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Áncash ante el
bicentenario
Tomo III
Editores:
Danilo Barrón Pastor
Filomeno Zubieta Núñez
Coordinadores:
Julio Villanueva Sotomayor
Juan Rodríguez Jara
Carmela Fry Palacios
Relatos.
Manuel Nieves Fabián ………………………………………………………………. 292
Cuentos cortos.
Macedonio Villafán Broncano …………………………………………………… 305
El Huayco que te ha de llevar.
Edgar Alberto Norabuena Figueroa ……………………………….………… 321
Pablo juytu (cuentos).
Ricardo Santos Albornoz………………………………………………………….… 338
Cantos a los fascinantes paisajes de la Novia de los Andes.
Javier Marino Pastor Neyra …………………………………………………….. 356
El tomo II con el prólogo del Dr. Víctor Unyén Velezmoro, contiene dos
capítulos. Pueblos y provincias: realidad, problemas y perspectivas
(II), como continuación del grupo de estudios incluidos en su primera
parte en el tomo I. Patrimonio e identidad cultural (I), agrupa a los
estudios referidos a las expresiones culturales que dicen mucho de su
diversidad y riqueza que presentan los pueblos de nuestro departamento
que, debidamente conocidos y valorados, contribuyen a forjar y afirmar
identidad cultural.
Finalmente, el tomo III con las palabras iniciales del Dr. Lorenzo
Samaniego Román a manera de prólogo, está conformado por dos grupos
de contribuciones. Patrimonio e identidad cultural (II), como continua-
ción del capítulo anterior incluido en el tomo II. Personajes que forjaron
Áncash ante el bicentenario 7
identidad y Creación literaria, es el último capítulo que reúne estudios
relativos a los personajes de la historia regional y en la parte final se
incluyen las creaciones literarias en verso y relatos de nuestros colabora-
dores en este género.
Estos temas son abordados con mucho conocimiento y calidad por sus
respectivos autores, y no podía faltar la creación poética con un buen
análisis y comentario del poemario "Caminos del viento" de Ángel Lavalle
Dios, poeta tumbecino, que laboró en la Universidad Nacional del Santa.
Resumen
Introducción
Armando Zarazú Aldave. Natural de Chiquián, Bolognesi. Con residencia en EE. UU.
desde 1983. Maestría en Educación otorgada por Elms College de Chicopee,
Massachusetts y Maestría en español otorgada por Central Connecticut State University.
Profesor de español en Torrington High School, profesor Adjunto de la Universidad de
Connecticut, además en el Hartford Adult Education Center. Literato, músico y escritor.
Desarrolla actividad cultural en Perú y EE. UU. Director de la revista digital
www.chiquianmarka.com.
Por esos años vivía en Aquia don Abraham Palacios, quien diariamente
hacía el recorrido de Aquia a su chacra de Manco. El camino pasaba frente
a una cueva, oculta por los matorrales, casi a la orilla del río. En uno de
esos recorridos diarios que don Abraham realizaba es creyó ver luces
que salían de la cueva, movido por la curiosidad se acercó y pudo
observar en el fondo de ella una capilla en medio de un haz de luces,
alrededor de la cual y semejante a mariposas revoloteaban pequeños
angelitos, a la vez que le pareció escuchar voces extrañas e inentendibles.
Es de entender entonces que don Abraham pusiera pies en polvorosa y
velozmente llegara a su casa. Poco después compartió su visión con dos
de sus mejores amigos, don Sócrates Rodríguez B. y don Germán Tapia
S., ambos respetables ciudadanos de Aquia.
Los mayordomos que son los encargados del día central mandan a
celebrar la misa, arman las capillas y dan de comer a los devotos que
asisten a misa y a la procesión en Conchuyacu.
Las mayoralas: se encargan de armar los montes con el aromático
romero y diversas flores de la zona que son colocados en las cuatro
esquinas del anda del señor.
Conclusiones
Bibliografía
Armado Alvarado Balarezo. Natural de Chiquián, Bolognesi. General (r) de la PIP.
Abogado por la UNMSM. Poeta, narrador y escritor, más conocido como Nalito Alvardo.
Reconocido por sus blogs: http: chiquian-querido.blogspot.com y http:chiquián-y-sus-
amigos.blogospot.com. Sus poemas figuran en muchas antologías del Perú y del
exterior.
Entendidos en la materia
comentan que la musa de los
troveros chiquianos es el aire
puro que respiran, el paisaje
que admira absorto el turista,
su dicha, su dolor, su risa, su
llanto, el recuerdo del primer
amor y la esperanza de
volverla a ver en la fiesta de
Santa Rosa, apretando su
rosario; es el pregonero que anuncia con su bombo el agua para las
sedientas sementeras; las serenatas, los juegos infantiles, las fiestas
costumbristas, los potajes, las danzas, los monumentos arqueológicos, la
flora, la fauna, las procesiones; las tardes de fútbol, de Entrada y de toros;
las huaylisheadas, las pinquichidas, el agudo canto de las pallas al ritmo
del arpa, del violín y la trompeta con sordina; el desgarrado retumbar de
la avellana en Capillapunta, los fuegos artifíciales al compás de la banda
de Mangas. En fin, es la arcilla donde se forja el espíritu telúrico, por eso
le cantan al río, a la cascada, a los nevados, al patito de la laguna, a las
faldas de Cochapata, al cerrito de Huayalpampa, a la linda chiquiana, a
Jaracoto, a la bella capuliñahui, al maíz, al trigo, al anciano, al bandolero,
a la gente de bien, a la noche de Salva como subraya en su canción "Mi
recuerdo" el escritor y compositor Mario Reyes Barba.
Omar Robles Torre. Natural de Huaraz. Licenciado en Periodismo, dirigió la revista
Kordillera. Publicó el libro de entrevistas Mishki Rimay. Así como otros de crónicas y
reportajes, poesías, relatos y cuentos. Sus artículos, crónicas y cuentos en su blog
personal www.omarroblestorre.blogspot.com– Escribir para Vivir.
En una tarde como hoy, nos cuenta Santiago Maguiña Chauca en su libro
La Semana Santa a través de la historia de la ciudad de Huaraz, publicado
en 1974, «el templo de la Soledad se encuentra aglomerado de
campesinos, quienes esperan la velación de la venerada imagen de Jesús
El Waraquí de Omarcito
Luego de que el sueño nos ganara por unos minutos en la banca del
templo nos ponemos de pie y dejamos el lugar abrigador. Mi madre, mi
hermana y Omarcito estamos muy ilusionados por este momento tan
esperado: acompañar al Nazareno en su camino al calvario.
Las personas van saliendo bien abrigadas del templo, logro ver muy
pocos campesinos en la celebración; en los últimos años la festividad se
ha ido convirtiendo en una actividad más citadina. Nos recuerda Ernesto
López Ramírez, en su libro Una historia de Huaraz, del año 2005, en un
Son las dos de la mañana y vemos que el anda de San Juan Evangelista se
mueve; nos emocionamos, es la primera imagen que saldrá en procesión;
sus devotos se encuentran listos para llevar la imagen del apóstol más
amado de Jesús en el doloroso recorrido; un triciclo transportará el
grupo electrógeno que proveerá de energía a las luminarias que
alumbrarán las imágenes. Omarcito sostiene el brazo estensible que
hemos traído para hacernos selfies; mi madre y mi hermana van
adelante, las vi con frío y algo de sueño, no creo que lleguen al final, están
cansadas, la espera en el templo las ha debilitado.
Otra de las imágenes que sale en la procesión del Waraquí es Santa María
Magdalena; la suya, es un anda más pequeña, tallada con motivos de
ángeles; ella es una de las discípulas que acompañó a Jesús desde Galilea,
símbolo del perdón y la conversión, se caracteriza por llevar una corona
de doce estrellas en la cabeza, está bellamente iluminada y con su vestido
blanco. Sus devotos que han conformado una hermandad la acompañan
fielmente. Cada anda va avanzando con lentitud, todos estamos a la
expectativa de ver salir el anda principal, en donde se encuentra Jesús
Nazareno acompañado de los cuatro soldados romanos que lo han
tomado prisionero.
Hemos llegado a la alameda Grau. Creo que este será nuestro fin.
Omarcito se siente un tanto abatido, su amigo ha desaparecido. Hay una
gran multitud. Veo pasar varios taxis station wagon color blanco, hay
mucha gente esperando en la misma alameda y yo me convenzo de que
debemos llegar hasta el mismo templo del Espíritu Santo, no creo que la
procesión demore mucho, ya van a ser las cinco de la mañana y Omarcito
hace un último esfuerzo por seguir adelante.
–Ya estamos cerca, papá; vamos a llegar –me dice con la seguridad de
lograr nuestra meta.
El reloj marca las cinco de la mañana con unos minutos más y las
primeras andas ya han llegado. El Nazareno sigue prisionero con ese
dolor en sus manos por las cuerdas que lo sujetan. En la alameda se han
instalado vendedores del rico caldo para el frío, el cual se ofrece a voz en
cuello a la gente que va llegando. Omarcito está muy emocionado; hemos
ingresado al templo, luce lleno. Ubican las andas estratégicamente para
ser adornadas con plantas nativas en el transcurso de toda la mañana. El
anda de la Virgen Dolorosa es la única que se adorna con flores. Los
cantos de dolor continúan, las emociones se liberan, «los hombres se
encuentran sin Dios, solos y desamparados, el vacío, el caos y la muerte
penden sobre todos», nos dice Marcos Yauri Montero sobre el final del
Waraquí.
La escritora Bárbara Bode, autora del libro Las campanas del silencio.
Destrucción y creación en los Andes, nos cuenta que el año 1972 la
procesión del Waraquí salía a las 3.30 de la mañana, llegaba al amanecer
y los campesinos que participaban vestían pesados ponchos de lana y
dormían en el suelo cuidando de las imágenes; había pequeños grupos
que preparaban ponche para los que hacían la vigilia.
Introducción
Rufa
Olórtegui Mariño.- Natural de Chingas, Huari. Estudió educación y antropología
social en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Es magíster en educación con
mención en educación bilingüe e intercultural. Cuenta con estudios de doctorado. Es
docente en la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo.
Macedonio Villafán Broncano.- Natural de Taricá, Huaraz. Estudió educación en la
Tayta Runtu y Tayta Awaq son las cruces del centro Poblado de Paria-
Wilcahuain. Tayta Runtu es inmenso, de una altura de 5 metros, con base
de madera sólida y el “vestido”; con los adornos que lleva encima,
adquiere un gran peso que solo varios hombres -más de cinco- pueden
llevarla sin dificultad. Tiene su “trono” de piedra y cemento en la cumbre
denominada Runtu, a kilómetro y medio al este de Paria. Es tan
imponente que puede ser vista desde todo Paria e incluso de puntos muy
distantes incluso desde la Cordillera Negra. Tayta Awaq es una cruz
mediana, de dos metros de alto también sobre una madera sólida. Con su
vestido y adornos puede ser llevado por un solo hombre, generalmente
un joven de cierta fortaleza. Su “trono” se ubica a ocho kilómetros al este
de Paria, próximo a la cumbre del nevado San Cristóbal, junto a la laguna
de Awaq, al que se accede por un camino hecho a través de una cuesta
muy pronunciada. (Fotografía 1).
Cabe señalar que los días festivos tienen como eje el domingo de carnaval
(cualquiera sea el calendario establecido por la iglesia católica y que
puede ser en febrero o marzo). Es el día domingo en que las dos cruces
de Paria asisten a la misa mayor que se realiza en el santuario del Señor
de la Soledad en la misma ciudad de Huaraz. Así se comprende cómo días
festivos el sábado anterior en que se termina de amarrar las cruces, el
lunes posterior en que se celebra misa en la capilla del propio centro
poblado y el martes como día final en que las cruces vuelves a sus tronos.
La fiesta de las cruces de Paria se inicia con la “bajada”de las cruces de sus
“tronos” una semana o más días antes del domingo de carnaval, continúa
con el amarrado de su nuevo “vestido” que debe culminar el sábado en
horas de la mañana, sigue con las velaciones del mismo sábado, el
Organización
El sistema de cargos
Participación comunitaria
Bibliografía
Fotografía 4: la
velación de
Tayta Runtu
Introducción
Herbert Cajo Escudero. Natural de Pomabamba. Abogado de profesión formado en la
Universidad Inca Garcilaso de la Vega. Trabaja en el estudio jurídico que lleva su
nombre. Se dedica a la narrativa con publicaciones múltiples.
Sumario
I. Aspectos generales
El 90% o más de los autores han sido o son profesores. Hecho que prueba
que los intelectuales obligados a pensar son mayoritariamente los
docentes que además deben cumplir con su ardua tarea de educar y
formar. En el siglo XXI, sin duda, tienen las herramientas a su alcance
para cultivarse más y estar al tanto de lo que ocurre en el mundo.
Este esfuerzo para identificar y listar los libros producidos por los
lugareños y otros autores relacionados con el tema propuesto ha tenido
diversos obstáculos, debido a que la mayoría no están en las bibliotecas,
no se encuentran en las librerías, muchas obras las tienen los propios
autores o sus familiares a quienes ha sido difícil ubicarlos. No obstante,
ello, las redes sociales han contribuido a salvar estas dificultades. Por lo
que es urgente, por lo menos, hacer una antología amplia de dichos
libros, con el fin de tener en un solo texto los más representativos
productos literarios y así tener una idea general de la creación literaria
pomabambina. No todas las obras mencionadas corresponden a obras
literarias propiamente dichas. También existen cuentos y poemas
sueltos publicados en diversas revistas, blogs y en páginas del Facebook,
por autores que no ha desarrollado un libro orgánico. Destacan entre
otros, Amelia Esparza de Santos, autora del himno a Pomabamba.
IV. Conclusiones:
La literatura pomabambina:
V. Bibliografía
Revistas
Adelante; corazón de los conchucos; el ande; el esfuerzo; forjando
Áncash; gantu hayta; los cedros; luz en las cumbres; Pomabamba;
shari.
Resumen
Danilo Barrón Pastor. Natural de Piscobamba, Mariscal Luzuriaga. Licenciado en
educación con grado de magíster. Además, tiene estudios concluidos de doctorado.
Actualmente, es docente en la UNMSM, UNFV y UJBM. Actual presidente de la
Asociación de escritores ancashinos, AEA. Dirigió diversas revistas culturales y
educativas. Con diversas publicaciones.
El arriero (1968)
Es una novela corta, de ciencia ficción como lo indica el propio autor. Sin
embargo, podemos decir, que es una crónica de un paseo familiar,
huyendo de la ciudad aglomerada por el cemento y neón.
El juramento (1994)
Culebrones
El texto inicia con, Portella, (1986) “Dicen que...” (p.22) términos que se
encuentran en la variedad lingüística del lugar, y muy frecuentemente
utilizada en este tipo de historias. El discurso oral utiliza un lenguaje
coloquial en la forma simple de las estructuras sintácticas de la
narración. El texto es sumamente lineal, utilizando palabras marcadas
por notas de pie de páginas que explican con mayor claridad el término
de algunos vocablos utilizados en el relato, con la finalidad de aclarar el
significado, esto se ubica al final del texto. Portella, (1986) narra: “El dios
Ticsi, (Divinidad en el antiguo Perú que significa fundamento, principio
“Esplendor originario, Señor, Maestro del Mundo), ordenó que los reptiles
hambrientos, fuesen los encargados de llevar a cabo el drástico castigo: el
exterminio de la humanidad”. (p. 22). Los pocos y antiguos pobladores
recuerdan vagamente este nombre. Se utiliza la analogía: de culebrón
hembra, habitante de la laguna de Ganchiscocha y el macho, que vivió en
la laguna de Yanacocha.
Este relato tiene como anexo notas sobre los culebrones, en total son
cinco, que en su mayoría son supersticiones de lo que podría ocurrir,
creencias, como reencarnaciones, transformadas en fenómenos
naturales como: aluviones, huaycos, sismos, etc.
La gongapa
El texto posee una unidad temática que viene a ser el hacer olvidar.
Volveré
Volveré un domingo de noche
Cuando tu luna dormite
En su blanda almohada
De blanco capús (p.127)
Entonces,
cómo uno quisiera
decirle a alguien
"¡Cómo me gustas!",
o cosa así,
algún piropo. (Tropel de sueños P. 92)
Milton, en este libro, escribe sus experiencias de amor. En los poemas hay
un tono confesional de un don juan irreverente, poemas dedicados a las
amadas que en épocas juveniles endulzaron su corazón. En muchos de
ellos están mencionados los nombres formaron parte de su historia.
Cuyas mujeres dejaron su ceniza, y aún el fuego sigue. Dedica
apasionadamente versos para su esposa:
Crepúsculo (A mi Padre)
Paraíso terrenal
…
Novia de los andes
ciudad señorial y generosa.
Eres transparencia de tu cielo azul,
Añoranza
Publicaciones:
Cae San Pablo y otros relatos, Sueños de paz, (narrativas), Tensando
caídas, Qoyllurwanka (poemas en quechua), Rumi Shanka (poemarios).
Rumi Shanka, publicada en 1996.
Sextillas a mi madre
¡Oh madre¡
en el milagro
oculto en tu sangre,
Ollita de barro
esculpida por dedos de amor
ollita de barro
salvada de la hoguera del tsamana. (p. 60)
A manera de oda dedica, estos versos a un utensilio nativo del lugar como
es la olla de barro.
Padre mío
Homenaje a Piscobamba
Oda a Piscobamba
Dedica sus versos al terruño que lo vio nacer. A este pueblo precolom-
bino, que en tiempos pasados fue escenario de varias civilizaciones.
Estás en mí
Peregrinaje
Un hombre va de prisa,
va huyendo de la noche,
va dejando huellas y recuerdos,
camina, levantando polvos...
Tiene las manos cuarteadas,
la frente marcada por los años
... peregrino de andar doliente
que carga su dolor sobre hombros.
El viaje es largo...
sin embargo, no le importan
los ríos y montañas que faltan cruzar.
El no puede caminar de prisa,
él es lento y solitario, pero...
tiene la experiencia de los años.
Este hombre,
sabe que la vida no retorna,
es consiente de su mundo enredado
y no lamenta su pasado. (p. 6)
ES UN HOMBRE...
¡no un mundo!, por lo tanto su huella
desaparece con el viento.
Va errante, vagabundeando,
lento, rápido y a veces corriendo.
El funeral de la vida
Piscobamba
Suspiros en la soledad
(Rondeles)
Buenavista, 1959.
I
En su ausencia,
siento
lento
dolor, que su presencia
sólo me da la esencia
de su amor... (Tropel de sueños, p. 84)
Piscobamba
Verde remanso
De amor y poesía
Aquietado apenas
Por el viento
Que ulula entre
Maizales y trigales;
Gamaniel Blanco
Cuadro minero
Indio
Venero de vida
Piscobamba (1938).
Piscobamba
Piscobamba,
Grito de silencio
Madre:
La honda amargura de perderte,
trocose en un grito
desgarrado en silencio,
sin lágrimas...
…(Tropel de sueños, p. 97)
¿Por qué?
Toma mi corazón
Canto I
Canto II
Introito
Te dedico Piscobamba, mi andino canto por el altísimo honor de haber
pisado tu suelo santo y acariciado la ternura de tus frías mañanitas, y
sentido, a la sombra de tu majestuoso eucalipto, el efluvio de tu gente y
de tus paisajes.
I
Piscobamba tierra hermosa rodeadita de colinas,
Huancashpunta diligente, Asuanayok generoso,
Huaracayok centinela de las glorias de esta tierra.
II
Piscobamba lucerito de mirada embriagadora
cuando miras acaricias si sonríes das mil besos,
juguetona palomita que posas de flor en flor.
Recitado
III
Piscobambino vas sembrando puñadito de estrellitas,
orgulloso de tu gloria vas mostrando tus tesoros,
encantos tan prodigiosos de esta tierra generosa.
Fuga
Y volveré a recorrer
a tu santo suelo para soñar,
recordaré, evocaré,
tus bellos caminos, recorreré.
Bibliografía
Barrón, D. (1992). Volveré. Editora Chavín. Lima.
Barrón, D., Pastor, M., Portella, A., Neyra, Elmer. (1998). Tropel de sueños.
Editorial Chavín. Lima.
Domínguez, S. (2012). Piscobamba, en la piedra blanca del recuerdo.
Tarea Asociación Gráfica educativa. Lima.
Egúsquiza, M. (1994. Nostalgias del alma. Editorial Libertad Eirl. Trujillo.
Egúsquiza, M. (2016). Más allá del silencio. Lima.
Egúsquiza, A. (2015). Mis rosas primerizas de Buenavista. Edit. Gráfica
Sttefany S.R.L. Lima.
Espino, G. (1999). La literatura oral o la literatura de tradición oral. Quito,
Abya yala.
La Torre, R. (1990). El retorno de los sueños. Editores gráficos SRL. Lima.
Neyra, E. (1995). Cae San Pablo… Editora Chavín. Lima.
Neyra, E. (1996). Rumi Shanka. Editora Chavín. Lima.
Neyra, E. (1999). Provincia de Mariscal Luzuriaga et Piscobamba. Lima
Club Piscobamba.
Neyra, E. (2006). Por el parque nacional Huascarán I. Tetis Graf. Editores
impresores. Lima.
Neyra, E. (2008). Evangelio de Félix Montaña. Ediciones Iaccu. Lima.
Pastor, M. (1993). Timbal de un bohemio irreverente. E. Chavín. Lima.
Pastor, E. (2006) Cómo recordar…
Portella, A. (1986) Willanakushun (contémonos) Relatos Populares
Andinos. Ateneo Andino Ediciones. Lima.
Introducción
La danza y/o teatro, -se señala por consenso-, data de los primeros años
de la dominación virreinal. Hay referencias de que en una fiesta realizada
en Potosí (1555), se representó “La ruina del Imperio Inca”, es decir; la
prisión y muerte de Atahualpa (Meneses: 1983, pp. 521-522). En las
crónicas e informaciones coloniales, existen testimonios de su gran
acogida e incorporación a la creatividad artística. En cuanto a las
circunstancias en que surgió la danza (que compromete a numerosas
personas, disfraces, diálogos, canciones y músicos), todo parece indicar
que fue:
Wilfredo Kapsoli Escudero. Natural de Pomabamba. Con licenciatura y doctorado en
Historia por la UNMSM. Profesor en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y
Ricardo Palma, con importantes cargos. Autor de una treintena de libros de historia
social, utopía andina y cultura popular. Goza de reconocimiento nacional e
internacional.
Al relato que antecede, hay que recalcar que el papel de los invasores está
a cargo de los hacendados. Estos hacían gala de su poderío
desplazándose en caballos especialmente enjaezados con pellones,
Áncash ante el bicentenario 109
monturas y jáquimas de plata. El Inca y su corte, por el contrario, no
vestían lujosamente. Las pallas y el Quispicondor eran apreciados más
por sus cantos y piruetas que por su don andino. Esta comparsa tiene una
actuación singular:
Una vestimenta exótica, le cubre el dorso una piel de ave con las alas
desplegadas en forma circular (ripran), su cabeza aparece coronada por
la creta característica y el pico; especie de montera hecha de plumas le
cubre virtualmente el rostro. Viste pantalón rosado y chaquetilla azul,
adornado con lentejuelas. Recorre las calles de la ciudad balanceándose
de un costado a otro, levanta la diestra y baja siniestra y viceversa, al son
del tintinear de un cascabel que sostiene con la mano derecha.
Mientras tanto, las pallas del Inca degollado le disparan con sus flechas,
pero el Quispicóndor los esquiva con mucha pericia.
Japallán Kamakoj (el único creador) llamó a tres cóndores que volaron
por el mundo… cada ave pudo encontrar una pareja de hombres: hembra
y macho, salvados de las hecatombes. Los tres cóndores los cargaron en
sus espaldas y regresaron a Pomabamba… las tres parejas fueron
depositadas en Pinkosmarka donde se establecieron. Sus descendientes
poblaron el continente americano”. (Yauri: 1979, pp. 11 y 12).
2. Inca – capitán
Al igual que los pueblos anteriores, Mangas está dividido en dos barrios
muy bien diferenciados. Hana Barrio (Cotos), al sur, y Ura Barrio
(Allaucay), al norte. Pero, como ya lo indicamos, ésta no es una estricta
división espacial, sino que más bien tiene que ver con el parentesco y
normalmente viven entremezclados. La pertenencia a los barrios se
transmite por línea paterna, aunque existen excepciones y otras formas
o normas de trasmisión. Aunque desde los pueblos vecinos, como
Chiquián o Llaclla, es mirado como un “pueblo de indios”, podemos decir
que es culturalmente muy mestizo.
En estas fiestas, los cargos o funciones más importantes son los de Inca y
Capitán. Esta posiblemente fue la jerarquía original, pero en la actualidad
hay una nítida inversión: el cargo más prestigioso y costoso es el de
Capitán. Es el preferido de los mishtis de la sierra central. El cargo de Inca
demanda menos gastos y generalmente lo asumen campesinos pobres o
simplemente los menos pudientes en cada localidad rural. Esta realidad
actual contrasta con el complejo ritual que acompaña al Inca: disfraz
llamativo y suntuoso, acompañamiento de las pallas y de un conjunto de
cuerdas.
3. Los atahualpas
Yo bailaba shacshas para Taita Mayo. Los shacshas de Vichay éramos los
mejores. Haciámos treinta y seis mudanzas. ¡Nadie nos ganaba! Yo me
lucía haciendo el tumpushpampé, la rueda, la estrella, la paloma y otros
pasos. Mi campero andaba celoso de mí, creía que me esforzaba para
quitarle el puesto. Pero yo bailaba por fe, por devoción al Taita Mayo.
Cuando cumplí mi segunda rueda de siete años, me entró la inquietud
por salir.
Por trabajo había que dejar la tierra. Bien duro es. Duele mucho alejarse
de la familia, de nuestros paisajes. El agua de otro sitio no es tan rica
como el agua de tu tierra. En la costa, todo seco es. Allí yo reclamaba mis
nevados, extrañaba el azul huarasino del cielo. Tristeza me llegaba a mi
corazón cuando pensaba en la fiesta de mayo, en las chinas de Palmira,
de Vichay, de Monterrey.
Ya en las calles, era otra cosa. Las chinas se pegaban a nosotros como
abejas a la miel. La gente se ofrecía a llevarnos a sus casas, a invitarnos la
bendita. Los chicos, asustados al principio, felices después, nos seguían a
todo lado.
Ese año, no hubo más comentario que para una sola danza: Los
Atahualpas de Paramonga. Y nosotros tomábamos con gusto, pues la idea
nos había salido muy buena. El año entrante, decíamos, volvemos con
más pasos, con mejores disfraces, y los penachos de plumas os hicimos
mucho más hermosos. Queríamos dejar nuevamente con la boca abierta
a los huarasinos.
Ursula Mendoza León.- Nació en Huaylas. Estudió y ejerce educación. Estudió
periodismo en la Universidad Jaime Bausate y Meza, con diplomado en estrategias
comunicativas. Presidenta-fundadora de la Asociación Nacional de Periodistas - Filial
Huaylas. Exdirectivo del Colegio de Periodistas de Áncash.
El contraste en los últimos años del siglo pasado y a la fecha todos están
abandonados los campos, depredados los bosques para construcción,
leña, teñido, artesanía, agricultura etc., y no se ha reemplazado por
indiferencia de autoridades y población en general, conforme se puede
verificar; significando un atentado contra la ecología y el hombre. La
mancomunidad de las provincias de la zona oriental de Áncash, dentro
de su plataforma de desarrollo han considerado la forestación general, el
Juan Rodríguez Jara. Nació en Piscobamba, Mariscal Luzuriaga. Poeta, escritor,
institucionalista y promotor cultural. Ganador de concursos literarios, con múltiples
reconocimientos en el Perú y el extranjero. Premio nacional Legión honor Benemérita
Guardia Civil. Autor de poemarios, antologado en muchas publicaciones.
Pronunciamiento
Por lo expuesto:
El alcalde provincial de
Mariscal Luzuriaga, en
cumplimiento al Expediente
No. 0002798-2018-MINAGRI-
SERFOR, de fecha 03 de mayo
del 2018 y la Resolución
Administrativa Nro. 051-2018-
MINANGRI- SERFOR – ATFFS-
ÁNCASH con los antecedentes y
testimonios históricos existentes en uso de sus atribuciones, previa
aprobación de su Concejo, emite la Resolución de Alcaldía Nro. 031-
2018-MPML/A, de fecha 28 de junio
de 2018 con 5 considerandos y tres
numerales de la parte resolutiva:
Atentamente.
Referencia:
1. Ofc. 10-AEA-2017, de fecha 17 de diciembre de 2017.
2. RA. 051-2018-MINAGRI-SERFOR-ATFFS-Áncash, 27 Jun. 18
3. Memorial de 24 enero 2019, firmado por los vecinos del pueblo.
De nuestra consideración:
Conclusión:
Y
Mi
Corazón
ira buscando
el eucalipto lejano
de la plaza de Piscobamba
para descansar en su sombra
y en su tallo esculpir mi nombre
para mi descanso eterno tierra mía.
Así
Será
Allí
crecí y mis lágrimas dejé contigo.
Señor eucalipto
Bibliografía.
- Visita de Santo Toribio de Mogrovejo 8° Sínodo 1594,
- Testimonio oral de Juan B. Rodríguez, autor del plantío en 1942,
- Testimonio de don Regis Neyra Malpartida 1948,
- Misceláneas Andinas de Julio Villanueva Delgado, pág., 95,
- Intento talado por Subprefecto Luis Ortiz de la Rosa 1974.
- Folleto Piscobamba y Fidel Olivas, Roberto A, Portella Egúsquiza, pág.
11.
- Reseña histórica eucalipto por Pedro Egúsquiza Durand, 02 ago.
2001.
- Revista Alma Libertana Pág. 72 Elmer Neyra Valverde 2007.
- Libro de Oro Luzuriaguino 2007 Pág. 43.
- Mediciones altura por Elmer Neyra Valverde 2009.
- Libro cuentos y Leyendas de Orlando Rodríguez Caldas Págs. 76-77.
- Reflejos andinos y alpinos de David Estrada Rodríguez, pág. 65.
- Expediente a la alcaldía Piscobamba, 22 ago. 2005.
- Revista La voz de Convente, Nro. 5 abril 2029, pág. 05.
- Revista Perú Visión No. 59. Enero 2019, pág. 21.
Elmer Félix Neyra Valverde. Nació en Piscobamba. Con estudios y grados en
educación en la UNMSM. Ejerció la docencia en colegios y en las Universidades de San
Marcos, San Martín de Porres, Universidad Garcilaso de la Vega y Universidad María
Inmaculada. Es autor de muchos libros dedicados a su natal Piscobamba como a
Áncash. Falleció en Lima el 8 de abril de 2020.
Ernst W. Middendorf escribe sobre las minas deTarica por los años 1870,
pero no dice nada de eucaliptos. Sin embargo, hay una tradición de que,
en Ancash, primero, se usó madera de eucalipto en las minas de Tarica,
provincia de Corongo. Se empleó para armazón, puntales y arcos de
socavón. Continúa la versión oral que, desde aquí, los hacendados los
llevaron a Andaymayo (actual provincia de Sihuas), luego, en un proceso
expansivo, los interesados, ya en almácigo o ya en semillas conducen a
Pomabamba y simultáneamente a Piscobamba.
En esta última localidad, capital del distrito más extenso de Áncash por
entonces, en el paraje de Huallhuá (Casca), parte de la hacienda de los
herederos de Alonso Valverde, empiezan a hacer bosques pequeños, un
tanto apretados. Tal es así que en los años 1950 había una hermosa
avenida contorneada a ambos lados por eucaliptos en el camino hacia
Pomabamba. De tal lugar llevaron unas cuantas matas a Pomachupa,
fundo de largos y oscuros litigios, pero en tal sitio hasta la fecha
sobreviven altos y robustos eucaliptos, que intentan emular al altivo
eucalipto de la plaza de Piscobamba. No es de más decir que Pomachupa,
hasta inicios del s. XX, era propiedad de los Valverde.
La conjura de un arboricidio
Jaicus
Diez de la mañana
dejaste el último suspiro,
ausentándote sin aviso,
sin el postrer abrazo.
Anita Perpetua Terry Noriega.- Doctora en Educación por la Universidad Nacional de
Trujillo; Magíster en Educación, especialidad Pedagogía Universitaria; Profesora de
Educación Secundaria, especialidad Lengua y Literatura; Titulada en Arte Dramático.
Estudios concluidos de Bibliotecología (UNT).
Hay una clara intención, continúa Meza Chunga, de motivar los signos
para hacerlos funcionar más estrechamente en sus significados y
sentidos como en “Humo”. donde el humo va inundándolo todo
vertiginosamente, en forma dinámica sin que el poeta lo diga sino lo
sienta y lo haga sentir a sus ocasionales lectores, a través de una cadena
de verbos, aturdidora, pues, el humo es el comienzo (enraíza) y el fin
(ondea).”
I. Viaje
Viaje es una palabra y como toda palabra es más palabra cuando después
de dicha alguien la recibe. Para el poeta “Viaje” supone ausencias,
recibimientos, vacíos, plenitud; supone también la impotencia de no
poder impedir las partidas inexorables de los que simplemente se van, o
como textualmente lo dice el poeta “los que parten antes”.
III. Bellamar
IV. Desierto
VII. Pelícano
VIII. Varadero
IX. Pescador II
X. Humo
“Caminos del viento” reitera los logros poéticos de varios otros poemarios
anteriores del autor y nos permite destacar, además, la simbiosis
creación/ entorno, inolvidable en toda la producción poética de Ángel
Lavalle Dios. El trabajo artístico de este poeta tumbesino exhibe con
abundancia las huellas del ambiente rural de su biografía auroral, que le
permiten tejer y labrar las vivencias cotidianas de las gentes en los
diversos escenarios en los que se inspira, no sólo el río, el mar, el viento,
los animales, sino también las nuevas querencias que abarcan su
afectividad: una calle, la azotea de un edificio, la carretera, la ciudad y sus
contrastes, los anhelos, las estrellas y todo lo demás que puede tener un
nombre: Tumbes, Trujillo, Chimbote, Huarás y cualquier lugar o detalle,
mejor si es ignoto, inédito e insignificante, pues, son precisamente estos
motivos los que con las manos del poeta tornan sublimados arpegios en
sus “mensajeros violines de cristal.”
Celebra el viento
en su canción de rueda y de camino
la fiesta de ilusiones
que es el viaje
Yo soy
el que despierta al sueño
y pide Las Casuarinas
me eleven en sus ondeantes manos
para hacerle adiós
a los que parten antes
Santa rosa
¡Roza, Luz!
En las alturas
mis ilusiones
guarda
Los ojos del silencio
rocía
mis oídos
en la noche
adiestra y deja
Su idioma de claridad
amanecer hilvane
con el clarín de las estrellas
y los gallos
Bellamar
Desierto
Vida
la canción del búho
y los caminos del reptil
luz
No sabe del amor
Áncash ante el bicentenario 155
arenales deambula soledad
Puquiales erizados
en los cactus
juega el viento
sus trenes de alegría
El sol aborda
en la estación más desolada
y va con sus pinceles anaranjados
retocando la historia de la piedra
por la celeste ruta del corazón
Corazón y mar
En los desiertos
en las lagunas
en los oscuros fogones
en las heridas abiertas
en las miserias del corazón
el mar fue humillando
la dignidad de sus sueños
incinerando las alas
De su esperanza
Terrestre patria
Es la espuma
de la sal y el agua
la única verdad
que pinta
Es vistosa
la amalgama
y no de ahora
le viene su raíz
al arcoíris
¿Tantas lunas
hubiese amadrinado
con los soles
en sus errantes manos?
Río a la mar
en sus dominios
se hizo el andamio
de tus sueños
Ahora
nadie puede
aprisionar el vuelo
de tus manos
no hubo
para tus manos vértice
ni en la línea
ni en el ancho
ni en el volumen
ni en la altura
Parpadeos
1 Varadero
Aquí es
varadero fugaz
del llanto
de la dicha
Puente
2 Puerto
Despega
en este puerto
el mar
en humo esfumando
en neblina
todos su aires
De grandeza
3 Peces
En tierra
van quedando
peces dibujados
en paredes
en puertas de vehículos
en la bandera
volando sin volar
en el escudo
Con la boca abierta
Pesca
pescador
enreda
sombras
oscurecen
pensamientos
Corazones
5 Pescador II
Mira pescador
Ojo de Uva
vino avisando
Delfines encabezan
en columnas
congrégate
másate Ballena
eje de fuerza
desplázate mécete presiona
golpea Pez Martillo
pón a Raya Pez
hacia los flancos
arriba Pez Volador
fija tus límites
Bonito Pez
pescador ruge
a toda máquina
avanza Pez
Espada en ristre
a fondo
Pez Estrella
Estréllate lumínate resplandécete
alumbra abajo
devuelve la claridad
A sus confines
6 Humo
¿Y el humo?
Humo se hace
con pies de plomo
Mi pueblo mi ciudad
mi patria mi nación
mi tierra mi universo
mi sangre mi raíz
mi ser mi humanidad
tiritan se estremecen
Cómo les duele
su costado les supura
el corazón les sangra
la frente
¡Míreseles!
¡Déseme razón
¿Quién me sigue?
Por los caminos del viento
frescas están aún
las huellas del zorro
Va cantando ¡Arriba!
la canción de la Calandria
Otea ¡Abajo!
los aullidos del lobo
acorralado se encorrala
amenaza amedrenta
extermina
llora por nosotros
sobre la sangre derramada
Pero llueve
sobre mi humanidad
relámpagos centellas
sigue lloviendo
sobre mi ser
crepita
la lluvia lava
renueva
mi sangre
mi raíz
¡Hermanos caídos!
Cayendo para levantarnos
la vista el mentón
la altura el tamaño
En alto la agonía
camina
caminando las manos
van al sol
Devolviendo sus dominios
Un álamo conozco yo
alto y hermoso.
Vive en la berma
su humanidad de bosque y sol,
besando a las noches
sus cansadas pupilas de metal.
De remotos océanos
viajero el viento viene
enamorado de su sonaja
de verde cascabel.
Álamo frondoso,
Camina a gusto el corazón
Con ese aire bueno que te eleva.
Luciérnaga
La proa de mi camino
viró hacia el sur
y víme en estas orillas
halado por sueños ancestrales
que atrajeron las naves
de Quitumbe, Naylamp y Takaynamo.
Hice la ruta de las golondrinas
que buscan el verano
con música en sus alas
y en su canto
la anunciación de días cálidos.
Encontré
pulidas piedras
y tierra modelada,
huellas indelebles
de otras manos como la mías
que seguirán como luciérnagas
develando las tinieblas del mar
y las endurecidas venas subterráneas;
ellas agitan el cielo con pañuelos coloreados
Se embebe el alma
que vive de recuerdos
y realidades futuras.
Dichoso el mar que siempre lame
los senos turgentes de la tierra
y el viento que cabalga arriba
encallecidos lomos
al galope de negros caballos
de blancas crines de plata.
Mira el agua
de tus ojos que brillan muy alto:
se desgaja como lágrimas a veces
como vena turbulenta
y se tiende sobre la tierra
verde y amarilla a veces
hiende su piel y se alarga
cual dulce raíz del mar.
Nuestras páginas han presentado todos estos años, las propuestas de ley
de nuestros legisladores para la región y las críticas que les formulamos
en su momento para corregir errores.
Feliciano Apolinario.- Nació en Piscobamba. Estudió Ciencias de la comunicación en
la universidad San Martin de Porras. Trabajó como reportero gráfico en la GUE. Alfonso
Ugarte. Luego en la Ugel 03 de Lima. Fue director de las revistas; “Perú Áncash” y “Perú
Visión”. Exdirigente del club y, Áncash. Ha recibido reconocimientos de la MPML, CP,
y CÁ.
Perú Visión ha sido todo este tiempo, la publicación que sobrevivió a los
más duros embates y dificultades económicas, que acechan a las publica-
ciones no diarias, pero nada nos amedrentó para seguir adelante; hasta
la llegada de esta pandemia que también tocó nuestras puertas.
Perú Visión ha sido además una ventana para difundir las opiniones de
hombres y mujeres pensantes de la región y la necesidad de impulsar el
turismo, aprovechando la fascinante belleza de nuestros atractivos
naturales siendo la actividad más rentable nadie apuesta como lo hacen
otros pueblos, debe crearse circuitos turísticos por medio de las
municipalidades, dar facilidades para construir hoteles, restaurantes
tanto en la población como en sus lugares de atracción, como viene
haciendo el distrito de Antonio Raimondi en Chiquián y la ciudad de
Pomabamba que ha impulsado la organización de actividades.
Nada nos ha desalentado, estos años, ni las crisis políticas que han
sacudido al país ni la oscura actuación de los gobernadores regionales
que, lejos de trabajar con honestidad por el desarrollo de nuestros
pueblos, han insistido en el mal uso de los fondos públicos, generando
abandono y atraso en decenas de obras públicas.
Laura Nivin Vargas. Natural de la ciudad de Huaraz, Áncash. Doctora en Educación
y Magíster en Políticas Sociales, investigadora Renacyt, docente investigadora y
directora de Autor y Patentes en la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo.
Asimismo, es miembro e investigadora del Instituto Ancashino de Estudios Andinos,
INADEA.
Víctor Hugo Alvìtez / “Pisadiablo”.- Natural de San Miguel (Cajamarca). Con
formación en gestión cultural, bibliotecología y archivística por la Pontificia Universidad
Católica. Trabaja en la Universidad Nacional del Santa. Creó el Centro de Información
y Documentación “Ancash”. Autor de libros de poesía, narrativa y revistas. Reconocido
promotor cultural.
Se reconoce, aún hoy en día, que el agua filtraba a través de las piedras y
el limo se depositaba sobre la arena granítica. Al sur del miserable pueblo
de Huambacho (donde los indios celebran la fiesta de San Francisco y nos
divirtieron toda la noche al son de las campanas y tambores), se observa
también un inmenso acueducto (amurallado) y las piedras dispuestas
para recibir el limo. Los Incas hicieron lo que hacen todos los
conquistadores: ellos arruinan para conquistar sobre provincias
despobladas. Ellos no solamente mataron y se llevaron a los habitantes
“Esta isla como todas las otras, la de Santa, de Chimbote, sin una brizna
de vegetación, rocas desnudas y descarnadas. Desierto hasta el río Santa,
torrente que a menudo impidió en otro tiempo la marcha de los correos
entre Quito y Lima. Se quedaba 8 – 10 días sin atreverse a pasarlo, ni
siquiera con Chimbadores. Ingenieros españoles han gastado allí 80,000
pesos para construir un puerto que nunca pudieron acabar. Finalmente,
en 1800, el Sr. Coguet, profesor de mineralogía en Lima ha establecido
allí una balsa unida a cables que hacen el péndulo y luego un puente de
hamaca estilo indígena, pero balanceándose poco porque es detenido por
cuerdas en los costados. Él tiene el privilegio durante 30 años de pedir 2
pesos por carga transportada, lo que le da 5-6000 pesos por año. Es
“Lo que admira en Humboldt no son sus observaciones, sino aquellas vastas
miradas en conjunto, aquellas rectas deducciones sacadas de las
Bibliografía
Hemerografía
Alvítez Moncada, Víctor Hugo. ALEXANDER von HUMBOLDT. Doscientos
años de su vista a Chimbote. Chimbote, folleto, 08 págs. 2002.
Lincografía
1. https://www.google.com/
2. https://es.wikipedia.org/
3. https://www.elcomercio.com/tendencias/alexandervonhumboldt-
simonbolivar-ciencia-historia-libro.html
4. https://www.portafolio.co/opinion/manuel-jose-cardenas/bolivar-
y-humboldt-514436
5. http://criticalatinoamericana.com/simon-bolivar-y-alexander-von-
humboldt-una-cuestion-de-tamano/
6. http//:crónicaspisadiablescas.com Director: Víctor Hugo Alvitez
Moncada.
Carmela Fry Palacios. Limeña de raíces ancashinas. Docente del Área de
Comunicación del Colegio Militar Leoncio Pardo de La Perla, Callao. Fundadora y
directora del Taller Extramuro Póetico. Autora de libros de poesía y narrativa. Actual
integrante del Consejo Directivo de AEA.
A los siete años inicia su periplo por el mundo del arte a través de su
canto y la guitarra, en el Centro Escolar N° 336 de la ciudad de Aija, donde
perfeccionó su técnica musical a la par de las clases tradicionales.
Los temas centrales abordados por Jacinto Palacios versan sobre el amor
romántico, los infortunios e hitos que afronta el ser humano, la valora-
ción del hombre y su labor en la tierra, las minas, el campo, la
heterogénea riqueza natural andina, personajes y justicieros de la época.
Considero que su temática dominante bordea lo social y lo amoroso.
Despliegue artístico:
Principales Premios
Trayectoria y devenir:
En el año 1928 viaja a la capital del Perú con su Mujer Andina, su esposa,
María Benilde Asunción Coral García y posteriormente, nacieron sus
hijos Aurora, Alfredo, Olga y César Jacinto Palacios Coral, residiendo en
un departamento de 2do. piso, en El Porvenir cerca al parque Cánepa, del
distrito de La Victoria.
Coincidentemente a partir del año 2008 (en que falleció el hijo mayor de
Jacinto), el mencionado sobrino, empieza a publicar en Youtube los
temas musicalizados y otros videos del Legado de Jacinto Palacios, hecho
que la familia Palacios (descendientes directos) están sumamente
agradecidos solo por la difusión.
Existen dos cartas originales escritas y cursadas por su hija Olga Palacios
Coral, que reclama e invoca a los dos señores citados, la devolución del
Legado y cuadernos con la finalidad de centralizar toda documentación
de JPZ en un “Fondo Documental” en la Biblioteca del Club Áncash o
Ministerio de Cultura para preservar su legado y brindar el acceso a los
familiares, investigadores y público en general.
Ruta:
Bueno, aunque quizás pueda parecer medio grotesco, tengo que decirlo:
voy a hablar, precisamente, de un “chupabarro”, es decir, de un
pallasquino: un intelectual que es considerado por la prestigiosa
Enciclopedia Lexus, como uno de los “grandes forjadores del Perú”.
1 El título de la presente semblanza se lo debemos al recordado maestro Luis Alberto Sánchez, quien
escribió –respecto de Áncash, una historia regional peruana” lo siguiente: “… libro de un historiador
enamorado del paisaje, de un ancashino con mente universal” (Suplemento dominical del diario El Día.
Montevideo, Uruguay, 25 de agosto de 1970).
Bernardo Rafael Álvarez.-Natural de Pallasca. Poeta, ensayista y escritor. Forma parte
3 Shipir: Coger y jalar o sacudir con violencia la pelambre de la sien, generalmente como castigo
(antiguamente lo hacían los profesores primarios, a algunos alumnos que se portaban mal o no
contestaban correctamente las preguntas que se les hacía).
Como diplomático, fue condecorado con la Orden del Sol del Perú, Orden
San Carlos de Colombia, Orden Vasco Núñez de Balboa de Panamá,
Caballero de Madara de Bulgaria y La Gran Cruz de Plata de Austria,
habiendo cumplido a cabalidad y con prestancia las representaciones
como Delegado Alterno ante la UNESCO y Embajador ante Panamá y
Bulgaria, y dirigido la Academia Diplomática del Perú.
Nos habla, también, con justo orgullo, del extraordinario arte lítico de
cultura Pallasca puesto de manifiesto especialmente en el trabajo
escultórico: “Los rasgos humanos –nos dice-, en manos de los escultores
pallasquinos, adquieren una impresionante grandeza expresiva”. “Los
sentimientos de severidad y nobleza –agrega- son fijados mediante líneas
simples magníficamente trazadas y talladas”. Esto, concluye, “revela, por
consiguiente, una cultura superior entre los pueblos de la época
precolombina”. Por otra parte, expone, pulcra y minuciosamente, la tesis
según la cual Andamarca, el pueblo “que hoy se considera perdido no es
otro que el de Pallasca”, cercano al Tablachaca, río en cuyas
inmediaciones –según el viajero Charles Wiener- fue ejecutado Huáscar,
el ultimo inca legítimo del Imperio Incaico.
Uno de los más bellos textos sobre Pallasca y, en general, sobre la sierra
de Áncash, es el titulado precisamente Sierra de mi Perú, publicado en el
libro del mismo nombre, en 1988, y en el que se hace una menuda
descripción de algunos aspectos de la vida en los Andes, echando mano
incluso a expresiones propias del castellano pallasquino. Y hay, allí, una
muestra de comprensible regocijo y amor telúrico, y quizás por ello son
citados estos versos de Vallejo (que, además, sirven para dar título al
Vladimir Villavicencio Angulo.- Natural de Huari. Docente de Lengua-Literatura en
colegios, Institutos, Universidades de Huaral y Lima. Tiene estudios de maestría en
docencia superior. Actual vicepresidente de la Asociación de Escritores Huaralinos.
Cuenta con libros publicados y muchos reconocimientos, incluyendo del Congreso de
la República y Mincetur.
Al Huascarán
Río Quillcay
---
Introducción
Provincia de Ocros
Por los años sesenta co-dirigió con Arturo Aranda la revista “Eco
Regional”, en el calor de la vida institucional de los migrantes ancashinos.
La revista era de carácter cultural en la que colaboraban con sus
artículos, intelectuales de aquella época como el antropólogo José María
Arguedas que publicó su cuento “Warma Kuyay”.
Por esos años también publica la revista Yerupajá, que él dirigiera, y que
salió en dos números, como vocero del Centro Unión Hijos de la provincia
La fiesta del agua – Agricultura de riego y culto a los dioses del agua en la
cuenca de Santa Eulalia, Huarochirí, Perú – 2020 (Coautor)
Danza de las cruces en Huaraz (2020) (Coautor)
En las obras trata de rescatar nuestro pasado, rico en historia y valor de
sus hombres y mujeres.
La variedad de ponencias presentadas en Congresos Nacionales y
Regionales están publicadas en el libro “Por los caminos del Perú”
Artículos publicados en Gaceta Sanmarquina
Pizarro y Atahualpa en la fiesta de San Santiago de Chilcas: Primera época
Vigencia de la comunidad campesina: técnicas agrícolas y ganadería en
Raján, Llipa y Cajamarquilla (1965 – 1969)
Artículos publicados en revistas y compilaciones
Formas de control social y cambio cultural en la comunidad de Chilcas.
Participación del campesinado en la guerra de resistencia contra la
invasión chilena.
La resistencia campesina y el folclor
Antigüedad y porvenir del huayno.
Minería y comunidades campesinas.
Vigencia crítica de la comunidad campesina en el escenario del Perú
moderno.
El Sr. Edwin Zeballos Bazán del distrito de Ocros que escribió textos
educativos, dirigió la revista Ocros, (1974 – Lima), órgano informativo
del Centro Regional Ocros Solidario. Da a conocer la inquietud
institucional en los aspectos social, cultural, deportivo y temas de
reflexión referidos a Ocros.
Compositores
Intérpretes
Ocros: Juan Prieto Ramírez “El chacchaco de Ocros”, Diony Dueñas (la
ocrosinita)
Músicos
Literatura: poesías
Sentir quechua
“¿Y qué diremos de los bonitos paisajes de nuestro pueblo que le adornan
una serie de colinas, praderas, escarpadas, etc. Y en los que se ven
motivos elocuentes de su belleza. ¿Quién no se encantaría al ver en este
cuadro una pastorita sentada sobre un peñón pareciendo estar pensando
con su kalla en la mano, cuando de repente el perrito pastor le distrae
con un reto al cóndor que orondo vuela sobre ellos batiendo sus largas
alas?
El tiempo pasó,
la juventud creció,
frutos dio,
también envejeció,
pero huellas dejó.
Escuelita de mi niñez
Manuel Cruz
En su chocita de paja
hermosa como la luz de la nieve,
Áncash ante el bicentenario 232
más que el manantial enamorada,
bailando en los arcoiris
con sus ushas y sus chihuas
va por la puna helada,
¡Ñati, la pastora del Ande!
Rosa Osorio
Poesía cantada
Ay pampa de Llipa,
allí donde te conocí.
Ay cholita, llipinita,
dueña de mi corazón.
Al pie de un aliso
fue nuestro primer amor,
donde me juraste;
amor solo para mí.
Dedicación Padilla
Chilcasinita
Azucenita
Durazno dulce
Pacaicito mi yawarshonco
bajo tu sombra yo he soñado.
Fuga
Áncash ante el bicentenario 234
Me marcharé, me marcharé
¡ay! de tu vida
orgulloso de esta tierra
en que yo he nacido.
La vicuñita
Acuérdate palomita
la vida que hemos pasado,
en una noche de luna
llorando nos despedimos.
Docentes
A diferencia del pasado, la sociedad actual, está cada vez más invadida de
nuevos conocimientos, tecnologías y cambios sociales y culturales que
demandan aprendizajes más complejos y una educación que no termina
en la escuela formal, escolarizada, sino que tiene que extenderse durante
toda la vida. La educación virtual va tomando cuerpo en los actuales
momentos debido a la pandemia, que no permite la presencia física, para
evitar contagio de Covid 19.
Bibliografía
Alumnos Del
Colegio Mixto
Santo Domingo
de Guzmán de
Ocros desfilan
en homenaje a
la creación de la
provincia de
Ocros (15-7-
1990) Texto:
Ocros, tierra del
encanto.
Delegaciones de los
distritos de Chilcas y Acas
prestos para e desfile por
creación de Provincia de
Ocros (Julio 1990) Texto:
Ocros, tierra del encanto
Introducción
Lucio Meza Marcos.- Natural de Chavín de Huántar, provincia de Huari. Docente y
promotor cultural y turístico. Autor del libro “Templo y dioses de Chavín”. Cuenta con
infinidad de artículos que los divulga a través de las redes sociales.
A fines de 1942 MGM, por orden de Tello viajó a Lima para realizar
labores arqueológicas en el Museo Nacional, después es trasladado a las
ruinas de Pachacamac sector Templo de la luna desempeñándose como
vigilante de obras.
Poco después (1955), fue designado para retirar los extractos aluviales
de la zona arqueológica, dedicándose íntegramente a la restauración,
conservación y limpieza general del templo de Chavín, labores que
realizo hasta julio de 1966. Fecha en la que suspendió los trabajos de
campo para entregar la zona arqueológica al “Proyecto Chavín” de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos dirigido por los arqueólogos
Luis Guillermo Lumbreras y Hernán Amat Olazabal, el proyecto estuvo
financiado por la Corporación del Santa y luego por CRYRZA.
Reconocimientos:
Adrián Coral García: político e intelectual del siglo XX, tiene aportes
interesantísimos a la cultura local que publicó en diferentes medios de
aquella época. Ocupó el sillón municipal entre 1943 a 1945. Cuando él
ejercía la alcaldía ocurrió el aluvión de Chavín.
“Yo era un poco niña todavía y mi madre Francisca Aldave me llevo hacia
Conococha para visitar al tío Juan Ibarra que tenía una manada de ganado
lanar, unas cuantas vacas un par de burros y un caballo, en el lugar nos
quedamos una semana, mi única preocupación fue jugar con las
borreguitas tiernas y ayudar a arrear el ganado a las seis de la tarde
completamente arropada y cuando llovía me dejaban en la choza para no
mojarme”.
Claudio Alfonso Aranda Ibarra. Natural de Chiquián, Bolognesi. Contador público
colegiado por la Universidad Nacional José Faustino Sánchez Carrión de Huacho.
Compositor e intérprete de música ancashina, como muchos discos grabados. Servidor
público con residencia en Huaraz.
Una vez que lo vimos despuntar una curva del sendero pedregoso y
angosto, ambas levantamos el puño y extendiendo los dedos observamos
nuestra moneda nueva y reluciente, con esplendor propio de los valores
más hermosos que en nuestras manos frías y entumecidas orondas se
lucían como el luminoso astro que probablemente de vergüenza, se
ocultaba entre las nubes blancas y hermosas como nuestros sueños
mismos. Cuando despertamos de nuestra obnubilación placentera,
acordamos reiniciar nuestro recorrido hacia nuestro domicilio,
acicateadas por llegar cuanto antes a nuestra morada caminamos y de
rato en rato divisábamos nuestro pequeño tesoro para constatar que no
se nos había escurrido entre los dedos entumecidos por el viento helado
de las alturas. No reparamos en que tiempo llegamos a casa,
probablemente en pocas horas, pero, ni bien los llegamos a nuestra
morada le enseñamos nuestra fortuna a los familiares más cercanos con
el advertimiento de que no le cuenten a nadie, lo que nos había pasado.
Pasaron las horas, los días y los meses no sé cómo, casi todo el pueblo se
enteró de nuestro fortuito encuentro y nuestras monedas sirvieron para
que el pueblo se entere de lo dadivoso que era nuestro personaje, de
tanto mostrarlo y lucirlo ante la comunidad chiquiana nuestros valores
siguieron el brillo que nos deslumbró al momento que nos entregaba el
presente, varias noches no pude dormir pensando en el valor del bien, la
posibilidad del robo, la posibilidad de perderlo o que alguien me lo
arranche y se corra con la joya. La Mamá Panchita tenía un baúl de
acabados brillosos y hermosos en el que guardaba las prendas más
valiosas para ella, y una de ellas fue su hermosa moneda, solamente
cuando requería de algo urgente abría el baúl y al revisar la prenda la
frotaba con una tela de color oscuro, la joya volvía a brillar como siempre
y la guardaba en un rinconcito del cofre. El año 1913 la Mamá Juana tuvo
una linda hija del abuelo Enrique Ibarra, de ojos claros tirando para
celestes, cabellera ondulada, naricita aguileña, pestañas risadas, cejas
Fuga
Quiérame, quiéreme cholita
ámame, ámame negrita
si tú me quieres yo te querré
con mi versito te engañaré
Caminos andinos
I
Caminos de herradura estrechos y peligrosos
por donde transitan los campesinos ataviados
con sus vestidos de colores resplandecientes
reflejando los rayos del sol, muy relucientes
II
A su paso ligero se dibujan sus curvas
al recorrer las acémilas señalan sus órbitas
dejando señuelos con olor hediondo y sano
de forraje silvestre masticado en invierno
III
Vanidosos arbustos con flores de colores
oriundos de la zona asoman como fantoches
orlando con su encanto las riveras del camino
¿qué hermoso se vislumbra en tu entorno?
IV
Con cansino andar recorre el campesino
tarde y mañana porque así es su destino
llevando una lampa, un pico y un martillo
no transporta ni un centavo en el bolsillo
V
Te hicieron camino de tanto transitar tu valle
te dibujaron varias veces, como a una calle
eres la solución para llegar al lugar indicado
agilito, sin peligro, con el corazón reposado
VI
De tanto andar deduzco la hora de mi llegada
a visitar a mi amor que se halla en la empinada
loma por la que circulan las aves más hermosas
de tu valles verdes y fragancias vaporosas
VII
Por tu sendero recorro extasiado por tu belleza
bebo en tus manantiales y refresco mi tristeza
recojo bellas flores silvestres para mi amada
que la pondrá en el altar frente a su almohada
Áncash ante el bicentenario 253
VIII
Todo nuestro vasto imperio lucía verde y florido
ahora han perdido hasta su hermoso colorido
los chasquis eran los verdaderos mensajeros
que transitaban tus caminos todos contentos
IX
Ahora te recuerdo y te recorro con mucho agrado
por placer y por los años hermosos que he vivido
que al contemplar mis zapatazos destrozados
caminos estrechos me traen muchos recuerdos
De tanto contemplar tus mañanas, tus tardes y las noches oscuras, por la
calle veintiocho de julio observe que caminaba un hombre de más o
menos 55 años, cara redonda, ojos pardos, cabellos ligeramente castaños
pestañas y cejas hirsutas, labios finos, nariz aguileña, cuello pequeño y
grueso, de talla mediana probablemente un metro sesenta y tres,
pantalones anchos, camisa a cuadros, zapatos anchos posiblemente de
talla 39 o cuarenta o tal vez le quedaban grandes por la manera de andar
tambaleante… ¿Quién sería ese ser tan original y desconocido en el
pueblo , ¡jamás lo había visto!... Pasó una cuadra, caminando balanceado
toda su humanidad, y de pronto de la vereda del frente, le saludó el
capitán de la guardia civil, buenas noches, doctor… Muy buenas las tenga
usted, capitán le contestó el fulano, yo me fui pensando, ¿Cómo puede ser
¡Este fulano debe estar con el estómago revuelto por haber consumido
una tonelada de comida de ayer!, No, seas malo pariente, a mí me parece
la presentación de una banda de Huancayo con instrumentos de viento
conformado por trompetas y saxofonistas desafinados y desacom-
pasados, seguimos dos cuadras detrás del fulano y su retreta no cesaba,
hasta que poco a poco terminó su exhibición y nos regresamos riéndonos
del acontecimiento tan divertido.
Los minutos pasaban, las horas lo mismo, los días también, los meses se
agolparon unos a otros, los años también, llegaron dentistas jóvenes para
trabajar en la posta medica de la ciudad, los métodos, las medicinas, los,
procedimientos eran otros, pero, ya no estaba el personaje pintoresco y
muy útil del pueblo, no ha regresado a recorrer las calles de mi
ciudad…Un ser humano se ha marchado y no sabemos qué rumbo
definitivo habrá tomado… ¿Algún día volverá a Chiquián, solo Dios
sabe...? Ya nos hemos olvidado de nuestros conceptos equivocados
respecto al “Cuca Doctor”, pero en realidad solamente le observábamos…
Resumen
Luis Salazar Mejía. – Luis Salazar Mejía, Licenciado en Educación – Historia por la
UNMSM y con estudios de Musicología en la Universidad de Ginebra – Suiza, ha sido
profesor en la ESFA – Áncash y en la Escuela nacional superior de folklore José María
Arguedas de Lima. Cuenta con varias grabaciones. Conciertos en el Perú y en el
extranjero. Ha publicado; Método de guitarra andina, El misterio del cóndor y diversos
artículos sobre música peruana. Con su hermano José Antonio forma el dúo de Los
hermanos del Ande.
1. Su vida
Los temas que abarca son variados: clínica médica, metabolismo de las
células sanguíneas, metabolismo de los grupos sulfidrilos, los efectos de
las radiaciones y el metabolismo de las células malignas.
Sin dejar de lado su amor por la ciencia, tuvo tiempo para desarrollar un
romance y se casó en Norteamérica con una admirable mujer, con quien
tuvo a su hijo Renzo, quien perdiera la vida en un accidente
automovilístico.
Salazar (2007) hace hincapié sobre las motivaciones del sabio ancashino:
A inicios del gobierno del Dr. José Luís Bustamante y Rivero (1945-
1948), el Parlamento Nacional aprobó una nueva Ley Universitaria, en la
que se incorporaba el tercio estudiantil en los Órganos de Gobierno de la
Universidad. Se establecieron las Cátedras Paralelas. En Bioquímica
estuvo la Cátedra a cargo del Prof. Alberto Guzmán Barrón y su grupo, y
otra cátedra a cargo de profesores del Instituto de Biología Andina.
Eleazar Guzmán Barrón vuelve al Perú en 1946 cargado de honores y
convertido en una celebridad científica. “Excelente expositor y
conferencista, brindó conferencias magistrales en la Academia de
medicina de San Fernando, En el círculo Militar, en la Academia Nacional
de las Ciencias, y en otras instituciones científicas, nacionales y
extranjeras” (Barrón, 2015).
Salazar (2007) reafirma lo anterior y señala:
En 1949, durante otra visita que hizo al Perú, en diciembre de ese año,
fue incorporado como Catedrático Honorario de la Facultad de Medicina
de San Fernando. En la ceremonia de incorporación disertó sobre: Vías
de la fase oxidativa del metabolismo del hidrato de carbono
(Estremadoyro, 1980). Su discurso entonces, aunque versó acerca de un
tema científico, volvió a plantear el tema de la crisis universitaria
peruana, como si aún hubiese estado viviendo en los días de la reforma
de 1919. Finalmente, hizo un llamado a la unidad del gremio médico y a
la necesidad de iniciar investigaciones a partir de la realidad peruana.
En forma paralela a sus investigaciones científicas, no dejaba de
interesarse por la cuestión nacional. En 1952 hizo evidente, una vez más,
su entusiasmo peruanista al formular el proyecto de un Consejo Nacional
de Investigaciones. Eleazar Guzmán Barrón había planeado aquella
entidad dentro de vastas perspectivas y con un sentido descentralizador,
crear:
- Un Instituto Biológico en Iquitos;
- Un Instituto histórico, arqueológico, antropológico y lingüístico
en el Cuzco.
- Un Instituto de Desarrollo Económico y de Población.
- y un Instituto de Física y Química Nuclear.
2. Sus publicaciones
Gracias a María del Pilar Barrón Tello (2010, pp. 16-17), tenemos la
relación cronológica de sus principales publicaciones:
Conclusiones
Referencias bibliográficas
Agustín Zúñiga Gamarra. – Natural de Chiquián, Bolognesi. Físico por la Universidad
Nacional de Ingeniería. Doctor en Física Nuclear por la Universidad Estadual de
Campinas, Brasil. Profesor Principal de la UNMSM, UNI, UNFV. Director de
Producción en el Instituto Peruano de Energía Nuclear. Prolífico escritor con obras
inéditas.
A la distancia la nostalgia
por nuestro país de origen aumenta.
En cada palabra, imagen y música
que lo identificamos
queremos recordar a nuestras raíces.
En nuestra esencia están vivos
la geografía, bailes, comida y
palabras de nuestros padres y ancestros.
Sin embargo, cuando pasan los años
se nos va borrando esa historia
que con dolor queremos retenerla.
Por ello, un libro como este,
nos devolverá esa esencia que
nos pertenece y enorgullece.
La historia del Perú Imperial.
Los fundamentos
En la conferencia, los fundamentos de la propuesta se sustentaban en el
reconocimiento actual que hay en el mundo: la importancia del
conocimiento como factor principal para alcanzar desarrollo sostenible
el cual tiene que ver con el bienestar.
Principios
El conocimiento agrega valor.
En la educación del saber al hacer.
En cuanto al conocimiento de lo local a lo universal y viceversa
Reconocer que el Perú es andino
Fortalecer el ser ético.
Capacidades
- Transformación
- Organización
Cuando nos referimos a una ecuación, los entendemos como una relación
entre dos términos, en la derecha ponemos las entradas (las causas) y en
la izquierda los resultados (las consecuencias). Esta representación o
modelo permite obtener soluciones para alguna propiedad del sistema
que nos interese. Aquí se resume el principio fundamental de las ciencias
naturales la causalidad; si supiéramos el valor de las causas conoce-
ríamos el valor de las consecuencias esto en una visión determinista; sin
embargo, hay muchos fenómenos donde los resultados no se pueden
predecir por las dificultades de disponer modelos en el lenguaje
matemático, en esos casos ahora la ciencia está utilizando técnicas de
manejo de muchos datos (big data) ayudados de las disponibilidad de
sensores y la gran potencia de computación (es la cara de la revolución
tecnológica 4.0); así, estas tecnologías ayudan a los procesos caóticos o
complejos.
La evolución
El bienestar
Las necesidades
Figura 5. Representación
de las tecnologías
emergentes según una ola
(desde Gartner)
Propuesta en CTI
De todos los artículos elegimos aquel que sea más afín a nuestra
especialidad (fortaleza) en este caso electrónico y a nuestra necesidad
concreta. Así, se escogió el artículo siguiente: “Smart water dripping
system for agricultura / farming” (Sowmya D., sept. 2019). Ese artículo
se puede descargar y encontrar detalles de los que han hecho utilizando
las nuevas tecnologías, al ser una publicación reciente, significa que es un
conocimiento fresco.
Epílogo
Buen gallo
(Cuento)
Las curvas del camino que aparecían unas tras otras eran semejantes a
los que habíamos dejado horas atrás. Ascendían cual serpientes
trepadoras desde las tierras cálidas y abrigadas hasta la cima de los
cerros donde el frío muerde y entumece los huesos.
Yo, cual San Pedro en el pleno martirio, con mis patas aprisionadas por
la cuerda, la sangre golpeándome el cerebro, los ojos enrojecidos y las
venas de mis oídos zumbándome interminablemente iba dormitando. En
los instantes que ligeramente abría mis ojos se dibujaba la inmensa
pampa llena de cascajos y al fondo los perfiles de los cerros debajo del
cielo azul.
Parado en medio del camino no sabía qué decisión tomar. Por primera
vez me sentí desprotegido. Ante la adversidad simplemente tuve que
darme fuerzas y confiar en mí. Mis armas nunca me fallaron, ni en las
lides más reñidas. Siempre he dado gracias a estas espuelas y a este pico
victorioso en las batallas.
Para vencer el infortunio, una y mil veces repetía en silencio: «El mundo
es hermoso y la vida también. Para vivir es necesario luchar. El futuro está
en nuestras manos. Lo construimos nosotros mismos. No es cierta aquella
afirmación: ´Ya todo está escrito´, ´Ya nada podemos hacer´. Aquellos seres
con una fortaleza espiritual, con convicción, decisión y coraje siempre
triunfarán. A los necios y pusilánimes les espera la derrota».
Corría cerrando mis ojos por entre la polvareda, pero al llegar al final de
la curva el camino se diluía y volvía a aparecer más arriba, entonces
decidí correr en línea recta cuesta arriba por entre las yerbas y arbustos.
Jadeando, con el pico abierto, de entre las malezas, trataba de ubicar el
camino con la esperanza de verle a Críspulo. Estaba seguro que él nunca
me abandonaría. Quizá al darse cuenta que no estaba su gallo cautivo
Ahora, mi problema era a dónde ir, a qué casa llegar. Era un perfecto
desconocido, un don nadie. En aquellas horas en que hacía falta las ideas
claras recordé los consejos que siempre solía decir mi padre: «Un gallo
siempre tiene buen olfato, huele a las gallinas, aunque estuvieran ence-
rradas con siete candados». Para comprobar si era cierto corrí por dónde
mi intuición me llevaba y me topé con un enorme muro. Hice esfuerzos
supremos, salté tan alto y casi volando llegué a la parte más alta de la
pared. Desde allí pude ver a las gallinas que tan despreocupadas se
paseaban en el corral. Como buen gallo, respiré hondo, di unos aletazos
tan fuertes y me salió el ¡quiquiriquí! de siempre. Al escuchar mi voz,
sorprendidas y con mucha curiosidad alzaron sus miradas. El gallo del
corral, herido en su amor propio, saltó como un rayo a defender lo que
era suyo. Para mí, un gallo osado, audaz y atrevido, no fue problema. De
un salto caí a una prudente distancia, ericé las plumas que adornaban mi
precioso cuello, di unos cuantos picotazos al suelo midiéndolo y
estudiando su reacción. Noté que era un gallo de mi edad, también muy
valiente que no permitía a ningún intruso dentro de sus dominios. Me
acerqué lo más que pude, mientras las gallinas casi incrédulas por mi
Él quiso vengarse del primer sopapo recibido, y yo intuí lo que iba hacer.
Dio un salto con las espuelas al frente y el pico dispuesto acabar conmigo.
Encogí el cuerpo lo más que pude y él pasó sobre mí como un vendaval.
Cuando trató de incorporarse yo lo esperaba con el escudo y la espada
para el ataque. Desesperado, se levantó como pudo y salto en falso y esto
causó risa a todas las gallinas y muchas de ellas disimuladamente
empezaron a burlarse de su gallo. Al verme dispuesto para el ataque, se
descontroló, con la cresta enrojecida por la ira saltó sin medir a dónde
llegaría su estocada, momento que aproveché para cogerlo en el airé.
Primero fue un aletazo de izquierda y otro de derecha casi simul-
táneamente que lo atolondró, mientras mis dos espuelas se clavaron en
sus dos costados y rematé con un picotazo tan feroz en la parte superior
del pico. Los efectos sucesivos de mis ataques lo dejaron desarmado. Con
el dolor que le hacía ver estrellas empezó a correr para refugiarse entre
las rejas en un rincón del gallinero.
Entre estas y otras cavilaciones, junto a las gallinas que me tenían tanta
estimación, acostumbraba a bañarme con tierra y polvo. Acurrucado en
el pequeño hoyo, casi como soñando, con los ojos cerrados recordaba
aquella canción:
Cuando cerré mis ojos escuché el canto victorioso de las batallas, pues la
voz resonante de mi sucesor, ante la admiración de mis mujeres, se
paseaba triunfante y glorioso por todo el corral.
Mama Llanchi
(Cuento)
Las manos de Mama Llanchi eran tan sabias, tan diestras y tan
prodigiosas que curaban las enfermedades más raras y desconocidas que
la humanidad haya visto. Para todo mal siempre encontraba un remedio.
Ella no era una académica egresada de las universidades más
prestigiosas ni hacía alarde de títulos honoríficos. Su práctica de
curandera y su conocimiento de los secretos de las yerbas y plantas
medicinales eran su carta de presentación.
En una ocasión estaba de paso por Canis el Dr. Melchor Lozano, quien era
el representante del Juzgado de Primera Instancia de la Provincia. Había
ido al pueblo vecino a tratar de dar solución los interminables y
ancestrales líos de linderos entre comunidades. Allí fue testigo de la rara
e increíble curación realizada por Mama Llanchi.
Ante el inminente desenlace trágico, los vecinos y los amigos, a una sola
voz exclamaron: «¡Mama Llanchi!, ¡Mama Llanchi!, ¡ella le salvará!».
Corrieron veloz en su búsqueda y en pocos minutos la anciana ingresaba
al cuarto casi oscuro donde el hombre agonizaba y se aferraba a la vida.
Le tomó el pulso con toda frialdad y murmuró:
La mujer sobre la camilla, a orillas del río, envuelta con una frazada,
agitada y sudorosa se quejaba y deliraba con la fiebre.
Era difícil cruzar ninguno de los dos ríos. Estaba en juego la vida de su
mujer, por lo que, ante el infortunio, optó por escoger el camino más
largo y llegar a la costa por la ruta de Canis, Llipa, Huanri, Rapay, Cahua
y Pativilca.
Los peones subieron con su pesada carga hasta Cusi, faldearon Sakicocha,
y al atardecer, en medio de una torrencial lluvia llegaron a Canis.
–¡Cúrame mamacita! ¡No importa qué remedio uses! ¡Quítame este dolor!
La curandera, al ver el sufrimiento del juez, un tanto incrédula, preguntó:
–¡Doctor! ¿Usted no me va encarcelar?
–¡No madrecita linda! –Contestó el juez.
–¿Va aceptar el remedio que voy usar?
–¡Cualquier cosa, pero quítame este dolor que ya no soporto!
Mama Llanchi corrió al corral, escogió una oveja negra, luego arrancó un
pedazo de lana del trasero del animal, remojó con orina podrida y un
poco de bicarbonato e introdujo en la muela picada del Juez. Aunque el
enfermo sentía repugnancia tuvo que aceptar. Pero la medicina fue un
santo remedio porque pasado los minutos el dolor desapareció.
Pensando que el juez podría quebrantar su palabra, porque así son ellos,
se levantó con la velocidad de un rayo para desaparecer del escenario.
Ya cuando se asomaba a la puerta escuchó los quejidos agónicos de una
mujer. Sorprendida se acercó hasta el rincón donde sobre una camilla
ubicó a la moribunda. Con el pulgar de sus manos virtuosas cogió el pulso
y sintió que estaba tan débil en medio del sudor y la fiebre infernal.
Enfermas en peores condiciones había curado y lo que tenía ella era una
bronconeumonía. Unas horas más dejaría este mundo. El juez con sus
condenas y sentencias quedaría viudo.
El juez no tuvo más que reconocer que Mama Llanchi era una curandera
para sacarse el sombrero.
Don Gavino, viejo chacarero, curtido en las faenas agrarias, todas las
mañanas iba a su huerta de Yawar, ubicada en la quebrada. Nunca dejaba
su escopeta. Hasta en las noches de su soledad era su fiel compañera.
Al caer la tarde, cuando el sol daba sus últimos chisporroteos, la fiera, que
durante todo ese tiempo había permanecido rugiendo de rato en rato, en
un intento de acabar con su adversario, dio un salto tan alto para atrapar
a su víctima, y por unos segundos quedó abrazado el tronco con las
garras incrustadas en la corteza, abrió inmensamente los ojos y al caer
vertiginosamente a tierra dio un largo y prolongado rugido que sacudió
aquellas horas donde sólo se escuchaban el paso de las aguas cristalinas
por la quebrada y el intrépido canto de los chivillos, cual responsos,
invitando a la noche para descansar.
Pomallucay
- Como se comieron mis caballos, ustedes serán las acémilas hasta que
encuentre otros.
Desde entonces y hasta hoy tiene allí su morada, en esa corta planicie, el
milagroso Cristo de Pomallukay, conocido más como el Señor de
Pomallucay; ahora en una hermosa e imponente iglesia que semeja una
gran basílica y que fue construida por la organización Don Bosco de
religiosos italianos. Hasta allá acuden numerosos peregrinos desde
lejanos pueblos en busca de un milagro. Si le invocan con toda fe, el
milagro les es concedido.
Los Barrón sí que tenían la bendición de Dios, como decían ellos mismos
a través de varias generaciones que venían desde la Colonia, y acaso
desde la Conquista.
Por los años treinta del siglo pasado, cuatro hermanos Barrón eran
herederos de las mayores haciendas cuyos límites abarcaban varias
provincias de Conchucos y Huánuco que hacen cuenca hacia el río
Marañón. Sus propiedades se extendían desde los límites del flanco
oriental de la Cordillera Blanca, cruzaban el río Marañón y se
proyectaban hasta las altiplanicies de las punas huanuqueñas.
Como los cuatro eran de la misma horma, mismo tamaño, mismo color,
mismo rostro, cuando se aburrían de sus cargos se intercambiaban sin
comunicárselo a nadie. Entonces los cuatro podían ser alcalde, juez,
gobernador o cura.
El pueblo se daba cuenta del juego, pero les hacían creer a los Barrones
que no se daban cuenta.
Milagros en el terremoto
En la mañana del sismo del 70, las monjas del colegio Santa Rosa de
Huaraz, con la madre superiora a la cabeza, decidieron salir muy
temprano de paseo al Cañón del Pato en una camioneta verde manejada
por el señor Salazar. Eran trece las monjas de la congregación, pero al
paseo iban solo doce.
Hasta ahora meditan los que saben esta historia quién cometió pecado y
a quien le fue destinado el castigo o el perdón de Dios.
Los militares dijeron cómo se van a poner esto esos cholos y los generales
y sus esposas las lucieron en los inviernos de Lima o en sus viajes de
turismo por el extranjero.
Los cubanos donaron dos hospitales. Los militares dijeron esto nos hace
falta en el ejército, cambiaron los equipos y mandaron a Recuay un
hospital de campaña recompuesto.
Los militares dijeron cómo van a comer esto esos cholos, y los más
graciosos: “se les van a caer los dientes, mi general”.
Luego hicieron casitas a crédito por las que los sobrevivientes se hicieron
de grandes deudas que les quitaron el sueño los mejores años de su vida.
Ojalá que Yudi Collas tenga larga vida para sacudirnos con su frase por lo
menos una vez al año.
Cronicas actuales
En las tardes de lluvia de sus aguas nacen arco iris multicolores. En sus
límpidas aguas las truchas se deslizan ágiles y los patos de altura bucean
entre las algas y luego en comunidad descansan plácidamente en sus
orillas o isletas de ichus y pastizales. Es decir, juntos el misterio y la
belleza que la madre naturaleza ha regalado a los seres humanos.
Los campesinos andinos de los pueblos cercanos leen los signos del
movimiento del agua. Si baja el caudal en la salida hacia el río Santa en
dirección al norte, o en las filtraciones en la cabecera del río Fortaleza en
dirección oeste o de las filtraciones hacia el sur por Corpanqui, entonces,
ven un peligro para la vida, porque podrían secarse hasta las aguas de los
puquiales donde beben hombres y ganados en las épocas de estío cuando
descansan las tierras agrícolas. O de las filtraciones que acumuladas
llenan de agua sus reservorios y sus canales. Por ejemplo, a lo largo del
Áncash ante el bicentenario 317
valle del Fortaleza, donde durante el estío el río no lleva aguas, pero cuyo
subsuelo está saturado de líquido que aflora en los puquiales y
humedales a medida que el valle desciende hacia el océano.
Cuando bajan las aguas de la laguna Conococha, también bajan las aguas
de los puquiales y humedales hacia el oeste o el sur. Esto lo saben de
memoria los campesinos andinos desde tiempos remotos. Por eso desde
donde están, mediante ritos colectivos y ofrendas o en su propia mente
invocan a la laguna madre Conococha o sus venas, que no baje sus
caudales, y que más bien vuelvan sus aguas. Cuando la invocación está
cargada de fe, así ocurre y vuelven a aflorar las aguas en los humedales y
con ello la alegría de la gente. En muchos pueblos ese vínculo maternal
de las aguas con los humanos se manifiesta en rituales y coloridas fiestas
con ocasión de las limpias de reservorios y acequias. Pueblos y
comunidades enteras laboran en minkas, comparten sus alimentos y
danzan en feliz comunión animados por orquestas de arpas, violines,
saxos y otros instrumentos, cuyas melodías parecen aflorar de las
profundidades de la tierra.
Pero en este año 2010, una compañía minera Centauro SAC, con la venia
del organismo oficial del estado peruano (y con harta celeridad),
amparado en una concesión autorizada, ha comenzado la exploración de
una mina de oro y otros metales cuyas vetas recorren el subsuelo de la
laguna Conococha. Por razones técnicas, deben desaguarla o desapa-
recerla o usar sus aguas para facilitar la explotación. Para ello, a menos
de un kilómetro de la laguna sus inmensas máquinas excavadoras,
cargadores frontales y volquetes, sus tropas de obreros e ingenieros con
un dinamismo nunca visto y en turnos diurnos y nocturnos ya realizan
movimientos de tierras. Están amparados en que su concesión
comprende miles de hectáreas de la Cordillera Negra cuyos límites en sus
mapas rozan la laguna.
En estos ámbitos no hay minería sin usar agua, por lo que la laguna está
necesariamente en los planes técnicos de la empresa y concentran sus
primeros esfuerzos en ella. El amparo legal de Centauro resultó ser la
Constancia de Aprobación Automática Nº 068–2010–MEM–AAM de la
Declaración de Impacto Ambiental. Es decir, una oficina burocrática del
sector minería había aprobado sin verificarla una especie de declaración
jurada de la empresa. Lo hizo en el sentido de que sus acciones de
exploración y explotación no iban a causar daños al medio ambiente. Lo
cual no condice con la envergadura del proyecto.
…¿No ves a esos gallinazos rondar nuestra miseria?, han de saber algo
que nosotros ya de por sí ignoramos; ¿no les estás oliendo el hedor a
muerte que desperdigan sus siniestras plumas cuando aletean?, ¿no oyes
graznar de placer a esos maldecidos que ya hasta parecen mirarnos con
ganas de saborear nuestros viles despojos?; se te van a podrir las orejas
de tanto que ignoras lo que bulle en este raído mundo; ¿por qué no me
contestas, Nicasio?, ¿ya no me oyes acaso?, ¿te volviste sordo de pronto?,
¿o yo estoy muda, tal vez?, ¿o acaso estamos muertos, Nicasio?; mira a
esos alados desvergonzados, si hasta parece que ya se relamen el pico al
vernos tan desventurados en este recoveco de mundo donde nadie ha
venido a reclamarnos hasta ahora, ni siquiera nuestro sobrino, Toro
Moreno, que ha de estar solazándose en otros rumbos, detrás de las
enaguas de alguna mujer, olvidando para siempre a quienes no has
podido olvidarlo…
Una ráfaga de viento onduló las hojas del platanar espantando unos
guacamayos perdidos entre el follaje, los arbustos murmuraron la
desdicha de Teófila que hablaba completamente sola, viendo la
polvareda del patio levantarse, como almas deformes que se elevan del
purgatorio, y cubrir de tierra oscura al cuerpo del gavilán que se
agusanaba, tronchado en el esplique, clavado en medio de la tierra
sedienta. A lo lejos, una nube oscura pasaba de largo, divisó la cumbre,
Edgar Alberto Norabuena Figueroa. - Natural de Huaraz. Profesional en educación
(lengua y literatura) por la Universidad Nacional Santiago Antúnez de Mayolo, donde
ejerce la docencia. Ganador de varios concursos literarios. Autor de libros dedicados a
la poesía, el cuento y la novela. Reconocido con premios literarios a nivel nacional e
internacional.
Iba con un cántaro parchado a acarrear agua del puquial nuevo, a cada
paso, sus pies se calcinaban como si estuviese recorriendo un camino de
cenizas vivas e hirientes; más allá, el río bramaba como un toro chúkaro
Esa vez del huayco también vinieron estos malditos loros, seguro son
malagüelos, aves de mala seña que envolvieron con una verde nube de
chillidos y lóbregos aleteos a todo el pueblo. Esa vez, todos habíamos
enterrado a su Filli, y borracho, él también había querido tirarse al río en
un instante de soledad y locura, felizmente mi taytita lo salvó, ¡qué vas a
hacer, Nicasio, cómo ya, pues, te vas a matar, eso es ofender a Dios!,
diciendo, mientras lo arrastraba a la ribera como a un espantapájaros
mojado que el río intentaba tragar, lloraba como el cielo de marzo,
chillaba como niño destetado, sollozaba como huérfano en este mundo,
¿tanto ya se habrían tenido afición?, me preguntaba al verlo en esa laya
mientras él seguía gritando casi desde el otro mundo, ¡quiero irme con
En esos días, una verde bandada de loros, como una maldición, sobrevoló
chillona sobre nuestras cabañas y desnudó nuestros árboles frutales y
maizales entre un alboroto de chillidos animales y gritos de los hombres
por espantarlos. Cuando por fin logramos echar a esos loros de nuestras
querencias, como si bocas infinitas, como si millones de langostas, como
si todas las bocas de Dios hubiesen pasado por estos lares; todo,
absolutamente todo había sido devorado por esas verdes avecillas del
más allá.
Fue para marzo cuando arreciaron las lluvias, una tupida mangada lavó
los techos de las cabañas y los riachuelos que no paraban de crecer, se
formaban por todas partes como súbitas venas abiertas en la negra
tierra, y que llevaban agua, lodo, piedras, arbustos y algunos animalitos
en su afiebrada correntada.
… Como castigo de Dios el huayco cada marzo arrasa con el valle, trae
muerte para dejar vida, trae lodo para abonar la sementera, se lleva a los
que ya se olvidaron de los apus, se lleva la semilla podrida para que
germine la semilla que siempre debió florecer…
Esa vez del huayco, esa vez que mi taytita murió, nos casamos
aprovechando que el cura había llegado para inaugurar la iglesia nueva,
porque la antigua, también había sido arrasada por un huayco; ¡para que
el alma de mi taytita no se queme en el infierno, debemos casarnos, don
Nicasio!, le convencí al viejo terco que ahora ni caso me hace tirado allí,
en medio del patio como el trasto viejo que es. ¡Ya pues!, diciendo, como
desganado, se puso lo mejor de su ropa y nos fuimos a la misa y sin fiestita
ni nada, apuradito el tayta cura nos matrimonió para que mi padre no se
queme en un infierno como éste.
¡Al menos, espanta a los loros, don Nicasio, está bien que estés como
muerto, pero aquí todos tenemos la obligación de sostenernos la vida!, gritó
con furia y sus palabras viajaron incendiando el aire, como un invisible
fuego, el viejo Nicasio seguía en el mismo lugar donde lo había dejado,
imperturbable e inmóvil, miraba el sendero más allá de las cumbres que
rodeaban el angosto valle, más allá del cielo, miraba y no lo hacía con esos
ojos que parecían fríamente abiertos, sin sentimientos ni emociones,
abiertos como su boca por donde ya le entraban y le salían los moscones
de la muerte, qinrish azules, zumbando alegres por la carne fresca, hacían
bulla en esa boca que parecía querer gritar algún ¡auxilio, ayúdenme, mi
mujer, mi mujercita ha muerto, ha muerto, caray!, pero ya solo miraba y
parecía hacerlo con los pensamientos, ¡por qué nadie me oye, nadie me
ayuda, Dios, Dios, por qué ya pues jodes tanto!, parecían decir sus ojos
helados.
¡Como sigas callado, viejo necio, vendré a darte un palazo para que
aprendas a moverte!, mas él seguía inconmovible, ¡qué te pasa, Nicasio,
¿tan pronto se te ha podrido la lengua?, ¿por qué no me contestas, acaso no
eres tan macho como para contestar a tu mujer?, la furibunda voz reptó
hasta taladrar un oído lejano y sordo que no sintió las puñaladas de esas
palabras. El viento lamió la tierra con intensidad, el raído pañolón puesto
¡Pronto vendrá la mangada y no tenemos leña, ¿me oyes?, ¡no hay leña don
Nicash, aquí también se come, aquí también se vive!, la socarrona e
hiriente voz de la mujer invadió el patio reptando hacia la inmutable
sombra del viejo que estaba ensimismado, habitando otro mundo. Un
viento fuerte volvió a remecer las matas de plátano, el sombrero pareció
desprenderse de su cabeza cana, ella lo miraba, se alegraba, rezaba para
que el viento le arrebate el sombrero y Nicasio se viera obligado a
levantarse, a caminar, a demostrar que no está muerto; ¡Virgen María,
dale al viento fuerza y puntería!, pidió desconsolada, conteniendo una
risa de satisfacción; pero no, el viento solo lamió el sombrero con
vehemencia y lo dejó sobre las canas del viejo Nicasio que seguía viendo
el sendero que se cubría de negras nubes, unas se asomaban desde detrás
de las cumbres, parecían almas con las manos extendidas buscando el
perdón de alguien, otras parecían caballos en pleno trote, algunas grises
ganaban en velocidad a otras blancas, y de pronto, un relincho lejano que
corroboraba que en realidad eran caballos de voluble imagen, y otro
relincho más, y otro, mientras la vieja Teófila se apuraba en recoger las
pocas astillas que quedaban a un costado del patio …¡Viejo desgraciado,
ya falta poco para que comiences a pagar por todos tus pecados tú
también, y allí quiero verte tan tranquilo y despreocupado como ahora,
cuando te sumerjan a la olla de aceite hirviendo, cuando te cuelguen de los
huevos, como dicen que los shapincos hacen con los viejos como tú, allí
quiero verte también tan tranquillo y callado como ahora, cuando te
saquen las entrañas y te sequen la sangre sobre un tostador!...
Esa noche cayó una tormenta feroz que duró hasta el mediodía del día
siguiente con unos huaycos que arrasaron la vieja cabaña del tayta
Agustín quien luego de ver cómo el lodo y las aguas se devoraron su
huertita y sus pocos animalitos, se fue derechito a la iglesia nueva
gritando obscenidades, ¡Dios jijunagranflauta, solo sirves para hacer
pedir diezmos y jodernos la vida, solo sirves para hacernos gastar en tu
fiesta y jodernos cada marzo, solo sirves para que el río, que es más
poderoso que tú, nos haga recordar que lo hemos olvidado por tu culpa!,
y sin arrodillarse ni santiguarse, y ni nada de nada, le recriminó su
desgracia al Cristo de yeso que colgaba obscenamente desnudo en una
cruz de madera, al no escuchar respuesta de la imagen, quiso destrozarlo
en un arranque de ira, pero el teniente gobernador que ya lo había visto
entrar con furia, lo detuvo justo en el instante en que cogía con sus
nudosas manos, los pies del Santo Crucificado que parecía pedir ayuda
con esos ojos que inspiran piedad y todo sentimiento plañidero, para no
ser despedazado por el iracundo cristiano que lo había sorprendido en
uno de sus sueños supremos. ¡Agustín, carajo, qué vas a hacer!, le asestó
la chonta sobre su cabeza. ¡Mira pues, tayta, mis ganados, mi casa, todo,
todo se ha llevado el río, él es Dios, está molesto porque hace tiempo no
le llevamos ofrenda como nuestros taytas hacían, todo por culpa del cura
que nos trae nomás dioses muriéndose que solo nos hacen llorar, que
solo nos hacen sentir más huérfanos y miserables!, ¡qué dices, demonio,
carajo, vuelve a tu casa!, ¡ya no tengo casa!, ¡anda al Local comunal,
Agustín, mañana llamaré faena para construirte una nueva cabaña, ya
verás, mañana será otro día!, esa noche, ni Cristo mismo se olvidaría que
estuvo a punto de ser demolido por la desesperación de uno de sus
feligreses.
…!Agustín, Agustín!, ¿por qué me has ofendido?, ¿por qué te has querido
igualar a mí, y has puesto tus manos en mis pies con la intención de
destrozarme, acaso no sabes que estoy más allá de esa imagen de yeso,
acaso no sabes que yo controlo el río y los huaycos y todo el mundo que te
rodea? Si es así, Inriquito, tayta Inriquito, dime por qué tanto ya castigas a
tu prójimo, si diezmo y misas te hacemos, si a tayta cura como a ti mismito
tratamos, si por ti hasta al río hemos olvidado. ¡Agustín, Agustín, no me
faltes al respeto, hijo, yo soy tu Dios. Dios, Dios, Dios que muere, Dios que
llora, Dios que pide diezmo nomás…
Esa noche, don Agustín se despertó sudando frío, con un ligero temblor
en el pecho que le fue invadiendo todo el cuerpo y que poco a poco se
intensificó y le sacudió hirviendo en fiebre que, semanas después, lo llevó
hasta la presencia de Dios. Se ha muerto porque Dios lo ha castigado,
decían, y nosotros, no sabíamos quién había sido…
Una tarde, después de la faena, Gumicho se fue a darle agua a las yuntas,
era tiempo de frutas, los maizales estaban en su punto, llenos de color y
todo tenía un aroma de lúcumos, plátanos, chirimoyos y papayas
maduritas, Gumicho, como niño curioso que era, se acercó a unos
arbustos que se movían misteriosamente y encontró al viudo don
Sísmodes Cajahuaringa y a Eusebia, la quinceañera del pueblo, bien
ensartaditos dentro del follaje. Al principio, Gumichito se habría
asustado, cogiendo un palo largo, y siempre jalando a su amiguito
Barroso, se habría acercado hacia el arbusto donde algo bullía, pensaría
seguro que era alguna fiera comiéndose algún animalito del pueblo
porque oía gemidos como de carnero sollozante, y ¡zaz!, cuando abrió las
ramas de par en par, don Sísmodes Cajahuaringa tenía levantadas las
piernas de su hijita que lloraba agitada debajo del cuerpo de su padre.
Después, no sé qué pasaría, Gumicho corrió dejando a su Barroso, y don
Sísmodes Cajahuaringa, correa en mano, trataba de alcanzarlo. En eso, el
Barroso se habría dado cuenta de que su amigo estaba en peligro y
mugiendo como si de su boca salieran los mismos truenos de marzo,
corrió derechito hacia don Sísmodes Cajahuaringa que ya alcanzaba al
Gumicho que lloraba desesperado, corrió hacia él y cuando lo tuvo
delante, lo levantó con sus dos enormes cuernos, como un saco de papas
que luego dejó caer desde lo alto, al verse a salvo, Gumicho se abrazó del
cuello del Barroso quien se puso el posición de defensa ante el cuerpo
maltratado de don Sísmodes Cajahuaringa que aún no lograba entender
qué es lo que le había pasado. Esa misma nochecita, don Sísmodes
Cajahuaringa y su hija desaparecieron, cuando el pueblo entró sin avisar
a su cabaña, la madrugada siguiente, no lo encontramos y nos quedamos
con las ganas de ajusticiar al desnaturalizado padre, ¡ranya, malagüero,
por eso hay tanto huaycos!, diciendo quisimos ajusticiarlo para estar en
paz con el río.
Dos meses después también sucedería algo increíble que nos hizo querer
harto al Barroso, pastando por esas querencias de Dios, Gumicho se
encontró con un puma hambriento, sus ojos infernales le impidieron que
escapara, y el pobre se quedó paralizado, el puma rugió satisfecho, estaba
a punto de desangrar al niño cuando una cornada, como la mano sabia de
un protector Dios, lo atravesó por completo, dejándolo sin vida al
instante, esa tarde, yo chaqchaba tranquilamente bajo el dintel de mi
Habría sido para marzo, creo que fue para esa fecha, Gumicho salió a dar
agua a los toros, montado en el Barroso y también acompañado por el
labrador que le seguía a todas partes; eran tiempos de harta lluvia, el
cielo ya se había armado para la tormenta y el río estaba muy crecido y
traicionero. ¡Cuando veas que la lluvia se arma, corre a la cabaña,
Gumicho, en estos tiempos el río es traicionero!, le dije tratando de
aquietar una corazonada, ¡Barroso siempre me salva, taytita!, me dijo
abrazándose a su noble amigo, y Barroso, que parecía decirme, ¡no te
preocupes, don Nicasio, yo cuidaré a mi amigo!, me miró con esos ojazos
de vidrio negro, siempre luminosos y misteriosos, ¡cuídalo mucho,
Barroso!, le dije, y él, bajando la cabeza pareció haberme entendido
haciéndome un gesto de asentimiento.
Los mashas
¡María!
Ricardo Santos Albornoz. Natural de Mangas, Bolognesi. Estudió para profesor de
educación primaria en el Instituto Pedagógico Superior de Chiquián. Después de
trabajar en diferentes centros educativos del Áncash, hoy ejerce la docencia en Mangas.
Tiene un libro publicado y otro en edición. Como comunicador social dirige en Estéreo
Líder, La Voz de Mangas.
Recordarás, que defendíamos con ahínco cada cual nuestro barrio. Cómo
me acuerdo, como ayer nomás, la corrida de toros de aquella fiesta,
donde los funcionarios y las personas mayores junto a su visita se
hallaban brinda que brinda con la rica chicha de jora que sonriendo
burbujas se depositaba en las tazas de los kamachicos.
- “¡Qué rica chicha hombre, no me caería mal si me das una más!” - Solía
decir don Celestino Saravia y sin duda se servía una más, de esa deliciosa
bebida autóctona, preparada con maíz de Kuyra o quien sabe de Shila.
Así bajo los acordes de los violines, del arpa y al ritmo de la tinya; entre
el tañer de la Mariangola, el coqueteo de la chicha y el ron confundíanse
los pobladores de Mangas, distribuidos cada cual en su barrio; llenos de
euforia y suspenso bailaban con alegría, orgullo y calor alrededor de la
orquesta.
“Brindo por mi torito. Sé que ganará. ¡Arriba Cotos!” – decía don Yachi.
Mientras don Bonifacio, conocido como Minco, hacía piruetas con el toro.
Los toros se vieron solos y libres para la pelea. Frente a frente. Los
corazones sufrían un suspenso pesado. Cuando estaban a punto de lidiar.
Don Timoteo comunero del barrio Cotos jaló la cola del Invencible de
Kéquish, toro de Allaucay. Eso fue visto por el tío Cresencio. Allaukino de
pura sepa, quien, poniendo su cara para miedo, tan feo como era, se
atrevió a tirarle puñetazos a Timuco. Los cotosinos se sumaron a la
gresca, produciéndose un desorden total en la plaza de armas. Nadie
entendía a nadie. Cada quién buscaba con quien pelear. Patadas por aquí,
trompadas por allá.
En esa pelea, fue allí. Cuánto me acuerdo. Cuando estaba peleando con un
chiuchi cotosino. Fue allí, en que me di cuenta que tus ojos cristalinos se
fijaban en mí, de vez en cuando se te escapaban unas sonrisas cual papas
chilpish de Ulán revientan al sancocharlos. Demostrabas tus lindos
hoyuelos que tanto me gustaban.
La sequía
Recordarás ese tiempo María. Triste era la vida. Nuestro pueblo como
siempre estaba escondido entre sus calles. Sus casas de adobones y
magayes solo con sus tejas ennegrecidas por el paso del tiempo esperaba
la lluvia con ansiedad.
- ¡Ay Mangas, Mangas! Cómo nomás trajéramos agua del río Shinwa para
calmar tu sed. La lluvia también es ingrata. La vida es tan jodida con
nosotros. Algún día tendrás agua para refrescar tus entrañas. Tu vida
será otra. Cambiarás – comentaban algunos ansiosos de la prosperidad,
pensando en un futuro mejor para nuestro Mangas.
- “Dicen que allá hay arto trabajo y la vida es otra” – así se fueron de
escape, me acuerdo de Ignacio y Floriana, del chato Teobaldo, quien se
robó a la china más bonita del pueblo, a la Juana, la hija de don Aniceto.
Según me contaron después, ellos habían juntado harta plata vendiendo
emoliente. Otros vendían cachangas, verduras. Algunos se volvieron
planchadores de carros. En fin, triunfaron en la ciudad. Compraron
terrenos. Así se quedaron por esos lares.
La vida en Mangas discurría al ritmo de sequía. Aquel año fue muy triste.
Una gran sequía flageló a humanos, animales y plantas. ¡Qué plantas! Solo
sus tallos lloraban en silencio en medio de un mundo lúgubre. A falta de
lluvia nadie sembró. Los animales andaban mostrando sus huesos sobre
su pelaje. Muchos de ellos morían porque pasto no había. Tirados en todo
sitio, hasta los perros, zorros y cóndores se hartaron. El campo color de
tierra nomás era. Mientras el fulgente sol se desgañitaba por alumbrar
Pasando esa triste vida, llegó agosto, mes en el que otros años se recogía
la cosecha desde Gorgor hasta Sicla. Pero esta vez no había nada que
recoger, porque las chacras blanco nomás estaban. Ni siquiera el Shirkuy
o el trébol habían crecido, solo sus semillas dormían en secreto bajo la
tierra.
Así pasó el año. No hubo fiesta en octubre ni en noviembre. Se vivía días
de diciembre. Preocupados los paisanos estaban. Pero la lluvia, nada. En
el cielo no había nuestras de nube. Los zorzales que solían cantar en los
amaneceres de lluvia no se sabe a dónde se habrían ido. Lejos muy lejos
seguro.
La mariangola
Esa noche muchos urdieron una serie de ideas, otros hilvanaban sus
pensamientos con la sequía, pero ninguno imaginó sobre las
pretensiones de don Pío Aguado. Todos en el pueblo abrazaron su sueño
con dudas irrompibles.
Áncash ante el bicentenario 343
Recordarás lo del día siguiente. Muy temprano, hablaban las campanas
desde el torreón de piedra, con su tañer llamaba a la asamblea programa-
da. El sonido seguía desesperadamente, resonando con eco de céfiro que
acariciaba el albor de aquella mañana en el cerro San Cristóbal.
- Pablo, hijo, anda a Majampate a ver nuestra vaquita, fíjate cómo está.
Tal vez ha muerto la pobre – diciendo se fue rápido a la reunión.
Veo que están de acuerdo. Entonces dentro de dos días iniciaremos los
trabajos, alisten sus herramientas. Firmen el Acta – finalizó Pío Aguado.
La faena
En las casas las esposas y las hijas preparaban el fiambre. Echando más
leña para la brasa. En los fogones se asaban la otrora papa chilpish que
por suerte consiguieron. En las muchkas el charki era golpeado con
fuerza; mientras en una sinfonía estentórea los tiestos daban color al
maíz que coquetas daban brincos hasta tornarse cancha. El pan de los
andes. Muy saludable para atacar al colesterol, por eso los médicos lo
recomiendan siempre.
Tin lan, tin lan; din don– Las campanas suspirando llamaban ya a la faena
comunal.
Los hombres y las mujeres empezaron con ahínco abrir una trocha. Hasta
el sudor les caía como lluvia en marzo.
“Ya pues shay, ¡Dale con más fuerza! se decían los unos a los otros. “Ya
vamos, ya vamos”.
Así empezó nuestro amor, María, como el maizal de Pucro, que al nacer
mostraba sus verdes hojas desafiantes al firmamento y al paso del
tiempo. Te amaba con el poder de los relámpagos y la fuerza de los
vientos. Tú me amabas como a nadie. Como ama el día al sol o como la
noche a la luna. Por eso, desafiando a todos vivía orgulloso. Sabiendo que
había ganado con tu cariño, también te amaba como el picaflor ama a las
flores o como ama el rocío al kikuyo.
Recordarás, una tarde planeamos traer pasto para los cuyes y salimos a
Pucro a robar alfalfa. Cuando eran las seis, fuimos en parejas. Saliste con
tu prima Nancy. Yo, con Pichingo, mi primo - Vamos hacer la dupla
arrolladora primo, diciendo salimos. Ya en la chacra entre claro oscuro,
lo primero fue jugar a los cosquilleos, así de broma en broma te tumbé
¿te acuerdas? Solo tú sabes lo que pasó, aquella noche. Entre tanto
Pichingo y Nancy no sé qué harían al otro lado de la pirca. Después
comimos el rico queso y la papa sancochada, esa papa Pablo Juytu, que
ustedes habían llevado. Nosotros compramos gaseosa, con ello
acompañamos la cena improvisada. Pasamos momentos inolvidables esa
noche, que aún de muertos nos acordamos. Mejor suerte tuvo los cuyes
Así de alegres eran los días y las noches de romance en nuestro pueblo.
Recuerdas cuando fuimos sembrar maíz donde el tío Aniceto a Shila. La
lluvia no respetó nada, nos dio como a la rata, mojó hasta donde el sol no
llegaba. Pobrecita toda mojadita regresaste, tu ropa pegada a tu cuerpo.
Parte de tu cabello pegado a tu cara. Y el viento te hacía tiritar más.
Pasó el tiempo, nuestro buen romance llegó a oidos del pueblo. Nos
casamos, ilusionados. Vivíamos en el barrio Tauripón. No logramos tener
hijos aún. Mis amigos me decían:
“Es que tenemos que cuidarnos para no tener hijos” - decías – “primero
vamos a construir nuestra casita y comprar nuestras cosas”. ¡Qué
progresista me resultaste, María!
Pablo juytu
Las papas crecían con tanta belleza que parecían sentirse alegres, lo
demostraban cada vez que le salían flores y coquetas miraban a su
alrededor. Desafiantes entre ellas, como si participaran en una carrera
de crecimiento en la pista de la vida.
Iniciamos con la cosecha. Al verla buena, tan buena pero buena cosecha
nos olvidamos del resto. Pues los dos solos tal como nos conocimos
iniciamos a saborear el fruto de nuestro trabajo.
Juntábamos las papas en los costales como alistando la carga para los
burros. Una mañana, mi madre apareció inesperadamente a lo lejos.
Áncash ante el bicentenario 354
¡Pablo! ¡Pablo! Ahí viene tu madre. ¿A qué Vendrá? ¿Lo invitaste?
Muy bien sabes, María, que así hicimos. Mi madre te preguntó por mí. Tu
hijo no está le dijiste. Ella con qué dulzura te entregó los quesos que había
traído. Pero tú con indiferencia ni una papa le invitaste.
Canto I
Javier Marino Pastor Neyra.- Natural de Piscobamba, Mariscal Luzuriaga. Filósofo,
ecologista y político honesto, de profesión educador, ejerció los cargos públicos de
director del colegio MML, Subprefecto, teniente alcalde, alcalde.
Canto II
Canto III
Huáncash
¡Andaymayo!
El reloj,
ya no marca el tiempo.
Las horas
transcurren monótonas,
no tienen sentido.
Los días,
son intrascendentes,
maquinales,
insignificantes.
No hay viernes
que te anuncie
que el cuerpo lo sabe.
Ya no hay sábado chico,
domingo de fútbol
ni lunes de shambar.
Cada día es lo mismo.
El reloj...
dio paso al instinto.
Sólo me recuerda si es día
o es noche.
Nos hemos vuelto
rumiantes del pasado
y del presente.
No se avizora un futuro...
¿Hasta cuándo?...
Percibo que transcurro
en inexorable tiempo
de Soledad,
de distanciamiento,
de tristeza,
de nostalgia;
de frialdad.
Óscar A. Cueva Fernández. – Natural de Pomabamba. Estudió educación en la
especialidad de Lengua y Literatura en la Universidad Nacional de Trujillo. Autor de
muchos poemas que los mantiene como inéditos.
Río subterráneo
Donald Jaimes Zubieta. - Natural de Chiquián, provincia de Bolognesi. Doctor en
Educación, ex Decano y ex Virrector de la Universidad Peruana Unión, actual docente
de Posgrado. Poeta, ensayista, escritor y revisor lingüístico y de estilo. Director Gerente
de la Editorial Casa del Escritor S.A.C. Tiene publicaciones sobre educación y literatura.
Es autor de poemarios.
Ciudad subterránea
El covid19
Milton Ovidio Pastor Neyra. Natural de Piscobamba, Mariscal Luzuriaga. Lic. en
Educación, Ciencia Política, y en Gestión. Mg. en Ciencia Política. Estudios de
Doctorado en Derecho y Educación. Director de la I. E. Técnico-comercial Argentina.
Docente de Postgrado de la UNASAM. y en la Maestría de la Escuela de Gobierno y
Planificación.
Waganku
Tú mi flor de waganku,
blasón del mundo azul de los andes;
coloreada con ocre de tierra,
acicalada en grana de cochinilla…
Vigoriza mi savia para recoger
unito a uno,
pasajes suspendidos
de vibrante existencia…
recordada en mis sueños de sosiego…
en los feraces valles de mi Cachipampa,
de trabajo festivo de siembras, cosechas
y de paz…, en tu regazo eternamente.
Amigos…
Soy aliento en brisa que sostiene las alas de los pájaros en el “Andaymayo”
Primaveral.
Soy la noche y sus estrellas que refulgen azules en los chocleros mayos de
la bucólica “Musga”.
Janet y Milton
(Coautoría)
Viejito visionario
intérprete de los vientos
mitad hombre y mitad naturaleza;
tienes el aliento en el susurro
musical del viento y las antaras;
tienes el alma en los ríos
y montes de "Cachipampa",
tienes la figura cincelada
en los picachos piscobambinos...
por ello vivirás eternamente
en la tierra que tanto amaste
y nos enseñaste amar.
Viejo lindo.
Quiero justificar tu partida
pensando que la muerte
es un descanso merecido
para quien portó
las tablas de la ley
según la querencia y ordenanzas
del Divino.
Fuiste bendición
tras arduo trajinar por esta vida;
fuiste testigo presencial
de tu siglo, porfiando a la muerte
brazo a brazo, intensamente...
Padre:
Estamos llorando tu partida
y nuestros ojos han naufragado
en veleros ciegos de perdidas rutas.
Hoy los cantos solfean
la canción fúnebre del viento,
rodando en desbande los pututos
por abismos de las peñas.
Hoy se ahorcan la esperanza y la calma
en horrible batalla metafísica,
hoy bebemos en dolidos sorbos
el fermento callado
de la chicha en los puquiales
y nos queman los recuerdos en el vientre.
Padre:
Tengo el frío que discurre reptil
por mis huesos y mi sangre.
Tengo fe en que descanses en paz
en el Reino prometido a los buenos.
Hasta pronto padre amigo,
Padre amante y camarada.
De callecitas empedradas
huertos de capulíes y aurimelos
de cines con seductivas películas
de fragantes ponches nocturnos
de dulces labios primerizos
Huaraz querido.
Wálter A. Vidal Tarazona. Docente universitario; poeta, narrador, ensayista;
publicaciones: Cantos para un aniversario (1980), Cantos de paz, amor y esperanza
(2007), Cantos para el gorrión (2011); Palpitar del Ande (coautor); director de revistas
regionales.
Domingo 31 de mayo
Hondo
lejano
sordo
ronco
bramido pronto congela
dos tiernas sonrisas jalquinas
¿Sacude la tierra sus miserias?
¿O tal vez algún monstruo rompa el suelo?
¡No te quiebres!
pero la tierra, ¡ay!, siguió quebrándose a pedazos.
Aquel 31 de mayo,
cuando todo se acababa sin terminar nunca,
por fin, de sus gargantas
se desató un grito
¡Mamiiiita! Maaa...
Se estrelló en el negro firmamento,
ahogándose en las rocas
donde ya no estaban
Áncash ante el bicentenario 380
ni los cóndores más machos
ni los awilus más sabios.
Canto III
__________
1. Awilus.- La traducción literal al castellano de “awilu” es “abuelo”. En la mitología regional, es el
espíritu ancestral que anida en la cumbre de los cerros; a él se acude en busca de sus sabios
consejos.
2. […] ichik ollquy.- Su traducción literal: “hombre chiquito”. Duendecillo que aparece en los
pantanos, quebradas y otros lugares especiales.
3. […] apallimee.- Enano con cara de bebe, bastante pesado, que gusta hacerse cargar por
cualquier persona adulta, hombre o mujer.
4. Patsa Mama.- Madre Tierra.
I
En este año el bicentenario
un buen tema primario
es cantar a voz en cuello
algo excelso y bello
al niño que en tibio agosto
con brindis de buen mosto
nacía gritando en chiquián
con el puño de su mano en alto
como si tomara por asalto
al mundo, con mucho afán
II
De familia solventada
llena de orgullo y abolengo
lo juro y lo sostengo
que no es verbo con espada
ese infante desde niño
mostro con soltura armiño
su destino de talante
lo mostraría con sus actos
rebelde en teatros factos
ante la autoridad, mofante
III
Desde su colegio en Huaraz
siempre actuó con lealtad
anhelando libertad
en su corazón, no tuvo paz
por los abusos de notables
que en su querida comarca
Efraín Vásquez Veramendi. - Ingeniero agrónomo por la Universidad Nacional San
Luis Gonzaga de Ica. Escribe poesía, cuento y relatos ligados a vivencias en el terruño,
amistades y del escenario político. Autor de Crónicas chiquianas y Versos Errantes.
Cuenta con publicaciones inéditas. Falleció el 01 de marzo del 2021.
IV
Injusticias hacia el indio
que eran para él, hermanos
los llevaba de las manos
para aprender a leer
y así, con su saber
tal vez un día lejano
se liberarían del amo
cruel perverso y malo
que con sus golpes de palo
los penaba desde el tálamo
V
Su padre muerto en emboscada
por una lucha de tierras
como al caballo que hierras
pa no resbalar en cascada
afinó su cabalgata
por los llanos desolados
eran caminos andados
en soledad y fogata
formó su signo justiciero
con truenos y aguacero
VI
Enamorador como era
no había mujer que se le fuera
pero la que él amaba
a la que le engendró un hijo
cuyo destino prolijo
se truncó sin que quisiera
pues su madre perdió la vida
después de que el hijo naciera
este destino fatal
para él, fue mortal
VIII
Actos oscuros en perjuro
de viles enemigos egoístas
se rebeló a los pierolistas
tintados de rabo felón
se unió a la rebelión
de cáceres y en prisión
por una derrota dolorosa
jamás huye en polvorosa
arriando su íntimo pendón
encerrado está, sin apuro
IX
Con Celedonio Gamarra
su compadre de miel y hiel
no hay humano más fiel
que su impía chamarra
acusado de asesino
enrumba por el camino
hacía el Chile vecino
que no sabe a qué vino
triste verdad ser mestizo
pues dormía en cobertizo
X
Actos de discriminación
en las minas de salitre
ay mis donaires, buitre
no había solución
Áncash ante el bicentenario 388
que zanjar como peruano
valiente y por lo del guano
se echó al humillante
a dormir en las arenas
escapando a duras penas
y a seguir, para adelante
XI
De regreso a la patria amada
perseguido por la armada
decide acampar en lima
para ver si en la cima
del poder, lo escucharan
y más ya no hablaran
de tanto mito y fantasía
su plebeya feligresía
en su voluntaria ausencia
había alterado secuencia
XII
Pero en decisión errada
enviaron un pelotón
para apresarlo en montón
ya su suerte estaba echada
su pueblo en chiquián lloraba
solo pancal lo esperaba
con quesos y leche servida
que su hacienda le daba
esos pastos, no olvidaba
pues eran su propia vida
XIII
Con dolor y acorralado
emprende fuga a cajacay
pero ay mis destinos, ay
ya lo habían traicionado
aquel pueblo que tantas veces
lo esperaba en alborozo
esta vez, ¡que doloroso!
todos eran jueces
que lejos de sus antojos
Áncash ante el bicentenario 389
querían sacarle los ojos.
XIV
Sin embargo, aquel día
envuelto en densa neblina
sin fanfarria y serpentina
le esperaba muerte impía
recordó sus serenatas
de sus beldades ingratas
el baile de inca en agosto
y aquel caminito angosto
por donde caminó tanto
hoy todo era llanto…
XV
La insania y venganza
de un sargento con panza
toro mazzote el verdugo
comió agrio mendrugo
y cual sangrante guiñapo
para visual escarmiento
¡por Dios lo juro!, no miento
era un despojo de trapo
duro exhibido tres días
con sus noches más frías
XVI
Lloran los pobres y humildes
aquellos que sí lo querían
aquellos que tal vez, morían
de corazón y razón, sin tildes
un mausoleo postrero
en granito lastimero
evoca sus cabalgatas
de actitudes ingratas
donde la libertad grita
donde la verdad, milita
XVII
Después de doscientos años
de vejámenes y daños
Áncash ante el bicentenario 390
a una patria lacerada
por una casta horadada
de vergüenza y corrupción
felonía y traición
la figura justiciera
se hiza por sobre la era
del trigal de la historia
desde la tumba a la gloria
XIX
Luis pardo no ha muerto
desde su cuerpo hoy yerto
y al compás de la andarita
la cobardía tirita
de miedo al justiciero
fatuos fiscales oradores
hasta hoy prevaricadores
lo tildan de bandolero
tinterillos en babero
y uno y otro sobrero.
XX
En los llanos y las punas
llora el indio sus penas
junto la voz de sus quenas
mira triste sus lagunas
las calles de su chiquián
empedradas de dolor
han perdido su color
esperando su llegada
su sombrero a la pedrada
y tres tiros del zaguán.