. Lo que asegura todavía más este puerto, sobre
todo si se quiere fortificarlo, es que el intersticio que queda entre la
mayor parte de las islas es de bajos fondos por los cuales ninguna
embarcación puede pasar. Al sudeste las islas se unen por medio de
bancos de arena que la bajamar descubre. Este puerto, lamentablemente
carente de agua y habitado hoy en día por algunos pescadores, atrajo la
atención de Chimún por lo agradable del sitio y la abundancia de la pesca
en el golfo. Se había construido un acueducto desde la cordillera a más
de 5 leguas, acueducto que sigue todas las faldas de las montañas,
desmontadas para este caso [...].

Se reconoce, aún hoy en día, que el agua filtraba a través de las piedras y
el limo se depositaba sobre la arena granítica. Al sur del miserable pueblo
de Huambacho (donde los indios celebran la fiesta de San Francisco y nos
divirtieron toda la noche al son de las campanas y tambores), se observa
también un inmenso acueducto (amurallado) y las piedras dispuestas
para recibir el limo. Los Incas hicieron lo que hacen todos los
conquistadores: ellos arruinan para conquistar sobre provincias
despobladas. Ellos no solamente mataron y se llevaron a los habitantes

Áncash ante el bicentenario 185


del Chimún, sino también (indudablemente para vejarlos por la sed y el
hambre, pues sin agua las plantas perecían) destruyeron los acueductos,
comenzados a gran altitud. La tradición señala que el Inca, después de
haber conquistado el país, pensó repoblarlo y envió ingenieros para
establecer nuevos acueductos mucho mejores que los antiguos. La
conquista de los españoles frustró este proyecto […]”.

Mapa del viaje de Alexander Von Humboldt en el Continente Americano

Manuel Vegas Vélez, en capítulo 6 del libro Humboldt en el Perú, textos


traducidos del francés de diarios de Alexander von Humboldt, describe
condiciones encontradas por el científico e instalaciones con las que
contaba para facilitar cruzar el caudaloso rio Santa, aquel entonces:

“Esta isla como todas las otras, la de Santa, de Chimbote, sin una brizna
de vegetación, rocas desnudas y descarnadas. Desierto hasta el río Santa,
torrente que a menudo impidió en otro tiempo la marcha de los correos
entre Quito y Lima. Se quedaba 8 – 10 días sin atreverse a pasarlo, ni
siquiera con Chimbadores. Ingenieros españoles han gastado allí 80,000
pesos para construir un puerto que nunca pudieron acabar. Finalmente,
en 1800, el Sr. Coguet, profesor de mineralogía en Lima ha establecido
allí una balsa unida a cables que hacen el péndulo y luego un puente de
hamaca estilo indígena, pero balanceándose poco porque es detenido por
cuerdas en los costados. Él tiene el privilegio durante 30 años de pedir 2
pesos por carga transportada, lo que le da 5-6000 pesos por año. Es

Áncash ante el bicentenario 186


inconcebible que en 300 años de conquista no se haya podido ejecutar
miserias parecidas. Entonces se las paga muy caro.

Pasamos el 10 y el 11 en el miserable pueblo que se llama ciudad de


Santa, nombre indio o en español (pero solo usado en cuestiones legales),
Santa María de la Parrilla. Allí gozamos de la interesante compañía del Sr.
Coguet. Hice allí interesantes observaciones de barómetro, latitud,
longitud, inclinación y declinación magnéticas. Es bueno saber
(comparando las observaciones astronómicas con las de D. Jorge Juan)
que la ciudad ha cambiado tres veces de situación y que ella estuvo una
vez cerca del mar y de la desembocadura del río y otra vez en el interior,
cerca del río. Esta provincia de Santa, fertilizada por un bello río y dando
casi el mejor vino de todo el Perú aunque en poca cantidad, debe su falta
de población no a la crueldad de los españoles, sino a la de los incas, que
habiendo encontrado una gran resistencia en el reino Chimú-Cauchu
estuvieron tan irritados que masacraron sin piedad a casi todos los
habitantes, arruinaron las ciudades, destruyeron los canales, devastaron
los campos. Ver los Comentarios de Garcilaso, I, p. 212. Además de la
tradición de esta barbarie (efecto del fanatismo religioso del Inca) se ve
vestigios y testimonios horribles sobre los bordes del Río Santa y hacia
el borde del mar. ¡En un espacio de más de 12 – 14 leguas se ven todos
los llanos cubiertos de huesos humanos, de cabezas de muertos,
quebradas, cortadas en la frente por los mazos o estrellas de cobre que
usaban los soldados del Inca! ¡No es sino en un clima donde no llueve
jamás, que los huesos humanos resisten así durante 3-400 años a la
descomposición! Se ha encontrado incluso miembros cubiertos de carne
seca, momificados, no efecto del arte, sino de la sequedad de la arena. Se
ha encontrado cabezas de indios cubiertos de cabellos. La sequedad
produce pues los mismos efectos que el frío de Siberia donde Pallas ha
descubierto rinocerontes con pelos en una tierra completamente helada.
También se ha encontrado en Santa, lo que es bastante curioso, cabezas
de muerto con pequeños pedazos de plata o de cobre entre los dientes.
Se podría creer primero que eran cadáveres de las Guacas arruinadas por
los torrentes, que personas de distinción llevando al otro mundo todo lo
que tenían de precioso se habían hecho enterrar así. ¡Pero no! ¡Estas
mismas cabezas están mezcladas con las otras sobre los campos de
batalla, ellas tienen a menudo heridas! ¿Sería una especia de burla (por
efecto del desprecio) poner al enemigo metal entre los dientes, como
burlándose de individuos Chimús cuyas riquezas encontradas en

Áncash ante el bicentenario 187


Mansiche prueban que no hay sino demasiados casos de metales
preciosos?” […].

Humboldt, continuó su periplo y tareas científicas llegando el día 13 de


octubre a Casma, luego al Tambo de Culebras el día 16 venciendo 53
kilómetros al sur, para pronto llegar a Huarmey y observar en ese lugar
la inclinación magnética del sol el día 17. En Chimbote tuvo noticias por
primera vez del “guano” de las islas, experiencias que han de repetirse en
Huaura y el Callao. El día 20 se detiene en las salinas de Huacho, al día
siguiente pasa por Chancay, ingresando a Lima por la portada de Guía el
23 de octubre por la noche. Allí permaneció por espacio de dos meses
cumpliendo infatigable actividad, zarpando del Callao la tarde del día 24
de diciembre, rumbo a Guayaquil.

El maestro universitario, diplomático e historiador ancashino Félix


Álvarez Brun, hace referencia al erudito alemán en su artículo “La
ilustración y el Mercurio Peruano”:

El Mercurio impactó, como se dice actualmente, a los sabios eruditos de


esa época. El eminente explorador y científico Humbolt que llegó al Perú
en 1802 y conoció a la elite intelectual peruana, adquirió la colección
completa del Mercurio Peruano y a su regreso a Europa la donó a la
Biblioteca Imperial de Berlín.

Su obra fundamental referente a nuestro país es valiosa y cuantiosa, por


la determinación científica de lugares geográficos, sus observaciones
geológicas y volcánicas, su contribución a la fauna y flora peruana,
estudios oceanográficos proyectados a la navegación y explotación de
recursos pesqueros, valor del guano en las islas del litoral del sur;
además de sus observaciones y consejos para una mejor administración
política y económica de regiones de América meridional en abandono
por la administración española, entre otras.

Noticiados en Europa de las riquezas de estos pueblos, varios científicos


años después enrumban a Latinoamérica y el Perú, uno de ellos es
Antonio Raimondi, italiano, quien ha de referirse a la obra de Humboldt,
en los siguientes términos:

“Lo que admira en Humboldt no son sus observaciones, sino aquellas vastas
miradas en conjunto, aquellas rectas deducciones sacadas de las

Áncash ante el bicentenario 188


observaciones; en fin, aquel grande espíritu de generalización que
constituye la verdadera ciencia. A pesar de haber visto solamente la capital
del Perú y las altas planicies entre Cajamarca y el Marañón nos ha trazado,
valiéndose de datos suministrados por otros observadores, el más bello y
exacto cuadro sobre la disposición general de la colosal cadena de los
Andes Peruanos [...]. Más, lo que hizo dar pasos gigantescos a las Ciencias
Naturales, fue la enorme cantidad de materiales que recogió Humboldt en
cada una de sus largas peregrinaciones. El rico herbario de Humboldt,
Bompland y Kunt contiene 4 600 especies de plantas, de las que más de 3
000 eran desconocidas […]”.

Alexander von Humboldt, escribió a un amigo

“que tenía planificado caminar desde California a la Patagonia —que


placer— recogeré plantas y animales, voy a analizar el calor y la
electricidad y el contenido eléctrico y magnético de la atmósfera... voy a
medir las montañas, pero mi propósito verdadero es investigar la
interacción de todas las fuerzar de la naturaleza”.

Pasó el último período de sus cinco años de expediciones en


Latinoamérica en México. Sus observaciones y descubrimientos en esta
expedición los expuso en Viaje a las regiones equinocciales del nuevo
continente (34 volúmenes, a partir de 1807). También escribió Ensayo
político sobre el reino de la Nueva España (1811). Durante todos estos
años de estancia en América, Humboldt entró en contacto con los
naturalistas de los países que visitó y apoyó decididamente al
movimiento independentista latinoamericano. En 1804 volvió a Europa
y fue en la ciudad de París donde conoció a los científicos, artistas y
políticos más selectos de su época. Humboldt se reunió en diversas
ocasiones con el Libertador Simón Bolívar, con quien compartió las
opiniones sobre la emancipación de las colonias americanas de la Corona
española. Humboldt, el hombre que ayudó a Simón Bolívar a descubrir
América Latina:

Humboldt con Simón Bolívar se conocieron en París en 1804 y volvieron


a verse en Roma en 1805, cuando Bolívar, en el Monte Sacro, prometió
independizar a las colonias españolas en América. Aunque no volvieron
a verse, mantuvieron correspondencia a lo largo de sus vidas. Bolívar
reconoció a Humboldt como un hombre con “universalidad de conoci-
mientos”, ideal que él aspiraba a alcanzar, ya que representaba la

Áncash ante el bicentenario 189


personificación de la Ilustración, que era entonces la cúspide de la
cultura europea. Bolívar era un hombre de acción, pero creía que la
palabra escrita tenía el poder de cambiar al mundo. Adelantó la lucha por
la independencia inspirado en los escritos de Humboldt, teniendo en
cuenta desde sus críticas al colonialismo y a la esclavitud hasta el retrato
de la naturaleza y paisajes extraordinarios. Bolívar sostuvo que
Humboldt, con su pluma, despertó a Suramérica y demostró porque los
suramericanos tenían motivos para estar orgullosos de su continente.
Creía que la naturaleza, la política y la sociedad forman parte de un
triángulo de conexiones. Una cosa dependía de la otra.

Crítica Latinoamericana, refiere:

Estos dos hombres, pues, han sido expansivos, en un sentido complejo y


muy específico que trataremos de dilucidar. Hay una tensión entre
diferentes niveles de análisis del espacio. Por una parte, cabe distinguir
el espacio recorrido, del espacio más amplio al que llegaban con sus
cartas, del espacio aún más grande de su influencia. Sobre el espacio de
sus viajes cabe señalar que si recorrieron estas extensiones paso a paso,
ambos hombres lograron reunir las conquistas sucesivas en una única y
gran obra. Von Humboldt reunió esta experiencia sucesiva en los muchos
volúmenes de sus relatos de viaje y descripciones naturalistas. Bolívar,
por su parte, recorrió el territorio como centro móvil de una estrategia
militar cuyo resultado fueron los Estados nacionales de Colombia,
Venezuela, Ecuador, Perú y Bolivia. Por otra parte, estas obras, así como
el conjunto de las cartas, no sólo constituían un territorio en el que se
movían, sino también una huella aún mayor en el tiempo, y ambos
escribían con plena conciencia de estar alcanzando la posteridad y la
gloria, especialmente en el caso de Bolívar.

He tratado de marcar en qué se parecieron estos dos hombres en cuanto


a su capacidad de abarcar y dominar grandes territorios, como pocos
contemporáneos suyos lo hicieron. En lo que sigue de este trabajo,
trataré de mostrar algunos rasgos de cómo concibió Bolívar la geografía
del territorio en el que realizó sus campañas militares y sus construc-
ciones retóricas y políticas (el costado ideológico de su actuación
militar). Para ello voy a leer dos textos célebres: “El manifiesto de
Cartagena” y “Mi delirio sobre el Chimborazo”. En estos escritos resuena
la figura de Humboldt, y esas resonancias servirán para iluminar la visión
de Bolívar.

Áncash ante el bicentenario 190


En 1829 realizó un viaje de exploración científica a través de los Urales y
de las montañas Altái, en Rusia. Durante los últimos años de su larga vida,
Humboldt escribió una obra en cinco tomos, Kosmos (El cosmos, 1845-
1862), donde expone no solamente su amplio discernimiento sino
también la mayor parte del conocimiento geográfico y geológico de su
época. Kosmos se ha considerado el primer libro de texto de los
geofísicos.

Goethe, su gran amigo y admirador, ha de decir:

“América fue en Humboldt verdad y poesía, el asiento de la esperanza de la


humanidad”.

Alexander von Humboldt, murió en Berlín el 6 de mayo de 1859, siendo


inhumado el día 11 en la tumba familiar del parque de Tegel, cerca de
Berlín.

Admiraban científicos como Charles Darwin pero que prácticamente


cayó en el olvido fuera de Alemania y Latinoamérica. "Creo todos los niños
deberían aprender sobre Humboldt como aprenden sobre Isaac Newton o
sobre Darwin".

A doscientos cincuenta años de su nacimiento y más de doscientos años


de su visita al Perú, debemos recordar con pleitesía la inmensa obra de
tan eminente figura ampliamente admirada del siglo XIX, agigantándose
en el tiempo como verdadero ejemplo a futuras generaciones. Su apellido
se ha inmortalizado en 14 ciudades de EE.UU. y una en Canadá; montañas
en la Antártida, Norte y Sudamérica, Australia, Nueva Zelandia y Nueva
Celedonia, una corriente oceánica en nuestras costas del Perú; una bahía,
un condado, una universidad, un bosque de árboles en California,
riachuelos, parques, calles y avenidas e inclusive un mar de la luna.
Chimbote no olvidó bautizar con su nombre un centro educativo ubicado
en pueblo joven Miraflores Bajo, correspondiendo deber a maestros y
estudiantes irradiar la llama encendida y luminosa de su viva memoria y
trayectoria, con admiración y gratitud.

Estos trascendentales acontecimientos, nuestro Puerto y pueblos de la


costa ancashina visitados por el científico, debimos celebrar e instituir
ampliamente; sin embargo, pasan desapercibidas, nuestra preocupación
la advertimos en la Revista de Cultura “Bellamar”, Nº 13, junio de 1996.

Áncash ante el bicentenario 191


El año 2002 contagiamos la idea a estudiantes universitarios, estudiosos,
maestros, autoridades, periodistas y otros, considerar y poner en valor
la ruta o travesía Alexander von Humboldt entre Santa y Huarmey,
recorriéndola el día 12 de octubre, rememorando dichos parajes y
difundiendo la importancia de su vida y obra universal, rescatando su
aporte a lugares y pueblos nuesros. El olvido ha continuado, creyendo
fervientemente que cuando conozcamos verdaderamente esta inmensa
labor cumplida, nos reivindicaremos y tendremos la ocasión de leer y
conocer el verdadero valor de la eminencia científica. Mientras tanto el
suscrito, solo, pendiente del compromiso y aprovechando su día libre del
23 de setiembre, llenó su alforja de libros, revistas, folletos y cámara
fotográfica, enrumbó a Santa, Chimbote, Casma, La Gramita, Puerto
Culebras y Huarmey, comunicando mediante un breve escrito en
municipalidades, colegios, medios de comunicación, ciudadanos y
amistades, la inmensa deuda, desconocimiento e indiferencia con el sabio
alemán, explorador y viajero infatigable.

¡Honor, gratitud y gloria al sabio


ALEXANDER von HUMBOLDT!

Bibliografía

Alvarez Brun, Félix. “La ilustración y el Mercurio Peruano”. En: PERÙ:


presencia e identidad. Lima, Comisión Nacional Peruana del V
Centenario del Descubrimiento de América. 1993. 206 págs.
Encarta Enciclopedia. 2002
Meyer-Abich, Adolfo. HUMBOLDT. Barcelona, Salvat Editores, 1985. 189
págs.
Núñez, Estuardo y Georg PETERSEN G. El Perú en la obra de Alejandro de
Humboldt. Librería Studium, Lima, s/a. 261 pp.
Núñez, Estuardo y Georg PETERSEN. Alexander von Humboldt en el Perú.
Diario de viaje y otros escritos. Lima, Banco Central de Reserva del
Perú - Fondo Editorial. 2002. 311 pp. Ilus.
Vegas Vélez, Manuel. HUMBOLDT en el Perú. Lima, Centro de
Investigación y Promoción del Campesinado, 1991. 96 págs.

Hemerografía
Alvítez Moncada, Víctor Hugo. ALEXANDER von HUMBOLDT. Doscientos
años de su vista a Chimbote. Chimbote, folleto, 08 págs. 2002.

Áncash ante el bicentenario 192


Alvítez Moncada, Víctor Hugo. ALEXANDER von HUMBOLDT. Doscientos
años de su vista a Chimbote. ASTERISCO. Revista Cuatrimestral de
Actualidad y Cultura. Tercer milenio – Siglo XXI. Segunda época.
Huaras, Año XVII, noviembre 2002, Nº 13. Director: Francisco
Gonzáles.
BELLAMAR. Revista de Cultura. HUMBOLDT. En el litoral peruano. Año
VII, Nº 13. Chimbote, junio 1996. Director: Ernesto Cedrón León.
RAÍCES. Boletín Cultural Nor-Peruano. Año II, Nº 9, Lima, abril 2002.
Director: Jaime G. Ponce.

Lincografía

1. https://www.google.com/
2. https://es.wikipedia.org/
3. https://www.elcomercio.com/tendencias/alexandervonhumboldt-
simonbolivar-ciencia-historia-libro.html
4. https://www.portafolio.co/opinion/manuel-jose-cardenas/bolivar-
y-humboldt-514436
5. http://criticalatinoamericana.com/simon-bolivar-y-alexander-von-
humboldt-una-cuestion-de-tamano/
6. http//:crónicaspisadiablescas.com Director: Víctor Hugo Alvitez
Moncada.

Áncash ante el bicentenario 193


Jacinto Palacios Zaragoza:
Artista ancashino del Bicentenario
Carmela Fry Palacios 

Hay hombres que son producto del espíritu de su época,


de su tiempo. Ad portas del Bicentenario de la
Independencia Nacional, es imprescindible hacer el
balance y liquidación de doscientos años de construcción
de la República, desde el quehacer de muchos peruanos de origen y de
corazón que han hecho posible el Perú de hoy.

Tiempos tempestuosos de nuestro país, marcados por la derrota en una


guerra, la reconstrucción material y espiritual de un país, las haciendas y
las relaciones de servidumbre, los movimientos campesinos en auge
enfrentados al gamonalismo, el influjo del capitalismo y la aparición del
movimiento obrero, sus sindicatos de signo anarquista y socialista, el
surgimiento de partidos de masas como el otoñal APRA, el ascenso de las
clases medias y la Patria Nueva de Leguía -que celebró el centenario de
la independencia-, los preámbulos del movimiento indigenista en lo
político y lo artístico serán procesos que el futuro “Padre del Folklore
Peruano” Jacinto Palacios Zaragoza le tocará vivir, siendo como otros
ilustres peruanos, testigo y protagonista de una etapa histórica que selló
su sino y trayectoria personal, así como su identificación con los sectores
populares a los cuales él dio tributo con la letra y música de sus
canciones.

Jacinto Palacios Zaragoza, es producto de este sentir nacional de las


mayorías, marcado por su tiempo y cuya vena artística se constituirá en
la voz del hombre andino y peruano, enfrentando a su agreste y vasto
territorio, con el caro anhelo de encausar y alcanzar una sociedad justa,
matizando sus composiciones poéticas musicalizadas con la pluralidad
del amor y compromiso.

¡Los andes se estremecen


Carmela Fry Palacios. Limeña de raíces ancashinas. Docente del Área de
Comunicación del Colegio Militar Leoncio Pardo de La Perla, Callao. Fundadora y
directora del Taller Extramuro Póetico. Autora de libros de poesía y narrativa. Actual
integrante del Consejo Directivo de AEA.

Áncash ante el bicentenario 194


cuando por sus entrañas
emerge Jacinto Palacios Zaragoza!
¡Dejavú artista genial!
¡Si los paisajes hablaran contarían y cantarían
de tu voz, tus huellas;
de esa manera maestra de desgarrar las cuerdas!
Tu nieta Carmela

Jacinto Palacios Zaragoza, nació en la provincia de Aija el 26 de julio de


1900 en el departamento de Áncash. Sus padres se conocieron en la
conservadora Aija de 1898, ellos fueron: Toribio Ortiz Fernández,
intelectual, hombre de letras, redactor de discursos políticos, cantante y
guitarrista; y Genara Palacios Zaragoza, de ocupación panadera, quién se
encargaba de la venta, distribución de panes y afines en las festividades
de toda la provincia y lugares aledaños y quien lo registraría con sus
apellidos por convencionalismos de aquel tiempo.

A los siete años inicia su periplo por el mundo del arte a través de su
canto y la guitarra, en el Centro Escolar N° 336 de la ciudad de Aija, donde
perfeccionó su técnica musical a la par de las clases tradicionales.

Cursó sus estudios secundarios en el Colegio de La Libertad de Huaraz


(Áncash). Continuó su quehacer artístico musical en las distintas
latitudes de su lugar de origen. A los veinte años ya era un consagrado y
reconocido cantautor - guitarrista cuya praxis lo convertirá en uno de los
forjadores de la identidad nacional.

Entre las composiciones rescatadas de su autoría tenemos:

Adiós contento, Adiós cordillera, Adiós puna querida, Agarro mi guitarra,


Amapolita, Amor andino, Ay de mí, Carta más carta, Chacha Coma,
Caudillo Indio Atusparia, Cóndor, Conococha, Cordillera Blanca,
Cordillera Negra, Crueldad, El desgraciado, El indiecito, El lunar de mi
china, El miserable, El Obrero, El ruiseñor, Falsa ilusión, Frío corazón,
Huanchaco, Huay Catay, Ingrata palomita, La colina, Lágrimas de indio,
Laguna de Conococha, La última noche, Lejos y ausente, Linda peruana,
Los consejos de tu madre, Luis Pardo, Lunes de carnaval, Maldito quien
dijo amor, Me voy cholita, Mi partida, Mujer Andina, Nevado de
Huascarán, Paloma blanca, Palomita Cuculí, Paz en mi vida, Perla,perlita,
Quejas en la puna, Quizás,quizás, Río Santa, Ruinas de Chavín, Se va tu

Áncash ante el bicentenario 195


amante, Sin rival, Sueños vanos, Te vi, te quise, te amé, Todas las aves del
campo, Todo se puede olvidar, Todos queremos, Sol de sierra, Una
palomita, Yerba buena, Yo soy cómo las palomas, Zorro negro y Zorro,
zorro.

Los temas centrales abordados por Jacinto Palacios versan sobre el amor
romántico, los infortunios e hitos que afronta el ser humano, la valora-
ción del hombre y su labor en la tierra, las minas, el campo, la
heterogénea riqueza natural andina, personajes y justicieros de la época.
Considero que su temática dominante bordea lo social y lo amoroso.

¿Forjador de nuestra identidad nacional popular?

Sí, porque inicia su quehacer artístico musical, participando en las


diversas manifestaciones culturales de su pueblo natal, primero; y en su
largo derrotero, por el interior del país irá incorporando a su repertorio
toda la riqueza del arte y folklore de nuestros pueblos; carnavales,
semanas santas, fiestas patronales, reuniones comunales, eventos fami-
liares, amicales entre otros, a la par; va consolidando su calidad creativa,
poética, musical en torno a los acordes nativos, andinos y criollos, a
través de géneros variados como el huayno, el triste, el pasacalle, la
chuscada, la danza, el vals, la marinera, el yaraví, el tondero, entre los
principales.

Llevando su arte por gran parte de nuestro territorio nacional,


transportándose por los difíciles caminos de trocha de la era -una heroica
travesía hoy – se irá forjando la leyenda del “Bardo Aijino”.

María Alvarado Trujillo "Pastorita Huaracina" (1930-2001) reconocida


como Patrimonio Cultural Viviente de la Nación, será una de las mayores
intérpretes de las composiciones de Jacinto Palacios.

Despliegue artístico:

Integró el conjunto Ancashino Atusparia. (Invitado especial).


Acompañó con su guitarra a intérpretes como: Ima Súmac, Pastorita
Huaracina, Guillermo Urbina.

Acompañó con la Guitarra a Moisés Vivanco y al gran Charanguista Jaime


Guardia.

Áncash ante el bicentenario 196


Fue: Retratista, Dibujante y Pintor.

Cantautor Popular de Nuestra Patria se convierte en Artista Oficialmente


presentándose en diversos concursos en: Coliseos, emisoras radiales,
teatros, auditorios y otros.

Principales Premios

Tema Premios Institución Año


Medalla de Oro y Municipalidad
El Obrero 1929
Diploma de Honor del Rímac
Solista de Guitarra Municipalidad
Diploma de Honor 1933
y Canto de Huaraz
Solista de Guitarra Medalla de Plata y
Pasco 1935
y Canto Diploma de Honor
Mujer Andina Medalla de Oro y
Huánuco 1935
(Tema) Diploma de Honor
Certamen Los Medalla y Diploma de
1948
Andes Honor

El Ministerio de Educación, mediante la figura del notable escritor


emblemático José María Arguedas (Representante de Bellas Artes) le
confiere el cargo de Director de la Academia de Arte Folclórico de Huaraz
(Sito en el antiguo Jr. Huancavelica N° 426-Huaraz) desde el año 1945,
hasta el año 1951.

En el distrito de Chavín de Huántar, el 15 de agosto de 1926 es invitado


por el distinguido Señor Adrián Coral Sáenz (De familia aristocrática,
quién contrató al mejor Guitarrista y Cantautor del departamento) a
participar artísticamente (Desde la serenata, hasta el cierre de la gran
fiesta) en el quinceañero de su hija Benilde Coral García.

Cupido, hizo su labor en los corazones de Jacinto y Benilde quienes se


conocieron, amaron y casaron el 06 de agosto de 1928.

Trayectoria y devenir:

A pesar de la oposición materna, su talento innato, lo volcó en la ciudad


de Huaraz, capital del departamento de Áncash, donde fue acogido,
admirado por los espectadores, audiencia y círculos de artistas, por su
Áncash ante el bicentenario 197
calidad interpretativa, inventiva, en sus poemas musicalizados y
digitados por él, con su fiel compañera la guitarra de dos manceras, que
el artista diseñó; el dibujo, la pintura, también lo plasmó Jacinto Palacios
(Conocido en aquel entonces como el Trovador de Aija) con destreza
suigéneris, como lo evidencian su autorretrato y el lienzo al Apóstol
Santiago.

Transcurrieron los años y después de haber viajado por diversos lugares


de la sierra peruana, tuvo como reto residir en Lima, a pesar del difícil
contexto, para él y su familia. En el año 1923 llegó a Lima a realizar
diversas presentaciones musicales en múltiples escenarios.

En el año 1928 viaja a la capital del Perú con su Mujer Andina, su esposa,
María Benilde Asunción Coral García y posteriormente, nacieron sus
hijos Aurora, Alfredo, Olga y César Jacinto Palacios Coral, residiendo en
un departamento de 2do. piso, en El Porvenir cerca al parque Cánepa, del
distrito de La Victoria.

Ya en Lima, era conocido como el Trovador Ancashino o Bardo Aijino,


decidió actuar artísticamente como solista, aunque líneas precedentes se
cita que acompañó a diversos artistas de la época.

¿Por qué solista?

Porque él brillaba con luz propia (No lo manifestaba, se infiere por su


trayectoria, evidencias y discos producidos en el mercado musical).

Reunía una voz portentosa, toque magistral de cuerdas, composiciones


suyas en variados géneros, el amor familiar y el apoyo incondicional de
su musa la Mujer Andina, jugaron un rol preponderante en su carrera
artística.

Reiterando, él se presentó en coliseos, teatros, centros musicales,


emisoras radiales, alternando con el dictado de clases de guitarra, para
ser el soporte de su familia.

Es menester acotar que el sobrino nieto del Bardo Aijino: J. L. Palacios.,


se ha apoderado ilegítimamente (Año 2008) del legado del Trovador
Ancashino y el señor A. Sotelo de tres cuadernos manuscritos que
contienen trescientos temas, que solicitó en calidad de préstamo en el

Áncash ante el bicentenario 198


año 2000 (Que se cumplía el centenario de su nacimiento) a un familiar
del artista, argumentando que organizaría un gran homenaje a Jacinto
Palacios.

Coincidentemente a partir del año 2008 (en que falleció el hijo mayor de
Jacinto), el mencionado sobrino, empieza a publicar en Youtube los
temas musicalizados y otros videos del Legado de Jacinto Palacios, hecho
que la familia Palacios (descendientes directos) están sumamente
agradecidos solo por la difusión.

Existen dos cartas originales escritas y cursadas por su hija Olga Palacios
Coral, que reclama e invoca a los dos señores citados, la devolución del
Legado y cuadernos con la finalidad de centralizar toda documentación
de JPZ en un “Fondo Documental” en la Biblioteca del Club Áncash o
Ministerio de Cultura para preservar su legado y brindar el acceso a los
familiares, investigadores y público en general.

Confluencia entre tres leyendas

Luis Pardo Jacinto Palacios José M. Arguedas


El bandolero Bardo aijino El hombre
Benefactor Trovador ancashino El escritor etnólogo
(1874 - 1909) (1900 - 1959) (1911 - 1969)
XIX XX XX XX
Chiquián – Áncash Aija – Áncash Andahuaylas – Apurímac
Justiciero Temerario Ícono musical Investigador del folklore
Folklorista Escritor emblemático
Temerario
Revolucionarios comprometidos sociales
Dirigió su propia banda de Exponentes de la Cultura Nacional bilingüe (Quechua y
justicieros. castellano).
Se inclinó por el arte y la Integraron círculos de artistas - escritores, amantes de la
música. música, cultura y arte nativo.
Entablaron una sólida y prolífica amistad.
Ambos referentes asumieron direcciones, jefaturas
administrativas artísticas y culturales.
Defendió a las mayorías Creó, escribió, cantó y tocó Investigador, escritor cantó
explotadas por el abuso, la guitarra en pro de la justicia y reivindicó al hombre
tiranía y la corrupción de los social del hombre andino. campesino, mediante su
gamonales y autoridades de Recorrió el territorio labor de etnólogo,
turno. peruano interpretando sus antropólogo, literato,
composiciones musicales periodista, traductor y

Áncash ante el bicentenario 199


Padeció la marginación para combatir la maestro en los
social. marginación. departamentos de Cuzco y
Recorrió los Andes Vivió el desamparo de la Lima.
peruanos. figura paterna, que fue
compensado con el amor Afrontó la marginación, el
Afrontó la muerte de sus de su madre, esposa e maltrato de su madrastra y
padres, mujer e hijo. hijos. la ausencia de sus
Maestro de guitarra en los progenitores.
Sufrió cárcel y persecución. departamentos de Lima y
Se tejió toda una saga de Áncash. Publicó grandes obras de
sus hazañas bandoleras y Grabó discos Long play, a su autoría.
su identificación con los carbón y sus
desposeídos. composiciones musicales, Sufrió cárcel por su
fueron registradas en la actividad política.
Murió acribillado. Biblioteca Nacional. Un ser de tan
Autor de trescientas extraordinaria valía y
composiciones. sensibilidad.
Admirador del Bandolero le Se suicidó.
dedicó el tema Luis Pardo.
Muerte natural.

La obra musical de Jacinto Palacios Zaragoza


y su impacto en el bicentenario

Ruta:

Jacinto Palacios Zaragoza condujo su arte musical, desde su natal “La


Perla de las Vertientes”, llevándolo por distintos pueblos, caseríos, valles,
provincias y departamentos de nuestro Perú, durante cincuentaidós
años de su vida (1907-1959).

Considerado el Primer Ídolo de la Juventud de Aija- Áncash para Lima.

Abrió el camino en la capital de nuestra patria, a los artistas y difusores


culturales de nuestro Ande, posteriores al año 1923, en que él incursionó
en nuestra capital, brillando en distintos escenarios con su temática que
versaba sobre el amor, el desamor, la soledad, la mujer amada, la
marginación, la injusticia, la heroicidad, la fauna, la flora, los paisajes, los
tributos a personajes y/o pueblos, lugares icónicos, la nostalgia, la
muerte, la vida y otros.

Áncash ante el bicentenario 200


Participó el Bardo Aijino con el gran José María Arguedas, en Encuentros
artísticos- musicales- folclóricos.

Fue invitado a presentarse con distinguidos conjuntos musicales de la


época como el Grupo Ancashino Atusparia.

Defensor acérrimo de nuestro folclor nacional.

Recibió galardones de manos de dos presidentes del Perú:


- Augusto B. Leguía. Año 1929 Tema: El Obrero Medalla de Oro y
Diploma de Honor.
- Óscar R. Benavides. Año 1935 Tema: Mujer Andina Medalla de Oro y
Diploma de Honor.

Palacios, fue autodidacta, denominado también el Padre del folklore


peruano, al constituirse en el precursor de nuestra música y cultura de
los andes, porque introdujo nuestra música vernacular en Lima, la capital
del Perú (Diversos géneros y muy en particular el huayno) que caló y
conquistó las almas de las mayorías provincianas y limeñas.

Trascendió y trasciende las fronteras de nuestro país, sus temas son


interpretados por artistas reconocidos y público extranjero.
Fundador del Centro Cultural Artístico Aija, en Lima.
Otros instrumentos ejecutados por Jacinto:
Amado, cruzado o diablo
Arpa
Huamaliano y
Baulín.

Experto y genial en improvisar versos y registrarles notas musicales;


crear contrapuntos, fugas y estrofas en quechua también.

En el año 2015 la Obra Musical de Jacinto Palacios Zaragoza, fue


declarada Patrimonio Cultural de la Nación por el Ministerio de Cultura.

Principales tributos dedicados al Trovador Ancashino:

Diciembre de 2014 La Perla, Callao.


Homenaje Tras las huellas de Jacinto Palacios Zaragoza, organizado por
El Colegio Militar Leoncio Prado y Carmela Fry Palacios.

Áncash ante el bicentenario 201


Participación musical:
Olga Palacios Coral (Canto).
William Fry Montoya (discurso).
Grupo Musical Hermanos Ortiz y Paulina del Perú.
José Palacios Polo (Guitarra y canto).
Taller Extramuro Poético (Poesías)
Familiares y público en general.

Febrero de 2015/ Programa Caras de la Cultura, Canal 19 San Miguel,


Lima.
Director Manuel López Rodríguez, Secuencia: Tras las Huellas de Jacinto
Palacios Zaragoza.
Conducción del Programa Carmela Fry Palacios y José Palacios Polo.
Participación:
Olga Palacios Coral (Entrevista y canto)
William Fry Montoya (Entrevista)
Luis Salazar Mejía (Entrevista y guitarra)
José Palacios Polo (Guitarra y canto)
Marco Villafuerte (Guitarra)
Taller Extramuro Poético (Poesías).

Agosto de 2015/ Centro Cultural Artístico Aija, Lima. Homenaje


organizado por el Presidente del CCAA Rigoberto Regalado Tamariz y
Carmela Fry Palacios (Maestra de Ceremonia y conductora del
Programa).
Participación Musical:
Grupo Musical Hermanos Ortiz y Paulina del Perú.
Carlos Osorio (Discurso de la Semblanza de JPZ y Mesa de Honor).
Olga Palacios Coral (Canto y Mesa de Honor).
Luis Alberto Salazar Mejía (Guitarra).
José Palacios Polo (Canto y guitarra).
Marco Villafuerte (Guitarra).
Teodoro Gamboa (Guitarra).
Rodrigo Paúcar (Guitarra y canto).
Aurora Palacios Coral (Mesa de Honor).

Agosto de 2016/ Casa José Carlos Mariátegui, Lima.


Homenaje a Jacinto Palacios Zaragoza, Declaratoria de su Obra Musical
Patrimonio Cultural de la Nación.
Organizado por Fanny Palacios Izquierdo y Carmela Fry Palacios.

Áncash ante el bicentenario 202


Participantes:
Los Hermanos del Ande, José Salazar Mejía y Luis Salazar Mejía
(Guitarras y canto), Olga Palacios Coral (Canto).
Julio Humala (Canto y guitarra).
David Vega (Guitarra).
Margot Palomino (Canto).
Rolando Carrasco (Guitarra).
Rodrigo Páucar (Guitarra y canto).
Elver Villalva (Canto).
Familiares y público en general.

Diciembre de 2015 Revista Faro N 10


Director y Editor Ing. Hugo Aguilar Ardiles, del artículo: Legado musical
de Jacinto Palacios Zaragoza, Patrimonio Cultural de la Nación.
Asociación Áncash- Perú- New Jersey- USA

Junio de 2017, El Club Áncash - Jesús María, realizó un Homenaje a los


compositores ancashinos, organizado y dirigido por el Director de
Cultura Filomeno Zubieta Núñez, emitió un Diploma de Reconocimiento
al Compositor Mayor de la Canción Ancashina y Andina: Jacinto Palacios
Zaragoza, otorgándolo a las hijas del Trovador Ancashino: Aurora y Olga
Palacios Coral, quienes dejaron un Cuadro del autorretrato de su padre
(Dibujado y pintado por J.P. Z.) que fue colocado en la Galería Chavín de
Huántar del mismo club.

Participación de artistas, familiares y público en general.


Julio de 2019, Lima.
Obra: Retratos de Viento y de Fuego, del autor Bruno Portuguez Nolasco.
Figura un Óleo dedicado a Jacinto Palacios Zaragoza y sucinta biografía
(Página 46).

Julio de 2020/ El Club Áncash mediante la iniciativa del Poeta Julio


Villanueva Sotomayor y la Lic. Mariluz Antúnez Rodríguez, rindieron un
emotivo Homenaje vía zoom, en conmemoración de los ciento veinte
años de natalicio Jacinto Palacios Zaragoza.
Participantes:
Princesita de Yungay (Entrevista y canto, temas de JPZ).
Hermanos Ortiz y Paulina del Perú (Canto y guitarra temas de JPZ).
Rogger Alzamora (Disertación JPZ y poemas).
Carmela Fry (Semblanza JPZ).
Marco Villafuerte (Guitarra, temas de JPZ).
Áncash ante el bicentenario 203
Es preciso agradecer a Los Hermanos del Ande, José Antonio y Luis
Alberto Salazar Mejía por la valiosa gestión en pro de reivindicar,
difundir con su investigación y arte la Obra Musical del Bardo Aijino.
Mario Cerrón F, Gerente de Radio Inkarri, Chiquianmarca Chiquian,
Revista Digital bajo la Dirección de Armando Zarazú A, Comprometidos
con Aija, bajo la Conducción de Elmer Carrillo H. y Eva Bayona, Aija Tierra
de Imanes, a cargo de la Dirección de Edilberto Antúnez, Los Hermanos
Ortiz y Paulina del Perú, Margot Camones, Manuel López R, Carlos Anaya
Mantilla, Orgullo Aijino y otros Grupos de Fb, artistas e investigadores,
que vienen realizando una serie de tributos de reconocimiento y difusión
de la labor, el despliegue y la trascendencia musical del Trovador
Ancashino.

Julio de 2021/ Programa Caras de la Cultura fb y radio. Director Manuel


López Rodríguez Homenaje a JPZ, porque se conmemoró sus ciento
veinte años de nacimiento.

Junio de 2021/ AEA Áncash ante el Bicentenario (-III-)


Artículo, Jacinto Palacios Zaragoza: Artista ancashino del Bicentenario-
Carmela Fry Palacios.

Existen Conjuntos musicales denominados Jacinto Palacios Zaragoza,


una calle, un parque y el Teatro Municipal Jacinto Palacios en la provincia
de Aija.

Con todas las evidencias antes expuestas se precisa Declarar a Jacinto


Palacios Zaragoza: Artista Ancashino del Bicentenario.

Áncash ante el bicentenario 204


Un ancashino con mente universal
(Breve semblanza del Historiador, Maestro y
Diplomático pallasquino Félix Álvarez Brun) 1
Bernardo Rafael Álvarez 

Hace unos años escribí que Pallasca, es “un pueblito


de la sierra ancashina, bello, saludable y acogedor,
por sus paisajes infinitos, por su clima y por el calor
imantado de su gente, que es capaz de atraer al más
distante de los humanos, convirtiéndolo en huésped
perpetuo de su corazón”, y agregué que, “no obstante
sus ostensibles bondades, sufre la relativa escasez del
líquido elemento”, razón por la cual “desde muchos años atrás,
socarronamente se les asignó a sus pobladores el mote de ‘chupabarros’
que, más que como ironía agraviante, ha sido asimilada, con espíritu
alegre, como un estímulo y acicate para procurar la satisfacción de las
necesidades y mirar hacia adelante con optimismo y dignidad”.2

Bueno, aunque quizás pueda parecer medio grotesco, tengo que decirlo:
voy a hablar, precisamente, de un “chupabarro”, es decir, de un
pallasquino: un intelectual que es considerado por la prestigiosa
Enciclopedia Lexus, como uno de los “grandes forjadores del Perú”.

Nuestro personaje (al que acabo de aludir, con lo que es casi un


“gentilicio” para nosotros) nació en la ciudad de Pallasca. Hijo (el
penúltimo de los varones) de don Manuel Jesús y doña Alejandrina. Sus
estudios primarios los cursó en la Escuela 293, a cuyos profesores
siempre recuerda con cariño: Alonso Paredes, Miguel Elías Villavicencio

1 El título de la presente semblanza se lo debemos al recordado maestro Luis Alberto Sánchez, quien
escribió –respecto de Áncash, una historia regional peruana” lo siguiente: “… libro de un historiador
enamorado del paisaje, de un ancashino con mente universal” (Suplemento dominical del diario El Día.
Montevideo, Uruguay, 25 de agosto de 1970).
 Bernardo Rafael Álvarez.-Natural de Pallasca. Poeta, ensayista y escritor. Forma parte

de la llamada "Generación del 70”, segunda hornada. Abogado de profesión. Estudió


cooperativismo y administración en la UNFV y la Universidad Garcilaso. Estudió
lingüística en la UNMSM. Cuenta con libros de poemas y relatos, muchos en las redes
sociales.
2 B. R. Alvarez. Historia de un eclipse. Lima, 2001

Áncash ante el bicentenario 205


y Víctor Arnoldo Ramos. Aún púber y “primarioso”, puso de manifiesto
su inteligencia e inclinación por los estudios aunque, como él mismo llegó
a reconocer, fue tal vez el más inquieto y distraído de los alumnos, y por
ello –en más de una ocasión- uno de los docentes mencionados -en los
primeros años de primaria-, como castigo cuando no acertaba en alguna
respuesta, le “cogía la pelambre de la sien –pues le gustaba shipir-”3 y lo
empujaba violentamente contra la pizarra, mientras decía a los demás
estudiantes: “Este es el más torpe de la clase”. Sin embargo, y por
justificadas razones, este jovenzuelo capaz de sacar “canas verdes” a sus
maestros fue invitado a impartir durante una corta temporada, lecciones
relacionadas con astronomía en la escuela de mujeres de la localidad. Su
vocación docente, pues, ya comenzaba a ponerse de manifiesto
tempranamente.

La educación secundaria la inició y continuó, hasta el cuarto año, en el


Colegio Nacional San Juan de Trujillo, culminándola en el Colegio
Nacional Nuestra Señora de Guadalupe de Lima. En esta etapa, su interés
por la cultura, venido desde la niñez gracias a que fue contagiado por su
padre –lector cotidiano e impenitente-, iba acrecentándose

Al empezar la década de 1940, ingresa en la Universidad Nacional Mayor


de San Marcos y sigue estudios en la Facultad de Letras, convirtiéndose
en uno de los más conspicuos discípulos de eminentes catedráticos e
intelectuales de la talla de Julio C. Tello (el padre de la arqueología
peruana), Luis E. Valcárcel, Mariano Iberico, Jorge Basadre y Raúl Porras
Barrenechea, historiador, maestro y diplomático de sobresaliente rele-
vancia quien, con la perspicacia que le era inherente pudo reconocer en
su alumno las excepcionales cualidades y los méritos por los cuales la
Universidad de San Marcos lo convirtió en auxiliar de la cátedra de
Historia del Perú -Conquista y Colonia- que dictaba el prestigioso
maestro. Poco tiempo después, la Cancillería lo incorporó como
Ayudante en la Dirección de Asuntos Culturales. Para entonces, ya se
había matriculado en la Facultad de Derecho.
Unos años después, en 1948, el maestro Porras es designado por el
Presidente José Luis Bustamante y Rivero, para presidir la Embajada del

3 Shipir: Coger y jalar o sacudir con violencia la pelambre de la sien, generalmente como castigo
(antiguamente lo hacían los profesores primarios, a algunos alumnos que se portaban mal o no
contestaban correctamente las preguntas que se les hacía).

Áncash ante el bicentenario 206


Perú en España, y su delegación, integrada, entre otros, por Manuel
Mujica Gallo y Guillermo Lohmann Villena, también contó con la pre-
sencia del destacado estudiante pallasquino de Letras y de Derecho, que
viajó en la condición de Tercer Secretario del Servicio Diplomático. Esta
misión duró poco: todos sus miembros solicitaron su pase a dispo-
nibilidad, o se retiraron, como protesta por el agravio a los símbolos
patrios en el Consulado de Valencia y la pusilánime e indecorosa actitud
del gobernante peruano (Manuel Odría) que hacía poco había asumido el
poder tras derrocar al Mandatario democráticamente elegido. Es decir,
la decisión de dar término a la misión diplomática y emprender el
retorno, se hizo –como no podía ser de otro modo- en olor de patriotismo
y dignidad.

Su corta permanencia en España, sin embargo, le permitió al joven


intelectual pallasquino vivir dos experiencias valiosísimas: escuchar, con
provecho superlativo, las lecciones que el más egregio filósofo español,
José Ortega y Gasset, dictaba en el Instituto de Humanidades de Madrid;
y, codo a codo con el doctor Porras, desempolvar legajos, de difícil
lectura -que pudieran haber sucumbido víctimas del tiempo, la humedad,
las polillas y los roedores-, desentrañando, gracias a su destreza en la
tarea heurística y paleográfica, invalorables informaciones de primera
mano acerca de la vida del Inca Garcilaso de la Vega en Montilla, ciudad
que cobijó, anónimamente, al autor de Los Comentarios Reales durante
treinta años.

Tras su regreso a la Patria se graduó en Historia y posteriormente en


Derecho, obteniendo en ambos campos el doctorado respectivo. Ya
dictaba cátedra en San Marcos y, desde cerca de diez años atrás, clases
de Historia en el Colegio Nacional Alfonso Ugarte; y, después, en la
Pontificia Universidad Católica del Perú, el curso de Historia del Derecho
Peruano.

La Historia, disciplina a la que se dedicó con entusiasmo y acendrado


cariño, comenzaba ya a dar sus frutos y reconocimientos. En 1955 se hizo
merecedor del Premio Nacional Inca Garcilaso de la Vega, por la biografía
de José Eusebio de Llano Zapata y, luego, por su trabajo titulado La
Ilustración, los Jesuitas y la Independencia Americana, fue galardonado en
el Premio Javier Prado con publicación de la obra por el Ministerio
de Educación. En mérito al valor de su desempeño intelectual, llegó a ser
incorporado como miembro de número de la Academia Nacional de

Áncash ante el bicentenario 207


Historia y de la Sociedad Peruana de Historia, y fue elegido Presidente
del Instituto Raúl Porras Barrenechea, Centro de Altos Estudios e
Investigaciones Peruanas de la Universidad de San Marcos, entre otras
Instituciones e importantes Comisiones como la Comisión Nacional del V
Centenario del descubrimiento de América y la Presidencia de la
Comisión Nacional del Centenario de Víctor Andrés Belaúnde. Gracias a
las denodadas gestiones que llevó adelante como Presidente de la
Comisión Peruana de Alto Nivel para el Patrimonio del Mundo, pudo
lograr que la UNESCO reconozca como patrimonio mundial a Chavín de
Huántar, al Parque Nacional del Huascarán y a otros monumentos y
santuarios que son riqueza inalienable e irrepetible de nuestro país.

Como diplomático, fue condecorado con la Orden del Sol del Perú, Orden
San Carlos de Colombia, Orden Vasco Núñez de Balboa de Panamá,
Caballero de Madara de Bulgaria y La Gran Cruz de Plata de Austria,
habiendo cumplido a cabalidad y con prestancia las representaciones
como Delegado Alterno ante la UNESCO y Embajador ante Panamá y
Bulgaria, y dirigido la Academia Diplomática del Perú.

Por su destacada trayectoria docente, fue distinguido como profesor


emérito de la Universidad Decana de América y reconocido por el Estado
peruano con las Palmas Magisteriales, en el grado de Amauta.

A toda esta apretada e incompleta reseña de la trayectoria de nuestro


ilustre paisano, hay que sumar el hecho de que a él se debe más de una
veintena de obras bibliográficas, de las cuales probablemente la más
importantes sean estas nueve: Vida y Obra de José Eusebio de Llano
Zapata (1955), La Ilustración, los Jesuitas y la Independencia
Americana (1957), Áncash Histórico (1958), Apuntes sobre Carrió de la
Vandera, autor del Lazarillo de Ciegos Caminantes (Toulouse, Francia,
1965), Áncash, una historia regional peruana (1970), Visión Integral del
Perú: Raúl Porras en Costa Rica (1986), Sierra de mi Perú (1988), Raúl
Porras Barrenechea, diplomático e internacionalista (1996) y el
enjundioso estudio que como prólogo precede a El Legado
Quechua (2000) del maestro Porras. De estas, merece ser destacado, por
lo valioso para nosotros los ancashinos, Áncash, una historia regional
peruana que es -estoy convencido- el trabajo más riguroso, integral y
bello que se haya escrito sobre nuestro fértil pasado y el más valioso
aporte y legado del que debemos enorgullecernos.

Áncash ante el bicentenario 208


Aunque impreso en enero (en la imprenta de don Pablo L. Villanueva),
este libro (del que solo voy a reseñar unos cuantos tópicos) salió recién
a la luz en el mes de junio de 1970, y es la coronación del trabajo iniciado
en 1958 con la publicación de una antología de ensayos arqueológicos e
históricos -hecha a pedido de Carlos Eduardo Zavaleta- en el pequeño
volumen titulado Áncash histórico, de la colección Libros para Áncash.

En Áncash, una historia regional peruana nos dice y demuestra que


nuestro departamento “ha seguido una línea indeclinable en favor de la
libertad, de los derechos cívicos y de la justicia” y que en todo momento ha
estado dispuesto a hacer “frente a toda dominación extraña a la región o
al país”, y que siempre ha protestado y se ha puesto rebelde frente a los
abusos del poder y de la fuerza. Un departamento, su gente, con dignidad,
pues.

Comienza hablando de Chavín, y afirma que “en Áncash aflora por


primera vez la simiente de nuestra nacionalidad, grabada en las imágenes
idealizadas de seres mitológicos –felinos, cóndores y serpientes- y en un
inicial asomo de conciencia religiosa inspirada en el amor de lo telúrico y
en el temor de lo sobrenatural”.

Nos habla, también, con justo orgullo, del extraordinario arte lítico de
cultura Pallasca puesto de manifiesto especialmente en el trabajo
escultórico: “Los rasgos humanos –nos dice-, en manos de los escultores
pallasquinos, adquieren una impresionante grandeza expresiva”. “Los
sentimientos de severidad y nobleza –agrega- son fijados mediante líneas
simples magníficamente trazadas y talladas”. Esto, concluye, “revela, por
consiguiente, una cultura superior entre los pueblos de la época
precolombina”. Por otra parte, expone, pulcra y minuciosamente, la tesis
según la cual Andamarca, el pueblo “que hoy se considera perdido no es
otro que el de Pallasca”, cercano al Tablachaca, río en cuyas
inmediaciones –según el viajero Charles Wiener- fue ejecutado Huáscar,
el ultimo inca legítimo del Imperio Incaico.

Como sabemos, Pallasca es la única provincia de la sierra ancashina


donde no se habla el quechua. Nuestro autor explica: Allí se hablaba la
lengua culli, sobre la cual los incas trataron de imponer el quechua pero,
al llegar muy pronto los conquistadores españoles, la imposición más
rotunda, contundente e irreversible fue la del idioma europeo; desapare-

Áncash ante el bicentenario 209


ció el quechua, que apenas comenzaba a arraigarse en la zona, y empezó
a disminuir el uso del culli.

Hice referencia al hecho de que Áncash ha sido adverso “a toda domina-


ción extraña a la región o al país”. Sí, pues; y eso viene desde épocas muy
remotas. El libro alude especialmente a los Conchucos, Huaylas o Huaras
y Piscobambas, que según Garcilaso, Cieza y otros cronistas eran pueblos
belicosos y rebeldes, que no se dejaron dominar tan fácilmente por los
incas. También nos recuerda que, siglos después, cuando se produjo la
invasión chilena, el pueblo de Pallasca puso de manifiesto su arrojo y
patriotismo negándose a cumplir las órdenes de los jefes militares
enemigos y, más bien, se enfrentó, en desigual batalla (haciendo uso de
garrotes, piedras y armas arrojadizas), dando excepcional muestra de
dignidad que le costó, como heroico saldo, decenas de muertos y heridos.
“Un hombre, Pedro Campos –cuenta nuestro autor-, es atado a la cola de
un caballo cerril con el fin de obligarlo a callar, pues a pesar de habérsele
cortado la lengua seguía dando vivas al Perú y mueras a Chile”; Gorostiaga,
el jefe chileno, llegó a informar a su superior, así: “Al entrar a Pallasca
encontré al pueblo en actitud hostil (…) Con este motivo se trabó un
combate entre la vanguardia y los revoltosos que se resistieron con valor y
que concluyó por la dispersión y muerte de gran número de estos”…”

Especial atención merece la magistral reseña respecto de aquello que


ocurrió tras la infausta guerra con Chile: “Áncash –dice nuestro autor- se
ve muy pronto convertido en escenario de uno de los movimientos de
reivindicación social más notables del Perú republicano”, cuya causa fue –
continúa- “la constante explotación y maltrato a los indígenas desde los
lejanos tiempos de la Colonia”, a lo que se sumó “el llamado ‘trabajo de la
República’, obligatorio y hasta forzado” a que fueron sometidos “por las
medidas abusivas de las autoridades”. ¿Quién condujo este movimiento?
Pues el huaracino Pedro Pablo Atusparia.

Uno de los más bellos textos sobre Pallasca y, en general, sobre la sierra
de Áncash, es el titulado precisamente Sierra de mi Perú, publicado en el
libro del mismo nombre, en 1988, y en el que se hace una menuda
descripción de algunos aspectos de la vida en los Andes, echando mano
incluso a expresiones propias del castellano pallasquino. Y hay, allí, una
muestra de comprensible regocijo y amor telúrico, y quizás por ello son
citados estos versos de Vallejo (que, además, sirven para dar título al

Áncash ante el bicentenario 210


libro): “¡Sierra de mi Perú, Perú del mundo, / y Perú al pie del Orbe; yo me
adhiero!”.

En ese libro encontramos, también, lo que sería, virtualmente, la primera


tesis que nos informa que el fundador de Chimbote fue el pescador Pedro
Nolasco Días, quien, con su familia, fue el primer habitante de la zona, a
donde llegó “allá por el año de 1760”. La vida y obra altamente meritoria
que honra y debe enorgullecer a los ancashinos y a la cual he dedicado
esta necesariamente incompleta reseña biobibliográfica, corresponde
(¿a quién más?) "al erudito, historiador y varias veces académico" (como
lo llamó nuestro narrador Carlos Eduardo Zavaleta)4 y que es sin duda
uno de los más importantes valores nacionales que ha dad Ancash, el
doctor Félix Álvarez Brun, aquel que "con la capacidad de síntesis y el
sentido de emoción peruanista" -que elogiara Aurelio Miro Quesada-
señalo lúcidamente, que el Perú es "una continuidad en el tiempo y una
totalidad en el espacio, dentro de cuyos parámetros se entretejen todas
aquellas virtudes, defectos y esperanzas que constituyen nuestra
personalidad nacional.5 Un escritor al que, por otra parte, Luis Alberto
Sánchez calificó como "un historiador enamorado del paisaje" y "un
ancashino con mente universal". Un escritor -agrego yo- cuya prosa,
fluida y culta, pone de manifiesto un extraordinario y bello estilo
descriptivo y detallista -casi a la manera de Azorin- que convierte a su
lectura no solo en una rica fuente de conocimiento (gracias a las
rigurosas y bien documentadas referencias históricas que nos ofrece),
sino en una innegable experiencia de placer, pues -en buena cuenta- se
trata también de literatura.

Hace mucho tiempo lo dije repetidamente y hoy vuelvo a decirlo: Creo


que sería necesario y muy recomendable que –como una muestra de
gratitud- el Club Ancash, institución representativa de nuestro
departamento en la Capital de la República, se encargase de
reeditar Áncash, una historia regional peruana, porque este libro es –lo
digo una vez más- un valiosísimo aporte y legado a la cultura ancashina
y que debiera ser motivo de orgullo para nosotros.

4 C. E. Zavaleta. Discurso de recibimiento, como nuevo académico, en el Instituto Ricardo Palma.


5 Aurelio Miró Quesada. En: Perú, presencia e identidad. Lima, 1992.

Áncash ante el bicentenario 211


Un ancashino en la bioquímica
peruana y mundial
Vladimir Villavicencio Angulo 

Corría la década del 60 del siglo pasado y una serie


de acontecimientos ocurrían a nivel latino-
americano: movimientos insurgentes bajo el gobier-
no del Arq. Fernando Belaúnde Terry en el Perú y la
instalación en Cuba del primer gobierno socialista
de América; pero este período también fue muy rico
y espléndido para el desarrollo de la Química Farmacéutica y la
Bioquímica en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En ella se
crea el Centro de Bioquímica y Nutrición. Entre los especialistas de estos
temas sobresale, sin lugar a dudas el Dr. Marino Villavicencio Núñez,
quien le da personalidad, fisonomía, liderazgo a este Centro de
Investigación creando incluso la Maestría donde acudían de diversos
países de América estudiantes en pos de lograr este gran sueño de lograr
este grado académico de gran prestigio.

El Dr. Marino Villavicencio Núñez, nace en el distrito de Rahuapampa el


26 de diciembre de 1922. Hizo sus estudios de primaria en el CE 341 de
Huari. Sus estudios de Secundaria en el Colegio La Libertad de Huaraz y
en el Colegio Guadalupe. Estudia la carrera de Medicina en la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, graduándose de médico cirujano en
1950. Hace su perfeccionamiento en Bioquímica en la Universidad de
Chicago bajo la dirección del Dr. Eleazar Guzmán Barrón con una beca de
la fundación Rockefeller (1954-1956), participa en el Programa de
Investigaciones Bioquímicas con la beca Guggenhein (1962-1964) en el
Instituto Edsel Ford del Hospital Henry Ford de Detroit y del departa-
mento de Bioquímica de la Universidad de California (Berkeley).Toda su
carrera docente lo hizo en la UNMSM, llegando a la categoría de Profesor
Principal de Bioquímica a dedicación exclusiva en 1965. Desempeñó los
cargos de Jefe del Departamento Académico de Bioquímica y Fisiología


Vladimir Villavicencio Angulo.- Natural de Huari. Docente de Lengua-Literatura en
colegios, Institutos, Universidades de Huaral y Lima. Tiene estudios de maestría en
docencia superior. Actual vicepresidente de la Asociación de Escritores Huaralinos.
Cuenta con libros publicados y muchos reconocimientos, incluyendo del Congreso de
la República y Mincetur.

Áncash ante el bicentenario 212


(1969-1977), Director del Centro de Investigación de Bioquímica y
Nutrición (1970-1987). Ejerció el cargo de Coordinador del Proyecto
Multinacional de Bioquímica de la Organización de Estados Americanos
en el Perú (1972-1987), Coordinador del Área de Biotecnología del
Consejo Nacional de Ciencia Tecnología (1987-1993), Vicepresidente de
la Sociedad Química del Perú (1971-1974), fue Presidente de la Comisión
de Creación de la Universi-dad Nacional "Santiago Antúnez de Mayolo".
Ha sido profesor emérito de la Facultad de Medicina de la UNMSM, ha
publicado más de 50 artículos científicos en revistas nacionales e
internacionales sobre temas del cáncer, metabolismo de los carbohi-
dratos y glucosa, enzimas y regulación metabólica. Consiguió donaciones
para investigación y desarrollo institucional de la fundación Rockefeller,
Kellogg, la Organización de Estados Americanos, la Academia de Ciencias
de la Unión Soviética, el Programa PNUD/UNESCO. Fue miembro de la
Sociedad Química del Perú, de la Americana Chemical Society, La
Academia de Ciencias de New York, PAABS y la Internacional de
Bioquímica. Ha escrito los libros Bioquímica (tonos I, II), Avances en
Bioquímica Médica, que son libros escritos con vigor científico: el
primero es dedicado al universo estudiantil para despertar el interés por
la investigación y poner la ciencia al servicio estudiantil y buscar el
desarrollo del pueblo. En el segundo libro nos ofrece aspectos del
envejecimiento celular con la maestría de un científico.

El Dr. Marino Villavicencio Núñez estuvo en los mejores laboratorios de


Bioquímica de EEUU en épocas en que ocurrían grandes descubrimientos
que revolucionaron los conocimientos del metabolismo y de los procesos
de transformación de energía por los organismos vivientes vinculados a
fenómenos biomoleculares con la aparición de síntomas patógenos.
Trabajo con empeño y dedicación dedicando lo mejor de su tiempo en la
formación de investigadores en la UNMSM. Eligió un camino difícil de
trabajar en ambientes carentes de muchas necesidades que identificaba
los países pobres, como la falta de incentivo a la investigación, las
incomprensiones, la mediocridad y la subvaluación del docente
universitario. Es en este panorama que impuso su calidad científica aún
poco valorada en los tiempos actuales y de ahí deviene su grandeza y
genio.

El Dr. Marino Villavicencio Núñez, como ancashino, médico brillante,


estudiante destacadísimo en sus épocas de colegio tanto en Huari (su
Tierra natal), colegio “La Libertad” de Huaraz y luego en la UNMSM y en

Áncash ante el bicentenario 213


los EEUU fue cimentando sus dotes, valores de acucioso investigador
científico en el difícil campo médico de la bioquímica nacional y mundial
y es un orgullo para la tierra ancashina, pues los aires del Huascarán
sonríen, Chavín y su cultura se regocijan y el hito, los caminos que forjó
a lo largo de su vida son ejemplos a seguir para las generaciones que
vienen a tomar su posta y para las del porvenir porque no solo fue la
investigación, su religión y derrotero sino la cátedra universitaria en la
UNMSM (donde sirvió 37 años) y en los EEUU que ahora lo recuerdan en
el pedestal de hijo ilustre en el pináculo de la gloria inmortal. El Dr.
Marino Villavicencio, luego de una larga enfermedad dejó de existir en
Sao Paulo (Brasil) el 2 de febrero de 2013 dejando un vacío difícil de
llenar en nuestra patria.

Al Huascarán

Copo de nieve dormido


En el corazón de la roca
Flor naciente al norte de sueños blancos
Manjar de purezas embelecido
Por el néctar de los sauces
El fulgor quemante del relámpago
Y la caricia del ichu
Renaces como alondra con tus blancuras
Como lluvia de granizos
Llenando el verdor del llanque entumecido
Por el frío y la nevada
Al encuentro de mi tristeza
Con la verdad de tus paradojas de siglos
Que tienen el secreto del vuelo del cóndor
Llenando de vida las espigas del viento
Al color que refleja tu espejismo abierto
A la orilla del molle y la retama
Afiebrados por tu canto nupcial
Mirando el silbido de los vientos
De Odisea llameante en Itaca
Mientras elevas tu cabellera de plata en cielo
Alimentando el resplandor de las praderas
Como espejo de luz
Afilando los caminos silenciosos
De la muerte

Áncash ante el bicentenario 214


Cuando la vida siente tus laderas
Desteje palabras secretas
Siendo a veces mortaja celestial
De los que llegan al aliento
De tu cima
Para contemplar el canto o la caída
Del universo que te ama
Frente al Cristo que abre sus brazos
Indicando tu destino encima de las
Tumbas de los guerreros de Atusparia
Que escuchan en su descanso
Tus latidos
El rumor de tus gritos helados por la nieve
Que cuartean el murmullo de tus fiestas
En Chancos y
Basta divisar tus faldas heridas por la lluvia
Por donde han bajado cordones de lodo
Coloreando el mensaje de tu ira
Y el eclipse de la nada
Al borde de tus claveles y rosas de viento
Que brillan a tus pies
Donde el mundo ha puesto lápidas de recuerdos al reencuentro del
ayer
Dictado por las noches y días turbios
Que tejistes sin alimentar la sabia y la vida
Cercando a tu paso las laderas con la muerte
Añadiendo palomas al rocío
Cuculíes a tus resplandores con guitarras y zampoñas
Bajo estrellas que adornan tus caricias que matan con la dulce
sonrisa de tu belleza
Con el Sol llameante que te ilumina
Al paso de la recua ahora que florea tu vientre
Entre las habas y la granizada
Humanizando los rostros
Junto a las ovejas y sus copos de nieve
Dibujando el paisaje pensante de tus
Praderas entre los Apus y Gentiles
Calibrando el encuentro de mis labios con los tuyos retozando en
noches de Luna
Con tu flora de agua petrificada

Áncash ante el bicentenario 215


Bebiendo tu generosidad de niño
Mientras el río fluye con encantos
Pensando acabar tu belleza
Y tú relampageas al infinito
Elevando tu vestidura imaculada
Con tu lenguaje junto a Dios
Para ser luz y no sombra en la penumbra
Eres el altar de los altares
Devoción recogiendo oraciones
Al paso del viento helado
Cercano a Llanganuco
Cuando las abejas llegan siguiendo tu mirada
Para abreviar su sed de amor
Fabricando a tu lado la esperanza
Sin evaporar la sangre y su trigo
Para esculpir tus latidos en el eucalipto
Y reine la aurora en los ojos
Al fluir cadencioso del río Santa
Con Yungay hermosura a tus plantas
Donde el rumor del viento son testigos
De tus locuras pasadas.

Vladimir Villavicencio Angulo (14-02-21)

Río Quillcay

Ángel de aguas claras


Recorriendo el vientre de Huaraz
Espuma de sueños corrientes
Cascadas brillando en noches
De luna al canto de picaflores
La mirada silenciosa del Búho
En la retama dame tus torrentes
Para colorear mis tardes de febrero
Bríndame tus sirenas
A la hora de la siembra
Para subir la quebrada
Donde me aguarda
La cuculí y su canto
Mi amor y su espera

Áncash ante el bicentenario 216


Con tus gotas de rocío
El puma ligero
El jilguero y su voz
Al compás del huayno
La mulisa y la brisa
La tonada celeste
Subiendo al cielo
Bríndame tus peces
La yerba Santa de tus raíces
Lejos del odio que hierve
En la espiga helada
Dame tus sandalias dulcificadas
Por Dios en tu diario navegar
A orillas de las brisas del Huascarán
Eres dulce como el Santa
Altivo como el ichu
El eucalipto de tus pies
De rey Apu Cóndor
De agua bajas roquedos
Gradas de vida
Al encanto de espinas
Espumas dibujando serpientes aladas
En la tarde del arcoiris nupcial
Bañas con tus aguas tus lágrimas puras
La tierra y sus encantos
Bajados del cielo
Y la garúa llevándote
Las hojas secas del otoño
Y el tiempo pasado
Junto al mar de ilusiones
Y voces que te proclaman
Entre la sal y la míel
A tu paso te saludan
Tambores de vida
Los ojos del eucalipto
Enamorado de la niebla
Te acuerdas
Tú besabas mi piel en Navidad
Y yo te llevaba
Rosas rojas

Áncash ante el bicentenario 217


Cantos de miel
Y pastores a la luz de Dios
Me hablabas de papá y mamá que no están
De tus sueños y el encanto
Delirios del Arca de Noé
Navegando en tus aguas
Y resplandecías
Con el relámpago
En segundos de lluvia
Amor bajo los ciruelos
De la tarde
El molle y la cantuta
El eucalipto
De mi infancia
Al eclipse de la noche

Vladimir Villavicencio Angulo (París, 15-02-21)

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Áncash ante el bicentenario 218


Personajes de la cultura, el arte y la literatura
en la provincia de Ocros
Samuel Cornelio Abad 

Introducción

La provincia de Ocros, ubicada en la parte sur del


departamento de Áncash, fue creada por Ley N°
25252 del 19 de junio de 1990, cuyo ámbito territorial
como distrito anteriormente formaba parte de la
provincia de Bolognesi. La nueva provincia creada es una de las veinte
provincias que conforman el departamento de Ancash o Región Chavín,
está dividida en diez distritos y cada uno de estos distritos está dividido
además en anexos, centros poblados y caseríos.

Estando a puertas del Bicentenario de la Independencia del Perú 1821 –


2021, es preciso enfatizar hechos históricos de interés para la memoria
colectiva relacionada con la participación de la población ocrosina, en la
lucha de resistencia contra el enemigo invasor chileno el 20 de enero de
1822, al que hicieron huir cuesta abajo a los facinerosos, después de una
emboscada en el lugar El Infiernillo.

El Brujo de los Andes Andrés Avelino Cáceres, procedente de la sierra


central a través de Cajatambo, pernoctó en Ocros, para proseguir su
marcha al Callejón de Huaylas y participar en la batalla de Huaylas,
recibiendo el apoyo de los ocrosinos.

Antonio Raymondi en el siglo XIX, detalló a los pueblos que conformaban


los antiguos partidos o provincias del Perú en 1760. Describió en la
provincia de Cajatambo a los pueblos y anexos:

Ocros (Congas, Choque, Copa)


Cochas (Huanchay)
Hacas (Carhuapampa, Pimachi, Machaca y Chilcas, etc., etc.

 Samuel Cornelio Abad.- Natural de Pimachi, provincia de Ocros. Profesor de Literatura

en educación secundaria y universitaria. Autor de muchos libros literatura y cultura


regional. Fundador de más de 20 bibliotecas comunales en las provincias de Ocros,
Huaura, Oyón y Cajatambo.

Áncash ante el bicentenario 219


Bajo esta premisa pongo a consideración de los lectores el ensayo
referido a los personajes de la cultura, el arte y la literatura de la
provincia de Ocros, antes y después de su creación como provincia. En él
se da a conocer a las personas que han escrito sus libros, revistas y
boletines, enarbolando lo nacional en épocas difíciles.

De igual forma a los que practican el arte musical, el canto, la poesía, la


artesanía, etc., a través de cuya disciplina promueven la cultura en la
provincia de Ocros y propician la revaloración del rico pasado histórico
– tradicional de las zonas, nuestro reconocimiento y homenaje a estas
personalidades.

Los jóvenes que son depositarios de la riqueza cultural de los mayores,


tienen que asumir el reto, que es la tarea de la vocación de servicio a la
comunidad y a la cultura dentro del marco de nuestra identidad regional
y nacional.
El autor.

Personajes de la cultura, el arte y la literatura

Provincia de Ocros

En el campo de los escritores, la provincia de Ocros cuenta con elementos


importantes que, a través de sus obras, dan a conocer la historia,
geografía y realidad de sus pueblos proponiendo alternativas para su
desarrollo, en los que destacan: el Dr. Román Robles Mendoza del
distrito de Chilcas (antropólogo, docente y periodista) quien para los
años cincuenta publicó en varios números la revista “Juventudes” dentro
de la agrupación de migrantes chilcasinos en Lima. Lo hacía a
mimeógrafo. Daba a conocer la realidad de chilcas, el reto de cada
migrante con ese espíritu dinámico, para apoyar en el desarrollo integral
de su tierra de origen.

Por los años sesenta co-dirigió con Arturo Aranda la revista “Eco
Regional”, en el calor de la vida institucional de los migrantes ancashinos.
La revista era de carácter cultural en la que colaboraban con sus
artículos, intelectuales de aquella época como el antropólogo José María
Arguedas que publicó su cuento “Warma Kuyay”.
Por esos años también publica la revista Yerupajá, que él dirigiera, y que
salió en dos números, como vocero del Centro Unión Hijos de la provincia

Áncash ante el bicentenario 220


de Bolognesi (CUHPB), en el que están expresados el entusiasmo, la
vehemencia de las ideas juveniles y las proyecciones intelectuales.
Libros publicados:

Diagnóstico socioeconómico de la colonización Tingo María, Tocache,


Campanilla (coautor 1971)

Estudio de la Sais Pachacútec (Cuento 1974)


Quipu y Mashas en la comunidad campesina de Mangas (Bolognesi –
Ancash – 1983)

Estando como docente en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos


publicó sus reportajes periodísticos en Gaceta San Marquina, órgano
oficial de la UNMSM del que fue fundador y editor y que en su primera
época dirigiera el maestro Corpus Barga y que posteriormente le cupo
dirigir al Dr. Román Robles con Winston Orrillo (1978 – 1985)

Estudio socioeconómico y desarrollo rural de las comunidades


colindantes al lago Junín y Marcapomacocha (en coautoría con
Bernandino Ramírez – 1985)

Chiquián Tradición y modernidad (1996)

La banda de músicos: las bellas artes musicales en el sur de Ancash


(2000)

Legislación Peruana sobre comunidades campesinos (2002)


En su calidad de Director del Comité Editor de la Revista de Antropología,
de la Escuela Académico Profesional de Antropología, Facultad de
Ciencias Sociales, Universidad Nacional Mayor de San Marcos, ha
publicado los seis primeros números (2003 – 2008) en que han tomado
parte arqueólogos, antropólogos y sociólogos de gran valía, cuyos temas
publicados como: la interculturalidad, religiosidad popular, migraciones,
comunidades campesinas, etc. están adecuados a los cambios sociales y
políticos de cada etapa de la vida nacional y mundial. En el número 3 hay
un ensayo publicado. Las iglesias andinas: Huellas de la cristianización y
religiosidad popular.

Editor del libro Memoria y Homenaje a José María Arguedas en el


centenario de su nacimiento (2011)

Áncash ante el bicentenario 221


La estética en la vida cotidiana en los andes (2014)

Por los caminos del Perú (2015). Es una compilación de artículos


publicados en periódicos y revistas, cuyos temas están referidos a la vida
social y cultural del Perú de las últimas décadas del siglo pasado y a los
acontecimientos coyunturales de esos años.

Los instrumentos musicales en nuevos contextos sociales de América –


2017 (coautor)

La fiesta del agua – Agricultura de riego y culto a los dioses del agua en la
cuenca de Santa Eulalia, Huarochirí, Perú – 2020 (Coautor)
Danza de las cruces en Huaraz (2020) (Coautor)
En las obras trata de rescatar nuestro pasado, rico en historia y valor de
sus hombres y mujeres.
La variedad de ponencias presentadas en Congresos Nacionales y
Regionales están publicadas en el libro “Por los caminos del Perú”
Artículos publicados en Gaceta Sanmarquina
Pizarro y Atahualpa en la fiesta de San Santiago de Chilcas: Primera época
Vigencia de la comunidad campesina: técnicas agrícolas y ganadería en
Raján, Llipa y Cajamarquilla (1965 – 1969)
Artículos publicados en revistas y compilaciones
Formas de control social y cambio cultural en la comunidad de Chilcas.
Participación del campesinado en la guerra de resistencia contra la
invasión chilena.
La resistencia campesina y el folclor
Antigüedad y porvenir del huayno.
Minería y comunidades campesinas.
Vigencia crítica de la comunidad campesina en el escenario del Perú
moderno.

El Sr. Edwin Zeballos Bazán del distrito de Ocros que escribió textos
educativos, dirigió la revista Ocros, (1974 – Lima), órgano informativo
del Centro Regional Ocros Solidario. Da a conocer la inquietud
institucional en los aspectos social, cultural, deportivo y temas de
reflexión referidos a Ocros.

El Sr. Benjamín Nieto Rosales (Ocros), editó el libro de carácter regional


“Ocros, tierra del encanto” (1991). Historia y esperanzas de un pueblo.

Áncash ante el bicentenario 222


Es fundador de las revistas: El ruiseñor, Signos de vida y el Enamorado
eterno, en los años 1976, 1976 y 1982 respectivamente.

Isaías Zeballos Gomero (Ocros) Contador Público y Comunicador Social,


escribe artículos educativos en Prensa Ancashina, referidos al terruño.

El arqueólogo ocrosino, Ponciano Paredes Botoni, publicó el trabajo de


investigación “Ocros: 500 años después: acerca de los linajes de Caque
Poma y Tanta Carhua”. Es destacable la publicación estudio monográfico,
provincia de Ocros (coautor) 2017 – Lima.

El Sr. Eustaquio Flores Cabanillas (Congas), Contador Público Colegiado


y especialista en cooperativismo, bancas y finanzas, ha publicado textos:
Planificación estratégica en las cooperativas, Plan y desarrollo de
cooperativas, Educación cooperativa, Banca.

El año 1966 hizo un estudio socio económico, cultural en Congas y


planteó alternativas de desarrollo. El Contador Público Colegiado Víctor
Alcántara Arteaga (Copa) tiene en su haber la publicación “Reseña
histórica de pueblo de Copa, memoria y loas de don Manuel Cruz” (2011).
Hace una sinopsis del pueblo de Copa, el trabajo de penetración de la
carretera, el afán de liderazgo de su señor padre en su comunidad.
Compila y comenta los escritos de su padre.

El Ing. Harold Oviedo Anastacio (Aco), publicó el texto “Mi terruño


camino al futuro” (2003). Expresa el historial de Aco, analiza la realidad
política, económica y social y propone alternativas de desarrollo.

El docente y sociólogo Samuel Cornelio Abad (Pimachi), publicó los


textos: creencias, supersticiones y medicina tradicional de la comunidad
campesina de Pimachi (1991), Colegio Luis Fabio Xammar; 50 años de
historia (1977), Mitos y leyendas de Huacho y distritos aledaños I, II y III
(2005), Mitos y leyendas de los distritos de la provincia de Barranca
(2006), Mitos y Leyendas de Barranca (2007), Pasajes, vivencias y
anécdotas del maestro (2004), Personajes en la historia de Huacho
(2009), Personajes ilustres de Huacho (2011), Huanri: Tierra de músicos
(2007), Tras las huellas de Pimachi (2012), Antología de cuentos
(coautor – 2014), Bajo el cielo de Llipa (2017), Heroína eterna en el
corazón, pasajes y vivencias de una madre (editor - 2020), Dejando
huellas, personajes de la provincia de Ocros (2020). En su condición de

Áncash ante el bicentenario 223


corresponsal de revista Prensa Ancashina ha publicado artículos
referidos a la realidad de los pueblos de la provincia de Ocros.

El escritor ocrosino, Edilberto Cabanillas Vargas ha escrito artículos


publicados en las redes sociales en las que destacan: 112 Aniversario del
fallecimiento de Telmo Luis Pardo Novoa, el Bardo ancashino o
benefactor de las obras.

La historia de Tanta Carhua. Desentraña la muerte de una niña hermosa


de 10 años llamada Tanta Carhua por su propio padre llamado Caque
Poma cacique de Ocros, para sellar una alianza con el inca de aquel
entonces. El acto llamado Capa-Cocha, era el sacrificio de niños y niñas
en honor al Dios (sol).

Ginés Cabanillas “El ocrosino de oro”, en esta investigación hace


referencia al mítico personaje ocrosino, que se unió al bardo chiquiano,
Luis Pardo en sus correrías y hurtos a los grandes hacendados de Ancash
y Huánuco, que abusaban y explotaban a sus trabajadores.

El profesor Artemio Robles el año 2004, durante su etapa de alcalde


publicó un boletín significativo titulado Plan estratégico de desarrollo-
Municipalidad distrital de Carhuapampa (Aco, Ocros). Instrumento
transitorio de mediano plazo que corresponde al periodo 2003 – 2010,
con proyección al año 2020.

Aguilar Baylón de la Cruz (Raján) tiene publicado una investigación


acerca de la danza andina e identidad nacional. También es importante
su participación en el estudio monográfico, provincia de Ocros (coautor)
publicado el 2017.

Gamaniel Espíritu Toribio (Chilcas) ha publicado artículos de carácter


cultural en Prensa Ancashina en la sección Ocros, en la noticia, en el que
da a conocer el trabajo colectivo de pobladores en busca de desarrollo.
Es preciso enfatizar que hay personas muy valiosas, que no siendo de la
provincia han dado su cuota de esfuerzo publicando sus investigaciones
acerca de la historia y realidad de los pueblos de la provincia de Ocros.

Mencionamos al Dr. Arturo Ruiz Estrada (Lima), que en 1990 publicó su


trabajo de investigación acerca de los restos arqueológicos de Pimachi;
el año 1991 también la investigación titulada Huanri: una comunidad

Áncash ante el bicentenario 224


campesina de agricultores y músicos. Es significativo su publicación,
Pimachi: Arte mural e imposición ideológica en los andes el año 2005, en
la revista antropológica de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

El escritor Manuel Nieves Fabián (Canis) publicó los siguientes libros:


Cajamarquilla I, Centenario 1907 a 2007, Ediciones Wamanwaca – Lima.
Narrativa oral de la zona sur de la provincia de Bolognesi 2015. Ediciones
Huamanwuaca. En el texto expresa sus recuerdos en la tierra que lo viera
nacer; las leyendas sobre el origen de los primeros habitantes y dioses
del sur de la provincia de Bolognesi; cuentos y anécdotas, que denota su
esfuerzo por el rescate y divulgación de la memoria popular.

Por su parte el historiador Pier Duviols (francés), recopiló y publicó el


libro Cultura andina y represión. Próceres y visitas de idolatrías y
hechicerías. Cajatambo, siglo XVII. Fondo Editorial Pontificia Universidad
Católica del Perú – Lima 2003. Instituto francés de Estudios Andinos. En
el texto se da a conocer el proceso de idolatría en el corregimiento de
Cajatambo, Santa Catalina de Pimachi. El Dr. Duviols expresa que el
gobierno español asociado con la Iglesia Católica organizó grandes
campañas de castigos para extirpar el culto de los dioses nativos que
consideraban como poderosas deidades andinas, estas deidades fueron
arrasadas desde sus cimientos.

Las instituciones regionales que agrupan a los migrantes en Huacho y


Lima, han publicado revistas que informan de las actividades que
realizan como institución y de la realidad socioeconómica, política y
cultural de sus pueblos de origen. Mencionamos: Revista Ancash, órgano
informativo de la Asociación de Instituciones del Departamento de
Ancash (AIDDA) publicado en Huacho el año 1980, cuyo director fue
Samuel Cornelio. Revista Kiswar, órgano informativo del Centro Regional
Pimachi; conformado por los hijos residentes en Huacho, publicado el
año 2014 con motivo del cincuentenario; Bodas de Oro, de la mencionada
institución. Revista, 50 años Pichka Chunka Huatayoj, publicación de la
Asociación Unión Regional Chilcas el año 2017 en Lima, un motivo de sus
Bodas de Oro. Relata la vida institucional (Pasajes y vivencias) desde su
fundación hasta la actualidad.

La Municipalidad Distrital de San Santiago de Chilcas en coordinación


con los hijos residentes en Huacho y Lima publicó el libro “Santiago de
Chilcas en las Bodas de Oro” (1958 – 2008). Edición especial. En la obra

Áncash ante el bicentenario 225


expresa el historial de Chilcas durante las cinco décadas de su existencia
cuya marcha ascendente ha sido una constante para modificar su
realidad social, económica y cultural con el esfuerzo permanente de sus
ciudadanos y ciudadanas.

La comunidad campesina Aco de Carhuapampa, presentó un texto


titulado Plan de desarrollo concentrado 2015 – 2025, en el que desarrolla
los ejes estratégicos y el análisis de visión, misión y los objetivos
estratégicos y actividades básicas. Con visión al 2025, Aco será
comunidad moderna, saludable, competitiva, con mejores condiciones de
vida y con una economía emergente basada en productos de calidad.

La municipalidad distrital de Congas, el 2006, editó la revista informativa


institucional N° 1 Gestión 2003 – 2006, bajo la alcaldía de Eudomila
Cabanillas Ostos.

Por su parte la Municipalidad Distrital de Cajamarquilla, publicó un


boletín informativo, de la gestión municipal 2003 – 2005, siendo alcalde
Anthony Ventocilla.

El Centro Regional Pimachi, publicó un boletín titulado “Pimachi,


modernidad y visión de futuro”, el año 2005, con motivo de la
inauguración de la carretera Mayush Pimachi – Aco. La Municipalidad de
Raján editó un boletín el año 2016 titulado Huanri, actualidad y
perspectiva, a raíz de la inauguración de la carretera de penetración Llipa
– Huanri. Huanri es anexo de distrito de Raján.

Compositores

En este rubro las composiciones en verso tienen como fondo el amor, la


ingratitud, el terruño, la naturaleza, la despedida y caracterizan un
común denominador, el sentimiento.

En el distrito de Chilcas, son rescatables las creaciones de Alberto


Colmenares, Eugenio Robles, Cristina Del Pilar Sotelo, Gremonino
Campos, Santiago Sotelo (El Chilcasino), y Gilmer Esteli Casimiro “El
Jilguero”.
El distrito de Acas, tiene como sus representantes a los compositores
Reynaldo Alejos, Esther Suárez y Wagner Esteli. Dedicación Padilla
(Llipa), es otro de los compositores de raigambre popular, autor de la

Áncash ante el bicentenario 226


letra y música “Pampa de Llipa”. Hay versos que no registran autoría y
otros han sido adaptados a la realidad de cada pueblo, cambiando el
nombre de lugares y gentilicios originales (Román Robles Mendoza: La
estética en la vida cotidiana en los andes). Las creaciones andinas han
sido agrupadas en tres grupos: Canciones trashumantes, canciones
regionales y canciones de creación local.

Los compositores son poseedores de una vena innegablemente


romántica que han pasado a la historia de nuestra canción andina, a
pesar de que los nombres de sus autores pasen de largo sin ser
reconocidos por el público en general.

En el aspecto literario destacan los poemas de Manuel Cruz Alcántara


(copa), himno a San Pedro, alabanzas a Cristo Jesús, Loas a la Virgen
María, al señor de la Ascención, Escuelita de mi niñez, etc. De igual forma
las creaciones de Ediberto Cabanillas Vargas entre ellas, sigue tu vuelta
errante avecilla ingrata, ven pronto a calmar mis tormentos amada mía,
tu serpenteante carretera hoy vuelvo a recorrer. Las figuras literarias
dan colorido a las composiciones.

La literatura oral en la región es amplia y variada, ya que comprende las


leyendas, mitos, cuentos, fábulas, sentencias, etc.

Intérpretes

En este aspecto, la provincia de Ocros también ha descollado, cuyos


intérpretes con la nostalgia que les caracteriza cantan al amor, a la
desesperanza, amor al terruño, a la despedida, etc. Mencionamos en este
orden:

Ocros: Juan Prieto Ramírez “El chacchaco de Ocros”, Diony Dueñas (la
ocrosinita)

Chilcas: Santiago Sotelo (El chilcasino), Dalila Ramírez, Isabel Toribio,


Froilán Casimiro (Arpista)
Llipa: Rodolfo Flores Fabián (Chivillo de Llipampa), Juvencia Fabián. Las
pallas llipanas se caracteriza por ser cantantes.
Congas: Cristina Rojas, Raúl Olivares (Miramar), José Curi, Rony Stelo (la
bella congasinita).
Cochas: Inés Godoy (Princesita de Huanchay)

Áncash ante el bicentenario 227


Acas: Esther Suarez (la acrosina de oro), Dúo: Lito Espinoza y Gilmer
Esteli (cantantes y guitarristas)
Cajamarquilla: Humberto Ventocilla (arpista), Eva Ventocilla (cantante)
Gregorio Castillo (el Huanchaco)
Raján: Alfonso Fabián (arpista), Angélica Higinio (Anyi del Perú).
Carhuapampa: Eudomilo Reyes (mensajero de Carhuapampa), Mirtha
Oviedo (Pimachi), Oswaldo Gavino (arpista)
Oncoy: Naida Toribio, Paco Rojas, Gloria Beltrán (La chinita oncoína)
Algunos intérpretes son cantautores.

Músicos

Los instrumentistas que, a través del tiempo, han difundido nuestro


folclor, venciendo una serie de obstáculos e influyeron en la aparición de
otras bandas musicales, hasta ubicar nuestro acervo cultural en el sitial
que por justicia le corresponde. Los que destacaron y ya no están con
nosotros, los llipanos: Dedicación Padilla, Dagoberto Padilla, Leoncio
Morán, Marcial Godoy, Daniel Mariano, Tito Mariano, Luciano Padilla,
Arcenio Padilla, Demetrio Jaramillo y Rómulo Narcizo. Los que siguen en
actividad: Castor Mariano, Maglorio Padilla, Clamer Fabián, Antonio
Padilla, Emildo Padilla, Hilario Mariano y Eduardo Jaramillo.

En el pueblo de Huanri los que hicieron historia: Nicomedes Reyes, Max


Anastacio, Dionicio Nieves, Cipriano Anastacio, Osoriano Leonardo,
Ubaldino Leonardo, Graciano Mercedes, Vicente Anastacio, Basilio Ríos,
Robert Leonardo. Los que siguen en la música: Raúl Flores, José Flores,
Donayre Flores; Aquelino Murillo (Raján), Winston Celestino (Raján) y
Gelasio Murillo (Raján). En Cajamarquilla activó el músico Vibiano Jorge.
Del Distrito de Chilcas, los más sobresalientes en el quehacer musical:
Moisés Reyes, Catalino Guimaray, Cipriano Reyes, Exaltación Mata y
Francisco Santos. En el Distrito de Congas, activan Luis Linares y Quintín
Dulanto. Por el Distrito de Carhuapampa la mención honrosa a: Jeremías
Reyes, Anastacio Mauricio, Apolonio Gavino, Angel Oviedo, Pío Oviedo,
Silviano Obispo y Exalto Caldas. En Pimachi destacan: Percy Santos, Roy
Torres Santos y Rivelino Espinoza Napumaceno.

La industria del queso y artesanía

En el distrito de Congas, Ocros, Chilcas, Acas y Raján los pobladores


elaboran el queso mantecoso y sus derivados, la mantequilla y el

Áncash ante el bicentenario 228


requesón. Ocros y Congas comercializan el queso en gran escala en
Huaraz, Barranca y Lima. Los habitantes de los distritos de San Pedro,
Congas y Carhuapampa se dedican a la alfarería (construcción de ollas,
tiestos, kuntus para depositar la chicha) y vasijas. Algunas personas se
dedican a la textilería, tejiendo ponchos, pantalones, frazadas, polleras,
chompas, fajas, bufandas, etc.

Como buenos artesanos los pimachinos y acosinos se dedican a la


fabricación de mates burilados, cucharas, cucharones de talos de árbol
de ojivio.

En Ocros pueblos hay panificadores que expenden panes variados de


harina de maíz y trigo. De igual forma se expende chicha de jora. En los
demás pueblos la costumbre ancestral es poner una banderita blanca
para vender pan y una roja para la venta de chicha.

En la mayoría de los pueblos la fruticultura va tomando cuerpo,


sobresaliendo el durazno y la palta, que son productos de exportación.

Literatura: poesías

Sentir quechua

“¿Y qué diremos de los bonitos paisajes de nuestro pueblo que le adornan
una serie de colinas, praderas, escarpadas, etc. Y en los que se ven
motivos elocuentes de su belleza. ¿Quién no se encantaría al ver en este
cuadro una pastorita sentada sobre un peñón pareciendo estar pensando
con su kalla en la mano, cuando de repente el perrito pastor le distrae
con un reto al cóndor que orondo vuela sobre ellos batiendo sus largas
alas?

¿No hay encanto cuando además esta pastorita lejos de insultarle al


cóndor que ansía su oveja le canta diciendo:

Alto purek cóndor


tapucullas queyqui,
¿maychomi ricamunqui
cuyas callata?”

Adaptación: Pedro Sotelo de Campoblanco/ Revista Yerupajá (1964)

Áncash ante el bicentenario 229


Palomita de los andes

Palomita de los andes


palomita serranita piquito de oro
por qué cantas tristemente
hasta parece que estás llorando
sobre esos trigales.

Palomita de los andes


entre la copa del árbol
estás cantando tristemente
donde los árboles han crecido
entre las orillas del río,
del río Lacchaz.

Palomita de los andes


por que pues cantas tristemente
sabiendo que me encuentro en los brazos
en los brazos de mi adorada Herlinda
sabiendo que me encuentro en los brazos,
en los brazos de mi adorada Carmencita.

Palomita de los andes


ya no cantes ya no llores
ya no me arranques el corazón
ya no puedo contenerme
el corazón se me está deslizando
al verte tus sufrimientos.

Palomita de los andes


los dos cantaremos armónicamente
para el consuelo de Margarita
para el encanto de Carmencita
para los pesares de Alicia.
Benjamín Nieto

Tu serpenteante carretera, hoy vuelvo a recorrer

Con infinita alegría a mi Ocros querido, hoy vuelvo a visitar


ya pasé Espachín y Huayto; en Piedra Hueca me puse a rezar

Áncash ante el bicentenario 230


atrás quedó Huanchay; Puente de Rinconada, déjame pasar
pues mi linda pilluquina, con su rico cashqui me va a esperar.

Poco a poco voy subiendo, por tu serpenteante carretera


atrás quedó: El Corte, Alpallana, Tambillos y Contadera
que importa el abrazador sol, ni el viento, ni la polvareda
si voy a buscar a mi linda ocrosina, mi fiel compañera.

Con mucho cariño te dedico éstas líneas, amigo chofercito


recordando a Matute, Rosario, Vichaco, Lapuco y Ayrampito
Y pidiendo a Chicho, César, Noelito, Juanacho y Crucerito
que me lleven a mi añorado Ocros, para ver a mí amorcito.

Al llegar a la Bendita Cruz de Huaracayoj, maravillado diviso


los hermosos paisajes, que Dios con su gran poder lo hizo
ya veo a Mishahuayunca, guardián eterno, gigante macizo
y a mi linda Bellavista, que me atrae con su mágico hechizo.

Hoy una vez más, vuelvo a reconocer tu camino carretero


que en tiempos de lluvia, hace llorar al chofer más fiero
pues por doquier, atollados se quedaban por el aguacero
rogando a Dios, pasar tranquilo por Quellocoto traicionero.

Edilberto Matías Cabanillas Vargas “El Gato Negro Ron – Ron”

Bodas de oro A.U.R.C.H.

La aurora extiende veloz


de púrpura y oro
por este gran día
de A.U.R. Chilcas.
Y desde el azul
sereno de los cielos
el Todopoderoso
nos contempla con placer.

El tiempo pasó,
la juventud creció,
frutos dio,
también envejeció,
pero huellas dejó.

Áncash ante el bicentenario 231


Una nueva alborada
se dejó ver y sus sueños,
tienen vida y realidad.
porque todos los días,
para todos, nace un nuevo sol.

Alberto Colmenares, 2017

Escuelita de mi niñez

Gracias Escuelita redentora


fino crisol del saber sagrado
eres tú la singular autora
que hoy mi mente adulta atesora
mil causales de luz consagrado.
Me diste con amor y ternura
el pan espiritual de mi vida
que sustanciando voy con dulzura
de mi ser su existencia futura
antes de sentir sumergida.

El eco fiel de tu campanario


aún vibra en mi ente todavía
cual plegaria de un santo rosario
custodiadas en un relicario
que el corazón añora a porfia.

Tus umbrales cálices de una flor


tus bóvedas panal de mixturas
vivero de la ciencia y el amor
Pues forjaste con esmero y fervor
para hacer de mi alma noble y pura
un sujeto de esperanza y valor.

Gracias escuelita de mi niñez

Manuel Cruz

¡Ñati, la pastora del ande

En su chocita de paja
hermosa como la luz de la nieve,
Áncash ante el bicentenario 232
más que el manantial enamorada,
bailando en los arcoiris
con sus ushas y sus chihuas
va por la puna helada,
¡Ñati, la pastora del Ande!

Su canto cae como la lluvia


sus lágrimas de quena más triste,
su labio dulce como el jilguero,
el zorro y el cóndor
guardan su manada.
¡Ñati la pastora del Ande!

Caminas por las punas heladas


sosteniendo tu kalla y tu millhua,
y tu s manos ágiles cual mariposas
hacen bailar el hilo de tu pirhua,
tu yana allko, compañero inseparable,
te lame, te cuida, te llora;
¡Ñati, la pastora del Ande!

Rosa Osorio

Poesía cantada

Ay pampa de Llipa,
allí donde te conocí.
Ay cholita, llipinita,
dueña de mi corazón.

Al pie de un aliso
fue nuestro primer amor,
donde me juraste;
amor solo para mí.

Dedicación Padilla

Chilcasinita

Chilcasinita de lindos ojos,


tú cautivaste mi corazón;
Áncash ante el bicentenario 233
a este mi corazoncito
que está llorando por tu querer.

Yo soy como un gavilancito,


que diviso cuarenta leguas;
por más lejos que tú te vayas,
no pienses que no te veré.

Si tu pecho fuera cárcel,


ahorita mismo me encarcelaría;
si tus brazos fueran cadenas,
ahorita mismo me encadenaría.

Texto: La estética en la vida cotidiana en los andes.

Azucenita

Azucenita flor de azucena,


clavelinita flor de clavelina;
en qué brazos estás floreciendo,
el que te quiere aquí va cantando.

Tu mamacita tiene la culpa,


tu papacito tiene la culpa,
para nuestra larga separación,
para nuestra triste separación.

Texto: La estética en la vida cotidiana en los andes.

Durazno dulce

Neblina blanca del medio día


lleva mis penas al olvido.

Pacaicito mi yawarshonco
bajo tu sombra yo he soñado.

Durazno dulce de huayrapampa


tu encanto es parte de mi vida.

Fuga
Áncash ante el bicentenario 234
Me marcharé, me marcharé
¡ay! de tu vida
orgulloso de esta tierra
en que yo he nacido.

Texto: Tras la huella de Pimachi.

La vicuñita

Acuérdate palomita
la vida que hemos pasado,
en una noche de luna
llorando nos despedimos.

Quisiera ser vicuñita


vicuña de altas punas,
para morir a balazos,
y no seguir padeciendo.
Texto: La estética en la vida cotidiana en los andes.

Docentes

El maestro en su verdadero significado es considerado como el


orientador de ese capital preciado, la niñez y la juventud, en el
aprendizaje y en la práctica de los valores, pero lamentablemente es
incomprendido por quienes tienen la obligación de respetar sus
derechos que como profesionales les corresponde.

Los maestros de los diferentes pueblos de la provincia de Ocros a través


del tiempo han transitado por las diferentes etapas de la sociedad cada
vez más sistematizadas. Por los años 1900, empieza a generalizarse las
escuelas municipales, después la instrucción pública, las escuelas
fiscalizadas en que se cumplía la fase preparatoria o transición, antes de
empezar de 1° de primaria.

En los caseríos o anexos, por los años 40 se impartía la educación


primaria hasta el 3° y en las capitales de distrito, la primaria completa.
La secundaria lo hacían solamente en Ocros. A partir de los años sesenta
funciona la primaria completa en la mayoría de los pueblos, y la
secundaria se generaliza paulatinamente en los pueblos que contaba con
Áncash ante el bicentenario 235
la cantidad de alumnos requeridos y a partir de los 80 se da la co-
educación.

Los maestros que dejaron huellas en la vida educativa de los pueblos de


la provincia de Ocros por su dedicación y esmero en la forja de
juventudes, son muchos y con las disculpas del caso por no abarcar a
todos, me permito mencionar a algunos de ellos, como: Calixto Oviedo,
Heráclides Romero, Demetrio Esteban, Artemio Robles (Aco); Beatriz
Ramirez, Adela Luna, Isabel Jara, Apolonio Doroteo (Pimachi); Oslo
Reyes, Rubila Alejos, Marcos Aldave, Abundio Aldave (Acas), Edda Motta,
Indelia Motta, Consuelo Alcántara, Juvenal Salinas, Nicolás Arquinio, Julio
Alzamora, Amador Barrenechea, Crosby Bravo, Elizabeth Ramirez, Edith
Tafur (Ocros); Demetrio Espíritu, Román Robles, Malco Loreno (Chilcas);
Godofredo Vidal (Llipa); Julio Olivares, Leonidas Alcántara, Emiliano
Noel (Copa) y los maestros de música: Félix Morán (Chiquián), Teófilo
Rojas (Jauja), Max Anastacio, Cipriano Anastacio, Nicomedes Reyes,
Sotelo García, Juan Mendoza y Osoriano Leonardo (Huanri)

A diferencia del pasado, la sociedad actual, está cada vez más invadida de
nuevos conocimientos, tecnologías y cambios sociales y culturales que
demandan aprendizajes más complejos y una educación que no termina
en la escuela formal, escolarizada, sino que tiene que extenderse durante
toda la vida. La educación virtual va tomando cuerpo en los actuales
momentos debido a la pandemia, que no permite la presencia física, para
evitar contagio de Covid 19.

Bibliografía

Albalat Antoine (2008). El arte de escribir y la formación del Estilo.


EDUCAP/EPLA. Lima.
Cornelio Abad S. (2017). Bajo el cielo de Llipa. Gráfica Imagen. Huacho.
Cornelio Abad S. (2020). Dejando huellas, personajes de la provincia de
Ocros. Gráfica Imagen. Huacho.
Mallqui Huamán A. (2001). Nuestra identidad peruana. Lima. Edición
Edigraber.
Nieto Rosales B. (1991). Ocros, tierra del Encanto. Ocros. Ediciones
“Prograf” EIR. Ltda. Lima.
Pinedo Moreno L. (2016). Prensa ancashina en la historia del periodismo
regional. EMPED. Prensa Ancashina. Lima.

Áncash ante el bicentenario 236


Robles Mendoza R. (2015). Por los caminos del Perú (Vol. I) Imprenta
Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima
Robles Mendoza R. (2014). La estética en la vida cotidiana en los andes.
Fondo Editorial UCH. Lima
Proyecto: Enciclopedia ancashina, provincia de Ocros (2017). Ponciano
Paredes (Coautor)
Revista de antropología de la Escuela Profesional de Antropología
Universidad Nacional Mayor de San Marcos – Año III – N° 3 –
diciembre de 2005.

Alumnos Del
Colegio Mixto
Santo Domingo
de Guzmán de
Ocros desfilan
en homenaje a
la creación de la
provincia de
Ocros (15-7-
1990) Texto:
Ocros, tierra del
encanto.

Delegaciones de los
distritos de Chilcas y Acas
prestos para e desfile por
creación de Provincia de
Ocros (Julio 1990) Texto:
Ocros, tierra del encanto

Áncash ante el bicentenario 237


Froilán Casimiro (Arpista) y la
intérprete Nilda Bardales
(Revista A.U.R.C.H. – 2017)

Charla cultural sobre identidad regional


(Ocros 2019)

Áncash ante el bicentenario 238


Chavín de Huántar: Personalidades notables que
contribuyeron al desarrollo educativo - cultural
del distrito
Lucio Meza Marcos 

Introducción

En esta breve reseña resaltamos a algunos personajes que, a nuestro


entender, son los que más han contribuido al desarrollo educativo y
cultural del distrito Chavín de Huántar en la provincia de Huari.

Martin Flores García

Nació en el distrito de Chavín, del matrimonio de Don Genaro Flores y


Doña Honorata García Astete. Deportista por convicción, jugó primero en
el “Club Deportivo Sport Chavín” luego años después integro el valeroso
equipo del “Club Deportivo Rickay”.

En 1919 conoció al Dr. Julio César Tello Rojas, notable arqueólogo y


científico peruano y desde entonces trabajo junto a él, en las diversas
campañas arqueológicas que se desarrollaron en Chavín. Paralelo a ello,
incursiono también al periodismo siendo cofundador del periódico
RICKAY, corresponsal del diario el Comercio, La Prensa, y la Tribuna de
Lima.

Cuando estallo la revolución aprista durante la dictadura del Gobierno de


Odría, allá por la década de los años 48, fue encarcelado en la peniten-
ciaria de la provincia de Huari por más de tres meses, juntamente con
otros dirigentes y luchadores sociales del distrito de Chavín como
Edgardo García y José Borda.


Lucio Meza Marcos.- Natural de Chavín de Huántar, provincia de Huari. Docente y
promotor cultural y turístico. Autor del libro “Templo y dioses de Chavín”. Cuenta con
infinidad de artículos que los divulga a través de las redes sociales.

Áncash ante el bicentenario 239


Después de la tragedia del aluvión de 1945, ejerció el cargo de alcalde
distrital integrando “La Junta Transitoria Municipal” hasta diciembre de
1947. Además, en 1970 volvió a ser elegido alcalde de distrito Chavín.
También, ha ocupado cargos de gobernador y juez de paz en diversas
oportunidades. Falleció en Lima en 1995.

Marino Gonzales Moreno

Arqueólogo práctico, considerado el más notable


discípulo del Dr. Julio C. Tello. Nació en Chavín el 16
de julio de 1916, su infancia trascurrió en su ciudad
natal en un ambiente de embrujo rodeado de viejas
y primitivas montañas cordilleranas.

Oportunamente, el contacto permanente con las


pétreas y colosales construcciones del templo
prehispánico, marcarían huellas profundas en la vida del joven Gonzales,
para inclinarse a la arqueología y desvelar la historia de su pueblo, en
busca de su identidad andina.

En 1940, estudiando el cuarto año de primaria conoció de manera casual


al Dr. Julio C. Tello, quien se encontraba por esa época realizando
excavaciones en el monumento de Chavín. Ese mismo año, ingresó a
trabajar como obrero, luego fue designado como el primer guardián del
Museo de Sitio fundado por Tello. Es así, como Marino Gonzales
incursionó a la arqueología desde muy joven, desde entonces,
inseparable a su maestro realizo trabajos de excavación y conservación
en diferentes sitios arqueológicos, haciendo de ella una carrera práctica,
la arqueología.

A fines de 1942 MGM, por orden de Tello viajó a Lima para realizar
labores arqueológicas en el Museo Nacional, después es trasladado a las
ruinas de Pachacamac sector Templo de la luna desempeñándose como
vigilante de obras.

1943 – 1944 es comisionado por el Museo Nacional junto a otros


empleados a realizar exploraciones de reconocimiento arqueológico a
los departamentos de Ayacucho, Huancavelica y Cusco.

Áncash ante el bicentenario 240


1945 – 1947 fue destacado a la necrópolis de Ancón participando junto a
Tello en los diversos trabajos de campo y excavación, descubriendo en la
falda del cerro San Pedro – Ancón, restos de ocupación Chavín.

1947 falleció Julio C. Tello, las excavaciones de Ancón fueron


suspendidas temporalmente. Gonzales retorna a laborar al Museo de
Arqueología.

1950 – 1953 durante el Gobierno de Odría, fue encargado nuevamente


para realizar trabajos arqueológicos en el sector Miramar bajo la
dirección del arqueólogo Francisco Iriarte Brenner.

1954 retorna a Chavín después de 12 años de ausencia. Jorge C. Muelle


Director del Patronato Nacional de Arqueología y Antropología,
comisiono a Marino Gonzales para frenar la invasión y lotización de
terrenos ubicados sobre los restos de las ruinas de Chavín, las cuales,
fueron erradicados con el apoyo del personal de la Guardia Civil del
pueblo.

Poco después (1955), fue designado para retirar los extractos aluviales
de la zona arqueológica, dedicándose íntegramente a la restauración,
conservación y limpieza general del templo de Chavín, labores que
realizo hasta julio de 1966. Fecha en la que suspendió los trabajos de
campo para entregar la zona arqueológica al “Proyecto Chavín” de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos dirigido por los arqueólogos
Luis Guillermo Lumbreras y Hernán Amat Olazabal, el proyecto estuvo
financiado por la Corporación del Santa y luego por CRYRZA.

Gracias, al esfuerzo indoblegable y empeño que puso Marino Gonzales en


los trabajos de campo, el monumento arqueológico fue descubierto casi
en su totalidad. Desde entonces hasta los últimos momentos de su vida,
ha vivido en el complejo arqueológico de Chavín, cuidando al templo
“Como el Ángel Guardián” admirando, contemplado y soñando en la
grandeza de su Chavín milenario. Como lo aludiría el destacado Escritor
y Poeta ancashino Oscar Alva Maguiña.

Ha sido maestro y guía de muchas generaciones de investigadores


jóvenes, en realidad encontraron en él, un manantial vivo de
conocimiento, en el hombre que ha vivido toda su existencia
conversando con las piedras y las cabezas clavas, es allí, donde la historia

Áncash ante el bicentenario 241


le ha dado a MGM un sitial en su forma más completa, como hombre y
piedra, piedra y guardián, guardián y pueblo, pueblo e historia. Ahí está
Marino…

Falleció en la ciudad de Lima, en febrero del 2001 a los 85 años. Sus


restos fueron cremados y sus cenizas esparcidas en los ríos sagrados del
Mosna y Huachaejza.

Reconocimientos:

1981 fue nombrado conservador vitalicio del monumento arqueológico


de Chavín, mediante resolución ministerial del INC.

19 de octubre de 1986 en una ceremonia especial desarrollado en la


plaza cuadrada del templo, recibió las “Palmas Magisteriales” máximo
galardón en el Grado de Maestro.
1987 fue elegido alcalde del distrito de Chavín.

Lizandro Coral Rosemberg

Nació en el milenario distrito de Chavín, el 20 de


octubre de 1908 sus padres fueron don Lizardo Coral
Sáenz y doña Cristina Rosemberg. Sus estudios
iniciales los realizo en la Escuela Fiscal del mismo
distrito, complementando la primaria en la ciudad de
Huaraz. Luego continúo sus estudios en el Colegio
Seminario “San Francisco de Sales”.

Contrajo matrimonio con la dama huaracina Rosa Honorata Maguiña y


fruto de este amor tuvieron dos hijas: Norka Socorro y Gloria Beatriz
Coral Maguiña. Trabajó como secretario del despacho de la Fiscalía
durante 44 años consecutivos, retirándose con honores y felicitaciones
por la labor cumplida.

Don Lizardo Coral Rosemberg ha sido considerado y catalogado dentro


del arte de las tablas como el actor dramaturgo y cómico más reconocido
en la región Áncash. Su primera inquietud teatral lo demostró por
primera vez en el distrito de Chavín en una veladita que organizó la
escuela fiscal de aquella época saliendo airoso y ovacionado por el
público.

Áncash ante el bicentenario 242


Desde entonces, no desmayo la afición en el teatro actuando en veladas
teatrales de la ciudad de Huaraz y muchos otros lugares, donde alcanzo
el éxito. LlevÓ al extremo su afición por el teatro que juntamente con
otros reconocidos actores ancashinos fundaron la Asociación de Artistas
de Áncash, debutando con la inmortal obra “El Tablado de los Miserables”
del reconocido vate ancashino Ladislao F. Meza. Lamentablemente esta
asociación de artistas desapareció por el fallecimiento de casi todos los
actores en el fatídico sismo de 1970.

Este afamado actor, cómico y dramaturgo chavino, falleció en la ciudad


de Huaraz el 15 de noviembre del año 2000.

Jacinto Palacios Zaragoza

Compositor e intérprete de la música


ancashina, conocido en el mundo
artístico como “El Trovador Andino”.
Nació en el distrito de Aija el 22 de julio
del año 1900. Los estudios primarios
los realizo en el Centro Escolar 335 de
su ciudad natal y la secundaria en el
colegio la Libertad de Huaraz.

Desde su niñez demostró habilidades


para la música e interpretación, como
todo un genio a los diez años ya tenía el
dominio total de la guitarra y a los
dieciocho ya era un excelente guitarrista e interprete. Jacinto Palacios
como todo músico en su juventud era bohemio, parlanchín, alegre y
caballero y por azares de la vida conoció a la encantadora y bella dama
chavina Asunción Benilde Coral García, con quien después contrajera
matrimonio.

Doña Benilde Coral, fue la flor y musa en quien se inspiró el cantautor


aijino para componer una de sus canciones más extraordinarias que lo
llevo a la fama “Mujer andina”. Esta canción fue ganador en el Concurso
Nacional de las Fiestas de Pampas de Amancaes – Rímac, el 24 de junio
de 1935.

Áncash ante el bicentenario 243


Entre sus composiciones y temas musicales que lo llevaron al éxito están:
“Mujer andina”, “Quizás quizás”, “El Obrero”, “Lejos y ausente”, “Los
consejos de tu Madre”, “Todo se puede olvidar menos el primer amor”,
“Cordillera Blanca Cordillera Negra”, “El Huascarán - pasacalle”, entre
muchas otras composiciones más. Todos estos temas musicales fueron
grabados y difundidos por el Conjunto Musical Ancashino “Atusparia”.
Para conocer un poco más de su agitada vida de Jacinto Palacios, que
vivió casi la mayor parte de sus años en el Distrito de Chavín;
trascribiremos algunos párrafos escritos por Don Aníbal Torre Camones
colaborador y amigo cercano del vate aijino.

“Alternó su afición por el canto y la guitarra con duros trabajos que lo


hicieron vivir las penurias de todo asalariado y le sirvieron de fuente de
inspiración de sus mejores temas. Trabajó para la Minera The Anglo
French Ticapampa y compuso “El Obrero”, tema con el que ganó el
Concurso Nacional de Amancaes promovido por la Municipalidad del
Rímac en 1929, siendo premiado por el presidente Leguía con Medalla
de Oro. Ya famoso, fue pionero de las grabaciones musicales. Su fama lo
llevó a las radios y a ser animador en diferentes veladas y actuaciones
tanto en Lima, Huaraz, Aija y la ciudad de Chavín”.

Sufrió una apoplejía que le deterioró rápidamente la salud. Falleció el 2


de diciembre de 1959 en el arqueológico distrito de Chavín. Poco
después sus restos fueron llevados y sepultados en el cementerio general
de su natal Aija.

Samuel Rotta: filántropo obsequió los terrenos para la construcción del


actual Estadio “Rotta Rotta de Chavín”.

Adrián Coral García: político e intelectual del siglo XX, tiene aportes
interesantísimos a la cultura local que publicó en diferentes medios de
aquella época. Ocupó el sillón municipal entre 1943 a 1945. Cuando él
ejercía la alcaldía ocurrió el aluvión de Chavín.

Edgardo García Colcas: político y luchador social, nació en Chavín el 27


de noviembre de 1920 y falleció el 17 de noviembre del 2004, en su
ciudad natal. Sus padres fueron Aurelio García Salas y doña Isolina Colcas
Trebejo.

Áncash ante el bicentenario 244


Gestor principal de la creación del Colegio Nacional Mixto de Chavín, por
su cercana amistad con el Senador de la República Dr. Carlos Alberto
Izaguirre. Fue elegido alcalde del distrito de Chavín en dos periodos 1965
– 1966 y 1980 – 1981.

Aprista de Convicción, por su inclinación política al partido de Víctor


Raúl Haya de la Torre, en 1948 fue encarcelado en la penitenciaria de
huari junto a otros luchadores sociales, entre ellos, Martín Flores García
y José Borda. Vivió toda su existencia añorando el desarrollo integral de
su “Chavín Querido”.

Manuel Mendoza Huerta

El primer atleta chavino - ancashino que


participó en las “Olimpiadas de Berlín” –
1936.

Gracias a la información de mi amigo,


Giber Alamo del “Portal de la ciencia y
cultura de Áncash”, encontré un dato interesantísimo de la década de los
30, de un maratonista chavino de nombre Manuel Mendoza Huerta, que
representó al Perú en las olimpiadas de Berlín – Alemania (1936).

Me enarbolé de emoción al saber que un paisano nuestro, chavino de


alma, corazón y vida, como interpreta la melodía de la Flor de la Canela,
había sido el primer atleta ancashino que hizo flamear la bicolor peruana
en las olimpiadas de Berlín.

“Manuel Mendoza Huerta, excelente corredor maratonista, natural del


distrito de Chavín, departamento de Ancash, integró la brillante delegación
que envió el Perú a las olimpiadas de Berlín – Alemania”.

Áncash ante el bicentenario 245


“Como miembro de la institución policial,
Mendoza Huerta ha tenido destacada
actuación en el cumplimiento de su deber. Y ha
sido dentro de la mencionada entidad en que ha
perfeccionado sus excelentes cualidades
atléticas obteniendo memorable éxito en sus
performances. Perteneció al club atlético
Barranco, además de otras instituciones
similares”.

Lucio meza Marcos


Periodista – escritor

Nació en el distrito de Chavín, provincia de Huari


(región Áncash) el 6 de mayo de 1968, estudió
educación primaria en la Escuela N° 86349 ahora
I.E. “Republica de Honduras”. La secundaria en el
Glorioso Colegio Nacional Mixto de Chavín.
(últimamente, denominada I.E. “Carlos Alberto Izaguirre”), Sus estudios
superiores las realizó en la Universidad Nacional de Trujillo en la
Facultad de Ciencias Sociales, paralelo a ello, estudió Ciencias de la
Comunicación en el Instituto Superior de Periodismo del Norte – Trujillo.
Escritor – Periodista: director, Redactor y Editor Cultural de Revistas y
Periódicos de Circulación Regional. Promotor cultural, Miembro de la
Asociación de Escritores y Poetas de Áncash (AEPA), director del
Instituto Cultural “Kay Shumaq Patza”. En su calidad de escritor ha
participado en varios eventos literarios regionales y nacionales.

Hasta el momento ha publicado seis libros con muchos reconocimientos


y condecoraciones.

Áncash ante el bicentenario 246


Los pasos perdidos de Luis Pardo, el bandolero
Claudio Alfonso Aranda Ibarra 

Una tarde de lluvia infernal, cielo nublado, ambiente


oscuro mi hermana Lida, Bertha, Deifilia y el suscrito,
nos hallábamos en la sala de nuestra vivienda, de pronto
la abuela Juana Arévalo Bolarte entró toda acurrucada
por el frio persistente y acucioso ingreso, al ambiente.
¿Qué hace esta juventud con tanta lluvia y clima horrible? ¡Mamá Juana
vamos a la cocina y con el calorcito abrazador del fogón queremos que
nos cuentes algunas historias!, ¿conociste a Luis Pardo?, por su puesto
hijita, sí lo conocí en circunstancias muy favorables para nuestros
intereses y premonitorios fatales para la juventud chiquiana. Nos fuimos
acurrucados al lado de la abuela rumbo a la cocina, Bertha llevó un poco
de leña y yo me puse a soplar el carbón que todavía tenía un poco de
llama viva, revivió la candela, llenamos de agua la tetera negra que
contenía una cantidad regular de café de cebada y la apuramos a nuestra
abuela con el relato prometido.

“Yo era un poco niña todavía y mi madre Francisca Aldave me llevo hacia
Conococha para visitar al tío Juan Ibarra que tenía una manada de ganado
lanar, unas cuantas vacas un par de burros y un caballo, en el lugar nos
quedamos una semana, mi única preocupación fue jugar con las
borreguitas tiernas y ayudar a arrear el ganado a las seis de la tarde
completamente arropada y cuando llovía me dejaban en la choza para no
mojarme”.

Luego de nuestra estadía placentera y divertida bajábamos de regreso


por el camino real, yo llevaba entre mis brazos un huacchí (borreguito
tierno) blanco y hermoso que de rato en rato tenía que descansar o mi
madre me ayudaba con el animalito, de pronto escuchamos los
chasquidos de un corcel que manejado por un jinete orondo con una
pañoleta al cuello, un poncho habano lugareño y unas botas con espuelas
de plata, bajaba a buen trote, mi madre toda asustada con el semblante


Claudio Alfonso Aranda Ibarra. Natural de Chiquián, Bolognesi. Contador público
colegiado por la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión de Huacho.
Compositor e intérprete de música ancashina, como muchos discos grabados. Servidor
público con residencia en Huaraz.

Áncash ante el bicentenario 247


de terror me dijo, ¡Ya nos fregamos hija, ahí viene Luis Pardo, tiene fama
de forajido y malo, hasta nos puede violar!, apuramos el paso sorteando
una pequeña cerca que separaba un predio rústico al lado derecho nos
apeamos y permanecimos sentadas, el jinete amenguo el trotar de su
caballo y se detuvo al frente nuestro y dirigiéndose a mi benefactora le
dijo.

¿Panchita, que te pasa, porque huyes de mí como si fuera un delincuente?,


yo soy víctima de los periodistas, terratenientes, el gobierno central y
hasta los mismos delincuentes quienes cometen sus fechorías y me
endilgan toda la responsabilidad ante la prensa de la capital, yo soy para
ellos el “Bandolero Luis Pardo”, si he cometido algunos delitos ha sido
porque me he visto obligado a cometerlos, ante la injusticia de los
mismos gobernantes, la policía y las autoridades locales, esos
descendientes de los españoles que me persiguen sin compasión ¿no
permiten que el indio surja entre tantos mishtis (mestizos)?… Luego de
un silencio prolongado en que parecía desahogar sus rencores y penas
consigo mismo, le dijo a mi progenitora ¿Panchita tantas veces camino
por estos lares que de repente en algún momento ya no volveré?
entonces ¡Tal vez dirán al recorrer estos parajes!; Este es el lugar de los
“Pasos Perdidos de Luis Pardo el Bandolero”. A veces vengo de la costa o
voy a ella, visitó a unos conocidos, nos tomamos unos tragos cortos por
el frio, tocamos la guitarra o el arpa y nos divertimos cantando hermosos
versos que de tanto caminar con mi fiel caballo, compongo unos huaynos
y valses que relatan mi vida errante, desdichada y a veces divertida,
desde la llegada de los españoles, la vida de los campesinos y gente
humilde a cambiado por completo ¿ya no somos libres, Panchita?

Después de unos minutos de silencio que parecía que se enjugaba sus


lágrimas y con la voz entrecortada, le pidió a mi madre ¿acércate, hija,
ella llegó a su lado, él de la altura de su cintura saco unas monedas
relucientes y una de ellas se la extendió a su interlocutora, luego con un
ademan de su mano derecha me llamó y enseñándome una moneda
similar me dijo, ¿tú también tienes derecho? se han encontrado con un
hombre lleno de bondad y cariño que jamás le faltara a su pueblo, cuando
yo no esté no sé qué pasará con ustedes, los terratenientes se apropiaran
de sus tierras, les robaran su ganado, les faltarán el respeto, las violarán
a sus hijas y no reconocerán a sus hijos, en fin, son cosas que siempre han
pasado y seguirán pasando porque las autoridades siempre han estado
del lado más fácil y conveniente, son los descendientes de los Españoles

Áncash ante el bicentenario 248


¿quién más va a ser, aunque por allí no falta un indio renegado y adulón?.
Ya Panchita, mi modesta suma otorgada gástalo de la mejor manera o
ahórralo para que eduques a esta niña buena moza, diciendo estas
palabras se echó a trotar con rumbo al pueblo de Chiquián…Nosotras nos
quedamos observando al bandolero que se marchaba a paso lento
agitando el poncho lugareño que lucía nuevo y cándido en su figura
imponente y de semblante confiable y bondadoso. ¿Quién iba a creerlo,
tamaña suerte de nosotras?

Una vez que lo vimos despuntar una curva del sendero pedregoso y
angosto, ambas levantamos el puño y extendiendo los dedos observamos
nuestra moneda nueva y reluciente, con esplendor propio de los valores
más hermosos que en nuestras manos frías y entumecidas orondas se
lucían como el luminoso astro que probablemente de vergüenza, se
ocultaba entre las nubes blancas y hermosas como nuestros sueños
mismos. Cuando despertamos de nuestra obnubilación placentera,
acordamos reiniciar nuestro recorrido hacia nuestro domicilio,
acicateadas por llegar cuanto antes a nuestra morada caminamos y de
rato en rato divisábamos nuestro pequeño tesoro para constatar que no
se nos había escurrido entre los dedos entumecidos por el viento helado
de las alturas. No reparamos en que tiempo llegamos a casa,
probablemente en pocas horas, pero, ni bien los llegamos a nuestra
morada le enseñamos nuestra fortuna a los familiares más cercanos con
el advertimiento de que no le cuenten a nadie, lo que nos había pasado.

Pasaron las horas, los días y los meses no sé cómo, casi todo el pueblo se
enteró de nuestro fortuito encuentro y nuestras monedas sirvieron para
que el pueblo se entere de lo dadivoso que era nuestro personaje, de
tanto mostrarlo y lucirlo ante la comunidad chiquiana nuestros valores
siguieron el brillo que nos deslumbró al momento que nos entregaba el
presente, varias noches no pude dormir pensando en el valor del bien, la
posibilidad del robo, la posibilidad de perderlo o que alguien me lo
arranche y se corra con la joya. La Mamá Panchita tenía un baúl de
acabados brillosos y hermosos en el que guardaba las prendas más
valiosas para ella, y una de ellas fue su hermosa moneda, solamente
cuando requería de algo urgente abría el baúl y al revisar la prenda la
frotaba con una tela de color oscuro, la joya volvía a brillar como siempre
y la guardaba en un rinconcito del cofre. El año 1913 la Mamá Juana tuvo
una linda hija del abuelo Enrique Ibarra, de ojos claros tirando para
celestes, cabellera ondulada, naricita aguileña, pestañas risadas, cejas

Áncash ante el bicentenario 249


pobladas, carita blanca, manecitas dobles y fuertes como su corazón
cariñoso, incapaz de perdonar un error y enrostrarte tus berrinches
perennemente.

El año que lo mataron a Luis Pardo Novoa en el pueblo de Cajacay y su


cadáver lo expusieron en la plaza de armas de Chiquián, casi a hurtadillas
me acerqué a contemplar el cadáver de mi benefactor que, lucia los
brazos y las piernas flácidas, el cabello chamuscado, sus ojos cerrados,
sus pestañas y cejas ligeramente risadas erizadas, sus labios con un rictus
de dolor y rabia, sus manos como extendiéndolas para entregarme otra
moneda de oro, mentalmente rece un padrenuestro, le pedí al señor que
le colme de bendiciones y lo acoja en su morada con cariño y perdón
eterno por haber hecho de un hombre bueno y dadivoso, un ejemplo
aterrador para el pueblo, muy dolida y acongojada camine unos pasos,
tomé asiento en una banca y me puse a llorar…

Después de unos días lo enterraron, el pueblo asistió en silencio y


apesadumbrado, triste, meditabundo, con la cabeza gacha y los ojos
llenos de lágrimas lo enterramos a nuestro personaje publicitado por la
prensa capitalina, todos se llenaron la boca con la desgracia de nuestro
bandolero, los personajes más o menos visibles comentaban sus
aventuras, exagerando las verdaderas razones, todos eran dueños de la
verdad a medias; solamente la gente pobre, los niños y los que recibimos
por lo menos una sonrisa cariñosa y apacible nos quedamos con sus
enseñanzas buenas, aleccionadoras, reflexivas o probablemente malas
para nuestra época; así fue nuestro personaje famoso para la prensa y
muy dadivoso para los paisanos pobres y afligidos… ¿Cómo hubiera
celebrado el Bicentenario de la Independencia del Perú? Era un
hombre leído y razonante, producto de una mixtura racial, porque él era
de tez blanca, simpático y públicamente bondadoso.

Pasaron muchos años, la bisabuela Francisca Aldave ya había fallecido,


pero su nieta querida Hermelinda Ibarra, a quien la crio hasta el día de
su muerte, heredera de sus enseñanzas y pesares ya casada, con varios
hijos y muy delicada de salud, precisaba viajar a Lima para propiciar su
curación, se acordó que tenía un recurso muy querido que jamás lo había
utilizado, acudió a un jarrón de apariencia antigua y valiosa que contenía
cebada en su interior y flores artificiales sobre ella; vacío todo su
contenido y hurgando con sus dedos agiles entre la cebada limpia,
encontró la moneda reluciente que casi nunca la habíamos visto, exclamó

Áncash ante el bicentenario 250


¿Está joya es la solución a nuestros problemas?, la venderé al mejor
postor y dispondremos de la suma conseguida para poder viajar a la
costa, para propiciar la curación a mis males ¡bendita mi abuelita, que en
sus momentos de agradable compañía me dio el preciado regalo que
nuestro famoso bandolero Luis Pardo le había regalado! Es cierto, mi
madre se fue a Huacho por unos meses, Luis Pardo nos solucionó el
problema ¡Que dios lo haya acogido en su lecho de gloría al bendito
bandolero tan publicitado por la prensa capitalina y temido por los
terratenientes del tramo de Chiquián a la costa, todo el territorio
nacional y el vecino país de Chile, donde también plasmo sus incursiones
socialistas!

Luis Pardo - Huayno.


I
Yo soy Chiquiano señores
y no me gustan pretensiones
ando matando la injusticia
por eso me llaman bandolero
II
Cuanta miseria he encontrado
por donde quiera que he pasado
pero mi sangre es rebelde
y ando robando para los pobres
III
El día que yo muera
no quiero que anden llorando
dejen las penas y pesares
sigan las huellas que he dejado
IV
Sé que por ello andarán
como las fieras perseguido
de que no valen cobardías
si la miseria no acabará

Fuga
Quiérame, quiéreme cholita
ámame, ámame negrita
si tú me quieres yo te querré
con mi versito te engañaré

Áncash ante el bicentenario 251


Campo y campesino
I
Las primeras lluvias que brotan con ternura
humedecen la tierra con fragancia atractiva
fertilizando los campos que ayer sombríos
embriagados de sed para no lucir desolados
II
Mojará sus entrañas estremeciendo el alma
hasta sentirla preñada de alegría atiborrada
saciando la sed esperará con ambiciones
que manos conocidas fecunden sus raíces
III
Las aves con sus arpegios nos dicen la hora
en que los aldeanos despierten de la quimera
para seguir con las labores aplazadas de ayer
y culminarlas hoy día, antes del anochecer…
IV
A golpe duro del azadón se cultiva la era
bebiendo ávidamente la chicha de jora
para que su fecundidad nos dé el pan del día
y la cantidad de sus frutos sacie la existencia
V
Sobre surcos profundos que lastiman el alma
con tus manos viertes la semilla con calma
con la ilusión que las heladas o el mal tiempo
no trunquen el gusto de cultivar el campo
VI
Cuando la semilla brota fresca con la aurora
y el pichuychanca se alborota en la pradera
el zorzal continúa la fiesta cantando la danza
el campesino con la hondilla no la alcanza
VII
Los tallos se votan en el aporque laborioso
el cardo se deshecha porque luce odioso
esperando que la parcela luzca despejada
para almacenar toda la cosecha lograda
VIII
Campo y campesino se saludan con afecto
entre ellos nunca existió ningún conflicto
se adoran como dos amantes inseparables
ahuyentando las tempestades fúnebres…

Áncash ante el bicentenario 252


IX
Fallece el campesino en un cuarto oscuro
sus dos niños son muy tiernos y sin futuro
no hay camposanto ni ceremonia pomposa
le llegó la hora con desgracia espantosa…

Caminos andinos
I
Caminos de herradura estrechos y peligrosos
por donde transitan los campesinos ataviados
con sus vestidos de colores resplandecientes
reflejando los rayos del sol, muy relucientes
II
A su paso ligero se dibujan sus curvas
al recorrer las acémilas señalan sus órbitas
dejando señuelos con olor hediondo y sano
de forraje silvestre masticado en invierno
III
Vanidosos arbustos con flores de colores
oriundos de la zona asoman como fantoches
orlando con su encanto las riveras del camino
¿qué hermoso se vislumbra en tu entorno?
IV
Con cansino andar recorre el campesino
tarde y mañana porque así es su destino
llevando una lampa, un pico y un martillo
no transporta ni un centavo en el bolsillo
V
Te hicieron camino de tanto transitar tu valle
te dibujaron varias veces, como a una calle
eres la solución para llegar al lugar indicado
agilito, sin peligro, con el corazón reposado
VI
De tanto andar deduzco la hora de mi llegada
a visitar a mi amor que se halla en la empinada
loma por la que circulan las aves más hermosas
de tu valles verdes y fragancias vaporosas
VII
Por tu sendero recorro extasiado por tu belleza
bebo en tus manantiales y refresco mi tristeza
recojo bellas flores silvestres para mi amada
que la pondrá en el altar frente a su almohada
Áncash ante el bicentenario 253
VIII
Todo nuestro vasto imperio lucía verde y florido
ahora han perdido hasta su hermoso colorido
los chasquis eran los verdaderos mensajeros
que transitaban tus caminos todos contentos
IX
Ahora te recuerdo y te recorro con mucho agrado
por placer y por los años hermosos que he vivido
que al contemplar mis zapatazos destrozados
caminos estrechos me traen muchos recuerdos

Los pedales del “cuca dóctor”

En mi pueblo pequeño y simpático, de calles bien delineadas, piso


empedrado, o solamente de tierra apelmazada, de casas de adobe o tapial
con acabados inconclusos, pintados de diversos colores, de puertas y
ventanas de madera, algunas de fierro sin pintar o con colores que ya por
el tiempo transcurrido no se nota el tono que albergaban, sus terrados
de eucalipto o aliso que sobresalen hacia la calle, de un solo piso raras
veces de tres, sus techos generalmente de tejas rojas que con el correr de
los años se vuelven de color opaco, su cielo azul sin rasgo de nubes en
verano y con nubes hermosas: nimbos, estratos, alto estratos, cúmulos,
altos cúmulos o cirros en invierno, la cordillera Huayhuash iluminando
todo el paisaje serrano de mi terruño…¡qué maravilla para mis ojos
pardos que de tanto mirarte me subyugaste y me sigues deleitando!.. y
mis sueños siempre habidos de hurgar en tus colores variables, la
respuesta a mis inquietudes de niño soñador…

De tanto contemplar tus mañanas, tus tardes y las noches oscuras, por la
calle veintiocho de julio observe que caminaba un hombre de más o
menos 55 años, cara redonda, ojos pardos, cabellos ligeramente castaños
pestañas y cejas hirsutas, labios finos, nariz aguileña, cuello pequeño y
grueso, de talla mediana probablemente un metro sesenta y tres,
pantalones anchos, camisa a cuadros, zapatos anchos posiblemente de
talla 39 o cuarenta o tal vez le quedaban grandes por la manera de andar
tambaleante… ¿Quién sería ese ser tan original y desconocido en el
pueblo , ¡jamás lo había visto!... Pasó una cuadra, caminando balanceado
toda su humanidad, y de pronto de la vereda del frente, le saludó el
capitán de la guardia civil, buenas noches, doctor… Muy buenas las tenga
usted, capitán le contestó el fulano, yo me fui pensando, ¿Cómo puede ser

Áncash ante el bicentenario 254


doctor ese personaje, me tinca que el oficial lo ha dicho de forma
socarrona, pero no fue así?

Como de costumbre, me hallaba en la casa de mi tía Ana Vargas, la misma


que se encontraba con un dolor de muelas enorme y me pidió que la
acompañe al consultorio del “Cúca doctor”, enrumbamos a su encuentro
y al llegar a su consultorio me di con la noticia que el famoso personaje
era, el ser que me había impresionado negativamente con su apariencia
espantosa y jocosa, la paciente ingresó al recinto y tomo como asiento en
una silla de madera vieja y de color confuso, se recostó sobre el espaldar
y toda acongojada se sentó a esperar su turno.

Luego de media hora habló el personaje, ¿A ver señora en que la puedo


servir?, estoy con un dolor de muelas hacen varios días y he decidido
venir a verle, ha tomado la mejor decisión de su vida, señora, le dijo a su
paciente…ni bien termino el dialogo corto y de inmediato empezó con su
trabajo, con una linternita pequeña y oxidada iluminó sus molares,
detectando la pieza infectada y molestosa, la removió con un alicate
pequeño de apariencia desgastada y reluciente, como si recién lo hubiera
lavado y pulido, le inyecto la anestesia en los alrededores del molar y le
dijo que le espere unos minutos, hizo lo recomendado y nuevamente se
acomodó en el asiento disponible para los pacientes, el presunto dentista
incrustó en los costados del molar que, justamente daba a la encía rojiza
de mi atribulada tía una filuda herramienta, con la mano izquierda le
fregaba la herida con un poco de algodón, y de vez en cuando arrojaba el
bendito elemento untado en sangre oscura salpicada de color verde o
marrón que, probablemente era la pus, la paciente con fuerza le sacó la
mano derecha del dentista, a lo que el citado personaje le dijo…

¡Cómo te atreves a interrumpirme el momento más importante de mi


trabajo, haciéndome perder el tiempo y la posibilidad de atender a otro
paciente!.. Para el acto final, apoyó su rodilla en la silla y con inusitada
fuerza sacó la pieza dental corroída y manchada de sangre, con una carita
que simulaba alegría, exclamó ¿Qué barbaridad tremenda molar que
debe haberte provocado un dolor inaguantable? ¿Cuánto es doctor?, le
dijo la paciente con una mueca de dolor muy agudo, el personaje le
contestó extendiendo la mano derecha con los cinco dedos ampliados, mi
pariente saco el billete y le entrego a su médico maltratador. Concluido
el acto salvaje la doña me hizo una señal con la mano y ambos salimos
presurosos rumbo al hogar de la tía Anita.

Áncash ante el bicentenario 255


Avanzada la tarde del mes de marzo de un año no determinado, mi primo
Artemio Ordoñez y el suscrito salimos de mi casa para hacer un mandado
de mi señora madre, ya nos acercábamos a la calle 28 de julio, y por ella
giraba el personaje que nos causaba mucha intriga, críticas y hasta
miedo, mi primo me dijo ¿Mira quién está allí adelante?, cállate le dije
vamos a seguirle en silencio… Unos minutos de paz y tranquilidad y
nuestro protagonista giro por ambos lados para divisar si alguien le
seguía los pasos, probablemente no nos advirtió y siguió caminando con
un andar lento, balanceando su humanidad con cierta incomodidad, y de
pronto empezó con unos cuescos sonoros y de sonidos rimbombantes
que, parecía que levantaba una humareda oscura y de olor nauseabundo.
¡Esto se parece a las lluvias torrenciales de Huaraz Me dijo mi primo!, yo
le repliqué -no, se parece a las películas de terror y el olor llega hasta la
carretera que va a Lima-con pequeños silencios el anciano seguía con el
bombardeo desmesurado y desesperado.

¡Este fulano debe estar con el estómago revuelto por haber consumido
una tonelada de comida de ayer!, No, seas malo pariente, a mí me parece
la presentación de una banda de Huancayo con instrumentos de viento
conformado por trompetas y saxofonistas desafinados y desacom-
pasados, seguimos dos cuadras detrás del fulano y su retreta no cesaba,
hasta que poco a poco terminó su exhibición y nos regresamos riéndonos
del acontecimiento tan divertido.

En otra ocasión, la mamá de mi primo nos envió a una parcela de chacras


que tenía en Shapash, del lado derecho del camino real que colindaba con
su terreno brotaba una fuente de agua cristalina, se dice que de
madrugada el líquido elemento era caliente y agradable para bañarse,
aprovechando esas bondades los habitantes del pueblo se congregaban
en la mañanitas a golpe de cinco a seis del amanecer, para refrescar el
cuerpo cansado de las labores diarias que no te permitían hacerlo en tu
domicilio por que la mayoría no tenía baño propio.

Bueno, ya casi llegábamos al lugar indicado y ambos advertimos un


cuerpo un poco gordo, de torso desnudo, una truza ancha de colores,
probablemente para usarlo en las playas de la costa o una prenda para
dormir en los regazos de un ambiente caluroso, el hecho es que en
silencio y con mucho cuidado bajamos al caminito que nos llevaba al
nacimiento del agua, de pronto salió el “Cuca Doctor” con la cara mojada,
sus cabellos erizados, sus pestañas con gotas de agua, sus pies blancos y

Áncash ante el bicentenario 256


delgados, su barriga prominente y sosteniendo entre sus manos su truza
colorida y goteando de líquido, con un movimiento de violento de la
mano derecha nos arrojó una piedra de regular tamaño, más fue el susto
de haberlo visto tan cerca que de un salto trepamos la cerca de su chacra
del primo y nos agazapamos detrás del muro. Cuando ya había pasado el
espanto nos pusimos a gastarnos bromas; créeme que yo pensaba que
era un ichic hullco, yo pensé que era una rana encantada, me parecía un
demonio de los andes, Nunca he visto un bañista tan terrible,
intercambiamos opiniones malévolas en torno al personaje mencionado
y nos reímos con cada ocurrencia, como si hubiéramos visto una
presentación de un payaso chileno…

Era el caso que nuestro protagonista tenía la fama de cachetear a sus


pacientes, en otra oportunidad estuvimos jugando a las canicas en la calle
Comercio y de pronto apareció el amigo Lucho Ruesta, ¿A dónde vas
amigo? le dijimos al fulano, él nos contó que toda la noche no había
dormido y su madre le había dado cinco soles para acudir al dentista, sin
pensarlo dos veces le acompañamos al camarada, llegamos al consultorio
y una vecina nos contó que todavía no estaba atendiendo, a media cuadra
no más está su domicilio, bajamos a tocar la puerta que nos habían
señalado como destino, con una piedrita golpeamos la puerta gruesa de
aldaba grande y pesada, de un color probablemente celeste porque
habían pequeños rasgos de su coloración sin historia. Después de unos
diez minutos más o menos en forma abrupta abrió la puerta, el personaje
que buscábamos y con voz un poco ofuscada le preguntó al enfermo ¿qué
quieres niño?, el aludido le relató su necesidad de atención y con un
asentimiento protocolar le dijo, espérame en mi consultorio, voy a sacar
mi llave y abrigo.

Esperamos unos veinte minutos en la puerta del consultorio, de pronto


observamos que nuestro personaje se acercaba a nosotros llevando una
tira roja en la cual se hallaban las llaves grandes y pequeñas, un abrigo
negro en sus brazos, el cabello bien peinado, la cara recién lavada con
unas gotas de agua en la cejas y pestañas, su infaltable pantalón negro,
sus medias claras y un poco sucias, sus zapatos anchos y grandes de color
negro como la tarde que ya oscurecía, se detuvo en la puerta escogió una
llave grande e intento abrir el candado enorme que pendía de la aldaba,
entro al local, acomodó su abrigo en una percha, y le invito al paciente
para que tome asiento en el lugar indicado, le revisó los caninos y le
retruco con voz autoritaria, ¡este diente está podrido como puedes haber

Áncash ante el bicentenario 257


aguantado tanto, está infectado?, no hay solución tenemos que extraerte,
hágalo doctor… ya no puedo soportar el dolor de muela.

Dicho esto, el bendito actor se puso manos a la obra, nosotros nos


habíamos acomodado en la puerta del local con la finalidad de observar
atentamente a nuestro anfitrión, movía las manos para cambiar de
instrumento, le daba un pedazo de algodón para limpiarse la boca
ensangrentada, los gestos de sus articulaciones superiores e inferiores
eran activas, su rostro muy expresivo con los ojos desorbitados y
haciendo fuerza para sacarle el canino con la rodilla en el pecho, en ese
ínterin agarro el termo de agua humeante lo vertió en un pocillo
despostillado y moviendo el contenido se acercó a la puerta, nosotros nos
alejamos a una distancia prudencial y el pendenciero arrojo el líquido
caliente en dirección a nosotros, seguro que advirtió que nos reíamos y
gesticulábamos como él, regresó a su labor emprendida y haciendo
fuerza con la mano derecha, le sacó el canino amarillento con manchas
de sangre, el paciente gritó con signos de profundo dolor.

El doctor le dijo en tono altanero y satisfecho, ¡Ya terminó tu suplicio,


ahora te enjuagas con agua de coca que está en el pocillo y asunto
terminado?, para usted será doctor, a mí me duele mucho… Tomate una
aspirina, y asunto concluido, porque te haces tantos problemas…Ya en la
calle al pobre Lucho le hemos molestado…

Amigo realmente eres igualito que el dentista, no será tu Papá, a mí me


parece que fuera su hermano, cuando hace esfuerzos para extraerte el
diente, mi primo le remató, hasta en los cuescos te pareces a él, el
personaje furibundo y ofendido se agachó para coger una piedra y
aventarla sobre nuestros cuerpos que se esfumaron a carrera veloz…

Por el aniversario de la provincia se llevó a cabo un almuerzo y reunión


social en el municipio de la provincia, uno de los invitados era el famoso
“Cuca”, se encontraba sentado al centro de las personas más notables de
la localidad y con las piernas cruzada exhibía sus medias claras, sus
pantalones anchos y su camisa a cuadros esta vez de manga corta, para
lucir sus brazos blancos y arrugados, de pronto se irguió acicateado por
haber consumido unas cervezas y la saco a bailar a una señora de regular
talla, según ella muy bella y de estirpe distinguida, los dos se enfrascaron
a danzar un pazo doble si bien es cierto no lo hacían mal pero el doctor
en el afán de demostrar su destreza, se veía chistoso y demasiado galante

Áncash ante el bicentenario 258


ante la dama. Nosotros como de costumbre nos reíamos solapadamente
provocando el enojo de nuestro personaje, con disimulo salió para la
puerta y nos arrojó el vaso de cerveza que se había servido, por fortuna
nos alejamos a la carrera, sin lograr su cometido. De todo ello estoy
seguro que nuestra presencia atosigante, acechadora y chismosa le
incomodaba, alimentando su fastidio total, de esa manera sin querer
queriendo como diría el Chavo casi siempre fuimos su sombra.

Todos los fines de año el suscrito se marchaba a la costa, por diversos


motivos: visitar a mi familia, para gozar mis vacaciones, para trabajar en
algo y ayudar en los gasto escolares a mi atribulada Madre, en uno de
esos viajes logré ubicarlo al citado personaje, lucia más ancianito, con su
vestimenta roída y vieja, sus maletas de cuero puro, con correas gruesas
y largas, atado con una soguilla por el centro, se acercó a la agenciera
para comprar sus pasajes, tenía unos billetes maltratados y poco sencillo,
le faltaba un sol para completar el precio del servicio solicitado y la
agenciera no tenía vuelto, yo le extendí un sol con mucha bondad y
desprendimiento, el cogió la moneda me quedo mirando fijamente, giró
a hacia la agenciera le cancelo lo que faltaba y dirigiéndose a mí me dijo
-En unos minutos le devuelvo la moneda, no se preocupe doctor no es
nada… Muchas gracias, replicó y se sentó en la silla que da casi a la
entrada del recinto… Del mismo modo, me apoltroné en la banca que
lucía casi llena de pasajeros que aguardaban para viajar rumbo a la costa,
su itinerario era hasta Lima, pero en el trayecto los pasajeros subían y
bajaban hasta llegar a su destino…

En varios minutos que transcurrieron no le perdí de vista al famoso “Cuca


doctor”, asimismo, él me observaba preocupado y no me quitaba los ojos
de encima ni un instante, ahora ya era joven, no tenía la intención de
fastidiarlo, de observar y criticar sus facciones que no eran las comunes
en mi comunidad, una joven salió del asiento que se hallaba al lado del
anciano me acerque a su lado y con suavidad le dije, ¿A dónde se va
doctor?, me voy a buscar un lugar para mi cansada vida, quiero hurgar
entre los campos áridos, verdes y solariegos de Huaral la paz que necesita
mi cuerpo, a estas alturas de mi vida- ¿Cuántos años tiene?, ya me olvidé
la fecha exacta de mi nacimiento, el nombre de mis padres y el lugar
donde viven mis familiares e hijos… Luego de unos minutos, le dije ¿Se
va definitivamente, o regresará después de un tiempo? Ni yo mismo sé si
volveré, he recorrido por varios lugares y cuando me he dado cuenta que
ya no servía, he sabido retirarme y comenzar de nuevo… De pronto,

Áncash ante el bicentenario 259


iracundamente me pregunta. ¿Tú no eres uno de los dos mozalbetes que
constantemente se burlaban de mí, cuantas veces he tenido ganas de
destrozarles el pescuezo o darles un pellizcó que les deje una marca para
toda la vida?, discúlpeme doctor nunca lo hicimos de mala voluntad,
éramos niños y como tal, nos recordaba a nuestros abuelos, seguro…

La agenciera nos indicó que debíamos subir al carro, el anciano agarró


un maletín pequeño y trepó al vehículo, se acomodó en un asiento del
fondo y se puso a dormir. En Chasqui bajamos a almorzar y seguimos el
viaje… A Huaral llegamos casi anocheciendo, una voz quejumbrosa
anunció que bajaba, el carro se detuvo, el pasajero camino lentamente y
se apeó, le bajaron las maletas de cuero desteñido y con la cara
apesadumbrada se quedó al borde de la pista, nadie le esperaba. ¿Tendrá
familia?, ¿A dónde llegará?, ¿lo acobijaran en una casa o se quedará en un
hotel cualquiera?, ¿Se habrá sanado de su molestia estomacal? baje
detrás de él, le extendí el único billete de diez soles que tenía, diciéndole
¿Qué le vaya bien? El ancianito no era feo: era agradable, se expresaba
bien, su carita demostraba transparencia, sus ojitos eran marrones y te
miraba de frente ¿de algo le habrá servido la pequeña suma que tenía, y
se la ofrecí..?

Los minutos pasaban, las horas lo mismo, los días también, los meses se
agolparon unos a otros, los años también, llegaron dentistas jóvenes para
trabajar en la posta medica de la ciudad, los métodos, las medicinas, los,
procedimientos eran otros, pero, ya no estaba el personaje pintoresco y
muy útil del pueblo, no ha regresado a recorrer las calles de mi
ciudad…Un ser humano se ha marchado y no sabemos qué rumbo
definitivo habrá tomado… ¿Algún día volverá a Chiquián, solo Dios
sabe...? Ya nos hemos olvidado de nuestros conceptos equivocados
respecto al “Cuca Doctor”, pero en realidad solamente le observábamos…

Áncash ante el bicentenario 260


Eleazar Guzmán Barrón:
La energía atómica y la salud
Luis Alberto Salazar Mejía 

Resumen

Eleazar Guzmán Barrón es un científico a quien no se


han otorgado los méritos necesarios ni los recono-
cimientos que merece su aporte a la ciencia pues su
contribución se da en el campo de la bioquímica, relacionada a la
aplicación de la energía atómica. Es decir, dirigió sus investigaciones a
entender cómo la radiación puede ser un método válido para la lucha
contra el cáncer y otras enfermedades humanas. El trabajo que se
presenta es un homenaje a su memoria y una breve investigación sobre
el carácter propositivo de un científico que, residiendo en los Estados
Unidos de Norteamérica, amplió su misión para elevar la calidad de la
medicina en su patria, de la que nunca se desligó, interesándose en la
creación del cuerpo médico y de la organización y defensa de sus colegas.

Una vida plena de realizaciones es la Guzmán Barrón, su contribución a


la ciencia se plasma en diversos artículos publicados en las más
prestigiosas revistas de medicina a nivel mundial. Gracias a sus
propuestas, la ciencia médica avanzó mucho en el siglo XX especialmente
en el campo de la bioquímica. Eleazar Guzmán Barrón es un adalid y
paradigma para todos los científicos de Áncash y del Perú. Modelo de
profesional dedicado en cuerpo y alma a la medicina y a la ciencia. Su
contribución al desarrollo de la investigación científica en el campo
nuclear fue utilizar esa poderosa energía en el campo médico, para salvar
vidas, no para quitarla.

Palabras clave: Guzmán Barrón; medicina; bioquímica; energía atómica.


Luis Salazar Mejía. – Luis Salazar Mejía, Licenciado en Educación – Historia por la
UNMSM y con estudios de Musicología en la Universidad de Ginebra – Suiza, ha sido
profesor en la ESFA – Áncash y en la Escuela nacional superior de folklore José María
Arguedas de Lima. Cuenta con varias grabaciones. Conciertos en el Perú y en el
extranjero. Ha publicado; Método de guitarra andina, El misterio del cóndor y diversos
artículos sobre música peruana. Con su hermano José Antonio forma el dúo de Los
hermanos del Ande.

Áncash ante el bicentenario 261


Introducción

Eleazar Guzmán Barrón nació en Huari, el 18 de setiembre de 1899, en el


seno de una de las familias con más raigambre en el lugar. En su tierra
natal realizó sus estudios primarios en el Colegio "Gonzáles Prada" para
luego trasladarse a la ciudad de Huaraz, donde estudió la secundaria en
el gran colegio "De la Libertad", obteniendo la Medalla de Oro al final de
sus estudios. Ejerció la docencia en ese colegio por algún tiempo y luego
se trasladó a Lima.

Siguió sus estudios en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos,


ingresando a la Facultad de Medicina de "San Fernando", graduándose en
1922 ante la Academia de Medicina, pues la universidad se hallaba
recesada. En esos tiempos tomó parte de las luchas por la Reforma
Universitaria, siendo célebre la carta que publicó el diario "El Comercio"
sobre la clausura de su universidad.

Regresó a Huaraz ya como médico y reorganizó el Hospital de Belén. Su


labor fue elogiada no solo por los pacientes, sino también por toda la
comunidad, que se maravilló de la modernización que se produjo en el
antiguo hospital huaracino. A su retorno a Lima, fue nombrado
catedrático de la Facultad de Medicina en "San Fernando" en 1924.
Presentó un informe a la Dirección de Salubridad sobre las condiciones
de salud en Madre de Dios y publicó un trabajo de investigación:
"Estudios sobre el Indio Peruano".

A fines de esa década viajó becado a Francia para perfeccionar sus


conocimientos. De allí pasó a las clínicas de gastroenterología de las
universidades de París y Estrasburgo. Como su prestigio internacional
había crecido, la Fundación Rockefeller le otorgó una beca en Estados
Unidos, país al que llegó en 1930.

Al retornar a su patria es incorporado a la Sociedad Peruana de


Cardiología y se interesó por la organización gremial de sus colegas,
sentando las bases para la organización del Colegio Médico Peruano,
despertando en sus colegas la idea de agruparse en defensa de sus
derechos.

Continuando con sus investigaciones científicas, regresa a los Estados


Unidos y es ascendido en su universidad a la categoría de Docente

Áncash ante el bicentenario 262


Asociado en 1939. Es la época de su mejor producción. Sus artículos
inundan las revistas especializadas de Europa y los Estados Unidos,
llegando a contabilizarse más de ciento cincuenta de ellos. Escribió,
además, un total de veinte libros especializados, entre ellos: “El papel de
radicales libres y del oxígeno en reacciones produjo por radiaciones de
ionización”, “El mecanismo de la síntesis de la colina del acetilo; la síntesis
del citrato por las enzimas del cerebro”, “Estudios en el mecanismo de la
acción de las radiaciones de ionización. XV. X-irradiación del
oxyhemoglobin y de los compuestos relacionados”. También publicó
numerosas ponencias presentadas en eventos científicos.

El tema que inmortalizó a Guzmán Barrón fue la energía atómica, por el


que tuvo especial interés en su aspecto relacionado a la salud humana.
Sus estudios sobre los efectos biológicos de las radiaciones ionizantes a
causa de la energía nuclear son de gran importancia para la ciencia
moderna. La Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos lo tuvo
entre sus miembros. Pese a no poder regresar al Perú, siempre se
mantuvo en contacto con sus alumnos y las asociaciones que había
formado. Guzmán Barrón se ganó el respeto de la comunidad médica
latinoamericana por su gran contribución a la ciencia.

1. Su vida

Sebastián Guzmán Alva, fue un docente huaracino que llegó a laborar a


Huari en 1890. Se casó en esa ciudad con Agripina Barrón Camacho, bella
joven con la que llegó a tener siete hijos. El profesor Guzmán vivía
escandalizado porque en Huari no existía un colegio secundario, por ello
se empeñó en crear uno. Hizo las gestiones respectivas y exigió a los
representantes por Áncash lo secunden en su esfuerzo. Estaba en ese
intento cuando nació en Huari su primogénito a quien bautizaron con el
nombre de Eleazar, el 18 de septiembre de 1899, según datos de su hoja
de vida publicada bajo su anuencia por la Universidad de Chicago;
aunque otros biógrafos señalan como año de nacimiento a 1897
(Huertas, 1988; Solís, 2007), mientras que Estremadoyro (1980) y
Trujillo (2009) trasladan aún más lejos su año de nacimiento, fijándolo
en 1893.

Empezando el nuevo siglo, en noviembre de 1900, el profesor Guzmán


tuvo el orgullo de ver creado el colegio nacional Manuel Gonzáles Prada,
primera institución educativa de nivel secundario en toda la zona de

Áncash ante el bicentenario 263


Conchucos. La educación que en casa daba a sus hijos el profesor
Sebastián Guzmán era muy rigurosa y exigente, a tal punto que de los
siete hijos del matrimonio Guzmán Barrón, tres de ellos, Alberto, Víctor
y Guillermo, llegaron a ser científicos como Eleazar el hermano mayor
(Barrón, 2015).

Huari es una pequeña ciudad enclavada en la quebrada del Puchca, su


ubicación estratégica la hizo capital de Conchucos Alto durante toda la
colonia. Por el camino de Huántar, se llegaba fácilmente a la ciudad de
Huaraz utilizando el paso de la quebrada Quilcayhuanca. Por ello, el
profesor Guzmán transitaba a su tierra hasta que el paso se cerró en la
primera década del siglo XX.

En Huari, desde muy pequeño, su primer hijo fue llamado con un


diminutivo quechuizado, el de “Achito”. Y esta era y es una costumbre
muy arraigada en la sierra ancashina, donde el quechua hablante tiene la
sabiduría andina de dominar la “inteligencia afectiva, que es única en el
mundo y constituye la base de nuestras relaciones sociales; la afectividad
andina nos permite utilizar sobrenombres cargados de familiaridad, donde
tenemos a los shoshis, amachitos, antuquitos, mallichas, camichas, pillpish
y tantos más” (Salazar, 2009, p. 91). Un estudio exhaustivo sobre la
formación y vigencia de los hipocorísticos quechuizados en la zona
andina de Áncash lo realizan Julca y Nivin (2021). Los hipocorísticos son
formas abreviadas y diminutivas de los nombres propios de personas
adaptados fonética y morfológicamente con la finalidad de expresar
afecto, cariño e influir positivamente al interlocutor en la comunicación
familiar y amical. En el caso de los hipocorísticos quechuizados, estos
derivan de los nombres castellanos a los que se les añade elementos
morfofonológicos quechuas: Alberto > Allwi, Santiago > Shanti, María >
Malli, Carmen > Kallmi.

El padre de nuestro personaje, el profesor Guzmán Alva fue director del


plantel que había fundado y profesor de las materias más importantes.
Estuvo al frente de la dirección seis años. Uno de los integrantes de la
primera promoción del “Gonzáles Prada” fue su hijo Eleazar Guzmán
Barrón, llamado a ser luminaria de la ciencia en el mundo. Luego de
realizar sus estudios de primer y segundo año en el colegio González
Prada, fue trasladado a seguir la secundaria en el célebre colegio nacional
La Libertad de Huaraz, alma máter de la educación ancashina, de donde
el joven Eleazar egresó en 1910 con la medalla de oro.

Áncash ante el bicentenario 264


Al terminar la secundaria, ingresa en la Universidad Nacional Mayor de
San Marcos y posteriormente, ingresa a la Facultad de Medicina de San
Fernando. En la universidad conoció a otro ancashino ilustre, el aijino
Santiago Antúnez de Mayolo. El trato que se daban era cordial y ambos
hablaban en quechua y se trataban por sus nombres de cariño,
hipocorístico o diminutivo: Shanti, le decía Guzmán Barrón y el sabio le
llamaba Eliaco, no “Achito” como le gustaba ser llamado por sus amigos
más cercanos (véase Salazar, 2007).

El Dr. Cazorla (2011) quien fuera su ayudante en los Laboratorios de la


División de Química de la Universidad de Chicago en 1954, rememora
una anécdota que le contara el mismo Guzmán Barrón sobre esa época:

Estando en clase de Química en San Marcos, el profesor preguntó:


¿hay algún estudiante que quiera ayudar en las prácticas? Eleazar
fue el primero en levantar la mano. Yo profesor. Inquirió el
docente: ¿de dónde eres? La respuesta fue cortante: de Huari
señor, corazón caliente en espalda fría. Siéntate, otro… Era
inconcebible para ese señor que un provinciano desconocido
intentara ingresar a la cátedra universitaria como ayudante. Hoy
ignoramos el nombre de ese profesor y rendimos homenaje al
joven huarino. (p. 123)

Fue elegido dirigente de los estudiantes y participó en el movimiento de


la reforma universitaria, corriente que venía de la Argentina, con el grito
de Córdova donde los estudiantes promovían la democratización de la
enseñanza universitaria. La agitación reformista en Medicina comenzó
en 1919 y fue encabezada por los alumnos del sétimo y último año.
Presidente del Comité de Reforma de la Facultad de Medicina fue Eleazar
Guzmán Barrón, el mejor alumno de la facultad. Con ayuda de todos se
pudo conseguir los puntos más importantes de la reforma propuesta. Las
sesiones del comité de estudiantes se realizaban en el Cuarto de Internos
del Hospital de Santa Ana. Su recia personalidad, en la que era fácil
señalar el ancestro aborigen del indio de mañana no oprimido; sino
liberado y en marcha, se destacó no sólo ante sus propios compañeros en
1919, sino en las asambleas estudiantiles.

La Reforma Universitaria fue contagiada otras universidades, progra-


mándose la Asamblea General de Estudiantes Universitarios en el Cuzco,
en consideración que la Universidad San Antonio Abad era la más
antigua, luego de la Universidad Mayor de San Marcos. Entre los
Áncash ante el bicentenario 265
delegados que viajaron desde Lima estaban Raúl Porras Barrenechea,
Augusto Rodríguez Larraín, Jorge Avendaño y Eleazar Guzmán Barrón,
entre otros. Los temas discutidos y sus ponentes fueron “Bases para la
organización de la Federación de Estudiantes” por Porras Barrenechea;
Reforma de la enseñanza” y “Las enfermedades regionales y su
profilaxis” por Eleazar Guzmán Barrón” (Barrón, 2010).

A su retorno a Lima se formó el Comité de Reforma en la Facultad de San


Fernando. El presidente del Comité de Reforma en la Facultad de
Medicina fue Eleazar Guzmán Barrón, quien se desempeñó con gran
entrega y responsabilidad. Cazorla (2011) nos ofrece un rasgo peculiar
de su personalidad:

Demostró su integridad profesional cuando tras varios meses de


huelga, los alumnos de medicina deciden en asamblea que en los
tres meses restantes se recupere el año de estudios. Guzmán
Barrón amenazó con renunciar a la presidencia de la Asociación
de Estudiantes de la Facultad de Medicina si se comete tamaño
atropello: “Mal podemos exigir moralidad, si no somos morales;
mal podemos exigir reformas, si no somos consecuentes con
nuestros principios”. Ante esto, la asamblea revoca el acuerdo y
deciden perder el año, ejemplo que nunca se ha repetido en las
aulas universitarias. (p. 124)

Guzmán Barrón terminó sus estudios en 1920 y se graduó como doctor


en Medicina en 1921 con los máximos honores ante la Academia de
Medicina, pues San Marcos se hallaba recesada por el gobierno de
Augusto B. Leguía (Salazar, 2007).

Fue invitado a practicar la docencia en su alma mater, más prefirió volver


al terruño a ejercer su profesión con los más pobres. Médico
departamental en Áncash durante algún tiempo, se dio tiempo para
dictar cursos en su amado Colegio “La Libertad”, sin descuidar sus
labores asistenciales. Se cuenta de él que aborrecía el estado de atraso y
abandono en que se encontraba el antiguo Hospital de Belén en la capital
departamental.

Tuvo a su cargo la reorganización del Hospital de Huaraz e instauró


medidas nunca vistas, convirtiendo al vetusto local colonial en uno
moderno con nuevos ambientes, salas ventiladas y el acondicionamiento
de dos patios para la recuperación de los enfermos. En 1922 ya se
Áncash ante el bicentenario 266
encontraba en Huari su tierra natal, y allí propulsó la creación de un
hospital para su tierra. Narra Solís (2007) como anécdota, que en el
pueblito de San Marcos fue padrino de bautizo como consta en una
partida asentada ese año en la parroquia del lugar.

En el año de 1923 obtuvo la “Beca de la Contenta” que le abrió las puertas


para continuar sus estudios en Francia donde trabajó en la célebre
Universidad de París, en el campo de la Gastroenterología con los
profesores Chauffard y Gauffon. También laboró en la clínica
Gastroenterológica de la misma Universidad (Barrón, 2015). Ya decidido
a investigar sobre las enfermedades internas, perfecciona sus estudios
en Roma, la ciudad eterna en donde es pasante en la universidad más
prestigiosa de esa localidad.

En 1924 se encuentra de nuevo en Lima, y fue nombrado catedrático de


la Facultad de Medicina en “San Fernando”. Tras un breve pasó por la
amazonía presentó un informe a la Dirección de Salubridad sobre las
condiciones de salud en Madre de Dios y publicó un excelente trabajo,
“Estudios sobre el Indio Peruano” (Salazar, 2007, p. 49). Decidido a beber
de los más recientes descubrimientos científicos, retorna a Europa y
estudia dos años en la Universidad de Strasburgo. Tal vez su ahínco y
dedicación que no se retiró hasta obtener el doctorado en Química.

En 1927 obtiene una beca de la Fundación Rockefeller que le permitió


viajar a la Universidad de John Hopkins en Estados y al John Hopkin's
Hospital para trabajar con Leonor Michaellis, iniciando estudios sobre
oxidaciones y reducciones. Más adelante, con el Prof. Harrop estudió la
bioquímica del hígado.

En 1930 fue solicitado por la Universidad de Chicago para hacerse cargo


de la Cátedra de Bioquímica. Fue miembro del equipo de investigación
Lasker Foundation for Medical Research de la Universidad de Chicago,
donde fue asociado de investigación bajo la dirección del Prof. Hastings.
En 1931 es nombrado profesor Asistente en Bioquímica y allí tomó fama
y prestigio. Ya para entonces el nombre de Eleazar Guzmán Barrón se
escucha en los más prestigiosos círculos académicos y sus artículos son
seguidos con especial interés por investigadores y estudiantes.
Guzmán Barrón nunca se desligó de sus compañeros de promoción y
siempre estuvo al tanto de los avances organizativos del cuerpo médico
(Estremadoyro, 1980, p. 168). La dictadura de Benavides no vio con
buenos ojos la labor organizativa de Guzmán Barrón y prácticamente lo
Áncash ante el bicentenario 267
obligó a dejar el país (Salazar, 2007, p. 49). Es así como regresa a los
Estados Unidos en 1939, y allí continúa con sus investigaciones
científicas.

Los temas que abarca son variados: clínica médica, metabolismo de las
células sanguíneas, metabolismo de los grupos sulfidrilos, los efectos de
las radiaciones y el metabolismo de las células malignas.

En ese año, 1939, obtuvo el cargo de profesor asociado en la Universidad


de Chicago. Llegar a ser profesor asociado era un mérito pocas veces
otorgado a docentes extranjeros. Tal honor supo ser correspondido con
creces por el sabio ancashino. Desde que se iniciaron los trabajos en la
Universidad de Chicago sobre la preparación de la bomba atómica,
Guzmán Barrón fue uno de los consultores en el aspecto biológico, y más
tarde colaborador permanente en la Comisión de los Trabajos de Energía
Atómica. En sus trabajos, hacía mención especial a la potencialidad que
se puede obtener de la radiación atómica y que esta debía ser utilizada
para fines medicinales, en beneficio de la humanidad, no para hacer daño
a otros humanos.

Las investigaciones que hizo entonces le dieron prestigio entre los


grandes cultores de la bioquímica. En una época en que ya se
vislumbraba la inminencia de otra guerra mundial, advirtió de las
consecuencias negativas de la utilización de la energía atómica para fines
destructivos, anticipándose a los acontecimientos que años después
estremecerían al mundo. Desarrollando sus investigaciones en el campo
de la bioquímica, fue el precursor en los descubrimientos de los pividin
nucleólidos y flavoproteínas, grandes avances que en este campo efectuó
el biólogo alemán Wargurg.

Sin dejar de lado su amor por la ciencia, tuvo tiempo para desarrollar un
romance y se casó en Norteamérica con una admirable mujer, con quien
tuvo a su hijo Renzo, quien perdiera la vida en un accidente
automovilístico.

Todo el ambiente que lo rodeaba, a través de cosas peruanas o que


evocaban al Perú, revelaban la nostalgia y el amor al suelo natal a cuyo
servicio hubiera querido poner sus conocimientos que, al crecer y
afinarse gracias al talento y al tesón en él sustanciales, lo alejaron más.
Aquí no habría existido clima propicio para ellos. Entre sus pupilos en la
investigación bioquímica se encontró su hermano Alberto Guzmán
Áncash ante el bicentenario 268
Barrón. Adicionalmente fue asociado del Laboratorio Biológico Marino
en Wood Hole, Massachusetts (Trujillo, 2009, 155).

En 1942 fue llamado por el Gobierno de Estados Unidos para participar


en la Comisión de Energía Atómica. Entre sus estudios más importante
fueron en referencia de las oxidaciones biológicas. Para el estudio de la
llamada bomba atómica lideró el laboratorio metalúrgico. Desde ese año,
1942, participó en la Comisión de Energía Atómica, con la credencial de
sus estudios acerca de los efectos de las radiaciones sobre la
desintegración del átomo. El tema que inmortalizó a Guzmán Barrón fue
la energía atómica, por el que tuvo especial interés en su aspecto
relacionado a la salud humana. Sus estudios sobre los efectos biológicos
de las radiaciones ionizantes a causa de la energía nuclear son de gran
importancia para la ciencia moderna. La Comisión de Energía Atómica de
los Estados Unidos lo tuvo entre sus miembros.

Salazar (2007) hace hincapié sobre las motivaciones del sabio ancashino:

Al contrario de Von Braun, el padre de la bomba atómica, nuestro


compatriota, dirigió sus estudios a investigar el lado positivo de
esta fuerza y utilizarla en bien de la humanidad, utilizando la
medicina como un puente para aplicar sus poderes en la
recuperación de la salud. Este peruano fue el sabio ancashino,
huarino de nacimiento, Eleazar Guzmán Barrón. (p. 98)

A inicios del gobierno del Dr. José Luís Bustamante y Rivero (1945-
1948), el Parlamento Nacional aprobó una nueva Ley Universitaria, en la
que se incorporaba el tercio estudiantil en los Órganos de Gobierno de la
Universidad. Se establecieron las Cátedras Paralelas. En Bioquímica
estuvo la Cátedra a cargo del Prof. Alberto Guzmán Barrón y su grupo, y
otra cátedra a cargo de profesores del Instituto de Biología Andina.
Eleazar Guzmán Barrón vuelve al Perú en 1946 cargado de honores y
convertido en una celebridad científica. “Excelente expositor y
conferencista, brindó conferencias magistrales en la Academia de
medicina de San Fernando, En el círculo Militar, en la Academia Nacional
de las Ciencias, y en otras instituciones científicas, nacionales y
extranjeras” (Barrón, 2015).
Salazar (2007) reafirma lo anterior y señala:

Guzmán Barrón destacó como un célebre orador. Así puso en el


tapete la importancia de las enzimas, hormonas y vitaminas; como
Áncash ante el bicentenario 269
de los efectos nocivos de los insecticidas y raticidas. Otro aspecto
que trató con singular maestría fue el referente a las oxidaciones
biológicas y los efectos de los gases tóxicos. (p. 99)

Estremadoyro (1980) ofrece una relación de los títulos de esas


intervenciones:

Sus disertaciones más notables son las referentes a la Acción


biológica de las radiaciones, Enzimas, hormonas y vitaminas,
Insecticidas y rodentecidas, Acción del azul metileno sobre la
respiración, Las alkilaminas en la curación de la enfermedad de
Hotchkins, y Mecanismo de acción de las radiaciones ionizantes.
(p.168)

Con el golpe militar del General Manuel A. Odría en 1948, se anuló el


Estatuto Universitario y las Cátedras volvieron a su estatus anterior, lo
que suscitó una gran contrariedad en Guzmán Barrón.

En 1949, durante otra visita que hizo al Perú, en diciembre de ese año,
fue incorporado como Catedrático Honorario de la Facultad de Medicina
de San Fernando. En la ceremonia de incorporación disertó sobre: Vías
de la fase oxidativa del metabolismo del hidrato de carbono
(Estremadoyro, 1980). Su discurso entonces, aunque versó acerca de un
tema científico, volvió a plantear el tema de la crisis universitaria
peruana, como si aún hubiese estado viviendo en los días de la reforma
de 1919. Finalmente, hizo un llamado a la unidad del gremio médico y a
la necesidad de iniciar investigaciones a partir de la realidad peruana.
En forma paralela a sus investigaciones científicas, no dejaba de
interesarse por la cuestión nacional. En 1952 hizo evidente, una vez más,
su entusiasmo peruanista al formular el proyecto de un Consejo Nacional
de Investigaciones. Eleazar Guzmán Barrón había planeado aquella
entidad dentro de vastas perspectivas y con un sentido descentralizador,
crear:
- Un Instituto Biológico en Iquitos;
- Un Instituto histórico, arqueológico, antropológico y lingüístico
en el Cuzco.
- Un Instituto de Desarrollo Económico y de Población.
- y un Instituto de Física y Química Nuclear.

Áncash ante el bicentenario 270


Debían consagrarse estos trabajos a la enseñanza y, como el nombre lo
señalaba, a la investigación dentro de un cuadro riguroso de prioridades
y utilizando un sistema de becas para jóvenes de reconocida capacidad.

En ese camino, en 1953 el profesor Eleazar Guzmán Barrón, solicitó una


beca a la Fundación Rockefeller para el Dr. Marino Villavicencio Núñez,
profesor emérito de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos quien
así se expresa:

La Cátedra de Bioquímica era una de las mejor organizadas; el


Catedrático Titular era el Dr. Alberto Guzmán Barrón, quien había
tenido un adiestramiento en investigaciones bioquímicas en el
laboratorio de su hermano, el Prof. Eleazar Guzmán Barrón, en la
Universidad de Chicago. Las clases del Prof. Alberto eran muy
actualizadas, por su contacto permanente con su hermano Eleazar
y las revistas especializadas que disponía. (Barrón, 2010, p. 14).

En enero de 1954, se concedió la beca y el Dr. Villavicencio viaja a Chicago


a entrenarse con el Dr. Eleazar Guzmán Barrón, en las investigaciones de
Bioquímica del Cáncer.

Interesado en el desarrollo de la ciencia en su país natal, presenta un


proyecto al gobierno, proponiendo la creación del Consejo Nacional de
Investigaciones. Un artículo especial del proyecto de Eleazar Guzmán
Barrón decía lo que sigue: "El Consejo Nacional servirá al Estado de
organismo consultor en los problemas relacionados con el progreso del
país y que requieran opinión técnica y autorizada". (Barrón, 2010, p. 15).
Con el apoyo fervoroso de Alberto Arca Parró y Raúl Porras Barrenechea,
iniciativa tan trascendental halló absoluta vía franca en el Senado de la
República.

En su visita de 1956, insistió él también en la necesidad de que hubiese


maestros a tiempo integral en la escuela médica y abogó por una
descentralizada y auténtica Facultad de Medicina en Arequipa.

Es en esa época en que se publican en castellano algunos de sus trabajos,


entre los que destacan: Plan para la enseñanza de la medicina, La
educación médica en el Perú, Aplicación medicinal del tubaje duodenal,
El metabolismo de las bacterias, El metabolismo del riñón en la nefritis,
La oxidación del ácido ascórbico, Estudio de la digestión gástrica por el
método Ehrenrich-Relfus, Acción de las sustancias simpaticotrópicas
Áncash ante el bicentenario 271
sobre la digestión gástrica y su aplicación al estudio de las gastropatías
nerviosas. (Estremadoyro, 1980, p. 168)

Regresó muy optimista a Chicago según consta en la carta que le escribe


a Jorge Basadre con fecha 11 de octubre de 1956 (Pajuelo, 2009). Jorge
Basadre le comenta la visita a su despacho del jurista y rector de San
Marcos quien lo amenazó con su irrevocable renuncia y la del Consejo si
la propuesta ley de Eleazar Guzmán Barrón no fuera aprobada en el
Senado.

Otro mérito de nuestro personaje es la inauguración del Instituto de


Bioquímica y Nutrición de la Facultad de Medicina: La ceremonia de
inauguración del Instituto fue el 23 de marzo de 1957, con la asistencia
del Dr. Hastings, Profesor de Bioquímica de la Universidad de Harvard, y
el entonces Decano de la Facultad de Medicina, Dr. Alberto Hurtado.

La Fundación Rockefeller otorgó un donativo de $ 90,000.00 al Instituto


de Bioquímica y Nutrición, para las Investigaciones de Metabolismo
Celular. Con estos fondos se adquirió:

Un espectrofotómetro Beckman, un aparato de Warburg para medir la


respiración celular, una centrífuga refrigerada con su aditamento de
multi-velocidad y material de laboratorio, un contador de isótopos
radioactivos para trabajos con C14.

Bajo los auspicios del sabio llegaron nuevas donaciones. La Fundación


Kellogg donó fondos con los que se adquirió un aparato de electroforesis
de celda (Tipo Tiselius).

Finalmente, la Fundación Rockefeller continuó aportando fondos para la


investigación durante los tres años subsiguientes.

Con las donaciones de la OEA (Proyecto Multinacional de Bioquímica) y


la donación de la Fundación Kellogg para el Programa de Maestrías en
Bioquímica y Fisiología conseguidas ulteriormente, se fue completando
el equipamiento con dos espectrofotómetros dotados de registradores:
- un aparato de cromatografía líquida de alta performance (HPLC),
- un aparato para cromatografía gas-líquido
- y otros aparatos menores.

Áncash ante el bicentenario 272


Ya enfermo, reflexiona sobre su patria y la América toda, de la que nunca
se desligó y a quienes dedicaba lo mejor de sus ideas. Señala Cazorla
(2011):

Hombre de izquierda, sin dogmatismos, creía en la necesidad de


rehacer a la universidad latinoamericana. En una conferencia
dictada en 1957 en Montevideo -según recuerda el Prof. Leloir-
decía: "Tengo que decir y lo digo con dolor, que no hay
Universidades en Latinoamérica, porque ni se tiene el concepto
esencial de que la Universidad es investigación y es enseñanza, ni se
sigue el concepto esencial de que la Universidad representa
dedicación exclusiva". (p. 125)

Eleazar Guzmán Barrón falleció el 27 de junio de 1957 en el Albert Merrit


Billings Hospital de Chicago. Víctima del cáncer generado por las
radiaciones a las que estuvo permanentemente expuesto en su trabajo.

Estremadoyro (1980) concluye su trabajo sobre Guzmán Barrón


afirmando:

Este bioquímico ancashino destacó por su amor y dedicación a la


ciencia; llegó a adquirir fama internacional, por esas
circunstancias fue uno de los pocos extranjeros que colaboró con
la Comisión de Energía Atómica y fue muy estimado en los Estados
unidos de Norte América, donde apreciaron su calidad como
estudios y notable científico. (pp. 168, 169)

Solís (2007) reafirma lo mencionado anteriormente y añade:

Este sabio huarino es una de las figuras representativas más


formidables de la mentalidad científica peruana que ha merecido
el calificativo de “gran señor de la ciencia universal y uno de los
peruanos más grandes del siglo XX”, quien tuvo el mérito de ser
uno de los coautores del descubrimiento de la energía nuclear y
su aplicación con fines médicos. (p. 45)

Pero quien analiza sus contribuciones con mayor claridad es el médico


Alberto Cazorla Tálleri (2011), profesor emérito de la Universidad
Peruana Cayetano Heredia:

Áncash ante el bicentenario 273


En el campo de la Bioquímica es reconocido internacionalmente
por sus valiosas contribuciones al estudio de las oxidaciones
biológicas. Iniciada la Segunda Guerra Mundial, presta su aporte
como investigador bioquímico en el estudio de los efectos de los
gases tóxicos, y a partir de 1947 1947 comienza su contribución
pionera al estudio de las radiaciones ionizantes, productos de la
liberación de la energía atómica, sobre los sistemas biológicos. (p.
124-125)

Guzmán Barrón dejó, según Barrón (2015) una contribución científica de


143 artículos aparecidos en revistas europeas y americanas de alto nivel;
figura como editor de varios libros:

2. Sus publicaciones

Gracias a María del Pilar Barrón Tello (2010, pp. 16-17), tenemos la
relación cronológica de sus principales publicaciones:

- Comparaciones del camino oxidativo del phospphogluconate en


levadura mutan normal y respiración-deficiente. Bioquímica Biophys
del arco. El 1964 de noviembre.
- Sistema de transporte del electrón en el lini de Fusarium. Bioquímica
Biophys del arco. El 1959 de setiembre.
- Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de
ionización. XV. X-irradiación del oxyhemoglobin y de los compuestos
relacionados. Radiat Res. El 1956 de setiembre, 5.
- El efecto - de los reactivos SH en la actividad de la ribonucleasa. Acta
de Biochim Biophys. El 1955 de octubre, 18.
- Fijación del CO2 y utilización del fosfato de la ribosa 5 por ciertas
células del normal y del tumor. Bioquímica Biophys del arco. El 1955
de octubre.
- Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de
ionización. XIII. El efecto de la x-irradiación sobre algunas
características fisicoquímicas de aminoácidos y de proteínas. Radiat
Res. El 1955 de abril.
- El efecto de las radiaciones de ionización sobre sistemas de
importancia biológica. Ana N Y Acad Sci. 3 de febrero 1955.
- El camino de la oxidación de la glucosa en creatinovorans del
corynebacterium. Acta de Biochim Biophys. El 1954 de diciembre.
- Efecto de la x-irradiación sobre el espectro de absorción de purinas y
de pirimidinas. Radiat Res. El 1954 de octubre.
Áncash ante el bicentenario 274
- La oxidación de aldehino de la betaína por la deshidrogenasa del
aldehino de la betaína. Biol quím. el 1954 de agosto.
- Los componentes de la oxidasis de la colina y de la fosforilación
aerobia juntadas con la oxidación de la colina. Biol quím. 1954 de
mayo.
- El efecto de hormonas corticales suprarrenales sobre la glicolisis y la
actividad anaerobias del hexokinase. Endocrinología. 1954 mayo.
- La incorporación de 32p en los ácidos nucleicos de células linfáticas
in vitro; efecto de las hormonas corticales suprarrenales (compuesto
F). Acta de Biochim Biophys. El 1954 de abril.
- El papel de radicales libres y del oxígeno en reacciones produjo por
radiaciones de ionización. Radiat Res. El 1954 de febrero.
- Plasma reunida con poco o nada de riesgo de ictericia homóloga del
suero. MED Assoc de J. 9 de enero 1954.
- Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de
ionización. XI. Inactivación de la deshidrogenasa del alcohol de la
levadura por la x-irradiación. Bioquímica Biophys del arco. El 1954
de enero.
- Los caminos de la oxidación del acetato. Acta de Biochim Biophys. El
1953 de Oct;
- La importancia de los grupos del sulfidrilo en biología y medicina.
MED del Biol del representante de Tex. 1953, 11.
- Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de
ionización. X. Efecto de radiografías sobre algunas características
fisicoquímicas de proteínas. Bioquímica Biophys del arco. El 1952 de
noviembre.
- Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de
ionización. IX. El efecto de la x-irradiación sobre la bioquímica
Biophys del arco del citocromo C. El 1952 de noviembre.
- Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de
ionización. VIII. Efecto del peróxido de hidrógeno sobre metabolismo,
enzimas y proteínas de la célula. Bioquímica Biophys del arco. El 1952
de noviembre.
- Oxidación de alcoholes por la deshidrogenasa del alcohol de la
levadura y por la célula viva; los grupos de tiol de la enzima.
Bioquímica Biophys del arco. El 1952 de noviembre.
- Estudios en el mecanismo de la acción de las radiaciones de
ionización. VII. Respiración, división de célula, y radiaciones de
ionización celulares. GEN Physiol de J. El 1952 de julio.

Áncash ante el bicentenario 275


- Determinación cuantitativa de aminoácidos en hydrolyzates de la
proteína por la cromatografía de papel. Bioquímica del arco. El 1952
de febrero.
- Bioquímica del cáncer. Rev Biochem de Annu. 1951: 20.
- Mecanismos reguladores de la respiración celular. III. Distribución de
la enzima en la célula. Su influencia en el metabolismo del ácido
pirúvico por bakers' levadura. GEN Physiol de J. El 1950 de
noviembre.
- El mecanismo de la oxidación del acetato por los creatinovorans de
Corynebacterium. Bioquímica del arco. El 1950 de noviembre.
- El metabolismo de las rebanadas de la patata. Bioquímica del arco. El
1950 de octubre.
- El metabolismo del apéndice (conejo). Bioquímica del arco. El 1950
de abril.
- Síntesis de la proteína y de otras sustancias de la célula del ácido
acético en médula aislada. Acta de Biochim Biophys. El 1950.
- En el mecanismo de la síntesis de la colina del acetilo; la síntesis del
citrato por las enzimas del cerebro. Acta de Biochim Biophys. El 1950.
- Síntesis del ácido cítrico por la condensación del acetato y del
oxalacetate en riñón del conejo. Acta de Biochim Biophys. El 1950.
- La oxidación de tioles por radiaciones de ionización. GEN Physiol de
J. 20 de enero 1950.
- Interesa mucho dejar constancia aquí del hecho verídico siguiente:
Cuando Guzmán Barrón y sus colegas empezaron a trabajar en la
desintegración del átomo lo hicieron bajo el juramento de que ella no
sería utilizada contra la especie humana.
- En su libro La vida y la historia, Jorge Basadre (2005) afirma
rotundamente: “Eleazar Guzmán Barrón, señor de la ciencia
universal, sabio de inextinguible sensibilidad humana, ¡hombre
fundamentalmente limpio y bueno! he aquí a uno de los más grandes
peruanos del siglo XX”.
- Guzmán Barrón Apoyó y orientó a la creación de las Facultades de
Medicina en Trujillo y en Arequipa. Propugnó la creación del Consejo
Nacional de Investigación.
- En 1956 colabora directamente por medio de su hermano Alberto
Guzmán Barrón, decano de la Facultad de Medicina, en la
inauguración del Instituto de Bioquímica y Nutrición de la Facultad
de Medicina.

Áncash ante el bicentenario 276


3. Homenajes a su persona

Eleazar Guzmán Barrón recibió honores en su país natal por la


Universidad de San Marcos, grado honorario de la Universidad de
Trujillo y la Orden del Sol del Perú. Del mismo modo, en la Universidad
de Chicago, donde laboró desde la década del 30 hasta su muerte, como
un caso único, se le ha erigido un hermoso busto de bronce dedicado a su
memoria y en reconocimiento a su invaluable aporte a la ciencia médica.
Asimismo, el Hospital Nivel III de Chimbote, uno de los más modernos y
mejor implementados del norte del Perú, lleva su nombre. También en
Huaraz, la capital departamental, el primer instituto tecnológico de la
región lleva con orgullo su glorioso nombre. En la misma ciudad, una de
las principales vías, el céntrico jirón paralelo a la Av. Centenario del
barrio del mismo nombre e, Independencia, tiene el nombre de Eleazar
Guzmán Barrón. Además, numerosos colegios, tanto de Lima y en
diversas provincias de Áncash, llevan con orgullo el nombre de este sabio
universal. Del mismo modo, cantidad de promociones escolares hacen lo
propio. Finalmente, tenemos la creación del Distrito Eleazar Guzmán
Barrón dentro de la provincia de Mariscal Luzuriaga en el departamento
de Áncash.

Conclusiones

Eleazar Guzmán Barrón es el médico ancashino de mayor trascendencia


a nivel internacional. Su contribución a la medicina peruana no tiene
parangón, pues sus trabajos aún hoy en día son de interés para los
investigadores nacionales y extranjeros.

Sus aportes en el campo de la bioquímica y la energía nuclear aplicada a


la medicina han marcado un hito en el desarrollo de la medicina humana,
lo cual ha sido reconocido internacionalmente.
La formación del Colegio Médico del Perú se debe a la labor organizativa
de Eleazar Guzmán Barrón. Así como, sus estudios sobre la energía
nuclear y su aplicación al campo médico marcan un hito en la historia de
medicina humana.

Referencias bibliográficas

Barrón, M. (2015). Eleazar Guzmán Barrón. Revista Cultural de Áncash,


AEPA. N° 3, 13-17.
Basadre, J. (2005). La Vida y la Historia. Lima: Ediciones El Comercio.
Áncash ante el bicentenario 277
Cazorla, A. (2011) Eleazar Guzmán Barrón (1899-1956) Lima: Acta
Herediana, II Época. Vol. 49. pp. 122-126.
Estremadoyro, C. (1980). Diccionario Histórico Biográfico. Peruanos
Ilustres. Lima: AFA Editores.
Julca, F. y Nivin, L. (2021). La formación y vigencia de los hipocorísticos
quechuizados en la zona andina de Áncash. (en proceso de
arbitraje en una revista indexada).
Huertas, S. (1988). Killiksha, perfil cultural de la capital de Konchukos
Alto. Lima: s/e.
Pajuelo. R. (2009). Personajes Ilustres. Tomo II Científicos. Caraz: “El
Inca”.
Salazar, J. A. (2007). Tradición Histórica Oral Ancashina. Huaraz: Editorial
SC.
Salazar, J. A. (2009). 7 ensayos de intraculturalidad ancashina. Huaraz:
Editorial SC.
Solís, F. (2007). Ruta histórica, geopolítica y turística de Huari. Huari:
Ediciones Ventana Andina.
Trujillo, C. (2009). Guzmán Barrón: inventor de la bomba atómica. Caraz:
“El Inca”.

Áncash ante el bicentenario 278


La ecuación del bienestar desde la ciencia
(Testimonio de parte)
Agustín Zúñiga Gamarra 

Tener contacto con los jóvenes universitarios y


profesores es un encuentro con la alegría y la esperanza.
Particularmente con aquellos que hacen ciencias
naturales e ingeniería. No solo porque siguen el camino
en el que me he formado, sino también, porque con
seguridad ellos son el esfuerzo de sus padres, quienes creen en la
educación como camino al éxito.

El decano, Dr. Justo Solís, tuvo la amabilidad de invitarme a dar una


conferencia, por el 22 Aniversario de la Facultad de Ingeniería
Electrónica e Informática de la Universidad Nacional Federico Villarreal
(UNFV). Entonces, antes de viajar a Argentina a la conferencia
internacional bianual de usos de los reactores nucleares de investigación,
que se dio entre el 25 al 30 del mes de noviembre, le propuse un título,
pretensiosamente atractivo, "La ecuación del bienestar desde la ciencia".
En un primer contacto, le di el título, pero sin incluir ciencia, luego le
reenvié el título final, tal cual expuse hoy. Allí, añadí, ciencia, porque,
definitivamente, la propuesta debía estar basada en ciencias naturales, que
es donde me muevo”.

Pasaron los días, cuando me tocó viajar, en el aeropuerto Jorge Chávez,


mientras esperaba la hora de embarque compré dos regalos para los
familiares con quienes, también, me vería. Escogí un libro y un juego de
cartas, ambos muy representativos de Perú. El libro se tituló "La Historia
del Tahuantinsuyo", de María Rostworowski. La decisión de comprarlo
pasó porque sabía que mi sobrino tenía hijos peruanos, que residían en
Argentina; sabía de la nostalgia que surge al vivir lejos del país; así, sería
un buen presente un libro de estas características, donde recordarán sus


Agustín Zúñiga Gamarra. – Natural de Chiquián, Bolognesi. Físico por la Universidad
Nacional de Ingeniería. Doctor en Física Nuclear por la Universidad Estadual de
Campinas, Brasil. Profesor Principal de la UNMSM, UNI, UNFV. Director de
Producción en el Instituto Peruano de Energía Nuclear. Prolífico escritor con obras
inéditas.

Áncash ante el bicentenario 279


raíces con mucho orgullo. Estaba escrito por una historiadora de amplio
prestigio nacional que murió el 2016 a la edad de 100 años.

Suelo hacer anotaciones, en la primera hoja blanca de la contra carátula,


sobre lo que espero del libro. En esta oportunidad escribí mientras
volaba el avión a 10 mil metros de altura, lo siguiente:

Para Mitigar la Nostalgia

A la distancia la nostalgia
por nuestro país de origen aumenta.
En cada palabra, imagen y música
que lo identificamos
queremos recordar a nuestras raíces.
En nuestra esencia están vivos
la geografía, bailes, comida y
palabras de nuestros padres y ancestros.
Sin embargo, cuando pasan los años
se nos va borrando esa historia
que con dolor queremos retenerla.
Por ello, un libro como este,
nos devolverá esa esencia que
nos pertenece y enorgullece.
La historia del Perú Imperial.

(Desde el avión. Lima - Bs. As. 22. Nov. 2019)

Y, ¿qué tiene que ver esto con la Conferencia de la UNFV?, se preguntará.


Ocurre que, durante el vuelo fui ojeando el libro y encontré un párrafo
que caía de perilla, a lo que iba a presentar en ella. Decía lo siguiente:

“El mundo andino prehispánico se vio obligado a buscar su propio


desenvolvimiento, a encontrar la solución a sus problemas y a sus
necesidades ahondando en sus raíces más profundas. El hombre de los
Andes logró dominar la áspera naturaleza uniendo esfuerzos y concibiendo
métodos para superar la inclemencia del suelo. Su espíritu comunitario y
organizativo le permitió vencer las desventajas y las circunstancias
adversas”.

Áncash ante el bicentenario 280


“Este espíritu, este recogimiento sobre sí mismo, fomentó y dio como fruto
una fuerza creadora e innovadora que le permitió encontrar la solución a
sus angustiosos problemas. Nada era fácil para los habitantes del Perú
prehispánico, sus tierras se situaban en un medio ambiente torturado por
inhóspitas punas, fragosas quebradas, amplios desiertos y enmarañadas
selvas”

Esto encajaba con lo que había previsto exponer como fundamentos,


sobre lo que es el rol de las personas que habitamos nuestro Perú. Se
destaca que sigue siendo un país extractivista, vendedor solo de materias
primas, lo que llevó a rotularnos "mendigo sentado en un bando de oro",
como que estuviéramos atrapados en el sino maléfico de la "maldición de
la abundancia". Eso según nuestro punto de vista caracteriza a nuestro
país en una economía mayoritariamente extractivista similar a lo que
hacíamos hace 150 años, vender piedras sin añadir valor agregado:
alejados del conocimiento.

Los fundamentos
En la conferencia, los fundamentos de la propuesta se sustentaban en el
reconocimiento actual que hay en el mundo: la importancia del
conocimiento como factor principal para alcanzar desarrollo sostenible
el cual tiene que ver con el bienestar.

Aquí destaqué los principios sobre los que se sustentaba mi propuesta:

Principios
El conocimiento agrega valor.
En la educación del saber al hacer.
En cuanto al conocimiento de lo local a lo universal y viceversa
Reconocer que el Perú es andino
Fortalecer el ser ético.

Si no incorporamos conocimiento (ciencias básicas) a nuestros


productos o servicios, siempre el retorno será escaso, hoy estamos en la
economía del conocimiento. Igualmente, no basta con tener poses de
saber mucho –llenan su cerebro de citas- se tiene que pasar al hacer a
transformar (ciencias aplicadas), por ello la importancia de los
ingenieros. Pero aquello no puede realizarse desconociendo nuestros
conocimientos locales (más aún de la estirpe de los Incas). Sino
utilizándolos, pero también tenemos que usar el conocimiento del

Áncash ante el bicentenario 281


mundo, especialmente aquel que está emergiendo (tecnologías disrup-
tivas) en las mejores universidades del mundo –se debe compartir el
conocimiento local con el universal y viceversa. Pero ninguna propuesta
servirá si no reconocemos que el Perú tiene una geografía andina que
parece un papel arrugado, con punas, valles, desiertos y selvas. Allí no
van a ser transportables lo que es útil a baja altura y geografías planas,
como los países planos. Finalmente, la tecnología en manos de gente
mala, sin valores, sus efectos podrían ser desastrosos, por eso el mensaje
orientador debe ser a más avance tecnológico más fuerte nuestra
valoración a la vida y a la tierra.

Pero en una organización, en un colectivo humano (distrito o región),


para alcanzar el desarrollo pasa por fomentar y fortalecer dos
capacidades,

Capacidades
- Transformación
- Organización

La capacidad de transformar las piedras en baterías, en fibras ópticas, en


fuentes radiactivas, es indispensable (porque se trata de usar menos
recursos naturales la tierra la tenemos que cuidar), entonces requerimos
de una capacidad de transformación endógena (propia, nacional, que se
encargue de nuestros problemas), no podemos continuar solo compran-
do tecnologías llave en mano, porque muchas de ellas pueden no ser
idóneas para nuestro país. Pero como integrantes de una organización,
familia, distrito, provincia, región y país, requerimos de organización
para enfrentar los problemas y resolverlos, porque los problemas a
tratar no pueden enfrentarse de manera individual sino colectivamente.
(Veamos al Tahuantinsuyo). Estas capacidades se relacionan con las
ciencias naturales la transformación y con las ciencias sociales y blandas
la organización; así todas las ciencias deben trabajar coordinadamente
orientadas al bienestar.

Si unimos todo esto a lo escrito por M. Rostworowski, queda claro que


nuestra esencia porta genes de fuertes, de capaces de sobrevivir en
condiciones difíciles, y esas capacidades la desarrollaron gracias a su
inventiva y organización. De modo que debemos sentirnos respaldados
por nuestra historia, tenemos ascendencia de creativos e innovadores:
manos a la obra.

Áncash ante el bicentenario 282


La ecuación

Teniendo como fundamento estos principios, nuestra exposición trató de


plasmar la ecuación del bienestar basado en la ciencia y las tecnologías
transformadoras.

Cuando nos referimos a una ecuación, los entendemos como una relación
entre dos términos, en la derecha ponemos las entradas (las causas) y en
la izquierda los resultados (las consecuencias). Esta representación o
modelo permite obtener soluciones para alguna propiedad del sistema
que nos interese. Aquí se resume el principio fundamental de las ciencias
naturales la causalidad; si supiéramos el valor de las causas conoce-
ríamos el valor de las consecuencias esto en una visión determinista; sin
embargo, hay muchos fenómenos donde los resultados no se pueden
predecir por las dificultades de disponer modelos en el lenguaje
matemático, en esos casos ahora la ciencia está utilizando técnicas de
manejo de muchos datos (big data) ayudados de las disponibilidad de
sensores y la gran potencia de computación (es la cara de la revolución
tecnológica 4.0); así, estas tecnologías ayudan a los procesos caóticos o
complejos.

Figura 1. Resumen de la ecuación, bienestar y ciencia

De otro lado nos referimos a bienestar, como relacionado con el


desarrollo (sostenible), el cual se caracteriza por disponer de oportuni-
dades (para educación, salud, diversión etc.) oportunamente sin poner
en riesgo la tierra para las sucesivas generaciones. Una característica de
los países y sociedades desarrolladas es que tienen capacidad para

Áncash ante el bicentenario 283


transformar (conocimiento), y también tienen organización (institu-
ciones consolidadas).

Y añadimos basado en la ciencia porque proponemos usar las tecnologías


disruptivas o transformadoras disponibles en el mundo que podrían
enfrentar cualquier necesidad en algún lugar del país y plantear
soluciones conducentes al bienestar. La ciencia soporte de esa revolución
tecnológica vigente se basa en la ciencia o domingo del conocimiento
físico (el átomo), biológico (las células y el ADN), información (bit y el
qubit) y la mente (neuronas) si estas se entrelazan se alcanzará la
denominada Convergencia Tecnológica. Esta convergencia va a provo-
car un cambio total en todos los aspectos de la sociedad: alimentos,
nuevos materiales, empleo, ciudades, educación, energía, salud. Pero ese
progreso tiene que estar del lado de la protección de la tierra, de lo
contrario el hábitat de la especie humana se debilitará aún más y corre el
peligro de su extinción.

La evolución

Una representación de la ecuación surge de reconocer que en todo ente


observado hay dos fronteras, el interior (U) y el exterior (V) que son
relativos al objeto de estudio. Por ejemplo cuando nos referimos a la
especie humana, podríamos ponerla en la secuencia de menor a mayor
(individuo, familia, ciudad, país, humanidad y tierra). Así, si nuestro
objeto de estudio es el individuo (1), su interior está dentro de él, y el
exterior todo fuera de él (S).

Figura 2. La evolución de una propiedad, p, puede medirse vía


el operador temporal U.

Áncash ante el bicentenario 284


En el lenguaje de física se puede llamar al V el "campo externo". Si
deseamos conocer la evolución de una determinada propiedad (p) de ese
individuo, podríamos decir que será consecuencia de la acción del todo
H (= U+V). En mecánica cuántica a un operador similar se le llama el
Hamiltoniano en base al cual se obtiene la función de onda que describe
el estado de la partícula estudiada. En la Figura 2, se observa. Por ello la
variación de la propiedad p en el tiempo p(t) quedaría definida por el
operador de evolución U(to, ∆t), que a su vez depende de H, donde to es
el tiempo en el presente y ∆t el tiempo que transcurriría para el futuro.

Pero esta expresión es más cualitativa que matemática, porque no


sabemos los modelos matemáticos para U y V, (referentes a un individuo,
por ahora), que determinarían el valor de alguna propiedad del
individuo.

Sin embargo con el tiempo y avance de la ciencia es probable que


podamos tener a tiempo real el valor U y el valor de V, si fuera así
podríamos, aunque fuera a nivel conceptual, saber el valor de la
propiedad , p, del individuo, por ejemplo su cólera, su autoestima, sus
necesidades y también efectos en cualquier tiempo, t. Aunque esto suene
a ciencia ficción.

El bienestar

La expresión en forma de ecuación para el bienestar va a seguir lo


expresado anteriormente, al lado izquierdo el resultado (bienestar) y al
lado derecho el inicio (necesidades).

B: es el bienestar; PCTI : propuesta basada en la ciencia (C), tecnología (T),


innovación (I); N: es la necesidad para un determinado lugar (r) y tiempo
(t).

Una manera de resumir al bienestar el acceso oportuno para desarrollar


todas tus capacidades y cubrir tus necesidades oportunamente. Tal como

Áncash ante el bicentenario 285


si deseas estudiar alguna disciplina y llegar a doctorarte no deberías salir
del país necesariamente, lo mismo para los otros servicios como salud, el
caso más reciente con la pandemia del covid-19 y la inaccesibilidad a la
vacuna. Según nuestra propuesta el bienestar seguiría los pasos
mostrados en la Figura 3, comenzando en las necesidades.

Figura 3. Esquema de obtener el bienestar basada en la ciencia, tecnología e


innovación

Las necesidades

Para alcanzar el bienestar se debe comenzar identificando o precisando


el lugar y tiempo de observación (organización, ciudad, al año 2019, por
ejemplo). Luego se debe conocer las necesidades para este lugar y
tiempo. Esta información es fundamental y debe ser real, no imaginada.
Si no se saben las necesidades, nada se puede hacer. Por ello los jóvenes,
tienen que acostumbrarse a trajinar por el país, por su barrio, para
conocer in situ, las necesidades, para ello les recomiendo que lleven un
cuadernito de pasta dura, para anotar esa necesidad. Hay instituciones
que se encargan de ir monitoreando necesidades, las más conocidas son
las globales (por ejemplo los objetivos de desarrollo sostenible para el
2030, ODS - ONU) o nacionales. En la Figura 4, se presenta una
representación (Diamandis) creciente de niveles de energía basados en
pirámide de Maslow.

Áncash ante el bicentenario 286


Figura 4. Una representación según de niveles de las necesidades básicas
(Diamandis)

Ciencia tecnología e innovación (CTI)

Después de identificado el reto de resolver la necesidad mediante la


ciencia y tecnología, queda por saber qué hay en el mundo en tecnologías
transformadoras, aquellas que están emergiendo en la ola de tecnologías
y no las obsoletas. Las tecnologías transformadoras que proponemos
usar son las nuevas aquellas ligadas con la revolución 4.0, las que
proponen el uso de plataformas digitales, o también denominadas
disruptivas o exponenciales. Todos estos términos van juntos con el paso
de lo analógico a lo digital. Las tecnologías más conocidas son los ICBMAI
(internet de las cosas, cloud computing, big data, machine learning e
inteligencia artificial) a eso le añadimos realidad aumentada e impresión
3D. Una forma de representar las tecnologías emergentes es como una
ola (Figura 5). Allí se presentan cinco pasos desde el gatillo de
innovación, hasta la meseta de productividad que es cuando suele estar
en las fábricas y al acceso de la población. Algunas de las tecnologías
pueden estar a solo dos años de llegar a este estadio o hasta 10 años.

Figura 5. Representación
de las tecnologías
emergentes según una ola
(desde Gartner)

Áncash ante el bicentenario 287


Otra manera de llegar a los avances de las tecnologías se puede usar la
herramienta de búsqueda el “carrot2”, allí se escribe la palabra clave
(relacionada con la necesidad) y surgirá mucha información relevante,
para llegar a las tecnologías que pueden servir.

Pero la mejor manera de acceder, de manera gratuita, a cualquier


tecnología disruptiva es la "Future Institute"
(https://futuretodayinstitute.com/2019-tech-trends/ ), es un catálogo, y
que se dividen según el tema: salud, educación, infraestructura, gobierno,
geopolítica, economía, demografía, ambiente y media. Tecnologías de
reconocimiento; seguridad, privacía y datos; canales de noticias,
publicación de libros, redes sociales; canales de entretenimiento;
tecnologías de mercadeo y propaganda; energía; clima y geociencia; tec-
nologías de agricultura; biotecnología, edición genómica, biointerfaces;
casas inteligentes y internet de las cosas; tecnologías de aprendizaje y
lugar de trabajo; tecnologías de financiamiento y criptomonedas; ciu-
dades inteligentes; políticas de tecnologías y gobernanza; espacio. Apa-
rece un listado explicado de una 150 tecnologìas, estas se actualizan
anualmente.

Propuesta en CTI

Conocido las necesidades y el catálogo de las tecnologías emergentes,


ahora pasa a plantearse la propuesta. Para que esta sea realizable,
siempre se debe contrastar con la capacidad instalada en la organización
(fortalezas). Y, en base a ello, plantearse la oportunidad. Como ejemplo,
imaginemos que estoy en el sector agricultura, entonces desde el IFT, se
tienen las diversas tecnologías y allí encontramos: "Smart Farms". (En el
catálogo hay otras tecnologías, pero decidimos por esa porque somos del
área de ingeniería electrónica, esa es nuestra fortaleza).

Ubicada la tecnología (smart farms), ahora vamos hacia la base de datos


donde están el conocimiento mundial, esto es los artículos científicos
publicados, sobre este tema. Pero, también podríamos ir hacia la base de
datos de patentes (wipo, por ejemplo). Los primeros (artículos), muchos
de ellos para descargarlos se requiere un pago (usualmente las
universidades tienen autorización) y los segundos (patentes) tienen
acceso libre. En este ejemplo utilizamos para los artículos, la base de
datos SCOPUS, con la ecuación de búsqueda ("electronics AND
agriculture AND smart"), obteniéndose 100 documentos. Del análisis de

Áncash ante el bicentenario 288


los mismos se observó qué artículos sobre este tema están creciendo
drásticamente en los últimos años, señalando que es novedoso en el
mundo entero, teniendo como líderes a los países India y China –esto
también es notable los países no son como antes o europeos o
Norteamérica

De todos los artículos elegimos aquel que sea más afín a nuestra
especialidad (fortaleza) en este caso electrónico y a nuestra necesidad
concreta. Así, se escogió el artículo siguiente: “Smart water dripping
system for agricultura / farming” (Sowmya D., sept. 2019). Ese artículo
se puede descargar y encontrar detalles de los que han hecho utilizando
las nuevas tecnologías, al ser una publicación reciente, significa que es un
conocimiento fresco.

Epílogo

Se ha presentado un método de contribuir al bienestar de sociedad


mediante el conocimiento científico tecnológico, enfrentando a cualquier
problema o necesidad de cualquier localidad. Con ello no hay
justificación para decir que no sabemos qué tecnologías usar o decir que
en mi universidad no hacemos tal tecnología. Pues se puede acceder a
ellos mediante el manejo adecuado de la información disponible. Aquí se
valida el mensaje de que “no hay escasez de recursos el asunto es el
desconocimiento de la tecnología adecuada”.

Hay que destacar que el paso inicial de la ecuación de bienestar


propuesta es identificar la necesidad (o demanda); los universitarios
tienen la responsabilidad de conocerla (de manera especial los
provenientes de provincias) pues son los privilegiados de haber llegado
al nivel superior; por tanto, sus temas de tesis deberían estar orientados
hacia la solución de esas necesidades, y no dedicarles años a problemas
inexistentes (de los libros) o de países foráneos.

El artículo ha expuesto un ejemplo relacionado con la ingeniería


electrónica e Informática, para aplicar su capacidad al sector agricultura.
En tanto el diferencial de la universidad es el conocimiento entonces,
utilizamos los pasos que caracterizan la gestión del conocimiento: 1º)
descubrir el conocimiento (buscar) aquí lo hemos hecho con estos
artículos. 2º) capturar (entender; para ello se pueden ir utilizando más
artículos o patentes relacionados), 3º) compartir (discutir con el equipo

Áncash ante el bicentenario 289


y especialistas para consolidar el conocimiento) y finalmente 4º) utilizar
(estableciendo el prototipo y realimentación con los usuarios o clientes).

Esta metodología ayudaría a cualquier organización a incorporar


soluciones tecnológicas en su plan estratégico, a esto se suele llamar su
ruta tecnológica. En los tiempos actuales de un mundo VUCA (volátil,
incierto, complejo y ambiguo), ser inteligente exige sobrevivir en la
incertidumbre, para ello las necesidades deben mirarse como
oportunidades, que se deben convertir en innovación utilizando nuestras
fortalezas. No hay manera de continuar aceptando aspirar a un
desarrollo sostenible sin ciencia. Tenemos que dejar al pasado la
costumbre de admirar solo el saber contemplativo, hoy son tiempos del
hacer transformador. Tenemos que volver a los tiempos de los incas que
eran sabios tecnólogos y bien organizados.

Nos gustaría compartir esta metodología con cualquier organización que


dese buscar soluciones basadas en la ciencia, y también para los alumnos
que deseen buscar temas de investigación. Para ello basta con
comunicarse con el autor.

Áncash ante el bicentenario 290


Capítulo VII
Creación literaria

Áncash ante el bicentenario 291


Relatos
Manuel Nieves Fabián 

Buen gallo
(Cuento)

Iba colgado, amarrado cerca de la baticola, en las ancas de un asno. Desde


que salí del pueblo empezó mi suplicio. Con la cabeza colgada, cual
badajo de campana, me balanceaba entre los fornidos muslos del
jumento.

En medio de la modorra del largo y agobiante viaje me llegó al oído el


sonido característico de las aguas que parecían precipitarse por una
quebrada. Efectivamente, estando ya cerca del desfiladero comprobé que
un riachuelo bullicioso bajaba desde las alturas y corría por entre las
yerbas y alisales. En aquel refrescante y acogedor paisaje, el agua al
chocar en su loca cerrera contra las piedras de cantos rodados salpicaba
con sus finísimas gotas mis ojos redondos y mi cuello de plumas doradas.
La sombra y la frescura del ambiente me transportaron a los días de
tranquilidad, donde junto a la «Morocha» removía la tierra y el polvo,
debajo de los frondosos molles que adornaban la granja. Al tratar de
acomodarme de esa embarazosa posición sentí que las cuerdas que
ataban mis patas parecían aflojarse. Con la sola idea de deshacerme de
las ataduras mi alma se llenó de tanta satisfacción al imaginarme que
podía caminar en libertad después de estas inacabables horas de
martirio; pero inmediatamente, aguijoneando mis carnes, desfilaron las
ideas que irremediablemente caería al piso, ya sea de cabeza, de costado,
pero caería y rodaría; ya me imaginaba mi cuerpo lleno de chinchones y
moretones. Mis mujeres que son tan chismosas se reirían de mí. Me
confundirían con un cobarde y me echarían en cara que ya no era un buen
gallo. Sólo con pensarlo ya veía a la «Colorada», a la «Puka kunka» y
también a la «Carioca» cacareando llenas de ira, mofándose y
acusándome de enclenque y miserable.

 Manuel Nieves Fabián


Nació en Canis, Bolognesi. Radica más de 40 años en Huánuco.
Docente, autor de obras narrativas, líricas, históricas, etnológicas, sociológicas,
pedagógicas, teatrales y ensayísticas, sobre Huánuco, su natal Canis y la provincia de
Bolognesi. Uno de los escritores bolognesinos más prolíficos. Tiene varias obras por
publicar.

Áncash ante el bicentenario 292


Todas estas ideas rondaban en mi cabeza mientras que el pollino se
refrescaba bebiendo abundante agua.

Como todavía no había orden de partida para reiniciar el viaje, cual un


relámpago se dibujó ante mis ojos la manera episódica de mi captura.
Sorpresivamente me cogieron del cuello y me enjaularon. Fueron
instantes de confusión en medio de ese laberinto de voces. Apenas
pataleé y no tuve tiempo ni para protestar. Dentro de las rejas de finos
alambres pensé que habría sido escogido para agradar el paladar de mis
captores; pero había otra posibilidad, quizá me conducirían, cual
combatiente cautivo, a lugares lejanos para entregarme a otros dueños.
Si fuera el primer caso, era la forma más injusta e indigna de acabar mis
días. No concebía la idea de ser destrozado en porciones para servir de
adorno a los platos sobre las mesas. Si fuera el segundo caso, me
imaginaba ser un gladiador, dispuesto a vencer al enemigo para
conservar el honor y la vida. Perdido en un limbo de enmarañadas ideas
me olvidé de ver la hora para cantar como siempre lo hacía en la
madrugada ¡Qué iba cantar en esa condición tan difícil! No sabiendo a
quién acudir, en silencio imaginariamente recorría cada rincón del corral
y del huerto colmado de frutos, en eso llegó el mozo que siempre nos
alimentaba, me sacó de la jaula y me introdujo al fondo de un costal. Allí
permanecí cautivo, encerrado, como si hubiese cometido el más atroz de
los delitos. La boca del fardel estaba asegurada con una enorme pita. Era
una cárcel tan segura, donde un ejército de gallos y gallinas difícilmente
podrían haberme rescatado.

Las curvas del camino que aparecían unas tras otras eran semejantes a
los que habíamos dejado horas atrás. Ascendían cual serpientes
trepadoras desde las tierras cálidas y abrigadas hasta la cima de los
cerros donde el frío muerde y entumece los huesos.

Yo, cual San Pedro en el pleno martirio, con mis patas aprisionadas por
la cuerda, la sangre golpeándome el cerebro, los ojos enrojecidos y las
venas de mis oídos zumbándome interminablemente iba dormitando. En
los instantes que ligeramente abría mis ojos se dibujaba la inmensa
pampa llena de cascajos y al fondo los perfiles de los cerros debajo del
cielo azul.

Al pisar bruscamente en falso el animal fui lanzado hacia adelante y sentí


que las cuerdas ya sólo apretaban la punta de mis patas; entonces cerré

Áncash ante el bicentenario 293


mis ojos para no caer sobre las piedras, yerbas, barros o sobre las afiladas
púas de las espinas listas a pinchar. Lo cierto es que cuando me di cuenta
ya estaba tirado sobre unos palos a un costado del camino. Un tanto
desmayado y adolorido, al tratar de incorporarme, sentí que la cabeza me
daba vueltas y el mundo giraba como si fuese un remolino. Por primera
vez, desde abajo, pude contemplar la inmensidad del cielo lleno de vida
en aquella mañana de radiante sol.

Don Críspulo, mi amo, ni sintió mi caída, iba delante de su asno, un tanto


encorvado, con el sudor cayéndole por debajo de la corona del sombrero.
A pesar de tener el cuerpo maltratado, un tanto atolondrado me levanté
y corrí tras mi amo que ya había avanzado buen trecho. Di un canto
sonoro, pedí auxilio, pero él no me escuchó. Se fue dejándome solo,
desamparado, abandonado.

Parado en medio del camino no sabía qué decisión tomar. Por primera
vez me sentí desprotegido. Ante la adversidad simplemente tuve que
darme fuerzas y confiar en mí. Mis armas nunca me fallaron, ni en las
lides más reñidas. Siempre he dado gracias a estas espuelas y a este pico
victorioso en las batallas.

Para vencer el infortunio, una y mil veces repetía en silencio: «El mundo
es hermoso y la vida también. Para vivir es necesario luchar. El futuro está
en nuestras manos. Lo construimos nosotros mismos. No es cierta aquella
afirmación: ´Ya todo está escrito´, ´Ya nada podemos hacer´. Aquellos seres
con una fortaleza espiritual, con convicción, decisión y coraje siempre
triunfarán. A los necios y pusilánimes les espera la derrota».

Finalmente, en voz alta, con firmeza y decisión pronuncié estas palabras:


«¡Si quieres vencer al enemigo tienes que ser inteligente, valiente y audaz!»
Armado de estos valores salí dispuesto a enfrentarme a la adversidad, a
afrontar y desafiar a la voracidad de las mucas mostrencas y al apetito de
los zorros de finos olfatos y afilados dientes.

Corría cerrando mis ojos por entre la polvareda, pero al llegar al final de
la curva el camino se diluía y volvía a aparecer más arriba, entonces
decidí correr en línea recta cuesta arriba por entre las yerbas y arbustos.
Jadeando, con el pico abierto, de entre las malezas, trataba de ubicar el
camino con la esperanza de verle a Críspulo. Estaba seguro que él nunca
me abandonaría. Quizá al darse cuenta que no estaba su gallo cautivo

Áncash ante el bicentenario 294


sobre las ancas de su asno estaría volviendo a buscarme. Tenía la
esperanza de volver a verle la cara. De tanto correr sudaba a chorros y la
respiración me ahogaba. Críspulo y su asno habían desaparecido. Por
última vez estiré mi pescuezo lo más alto que pude y solo el camino se
perdía entre las nubes que raudas pasaban arrastradas por el viento.

A un costado de donde estaba se dibujaba una quebrada donde crecían


numerosos árboles que parecían dirigirse en procesión hasta el pueblo.
Pensé que era el lugar más adecuado para acortar distancia. Ingresé al
monte y caminé sin descanso. A medida que avanzaba me topaba con los
árboles, arbustos y malezas que parecían vivir hermanados con los
brazos entrelazados. Era difícil encontrar un espacio para pasar o tratar
de agujerear el impenetrable cerco Toda la mañana y hasta el mediodía
deambulé de un lado para otro. La vegetación crecía tan tupida que no
me dejaba ver el cielo. Por entre las yerbas parecía encontrar un camino,
pero unos pasos más arriba aparecían escollos tras escollos, hasta que
finalmente la tarde se ensombreció. No había duda, la oscuridad llegaría
pronto portando en su seno miles de angustias llenas de misterios. Sólo
con pensar en la noche sentí el frío electrizante y el miedo sembrando
temores.

Durante todo el día no había probado bocado alguno. El hambre que


corroía mis intestinos me hizo comprender que vivir en casa era tan
cómodo. Allí, tenía de todo, nada me faltaba. Entendí que cuando tenemos
de todo no valoramos los granos de maíz tirados sobre el piso, menos las
lombrices culebreándose sobre la tierra húmeda del patio. Nuestra
cabeza no piensa en el trabajo porque todo lo tenemos a nuestro alcance.
El amo nos proporciona los alimentos, unas veces para engordar y pasar
a mejor vida, pero mayormente para producir. A ellos les interesa tener
una granja poblada con muchos pollos y pollas, y abundante carne y
huevo, que son sus delicias.

Aquella noche los granos de maíz y las lombrices se dibujaban en mi


mente y pasaban, cual películas provocadoras, ante mis ojos extasiados
de pena en esa soledad y ese vacío.

En la oscuridad, el monte se llenó de sonidos misteriosos semejantes a


conciertos con voces de infinidad de insectos. Desde mi escondite miraba
a las luciérnagas que prendían y apagaban sus luces y a los búhos que con
sus vuelos rasantes atrapaban y saboreaban a los bichos nocturnos.

Áncash ante el bicentenario 295


Sobre las hojas secas arrojadas en el piso se escuchaban los pasos
menudos de gatos monteses. Yo, en silencio, debajo de un inmenso
tronco, permanecía inmóvil. Ante el inminente peligro de ser descubierto
opté por subir de rama en rama hasta lo más alto del árbol. Desde arriba,
ya cerca de las estrellas, pude ver a los animales nocturnos y hasta sentí
que el zorro o la muca se atrevían a trepar a mi árbol protector; entonces
opté por subir más arriba hasta la rama más delgada que amenazaba con
quebrase.

Después de esa incesante e interminable zozobra a punto de acabar mi


vida por fin rayó el alba y llegó la mañana cantando su dulce canción y
llena de alegría mostrando sus dientes de marfil.

Los rayos solares cual lenguas abrigadoras cubrieron mi cuerpo, a pesar


de ello, aún sentía la piel de gallina. Eran miles de granulaciones que se
resistían a desaparecer. Desde lo alto eché un vistazo con sumo cuidado.
Estudié hasta los mínimos detalles de toda esa naturaleza. Estando
seguro que ya no había peligro bajé de mi árbol protector.

Con las fuerzas renovadas corrí sin descanso por la quebrada, y de un


momento a otro me encontré a la entrada de la población.

Ahora, mi problema era a dónde ir, a qué casa llegar. Era un perfecto
desconocido, un don nadie. En aquellas horas en que hacía falta las ideas
claras recordé los consejos que siempre solía decir mi padre: «Un gallo
siempre tiene buen olfato, huele a las gallinas, aunque estuvieran ence-
rradas con siete candados». Para comprobar si era cierto corrí por dónde
mi intuición me llevaba y me topé con un enorme muro. Hice esfuerzos
supremos, salté tan alto y casi volando llegué a la parte más alta de la
pared. Desde allí pude ver a las gallinas que tan despreocupadas se
paseaban en el corral. Como buen gallo, respiré hondo, di unos aletazos
tan fuertes y me salió el ¡quiquiriquí! de siempre. Al escuchar mi voz,
sorprendidas y con mucha curiosidad alzaron sus miradas. El gallo del
corral, herido en su amor propio, saltó como un rayo a defender lo que
era suyo. Para mí, un gallo osado, audaz y atrevido, no fue problema. De
un salto caí a una prudente distancia, ericé las plumas que adornaban mi
precioso cuello, di unos cuantos picotazos al suelo midiéndolo y
estudiando su reacción. Noté que era un gallo de mi edad, también muy
valiente que no permitía a ningún intruso dentro de sus dominios. Me
acerqué lo más que pude, mientras las gallinas casi incrédulas por mi

Áncash ante el bicentenario 296


osadía me miraban desconcertadas, atónitas. Un aletazo y un picotazo en
la cresta hicieron que mi rival trastabillara, entonces ellas, cual barristas,
unas alentaban a su gallo, y otras se parcializaron por mí. Ambos, cual
gladiadores, nos medíamos esperando el ataque.

Él quiso vengarse del primer sopapo recibido, y yo intuí lo que iba hacer.
Dio un salto con las espuelas al frente y el pico dispuesto acabar conmigo.
Encogí el cuerpo lo más que pude y él pasó sobre mí como un vendaval.
Cuando trató de incorporarse yo lo esperaba con el escudo y la espada
para el ataque. Desesperado, se levantó como pudo y salto en falso y esto
causó risa a todas las gallinas y muchas de ellas disimuladamente
empezaron a burlarse de su gallo. Al verme dispuesto para el ataque, se
descontroló, con la cresta enrojecida por la ira saltó sin medir a dónde
llegaría su estocada, momento que aproveché para cogerlo en el airé.
Primero fue un aletazo de izquierda y otro de derecha casi simul-
táneamente que lo atolondró, mientras mis dos espuelas se clavaron en
sus dos costados y rematé con un picotazo tan feroz en la parte superior
del pico. Los efectos sucesivos de mis ataques lo dejaron desarmado. Con
el dolor que le hacía ver estrellas empezó a correr para refugiarse entre
las rejas en un rincón del gallinero.

Entonces, victorioso, como todo un señor, estiré el cuello y mi


¡quiquiriquí! con gran estruendo retumbó en todo el corral. A partir de
ese momento me rodearon las gallinas y también las pollas y admiraron
que yo era un buen gallo. Allí recordé los versos que cantaban mis
mayores:

Al buen gallo se conoce


cuando canta en corral ajeno
cuando sacude sus alas
por el pico se conoce.

Una y otra vez la canción recorría en mi mente mientras las gallinas,


todas eran mías.

Cuando extasiado contemplaba la conquista de mi nuevo imperio, un


señor de avanzada edad abrió la puerta del corral y al verme convertido
en el nuevo rey, sorprendido y hasta con temor no dejaba de mirarme,
luego exclamó en voz alta:

Áncash ante el bicentenario 297


–¡Debe ser hijo del demonio o de alguna brujería!

No podía comprender cómo había aparecido misteriosamente y


conquistado el nuevo reino destronando a su gallo predilecto.

Tras él ingresó ruidosamente una niña de cabellos cortos, ojos casi


redondos y vivaces y corrió hacia mí exclamando:

–¡Qué hermoso gallo, papito!


A partir de ese día fui el preferido de las gallinas y pollas del corral y
también de mis nuevos amos.

Pasaron los meses y los años y la granja se superpobló. Los jovencitos,


cuyas crestas ya empezaban a aflorar, tenían un plumaje muy parecido al
mío. Ellos desaparecían misteriosamente. Es muy posible que eran
llevados a los mercados o a otras granjas.

Cuando me di cuenta, ya los años me pesaban, pues mi cuerpo no era


igual que antes. Muchas tardes, en mis horas de sosiego meditaba y
comparaba mi vida con la de los patriarcas de la Biblia. Claro, yo no era
ningún patriarca, pero nos asemejábamos en tener tantas mujeres. Lo
curioso es que la historia se repetía, pues los hijos al crecer se peleaban
por el reino, mientras el padre nada podía hacer. Era el final de la vida.
Esa realidad era dolorosa y no me agradaba acabar destronado. Como las
ideas nunca están quietas, se dibujaba ante mis ojos la otra manera de
acabar, lo más trágico y denigrante para un gallo victorioso y con tantas
hazañas. No era justo ser decapitado y descuartizado como cualquier
bicho para ser devorado y triturado miserablemente. ¡Qué triste y
contradictoria historia era la vida!

Entre estas y otras cavilaciones, junto a las gallinas que me tenían tanta
estimación, acostumbraba a bañarme con tierra y polvo. Acurrucado en
el pequeño hoyo, casi como soñando, con los ojos cerrados recordaba
aquella canción:

Cuando el gallo llega a viejo


no quisiera tener esa vida
porque dicen que de viejo
reemplazan a las gallinas

Áncash ante el bicentenario 298


¡Cuánto de verdad tendrían estos versos! –repetía a menudo. Yo soy un
gallo viejo, pero un gallo muy especial y no creo llegar a tal extremo.
Siempre debemos mantener la fortaleza, sobre todo el honor.

Cuando filosofaba como los grandes pensadores, un sonoro ¡quiquiriquí!


rompió el silencio de aquella tarde. Fue un aguijonazo que partió mi
corazón. Desde hace buen tiempo muchos pollos ya se habían hecho
gallos. Uno de ellos, el más fornido, gallardo y muy parecido a mí, empezó
enamorar a mis mujeres, luego se acercó cautelosamente al hoyo donde
estaba bañándome, erizó las plumas del cuello, y soberbio, con tanta
fortaleza y confianza me retó a medirme. Dio unos picotazos al piso
invitándome al ataque. Comprendí que mis días de gloria habían
acabado, el tiempo, cual máquina indetenible, me había conducido a este
momento final. Era mi hijo, fiel retrato de su padre.

Cuando cerré mis ojos escuché el canto victorioso de las batallas, pues la
voz resonante de mi sucesor, ante la admiración de mis mujeres, se
paseaba triunfante y glorioso por todo el corral.

Mama Llanchi
(Cuento)

Las manos de Mama Llanchi eran tan sabias, tan diestras y tan
prodigiosas que curaban las enfermedades más raras y desconocidas que
la humanidad haya visto. Para todo mal siempre encontraba un remedio.
Ella no era una académica egresada de las universidades más
prestigiosas ni hacía alarde de títulos honoríficos. Su práctica de
curandera y su conocimiento de los secretos de las yerbas y plantas
medicinales eran su carta de presentación.

Con la cara curtida por el frío bajo la sombra de su sombrero blanco y su


inseparable rebozo negro, cual ángel enviado desde el infinito, acudía
presurosa a salvar a los enfermos.

En una ocasión estaba de paso por Canis el Dr. Melchor Lozano, quien era
el representante del Juzgado de Primera Instancia de la Provincia. Había
ido al pueblo vecino a tratar de dar solución los interminables y
ancestrales líos de linderos entre comunidades. Allí fue testigo de la rara
e increíble curación realizada por Mama Llanchi.

Áncash ante el bicentenario 299


Un humilde agricultor había sido picado por una serpiente venenosa. A
los pocos minutos el cuerpo de la víctima se le ennegreció, los ojos se le
pusieron blancos, desorbitados y empezó a roncar y delirar con la fiebre.
Los familiares no sabían qué hacer. Con los ojos llenos de angustia
miraban al doctor. El juez, conocedor de leyes, decretos, artículos e
incisos era una nulidad en el mundo de la medicina. Simplemente
observaba al hombre que iba a morir y contagiado por el dolor de la
familia, comprobaba una vez más el olvido, el abandono en que viven los
hombres del ande de nuestra patria.

Ante el inminente desenlace trágico, los vecinos y los amigos, a una sola
voz exclamaron: «¡Mama Llanchi!, ¡Mama Llanchi!, ¡ella le salvará!».
Corrieron veloz en su búsqueda y en pocos minutos la anciana ingresaba
al cuarto casi oscuro donde el hombre agonizaba y se aferraba a la vida.
Le tomó el pulso con toda frialdad y murmuró:

–¡Todavía se le puede salvar!


Seguidamente ordenó a los que estaban junto a ella:
–¡Haber!, ¡cuál de ustedes se hace la caca, y rápido!
Nadie se atrevía, ya sea por vergüenza o porque realmente su organismo
no le exigía; pero, ante el dolor y la desesperación del moribundo, uno de
ellos se ofreció y entregó el excremento en un recipiente.
Mama Llanchi, con la tranquilidad del más experto de los galenos, la tostó
y preparó el medicamento. Cuando estuvo listo, mandó abrir con dos
jóvenes la boca de su paciente y le hizo ingerir hasta acabar la última
porción.

Al cabo de una hora la fiebre empezó a disminuirle y el enfermo sintió


mejoría. Al día siguiente, el moribundo que había tocado la puerta de San
Pedro, estaba tan sano como si nada le hubiera pasado.

El Dr. Lozano quedó maravillado de la sabiduría de Mama Llanchi, pero,


como juez de la provincia le advirtió terminantemente que en lo sucesivo
se abstenga de usar inmundicias para las curaciones. En caso de infringir,
sería encerrada en la cárcel, por desacato.

La curandera, un tanto confundida no comprendía la razón de esta


amenaza y de esta sentencia. Sabía muy bien que había salvado una vida,
sin embargo, en lo sucesivo sería condenada a la cárcel por hacer el bien;
por lo que, moviendo mecánicamente la cabeza, aceptó acatar la orden.

Áncash ante el bicentenario 300


Transcurrido el tiempo, por circunstancias de su trabajo, el Dr. Melchor
Lozano realizaba diligencias en el distrito de Mangas, y debido al frío
invernal, repentinamente, su esposa se enfermó. Cada vez más su salud
se deterioraba y la fiebre la consumía. Sumamente preocupado, contrató
a cuatro peones, quienes prepararon una pequeña camilla y sobre ella
cargaron a la enferma con dirección a Chiquián. Raudos, con la carga
sobre sus hombros, pasaron Gorgorillo, la quebrada negra de Gellayrajra,
con sumo cuidado bajaron los escarpados caminos de Condorsenga, y al
llegar al puente sobre el Pativilca vieron que las aguas estaban tan
crecidas. No importándole el mal tiempo, el juez juraba llegar a Chiquián
en cinco horas. Casi corriendo, los hombres pasaron el fundo de Remate,
unas cuadras más arriba estaba Llaclla. Prefirieron pasar de frente por el
camino que conducía a los dos ríos, pero apenas ingresaron a la quebrada
se toparon con el Yaruq, de aguas amarillas que baja desde las alturas de
Corpanqui, tan bravo como siempre, reventando sus espumosas aguas
sobre las rocas; mientras que el Yanayaku, río negro, a unos pasos más
allá, que baja desde Ticllos y Cuspón, estaba tan crecido y furioso,
roncaba arrastrando tierra, lodo y piedra con sus encrespadas aguas. Era
imposible cruzar el Yaruq, peor el Yanayaku.

La mujer sobre la camilla, a orillas del río, envuelta con una frazada,
agitada y sudorosa se quejaba y deliraba con la fiebre.

El juez, ante la adversidad, blasfemando entre dientes, miraba las aguas


que cual inmensas culebras venían con furia desde las alturas, con sus
crestas encrespadas, amenazantes, y pasaban roncando con furia para
perderse tras los recodos. Más allá, al otro lado del río, cerca de sus ojos,
el camino se deslizaba hacia arriba, con dirección a Chiquián.

Era difícil cruzar ninguno de los dos ríos. Estaba en juego la vida de su
mujer, por lo que, ante el infortunio, optó por escoger el camino más
largo y llegar a la costa por la ruta de Canis, Llipa, Huanri, Rapay, Cahua
y Pativilca.

Los peones subieron con su pesada carga hasta Cusi, faldearon Sakicocha,
y al atardecer, en medio de una torrencial lluvia llegaron a Canis.

Desde el día anterior, el juez sintió un dolor ligero en la muela.


Preocupado por el estado de su mujer no le dio importancia.

Áncash ante el bicentenario 301


Esa noche, cuando junto a sus peones se disponía a cenar, los dolores se
hicieron más intensos. A medida que avanzaban los minutos se tornaron
insoportables. Gemía, lloraba, literalmente bramaba el juez y sólo
pensaba en morir. En medio de su desesperación se acordó de Mama
Llanchi, la de las manos prodigiosas. La mandó llamar para que le quitara
el dolor.

Al recibir la comitiva del juez, ella no aceptó, porque él mismo la había


prohibido curar. No podía quebrantar la orden. La palabra del juez era
ley. De hacerlo, su condena sería la cárcel.

El juez con el dolor que le partía la cabeza, casi gritando, revocó la


sentencia y suplicando le decía:

–¡Cúrame mamacita! ¡No importa qué remedio uses! ¡Quítame este dolor!
La curandera, al ver el sufrimiento del juez, un tanto incrédula, preguntó:
–¡Doctor! ¿Usted no me va encarcelar?
–¡No madrecita linda! –Contestó el juez.
–¿Va aceptar el remedio que voy usar?
–¡Cualquier cosa, pero quítame este dolor que ya no soporto!

Mama Llanchi corrió al corral, escogió una oveja negra, luego arrancó un
pedazo de lana del trasero del animal, remojó con orina podrida y un
poco de bicarbonato e introdujo en la muela picada del Juez. Aunque el
enfermo sentía repugnancia tuvo que aceptar. Pero la medicina fue un
santo remedio porque pasado los minutos el dolor desapareció.

Pensando que el juez podría quebrantar su palabra, porque así son ellos,
se levantó con la velocidad de un rayo para desaparecer del escenario.
Ya cuando se asomaba a la puerta escuchó los quejidos agónicos de una
mujer. Sorprendida se acercó hasta el rincón donde sobre una camilla
ubicó a la moribunda. Con el pulgar de sus manos virtuosas cogió el pulso
y sintió que estaba tan débil en medio del sudor y la fiebre infernal.
Enfermas en peores condiciones había curado y lo que tenía ella era una
bronconeumonía. Unas horas más dejaría este mundo. El juez con sus
condenas y sentencias quedaría viudo.

Sumida en un mundo de ideas, sin pérdida de tiempo salió presurosa y


preparó una infusión de yerbas y plantas medicinales, combinó con un
poco de orina fresca, luego cogió un trozo de grasa de mula y fue al

Áncash ante el bicentenario 302


encuentro de la enferma. La hizo beber la infusión caliente y con la grasa
frotó todo el cuerpo de la moribunda. Pasado los minutos la mujer
empezó a transpirar y los sudores malolientes no cesaron durante toda
la noche. Al amanecer, la encontró aliviada pero completamente débil.
Preparó un caldo de gallina negra con raspado de hígado de buey y la
convidó. Al atardecer la mujer estaba sana y fresca, hasta con una sonrisa
en los labios.

El juez no tuvo más que reconocer que Mama Llanchi era una curandera
para sacarse el sombrero.

Gavino y el puma de Yawar


(cuento)

Don Gavino, viejo chacarero, curtido en las faenas agrarias, todas las
mañanas iba a su huerta de Yawar, ubicada en la quebrada. Nunca dejaba
su escopeta. Hasta en las noches de su soledad era su fiel compañera.

Un buen día al llegar a su chacra, bajo la sombra de su platanal,


sorprendió a una inmensa y robusta fiera que amamantaba a sus tres
cachorros. El animal al notar la presencia del hombre dio un salto y se
puso frente a él para dar el primer zarpazo, no dándole tiempo para
defenderse. El sorprendido chacarero, en un instinto desesperado de
defensa, aplastó el gatillo de su arma y el tiro salió como un relámpago,
malhiriéndole a su atacante, quien cayó rodando como un ovillo. La fiera
rápidamente se recuperó y contra atacó con gran furia a pesar de manar
abundante sangre por la herida. El ataque fue tan veloz que Gavino ya
perdía las esperanzas de vivir y sentía su cuerpo desgarrado y
descuartizado en pedazos a pesar del esfuerzo por defenderse.

En circunstancias como ésta el cerebro funciona a mil por hora porque la


vida es primero, pues aprovechó los centésimos de segundos que le
quedaban y repitiendo mecánicamente la frase: «La muerte es sólo para
los zonzos y torpes», se arrojó con velocidad felina sobre las ramas
salvadoras de un árbol de molle que se balanceaba al son del viento. Allí
permaneció colgado por breves segundos y al sentir los primeros
zarpazos que le sangraban los pies se encogió cual anillos de un resorte
y con sus poderosos brazos de hombre curtido en las duras faenas
avanzó escalón tras escalón hasta coger el tronco del árbol.

Áncash ante el bicentenario 303


Seguro de haberse alejado del peligro volvió los ojos hacia su atacante, y
abajo, sobre el piso, vio a la bestia que se revolcaba de dolor rugiendo
atronadoramente y de rato en rato daba inmensos saltos como peleando
con la muerte. Al sentir que sus fuerzas se agotaban, con sus inmensas
garras, arrancaba de raíz a las plantas menores y sacudía con fuerza al
árbol donde se refugiaba Gavino.

Fueron largas horas de angustia, desesperación y desconcierto. Hubo


momentos en que la fiera con sus ojos fosforescentes y llenos de ira
amenazaba con subir al árbol lanzando increíbles zarpazos y
descascarando la corteza del árbol. En otro momento se agazapaba junto
al tronco del robusto molle y mirándole fijamente a su víctima, moviendo
la cola de un lado para otro, como si fuera un punto de apoyo para
inmovilizarlo, parecía invitarle a un duelo final.

Al caer la tarde, cuando el sol daba sus últimos chisporroteos, la fiera, que
durante todo ese tiempo había permanecido rugiendo de rato en rato, en
un intento de acabar con su adversario, dio un salto tan alto para atrapar
a su víctima, y por unos segundos quedó abrazado el tronco con las
garras incrustadas en la corteza, abrió inmensamente los ojos y al caer
vertiginosamente a tierra dio un largo y prolongado rugido que sacudió
aquellas horas donde sólo se escuchaban el paso de las aguas cristalinas
por la quebrada y el intrépido canto de los chivillos, cual responsos,
invitando a la noche para descansar.

Áncash ante el bicentenario 304


Cuentos cortos
Macedonio Villafán Broncano

Atahualpa, Pizarro e ines Huaylas

Algunos historiadores aseguran que el conquistador Pizarro se enamoró,


a pesar de sus más de 50 años, de Qishpi Sisa, luego de que Atahualpa la
entregara como esposa. Pero nosotros no compartimos la idea de este
amor romántico, de este fuego otoñal del viejo Pizarro por la casi
adolescente princesa, hija del Inca Huayna Qápac en la cacica Kuntur
Wachu de la nación Guaylas.

Como Atahualpa seguía prisionero en Cajamarca a pesar de haber


entregado el fabuloso rescate de oro y plata, hizo traer con sus emisarios
a su hermana Qishpi Sisa desde Guaylas y la entregó como esposa a
Pizarro. Ella fue bautizada como Inés Huaylas por los conquistadores.
Este acto significaba en verdad una estrategia política. En su mentalidad
creía el Inca que el conquistador quedaba incorporado a su familia en
condición de masha (yerno) y que por tanto no podría tomar decisiones
que afectaran al Inca por respeto al parentesco.

Pizarro no era ingenuo en política. Había estado en México, conquistado


por Hernán Cortés mediante alianzas con los enemigos de los aztecas,
además de usar las armas. ¿Habría aceptado la unión con la hermana del
Inca calculando sus proyecciones políticas?

Pizarro ordenó la ejecución de su nuevo pariente. Falló el cálculo político


de Atahualpa.

Después, camino de Cajamarca hacia Cusco, Pizarro y sus huestes fueron


muy bien recibidos y asistidos en Guaylas por la cacica Kuntur Wachu.
Luego pasó a Xauxa con su esposa y con numeroso acompañamiento de
servidores guaylas. Allí fundó la primera capital de su gobierno que luego
sería trasladada a Lima. Allí nació la primera hija: Francisca Pizarro
Guaylas.

Durante el violento cerco de Lima por los cusqueños bajo el mando de


Manco Inca para expulsar a los españoles, la cacica Kuntur Wachu llegó

Áncash ante el bicentenario 305


con su ejército desde Guaylas para proteger a su hija y a su yerno. El
apoyo fue decisivo para el triunfo de Pizarro contra los incas. Retirado
Manco Inca, Kuntur Wachu retornó con su ejército a su pueblo. No falló
el cálculo político de Pizarro.

Algunos datos finales: Tiempo después, cuando ya se habían instalado las


nuevas autoridades virreinales dispuestas por el rey de España, Pizarro
casó a Inés Guaylas con Francisco de Ampuero, su paje; y él mismo buscó
unirse con la que iba a ser la esposa de Atahualpa, con rango de coya
imperial, de esposa principal del Inca. ¿Cuál habría sido el nuevo cálculo
político de Pizarro?

Pomallucay

En los tiempos de la Colonia Santo Toribio de Mogrovejo llegó por las


tierras de Pomallukay, próximo a lo que es hoy el pueblo de San Luis. Ahí
pernoctó con su comitiva para continuar su visita santa al día siguiente
por los pueblos de los Conchucos.

Al despertar, los guías indios le informaron que los pumas habían


devorado a sus acémilas y le mostraron a las temibles fieras que en una
planicie alta aún se relamían satisfechos.

Entonces ¿qué creen que hizo el santo?; se puso de pie y en nombre de


Cristo convocó a los pumas ante la incredulidad y el asombro de los
indios. Cuando se acercaron dóciles a su llamado, les dijo:

- Como se comieron mis caballos, ustedes serán las acémilas hasta que
encuentre otros.

Los pumas se dejaron cargar obedientes los aperos del viaje.

Santo Toribio se cabalgó sobre el puma mayor llevando la imagen de


Cristo y así pudo subir la cuesta.

Desde mucho antes el lugar se llamaba Pomallukay, del quechua puma,


puma, y lluqay, subir: la cuesta por donde suben los pumas; y después de
la visita lo significaron la cuesta por donde subió el santo con su Cristo
sobre el gran puma. Otras leyendas hablan de que el gran puma le dio

Áncash ante el bicentenario 306


más poderes a la imagen de Cristo para atender a los devotos de estas
tierras.

Desde entonces y hasta hoy tiene allí su morada, en esa corta planicie, el
milagroso Cristo de Pomallukay, conocido más como el Señor de
Pomallucay; ahora en una hermosa e imponente iglesia que semeja una
gran basílica y que fue construida por la organización Don Bosco de
religiosos italianos. Hasta allá acuden numerosos peregrinos desde
lejanos pueblos en busca de un milagro. Si le invocan con toda fe, el
milagro les es concedido.

Los Barrón no se aburrían

Los Barrón sí que tenían la bendición de Dios, como decían ellos mismos
a través de varias generaciones que venían desde la Colonia, y acaso
desde la Conquista.

Por los años treinta del siglo pasado, cuatro hermanos Barrón eran
herederos de las mayores haciendas cuyos límites abarcaban varias
provincias de Conchucos y Huánuco que hacen cuenca hacia el río
Marañón. Sus propiedades se extendían desde los límites del flanco
oriental de la Cordillera Blanca, cruzaban el río Marañón y se
proyectaban hasta las altiplanicies de las punas huanuqueñas.

Cuando se repartieron la herencia, el espacio de tierras agrícolas que les


tocó a cada uno seguía siendo inmenso, la riqueza de cada uno incluía los
ganados en las punas que exactamente no podían contarse por la
espesura de los ichus y los bosques de quenuales, asimismo las minas en
las cordilleras.

La bendición de Dios incluía los cargos más importantes de la provincia:


don Pedro era alcalde, don Enrique era gobernador, don Jonás era juez, y
el menor, Moisés, era el cura de la provincia. La madre había decidido que
el benjamín fuera sacerdote.

Cuando ya se aburrían de sus cargos entonces iban a la capital y


regresaban con sus nuevos cargos: Don Pedro ya era gobernador, don
Enrique ya era juez, don Jonás alcalde.

Áncash ante el bicentenario 307


Cuando se volvían a aburrir de sus cargos nuevamente viajaban a la
capital y volvían con sus nuevos cargos: Don Pedro ya juez, don Enrique
alcalde, don Jonás gobernador.

El único que no podía cambiar de cargo era Benjamín.

Como los cuatro eran de la misma horma, mismo tamaño, mismo color,
mismo rostro, cuando se aburrían de sus cargos se intercambiaban sin
comunicárselo a nadie. Entonces los cuatro podían ser alcalde, juez,
gobernador o cura.

De ese modo los Barrón no se aburrían. Mientras tanto sus indios –


hombres, mujeres y hasta niños- se rompían el espinazo sembrando,
aporcado, cosechando, abriendo nuevas tierras, pastando los ganados o
en las minas, mordidos por el frío cordillerano o sudando tercianas en los
temples calientes, bajo la mirada vigilante de los mayorales y capataces.
Ah, luego cuando se nombró diputados por elecciones, entonces
enseñaron a sus miles de siervos indios cómo marcar el voto y así por
turno ellos ganaban las elecciones. Además, ese día repartían más alcohol
y coca y hasta contrataban una banda de músicos para la diversión de sus
votantes.

El pueblo se daba cuenta del juego, pero les hacían creer a los Barrones
que no se daban cuenta.

San Jerónimo en Paramonga

Por los años 30 ó 40 del siglo pasado la Hacienda Azucarera de


Paramonga, propiedad de la compañía extranjera Grace, a fin de
aumentar su producción y exportación de azúcar, convocó a más obreros,
lo cual hizo que muchos campesinos indígenas del Callejón de Huaylas,
Conchucos y Chiquián se desgalgaran en busca de trabajo, entre ellos los
más numerosos resultaron ser del distrito de Taricá.

Los amos de la hacienda y sus capataces estaban satisfechos de sus


nuevos peones de la sierra, incansables y dinámicos en las labores de
campo. Pero grande fue su sorpresa cuando el grueso de obreros
tariqueños desaparecieron dos días antes del 30 de setiembre. Al
preguntar acerca de la causa de su desaparición supieron que se habían
marchado a la fiesta de San Jerónimo, el santo de su pueblo.

Áncash ante el bicentenario 308


Allí en su pueblo ellos acudieron a los ritos de su santo, incluso cargaron
su pesada anda; también comieron, bailaron, tomaron y, eufóricos, hasta
pelearon entre ellos.

Volvieron 8 días después, con cara de verdadera inocencia. Los


capataces, luego de las reprimendas los recibieron por última vez. Pero
al año siguiente igual nomás se desaparecieron.

Como no querían perder a sus braceros, a uno de los amos gringos se le


ocurrió una magnífica idea. Mandó hacer una réplica de San Jerónimo e
instauró una fiesta con gastos que serían pagados por la compañía. La
fecha sería el domingo anterior al 30 de septiembre a fin de no utilizar
un día laborable. Los peones tariqueños escucharon misa y cargaron en
hombros al santo durante la procesión, luego comieron, bailaron y
tomaron. Pero cuando llegó el 30 de septiembre igualito nomás se
marcharon a su pueblo a la fiesta de su tayta San Jerónimo.

Desde entonces se festeja a San Jerónimo en Paramonga. Los amos,


indignados, todavía quisieron cancelar la fiesta e incluso desaparecer la
imagen. Pero los peones de Taricá, con la ayuda de todos los obreros del
Callejón de Huaylas, de Conchucos y Chiquián se lo impidieron. Más bien,
asumieron ellos mismos los gastos y en lo sucesivo la fiesta se hizo como
en su pueblo, con funcionarios, obsequiantes, bandas y danzantes;
también con harta comida, trago y baile. Pero una semana antes; porque
el 30 de setiembre indefectiblemente tenían que volver a su pueblo.

Milagros en el terremoto

En la mañana del sismo del 70, las monjas del colegio Santa Rosa de
Huaraz, con la madre superiora a la cabeza, decidieron salir muy
temprano de paseo al Cañón del Pato en una camioneta verde manejada
por el señor Salazar. Eran trece las monjas de la congregación, pero al
paseo iban solo doce.

¿Por qué no partió la monja número 13?

Días antes la hermana Libertad, que así se llamaba la monjita, fue


descubierta por una de las monjas mayores en amena conversación con
un joven que hacía las tareas de jardinero en los inmensos patios y
huertos de la residencia de las religiosas. El joven era un estudiante del

Áncash ante el bicentenario 309


quinto de secundaria al que habían empleado como jardinero para
solventarse sus estudios, ya que era un huérfano al que había
recomendado un sacerdote que trabajaba en el Obispado.

La monja que descubrió la conversación, los días siguientes los vio


conversar de nuevo en el huerto interior. Escondida tras de las lunas de
una ventana descubrió el brillo del amor en los ojos de él y de ella, luego
los vio tomarse de las manos. Entonces dio cuenta de ello a la madre
superiora.
Esta preparó el informe para presentarlo al Obispado, solicitando su
expulsión de la orden, y sin darle el derecho a defenderse. El sábado tenía
listo el documento y lo llevaría el lunes. Ya había comunicado al joven
jardinero que sus servicios habían terminado.

A la monjita Libertad la madre superiora le adelantó el primer castigo:


no ir de paseo y al encierro solitario en la inmensa residencia bajo llave
en la puerta principal por causa de su gravísimo pecado.

Cuando el grupo de monjas avanzaban por los túneles, ya cerca de


Huallanca con un alegre cucurruteo de palomas sobrevino el terremoto.
Estaban en el Cañón del Pato, estrecho y abismado en pendientes
verticales de roca viva, con el río Santa al fondo. Los sacudones serían
terribles y rodarían inmensas rocas desde las alturas.
Mientras tanto la monjita acababa de rezar al Cristo de la capilla con
mucho llanto y se hallaba en el huerto donde la vieron tomados de la
mano con el estudiante jardinero. Rogando a Dios se puso en el centro
del huerto y vio cómo se desplomaban las paredes y techos salpicándole
de terrones hasta sus pies y nublando su mirada una densa polvareda
que brotaba no se sabía de dónde.

Hasta el día de hoy no se sabe de las monjas que se fueron de paseo, si


rodaron al abismo por la avalancha de piedras o porque el chofer no pudo
controlar la camioneta o si se quedaron sepultadas en un túnel. No se
encontró ningún rastro pese a las búsquedas que encargaron desde el
Obispado y desde las jerarquías más altas.

La monjita Libertad lloraba sola dentro de una nube de polvo pensando


que era la única sobreviviente del fin del mundo y presta ya a comparecer
ante Dios, cuando como un fantasma blanco apareció el estudiante
jardinero y la sacó casi a rastras por la pared posterior de la residencia.

Áncash ante el bicentenario 310


Allí mismo pidió permiso y perdón a Dios entre lágrimas y luego se
desprendió las indumentarias de monja de su cabeza, de su cuello y se
marchó cogida de la mano de su jardinero a la tierra de él.

Hasta ahora meditan los que saben esta historia quién cometió pecado y
a quien le fue destinado el castigo o el perdón de Dios.

Sismo sobre sismo

Sopló el viento destructor del sismo y derribó rápidamente las casas,


templos, calles y avenidas como si fueran de juguete. A final, la ciudad de
Huarás y otros pueblos grandes y pequeños eran enormes rumas de
escombros, de adobes, maderos, tejas, paredes desconchadas, carrizo y
retazos de vida.

Una pachamanca de muerte y destrucción era la huella del sismo en cada


pueblo grande o pequeño.

Un manto de barro ceniciento clausuró la sonrisa de Yungay Hermosura.

Pensamos que era el día del juicio final.


Los que quedamos vivos tuvimos pena por los que se murieron. Los que
se murieron seguro que tuvieron pena por los que nos quedamos vivos.

Para qué, las ayudas llegaron inmediatamente. Corazones solidarios de


diversas partes del mundo extendieron sus manos para los
sobrevivientes.

Llegaron de los países nórdicos Holanda e Irlanda, casacas térmicas,


afelpadas con piel de oso.

Era el año 1970 y había un gobierno militar.

Los militares dijeron cómo se van a poner esto esos cholos y los generales
y sus esposas las lucieron en los inviernos de Lima o en sus viajes de
turismo por el extranjero.

Los cubanos donaron dos hospitales. Los militares dijeron esto nos hace
falta en el ejército, cambiaron los equipos y mandaron a Recuay un
hospital de campaña recompuesto.

Áncash ante el bicentenario 311


Los alemanes y otros países donaron alimentos, deliciosas conservas
dicen, los argentinos toneladas de carne congelada.

Los militares dijeron cómo van a comer esto esos cholos, y los más
graciosos: “se les van a caer los dientes, mi general”.

Necesitamos plata para la reconstrucción, los escombros necesitan ser


removidos, las ciudades tienen que ser reconstruidas, dijeron los
gobernantes. El Banco Mundial dijo: yo tengo plata para prestarles.

Los generales formaron a la loca empresas para la remoción de los


escombros, para la construcción de viviendas, pistas y carreteras. Todo a
nombres de sus hijas, de sus sobrinos, hasta de sus wachimanes,
empleadas y choferes.

Pero a los arquitectos traídos de otras partes les faltó sensibilidad e


inspiración por estar ocupada su mente en el dinero que iban a ganar.

A escasos pasos de la avenida principal de Huarás, por ejemplo, es


posible encontrar estrechos recovecos y pasajes laberínticos que les
hubieran llenado de gusto a nuestros abuelos de Chavín o al maestro
argentino Jorge Luis Borges. La gran plaza de armas ha sido reconstruida
tres veces y tiene como acceso dos pasajes y un callejón que forman
ángulos con la catedral. Al edificio de la Corte de Justicia se le cae la cara
de vergüenza porque cualquier visitante evita tomarse una foto en su
fachada.

El populoso barrio de Nicrupampa tiene calles tan estrechas y


laberínticas donde las gentes y los taxis se extravían. Se ha sabido de
casos de pobladores que luego de salir no han podido encontrar su casa.
Es que, dijeron los arquitectos e ingenieros, cómo van a tener sentido de
lo estético estos cholos.

Y pensar que a los arquitectos y constructores luego de la remoción de


escombros les entregaron un llano como una gran cartulina en blanco
donde hasta los niños de primaria hubieran dibujado una ciudad muy
linda.

Luego hicieron casitas a crédito por las que los sobrevivientes se hicieron
de grandes deudas que les quitaron el sueño los mejores años de su vida.

Áncash ante el bicentenario 312


Por eso, Yudi Collas, un huarasino al que tratan de ignorar como al
Garabombo el Invisible de Manuel Scorza, al paso de los años, en cada
aniversario del terremoto del 70, habla de “sismo sobre sismo”:

“Señores, cumplimos cinco años de sismo sobre sismo...”


“Señores, diez años de sismo sobre sismo...”
“Señores, veinte años de sismo sobre sismo...”

Ojalá que Yudi Collas tenga larga vida para sacudirnos con su frase por lo
menos una vez al año.

Raul Flores y las luchas por la universidad

El pueblo ancashino venía luchando hacía más de cien años por la


creación de su Universidad, incluso poniendo su cuota de sangre y
lágrimas. Profesores, empleados, trabajadores, campesinos, comuneros,
amas de casa, vendedores de mercado y los estudiantes, todos estaban
iluminados por la misma conciencia; el pueblo unido marchaba.

En las luchas del año 1968, luego de la marcha de sacrificio a Lima, el


joven dirigente Enrique Flores, debilitado por la huelga de hambre fue
llevado a un hospital de Lima.

Allí lo visitaron a media noche cuatro policías secretos de Seguridad de


Estado ante quienes titubeaba la fortaleza del luchador social más
empedernido.

Le dijeron que estaba jodiendo mucho, que podrían desaparecerlo, que


podrían echarlo de un avión al mar, ahogarlo en las aguas del río Rímac,
o enterrarlo vivo en algún arenal, o matarlo poco a poco con descargas
eléctricas; que declarara quiénes eran los cabecillas, de qué partido eran.
Si eran los comunistas. Así es que cantara y se dejara de cojudeces o...

Enrique Flores, levantando su cara de niño grande, su frente de amplio


horizonte les dijo con toda la fuerza de su alma:
- Gracias, señores, así habrá un muerto; lo que esta lucha necesita son
muertos, muertos que le den vida.

Enrique Flores tenía el cuerpo lacerado pero el alma intacta. Como su


pueblo.

Áncash ante el bicentenario 313


Felizmente no se necesitó más muertos porque el pueblo ancashino
congregado en la plaza de armas de Huarás, un 14 de junio de 1977 cercó
al presidente, el general Morales Bermúdez, con su látigo de gritos:
¡Universidad! ¡Universidad!

El señor presidente, rodeado en el estrado por sus ministros y mandos


militares, titubeó una eternidad entre dar un sí o un no, pero finalmente
optó por el sí ante la razón del unísono grito ensordecedor del pueblo
unido aprendido a lo largo de los años. Así se arrancó Universidad para
el pueblo de Áncash.

Porque en caso contrario el dictador habría hecho hablar a sus metrallas


y fusiles que ya apuntaban al pueblo desde todos los ángulos de la plaza,
y entonces esta memoria no hablaría de Enrique Flores ni del grito del
pueblo unido ni de la creación de la Universidad, sino de los cientos de
muertos del 14 de junio de 1977 en la plaza de Huarás.

La muerte de Macedonio Lirio

Macedonio Lirio León había dirigido un mitin muy concurrido en la Plaza


de Carhuás que hizo rabiar más todavía a los candidatos rivales para la
elección del alcalde provincial. La plaza lucía como un campo de retamas
y flores blancas y rosadas por el colorido de la ropa de los campesinos y
campesinas adherentes, asimismo gentes de la ciudad. Allí había reso-
nado en quechua su amable voz de razones profundas, de indio soñador
y hacedor, de experimentado dirigente campesino, que años atrás por
1988 había arrinconado al Gobierno de Alan García a la cabeza de la
Federación Agraria Departamental de Áncash, FADA, arrancando algu-
nas reivindicaciones transitorias.

Luego, de retorno a su pueblo, acababan de bajar del colectivo en


Marcará todo el núcleo de los dirigentes indios e ingresaron a tomar
chicha y comentar la jornada en una tienda, antes de partir a sus
respectivas comunidades y sectores, él a la parte alta de la comunidad de
Vicos, llamado Recuayhuanca.

Dejando a sus hermanos Macedonio Lirio se dirigió a la única botica, muy


cerca de la vía central a comprar un remedio para la tos rebelde de uno
de sus hijos, no se le olvidara.

Áncash ante el bicentenario 314


Cuando se disponía a entrar en la botica se le acercaron dos jóvenes y a
quemarropa le dispararon varios tiros de revólver en el cuerpo y la
cabeza.

Cayó al suelo como no creyendo.


Vio su sangre caminar por el cemento, como no creyendo,
Sonrió con esa sonrisa limpia con que trasmitía la luz del mundo.
Murió mirando al infinito, como no creyendo.

Los asesinos se dirigieron hacia la salida a los baños de Chancos, pero


doblaron rápido a la derecha, hacia el segundo puente de Marcará. Eran
altos, de pelo corto, de porte militar.

Aun no terminaba de desangrarse cuando de una casa a dos cuadras


hacia el norte un candidato rival salió cuidando no ser visto; subió a un
auto que le esperaba con el motor encendido y partió rumbo a Carhuás.

Los jóvenes de porte militar fueron recogidos en el lado opuesto del


pueblo en la Florida por otro auto que partió con rumbo a Huaraz.

Se esparció el rumor de que lo mataron los senderistas, grupo radical,


que ajusticiaba a los dirigentes populares que les quitaban
protagonismo; también de que lo mató el ejército. Los primeros lo
desmintieron cuando fueron cayendo de a pocos para sufrir largas
prisiones; los del Ejército nunca dijeron nada. Pero tiempo después
alguna gente aseguraba que el candidato a alcalde que ese día partió
discretamente de Marcará tenía familiares militares.

La visita del rey de España

Al rey de España se le ocurrió visitar al Perú. Los periódicos y las radios


informaban diariamente del recorrido del rey por diversos pueblos y las
pomposas recepciones que les brindaban sus autoridades.

Un periodista que cubría las noticia tuvo la brillante idea de entrevistar


a unos niños de una escuela a donde iba a llegar el rey, qué harían cuando
entrara.

Uno a uno fue respondiendo con el corazón en la mano.

Áncash ante el bicentenario 315


Uno con cara de un búho sabio dijo que le sorprendía que todavía
existieran los reyes, porque pensaba que sólo existían en los museos y
los libros.

Otro con cara de trompeador dijo haciendo gestos de lucha: lo tumbaré


con un cabe y le rebuscaré los bolsillos para que nos devuelva el tesoro
que Atahualpa les dio en Cajamarca.

Pero un coro unánime se dejó escuchar: Jugaremos con el rey, lo


tenderemos en el patio y lo jalaremos como a Túpac Amaru.

Eso, dijo el niño con cara de sabio, si no pide perdón.

Cronicas actuales

La guerra del agua II

La laguna de Conococha es un espejo de plata en que la luna llena se peina


sus cabellos de princesa en noches de magia y misterio. En el día es
también un espejo reluciente que retrata en revés las montañas que la
rodean, la luz de los nevados y el intenso cielo azul andino.

En las tardes de lluvia de sus aguas nacen arco iris multicolores. En sus
límpidas aguas las truchas se deslizan ágiles y los patos de altura bucean
entre las algas y luego en comunidad descansan plácidamente en sus
orillas o isletas de ichus y pastizales. Es decir, juntos el misterio y la
belleza que la madre naturaleza ha regalado a los seres humanos.

Según antiguos mitos, de Conococha salió el poderoso Amaru que partió


los Andes para formar las Cordilleras Blanca y Negra y trazó en medio el
recorrido del gran río Santa y luego retornó a sus profundidades.

La laguna de Conococha es la fuente madre del río Santa (en la región


Áncash, Perú), que recorre el Callejón de Huaylas. Junta más aguas de los
numerosos afluentes provenientes de otras lagunas de la Cordillera
Blanca. Las que mueven las colosales turbinas de la Hidroeléctrica del
Cañón del Pato. Las que pintan de verdor productivo a las inmensas
irrigaciones costeras de Chavimochic en la Región vecina de La Libertad
y cuyas aguas llegan hasta Trujillo, a 250 kilómetros de su cauce natural.
También alimenta el otro proyecto de irrigación, Chinecas, en la propia

Áncash ante el bicentenario 316


Región Áncash, aunque hasta ahora continúa sin avances significativos
por la incapacidad y desidia de los gobernantes nacionales y regionales.
Conococha se ubica en una meseta del sur cordillerano de Ancash, a una
altura de más de 4 mil metros, en el nacimiento de las Cordilleras Blanca
y Negra que flanquean al famoso valle del Callejón de Huaylas. Por su
ubicación y su capacidad de acumular y recolectar las aguas en esta alta
meseta es la fuente madre de las aguas del río Santa con aguas visibles y
corrientes. Pero vía filtraciones también provee por sus venas
subterráneas aguas al río Fortaleza que recorre de este a oeste desde
escasos kilómetros de la laguna en dirección a la costa. Forma valles
estrechos pero fértiles donde los hombres y mujeres, con esas aguas que
afloran pronto, aun fuera del periodo de las lluvias, cultivan desde papas,
ocas, habas y tarwi en las alturas. Después maíz, ají y diversidad de frutas
en los pisos intermedios de clima templado y cálido. Finalmente, ya
próximo al Océano Pacífico, sus aguas, paralelamente con las de río
Pativilca, riegan interminables plantaciones de caña de azúcar para la
industria. Hacia el sur, también provee de aguas mediante afloraciones a
la breve cuenca de Corpanqui, Canis, Llaclla y otros pueblos, que luego
alimentan el río Pativilca en su cabecera. En resumen, Conococha provee
aguas a tres cuencas correspondientes a los ríos Santa, Fortaleza y
Pativilca.

La laguna de Conococha acaso sea entonces, por su ubicación en una alta


meseta de los Andes, un paso en el camino del agua. Es un reservorio
natural que concentra y redistribuye las aguas subterráneas acumuladas
con las lluvias y las que proceden de los nevados y lagunas todavía más
altas de la Cordillera Blanca y hasta de la cordillera de Huayhuash. Es
decir, Conococha es corazón y venas de un sistema de aguas creado según
mitos antiguos por la Mama Pacha para sus hijos, los hombres, mujeres y
niños de estos valles, y que vigila el Amaru mítico, sea en forma de
serpiente Amaru o de toro mágico que recorre mugiendo por sus orillas
en las noches de luna nueva. La laguna de Conococha, es pues
verdaderamente una laguna madre — madre de aguas y de vida.

Los campesinos andinos de los pueblos cercanos leen los signos del
movimiento del agua. Si baja el caudal en la salida hacia el río Santa en
dirección al norte, o en las filtraciones en la cabecera del río Fortaleza en
dirección oeste o de las filtraciones hacia el sur por Corpanqui, entonces,
ven un peligro para la vida, porque podrían secarse hasta las aguas de los
puquiales donde beben hombres y ganados en las épocas de estío cuando
descansan las tierras agrícolas. O de las filtraciones que acumuladas
llenan de agua sus reservorios y sus canales. Por ejemplo, a lo largo del
Áncash ante el bicentenario 317
valle del Fortaleza, donde durante el estío el río no lleva aguas, pero cuyo
subsuelo está saturado de líquido que aflora en los puquiales y
humedales a medida que el valle desciende hacia el océano.

Cuando bajan las aguas de la laguna Conococha, también bajan las aguas
de los puquiales y humedales hacia el oeste o el sur. Esto lo saben de
memoria los campesinos andinos desde tiempos remotos. Por eso desde
donde están, mediante ritos colectivos y ofrendas o en su propia mente
invocan a la laguna madre Conococha o sus venas, que no baje sus
caudales, y que más bien vuelvan sus aguas. Cuando la invocación está
cargada de fe, así ocurre y vuelven a aflorar las aguas en los humedales y
con ello la alegría de la gente. En muchos pueblos ese vínculo maternal
de las aguas con los humanos se manifiesta en rituales y coloridas fiestas
con ocasión de las limpias de reservorios y acequias. Pueblos y
comunidades enteras laboran en minkas, comparten sus alimentos y
danzan en feliz comunión animados por orquestas de arpas, violines,
saxos y otros instrumentos, cuyas melodías parecen aflorar de las
profundidades de la tierra.

Pero en este año 2010, una compañía minera Centauro SAC, con la venia
del organismo oficial del estado peruano (y con harta celeridad),
amparado en una concesión autorizada, ha comenzado la exploración de
una mina de oro y otros metales cuyas vetas recorren el subsuelo de la
laguna Conococha. Por razones técnicas, deben desaguarla o desapa-
recerla o usar sus aguas para facilitar la explotación. Para ello, a menos
de un kilómetro de la laguna sus inmensas máquinas excavadoras,
cargadores frontales y volquetes, sus tropas de obreros e ingenieros con
un dinamismo nunca visto y en turnos diurnos y nocturnos ya realizan
movimientos de tierras. Están amparados en que su concesión
comprende miles de hectáreas de la Cordillera Negra cuyos límites en sus
mapas rozan la laguna.

En estos ámbitos no hay minería sin usar agua, por lo que la laguna está
necesariamente en los planes técnicos de la empresa y concentran sus
primeros esfuerzos en ella. El amparo legal de Centauro resultó ser la
Constancia de Aprobación Automática Nº 068–2010–MEM–AAM de la
Declaración de Impacto Ambiental. Es decir, una oficina burocrática del
sector minería había aprobado sin verificarla una especie de declaración
jurada de la empresa. Lo hizo en el sentido de que sus acciones de
exploración y explotación no iban a causar daños al medio ambiente. Lo
cual no condice con la envergadura del proyecto.

Áncash ante el bicentenario 318


Ante las primeras protestas aisladas de los comuneros de Cátac y
Huambo la empresa Centauro había respondido recurriendo a diversas
estrategias: difundió hasta el cansancio y por todos los medios su
constancia Nº 068 de aprobación de su declaración de no contaminación.
En la comunidad de Huambo, previo trabajo subterráneo arrancó una
autorización de la comunidad para sus actividades. Muy pronto se reveló
que había hecho pagos a un sector de dirigentes y comuneros, que en una
asamblea general desestimaron el acuerdo, sancionando a los vendidos.
El siguiente alegato se centró en la ubicación de la laguna Conococha:
¿pertenecía a la Cordillera Blanca o Negra? Sus técnicos y abogados
sostuvieron que pertenecía a la Cordillera Negra para evitar las
restricciones que implicaban su pertenencia a la Cordillera Blanca,
ámbito del Parque Nacional Huascarán, donde están prohibidas las
actividades mineras para evitar la contaminación. La empresa vocea por
todos los medios que sus actividades no producirán contaminación en el
río Santa. Pero opiniones técnicas desmienten tal afirmación: no solo
contaminará el Santa, sino también el Fortaleza y el Pativilca. Y con ello
tres cuencas, afectando a seres humanos, animales y plantas — es decir
a la vida en su conjunto.

¿Cuál ha sido la reacción de los comuneros y pobladores en general de


los valles? ¿Estarían de acuerdo con la posición del gobierno que autoriza
minería sin restricciones a nombre del desarrollo y del incremento de las
cifras macroeconómicas como sostiene el presidente Alan García?
¿Habrían aceptado resignados porque ya nada se puede hacer puesto que
el gobierno y las empresas son difíciles de enfrentar? ¿Habrían
recordado temerosos los sucesos del 5 de junio del 2009 en Bagua donde
por rechazar las operaciones de una minera en zona protegida perdieron
la vida 33 nativos y desaparecieron policías? ¿O se habrán puesto en pie
de lucha para defender a su laguna madre?

En diciembre de 2010, luego de gestiones y petitorios a los despachos


burocráticos, ya los primeros signos de su decisión se han dejado notar
de manera firme y contundente: la organización de un frente de defensa
y un paro con movilizaciones de las comunidades de Cátac, Utcuyacu y
Ticapampa (cabecera del Callejón de Huaylas) y del valle de Fortaleza
desde Tunán hasta Huambo, Raquia, Cajacay y Pampas Chico. Exigen que
se anule la autorización del gobierno a fin de que no opere la compañía
Centauro y más bien declaren recurso natural intangible a la laguna de
Conococha.

Áncash ante el bicentenario 319


El primer resultado como producto del uso de armas por la policía en
Cátac es un muerto. El comunero Muñante Cadillo Vergara ha muerto por
defender a la laguna madre del agua. Deja una viuda y tres hijos
huérfanos. Además, hay muchos heridos de bala, algunos siguen
hospitalizados, como el estudiante universitario Gilmer Vergara.

O sea, vida y sangre ofrendadas para defender el agua.

En esta Guerra del Agua la primera batalla la han ganado la compañía


minera y los gobernantes y funcionarios que la defienden. Harta
experiencia tienen para ello — el gobierno para emitir normas amañadas
y ordenar policías o soldados, y la compañía para hacer tentadores
ofrecimientos a los pobladores del entorno de la explotación, dividir
comuneros e incluso para comprar dirigentes y medios periodísticos.
¿Qué vendrá luego? Según las últimas noticias otras comunidades, las
organizaciones campesinas de sierra y costa de la región Ancash, los
trabajadores de otros sectores, los estudiantes (principalmente
universitarios) y el pueblo en general, a partir del ejemplo y sacrificio de
los comuneros de Cátac, congregan y organizan fuerzas para defender a
su laguna madre, pueblo por pueblo, ciudad por ciudad. No solo ya de la
compañía minera Centauro, anulando la autorización del gobierno, sino
para defender su intangibilidad total como zona de reserva hídrica
mediante una paralización general indefinida. Es decir, como el inmenso
Amaru mítico comienzan a mover sus músculos de acero. Las vías
Pativilca-Huaraz y del Callejón de Huaylas están bloqueadas. De los
pueblos de la Cordillera Negra emiten comunicados anunciando bloqueo
de la carretera Huaraz-Casma. Igual de los pueblos de Conchucos, al otro
lado de la Cordillera Blanca. Al parecer nadie tiene miedo a la muerte
para defender la vida. Quizá en cualquier lugar de los bloqueos algunas
almas inicien su viaje para dar el alcance al alma heroica de Muñante
Cadillo.

Al amanecer de este 13 de diciembre de 2010 una noticia de último


minuto taladra desde la televisión nacional y radios locales: “El
Ministerio de Energía y Minas deja sin efecto la Constancia de
Aprobación Automática 068–2010–EM–AAM. La empresa Centauro no
podrá continuar con actividad minera alguna en este proyecto y por lo
tanto no hay motivo para que continúe la protesta en Ancash. . . .”
Guerra de Agua II. Publicado por la U de Texas. Revista Dialogo. Volume 22,
Number 1, Spring 2019, pp. 95-103

Áncash ante el bicentenario 320


El Huayco que te ha de llevar
Edgar Alberto Norabuena Figueroa 

A Juan Norabuena y Simona Yánac,


in memorian.

…Todo esto parece una vil alucinación donde la verdad


no es más que una simple mentira, y qué es la mentira, entonces, sino una
simple verdad que se niega; una vida que se abona con la muerte, un río
que hunde en las entrañas del mar; todo, cara y sello de una misma
moneda…

…¿No ves a esos gallinazos rondar nuestra miseria?, han de saber algo
que nosotros ya de por sí ignoramos; ¿no les estás oliendo el hedor a
muerte que desperdigan sus siniestras plumas cuando aletean?, ¿no oyes
graznar de placer a esos maldecidos que ya hasta parecen mirarnos con
ganas de saborear nuestros viles despojos?; se te van a podrir las orejas
de tanto que ignoras lo que bulle en este raído mundo; ¿por qué no me
contestas, Nicasio?, ¿ya no me oyes acaso?, ¿te volviste sordo de pronto?,
¿o yo estoy muda, tal vez?, ¿o acaso estamos muertos, Nicasio?; mira a
esos alados desvergonzados, si hasta parece que ya se relamen el pico al
vernos tan desventurados en este recoveco de mundo donde nadie ha
venido a reclamarnos hasta ahora, ni siquiera nuestro sobrino, Toro
Moreno, que ha de estar solazándose en otros rumbos, detrás de las
enaguas de alguna mujer, olvidando para siempre a quienes no has
podido olvidarlo…

Una ráfaga de viento onduló las hojas del platanar espantando unos
guacamayos perdidos entre el follaje, los arbustos murmuraron la
desdicha de Teófila que hablaba completamente sola, viendo la
polvareda del patio levantarse, como almas deformes que se elevan del
purgatorio, y cubrir de tierra oscura al cuerpo del gavilán que se
agusanaba, tronchado en el esplique, clavado en medio de la tierra
sedienta. A lo lejos, una nube oscura pasaba de largo, divisó la cumbre,


Edgar Alberto Norabuena Figueroa. - Natural de Huaraz. Profesional en educación
(lengua y literatura) por la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo, donde
ejerce la docencia. Ganador de varios concursos literarios. Autor de libros dedicados a
la poesía, el cuento y la novela. Reconocido con premios literarios a nivel nacional e
internacional.

Áncash ante el bicentenario 321


todo era verde, curiosamente verde, se maldijo a sí misma y continuó sus
pasos sintiendo la ligereza extraña de sus años atascándose entre las
piedras del murito de la huerta desde donde intentaba saltar con unas
cuantas yucas y camotes recogidos en su raído reboso negro, el rugido de
algo intenso se sintió aún más en la boca del viento que parecía provenir
de una olla hirviendo pecados funestos.

De pronto, sintió que algo dentro de sí comenzaba a arder doloro-


samente, ella solo volvió a divisar el horizonte, de aquí para allá, tratando
de adivinar dónde se escondía la mirada omnisciente que lo acosaba
hasta el fondo de su corazón candente.

Entró a la covacha que tenía el techo podrido, lleno de agujeros que


dejaban ingresar infinitas lenguas ardientes que abrasaban el piso de la
única habitación, …¡nos llevarán los Shapincos si no arreglamos el techo!,
¿me oyes, Nicasio?, ¡arréglame esto antes de largarte a buscar los cuernos
del Barroso como tienes dicho desde hace días!..., la voz de la decrépita
mujer reptó desde dentro hasta alcanzar a las lagartijas que miraban
fijamente a cualquier parte y que al oír los gritos de la anciana, huyeron
hacia los matorrales que rezaban el ángelus del mediodía que ya
calcinaba todo el valle, …¿me oyes, Nicasio?, ¡nos llevarán los demonios,
nos llevarán los shapincos, si sigues allí como si estuvieras jugando al
muerto!..., y cuando lo dijo, sintió en su cuerpo un terrible escozor que le
penetró hasta lo más profundo de su ser, sintió miedo y vergüenza por la
descarga que se le metió hasta donde no debía, enmudeció por un
instante.

El sol disparaba ráfagas de luz a la covacha que parecía estar a punto de


ser tragada por la vegetación que la rodeaba. Desde el umbral de la
casucha, el patio ondeaba de calor como la imagen de una temblorosa
pesadilla, …¡si no te cubres la cabeza, te va a dar insolación, vas a morir
por testarudo!, ¿me oyes, Nicasio Kullu rinri, viejo orejón?..., ahora la voz
que parecía provenir de la boca de un cadáver, se oyó un poco lejana y
algo agorera, una voz que salía de un cántaro hueco y vacío, oscuro; una
voz que no buscaba respuestas, como almas que se elevan del purgatorio
hacia ninguna parte del cielo.

Iba con un cántaro parchado a acarrear agua del puquial nuevo, a cada
paso, sus pies se calcinaban como si estuviese recorriendo un camino de
cenizas vivas e hirientes; más allá, el río bramaba como un toro chúkaro

Áncash ante el bicentenario 322


a punto de pelear, amenazando con desbordarse otra vez, en cuanto
llegue la mangada de la tarde; se agachó para llenar agua cuando,
inesperadamente, una terrible bulla celestial lo hizo estremecerse por
completo, …¡castigo de Dios, castigo de Dios!..., pensó y gritó de súbito,
levantó la cabeza con temor, oscilando entre los dos mundos que de
pronto, inexplicablemente, se le confundían en uno solo; una bandada de
loros chillones colmó de verde, el cielo despejado del cual colgaba un sol
insanamente abrasador. …¡Malaya, el maizal; mayala, el maizal!..., corrió
con su viejo cántaro lleno de frescura efímera para espantar a los loros
que ya desgajaban las tiernas mazorcas que se iban llenando dentro de
las pancas, entre una batahola de chillidos y alas revueltas entre las hojas.
Luego de espantarlos entre chillidos y un sobrero viejo que se agitaba
incesantemente, derribando matas de maíz y cazando plumas
abandonadas, se encaminó a la casucha, ofuscada, hirviendo en
maldiciones, saliéndosele sapos por la boca y culebras por todos sus
agujeros, viendo el camino temblequear de calor como si estuviese
enfermo de las fiebres de la terciana; a lo lejos, el paisaje también parecía
bailar, sacudirse con la calentura del mediodía, …¡aquí hace tanto calor
como en el mismito culo del infierno!..., murmuró para sí, terriblemente
ofuscada, mientras el hilillo endeble del agua que chorreaba del cántaro,
iba desapareciendo tragado por los labios polvorientos de la tierra
caliente; las horas parecían rasguñar las hojas de los arbustos
haciéndolas marchitar, sus sandalias sedientas de sosiego tropezaron
otra vez con el polvo encendido del camino, …¡Uno puede estar muerto, y
no se daría cuenta porque así nomás el infierno quema a los olvidados de
Dios!..., volvió a refunfuñar mientras sentía renovársele la cólera al volver
a ver su desvencijada casucha a lo lejos, temblando en una febril
reverberación.

Esa vez del huayco también vinieron estos malditos loros, seguro son
malagüelos, aves de mala seña que envolvieron con una verde nube de
chillidos y lóbregos aleteos a todo el pueblo. Esa vez, todos habíamos
enterrado a su Filli, y borracho, él también había querido tirarse al río en
un instante de soledad y locura, felizmente mi taytita lo salvó, ¡qué vas a
hacer, Nicasio, cómo ya, pues, te vas a matar, eso es ofender a Dios!,
diciendo, mientras lo arrastraba a la ribera como a un espantapájaros
mojado que el río intentaba tragar, lloraba como el cielo de marzo,
chillaba como niño destetado, sollozaba como huérfano en este mundo,
¿tanto ya se habrían tenido afición?, me preguntaba al verlo en esa laya
mientras él seguía gritando casi desde el otro mundo, ¡quiero irme con

Áncash ante el bicentenario 323


ella, quiero irme con ella, déjame, taytita, déjame ir con ella, déjame
taytita, que yo sin ella, ya no tengo remedio, taytita, ya no tengo vida sin
ella!; desde entonces, vivía con nosotros porque desde pequeño nomás
ya no tenía a sus taytitas que se habían muerto dizque en un sismo que
ocurrió en un pueblo lejano de la sierra cuando fueron a la fiesta de un
tal Tayta Mayo, dicen que en esa desgracia hubo un terremoto que
sepultó a todo el pueblo grande y también un aluvión que cubrió a otro
pueblo de lodo y piedras, sus taytitas murieron allí, en esa desgracia que
Dios nos manda a nosotros, los pobres. En esa desgracia que levantó una
inmensa nube de polvareda que oscureció muchos días toda la zona,
Nicasio perdió su primera y gran felicidad, sus taytas.

En esos días, una verde bandada de loros, como una maldición, sobrevoló
chillona sobre nuestras cabañas y desnudó nuestros árboles frutales y
maizales entre un alboroto de chillidos animales y gritos de los hombres
por espantarlos. Cuando por fin logramos echar a esos loros de nuestras
querencias, como si bocas infinitas, como si millones de langostas, como
si todas las bocas de Dios hubiesen pasado por estos lares; todo,
absolutamente todo había sido devorado por esas verdes avecillas del
más allá.

Fue para marzo cuando arreciaron las lluvias, una tupida mangada lavó
los techos de las cabañas y los riachuelos que no paraban de crecer, se
formaban por todas partes como súbitas venas abiertas en la negra
tierra, y que llevaban agua, lodo, piedras, arbustos y algunos animalitos
en su afiebrada correntada.

Esa tarde mi taytita no llegaba y Nicasio, más por mi preocupación que


por la suya, fue a buscarlo por las sementeras, poco después, lo encontró
atrapado en la chacra que se había derrumbado, enfangado junto con las
yuntas, ¡sálvame Nicacho, ayúdame pues, hijito, como esa vez lo hice
contigo!, dicen que le gritó con voz que subía por el fango pidiendo
consuelo y perdón a la vez; al principio no quería ayudarlo, le guardaba
rencor por haberlo salvado, por haberlo sacado de la anhelada boca de la
muerte, se quedó mirándolo largo rato, mientras mi taytita suplicaba,
bajo la lluvia que arreciaba entre truenos que parecían azotar a la tierra
por algún pecado cometido, ¡perdóname, pues, hijito, yo quería ser buen
cristiano contigo!, le gritó comprendiendo lo que le pasaba. Después de
mucho penar, y con la ayuda de todo el pueblo que fue noticiado por
Nicasio, mi taytita logró salvarse, cargadito su yugo de molle, pero

Áncash ante el bicentenario 324


nuestras yuntas se fueron mugiendo lamentos y despedidas entre el
rugir intenso del río que se los tragaba sin piedad alguna, ¡muuu, muuu,
muuu!, y mi taytia, ¡adiosito pues, Yanaco, Lichico, adiosito pues,
taytitas!, llorando se despedía de ellos, viéndolos ahogarse en esa
correntada turbia y mortal. Esa vez del huayco que se llevó gran parte de
nuestras sementeras y todas nuestras yuntas, él y yo ya andábamos
echándonos ojitos dulces, yo sé que no se había olvidado de su Filli, pero
seguro yo le serviría de consuelo y como andaba aficionado de él, no me
importó servirle de pañuelo, al pobre; en esos días nomás, se fue a la mina
de Yuramarca, y esa vez, yo misma le acompañé, ¡quién te va a cocinar,
Nicachito, quién te va a atender, mujer necesitarás para que te lave y
cuide!, diciendo. Mi taytita, al principio, se enojó muchísimo, ¡cómo ya
pues, Teófila, cómo te vas a ir con un hombre sin matrimoniarte siquiera,
Diosito nos va a castigar!, pero seguro al verme la harta afición en los
ojos, dándome su bendición, me dejó ir una mañanita mientras todo el
pueblo aún se desperezaba de sus pesadillas; subimos a la sierra de
Sihuas, por Pasacancha, y luego bajamos al Cañón del Pato por una
serpenteante ruta orillada por abismos inmensos, ¡no mires abajo, te
puede jalar algún alma aburrida!, me advertía mientras caminaba,
siempre chaqchando su coquita, seguramente preguntándole sobre su
destino, sobre su suerte en la mina; y una vez allí, para comprarle las
yuntas a mi taytita, nos quedamos seis meses y hasta más, porque cuando
volvimos a casa, donde nos esperaba con harta melancolía, ya estaba a
punto de dar a luz a mi Gumicho, al verme así barrigona, mi taytita harto
se contentó, y hasta lloró de la pura alegría, ¡así no moriré nunca!, decía
emocionado, ¡que me lleve el huayco, ahora sí, don Mateo Pumaricra por
fin vivirá en su nieto, en su willka! Desde entonces, nos arrejuntamos
como marido y mujer, primerito en la cabaña de mi taytita, luego sería en
nuestra propia cabaña.

Construíamos nuestra cabañita, cuando mi padre, de camino a los


yucales, fue picado por una serpiente que había encontrado apareándose
entre un ovillo de colas y cabezas, junto con otras que afiebradas por el
impulso del apareamiento, no le dieron tiempo para escapar; habría
caminado sin percatarse del peligro, habría caminado pensando en su
nieto, mirando casi mirar, caminando como en sueños, como cuando uno
camina enamorado y no se da cuenta por dónde pone los pies, cuando
coronó la cuestita del camino, se los habría encontrado, a pocos
centímetros de sus pies, ovillados, rodando de aquí para allá como una
pelota viva, como un inmenso corazón latiente, como la cabeza de una

Áncash ante el bicentenario 325


abominable medusa, con muchos ojos y con muchas venenosas bocas; no
tuvo tiempo de reaccionar, uno de los machos furiosos le mordió en el
cuello sin que siquiera pudiera gritar por su vida o pensar en el perdón
de su pecados, como todo buen cristiano antes de morir.

… Como castigo de Dios el huayco cada marzo arrasa con el valle, trae
muerte para dejar vida, trae lodo para abonar la sementera, se lleva a los
que ya se olvidaron de los apus, se lleva la semilla podrida para que
germine la semilla que siempre debió florecer…

Nosotros lo encontramos por la noche, echando blanca espuma por la


boca y con la piel totalmente morada y azul, frío como las noches de
invierno y duro como las piedras que arrastraba el río esa noche de
lluvias. Esos días, era otro marzo más y se vinieron los huaycos nacidos
en las cordilleras que barrieron todas las sementeras de yuca y camote,
árboles añosos que no pensábamos que irían a sucumbir, levantados
como simples carricitos fueron llevados por la correntada, entre gritos
desesperados y agónicos de la gente que no se acostumbraba a los
huaycos de todos los años, y que veía en cada uno de ellos, al primer
huayco de sus vidas, al huayco que podría llevarlos hasta la puerta del
infierno.

…¡Cuídate del huayco que te ha de llevar!, amenazaban las ancianas a los


que no querían ayudarlos, y es que antes la gente se ayudaba uno al otro,
¡allí viene el huayco que te ha de llevar!, las madres asustaban a los niños
que no querían hacer los mandados, ¡te va llevar el huayco de marzo!, le
gritaban, y los niños corrían a los mandados; ¡que te lleve el huayco!, le
decía la comadre al compadre que no quería pagarle alguna deuda, y es
que antes esas cosas no pasaban. ¡Es culpa del tayta cura que engaña a la
gente!, murmuraban algunos; ¡que el huayco te coja así de borracho y te
despiertes en el infierno!, le gritaban las iracundas mujeres a sus maridos
que se tambaleaban por efecto del sagrado cañazo, y éstos, asustados por
el designio, se metían calladitos a sus cabañas, como si hubieran sido
descubiertos en las más perversas de sus infidelidades, se arrodillaban a
rezar ante el crucifijo que el tayta cura les había obligado a comprar a
todos los del pueblo; ¡cuídense del huayco que los ha de llevar, del huayco
que te ha de llevar a ti, a ti, a ti –señalaba a todos-, que los ha de llevar a
todos!, el cura gritaba iracundo en plena iglesia y todo el pueblo se sentía
más pecador que antes. ¡Olvídense de sus paganas creencias, Dios ha
llegado por fin para salvarlos de todo mal!, diciendo, se arrodillaba ante la

Áncash ante el bicentenario 326


cruz; ¡el huayco que te ha de llevar, el huayco que te ha de llevar!, esas
palabras parecían rodar por todos los caminos del pueblo, parecían crecer
con la maleza del monte, con la correntada misma, parecían caminar, y sus
pasos se sentían en las noches en que los truenos de la tormenta
armonizaban la infernal orquesta del mal tiempo; parecían reptar junto a
la sombra de las serpientes, ¡el huayco que te ha de llevar, el huayco que te
ha de llevar!, y los obligaron a olvidarse de su río, del sagrado río de sus
destinos…

Esa vez del huayco, esa vez que mi taytita murió, nos casamos
aprovechando que el cura había llegado para inaugurar la iglesia nueva,
porque la antigua, también había sido arrasada por un huayco; ¡para que
el alma de mi taytita no se queme en el infierno, debemos casarnos, don
Nicasio!, le convencí al viejo terco que ahora ni caso me hace tirado allí,
en medio del patio como el trasto viejo que es. ¡Ya pues!, diciendo, como
desganado, se puso lo mejor de su ropa y nos fuimos a la misa y sin fiestita
ni nada, apuradito el tayta cura nos matrimonió para que mi padre no se
queme en un infierno como éste.

¡Al menos, espanta a los loros, don Nicasio, está bien que estés como
muerto, pero aquí todos tenemos la obligación de sostenernos la vida!, gritó
con furia y sus palabras viajaron incendiando el aire, como un invisible
fuego, el viejo Nicasio seguía en el mismo lugar donde lo había dejado,
imperturbable e inmóvil, miraba el sendero más allá de las cumbres que
rodeaban el angosto valle, más allá del cielo, miraba y no lo hacía con esos
ojos que parecían fríamente abiertos, sin sentimientos ni emociones,
abiertos como su boca por donde ya le entraban y le salían los moscones
de la muerte, qinrish azules, zumbando alegres por la carne fresca, hacían
bulla en esa boca que parecía querer gritar algún ¡auxilio, ayúdenme, mi
mujer, mi mujercita ha muerto, ha muerto, caray!, pero ya solo miraba y
parecía hacerlo con los pensamientos, ¡por qué nadie me oye, nadie me
ayuda, Dios, Dios, por qué ya pues jodes tanto!, parecían decir sus ojos
helados.

¡Como sigas callado, viejo necio, vendré a darte un palazo para que
aprendas a moverte!, mas él seguía inconmovible, ¡qué te pasa, Nicasio,
¿tan pronto se te ha podrido la lengua?, ¿por qué no me contestas, acaso no
eres tan macho como para contestar a tu mujer?, la furibunda voz reptó
hasta taladrar un oído lejano y sordo que no sintió las puñaladas de esas
palabras. El viento lamió la tierra con intensidad, el raído pañolón puesto

Áncash ante el bicentenario 327


a secar desde hace días ondeaba, a punto de caerse, como una negra
bandera de la victoriosa muerte, estaba justo frente a él, que pensaba,
¡qué se va a caer, por aquí hasta Dios ya no sopla, por aquí Dios ya no
tiene cabida porque esto es tierra de Shapincos, tierra de demonios
nomás, tierra de infieles!, y de pronto, la tierra se le llenó por completo
en los ojos como un puñado de respuestas que él no logró entender, ¡aquí
Dios solo aparece para joder!, sollozó con una voz ausente.

¡Pronto vendrá la mangada y no tenemos leña, ¿me oyes?, ¡no hay leña don
Nicash, aquí también se come, aquí también se vive!, la socarrona e
hiriente voz de la mujer invadió el patio reptando hacia la inmutable
sombra del viejo que estaba ensimismado, habitando otro mundo. Un
viento fuerte volvió a remecer las matas de plátano, el sombrero pareció
desprenderse de su cabeza cana, ella lo miraba, se alegraba, rezaba para
que el viento le arrebate el sombrero y Nicasio se viera obligado a
levantarse, a caminar, a demostrar que no está muerto; ¡Virgen María,
dale al viento fuerza y puntería!, pidió desconsolada, conteniendo una
risa de satisfacción; pero no, el viento solo lamió el sombrero con
vehemencia y lo dejó sobre las canas del viejo Nicasio que seguía viendo
el sendero que se cubría de negras nubes, unas se asomaban desde detrás
de las cumbres, parecían almas con las manos extendidas buscando el
perdón de alguien, otras parecían caballos en pleno trote, algunas grises
ganaban en velocidad a otras blancas, y de pronto, un relincho lejano que
corroboraba que en realidad eran caballos de voluble imagen, y otro
relincho más, y otro, mientras la vieja Teófila se apuraba en recoger las
pocas astillas que quedaban a un costado del patio …¡Viejo desgraciado,
ya falta poco para que comiences a pagar por todos tus pecados tú
también, y allí quiero verte tan tranquilo y despreocupado como ahora,
cuando te sumerjan a la olla de aceite hirviendo, cuando te cuelguen de los
huevos, como dicen que los shapincos hacen con los viejos como tú, allí
quiero verte también tan tranquillo y callado como ahora, cuando te
saquen las entrañas y te sequen la sangre sobre un tostador!...

El viejo Nicasio ya no ve caballos, ahora es una imagen que no logra


reconocer, es un ser con los brazos inmensamente grandes que invitan al
abrazo, los carrillos hinchados soplan un viento fuerte que hace rugir las
ramas de los árboles, cree sentir que caen algunas prematuras gotas que
anuncian la mangada, pero no, es el viento que otra vez le quiere quitar
el sombrero, ¡Ave María, dale al viento fuerza y puntería!, vuelve a decir
ella, agachada, recogiendo astillas, viéndolo de reojo, ¡San José Obrero, el

Áncash ante el bicentenario 328


peso para no ser llevado por el viento, dale a mi sombrero!, reza él para
que no se lo arrebate, …¡viejo canijo, viejo de mierda, acuérdate nomás que
ahora no me estás sirviendo para nada, acuérdate nomás, acuérdate
nomás... !, y otra vez, el viejo Nicasio se enfrasca en el pensamiento de que
el viento no debe arrebatarle el sombrero, sabe que si lo hace, él no se
levantará, no lo hará, lo dejará correr por el patio como a un cuy
asustadizo, elevarse como un negro y grasiento gavilán, rodar hasta
donde lo lleve el invisible brazo del viento, no se levantará para
recogerlo, y tal vez, por alguna misteriosa piedad, el viento mismo sea el
que lo devuelva nuevamente sobre su cana cabeza.

Ahora la figura del gran hombre ha cambiado, en estos momentos es una


mujer, los labios entrompados parecen buscar un beso olvidado, tal vez
extraviado, tal vez un beso truncado por algún huayco, por alguna
prohibición, su cabellera voluble y alborotada le recuerdan de pronto a
Filli, a la única aventura amorosa de su vida, la única mujer que amó con
intensidad de huayco de marzo, sería para la fiesta de carnaval, pensó, sí,
para la fiesta de carnaval, recordó.

Ocurrió después del Cortamonte en el pueblo, iba ya un poco libado de


tanto masato y chicha cuando la vi volver a su cabañita, estaba sola y
aproveché para conversarle bonito, en medio del camino, ella me miraba
asustadita con sus ojitos chinitos muy dulces, parecían dos choloquitos
encendidos, lunas negras, ¡uaaa, Nicachito, qué cosas hablas!, me decía
casi con sorpresa mientras nos escondíamos en una casuchita
abandonada, ¡harta afición te tengo pues, Fillicita!, le decía con voz
temblorosa, poniéndole mi corazón entre sus senitos, para que también
sintiera mis latidos, mis manos sudaban, mis rodillas parecían ceder al
peso de mi cuerpo, respiraba agitado, nunca antes había sentido la afición
por una mujer meterse así en uno, hasta estremecer los huesos y punzar
como navaja caliente el estómago, ¡uaaa, Nicachito, yo también pues,
harto cariñito te tengo!, me contestó cuando ya estaba a punto de
desplomarme del vértigo. Resucité con sus palabras, se me agolpó el
corazón más y más, más y más; y esa nochecita bajo la lunita lunerita
cascabelerita, como decíamos en la escuelita, la besé casi mordiéndole
los labios, es que, no sabía cómo se besaba para entonces, al sentirnos tan
cerca el uno al otro, nos sonreímos, nuestras manos se buscaron y al
entrelazarse, se entrelazaron también nuestras vidas que debieron haber
acabado también el mismo día en que se fue, pero ella decidió que debía
sufrir en este mundo por alguna razón que hasta ahora no he logrado

Áncash ante el bicentenario 329


entender; desde esa tardecita siempre nos buscábamos detrasito de las
matas de plátano y yuca que había en la huerta de su casa, ella se
escapaba …¡Nicasio, ya viene la mangada, viejo necio, te vas a morir como
kuchi kanka con un rayo, viejo sin valor, ven a la cabaña y ayúdame a tapar
las goteras de este infierno que también es tuyo!... mientras sus taytitas
dormían, y allí podía yo embriagarme con su aroma de camotito
wambacho mientras cogía sus pechitos que parecían dos caracolitos
medianos e indefensos, duritos como pepinitos por madurar, agarraba
emocionado sus yuquitas de piernas y besaba con desesperación de
enamorado primerizo sus labios de mayro, dulce y harinoso, todo en ella
era fruta, fruta frutita que saboreaba a la luz de la luna y las luciérnagas,
fruta frutita que no me cansaba de saborear mientras ella me besaba con
harto furor; después de gozar, nos tendíamos exhaustos y suspirábamos
satisfechos viendo a las estrellas intensamente brillantes y libres como
anhelábamos ser con nuestro amor, las contábamos, les poníamos
nombres a las que no conocíamos, ella sonreía con la inocencia de sus
trece añitos, mientras, fruta frutita, se hacía mujer en mis manos; meses
después todo, terminaría. …¡Nicasio, ya viene la mangada, viejo mula, te
va a caer un rayo si no vienes a la cabaña, Dios te va a castigar si no me
ayudas con esta cruz que también es tuya, Nicasio, acuérdate ahora mismo
que yo también fui tu mujer y que nos merecemos este infierno que se llena
de mala lluvia!... Embarazada, me esperó muy contenta, detrasito de la
matita de plátano donde siempre solíamos comenzar con nuestras citas,
ella me abrazó en cuanto llegué, me besó y vi otra vez sus ojitos chinitos
brillar como negras lunitas gemelas, y oí su ¡uaaaa, Nicachito, vas a ser
taytita pues, porque te voy a dar un wamrino, un Nicachito chiquititito o
una Fillicita bien bonita como yo, pues!, no supe cómo reaccionar, me
alegré de alma y mi corazón saltó en mi pecho como aquella noche de la
primera vez, ¡un hijo, un wamrino, caray, esto es bendición de Dios!,
exclamé emocionado, la estreché aún más contra mi cuerpo y rodamos
alegres por los surcos de camote recién plantados, con la dicha
acompañándonos, esa noche la completamos, como ella decía, ¡hay que
terminarle la puntita de la orejita, Nicachito, hay que completarle los
labios y el pelo ahoritita mismo, no quiero que mi wamrino nazca
incompleto!, sonriendo, mostrándome sus senos que ya habían crecido
desde la primera vez que los mordí con pasión, desnudando ese cuerpo
que no me cansaba de recorrer palmo a palmo, esa vez soñamos no solo
con un hijo, sino con muchos, muchísimos hijos, una casa y varios
ganados, una chacra al lado del río y un perro para mascota de los hijos;
esa vez soñamos algo que jamás tendríamos.

Áncash ante el bicentenario 330


Al día siguiente, fui a la casucha de don Crisanto Romero, viejo tosco que
al escuchar mi pedido de mano, no me hizo caso porque quería que su
hija se case con el Crisóstomo que había vuelto de Chimbote con mucha
plata, y que ya la estaba rondando mañosamente; esa mañana, me
marché en silencio pensando volver al día siguiente y definir la situación
de una vez por todas, estaba decidido a formar familia con ella y mi hijito,
mi wamrino, ¡o me la da a la buena o me la da a la mala, pero ella se va
conmigo!, refunfuñé colérico en el camino mientras veía formarse la
tormenta en el cielo azul que cada vez se ennegrecía sin remedio alguno.

Esa noche cayó una tormenta feroz que duró hasta el mediodía del día
siguiente con unos huaycos que arrasaron la vieja cabaña del tayta
Agustín quien luego de ver cómo el lodo y las aguas se devoraron su
huertita y sus pocos animalitos, se fue derechito a la iglesia nueva
gritando obscenidades, ¡Dios jijunagranflauta, solo sirves para hacer
pedir diezmos y jodernos la vida, solo sirves para hacernos gastar en tu
fiesta y jodernos cada marzo, solo sirves para que el río, que es más
poderoso que tú, nos haga recordar que lo hemos olvidado por tu culpa!,
y sin arrodillarse ni santiguarse, y ni nada de nada, le recriminó su
desgracia al Cristo de yeso que colgaba obscenamente desnudo en una
cruz de madera, al no escuchar respuesta de la imagen, quiso destrozarlo
en un arranque de ira, pero el teniente gobernador que ya lo había visto
entrar con furia, lo detuvo justo en el instante en que cogía con sus
nudosas manos, los pies del Santo Crucificado que parecía pedir ayuda
con esos ojos que inspiran piedad y todo sentimiento plañidero, para no
ser despedazado por el iracundo cristiano que lo había sorprendido en
uno de sus sueños supremos. ¡Agustín, carajo, qué vas a hacer!, le asestó
la chonta sobre su cabeza. ¡Mira pues, tayta, mis ganados, mi casa, todo,
todo se ha llevado el río, él es Dios, está molesto porque hace tiempo no
le llevamos ofrenda como nuestros taytas hacían, todo por culpa del cura
que nos trae nomás dioses muriéndose que solo nos hacen llorar, que
solo nos hacen sentir más huérfanos y miserables!, ¡qué dices, demonio,
carajo, vuelve a tu casa!, ¡ya no tengo casa!, ¡anda al Local comunal,
Agustín, mañana llamaré faena para construirte una nueva cabaña, ya
verás, mañana será otro día!, esa noche, ni Cristo mismo se olvidaría que
estuvo a punto de ser demolido por la desesperación de uno de sus
feligreses.

Mientras afuera, un fuerte trueno le arrancaba los sueños a todos los


campesinos. Sí, esa vez llovió como si alguien se hubiera caído al río,

Áncash ante el bicentenario 331


porque, a veces, así llueve de tristeza, por el alma del ahogado, como pago
por el cuerpo del cristiano devorado por el río siempre hambriento y
dispuesto a tragarse todo lo que se le acercara a sus orillas lodosas y
traicioneras.

…!Agustín, Agustín!, ¿por qué me has ofendido?, ¿por qué te has querido
igualar a mí, y has puesto tus manos en mis pies con la intención de
destrozarme, acaso no sabes que estoy más allá de esa imagen de yeso,
acaso no sabes que yo controlo el río y los huaycos y todo el mundo que te
rodea? Si es así, Inriquito, tayta Inriquito, dime por qué tanto ya castigas a
tu prójimo, si diezmo y misas te hacemos, si a tayta cura como a ti mismito
tratamos, si por ti hasta al río hemos olvidado. ¡Agustín, Agustín, no me
faltes al respeto, hijo, yo soy tu Dios. Dios, Dios, Dios que muere, Dios que
llora, Dios que pide diezmo nomás…

Esa noche, don Agustín se despertó sudando frío, con un ligero temblor
en el pecho que le fue invadiendo todo el cuerpo y que poco a poco se
intensificó y le sacudió hirviendo en fiebre que, semanas después, lo llevó
hasta la presencia de Dios. Se ha muerto porque Dios lo ha castigado,
decían, y nosotros, no sabíamos quién había sido…

Al día siguiente, cuando llegué a la casa de mi adorada Filli, solo encontré


al viejo Lucas, tullido como es, sentado sobre un poyo de piedra con un
matecito de yuca sancochada en la mano. Le pregunté por ella, y con una
voz casi inaudible, me dijo que todos se habían ido a buscarla, ni bien
escuché eso, ¡trazzz!, se me electrocutó el cuerpo desde la cabeza hasta
terminar en una punzada intensa en los testículos, ¡se han ido a buscar a
la Feliciana que se ha tirado al río de pura cólera porque su tayta
Crisanto, hijo del demonio, supaypa wawan, la quería obligar a casarse
con el Crisóstomo que vino ayer por la tardecita con un par de botellas
de aguardiente para comprar la mano de tu Filli!, al escuchar al tullido
don Lucas, en ese preciso instante, yo tal vez morí.

…¡Nicasio, viejo necio!, ¿acaso piensas ahogarte en la mangada?, ¡ven para


que te lleves tu poncho, ven y llévate tu poncho para que no digas luego que
yo soy una mala mujer, para que no digas que yo te adelanté el infierno con
mi presencia!... Ahora la imagen se desfigura, ya no es la mujer que amé,
ni es el caballo de hace rato, ¿es o no es?, ahora se parece a mi torito
Barroso, esa nube gris que va repuntando a todos los que se asoman por
la cumbre que lleva a la Cordillera Blanca, esa nube gris robusta y con

Áncash ante el bicentenario 332


unos cuernos como brazos, esa nube bien espesita, se parece a mi torito
Barroso, claro, es mi torito Barroso, Barroso Barrosito, ahora lo
recuerdo, …¡Nicasio, viejo necio, el huayco te va a llevar como sigas sin
hacerme caso, el huayco te va a llevar por ser un cristiano muy malo
conmigo, ven a refugiarte en este pedazo de purgatorio!... cuando lo vi,
me emocioné con él, y rogándole al carnicero del pueblo, hice un trato
con él, lo cambiaria con unas chacras que había abierto junto al río y unas
monedas más que prometí pagar cuanto antes; cuando llegué a casa,
agarradito mi torete, Gumicho saltó enloqueciendo en carcajadas por la
dicha, se encariñó con él rápidamente, en esos días nomás tuve que irme
a las minas de carbón de piedra, tuve que ir por Sihuas hasta Yuramarca,
otra vez, para reunir los treinta soles que me pidió don Santiago para
completar el precio del Barroso, ¡Te lo doy en ganga, don Nicasio, así
nomás no hago negocio como contigo! Después de tres meses de
ausencia, volví comprándole regalos a mi mujercita y a mi hijito, nueva
tela para las faldas y nuevo sombrero para que lo prose en la fiesta de
San Juan y para Gumicho, un sombrerito de pana y un cachorrito de raza
que me vendió el ingeniero de la mina, dizque de raza labrador, ¡llévatelo
a veinte soles, cholito, es un perro que vale más que una docena de
carneros!, me convidó, y yo, harto convencido de comprarle algo costoso
a mi hijito, le llevé el cachorrito crema de orejitas medianas. Cuando
volví, …¡Nicasio, ya viene la mangada, viejo terco qué te pasa que no
quieres entrar a la cabaña, acaso no puedes arrastrar tú solito la
pestilencia de tu cuerpo hasta aquí!... Barroso estaba ya grande, Gumicho
lo había amansado tanto que hasta doblaba las patas delanteras para
cargarlo sobre su robusta nuca y así iba por todos lados, montado sobre
el noble animal, los demás toros de la yuntada dormían a la intemperie,
en el corral, pero el Barroso tenía su propia cabaña, su propio pasto,
todas las tardes Gumicho se encargaba de él, sus ojazos de espejo negro
relumbraban como una luna eclipsada, sus astas abiertas parecían dos
brazos a punto del saludo y su naricita que exhalaba un aroma a hierbas
frescas era siempre mojadita como labios recién besados, Gumicho ya no
usaba peine, iba por las mañanas donde el barroso que rumiaba no sé
qué pensamientos y se agachaba delante de él quien le lamía con la
pericia de un padre, aquí, allá y listo, bien peinado para dos o tres días,
su madre y yo nos reíamos al verlo en esas trazas, estábamos a gusto con
el Barroso que también era buena yunta, no le gustaba el chicote, a él no
lo castigaba, más bien, arrastraba a la pareja como si se preocupara de
terminar la faena cuanto antes y poder disfrutar de los cuidados de
Gumicho. …¡Viejo mancarrón, ven a la cabaña que ya va a venir el huayco,

Áncash ante el bicentenario 333


el huayco que te ha llevar, ya viene el huayco que te ha de llevar, sálvate
Nicacho, sálvate si puedes!..

Una tarde, después de la faena, Gumicho se fue a darle agua a las yuntas,
era tiempo de frutas, los maizales estaban en su punto, llenos de color y
todo tenía un aroma de lúcumos, plátanos, chirimoyos y papayas
maduritas, Gumicho, como niño curioso que era, se acercó a unos
arbustos que se movían misteriosamente y encontró al viudo don
Sísmodes Cajahuaringa y a Eusebia, la quinceañera del pueblo, bien
ensartaditos dentro del follaje. Al principio, Gumichito se habría
asustado, cogiendo un palo largo, y siempre jalando a su amiguito
Barroso, se habría acercado hacia el arbusto donde algo bullía, pensaría
seguro que era alguna fiera comiéndose algún animalito del pueblo
porque oía gemidos como de carnero sollozante, y ¡zaz!, cuando abrió las
ramas de par en par, don Sísmodes Cajahuaringa tenía levantadas las
piernas de su hijita que lloraba agitada debajo del cuerpo de su padre.
Después, no sé qué pasaría, Gumicho corrió dejando a su Barroso, y don
Sísmodes Cajahuaringa, correa en mano, trataba de alcanzarlo. En eso, el
Barroso se habría dado cuenta de que su amigo estaba en peligro y
mugiendo como si de su boca salieran los mismos truenos de marzo,
corrió derechito hacia don Sísmodes Cajahuaringa que ya alcanzaba al
Gumicho que lloraba desesperado, corrió hacia él y cuando lo tuvo
delante, lo levantó con sus dos enormes cuernos, como un saco de papas
que luego dejó caer desde lo alto, al verse a salvo, Gumicho se abrazó del
cuello del Barroso quien se puso el posición de defensa ante el cuerpo
maltratado de don Sísmodes Cajahuaringa que aún no lograba entender
qué es lo que le había pasado. Esa misma nochecita, don Sísmodes
Cajahuaringa y su hija desaparecieron, cuando el pueblo entró sin avisar
a su cabaña, la madrugada siguiente, no lo encontramos y nos quedamos
con las ganas de ajusticiar al desnaturalizado padre, ¡ranya, malagüero,
por eso hay tanto huaycos!, diciendo quisimos ajusticiarlo para estar en
paz con el río.

Dos meses después también sucedería algo increíble que nos hizo querer
harto al Barroso, pastando por esas querencias de Dios, Gumicho se
encontró con un puma hambriento, sus ojos infernales le impidieron que
escapara, y el pobre se quedó paralizado, el puma rugió satisfecho, estaba
a punto de desangrar al niño cuando una cornada, como la mano sabia de
un protector Dios, lo atravesó por completo, dejándolo sin vida al
instante, esa tarde, yo chaqchaba tranquilamente bajo el dintel de mi

Áncash ante el bicentenario 334


cabaña cuando los vi llegar, Gumicho aún estaba asustado, pero Barroso,
estaba como fastidiado porque el cuerpo del puma atravesado se le había
quedado como un yugo entre sus cuernos, al comprenderlo todo, corrí
hacia mi Gumicho, lo abracé llorando, y tranquilizándolo, al Barroso logré
sacarle el cuerpo desangrado del puma y arrojarlo donde los perros
terminaron de hacer hilachas de carne con sus despojos, cuando lo vi así,
hecho piltrafas, ¡trazzz!, sentí que me electrocutaba, Puma también es
Dios, pensé abrazándome a Gumicho. Desde entonces, comprendí que el
Barroso era más que un animal, era el amigo inseparable de mi Gumicho,
era un Dios protector metido en el cuerpo de un imponente toro.

Habría sido para marzo, creo que fue para esa fecha, Gumicho salió a dar
agua a los toros, montado en el Barroso y también acompañado por el
labrador que le seguía a todas partes; eran tiempos de harta lluvia, el
cielo ya se había armado para la tormenta y el río estaba muy crecido y
traicionero. ¡Cuando veas que la lluvia se arma, corre a la cabaña,
Gumicho, en estos tiempos el río es traicionero!, le dije tratando de
aquietar una corazonada, ¡Barroso siempre me salva, taytita!, me dijo
abrazándose a su noble amigo, y Barroso, que parecía decirme, ¡no te
preocupes, don Nicasio, yo cuidaré a mi amigo!, me miró con esos ojazos
de vidrio negro, siempre luminosos y misteriosos, ¡cuídalo mucho,
Barroso!, le dije, y él, bajando la cabeza pareció haberme entendido
haciéndome un gesto de asentimiento.

Los toros estaban refrescándose cuando la tormenta cayó a cántaros


rotos entre rayos que partían árboles a los alrededores y los truenos que
rajaban constantemente al cielo oscurecido repentinamente; poco
después, la correntada terminó por vencer la lomita que nos servía de
defensa para cuidar nuestro puquial, algunos toros lograron arrimarse a
tiempo, pero el Barroso y mi Gumicho fueron sorprendidos por la
corriente que se los llevó entre un remolino de piedras, ramas y animales
ahogados, en la cabaña, sentimos el rugir de la tierra cuando es vencida
por el agua, el pensamiento nos trajo la imagen de Gumicho, ¡carajo, ojalá
que estén bien!, grité levantándome del poyo, de pronto se apareció el
perro empapado de barro, ladrando desesperadamente, ¡Gumicho,
nuestro Gumicho!, gritó su madre llevándose las manos a su boca abierta
por la sorpresa. Corrimos hacia el manantial, pero ya no existía, todo era
un remolino de aguas hambrientas de tierra y más vida, corrimos río
abajo tratando de hallar a nuestro hijo, su mamá lloraba mientras
tropezaba a mi lado entre el rugir de las aguas y el temblor de la tierra

Áncash ante el bicentenario 335


que por un momento ignoramos; yo solo quería que Gumicho estuviera
con vida y no sé por qué pensaba que Barroso tenía la obligación de
salvarlo, son tal para cual, pensé cuando como en un sueño, los vi.

El Barroso trataba de flotar en medio del remolino de agua, llevaba a


Gumicho atenazado a su nuca como una gran garrapata, luchaba por
llegar a la ribera, el agua se lo llevaba y el Barroso se impulsaba con todo
su peso para no ser arrastrado, ¡sálvense, Barrosito, sálvense, sálvense!,
grité desesperado, pero el rugir del río se tragaba también mis palabras,
cuando por fin se acercó a la orilla, luego de vencer la correntada,
Gumicho saltó a la tierra que temblaba a punto de ser devorado por el
río, corrió hacia una lomada entre árboles que eran arrancados desde la
raíz, pero el Barroso era demasiado pesado, el lodo de la ribera no lo
dejaba salir, ¡sálvate, Barrosito, sálvate Barrosito!, no podía sostenerse
sobre la tierra suelta, la correntada lo alejaba y otra vez trataba de salir,
con todas sus fuerzas, ¡que no te venza, Barrosito, que no te venza el
huayco, sálvate Barrosito, no dejes solito a tu Gumicho!, le imploraba a
gritos, ya estaba en la ribera a punto de salvarse, Gumicho también lo
llamaba desde arriba, ¡Barroso, Barrosito, torito amigo, torito amigo, no
te rindas, no te rindas, Barrosito!, el toro pareció verlo por última vez, sus
ojazos de negro espejo alumbraron hasta donde estaba viéndolos,
completamente paralizado, ...¡Nicasio, ya está comenzando a caer agua!,
¿no ves que cae con tal furia que hace un hoyo enorme en la tierra?, ¡vas a
terminar como zaranda, entra a la cabaña ya, y ayúdame a tapar los
huecos de este sufrimiento!... sus pezuñas se aferraron aún más y más en
el lodo que parecía tragárselo, ¡Barroso, Barrosito, torito amigo, torito
amigo, no te rindas, no te rindas, Barrosito!, el Barroso, pareció
despedirse de su gran amigo con sus grandes ojazos de lunas eclipsadas
que parecían a punto del llanto, y ¡muuuuuuuu!, ¡muuuuuuuu!, se fue
levantando sus astas como dos brazos a punto de envolver todo el cielo,
entre una gran confusión de lenguas de agua que lo envolvían, ¡Barroso,
Barrosito, torito amigo, torito amigo, no te rindas, no te rindas,
Barrosito!, gritó todavía mientras veía a su amigo hundirse y desaparecer
completamente, ¡muuuuuuuu!, ¡muuuuuuuu!, Barroso se despidió de él,
bramando tan igual como el huayco que se lo llevaba, echando chispas de
sus mojadas pupilas, como un Dios que se niega a ser derrotado.

Días después, ya no pudimos salvar a Gumicho que ardió en fiebre desde


que vio a su gran amigo ser tragado por la crecida del río, lo enterramos
en el viejo cementerio del pueblo junto al perro Rumicho, ¡para que se

Áncash ante el bicentenario 336


acompañen los tres!, diciendo, degollé al animalito que me miraba sin
entender mi llanto. Desde esa vez del huayco, ya nada fue igual, mi mujer
se fue volviendo estéril, palo seco que pedía que otro huayco se lo llevara,
como al Barroso; y yo, solo ojos abiertos y vacíos buscando en el río las
huellas de mi hijo y de mi torito Barroso, buscando también que otro
huayco se apiade de mi desgraciada existencia, pidiendo que Dios, sea
quien fuera, se acuerde de nosotros aunque sea para mandarnos
derechito al infierno, que de estas tierras no ha de ser distinto, y de
seguro es hasta el mismo cielo con el que tanto soñamos.

Ahora la imagen del Barroso se muda a otra, y es el mismo caballo de


hace rato que relincha y relincha, y ya no es relincho, no lo es, es el trueno
que retumba en el valle, es la mangada que cae con gotas tan grandes
como piedras de un derrumbe, es el rayo que alumbra la noche siniestra
como una lámpara fugaz, como el rayo que anoche cayó a la casucha
mientras comíamos nuestra yuca sancochada, porque como se habrán
dado cuenta, yo estoy tirado en el patio, desde ayer, pues salí en vano a
pedir ayuda en este lugar donde Dios ya no asoma sus ojos omniscientes
y a donde mi sobrino Toro Moreno no ha vuelto ni siquiera a despedirse
de nosotros, y allá, en la cabaña, está Teófila, mi esposa, que me llama sin
darse cuenta de que tiene un hoyito en la cabeza que le hace oler a
chamuscado, ahora la intensa mangada cae, seguramente el río crecerá
como que es el mismo Dios en guerra, tratando de lavar la mala simiente
de la faz de la tierra; es más, ya siento que el suelo tiembla queriendo
escaparse de las fauces del poderoso río, ya siento que los árboles se
remecen como si intentaran tirar de sus raíces, queriendo huir del
huayco, pero no podrán, no podrán porque ahora siento que mi cabaña
se está yendo con la correntada, seguramente deglutido por ese remolino
hambriento de vidas que nadie puede evitar, ni la mismita cruz de
Inriquito; ahora siento que mi sombrero por fin se despega de mi cabeza
y un brazo inmenso de agua me abraza ansiosamente mientras pienso en
mi hijo Gumicho, en el Rumicho y en el Barroso que deben estar
esperándonos allá, en cualquier remanso de este río que a ti también,
estoy seguro, te ha de llevar la próxima vez del huayco, solo espera sin
perder la esperanza, al huayco que te ha de llevar.

De: El huayco que te ha de llevar (Ornitorrinco, 2007)

Áncash ante el bicentenario 337


Pablo juytu
(cuentos)
Ricardo Santos Albornoz 

Los mashas

¡María!

Escúchame, María, quiero hablarte al oído. Me disculpa-


rás de esta voz apagada que tengo, Papacuru nomás soy. Tú, también, en
polvo nomás te convertiste; quiero recordar nuestras vivencias allá en
nuestro pueblo de Mangas. Escúchame, María, voy hablarte como gusano,
como Papacuru…

Nos conocimos de niños, siendo pequeñitos todavía. Aquel tiempo,


brotaban las flores del huaromo reluciendo sus pétalos amarillos cual
maíces dulces de Jalcan. Nos conocimos cuando el Atma le entregaba al
viento la sonrisa blanca de su flor, parecida a la flor de tu inocencia.

Era el fin de la siembra de papas. El inicio de los sembríos de maíz. Era


noviembre, del año ni me acuerdo. La efervescencia del Masha. La fiesta
costumbrista de nuestro pueblo. El jirujuntay. El rucu y el yanash
chamuy. Las orquestas. El churkupakuy. El alcalde y regidor de varas. Los
mashas. Las lumtsuyes. Los barrios Allaucay y Cotos. La chicha de jora.
La coca, el ron. Las primeras lluvias y otras cosas más, María.

Los niños llevaban agua del Puquio al churkupakuy a cambio de panes


que brindaba el funcionario.

¡Qué lindo! ¡Qué emocionante! Era, ver al masha, que se escapaba al


pueblo de Nanis. Recuerdo que las lumtsuyes, cual bandada de torcazas
con sus caritas coloradas y sus cabellos al viento corrían tras el masha en
su captura, Al no alcanzarlo, obligadas iban a Nanis. Al siguiente día
regresaban danzando con flauta y cajón del tío Hipolo, trayendo con ellos


Ricardo Santos Albornoz. Natural de Mangas, Bolognesi. Estudió para profesor de
educación primaria en el Instituto Pedagógico Superior de Chiquián. Después de
trabajar en diferentes centros educativos del Áncash, hoy ejerce la docencia en Mangas.
Tiene un libro publicado y otro en edición. Como comunicador social dirige en Estéreo
Líder, La Voz de Mangas.

Áncash ante el bicentenario 338


el Waynukuy, que las nanisinas solían brindar en estas ocasiones. Pero al
alcanzarlos, la cosa era otra, el masha tenía que cargarlas desde el lugar
donde les atrapó hasta llegar a la casa donde se desarrollaba la fiesta.

Recordarás, que defendíamos con ahínco cada cual nuestro barrio. Cómo
me acuerdo, como ayer nomás, la corrida de toros de aquella fiesta,
donde los funcionarios y las personas mayores junto a su visita se
hallaban brinda que brinda con la rica chicha de jora que sonriendo
burbujas se depositaba en las tazas de los kamachicos.

- “¡Qué rica chicha hombre, no me caería mal si me das una más!” - Solía
decir don Celestino Saravia y sin duda se servía una más, de esa deliciosa
bebida autóctona, preparada con maíz de Kuyra o quien sabe de Shila.

Así bajo los acordes de los violines, del arpa y al ritmo de la tinya; entre
el tañer de la Mariangola, el coqueteo de la chicha y el ron confundíanse
los pobladores de Mangas, distribuidos cada cual en su barrio; llenos de
euforia y suspenso bailaban con alegría, orgullo y calor alrededor de la
orquesta.

Los nunatoros protegidos por la hinchada de cada barrio, salía a la plaza


de armas para lidiar entre sí. Recuerdo al Solitario de Arapayock. Como
recuerdo también al Invencible de Kéquish.

“Brindo por mi torito. Sé que ganará. ¡Arriba Cotos!” – decía don Yachi.
Mientras don Bonifacio, conocido como Minco, hacía piruetas con el toro.

Entretanto el Invencible de Kéquish era conducido por don Ambrosio


Pérez, el otrora Tarzán, secundado por don Honorio Aguado que con su
voz a media garganta gritaba: “Solo ustedes están sabiendo el genio de mi
torito”. ¡Atrévanse si pueden! ¡Vamos torito! ¡Tú, sí puedes! ¡Abuelo,
cuida el toro, no descuides! - le decía al Aukilluy.

Los toros acompañados de una multitud salían a la plaza de armas. Unos


decían: “De una vez, caramba. Que se saquen la mierda” En cambio otros:
“Basta una picadita y ganamos”. Pero el momento no llegaba.

En el umbral del atardecer los reflejos del sol agonizaban lentamente y


los rayos dorados empalidecían. Eran las cinco de la tarde. Desde el
campanario hecho a base de piedra hablaban las campanas,
especialmente la Mariangola con su voz potente arrancaba el corazón de
Áncash ante el bicentenario 339
los cielos. Las comparsas de ambos barrios con sus toros, bailaban muy
cerca de las frías piedras de la torre que se engalanaba en silencio por la
fiesta que se celebraba como nunca antes, es decir la mejor fiesta de
todos los tiempos.

Los toros se vieron solos y libres para la pelea. Frente a frente. Los
corazones sufrían un suspenso pesado. Cuando estaban a punto de lidiar.
Don Timoteo comunero del barrio Cotos jaló la cola del Invencible de
Kéquish, toro de Allaucay. Eso fue visto por el tío Cresencio. Allaukino de
pura sepa, quien, poniendo su cara para miedo, tan feo como era, se
atrevió a tirarle puñetazos a Timuco. Los cotosinos se sumaron a la
gresca, produciéndose un desorden total en la plaza de armas. Nadie
entendía a nadie. Cada quién buscaba con quien pelear. Patadas por aquí,
trompadas por allá.

La pelea era de barrio a barrio entre hombres y mujeres, hasta algunos


niños se habían sumado a defender la causa de su barrio.

¡El gobernador! ¡El gobernador! - gritaban algunos.

La autoridad también estaba allí poniendo orden y apaciguando el


tremendo lío que se armó. Ni caso le hacían.

Después de una hora de gresca. Ocurrió algo inesperado.

No pasó nada grave. Solo golpes de menor proporción. Como arte de


magia, los peleanderos se tranquilizaron. Seguro nuestro taitituy creador
no quiso que sucediera lo fatal. También la Virgen del Pilar junto a San
Panchito estaría cruzando sus manos para rogar a Dios. Seguro ellos
intercedieron para evitar que pase lo peor.

María, pensándolo bien, no era necesario pelear, porque hermanos


somos. Estaba muy mal eso de pelear.

En esa pelea, fue allí. Cuánto me acuerdo. Cuando estaba peleando con un
chiuchi cotosino. Fue allí, en que me di cuenta que tus ojos cristalinos se
fijaban en mí, de vez en cuando se te escapaban unas sonrisas cual papas
chilpish de Ulán revientan al sancocharlos. Demostrabas tus lindos
hoyuelos que tanto me gustaban.

Áncash ante el bicentenario 340


“¡Achallauuu…! ¡Está linda!” – Dije en mi mente. Pero cultivando un tanto
mi orgullo no te hice caso, a pesar que también moría por ti. Siguiendo al
Invencible de Kéquish me fui junto a mis amigos.

Así pasaron los días de fiesta hasta finalizar.


El pueblo ahora estaba sumido en un silencio. Solo conversaban con los
de su barrio o con sus familiares.

Algunos residentes que se habían quedado unos días más, comentaban:

“Buena fiesta shay, Chuina” – Le decía don Catedral, suspirando recuerdos


de infancia.

“Sí hombre. Se ha festejado el Masha como en los tiempos de mi abuela,


hubo trago, chicha fresca cual agua cristalina de Puquiowajta. Pelea
también hubo. Sin bronca no es fiesta, dicen. Ahora contentos nos vamos,
solo recuerdos tendremos cuando estemos allá en Lima”.

La sequía

Emergía un nuevo día a fines de noviembre con el cielo azul. No había


señales de lluvia, para nada. El sol quemaba. En las cumbres de
Lamoqpunta, Ulán y otros lugares se veía el mismo relumbrar. La mano
del sol se dejaba sentir seca, llenando el campo y el pueblo de calor y sed.

El viento jugaba levantando polvo en las calles y en la plaza. Las hojas de


los eucaliptos poco a poco caían resecas lamentándose con un rumor
imperceptible.

En todo sitio el sol dejaba las huellas de sus pasos gigantes.

Recordarás ese tiempo María. Triste era la vida. Nuestro pueblo como
siempre estaba escondido entre sus calles. Sus casas de adobones y
magayes solo con sus tejas ennegrecidas por el paso del tiempo esperaba
la lluvia con ansiedad.

- ¡Pucha! No llueve, hombre. ¿Cómo sembraremos? – se quejaban


nuestros taytas y paisanos.
Recordarás los manantiales de Wipack, Wishkashpuquio, Pocpoc y Marja
eran insuficientes. No abastecía por que la tierra sedienta se lo chupaba
todo y no avanzaban en el riego. Las vaquitas, los burritos y todos los
Áncash ante el bicentenario 341
animales se quejaban, rumiando su destino, padeciendo como si pagaran
una condena. ¡Daban pena verlos!

- ¡Ay Mangas, Mangas! Cómo nomás trajéramos agua del río Shinwa para
calmar tu sed. La lluvia también es ingrata. La vida es tan jodida con
nosotros. Algún día tendrás agua para refrescar tus entrañas. Tu vida
será otra. Cambiarás – comentaban algunos ansiosos de la prosperidad,
pensando en un futuro mejor para nuestro Mangas.

- ¡Taitay! ¡Criador! ¡Tamia, taitituy! – se quejaba tía Gorgonia – “seguro


nos castigas porque esos desalmados se pelearon en la fiesta del Masha.
Perdónanos Taitay” – diciendo. Solía ir a pedir misericordia a la Iglesia
colonial. Hoy Patrimonio cultural de la Nación.

Agonizaba el año. La gente se preocupaba por las fiestas de Navidad y


Año nuevo.

“Aunque sea ahuita de escorzonera tomaremos. En familia pasaremos” -


Murmuraba la gente, dejando de lado la sequía. Y se reunían cada quien
con su familia.

Enero a medias. La época del sembrío se iba a pasos agigantados.


Recuerdo a todos, preocupados vivían. Algunos en su desesperación
intentaron irse a Lima.

- “Dicen que allá hay arto trabajo y la vida es otra” – así se fueron de
escape, me acuerdo de Ignacio y Floriana, del chato Teobaldo, quien se
robó a la china más bonita del pueblo, a la Juana, la hija de don Aniceto.
Según me contaron después, ellos habían juntado harta plata vendiendo
emoliente. Otros vendían cachangas, verduras. Algunos se volvieron
planchadores de carros. En fin, triunfaron en la ciudad. Compraron
terrenos. Así se quedaron por esos lares.

La vida en Mangas discurría al ritmo de sequía. Aquel año fue muy triste.
Una gran sequía flageló a humanos, animales y plantas. ¡Qué plantas! Solo
sus tallos lloraban en silencio en medio de un mundo lúgubre. A falta de
lluvia nadie sembró. Los animales andaban mostrando sus huesos sobre
su pelaje. Muchos de ellos morían porque pasto no había. Tirados en todo
sitio, hasta los perros, zorros y cóndores se hartaron. El campo color de
tierra nomás era. Mientras el fulgente sol se desgañitaba por alumbrar

Áncash ante el bicentenario 342


con todas sus fuerzas. Los campos secos mostraban los arbustos
deshojados y descoloridos.

Pasando esa triste vida, llegó agosto, mes en el que otros años se recogía
la cosecha desde Gorgor hasta Sicla. Pero esta vez no había nada que
recoger, porque las chacras blanco nomás estaban. Ni siquiera el Shirkuy
o el trébol habían crecido, solo sus semillas dormían en secreto bajo la
tierra.
Así pasó el año. No hubo fiesta en octubre ni en noviembre. Se vivía días
de diciembre. Preocupados los paisanos estaban. Pero la lluvia, nada. En
el cielo no había nuestras de nube. Los zorzales que solían cantar en los
amaneceres de lluvia no se sabe a dónde se habrían ido. Lejos muy lejos
seguro.

La mariangola

La sequía motivó a nuestros paisanos a buscar solución. Porque seguir


soportando los embates de la naturaleza era difícil.

Una noche en abril, cuando la oscuridad soñaba en silencio y la luna salía


con somnolencia en medio de las estrellas, Don Pío Aguado decidió
convocar a reunión a todo el pueblo. Por eso citando a su Secretario de
Actas ordenó pregonar a viva voz desde la parte alta del pueblo, del coso
público, lugar que siempre pregonaban nuestros abuelos. Los perros
ladraban en clara sinfonía canina, como queriendo animar el pregón de
esa noche.

- ¡Seroñeskuna wiyaylapaaaaaaaaaaaa! ¡Escuchen señores! – Don


Esteban interrumpió con su pregón la cena triste de los mangasinos. El
eco retumbó entre las calles peleando con el viento de la oscuridad. Al oír
el comunicado mi papá me ordenó salir al patio para escuchar el pregón.
Así muchos salieron a sus puertas, seguro.

- ¡…mañana a las seis de la mañana habrá una reunión de emergencia,


en la plaza histórica de Mangas! ¡No falten! ¡Señoreskuna ama
faltaylapasuuuu…! ¡Waraykamaaaa…!

Esa noche muchos urdieron una serie de ideas, otros hilvanaban sus
pensamientos con la sequía, pero ninguno imaginó sobre las
pretensiones de don Pío Aguado. Todos en el pueblo abrazaron su sueño
con dudas irrompibles.
Áncash ante el bicentenario 343
Recordarás lo del día siguiente. Muy temprano, hablaban las campanas
desde el torreón de piedra, con su tañer llamaba a la asamblea programa-
da. El sonido seguía desesperadamente, resonando con eco de céfiro que
acariciaba el albor de aquella mañana en el cerro San Cristóbal.

-“Ladero sabe tocar. Primero la hembra con menudo repique produciendo


un dulce retintín, luego el macho que vibra fuerte con estentóreo doblar;
de esta manera el sonido baja arrastrándose desde la altura por las piedras
del campanario a la plaza y de allí con eco de peña a todo sitio hasta
esconderse en Achikaywayín…” – le decía don Pío a su secretario Esteban,
mientras esperaba a los comuneros. Ni el frío de la mañana doblegó su
voluntad de traer agua del río Shinwa.

- Hay reunión - comentaban los comuneros, algunos que ya habían salido


a las esquinas obedeciendo la orden de Pío Aguado, Presidente de la
Comunidad.

Ladero, apresuraba el llamado con las dos manos, haciendo temblar


hasta los palos que sostenían a la Mariangola.

Recuerdas María, las campanas están aseguradas con cadenas de acero y


cabestros sobre maderas de aliso. A ellas siempre se acudía para llamar
a los comuneros cuando había que acordar o cuando algún hecho
impacentaba la tranquilidad del pueblo. Nuestros padres, así como el
resto, obedientes acudían al llamado. También se tocaban en las fiestas,
entonces las campanas parecían sonreír de emoción a la gente.

- ¿Desde cuándo estarán allí? – Se decía Ladero - ¿Cómo las colocarían? –


y pensando seguía tocando para la reunión.

Las campanas insistían con su voz broncínea interrumpiendo el canto


agorero de las lechuzas, la tranquilidad de las pichuychankas y
estremeciendo el pecho del Apu Urco y de ahí en ecos secretos que
hablan al alma se expandían de una banda a otra.

Recuerdo, esa mañana, mi padre me ordenó a ver la única vaquita que


sobrevivía.

- Pablo, hijo, anda a Majampate a ver nuestra vaquita, fíjate cómo está.
Tal vez ha muerto la pobre – diciendo se fue rápido a la reunión.

Áncash ante el bicentenario 344


Los comuneros se acercaban a la plaza. Era un deber, tenían que estar
presentes. Iban comentando sobre de la sequía. Algunos sobrecargados
de tristeza. Otros echándole un poco de ron, haciendo la mañanita. Pero
todos llegaban a la reunión. Shinka shinka o no. Todos iban. El deber les
llamaba.

Te cuento María, cegado por la curiosidad de la reunión, desobedecí a mi


papá. Me quedé entre la gente. Quise saber qué tratarían en dicha
asamblea. Los niños también preocupados nomás vivíamos, es que la
situación se ponía difícil. Pero mi desobediencia me trajo como premio
un castigo, porque la bandida, la vaca, se había muerto. Bueno eso de lo
que se ha muerto no fue por mi culpa, se murió por escuálida.

Esa mañana, todo el pueblo se había reunido. Mujeres y niños también.


Allí estabas, acurrucado junto a tu madre. Tus trenzas negras conjugaban
con tu chompa verde. Tus ojos color de cielo. Tu mirar dulce y tierno
llenaba mi ser de satisfacción.

En mi silencio decía: ¡Achallaw! ¡Está bonita!

Estaban las autoridades esperando. Detrás de una mesa de aliso, El


presidente de la Comunidad; Pío Aguado; Escolástico Estrada,
Gobernador; Antero Flores, Juez de Paz y otros más. Querían empezar la
reunión.

Hasta que la plaza se colmó de asistentes.

El Presidente de la Comunidad, expuso: - “Señores presentes buenos días,


somos hermanos, hijos de este pueblo. Estamos viviendo momentos difíciles
por la sequía que está azotando a ésta parte del Perú andino. No hemos
sembrado nada. Nuestras chacras blancas nomás están, los puquiales poca
agua tienen, el de Wipak y Chiuro han secado; nuestros animales murieron
por falta de pasto y algunos sobreviven hueso y pellejo. Dios sabe hermanos,
hasta cuando nos castigará. Por eso los he reunido para decirles que no
debemos estar con los brazos cruzados, debemos trabajar haciendo una
acequia desde el río Shinwa y traer agua como sea. Es mi idea. Pongo a
consideración de la asamblea”.

El señor gobernador, tomó la palabra: Señor presidente y comuneros; yo,


como autoridad estoy de acuerdo, no debemos quedarnos sin hacer nada,
estamos viviendo una hambruna, creo que todos estarán de acuerdo.
Áncash ante el bicentenario 345
Cuente con mi apoyo. Les obligaré a que colaboren sino les encierro sin
derecho a nada o a puntapiés tienen que trabajar.

Don Cristino Santos, comunero, propuso: Señores autoridades y


comuneros mis saludos, también estoy de acuerdo, solucionemos
nuestro problema ahora, en vez de la acequia ¿Por qué no pensamos en
construir un canal de irrigación? Pidamos ayuda a las instancias del
Estado. Ojala trabajemos como nuestros abuelos, que haya unión en la
comunidad. Sigamos luchando en bien de nuestro pueblo, tratando de
ver siempre la mejora de todos”.

Miguel Callampoma, el Galope, pidió la palabra – “Hermanos, ahora no sé


qué está pasando, todo está cambiando. Mucho nos odiamos como perro
y gato, antes no era así. En el dolor, en el sufrimiento y la alegría
compartíamos juntos. Nos ayudábamos haciendo rantín, unos a otros nos
llamábamos y ahí estábamos siempre dándonos la mano. Ahora denuncia
más denuncia no más ¡Qué carajo nos está pasando! También estoy
dispuesto a trabajar señor presidente, gracias”.

Pero no faltó un pesimista en la reunión, Don Maglorio Llanos, el Rucus –


“¿De dónde y cómo traerán agua? Todo es peñasco. Sería para morir en
esos precipicios, hay más de cinco kilómetros de roca viva. Yo pienso que
nunca llegará el agua. Mejor no hay que pensar en eso. Roguemos más
bien al cielo que los puquiales que aún quedan no se sequen”.

Frente a estas palabras el resto de los comuneros no se rehusaron en


colaborar con su trabajo a favor del pueblo.

- “Cuando el hombre quiere no hay nada imposible. El agua que vamos a


traer será nuestra vida, servirá para los hijos, los nietos y otras
generaciones. Arriesgaremos para sacarla con vida o muerte” – enfatizó
Eliseo Avalos.

Todos al unísono respondieron – “¡Sííí! ¡Vamosssss!

Veo que están de acuerdo. Entonces dentro de dos días iniciaremos los
trabajos, alisten sus herramientas. Firmen el Acta – finalizó Pío Aguado.

Ya soñaban. Ya veían nueva canción corriendo por las chacras de Pucro


con estribillo alegre y nota de zorzal entre los surcos que el arado
dibujaba a punto del sudor del gañan haciendo surgir la gleba.
Áncash ante el bicentenario 346
Por entre las calles polvorientas bajo el sol que relucía a media mañana
los comuneros se fueron a sus casas comentando la reunión.

Satisfecho, Pío Aguado, ilustraba en su mente la faena comunal y el lugar


por donde sacarían el agua – “Por Chiyapampa está bien, por allí tiene
que ser” – se decía. Su idea había impactado favorablemente en el pueblo.
La emoción le hincaba el alma – “Cuando saquemos el agua de Shinwa los
terrenos reverdecerán, habrá sembríos por todo sitio. El pueblo
avanzará en sus obras comunales” – pensando se fue a su casa donde la
tía Pancha le esperaba con el desayuno entre las brasas tibias del fogón.

La faena

Las pichuychankas y gishrúnes estremecían el ambiente con su canto


lúgubre.

- “Entonces manos a la obra”! – dijeron Félix y Ambrosio, conocidos


herreros. Esa misma tarde acondicionaron sus fraguas. Echaban carbón
de piedra en la boca del fuelle y con maestría colocaban las barretas y los
picos; al jalar la palanca se escuchaba el mufle fuerte que impelía aire,
hasta que el fierro candente salía de la brasa al yunque a ser víctima de
la comba, que diestros usaban y finalmente con la combita daban la
forma.

El trabajo se prolongó hasta altas horas de la noche. Había tanto que


arreglar para la faena. Comuneros y comuneras llevaban picos, barretas
y racuanas.

- “Debes templarlo bien shay, del temple depende la duración de la


herramienta” – intervino Eladio – “Claro pues, ya lo sé, gracias por
recordarme, hombre” – murmuró Félix.

El atardecer parpadeaba a la espera de la noche. En tanto arriba en el


cielo cristalizado asomaban millares de estrellas curiosas. La luz de los
mecheros salía por las puertas cortando en retazos amarillos la
oscuridad. Las sombras tejían allí su danza. Los andes se estremecía por
el peso de la noche

Casi en todo el pueblo se oía el sonido del yunque. Al siguiente día


continuaron trabajando los herreros.

Áncash ante el bicentenario 347


Cuando el sol se escondía en el occidente avergonzado de producir tanta
maldad terminaron los trabajos de herrería. Exhaustos se fueron a
descansar, esperando el día de la faena.

Con el canto de los gallos, despertó el nuevo día. La aurora llegó


gorjeando a las copas de los eucaliptos como si fueran avecillas coquetas.
La mañana sonreía esperanzas de verdor, cual añoranza a las papas pablo
juytu de Ulán o a los choclos de Kuyra, que sonrientes y desafiantes
mostraban sus dientes al utushkuru allá en los años idos.

En las casas las esposas y las hijas preparaban el fiambre. Echando más
leña para la brasa. En los fogones se asaban la otrora papa chilpish que
por suerte consiguieron. En las muchkas el charki era golpeado con
fuerza; mientras en una sinfonía estentórea los tiestos daban color al
maíz que coquetas daban brincos hasta tornarse cancha. El pan de los
andes. Muy saludable para atacar al colesterol, por eso los médicos lo
recomiendan siempre.

El repicar de las campanas interrumpió los ajetreos del pueblo.

Tin lan, tin lan; din don– Las campanas suspirando llamaban ya a la faena
comunal.

Muy temprano, apenas la aurora aguaytaba, partieron camino hacia


Shinwa con cinceles, barreta, pico y lampa al hombro. Voluntad, fuerza,
unión, coca, cigarros Nacional y ron sobraban. Los varones con sus
alforjas y ponchos. Las mujeres con sus pullos multicolores cargando sus
fiambres y racuanas. Nada impedía. La decisión de traer el agua estaba
tomada. El sol asomó por el oriente, cuando apurados trepaban por
Wamanshana con pasos firmes, entre los pedregales. Sin temor a nada ni
nadie. El Chino Cholay llevaba una guitarra. “Para matar las penas pues,
durante las noches que nos quedaremos en la soledad de los andes”-
Decía.

Llegaron a Shinwa al medio día. Esa tarde acondicionaron sus chozas,


para pernoctar durante el trabajo. Al siguiente día, cuando en la sinfonía
andina, el sol aparecía como zorro que cuida al cordero de un rebaño muy
sigilosamente, empezaron a ver el lugar por dónde sacarían el agua.

Por aquí debe ser – decía el Secretario de la Comunidad –indicando un


lugar apropiado.
Áncash ante el bicentenario 348
Primero la Coca, pues. Completamente han olvidado las buenas
costumbres? – Dijo Oroncio – vamos a chacchar como lo hacían nuestros
abuelos de Kekish y Arapayock.

Tendieron manteles y se instalaron haciendo una mesa redonda, como se


estila en los sembríos de maíz y papa, o como en la fiesta del masha, para
iniciar con el ritual del pago al cerro.

- “Aukilluy” – diciendo dejaban la mejor hoja de coca en alguna peña o la


tiraban al aire – “Para que nos ayudes en el trabajo abuelo, sea tu voluntad
que llevemos agua de aquí, pues en Mangas todo es tristeza”.

Un aire avergonzado soplaba, entonces, las autoridades iniciaron con la


obra. Trazaban empíricamente, colocando puntos para hacer un trabajo
aceptable. Sin duda se esmeraban.

Los hombres y las mujeres empezaron con ahínco abrir una trocha. Hasta
el sudor les caía como lluvia en marzo.

Estuvieron así varios días cavando la zanja que posteriormente sería el


canal por donde correría el agua sonriendo al cielo y a las hierbas. En
algunas partes encontraban peñas, rocas vivas que no dejaban avanzar.
El cincel se inspiraba para efectuar su mejor trabajo, arrancando las
entrañas de las rocas con ayuda de diestras manos. Algunas peñas las
más duras se hacían añicos frente al empeño y la fuerza que ponía cada
bracero.

Por las noches comentaban el trabajo realizado. Recordaban algunas


anécdotas.

- Aunque cueste nuestras vidas, la sacaremos. El agua, correrá fresca y


sabrosa – Expresaba Ceferino – dando aliento a los demás. Entre tanto el
Chino Cholay animaba las noches frígidas estrujando las notas musicales
en su guitarra que hacían buen matiz con el aroma del calentado
preparado con la escorzonera, la michka michka, la huamanpinta, entre
otros. La voz improvisada de la Engreída de Mangas, ponía el matíz
musical en compañía de los acordes de la guitarra, produciendo un
profundo olvido de los problemas en los presentes. Mientras por las
hendijas de la puerta se escapaban alegres los reflejos de la luz tenue del
mechero a pelear con la oscuridad en el exterior de la choza.

Áncash ante el bicentenario 349


Así día a día, la faena proseguía, dándole duro a la comba, al cincel, a la
barreta, a la coca y al aguardiente.

“Ya pues shay, ¡Dale con más fuerza! se decían los unos a los otros. “Ya
vamos, ya vamos”.

“¡Entra frío, sale caliente!” – decía sarcásticamente el vacanazo Elías


Rojas.

Matizaban el duro trabajo gastando bromas de mal gusto. Es que en


nuestro pueblo solían bromear de una fea manera. Y bromeando
cortejaban hasta a las comadres.

¡Qué hacer si mi comadrita se encuentra sola y está quieriendo conmigo!


– decía Máximo Varillas, el otrora párroco. Desafiaba a cuanto galán
aparecía cortejando a su comadre. Es que además, era capaz de regalar
todos los panetones que le enviaban sus hijos, como encomienda cada fin
de año.

Avanzaron un buen trecho del trabajo. Ya se encontraban en Shalaj.


Confundidos en un enorme sacrificio y una inmensa alegría, con la
satisfacción de llevar el agua de Shinwa para irrigar las tierras sedientas
de Kalicsha, Matapampa, Jochajochay y Majmayock.

Cuando desplegaban su mejor esfuerzo una mañana de cielo azul, cambió


los planes. Eran aproximadamente las diez, el viento apenas soplaba.
“¡Con cuidado! se decían, siempre. Esta vez olvidaron las recomen-
daciones. Cuando trabajaban en un precipio, Amador dio un mal paso en
la peña y ¡Zas! Se fue al fondo. Cayó rodando, como calabaza de Cuyra.
Los presentes gritaron desesperadamente pretendiendo salvarle de esa
difícil situación. Fue inútil, muy imposible, María.

Trataron de bajar hacia el precipio, para encontrar el cuerpo de Amador.


Cuando llegaron… ¡Oh sorpresa! Hallaron el cuerpo destrozado
chorreando sangre. Una escalofriante desesperación atravesó el cuerpo
de todos los presentes en esa escena. La cara de Amador había quedado
feo, irreconocible. Improvisaron una Kirma, con maderas que hallaron en
el lugar y ponchos de algunos comuneros, compañeros del trabajo.

¡Todos a Mangas! ¡Acompañemos al Amador! Con esta expresión toda,


partieron. En el pueblo se realizó las excequias.
Áncash ante el bicentenario 350
Recuerdo como si fuera presente. La tristeza se notaba en todo el pueblo.
En la gente y en los cerros. A dónde se habría ido el verdor de las chacras.
El espigar de los trigales y maizales era historia de años pasados. Esta vez
era otra. La taya y el muchki conversaban en silencio sobre su desgracia.
Ya no se veía el juguetear de los becerros ni la vaquería en Sicla,
Cochacochay, Quinuapampa o Wishkashpuquio. Solo las Wayrankas
vacías. Tristes, filosofaban sobre la ausencia de los quesos.

Así fue, maría…

En el pueblo quedaron niños y ancianos. Octubre y noviembre tristes. Sin


la fiesta al patrón San Francisco de Asís la tradicional “Lachpa” y la
costumbrista del “Masha”. Solo los recuerdos añorados de los buenos
tiempos de fiesta.

Allí estabas tú, María. Ya grandecita. En tu casa de la calle Belén. Tu


madre celosa, te media el tiempo a donde ibas. Habías crecido. Tu cuerpo
cimbreaba al caminar porque tenía más curvas que la carretera de
nuestro pueblo. Como dos manzanas desafiantes al viento se erguían tus
senos. Tu cara color carmín expresaba risueñamente las sonrisas que se
te caían. En tus ojos color de cielo llovía el sol. En tu corazón estalló una
espinita. ¿Qué sería? ¿Quizá el dulce sabor de caña en mayo? Yo, sonreía
en mis adentros. Cuánta alegría tenía, bien sabía que era tu razón de ser.
Era tu pensamiento, tu vida. En la ternura de tu mirar se expresaba el
idioma que sentías. Tú estabas metido tan dentro de mí, como yo en ti.
Por eso mi alegría crecía cada vez nomás con tu tierno mirar, tal como
crece las habas de Majampate, tan lozana y coqueta, con el agua cristalina
de Nawin.

Una tarde, cuando el zorzal hilvanaba sus mejores trinos, haciendo


desgañitados esfuerzos para quedar bien con el sol que se escondía en el
horizonte, te vi salir de tu casa con unos baldes, te ibas traer agua del
puquio, entonces me puse mi chalina blanca y fui a tu encuentro. Ahí te
quedaste disimulando nomás. “Mi mamá me va pegar, decías”. ¡Cómo
recuerdo! ¡Cómo lo tengo clarito, como ayer nomás! Te arrastré hacia los
eucaliptos. No importó cuanta gente miraba, solo era mi afán de ofrecerte
mi cariño y conquistarte. Recordarás María, mis palabras de aprendiz:
“Estoy enamorado de ti palomita, quiero que seas mía”, expresé - “Voy a
pensar me dijiste”. Pero, tan terco como era, insistí hasta que aceptaras
ser mi chola. Sí mi chola. Allí te robé un beso. Me dijiste que era el primero
de tu vida. ¡Que nunca habías besado! Y que experimentaste lindas
Áncash ante el bicentenario 351
sensaciones, que recorrió tu interior, como si fuera un rayo. Esa noche,
¿Qué habrás soñado? ¿Dormirías bien o no? Pero te cuento, yo, de puro
contento no dormí hasta casi se me salió el corazón de tanta emoción.

Así empezó nuestro amor, María, como el maizal de Pucro, que al nacer
mostraba sus verdes hojas desafiantes al firmamento y al paso del
tiempo. Te amaba con el poder de los relámpagos y la fuerza de los
vientos. Tú me amabas como a nadie. Como ama el día al sol o como la
noche a la luna. Por eso, desafiando a todos vivía orgulloso. Sabiendo que
había ganado con tu cariño, también te amaba como el picaflor ama a las
flores o como ama el rocío al kikuyo.

En el colegio me mirabas disimulando nomás. Para que nadie se dé


cuenta de nuestro amor – decías. A veces se te escapaban algunas
sonrisas como cae una gota de rocío en el trébol de mayo. Un Profesor de
Matemáticas, te había desaprobado en un examen y te citó a su cuarto.
“Para que recuperes” –diciendo – pero el bandido tenía intenciones de
palabrearte, porque, eras simpática. Tú no fuiste tonta, le avisaste a tu
mamá que el Profesor te fastidiaba. Recuerdo que un día, a la salida del
colegio con un palo, le esperó tu mamá, ni bien salió le dio garrotazos sin
darle tiempo ni siquiera para saludarlo. Luego se fue diciendo: “Mucho
cuidadito con mi hija”. Él, se fue avergonzado.

Yo, sentía celos cuando conversabas con algún compañero de estudios.


“Es que te quiero, tanto y tanto” - decía cuando me reclamabas - ¡Serás
para mí solito y para nadie más! Aunque te molestes, seguiré con mis
celos. Creo que al aceptar mi cariño te convertiste en mi propiedad.
Pensé quizás mal, pero así era el cariño que te tenía, María.

Recordarás, una tarde planeamos traer pasto para los cuyes y salimos a
Pucro a robar alfalfa. Cuando eran las seis, fuimos en parejas. Saliste con
tu prima Nancy. Yo, con Pichingo, mi primo - Vamos hacer la dupla
arrolladora primo, diciendo salimos. Ya en la chacra entre claro oscuro,
lo primero fue jugar a los cosquilleos, así de broma en broma te tumbé
¿te acuerdas? Solo tú sabes lo que pasó, aquella noche. Entre tanto
Pichingo y Nancy no sé qué harían al otro lado de la pirca. Después
comimos el rico queso y la papa sancochada, esa papa Pablo Juytu, que
ustedes habían llevado. Nosotros compramos gaseosa, con ello
acompañamos la cena improvisada. Pasamos momentos inolvidables esa
noche, que aún de muertos nos acordamos. Mejor suerte tuvo los cuyes

Áncash ante el bicentenario 352


cuando regresamos con buena alfalfa. Los condeandos comían como si
algún día no morirían.

Así de alegres eran los días y las noches de romance en nuestro pueblo.
Recuerdas cuando fuimos sembrar maíz donde el tío Aniceto a Shila. La
lluvia no respetó nada, nos dio como a la rata, mojó hasta donde el sol no
llegaba. Pobrecita toda mojadita regresaste, tu ropa pegada a tu cuerpo.
Parte de tu cabello pegado a tu cara. Y el viento te hacía tiritar más.

Recordarás María, cuando germinaba el maíz. ¡Esa, es otra historia, que


contar! Muy temprano salíamos a las chacras y en el camino nos
juntábamos con los otros que iban a cuidar sus sembríos. De día nos
reuníamos en una chacra y juntando los fiambres qué alegres comíamos
la papa frita y el sango, otros llevaban queso, otros su machka de arveja.
Las hondas son las que trabajaban más, su voz potente al resonar
producía un estruendo en todos lados y terminaba agonizante en las
faldas de shilapata.

Después era hermoso también cuspar nuestros maices. A veces


coincidíamos en la misma chacra

Pasó el tiempo, nuestro buen romance llegó a oidos del pueblo. Nos
casamos, ilusionados. Vivíamos en el barrio Tauripón. No logramos tener
hijos aún. Mis amigos me decían:

¡Qué pasa Pablo, no pisas o es que eres machorro! Me apodaron,


Machorro, sí Machorro, en el pueblo me conocían así.

“Es que tenemos que cuidarnos para no tener hijos” - decías – “primero
vamos a construir nuestra casita y comprar nuestras cosas”. ¡Qué
progresista me resultaste, María!

Los primeros años de matrimonio vivíamos en armonía, comprensión y


con bastante cariño. Al pasar el tiempo nuestro amor se volvió como la
mala hierba de Pucro, cuántas mujeres se envidiaban de ti. Cuántas
hubieran querido ocupar tu lugar. Tan chambeador como era. Hasta en
las contadas, yo era pues el machazo, iba adelante, con mi buen pico, mi
herramienta que me acompañaba en todas mis hazañas agrícolas. En los
trabajos de barbecho, era muy codiciado por que le daba duro al trabajo.
Ni el kikuyo ofrecía resistencia cuando tenía que chakmear, preparar la
tierra para la siembra. Hasta llegué a ser el mejor gañan del pueblo. Ya
Áncash ante el bicentenario 353
me buscaban en Nanis, en Chamas o Gorgorillo. El torito enjalmado, ¡Ah,
ese toro! ¡Cuánto le extraño! Buen toro, me resultó, buenos recuerdos
tengo. Hasta las cholas de esos pueblos quería conmigo por lo buenazo
que era como gañán. Ahora, recién te cuento María.

Pablo juytu

Sembramos papas en Kalicsha. La belleza de sus flores blancas y


moraditas inspiraba más la vida, viendo las hermosas y lozanas hojas,
daba mucho más ánimo de seguir a tu lado. Buena cosecha habrá dijiste,
pues las lluvias habían retornado como en los años pasados. Llegó marzo,
momento de aporcar. Cuánto entusiasmo teníamos, con qué cariño,
atendíamos a nuestra sementera. Era el sentimiento más sublime que
había en nuestros corazones hacia nuestra siembra.

Las papas crecían con tanta belleza que parecían sentirse alegres, lo
demostraban cada vez que le salían flores y coquetas miraban a su
alrededor. Desafiantes entre ellas, como si participaran en una carrera
de crecimiento en la pista de la vida.

Llegó el mes de mayo. El panorama de nuestra sierra se mostraba muy


hermoso. Solo el color verde a todos los lados y arriba el cielo azul. El sol
sonriente examinaba lo que había con tanta ufanía, como expresando que
era el único que podía vanagloriarse con tanta beldad.

Y llegó la época de cosechar las papas chilpish y rayhuana. Alistamos


racuanas y sobre todo atunes Carabela para saborear con la rica jashpa y
la huatia. Tú alistaste los cuyes que con tanto afán habías criado para la
cosecha. Lo sazonaste con bastante ajo y chincho, tal como me agradaba.

Iniciamos con la cosecha. Al verla buena, tan buena pero buena cosecha
nos olvidamos del resto. Pues los dos solos tal como nos conocimos
iniciamos a saborear el fruto de nuestro trabajo.

Un día mi madre oyó en el pueblo, que estábamos cosechando gran


cantidad de papas. Y nosotros no le habíamos invitado ni a ella ni a nadie.
Por eso rebuscando sus quesitos duros en la wayranka, se alistó para
visitarnos. Mientras nosotros, no sabíamos de los planes de ella.

Juntábamos las papas en los costales como alistando la carga para los
burros. Una mañana, mi madre apareció inesperadamente a lo lejos.
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¡Pablo! ¡Pablo! Ahí viene tu madre. ¿A qué Vendrá? ¿Lo invitaste?

No, María, no lo invité. Sabes, haz un pozo y con la racuana me entierras,


encima me cubres con las matas de papa para disimular. Cuando llegue
ella, le dices tu hijo se ha ido al cerro, volverá todavía al atardecer.

Muy bien sabes, María, que así hicimos. Mi madre te preguntó por mí. Tu
hijo no está le dijiste. Ella con qué dulzura te entregó los quesos que había
traído. Pero tú con indiferencia ni una papa le invitaste.

Mi madre notó dentro de ella, esa indiferencia que le habías clavado


como un cuchillo. Tuvo un dolor profundo. Decepcionada que su hijo le
tratara mal y aún más el desdén de la nuera, le había creado una herida
incurable. Decidió regresar al pueblo. Se fue muy resentida, con gruesas
lágrimas que rodaban por sus mejillas. Retornó al pueblo, por el camino
maltrecho que le había conducido hasta el escenario de las sabrosas
papas.

Cuando desapareció en la llanura, recuerdas María, cuán grade fue tu


sorpresa, al intentar abrir el lugar donde me escondiste, no encontraste
al Pablo que tú habías amado, en su lugar hallaste miles de gusanos
blancos retorciéndose en el pozo. Quedaste estupefacta, gritaste como
una loca, pero yo ya no estaba. Ahora te conformarías con mirar solo esos
gusanos que te habían causado gran estupor. ¿Habría sido la maldición o
el resentimiento de mi madre?

De allí, ahora vivo solo de papa en papa, porque en papacuru me


convirtió tu menosprecio hacia mi madre. Ya ves, te das cuenta, vivo
consumiendo esas papas pablojuytu nomás. Cada año me encuentran en
la papa y con ira me aplastan, o cada vez que encuentran una papa con
huequitos allí estoy, me sacan y me dan de comer a sus pollos o gallinas.
Entonces pido auxilio. Aunque grito no me oyen, pues papacuru nomás
soy…

Áncash ante el bicentenario 355


Cantos a los fascinantes paisajes de la
Novia de los Andes
Javier Marino Pastor Neyra 

Eucalipto de la plaza de Piscobamba

Canto I

¡Oh! Legendario eucalipto que misterioso y añoso,


luces risueño…, que robusto y gigante, luces alegría…
¡Oh! legendario eucalipto que ardes vivamente
en sentimientos de amor, admiración y culto;
en los días festivos y sus chimaycheras noches.

Natural portento de majestuoso encanto,


pasión y lumbre inagotable;
marcas con tu impronta a los pujantes jóvenes
de honda visión, la senda del desarrollo y progreso,
que ansía toda mente y corazón soñador y creativo.

Donde hay sed de progreso, donde hay hambre de unión,


habrá realizaciones de anhelos.

Sol y agua es vida para ti, Oh gran eucalipto,


unión y concordancia es para Piscobamba,
el fruto del denodado esfuerzo de sus acrisolados
y comprometidos hijos que han jurado no defraudar…
y que harán de esta… una ciudad prestigiosa, pujante y avanzada.

Piscobamba, diciembre del 2000.


Javier Marino Pastor Neyra.- Natural de Piscobamba, Mariscal Luzuriaga. Filósofo,
ecologista y político honesto, de profesión educador, ejerció los cargos públicos de
director del colegio MML, Subprefecto, teniente alcalde, alcalde.

Áncash ante el bicentenario 356


Eucalipto de la plaza de Piscobamba

Canto II

Árbol de límpidos pensamientos…


aromático, esbelto y majestuoso;
de singular y admirable señorío,
que germina y aflora la belleza pueblerina.

Acumulas los colores de efectos expresivos;


de música, de jolgorio y sonora primavera.
Eres el señor de tinte romántico,
de una diversidad cromática de hojas
tupidas lanceoladas veridirojas.

Sempiterno galán que ofreces tu corazón…


a las finas y airosas Damas, que cantan siempre tu memoria
en aromáticos tonos de pujanza y virtudes.

Tus hijos en Lima y otras ciudades


lloran ríos de pasiones, en recuerdos
de olores, colores, sabores y música
de la inolvidable y original fiesta patronal
de San Pedro, San Pablo y san Andrés,
que engarzan los más altos y elevados sentimientos
del auténtico piscobambino lejos de su añorada tierra.

Cachipampa - Piscobamba febrero de 2001.

Eucalipto de la plaza de Piscobamba

Canto III

En mi querida tierra Piscobamba,


hay un eucalipto que el corazón venera,
su frondosidad, su lozanía y su verdor
hacen que anide en mi alma primavera de amor por ella.

Es añoso y ferviente ecoprotector,


cual viejo profeta del futuro promisor.
Áncash ante el bicentenario 357
Árbol sublime, emblema de vigor y de trabajo,
es vuestra presencia en la plaza señorial.

Inmensidad de belleza imprime tu paisaje,


ornado de celosos guardianes: Huáncash,
Tucohuaganan, Chonta Jirca y las cordilleras
ungen a la ciudad título de “Novia de los Andes”.

Signo de vida, ser de solemne personalidad.


Veras con el ojo avizor estrellarse a tu pie
el inmundo de la discordia a todo progreso y
levantarse el triunfo de la alta concordia.

Con versos floridos los coros de tus poetas cantan


nutrido de luz, cielo y aire puros de sus tierras,
oxigenando ideales preñadas de realizaciones.
Eres el símbolo que condensa el amor telúrico.

Enero de 2005, Piscobamba.

Huáncash

Bajo un cielo de ensueños ¡oh Coloso! Bramas virtudes.


Atalaya avizor del futuro más lejano y ferviente,
Primogénito hijo de Illago… Apu tutelar de mis ancestros,
El trabajo es tu legado y la cultura del pueblo piscobambino.

Al mal, al odio y la desidia haces guerra,


ensalzas, encumbras y enarbolas la unión y la cordialidad,
esencias de todo avance y progreso de los pueblos;
tienes ilusión de impulsar siempre adelante.

Tu alto nombre y tu reputación bien ganada,


canta tu vate con vigor lleno de esperanzas.
En tus faldas crecen delicadísimas florecillas silvestres
con esencias de amor, de creatividad y de constructivismo.

El Agorero huaychó Alza su voz limpia y clara a la luz


de todas las mañanas, embriagado por la majestuosa
inmensidad del bello horizonte, con cerco níveo de
cadena de montañas ¡cual prodigio de la creación divina!
Áncash ante el bicentenario 358
En las arrugas de tu faz, que pesan los años
hay aromas, hay ecos y brizas de progreso.
Los pueblos de Socosbamba, Huayobamba y Piscobamba
se alzan prestos al desarrollo y se alinean a la modernidad.

Las canas que tú tienes ¡oh viejo heraldo!


las tienen el Huascarán, el Huandoy y el Hualcán.
Tu augusto porte difunde respeto al coro de poetas
luzuriaguinos que cantan con sentidos versos, tu semblanza.

¡Oh cúmulo de belleza natural, riqueza ecológica y religiosa!,


tu leyenda de Divinidad Andina, la ermita y la cruz
que yerguen en tu cima, expresan sincretismo cultural
y aliento espiritual de propios y extraños.

Cima de Huáncash, mayo de 2001.

¡Andaymayo!

En el frío encanto de la Nación de Pishgopampa,


hay una fuente encantadora de amor y ensueños,
de aguas cantoras, serenas y cristalinas;
de historia y leyendas de encanto,
de suave y tierno arrullo rodando por su cauce.

¡Oh Andaymayo celestial arroyo!


De praderas verdefloridas llenas de alisales;
quebradas cantarinas en sinfonía de colores,
esmeraldas de musgos y líquenes,
mágicos helechos y culantrillos entre las rocas.
En los días de mayo de la azul estación,
en un ambiente de dicha inflamada,
donde polícromas flores de gantus, salvias y eucaliptos;
quichquis, azucenas y de zarzales de vellones blanquecinos,
revolotean laboriosas las abejas disfrutando el delicioso néctar.

Las almas de pasiones encendidas en fuego de lava,


se funden en cadenciosos sollozos de embriagador gozo,
poseídos por el delirio del encanto y amor puro,
con palabras blancas entrecortadas y temblorosas…
perennizan sus historias y fantasías
Áncash ante el bicentenario 359
en juramentos y ardientes promesas
de elevar al altar y sellar la honda ilusión.

Las níveas cumbres sonrosadas adornan


el panorama Luzuriaguino, bello y reluciente.
En el margen derecho los modernos edificios del
Centro de Salud, el Instituto Tecnológico y el estadio municipal.
En el margen izquierdo el imponente y legendario Huáncash…
Testigos de testimonios y compromisos de la efervescente juventud,
que inmortalizó su romance en esta paradisiaca estancia.

Andaymayo, mayo de 2001.

Canto al fascinante paisaje de “la novia de los andes”


Piscobamba

Es fecundo, es maravilloso y de singular belleza; adornado por cercos


níveos de agrestes cordilleras del hermoso callejón de Huaylas, hacen
ocupar lugar de primicia al “paisaje deslumbrante del suelo
piscobambino”; tal preeminencia dentro del concierto de los pueblos
andinos de Ancash, conquista la armoniosa belleza, vigor y esplendor de
expresivos accidentes geográficos de robusta originalidad, que guarda
admirables, dominantes miradores y su privilegiada ubicación de
inmenso horizonte que se proyectan por los cuatro puntos cardinales.
Añadiéndose a esto, la presencia del legendario Huáncash personaje
tutelar, la Iglesia Matriz de sencillo aspecto pero llena de armonía y de
encanto y el eucalipto, soberbio bicentenario, frondoso, y de recia
personalidad, completan la trilogía emblemática, paisajista por
excelencia de la patria chica luzuriaguina. A esta vasta gama de
pintorescos monumentos naturales culturales, también merece
importante mención el más ponderado y famoso camino inca, que unía
Cuzco – Cajamarca – Quito y que en la antigua provincia de Piscobamba
contaba con un tambo para que hagan posta los chasquis y era el
alojamiento del ejército y de los Incas, conteniendo nutridas provisiones;
magistral obra cuya construcción fue impulsada por los geniales
gobernantes incas, siendo de esclarecida importancia en la
administración del floreciente e imponente Tahuantinsuyo, orgullo de
Sudamérica y admiración del mundo.

Áncash ante el bicentenario 360


Reloj en cuarentena
Óscar A. Cueva Fernández 

El reloj,
ya no marca el tiempo.
Las horas
transcurren monótonas,
no tienen sentido.
Los días,
son intrascendentes,
maquinales,
insignificantes.
No hay viernes
que te anuncie
que el cuerpo lo sabe.
Ya no hay sábado chico,
domingo de fútbol
ni lunes de shambar.
Cada día es lo mismo.
El reloj...
dio paso al instinto.
Sólo me recuerda si es día
o es noche.
Nos hemos vuelto
rumiantes del pasado
y del presente.
No se avizora un futuro...
¿Hasta cuándo?...
Percibo que transcurro
en inexorable tiempo
de Soledad,
de distanciamiento,
de tristeza,
de nostalgia;
de frialdad.


Óscar A. Cueva Fernández. – Natural de Pomabamba. Estudió educación en la
especialidad de Lengua y Literatura en la Universidad Nacional de Trujillo. Autor de
muchos poemas que los mantiene como inéditos.

Áncash ante el bicentenario 361


Mi cronología
enfermó de parálisis,
de “suspensión perfecta”.
Mi contrato nupcial,
mi estado,
entró en hibernación,
quedose congelado,
sin atisbo a celebraciones
ni aniversarios dorados...
Se quebró la vida.
Y cuando todo pase
-Porque pasará –
asumo que nada
volverá a ser lo mismo.
Si Dios generoso me añade
un tiempo suplementario,
mi capítulo final, intuyo,
discurrirá en vivencias
jamás imaginadas :
Sueños cobrando vida
en paraísos terrenales
sin pecados originales;
ángeles cromando Cielo,
tangibilizando ilusiones,
fantasías multicolores
e inéditas emociones.
Con el girar del Mundo
y el discurrir de la vida,
teniendo el Amor
como piloto,
en vaivén libre
e ingravidez absoluta,
en otras latitudes,
algún día,
me hallaré anclado.
Ante otros usos,
otras costumbres,
con otro guion
y otros roles,
en exóticos lugares

Áncash ante el bicentenario 362


nueva puesta en escena,
habré inaugurado…
¡¡¡ Oh locura !!!
Mi Reloj en Cuarentena
Se puso a marcar,
Intermitentemente,
mis insomnios,
mis delirios,
pesadillas y desvaríos...
Siento que me absorbió,
una nueva Anormalidad
de fantasioso trovador,
filósofo orate,
iluso soñador…
Veo también a mi lado
una nueva compañía,
quien me exhorta,
me impetra
y me reitera
que no me aflija;
que pendiente
estará siempre de mí,
me promete,
mientras matiza
mi monotonía
con noticias promisoras,
mensajes de Esperanza,
hilarantes ocurrencias,
salpicadas de ironía.
En ocasiones,
con lastimeros
toques de silencio
y sutiles precauciones,
también me anuncia,
cuando inexorablemente
emprenden raudo vuelo
en viaje sin retorno,
muchos grandes amigos
de mi generación.
Se marchan ellos anónimos,

Áncash ante el bicentenario 363


en fúnebre cortejo.
Se difuminan allá
en lontananza,
sin despedidas
ni adioses,
ni la calidez
de un último abrazo.
Este singular artefacto,
evolucionado hijo
de la Tecnología,
en esta hora se ha tornado
en mi edecán inseparable.
Él, es, qué duda cabe,
mi nuevo can clonado,
mi engreída mascota,
a quien sólo le faltaría
menearme la colita,
en señal de Lealtad.
Más... ¿ Será realmente leal
si su inteligencia
es artificial ? ...
Rompe de pronto mi Reloj
la rutina vegetativa.
Anuncia estridente
que llegó ya la hora
que la Juventud abandone
este cautiverio…
Sin embargo, los veteranos,
“más vulnerables” calificados,
carentes por momento
de pasaporte
al cementerio,
seguiremos aún confinados,
pues, argumentan,
que “requerimos
de mayores cuidados”,
por el “privilegio”,
según dicen,
de pertenecer
a la Tercera

Áncash ante el bicentenario 364


o Cuarta Edad…
¡ Cuarentena Pandémica !
Hija Contranatura de la Élite,
inhumano instrumento
de la satánica maldad,
al ritmo que disparas
tu dardo maldito,
en tu afán de conjurar
las canas y la sapiencia,
lo único que logras
es descorrer el velo
de la oscuridad,
quedándote fulminado
por el resplandor
luminiscente,
que nos despierta
más y más,
fortaleciendo
nuestra moral elevada,
acrecentando
nuestro espíritu indomable,
potenciando
nuestra Fe inquebrantable,
a los que jamás doblegarás.
Y con el poder de Dios
premunidos,
por los Seres de Luz
insuflados,
desmontando estamos
tu fracasada “Plandemia”,
tu farsa globalista
de variantes, nuevas olas,
mutación a nuevas cepas,
contra las que prevaleceremos,
cual adalides invencibles
de la reverencia senil.
Tu diabólico afán de diezmar
dos terceras partes
de la Humanidad,
bajo tu Plan Genocida

Áncash ante el bicentenario 365


de Eutanasia Colectiva,
¡No se cumplirá!
El Reloj de Dios
restaurándose está.
La Luz va venciendo
a la oscuridad.
Resplandece todo
en claridad.
¡ Es nueva Aurora
para la Humanidad !.
¡No habrá exterminio
ni gran mortandad !
¡El Bien al Mal arrasará!
¡Dios a Satanás vencerá!
Capitulando está la maldad.
¡Así está escrito!
¡¡ Así es!!
¡¡¡ Así siempre será!!!
Por los siglos
de los siglos
Amén.

Áncash ante el bicentenario 366


Ríos subterráneos
Donald Jaimes Zubieta 

Río subterráneo

¿Qué será ese ruido que me quiebra el sueño


debajo de mi sien que descansa sobre la hierba?
¿Será que a tres mil trecientos metros de altura
sea posible un territorio debajo de la superficie?

La tarde extiende su manta de lana junto al camino


para descansar mi cuerpo de una larga jornada.
Soy un niño que anda libre por campos estelares
detrás de sus sueños buscando cazar perdices y palomas
voy presuroso por los caminos del viento y el sol.

Y mientras dormita mi alma como un pre sueño,


siento que un río subterráneo corre como sangre
por mis venas, debajo de este territorio del sol.
Es real, no es un sueño, lo siento mientras descanso
sobre el suelo debajo de una fiesta de cantutas.

Es decir, hay un río que corre debajo de la tierra


Sus aguas golpean mi memoria como cuchillos de luz
Y tengo miedo, porque pienso que puede desbordarse
de sus cuencas profundas hacia el campo de mis ojos.
Yo no conozco dónde nace ni dónde muere este río
Solo sé que todo lo dice con sus sonidos líquidos,
Como si quisiera ocultar un mundo diferente al mío.


Donald Jaimes Zubieta. - Natural de Chiquián, provincia de Bolognesi. Doctor en
Educación, ex Decano y ex Virrector de la Universidad Peruana Unión, actual docente
de Posgrado. Poeta, ensayista, escritor y revisor lingüístico y de estilo. Director Gerente
de la Editorial Casa del Escritor S.A.C. Tiene publicaciones sobre educación y literatura.
Es autor de poemarios.

Áncash ante el bicentenario 367


Niño solitario

Solo soy un niño solitario junto a una roca solitaria


en los sequedales de las orcopatas de Chiquián.
El viento de mi pueblo me enseñó a escuchar
las horas polifónicas de los silencios
y del sol esplendoroso después de la lluvia.

¿Mi vida no vive sola? ¿hay otra vida paralela


debajo de la tierra que me sostiene vivo?
Pápum es una aldea que no duerme nunca,
tiene un río subterráneo que suena como canto,
prometiendo siembras, cosechas abundantes,
desde las cortezas profundas de la tierra.

Solo soy un niño con una vida solitaria.


Tengo una hondilla en mis manos
un morral tejido de lana para mi hambre,
y silbo mis cantos con los pájaros del pueblo.

Y siguiendo el cauce del río que siento


bajo la tierra, y la luna diurna en mis ojos,
cada tarde suelo morir de amor
en los misterios fantasmagóricos de la poesía.

Ciudad subterránea

La vida y la muerte han cambiado tanto


que parecemos destinados a vivirla
y a morirla nada más.
¿Cómo serán los nuevos abrazos mañana?
¿Surgirán nuevos lenguajes para el amor?
¿Por qué se quiebran cada día los recuerdos
que con afán construimos?
¿Por qué los besos han tomado el vuelo
como golondrinas que nunca volverán?
¿Qué será de la vida social y la muerte social?
¿Dónde estarán el tacto de la ternura,
y el color de nuestras fiestas?

Áncash ante el bicentenario 368


El cambio del siglo 21 es una pandemia peligrosa,
No hay poder ni dinero ni apellido que lo resista
Todo lo anula, todo lo mata, todo lo trastoca
Y nuestra historia es un cuento en extinción.

El covid19

Nuestra lucha no es de “sangre y carne”


No tenemos ni siquiera una sombra al frente,
un viento, un sonido, un cuerpo que evitar.
Pero tenemos que pelear.

El covid19 es un misterioso enemigo


Pertenece a las “potestades de las tinieblas”,
a las “huestes espirituales de maldad”.
No tiene figura ni olor ni sabor
Ni sonido alguno que pudiera delatarlo.

El siglo XXI es una batalla fratricida,


No debemos soslayarlo y seguir andando.
Nuestra armadura es espiritual
estilo de vida y cultura para resistir
los años malos que nos toca vivir.

Áncash ante el bicentenario 369


Sonata de plenilunio en Piscobamba
Milton Pastor Neyra 

¡Por el alto honor de haber nacido de tus entrañas y por


ser elíxir que nutre la savia de mi ser en el período de
mi breve existencia…, cuando toque a la agonía velar
mis últimos segundos, pensaré en ti tierra mía!

Cuando quebrado en mi fe, Caín y trashumante recorro sin rumbo los


caminos de la vida.

Cuando siento a mi corazón envilecerse por la soberbia, la vanidad y el


confort del capitalismo consumista.

Cuando la lóbrega y oscura frialdad del invierno existencial acosa sin


cesar “mi ser en sí”…

Entonces…, desahuciado y con mi fe en agonía me acurrucaré a tu


regazo, tierra mía…

Para sentir el aroma repiqueteante de tu lluvia en el verde macizo de


la frondosa acelga y los matorrales.

Para sentir el aroma repiqueteante de tu lluvia en la vergélica


floración de las zarzamoras, saucos y capulíes.

Para sentir el aroma repiqueteante de tu lluvia entre tzajpajs,


rucuchus, shajshas, uritus y rima rimas en ubérrima producción.

Para sentir el aroma repiqueteante de tu lluvia anidando paseos con


mi andina amada por tus embrujados bosques.


Milton Ovidio Pastor Neyra. Natural de Piscobamba, Mariscal Luzuriaga. Lic. en
Educación, Ciencia Política, y en Gestión. Mg. en Ciencia Política. Estudios de
Doctorado en Derecho y Educación. Director de la I. E. Técnico-comercial Argentina.
Docente de Postgrado de la UNASAM. y en la Maestría de la Escuela de Gobierno y
Planificación.

Áncash ante el bicentenario 370


Luego pasar del aturdimiento a la lucidez y renazca de sus cenizas la
crónica y revolucionaria rebeldía de mi zíngaro corazón. Renazca de sus
cenizas la canicular alegría que reverdece en primavera la dimensión
eterna de la “esencia” en la brevísima temporalidad de mi existencia.
Renazca de sus cenizas el “ser para sí”.

Unos caudales inusitados de recuerdos embriagan mi memoria


hinchiéndome en felicidad…

Entonces recorro en tus noches plenilunadas cual jinete de la


redención…, paradisiacos recodos de trigales y maizales en feraz
producción… escoltados por gigantescos zapallos y calabazas cubiertas
por nutrida producción de frijoles y guisantes: en Cachipampa,
Andaymayo, Musga, Pahua, Gorgash. Embriagado en aroma de caña y
choclo, oteo con azul mirada tus horizontes insondables en sinfónico
trinar de exóticas aves.

Entonces revitalizado en el deseo del beso fiel y el beso clandestino, de


los amores intemporales sin principio ni fin me configuro en el amor, en
un “ser para sí”.

Entonces mi corazón en conmoción se declara en justa rebeldía contra


la mercenaria “sociedad de consumo” que con conchuda impunidad
navega en el “gusto” de la población mundial.

Entonces vuelvo a la indolente Urbe a patear culos y chancar callos,


blandiendo mi escudo y mi sable con el verbo de la “Razón
Contemplativa”.

Entonces retorno militante al campo de batalla armado con mi “Rayan


Pistola”, a plantar en la trinchera mi “Putaga Bandera” al pie del cañón,
junto a la heroica vanguardia… que cual mirmidones al mando de un
Pachacutec o Aquiles, venden cara su derrota en su intento por
reconciliar a la humanidad con “La Cultura de la Paz” fundada en los
paradigmas de la Post-modernidad.

Entonces vuelvo en sonata…, a renacer en tu regazo tierra mía, a vivir


en la eternidad de tus noches plenilunadas…
Lima, 12/01/2016.

Áncash ante el bicentenario 371


Militancia telúrica

Bienaventurados los que nacieron en Piscobamba…


porque será de ellos el Reino de la felicidad.

Soy Piscobambino trashumante


que te mira hacia el norte, cual brújula
de perdido nauta y te contempla
como al mundo encantado y misterioso
donde convergen glándulas y neuronas
en telúrico orgasmo.
Soy Picobambino trashumante
y te llevo a fuego tatuada,
en las páginas doradas
de mis recuerdos de niño…
la tierna dulzura del cielo tuyo,
el caudaloso ruido de tus ríos,
la natural decoración
de tus andinos picachos
y el susurro musical
de lluvias, vientos y truenos…
hacen todo ello conformar
mi cancionero…
entre los sueños, los besos
y mis rutas insomnes del cansancio.

Waganku

Tú mi flor de waganku,
blasón del mundo azul de los andes;
coloreada con ocre de tierra,
acicalada en grana de cochinilla…
Vigoriza mi savia para recoger
unito a uno,
pasajes suspendidos
de vibrante existencia…
recordada en mis sueños de sosiego…
en los feraces valles de mi Cachipampa,
de trabajo festivo de siembras, cosechas
y de paz…, en tu regazo eternamente.

Áncash ante el bicentenario 372


Cachipampa

Mantos verdes cubren tus valles y collados,


un majestuoso cóndor
en real y divino vuelo,
pulsa con fluida mirada
la suave brisa en verdor de parajes,
condensados en mágico sabor de arcanos,
aromas de remanso…
Su divina silueta de dibuja en sombra
sobre una enorme roca…
¡Oh! Apu Kuntur, tu soberbia majestad
gobierna en frío seco y en mágica calidez
este paraíso…
Es festiva noche plenilunada en Cachipampa,
sonatina en el gélido aliento de tus piedras e hichus,
sonata en el eco del vigoroso latido de tu “León Rajra”…
Esta festiva noche de plenilunio…, al pie de la sobria silueta de mis
Apus,
¡florea en litera, lozana e imperturbable…, mi fe y mis esperanzas!

Poema para Valentina

(Para un amor de todos los tiempos,


la Piscobambina de los ojos café)

Cierro los ojos y recuerdo,


aquella tarde
A orillas del Viscacha,
río de aguas diáfanas
que se abrazan por un lecho
de rocosas y pulidas piedras.
Cierro los ojos y recuerdo,
la bendita Piscobamba
en la soberbia majestad de su plaza de armas…
o las noctambulas incursiones
por lo brujos bosques de mi tierra.
Cierro los ojos y recuerdo
tu sonrisa fisgona y capulí,
epítome del onírico delirio de mis locas fantasías.

Áncash ante el bicentenario 373


Cierro los ojos y me pregunto
si en la distancia
me amas más o me olvidas…
Entonces…
me duele sin límites
tu ausencia.
Entonces…
quisiera tenerte para besarte
hasta robarte el aliento.
Entonces…

Comprendo que eres música


Del mundo azul que he soñado.
PD.- Piscobambina de lindos ojos,
aunque no me quisieras
te querría sólo por el mirar

De tus ojos café y miel.


Sé que un día leerás este poema
sintiendo mi tibio candil…
y los latidos de un corazón
que durmió sobre tu pecho.

Amigos…

Para Javier Marino, hermano de mi esposo.

(No habrías querido que lloráramos por ti; pero,


algunos años después de tu partida… los
remolinos de dolor laceran aún nuestras mejillas)

¡No te pares al lado de mi tumba ni solloces!

No estoy ahí, ¡Ya no duermo, soy vigía de los seres


y espacios que amo!

Soy aliento en brisa que sostiene las alas de los pájaros en el “Andaymayo”
Primaveral.

Áncash ante el bicentenario 374


Soy grano maduro de la mejor cosecha de “Pahua” reflejado en luz de luna
en “Cachipampa”.

Soy la semilla germinal del eucalipto con la benévola y otoñal lluvia en


“Piscobamba”.

Soy la noche y sus estrellas que refulgen azules en los chocleros mayos de
la bucólica “Musga”.

Soy el horno de la casa familiar que en tibia


fragancia de panes alegra la tertulia familiar.

¡Oh club unión Piscobamba, entraña vital que


anidó mis sentimientos en telúrica febril!

¡Oh Huáncash, eucalipto de la plaza de armas e


iglesia matriz,

Trilogia emblemática de mis gratos y eternos


sueños!

Cuando despierten en la quietud de la mañana,


seré la súbita y suave brisa que juguetea alegre con vuestras matinales
hojas.

¡Oh seres y espacios que tanto ame!, no se paren al lado de mi tumba ni


sollocen.

No estoy ahí, no he muerto, ahora vivo mimetizado en ustedes


hasta la eternidad.

Janet y Milton
(Coautoría)

Áncash ante el bicentenario 375


Crepúsculo
(A mi Padre)

Padre ejemplar humano sobrio,


sutil y contundente...
caminaste a pie pisando firme
marcando huellas
a que no te olviden..
Para vivir a plenitud
contaste con tu arnés
de hombre combatiente,
y la moral de hombre triunfador.

Viejito visionario
intérprete de los vientos
mitad hombre y mitad naturaleza;
tienes el aliento en el susurro
musical del viento y las antaras;
tienes el alma en los ríos
y montes de "Cachipampa",
tienes la figura cincelada
en los picachos piscobambinos...
por ello vivirás eternamente
en la tierra que tanto amaste
y nos enseñaste amar.

Viejo lindo.
Quiero justificar tu partida
pensando que la muerte
es un descanso merecido
para quien portó
las tablas de la ley
según la querencia y ordenanzas
del Divino.

Fuiste bendición
tras arduo trajinar por esta vida;
fuiste testigo presencial
de tu siglo, porfiando a la muerte
brazo a brazo, intensamente...

Áncash ante el bicentenario 376


Pero en esta hora de dolor y
desconsuelo
es difícil aceptar
el hecho irremediable de tu "viaje";
pues imaginarte debes
que el tiempo anocheció para nosotros.
Cuán hondo es el silencio,
pues la mudanza bailó
donde otrora el bullicio
danzó en nuestras almas.
Cuánta oscuridad donde antes
la luz resplandecía en nuestros pasos.

Padre:
Estamos llorando tu partida
y nuestros ojos han naufragado
en veleros ciegos de perdidas rutas.
Hoy los cantos solfean
la canción fúnebre del viento,
rodando en desbande los pututos
por abismos de las peñas.
Hoy se ahorcan la esperanza y la calma
en horrible batalla metafísica,
hoy bebemos en dolidos sorbos
el fermento callado
de la chicha en los puquiales
y nos queman los recuerdos en el vientre.

Padre:
Tengo el frío que discurre reptil
por mis huesos y mi sangre.
Tengo fe en que descanses en paz
en el Reino prometido a los buenos.
Hasta pronto padre amigo,
Padre amante y camarada.

Milton Pastor Neyra

Áncash ante el bicentenario 377


Huaraz querido y otros poemas
Wálter Vidal Tarazona 

Al susurro del Ángelus


de tus tardes de oro o plata
modelaste mi adolescencia,
acunándome en tu dulce regazo
me diste leche de tus nevados
y néctar de tu cielo azul.
.
El sol encendió su alegría,
danzaron los blancos picachos,
y los gorriones pentagramados
poste a poste en las esquinas
dulces trinos apasionados
cantaron, y te conocí.

A la luz de las estrellas


en mojado y granizado marzo
planté mi amor a primera vista
y tú tu hermosura nos brindaste
abriendo la puerta de la luna
en la plazuela de Belén.

De callecitas empedradas
huertos de capulíes y aurimelos
de cines con seductivas películas
de fragantes ponches nocturnos
de dulces labios primerizos
Huaraz querido.

El solitario grifo de Tarapacá


que silencioso oscurecía el beso
y los arrullos del amor furtivo,
con su neón de queso rojizo


Wálter A. Vidal Tarazona. Docente universitario; poeta, narrador, ensayista;
publicaciones: Cantos para un aniversario (1980), Cantos de paz, amor y esperanza
(2007), Cantos para el gorrión (2011); Palpitar del Ande (coautor); director de revistas
regionales.

Áncash ante el bicentenario 378


iluminaba las lecciones
para mis exámenes.

Testigos son de mis penas


y cómplices de mil aventuras...
cuando en frías noches mis brazos
aprisionaban el olor del vientre
el latido deseoso del corazón
con dulce locura.

Un día tuve que dejar tus muros


tus casitas blancas cubiertas de rojo
sus estrechas calles empedradas
y amorosamente iluminadas
a la entrada de la tarde
¡Mi Huaraz querido!

Cuando llorando salí de ti,


Quilcay y Aluvión querendones
sus blancas rocas tendidas al sol
al viento, a la lluvia, a la nube
izaron como pañuelos
de despedida.
.
Me fui Huaraz querido.
Los tiernos eucaliptos del Santa,
que escondieron mis travesuras,
y las alfombras de sus laderas
temblaron de amor y dolor
cuando me despedí.

Salí de ti paraíso querido


con mis negros ojos hundidos
en tristeza de un frío amanecer.
Tacllán guardó mi solitaria pena
mientras la banca del parque
esperaba mi retorno.

No más limpios nevados,


albos vellones de tu cielo azul,
blancas piedras del Aluvión
Áncash ante el bicentenario 379
con el coro de las estrellas
musitaron tristes lápidas
en mi corazón.

Domingo 31 de mayo

Hondo
lejano
sordo
ronco
bramido pronto congela
dos tiernas sonrisas jalquinas
¿Sacude la tierra sus miserias?
¿O tal vez algún monstruo rompa el suelo?

Debajo de sus pelados piecesitos de chancaca,


ahí, dentro del suelo, cerca
resoplaba la bestia,
y no aparecía nunca.
Se zarandean
rocas
chozas
ovejas .
¡Todo, Taita Dios, todo!

Sus ojitos clavados al camino


por donde madrugaron papá y mamá
¡sólo vieron levantarse negras capas de sombra!

¡No te quiebres!
pero la tierra, ¡ay!, siguió quebrándose a pedazos.

Aquel 31 de mayo,
cuando todo se acababa sin terminar nunca,
por fin, de sus gargantas
se desató un grito
¡Mamiiiita! Maaa...
Se estrelló en el negro firmamento,
ahogándose en las rocas
donde ya no estaban
Áncash ante el bicentenario 380
ni los cóndores más machos
ni los awilus más sabios.

Sólo entonces, y solo,


con su sombrero bajo el brazo
de rodillas cayó sin saber si su puna
había parido una fiera
o los Andes reñían con el cielo.
Sin saber si moría su sueño
o si soñaba su muerte.

Sólo entonces, y sola,


en la noche más callada que nunca
derramó un puñado de cansancio
con olor a muerte.

Cerraron sus tiernos ojitos.


Se hincharon.

En un nuevo despertar en las calles de Huaraz,


sus caritas de papa rosada
sus piecesitos de chancaca
sus tiernas y limpias sonrisas
se iluminaron al encontrar a papá y a mamá
envueltos en una bandera de sangre y nieve.

Todos inflaron el pecho,


todos levantaron el puño,
todos ese puño de Atusparia
¡Basta! gritaron
¡No tiembles Huascarán!

Canto a la puka patsa

En el regazo del Ande majestuoso,


por Puchka y Marañón abrazada,
alzando a tayta Pahuacoto amoroso,
tierna se yergue mi tierra colorada.

Se despierta con el sublime beso


de las coloradas barbas de su trigo,
Áncash ante el bicentenario 381
y bello reverdece el grano generoso,
a despecho del agua ensimismada.

Pueblo antiguo de noble estirpe.


Yo jugué en sus milenarias rocas,
me metí a sus oscuras chullpas
y escuché la voz de los awilus1.

En sus lejanos molinos de piedra


girando sus noches de luna llena
algún ichik ollquy2 detenía el agua
algún apallimee3 caía en la tolva.

Chaqchee la coca de Carhua Juana,


alguna vez por mi delirante carne
habría recorrido algún cuy cautivo
en las manos de Coma Mañuca.

¡Cómo extraño las mazorcas de estío


trenzadas y colgadas en los techos!
los mugidos de sudorosos bueyes
recorriendo los rastrojos del recuerdo.

Cuando la lluvia sus calles acariciaba,


un fragante aire de aromas se elevaba
hasta los viejos balcones de madera
hasta las flores blancas del eucalipto.

¡Oh cómo extraño su lluvia que como


cristales cristalinos alegre se deslizaba
por el tejado de las blancas casitas,
para besar su bello suelo de grana!

¡Qué lejos aquellos hilitos de plata


deslizándose por las oscuras tejas
bajando sobre tu piel de grana
como palomas blancas de cristal!

Áncash ante el bicentenario 382


Canto II

Tras el dulce arrullo de la lluvia,


yo tu frescura y tu fragancia saboreaba
mientras el sol en lo alto se regocijaba,
encendíendo con sus rayos radiantes
tus techos de púrpura y el empedrado
de tus calles que brillaba cual capulí
jamás olvidada ¡Patsa Mama!4

Canto III

Deja bendito sueño


envolverme entre nubes,
besar los cabellos verdes
de la fresca Chocopita
y llegar a mi tierra.

Tú suspiro vuelve a mí,


enrédame en tus alas de viento
déjame mirarla dormida
en faldas del Pahuacoto.

Déjame un instante, ¡Oh Lima!


¡oler sus eucaliptos, beber su agua
besar y morder su trigo!.

__________
1. Awilus.- La traducción literal al castellano de “awilu” es “abuelo”. En la mitología regional, es el
espíritu ancestral que anida en la cumbre de los cerros; a él se acude en busca de sus sabios
consejos.
2. […] ichik ollquy.- Su traducción literal: “hombre chiquito”. Duendecillo que aparece en los
pantanos, quebradas y otros lugares especiales.
3. […] apallimee.- Enano con cara de bebe, bastante pesado, que gusta hacerse cargar por
cualquier persona adulta, hombre o mujer.
4. Patsa Mama.- Madre Tierra.

Áncash ante el bicentenario 383


¡¡¡ Piscobamba !!!
Rodolfo Nicolás Moreno Izaguirre 

Por encargo de los bosques


y su coro de fragancias,
de mi Sihuas a ti vengo
alumbrado de alegrías,
para sembrar en tu pecho
dulces besos y canciones,
para ceñir tu alta frente
con el rubor de shugumpis,
para entallar tu cintura
con aires amistosos,
para colgar de tu faja
molletes y serpentinas,
para ribetear tus llanquis
con leves plumas de cóndor,
para bordar de arco iris
tus ponchos y polleras
y alfombrar tus firmes pasos
de olorosas yerbabuenas.

Te conozco por amigos


que han saboreado de ti,
como plácida pascana
y abrigadora sonrisa,
como justiciero puño
y fuego que no se dobla,
como despensera aldea
y vistosa sombra amiga,
como mano siempre abierta
y corazón desnudo,
como apretado abrazo
y generoso pan tierno...

Tenme hoy mismo en tu pecho

Rodolfo Nicolás Moreno Izaguirre. Natural de Siguas. Fotógrafo profesional. Poeta y


promotor cultural. Trabajó en Servicios Fotofilmicos Reflex. Estudió en UNMSM.

Áncash ante el bicentenario 384


si así fuera tu cariño,
para saborear tus mieles
de los labios de tus hijas;
veme ya, de tus balcones,
astilla ancestral y noble;
siénteme ya viento ebrio,
bailando en tus tejados;
mírame hoy mismo alumbrando,
de sonrisas tus caminos;
y de tus ríos cantores,
blanca piedra de cimiento.

Yo lavaré tus llagas


con chicha alegre de agosto;
yo peinaré tus fulgores
dispersos y atardecidos
y fundaré en el vientre
de tu hija que me des,
mi familia y mi querencia,
mi estancia y mi camino;
y te haré por este amor,
a esa tu hija, mi amada,
mi querida y nueva patria,
patria mía y de mis sueños,
de mis cantos y alegrías
de mis ramas y semillas.

¡Piscobamba, tierra hermosa!


¡Sudorosa gota de sol!
¡Sonrisa de luna llena!
¡Alforja de mis amores!

¡Piscobamba y Sihuas, siempre!


¡Hijos de la misma lluvia!

Áncash ante el bicentenario 385


Cantos a Luis Pardo
(décimas)

Efraín Vásquez Veramendi 

I
En este año el bicentenario
un buen tema primario
es cantar a voz en cuello
algo excelso y bello
al niño que en tibio agosto
con brindis de buen mosto
nacía gritando en chiquián
con el puño de su mano en alto
como si tomara por asalto
al mundo, con mucho afán

II
De familia solventada
llena de orgullo y abolengo
lo juro y lo sostengo
que no es verbo con espada
ese infante desde niño
mostro con soltura armiño
su destino de talante
lo mostraría con sus actos
rebelde en teatros factos
ante la autoridad, mofante

III
Desde su colegio en Huaraz
siempre actuó con lealtad
anhelando libertad
en su corazón, no tuvo paz
por los abusos de notables
que en su querida comarca


Efraín Vásquez Veramendi. - Ingeniero agrónomo por la Universidad Nacional San
Luis Gonzaga de Ica. Escribe poesía, cuento y relatos ligados a vivencias en el terruño,
amistades y del escenario político. Autor de Crónicas chiquianas y Versos Errantes.
Cuenta con publicaciones inéditas. Falleció el 01 de marzo del 2021.

Áncash ante el bicentenario 386


dejan dolores con marca
blandiendo con furia los aires
con su alazán melocotón
su andar se hizo canción.

IV
Injusticias hacia el indio
que eran para él, hermanos
los llevaba de las manos
para aprender a leer
y así, con su saber
tal vez un día lejano
se liberarían del amo
cruel perverso y malo
que con sus golpes de palo
los penaba desde el tálamo

V
Su padre muerto en emboscada
por una lucha de tierras
como al caballo que hierras
pa no resbalar en cascada
afinó su cabalgata
por los llanos desolados
eran caminos andados
en soledad y fogata
formó su signo justiciero
con truenos y aguacero

VI
Enamorador como era
no había mujer que se le fuera
pero la que él amaba
a la que le engendró un hijo
cuyo destino prolijo
se truncó sin que quisiera
pues su madre perdió la vida
después de que el hijo naciera
este destino fatal
para él, fue mortal

Áncash ante el bicentenario 387


VII
Solo y en bandolera
con su soledad de compañera
cabalga por lampas pampa
su dolor nunca acampa
donde sus leños prendidos
no abrigan sus llantos fríos
solo su caballo y sus bríos
caminan juntos, confundidos
mientras su madre añorada
la espera en su triste morada.

VIII
Actos oscuros en perjuro
de viles enemigos egoístas
se rebeló a los pierolistas
tintados de rabo felón
se unió a la rebelión
de cáceres y en prisión
por una derrota dolorosa
jamás huye en polvorosa
arriando su íntimo pendón
encerrado está, sin apuro

IX
Con Celedonio Gamarra
su compadre de miel y hiel
no hay humano más fiel
que su impía chamarra
acusado de asesino
enrumba por el camino
hacía el Chile vecino
que no sabe a qué vino
triste verdad ser mestizo
pues dormía en cobertizo

X
Actos de discriminación
en las minas de salitre
ay mis donaires, buitre
no había solución
Áncash ante el bicentenario 388
que zanjar como peruano
valiente y por lo del guano
se echó al humillante
a dormir en las arenas
escapando a duras penas
y a seguir, para adelante

XI
De regreso a la patria amada
perseguido por la armada
decide acampar en lima
para ver si en la cima
del poder, lo escucharan
y más ya no hablaran
de tanto mito y fantasía
su plebeya feligresía
en su voluntaria ausencia
había alterado secuencia

XII
Pero en decisión errada
enviaron un pelotón
para apresarlo en montón
ya su suerte estaba echada
su pueblo en chiquián lloraba
solo pancal lo esperaba
con quesos y leche servida
que su hacienda le daba
esos pastos, no olvidaba
pues eran su propia vida

XIII
Con dolor y acorralado
emprende fuga a cajacay
pero ay mis destinos, ay
ya lo habían traicionado
aquel pueblo que tantas veces
lo esperaba en alborozo
esta vez, ¡que doloroso!
todos eran jueces
que lejos de sus antojos
Áncash ante el bicentenario 389
querían sacarle los ojos.

XIV
Sin embargo, aquel día
envuelto en densa neblina
sin fanfarria y serpentina
le esperaba muerte impía
recordó sus serenatas
de sus beldades ingratas
el baile de inca en agosto
y aquel caminito angosto
por donde caminó tanto
hoy todo era llanto…

XV
La insania y venganza
de un sargento con panza
toro mazzote el verdugo
comió agrio mendrugo
y cual sangrante guiñapo
para visual escarmiento
¡por Dios lo juro!, no miento
era un despojo de trapo
duro exhibido tres días
con sus noches más frías

XVI
Lloran los pobres y humildes
aquellos que sí lo querían
aquellos que tal vez, morían
de corazón y razón, sin tildes
un mausoleo postrero
en granito lastimero
evoca sus cabalgatas
de actitudes ingratas
donde la libertad grita
donde la verdad, milita

XVII
Después de doscientos años
de vejámenes y daños
Áncash ante el bicentenario 390
a una patria lacerada
por una casta horadada
de vergüenza y corrupción
felonía y traición
la figura justiciera
se hiza por sobre la era
del trigal de la historia
desde la tumba a la gloria

XIX
Luis pardo no ha muerto
desde su cuerpo hoy yerto
y al compás de la andarita
la cobardía tirita
de miedo al justiciero
fatuos fiscales oradores
hasta hoy prevaricadores
lo tildan de bandolero
tinterillos en babero
y uno y otro sobrero.

XX
En los llanos y las punas
llora el indio sus penas
junto la voz de sus quenas
mira triste sus lagunas
las calles de su chiquián
empedradas de dolor
han perdido su color
esperando su llegada
su sombrero a la pedrada
y tres tiros del zaguán.

Áncash ante el bicentenario 391


Mi bello Áncash querido
Blanca de los Ríos Vivanco 

Ya llegamos al Bicentenario de Huaylas luego del amado


Perú.
Tú, departamento tan ricamente engalanado, te quedaste
en tu misma miseria.
Autoridades y visitantes extranjeros, solo escudriñaron tus
bellos paisajes,
arañando tus entrañas, para sacar riquezas de ti, que llenaron bolsillos
extraños,
dejándote con lo tuyo; que no podrán ya quitarte: la belleza de tus
campos,
paisajes, tu cultura reflejada en cantos y danzas, y el colorido del ropaje
de bellas mujeres, que hacen más esplendorosa tu imagen.
cumbres y nevados, bosques de puyas floridos, grandes pastizales,
ríos caudalosos que dan mucha vida y energía a una parte del Perú,
Tus lagos y lagunas de color esmeralda se quedan contigo,
atrayendo a miles de visitantes del mundo que vienen admirarte
todos sorprendidos se quedan y mudos ante ti por tu grandeza
esas riquezas que tu pueblo no ve, se van con otros más ricos,
que siguen llenando sus arcas, con la miseria del pueblo.

Áncash querido, no podrán quitarte tu cultura,


la belleza de tus cantos y poemas.
tus hijos grandes intelectuales Ancashinos,
llenan y seguirán llenando páginas y más páginas
de muchos libros, con su sabiduría que cantan y hablan
de tu historia y belleza, no te quitaran el encanto y esplendor natural
de tus mujeres engalanadas por sus virtudes universales mil colores
enjoyados
de esa bella sonrisa, alegría, y espíritu generoso, con que recibe al
visitante,
con música, danzas y delicia de platillos picantes y sabrosos, que endulzan
la vida;

 Blanca de los Ríos Vivanco. Poeta y narradora. Institucionalista, animadora de


reuniones culturales. Autora de varios libros.

Áncash ante el bicentenario 392


.que extraños y propios que gozoso no quieren abandonar tu suelo
alfombrado
del verde esmeralda; porque en ti, puso Dios todo los climas y paisajes del
mundo.
Ancash querido, el progreso te olvido, pasan los años, los siglos, pero tú, de
pie, firme,
Sigues con tu candor de un bello, bellísimo Departamento,
vigilados por los hermosos Alpamayo y Huascarán,
saciados tu sed por un río Santa que te da vida
y abrigo con mover turbinas del Cañón del Pato
¡Salve a Áncash!
---

El Huascarán (foto: DBP.)

Áncash ante el bicentenario 393


Finalmente, el tomo III con las palabras iniciales del Dr. Lorenzo
Samaniego Román a manera de prólogo, está conformado por dos grupos
de contribuciones. Patrimonio e identidad cultural (II), como continua-
ción del capítulo anterior incluido en el tomo II. Personajes que forjaron
identidad y Creación literaria, es el último capítulo que reúne estudios
relativos a los personajes de la historia regional y en la parte final se
incluyen las creaciones literarias en verso y relatos de nuestros colabora-
dores en este género.

La conmemoración del Bicentenario de nuestra Independencia se produ-


ce en un contexto de crisis moral, política e institucional en todas las
esferas del Perú, agravada por la presencia de la pandemia del Covid-19.
Ello no ha sido óbice para que las instituciones como la nuestra ni los
escritores no podamos expresar nuestra voz y sentimiento. Es más, la
fecha, por si sola, es un aliciente para unir esfuerzos y presentar un
producto cultural a las generaciones de hoy, mañana y siempre. Una
necesidad y obligación permanentes que asumimos es la de contribuir a
afirmar y fortalecer nuestra identidad regional y nacional. En este
propósito va para todos Áncash ante el Bicentenario.

Este libro, en tres tomos, hubiera sido imposible sin la participación de


los 68 escritores presentes en sus páginas. A cada uno de ellos nuestro
reconocimiento. Y, con los mejores sentimientos, a todos nuestros
lectores (estudiantes, docentes, intelectuales e interesados) como
nuestro aporte en este Bicentenario del departamento de Áncash y de la
Independencia Nacional.

Lima, junio 15 de 2021

Danilo Barrón Pastor y Filomeno Zubieta Núñez


(editores)

Áncash ante el bicentenario 394

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