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Estado Mochica
Cultura Moche
Estado precolombino
150-700 d.C.
Capital Moche
Para la cultura mochica la materia prima fue el adobe. Construyeron complejos religiosos-
administrativos de carácter monumental, conformados por palacios y templos o huacas (en forma
de pirámide trunca), las cuales los recubrían de grandes murales en alto y bajo relieve, pintados
con colores extraídos de la naturaleza, donde plasmaron sus dioses, mitos, leyendas y toda su
cosmovisión cultural. Las más notables de estas construcciones son las llamadas Huacas del
Sol y de la Luna, en el valle de Moche.
Fueron los mejores metalurgistas de su época en Américaː conocieron una gran variedad de
técnicas (dorado, laminado, martillado, alambrado, soldadura, etc.), lo que les permitió fabricar
herramientas, armas, atuendos, emblemas, ornamentos y toda su variada y rica parafernalia
ritual.
Son considerados los ceramistas del antiguo Perú, gracias a su fino y elaborado trabajo que
realizaron en sus ceramios. En ellas representaron, tanto de manera escultórica como pictórica,
a divinidades, hombres, animales y escenas significativas referidas a temas ceremoniales y mitos
que reflejaban su concepción del mundo, destacándose la asombrosa expresividad, perfección
y realismo con que los dotaban. De este arte sobresalen los huacos retratos y los huacos
eróticos.
Fueron navegantes: construyeron caballitos de totora, los que hacían más pequeños para la
pesca y más grandes para sus viajes hasta las costas ecuatoriales, desde donde traían conchas
de Spondylus, sagrada para los moches, y en general, para el resto de las culturas costeñas del
Antiguo Perú.
Esta cultura deriva su nombre del valle homónimo de Moche, actualmente también llamado Valle
de Santa Catalina, sede de las más conocidas e imponentes construcciones moches, las huacas
del Sol y de la Luna.
Los mochicas se expandieron por el sur hasta el valle de Nepeña (Áncash) y por el norte hasta
el valle de Piura (Piura).
Piura (Piura)
La Leche (Lambayeque)
Lambayeque (Lambayeque)
Zaña (Lambayeque)
Santa (Áncash)
Nepeña (Áncash)
Inicialmente fue conocida como cultura protochimú o Chimú temprano, pero recibió el nombre de
«cultura moche» tras los descubrimientos en el valle de Moche. También se la denomina «cultura
mochica» en razón del nombre de la lengua, el muchik, que hablaban sus pobladores.
En el valle de Jequetepeque: Complejo San José de Moro, Huaca Dos Cabezas, Complejo
Pacatnamú, Casa de la Luna o Sián, el Hornito (entre San Pedro y Pacasmayo), Sincapecerce
de Poémape y la Tumba de la Mina.
MOCHICA SUR
Más al sur están los sitios de Huancaco y Huaca de la Cruz (valle de Virú), Pampa de los Incas
(valle de Santa) y Pañamarca (valle de Nepeña).
DESCUBRIMIENTO
El arqueólogo alemán Max Uhle, descubridor científico de la cultura mochica, a la que denominó
como proto-chimú.
La civilización mochica fue identificada por Max Uhle en 1909, quien la clasificó como proto-
chimú (es decir, antecesora del Reino Chimú). Uno de sus principales investigadores fue el
alemán Hans Hinrich Brüning, ingeniero de profesión que llegó a trabajar en las azucareras de
Lambayeque y La Libertad. En 1899, con el patrocinio de la madre del editor de periódicos
William Randolph Hearst, Brüning excavó 31 yacimientos funerarios en las inmediaciones de la
Huaca del Sol y de la Huaca de la Luna (cercanos a Moche, el pueblo actual que dio su nombre
a la antigua cultura).
Esta cultura también fue estudiada por los arqueólogos peruanos Julio C. Tello y Rafael Larco
Hoyle (1901-1966). En particular, destaca la labor de Larco Hoyle, quien identificó de manera
científica los diversos períodos de esta cultura, a base de los estilos y la técnica de su cerámica.
No obstante, el constante saqueo de yacimientos arqueológicos hace difícil estudiar la civilización
hoy en día. Por ello, el descubrimiento de tumbas intactas de dos gobernantes mochicas en 1987
y 2006 (el Señor de Sipán y la Dama de Cao, respectivamente) fue clave para relanzar el estudio
científico de la cultura.
ECONOMÍA
AGRICULTURA
Los moches tuvieron una especial preocupación por el desarrollo agrícola. En este sentido,
cultivaron maíz, camote, yuca, papa, calabaza; frutas, tales como tuna, lúcuma, chirimoya,
tumbo, maní y papaya. Cultivaron además el algodón en sus colores naturales (blanco, marrón,
rojizo y morado), para uso industrial. También cultivaron totora.
LA INGENIERÍA HIDRÁULICA
Como precisaban llevar agua para cultivar tierras secas, construyeron canales (Wachaques)
que se muestran como notables obras de ingeniería hidráulica, como el de Ascope y el de La
Cumbre.
Asimismo construyeron represas como la de San José, cuales aguas almacenadas servían
para irrigar las tierras en tiempo de sequía y escasez.
Quedó registrada una sequía de varios años, que se cree que está relacionada con una
erupción del Anak Krakatau, que generó un invierno de dos años en todo el mundo (Véase
Fenómenos meteorológicos extremos de 535-536). Es más probable, sin embargo, que se
debiera al Fenómeno del Niño, que hacia el 650 d.C. ocasionó una terrible crisis en la
producción agrícola, que llevó al abandono de muchas tierras de cultivo y a la reducción del
territorio moche.
PESCA
Los mochicas tuvieron gran experiencia como pescadores y eso lo demuestra las antiguas
embarcaciones que usaban y que hasta ahora se siguen fabricando, denominadas caballitos de
totora. Pescaron tollos, rayas, lenguados, etc. y recolectaron mariscos como erizos y cangrejos.
NAVEGACIÓN Y COMERCIO
El mar ejerció sobre los mochicas un atractivo especial. Provistos de sus caballitos de totora, que
ya tenían cerca de tres mil años de antigüedad entonces, se convirtieron en diestros pescadores.
Con embarcaciones más grandes (balsas de totora y cañas, o posiblemente, troncos)
organizaron expediciones que arribaron hasta las islas Chincha para extraer el guano, tan
eficiente para el abono de las chacras. Hay indicios incluso que hicieron expediciones hasta el
Ecuador, por el norte, y hasta Chile, por el sur. Del Ecuador traían las conchas de Spondyllus,
sagradas para los moches, de las cuales hacían pectorales y brazaletes o los trituraban y los
espolvoreaban en los templos y palacios; y de Chile traían lapislázuli.
Poseían también naves guerreras que eran tripuladas por más de tres o cuatro personas y que
transportaban a grupos militares o a los prisioneros vencidos en las guerras. Todas esas
embarcaciones no son distintas a las fabricadas por otras culturas costeñas desde el 1000 a. C.
LA CERÁMICA
Una de las culturas peruanas que se caracteriza por tener una de las mejores cerámicas, es la
Moche. Hombres, divinidades, animales, plantas y escenas cotidianas de la vida moche fueron
representados en vasijas de arcilla y barro. La cerámica resalta por su expresividad, realismo y
perfección, usando metales de oro y plata.