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Eliott Gael Quezada Rubio

Michie Alejandra Rojas

6to Semestre

22/11/2023

Derecho II
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Índice

Introducción……………………………………………………………………………………3

Antecedentes y conceptos del Derecho penal…………………………………………….4

1. La venganza colectiva y privada


2. La venganza divina
3. Precientífica y científica-humanista

Derecho Penal……………………………………………………………………….………..6

1. Elementos del Derecho Penal

Clasificación general de los delitos………………………………………………………….9

1. Tipos de delitos que afectan al titular del bien jurídico


2. Tipos de delitos en función de su gravedad
3. Clasificación de los delitos por sus elementos constitutivos

Delitos patrimoniales………………………………………………………………………...12

Robo y abuso de confianza…………………………………………………………………13

Fraude y extorción…………………………………………………………………………...13

Despojo y daño en propiedad ajeno……………………………………………………….14

Delitos sexuales y contra el desarrollo de la personalidad…………………………...…14

Violación………………………………………………………………………………………15

Abuso y acoso sexual……………………………………………………………………….16

Estupro e incesto…………………………………………………………………………….16

Pornografía infantil…………………………………………………………………………..17

Pornografía cibernética……………………………………………………………………..18

Conclusión……………………………………………………………………………...……19

Bibliografías………………………………………………………………………………….20
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El Derecho penal, también conocido como derecho criminal, es una rama del

ordenamiento jurídico que se encarga de regular las conductas socialmente

perjudiciales mediante la imposición de sanciones y penas. Su objetivo principal es

mantener el orden social, proteger a la sociedad y garantizar la convivencia pacífica a

través de la prevención y castigo de actos considerados como delictivos. Dentro del

amplio espectro de conductas reguladas por el derecho penal, se encuentran una

diversidad de acciones que van desde delitos contra las personas hasta delitos contra

el patrimonio, el orden público y el Estado. La clasificación de estas conductas se

realiza con base en diversos criterios, como la gravedad de la infracción, el daño

causado, la intención del autor, entre otros.

Las conductas delictivas abarcan un amplio abanico de situaciones, desde aquellas

que atentan directamente contra la vida y la integridad de las personas, como

homicidios o lesiones, hasta aquellas que afectan el orden económico, como el fraude y

la malversación de fondos.

Es fundamental destacar que el derecho penal busca equilibrar la necesidad de

castigar las conductas antisociales con la protección de los derechos individuales de

los acusados. El principio de legalidad establece que no hay delito ni pena sin ley

previa que así lo establezca, asegurando la predictibilidad y el respeto a los derechos

fundamentales de los ciudadanos.

En este contexto, la evolución del derecho penal ha llevado a la incorporación de

principios como la proporcionalidad, la humanización de las penas y la presunción de

inocencia, que buscan garantizar un sistema penal justo y respetuoso de los derechos

humanos.
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Antecedentes y conceptos del Derecho penal

La venganza colectiva y privada

La venganza colectiva y privada hace referencia a formas primitivas de justicia, en las

cuales no existía un sistema legal establecido y las personas tomaban la justicia por su

propia mano. Tanto la venganza colectiva como la privada eran actos violentos y

desproporcionados en respuesta a una ofensa sufrida, y se llevaban a cabo sin la

intervención de un juez o ley, guiadas únicamente por la costumbre y la pasión.

La venganza colectiva se materializaba cuando un grupo, generalmente el clan o la

tribu, tomaba represalias contra el grupo al que pertenecía el transgresor o delincuente.

Por otro lado, la venganza privada se daba cuando un individuo o familia, por cuenta

propia, buscaba hacer justicia frente a un agravio, llevando a cabo actos

desproporcionados y exagerados.

Tanto la venganza colectiva como la privada representaban formas descentralizadas,

arbitrarias y excesivamente severas de reacción frente al delito. Su enfoque se

centraba más en el castigo al infractor que en vengar o obtener una recompensa por la

víctima, y estas prácticas evolucionaron hacia un proceso penal regulado por el estado.

Este proceso marcó un avance hacia un sistema más organizado y justo, donde la

autoridad legal reemplazó la venganza individual y colectiva como medio principal para

abordar el crimen y la transgresión, es importante destacar que tanto la venganza

individual como colectiva están prohibidas en los ordenamientos jurídicos modernos.


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La venganza divina

La venganza divina hace referencia a la creencia de que la justicia contra los delitos o

agravios será impuesta eventualmente por una intervención divina o sobrenatural, en

lugar de ser administrada por medios humanos. En los códigos medievales, se

incorporaron elementos de venganza divina, como el concepto de "juicios de Dios",

donde las ordalías se utilizaban para determinar la inocencia o culpabilidad basándose

en la intervención divina.

Precientífica y científica-humanista

La perspectiva precientífica, predominante antes del siglo XVIII, se caracteriza por la

construcción de normas legales basadas en concepciones religiosas, mágicas, míticas

o metafísicas. En este contexto, la justicia se percibía como algo vinculado a lo

espiritual y sobrenatural, y las decisiones legales se guiaban por creencias arraigadas

en tradiciones, costumbres y líderes religiosos. No existía un razonamiento crítico sobre

los fundamentos reales del castigo ni una evaluación sistemática de su eficacia.

Elementos como la venganza, la expiación y la idea de que la pena purificaba el delito

mediante el sufrimiento prevalecían en la concepción de la justicia.

Con el surgimiento de la perspectiva científica-humanista, especialmente a partir del

siglo XVIII y más adelante, se produjo un cambio significativo en la forma en que se

comprende y aplica el derecho. Esta perspectiva se basa en principios más racionales

y humanistas, alejándose de las influencias exclusivamente religiosas, los sistemas

legales se volvieron más estructurados, formalizados y basados en la lógica.


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Derecho Penal

El Derecho penal es una rama del ordenamiento jurídico que se encarga de regular las

conductas consideradas como delitos, estableciendo normas y sanciones para aquellos

individuos que cometan actos ilícitos. Su principal objetivo es mantener el orden

público, proteger a la sociedad y garantizar la seguridad de los ciudadanos a su vez

este se divide en dos:

El Derecho penal subjetivo se refiere a los derechos y facultades que posee el individuo

frente al estado en el ámbito penal, sus características fundamentales incluyen la

salvaguarda de los derechos fundamentales de la persona acusada, tales como el

derecho a la presunción de inocencia, el derecho a un juicio justo y el derecho a la

defensa, entre otros. Este aspecto del derecho penal está directamente enfocado en la

protección de las garantías individuales y tiene como objetivo resguardar al acusado de

posibles abusos por parte del estado o de terceros.

El Derecho penal objetivo se refiere al conjunto de normas, leyes y reglas que definen y

prohíben los delitos, así como las sanciones que se imponen por su comisión. Sus

características fundamentales incluyen la determinación de conductas prohibidas y la

especificación de las consecuencias jurídicas que resultan de la comisión de un delito.

Este aspecto del derecho penal se centra en la protección de la sociedad, con el

propósito de mantener el orden público y prevenir conductas perjudiciales.


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Elementos del Derecho Penal

Los elementos generales del derecho penal son conceptos y principios fundamentales

que subyacen en la aplicación y comprensión de esta rama del derecho. En el ámbito

del derecho penal, se consideran elementos positivos aquellos que forman parte de la

estructura y análisis de un delito. A continuación, se presenta un resumen de estos

elementos:

Conducta: La conducta en el derecho penal se refiere a la acción u omisión llevada a

cabo por una persona que puede ser considerada como delito. Es el comportamiento

observable que constituye la base para la imputación de responsabilidad penal.

Tipicidad: La tipicidad implica que la conducta realizada se ajusta a la descripción legal

de un delito específico. Para que una acción sea considerada delito, debe encajar

dentro de los parámetros establecidos por la ley para ese tipo particular de conducta

punible.

Antijuricidad: La antijuricidad se refiere a la contrariedad de la conducta al

ordenamiento jurídico. En otras palabras, implica que la acción va en contra de la ley.

Culpabilidad: La culpabilidad está relacionada con la imputabilidad del autor del delito.

Se analiza si la persona que cometió la acción delictiva tenía la capacidad mental y la

conciencia de que estaba infringiendo la ley.

Punibilidad: La punibilidad se refiere a la posibilidad de aplicar una pena o sanción por

la comisión del delito. Para que una persona sea penalmente responsable, es

necesario que la conducta sea punible, es decir, que existan consecuencias legales

preestablecidas para ese tipo de infracción.


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En el ámbito del derecho penal, se reconocen elementos negativos que tienen un papel

crucial en la evaluación de la responsabilidad penal de una persona. Aquí se presenta

un resumen de estos elementos:

Ausencia de Conducta: La ausencia de conducta se refiere a situaciones en las que no

hay una acción o comportamiento que pueda ser considerado como delito. La falta de

actividad delictiva es esencial para determinar que no ha ocurrido un acto punible.

Atipicidad: La atipicidad se relaciona con la falta de correspondencia entre la conducta

realizada y la descripción legal de un delito. Si una acción no se ajusta a los elementos

típicos establecidos por la ley, se considera atípica y, por lo tanto, no constituye un

delito.

Causas de Justificación: Las causas de justificación son circunstancias que, aunque

involucren una conducta típica, están justificadas y, por lo tanto, eximen de

responsabilidad penal. Ejemplos comunes incluyen la legítima defensa, el cumplimiento

del deber y la necesidad de evitar un mal mayor.

Inculpabilidad: La inculpabilidad se refiere a la incapacidad de culpabilidad del autor

debido a condiciones como la falta de capacidad mental o la incapacidad de

comprender la ilicitud de sus actos. Cuando una persona no puede ser considerada

culpable debido a estas condiciones, se reconoce su inculpabilidad.

Excusas Absolutorias: Las excusas absolutas son circunstancias que, aunque

constituyan una conducta típica y antijurídica, eximen completamente de

responsabilidad penal al autor. Un ejemplo común es la demencia, donde la persona no

es considerada penalmente responsable debido a su estado mental.


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Clasificación general de los delitos

Tipos de delitos que afectan al titular del bien jurídico

Delitos contra las Personas, en esta categoría se incluyen los delitos que afectan

directamente a individuos, causando daño físico, psicológico o de otra índole. Ejemplos

comunes son el homicidio, lesiones, secuestro, violación, entre otros.

Delitos contra la Sociedad, son aquellos que afectan el orden público, la seguridad

colectiva o los intereses generales de la comunidad. Ejemplos incluyen el robo, el

fraude, la extorsión, la falsificación, entre otros.

Delitos contra el Estado, esta categoría abarca los delitos que atentan directamente

contra el funcionamiento y la autoridad del Estado. Incluye acciones que desafían la

estabilidad del gobierno, la seguridad nacional o el sistema legal. Ejemplos son la

traición, el terrorismo, la sedición, entre otros.

Tipos de delitos en función de su gravedad

La clasificación de los delitos según su gravedad proporciona una visión integral de la

diversidad de conductas ilícitas en el sistema legal. Los delitos graves, como el

homicidio, la violación, el secuestro y el tráfico de drogas a gran escala, se distinguen

por implicar acciones particularmente serias y llevar consigo penas más severas. Estos

actos atentan directamente contra la integridad y seguridad de las personas, lo que

justifica la imposición de sanciones más rigurosas.


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Por otro lado, los delitos menos graves o delitos menores, aunque aún constituyen

conductas ilícitas, no alcanzan el nivel de gravedad de aquellos catalogados como

graves. Infracciones como ciertos tipos de hurtos, vandalismo de menor escala o

altercados menores, se incluyen en esta categoría, y las penas asociadas suelen ser

menos severas en comparación con los delitos graves.

Los delitos leves o contravenciones representan una categoría aún menos seria en

términos de consecuencias legales. Estas infracciones suelen castigarse con penas

más ligeras, como multas o sanciones administrativas.

Finalmente, los delitos de mera actividad destacan por no requerir la producción de un

resultado perjudicial concreto. En este caso, la simple realización de la actividad ilícita

es suficiente para considerar que se ha cometido el delito. Esta categoría abarca

situaciones donde la propia conducta prohibida constituye la esencia

independientemente de si se materializa algún daño evidente.

Clasificación de los delitos por sus elementos constitutivos

La clasificación de los delitos por sus elementos constitutivos abarca diversas

categorías que reflejan la diversidad de conductas ilícitas. A continuación, se mostrará

los diversos elementos:

Dolorosos, implican causar daño físico o psicológico a otra persona. Los ejemplos

pueden incluir lesiones graves o tortura.


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Instantáneos, se consumen en un momento específico. Los ejemplos son el homicidio

instantáneo o un robo puntual.

Permanentes, implican una situación continua que se mantiene a lo largo del tiempo y

constituyen el delito. Un ejemplo puede ser la detención ilegal que persiste mientras la

persona está retenida.

Culposos, se cometen sin intención directa, pero debido a negligencia o imprudencia.

Ejemplos incluyen homicidio culposo o lesiones por imprudencia.

Continuados, se cometen a lo largo de un período de tiempo, implicando una serie de

actos delictivos. La falsificación sistemática de documentos a lo largo de varios días

podría considerarse un delito continuado.

Simples, son delitos con una única conducta ilícita. Los ejemplos son el hurto o la

agresión simple.

Los complejos involucran múltiples acciones delictivas. Por ejemplo, un delito de

secuestro seguido de extorsión.

Unisubjetivos, requieren la participación de un solo individuo. Ejemplos incluyen el

homicidio simple.

Plurisubjetivos, necesitan la participación de varios individuos. La asociación delictiva o

la conspiración son ejemplos de delitos plurisubjetivos.

Federales y del Fuero Común, se clasifican según si son competencia de tribunales

federales o locales. Por ejemplo, delitos contra la seguridad nacional pueden ser

federales.
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Por Querella, requieren la presentación de una querella por parte del afectado. Esos

ejemplos pueden ser calumnias o injurias.

Los delitos de oficio pueden perseguirse de oficio sin necesidad de querella.

El delito de resultado material requiere que se produzca un resultado concreto como

parte del acto delictivo. El homicidio sería un ejemplo.

El Delito de Resultado Formal, se consuma con la mera realización de la acción

prohibida, independientemente de si se produce algún resultado. Un ejemplo puede ser

la portación ilegal de armas.

Delitos patrimoniales

Los delitos patrimoniales son aquellos que afectan directamente el patrimonio

económico de una persona, entidad o la sociedad en general. Estos delitos pueden

implicar la apropiación indebida de bienes, el fraude, la manipulación financiera, entre

otros. El patrimonio es el conjunto de bienes, derechos y obligaciones que pertenecen a

una persona, entidad o empresa. Se divide en dos grandes componentes: el activo y el

pasivo. El activo comprende todos los bienes y derechos que posee una persona o

entidad. Estos pueden ser tangibles, como propiedades, vehículos o efectivo, o

intangibles, como inversiones, derechos de autor o marcas registradas.


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Robo y abuso de confianza

El robo es un delito contra la propiedad que implica la sustracción ilegítima de bienes o

pertenencias de otra persona, con la intención de obtener un beneficio propio. El robo

se caracteriza por la apropiación indebida de cosas ajenas, y generalmente implica la

violación de la posesión o tenencia de esos bienes por parte del propietario legítimo.

El abuso de confianza, en términos legales, se refiere a una violación de la confianza

depositada en alguien con respecto a la gestión o cuidado de bienes o intereses

ajenos. Este término puede abarcar una variedad de situaciones, actúa de manera

deshonesta o contraria a esa confianza para obtener un beneficio personal o causar

daño a la persona que confió en ella y esta se sanciona por la deslealtad.

Fraude y extorción

El fraude se refiere a la acción de engañar a alguien con el propósito de obtener un

beneficio injusto o inducir a error. Es una conducta engañosa que puede tener

consecuencias legales, ya que implica el uso de engaños o artimañas para obtener

algún tipo de ventaja, ya sea financiera, contractual u otra.

La extorsión, en el ámbito legal, se refiere a la acción de obtener algo (como dinero,

bienes o servicios) de otra persona mediante amenazas, intimidación o coacción. Es un

delito que implica el uso de la fuerza, la amenaza de daño físico, la intimidación o

prácticas coercitivas para obligar a alguien a hacer algo en contra de su voluntad, con

la intención de obtener un beneficio indebido.


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Despojo y daño en propiedad ajena

En el ámbito legal, despojo y daño en propiedad ajena son conceptos relacionados con

actos ilícitos que involucran la afectación de bienes o propiedad de terceros.

El despojo se refiere a la acción de privar a alguien de la posesión de sus bienes,

tierras o propiedades de manera ilegal o violenta. En términos legales, constituye un

acto de apoderarse de manera indebida de algo que pertenece a otra persona, a

menudo mediante la fuerza, la intimidación o la usurpación. El despojo puede tener

diversas formas, desde el desalojo ilegal de una vivienda hasta la ocupación violenta

de terrenos.

El daño en propiedad ajena implica causar perjuicio o deterioro a la propiedad de otra

persona sin su consentimiento. Esto puede incluir daños físicos a bienes muebles o

inmuebles, como la destrucción de objetos, la vandalización de edificios o la alteración

de la propiedad de otra persona.

Delitos sexuales y contra el desarrollo de la personalidad

Los delitos sexuales y aquellos que afectan el desarrollo de la personalidad son

categorías distintas de conductas ilícitas que involucran aspectos fundamentales de la

integridad personal y social.

Los delitos sexuales son acciones ilegales que involucran la conducta sexual no

consensuada, la explotación sexual, el acoso sexual o cualquier actividad que viole la

integridad sexual de una persona.


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La categoría de delitos contra el desarrollo de la personalidad abarca acciones que

afectan negativamente el desarrollo emocional, psicológico o social de una persona.

Esto puede incluir acosos, bullying, difamación, amenazas, entre otros

comportamientos que interfieren con el bienestar y el crecimiento personal. Estos

delitos buscan proteger la salud mental y emocional de las personas y promover un

entorno en el cual todos puedan desarrollarse de manera integral.

Violación

La violación, según el derecho, se define como un delito de naturaleza sexual que

involucra acciones específicas y que conlleva serias implicaciones legales. Este delito

se caracteriza por la realización de actos sexuales sin el consentimiento de la víctima y

con el uso de diversos medios coercitivos.

La violación se configura cuando se tiene acceso carnal (vaginal, anal u oral) con otra

persona sin su consentimiento. Este acto debe realizarse mediante violencia,

intimidación, abuso de poder u otro medio de coacción física o psicológica.

Los elementos jurídicos que caracterizan la violación incluyen el uso intencional de

fuerza, amenazas, inmovilización, drogas u otros medios para vencer la negativa de la

víctima. La violación se considera una grave violación de los derechos fundamentales,

afectando la libertad, dignidad e integridad física y psicológica de las personas.


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Abuso y acoso sexual

El abuso y acoso sexual son conceptos legales que se refieren a conductas

inapropiadas de naturaleza sexual, pero se diferencian en sus manifestaciones y

características específicas.

El abuso sexual implica el contacto sexual no consensuado o cualquier tipo de

comportamiento sexual no deseado que se impone sobre otra persona. Puede incluir

actos como tocamientos indebidos, coerción sexual, exhibicionismo, o cualquier forma

de actividad sexual sin el consentimiento claro de la víctima. Las leyes y definiciones

específicas de abuso sexual pueden variar según la jurisdicción.

Estupro e incesto

El estupro se refiere a un delito sexual que implica tener relaciones sexuales con una

persona que no ha alcanzado la edad legal de consentimiento. La edad de

consentimiento varía según la jurisdicción y puede estar influenciada por factores como

la edad de las personas involucradas. El estupro generalmente implica que la víctima

no puede dar un consentimiento legalmente válido debido a su edad.

El incesto se refiere a la práctica de relaciones sexuales entre individuos que están

demasiado relacionados genéticamente para casarse legalmente. Las leyes sobre

incesto también varían según la jurisdicción, y pueden incluir relaciones entre padres e

hijos, hermanos, medio hermanos, abuelos y nietos, entre otros. El incesto es

considerado ilegal en muchos lugares debido a preocupaciones relacionadas con la

salud genética y las normas sociales.


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Pornografía infantil

La pornografía infantil es un delito grave que abarca la producción, distribución,

posesión o consumo de material pornográfico que involucra a menores de edad. En la

mayoría de las jurisdicciones, estas actividades están estrictamente prohibidas debido

al considerable daño que pueden causar a los niños y niñas involucrados. A

continuación, proporciono información general sobre este delito en el ámbito legal:

La producción, distribución y posesión de material pornográfico que incluye a menores

de edad son consideradas acciones delictivas en muchos países. Este material puede

tomar la forma de fotografías, videos u otros medios que representan a menores

participando en actividades sexuales explícitas. En algunas jurisdicciones, el simple

acto de consumir o acceder a material pornográfico infantil también puede ser

considerado un delito.

Pero, sobre todo, es imperativo un cambio cultural profundo que destierre la tolerancia

hacia la mercantilización y sexualización de niñas y niños. Debemos reconocer sus

derechos, su especial vulnerabilidad y rechazar tajantemente cualquier forma de

explotación sexual infantil camuflada en la pornografía y el supuesto “entretenimiento

para adultos”. Los graves daños emocionales y sociales derivados de esta práctica

deben movilizarnos éticamente a luchar por un presente y futuro donde la integridad de

todos los menores esté verdaderamente protegida.


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Pornografía cibernética

La pornografía cibernética, también conocida como pornografía en línea, implica la

producción, distribución, posesión o consumo de material pornográfico a través de

medios electrónicos, como internet. A medida que la tecnología ha evolucionado, se

han presentado desafíos legales específicos en relación con la pornografía cibernética.

Aquí hay algunas consideraciones legales generales:

Las leyes relativas a la edad de consentimiento y la representación de adultos en

material pornográfico también se aplican a la pornografía cibernética. La participación

de menores en material pornográfico, incluso si se produce en línea, sigue siendo ilegal

y sujeta a sanciones legales.

Las autoridades suelen llevar a cabo investigaciones para rastrear y enjuiciar a

aquellos que participan en la producción o distribución de pornografía cibernética ilegal.

La cooperación internacional es clave debido a la naturaleza transfronteriza de internet.


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El derecho penal representa un componente esencial de los sistemas legales

modernos, su propósito es regular aquellas conductas humanas que se consideran

lesivas para la armonía y el bienestar colectivo. A través de la tipificación de delitos y el

establecimiento de penas, esta rama jurídica busca disuadir la comisión de ilícitos,

proteger los derechos de las personas y promover la paz social.

No obstante, históricamente el castigo al delito ha tomado formas excesivamente

severas e injustas, como la venganza privada o colectiva. La evolución hacia un

enfoque racional, estructurado y humanista ha sido progresiva. Hoy, principios rectores

como legalidad, proporcionalidad, presunción de inocencia y reinserción social orientan

un sistema penal respetuoso de los derechos humanos.

La clasificación de los delitos es amplia e incluye categorías como crímenes contra las

personas, contra el estado o contra el patrimonio. El análisis de cada conducta punible

implica el estudio de elementos constitutivos tales como tipicidad, antijuridicidad,

culpabilidad. También existen eximentes de responsabilidad.

En definitiva, el equilibrio entre la prevención y sanción de acciones dañinas y la

protección de garantías individuales constituye un desafío permanente para esta área

del derecho. Su eficiente aplicación resulta vital para resolver problemáticas que

afectan gravemente a muchas sociedades, como altas tasas de criminalidad.


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Bibliografías

1. Britos, A. A. (2023). Derecho penal constitucional. Las garantías. CANOPUS

EDITORIAL DIGITAL SA.

2. Editorial Progreso, S.A de C.V [GRUPO EDELVIVES] (Ed.). (2022). Crea Derecho 2

(1ra edición) [Físico]. Claudia Virginia Vargas Llorens.

3. Legal, G. (2019, 29 diciembre). Clasificaciones y definiciones de los delitos. LII /

Legal Information Institute.

https://www.law.cornell.edu/wex/es/clasificaciones_y_definiciones_de_los_delitos

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