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ARTE PRECOLOMBINO/NOA

Esta clase es una introducción a la manera de entender el mundo y el arte de las sociedades originarias del
Noroeste argentino. Les voy a compartir un video que trata específicamente sobre las culturas que se
desarrollaron en esa región antes de la llegada de los españoles. El video evidencia también las
continuidades culturales que hay hasta hoy en día: https://youtu.be/z86X0rAEEDs

La región del Noroeste argentino (NOA) forma parte tanto geográfica como culturalmente de la gran área
cultural andina, es decir, un área geográfica y cultural condicionada por la presencia de la cordillera de los
Andes.

Progresivamente desde el 1000 antes de nuestra era diferentes grupo


étnicos se fueron asentando en la zona, transformándose progresivamente en comunidades sedentarias y
agro-alfareras, es decir que estas poblaciones dejan de cazar y recolectar y comienzan a domesticar
vegetales (maíz, papas, etc.) y animales (llamas, alpacas) y se asientan en aldeas. Estamos en el estadío
socio-económico que en Europa se llama Neolítico, y en América es el Período arcaico o Temprano
(posterior al “Paleoamericano”).

Esta región que abarca las actuales provincias de Salta, Jujuy, Tucumán, Catamarca y Santiago del Estero se
caracteriza por la diversidad climática y ecológica (cordillera, sierras, valles, puna, selva).

Las diferentes culturas fueron generando intensas redes de comunicación e intercambio entre distintos
ambientes generando cohesión en esta vasta región.

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Para entender, apreciar y valorar el arte del NOA es importante tener un acercamiento a su visión del
mundo (cosmovisión). Por otra parte es importante entender que nuestra percepción y nuestros valores
estéticos (qué es bello y qué es feo) están totalmente condicionados por el eurocentrismo propio de
nuestra cultura colonizada, y que para entender y valorar el arte originario tenemos que entender que las
categorías estéticas originarias son otras, la función del arte es otra. Este proceso de des-aprendizaje de
las pautas ya incorporadas es importante para valorar el arte precolombino y dejar de tener como
referentes estéticos solamente las obras europeas, esto es necesario para comenzar el proceso de
descolonización del pensamiento y la cultura.

En el arte precolombino las obras plásticas no pueden aislarse, deben ubicarse en un contexto porque
aluden siempre a contenidos simbólicos. No hay arte por el arte, no es un fin en sí mismo, sino un medio
para distintos fines: rendir culto a los dioses, expresar el poder de una población, resguardar un
conocimiento codificado, ostentar una identidad étnica, oficiar como ofrenda ritual, ser emblema de
poder personal, acompañar el alma del difunto o intervenir activamente en el mantenimiento del
equilibrio de las energías del cosmos (mundo). El arte precolombino no “representa” si no que se presenta,
ES. No culmina en la contemplación si no en la participación.

El arte precolombino traduce en formas la cosmovisión originaria, es decir la manera de entender el


mundo, el tiempo, el espacio, el ser humano, la naturaleza.

Un ejemplo claro es el símbolo característico de las culturas andinas: la CHAKANA o cruz andina.

La chakana (“puente” en quechua, la lengua del imperio Inca) es un símbolo omnipresente en el arte
andino, símbolo de su cosmología. El círculo simboliza el cosmos, el tiempo cíclico, la idea de regeneración
y renovación, el cuadrado las cuatro partes del mundo (los cuatro suyus del Imperio Inca por ejemplo), la
diagonal vincula los opuestos, los 12 escalones simbolizan los 12 meses, etc. Por lo tanto no es sólo un
elemento estético sino un signo que resume la visión del tiempo y del espacio.

Las imágenes de arriba son diferentes ejemplos de Chakanas pertenecientes a diferentes culturas y
períodos temporales de la región andina.

A continuación un link a un video que explica con claridad su significado:

https://youtu.be/nPUovcVX3F4

En la cosmovisión originaria andina la realidad es una totalidad integrada por mundos contiguos: el
sobrenatural, el natural y el humano.
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Dualidad: el mundo es concebido como una dinámica constante entre opuestos complementarios que en
su tensión mantienen la vida, la energía que regula el cosmos. Nada es uno sino dos (cielo/tierra,
hombre/mujer, sol/luna)

El cosmos andino se divide en 3 planos: el supra-mundo o mundo de arriba (mundo de los dioses: Hanan
Pacha), el mundo terrenal (el mundo de los seres humanos, los animales, etc.: Kay Pacha), y el submundo o
mundo de abajo (mundo de la energía vital, de los muertos, Uku Pacha). Cada mundo está custodiado por
un animal: aves (cóndor), felino (jaguar), serpientes.

El especialista en intermediar entre estos mundos para mantener el equilibrio entre ellos es el líder
religioso o Chamán. Los chamanes son puentes entre las comunidades y los mundos sobrenaturales, ellos
pueden “viajar” entre los diferentes niveles del mundo. Estos viajes siempre tienen un fin social, ya sea
curar, predecir el futuro, presidir ceremonias, etc.

El chamán realiza el viaje mediante un trance provocado por música, danzas o sustancias psicoactivas (en
el NOA, las semillas de cebil). Estas plantas sagradas producen éxtasis y visiones que dejaron su huella en
el arte tanto en imágenes producidas en estados alterados de conciencia como en los utensilios que
formaban parte del ritual chamánico (morteros, pipas, vasos ceremoniales, tubos, etc.)

El chamán es protegido en su viaje por el jaguar. En ocasiones se identifica con él.

Venerado por su poder, animal de connotaciones sobrenaturales, se convirtió en una figura emblemática
en toda la América precolombina, por su color y su vigor se lo asociaba al Sol.

Se lo consideraba la representación de la esencia misma de la vida y las fuerzas de la naturaleza. En la


selva es el máximo predador, con sus mandíbulas y sus colmillos (omnipresentes en el arte precolombino)
pone término a la larga cadena de transformaciones alimentarias, extrayendo y almacenando la sustancia
vital de todas las otras formas vivientes. Su caza o dominio era trascendente para la comunidad, no se
perseguía su carne, sino su poder.

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EL ARTE EN EL NOROESTE ARGENTINO

Las culturas del NOA no desarrollaron escritura, por lo que lo que conocemos de ellas proviene del registro
arqueológico, así como también muchos objetos lamentablemente fueron obtenidos del “huaqueo”
(saqueo de un yacimiento arqueológico) y por lo tanto a la hora de estudiar esas piezas estas perdieron
toda la información de su contexto original. Las huacas son los sitios sagrados de estas culturas animistas
en las que la naturaleza (una montaña, una piedra, un río) pueden ser sagrados y venerados tanto como
una tumba o un templo.

Las técnicas características del arte del NOA son: la talla en piedra, la cerámica y la fundición en bronce.

A continuación se señalan las etapas de la historia cultural del NOA y algunas de las culturas agro-
alfareras que se desarrollaron entre el 650 a. C. y principios del Siglo XVI (la conquista española)

Período Temprano o de Desarrollos regionales (650 a. de C. a 650 d. de C.)


 Tafí
 Condorhuasi - Alamito
 Ciénaga
Período Medio o de Integración regional (650 d. C. a 850 / 950 d. C.)
 La Aguada
Período Tardío o de desarrollos regionales (850 d.C. hasta la penetración de la cultura Inka, fines
siglo XV)
 Belén.
 Santa María.

 CULTURA CONDORHUASI-ALAMITO
Esta cultura se desarrolló en el noroeste de Argentina, en lo que actualmente corresponde a la provincia de
Catamarca y principalmente en el valle de Hualfín. Esta región se caracteriza por valles anchos y quebradas
altas con un clima cálido y seco y con recursos abundantes. Se presume que, por su vida aldeana y el alto
grado de desarrollo artístico, las comunidades Condorhuasi debieron contar con jefes que regulaban las
labores productivas, realizadas probablemente por artesanos especializados en el trabajo de la piedra, la
cerámica y el metal. En las tumbas se ofrendaban llamas, así como finos vasos efigie, adornos de oro y
figuras de felino. La imagen del felino aparece por primera vez en la región con esta cultura. En torno a la
figura del jaguar se genera un culto que se plasma en rituales donde se fumaban sustancias alucinógenas
en pipas de piedra, esto permitía a los chamanes entrar en contacto con lo sobrenatural.

La cerámica era polícroma (más de un color), de superficie externa pulida, de color rojizo sobre la cual se
realizaban motivos geométricos en negro y blanco. Las formas son variadas, destacando figuras humanas
sentadas o “gateando”, vasijas de cuerpo alargado y cuello esbelto. Estas piezas parecen ser de uso
exclusivamente ritual, ya que se encuentran sólo en las tumbas. También fabricaron instrumentos
musicales en cerámica, como ocarinas y silbatos.

Entre las vasijas de cerámica de color rojizo con figuras híbridas, antropo-zoomórficas (forma humana +
forma animal) se desarrollaron numerosas piezas de gran calidad como las que vemos a continuación:

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En estas vasijas se manifiesta una de las formas de darse la dualidad. En este caso la dualidad se expresa
en relación con un proceso de pasaje o cambio de estado sufrido por el chamán, situación en la que el ser
se desdobla y pasa a otro plano de conciencia. Es la transformación del chamán en jaguar, proceso que
ocurre como parte del trance y el viaje. Este viaje a través de los 3 planos del mundo se realiza como parte
de los rituales chamánicos que buscaban solucionar alguna problemática de la comunidad.

En la primera vasija vemos a el/la chamán con pinturas corporales, en posición sedente, con los ojos
entrecerrados, como entrando en un trance. En la siguiente el personaje se encuentra en la posición del
animal pero manteniendo todavía su rostro humano, también se ven aún las pinturas corporales. En la
última pieza el chamán ya está en plena transformación y se ven las “fauces” características del animal.
Entonces lo que vemos son diferentes fases del proceso de metamorfosis ritual.

Estas piezas funcionaban como “objetos de poder” que conformaban la parafernalia chamánica,
probablemente para beber chicha, que era una bebida alcohólica fermentada a partir de maíz u otras
plantas.

La siguiente es una escultura lítica (de piedra) perteneciente también a las culturas CONDORHUASI-
ALAMITO del período temprano. Se encontraron más de 30 piezas dentro de esta tipología, se les da el
nombre de SUPLICANTES. Lamentablemente cuando los investigadores dieron con ellas las piezas ya
habían sido desenterradas, por lo que se sabe muy poco de ellas y sus posibles usos o funciones.

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SUPLICANTES

Esculturas líticas figurativas pero


de gran abstracción o síntesis
formal. Representan figuras
humanas en posición flexionada
con los brazos en alto y la cara
dirigida hacia arriba. Podrían haber
funcionado como doble de piedra
móvil de los ancestros. Miden por
lo general entre 10 y 30 cm de
largo.

El culto a los ancestros es una importantísima institución socio-política andina. Las personas de prestigio
(líderes comunitarios) sufren un desdoblamiento después de su muerte.

Por un lado su cuerpo momificado será venerado por el pueblo. Ese fardo momificado se entierra y se
designa con el término mallqui que también significa “retoño”, pues su misión es ayudar a germinar la
tierra y hacer de intermediarios entre el mundo humano y el inframundo (uku pacha).

Por otro lado se erigirá en los campos de cultivo un objeto sagrado, un ídolo de piedra con forma de
monolito o “menhir” (huanca en quechua) que de esa forma perdurará la imagen del antepasado,
fecundará la tierra favoreciendo la agricultura e intermediará entre el mundo humano y el plano solar
(hanan pacha). Las dos almas del muerto regresarán periódicamente, una a la huanca y otra al mallqui, por
eso según la concepción andina es tan importante conservar las momias intactas para que su alma pueda
volver a habitarlas periódicamente.

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