Está en la página 1de 18

UNIVERSIDAD AUTONOMA “GABRIEL RENE MORENO”

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS, POLITICAS,


SOCIALES Y RRII
CARRERA: DERECHO

INTEGRANTES:
 Arlin Palenque Aira
 Julio Vanegas

TEMA:
 LAS ESCUELAS PENALES

GRUPO # 4
Tabla de contenido
Escuela Clásica.......................................................................................................................................3
Delito:................................................................................................................................................4
El Delincuente:..................................................................................................................................4
La imputabilidad:...............................................................................................................................4
Libre albedrío o libre arbitrio:...........................................................................................................5
Responsabilidad................................................................................................................................5
La pena:.............................................................................................................................................5
La Escuela Positiva.................................................................................................................................6
PRINCIPIOS GENERALES DE LA ESCUELA POSITIVISTA.......................................................................6
EL DELINCUENTE:..............................................................................................................................6
El DELITO...........................................................................................................................................6
EL DETERMINISMO............................................................................................................................6
AUSENCIA DE RESPONSABILIDAD MORAL.........................................................................................7
MEDIDA DE LA PENA.........................................................................................................................7
REPRESENTANTES.............................................................................................................................7
LOMBROSO, CESARE EZEQUIEL.....................................................................................................7
GAROFALO, RAFAEL.......................................................................................................................8
LA ESCUELA DEL POSITIVISMO CRÍTICO (TERCERA ESCUELA)................................................................9
TERZA SCUOLA..................................................................................................................................9
EL POSITIVISMO JURIDICO: LA ESCUELA TECNICA...............................................................................10
ESCUELA PRAGMATICA, SOCIOLOGICA O ESCUELA DE LA POLITICA CRIMINAL..............................11
ESCUELA PRAGMATICA, SOCIOLOGICA O ESCUELA DE LA POLITICA CRIMINAL..............................12
LA ESCUELA DEL DOGMATISMO JURIDICO......................................................................................13
LA ESCUELA DE MANBURGO Y DE BADEN...........................................................................................13
Escuela de Marburgo...................................................................................................................14
La Escuela Sudoccidental alemana o de Badén...........................................................................14
LA ESCUELA DE KIEL.....................................................................................................................15
EL FINALISMO DE HANS WELZEL.................................................................................................15
EL FUNCIONALISMO SISTÉMICO DE CLAUS ROXIN......................................................................17
EL FUNCIONALISMO SISTÉMICO DE GÜNTHER JAKOBS...............................................................17
LAS ESCUELAS PENALES

Las escuelas del derecho penal, fueron las diferentes teorías, principios o doctrinas del orden
filosófico, jurídico y político, que particularmente se agruparon para formar un sistema que explicara
mejor los fundamentos del derecho penal. Desde el siglo XVIII d. c., fueron las apariciones de las
escuelas del derecho penal, a las cuales han pertenecido importantes autores las conocidas e
importantes son:

Escuela Clásica
Se inició en el siglo XVIII después de Cristo, pero adquirió su apogeo en el XIX, lo cual fue
consecuencia de las injusticias que engendraba la aplicación de las penas sin ningún tipo de control.
Nació como reacción contra la arbitrariedad que caracterizaba la justicia penal de ese siglo, se
amparó principalmente en los ideales de la Revolución Francesa y recogió lo mejor del Iluminismo.
Su misión principal fue hacer digna la justicia penal y convertir en realidad las libertades de los
individuos y de las colectividades.

Sus principales representantes fueron Cesare Beccaria, Francisco Carrara, Mario Pagano, Gaetano
Filangieri, entre otros.

Para la escuela Clásica ya se tiene muy claro cuáles son los conceptos de delincuente, delito, pena, y
fin de la pena. Tenemos que considerar al delincuente como los seres humanos capaces de
comprender la ilicitud de un hecho y capaces de usar perfectamente el libre albedrío, es decir, los
que pueden actuar con dolo, culpa, o preterintencional. Se consagra como consecuencia de esto que
la responsabilidad es moral y se funda en el libre albedrío.

En síntesis, el delito es una infracción proveniente del hecho voluntario y consciente que viola el
derecho objetivo, es decir, la ley. La pena, es considerada por los clásicos como un castigo, como
una retribución moral, como expiación, y en fin, como un mal que, obedeciendo cánones legales,
imponen los funcionarios correspondientes exclusivamente a los capaces de actuar con dolo y con
culpa, declarados responsables de la comisión de una infracción penal. Por esta razón ella debe ser
proporcional al hecho imputado. El fin de la pena, es el restablecimiento del orden jurídico turbado
por el delito. Por esta razón debe ser temible, aflictiva, reparadora, divisible y proporcional.

Entonces las leyes están en este orden:

1. Las leyes de Dios.


2. Las leyes del hombre.
3. Las leyes sancionatorias.
Principios generales de la escuela clásica:
La doctrina de la escuela clásica señala como objeto de la ciencia penal el estudio de los delitos y de
las penas, con descuido del delincuente. Considera como delito, únicamente el hecho previsto de
antemano por la ley penal; como fundamento del derecho de castigar, el mantenimiento del orden
jurídico por el Estado, esto es, la tutela jurídica de los intereses, derechos y libertades de los
ciudadanos, fórmula que se puede resumir en el interés común; y como fin de la pena, el ejemplo y
el escarmiento.

Delito de una infracción de la ley del estado


Es una entidad jurídica, abstracta, determinada por la colisión entre las acciones humanas y el
derecho. Su esencia es la transgresión de una regla jurídica. Consta de dos elementos: uno interno:
la voluntad e inteligencia; el otro externo: el hecho material. Es el resultado de dos fuerzas: la fuerza
moral, intención libre y la fuerza material, movimiento muscular, acción.

En el delito se distinguen la cualidad, constituida por los caracteres que diferencian un hecho de
otro y determinan el delito-tipo; la cantidad, que los hace más o menos graves, y el grado, que torna
al delito plenamente o menos plenamente imputable.

El Delincuente es una entidad abstracta


Es un ser dotado de libre albedrío que viola espontáneamente la ley y es castigado por su acto y no
por su personalidad. El hombre es un ser inteligente y libre de escoger entre lo moralmente malo y
lo moralmente bueno, si escoge el mal, a pesar de estar dotado de esa inteligencia y esa libertad, es
justo que se le retribuya con otro mal.

Libre albedrío o libre arbitrio:


Parte del supuesto de lo que todo acto humano (con dependencia de su contenido mora, de su
bondad o maldad) pasa por tres etapas psicológicas: liberación, ejecución decisión y ejecución. El
acto externo es una expresión de la voluntad libre, capaz de hacer y decidir al hombre entre hacerlo
o no, de elegir entre el bien y el mal. Esta libertad moral, de corte filosófico espiritualista, debía
dirigir la conducta.

Responsabilidad moral del delito


Exige en el autor del hecho la voluntad de cometerlo, supone el conocimiento suficiente del bien y
del mal y el libre arbitrio de escoger este último. La responsabilidad penal deriva de la
responsabilidad moral.

El hecho cometido se presume voluntario y sólo se justifica cuando el agente obedece a una
autoridad superior, o no puede resistir fuerza insuperable, o no ha podido determinarse libremente
a ejecutarlo. Las excepciones más señaladas son los casos de los menores, de los ebrios y de los
locos, distinguiéndose según que los primeros obren con o sin discernimiento, o que la embriaguez
sea completa, y la perturbación mental, absoluta o relativa.
La pena en proporción del delito
Es un mal infligido al delincuente, prescrito por la ley y aplicado por el juez. Tiene su fundamento en
la necesidad de ley, o en el deber del Estado de defender los derechos y las libertades de los
ciudadanos. Su fin es el restablecimiento del orden externo por medio de la corrección del
delincuente, de la confianza que debe inspirarse a los buenos y de la advertencia a los mal
intencionados

Muchos errores se han señalado en la escuela clásica; pero es evidente que ella construyo un
momento luminoso en la historia del derecho penal y que muchos de sus principios conservan
actualmente su vigencia entre sus ventajas La Escuela Penal Clásica propone la dulcificación de las
penas en modo general. No se puede sancionar sin previo proceso público.
La Escuela Positiva
También de origen italiano, surgió a mediados del siglo XIX, como consecuencia de los estudios que
realizó Cesar Lombroso y de la reacción contra algunos de los principios de la escuela clásica. Su
misión principal fue la de darle mayor importancia a la antropología y a la psiquiatría, lo cual trajo
como consecuencia que se resaltara más el estudio del delincuente que el del delito, y que se le
prestara más atención a la sociedad que al individuo.

Sus principales representantes fueron Lombroso, Garófalo y Ferri.

El delincuente para los positivistas era el principal actor del derecho penal, considerado como
anormal al menos en el momento en que viola la ley penal. La enfermedad de que padece puede ser
adquirida o congénita, permanente o transitoria. El delincuente, para los positivistas, es un ser
defectuoso desde el punto de vista psicológico. Es una persona a quien debe prestársele la atención
profesional adecuada para readaptarlo, y la que debe ser apartada de la sociedad para la protección
de ésta. La razón de ser de la justicia penal, pues, es la defensa de la sociedad. Para los positivistas
los delincuentes son iguales ante la ley, pero los hay habituales, ocasionales, pasionales, natos,
enfermos de la mente, etc. El delito, es comprendido como un fenómeno natural, producido por el
medio social en que se desarrolla el hombre que lo comete, con las consiguientes consecuencias
para la sociedad. El delito es un hecho natural del hombre, que puede tener por causa factores
antropológicos, físicos, telúricos o sociales, etc.

La pena para los positivistas, es equivalente a una medida de seguridad social y a una manera de
readaptar al delincuente. Es preventiva y no puede tener carácter retributivo o expiatorio, sino de
defensa colectiva. Y se les impone a quienes, con su hecho, demuestran que son desadaptados
sociales permanentes o transitorios, para que se curen del mal que padecen y para tranquilidad de
la sociedad. La culpabilidad no la fundamentan los positivistas en el libre albedrío, como lo hacían
los clásicos, sino en la actividad sicofísica del agente imputable.

PRINCIPIOS GENERALES DE LA ESCUELA POSITIVISTA

EL DELINCUENTE:
Es el protagonista de la justicia penal el delincuente es una realidad concreta, no es un hombre
normal, el delito presenta más o menos serias anomalías biosiquicas congénitas o adquiridas,
permanentes o transitorias.

El DELITO
Ante todo es un fenómeno natural, humano, originado por un triple orden de factores: individuales
(orgánicos y psíquicos), físicos (ambiente telúrico) y sociales (ambiente social, económico y político).

EL DETERMINISMO
Desde un punto de vista filosófico niega el libre albedrío propiciado por la escuela clásica
sustituyéndola por el determinismo. Se apoya en la causalidad que tiene leyes universales, físicas,
biológicas y psicológicas y en la conservación de la materia de la que el hombre no puede escapar.
AUSENCIA DE RESPONSABILIDAD MORAL
Como, por la hipótesis del determinado del determinismo del hombre carece de libertad, al obrar
por factores que determinan la conducta, el fundamento de la penal su justificación, residía en el
concepto de la defensa social. Ya no se la responsabilidad del sujeto que delinque lo que importa,
sino su temibilidad. No se trata de un castigo, sino de una necesidad de higiene y terapéutica social.

MEDIDA DE LA PENA
La medida de la penal es dada por el delincuente mismo. La extensión y la forma de la pena no
pueden ser fijadas por el delito como lo sostenía la escuela clásica si no por las condiciones del
delincuente. Cuando más peligroso sea, mayor será la sociedad de defenderse, derivándose de este
concepto la noción del estado peligroso. La pena fijada y proporcional al delito pasa a ser
indeterminada y proporcional a la temibilidad del delincuente.

REPRESENTANTES
Cesare Ezequiel Lombroso Es el principal expositor de la Escuela Positiva italiana juntamente con
Enrico Ferri (Sociólogo) y Rafael Garófalo (jurista).

LOMBROSO, CESARE EZEQUIEL


Principal expositor de la Escuela Positiva italiana. Utiliza con el método experimental inductivo
mediante la observación.

En su enfoque antropobiológico establece que: los delincuentes con delitos graves se asemejan ya
que tienen taras genéticas como: protuberancia en la frente y en el cráneo, pómulos salientes y ojos
achinados. El criminal nace con diferencias del sujeto "normal" por causas genético hereditarias.

Individuos determinados para el delito sobrepasan los frenos inhibitorios que tienen las personas
normales.

FERRI, ENRICO
Enrico Ferri como fundador de la Escuela Sociológica, en su obra Sociología Criminal da una oración
fúnebre al Derecho Penal clásico. Indica que el Derecho Penal solamente investiga el delito, es decir,
solo hace Criminalística y castiga al delincuente con lo que dice el Código Penal, no examina las
causas del delito. Debe buscar las causas por las cuales se cometen delitos. Hace del Derecho Penal
un capítulo de la Sociología Criminal. El Derecho Penal pierde totalmente su autonomía.

Utiliza este método para llegar a establecer las causas del delito, en consecuencia ataca al hombre
como causa fundamental.

Niega el libre albedrío. El hombre no es libre, sus libertades están restringidas al marco jurídico
establecido por el Estado Explica la etiología del delito por medio de su Teoría de los Motivos
Determinantes del Crimen. Los motivos están en 3 factores.

1. El Factor Antropológico (constitución orgánica, psíquica y biosociales del delincuente).


2. Factor Cosmotelúrico (el clima, naturaleza del suelo, la estación).
3. El Factor Social o Mesológico (densidad de población, migración campo ciudad, alcoholismo,
socialización imperfecta, moral, la familia, costumbres).
El delito es resultado de factores sociales que lo determinan a infringir lo jurídicamente establecido,
por eso Ferri basa el delito en la responsabilidad social y no en la responsabilidad moral como la
Escuela Clásica. El hombre es responsable sólo por el hecho de vivir en sociedad.

En el delincuente actúa poderosamente el Factor Social, por más que individualmente sea
considerado como producto de fuerzas interiores (voluntad, carácter, inteligencia, sentimientos,
etc.) recibe de la sociedad un conjunto de modos de obrar que determina sus actos futuros.

Crea la Teoría de la Peligrosidad, esta se determina atendiendo a la cualidad más o menos antisocial
del delincuente y no a la del acto ejecutado. El Estado Peligroso es la situación individual que por
diferentes circunstancias sociales, el sujeto está en gran proclividad de caer en la delincuencia.
Utiliza el método experimental y la Estadística.

GAROFALO, RAFAEL
Acuña por primera vez el término de Criminología. Plasma las ideas de Cesare Ezequiel Lombroso en
fórmulas jurídicas.

Entre los discípulos que la creciente fama de C. LOMBROSO agrupa en torno a su cátedra, figura
RAFAEL GAROFALO quien aporta a la escuela su profundo conocimiento del Derecho, que sirve para
plasmar en fórmulas jurídicas, asequibles a teóricos y prácticos, las nuevas ideas. Este conocimiento
jurídico faltaba, en el período de iniciación de la tendencia positiva, no sólo a LOMBROSO sino
también a FERRI que, aunque más tarde realizara una grandiosa elaboración jurídica, era entonces
mero filósofo del Derecho.
LA ESCUELA DEL POSITIVISMO CRÍTICO (TERCERA ESCUELA)
Ante la disputa de las dos escuelas no faltaron los juristas que intentaron unificar la doctrina por la
vía del compromiso, como una suerte de pacificación de los ánimos de los sostenedores de ambas
posiciones, irrumpiendo de esta manera la escuela crítica o eclesiástica del derecho penal, cuyas
principales corrientes fueron las siguientes:

TERZA SCUOLA
La Tercera Escuela, Terza Scuola, escuela crítica o escuela del positivismo crítico, tiene su aplicación
precisamente por la pugna existente entre las escuelas clásica y positiva. Tercera escuela la principal
surge en Italia (terza scuola), cuyos principales representantes son Alimena y Carnevalle. En
Alemania hubo una tercera escuela, que coincide con los postulados de la italiana.

La tercera escuela sustenta los siguientes postulados:

a) Afirmación de la personalidad del derecho penal contra el criterio de la dependencia que


propugnaba ferri en sus primeros tiempos. Tal dependencia solo podía lograse con atención
al método de investigación empleados por ambos , para el derecho penal se registra del
método lógico formal y para la criminología el método empírico la variedad de la causas

b) La variedad de las causas del delito dejaba de ser fruto exclusivo de la constitución criminal
del individuo que propiciaba la escuela italiana, aceptando la teoría de la escuela francesa
que habla del sujeto ‘predispuesto’, el que ira a convertirse en delincuente cuando el medio
le resulte propio.

c) Rechaza la clasificación de los delincuentes propuesta por la escuela positivista, no acepta el


determinismo absoluto, ni el libre albedrío total, hablan de condicionamiento, solo si se dan
ciertas situaciones se pueden provocar ciertas conductas.

d) Denominan sanciones penales al conjunto conformados por las penas y las medidas de
seguridad.

e) Conserva el concepto de responsabilidad moral, completándola con el concepto de


peligrosidad: el ser humano en ciertas circunstancias desarrolla potencialidades que en
situaciones normales no las tendría.

La crítica dirigida a esta tercera escuela, estriba en sostener, que no contiene características propias
para formar una escuela. "Nos parece que si la llamada tercera escuela puede presumir de título de
vida en el periodo de los orígenes, es decir, que respondía a una necesidad, hoy, dados los nuevos
desarrollos, de índole jurídica también, de la escuela criminal positivista, dadas las distinciones y
diferenciaciones que se han efectuado en el seno mismo de la escuela clásica, esta tendencia carece
de características propias lo bastante relevantes y distintas para formar una escuela. Por lo demás,
su mismo fundador, Carnevale, repetía también que la escuela surgió por "una necesidad de
distinción aunque fuera transitoria".
EL POSITIVISMO JURIDICO: LA ESCUELA TECNICA
Tanto en Italia como en Alemania, en respuesta al positivismo surge en el campo penal tendencia
hacia una profundización de la técnica penal misma, que en Italia se llamó escuela o dirección
técnico jurídico y en Alemania se denominó el sistema Liszt belig.

Tal como se tiene expuesto, el positivismo en Italia había llevado a un Derecho penal, sin derecho,
frente a este panorama a comienzos de 1910 Arturo Rocco denunció este estado de cosas y propuso
un cambio de rumbo en el método de la ciencia penal italiana, Rocco reconoce que la escuela
clásica, intento construir un sistema penal perfecto, válido para cualquier tiempo y lugar, cayendo
de esta manera en una serie sistemática de enunciados axiomáticos independientes de la leyes de
un Estado; pero por su parte el positivismo tendió a transformar el Derecho penal en un apéndice de
la sociología, con lo cual se llega a la extraña consecuencia de un Derecho penal sin derecho.

La dirección técnico-jurídica no equivale a la dogmática, sino que es sólo una de las concepciones
(positivistas) que esta última ha adoptado en el estudio del derecho positivo. Rocco llego a este
punto, siguiendo el camino trazado por el positivismo alemán, distinguiendo tres momentos
centrales en la elaboración jurídico penal:

1. Una exegética, que persigue descubrir el sentido de las proposiciones jurídico-penales.


2. La sistemática que procura coordinar entre sí los diversos conceptos jurídicos
3. Otra critica que consiste en analizar aciertos y defectos de la legislación vigente orientando
reformas penales dentro de un concepto dogmático.

Cuenta entre sus miembros a Vicenzo Manzini y Francesco Carnelutti.

Los lineamientos doctrinales de esta escuela son los siguientes:

1. El objeto de la Ciencia penal, es el Derecho penal positivo vigente.


2. En el estudio del delito debe prescindirse de su aspecto humano y sociológico, para
detenerse sólo sobre su naturaleza jurídica
3. Para los efectos de la responsabilidad penal debe prescindirse del libre albedrío; pero
conservando la diferencia imputables e inimputables.
4. La pena como reacción jurídica contra el delito sólo debe aplicarse a las personas normales,
los anormales son objeto de medidas asegúrativas de contenido puramente administrativo

Tanto en forma de positivismo jurídico como naturalísimo, el positivismo influyo de modo innegable
en el contenido de la ciencia penal germánica; en el ámbito del primero, es decir, el positivismo
jurídico, la dogmática del Derecho positivo pasó a convertirse en normativismo, como es el caso de
Binding, Merkel y Beling; en el segundo aspecto traducido en el estudio empírico del delito y de la
pena y cuyo máximo representante fue Von Liszt.
ESCUELA PRAGMATICA, SOCIOLOGICA O ESCUELA DE LA POLITICA
CRIMINAL
Siendo que el clima intelectual en que se desarrolló el positivismo italiano no era el mismo que en
Alemania, ésta asimiló los postulados de la escuela positivista italiana orientando más su enfoque a
lo jurídico.

El principal representante de la llamada Escuela pragmática fue el profesor de Berlín Franz Von Liszt,
quien en ningún momento pretende remplazar o suprimir el Derecho penal, muy por el contrario el
Código penal es la Magna Carta del delincuente, concebía al hombre como el centro de sus estudios,
por eso llegó afirmar que el Derecho penal es la carta magna del delincuente, porque no protege al
orden jurídico ni a la comunidad, sino al sujeto que ha obrado contra ella, el Derecho a castigar es
concebido sólo si concurren los requisitos legales y dentro los límites establecidos por ley. Sostenía,
además, que el Derecho penal es la infranqueable barrera de la Política criminal, es decir, que la
dogmática penal es la que debe acotar el poder punitivo, ponerle límite al pensamiento policial que
se encarnaba en la Política criminal. Adjudicó a la pena, y como parte de un Estado intervencionista,
un fin preventivo especial, rechazando el retribucionismo.

a) De esto se desprende que Von Liszt concibió una ciencia total del Derecho penal que se
encargaba de tres tareas: Criminológica: indagaba las causas del delito y el efecto de las
pena
b) ) Político criminal: valoraba lo que surgía como resultado de la anterior
c) Derecho penal-dogmático: ponía límites a la política criminal 29.

Las principales notas que tipifican a esta Escuela son las que se enumeran:

a) La escuela clásica proclamó el método lógico-abstracto para investigar el fenómeno penal en


el ámbito del Derecho, y los positivistas defendían los métodos experimentales. La dirección
político criminal proclama la necesidad de emplear un método jurídico para indagar el
contenido del Derecho.
b) En el estudio del delito debe prescindirse de su aspecto humano y sociológico, para
detenerse sólo sobre su naturaleza jurídica.
c) Para los efectos de la responsabilidad penal debe prescindirse del libre albedrío; pero
conservando la diferencia entre imputables e inimputables.
d) La pena como reacción jurídica contra el delito sólo debe aplicarse a las personas normales,
los anormales son objeto de medidas asegurativas de contenido puramente administrativo.

Tanto en forma de positivismo jurídico como naturalísimo, el positivismo influyo de modo innegable
en el contenido de la ciencia penal germánica; en el ámbito del primero, es decir, el positivismo
jurídico, la dogmática del Derecho positivo pasó a convertirse en normativismo, como es el caso de
Binding, Merkel y Beling; en el segundo aspecto traducido en el estudio empírico del delito y de la
pena y cuyo máximo representante fue Von Liszt.
ESCUELA PRAGMATICA, SOCIOLOGICA O ESCUELA DE LA POLITICA
CRIMINAL
Siendo que el clima intelectual en que se desarrolló el positivismo italiano no era el mismo que en
Alemania, ésta asimiló los postulados de la escuela positivista italiana orientando más su enfoque a
lo jurídico.

Es VON LISZT el primer sistematizado del concepto de delito en un plano estrictamente jurídico. Si
bien, como en todo terreno, se señalan precursores o antecesores, la verdad es que ninguno había
desarrollado con el rigor científico de VON LISZT el estudio de la ciencia del delito. Apenas si se había
avanzado más allá de señalar que el delito era acción, esto es, que las legislaciones, después del
pensamiento humanitarista de BECCARIA, ya no sancionaban actos puramente internos, ideas o
propósitos, sino siempre hechos externos del hombre. Aparte de este primer elemento esencial,
repara VON LISZT en que solamente son sancionados los hechos que aparecen prohibidos por el
derecho, y que además se castiga únicamente a los individuos que tienen con su acto un vínculo
interno, voluntario, que hace que moralmente se les pueda reprochar. Pero para VON LISZT hay
otros actos humanos externos, prohibidos por la ley y realizados voluntariamente, que no son
delitos, porque la ley no ha querido sancionarlos con pena, y concluye afirmando que la amenaza
penal es la nota específica del delito.

Esta Escuela no contempla como la Clásica el libre albedrío (libre escogimiento entre el bien y el
mal), señalo que el delito tiene su causa en circunstancias de tipo social, individual, físico y político.
También diferenció entre imputables e inimputables. Su representante Fran Von Liszt (1881). Esta
Escuela dio gran desarrollo al Derecho Penal al proponer combatir la delincuencia por las causas y
no por sus efectos.

Las principales notas que tipifican a esta escuela son las siguientes:

a) La escuela clásica proclamo el método lógico abstracto para investigar el fenómeno penal en
el ámbito del derecho, y los positivistas defendían los métodos experimentales. La dirección
político criminal proclama las necesidades de emplear un método jurídico para indagar el
contenido del derecho positivo y el método experimental como único útil. Trabajo
criminológico.
b) La imputabilidad se basó en el libre albedrío por el clásico y fue negada por los positivistas.
La política criminal proclaman la necesidad de considerar un nexo subjetivo en la
responsabilidad, si bien independizándolo de libertad moral Los político-criminalistas
reconocen la imputabilidad de los delincuentes normales y, en cambio proclaman el estado
peligroso como base de la medida que ha de tomarse sobre los delincuentes que se desvían
de la norma.
c) Reconoce la Política criminal que el delito es un concepto jurídico; pero como fenómeno
natural, surge en la vida por impulso de factores endógenos y exógenos.
d) Los político-criminalistas no se retractan de la pena, aunque sí proclaman que debe tener un
fin; pero ésta sólo se aplicará a los delincuentes imputables, en tanto que los peligrosos
serán corregidos inocuizados por medidas de seguridad.
LA ESCUELA DEL DOGMATISMO JURIDICO
Se desarrolla en Alemania, estudia además de la ley vigente, el derecho vigente del cual la ley solo es
una simple expresión, es decir, que no reduce el Derecho únicamente a la ley, y pretende su
reconstrucción con una base científica. La dogmática jurídica alcanza a toda elaboración sistemática
del Derecho positivo. Por lo tanto el Derecho vigente, como fenómeno jurídico, excede el reducido
campo de la ley, además como concepción jurídica completa, tiene más amplitud que una mera
creación lógico-abstracta.

a) Karl Binding: Tal vez esta escuela sea la que mayor aporte ha dado al enfoque dogmático del
Derecho penal a través de la obra de Karl Binding, cuya obra más importante fue la
monumental «las normas y su infracción» y su concepción del <jus puniendi» y de la
«pena».
El jus puniendi es concebido también formalistamente, constituye uno de los dos polos
subjetivos de la relación jurídica creada por la norma.
La pena entendida como pura retribución, carece de todo fin trascendente a su sola
ejecución, porque éste es el único fin que se desprende de la ley.
b) Ernst Beling: Partiendo de los principios de legalidad y reserva, sostuvo que el Derecho penal
regula sólo algunas conductas humanas que están específicamente determinadas, y es por
eso que tales conductas deben estar descritas en «tipos» y no en vagas enunciaciones.
El gran aporte de Beling, que se encuadra totalmente en la más pura tradición racionalista,
es su concepto de tipo que, por una parte, formaliza el delito; pero por otra otorga garantías
al individuo frente al Estado.
El concepto de tipicidad de Beling permitió dar al delito un estricto contenido jurídico
positivo. Con ello confirió total autonomía al estudio del Derecho penal y echó por tierra la
concepción de una ciencia penal conjunta planteada por Liszt.

LA ESCUELA DE MANBURGO Y DE BADEN


Con la crisis del positivismo, auspiciada por la crisis depresiva de 1890-1896 que reveló la quiebra
del modelo en el cual la sociedad era concebida como un organismo cuyas células sanas expulsan a
las enfermas, se da lugar a un nuevo planteamiento que fue iniciado por Emilio Durkheim,
proporcionándonos a su vez la primera visión macrosociológica del delito que abarca la reacción
social, con su teoría de la despatologización del fenómeno criminal.

Alemania antes que Italia, en el ámbito del Derecho penal, había abandonado precozmente el
positivismo y al trabajo de Radbruchy Sauer, que introdujeron el neokantismo en la metodología
jurídica, se impone las especificas exigencias de la dogmática penal que decidieron el giro del
positivismo a un método en el que de nuevo la valoración y la perspectiva material tuvieron entrada,
en el entendido que las tres categorías centrales de la teoría del delito (acción, antijurídica y
culpabilidad) encontraban insatisfactoria explicación con arreglo a la metodología positivista.
Escuela de Marburgo
La llamada escuela de Marburgo se organizó sobre las inquisiciones epistemológicas de Friedrich
Albert Lange y Otto Liebmann, cuya obra Kant y los Epígonos de 1865 había proporcionado el
impulso estructurador para el movimiento neokantiano.

La existencia de categorías a priori estaba demostrada, para los marburguenses, por la existencia de
ciencias. La crítica de los hallazgos científicos resultaba por lo tanto imposible.

El análisis de su teoría del conocimiento y su aplicación al mundo da las ciencias empíricas. En este
sentido, se opone a otra escuela neokantiana que tuvo su centro en la universidad alemana de
Badén y que criticaba el excesivo racionalismo de la Escuela de Marburgo Para los pensadores de
ésta, la filosofía debe estudiar las condiciones formales de la posibilidad del conocimiento y de la
acción. Destacando el papel constructivo que posee la razón humana; y, como ya hizo Kant, debe
tener siempre en cuenta los datos que aportan las matemáticas y la física para el conocimiento de la
realidad.

Entre los miembros más significativos de esta escuela se encuentran a Rudolf Stammler, cuya
influencia se notó en la metodología jurídica, considerado por ello el inicio de la actitud metódica
contemporánea en la ciencia jurídica alemana: sostenían que el método es el que crea el objeto. La
escuela neo-kantiana de Manburgo no tuvo grandes repercusiones penales; sin embargo, su
influencia en la metodología jurídico-penal fue escasa.

La Escuela Sudoccidental alemana o de Badén


Parte de la Crítica de la razón práctica antes que de la Crítica de la razón pura y con ello concluyó en
que los valores son los que crean y ordenan; sostenían que la realidad es una especie de caos al que
no se puede penetrar sino es por medio del valor, que es lo que crea el objeto. La consecuencia que
esto tiene en el campo jurídico penal es que el valor no se limita a agregar un dato, sino que el
derecho penal penetra en el caos de la realidad, recreándola, lo que equivale a decir que el valor no
respeta la realidad, porque no puede, sino que crea lo que valora o desvalora. De este modo, puede
separarse todo dato de realidad proporcionado por las ciencias empíricas como la psicopatología y
hacer del saber penal una ciencia de cultura, que a partir de su método crea sus propios objetos.

Los neokantianos de Baden distinguieron radicalmente la naturaleza de la cultura, y definieron


métodos de investigación distintos para ambas; si bien las ciencias naturales deben operar con
métodos generalizadores (nomotéticos), inductivos, las ciencias humanísticas o culturales deberían
por el contrario atenerse a la individualidad de cada cultura o formación social (idiofenómenos).

Esta división estaba fundada en la distinción hecha por Dilthey entre las ciencias de la naturaleza y
las ciencias humanas o del espíritu, como le llamó, la cual exponía la incapacidad de dar cuenta
mediante un método único universal, propugnado por la visión cientificista del positivismo del siglo
diecinueve, de la totalidad de la realidad y el conocimiento humano. Sin embargo, la asunción del
punto de vista individualizador forzaba a mantener las cuestiones relativas a la selección de una
cultura una Weltanschauung o "visión del mundo", con el término que estableció Rickert fuera del
ámbito de la filosofía.
LA ESCUELA DE KIEL
La creciente crítica contra la dogmática causalista valorativa, no solo se llevó a cabo desde un punto
de vista penal, sino que a la vez fue sustentada en una nueva concepción política, que trataba de
destruir también las bases de garantía liberal erigidas por la dogmática sobre los conceptos de
tipicidad y culpabilidad y mediante el principio de legalidad. Se trata, sostiene Juan Bustos Ramírez,
de una etapa en que sobre la dogmática causal valorativa coinciden en forma demoledora las críticas
de sectores completamente diferentes, a las cuales dicha dirección dogmática no está en situación
de contestar, lo cual en definitiva será aprovechado por el sector que además cuenta con un apoyo
oficial a su tesis, esto es, la Escuela de Kiel.

Schffstein uno de los representantes más importantes de esta escuela, sustituye el planteamiento
del delito como un ataque a bienes jurídicos por el de una lesión del deber. Consideraba que la
existencia de los delitos especiales propios así como el Derecho penal militar confirmaban la
insuficiencia de la teoría del bien jurídico, ya que tales delitos solo pueden ser explicados tomando
apoyo en una teoría sobre el deber.

Planteaba la supresión del concepto garantizador de bien jurídico por el deber, que en verdad
significa el deber del individuo con el Estado, por eso, implica entonces llegar al sacrificio del
individuo en aras de la comunidad, desmontando de esta manera las garantías fundamentales que
se habían construido desde iluminismo. Este planteamiento se conecta y llega a su culminación con
el de Dahm, que concibe el delito como una traición, parte del delito de alta traición y de traición a
la patria, Dahm, llega a conclusión que el delito no consiste en la lesión de un bien jurídico sino en la
afección de un deber de fidelidad.

En definitiva la escuela de Kiel crítica al racionalismo dominante en la ciencia penal, ya sea de corte
positivo o neokantiane, pues tal pensamiento habría llevado a la abstracción, al análisis atomizante,
a dividir lo que es una totalidad, y con ello apartarse de la vida. De lo que se trataría seria de captar
la realidad en cuanta vida: para ello entonces no servirían la razón ni los conceptos, sino una
aprehensión intuitiva, conforme a la representación del pueblo, de la esencia de las cosas: Al
racionalismo se opone un planteamiento irracionalista

El fin de la segunda guerra mundial señalo en Alemania el momento de un intento de superación


radical del irracionalismo de la escuela de Kiel, lo que se manifestó en dos tendencias
fundamentales: la del iusnaturalismo, que terminó en retirada, y la de la teoría finalista de la acción.

EL FINALISMO DE HANS WELZEL


La teoría de las estructuras lógico reales de la acción finalista de Welzel fue el otro camino iniciado,
tanto en el aspecto jurídico filosófico como en el propiamente penal, para superar el irracionalismo
que se había desatado en Alemania durante el nazismo, aparece por primera vez en 1930, cuando el
neokantismo dominaba la metodología jurídico penal y surge como respuesta al neokantismo y sus
resultados en las dogmáticas jurídico penal.

A diferencia del neokantismo, para el cual el valor era lo que orden en el caos del mundo y lo hacía
disponible para el orto welzeliano el mundo tiene varios órdenes a los que el legisla vincula por las
estructuras lógicas con la realidad. Según Welzel cuando las ignora o quiebra, el derecho pierde
eficacia, salvo che quiebre la que lo vincula a la estructura del ser humano como persona, en cuyo
caso deja de ser derechos.
Para esta teoría la esencia de la acción, que determina toda la estructura sistemática, estriba en que,
mediante su anticipación mental y la correspondiente selección de medios, el hombre controla el
curso causal dirigiéndolo hacia un determinado objetivo, es decir, lo supra determina de modo final.
De ahí se deriva como consecuencia sistemática que el dolo. Ahora aparece en una forma reducida a
la dirección causal y se considera ya como componente del tipo.

Según Juan Bustos Ramírez, los esfuerzos metodológicos de la teoría finalista se los puede clasificar
en tres niveles:

1. De carácter filosófico, está dirigido tanto contra el irracionalismo como a dar una nueva
base de sustentación al pensamiento jurídico
2. Desplazar definitivamente del Derecho penal el influyó del positivismo naturalista y
sociológico, revisando críticamente los aportes del neokantismo o teoría de los valores
3. Trata de elaborar una nueva teoría del delito sobre la base de una rectificación del modelo
utilizado por la teoría clásica del delito

Claus Roxin a tiempo de manifestar que el finalismo, con su orientación en datos ontológicos
previos, ha promovido desarrollos en parte correctos y en parte falsos, apunta los méritos del
finalismo, en los siguientes términos:

a. El finalismo ha contribuido decisivamente a descubrir el desvalor de la acción como uno de


los elementos constitutivos en el injusto penal y a delimitarlo de la culpabilidad y de los
demás presupuestos de la responsabilidad penal. La finalidad solamente constituye un
factor entre varios que determinan el injusto penal. Además ella solamente abarca en parte
el desvalor de la acción, porque éste sobre todo consiste también en la creación de un
riesgo no permitido, el cual es independiente de los objetivos que se haya fijado el autor.
b. El finalismo ha posibilitado que se puedan perfilar objetivamente los tipos de delitos. El
hecho de que el homicidio doloso incorpore un injusto totalmente distinto de un homicidio
imprudente recién se hace reconocible cuando se integra la finalidad y el dolo del homicida
en el tipo.
c. Una diferenciación entre autoría y participación en el campo del injusto realizada siguiendo
el criterio del dominio del hecho solamente puede llevarse a cabo cuando el dolo es visto
como parte del tipo.
EL FUNCIONALISMO SISTÉMICO DE CLAUS ROXIN
Sostiene Roxin, que aproximadamente desde 1970 se han efectuado intentos muy discutidos de
desarrollar un sistema racional final o funcional del Derecho penal, que parten de la hipótesis de que
la formación del sistema jurídico-penal no puede vincularse a realidades ontológicas previas (acción,
causalidad, estructuras lógico-reales, etc.), sino que única y exclusivamente puede guiarse por las
finalidades del Derecho penal.

Roxin considera que su propio concepto metodológico es distinto y explica el juicio diferenciador
con el finalismo:

a. las categorías sistemáticas penales se basan en ideas normativas centras de política criminal
pero que todavía no contienen la solución los problemas jurídicos sino que recién cuando se
les aplica a material jurídico los datos empíricos producen resultados ante pero adecuados a
la realidad.
b. punto de vista normativo y político criminal una estructura ontológica resulta ser, al igual
que la acción final, en parte releva en parte irrelevante, y en parte necesita ser
complementada por datos empíricos.
c. concluye que el sistema penal no debe, proveer deducciones de conceptos normativos
abstractos ni tampoco ser un reflejo de leyes ontológicas, sino constituir una interconexión
de ideas centrales de política criminal que penetran en el material jurídico, lo estructuran y
posibilitan soluciones a los problemas adecuadas a la peculiaridad de estos, situándose de
esa manera entre los frentes de un normativismo libre de lo empírico y un ontologismo que
quiere dictar al legislador, de manera vinculante, soluciones determinadas por leyes del ser.

Sobre esta base Roxin realiza una revisión de todo el sistema del delito, señalando el carácter
dinámico que adquieren cada uno de sus componentes a la luz de los criterios político criminal.

EL FUNCIONALISMO SISTÉMICO DE GÜNTHER JAKOBS


Eugenio Raúl Zaffaroni, una vuelta radical al normativismo, acompañada de un sinceramiento sin
precedentes de la función del poder punitivo, que bordea por momentos los límites de lo
éticamente tolerable. Le asigna como objeto el fortalecimiento de la confianza en el sistema
(prevención general positiva) mediante la ratificación simbólica de la vigencia de la norma. Si bien se
trata de un planteo en clave de comunicación (simbólica), no es menos cierto que se percibe el
resabio de la función negadora del delito y reafirmativa del derecho de cuño hegeliano.

El bien jurídico empalidece frente a la general función de fortalecimiento de la confianza en el


sistema, que tiende a convertirse en el único bien jurídico, también cercano a la usanza del viejo
hegelianismo en que todos los bienes jurídicos parecían disolverse en el Estado. La necesidad de
reafirmar la vigencia de la norma pasa por sobre el requisito de lesividad, lo que lo lleva a postular la
punición de deberes inútiles, es decir, que la lesión es normativa y no real.

El extremo normativismo determina una concepción del dolo privado del natural elemento
psicológico, de modo que se acerca a la vieja presunción de dolo. La culpabilidad también se concibe
normativamente, o sea, construyéndola a partir de la necesidad de prevención general positiva,
independiente de todo concepto de persona (ente responsable auto determinable) y, en definitiva,
de modo en que prácticamente se confunde con la punibilidad.
El extremo normativismo de todos los conceptos lleva a alterar tan radicalmente los contenidos de
las categorías del delito probablemente, dificulte a corto plazo el día entre especialistas que,
ateniéndose a las denominaciones, será inevitable que se refieran a conceptos absolutamente
diferentes.

También podría gustarte