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ICONOGRAFÍA
ESTUDIO ICONOGRÁFICO CULTURA TULIPE
INTRODUCCIÓN
La cultura Yumbo habitó y dominó, antes de la llegada de los incas en el siglos
XIII, el bosque tropical húmedo de la selva occidental de las actuales provincias de
Pichincha, Cotopaxi y Santo Domingo de los Tsáchilas, denominada en las primeras actas
del Cabildo de Quito como Provincia de los Yumbos, que se extendía según Cabello
Balboa (1583) desde Lita y Atacames en el norte, hasta Sigchos y Quito en el sur; sin que
se lo considere como un pueblo guerrero sino más bien como una cultura aborigen cuyo
modo de vida fue el intercambio de productos cultivados en la costa y sierra ecuatoriana;
dejando como su más grande legado la utilización de lo necesario y la conservación de su
hábitat natural - patrimonial que los albergaba.
En el eje central del complejo arqueológico se puede verificar el recorrido del sol e
incluso la ausencia de sombra, la presencia del agua como un espejo que permitió la
observación del sol, los ciclos menguantes y crecientes de la luna, además de las
constelaciones estelares. Esto sugiere que se trató de un lugar sagrado, destinado a la
organización del universo, la cohabitación de la clase sacerdotal y la formación de nuevos
sabios o yachak kuna en el conocimiento de las ciencias, en beneficio de la comunidad.
Estos tres aspectos se pueden relacionar con el hecho unificador de que Tulipe fue
un lugar de culto al agua, y que, en este sentido, según los Costales, especialmente el
Centro Ceremonial funcionó para purificar y fortalecer el cuerpo como en las pozas de
“catequil o tasquis”, que tuvieron entonces los mismos usos de las fuentes de agua fría o
las cascadas serranas, donde se sumerge a los varones con igual fin.
CARACTERÍSTICAS GENERALES
CERÁMICA
Pieza antropomorfa: en todas las las culturas precolombinas del Ecuador están presentes
las pequeñas esculturas de cerámica en las que sus artífices trataron de perennizar la figura
humana y sus expresiones cotidianas, mítico-religiosas y funda-mentalmente de gran
contenido simbólico, no siempre fácil de descifrar por parte de los arqueólogos e
intérpretes modernos. Por igual aparecen las mujeres y los hombres como fuentes de
inspiración ancestral; los encontramos plasmados en curiosas figurillas como las célebres
‘venus de valdivia’ con su variedad de peinados y rostros estiliza-dos; en las
extraordinarias obras femeninas de chorrera, tolita, jama-coaque; en los gigantes de bahía;
en los canasteros y coqueros de las culturas del Carchi; o en las representaciones antropo
zoomorfas tardías de seres mágicos, terroríficos y dotados de tanto poder ‘shamánico’ que
sólo los dioses, al parecer, superaban. De hecho, muchos pobladores los conservan y
utilizan como ‘talismanes’ o elementos protectores de la casa, la salud y la buena suerte.
Todas las piezas antropomorfas observadas en el país yumbo se caracterizan por unas
facciones bastante duras, ‘amenazantes’ y ‘misteriosas’, que sugieren o muestran
tendencias zoomorfas de posibles simios, felinos, aves, o de animales de su medio
ecológico. El acabado de la cerámica es más bien pobre, burdo y erosionado, similar a toda
la cerámica yumbo descrita en este capítulo, pero icono-gráficamente presenta detalles
importantes de elementos complementarios que adornan a la figura humana.
PETROGLIFOS
Parte de los vestigios fue la escritura, estos signos que fueron tomados para la
representación de este mural se encuentran tallados en grandes rocas. Los arqueólogos han
hecho un estudio y los han interpretado. Los círculos representan el conocimiento y la
perfección y a su dios el sol. Las espirales representan la infinitud, la eternidad y el
movimiento, pero entre círculos y espirales, los arqueólogos han encontrado la figura que
tenemos en el centro, la cual es considerada una figura humana. Hay dos hipótesis que se
manejan y la primera es esa. Esta figura antropomorfa es una figura esquematizada que por
cabeza tiene círculos de conocimiento y perfección.
Figura antropomorfa en la que la cabeza aparece formada por los círculos
concéntricos que recuerdan al dios sol. Se podría tratar de un hombre de cuya mano
izquierda se genera un nuevo sol y su extremo fálico se orienta a un signo vaginal,
denotando así una totalidad simbólica de fertilidad, fecundidad y creación
Tenemos sus brazos y también tenemos sus piernas. Entre sus piernas se encuentra
el miembro reproductor del hombre, el cual se cree se orienta hacia lo que es el miembro
reproductor de la mujer, el cual se encuentra separado. De la unión entre el hombre y la
mujer se está creando una nueva vida. La nueva vida está en la mano izquierda levantada,
es un sol naciente, es un nuevo ser. Esta es una interpretación que los arqueólogos han
dado. Otra interpretación donde también se demuestra la fertilidad, está en que el círculo
más grande es el sol, el más pequeño la luna.
Tenemos que sus brazos y piernas están representando los cuatro elementos, agua,
fuego, aire y tierra, y lo que tenemos en la parte baja es una semilla que para que germine
necesita de estos elementos además del sol, de la oscuridad en este caso la luna.
En esta cultura se puede encontrar una cerámica muy rústica, sin acabados
especiales ni coloridos. Fue solamente utilitaria, no de decoración. Sin embargo mantiene
las formas características de la cultura que son las espirales y el círculo.