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materia es5

Programa de Estud ios Históricos de la Construcción d.el Habitar


Centro de Estudios de la Sociedad Central de Arquitectos

marzo de 1985~

lo

En la portada:
. "Collaqe"
de Van Doesburg
Programa de Estudios
Históricos de la
Construcción del
INDICE Habitar

pág. 5 INTRODUCClON por Pancho Liernur Fernando Aliata


pág. 77 ESTRA TEGIAS Anah í Ballent
HISTORIOGRA FICAS por Mercedes Daguerre Ana Cabarrou
Giulio Lupo Marcelo Cuenca
ENTREVISTAS por Mercedes Daguerre Mercedes Daguerre
y Giulio Lupa Hebe Falduti
pág. 77 MANFREDO TAFURI Marcelo Gizzareli
pág. 28 FRANCO RELLA Adrián Gorelik
pág. 36 MASSIMO CACClARI Humberto González
pág. 47 FRANCESCO DA L CO Montaner
INVESTIGACIONES DESARROLLADAS Pancho Liernur
pág. 46 Investigaciones de Historia de la Gustavo Lijalad
Arquitectura en Venecia.7972/84 por Alessandro Fonti Jorge Mele
pág. 53 La investigación crítica María Poberaj
sobre el fascismo por Giorgio Ciucci Pablo Pschepiurca
pág. 56 Las investigaciones del Instituto Jorge Samandjian
de Historia de la Arquitectura Jorge Sarquis
de Venetia sobre los EE. Ul.l. por Mario Manieri Ella Teresa Saua
pág. 57 Arquitectura y Socialdemocracia. Graciela Silvestri
Arquitec tura y poI íticas sociales
en los años Veinte por Marco de Michelis Consejo de redacción
y Georges Teyssot
pág. 65 Album Van Doesburg. Adrián Gorelik
A u toda fe , (pseudo entrevista) por Sergio PoIano Pancho Liernur
pág. 70 URSS. Una investigación' Jorge Mele
aún por comenzar por Enrico Pasini Pablo Pschepiurca
pág. 74 Venecia-París o el aura reencontrada por}. L. Cohen
Jorge Sarquis
CONVENIOS
pág. 79 Saber/Poder: El lugar
de la interrogación por Giorgio Franck Montevideo 938
pág. 84 Ciudad y territorio en el S. XIX por Valeria Forinati 3* Piso
pág. 89 Arquitectura y política de 42-2375 /44-3896
vivienda en Europa. 44-5856
Una investigación común por Guido Zucconi 1019-Buenos Aires
pág. 97 Renovatio Urbis en la edad del Gritti por Anna Bedon Argentina
pág. 93 Apéndice Bibligráfíco

MATE RIALES es una publicación interna del Programa de Estudios Históricos de la Construcción del Ha-
bitar.
Este es un número especial sobre la actividad del Departamento de Historia de la.Arquitectura del Insti-
tuto Universitario de Venecia, preparado en Venecia por Mercedes Daguerre.
La traducción de las entrevistas fue realizada por Carlos Heras; Jorge Samndjian tradujo del francés el ar-
tículo de J. L. Cohen. La corrección de los textos fue realizada por Claudla Aliata.
MATERIALES no tiene distribución comercial.
Los trabajos que se publican son propiedad de los autores y su reproducción total o parcial está autorizada
exclusivamente citando la fuente.
La diagramación, composición e impresión fueron realizadas por Ediciones "La Unión", en sus talleres de
Santiago del Estero 868, Capital. Teléfono: 26-9191.
~
MATERIALES N* 5 - MARZO DE 1985 - CESCA, Buenos Aires Argentina.
5 /MA TERIALES N* 5

De conceptos minuciosamente fundados y ela-


borados, traducidos no siempre cuidadosamente de
las ricas formas del idioma italiano, los textos pro-
INTRODUCION
ducidos en el ámbito del Departamento de Historia
de la Arquitectura del Instituto Universitario de
Arquitectura de Venecia, DSA (IUA) V, suelen pro-
vocar en nuestro país una contradictoria reacción
Pancho
en la que se superponen la fascinación y el rechazo.
Fascinación frente a la inteligencia y erudi-
ción denotadas por un tipo de discurso incisivo y de
Liernur
gran cantidad de matices, marcado por revelaciones'
filológicas inesperadas y capaz de las más impiadosas
reelaboraciones de hechos o ideas que habíamos cre-
ído inconmovibles.
Rechazo provocado desde luego por el herme-
tismo de su escritura, pero mucho más por la altert-
dad incómoda que experimentamos frente al marco
teórico que se presupone como referencia, constitui-
do por materiales, intuiciones y certidumbres que a
lo largo del espantoso período que hemos vivido nos
fueron sistemáticamente negados.
Constituirá una sorpresa entonces advertir que
aún conservando una elevada tensión problemática,
los textos que siguen son de una claridad casi peda-
gógica, característica que si en parte puede atribuir-
se a las formas más sencillas que asume el lenguaje
hablado, también nos permite leer el esfuerzo de
cooperación y solidaridad que sustenta el conjunto
del material que estamos presentando.
La idea de su producción surgió hace ya casi
dos años y pudo realizarse gracias a la especial dispo-
sición de colegas y amigos del DSA V apoyada y esti-
muladapor su Director, profesor Manfredo Taturl.
(Conviene anotar que se trata de la primera ocasión
en que la casi totalidad de experiencias del DSA V se
presentan en un mismo espacio).
MA TER lA LES ha procurado aportar al desarro-
llo de los estudios de Historia de la Arquitectura en
la Argentina,. aún dentro del alcance limitado que
nos permitía su producción artesanal. Es as/ que,
con la riqueza de los textos inéditos que en esta o-
casión pudieron ser reunidos y después de un largo
proceso que contó con la dedicación de un nutrido
grupo encabezado por Mercedes Daguerre y Giorgio
Lupa en Venecia y por Pablo Pschepiurca y Adrián
Gorelik en Buenos Aires, la revista llega finalmente
a sus lectores.
Para quienes en la circunstancia del renacimien-
to de la convivencia democrática hemos producido
en la Argentina este trabajo, la coincidencia con sus
contenidos generales -mas allá de dudas o incerti-
dumbres parciales- va expresada con claridad, enten-
diendo que ésta última es producto, pero simultá-
neamente presupuesto fundamental de dicha convi-
vencia. Sería deseable que la consecuencia constitu-
yera un aporte a la vitalización de un debate que en
los años pasados debió asumir un registro débil y u-
na composición enrarecida, desfigurado por sordinas
y mordazas.
En definitiva, no se trata de otra cosa que de
recuperar con madurez la discusión decisiva que, en
los últimos tramos del siglo, el mundo occidental se
INTRODUCCIONj 6

plantea acerca de sus propios fundamentos, discu- noico, con su destructivo capacIdad de negación de
sión que el Poder se empeñó por largo tiempo en lo real, nos ha afectado a todos, inclusive a quienes
clausurar satanizándola como "marxista" o "subver- sabiendo de su existencia procuraban ejercer algún
siva" y. dibujándola como corazón de una pesadilla tipo de resistencia. ('
que construía arbitrariamente con elementos ex- Es que, en definitiva, cqulén puede precisar
traidos de un campo de ideas disgregado por su pro- cuánta parte de lo que mejor pudimos pensar, de
.pias contradicciones. las elecciones teóricas, de las tomas de partido de
Esta discusión, constituyente del universo pro- estos años no ha sido determinada por lbs miedos,
blemático abordado por el DSA V y en la cual la ea- por las exclusiones obligadas?, ¿ Y quién está en
tegor/a de lo "moderno" asume un rol nuclear, pro- condiciones de definir cuáles piruetas de lenguaje,
cura desde luego hacer sus cuentas con la tradición qué imprescindibles meandros han quedado reclu-
marxista, pero insorpora además el aporte de co- idos en el ámbito de la pura forma o nos han obli-
rrientes numerosas y diversas que abarcan desde las gado a pérdidas e incorporaciones que transforma-
eloboraclones de la historiografía inglesa (Post & ron nuestra propia alma en urs.modo en que ni si-
Present) o francesa (escuela de los "Annales"], quiera podemos imaginar?
hasta las conclusiones del formalismo ruso o las re- Se trata de interrogantes espesos desagradables
flexiones sobre la teor/a del valor de las primeras dé- que ser/a un error formular sólo dentro de esta zo-
cadas del siglo, el estructuralismo francés, La Nou- na teórica y a lo largo de los años del Proceso: la
velle Critique y los trabajos de Michel Foucault, pe- censura, la autocensura, el ocultamiento intenciona-
ro también el pensamiento de Heidegger, Cassirer y do de la información o la ignorancia más estúpida
Ntetzche a la luz de nuevas claves interpretativas, o son procedimientos que atraviesan la sociedad ar-
-tundamental sobre todo en ámbito italiano- los a- gentina probablemente desde su constitución alcan-
portes a la comprensión de los fenómenos cultura- zando a todas las actividades.
les contenidos en el pensamiento de Antonio Gram- Deber/amos repasar en nuestro caso qué secre-
sci. Piénsese además en los escritos de Walter Benja- tos, cuántas prepotencias y astmetr/as han condicio-
min y la escuela de Frankfurt, en el empirismp lógi- nado la construcción de las ideas que hemos ido a-
co de Ludwig Wittgenstein y la escuela de Viena, en ceptando, amparadas de toda sospecha por la inge-
las reflexiones alemanas acerca de la Metrópolis -es- nuidad aparente de la técnica. Podriarnos entonces
pecialmente Slmmel-, en la tradición critica de la es- preguntamos, por ejemplo, si cuando se ha insistido
cuela de Warburg, en los trabajos de Pierre Bourdieu en reivindicar la presunta organicidad, humanidad o
o Jan Mukarowsky y, de importancia fundamental, flexibilidad de la arquitectura gótica se era concien-
en el conjunto de la obra freudiano y se contará con te de repetir argumentos elaborados por el partido
algunas de las más evidentes áreas teóricas con las laborista de laalaterra; o si el empleo de métodos
que el DSA V intenta confrontarse en una tarea que, surgidos del positivismo francés y el coleccionismo
como es obvio, resulta aventurado encaslllar'en par- británico -caracteristico del tipo de análisis que se
cialidades. nos suele proponer de tantas lindas capillitas colo-
y aún si en nuestro medio la mención copiosa niales- es consecuencia de' una decisión, de la pura
de referencias suele reportar la acusación fácil de in- costumbre o de la influencia de las revistas nortea-
telectualismo pedante. o esnobista, vale la pena asu- mericanas especializadas; o hasta qué punto las más
mir el riesgo e insistir en ella en la medida en que se convencidas defensas liberales y progresistas del
contribuya a despejar los efectos narcóticos que ha Bauhaus se hacen cargo también de sus raíces en las
producido el consumo indiscriminado de ideas o ideas más reaccionarias que dieron origen al nazis-
modelos, asimilados como si se hubieran originado mo; o cuantos partidarios de lo auténticamente na-
por espontánea generación en politlca e ideológica- cional han sido avisados de navegar sobre las más ex-
mente puros. olimpos creativos. Si así no hubiera o- quisitas olas centroeuropeas cuando se les ha ofreci-
currido, no podrían explicarse las curiosamente ve- do curiosas traducciones de "Iocus" y "Zuecos"
loces mutaciones esttl/stlcas incorporadas por ope- por "esquina" y "alpargatas".
radores de las más diversas convicciones: tras un bre- Es de esperar en cambio que, alumbrando los
ve periodo de incertidumbre guelfos y gibelinos ter- presupuestos de referencias, podamos al menos eli-
minaron aceptando la poética rossiana ignorando, en minar algunos fantasmas. Con ello se aumentar/a la
la mayor/a de los casos, su anclaje en la tradición te- preclsián de los juteios y se enriquecer/a la plurali-
órica del PCI, la "maniera" Krier se consumió con dad del campo teórico; y esto, como se sabe, consti-
avidez haciendo caso omiso de sus puntos de partida tuye probablemente el más efectivo instrumento
en la radicalizada escuela belga de La Cambre, y el con que cuenta todo sistema civilizado de conviven-
populismo venturiano llegó a fascinar a conspicuos cia.
derechistas que ni imaginaban su nacimiento en la i- Del contenido y las características generales de
deas de Dennisse Scott Brown cuando a fines de la las distintas experiencias del DSA V dan buena cuen-
década del sesenta formaba activa parte de la progre- ta las páginas que siguen y en particular la síntesis e-
sista "Advocacy Pianninq". laborada por Mercedes Daguerre y Giorgio Luppo.
Es por eso que hablar lo más claramente posible Por mi parte quisiera únicamente expresar algu-
se presenta comouna necesidad saludable, y en es- nas breves reflexiones sobre algunos aspectos que
pecial si,somos concientes de que el síndrome para:, juzgo especialmente interesantespara el concreto es-
7 /MATERIALES N* 5

tadio del debate en nuestro país. Estos son: 7) el lu- el aislamiento de una forma de representación -ta
gar que las experiencias del DSA V pueden ocupar de los lugares construidos en nuestro caso- del con-
entre los estudios de la cultura y en particular en re- junto del dispositivo en el que funciona como una
lación a los interesados por las artes visuales, tratan- parcialidad.
do además de advertir su posible afectividad en las A diferencia entonces de la filosof/a tradicio-
condiciones latinoamericanas; 2) la cuestión de la nal, o de las más modernas investigaciones iconoló-
"operatividad" de la Historia de la A rquitectura y gicas, nos vemos enfrentados aquí con una proble-
3) la importancia de la inexistencia de una "Escue- mática que debe desbordar también los Hmites-me-
la" en términos estrictos. todológicos y temáticos de las artes visuales despla-
7} A mi juicio para caracterizar las experiencias zándose, sin abandonar el análisis formal, sobre el
en el DSA V es preciso rehacer el cambio hacia una conjunto heterogéneo de universos significativos a
pregunta clave que parece presidir el conjunto de los los que la obra o situación dada pertenece.
estudios: Me qué modo funcionan las técnicas y re- Este desplazamiento da lugar por cierto a un
presentaciones en los procesos de transformación enriquecimiento de las conclusiones allí donde el
que son operados por el surgimiento y desarrollo del método se agota habitualmente en una acumulación
modo capitalista y con él, del proceso de división dificilmente limitable de encadenamientos genéti-
del trabajo? coso Pero parecer/a que algunas experiencias del
A partir de ella pueden entenderse la comuni- DSA V permiten además superar la contradicción
dad de intereses que subyacen a la múltiple expre- que los esiconológicos enfrentan cuando deben dar
sión y variedad de las investigaciones que se realizan cuenta de los elementos subjetivos implícitos en la
en el Departamento, las que pueden referirse a edifi- panowskyana noción de "Humanities", poniendo en
cios constru/dos, a conjuntos de normativas, a pro- crisis con el/o la idea mismo de "Kultarwisenschat-
puestas urbanas o territoriales o a cuerpos de ideas. ten" o ciencias de la cultura.
Resultará comprensible de este modo el fuerte Dichas experiencias, si bien en continuidad con
interés por estudiar las expresiones originadas en la tradición crtttca alemana proponen éntender la re-
ámbitos y momentos decisivos de la formación de lación de base determinación histórica / especifici-
dicho modo de producción, como la Inglaterra del dad formal según una nueva perspectiva, merced a
siglo XVIII Y XIX, los procesos napoleónicos de re- la incorporación de transformaciones conceptuales
organización del territorio europeo, las alternativas en ambos términos.
intentadas en la Unión Soviética o las situaciones de La crisis contemporánea del propio concepto de
límite que tuvieron lugar en los USA del New Deal ciencia, a la que se vincula la actividad de corrientes
o en Alemania y Austria en las primeras décadas del historiográficas que reivindican un estatuto de razo-
siglo XX, y, en ámbito italiano, el estudio especial-. nabilidad que no se rige por el paradigma ctent/tico
mente atento de la tensión Roma-Venecia en los si- sino por lo que Thompson llama "lógica histórica",
glos XVI-XVII como expresión particularmente con- libera a la actividad reconstructiva de la Historio de
densada de los dos mundos en disputa. la tensión hacia conceptualizaciones rígidas y permi-
Las figuras y problemáticas sobre las que los te -muy particularmente en ámbito italiano si se
trabajos se han concentrado responden también a la piensa en la rica tradición que va desde Benedetto
misma preocupación originaria: las transformaciones Croce y Uonel/o Venturi hasta Giulio Carlo Argan-
en el perfil, objetivos y pericias de los. productores, recuperar las intuiciones más efectivas. junto a esto
las relaciones entre cantidad y calidad; la formación debe tenerse en cuenta la nueva actividad represen-
de los dispositivos de control y gestión. Sin embar- tada por la desconfianza en los grandes enunciados y
go, no habrá prestado suficiente atención al objeto la especial observación de las "pequeñas cosas", co-
del interrogante quien deduzca por eso que en rigor mo las l/ama A ndré Chastel. De acuerdo a aquel/a, se
nos encontramos ante una suerte de sociolog/a artís- entiende que es precisamente en sus expresiones
tica. Aquel, al tocallzar su atención en la articula- "débiles" donde encuentran espacio aquellos ele-
ción de técnicas y representaciones dentro del pro- mentos que los dispositivos globales se ven obligados
ceso global, otorgando por lo tanto un rol decisivo a deshechar o sobre los que al menos se ejercen con
al estudio de la génesis y función de las formas ex- menor intensidad los controles. Se produce de este
presivas, propone una perspectiva que excede este modo una transformación radical de los aspectos
marco disciplinario. que pasan a protagonizar el análisis.
El interés se desplaza en este punto hacia los es- Ciertamente debe reconocerse que se trata de u-
tudios iconológicos, pero es en referencia a esta me- na práctica riesgosa, por cuanto tiende a dispersar su
todolog/a cuando la cuestión a que hemos aludido objeto y exije someterse a estructuras de validación
da lugar a nuevas. múltiples.
Para comprenderlas es preciso recordar que la Pero, de todos modos, caídas las certidumbres
idea de modo de producción supone un sistema que en los años recientes se presumían en los méto-
global de dominio cuyo estudio, aunque se descar- dos cuantitativos, y disuelta la confianza positivista
ten construcciones totaltzantes a favor de lo que en la incuestionabi/idad del puro dato, la indefini-
Rella l/ama "constelaciones de significados", debe ción de los límites de la disciplina histórica y la in-
intentar comprender la interacción, el juego comple- certidumbre de su estatuto de credibilidad se presen-
jo de estrategias diversas, algo que hace impensable tan hoy en d/a lo suficientemente discutibles al con-

4'
INTRODUCC/ON/'8

junto de los estudiosos como para tener que con- rrores estilísticos lingü/sticos; el relevamiento de las
clulr que se trata de un riesgo del que parece imposi- sustancias torsiones que las incrustaciones arcaicas
ble que se pueda prescindir. (7) -cuya permanencia es funcional al sistema de explo-
Interesarse por la misma problemática desde tación en América Latina- tienden a producir en el
una perspectiva latinoamericana habrá de represen- cuerpo de referencia originario, denunciando simul-
tar seguramente una ampliación y modificación del táneamente sus zonas más débiles; y, fundamental
horizonte de nuestros estudios, como-algunos resul- sin duda, elanáltsts minucioso en sus componentes
tados aunque incipientes parecen indicar. Pero, si- concretos, de las tácticas, personajes y modalida-
multáneamente, obliga a enfrentar nuevas dificulta- des que actúan para la consolidación de la depen-
des. Central, por ejemplo, la que deriva de la defini- dencia.
ción del modo de producción, tema que encuentra 2) Si bien objetivos, alcance, métodos y posi-
en los estudios espectticos numerosas respuestas po- ción epistemológica de la Historia de la Arquitectu-
sibles. ra son presupuestos que, como hemos di¿ho admi-
La cuestión de la dependencia se presenta como ten muy distintas definiciones, la misma amplitud
un factor que complejiza las observaciones posibles, de posiciones se releva también en otras disciplinas
y a esto agrega, en las zonas de fuerte inmigración, históricas. La Historia de la A rquitectura sin embar-
la traumática cuestión de la nacionalidad. go se ve afectada por una demanda que la identifica:
Es que si es cierto que el flujo de mitos, mode- su disponibilidad operativo.
los, tipos y operaciones lingüísticas en múltiples di- En nuestro pa/s es éste un requerim'7'ento no
recciones es un concepto que el historiador de las menos insistentemente formulado que en otros si-
artes visuales se ve obligado a tener en cuenta sea tios, aunque es probable que algunas condiciones de
cual sea la temática o la geograf/a en que deba ope- los últimos años lo hayan potenciado.
rar, también lo es que en las condiciones latinoame- Es necesario subrayar en efecto que atravesado
ricanas la capacidad de disponibilidad de técnicas y por la Censura, vaciado por ende de contenidos níti-
representaciones cuenta con tan reducido espacio damente polémicos y abandonado con ello la necesi-
que no pueden sino producirse en consecuencia ex- dad de un contínuo replanteo de sus fundamentos,
presiones que podríamos designar como enrarecidas. el estudio de la Historia de la Arquitectura en la Ar-
Este enrarecimiento suele ser interpretado en gentina se ha visto reducido por quienes contaban
modos opuestos: para unos es signo de la asimila- con los principales recursos a la repetición de arqu-,
ción degradada de los modelos metropolitanos, algo mentos envejecidos, carentes a este punto de cual-
que debe ser corregido; para otros se trataría de u- quier contenido vivo.
nos rasgos de originalidad que deben ser asumidos Pocos, casi siempre basados en esfuerzos per-
positivamente. sonales, recluí dos las más de las veces en sedes peri-
¿Posibilitan las categorías enunciadas un enfo- féricas o no oficiales, continuaron la búsqueda de
que de resultados efectivos diversos? nuevas respuestas, una aventura siempre peligrosa
Desde luego que cualquier respuesta a esta pre- en los años pasados. .
gunta resulta por ahora prematura, pero no puede No es improbable entonces que haya sido el a-
dudar se de que el arco problemático que puede ad- burrimiento que la repetición conlleva lo que im-
vertirse a partir de ellas induce al menos a intentar pulsó a buena parte de los historiadores a abando-
formular un enorme cúmulo de nuevas investigacio- nar la actividad de investigación desplazando sus in-
nes, estimulando por ejemplo la ampliación de las tereses hacia el conservacionismo, práctica que au-
temáticas a estudiar, las que podrian abarcar pro- mentó simultáneamente su difusión y a través de la
ductos, tramas conceptuales y figuras que la histo- cual podían presumir aquellos que la Historia pare- .
riografía ha considerado hasta aquí como in-signifi- cia por fin poder realizarse. El otro fuerte estirnulo
cantes; la puesta en serie de elementos analizados hacia la práxis operativo es producto sin duda de la
generalmente en forma aislada (p. ej. los 60.000 influencia del furor historicista patrocinado por al-
templos construídos bajo la dominación española gunas corrientes estéticas en los ambientes vanquar-
entre los siglos XVI-XVII con administración cen- distas metropolitanos. Lo cierto es que ambas con-
tralizada); el reconocimiento de caracter/sticas ge- diciones. alentaron a quienes, suponiéndosepor ex-
nuinamente peculiares 011/ donde la incorporación periencia en posesión de un saber ahora coqueteado
de nuevas áreas de explotación al mercado mundial por la emptria, se dieron a la construcción del puen-
ha provocado modificaciones funcionales profundas te m/tico que une las orillas de la práctica y la teo-
enIos dispositivos del dominio (p. ej. la difusión de r/a.
la autoconstrucción sólida como sistema de vivienda En rigor no se trata de afanes inéditos puesto
de los inmigrantes de principios de siglo); el estudio que, además de heredar la modalidad de estudio de
de la puesta en marcha de estrategias globales de do- la producción histórica caracter/stica de las escue-
minio' en forma de modelos extremadamente depu- las de Beaux Arts, cuentan entre nosotros con un
rados en relación a sus versiones originarias especial- antecedente cercano y efectivo en las conferencias
mente en las zonas de control de tipo colonial (el ca- que Bruno Zevi pronunciara en Buenos Aires a fines
so de las arquitectos empresarias: electricidad, ferro- de la década del cincuenta. Fue entonces cuando
carriles, etc.); la observación del significado positivo quedaron consolidadas las bases de una idea que su-
que pueden adquirir los aparentemente ingenuos e- pone a la Historia como una consejera lúcida y com-
9/MA TERIALES N* 5

prensiva de la actividad proyectual. Su objetivo con- Por esta vía, a través de "The Architectural Review"
sisttrta en señalar buenos ejemplos durante el pro- fueron difundidas principalmente las ideas del pro-
ceso previo al diseño y en justificar a posteriori los pio Pevsner; y así ocurrió durante la década del se-
resultados: una Historia militante, en otras palabras. senta con Reyner Banham cuyas concepciones, de
Es por esto que adquiere un valor muy especial considerable influencia en nuestro país, si bien cri-
la posición rotundamente prescindente de cualquier ticas con respecto a las' mistificaciones historiográ-
consecuencia práctica inmediata que, con diferentes ficas precedentes, exaltaban casi ilimitadamente
matices, caracteriza a los trabajos producidos en el las posibilidades proyectuales ofrecidas por la' tec-
DSA V. Recordemos que aún en aquellos casos en nología.
que los historiadores no han asumido explicitamen- Pero recuérdese también el poderoso efecto de
te una posición estética determinada, las caracterís- tantas otras "Historias" escritas en futuro anterior;
ticas del campo de los operadores -solidaridades aca- la validación universal de la arquitectura de los Es-
démicas, políticas o ideológicas, lazos personales o tados Unidos que debe concluirse con Gideion o
editoriales, legitimaciones mutuas, est.- permiten Scully; la disolución de la arquitectura y la simul-
que estos se apropien de las obras de critica históri- tánea glorificación de la planificación urbana y
ca, no siempre como consecuencia lineal de sus pe- territorial consecuente de la "Architettura Moder-
culiaridades intrtnsecas. Algo que habria queotri- na" de Leonardo Benevolo; las brutales omisiones
bulr también a la dudosa vqlidación de los estudios y distorsiones condicionados por el organismo de
de historia de la arquitectura y del arte en el ámbito Bruno Zevi.
de las restantes disciplinas históricas, razón proba- Se comprobarán entonces las deformaciones
blemente, de la imprecisa constitución del propio inevitables que supone la idea de Historia reducida
campo y de la oscilación de sus resultados a través a "herramienta auxiliar" y 'se podrá así compren-
de un público heteroaéneo. der el efecto inquietante que ta defensa de la pro-
Piénsese a modo de ejemplo en la inesperada vi- pia autonomía produce en quienes, en plan opera-
gencia que, entre los arquitectos adquirió la publica- tivo, deben en consecuencia enfrentarse a los pro-
ción de los "Principios arquitectónicos en la edad ductos del pasado en la soledad de una elección pri-
del Humanismo" de Wltkower en 7949 -hecho que vada entre signos dispersos sobre una ge.ografía sin
obligó a constantes reediciones y traducciones pos- caminos.
teriores- mientras que trabajos tanto o más impor- 3) Lo dicho aquí permite entender que más
tantes del mismo autor (el análisis de la Laurenziana allá de las contingencias que también las condicio-
o de San Pedro p. ej.) nunca trascendieron el nivel nan, las experiencias llevadas a cabo en el DSA V se
de los entendidos. Pero basta tener en cuenta el sus- caracterizan precisamente por su permanente con-
tento que la posición de Witkower procuraba a quie- flictividad. Y es allí donde radican probablemente
nes en ese momento buscaban alternativas proyec- su particularidad y el núcleo al que debe vincularse
tuales que se opusieran al funcionallsmo reductivis- el gran interés provocado por sus resultados. Y no
ta del tnternattonal Style, para comprender el valor se trata sólo de diferencias de posiciones sino del
que adquiría la demostración de una compleja refe- trabajo en ámbitos analíticos o saberes que no pue-
rencia simbólica en la base de la arquitectura del re- den ser interrelacionados; al menos a la manera "in-
nacimiento que el libro llevaba a cabo con extraor- terdtscipltnarta" que obsesionaba a la década del se-
diraria precisión. (Y no ha de ser por casualidad que senta: la síntesis, la propia idea de conclusión son
la obra haya sido editada por primera vez en caste- aquí objetivos cuidadosamente eludidos.
llano en nuestro país por Nueva Visión, merced a Resulta por eso poco menos que malintenciona-
los esfuerzos del inconformista Horacio Baliero). do -y desde luego equivocado- el prejuicio frecuente-
De igual modo, trabajos de carácter preeminen- mente difundido por la critica anqlosajona por el
temente publicitario como el "Pioneros ... r r de Pev- cual no sólo se insiste en la idea de una "Escuela"
sner pudieron desempeñar un rol "teórico" no jus- de Venecia, sino que por añadidura se le endilga el
tificado por su escasa consistencia historiográfica, propósito de llevar a cabo una "critica marxista de
mientras otras obras de mayor espesor del mismo la ideología" (2). De aquí que sugiero por el contra-
historiador permanecen desconocidas para la mayo- rio registrar con atención en las páginas que siguen
ria de los presuntamente interesados. las diferencias, los matices y a veces los desacuerdos
En. general, vehiculo de las posiciones de par- sustantivos que se desprenden de los distintos enun-
ticular énfasis ideológico suelen ser las revistas de ciados. Tales variaciones, puestas de manifiesto in-
arquitectura, verdaderas "misceláneas" dirigidas a cluso a lo largo de las propias trayectorias personales
Un público de incierta definición, con intereses no sólo son expresión de una excepcional honesti-
múltiples que abarcan preocupaciones administra- dad y valentía intelectual, sino que permiten verifi-
tivas o empresarias, necesidades técnicas precisas, car además el funcionamiento de uno de los propó-
interrogantes socio-políticos o inquietudes 'estéti- sitos iniciales: el de la constante puesta en crisis de
cas, lo que determina una muy reducida capaci- los propios fundamentos.
dad de reacción critica frente a las peculiaridades de Creo que para quienes actuamos en una comu-
cada discurso y especialmente frente a los de más ce- nidad como la Argentina, desarticulada por un per-
rrada especificidad como el caso de los referidos a manente boicot a los intentos de compostctán de to-
la Historia. do pacto de convivencia y tensada en consecuencia
INTRODUCCIONj 70

hacia unificaciones autoritarias, puede servir de es- to que "todo documento de cultura es documento
tímulo la desmtsttticactán de la presunción de ho- de barbarie", lo es también que la eliminación de es-
mogeneidad que en estos textos se lleva a cabo y la ta última se hace también paradójicamente posible
comprensión del campo real de conflictos -no sólo en la asimilación plena de tales "documentos", los
los internos, sino también los políticos generales de que sólo el Consumo de una enorme y dolorosa e-
la sociedad italiana, las problemáticas locales y re- nergía humana ha hecho posible.
gionales, las diferencias intertnstttuctonales, etc.- Desde el c/asicismogriego, contaminado por in-
frente a los cuales y con los cuales las experiencias crustaclones de las culturas presuntamente domIna-
realizadas en el DSA V se han ido enriqueciendo. das que da lugar al helenismo, hasta la fundación de
una escuela norteamericana de historia y crítica,
merced a la inmigración de intelectuales surgidos en
el seno de la sociedad "enemiga", desde la radica-
Estamos viviendo un proceso -que la mayor/a ción del renacimiento italiano en fuentes tardogóti-
de los argentinos desea ininterrumpido- de desarro- cas flamencas hasta la extraordinaria arquitectura
llo de la democracia. Algo que, como ya vamos com- del "dependiente" Brasil en la década del cuarenta,
probando, no constituye necesariamente la solución la Historia señala una y otra vez la tosudez injusti-
de los problemas sino apenas un medio de hacer/os ficable de los esquemas simplistas.
razonablemente abordables. Las pulsiones a que una Por su parte, es probable que sea justamente su
sociedad extremadamente problemática como la capacidad para convivir con Ia provisoriedad y fra-
nuestra se ve sometida -tanto a la disgregación como gilidad de las propias construcciones sabiendo de la
en dirección sólo aparentemente opuesta a un insen- falsificación latente en todo exceso tranquilizante
sato chauvinismo autarquizante- siguen presentes. de sencillez y evidencia, lo que ha permitido a las
Es bueno insistir por eso en recordar que la for- experiencias intentadas en el DSA V colocarse en el
tificación de la propia cultura no ha radicado nunca espacio de cruce de las líneas más avanzadas de la
ni en la pasividad ni en el rechazo de los estímulos problemática moderna.
sino; paradójicamente, en la firmeza, sagacidad y Es probable que podamos comprobar el efecto
contundencia con que. se es capaz de seleccionar lo renovador de tales construcciones en la medida en
más efectivo de la producción humana. Se trata, di- que seamos concientes de que la energía consumida
cho de otro modo de llevar a cabo "un proyecto en su elaboración, aunque indirectamente, también
inmenso de búsquedas, iniciativas, confrontaciones; nos pertenece, pudiendo de este modo aprender sin
un esfuerzo inmenso de voluntad organizada" para el vergonzante sentido de subordinación al que tan-
decir/o parafraseando a Massimo Cacciart. Si es cier- to tememos.

NOTAS
(1) Sobre esta discusión existe una numerosisima biblio- la conoscenza Stórlca", Eric Hossbawm, Studi Storici
grafía. Condicionantesde mi juicio han sido especial- nro. 3/4 Roma 1983.
mente: "Spie, radici di un panorama Indlzlarlo", Car-
lo Guinsburq. 1979; "Comment on écrlt l'histolre", (2) Me .refiero a interpretaciones del tipo de la publicada
Paul Veyne, Ed. du Seuil, Paris 1978; "Miseria de la hace algunos años por "Architectural Design" nro 51
teoría" E.P. Thompson; "Historia económica, nuevos 6/7/81. En algunos comentarios norteamericanos el
enfoques y nuevos problemas" E. J. Hobsbawn, Carlo macarthysmo de los juicios es inocultable. En espe-
Cipolla y otros. (Josep F.ontana, idem); el intercambio cial, acerca de "Archittettura Contemporánea" en
de opiniones alrededor del tema "The revival of narra- "Journal of the Society of Architectural Historians",
tlve" publicado por la revista "Past & Present" nro. firmado por William Curtis (Mayo 1981, Vol XI, nro.
85 y 86 (1979), ("The Revival of Narrative: Reflec- 2); pero también sobre "Architettura e Utopía" en la
tions on a New Old Hlstorv", lawrence Stone y "The misma revista Mayo 1980, Vol XXXIX nro. 2, firma-
revival of Narrative: some cornrnents" Eric Hobs- do por Robert Fishman; y sobre "la Cittá America-
bawrn}: "la Storia tra passate e futuro", Francesco na", idem, firmado por Giorgio Cavaglieri, Vol XXXIII
Barbagallo, Studi Storici nro. 1 Roma 1984; "Marx e, nro. 3, oct. 1974.
i 7 /MA"rERIALES N* 5

El Departamento de Historia de la Arquitectura


nace en noviembre del 76 a partir de una compleja
ESTRATEGIAS
organización experimental del Instituto Universita-
rio de Arquitectura de Venecia. {l} La urgencia de HI~IOGRAFICAS
una reforma se hace sentir ya en 7969: con ía libe-
ralización del acceso a los estudios universitarios,
una enorme masa estudiantil, altamente politizada,
ponía en crisis no solo la estructura física de las fa- Mercedes
Daguerre
cultades sino también, particularmente, el modelo
mismo de Universidad como escuela de tormactán
profesional. Las instancias sociales y políticas, que
el- inédito número de estudiantes llevaba a la Uni-
versidad, planteaban la necsdidad de relaciones ra-
mtticadas con el territorio, cuestionando el tradi-
y Giulio
cionat aislamiento de la estructura académica y plan-
teando el problema urgente de una cualificación de
Lupo
la Universidad de masas.
Si durante los años 'lO si.!respondía con una ex-
tenuante pol/tica de espera, que, postergando repe-
tidamente cualquier Iniciativa de reforma y empe-
ñándose al máximo en resolver problemas de tipo
cuantitativo -se multiplicaban las sedes, los servi-
cios y las enseñanzas- lograba "digerir" aún las ins-
tancias más desestablllzantes; por el contrario Vene-
cia, a partir de 1973, asum/a un rol decididamente
de vanguardia, experimentando una reorganización
estructural que anticiparía y dada útiles indicacio-
nes para la eventual reforma untversitarta.
La hipótesis de base era la creación de una es-
tructura de gestión realmente democrática unida en
torno a un proyecto disciplinario unitario, con un
programa didáctico y de investigación. Este deber/a
suministrar la más amplia instrumentalización cien-
tífica, pero que a la vez estuviera, fuertemente rela-
cionado con la demanda emergente de la sociedad.
También debería ser articulado en tareas espe-
cíficas que el Departamento mismo atribuida a los
distintos docentes cuyos trabajos no serían ya el
resultado ligado al contenido de las disciplinas de
las que eran titulares, sino que serían derivados
del programa (anual o plurianual] del Departamen-
to. (2) Esto habría determinado una transforma-
ción radical del cuerpo docente. Para poder activar
realmente el Departamento hubiera sido necesario
por un lado llegar a la "no titularidad de la cátedra",
que implicada la rotación de las experiencias, y por
el otro, hacer valer el principio de la "función única
de la docencia" a través del cual se tendr/a un
"statt" docente equilibrado en sus funciones, que
permitiera un alto grado de movilidad a partir de ob-
jetivos y según programas comunes en función de in-
tereses afines.
No se trataba, entonces, de revisiones dentro de
un ámbito tradicional que hubieran dejado intacta la
estructura. El proyecto disciplinario del Departa-
mento -lnteresando diversas disciplinas de las distin-
tas facultades- hubiera de hecho disuelto la institu-
ción universitaria misma, estructurado por faculta-
des autónomas, declarando el fin de un saber univer-
sal y sectorizado.
Por lo tanto, lo sustitución de los institutos por
departamentos se apoyaba sobre una latente estrate-
HISTORIOGRAFICAS/12

qia que tenía por horizonte una nueva reagrupación - reducida solo al campo
del saber con mayor contacto con la demanda so- deber de valorizar sus "ob-
cial. Reorganización que hubiera transformado eJ
tradicionat modelo de universidad como escuela de con el que se ponía en
preparación profesional en una sede de producción ma __ a Universidad, el De-
del saber y de su transmisibilidad. pan. taba un orden "jus-
En esta reestructuración general, el Departa- ta lex", - aquellas potenciali-
mento de Historia se daba una doble disposición: u- dades inno o - e experimentación
na dirección teórico-crítica, que, empeñándose en había mostrado. De ley sobre la re-
una profundización filológica, en la investigación forma universitaria o gunas condicio-
histórica "pura" y en el análisis crítico, se alejaba nes que en las hipót, s fa experimenta-
programáticamente de la actualidad, evltando toda ción habían sido evaluadas cesarias para una
instrumentalización posible del saber histórico o de real transformación estructural. Disposición que,
su utilización para la proyectación; y una dirección además, no forzando las indispensables relaciones
metodológica operativa que, (moviéndose de acuer- con el resto de las facultades venecianas -que por el
do a la estimulante coyuntura abierta por el debate contrario aprovechando el carácter opcional de la
relativo a la regionalización y al nuevo rol de las reforma permanecían encerradas en un rígido con-
"superin tendencias ", que incorporó los temas de la servadorismo-, reducía el nuevo ordenamiento de los
intervención en el ambiente, de la restauración urba- departamentos a una mera simulación.
na, de la conservación y valorización de los bienes Si, por un lado, el creciente espacio de deba-
culturales, de la museografía, de la novedad de la te sobre los llamados Bienes Culturales se mostraba
participación gubernamental a través del Ministerio siempre más impracticable y equívoco, por el otro,
de Bienes Culturales) se caracterizaba por un pre- el interés específico por una historia libre de con-
valente "compromiso" con el presente. . ceptos tales como "utilidad" y "uso ", abría la dis-
La perspectiva de un "Corso di l.aurea'' espe- cusión sobre el "Hacer Historia", revelándose densa-
cífico, relativo a los Bienes Culturales, que hubiera mente rico de problemáticas y verdaderamente más
interesado y reunificado las diversas disciplinas his- productivo.
tóricas del conjunto de facultades, podría haber Como a menudo sucede con las estrategias de"
significado una nueva reagrupación de los saberes largo período, fallidos los objetivos programáticos
históricos dando dignidad científica a nuevas figu- de la partida, resultaron igualmente interesantes los
ras profesionales. logros alcanzados. El Departamento de Historia de
Esta última dirección, empeñándose en la for- la Arquitectura se configura hoy como un departa-
. mación 'de Consorcios regionales y Laboratorios de mento sustahclalmente discipllnarto, con un pro-
investigación, con la participación de distintos ope- yecto nunca abandonado de reagrupación de las dis-
radores públicos -coincidentes con la voluntad po- ciplinas históricas "puras", sin una finalidad untvo-
lítica de transformar la universidad en un servicio camente operativa o proyectual.
público-, introducía a los estudiantes directamente Una lógica "claustrol", entonces, provée a la re-
en sectores técnicos, que velan el trabajo histórico novación científica de la disciplina, asumiendo la
fuertemente inserto en una dialéctica con las deci- capacidad de exigir "diferencias" mucho más pro-
siones del operador público con quien docentes, in- ductivas en la construcción de una provechosa y ce-
vestigadores y estudiantes, deberían' confrontarse rrada confrontación con "otras" técnicas (métodos
(y eventualmente enfrentarse) creando un trabajo de proyectación, de análisis, de gestión, etc.). Es ba-
de investigación universitario. El objetivo de ese jo esta óptica que el Departamento 'está dispuesto a
trabajo era el de estimular a los Entes Públicos, for- arriesgar una posible y provisoria "lnactualldad",
mulando nuevas demandas y necesidades, sin llegar Si aún hoy, un balance amplio dentro del IUA V
con esto a imponer "soluciones" prefabricadas, ni no haría más que registrar una falta de aprovecha-
caer en una mera función "de servicio ", sin posibi- miento de las potencialidades departamentales, (al
lidad de autonom/a de elaboración. (3) punto tal que para muchos- departamentos el proce-
Pero el balance de 7979, al término del trienio so de restructuración no ha sido otra cosa que un
de experimentación señaló que no se estuvo a la par cambio de nombre, permaneciendo sustancialmente
del promisorio comienzo. La dirección metodológi- como "institutos") en el caso específico del Depar-
ea operativo se reveló no solo como una seductora tamento de Historia y su compleja producción histo-
aventura a breve término (debido a la poca credibi- rioqrdtica durante el período 7976-7983 no pode-
lidad política de las escasas aperturas ofrecidas por mos ignorar que, pese a los cambios de ruta y los ob-
el Ministerio de Bienes Culturales), sino también jetivos frustrados, ha habido una progresiva consoli-
como un camino extremadamente peligroso en el dación, cuyas razones pueden encontrarse en el he-
plano científico y cultural, tanto para las disciplinas cho fundamentol de que la organización departa-
históricas como para la restauración. Lo que se cues- mental ha significado autonomta financiera yadmi-
tionaba era justamente el principio de autonomía de ntstrativa. Autonom/a que ha permitido no solo una
ambas. Se imponía un compromiso ambiguo que hu- rápida utiliz dón de los recursos, haciendo más efi-
biera tenido como extremos, por un lado una restau- caz la . tdad de la investigación sino, y funda-
ración entendida como brazo secular de la Historia, mentolmen e, lo implementación de fondos. De este
731MATERIALES N* 5

modo, se ha tratado de favorecer el desarrollo de un de instrumentos de juicio y de operatividad del "ar-


área temática de investigación histórica fuertemente quitecto integra!"; aquella historia "mitttante", diri-
homogénea -por impostación teórica y métodos de gida a tuncionaltzar los estudios históricos y críticos
indagación-, en torno a la cual se configura un cuer- en la promoción de determinadas direcciones pro-
po docente conformado más que por una simple a- yectuales y culturales, tal como la producción hlsto-
gregación según títulos o jerarquías, por efectivas y riográfica de Bruno Zevl; el cual desde 7946 ha pro-
reales afinidades de pensamiento, de objetivos y de puesto continuamente a la cultura arquitectónica la
estrategias. "arquitectura orgánica" como modelo áureo; o más
Se forma, así un grupo productivo conductor recientemente, aquella concepción de Leonardo Be-
cuyas afinidades políticas y culturales tienen una névolo, tendiente a la recuperación de un tardo ra-
importante tradición, y están fundadas en activida- cionalismo arquitectónico como base de una verda-
des menos recientes, desarrolladas dentro y fuera de dera "reforma social".
la institución universitaria. Con el descubrimiento de un necesario espacio
Un momento clave del compromiso- intelectual de autonomía de la crítica histórica, se imponía
y político, que puede explicar claramente las vlsicl- también el problema inderogable de una refunda-
tudes más cercanas, es identificable con la actividad ción de los instrumentos del análisis crítico e histo-
desarrollada por la revista "Contropiano" fundada riográfico. Las reflexiones sobre los métodos de aná-
en 7968 por Alberto Asor Rosa y Massimo Cacciari. lisis ya consolidados -tanto los deducidos de la filo-
Allí participaba un grupo de intelectuales de distin- sofía del arte, como los elaborados sobre indebidas
ta extracción profesional (Antonio Negri, Mario extensiones del análisis estructural al campo de la
Tronti, Alberto Abruzzese, y algunos integrantes historia, o las superficiales lecturas semiológicas, o
dellUA V como Manfredo Tafuri, Francesco Dal Co, aún las más cautas actualizaciones estructuralistas
Marco De Michelis, Giangiorgio Pasqualotto) todos del método warburghiano y de sus aventuradas y e-
pol/ticamente comprometidos en una "crítica de ruditas búsquedas de significados simbólicos- mos-
clase de la ideología entendida en la más rigurosa traban la imposibilidad de construir un método crí-
acepción marxista". En 7969 aparecía en "Centro- tico capaz de satisfacer la tarea de uda crítica mar-
piano" el ensayo de Manfredo Taturi: "Para una xista de la ideología: tarea que consistiría en pene-
crítica de la ideología arquitectónica" que, llevando trar objetivamente en la estructura ideológica de la
a consecuencias extremas las hipótesis ya trazadas arquitectura, descubriendo "la rettcula de las rela-
en Teorías e Historia de la Arquitectura (J968), y ciones inconcientes, desconocidos, que subyace en
no yendo más allá de una simple hipótesis de trabajo las decisiones figurativas, que está detrás de los có-
o de investigación, representa de todos modos un im- digos arquitectónicos y los informa, que liga aque-
portante cuadro de referencia en el que se ha ubica- llos códigos al comportamiento social, a los mitos, a
do el más específico y articulado trabajo del enton- la dialéctica histórica". (7) o

ces Instituto de Historia de la Arquitectura. Allí se Tales reflexiones llevaban a considerar las cues-
afrontó, por varios años el problema de "la indivi- tiones sobre el método como artificiosas y no rea-
dualización de los nudos que determinan el naci- les, abriendo como único camino posible la cues-
miento y la crisis de la ideología alto-burguesa, y de tión del uso. Uso de todos los instrumentos de a-
las técnicas de gestión capitalista del territorio, con- nálisis elaborados por la cultura burguesa, tanto más
frontados con las realidades complejas y tortuosas productivo cuanto más alto sea su nivel de profundl-
del desarrollo económico y de las instituciones que zación.
lo sostienen o entran en conflicto con él". (5) Esta fase de reflexiones teóricas fue enriqueci-
A partir de esta línea han sido articuladas las in- da, a partir de 7977, por el trabajo crítico de Franco
ovestlqaciones sobre las vanguardias históricas y la Rella sobre las figuras emergentes del espacio pro-
metrópolis, las relaciones entre trabajo intelectual y blemático de la crisis: Freud, Marx, Nietzsche, eran
desarrollo capitalista, los estudios sobre la sociolo- analizados mediante el mismo tipo de práctica crí-
gía alemana del primer '900, la ideología y la prác- tica de interpretación y construcción,con que su
tica de la planificación en la Unión Soviética, la qes- producclán teórica había convulsionado la cultura
tión socialdemocrática de la ciudad, la arquitectura occidental. (8)
y las ciudades americanas, y el ciclo edilicio. (6) Una vez considerada la eficacia histórica de las
Una produccton historiográfica que, teniendo ideologías, la tarea que se plantea es la de analizar/as
como postulado básico la identificación de la crí- críticamente en su "manera de presentarse ", de mo-
tica con la historia, imponía continuas y necesarias do de aprehender el funcionamiento y la articula-
reflexiones sobre los instrumentos de la crítica mis- ción polftica de sus fuerzas matrices y del proceso
ma y la definición de sus roles, poniendo decidida- de distorsión al que son sometidas dentro del teji-
mente en crisis la secular convivencia de la tiqúra del do cultural. (9)
crítico y la del arquitecto en una misma persona. Fallidos los intentos de integrar el marxismo
Así, el "Hacer Historia" del Departamento se con el psicoanálisis -O una "aplicación" de éste a di-
alejaba de las tradicionales historias de la arquitec- versos campos cognoscitivos, presuponiendo un sa-
tura; de aquella imagen creada por Gustavo Giova- ber unitario que se instrumentaliza para operar so"
nnoni en 7976, para quien el conocimiento históri- bre otro campo igualmente homogéneo- el problema
co no tenta otra fundón que completar el conjunto que ha interesado en cambio es, el espacio de la
TEClAS HISTORIOGRAFICAS/ 74

práctica crítica determinado por el entrecruzamien- su obro ..- construcción histórica como
to de estas teor ías cognoscitivas. construcciá ~_ r- saber crítico".
Es precisamente la ubicación histórica de la teo- Benjam - -efi I historiador como aquel que
ría freudiano, dentro de la crisis del sistema repre- opera en una conflictiva, "campo de batalla"
sentativo científic y filosófico, la que ha eviden- donde surgen y se enfrentan distintas "representa-
ciado que el análisis no se constituye primero como ciones". (74)
"saber clínico"aplicado posteriormente a los siste- Para Freud, I iarx, , 'ietzsche o Benjamin, la fi-
mas representativos, sino como análisis de las pro- losofía y la interpretación son sólo instancias pre-
ducciones ideológicas. De este modo tendría que in- liminares, "el acto diclsivo está justamente en la
teresar, también, la crít~a de las relaciones de pro- fuerza de la construcción que conecta estos eventos
ducción históricamente determinadas mediante una con nuestra propia experiencia histórica". (75)
confrontación problemática y productiva con el Estas reflexiones fueron expuestas sintética-
marxismo, la cual evite una simple conversión que mente por Taturi en su Proyecto Histórico publica-
anularía diferencias y contradicciones. (l O) do a fines de 7977 en krrevista Casabella. (76)
La extensión de una práctica cognoscitiva a o- Es precisamente en este ámbito espec/fico de la
tros campos de investigación, eleva a un primer pla- cultura arquitectónica que irrumpia la alteridad del
no el problema de la autonomía disciplinaria y la in- lenguaje de la crítica, sin querer fundar una inmuta-
traductbtlidad lingüística. ble autonomía sino más bien todo lo contrario: "la
Esta premisa, que afirma la imposibilidad de historia como proyecto de crisis". La historia como
traducir a un lenguaje complejo la multiplicidad Iln- "producción de significados a partir de los 'indicios
qüistica de la realidad -imposibllldad de la "transpa- significantes' de los eventos, construcción analítica,
rencia perfecta"; formulada históricamente a partir nunca definida, siempre provisorla, Instrumento de
de la crisis del sistema clásico entendido como mo- producción de realidades en la perspectiva de su
delo unttario-, ha llevado a analizar la incidencia re- puesta en crisis" (l7). Crisis de las técnicas dadas,
ctproca en cuanto "espacio conflictivo", poniendo así como de la crítica histórica misma, de sus cons-
en radical discusión el propio estatuto disciplinario: trucciones, de su lenguaje.
una operación de reinterpretación de la relación en- Crisis que es determinada por la Irreductlble
tre el análisis y las prácticas significai1tes mediante el tensión que se establece entre el análisis y sus obje-
lenguaje como "sistema de diferencias". {l l) tos, entre diferentes lenguajes y' entre distintas téc-
Es en esos términos que el trabajo crítico de nicas de dominio de un momento histórico dado. En
Franco Rella encontraba un terreno fértil en una se- vez de pacificar el presente con el pasado, resolvien-,
rie de seminarios desarrollados junto a Manfredo Ta- do la tensión, o de crear improbables puentes que
turi, en los cuales se afrontaban algunos nudos teóri- conecten rupturas y dlterencias, la historia no pue-
cos fundamentales de la crítica histórica. de formularse tarea más productiva que construir un
Abordar la historia con un lenguaje crítico que espacio histórico real: el espacio del enfrentamiento,
pudiera describir su complejidad desde distintos del conflicto. .
puntos de vista contemporáneamente. Tal vez sea este el punto donde se centra una de
También el análisis histórico es una práctica las, críticas de fondo al trabajo historiográfico de Mi-
cognoscitiva que produce nuevas formaciones signi- chel Foucult,
ficativas, y no se trata de descubrir una "verdad" si- "La construcción de tal 'enfrentamiento' -escri-
no de elaborar/a, de construirla. (tz) be Taturl- no está garantizada por el nominar, por el
Construcción que nunca es definitiva puesto conocer los lugares espectficos del poder -Ia prisión,
que su eficacia estará en función de la capacidad de el hospital psiquiátrico, la práctica de la sexualidad-
poner en movimiento un proceso significativo. Tra- sino por el conocimiento del plural intersectarse de
bajo que tlende .a lo interminable y que no ofrece tales prácticas, plurales y dlscursivas" (ts). Yesjus-
garantías, puesto que "una construcción puede estar tamente una "trama" el tema del último trabajo de
equivocada y sin embargo ser productiva" ya que' a Taturi y. Foscari: "l'armonia e i conflitti" (79). Un
través de su desarrollo hará emerger ulteriores infor- entrecruzamiento de prácticas de gobierno, cultura
maciones que eventualmente modificarán la cons- esotérica, pensamiento religioso, mentalidad patri-
trucción precedente. cio, política urbana, intereses económicos, lenguajes
Por lo tanto, los límites del análisis son solo his- artísticos; de ninguna manera armónico, sino, al
tóricos; de este modo el proceso se dispondrá a po- contrario, fragmentado por continuos "incidentes
ner en discusión la propia praxis cognoscitiva y sus técnicos". Superposición de temáticas que muestra
fundamentos. El lenguaje histórico crítico se trans- el particular configurarse de un espec/fico espacio
forma, entonces, en un lenguaje de la incertidumbre, urbano como el de San Francesco della Vigna.
en un "producto" que debe ser criticado continua- Una trama de muchas historias que no presupo-
mente a lo largo del proceso de construcción históri- ne un especialista en todas las disciplinas históricas
ca. (ts) ni tiene como perspectiva una historia total, sino
La relación interpretacion -construcctán se nu- que exigirá una competencia segura sobre las "obli-
tre de otra figura clave hacia la que apuntaron las re- cuas" que atraviesan las diversas disciplinas, o por lo
flexiones teóricas del Departamento: Walter Benja- menos sobre las distintas vías indiciarias que el his-
min, por cuanto uno de los temas fundamentales de toriados tratará de enlazar para cubrir el "residuo
75/MATERIALESN*5

vacío" que la indagación filo lógica no puede llenar. dor de las dtscontinuidades, y que al contrario, se
Para afrontar esta tarea, ya no es suficiente un autodetlne absolutamente contlnuista (27), propo-
método, sino que será necesario "armarse" de más n/a la "evénementtalisatton" como un procedimien-
métodos, de más procedimientos índagatorios. Nin- to útil de análisis para hacer surgir "singularidades"
guna contradicción entre una investigación extrema- capaces de producir "rupturas de evidencias".
damente puntual, material y "locar, como una mi- La posibilidad de aprehender una historia "sub-
crohistoria, y el empleo de una noción abstracta co- yacente" a los hechos, mediante indicios o· datos
mo la de "mentalidad", o entre una indagación que marginales reveladores de una "razón" establecida,
privilegie el evento y contemporáneamente la cate- reclama también la atención sobre el "paradigma in-
qoria de la larga duracián. dlciarto" que Carlo Ginzburg ha teorizado como
Todo esto asume un significado preciso si se modelo epistemológico en el ámbito de las ciencias
considera el reciente y general interrogante sobre humanas. Instrumento fruto de la praxis, cuyas re-
los fundamentos epistemológicos de la disciplina gIas no se prestan a ser codificadas,y cuya eficacia
histórica, Nuevos problemas, nuevos temas, nue- proviene de lo concreto de la experiencia y de la
vos acercamientos, y la enorme expansión -o se- incapacidad de servirse de una cateqoria "potente y
gún una interpretación distinta- la "émiettement", terrible" como la abstracción. (22)
el desmembramiento de la historia han conducido a Reflexiones, aportes y relaciones -expuestas a-
un grupo de historiadores franceses a rever algunas qu] en una sintética y un poco esquemática enume-
posiciones fundamentales de la "Ecole de les Anna- ración- que han abierto una I/nea de investigación,
les". de metodolog/a histórica que pueda poner a punto
Si para Lucten Fevre, Marc Bloch, Fernand nuevos instrumentos menta/es, capaces de elaborar
Braudel, "Les Annales" se caracterizaba como reac- estrategias y tácticas historiográficas, de explorar a-
ción a la historia pol/ttca ya la historia "evénemen- quel/o que el rigor filológico siempre ha presentado
tlelle", en Faire de I'histoire (20), se revalorizaba el como una "ausencia". Es al/í donde es lícito avanzar -
peso del "evento en la historia que hasta ese mo- hipótesis, donde se ejercita el análisis interminable y
mento habla sido considerado con aversión por una la construcción histórica, aceptando que sea satisfe-
"historia del tiempo casi inmóvil" de Braudel. cha la condición de verificabilidad necesaria para
Por otra parte, ya Foucault, que equivocada- que el trabajo histórico pueda considerarse ctenttti-
mente ha sido definido a menudo como el historia- co.

NOTAS
(1) En 1976 tomaba el nombre de Departamento de mento de la elaboración de las tesis de graduación, donde se
Análisis Crítico e Histórico, cambiado luego en 1981 cuan- continuaban utilizando métodosartesanales o personales,
do se transformaba en Departamento de Historia de la Ar- desaprovechando las ocasiones de investigación, que huble-
quitectura, Creemos necesario especificar para Una mejor ran podido ser válidos momentos de adiestramiento profe-
comprensión que en Venecia existen dos sedesuniversitarias sional colectivo.
autónomas: La Universitá degli Studi di Ca' Foscari con va- (4) Nos referimos principalmente a la "no titularidad
rias facultades y el IUAV, Instituto Universitario de Arqui- de la cátedra" y al principio de la "función única de la do-
tectura. cencia" que ya tratamos.
(2) cfr. Aymonino, "Lo I UAV nella situazione nazlo- (5¡ Citamos precisamente el programa editorial de la
nale, regionale e locals" en la Introducción al V Seminario "collana di Architettura" de Officina, dirigida por Manfre-
I UAV, 5-7- octubre 1978, pag, 17. do Tafuri, cuyas publicaciones han reflejado por muchos
(3) Entre las realizaciones en el sector de bienes cultu- años la línea de investigación del Departamento.
rales se debe recordar la formación del Laboratorio de Fo- (6) Los resultados de algunas de estas direcciones de
togrametría terrestre, en el cual colaboraban el IUAV, la . investigación son analizados en los artículos siguientes.
. Universidad de Ca' Foscari. la "Regione", los "Comuni",la (7) cfr. M. Tafuri, TEORIE E STORIA D~LL'ARCHI-
"Sovraintendenza" y la UNESCO. Aún en función, ha desa- TETTURA, Laterza 1968, pgs. 220-221 (ver bibliografía en
rrollado trabajos sobre áreas de investigación histórica con castellano "Teorías e historia de la arquitectura")
carácter lnterdlsclpllnar!o, como el centro histórico de Mon- (8) cfr. F. Rella, "Leggere Freud: Interno alla Vernei-
tagnana y el Arsenal de Venecia para cuyo estudio filológi- nung (de neqatlona)" en "Nuova Corrente" n. 61-62, 1973,
co eran llamados conjuntamente el Comune, el C.N.R .. el pag.212.
Politécnico de Milan y la Universidad de Ca. Foscari. Sin (9) cfr. F. Rella, introducción a LA CRITICA FREU-
embargo, en estas investigaciones financiadas, los estudian- DIANA, Feltrinelli, Milano 1977, pago47.
tes han tenido' un rol y una participación prácticamente i- (10) idem, pags. 13-14
rrelevantes sea en el ámbito de la didáctica, como en el mo- (11) cfr. F. Rella, "11 paradosso della ragione" en
ESTRATEGIAS HISTORIOGRAFICASj 16

"AUT AUT" n. 161, pago107. (19) cfr. A. Foscari - M. Tafur l, l'ARMONIA E I


(12) cfr. F. Rella, "Dallo spazio estetico allo spazio de- CONFlITTI. lA CHIESA DI SAN FRANCESCO DEllA
Ila rappresentazlone" en "Nueva Corrente" n. 68-69, 1975- VIGNA NEllA VENEZIA DEL '500, Einaudi Torino
76; del mismo autor, introducción a LA CRITICA FREU- 1983.
DIANA, op, clt., pags.25sgg.
(13) cfr. F. Rella, introducción a LA CR ITICA (20) cfr. FAIRE DE L'HISTOIRE, ed. Gallimard 3
FREUDIANA, op, clt.. pags. 17-23-27-54, vol. .1974, trad. al italiano, FARE STORIA. TEMI E ME-
(14) cfr. F. Rella, "Crítica e Storia" en AaVv. CRITI- TOD I DE1.lA N UOV A STOR IOGRAF IA. a cargo de J. Le
CA E STORIA, ClUVA, Venecia 1980, pago7; del mismo Goff y P. Nora, Einaud i, Torino 1981. (ver edición en caste-
autor, introducción a lA CRITICA FREUDIANA: op, ct., llano "Hacer historia" laia,Barcelona 1980, tr.J.Cabanés)
pags.26-27. (21) Según la propia opinión expresada el 20 de mayo
(15) cfr. F. Rella, "Crítica e Storla", op, cit. pago28. de 1978 en una mesa redonda: "Ustedes saben bien que no
(16) cfr. "Casabella" n, 429. octubre 1977, publicado hay nadie más continuista que yo; la local ización de una
luego en M. Tafuri, LA SFERA E Il lABIRINTO, Einau- discontinuidad no es otra cosa que la constatación de un
di. Torino 1980. (ver bibliografía en castellano "la esfera problema a resolver". Vease, M. Foucault. "Perché la priqio-
yellaberinto") ne?" en "AUT AUT" n•.181, 1981, pago58
(17) cfr. M. Tafuri, "Il 'PROGETTO' STORICO", en (22) cfr. C. Ginzburg, "Sple. Radici di un paradigma
"Casabella" n. 429, pago 12. (ver bibliografía en castellano indiziario" en AaVv. CRISI DEllA RAGIONE, a cargo de
"El Proyecto histórico") A. Gargani, Einaudi, Torino 1979. Ginzburg evidencia la o·
(18) cfr. M. Tafurl, "letture del testo e pratiche dis- posición del "paradigma indizlárlo " al "paradigma galileia-
corsíve" en AaVv. Il DISPOSITIVO FOUCAUl T, Actos no" que sacrifica el conocimiento del elemento individual a
del Seminario desarrollado en el IUAV en 1977, ClUVA, la generalización y a la potente "cientiflcidad de. la (atio".
Venecia 1977. (ver bibliografía en castellano "Crisis de la Razón")
entrevistas
por Mercedes Daguerre
y Giulio Lupo

Manfredo Tafuri
Manfredo Taturi es titular de la Cátedra Historia de la
Arquitectura y Director del Departamento de Historia de la
Arquitectura del IUA V (Instituto Universitario de Arquitectura
de Venecia).
Es autor de numerosas publicaciones sobre la arquitectura
humanista, barroca y contemporánea.
Entre sus últimos trabajos: La sfera e illabirinto, Einaudi,
Torlno 1980 (edic. castellana "La esfera y el laberinto", G.
Gilll, Barcelona 1984),' L 'armonía e í contlitti. La chiesa di San
Francesco della Vigna nella Venezía del '5QOcon A. Foscari),
Einaudi, Torino 7983; Sapienza di Stato e 'etti manca ti':
Architettura e tecnica urbana nella Venezia del '500 en AaVv;
Architettura e utopia nella Venezia del Cinquecento, Electa,
Milano 1980; Un progetto del Sansovino per el palazzo di
Vettor Grimani a S. Samuel, Bolletino dei Musei Civili
Veneziani, 1981; La 'Nuova Consantinopoli'. La
rapprezentazione della 'renovetio' nella Venezia dell'
Umanesimo (1450-1509), Rassegna N* 9, 7982; Pietes'
Repubblicana, neobiesntinismo e umanesimo. Giorgio Spavento
e Tulio Lombardo nella chiesa di San Salvador en Richerche di
Storia dell'arte, 7983. (Para la bibliografía editada en castellano,
ver Apéndice bibliográfico).

P: ¿Cuál ha sido la coyuntura político-cultural mo: anticipar las leyes, dar interpretaciones y crear
que ha permitido pensar la expertmentacton depar- también grandes simulaciones. Esto era posible' por-
tamental? que teníamos a favor Ves condiciones: una situación
R: La situación poI ítico-cultural era la siguien- aislada respecto al resto de Italia y a la situación eu-
te: antes que nada, nosotros éramos la única estruc- ropea; un prestigio reconocido; y una hegemon ía co-
tura universitaria en Italia que no depend ía de una munista considerada extremadamente fuerte que u-
estructura superior. Ha sido fundamental el hecho n (a a estudiantes y docentes y daba solidez a la fa-
de ser un Instituto Universitario en el cual el presi- cultad italiana que había funcionado durante ese a-
dente coincid ía con el Rector, el Consejo de Facul- ño, lo cual representaba un notable punto a favor en
tad con el Senado Académico y en donde el Conse- las relaciones con la institución ministerial.
jo de Administración era soberano. En segundo lu- En efecto, nosotros el '68 lo habíamos vivido
gar era particular la situación que se hab ía creado ya el año precedente, ya que desde entonces se pro-
después de 1945, es decir el Instituto Universitario dujo una unión entre estudiantes y docentes que lle-
de Arquitectura de Venecia (1 UAV) funcionaba co- vó a una mayor democratización de las estructuras,
mo una suerte de campo de concentración de la pero por sobre todo a un cuestionamiento extrema-
cultura italiana de izquierda con Sarnona; Albini, damente radical del contenido de las disciplinas. He-
Gardella, lo cual ha creado tantos males y tantos mi- cho sumamente positivo que he encontrado solo en
tos, pero, a la vez, situaciones extremadamente fa- Venecia y pocas veces en otros sitios.
vorables. Pienso por ejemplo en Levi que ha tenido a su
, • En el momento en que Aymon 100 fue nombra- cargo, entre el '66 y el '67, la cátedra de Ciencia de
90 Director, había en el IUAV una línea bastante la Construcción. Levi era un progresista, (hoy diría-
riegemónica, común, (sobre todo entre comunistas), mos de tipo tradicional, pero confinado a Venecia
que permitió hacer una serie de operaciones tales co- por comunista), que profundizó un análisis crítico
ENTREVISTASj MANFREOO TAFURlj 78

interno a la disciplina. Recuerdo que, en lugar del sar la estructura departamental para romper la visco-
tradicional curso de Ciencia de la Construcción, i- sidad burocrática, académica, que implica una facul-
nició un curso sobre la filosofía de la seguridad, que tad de Letras, una facultad de Arquitectura o un
resultó ser de vanguardia en el campo científico in- Instituto de Historia?
ternacional. La filosofía de la seguridad, natural- Recuerdo que en aquellos años hicimos también
mente verificada por todas las leyes matemáticas una serie de. intentos para probar el punto en que se
posibles, revolucionaba también la forma de inter- encontraba la situación nacional: artículos er. "Pae-
venir en la edilicia, ubicándose fuera de la Ciencia se-Sera-Arte" sobre la unidad de la historia y sobre
de la Construcción codificada. Levi dejó una gran la posibilidad de actuación de los departamentos.
herencia en Venecia que desgraciadamente se ha Los historiadores respondieron de inmediato y en
perdido. forma totalmente negativa.
Pienso por ejeinplo en Astengo que creó el Los intentos hechos en Venecia practicamente
"Doctorado de Urbanismo". Una operación a la cual han fracasado todos. Tanto es así que la experiencia
nos opusimos con Aymonino. Pero más allá del mo- que estamos desarrollando con enormes dificultades,
do en que era propuesta, la operación presentaba un comprende uno o tal vez dos cátedras del, Instituto
aspecto que no era del todo negativo: proponía la de Historia del Arte de Padua, en tanto que con Ca'
ruptura del esquema de una arquitectura unitaria Foscari nuestro diálogo está completamente cerrado
"ad perennis", pon ía en cuestión el reconocimiento a nivel departamental y abierto, en cambio, a nivel
de la autonomía de una disciplina: el urbanismo, científico. Pero es una cosa de poca importancia
proponiendo una especificidad disciplinar hacia un porque no mueve estructuras, no crea la circularidad
blanco distinto de personajes especializados que no que se había pensado al principio. No se renueva la
tienen nada que ver con los arquitectos. docencia, la disciplina, el diálogo.
Todas estas condiciones, han sido muy impor- Entonces, la experiencia realizada es en gran
tantes para poder luego arribar a la gestión de Ay- parte desilusionante, especialmente desde el punto
monino, que evidentemente encontraba a sus espal- , de vista institucional. Menos defraudante es, en cam-
das un patrimonio que de alguna manera debía uti- bio, desde otro punto de vista: el hecho de haber
lizar. Aymonino no hizo nada especial, hizo sólo vencido, de todas maneras, la primera batalla. Es de-
aquello que cualquier otro hubiera tenido que ha- cir, de haber puesto en movimiento la experimenta-
cer, porque de lo contrario hubiera sido su fin poi í- ción -o mejor, la "simulación"- y de estar ahora en
tico. un "impasse" que nos ha permitido dejar de pensar
P: La' eliminación de la estructura organizada en el problema institucional, y en consecuencia tíiri-
en Institutos y la creación de los Departamentos, gir nuestro empeño hacia el estudio. No es una estu-
representó un cambio en la gestión administrativa. pidez.
.¿Interesó también, de manera sustancial, la produc- Del "engagernent" que hasta 1976-77 nos ha te-
ción y la enseñanza de la Historia? nido estrechamente ligados al cambio de las estruc-
R: Nosotros ten íamos muchas más esperanzas turas, hemos pasado a empeñamos en el cambio de
que aquello que hemos podido luego realizar, por- la disciplina.
que los departamentos significaban principalmente Todas las iniciativas, como la coordinación, las
refundación de la disciplina y de la docencia. Signi- grandes investigaciones a nivel internacional, el labo-
ficaba romper todas las barreras internas de la disci- ratorio de estudios venecianos, han sido posibles só-
plina, la posibilidad de sacar del aislamiento al IU- lo por el hehco de haber dejado de librar batallas de
AV, creando departamentos que fuesen capaces de otro tipo, para pasar a los problemas propios de la
construir puentes con la otra Universidad de Vene- disciplina.
cia: Ca'Foscari , y también a nivel territorial con P: ¿Entonces crees concluida /0 batalla por la
la Universidad de Padua; además de una realización autonomia del Departamento?
concreta del docente. No tanto desde el punto de R: La autonomía del Departamento se ha con-
vista burocrático sino desde el disciplinar, con la po- quistado' actuando -por así decirlo- con astucia. Lue-
sibilidad de 'rotación inmediata y total, cosa que ni go de la confusión post '68, quienes todavía daban
siquiera con la aplicación de la ley se consigue. prestigio al IUA V eran los componentes del Depar-
Ahora es dificil ísimo pasar un docente de His- tamento dé Historia, y sobre esto hemos fundado
toria de la Arqutiectura I a Historia de la Arquitec- nuestra fuerza "contractual".
tura 11. En cambio en aquel momento, existía la po- Así como sucede siempre en la historia, losrná-
sibilidad de que año por año, uno podía decidir si ximos objetivos previstos no se alcanzan, pero se
hacer un curso sobre la histonia de la ciencia -en tal alcanzan en cambio otros no previstos. Es decir, el
caso el curso se hubiera llamado Historia de la Cien- modelo máximo al cual aspirábamos era el de orga-
I cia y no Historia de la Arquitectura-, o sobre Ma- nizar un sólo departamento que comprendiera todas
quiavelo -en este caso se hubiera llamado Historia las historias posibles e imaginables, que fundiese el
del Renacimiento-. actual Instituto de Historia Político-Económica, di-
Considerando que efectivamente dentro de la rigido por Gaetano Cozzi, con el Instituto de Histo-
disciplina se creaba una situación que prefiguraba u- ria del Arte de Mazzariol, el Instituto de Historia de
na unidad de la historia. ¿Por qué ésta deb ía perma- la Arquitectura y, eventualmente, algunos sectores
necer cristalizada en las estructuras? ¿ Por qué no u-o de Historia de la Literatura. Una especie de enorme
ENTREVISTAS/ MANFREOO TAFURI/20

tiempo circular, donde aquello que ha sido volverá, que la relevaron precedentemente, y hasta el mismo
o de un tiempo lineal cristiano que tiende al apoca- Palladio, han representado siempre la cornisa supe-
lípsis. Si eliminamos estos modelos, la historia no rior del entablamiento del orden jónico con una Ií-
enseña más nada. En el siglo XVII, a partir del mis- nea horizontal; en cambio las máquinas han indica-
mo discurso sobre la utilidad torna forma la concep- do, inmediatamente, una curvatura hacia abajo. Al
ción de la historia como instrumento de previsión, sacar el revoque hemos visto que esta curvatura es
que implica todavía que todo aquello que ha sido producida por el empleo de ladrillos trapezoidales
volverá, y el concepto del conocimiento por causas, hechos a mano, revocados y estucados con un cui-
sobre el cual se basa el modelo histórico del marxis- dado increíble, dibujados seguramente del natural.
mo vulgar: una sociedad racional, organizada y pla- Pero esto no basta. Sobre el costado del pórtico hay
nificada necesita la historia para poder planificar y un interesante juego entre la columna jónica y la pi-
calcular. lastra sobre la cual está apoyado el arco. El área in-
P: Si la autonomía del Departamento de Análi- termedia -entre columna y pilastra- se tendría que
sis Crítico e Histórico significaba un .alejamiento de haber encontrado entre un muro derecho y el énta-
la cultura aruoitectánica para colocarse entre las sis de la columna, pero la lógica arquitectónica de
disciplinas propiamente históricas, epor qué no han Palladio es despiadada: aquí el muro se comporta
sido activados cursos como paleoqratta, archivismo, como una columna, es decir con éntasis. Estas son
instituciones venecianas, diplomacia o historia de la deformaciones griegas no romanas. Palladio, sola-
historiograf/a, que hubieran aportado instrumentos mente con su intuición, llega a concebir mínimas re-
especiticos para el trabajo del historiador? laciones de visibilidad de una cultura que no conoce,
R: Ante todo, cursos de paleografía o archivis- a través de un profundo conocimiento de la perspec-
mo se enseñan en las otras facultades de Venecia y tiva bizantina. Sabe que el ojo humano tiende a a-
hemos considerado oportuno no crear "dobles". Pe- chatar las líneas divergentes, por lo tanto las realza y
ro hay otro motivo: hemos preferido ocuparnos de el efecto que resulta es una línea horizontal.
los instrumentos críticos, hablando de los tiempos En ese punto, al investigador le interesaría sa-
de la historia, de los recorridos y de las construccio- ber si similares descubrimiento ópticos pueden en-
nes históricas, de problemas de la historiografía, es contrarse en todas las obras de Palladio. Sería nece-
decir: sumin istrar instrumentos mentales antes de sario relevar una rmlestra suficientemente amplia
comenzar la práctica del trabajo de historiador. E- de edificios sólo para determinar la curvatura, con
xisten todavía ilustres estudiosos que, por ejemplo, un costo enorme, no ligado -y aqu í esta el punto- a
no entienden para qué puede servir la historia de ninguna operación de restauración, sino al sólo fin
Maquiavelo a quien estudia historia de arquitectu- cognoscitivo de establecer algunos métodos provee-
ra. Mis alumnos lo han entendido yeso me basta. tuales de Palladio, que además son impensables, da-
El resto: cómo analizar un dibujo, las técnicas uti- do que ni siquiera él habla de ellos. Esta es produc-
{izadas para estampar, cómo conocer la mano de un ción histórica, que no tiene-nada que ver con la ló-
autor y su caligrafía, son cosas bastante simples que gica productiva ligada, por lo general, a operaciones
se aprenden con la práctica -y no mucha-, y sobre de restauración, sin la cual es casi imposible poner
todo con mucha paciencia y gusto por la investiga- en movimiento un laboratorio de fotogrametría.
ción. Una investigación histórica ligada sólo a la va-
P: Junto al Departamento surgió el Laborato- lorización del bien cultural, que es luego el fin de
rio de Fotogrametr/a. Si al principio se ten/an bas- una dirección metodológica-operativa, tendría una
tantes esperanzas de que pudiera representar una función sustancial mente bloqueante y limitativa so-
real canalización profesional; ¿Hoy qué rol dessm- bre la autonomía de la historia. Estamos siempre
peña? obl igados a agotar pretextos banal es. Por ejemplo,
R: Al comienzo, la preocupación por la canali- probablemente tendremos que aprovechar un encar-
zación profesional era central, pero luego fue dis- go para el relevamiento del ángel de Castel Sant' An-
minuyendo al constatar que el Laboratorio no pod ía gelo en Roma, que se quiere restaurar -para nosotros
resolver el problema, por el hecho que en sí no es o- de ningún interés científico- para poder relevar, en
tra cosa que un instrumento más de verificación y cambio, la fachada del Palazzo Alberini que se en-
de lectura refinada. En realidad el Laboratorio ha cuentra cercano. El verdadero interés científico es-
producido no pocos graduados, muchos de los cua- tá en el Palazzo Alberini porque de acuerdo a lo que
les han mantenido estrechos vínculos de trabajo. Pe- se ha descubierto ultimamente, el proyecto es se-
ro son operadores a un lado de la historia, no son guramente de Rafael y los dibujos de Sangallo.
historiadores sino, en cierta medida, técnicos, En sustancia el discurso es éste: somos el único
El problema en cambio es de orden interno, y departamento de este tipo que queda en Italia. La
se refiere a la separación que existe entre la lógica batalla que hemos librado, y que estamos librando
productiva que informa a la investigación histórica, todavía, es contra la desaparición de los institutos
y la productividad que se requiere para el empleo de de historia de las facultades italianas, porque existe
refinadas técnicas de relevamiento. la tendencia de absorber las enseñanzas de historia
Estas técnicas han sido empleadas últimamente bajo la Ley de Restauración. El discurso sobre la u-
en ocasión de la restauración de la Rotonda de Palla- tilidad es en realidad gravísimo porque en todas las
dio. El resultado ha sido muy interesante. Todos los facultades de .arquitectura, la dirección histórica es-
27 /MATERIALES N* 5

tá dominada por arquitectos profesionales que ha- doctorado representa una simple gota por la cual,
cen historia: quiere decir que mitad del d í¡t trabajan cinco historiadores por año no estarán más tan deso-
en su estudio profesional, y en la otra mitad se ocu- cupados. Además, el doctorado es una cristalización
pan, de alguna manera, de historia. El punto de con- hasta en la aparente movilidad, con otro aspecto gra-
tacto entre la proyectación y la historia lo encuen- ve dado que implica una ilusión de álgo que no tiene
tran, inmediatamente, en la restauración. Para ellos, utilidad directa.
entonces, la historia no es otra cosa que un instru- Concluídos los tres años del doctorado, la ley
mento para la restauración. no da ninguna perspectiva: nos encontramos otra
Esto ha provocado en todas las facultades de vez con la situación del intelectual desocupado pero
arquitectura el dominio de la restauración sobre la con la calificación de "historiador". ¿Pero con qué
historia, pero también la formación de departamen- finalidad?
tos y doctorados que eliminan la historia a nivel na- Además existen no pocas confusiones con res-
cional, o mejor dicho, la transforman en un peque- pecto a los extranjeros. Ellos nos llenan de pedidos
ño escalón para llegar a la verdadera disciplina que de inscripción a los cursos de especialización, pero la
es la restauración. Esto, por un lado nos aísla, pero matriculación es rechazada porque aqu í no tenemos
por otro nos favorece, porque no sólo somos el úni- cursos de especialización (aunque se debe reconocer
co departamento en donde se puede estudiar histo- que los cursos normales son ya de un nivel tal, que
ria, sino además el único con doctorados en historia. sería realmente inhumano no considerarlos como
Contra el prejuicio de que la historia deba servir pa- verdaderos cursos de especialización).
ra algo, nosotros oponemos una historia que no de- Por otra parte, los extranjeros son admitidos al
be producirse más que a sí misma. Por muchas razo- Doctorado de Investigación en sobrenúmero en ell í-
nes es también una batalla, si se quiere, de resisten- mite de la mitad de las vacantes previstas, pero su
cia contra la tendencia que lleva al desmembramien- país de proveniencia no pide el Doctorado sino un
to de la disciplina histórica. Por ejemplo, en la facul- simpre curso de especialización, por lo cual es un
tad de arquitectura de Roma, una buena parte de caos indescriptible.
las materias históricas se encuentra en el departa- P: Con el Doctorado serán activados tres secto-
mento de Restauración, otra en un departamento de res de investigación: 7 ro.) "Renovatio urbis": Roma
Tecnología, y otra todavía en un departamento de y Venecia entre el '400 y el '500, 2do.) Mito y mi-
Proyectación. tología del clasicismo, 3ro.) El jard/n como laberin-
P: ¿El hecho de haber cambiado el nombre del to de la historia¡ los cuales serán desarrollados en co-
Departamento de Análisis Critico e Histórico por el laboración con el Instituto de Historia del Arte de
de Departamento de Historia de la Arquitectura, en- Padua.
tra también en esta estrategia? A pesar de que aparezcan sustancialmente di-
R: En cierto sentido sí. El nombre "Análisis versificados Zno tienen en realidad una base común?
Crítico e Histórico" no lo inventamos nosotros sino ¿Aqué exigencias responden?
Aymonino, que basándose en el hecho de que todas R: Los dos primeros responden a lo mismo. El
las materias ten ían una parte de análisis y otra de tema del jard ín era una exigencia bastante instru-
crítica (como la arquitectura, las materias científi- mental para salir de los límites renacentistas. Esta
cas, etc.) ha uniformado todo un poco. Ahora he-o investigación recorre la evolución del jard ín desde el
mas sido nosotros los que decidimos llamar al depar- "hortus conclusus" medieval al parque urbano. Prác-
tamento en un modo más simple, donde la dominan- ticamente desde el símbolo hasta su destrucción y
te fuese el término "historia", de manera que si en su utilización. El mito edénico se transforma en es-
los próximos años cambiase algo, sacaríamos la pala- tructura de uso colectivo.
bra "arquitectura" y quedaría "Departamento de Todo esto tiene un sentido. Los sectores son
Historia". fundamentalmente dos, que corresponden a dos de
P: ¿Con la implementación de los Doctorados las tres d irecciones ya activas en el Departamento:
de tnvesttqactán, no se refuerzo la imágen de un sis- medioevo y renacimiento, el '700, y lo conternporá-
tema universitario capaz de autoreproducirse, per- neo. Excluímos lo contemporáneo por razones di-
maneciendo indemne e independiente de la masa de dácticas: hemos tenido la ocasión de constatar que
desocupados que él mismo produce? ¿No se retuer- es muy difícil que alguien, partiendo de lo contem-
za del mismo modo, la imágen de una institución poráneo, pueda llegar a ser un historiador completo.
del saber, una especie de "sociedad del discurso" P: Pensábamos que estos tres sectores de inves-
-en la acepción foucaultiana del término- con preci- tigación tendrían la común finalidad de retomar el
sos procedimientos de control, de selección y de ex- concepto de "moderno" que aparece desde el '400
clusión, capaz de orientar las aspiraciones individua- estrechamente ligado a un uso de la historia de ti-
les en un proceso de "cuasl-aprendtzaje ", libre de po selectivo y alegórico ...
cualquier perturbación externa, en modo que ellas R: De acuerdo, pero esto es a lo sumo una ba-
puedan volverse compatibles con las decisiones del se. Ya no es el docente el que habla, sino aquel que
sistema? realiza el doctorado, que es llamado a aplicar téc-
R: La pregunta es ya una respuesta: es todo nicas precisas. de investigación, que no pueden ser
cierto. Se podría, todavía, decir algo más duro. Res- orientadas sino a través de una base ya adquirida.
pecto a la masa de intelectuales desocupados, el Tenemos frente a nosotros un estudiante a quien
ENTREVISTAS/ MANFREDO TAFURI/22

se transmite no sólo el saber sino también grandes construcciones dado que el objeto constru ído es del
hipótesis. todo imaginario, inventado, y no dan ninguna posi-
El doctorado consiste en una ejercitación y bilidad de control, si bien en modo diverso entre e-
"puesta a punto" de las técnicas de investigación. llos.
Por lo tanto, una gran hipótesis de fondo en las Argan usaba much ísimo las citaciones, por lo
direcciones de investigación puede ser legítima solo que su texto parecía altamente científico. Sólo más
para un historiador formado, o bien puede estar pre- tarde uno se daba cuenta de que sus citaciones de
sente en las aulas, en un curso, porque quien hable los textos de Gropius habían sido hechas tornando
es un docente que debe expresar no sólo los hechos citaciones del '19, siguiendo con otra del '3D, luego
particulares, sino también sus visiones generales. saltaba a otra del '23, etc., como si en ·Ia obra de
P: Entonces parecer/a que con el Doctorado se Gropius no existiera un desarrollo interno. Estas ma-
inaugura una estructura de investigación que tiene nipulaciones le servían para relacionar a Gropius con
todas las prerrogativas para no funcionar. En tal ca- Heidegger. Justamente aqu í está la grandeza de este
so. éPensás que puede existir una estructura alterna- texto, si consideramos el momento en que ha sido
tiva que no esté comprometida por el "impasse" del escrito.
sistema universitario? En el 'S4 eran pocos los que pod ían entender-
R: Es necesario considerar la formación de apa- lo, porque canten ía también cosas mucho más avan-
rentes estructuras de investigación extra-universita- zadas de aquello que Argan mismo ha escrito poste-
rias, como por ejemplo la casa editorial Einaudi, a riormente. Si se lo lee bien -también entre Iíneas- pa-
la que estoy muy ligado. Ella promueve grandes ope- ra hacerle decir todo aquello que no dice explícita-
raciones como: la Historia de Italia, la Historia del mente, a pesar de la absoluta invención del persona-
Marxismo; que parecen productos de super-acade- je Gropius, éste era invocado como alguien que cum-
mias -en el buen sentido del término-o Yo por ejem- plía el destino de la técnica.
plo he trabajado para la Historia del Arte y estoy Sin embargo, comprendiéndolo, se ponía de
comprometido para la Historia de la Literatura. frente a una especie de puerta que él lograba abrir y
La Einaudi presenta un modelo de investigación el ulterior paso hubiera consistido justamente en a-
colectiva completamente distinto y extraño a la es- brirla para ver nuevos horizontes: "la apertura hei-
tructura universitaria, con direcciones oblicuas y no deggeriana".
especializadas. Tanto es así que éstas no son nunca En s íntesis, en el 'Sl leer el ascetismo formal de
desarrolladas dentro de la Universidad. De hecho la Gropius como el último capítulo del ascetismo pro-
Eiriaudi simula, finge ser un centro de investigación: testante era verdaderamente excepcional. Ahora pa-
bastaría averiguar como son programadas estas in- ra nosotros es todo material digerido, pero en aquel
vestigaciones -mejor dicho no programadas-o Si del momento era absolutamente hermético.
producto final surge una buena estructura que pare- Por otro lado estaba: Zevi, que hablaba a las ma-
ciera muy pensada, de hecho no es otra cosa que u- sas proponiendo esquemas extremadamente simples.
na yuxtaposición de ensayos. Sus textos ten ían una función sustancial mente di-
Por este motivo me gusta la revista "Anuales", dáctica, para ser usados como manuales que daban
porque es efectivamente el producto de un trabajo una ubicación cronológica a cada advenimiento. Sin
colectivo fundado, conducido y desarrollado duran- embargo, los dos han incitado de alguna manera a u-
te varios años, y que sólo después de un largo traba- na aceleración de la antiinvestigación, en el sentido
jo se materializa en una publicación. Lo de la Einau- de que todos los problemas hab ían sido ya resuel-
di es, en cambio, una veleidad cultural de un grupo tos por los maestros.
avanzado. Yo no he tenido a levi como profesor, pero sí
Una seria estructura de investigación debe ser a Argan en la facultad de Letras. Argan no ha pro-
desarrollada dentro de la Universidad. ducido ninguna investigación. Hacía dos cursos: uno
P: ¿Podr/as hacer una genealog/a de la autono- sobre Caria Rainaldi y el barroco romano, y el otro
m/a de la Historia de la Arquitectura a partir de los sobre Paul Klee. Sus clases eran muy breves, de
años '60, para ubicar los momentos de ruptura de la treinta minutos, acabadas en sí mismas, no se inte-
disciplina con las instrumentalizaciones y con los es- rrump ía, jamas mostraba dudas, sus clases eran estu-
tatutos de utilidad que le eran impuestos en las fa- pendas pero todo era dado. No había otra cosa que
cultades de Arquitectura? hacer más que permanecer en la contemplación del.
R: PUedo responder de acuerdo a mi historia maestro. Ten íamos una admi ración desmesurada por
personal. Entré en la Facultad de Arquitectura en sus clases, pero sobre todo por su personalidad caris-
los años 'S3 - 'S4 y tenía frente a mi dos textos: la mática.
Historia de la Arquitectura Moderna de Bruno levi Bien, estos personajes habían creado una espe-
que había sido publicado en el 'SO, y Gropius y la cie de barrera en la investigación histórica, en cuan-
Bauhaus de Giulio Caria Argan publicado en el 'Sl, to ambos no querían continuadores. levi ha dejado
que a mi juicio es un libro de respuesta a levi. Creo el Instituto de Historia de la Arquitectura de Ven e-
que los dos son grandes textos de historia, grandes cia en un estado indescriptible, peor que el desierto:
construcciones históricas que tienen una caracterís- no había investigación, no existían hipótesis, había
tica en común -que constituye también su grande- sin embargo mucha intuición y muchísima política.
za-: la absoluta ausencia de análisis filológico. Son Para Argan, cada iniciativa cultural era en el
23/MA TERIALES N* 5
fondo una maniobra poi ítica que deb ía insertarse en vulgarizados por Umberto Eco. Era la poi ítica cul-
la ya consumada polémica entre Togliatti y Vittori- tural de la casa editorial Bompiani que ha desarrolla-
ni. do el discurso sobre el "massmedia frio" y el "rnass-
También para Zevi, todo aquello que escribía media caliente", las teorías de la comunicación, con
sobre la historia no ten ía importancia, era sólo una La struttura assente, Apocalittici e integrati, Opera
base para librar batallas por la facultad de Urbanis- aperta, todos ensayos de Umberto Eco. Es muy sig-
mo, para fundar el Instituto Nacional de Arquitectu- nificativo que hayan sido publicados primero estos
ra para hacer, en sustancia, el centroizquierda prime- ensayos, y luego Miti d'oggi de Barthes.
ro en arquitectura y luego en poi ítica. Por lo tanto En la práctica, la poi ítica cultural de la Bornpia-
existía una gestión extremadamente cínica y escép- ni entraba en un modelo de pensamiento que tenía
tica de la disciplina. ccimo la más grande preocupación -dirfa obsesión-
Estos son en Italia los dos máximos modelos. el tener que reaccionar. Pero atención, que cuándo
Por ellos he adquirido personalmente un odio muy se analiza una sustancia qu ímica, el instrumento que
fuerte hacia cualquier instrumentalización de la dis- lo hace modifica la sustancia. Así enla historia, en
ciplina, hacia la creencia de que deba servir para otra el momento en el que aplico una investigación, de
cosa, o de que la historia esté siempre obligada a ha- hecho estoy ya modificando, pero sin tener esta ob-
cer una apología del presente; porque es el presente sesión de reaccionar, porque basta con que yo estu-
el que cuenta, que no es m ínimamente modificable die para que ya accione, queriéndolo o no.
por la investigación. Toda esta poi ítica cultural, si se observa bien, es
Se puede hablar correctamente de investigación de alguna manera sartreana. Es Sartre el que en un
porque en estos casos, se parte ya de la suposición hermoso editorial en "Les temps modernes", titula-
que se conoce aquello que ha sucedido y aquello do "Que es la literatura" expresa acabadamente la
que se quiere encontrar. Es decir, si el campo de la teoría del "engagement"; el intelectual es tal en la
investigación está determinado por el hoy, ya no es medida en que asuma un compromiso, compromiso
un verdadero campo de investigación. Es el caso, por que se puede nombrar con precisión: será la guerra
ejemplo, de un Portoghesi: su arquitectura ha sido de Argelia, el Vietnam, etc.
confirmada por Borromini a quien debía dar, junto Estas reflexiones surgían en los años '60, en
a Bernini y Pietro da Cortona, el título de revolu- la Italia del "milagro", que fue una cosa muy cómi-
cionario para luego declarar su muerte enel '700, y ca. Una situación en la que flotaba una especie de
así poder él mismo hacerlo renacer, desarrollando fe no tanto en progreso, sino en el "vitello d'oro",
sus potencialidades no expresadas. Este es sólo un que se expresaba con el slogan: "igocemos, goce-
caso entre tantos. Del lado opuesto encontramos la mos que el super-consumo está a la puerta!". Era un
poi ítica cultural de la casa editorial Einaudi que co- período a la búsqueda de la superproductividad, en
menzó en el 1958-59 "subrepticiamente a minar" el cual el ciudadano era nutrido abundantemente de
-diría el amigo Foucault- el campo cultural, tradu- certezas. Por eso cuando aparecían films como' "El
ciendo y publicando a Theodor Adorno. Ahora es séptimo sello" de Bergman, a aquel caballero que
normal leerlo, pero recuerdo que cuando salió Mini- juega ajedrez con la muerte, el espectador lo sentía
ma Moralia ,seguido por Filosofía de la Musica fuertemente porque veía en él una especie de "stop"
Moderna, frecuentaba el último año de Universidad a la muerte. Todo esto puede explicar por qué la pri-
y todos tuvimos un shock de una violencia excepcio- mera persona en la que fijé mi investigación haya si-
nal. Se proponía un modelo cultural completamente do un "improductivo": Ludovico Quaroni, el único
distinto. Pienso por ejemplo en Minima Moralia, arquitecto que no ha producido sino dudas.
donde dice que no es deber del crítico proponer al- Era mi manera, tal vez ingenua, de reaccionar
go: eso es extorsión, o bien: a quien pide responder, ante aquellos modelos.
opone el silencio. ¿Se debe producir? Está bien, yo he estudiado
En segundo lugar, y de manera todavía más su- aquel que para mí había producido más que todos y
brepticia, traduciendo y publicadno los ensayos de que no había hecho otra cosa que sembrar dudas, al
Walter Benjamin, comenzando por Angelus Novus, menos hasta aquel momento. No hizo más que des-
publicado en fragmentos porque sólo de este modo truir lo que había hecho el día anterior. Esto es in-
se lo pod ía asimilar. Una operación hecha posible creíble: es un modelo anti-consumista. Era imposi-
por un grupo de personajes marginados o lejanos a ble consumir a Quaroni. Todavía hoy tengo presente
las estructuras solidificadas de la Universidad, que esta figura gigantezca a nivel "naif", fascinante tam-
buscaba cuestionar aquellos modelos culturales que bién como modelo cultural, porque en aquel mundo
eran además confirmados por modelos extranjeros. de alguna manera pagano en sus seguridades, donde
Pienso en Pevsner, Giedion, y a otro nivel en Fran- todos basaban su forma de accionar en alguna certe-
castel, que no hacían otra cosa 'que confirmar, del za, Quaroni tenía en cambio, la función del roedor.
modo más pragmático, aquello que en sustancia que- corro ía generando a su alrededor momentos de re-
rían los italianos. sistencia y duda atroces. Para m í era como Fellini o
Mientras tanto, otros modelos culturales se im- ltalo Calvino en arquitectura. Sin embargo, el moti-
pon ían, ya no de modo subrepticio sino con voz al- vo por el cual escribía sobre Quaroni es también o-
tísima: eran los modelos de Roland Barthes por un tro: intu ía la teoría de la "dépense " de Georges Ba-
lado y de Max Bense por el otro, pero fuertemente taille, la teoría del derroche: el eros de Bataille es
ENTREVISTAS/ MANFREDO TAFURI/24

derroche. persistencia del modelo temario que aún cuando las


P: En el momento en que la Historia de la Ar- condiciones habían cambiado, pervive con un signi-
quitectura ha conquistado su outonomia, para colo- ficado laico.
carse -con razón- en el campo especitico de la His- Una cosa que en 1232 podía ser la letra inicial
toria, se presenta la necesidad de una confrontación "S" de los estatutos comunales de Treviso -que re-
con las "escuelas" de historia. presenta la justicia trevisana- y las tres caras de la
éPodnas delinear un posible espacio de con- ciudad que aplastan los tres vicios (soberbia, lujuria
frontación con la escuela de la revista "Annales''? y codicia), trescientos años después puede transfor-
R: Lo que me interesa de "Anuales" son los tra- marse -si Panofsky tiene razón- en una invitación a
bajos de Marc Bloch y de Lucien Febvre, dado que la nueva generación a adoptar el camino de la pru-
hoy estamos en condiciones de relevar todos los dencia. Aqu í hay cambio de mentalidad. Entonces
grandes errores que han cometido los maestros, pero la historia de las "mentalidades" me interesa si entra
particularmente me refiero a Febvre,que en cuanto en una estructura más compleja.
estudioso del Renacimiento, en este momento me es En cambio no me parece bien que en "Faire de
más cercano. I'histoire" se haga prácticamente una apología de los
Ha escrito tres grandes libros: Lutero, Amor sa- historiadores franceses, es una cosa muy fastidiosa,
cro y amor profano, e, 11problema dell'incredulitá pero es también un riesgo al que se expone una es-
nel secolo XVI. La religione di Rabelais. Estos son cuela en el momento en que quiere mostrarse como
sin duda grandes libros de historia, pero presentan e- tal.
rrores desde un punto de vista intelectual, filológico. El error está en el hecho que ellos se sienten to-
Febvre ha entendido un punto fundamental: que davía cuestionados y por eso esta n obligados cons-
en la investigación histórica es necesario proceder tantemente a recurrir a los padres fundadores. Se
por caminos oblicuos. Comprende que el objeto his- sienten débiles particularmente sobre la cuestión
tórico no es la religión de Rabelais, sino la increduli- fundamental del "événement".
dad en el siglo XVI. Concluye afirmando que no e- Tanto es así que Pierre Nora, escribiendo sobre
xiste tal incredulidad, pero yo sé que sí, o mejor di- el retorno del evento, lo siente todavía como el pro-
cho, sé que existen elementos que Febvre ha descui- blema más grande.
dado y que son de una gravedad increíble. Sin em- Porque los de la revista" Annales" no son capa-
bargo, lo que importa es que todo el procedimiento ces de explicar cómo pueden evolucionar las estruc-
es correcto. El motivo de estos errores es también turas.
claramente comprensible, dado que existía la necesi- Por ejemplo Fernand Braudel en su obra maes-
dad de un esfuerzo enorme para individualizar la his- tra "Civilita e imperi del Mediterráneo nell'etá di Fi-
toria de la incredulidad, la historia de lo sacro, la lippo 11", presenta al Mediterráneo como una gran
historia de la sensibilidad, distintas historias que a- estructura absolutamente estática y permanente,
traviesan todo y comprenden tantas cosas. Cuando que no tiene en s í las razones de los sucesivos desa-
los "epígonos" hablan de historia global, dicen, a mi rrollos. Eliminando el evento, ellos no tienen ningu-
juicio, tonterías increfbles. na razón por la cual una estructura pueda transfor-
La historia global no existe, o mejor dicho, soy marse en otra. En efecto, el mismo Le Goff en "La
muy escéptico con respecto a ella. Puede existir una nascita del purgatorio" dice sustancial mente que e-
historia que tiende en todo caso a una simulación de xistía una estructura binaria que se transforma en
totalidad, pero no una historia global; porque ésta ternaria. Y bien, yo estoy interesado justamente en
significa que efectivamente se puede reproducir un aquel punto donde la estructura "se transforma",
modelo de la realidad existente (cosa que ellos mis- mientras que para ellos representa todavía un shock.
mos saben que no es posible) y que se puede pensar A tal punto estoy dispuesto a reconocer a Marx,
en una reconstrucción de la entera trama. Mas bien más que al marxismo, su enorme importancia para
podemos esforzarnos en individualizar una "telara- la historiografía, por haber comprendido que las es-
ña" que luego puede ser densificada a medida que tructuras existen, que son definidas y, sobre todo,
varían las visiones. Por lo tanto el esfuerzo de Febvre que son dinámicas. Es decir, si asumimos el significa-
era tan grande en individualizar estas telarañas que do de la esquematización de la lucha de clases como
recorren otros senderos, que su impaciencia por las un "tipo ideal" weberiano, tendremos en tal caso un
perfecciones se puede entender, también, porque es- modelo historiográfico destructivo, dinámico, que
cribe en los años 1940-42. tiene la razón de su cambio dentro de sí mismo, no
En el último libro de Le Goff, La nascita del fuera. Existe el cambio en cuanto la estructura es de
Purgatorio, el verdadero tema no es el purgatorio, por sí inestable, entonces este modelo, seguramente
sino el pasaje del modelo binario (infiemo-paratso) no será más válido, sino más rico.
al ternario (infierno-purgatorio-paraíso), Pero Le Lo que no funciona en la revista "Annales" es
Goff presenta una "telaraña" todavía débil, que yo la definición estática de la estructura, que a mi jui-
quisiera densificar con algunas cosas interesantes. cio es un defecto presente en Michel Foucault y que
Por ejemplo, el "tricipitium" del Palazzo Vendramin también Rella ha observado en "lo, Pierre Riviére, a-
en Venecia, refleja indudablemente una profunda vendo sgozzato mia madre, mia sorella e mio frate-
med itación sobre el tiempo, y sobre el retorno del 110... " Ellos contemplan las estructuras, así como
tiempo cíclico griego en el renacimiento/Es decir, la Foucault contempla el fenómeno Riviére. El delito

.1
25/MATERIALES N* 5

que éste comete es tan grande que Foucault se que- cialización y temporalización, distintos a los nues-
da deslumbrado. En él actúa la fascinación de una tros. El problema puesto por Aristótelcs "znosotros
profunda tradición francesa -pienso en Bataille- por estamos antes o después de la toma de Troya?" es
los absurdos, por los suplicios, las torturas, por la di- la metáfora que indica que la concepción griega del
solución del sujeto, y por lo tanto, la destrucción fí- tiempo es circular, que todo aquello que existió vol-
sica se transforma en el límite experimentado coti- verá, es "el eterno retorno".
dianamente. En cambio la concepción del tiempo cristiano
P: Para la "nueva historia", la historia total tie- es lineal: el comienzo, el período pagano, Cristo, y
ne una gran función social que Le Goff expresa pa- el Apocal ípsis. Esta concepción fue inaugurada por
ratraseando a l.ucien Fevre: "hacer historia, sí, pero el venerable Beda en el 722 d.c. quien estableció que
en la medida en que la nueva historia sea la única ca- el año 1 es aquel después de Cristo. Su necesidad fue'
paz de permitimos, en un mundo vlctima de una in- la de medir el espacio temporal que nos separa del
estabilidad definitiva, vivir con otros reflejos que no Apocal ípsis.
sean los del miedo, que permita al hombre común Pero existe un tercero: el tiempo "gnóstico",
huir de la angustia de transformarse en un ser sin pa- un tiempo interrumpido. Para los "gnósticos" el
sado, sin raíces, (...) ¿Quién mejor que la nueva his- tiempo es el mal, y el dios inmóvil interviene cons-
toria puede ofrecer/e informaciones y respuestas? ... " tantemente para interrumpir la maldición. Es uno de
¿En lugar de dar a la historia esta función de los modelos más interesantes, también porque lo
exorcizar la angustia, podemos concebir en la base encontramos en Benjamin. Cuando él dice que el
de la producción histórica, un "principio constructi- historiador es aquel que recoge la imagen que vacila
vo"? en el instante de su cognoscibilidad, tiene como re-
R: Ciertamente. Para poder explicarlo, veamos ferencia por un lado la tradición gnóstica. y nor el
otro personaje que tal vez nos es más querido. Wal- otro la tradición surrealista con la que estamos toda-
ter Benjamin en Tesi di Filosofía della storia propo- vía en un tiempo místico: el placer sin tiempo, el
ne el concepto de "monade" histórica, una "conste- placer como momento actual, realizable en un lugar
lación" -diría Rella- que sujeta los eventos más leja- donde el tiempo se interrumpe. La misma "apertura
nos sin que los objetos sepan de encontrarse tan cer- heideggeriana" -rnodelo, si se quiere, todavía m ísti-
canos. La formación de una especie de nebulosa que co-, la crítica del origen de Foucault, o la recupera-
en el momento que llega a la máxima tensión, explo- ción del tiempo gnóstico sin m ística, no son otra
ta dejando lugar a mil nebulosas que se constituyen cosa que crítica al tiempo lineal.
alrededor de otros problemas que explotan todavía, Con respecto al concepto de "larga duración",
y así siguiendo; en el medio quedan vacíos que pue- haría una reflexión que puede ser interesante. Si
den ser ocupados o no. nosotros tomamos este concepto de Fernand Brau-
Todo esto no da ni equilibrio ni seguridad, sí en del en sentido literal, como estructuras que se opo-
cambio experiencias que igualmente eliminan la an- nen al cambio LNo podríamos Ilamarlas también
gustia -en la acepción negativa del término- en cuan- "resistencias freudianas"? Ya que el cambio existe
to ésta se vuelve· ansia hacia experiencias que no siempre, entonces aquellas estructuras no son la
pueden ser agotadas, que es una cosa distinta, es "historia", sino representaciones que se oponen a
productiva. los cambios. Por ejemplo, la persistencia de los mis-
P: Le Goff en "Entrevista sobre la Historia" ex- mos ritos del siglo XII en la Venecia del siglo XVII,
plica las razones de las tres direcciones de investiga- son indudablemente un hecho bloqueante de las es-
ción de "Annales" -ta Belle époque, el medioevo, la tructuras que oponen resistencia.
prehistoria- a través de la necesidad de la sociedad P: Carlo Ginzburg en Observaciones, raíces de
moderna de buscar sus or/genes. Sin embargo Zno es un paradigma indiciario declara que "el paradigma
justamente en el estudio de los fenómenos de larga indiciario puede transformarse en un instrumento
duración, donde la temática del origen aparece mito- para disipar las tinieblas de la ideolog/a que oscure-
logizada? cen una estructura social compleja, como la del ca-
R: Sobre todo es el concepto de necesidad el pitalismo maduro (...) que el historiador es llamado
que se debe analizar. El problema se presenta de ma- a "reconstruir': ¿Puede ser un instrumento sufi-
nera diversa si se piensa que la necesidad proviene ciente y necesario para fragmentar la aparente soli-
del exterior, o que es el problema de un investigador dez de la realidad y desenmascarar las estrategias de
que no se considere distinto a todo el mundo. Si yo dominio, o sirve en cambio para utilizarlo sólo como
me siento parte de la humanidad, entonces puedo un instrumento más en el hacer historia?
establecer que mi necesidad es la de todos y no me R: Yo no creo mucho en estas afi rmaciones ge-
pongo el problema de las necesidades ajenas, de lo nerales. Si fuese como dice Ginzburg, nosotros se-
contrario me ubicaría fuera de la humanidad. En- ríamos magos y no historiadores. Además el término
tonces, de vez en cuando me creo necesidades. Por reconstrucción implicaría cuestiones de "verdadero
ejemplo, actualmente una de las más grandes consis- o falso" que no considero oportunas. Está claro que
te en medir las diferencias. "reconstrucción" implica una realidad preexisten-
La razón del misticismo, que surge del mar con te que debe ser plasmada, y sobre esto no estoy de
la aparición de los "Bronzi di Riace", es debida a la acuerdo; es mejor hablar de construcción histórica.
enorme fascinación que producen modelos de espa- Sin embargo examinando el producto de Ginzburg
.ÉNTREV/STASj MANFRElXJ TAFUR//26

-independientemente de lo que él dice- es fácil darse Moderno hace la relación entre Nietzsche y Blanqui,
cuenta de que sus historias son verdaderas construc- no sólo confirma una intuición con pruebas, sino
ciones. que además concluye diciendo que la afinidad es
Tratando la difusión del "nicodemismo" en Ita- fuertísima pero no suficiente como para decidir la
lia, él se encuentra con el caso de Pietro Manelfi, mi- cuestión en ausencia de otras comparaciones. Es un
nistro "anabaptista" luego del sínodo realizado en procedimiento ejemplar extremadamente filológico,
Venecia en el 1550. Este, luego de haber predicado que no contrasta con aquel de Ginzburg.
'el "anabaptismo" clandestinamente en toda la Italia P: La atención de los historiadores en los últi-
septentrional, es invadido p~~ un fuerte arrepenti- mos años se ha fijado preferentemente sobre el estu-
miento y se presenta, en setiembre de 1551, espon- dio de "aquello que cambia lentamente", para poder
táneamente, al inquisidor de Bologna Leandro degli aprehender de la historia la dimensión de lo profun-
Alberti, renegando de su fe y denunciando a sus do.
compañeros de herej ía. Para conducir tal análisis han abandonado la
Las Declaraciones de Manelfi (publicadas a car- historia del "breve período" pero, ül problema ma-
go de Ginzburg) son para nosotros importantísimas, yor consiste en preparar nuevos instrumentos de a-
como preciosa fuente para conocer el anabaptismo nálisis y nuevas herramientas mentales?
italiano. Ginzburg ha realizado una operación que R: Sobre la noción de' profundo es necesario es-
los historiadores no realizan comúnmente: en lugar tar muy atentos, se debe tener presente que la única
de considerar correcta una edición del '800 de las manera de llegar a lo profundo es a través de inrers-
"Declaraciones", ha ido directamente a las fuentes. ticios, descartes, lapsus, mediante el estudio de la
De un atento examen de los documentos origi- mentalidad y del comportamiento cotidiano.
nales y sobre la base de algunos indicios, ha podido Sería necesario afrontar lo profundo no en su
hipotetizar la existencia de una gran laguna en el "profundidad ", sino al contrario en sus comporta-
texto, cuyo posible contenido es intu íble gracias a mientos superficiales, que son los más válidos, tanto
una enmienda no muy cuidadosa. De este indicio para examinar si éstos no se estén refiriendo, tal vez
parte hacia una fascinante hipótesis: que la declara- en modo impl (cito, a "otro" discurso, que aquellos
ción de Manelfi había sido tan grave como para in- fragmentos no tienen las palabras para expresar.
ducir a una fuerte censura. Además. lo borrado se Cassirer, Panofsky o Warburg, han ya conduci-
refería a las palabras "N. Sigre", que según Ginz- do en su momento análisis sistemáticos sobre lo pro-
burg no podrían referirse sino al Papa Giulio IIl del fundo, indagando sobre el mundo simbólico, pero si
Monte, dado que en el documento se hablaba de u- bien han llegado a resultados notables en el plano
na misión de persuasión. Entonces, hipotetiza una teórico, han transformado estas estructuras profun-
tentativa de convertir al Papa a la doctrina anabap- das en estructuras de una superficialidad total. Pien-
tista, por parte de un grupo del cual formaba parte so que los comportamientos cotidianos y superficia-
el mismo Manelfi. Giulio 111 seguramente la había les poseen en sí mismos también otro lenguaje no
rechazado, pero con una responsabilidad grand ísima dicho, un lenguaje pulido, pragmático, que nosotros
y con una fuerte crisis de conciencia, dado que no podemos hablar porque usamos otro idioma, es de-
los había denunciado inmediatamente a la inquisi- cir que tenemos palabras para decir cosas 'que antes
ción. no podían ser dichas. Es aquí donde podemos me-
En este punto, Ginzburg formula una hipótesis dir nuevamente una diferencia basada en la diversi-
sobre otra hipótesis -cosa que no debería hacer-, es dad de lenguajes.ry es por eso que estoy muy intere-
decir que esta persuasión no pudiendo asumir otra sado en los ritos y en particular en las puniciones.
forma que la "nicodemítica", muestra entonces que Por ejemplo las estructuras de Venecia y de Ro-
además de "anabaptista", Pietro Manelfi era "nico- ma se diferencian muchísimo en la manera de con-
demita". Decididamente creo que todo esto no es denar delitos. El romano no está nunca ligado a una
una "reconstrucción" sino que al contrario, es una reinvestidura de la justicia por aquello que el crimi-
fascinante "construcción histórica". nal ha dañado de la justicia misma. En cambio en
Es necesario, también, hacer notar que todas las Venecia, cuando uno cumpl ía un acto, no tanto
"re-construcciones" de Ginzburg son perfectamente contra la moralidad sino contra la comunidad de la
verificables, en primer lugar porque todo aquello República, entonces la justicia debía ser re-in vestida
que es posible saber es sabido, y en segundo lugar de su santidad.
porque dice cosas verosímiles para las costumbres y Pero antes que nada es. necesario distinguir por
mentalidades del período histórico tratado. Si a sus cuales delitos. Por ejemplo en el '300 - '400 existía
historias las llama reconstrucciones es porque inter- en Venecia una gran cantidad de delitos de violen-
cambia la verificación de la hipótesis por una adhe- cia sexual. Los patricios practicaban el estupro en
sión a la realidad. bandas organizadas como si fuese un juego. Se ejer-
Si bien Rella insiste sobre el tema de la "cons- citaba preferentemente con mujeres de una clase so-
trucción", entre él y Ginzburg no existen profun- cial inferior o en los conventos. Por más que el nun-
das diferencias, a pesar de que reaccionen en forma cio pontificio protestara, estos casos eran resueltos
distinta sobre lo literario (Ginzburg quiere induccío- en su mayoría con una modesta multa, porque no se
oes, no acepta la deducción), los dos son rigurosa- consideraba atacado el principio sobre el cual se re-
mente filológicos. Cuando Rella en Miti e figure del gía la República. Hubiera sido gravísirno, en cambio,
27/MA TERIALES N* 5

si la violencia sexual hubiese alterado la pirámide so- sión, es el de la curiosidad: una actitud común res-
cial, violando a una mujer de la propia clase o de a- pecto a la historia que nos consiente romper barre-
quella inmediatamente superior. Pero de un delito ras académicas, límites disciplinarios y estatutos de
similar no se da un solo caso en seis siglos. Entonces, utilidad, que junto a un rigor filológico, probable-
la práctica del estupro seguía perfectamente el or- mente se vuelve reconocible como imagen particu-
den jerárquico de la misma constitución veneciana. lar del Departamento.
Para el homicidio, la costumbre veneciana dis-
tingía si éste había sido cometido por pasión o por Es mediante esta curiosidad que yo puedo invi-
racionalidad. Si era por pasión, la pena no era grave, tar a Rella a interesarse sobre el tema -para mi cen-
pero si el asesino había hecho uso de la razón -la tral- del neoplatonismo en el Renacimiento, que
misma sobre la cual se rige el Estado- en tal caso el por otra parte es fundamental para comprender a-
crimen era considerado gravísimo. Y se proced ía a quel desborde neoplatónico que se encuentra tanto
través de un complejo ritual, a la reafirmación de la en el pensamiento de Benjamin como en el misticis-
autoridad de la justicia en todo el territorio. mo de Heidegger. Es un comportamiento estéril per-
El ritual consistía en una procesión: el conde- manecer fascinados por los llamados neoplatónicos
nado era sacado de las prisiones del Palacio Ducal y presentes en el drama barroco alemán. En todo ca-
puesto sobre una barca con un "banditore" que gri- so, una vez conocidos los inicios del neoplatonismo,
taba los crímenes cometidos. Recorría todo el Canal será interesante para el historiador, comprender por-
grande hasta la iglesia de Santa Croce. AIIí era azota- qué en la historia de la Alemania del '800 hay una
do y luego llevado, por tierra, al lugar donde se ha- revalorización neoplatónica.
bía cometido el delito. Le cortaban la mano derecha P: ¿Es justa la impresión de que en los últimos
y se la ataban al cuello, luego era llevado a Rialto años se haya registrado una cierta caída de tensión
donde le arrancaban la carne de los brazos y las pier- en el debate histórico-crítico, o bien el Departamen-
nas, y era arrastrado por la cola de un caballo hasta to se encuentra simplemente en una fase de trans-
la Plaza San Marco, al patíbulo levantado entre las formación?
dos columnas de la "piazzetta". Aquí le efectuaban R: No, eso sería miopía. En lo que respecta a la
otras penas corporales, y momentos después lo ma- actividad del Departamento, desde marzo hasta ma-
taban a golpes. Para terminar la ceremonia, al cadá- yo de este año, se desarrolló un ciclo de conferen-
ver le cortaban la cabeza y el cuerpo en cuatro par- cias coordinado por Rella y Teyssot sobre el tema
tes, que se dejaban hasta consumirse sobre el cami- "El Eterno Retorno del Clásico", y en el mes de ju-
no a Chiggia, a Padua, a Mestre, y el último en el nio hemos organizado otro ciclo de conferencias so-
puerto de San Nicoló, en el litoral, para cubrir sim- bre la "Renovatio urbis" en el período del doge Gri--
. bólicamente el íntegro territorio veneciano. Es un ri- tti, en el cual han intervenido estudiosos de fama in-
to que encontramos intacto hasta la caída de la Re- ternacional. No hay que dejarse engañar por las apa-
pública, si bien a menudo no se realizaba con todos riencias. Si la atmósfera de los estudios en el Depar-
sus pasos. tamento se ha vuelto de tipo académica, sólo de-
Siempre a través del estudio de los recorridos muestra que se han apagado, o mejor que se han re-
procesionales podemos descubrir aquella cultura tirado, aquellos fermentos poi íticos que han carac-
"analógica" basada en la memoria histórica, en el terizado la vida universitaria desde el '68 al '77, pero
culto, en el "recuerdo del origen", que permite li- esto no debe entenderse como algo negativo. Más
gar idealmente los lugares investidos por la "renova- bien, hemos cambiado el empeño por las transfor-
tia formae urbis", que de lo contrario permanece- maciones institucionales, por un empeño específi-
rían objetos aislados. co hacia la disciplina.
Esta es historia de lo profundo. Producimos y construímos en silencio, busca-
P: En conjunto, la producción historiográfica mos algo nuevo que aún no podemos expresar con
del Departamento se presenta más bien homogenea palabras. No se debe olvidar que mientras Galileo
a pesar de indagar temas y períodos muy diversos. trabajaba en su estudio, transformaba el mundo ...
¿Cuél es el factor que logra dar cuerpo a esta imagen
unitaria?
R: De hecho no existe una verdadera estructura
institucionalizada que decide, garantiza o controla
el grado de cohesión de nuestra producción. Ni si-
quiera existen momentos en los que formalmente
los distintos componentés del Departamento, se po-
nen de afuerdo sobre las investigaciones a realizar.
La comuficación misma sigue una costumbre ya es-
tablecida, más bien informal, que sobrepasa tanto
el lugar/físico universitario, como las concretas rela-
ciones de trabajo. Por este motivo el Departamento
de Historia de la Arquitectura de Venecia no se pre-
senta como una escuela.
SI se quiere dar un nombre al factor de cohe-
entrevistas
por Mercedes Daguerre
y Giulio Lupo

.Franco Rella
Franco Rella es docente de Literatura artística en el
Departamento de Historia de la Arquitectura del/UA V.
Es autor de numerosas publicaciones, entre las cuales citamos:
Introducción a La Crítica Freudiana, Feltrinelli, Milano 7977;
11discredito della ragione en Aa Vv; Crisi della reqione; Einaudi,
Torino, 7979 (edición castellana "Crisis de la Razón" -ver
apéndice biblioqrtico]; Critica e Storia, CLUVA, Venezia 7980;
11silenzio e le paro le, Feltrinelll, Milano 7987; Miti e figure del
Moderno, Pratiche editriche 7987. (Para la bibliografía editada
en castellano, ver Apéndice bibliográfico).

P: ¿Cuándo y en que circunstancias entraste en el primeros cursos, en estrecha relación con Tafuri. He-
Departamento de Análisis Crítico e Histórico? ¿Cuá- mos hecho este experimento que funcionó durante
les han sido los aportes a las reflexiones teóricas sobre cierto período: nuestras clases eran consecutivas en el
la Historia y dentro de qué temáticas han sido desa- tiempo, los seminarios eran en común, y en ello se
rrollados? mezclaban las preguntas que surgían de la lectura de
R: La pregunta comprende ciertos hechos perso- los textos arquitectónicos con aquellas que emergían
nales que se desarrollaron precedentemente a mi in- del trabajo que yo conducía sobre textos más teóri-
greso a la Facultad de Arquitectura, y por lo tanto cos.
fuera del contexto universitario. En aquel tiempo tra- La filosofía del Departamento se movía siempre
bajaba particularmente sobre Freud, y. ese trabajo ha- sobre la noción de intraducibilidad de los lenguajes,
bía enlazado, interesado, ciertas investigaciones del un absoluto "estatuto de autonomía". Este tipo de
Departamento. trabajo noha comprometido tal tesis, pero ha demos-
Luego, cuando quedó disponible el puesto que trado que los lenguajes, si bien autónomos en su es-
ocupo actualmente, fui invitado a colaborar sobre la pesor particular y específico -en esto intraducibles-,
base de un tipo de trabajo del cual emergían algunas encontraban sin embargo líneas de intersección. Exis-
categorías históricas que han sido sucesivamente ela- tían fronteras atravesadas por ellos, y muchas veces,
boradas en un trabajo teórico en común, sobre todo justamente estos puntos de intersección eran aquellos
con Manfredo Tafuri, e introducidas luego en el aná- en los cuales se planteaban los problemas más signifi-
lisis y lectura de textos también arquitectón icos. Me cativos y también aquellos más explosivos. Es decir,
refiero especialmente al concepto de "crítica intermi- los problemas que nacen dentro de la crisis de lengua-
nable", de "análisis interminable", y de "construc- jes que se produce cuando éstos se enfrentan con lo
ción" , que eran aquellos temas que habían trata- que no es su propia especificidad gramatical. Se ha de-
do de estudiar a través de una serie de ensayos, y des- sarrollado así, un trabajo de puesta a punto de un mé-'
pués, principalmente en La crítica Freudiana. Me re- todo anal ítico con la' apertura de nuevos campos de'
fiero además a todas las instancias que aparecían en estudio y de intervención.
esta lectura del texto de Freud, que de alguna manera P: En la revista "Casabella" se desarrolló un largo
se propon ían como modelo de inteligencia compleja, debate sobre el término "proyecto ". Considerando las
conformando una imágen del trabajo histórico mis- respectivas posiciones de Cacctari, Vattimo, Rikwert
mo. y la tuya, ¿Podrías afrontar algunos de los puntos
Esta ha sido la ocasión de mi ingreso a la facul- más Significativos de la discusión, considerando las a-
tad, y desde aquel momento se han ido realizando los finidades y las divergencias?
29 /MA TER/ALES N* 5

R: Cacciari, en su artículo en "Casabella", usa yecto ya es un proceso temporal que tiene fases ex-
términos muy significativos, cuyo análisis nos lleva a tendidas en el tiempo, pero está siempre pensando en
curiosas conclusiones. Para él, la función de la técni- un espacio que tiene una historia, y que se proyecta
ca es la de "perder" el tiempo, en el sentido proustia- más allá del gesto que establece un nuevo evento den-
no, de consumirlo, porque justamente en el consumo tro de este espacio.
de este tiempo donde no existe nada, podemos pen- Entonces. el evento se transforma en la capacidad
sar en el tiempo del "cumplimiento" y en su nuevo de conectarse a una historia pasada y prefigurar aque-
indicio, donde podrá vivir aquello que se ha sustraído llo que debe venir y que no existe todavía; en el sen-
al consumo por estar fuera del tiempo, fuera del tido que todo lo que crece alrededor de este evento,
mundo. desde ese momento, de alguna manera está ligado al
La concepción de proyecto que nace de este ar- evento mismo. Se crean, entonces, campos de tensión,
tículo de Cacciari, es la imposibilidad misma de pro- de producción de significados, un contraste con los
yectar. Es decir, el proyecto puede ser entendido só- hábitos, también un trastorno del Yo habitual, de la
lo como una íntima complicidad con las fuerzas del inteligencia habitual del hombre.
dominio. Porque solamente siendo cómplices hasta La cuestión con Vattimo, se desarrolla más sobre
el fondo con estas fuerzas, podremos IIevarlo a su el plano exquisitamente filosófico. La teoría funda-
cumplimiento. Y es más allá de este cumplimiento mental de Vattimo (que yo considero el filósofo
donde se abre el camino hacia una utópica redención: teórico más importante en este momento en Italia, y
el tiempo del origen y de la utopía futura, que se ex- por lo tanto mi diversidad no es reductiva al referirme
presan sólo a través de una especie de énfasis de lo in- a él), reivindica una diferencia que reduce a It sustan-
decible, evidentísimo en el estilo, o más aún, en la re- cia, al alma de este discurso, a una aceptación total
tórica de Cacciari. -distinta a la de Cacciari pero también interna al nihi-
El uso de etimologías caprichosas, translingu ísti- lismo-. En sustancia Vattimo se ubica verdaderamente
cas, el uso de guiones que separan las palabras y que como el último teórico del declino, con su hipótesis
no significan nada son como corpúsculos de nada di- de la extenuación del sujeto y del pensamiento.
seminados en su texto .. Casi una presencia de la nada, Esto es interesante porque no es sólo la debili-
de lo que no puede ser dicho, pero que viene a estar dad, sino también el saber del sujeto, que debería re-
así, libremente diseminado dentro de la palabra. Sólo solver y desentrañar el contraste que existe entre el
que esta perspectiva lleva a una verdadera "perver- sujeto como plano de resistencia y el plano de con-
sión" de aquellos que de todas maneras pueden ser sistencia de la realidad; y hacer el sujeto mismo
considerados valores. Me refiero, por ejemplo, al amor "una dócil fibra del universo' (para usar una metá-
de Cacciari por lo "mínimo", que es lo que se salva, fora de Ungaretti). " '1 '
para este tiempo del más allá, del cumplimiento de la La concepción del juego que está presente en
técnica; y que se vuelve amor por lo indiferenciado. Vattimo, es justamente 'la concepción de esta Ubre
Por eso, en los últimos textos de Cacciari, encon- fluctuación dentro del espacio del sujeto, expropia-
tramos al lado de Pound o Céline (es decir autores gi- do de su propia diversidad, del propio ser contra
gantescos, releídos y de alguna manera todavía por las cosas.' El sujeto se vuelve cosa entre las cosas y
rescatar), autores que en sustancia no han escrito una por lo tanto declina junto a ellas sin ofrecer ningu-
sola frase que valga la pena rescatar. Por lo tanto tene- na resistencia. Es más, si existe un punto de resis- -
mos esta especie de confusión. No es casual que en un tencia, este es depotenciado, redu;cido, debilitado.
texto bell ísimo como Dallo Steinhof, se hable de au- Entonces hay una posición análoga a la de Cac-
tores mínimos, pero no se diga una sola palabra de ciari pero sin su "pathos". Este es un pensador krau-
Kafka, de Freud, o de aquellos autores que, a mi jui- siano: suena las trompetas del apocalipsis, se ubica
cio, dentro de este espacio crítico, han buscado la di- efectivamente como una metáfora de Kafka, como'
mensión de lo posible, de la mezcolanza, de la decibi- "el guardián en la puerta de la ley". '
lidad del mundo, también dentro de estos espacios la- La última réplica en "casabella" era precisa-;
cerados y lacerantes. Autores que han buscado un mente aquella del guardián que pide el respeto póF·
"proyecto", un "proyecto posible". lo que él establece como "sacro", y luego observa
El proyecto (en un sentido más amplio, que el ar- con horror las cosas que se mueven según una co-
quitectónico) es la posibilidad de unir las diferencias rriente que no se puede detener, que es necesario
de las cosas que habitualmente se extienden en una conducir hasta el final, hasta su apocalipsis.
equivalencia, indiferencia, en total uniformidad. Só- Mientras que, para Vattimo, existe este moverse
lo esta conexión. proyectual, en la tensión recíproca casi "feliz" sin resistencia, cosa entre cosas. Tam-
'que se establece entre cosas y fragmentos,
e;
llega a mos- bién esto es un gran sueño de la cultura de la moder-
trar estas diferencias. • .nldad; y pensamos en Rilke, que lo expresa de modo
Entonces este "proyecto", esta metáfora, que yo clarísimo: "quisiera ser cosa entre las cosas ... ". o
tomo de la arquitectura y de la experiencia que he he- bien "ver como una cosa es nuestra, fel íz también '-
cho en esta facultad, 'se proyecta en un campo tam- en el dolor. .. " , '
bién filosófico. Es una rl{etáfora muy fuerte y muy in- En sustancia las dos posiciones que difieren en
teresante para poder figurar y pensar esta zona de las el tono, en los instrumentos, aparentemente de ma-
diferencias, de los conflictos, de los procesos. Zona nera profunda, en realidad difieren sólo en la for-
también de la pluralidad de tiempos, porque el pro- ma que es vivida esta experiencia del declino (trági-
ENTREVISTASj FRANCO RELLAj 30

co y cómico). P: Luego de la desmistificación efectuada por


En cuanto al artículo de Rykwert, diría que se M. Taturi y F. Dal Co sobre la superficialidad de
ubica en una posición de "oportuno sentido co- la definición canónica de "movimiento moderno".
mún". El afirma qUl<.ésta es una prédica larga y no ¿Tiene sentido todavia hablar de "post-moderno"?
lo es sólo de la Modernidad, sino que es la prédica R: Sobre la cuestión del "post-moderno", creo
de casi todas las épocas de cambio y de crisis, cuan- que existe una equivocación bastante curiosa. Tie-
do se ven caer las cosas y no se vislumbra aquello ne razón Lyotard cuando dice que se han acabado
que viene. Pero este tiempo de la espera, este espa- los grandes "relatos" de la modernidad, como el
cio del medio, es en realidad el espacio de las rei- "progreso", el "rescate del proletariado", etc.
vindicaciones más maravillosas. No es el espacio del Las grandes narraciones de la metafísica de la razón
fin sino es de la apertura de lo posible, cuando la iluminista. Sin embargo es necesario advertir que es-
ruptura de determinados códigos canónicos se abre tas narraciones estaban ya en crisis en el momento
a territorios absolutamente inéditos del pensamien- mismo en que se producían.
to, pero también a la construcción de cosas nuevas, Leopardi habla de una razón pura que es en sí
de nuevos eventos. Son los lugares entrevistos en fuente de necesaria locura. Habla contra la razón
la gran cultura de la Modernidad desde Klee, Kafka, "igualadora" que transforma las cosas "casi en una
Benjamin, etc., que no casualmente han siempre en- forma", para no hablar de Baudelaire o de otros au-
fatizado este espacio del medio, este "Zwischen- tores que elj cambio han puesto el acento fuerte-
raum". mente sobre esta "diversidad".
El espacio del medio es el sendero por donde El "post-moderno" es el intento de tomar la é-
se mueven las criaturas que llevan la herencia del poca que está a nuestras espaldas -una tradición muy
- fin, pero la entregan a algo que está por venir, en compleja y muy entremezclada- y de homogeneizar-
donde se encuentran también criaturas extraordi- la. De hacer un todo homogéneo, que puede ser un
narias y maravillosas. Anuncios de una felicidad po- lugar de flujo y de recuperación indiferenciada. Es-
sible, como los animales de Franz Marc, los ángeles to, sin embargo se advierte de modo particular en
de Klee, todas estas grandes figuraciones que a mi las corrientes artístico-pictóricas relacionadas con el
juicio serían incomprensibles fuera de este contex- "post-moderno" (tipo trans-vanguardia), que se
to, si no las leyéramos, justamente, como los habi- vuelven indiferencia total. En ellas la citación surrea-
tantes de este espacio liberado, que desde el comien- lista o constructivista es indiferente, porque son la
zo nos sobresaltan, porque son incomodidad, ruptu- vanguardia que hemos atravesado, son lo moderno
ra del código en el cual se organiza la propia expe- de lo cual estamos afuera. En realidad la moderni-
riencia. Pero lo bello es terrible al principio -dice dad ha puesto -tal vez como nunca en la historia
Rilke-, por lo tanto también la belleza, que se origi- del hornbre-, el acento sobre estos pensamientos
na en la capacidad de unir en este espacio interme- marginales, sobre los márgenes mismos, sobre el
dio los fragmentos de lo que ha sido y lo que debe concepto de frontera, de límite, que es el gran ob-
venir, al principio se presenta como miedo en las fi- jeto de estas reflexiones. La zona que divide el
guras de lo efímero, el éxodo, de la erranza, de la blanco del negro, lo justo de lo injusto, la vida de
pérdida, del desierto. la muerte.
Yo creo que este es el lugar en donde efectiva- Esta ruptura de la frontera es la que crea el es-
mente se puede pensar lo "nuevo". Por ejemplo -y pacio del medio del que hablábamos anteriormente,
esto lo subraya también Rykwert- Valéry decía que este lugar de la mezcolanza e intersección que es la
la arquitectura estaba muerta, muerta como lugar apertura, repito, de lo posible, no en un sentido -co-
orgánico donde caben todas las cosas. Por ejemplo, mo ha dicho Cacciari- "ingenuo" del despliegue de
el "templo del orden", como podría ser un museo o una zona blanca, sino como el lugar en donde las
una iglesia, es la continuación del caos de la calle. cosas se reaniman en esta mezcolanza. Toda esta
Es decir, el museo ensamblando cuadros de distinta cruel pluralidad que constituye la Modernidad, en
calidad, con diferencias de valor, de ubicación, no la cual encontramos la metaf'(sica del "progreso",
es más que la continuidad del exterior, y por lo tan- pero también los discursos más drásticos contra
to no es abstrayéndonos de este exterior que pode- el "progreso", contra la "perfectibilidad" del gé-
mos reconstruir una "permanencia", un habitar nero humano. Es el discurso de la "Aufklarung", es
"poético", para decirlo como Heidegger, sino res- decir del esclarecimiento, pero también el discurso
tituyendo al hombre aquello que ha perdido, que del "descenso a las tinieblas", a la locura, a lo hídri-
precisamente es lo que está a su lado, es decir las co, a lo monstruoso. Con todo esto se trata de ha-
cosas que se han vuelto indiferentes, hostiles, pu- cer una categoría unitaria, así como se habla de
ras funciones, a través de la capacidad de proyec- "Renacimiento", "Barroco" o "Medioevo" (yo creo
tar sus diferencias, su especificidad. De proyec- que el "post-moderno" es un acto de ubicación acá-
.tar espacios donde las cosas, en esta tensión, lo- démica). Categorías donde desaparecen todas las di-
gran mostrar un. rostro que nunca hemos visto. ferencias, y entonces, el operador, el artista o el ar-
Yo creo que aqu í hay una posibilidad autén- quitecto, se siente de algún modo libre para con-
tica de construcción, de innovación en la manera frontarse con las cuestiones todavía abiertas y no a-
de pensar el proyecto, o de pensar también el pro- gotadas' De hecho no las afronta y cita a la moder-
pio destino de operadores, de arquitectos. nidad como una cutlura en el ocaso, en una opera-
37/ivlATERIALES N* 5

ción similar a la de los románticos sobre elclasicis- "post-moderno" hay sólo una posición de casas edi-
mo, sólo que justamente apenas han prestado aten- toriales.; .
ción a lo clásico, han descubierto no el rostro de R: Sí, que promueven una "invención feliz" de
Zeus o Apolo, sino el caos primordial, han descu- una categoría que permite acomodar una serie de fe-
bierto lo "aórgico", Dionisios. nómenos heterogéneos. Es la felicidad de los autores
Si nosotros penetramos en lo moderno, no des- de manuales escolares cuando con el "Renacimien-
cubrimos los discursos compactos que nos ha des- to", han podido poner juntos un mago como Gior-
cripto Lyotard, ni siquiera las "formas" de las cua- dano Bruno con un filólogo como Lorenzo Valla o
les nos habla Portoghesi, descubrimos en cambio Erasmo de Rotterdam; o acomunar el "manierismo"
una zona de apertura, de problemáticas tensas, de más desenfrenado y el clasicismo.
heterogeneidad. El "post-moderno" es una piedra que de todas
Es una tradición dentro de la cual todavía es- maneras debemos romper, aunque dudo que ella -y
tamos. Por ejemplo una, narración cinematográfica no sólo por la consistencia de quien la ha puesto de-
como "Blade Runner" de Ridley Scott, está total- lante de nuestros pies- tenga la consistencia de aque-
mente dentro de la modernidad y afronta todos sus llas que han sido rotas en el pasado. Es sólo una "pe-
grandes problemas: la posibilidad del futuro ligado queña piedra" que no parece tan pesada, y en efec-
a la redención del pasado, la reducción de la casa a to, creo que se está pulverizando casi por su cuenta.
una especie de lugar de reliquias, de cosas laceradas, Sobre esta temática ha aparecido un libro muy
de fragmentos; una especie de museo. La ciudad interesante de Roberto Calasso: La rovina di Kasch,
misma como desierto y selva, y los hombres como u- que muestra cómo en realidad, ésta es una comple-
na especie de "afasia". Esta es la dimensión de la jidad gigantezca, una plenitud de significados que no
pérdida del pasado, del tiempo, ligada a la reorgani- es absolutamente posible encerrar en una categoría
zación mecánica y científica del tiempo del trabajo, tan pobre que define lo Moderno casi por exclusión:
que se vuelve también pérdida de la posibilidad mis- "aquello que no somos más".
ma del futuro. Cuando el último de los "replican- P: En Crítica e Storia decís que el punto en el
tes" (que son un poco como los ángeles efímeros de cual los nombres de Freud y Benjamin se cruzan es
Benjamin) muere, desaparece con la angustia de no la búsqueda de la construcción de un lenguaje donde
poder entregar a nadie su visión del azul más allá del puedan hablar las "cosas mudas". "Un saber que es
horizonte de la muerte' de la metrópolis. Es el azul posible construir siguiendo los rastros de aquello
que él ha visto pero que no puede dar a nadie por- que la racionalidad clásica ha expulsado de sí misma
que no tiene pasado y por lo tanto no tiene tradi- como desecho ", y crtttaiset paradigma indiciario de
ción, no tiene la posibilidad de traicionar. Descubri- C. Ginzburg por ser sustancialmente reconstrucción
mos que éstos son los tiempos que recorre toda la de un orden que si no es inmediatamente visible, es
zona de la gran reflexión del '900, que yo haría lle- todavía potente.
gar hasta Leopardi en el primer'800. Surge entonces la contraposición benjaminiana
Tal vez esta homogeneización académica de lo entre la noción de "construcción" y "reconstruc-
moderno como categoría, ha comenzado cuando se ción" ...
produjo la gran explosión del problema de la moder- R: Nuestra elaboración de un método anal ítico
nidad, por ejemplo con el descubrimiento de la cul- tiene en primera instancia un parentesco con el tra-
tura vienesa. Ha sido un shock para la cultura euro- bajo de la microhistoria de Ginzburg, pero se aleja,
pea y también mundial, el descubrimiento de Witt- al menos en lo que a mi respecta, en cuanto el tra-
genstein, Kraus, Freud, etc., pero puestos rápida- bajo de la microhistoria está muy próxima a la his-
mente y en forma esquemática en una nueva catego- toria "anticuaria", como la define Nietzsche en Sull'
ría: "Viena", la gran "Viena" casi como el lugar del utilitá e il danno delJa storia per la vita. Una gran in-
mito de lo moderno, encerrado en una especie de tuición hacia el indicio, un gran amor hacia el frag-
paréntesis histórico. Entonces en el \ momento en mento, pero luego en un cierto punto,es incapaz de
que la modernidad presentaba sus tensiones más diferenciar estos fragmentos, de reestablecer escalas
fuertes, ya estaba en movimiento un preceso de re- nuevas y horizontes de significados dentro de los
moción de la modernidad misma y de todf>s los pro- cuales éstos puedan significar verdaderamente.
blemas presentes en ella, que podemos resumir en En el trabajo de Ginzburg existe una tendencia
el problema del tiempo de la "metrópolis", de la es- en cierto modo re-totalizante, en el sentido que des-
tructura de una existencia metropolitana, con la or- de 11formaggio e i vermi a Indagini su Piero, emerge
ganización científica del trabajo, con la "sincroniza- el intento de hacer del objeto una especie de mocro-
ción de los relojes", con la ciudad como máquina cosmos que la historia descubre, un mundo que con-
dentro del horizonte de las mercancías ... tiene absolutamente todo, toda la historia. También
Todas estas realidades son las que establecen un leyendo las dos versiones de su ensayo "Spie ", desde'
trastorno de la vida habitual del hombre, que com- la primera, publicada en "Ornbre rosse", a la segun-
prenden modos completamente diversos del habitar, da publicada en el volumen "Crisi della ragione",
del existir, del relacionarse. Por lo tanto este proble- se nota este pasaje evidentísimo: en la primera ver-
ma moderno de lo metropolitano es el problema de sión encontramos la construcción de un método
hoy. iy central! "indiciario", en la segunda prevalece el intento .de
P: Podemos concluir diciendo que más allá del proponer este método como "el método" (desde
ENTREVISTAS/ FRANCO RELLA/ 32

los caldeas a los horóscopos, a los oráculos, etc.): mana.


como la gran historia de las pequeñas historias. Desde este punto de vista, el concepto mismo
El tipo de análisis que hemos desarrollado a- de "funcionamiento" se modifica completamente.
quí en esta intersección de planos, de lenguajes, se No es más una funcionalidad técnica, no es más la
. encaminaba más hacia el sentido de las construccio- capacidad inmediata de.agredir la realidad y modifi-
nes parciales. "Constelaciones de significados" que caria en esa especie de dicotomía que es la filoso-
luego se med ían con otras constelaciones, mante- fía deCacciari: la mano derecha es la que mueve
niendo siempre esta relación de apertura y conflic- técnicamente el mundo y se evalúa de acuerdo a sus
to. resultados, y la mano izquierda es la mano de Dios,
El más grande texto indiciario de nuestro siglo, es decir aquella a la que no se puede tocar, que está
en el cual Ginzburg esta trabajando, es en busca del afuera, que entrega a otro tiempo, a otra época, en
tiempo perdido de Proust. Sobre esto no hay dudas, su puño cerrado, las cosas queno entran en este es-
pero no sé si Ginzburg llegará a las mismas conclu- pació de funcionalidad.
siones que yo: que el método indiciario de Proust En substancia, yo, en cambio, trato de crear u-
fracasa siempre. La cosa curiosa es ésta: Swann trata na mezcla entre estas dimensiones, entre estos pia-
de descubrir, a través de indicios, si es traicionado nos.
por Odette o no, pero en realidad no hace otra cosa P: Considerando la dettntclon de "frívolo" de
que alimentar su celosía sin descubrir nada. Lo mis- [acques Derrida como un signlficante, que a fuerza
mo le sucede al narrador con Albertine, donde apa- de no significar hada, no es ni siquiera un slgnifican-
rece toda esta descifración de indicios que dicen te, y por lo tonto perfectamente disponible a cual-
siempre cosas que no son ciertas. Así sucede por e- quier aventura analógica. ¿Entonces la posttivldad
- jemplo con los gestos de Gilberte, que él interpreta de aquello que moralistkamente se había considera-
como un indicio pero en un modo errado; así, el do y descartado, está en retomarlo ya que probable-
amor de Saint-Loup por Rachele para descubrir lue- mente puede tener otros significados?
go que Saint-Loup es homosexual. R: Ciertamente, puede re-emerger el valor per-
la verdad -dice Proust- es cuando uno junta dos dido del, símbolo, ser una plenitud significativa no
i~nes, dos indicios o dos cosas en un nexo, cuan- analizada todavía, no desarticulada. Una plenitud
do se establece una unión necesaria entre ellas, y de sentido que de algún modo se pone más allá del
cuando este evento es precisamente "construído" en análisis como un problema ulterior, encerrando en
un cuadro de significados. El dice: "comienza la ver- sí precisamente lo que éste no ha dicho o no ha po-
dad" y toda esa masa de indicios entonces cambia dido decir. Esto que emerge es lo que hoy considero
completamente de significado yde sentido. Y el absolutamente central.
gesto de Gilberte, que al principio había sido leído P: Entonces te alejás de Cacciart en cuanto él
como un gesto vulgar de repulsión, es leído retros- apunta mucho al uso, a la utilidad, al efecto de una
pectivamente como un gesto de invitación y de a- construcción ...
mor. Pero es solamente dentro de este nuevo cua- R: Sí, a la utilidad y al efecto, con una dicoto-
dro} mientras que el método indiciario es en sí y pa- mía muy acentuada entre el inefable y el todo di-
ra; 51; lleva constantemente al fracaso porque existe cho de la técnica.
este' de-seo de la totalidad, del anillo que finalmente Con respecto al problema de la "reconstruc-
se cíerra descubriendo la estructura desde siempre ción", se afronta uno de los nudos de la investiga-
subyacente. La verdad es sólo una construcción hu- ción histórica, ya que ésta no encuentra nunca la
mana, por lo tanto se mide en su contexto, con las verdad. Esto pone en el centro de la propia obra la
necesidades que la han generado y se pone en juego reconstrucción, a partir de los indicios que elTlergen
con éstas, con ellas se modifica y se fragmenta, re- de un orden. Es un gesto utópico. Con mucha ho-
aparece. nestidad.vun historiador como Colb, dice que el
P: Entonces es el uso el que efectivamente de- trabajo del historiador es idéntico al trabajo de
termina la validez de la construcción ... Proust, sólo que nosotros no.tenemos su memoria
R: Decimos "uso" si entendemos con esto y debemos valemos de documentos. Entonces-es un
"funcionalidad" de la construcción. Esta era una co- trabajo que siempre se propone "construcciones y
sa que yo afirmaba unos años atrás: lo que decide el nunca "reconstrucciones", como una "Grecia" o un
éxito <le una construcción es su eficacia, por el he- "Renacimiento", o bien una imagen de la moderni-
cho que esta "función" pone en movimiento un pro- dad.
ceso de significados. Ahora sería un poco menos Benjamin, con respecto a esto, subraya que la
drástico, ya que en la vida, en las operaciones que el reconstrucción presupone siempre una especie de i-
hombre cumple en el mundo, en la realidad, existen dentificación afectíva, de: Intirrridad con el orden
cosas que funcionan justamente por su no-funcio- preexistente que es ya '))reconocido, ya "positum"
nar. Hay una "utilidad" de la "inutilidad". Es decir, diría Heidegger. Entonces el descubrimiento sería
aquello que viene definido moral ísticamente como encontrar aquello que ya conozco, mientras en efec-
el "lujo", por lo "superfluo", que es el surplus -el to la construcción pasa a través de la disgregación
plusvalor diría Marx- que en general es aquello que de esta ligazón afectiva, de identificación con el
ha sido eliminado por ser inesencial, y que creo orden, y se proyecta en las construcciones de órde-
que es, en cambio, un "valor" central de la vida hu- nes nuevos.
33/MA TERIALES N* 5

Es por esto que Proust decía que la construc- renciado mucho los objetos de estudio.
ción del pasado contiene "criaturas que no hemos En la primera fase trabajábamos sobre un "obje-
visto nunca", por eso un trabajo histórico hace e- to" bastante análogo: lo "moderno"; ahora Tafuri
merger justamente la figura de lo "nuevo". No re- se ocupa de otro tema. Sin embargo diría que las
construye el pasado sino que construye un contexto premisas de una investigación filológica, atenta a si- .
en el cual el pasado puede vivir en este "incógnito", tuaciones también marginales, de una búsqueda filo-
en este "nuevo", que al principio era invisible a la lógica que debe llegar a conexiones de sentido inédi-
mirada. to, siguen siendo un proyecto en común. QU'e este
P: En lo reconstrucción existe siempre este es- proyecto se pueda definir "nueva racionalidad", hoy
colio de lo fascinación, que aparece o menudo en M. tengo algunas reservas. Especialmente sobre el térmi-
Foucault, por los suplicios, los torturas, ete. ¿Pode- no "nueva racionalidad", que ha sido una de mis pro-
mos decir entonces que aquello de Foucault es tam- puestas, dado que esta palabra "racionalidad" apare-
bién reconstrucción? ce de alguna manera como un término bastante com-
R: Sí, ciertamente, pero reconstrucción de una prometido, y a su vez el adjetivo "nueva", en reali-
belleza extraordinaria ... dad no modifica la naturaleza de los significados que
P: Sin embargo, en Pierre Riviére además de lo nosotros encerramos en ella.
fascinación por el triple homicidio, construye un es- Por lo tanto esta categoría que he usado en el
pacio de conflicto entre los distintos instituciones pasado es demasiado débil en relación a nuestro pro-
-médica, jurídico, carcelario, psiquiátrica- que se de- pio trabajo. Hoy prefiero hablar de "saberes" en lu-
terminan en torno o él... gar de "nueva racionalidad ", y de un "pensamiento"
R: Sí, pero existe también la fascinación. En él al conjunto de estos saberes.
se puede reconocer "el historiador que tiene la cu- El centro de mi trabajo actual es el intento de
riosidad de hablar con los muertos, entrar en sus ca- descubrir la existencia, dentro de la modernidad, de
sas... " Esta curiosidad indudablemente aparece en un pensamiento que podemos llamar "figural", que
Foucault, que es un gran historiador, pero también se mueve no a través de la abstracción de la realidad
en él hay una simplificación ligada a este intento re- típica del concepto -la abstracción y la generaliza-
constructivo. En efecto; él ha entrado en crisis con ción- sino a través de constelaciones de imágenes que
La histeria de la sexualidad: el primer volúmen es de se coagulan en núcleos de significados; en "figuras"
hace siete años, el segundo todavía no ha sido pu- que tienen el mismo rigor del concepto, pero que re-
blicado -se publicará este año-o Son años donde Fou- cogen también aquello que es heterogéneo. Cada i-
cault ha estudiado la patrística latina, para "compli- mágen tiene un perfil, una fisonomía específica que
car" este cuadro que a un cierto punto se volvía de- el concepto no admite.
masiado simple: de la vigilancia al sexo, de la locura Desde este punto de vista, estoy tratando de ajus-
a la econom ía de los cuerpos, a la el ínica, etc. Un tar cuentas con el problema de un pensamiento "post-
cuadro que funcionaba perfectamente, demasiado representativo". Luego del derrumbe de la metafísi-
bien, siempre sobre cada objeto. Cuando un modelo ca cartesiana, de la correspondencia perfecta entre sig-
funciona siempre, quiere decir que no funciona. Por nificante y significado -derrumbe que ha sido .celebra-
lo tanto creo que Foucault, que es un autor de gran do en un escrito extraordinario de Balzac: "11capola-
fineza, y espesor teórico, ha advertido el riesgo y ha voro sconosciuto"- es necesario descubrir nuevos mo--
trabajado preciosamente en modo de estratificar y , dos de articulación de las cosas, de la realidad.
complicar el método. La "nueva racionalidad" no describe este estado
P: Siguiendo el recorrido que hace Taturt en de las cosas, y por lo tanto se debe buscar en el espa-
La sfera e iI labirinto, emerge uno lógico que es, al cio de lo Moderno aquello que para la dimensión pre-
menos en porte, lo mismo que te ha llevado en Miti representativa era el símbolo. El símbolo que antes
e figure del Moderno o afrontar "el vértigo de lo de la perspectiva y antes de la metafísica cartesiana,
moderno ", y también es evidente uno estrecho cola- ten ía una fuerte valencia de significado, que recogía
boración en Progetto storico. en sí significados, y que era capaz de contener juntos
En cambio en los últimas investigaciones de Ta- mito y logos.
turi, parece que se haya producido un alejamiento Hoy trato de ver cuáles son las figuras, las agrega-
de los temas de lo modernidad que te preocupan. cienes de sentidos que cumplen en la modernidad una
¿Existe todavía uno relación entre los trabajos función de este tipo, y que permiten rearticular el
que ustedes producen? mundo de la realidad.
R: Aqu í es bastante difícil dar una respuesta. La definición de "nueva racionalidad", para este
. Hay ciertas afinidades, contactos, que han estado en tipo de "proyecto", resulta totalmente inadecuada ..
parte en la base de mis actuales trabajos y en una se- Ha sido un momento, tal vez necesario, ligado al
rie de investigaciones de Tafuri, y que siguen exis- libro Crisi della ragione, en donde se ha intentado de-
tiendo también por el hecho mismo de trabajar den- nunciar una serie de códigos constrictivos, a los cua-
tro de un ámbito común, que no es sólo el ambiente les la investigación cognoscitiva debía sujetarse. Pero
físico del Departamento, sino que es el lugar de cier- una vez hecha esta operación de denuncia, de puesta
to intercambio de ideas y de determinadas provoca- bajo sospecha y en crisis de ciertos estatutos y códi-
ciones culturales y teóricas de problemas. Hoy, este gos de la racionalidad, se deben buscar articulaciones
intercambio es menos visible dado que se han dife- mucho más complejas.
ENTREVISTAS/ FRANCO RELLA/ 34

Progetto 'sto rico, es uno de los textos que han no podría ni siquiera pensarme como el especialista
madurado a partir de este trabajo en común. Respec- de un autor o de un período, dado que existen mu-
to a aquellas posiciones, existe en mi trabajo actual u- chas otras cosas que me interesan y me golpean, que
na acentuación mayor de lo que surge a través del a- me empujan hacia atrás, a nuevas peripecias.
nálisis: de la fisonomía (literalmente) de aquello que P: En 11 silenzio e le parole recordás que para
all í era llamado con términos freudianos 'formación W. Benjamin "el saber de-la caducidad, el saberde la
de cornprornlse". Me interesa su fisonomía, sus ras- discontinuidad histórica, es el saber de la revolución,
gos, las imágenes, las figuras. y de la transición hacia otros órdenes ... ", pensamien-
P: Si pensás que la posibilidad de encontrar "nue- to "que cuestiona cada victoria", reabriendo "los
vas palabras" pasa a través de la re-interpretación de conflictos que parecían. definidos para simpre (...)
las imágenes de la mezcolanza que recorren el arte y pensamiento de un nuevo sujeto que ahora emerge so-
la literatura de nuestro siglo. ¿Cuáles creés que sean bre la escena histórica: a él se la ha asignado el deber
los nudos que deben aún atrontarse, y en qué direc- de impedir no sólo el movimiento de las ideas, sino
ción se desarrollan actualmente tus "sentieri del possi- también de los dominadores que sobre estas ideas
bile? construyen la legitimidad de su dominio".
R: Debo decir que ahora me estoy ocupando de ¿Para vos, este saber asume las mismas connota-
lo moderno, pero no pienso dedicarme a ello toda la ciones?
vida. Pienso que sobre este tema hay aún cierto traba- R: El gran descubrimiento benjaminiano es pre-
jo por hacer, y tengo la intención de proseguirlo, pe- cisamente este saber de la caducidad, que sustancial-
ro -y esto es una anticipación- estoy pensando en un mente es el ser de la apariencia misma del mundo. La
libro titulado Metamorfosi, donde describiré las figu- filosofía ha considerado siempre un mundo de apa-
.ras de la mutación, de la metamorfosis: una transmi- riencias que se pueden organizar en códigos, y una
gración de formas, la disolución y el surgir de una for- realidad que puede ser vista platónicamente como el
ma nueva. Pero quisiera verlficarlo también a través lugar hiperuránico del cual tenemos sólo la memoria:
del remontar y el flu ír de estas figuras en el tiempo, la memoria del lejano. del inalcanzable.kantiano. Por-
a través de la densidad histórica. que -como decía Goethe- todo aquello que es caduco
Quiero atravesar algunos territorios del pensa- es sólo una figura, y por lo tanto no es realidad.
miento religioso y m ítico. (Pienso en la metamorfosis La revolución nietzscheana consiste en decir que
de un mito como el de Narciso, que transmigra en las la cosa misma (das Ding Selbst) se nos ofrece como
formas más extrañas dado que la figura del espejo, "figura", y la figura es el ser del mundo, lo real. O
que es aquella de Narciso, la encontramos antigua- bien Musil, cuando dice que el mundo se ofrece al
mente tanto en Dionisios como en Zagreus, que se mi- hombre según una "figuralidad". En sustancia, en él
ra en el espejo y muere como Narciso pero luego rena- existe el descubrimiento de un saber que reivindica su
ce; y aparece también en la antigüedad en los órficios, certeza, su incidencia, su rigor, su practicabilidad del
y luego en Don Giovanni que busca fragmentos de sí mundo. Y éste es el saber de las cosas que vivimos co-
mismo en los ojos de las mujeres que conquista; en mo no-permanentes.
Schiller, en Rilke, en Valery, el mito reaparece en va- Desde este p.unto de vista, la conclusión de las
rias formas). "elegías· vienesas" de Rilke es estupenda: atrave-
Pienso hacer un trabajo en donde la modernidad sando el mundo de la caducidad como un mundo de
mira al pasado, en donde estas configuraciones de lo una escatología cotidiana de las cosas que nos resul-
moderno miran a su tradición. Por lo tanto tendré tan ínaferrables, atravesando este mundo de pérdida
que atravesar zonas como el Platonismo, el pensa- con horror, fatiga, tormento, angustia'y tragedia, sin
miento simbólico, y no excluyo (es más, lo espero) el embargo se llega finalmente a la coincidencia.
llegar también a estudios específicos sobre ellos, no Este es el tiempo de lo decible, estamos aqu í
sólo como la "tradición" de algunas figuras y de su para decir "casa", "árbol", "ventana", etc. Luego a-
mutación dentro de la modernidad, sino justamente firma que este es un saber que ni siquiera el ángel
como objeto de investigación y de estudio filológico posee. y en el final escribe: ... "si luego, el joven
autónomo. muerto pudiera entregarnos una imágen" -y aquí te-
Siento un interés, un fuerte amor, que me acerca nemos una especie de gran rescate de la muerte, no
igualmente a Platon y a Benjamín, a Sófocles y a Kaf- como algo negativo sino como parte de la vida, que
ka. Amor que se ha reforzado en estos años, en la e- también habita en Proust- ... "nos consignaría la imá-
lección de un campo en el que pod ía hacer emerger gen " ... de los pendulamientos,de los "frutos desnu-
algunas cosas inéditas, que reordenaban nuestra expe- dos" o "de la lluvia que cae en primavera sobre la
riencia del pasado próximo, de nuestra "arqueología" tierra oscura ... ". La jmágen significa que "nosotros
más inmediata, la que tenemos a nuestras espaldas, la que pensamos en la felicidad como ascención/ tene-
del '800 y del '900. mos la sensación/ que casi nos sobresalta/ de la feli-
Este ha sido, en efecto, el inicio de este descubri- cidad en la caducidad".
miento del pensamiento hibridado, del surgir de la fi- Es el descubrimiento de un saber humano que
gura, que ahora redescubro en la antigüedad. No bus- es sabiduría de las cosas del mundo, de la metamor-
co, sin embargo, transformarme en un experto de este fosis. En los "Sonetos a Orfeo", Rilke replica:
.espacio temporal, porque en mi trabajo me muevo "quieres la mutación, quieres la metamorfosis; quien
por curiosidad y por pasiones personales. Por lo tanto proyecta en el espacio terreno ama la figura en el
35 /MATERIALES N* 5

punto del cambio". Creo que es un verso estupendo Scolari, donde paisajes por vos descriptos, encuen-
para una reflexión también sobre la arquitectura. tran una representación figurativa, ¿Esta producción
P: Esta sería tu "metamorfosis", el transformar- teórica fue desarrollada como respuesta a un mo-
se de la figt¡ra... mento de confrontación y tensión en el debate in-
R: Cierto, como dice Rilke en el verso anterior terno del Departamento?
o cuando dirigiéndose a Hans Carrosa escribe estos
versos: "También aquello que se ha perdido es nues- R: Digamos que el Departamento de Historia
tro, y también aquello que se ha olvidado/ tiene to- no es un lugar donde se desarrolla pragmáticamente
davía forma en el reino permanente de la metamor- una construcción de cosas que encuentran poco a
fosis.r Lo que se ha abandonado nos circunda: y poco esta escanción un itaria, esta confrontación.
nosotros somos, algunas veces, el central de uno de Quien trabaja aqu í, por las preguntas mismas que
los círculos que traen alrededor nuestro la figura hacen los estudiantes y por la relación que se esta-
que salva". Esta "figura", es la figura misma del rnu- blece con el saber, se encuentra frente a problemáti-
tamiento, del cambio, de este punto de cambio. cas que terminan por construír un espacio que tiene
Entonces, este saber es al mismo tiempo episte- una geografía diversificada, como son diversificadas
mología y una teoría de la caducidad. las investigaciones.
P: Esta propuesta de un "nuevo saber", de un Pero son una geografía y una fisonom ía recono-
saber de la caducidad ¿No puede revelarse, tal vez, cibles.
como una nueva forma de utopía? Diría que con respecto a esta situación, existe
R: Digamos que no tengo grandes angustias en hoy un cierto alejamiento de Cacciari en sus últimos
reconocer una dimensión utópica en el pensamiento trabajos. Esto, sin embargo, no se verifica a través de
humano. Diría que la diferencia respecto a las abu- algún tipo de debate interno. Es decir que en el De-
rridas utopías de siempre (es decir, las utopías que partamento no existe un "proyecto" que se pueda
construyen, sancionan y dan códigos, leyes, cáno- verificar de a poco, sino problemas que tienden a re-
nes), es que esta es una "utopía de la felicidad", es surgir, grandes problemáticas' que se refieren a la
un tema que recorre, como una lámina sutil, todas Historia; aquellas que luego llevan a ciertas posturas,
estas construcciones. Esta dimensión es siempre a relaciones con el saber y que comprometen tam-
constante en lo que yo hago, y tiene una cierta pro- bién su transmisión: la dimensión didáctica (y esta
fundidad ya que en ella se encuentra lo que senti- es para m í la cosa más exaltante) en momentos en
mos en el momento en que encontramos esta "figu- que se recorren nuevos senderos. No se transmite só-
ra", en el momento en que uno proyecta "en el es- lo un saber ya adquirido sino que se buscan cami-
pacio terreno" y aparece el punto de cambio, y co- nos, y t41 vez se descubre algo trabajando juntos, en
mienza entonces, un nuevo proceso. Esta dimensión las aulas, con los estudiantes.
de felicidad puede ser también "utopía". Es utópica
en el sentido de que uno no puede estar seguro de
ella, no en el caso de considerarla como un lugar de P: El hecho de que no existe una programación
pacificación, o bien un lugar de terrorístico orden, o un lugar institucional en donde se desarrolla el de-
como en aquellas terribles utopías desde Platon o bate, no es desconfianza hacia la Universidad, sino
Campanella o Fourier, lugares de concentración y un modo de estudiar, donde la confrontación se ve-
carcelarios por excelencia. rifica a través de la publicación de las investigacio-
P: Tal vez esta flexibilidad la hace más efectiva nes ...
como forma de trabajar y de hacer reaccionar las co-
sas... R: Sí. Probablemente esta falta de programa-
R: Sí, creo que sí, porque en realidad es siem- ción por un lado ha impedido que se produjera un
pre este hilo el que atraviesa las cosas que se han he- trabajo unitario, una revista, un órgano de grupo,
cho fragmentos, pero también es la percepción que pero ha estimulado, en alguna medida, a una mayor
.logra unirlas y nos permite recorrerlas; nos da la po- libertad. Aqu í se enfrentan problemas unitarios y
sibilidad de re-experimentar las cosas que estan a posiciones muy diversificadas, que luego constitu-
nuestro lado. yen interrogantes que vienen recíprocamente de no-
Para volver a una metáfora de tipo arquitectó- sotros mismos, de la gente que trabaja en el Depar-
nico.i-nos permiten "habitar" en esta zona. de con- tamento, y de los lugares más diversos externos a la
flicto. No estar en un lugar abstracto del mundo (en facultad. Todo esto impone un contínuo re-examen,
el templo heideggeriano del habitar poéticamente) una constante recomposición y descomposición de
sino en la zona donde la mutación misma, siendo las propias posturas y de los propios códigos menta-
nuestro horizonte, se vuelve el lugar del descubri- les. Tal 'vez, la programación de un organismo insti-
miento, de la invención, y de las percepciones de la tucional con proyectos verificados paulatinamente,
felicidad en la caducidad. hubiera inevitablemente uniformado estas voces y
P: El camino crítico presentado en 11silenzio e producido algunos descubrimientos importantes,
le parole, se relaciona implícitamente y en forma pero también hubiera imped ido esta contínua cu-
compleja con otros trabajos del Departamento, co- riosidad, este destierro de alguno de nosotros a o-
mo La esfera y el laberinto de Taturi, Dallo Steinhof tros territorios, en peripecias y desbordes que se
de Cacciari, o las muestras de dibujos y acuarelas de vuelven, finalmente, patrimonio y tradición común.
entrevistas
por Mercedes Daguerre
y Giullo Lupa

I~
Massimo
Cacciari
Massimo Cacciari es docente de estética en e/ Deoartomento de
Historia de /a Arquitectura de/IVA V; miembro del comité de
redacción de "Laboratorio Político "; es autor de numerosos
estudios entre los cuales recordamos: Metropolis, Offic/na 7973;
Saggio sulla crisi del pensiero negativo. Da Nietzche a
Wittgenstein, Feltrinelli 7974; Oikos (con F. Amendolagine),
Officina 7975; Krisis, Fe/trine/Ii 7976; Dialettica e critica del
político. Saggio sul Hegel, Feltrinelli 7978; Dallo Steinhof.
Prospettive Viennesi del primo novecento, Adelphi, Mi/ano
7980; Das Andere. Adolf Loos e il suo angelo, Electa 7987.
(Para la bibliografía en castellano, ver apéndice bibliográfico)

P: ¿Cuáles eran los fundamentos poltticos y niciativa editorial-cultural de cierta importancia en


culturales de la revista "Contropiano"? ¿Ha cumpli- esta dirección de investigación, interna al marxismo
do algún rol en la formación del "grupo portante" crítico italiano de los años '60.
del Dipartamento di Storia de/l'Architettura de/l' Tal vez una de las contribuciones más originales
I.U.A. V.? fue aquella que entonces se llamaba "la crítica de la
R: "Contropiano", que he dirigido con A. Asor ideología", ciertamente desarrollada en forma más
Rosa del '68 al '71, constituyó un intento de repen- conciente y también más amplia respecto a las co-
sar en términos críticos y culturales más amplios, rrientes marxistas tradicionales. Dirección particu-
cierta vía 'del obrerismo de los años '60. larmente cultivada por los historiadores de la Ar-
Sus colaboradores principales ven ían todos de quitectura. Me refiero principalmente a un ensayo
la experiencia de "Classe Operaia" y, a la vez. esta de M. Tafuri que tuvo mucha resonancia: "Para una
experiencia deriva de otra precedente: los "Quader- crítica de la ideología arquitectónica", publicado
ni Rossi", que eran dirigidos por Raniero Panzieri. por primera vez en "Contropiano". En torno a Tafu-
Pretendía también Desarrollar cierto discurso, parti- ri trabajaba un grupo de historiadores de la Arqui-
cularmente en relación al Partido Comunista Italia- tectura que colaboraban en este sector de la revista,
no (P.C.!.). Desde este punto de vista fue violenta- particularmente dedicado a la crúica de la ideología,
mente atacada por toda la llamada "nueva izquier- el cual ha sido descuidado en las experiencias prece-
da", que en cambio, retenía totalmente cerrada la dentes. En este sentido, seguramente "Contropiano"
posibilidad de una relación productiva-orgánica con tuvo un rol importante dentro de esta "escuela" -si
las fuerzas tradicionales del movimiento obrero. En- es válido el término- de Historia de la Arquitectura
tonces, "Contropiano" no era de ninguna manera, de Venecia. Sin embargo, no sabría decir cuánto es-
como muchas veces se dice ahora, una revista "ex- te hecho esté ligado con la experiencia didáctica o
tra-parlamentaria", era en cambio una revista de de organización de la investigación departamental.
"área comunista". . Ciertamente, casi todos los historiadores que esta-
Sosten íamos posiciones abiertamente polémi- ban a la cabeza del Instituto de Historia de la Arqui-
cas, con luchas poi íticas muy duras con todos los tectura de entonces, (que luego pasó a ser el Depar-
grupos de la "nueva izquierda" extra-parlamentaria tamento) o colaboraban directamente con la revis-
("Avanguardia Operaia", "Lotta Continua", etc.) ta, o seguramente le leían y estaban influídos por
que operaban en la Universidad y en particular, en ella. Existía, entonces, esta adhesión poi ítico-cultu-
Venecia, en la Facultad de Arquitectura. ral a la revista por parte de la gran mayoría de los
"Contropiano", fue, evidentemente, la última i- que operaban dentro del Instituto.
37/MA TERIALES /'j* 5

P: ¿Cuáles estrategias o dispositivos queda in- hasta el '79, elegí temas que me interesaban más: es-
troducir esta experiencia respecto al resto de las fa- tudié en aquellos años el pensamiento renacentista
cultades ya la Universidad en general? e hice cursos monográficos sobre Arquitectura y Fi-
R: En aquellos años de "Contropiano", experi- losofía en el ámbito de la crisis renacentista,y sobre
mentación departamental en cuanto tal, o nuevas el concepto de utopía referido siempre a aquel pe-
formas de organización de la investigación, no exis- ríodo.
tieron. Hab ía una cierta afinidad poi ítico-cultural P: ¿Existe un hilo rojo que relacione Oikos, Me-
en el sentido que el Departamento era el centro de trópolis, Krisis y Dallo Steinhof, y éstos con las re-
la presencia del P.C.I. en Arquitectura y en general flexiones sobre el tema del poder? Si has considera-
en la Universidad de Venecia. Entonces existla una do el pensamiento de Michel Foucault dentro de es-
relación poi ítica estrecha, naturalmente fundada en ta temática, ¿cuál es tu juicio sobre Foucault histo-
esta investigación cultural en común. Esto dio lugar riador?
a la experimentación de carácter organizatlvo depar- R: Creo que entre libros como Metrópolis y Oi-
tamental a partir de 1972/13. kos, las relaciones son sólo temáticas. 'En todo caso,
En relación a esta situación cultural, creo que hay una relación evidente entre estos, que tal vez
estas investigaciones no tuvieron ningún eco en la son los que más han interesado a los historiadores de
Universidad. de Estudios de Venecia en Ca'F oscari. la Arquitectura) y Krisis, que está aún en el ámbito
La experiencia de la Facultad de Arquitectura, des- de la crítica de la ideología; es más, en la introduc-
de el punto de vista poi ítico (movilización y lucha ción, este término vuelve a estar presente. Con este
poi ítica interna) y cultural, era del todo distinta res- último libro, de alguna manera, se cumple este arco
pecto a Ca'Foscari, que en cambio estaba bastante de investigación. Ya Dallo Steinhof se mueve sobre
cerrada en una académica condición disciplinaria. un horizonte muy distinto en el plano teorético, en
P: ¿Qué rol ha jugado la presencia de un filóso- una dirección más autónoma respecto a una orien-
fo en las reflexiones sobre la disciplina de la Historia tación propiemente crítica. Por lo tanto, las referen-
de la Arquitectura? cias entre estos ensayos son más' que nada temáticas,
R: Tal vez esto se debería preguntar al resto de no teoréticas; y ahora me siento muy lejano de Oi-
los integrantes del Departamento. Mi formación filo- kos, Metrópolis y Krisis.
sófica es también estética-filosófica y' he hecho siem- He escrito sobre el tema del poder respecto a
pre investigaciones sobre la Historia del Arte y de la los genealogistas franceses, y naturalmente la gran-
Arquitectura. En aquel tiempo, trataba de estudiar deza de Foucault como historiador; como genealo-
particularmente la relación entre ciertos momentos gista, está fuera de discusión.
de la Historia del Urbanismo y de la Arquitectura Mi crítica, desde el punto de vista del aspecto
europea a principios de siglo (principalemnte en Ale- teorético de este autor, no pone en discusión su ri-
mania) y el desarrollo paralelo, no tanto del pensa- queza anal ítica o la extraordinaria importancia de
miento filosófico, sino del pensamiento poi ítico-so- algunos de sus análisis específicos. Además tuve la
ciológico europeo contemporáneo. El analizar la suerte de trabajar en Padua con un profesor, Sergio
nueva Arquitectura y el nuevo Urbanismo austro- Bettini, que estaba en estrecha relación con Fou-
alemán entre el '800/'900 junto a algunos autores, cault cuando todavía en Italia nadie lo conocía.
en aquel momento poco conocidos en Italia, como No hay duda que para mí ha sido un autor deci-
Simmel o Scheffler (autores que he estudiado sobre sivo, como otros franceses de la segunda posguerra,
todo en Metrópolis, puede ser que haya enriquecido en particular Derrida, tal vez Deleuze menos, pero
también en modo profundo, el horizonte cultural de los dos, primeros son autores absolutamente funda-
los historiadores de la Arquitectura. mentales de la cultura europea de este período; por
P: ¿Qué direcciones de investigación has desa- lo tanto mi crítica no tiene nada que ver con el jui-
rrollado dentro del "Dlpartimento di Storia de//'Ar- cio sobre su importancia.
chitettura"? Creo que existe en Foucault, y de manera más
R: Dado que los intereses de los estudiantes es- pronunciada en Deleuze (sobre todo en el Deleuze
taban orientados más poi íticamente que en los últi- de la infeliz colaboración con Guattari), una visión
mos años, busquéhacer cursos que ninguno desarro- del poder todavía demasiado bloqueada -por decirlo
llaba en Arquitectura, que trataban de ordenar el en extrema síntesis- sobre el modelo del "panópti-
lenguaje en materia poi [tica. co". O sea, Foucault como genealogista, no ha
Era la época de las grandes discusiones sobre el considerado suficientemente las extraodrinarias
uso capitalista "del territorio,sobre la renta, etc., lo transformaciones que existieron en-este concepto en
cual, sobre todo en una facultad como la de Arqui- el curso de la investigación de los últimos cincuenta
tectura, donde entonces faltaban casi completamen- o sesenta años. No es casual que ni siquiera cite la
te enseñanzas de carácter económico, se hablaba sin gran literatura alemana sobre el argumento del po-
fundamento. Por eso mis cursos eran de clarificación der y de su transformación. Y esto, creo, limita el
lingüística sobre algunos de los términos menos crí- aspecto teorético de sus investigaciones, prescin-
ticamente fundamentados y más circulantes entre la diendo de la riqueza anal ítica con que afronta los
gran masa de estudiantes. Por ejemplo, sobre la his- temas específicamente genealogistas. Más que una
toria del concepto de renta, a la cual me dediqué crítica sería una invitación a profundizar estos as-
por variosaños. Luego, en cambio, desde el '76 - '77 pectos teoréticos.
ENTREVISTASj MASSIMOCACClARlj 38

P: En la revista "Casabella" se ha desarrollado nen razón al decir que no hay ninguna diferencia en:
Un largo debate sobre el término "proyecto", bajo (re lo que digo yo y lo que dice Rella. La diferencia
un título: "Lopintone degli altrl" ("Las opiniones de posiciones es sobre el tema del nlhilismo y su e-
de los otros"), que pretende relacionarse con otras ventual superación. Ah í está la diferencia entre no-
disciplinas. ¿Qué significado crees que haya tenido sotros, corno entre Vattimo y yo, por razones com-
el privilegiar la opinión de los filósofos? pletamente opuestas, dado que Vattimo dtiene una
R: Yo creo que en este debate, tal vez exista perspectiva de aceptación del nihilismo cumplido.
nuevamente la posibilidad de restablecer una rela- Para Rella en cambio el problema de la superación
ción provechosa entre filósofo y arquitecto respecto del nihilismo se pone en términoa casi acríticos, en
a la clarificación de los fundamentos anal íticos cul- el sentido de que pasa a través de la búsqueda de ca-
turales del término "proyecto". tegorías filosóficas totalmente contaminadas y que
El debate en "Casabella" nace de un coloquio son copartícipes de la historia del nihilismo, y por
que tuve con Gregotti justamente sobre este tema, lo tanto, sería una superación muy débil, que se sos-
luego del artículo que yo escrib í en "Laboratorio tiene sólo sobre un equ ívolo en relación a la historia
Poi ítico". (1) del nihilismo.
Nos parecía que aquellas reflexiones podrían te- Entonces la diferencia no está en la Cita que us-
-ner un significado para la proyectación arquitectó- tedes indican, sino en una cuestión general de orden
nica y para la superación de un concepto todavía histórico-filosófico, cuya importancia para la pro-
tradicional de "vanguardia", para usar este término yectación arquitectónica hoy no sabría delimitar.
en función de la proyectación. Es decir, el proyecto Advierto en cambio la importancia de una crítica,
como forma a-priori que luego se debe realizar y a- también lingüística a la idea de "proyecto". Estas
plicar en "corpore vivi". De aquí las continuas la- eran nuestras intenciones, pero no tuvieron buen
mentaciones del arquitecto contemporáneo sobre la resultado en el debate, tal vez debido a mi primera
refractariedad de la materia poi ítica, económica y intervención que luego me llevó a privilegiar el as-
social, en el aceptar esta forma apriori por él elabo- pecto filosófico del problema y a dar la impresión,
rada. con las citas de Loos o de Mies van der Rohe, de
No hay duda de que en la arquitectura, y sobre hacer sólo un razonamiento paralelo de historia de
todo, en la arquitectura moderna, la cuestión del la arquitectura, y no ejemplificar un problema ac-
"proyecto" como forma apriori a realizar, a aplicar tual.
-esra visión logocéntrica- haya tenido una sólida tra- P: F. Dal Co hace una referencia a Metrópolis
dición, y haya generado una serie infinita de equívo- escribiendo en Abitare nel moderno ".../os más ori-
cos. Razonando juntos sobre esta problemática, nos ginales entre los protagonistas del drama de "Das
hemos. esforzado por plantear un debate que focali- Modernme''; terminan por, escuchar sólo las pala-
zara y puntualizara este aspecto. Es decir, la impor- bras de la simia, ignorando la enseñanza de Zara tus-
tancia de una crítica de la idea de "proyecto" para tra''.
la proyectación arquitectónica hoy. ¿Cuql crees que sea la influencia nietzscheana
La iniciativa, para mí, no resultó. en efecto, se en el pensamiento arquitectónico contemporáneo?
privilegió la opinión de los filósofos, y de hecho se R: Esta cita de Dal Co es uno de los puntos que
transformó en una polémica entre Rella, Vattimo y . se refiere a lo que hemos dicho al principio. Es de-
yo, sobre la idea de nihilismo. Los arquitectos inter- cir, esta lectura de Zaratustra en Metrópolis puede
vinieron a través de Rykwert, con un razonamiento, haber servido a los historiadores de la arquitectura
según mi parecer, insensato sobre Mies van der Rohe para librarse de uno de los vicios de la modernidad y
demostrando total incomprensión de esta figura ex- de ciertas tendencias de la "vanguardia", desde dos
traordinaria. El verdadero debate ha sido entre los puntos de vista: o una visión antimetropolitana -que
filósofos. En substancia es, sobre todo, una discu- a veces se apoyaba también en el mismo Nietzsche,
sión con Vattimo sobre Nietzche y Heidegger, que asumiendo no sus palabras, sino justamente las de la
nos interesa desde hace tiempo y que hemos conti- simia- o en cambio, esta lectura, que retiene ausente
nuado en una sede impropia. en Nietzsche toda nostalgia (a diferencia de otras
P: Vos decfarás estar a la búsqueda de "un dise- tendencias de la cultura alemana a él contemporá-
ño que sea signo, Riss -singularidad inaferrable al nea, como por ejemplo Troeltsch). Visión así pre-
contlnuum- composición rttmica de elementos au- sente e importante para Ciertos aspectos del pensar
tónomos. (...) un diseño (...) capaz, en el momento arquitectónico contemporáneo. La crítica a esta ten-
mismo en que aparece (...) de mostrar (ya que el ine- dencia comunitaria-organicista de algunos sectores
fable no se dice, pero se muestra, se muestra a sí de la arquitectura, pod ía encontrar a través de esta.
mismo) el silencio lm-producible que lo abraza". lectura de Nietzsche un fundamento mássólido, más
No nos parece una afirmación sustancialmente amplio, culturalmente más rico y motivado. Por o-
opuesta o contradictoria a la propuesta de Rella .. tro lado, esta misma lectura permite también una
¿Cuáles son los puntos en común y cuáles las diver- crítica de la simple racionalidad del lenguaje metro-
gencias? politano, que evita totalmente el problema -por de-
R: También aqu í, sobre esta cuestión específi- cido cOJ!)los precedentes términos- de la superación
. ca, justamnete se llama la atención sobre el proble- de su nihilismo realizado. Ya que mi lectura de Níet-
ma del "proyecto" que interesa al arquitecto. Y tie:.. zsche desde entonces se mueve un poco sobre estas
39 /MATERIALES N* 5

dos direcciones, puedo decir que Nietzsche no es un" mistificación, todavía más que, en el "movimiento
reaccionario respecto a la metrópolis, pero tampoco moderno", en el cual tal vez algunos "ismos" po-
es un apologista de la misma. Se esfuerza en ver o en dían resistir a una lectura totalmente escolástica y
preveer el "fuego" que la quemará por las contradic- superficial. Además lo que cuenta es la diferencia,
cienes y las "aporías" insuperables dentro del len- lo importante es el márgen, el confín y el riesgo que
guaje metropolitano. Esta dirección de investigación existe en torno a estos "pseudo-centros".
histórico-filosófica, puede tal vez, haber contribu ído Pero además la cuestión se vuelve insensata
a una crítica de ciertas tendencias de la arquitectura cuando se habla de un "post-modern". ya que por
o del pensar arquitectónico contemporáneo. un lado nos damos cuenta de que también estos úl-
P: Considerando la abundanÚ producción edi- timos "isrnos" se han desmoronado, que ya ni. si-
toriat sobre los problemas metodológicos del "Hacer quiera bajo el perfil periodístico, escolástico o aca-
Historia", ün qué términos crees que deba ser con- démico se sostienen. Sin embargo, justamente' en-
cebida la investigación histórica? tonces, se trata de re-introducirlos paradójicamente
R: Yo creo que la investigación histórica es una al negativo, con esta definición que no define nada.
especie de frecuentación con los muertos, porque Sería necesario cancelar de nuestro lenguaje,
simplemente no han cesado de morir -parafraseando términos como "movimiento moderno", "post-me-
a Benjamín, entonces, se sostiene mientras se sienta dern" o- "vanguardia". Porque precisamente las últi-
este reclamo y su débil fuerza que nos llama a una mas investigaciones, como entre otras las de Tafuri
redención tal vez imposible. Permanece abierto este en La esfera y el laberinto, demuestran la abundan-
espiral y se siente la tenue fuerza que llama del pasa- cia, la riqueza de motivos no vanguardistas en la de-
do, porque ese pasado no ha dejado de morir. Cuan- nominada "vanguardia", al contrario: motivos tradi-
do ya no se advierte, y entonces se trata de materia- cionalistas, motivos rnítico-erquetípicos. Es decir,
les, de "estados", que se tratan en un modo o en o- motivos -en el sentido literal del. término- "re-accio-
tro, la total esterilidad de este acercamiento, me pa- naríos". Ahora la investigación se ve liberada de es-
rece de todos modos evidente, prescindiendo dela tos mitos progresistas-vanguardistas, por lo tanto a-
metodología del acercamiento mismo. boliría totalmente estoe términos en donde la mis-
El historiador es tal, mientras sienta que hay tificación es por demás evidente'.'
aún algo por salvar, mientras sea así "vocatus". Si P: ¿Cuáles son las rec/procas influencias y afi-
luego no lo es para nada, cualquiera sea el texto que nidades de la producción historiográfica del Depar-
afronte, y de la manera que lo afronte, genealógica- tamento? Y, aparte de las divergencias teoréticas,
mente, indiciariarnente, o en otra forma, para m í no isobre cuáles nuevas orientaciones es aún posible
. cambia absolutamente nada. /levar a cabo investigaciones en común?
Diría que hoy estamos atormentados por un ul- R; Diría que Abitare , nel moderno de F. Dal
trametodologismo de estos mecanismos de super- Co se liga más a mis investigaciones en Metrópolis y
fectación metodológica respecto también a la "in- Oikos. Tal vez La esfera y el laberinto de M. Tafuri
mediatez" del acercamiento, 'que compromete la ca- presenta también un interés en este sentido. Es de-
pacidad de escuchar, retomar y también revivir. Por cir, una atención por la presencia de momentos de
otro lado, los grandes historiadores se han movido estabilidad, de permanencia de las figuras, de las
así y no se entiende la repentina necesidad de este formas, alrededor de las cuales se disponen también
metodologismo. los hechos artístico-arquitectónicos.
P: Sobre la base ya conquistada por obra de las No hay duda de que en nuestras experiencias
investigaciones del Departamento de Historia, en anteriores, como aquella alrededor de "Contropia-
cuanto el "movimiento moderno" no es otra cosa no", teníamos una impaciencia por la "novítas", por
que una fábula, "una construcción histórica consu- la ruptura. Es decir, que los elementos que mayor-
mada pero paradójicamente mantenida en vida co- mente se enfatizaban eran los de la originalidad.
mo falso pasado" ¿no sería el "Post-rnodern'' una Existía un poco esa juvenil ansia por estos aspectos
ulterior fábula que propone categorías absolutamen- que, me parece, están justamente, finalmente replan-
te ineficaces para cercar aquel "territorio inquietan- teándose.
te"? Ahora, por el contrario, se están valorizando
R: Estoy perfectamente de acuerdo con TAfuri principalmente aquellas que en cambio llamaría las
y Dal Co, desde siempre, en la idiotez de la defini- "ondas largas" en la estructuración espacio-temporal
ción canónica de "movimiento moderno" y de estas de las grandes formas arquitectónicas, artísticas, y
grandes categorías en donde"todaslas vacas son ne- justamente por mi parte, también filosóficas. Exis-
gras y todos los gatos son grises". De la misma ma- te entonces este elemento de mayor "religiosidad"
nera soy absolutamente contrario a definiciones ti- -entendiendo el término en su significado etimológi-
po "post-modern", que no comprenden aquella que, co- hay mayor "víncolo-religio". Estamos más vin-
en todo caso, es el modo característico actual, es de- culados a situaciones, terrenos, lenguajes, que tal
cir: la "polivocita" (multiplicidad de voces), la ex- vez demasiado "vanguard ísticamente", creímos ha-
plosión de lenguajes corrientes, modos intraducibles ber superado. Para decirlo en otros términos, había
en denominadores comunes. Entonces este "post- una obsesión de la superación -dicho a la manera de
modern" que quisiera todo al negativo, reintroduce Canetti-. Hoy, en cambio, tal vez estemos más aten- .
un común denominador que me parece una colosal . tos a esto~ momentos de "religio". Esto es impor-
ENTREVISTAS/ MASSIMO CACC/ARI/ 40

tante porque me parece que ya podría dar resulta- que de todo se' puede hablar excepto de fracaso:
dos también sobre el plano histórico, como he no- tanto en la operación de la primera fase sobre la crí-
tado en La Esfera y el Laberinto. tica de la ideología arquitectónica, como en la fase
Por otra parte creo que la atención que Tafuri intermedia de la crítica de ciertas formas de proyec-'
dedica ahora al Humanismo va en esta dirección: re- tar arquitectónico-urbanista contemporáneo -diga-
pensar las grandes crisis a la luz de categorías más mos "anti-rnetropolltana"- de racionalización de es-
sólidas. Vivimos en una época en la cual está en cri- te dato insuperable de la organización de la ciudad,
sis el concepto de "crisis", enla que todas las inves- y en el criticar los razonamientos de la simia de Za-
tigaciones se están orientando más en la apreciación ratustra en todos sus aspectos; y luego, últimamen- ,
de estas "ondas largas", o de los motivos de tradi- te, en el "deconstruir" -en términos también nuevos-
ción, más sobre los aspectos de duración que de vio- los macroconceptos que han atormentado la inves-
lenta, y un poco ingenua, discontinuidad. tigación historiográfica contemporánea, y también
La "deconstrucción", que ha sido cumplida por en el comenzar a indicar las grandes permanencias
el grupo de historiadores del Departamento, delcon- de estructuras de fondo en la transformación de las
cepto de "Movimiento Moderno", de "vanguardia", formas. En todos estos campos y en todos estos mo-
seguramente ha facilitado esta nueva dirección de mentos, creo que los historiadores del Departamen-
la investigación. Porque justamente deconstruyendo to han dado resultados apreciables, de gran signifi-
estos momentos que fueron siempre interpretados cado no sólo a nivel nacional.
sobre la base de categorías discontínuas, de ruptura En fin, no conozco ninguna otra "escuela" que
"progresista", ha puesto en evidencia, en cambio, es- haya producido resultados metodológica y anal ítica
tos motivos de permanencia y continuidad que no mente más apreciables. En ellos existe una trama dr
- son para nada contradictorios. Entre otras cosas, es problemas de orden cultural y filosófico; sobre este
muy curioso que críticos abiertamente reaccionarios no hay dudas, en el sentido que estos historiadores
(también desde el punto de vista político) de los' de la arquitectura son, también en el ámbito de la
movimientos artísticos del '900 como Sedlmayer, disciplina, seguramente los más filosófica y cultural-
los interpreten en la misma forma que ros críticos mente preparados.
progresistas, sobre la base de categorías de disconti-
nuidad y de ruptura, Unos para decir "bien-bien",
los otros para decir "mal-mal", pero desde el punto
de vista de la estructura lógica de sus razonamientos
la operación es prácticamente idéntica.
Este tema se liga' t~mbién a la crítica de la idea
"proyecto", justamente porque es esta idea la que
sostiene el impulso, esta obsesión de la "superación"
,esta impaciencia progresiva. En definitiva, hacer la
crítica de la idea de "proyecto" y la "deconstruc-
cién" de los movimientos artístico-figurativos y cul-
turaf-fiiesóflcos contemporáneos, para poner en evi-
dencia los aspectos sobre los cuales es posible hallar
un resultado útik una relación muy distinta que en
el pasado entre operadores de disciplinas propiamen-
te históricas (Historia de la Arquitectura, Historia
del Arte) y operadores de disciplinas' filosóficas, si
el término tiene aún algún sigmificado. Sobre esta
base, tal vez se pueda seguir una nueva fase de ex-
perimentación, porque si en la época de "Centro-
piano" éramos un grupo, ahora no lo somos de nin-
guna manera, ni desde el punto de vista de las in-
vestigaciones, ni desde el temático, ni siquiera pro- ,
bablernente desde el punta de vista teorético. Exis-
ten problemas comunes, y sobre éstos, con planteos,
angulaciones y resultados distintos, tal vez se pueda
trabajar juntos.
P: ¿En este momento se podría hacer un balan-
ce crítico de la producción historiográfica y del ca-
mino desarrollado durante esta experiencia ... ?
R:. Creo que sobre mi participación y sobre mis
trabajos, tendrían que juzgar los demás miembros NOTAS
del Departamento, personalmente sólo puedo decir
que estoy totalmente insatisfecho. En efecto, ahora (1) "laboratorio Poi ítlco ". bimestral editado por Ei-
debo hacer otros trabajos lo antes posible. Con res- naudi desde 1981, dirigido por Mario Tronti. en el cual co-
pecto a la producción del Departamento me parece labora M. Cacclari junto a Asor Rosa y otros.
entrevistas
por Mercedes Daguerre
y Giulio Lupo

Francesco
DalCo
Francesco Dal Co es docente de Historia de la Arquitectura
Contemporánea en el Departamento de Historia de la Arquitectura
dellVA V, colabora en varias revistas, entre ettas "Casabella" y
"Opposittons", Es autor de numerosos estudios entre los cuales
recordamos: "Futurismo y Vanguardia en la ideología de la
arquitectura soviética de los años veinte", en De la vanguardia a la
metropoli (con M. Tafuri y M. Cacciari), G. Gilli, Barcelona 7972;
La cittá americana dalla guerra civile al New Deal (con G. Ciucci,
M. Manieri Elia, M. Taturi), Laterza 7973 (ver edición castellana "La
Ciudad Americana"); Architettura contemporanea (con M. Taturi),
Electa, Milano 7977 (ver edición castellana "Arquitectura
contemporánea"); Abitare nel Moderno, Laterza 7982; Teorie del
Moderno. Architettura Germania 1880-1920, Laterza 7982.
(para la bibliografía en castellano, ver apéndice bibliográfico).

p. ¿Cuáles han sido los antecedentes a la forma- Manfredo Tafuri, que hacía poco tiempo había lle-
ción del Departamento de Historia de la Arquitectu- gado a enseñar al IUAV.
ra? El ensayo ·de M. Tafuri "Para una crítica de la
R- El Departamento ha asumido recientemente ideología arquitectónica" -publicado por Laterza
tal denominación, pero el grupo que lo compone con el título Progetto e Utopía en 1973· salió en
nace alrededor de los años '67-'69. "Contropiano" en 1969.
En el '67, militaba en "Potere operaio" y cola- El animador del grupo de colaboradores vene-
boraba -a partir del '68- en la revista "Contropiano", cianos fue, sin dudas, M. Cacciari. A partir del '69,
dirigida por Massimo Cacciari, Asor Rosa y Toni Ne- se acercaron a la revista otras personas como por e-
gri. Este último dejó la dirección de la revista a fines jemplo M. Manieri-Elia y G. Ciucci, que trabajaban
del '68 porque no compartía la opinión de los otros en lo que luego sería el Departamento de Historia de
directores respecto al rol del Partido Comun ista. la Arquitectura.
"Contropiano", en la que colaboraba también Mario En el '68, estábamos relacionados también con
Tronti, era una revista cultural y política, y se deba- un grupo de investigadores de Padua, dirigido por
tían, además, temas de arquitectura desde el punto Toni Negri, que en aquel entonces estudiaba el
de vista de la crítica de la ideología. "New Deal". De aquellas relaciones nació nuestro
Al principio, no teníamos ninguna relación ins- trabajo colectivo que derivó en la publicación del li-
titucional con la Universidad, en aquel momento yo bro La ciudad Americana en el '73. En torno a 1971
era todavía estudiante. si no me equivoco, comencé a trabajar con Tafuri en
Las cosas cambiaron levemente cuando al grupo Arquitectura contemporánea, que se publica luego
inicial de colaboradores venecianos, se incorporó en el '79.
ENTREVISTAS/ FRANCESCO DAL COI /42

A partir de la mitad de los años '70 el grupo o- la arquitectura americana, y preparado Arquitectura
riginal, del cual he hablado, se amplía formando u- Contemporánea, pero en ese momento ya enseñaba
na estructura académica cuyos componentes, si bien en forma estable en el IUAV. El Instituto, dirigido
manteniendo una común actitud crítica, hoy mani- por Tafuri, organizó un seminario internacional so-
fiestan posiciones distintas con gran autonom ía de bre el trabajo de los arquitectos occidentales en
trabajo. URSS. También esta fue una experiencia interesan-
Mi opinión es que la creación del Departamento te de trabajo de grupo. (2)
-creo que fue en 1977- no ha modificado absoluta- Luego de la publicación de Arquitectura Con-
mente nada: lo que era un Instituto se transformó temporánea, comencé a trabajar en forma más soli-
en un Departamento. Se ha tratado sólo de un cam- taria, sobre algunas problemáticas generales concer-
bio de nombre. nientes al concepto de "moderno". Dado que Ar-
Pensando en los últimos años de la década del quitectura Contemporánea, siendo una "historia de
'60 y en los' primeros del '70, creo que nuestra ex- la arquitectura", comportaba el "racconto" de mu-
periencia representó una importante novedad, al chos hechos con las profundizaciones teóricas, me
principio sólo a nivel cultural, luego a nivel también pareció útil proseguir el trabajo en esta segunda di-
académico. Teníamos ideas muy claras respecto a rección. Así, terminé por ocuparme de la cultura ar-
las cosas que se debían rechazar -tal vez demasiado quitectónica alemana entre fines del '800 y los años
claras ... aunque es necesario tener en cuenta el cli- '20, porque creo que justamente esta cultura ha vivi-
ma político que se vivía en esos momentos-o En lo do de manera intensa y lascerante el drama de la
que a mí respecta, debo agregar que en esos años e- modernidad.
ra muy joven. iPara superar aquellas certezas y se-' Un drama que se produce por el enfrentamiento
guir adelante tuve que estudiar rnuch ísimo!. entre la.fascinación ejercida por el progreso, y la vo-
luntad de resistir a sus sugestiones.
p: ¿Qué motivaciones han determinado la di- Los resultados de este trabajo se reflejan en dos
rección de investigación sobre la arquitectura con- libros del '82: Abitare nel Moderno y Teorie del Mo-
temporánea y cómo se ha articulado este estudio? derno.
R- Personalmente, la exigencia nace de la nece- P- ¿Cuáles creés que sean los nudos temáticos
sidad de someter a una verificación, la tradición que aún deberían afrontarse para desenmascarar
historiográfica de la cual es producto el concepto mistificaciones totalizantes y entender así el sen-
de "Movimiento Moderno". Concepto que desde tido y la dialéctica interna de la crisis de la proyec-
Pevsner hasta Benevolo, reduce el desarrollo de la tación contemporánea?
arquitectura moderna a una construcción teleoló- R- Desde hace dos años estoy trabajando en
gica. una Investigación sobre Mies van der Rohe. Creo
Nuestro trabajo se encauzaba en dos direccio- que después de este libro, podré dejar de ocuparme
nes: por un lado una fuerte atención hacia las con- de la "modernidad" y responder de forma comple-
cepciones historiográficas no continu ístas y a los ta a tu pregunta. Quisiera estudiar otras cosas. Ya es-
instrumentos dados por la crítica de la ideología; toy recogiendo material pára un libro que tratara el
por otra parte, la reconsideración filológica de las tema del centro ...pero las cosas que quisiera estudiar
fuentes de lo moderno en arquitectura. De esto han son muchas ...
derivado algunas relecturas de episodios importantes P- ¿La autonom/a de la historia excluye un po-
de la arquitectura contemporánea, los cuales han sible "puente artificial" con la disciplina arquitectó-
.mostrado la imposibilidad de imaginar la "moderni- nica? ¿Si bien la historia de la arquitectura se ense-
dad" en términos de un "movimiento" que sustan- ña en el Departamento de Historia, es lícito pensar
cialmente se dirija hacia flnescomunes. en una "función pedagógica" de la historia para la
Cuando .todavía era estudiante, hice una investi- formación del arquitecto?
gación sobre Hannes Meyer, el cual había sucedido a R- Sobre este tema, creo tener una posición, en
Gropius en la dirección de la Bauhaus, antes de deci- parte diferente, respecto a alguno de mis amigos, y
dir trabajar en la Unión Soviética. Quería, así, en- lo he discutido incluso públicamente con ellos. Per-
tender qué cosa había sido la Bauhaus, que en aquel sonalmente, pienso que existe un modo muy reduc-
entonces era un poco el emblema de todos los valo- tivo de ver la relación entre historia y proyectación.
res "progresistas" que se reconocen al "movimiento Un modo que curiosamente comprende tanto a
moderno". De este estudio, derivaron las primeras . quienes piensan que la historia es un instrumento
dudas respecto a la atendibilidad de la historiografía fundamental para el proyectista, como a quienes lo
del "movimiento moderno". Si bien hoy no puedo niegan. A veces tengo la impresión de que posicio-
reconocerme más en lo que escribí en aquel momen- nes opuestas, como por ejemplo la de Zevi y la de
to -en el '69, repito, era estudiante-, el hecho de que Tafuri, pueden resultar complementarias. Pero no
aquella investigación haya sido publicada inmediata- quisiera ser mal interpretado: no creo que la historia
mente en un libro que todavía se reedita, demuestra pueda brindar instrumentos operativos para la arqui-
como en los últimos años '60, existía la necesidad tectura, no creo que pueda enseñar a proyectar.Sin
de hipótesis críticas nuevas, como las que se ven ían embargo pienso que puede inducir a pensar a quie-
madurando en Venecia. (1) nes pretenden proyectar.
Luego he trabajado durante varios años sobr~ El problema de la 'relación historia-proyecto no
43 /MA TERIALES N* 5

puede ser reducida a la imágen de Louis Kahn que tender much ísimas cosas. Los esquemas que ha uti-
proyectaba teniendo a su lado a Piranesi y la planta lizado para interpretar nuestros tiempos, derivan de
de Villa Adriana. Este es un modo natural que tie- un modo de entender la historia -la historia como
nen los arquitectos para relacionarse con fenóme- "maestra de la vida" que puede "enseñar" algo "ú-
nos, imágenes, episodios culturales que forman parte til" para la vida de hoy- que es justamente lo opues-
de la historia, pero no significa una relación con la to a lo que yo creo. En' realidad la historia es vista"
historia. probablemente como un "reperto" de donde se
Ni siquiera creo que el historiador deba interve- aprehenden los hechos, pero que puede enseñar po-
nir operativamente junto al proyectista, porque es co para resolver los problemas. Lo repito, no creo
éste quien tiene la responsabilidad total del proyec- que la historia pueda enseñar, debe. sólo inducir a
to. Pero por otro lado, no se puede ser un verdadero pensar.
proyectista si no se tiene un mínimo de conciencia P- En el debate desarrollado en la revista' "Ca-
histórica. sabella" sobre el término "proyecto", han expresa-
Es útil que los arquitectos piensen en la histo- do su opinión Cacclari, Rella, Rykwert y Vattimo.
ria, no como algo que puede ayudar a resolver sus Teniendo en cuenta que en Abitare nel Moderno ya
problemas, sino como algo que se los aumenta, pro- afrontaste el problema. ¿Cuáles son, hoy, tus consi-
poniéndoles siempre nuevas problemáticas. deraciones?
Este es el rol de la histoira, y este es el modo en R- Creo que Massimo Cacciari ha puesto el pro-
que trato de dirigir mis.libros a los arquitectos. blema en forma precisa. Salvo Vattimo, creo que
P- Entre el intelectual europeo y ellatinoameri- tanto Rella corno Rykwert no han entendido bien
cano, existen diferencias evidentes de problemáticas. su discurso. Cacciari se preguntaba si era posible i-
Por ejemplo, Mario Benedetti, en un articulo publi- maginar hoy una actividad intelectual capaz de pro-
cado recientemente, decía que la diferencia funda- yectarse fuera del tiempo histórico, y de tener ple-
mental era que el Intelectual europeo tenía la posi- na conciencia de los límites de este tiempo. Es en es-
bilidad de pensar en la muerte en términos filosófi- te sentido que he afrontado e1 problema del "pro-
cos, mientras que el latinoamericano no podía ha- yecto" en Abitare nel Moderno.
cerlo sino en términos de masacre, de sobre vivencia, P- Si en Abitare nel Moderno escribís: "... en la
y agregaba que nosotros tal vez estemos frente a una renuncia se materializa la única relación significativa
situación similar a la que ustedes vivieron hace 40 con el destino del manifestarse metropolitano, (...) y
años. Por otro lado es evidente que los falsos mora- sólo en tal perspectiva, la arquitectura contemporá-
lismos deben estar fuera de la disciplina histórica, ya nea. se demuestra dotada de consistencia histórica en
que ellos han impedido estudios fundamentales de el acto de medir las limitaciones de sus propios ins-
momentos históricos que deben conocerse en pro- trumentos y del propio lenguaje". ¿Qué considera-
fundidad. Entonces, considerando que la disciplina ciones adquiere, entonces, el término "proyecto"
debe moverse dentro de sus propias leyes en un cam- dentro de esta "renuncia"?
po totalmente autónomo. cl:a relación entre el com- R- En Abitare nel Moderno hablo de "proyec-
promiso político del intelectual y su operar como to" como "renuncia" y me refiero a experiencias
historiador, no es vivido, tal vez, en el límite extre- históricas bastante precisas. En la tradición cultural
mo entre participación y objetividad? que analizo en el libro, creo que existe la conciencia
R- Ciertamente. Yo por muchos años he creído de que proyectar significa, en alguna medida, tomar
en la posibilidad de hacer coincidir el compromiso distancia de las promesas que vienen del "progreso".
poi ítico con el científico de la investigación, o me- En este sentido hablo de "renuncia", en sentido hei-
jor: el compromiso poi ítico con mi intención de deggeriano. Pero renuncia no quiere decir oposición
pensar y tratar de entender. preconcebida al progreso, a la técnica, a la civiliza-
Ampliando lo que dije al principio, mis últimos ción, significa más bien un rechazo a las soluciones
libros, y sobre todo Abitare nel Moderno, son un in- fáciles o "aparentes" que pueden derivar de ello. Se
tento de pensar, no tanto de "hacer historia", sino podría decir que es una especie de "sospecha" res-
de "pensar en la historia". No he tratado de propo- pecto a la civilización, de lucidez -a la manera de
ner un método porque no creo que sea el momento Benjamin- frente a los límites de nuestro tiempo
de proponer métodos históricos. Así, fui conven- histórico, y de heideggeriana claridad hacia el signifi-
ciéndome de que existe un tiempo de la investiga- cado de la técnica para nuestra cultura occidental.
ción y un tiempo del compromiso político. Me he P- Nos parece significativa la interpretación que
. dado cuenta de que el compromiso poi ítico no pue- hacés de arquitectos como Adolf Loos, Mies van der
de reducirse a vivir el "tiempo de la poi ítica", es de- Rohe y del mismo Aldo Rossi, que en realidad son
cir las ocasiones que la poi ítica propone y las exi- quienes han hecho una experiencia totalmente indi-
gencias que la vida política de todos los días impo- vidual, de una gran coherencia, siempre dentro de
ne. Creo que hoy nos encontramos nuevamente las propias leyes de la disciplina ...
frente a grandes elecciones de valores: paz-guerra, R- Cierto. Cuando doy estos ejemplos quiero
sobrevivencia-muerte, libertad-opresión, etc. enfatizar también estos aspectos. Es necesario tener
He madurado también una enorme insatisfac- conciencia de que la arquitectura, la "gran arquitec-.
ción por el modo en que ha actuado la ..cultura de tura" se mueve con pasos muy 'lentos.
izquierda. Esta cultura nos ha impedido ver y en- Lo que me molesta mucho en ciertas caricatu-
ENTREVISTAS/ FRANCESCO DAL CO/44

ras de la modernidad, es la fe en los cambios fáciles te. Una síntesis que no es capaz de producir deci-
y rápidos, cuando los grandes cambios son lentísi- siones, pero que expresa todo su poder en reunir o-
mos y fatigosos. Hoy todo parece fácil: el "post- tras formas de poder, otros lenguajes. Es decir, que
moderno" a menudo reduce la modernidad a un jue- la arquitectura es un lenguaje entre lenguajes.
go, cuando proyectar, en cambio, sigue siendo un P: ¿Pero existe todavía esta posibilidad de s/n-
trabajo muy serio. tesis?
P- ¿Pero esto confrontación entre "moderno" y R: No en términos clásicos, pero SI con Hei-
"post-moderno" implico un reconocimiento de este degger reconocemos que la técnica es el fondo, en-
último? tonces podemos admitir que la técnica produce sín-
R- Pienso que el "post-moderno" no es otra co- tesis. También a esto me refería en la.conclusión de
sa que una repropuesta de algunos aspectos de aque- Abitare nel Moderno, o cuando me he detenido en
llo que ha sido llamado "movimiento moderno", pe- la oposición entre los conceptos de "tierra" y "mun-
ro sin duda con menos disciplina. Es el "movimiento do", de "patria" y "nación"; los primeros como me-
moderno" que renace, pero además es un concepto táforas de una mítica condición de armonía, los se-
tan amplio, que queriendo abarcar todo, significa gundos como expresiones de experiencias de natura-
aún menos. leza exclusivamente histórica.
Nosotros tenemos necesidad de palabras preci- P: En Teorie del Moderno has operado a través
sas, mientras que el rasgo común de "moderno" y de sondeos aislados, si bien el/os se disponen siguien-
"post-moderno" es su vaguedad y su carga ideológi- do algunas direcciones bien definidas. el.as "incon-
ca. gruencias", lo "no metodología" de tu trabajo, pue-
P:- De tu análisis en Abitare nel Moderno pare- den ser explicados a través de lo teorización de Ta-
cería desprenderse que lo disciplino arquitectónico furi en "Proyecto Histórico"?
debe batirse en una tensión lacerante entre autono- R: No, no lo creo. Pienso que "Proyecto Histó-
mía y politización (considerando lo político -como rico" es un hermoso ensayo, pero yo no creo en un
dice Cacciari- como un nuevo centro armonizante de "proyecto histórico". Quiero trabajar no por "Pro-
la pluralidad de lenguajes); pero en ambos cosos, con yectos históricos" sino a través de investigaciones
lo profundo conciencia de su crisis de identidad. con carácter de ensayos, y me gusta el ernpirisrno
¿Qué sentido se debe dar o tud afirmaciones que esta actitud me permite realizar. Mi trabajo se
concluslvas: "ta politización de los prácticos y de los basa, por ejemplo, en acercamientos de estudios de
fines representa, en los resultados contemporáneos disciplinas distintas, que no se' fundamentan meto-
de lo investigación arquitectónico, la único "esperan- dológicamente.
za" concreta que la disciplino arquitectónica misma Teorie del Moderno es ciertamente un libro que
puede proponer a su propio decadencia, a su propio procede a través de "sondeos aislados", y esto se de-
impotencia; es el único comino que el/o puede reco- be en parte al hecho de querer hacer una antología
rrer para abrirse al Mundo"? ¿Sería este el único de materiales que no eran conocidos en Italia, y ni
"Sentiere del possibile" para nuestra disciplina? siquiera en Alemania. Hacer una antología implica
R: Creo que este es el problema típico de la siempre mucha arbitrariedad, pero el ensayo que
modernidad desde el '400 - '500 en adelante. A me- procede a la antología, creo que es una válida de-
dida que las distintas disciplinas y los distintos len- mostración del modo en que trabajo.
guajes se desarrollan, aparece más fuerte la cuestión P: Franco Rella en Critica estoria ha criticado
del centro que organiza el sentido, o que diciendo el paradigma indiciario de C. Ginzburg marcando lo
asegura la síntesis. distinción benjaminkma entre una "construcción" y
Es una característica de la modernidad el hecho una "reconstrucción" histórico, afirmando que todo
de que la decisión se vuelva siempre más de orden reconstrucción presupone siempre uno complicidad
técnico-político. El problema del "proyecto" es es- con el sistema, y lo construcción, en cambio, la des-
te. ¿Pero cómo se puede definir la arquitectura? trucción de este orden.
¿'Qué cosa es proyectar? Es poner juntos saberes, ¿Si en Abitare nel Moderno afirmás que la in-
voluntades; pero esto hoy no basta, es necesaria una vestigación histórica usa el método tndtctarto por.
decisión ulterior que empuje todas estas voluntades poder llegar al "secreto del significado de los even-
a encontrarse en un sujeto. A esta voluntad yo la lla- tos"; en qué términos concebís la investigación de
mo "lo polftico". estos'indicios?
P: ¿Pero "Político" en el sentido de que está R: Yo concibo la historia como "construc-
fuero de lo disciplina? ción". En la reconstrucción existe simplemente l.
R: Sí, también. Son las modalidades de forma- posibilidad de equivocar el modo en que se ponen
ción de las decisiones las que empujan: lenguajes, sa- las piedras, pero no se presenta el riesgo del "de-
beres, poderes, a integrarse en lo que es el proyecto rrumbe", que en cambio me fascina.
moderno. La importancia de esta decisión es tanto Como ya tuve ocasión de decir en la conclusión
más grande cuanto más amplio es el número de len- de Arquitectura contemporánea, trato de "cons-
guajes, poderes y técnicas, que el proyecto debe truir" historia, de hacer investigación histórica ani-
coordinar para un fin determinado. mada por la voluntad de proponer la construcción
La "esperanza" de la arquitectura consiste en como una forma de 'mostrarse del pensamiento (con
reconocer su propia condición de "síntesis" aparen- el riesgo que ello puede significar).
45/MATERIALES N* 5

P: El tema de la "modernidad" ha sido afronta-


do desde angulaciones distintas dentro del Departa-
mento de Historia. ¿Han existido relaciones y discu-
siones en su desarrollo, o bien la temática ha surgi-
do de actividades e intereses comunes pero autóno-
mos? ¿Existen diferencias de interpretación y de e-
valuación?
R: Digamos que libros como Abitare nel Mo-
derno y Miti e figure del Moderno de Rella, pueden
representar los extremos del arco de intereses pre-
'sentes en el Departamento.
No hay dudas de que, actualmente, hay en el
Departamento una cierta caída de tensión en la in-
vestigación colectiva, pero esto es debido también a
hechos objetivos, y no puede decirse a priori que sea
un mal. Pero a pesar de todo, el balance de la expe-
riencia representada por el Departamento me parece
positivo, teniendo en cuenta el desastre general en la
Universidad.
Me parece evidente que el Departamento de
Historia de Venecia ha representado, y no sólo en I-
talia, un punto importante de discusión, de investi-
gación, y de trabajo.

NOTAS

1. Se refiere al libro "Hannes Mever, Architettura o rl- 2. Algunas de las ponencias de ese seminario -entre
voluzione. Scritti 1921-1942" publicado en castellano con otras las de M. Tafuri, Asar Rosa, G. Ciucci V el propio
el título "El arquitecto en la lucha de clases V otros escri- Dal Co- fueron publicadas bajo el título "Socialismo, cittá,
tos". Dal Co seleccionó V anotó los escritos de Mever .v architettura. URSS 1917-1937" por Officina Edizioni, Ro-
publicó. como introducción, su investigación "Hannes Me- ma 1971. En castellano lo editó Comunicación. Madrid
ver V la venerable escuela de Dessaü". 1973.
INVESTIGACIONES DESARROLLADAS/ 46

-investigaciones
desarrolladas

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. . .- ..., ~. 7-- ,
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Paul Citroen,
Me tropo lis,
1923.
47 /MATERIALES N* 5

Investigaciones de Historia de la
Arquitectura en Venecia, 1972/84.

Alesandro Fonti
Mercedes Daguerre me pide delinear la fisono- punto de referencia natural. "Natural" en primer lu-
mía y la génesis de la actividad de investigación del gar porque -Tafuri, en Teorías e Historia de la Arqui-
DSA. tectura, había teorizado la incompatibilidad entre
Es gentil -no se puede negar- pero indiscreta: se trabajo histórico-crítico y proyecto en arquitectura,
trata de describir esquemáticamente una experiencia negando precisamente el valor científico de la "his-
más existencial que cultural y profesional exclusiva- toria operativa". LLegaba así a faltar la cementación
mente . histórica, la· "justificación histórica" del ordena-
. Mi interés por esta actividad comienza en 1972, miento de la disciplina arquitectónica que a la luz de
siendo estudiante. Tendré que excusarrne' por mi to- la crítica histórica se revelaba "ideológicamente" ar-
no necesariamente personal y por el esquematismo. bitraria. Aquella posición era compartida, no sólo
Entonces; en el '72, el empeño necesario con teóricamente sino participaba personalmente, por
respecto a la frecuencia del curso de doctorado en gran parte de los docentes del Instituto. La conse-
Arquitectura en Vene.cia era, sólo en segundo orden, cuencia inmediata era que su compromiso profesio-
didáctico, de estudio. El empeño prioritario era la nal se realizaba fundamentalmente en la universidad.
cogestión del poder que el Partido Comunista y el Muy simplemente estaban presentes, atentos y acti-
movimiento estudiantil habían conquistado; Vene- vos. Sabíamos que la iniciativa poi (tico instituc.ional
cia fue la única situación en que el PCI llegó a dialo- habría sido promovida y gestionada por el grupo de
gar con el "movimiento" en el '68. Historia y, didácticamente, que inscribiéndonos en
En "Arquitectura" había que decidir, cotidiana- los cursos de Historia horarios, calendarios y progra-
mente casi en un régimen de asamblea, qué y cómo habrían sido respetados. Puede parecer obvio pero
hacer en este territorio "liberado", ó abandonado. esta simple conección ten ía el valor y el rol de un
Para los estudiantes comunistas este empeño consis- Faro cultural, en el sentidomas profundo y amplio
tía en una movilización permanente tendiente a ace- del adjetivo, en la noche institucional del "territorio
lerar la transformación y el funcionamiento en la liberado" hecho de didáctica canalla y ausentista, de
transformación de la Facultad. La transformación, basura demagógica, de un rol intelectual y docente
en un estado de cosas perfectamente caótico, era el vivido por los proyectistas como exhibicionismo, co-
inicio del proceso de refundación de la disciplina ar- mo prestigioso hobby y como escondrijo por la cri-
quitectónica en la universidad italiana. Vivíamos sis viva de su disciplina.
nuestro rol como crítica colectiva y constante de los y el rol y el valor de la actitud de los docentes
contenidos culturales, de la organización didáctica de Historia no eran sólo un dato de prestigio cultu-
de los cursos y de la función social de la disciplina y ral y moral, simple efecto de una ética profesional
de la institución. rigurosa: de los contenidos didácticos de los cursos
Pretendíamos que la Facultad en lo global, jus- de Historia y del producto de la investigación cien-
tamente porque por el "progresismo" de su cuerpo tífica que en ellos se transparentaban había una ne-
docente y por el proyecto de crisis y re-fundación cesidad objetiva, inmediata, cotidiana. Teníamos ne-
de la Facultad había superado los roces más inú- cesidad de los instrumentos críticos (de los "nuevos
tiles y vanguardistas del '68, estuviera a la altura ojos" del slogan de Peter W~iss en Teorfas e Historia
también institucional de aquellas posiciones. Trans- de la Arquitectura) y de los materiales históricos
formábamos lecciones, seminarios y exámenes en que nos eran propuestos en aquellos cursos (pienso
momentos Críticos de los contenidos culturales y de en los cursos sobre la ciudad americana, sobre las
las orientaciones poi Itlcas de los cursos: tend íamos vanguardias históricas, sobre la planificación sovié-
a criticar la ideología. tica, sobre la noción de renta, sobre la cuestión de
En esta actividad el Instituto de historia era el las viviendas, sobre los inéditos de Marx) en el en-
- --------------------------

48

Max Ernst,
Sin título,
1923-24,

frentamiento poi ítico, dur ísimo y constante, que aquellas formaciones ideológicas además de la false-
decidía el carácter cultural y el destino institucional dad 'histórica' de su vestimenta mitológica: su na-
de la Facultad y, para nosotros, la calidad de nues- turaleza utópica y su intención sintética, de pana'
tra experiencia universitaria y de nuestro rol social. ceas culturales capaces de componer y resolver for-
En efecto las elaboraciones del grupo "Centro- malmente las contradicciones inherentes al modo de
piano" en los años precedentes, habían indicado a la producción de la economía de mercados a sus luga-
investigación hitórico-arquitectónica en particular, res, a sus objetos.
un continente entero, "inconsciente" .podremos de- La centralidad del fenómeno metropolitano en
cir ahora, desconocido e inconmensurable. El cam- el contínuo debate poi ítico cultural interrio del ins-
bio de lugar de la óptica crítica de la arquitectura a tituto -que constitu ía la estructura en la que se deli-
la ideología arquitectónica delineaba un cambio irre- neaban y verificaban las direcciones de investiga-
versible. Desde el punto de vista de la crítica de la ción- era tal por ser constituyente mente la metrópo-
ideología arquitectónica nada pod ía quedar como lis, entendida como lugar del conjunto de las funcio-
era antes, y en primer lugar no podía quedar como nes de la economía de mercado, lugar para la merca-
tal la representación histórica del ordenamiento dis- dería pero no para la humanidad, el objeto "enfer-
ciplinar: las formaciones ideológicas portantes de la mo" para curar y el lugar destinado para el naufra-
historia de la arquitectura moderna y contemporá- gio de las instancias de saneamiento que en elfondo
nea (el c.d. Movimiento Moderno, el Funcionalisrno, parecían ser aquellas formaciones ideológicas. Nau-
el Racionalismo, la arquitectura orgánica, el Cons- fragio particular y más evidente, arquitectónicamen-
tructivismo, el Productivismo, etc.) Digo "inmedia- te evidente, del naufragio total de la cultura de los
tamente" porque esta crítica producía el final del valores "burgueses", en la acepción de gran yexten-
flirt tradicional entre historia y proyecto arquitectó- so respiro renacimental que Tafuri había descripto
nico, cuyos fundamentos eran todavía los mitológi- en Arquitectura del Humanismo y en Proyecto y
cos, declaraba la muerte acaecida de la patética fun- Utopía, crisis de identidad de este yo universalmen-
ción tradicional del crítico de arquitectura como te dominante dada la evidencia potente de factores
"promotor de brindis" en los eventos arquitectóni- de muerte, de enfermedad crónica, y está bien decir
cos. ahora, inherentes a la metrópolis como forma cum-
De esta crítica emergía el "vicio de fondo" de plida de la economía de mercado. La crisis de los
49/MATERIALESN* 5

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... --- .

---

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~ ~",,:/!zY<. ~--
Kasimir Malevic,
Modelo del futuro.
Casa para terrestres;
gente,
7924.

valores prefigurada por Nietzsche, la impotencia para combatir y neutralizar. Aquella censura y aque-
de la cultura "burguesa" para dominar el desarrollo llas mistificaciones habían pesado enormemente so-
del proceso productivo que había legitimado. bre la cultura y sobre la poi ítica de izquierda y ma-
En este cuadro la atención de Cacciari por la croscópicamente en la experiencia soviética. La "e-
cultura de la crisis, para el "pensamiento negativo" rradicación" de la iglesia soviética moscovita para
era absolutamente central porque all í la cultura nosotros se habla ya realizado en experiencias como
"burguesa" había enfrentado, pensado radicalmen- la investigación y el convenio que trató sobre Socia-
te, en situación de "salvación y caída", el problema lismo, ciudad, arquitectura. AII í en el análisis entre
de la crisis, del desmembramiento de la propia iden- vanguardias históricas y revolución soviética, entre
tidad, el problema de adaptación representado por prefiguraciones ideológicas y poder poi ítico, la au-
Kafka, este despertar una. mañana monstruosa- sencia y el uso mistificado de aquellas experiencias
mente impotentes y aislados, dejados de lado y mal negativas habían determinado la supervivencia y el
tolerados, imputados o insectos, diferentes y extra- desarrollo de los "vicios de fondo" 'de las utopías
ños al ltno mismo de ayer. El problema del momen- burguesas, el ser para la resolución, de una vez por
to en el que se considera la propia cultura desde el todas, de las contradicciones, el ser para el paraíso:
exterior y la impotencia de los valores propios, la con el éxito final del socialismo "realizado" de una
precariedad de su fundamento desde el interior. El vez por todas, del "paraíso soviético" justamente.
problema del valor en una época en que muy eviden- Todo esto con un sagrado respeto por la revo-
temente "las espadas están manchadas de tinta y las -Iución soviética y las realizaciones socialistas. J us-
) plumas de sangre". El fruto precioso de aquel traba- tamente este respeto imponía no eludir las enseñan-
jo intelectual, .de aquella altísima experiencia trági- zas que de la crítica de aquella experiencia nos po-
ca, había quedado perfectamente ajena a la cultura dían llegar. Esta experiencia había tenido un mo-
qe izquierda, signada por censuras como aquella de mento de atención privilegiado porque en la críti-
Lukacs, como "irracionalismo", removido como ca de esta experiencia pod íamos expresar motiván-
extraño a la tradición de izquierda que se propon ía dolo históricamente todo lo que nos un ía y nos se-
como nueva racionalidad (pero todavía segúri el mo- paraba de la línea del PCI. Pero eran en general las
delo de racionalidad "burguesa"), y, al contrario, e- situaciones históricas de transformación radical, los
nemigo de derecha, a causa de la mistificación nazi, momentos críticos en que las ideologías vanguard ís-
INVESTIGACIONES DESARROLLADAS/50
ticas se proponían al poder .revoíucionario como lnstitucionalización de lo "otro", de la diferencia
nuevas "Kultur", los que polarizaban la atención. del grupo de Historia, respecto al armado discipli-
Del andar histórico de las crisis, de sus culturas nar .tradicional y, por consiguiente, dado que la
y experiencias tendíamos a extraer enseñanzas para departamentalización experimental había sido pro-
la gestión de la crisis que estábamos viviendo. Todo movida y puesta en marcha por el grupo de historia,
sumado, nos interesaban los momentos en que los del desmembramiento de la disciplina/facultad de
viejos dioses están muertos y no hay todavía nuevos arquitectura en saberes integrables e lnteractuantes
dioses, los momentos en que se reexhuman las imá- pero autónomos, autodisciplinares. En efecto la
genes. de los viejos dioses, en que a cada instante cientificidad elemental de las investigaciones del gru-
tienden a aparecer de nuevo, los momentos de idola- po de historia conducidas sobre la base de análisis y
tría: la "crítica de las ideologías" era, podremos de- experimentaciones, relegaba el aspecto disciplinar
cir, combatir estas idolatrías e impedir el renacer de tradicional en una dimensión pre-científica, compa-
los dioses "falsos y mentirosos", aprender a vivir en rable a aquella de la alquimia o de la astrología, di-
la incertidumbre de un mundo sin dioses, sin paraí- mensión en que todo se consideraba, "de la cuchara
sos ni soluciones finales. a la ciudad".
He indicado antes del debate interno del Insti- Me parece también que desde el '76-'77 se ha
tuto de Historia, este momento del todo informal, iniciado una reflexión sobre los temas y los resulta-
un discurrir contínuo entre amigos, en el que se in- dos de las búsquedas conducidas en los años prece-
dicaban y verificaban las direcciones de investiga- dentes. El seminario sobre Foucault y la historia ge-
ción. Este-debate y la centralidad de los temas que nealógica, sobre la historia sin orígenes, causalidad y
he indicado (metrópolis, dialéctiva de las vanguar- respuestas predeterminadas ha marcado este mo-
dias, "pensamiento negativo") determinaban una mento de reflexión sobre los métodos y sobre los
suerte de recíproca integración de las contribucio- objetivos de la investigación, sobre sus fundamentos.
nes individuales. Peter Eisenman, si no, me equivoco, Un aporte determinante a esta reflexión ha sido el
ha comparado este fenómeno, con una imagen efi- de Franco Rella a lo largo de SU participación en el
cazmente yankee, un "pasarse la pelota". (Es difícil Departamento. Creo que las contribuciones más fe-
abstenerse de replicar con el slogan Dadá "a cada u- cundas de Rella han sido los estudios sobre el aná-
no su football" y, también, con el del mayo francés lisis freudiano entendido no terapéuticamente sino
"el fottball a los futbolistas"]. epistemológicamente, como paradigma cognoscitivo.
A distancia me parece que esta configuración de De este punto de vista las formaciones ideológicas se
las búsquedas, la imagen unitaria del Instituto, tenía configuran como construcciones delirantes colecti-
un porqué fundamentalmente económico, de econo- vas, la praxis analítica como interminable y riguro-
mía de la búsqueda. Se trataba de individualizar samente experimental, los fundamentos como arbi-
puntos cardinales y trazar líneas de recorrido en la trarios y necesariamente efímeros, no verificables
inmensidad del territorio del que yo hablaba. Más sino en base .a la utilidad, a la productividad del a-
que un juego de equipo, que presupone una estrate- nálisis, al suceso de los experimentos. (Más o menos
gia de la búsqueda, por lo tanto una contradicción contemporáneamente se 'publicaba en Italia un tex-
en términos, y una identidad dada, que no teníamos to importantísimo de Gargáni con un título perfee-
sino en negativo -podíamos sólo decir "lo que no é- tamente consonante con aquellas reflexiones: El
ramos"- hablaría de la felicidad de un momento,si- saber sin fundamentos).
milar a aquella de la respuesta de Picasso a la pre- La contribución de Rella constituía una con-
gunta acerca de su método de búsqueda: "yo no firmación formidable, "a posterior!" -por decirlo
busco, encuentro", Las respuestas productivas, no de alguna manera- del carácter inconsciente del nue-
predeterminadas ni funcionalizadas a confirmar si- vo continente del que hablábamos al inicio y del va-
tuaciones de hecho, esperaban sólo las preguntas lor científico de la no propositividad del análisis, de
fecundas. Me parece que los impulsos de búsqueda la 'no operatividad de la historia, de su función no
tendrían un carácter prevalentemente extensivo, intencional mente terapéutica sino crítica, qu ímica-
geográfico: socialismo realizado en URSS, demo- mente a la manera de Michelet, que apunta a las ex-
cracia realizada en USA, socialdemocracia realiza- perimentaciones y a las transformaciones, no a las
da en Europa Occidental: en la crisis por excelen- resoluciones.
cia del modo de producción de la economía de mer- Esta confirmación científica, la acaecida depar-
cado, en relación con las prefiguraciones de vanguar- tamentalización y la consiguiente autonomía disci-
dia, con las instancias arquitectónicas, con las poi í- plinar produjeron una dilatación, casi una distensión
ticas urbanísticas y de planificación. Y los preceden- de los intereses de la investigación: en este clima se
tes ideológicos e históricos de aquellas "realizacio- ha ido configurando un interés, me parece generali-
nes": el utopismo revolucionario francés, la sociolo- zable, por los fenómenos históricos de "período lar-
gía del '800 tanto inglesa como alemana, y el pro- go" y, en cuanto tales, no circunscribibles al ámbito
gresivo hacerse tradición, disciplina, escuela de a- de la historia de la arquitectura.
quellas ideologías, de aquellos saberes y de aquellas Me parec~ que la diferencia rpspecto de las for-
experiencias. mas de atención analítica precedente es asimilable a
Esta situación de "natural" integración de los la diferencia entre el concepto de crisis como mo-
intereses de investigación comienza a cambiar des- mento y el de catástrofe como proceso: ahora se
de el '76-'77 porque en aquellos años comienza la pone más' atención a la acumulación de tensiones
57/MA TERIALES N* 5
mínimas como la suma de pequeñas vibraciones te-
lúricas que luego, en un cierto momento se transfor-
man en un terremoto, una fractura, una crisis. Ade-
más cada vez más expl ícitamente, los hechos arqui-
tectónicos se asumen como síntomas históricos, co-
mo indicios; utilizando una querida imagen de Ma-
ssimo Cacciari, como la sonrisa del gato de la Alicia
de Lewis Carroll, que quedan cuando el gato desa-
parece; el interés de fondo es para el gato-historia
mediante el análisis específico de las sonrisas-arqui-
tectónicas. Todo esto muy esquemáticamente: en
estos años, digamos del '77 al '81 obviamente el
cuadro de las búsquedas ha sido más complejo y
confuso, justamente porque el Departamento atra-
vesaba un proyectado estado de crisis de identidad;
la misma denominación institucional era un sínto-
ma, "Departamento de Análisis Crítico e Histórico".
Desaparecida la arquitectura, también la identidad.
Se han ido así sumando el cumplimiento de in-
tereses de búsquedas pasadas (como la investigación
internacional promovida por el Departamento sobre
la edilicia residencial europea de iniciativa pública
entre las dos guerras) y el emergente de puntos de
vista y nuevos intereses por lugares históricos "sim-
bólicos" (Viena de la Finis Austriae como "lugar co-
mún" de la experiencia trágica del "pensamiento ne-
gativo"), por caracteres históricos relativamente
constantes (la dialéctica de la transgresión, de la des-
aceleración desde el' '700 a las neo-vanguardias), pa-
ra figuras y categorías cardinales de la historia de la
arquitectura, pero que en cuanto tales tienden a su-
perar los límites de la especificidad arquitectónica
(Piranesi, Borromini, el Barroco), la revisión de la
categoría de lo Moderno en las investigaciones de
. Francesco Dal Co, etc.
Desde el '81-'82 este cuadro es más claro y-de-
finldo en amplias áreas de interés analítico: el cla-
sicismo renacimental "excéntrico", el mito clasicis-
ta neoclásico, lo moderno como categoría y proble-
ma del "novus", el Contemporáneo metropolitano
reciente.
Todo.sumado, salvo poquísimas novedades, a los
mismos temas de siempre, "con ojos nuevos" o para-
fraseando ahora a Tafuri, con "equipamiento men-
tal" nuevo.
No podría ser de otra manera: estamos conju-
gando el paradigma del análisis interminable, practi-
cando "el saber sin fundamentos", el "tirar las es-
caleras por las que se ha subido". El resultado actual
es que el análisis crítico de objetos históricos ha
siempre aislado tales objetos, los fenómenos de los
contextos tradicionales, dejando emerger otras his-
torias, otros contextos, otros ámbitos de pertenen-
cia, necesariamente variados, ambientándolos en o-
tro espacio, de extrema soledad -tal vez el espacio
.del "nihilismo cumplido" del que habla Cacciari- en
que los fenómenos se iluminan de otras luces, ha-
blan otro sentido, pero sobre todo aparecen del to-
do extraños a la historia entendida como continuum
unívoco, consecuencial, progresivo.
La actividad de investigación en este nuevo es-
pacio se asemeja mucho al relevamiento de hechos Man Ray, Objeto de destrucción, 7932.
casuales, de casualidades complejas. Existen tiem-
INVESTIGACIONES DESARROLLADAS/52

Max Ernst,
Fruto de una gran
experiencia,
7979.

pos variados y contemporáneos, diferentes duracio- ra" benjaminiana del Angelus Novus, que vuela ha-
nes históricas para los mismos fenómenos, múlti- cia el futuro con la mirada vuelta hacia el pasado,
ples historias en los mismos objetos, entrelazamien- impulsado por la tempestad de las crisis.del pasado,
tos de consecuencialidades (simplemente con las pa- de la crisis por excelencia, por la expulsión del pa-
labras de un compatriota vuestro "no hay sobre la raíso terrestre del conocimiento inmediato, el lugar
tierra una sola página, una sola palabra que sea lin- de la ausencia de contradicción.
neal, porque todas postulan el universo CUyo atribu- La invasión de esta ángel ha sido tal vez favore-
to más notable es la complejidad"}, cida por haber sido partícipes del fenómeno denun-
Tal vez "la intransitable utopía" de esta mane- ciado por Henri Michaux ("quien ha domado sus de-
ra de buscar-encontrar, es llegar a delinear las pro- monios nos fastidia con sus ángeles").
piedades qu ímico-físicas de la materia histórica, su
"lógica" (aunque no podría denominarse así). Me parece 'de todos modos que esta figura nos
Los materiales históricos no cambian: se bus- sigue acompañando, si bien estamos menos dispues-
can nuevos modelos, se elabora con instrumentos tos a su invasión, si bien hemos aprendido a igno-
nuevos, se ponen a punto nuevos experimentos, se rarlo.
seleccionan los resultados. La fase actual de las "in- Tal vez hemos domado de verdad los demonios
vestigaciones", se mueve a partir todavía de los mis- que se le opon ían, por eso nos fastidia; tal vez lo ha
mos temas, en primer lugar desde el Renacimiento, seducido nuestra indiferencia, educada por la expe-
pero ahora entendido como inestable categoría en riencia trágica de Walter Benjamin irremediablemen-
equilibrio precario entre Medioevo y desarrollo bur- te hipnotizado por el Angelus, por eso continúa fas-
gués. Se mira al pasado para moverse hacia el futuro tidiándonos.
sin poderlo prefigurar pero poniéndolo en movi- Tal 'vez está celoso del Angelus de las cosas.
miento. Y si ha habido en estos años una constante Tal vez tiene alas más vastas e impalpables de
ha sido la compañía, un poco invasora, de la "figu- los que nos parecía.
53/MA TERIALES N* 5
Durante el transcurso de los años setenta ha ve-
nido creciendo en Italia el interés por las alternati- La investigación
vas arquitectónicas y urban ísticas italianas entre las ~ .
dos guerras. Justamente en los primeros años de esa
década aparece una línea de investigación histórica cr itica
sobre el fascismo, que comienza sobre la guía de una
imponente biografía de Mussolini que, a partir de
1965, el historiador Renzo de Felice publica para la
sobre el fascismo
editorial Einaudi; luego continúa con una serie de
estudios e investigaciones más específicas sobre la
poi ítica económica del fascismo, sobre la sociedad
italiana de aquellos años, sobre la cultura; y más tar-
de con una Serie de trabajos que indagan en los cam-
Giorgio
pos del arte, la arquitectura y el urbanismo.
Las numerosas contribuciones, si bien diferen-
tes entre sí por contenidos e intereses, y a veces con-
Ciucci
trastantes en las interpretaciones, si bien oscilantes
entre el intento de dar marcos de referencia englo-
bantes y la exigencia de profundizar los problemas
específicos, tienen en común la voluntad de superar
la imagen tradicional del fascismo como un oscuro
paréntesis que interrumpe una presunta continuidad
de la historia italiana en los años que van de la pri-
mera guerra mundial al fin de la segunda, como in-
tervalo entre una nación monárquica, pero democrá-
tica, anterior a 1922, de inspiración liberal y socia-
lista, y un estado republicano nacido de la resisten-
cia al nazi-fascismo.
Este último esquema interpretativo, que derno-
niza al fascismo, oponiéndolo al alma popular y fun-
damentalmente democrática de los italianos surgida
en y de la resistencia, es puesto en discusión por el
análisis de la figura de Mussolini antes y durante el
período del fascismo en el poder, por las individuali-
zaciones de las elecciones realizadas por los indus-
triales que el fascismo sostiene y hace propias, por
las investigaciones sobre la burguesía como fuerza
popular y fascista, por la constatación de que existió
una cultura fascista representada también por aque-
llos intelectuales, que encontraron en la segunda
posguerra una ubicación en los partidos de centro, y
sobre todo, de izquierda (con un cambio de posición
que, es necesario precisar, no se configuró como ac-
to de transformismo político, sino como el resulta-
do último y consecuente de una toma de conciencia
y de una maduración obtenidas sobre la base de una
profunda instancia moral).
En una palabra, en los años setenta se compren-
dió que las tragedias provocadas por la primera y la
segunda guerras mundiales habían aislado un perío-
do bien definido, en el que se afirmó el fascismo, pe-
ro también que este período se funda en los años in-
mediatamente precedentes y se proyecta en los su-
cesivos.
En particular, en lo que compete a la arquitec-
tura, se publican en 1972 dos libros: L 'architettura
in Italia 1919-1943. Los polémicas de Luciano Pate-
tta, e Lo cultura architettonica italiano fra le due
guerre de Cesare De Seta, Dos textos muy diferentes
entre sí: el primero recoge escritos de los principales
protagonistas de la época, sin privilegiar ningún as-
pecto, sino más bien tratando de ofrecer un conjun-
to englobante de documentos; el segundo, mientras
INVESTIGACIONES DESARROLLADAS/54

que por un lado mantiene vivo un prejuicio moral reconstrucción totalizadora de todos los aconteci-
sobre el fascismo, por el otro comienza a excavar en mientos, esto es, que no interese el partir de hipóte-
lo profundo de aquella cultura arquitectónica que, sis bien definidas, y seguir entonces un trazado his-
no menos que en los otros aspectos es posible volver tórico en el interior de un cuadro ya dado, sino más
a ligar, para los años veinte, a los primeros años del bien reconstruir algunos momentos particulares y
siglo, y para los años treinta a las dos décadas poste- significativos, relacionar acontecimientos separados,
riores. Al libro de Patetta, que permanece como un hacer confrontar entre sí más historias, seguir I(neas
documento fundamental para quien comienza a es- de desarrollo que no son 'lineales", afrontar temas
tudiar la arquitectura italiana entre las dos guerras, no homogéneos entre sí.
se le unen sucesivamente dos colecciones de textos Entre las primeras tesis presentadas sobresale la
de la época editadas por Michele Cennamo: Mate- de L. Compagnin y M. L. Mazzola sobre el nacimien-
riali per /'analisi del/'architettura moderna, una so- to de las escuelas superiores de arquitectura en Italia
bre la primera exposición de arquitectura racional y la figura del arquitecto en el período fascista: aqu í
de 1928 (1973), la otra sobre el MIAR (movimien- por primera vez en forma orgánica, se traza una re-
to italiano para la arquitectura racional) y la segun- construcción del debate sobre la figura del arquitec-
da exposición del 1931 (1976). to entre fines del Ochocientos y los años veinte. Una
- Se ha puesto el acento, a propósito del libro breve síntesis de estas tesis, discutida en 1975, ha si-
de De Seta en un prejuicio moral. Y en efecto, aún do publicada en el volumen que acompañó la mues-
hoy persiste la actitud de delinear una historia que, tra sobre "El racionalismo y la arquitectura italiana
al indagar el pasado, tiende a seleccionar aquello que durante el fascismo" organizada por la Bienal de Ve-
debe ser estudiado de aquello que no parece merecer necia en 1976.
una profundización, sobre la base de Valores extra- Entre 1977 y 1980 son presentadas y discuti-
ños a la especificidad y al método histórico. Valores das muchas tesis de graducación preparadas en esa
justamente derivados de un juicio moral que divide especie de laboratorio que se ha ido formando y que
el bien, del cual se habla y que se pone como ejem- se vale también de la contribución de la investiga-
plo, del mal, que debe ser, si bien no callado, al me- ción sobre las ciudades de saneamiento al sur de Ro-
nos limitado. Una historia, pues, que traza grandes ma, realizada por Jorge Liernur. Han sido particular-
frescos utilizando sólo algunos colores, que viene m nte interesantes algunas tesis sobre los problemas
revestida de interpretaciones funcionales para un u- de la ciudad y el urbanismo: la de S. Buososobre la
so contingente, que se transforma en "juez" del pa- poi ítica urbana en Padua entre las dos guerras; la de
sado a la vista de elecciones presentes y futuras. Una M. Lanciano sobre Brescia entre 1926 y 1933, áños
historia, aún, que se mueve a lo largo de líneas defi- en los cuales se preparaba el plan regulador e inter-
nidas siguiendo una dirección bien determinada, con viene Piacentini con la reconstrucción de la Plaza de
un inicio, un desarrollo y lógicamente un final, que la Victoria; la de G. Botti y G. Malagoli sobre el con-
es también un objetivo final. cepto de urbanismo. Esta última es una de las me-
Pese a todo, el libro de De Seta representa un jores tesis, en la que se intenta captar el sentido del
momento importante en la renovación de los estu- nacimiento de la disciplina urbanística en Italia a
dios sobre la arquitectura y la cultura del fascismo, través también de las definiciones terminológicas y
si bien se mueve en el interior de líneas arquitectó- programáticas del tiempo.
nicas tradicionales. Otros argumentos afrontados se refieren a algu-
El interés de un grupo de docentes del Institu- nos concursos de arquitectura, figuras de arquitec-
to (hoy Departamento) de Historia de la Arquitec- tos protagonistas en formas y con incidencias va-
tura del IUAV por las vicisitudes de la arquitectura riadas, posiciones oficiales, al menos. de poi ítica cul-
italiana durante el fascismo tuvo su inicio en el año tural y arquitectónica. Acerca de este último tema
académico 1972-73, cuando fueron propuestos cua- es conveniente citar la tesis de F. Biscossa sobre las
tro cursos universitarios coordinados entre sí, para- alternativas que acompañan el nacimiento y la clau-
lelos y entrelazados, desarrollados por Massimo Cae- sura de una revista de este período, "Quadrante", en
ciari (sobre los problemas de la poi ítica económica la que se encuentran reunidos algunos de los más in-
del fascismo), 11 r quien suscribe (sobre los aconteci- teresantes arquitectos, pintores, músicos, literatos;
mientos urbanísticos y del sector edilicio) por Ma- esta tesis es una de las mejores aparecidas hasta el
rio Manieri Elia (sobre los aspectos más específica- momento sobre el tema.
mente arquitectónicos] y por Giuseppe Mazzariol Algunas de las tesis elaboradas en esos años han
(sobre el debate artístico). sido en parte utilizadas, para poner en cuestión al-
Es a partir de estos primeros intercambios de es- gunos problemas, en mi ensayo para la Historia del
tudios e investigaciones sobre diversos aspectos dis- Arte Italiano editada por Einaudi: Giorgio Ciucci,
ciplinarios, que nace la hjpótesis de activar una espe- 11dibattito sulla cittá el L.architettura fascista, vol.
cie de laboratorio, coordinado por m í, para tesis so- IX, 11Novecento, Torino 1982.
bre temas de arquitectura, de la ciudad, de los perso- Entre las tesis más recientes, discutidas entre
najes, del debate arquitectónico, de las revistas, del 1981 y 1983, hay dos que son particularmente in-
sector edilicio, del urbanismo durante el fascismo. teresantes: la de G. Polin sobre las Bienales-Triena-
Con el intento, siempre más evidente y claro a medi- les de Monza entre 1923 y 1930 (de donde surge
o da que iban avanzando y se completaban los traba- el libro de Polin La Casa Eléctrica,.Officina, Roma
jos de los estudiantes, de que el objetivo no sea una 1982) y la de M. Bortolotti sobre el estacionamien-
55/MA TER/ALES N* 5

to del "Pjazzale Roma" y la estación ferroviaria a próximos años está en parte ya delineada. J unto al
Venecia (tema que será retomado en un próximo tema del "dopolavoro" se ha individualizado tam-
número de "Casabella). bién otro aspecto, menos preciso pero más rico en
implicancias: la transformación de la ideología ar-
Actualmente. las tesis en elaboración afrontan quitectónica durante el bienio 1936-1937, cuando
varios aspectos, con una marcada atención a proble- se afirma, paralelamente al momento de máximo
mas teóricos específicos y a alternativas o momen- consenso alcanzado por el fascismo con la fundación
tos aún no suficientemente indagados o casi total- del Imperio en 1936, una arquitectura llamada a no
mente desconocidos. representar más a la "modernidad" del fascismo co-
Este último aspecto se ha venido precisando en mo régimen poi (tico (según lo creían los arquitectos
relación con una búsqueda actual de mayor alcance, "modernos" del momento) sino la potencia de una
desarrollada dentro del IUAV, coordinada por Vana nación "imperial": el llamamiento abstracto al es-
Fraticelli y por quien suscribe, con la participación píritu de "romanidad", ya presente en las teoriza-
de investigadores externos a la escuela y por los doc- ciones de los arquitector racionalistas, se transforma
torados, sobre el tema del "dopolavoro" la institu- en un requerimiento de identificación con las for-
ción organizada por el fascismo para ocupar el tlern- mas de la tradición romana.
po libre de los trabajadores. Partiendo del texto de Sobre estos temas, pues, se ha orientado espe-
Victoria de Grazia, Consenso e cultura di massa nell' cialmente la investigación, que mantiene un compro-
ttalta fascista, Laterza, Roma, 1981, en el que se a- miso definido: privilegiar siempre el análisis históri-
fronta el lado poi ítico-institucional del problema, la co y la investigación de archivo, únicos frentes de
investigación de hecho se concentra en la arquitectu- conocimiento capaces de contrastar aquella recupe-
ra de las diversas sedes institucionales del "dopola- ración acrítica de materiales, objetos, arquitectos,
voro", en las instalaciones deportivas, en las "casas" obras del período, tal cual es propuesto por las nue-
para los jóvenes, en las "casas del fascio", etc., todos vas' modas, de cuyos ejemplos negativos ha quedado
lugares relacionados con el tema del "dopolavoro". la exposición sobre los años treinta,organizada en
Una parte de los programas de tesis para los Milán en 1982.
INVESTIGACIONES DESARROLLADAS/56

Las investigaciones del Instituto


de Historia de la Arquitectura
de Venccia sobre los EE. UU.

Mario Manieri Elía


Fue un hecho natural a fines de los años cin- las ideologías -y la arquitectura- se ponen conttnua-
.cuenta que algunos cursos e investigaciones que se mente en carrera para poder saltar por sobre las con-
desarrollaban tuvieran como tema la arquitectura y dicionantes alternativas socioeconómicas que irrurn-
la ciudad estadounidense: se intentó una multipli- pen una vez puestos en el juego producción-merca-
cidad de aproximaciones, de las cuales quedan ras- do, el espacio de estudio ofrecido por los procesos
tros en los libros y ensayos que fueron publicados a estructurales resulta traspuesto. Por lo cual se ten-
partir de la traducción comentada de Autobiogra- día a apresurar el hallazgo de lugares en los cuales
fía de una idea de L. H. Sullivan (Officina, Roma instalar canteras de análisis, cediendo, en algunos ca-
1970) y que culminaron con La ciudad americana, sos, a las tentaciones de la "búsqueda del asesino".
de la guerra civil al NeW Deal, Laterza, Bari 1973. Un compromiso, que sin embargo, no dejaba de pro-
Los esquemas críticos utilizados en las investi- ducir, estando dirigido -utilizando también una gran
gaciones sobre la cultura de la "gran apocal ípsis bur- cosecha de literatura progresista- a los aspectos so-
guesa" en la Europa del último siglo; no podían de- ciológicos y poi íticos de la producción del consen-
jar de ser puestos a prueba por una realidad tan dife- so y del control de la fuerza del trabajo, no tan sólo
rente -si bien rica en analogías significativas-como la a la relativa transposición de aquellos en términos
transoceánica. La evidencia de cómo la transferencia de gestión de la ciudad y el territorio.
a los Estados Unidos de la ideología tardo-burguesa En este sentido, los puntos de referencia asumi-
europea pone al desnudo, de modo palmario, que su dos por Europa, resultaban, en USA, particularmen-
naturaleza de "falsa conciencia" era demasiado mar- te esclarecedores: las relaciones entre centro y peri-
cada para no resultar reductiva y simplista: respecto feria; poder económico-fuerza de trabajo; "boss"-
a la vastísima cosecha de frutos críticos que pod ían reformador; como aquellas de forma-función; teo-
provenir del reconocimiento de los límites del rol de ríapraxis; diseño urbano-parcelamiento. Fenómenos
la cultura europea, puesta en confrontación con las todos emergentes, en USA, con la limpieza que les
grandes ideologías trascendentalistas y los temas de confirió una situación urbana privada de resistencias
la "frontera", del americanlsmo, del fordismo, del inerciales debidas, por ejemplo, en Europa, a la fuer-
New Deal; y con los acontecimientos. estructurales te identidad histórica de la ciudad. Y todo esto en el
que subyacen a éstas. marco de una exaltante intensidad de desarrollo en
y entonces, mientras los instrumentos madura- el tiempo (rapidez de procesos de transformación,
dos en los años de la "crítica de las ideologías", se de crecimiento y de inversión de tendencia) y en el
manifestaban inconsistentes y evasivos, quedaba en espacio (relación expansión colonial-urbanismo,
pie, perfectamente operante, la voluntad y la capa- contraída en USA dentro del territorio nacional,
cidad de cortar a contravena (benjaminianamente) con la conquista del Oeste y las metrópolis del Nor-
los tejidos de una realidad diferente y sensacional, este).
desechando las lecturas convencionales y acomoda- Una condición dinámica que irrumpe no dejan-
ticias, realizadas tanto en el extranjero -por la crítica do espacio a lo que en Europa se configura como la
tradicional europea- como en el interior, por la his- dimensión de lo negativo, presente en una parte de
toriografía "progresiva" americana, las vanguardias.
De aqu í, la ausencia de la vanguardia, si no en
En el momento en que se afrontaba una cose- la ideología positiva que se apropia de un amplio
cha de fenómenos largamente estudiados e interpre- espacio, sino, y sobretodo, cuando la "enfermedad"
tados, el criterio era, entonces como hoy, evitar la de la incubación (Tafuri) de la depresión económi-
asunción de las conclusiones (y el juicio sobre las ca -tantas veces aparecida y dominada- explota sin
mismas) de los acontecimientos, a cambio de una poder ser frenada. Y de aqu í, el gran compromiso
atención a los procesos y a los mecanismos estruc- del trabajo intelectual, dirigido al perfeccionamien-
turales. to de las más avanzadas técnicas de control y de ra-
Un compromiso, cuyos límites son, a posteriori, cionalización, cuyo estudio representa aún hoy un
bien evidentes: en efecto, en una realidad en la cual campo privilegiado.
57 /MATERIALES N* 5

Arquitectura y Socialdemocracia
Arquitectura y poi íticas sociales en los años veinte.

Marco De Michelis
y Georges TeySSot

Bruno Taut,
Siedlung Onkel
Toms Hútte,
Ber! ín,
7934.
foto: landesbildstalle

Recientemente se ha podido afirmar, cabalmen- ta a los inicios: a: los "orígenes" heróicos del movi-
te, que "no existe una arquitectura fascista", o Sta- miento moderno, cuando racionalismo y radicalismo
Iinista en la "forma", existe slmplernenteIa arqui- se fundían en un mismo proyecto, arquitectónico y
tectura del período fascista o Stalinista". Se quería político.
de esta manera afirmar la autonomía de la arquitec- Estos barrios ofreci ían un ejemplo de aquello
tura en relación con los diversos regímenes, cosa que que hubiera podido ser una práctica arquitectónica
era loablemente legítima, Viktor Sklovski], en la en la cual los conocimientos económicos, estadísti-
"Mossa del cavallo" (1) 1920, afirmaba con coraje cos, sociológicos hubieran encontrado su forma.
que: "el arte siempre fue autónomo con respecto a Para nosotros, hoy, se trata de ampliar el campo
la vida, y su color jamás correspondió al de la ban- de investigación y profundizar la investigación his-
dera izada sobre la ciudadela". Se necesitará mucho tórica sobre algunos puntos particulares. Es. eviden-
empeño para demostrar la autonomía de la arqui- temente imposible proponer hoy un proyecto poi í-
tectura de Giuseppe Terragni en relación con el régi- tico socialdemocrático que actúe sobre el espacio.
men fascista, para comenzar a reconocer la autono- La historia de la arquitectura "socialdemócrata",
m ía "relativa" de la arquitectura del período Nazi no puede, y no debe, hacer otra cosa que facilitar
o Stalinista: Para numerosos arquitectos, parece que una crítica de este proyecto. Queda todavía la ur-
hubiera existido un período."ideal" en la relación gencia, que nosotros mismos advertimos, de un pro-
entre arqutiectura y poi ítica: no tanto la arquitec- yecto poi ítico sobre el espacio. La arquitectura de
tura de la República de Weimar como tal, sino aque- la socialdemocracia será entonces nuestra ideología
lla producida durante la gestión "socialdemócrata" alemana, y los arquitectos del así llamado movi-
o "liberal" de las ciudades alemanas o austríacas miento moderno formarán nuestra "sagrada fami-
entre 1918 y 1933, Iia". Nosotros proponemos:
Para los arquitectos de los años 1950 y 1960, la
visita a los barrios de interés social (los Siedlungen 1) Extender el campo de investigación: hemos par-
en Alemania, los Hofe vieneses) representa una vuel- tido de una reflexión sobre la "Socialdernocra-
INVESTIGACIONES DESARROLLADAS/58

cia alemana", que es fa socialdemocracia clásica Los efectos de esta ley, debida a intentos caritativos
por exelencia, aquella que ha provisto de un que querían garantizar el "derecho a la vida" a to-
modelo a todos los partidos socialistas occiden- dos, fueron catastróficas. El trabajador no ten ía nin-
tales en el período que precede a la primera gún interés por satisfacer a su "ernpleador", ya que
guerra mundial. La SPD es un partido poi ítico su rédito era el mismo, cualquiera fuese el salario co-
al mismo tiempo obrero (Arbeiterpartei) y po- rrespondiente. De parte suya el empleador pod ía
pular (Volkspartei), tendiente a hacerse un par- disminuir a voluntad el salario, estando tranquilo de
tido de masas además de revolucionario. Suce- que su "dependiente" habría recibido un subsidio
sivamente, será necesario extender nuestra bús- parroquial queh-abría garantizado su subsistencia
queda a otras situaciones europeas: Socialistas Como consecuencia, hasta 1834, fecha de abolición
franceses, Socialistas y marxistas autríacos, fa- de la ley por el Poor l.aw Reform Act, se observó
bianos y Laboristas Ingleses, comunistas france- una "pauperización" generalizada de los trabajado-
ses en los años '30, etc ... res: esta ley, en efecto, impidió la formación de un
2) Profundizar la investigación Histórica: des- mercado de trabajo competitivo. Sustancial mente
de el inicio, nosotros sabemos que pod íamos paternalista, destruyendo el mercado de la fuerza de
analizar algunas situaciones particulares y ejem- trabajo, la ley introducía a todos los trabajadores
plares, "Viena Roja", después de la primera autónomos en la esfera de la asistencia, retardando
guerra mundial, los paradigmas siempre citados: como consecuencia la formación de una "clase obre-
de Berl ín, Francfurt, Amsterdam ... los casos ra". Aquello que la "metáfora de Speenharnland"
menos conocidos corno Lion, como Edouard enseña a los economistas y a los políticos, es el peli-
Herriot, de Billa, con Roger Salengro en la di- gro de un "sistema de subsidios" que puede condu-
rección municipal. cir a la pauperización de la población asistida. Esto
3) Individualizar Id aparición de nuevos cometi- puede ser aplicado al nroblerna del alojamiento que
dos: la situación cambió al final del siglo XIX, es un producto alquilable por una suma correspon-
cuando nuevas fuerzas poi íticas, representantes diente, superior o inferior, a su precio de produc-
de nuevos grupos sociales capaces de expresarse ción, en base a los costos de producción. "Viena Ro-
autónomamente, manifiestan la voluntad de uti- ja", alquilando las viviendas (viejas y nuevas) a un
lizar ellas mismas los nuevos "conocimientos" precio inferior a aquel de la producción, por lo tan-
sociales, de definir ellas mi-smas las necesidades to arriesgase transformar a la municipalidad, en una
de su clientela política, la exigencia deadrninis- inmensa empresa de asistencia pública que trabajara
trar directamente los servicios públicos respon- a pérdida. Como demuestra Polanyi, los economistas
diendo a la demanda. "burgueses" no dejaban de utilizar este argumento
contra la pol ítica del SPO., para ellos, ciertamente,
Disgresión: La metáfora de Speenhamland las leyes del mercado de la construcción de las vi-
En Viena en los años '20 hay un gran economis- viendas (privadas y públicas) debían ser respetadas.
ta de tendencia Socialdemócrata: Karl Polanyi Parece que ellos no han tenido la culpa de todo. Só-
(1886-1964) de orígen húngaro. Uno de sus libros lo los economistas "burgueses" criticaban el riesgo
más famosos The Great Transformation (2) contiene aceptado por la municipalidad, esta apuesta sobre la
en el apéndice un texto curioso cuyo título es: economía. Martín Wagner el principal organizador
"Speenhamland y Viena". We qué se trata? socialdemocrático de la edificación pública-coopera-
-Antes que nada Vierta: "Viena Roja", después tiva y sindical, en Berlín formulará sus críticas a la
de la primera guerra mundial, es una ciudad con ad- experiencia vienesa en el Congreso Internacional de
ministración socialdemócrata, donde los alquileres la habitación y de la Urban ística, que tuvo lugar en
fueron puestos bajo el control de los "comités de in- la misma Viena en 1926: "También en la economía
quilinos" donde un impuesto muy severo sobre los municipal, debemos defender el principio según el
alquileres altos (Wohnbausteuer) constituye para la cual el usuario debe pagar el precio del producto
municipalidad una fuente de réditos que le permite ("Waré), precio que viene establecido sobre la base
efectuar préstamos para la construcción de vivien- de los costos de producción( ... ). Los intereses sobre
das, donde en definitiva las viviendas construídas los capitales invertidos en una construcción deben
por la municipalidad (Las Hofe Vienesas) serán al- ser en cada circunstancia recuperados a través de los
quiladas en una cuota proporcional al salario del in- alquileres, ya que también los capitales del sector
quilino, y sin tener en cuenta los costos de produc- público deben producir ganancias. No olvidemos
ción. . que el capital no es otra cosa que la fuerza del traba-
-Entonces Speenhamland: Polanyi, el historia- jo acumulado, que debe ser remunerada por un inte-
dor, analiza los efectos de la ley de Speenhamland, rés. Por lo tanto, si la municipalidad de Viena quiere
adoptada por los magistrados ingleses en 1795. Es- imponer una reducción de los alquileres, no puede
ta ley instituía en todo el país un "Sistema de Sub- hacerla sobre los intereses de la colectividad, en los
sidios". El principio, era asegurar una renta m (ni- términos extremos aplicados en Viena hasta este
ma para los pobres; independientemente de lo que momento" (3).
ellos pod ían ganar con su trabajo, subsidios, indexa-
dos sobre la base del precio del pan, eran distribuí- Munlclpoltsmo y producción del espacio
. dos por las parroquias a cualquier persona que gana- Nuestras búsquedas -como aquellas de Roger
se una suma inferior al precio de subsistencia diaria. H. Guerrand, Alain Cottereau, MicheHe Perrot, Gio-
59jMATER/ALES N* 5

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Ernst Moy
Síed/ung
Romerstadt
Frankfurt.
foto: gartenant

vanna Procacci ... - muestran que a principios del si- vidas en cambio por sectores progresistas de las
glo XX, en toda Europa, las iniciativas políticas que clases dirigentes, apován este movimiento y ha-
sirven de soporte a los movimientos para la planifi- cen aprobar las reformas legislativas que permi-
cación urbana, nacen en el seno de las grandes muni- ten la aplicación de esta estrategia: citemos el
cipalidades. Proponiéndose al mismo tiempo como Woningwet de 1901-1901 en Holanda, el debate
competidor y referente para las viejas organizaciones sobre la poi ítica del suelo (Bodennolitik) y so-
filantrópicas (cfr. [uler Siegfried), la municipalidad bre la tasación de la plusvalía territorial inmobi-
se transforma en el agente de la mediación política liaria en las ciudades alemanas, a partir de 1870;
entre los intereses del estado. (expresión de las rela- el Town Planning act de 1909 en Inglaterra, la
ciones dominantes a nivel económico), intereses in- batalla legislativa sobre la ley cornudet en Fran-
dustriales y necesidades locales. Trayendo el ejem- cia, en los años que precedieron la primera gue-
plo de Francia, el "socialismo municipal" de Paul rra mundial.
Brousse y de Benoit Malon, que representa la ten- Como sostiene Alain Cottereau, "en tal contex-
dencia reformista dentro de los partidos obreros, y to, las nuevas "necesidades" de alojamientos u-
más tarde, del "municipalismo" de Maurice Hal- nifamiliares, de servicios públicos, faniiliares,
bwachs, de Ines Guyot, de Louis Dausset, de Henri etc. legitimaban la operatividad del sistema, ve-
Sellier, se ocupan de la transformación de los dispo- lando el origen: esto era atribu ído, en efecto, a
sitivos de encuadramiento social y de la gestión de la "persona" de los habitantes cuando, en reali-
los espacios de reproducción de la fuerza de trabajo. dad se trataba de una reforma moral impuesta
Parece que el rol de la municipalidad fue preponde- por las relaciones sociales dominantes" (4).
rante en el nuevo ámbito de la organización de la 2) El campo de producción de espacios en general,
vida cotidiana (por lo menos a nivel del programa aquel de la edilicia y de la producción arquitec-
poi ítico), fuera de los lugares de producción y de tónica. Los arquitectos que hasta ahora, habían
trabajo en general. aceptado responder a las exigencias de los re-
En consecuencia, hemos intentado verificar la querimientos industriales progresisteas o filan-
real eficacia del movimiento municipal en dos cam- trópicas (cfr. las primeras experiencias de Ray-
pos específicos: mond Unwin en New Earswick, los proyectos
1) El campo de la programación de la disciplina de A. Augustin Rey para la fundación Roths-
"trabajo-familia" y su eventual utilización por child), deben inventar y reelaborar tipos edili-
parte de ciertos grupos sociales y poi íticos, en cios específicos para esta nueva exigencia,
el momento en que se hace urgente establecer
un ordenamiento social estable. Hipótesis
En toda Europa, numerosas municipalidades Relacionando los problemas históricos que he-
ponen las bases de una estratégica urbana que mos expuesto brevemente y el tema específicamen-
se articula sobre tres ejes: municipalización de te arquitectónico de este estudio, 1'1 articulación de
las infraestructuras de servicio, poi ítica de cons- nuestras hipótesis de trabajo puede presentarse así:
trucción de viviendas y de equipamiento socia- -Verificar la efectiva existencia de una arquitec-
les, y finalmente, aplicación de los planes urba- tura para las clases trabajadoras asalariadas.
nísticos. Algunas tendencias del movimiento Nuestra hipótesis es que la relación entre social-
social democrático y socialista se pronuncian democracia y Arquitectura "socialdemocrática"
claramente por un mayor control de las activi- no es una relación un ívoca, que va del aparato
dades municipales (energía, servicios, alimenta- poi ítico a los arquitectos, sino un sistema dia-
ción .. .]. Algunas campañas nacionales, promo- léctico en el cual las primeras realizaciones con-
INVESTIGACIONES DESARROLLADAS/ 60
firman el modo de vida elegido (dando lugar a cialista de Suresnes en 1919, éno se presenta a las
la reproducción de la clase obrera y trabajado- elecciones municipales de 1925 oponiendo, al "blo-
ra), establecen el tipo (expresando un cierto nú- que obrero y campesino" del P.c., el "Bloque de
mero de elecciones analizables en términos de los obreros y de los empleados" de la Unión Socia-
modo de vida traducido arquitectónicamente], lista de Suresnes? Las mayores realizaciones Urba-
terminan por concretar los problemas y las res- nas del departamento de] Sena de este período (co-
puestas dadas; es una de las razones por la cual mo Chatenay-Malabry o Plessis-Robinson) Zno es-
se puede hablar de'~'arquitectura socialdemocrá- tán casi enteramente formadas por alojamientos de
tica". empleados?
-Verificar si las realizaciones de las grandes mu- Recordemos en definitiva que Martin Wagner, el
nicipalidades, entre las dos guerras constituyen futuro Stadtbaurat de Berlín, el responsable de la
el primer ejemplo concreto, sobre el plano in- poi ítica de los alojamientos populares en la capital
ternacional, de la edificación de una arquitectu- alemana, aparece en Paris, en la conferencia sindical
ra para una sociedad de asalariados y de emple- y gobernativa franco-alemana sobre la Reconstruc-
ados, comprendiendo consecuentemente en su ción del norte de F rancia, en 1921, como represen-
estrategia los elementos fundamentales del mo- tantede la Unión de Técnicos, empleados y funcio-
do de vida asalariado, transcribiendo en el es- narios (Bundes Technischer Angestellten und Beam-
pacio este modo de vida. Se trataría de una uto- ten). Podremos acumular otros ejemplos y pruebas.
pía concreta, en la medida en que ella aparecie- Quizá sería también fácil demostrar que la ma-
se, a nivel del espacio, como despojada de cual- yor parte de los alojamientos construídos por enti-
quier contradicción, estando interiorizada del dades públicas, en Europa entre las dos guerras, se-
modo de vida asalariado. rán habitados por las "Clases medias" en general, y
Desde este punto de vista, la arquitectura fun- por los empleados en particular (con la sola escep-
cionalista, "moderna" aparecería entonces co- ción de Viena).
mo una "regresión temacrática" de la época del Se puede entonces formular una hipótesis más
capitalismo monopolista. precisa: lel alojamiento social de 105 años 7920-
7930 no representaría, de manera apropiada, "La ar-
La civilización del asalariado y la cultura del emple- quitectura de 105 empleados"? ¿No es necesario, co-
ado. mo consecuencia, colocar en modo más global, el
Quizá no se profundizó bastante sobre el tema análisis de esta arquitectura dentro de una "cultura
del asalariado y del empleado en el debate cultural de 105 empleados"?
y sociológico de los años veinte, y no se midió su pe- Desde 1929, un arquitecto y sociólogo como
so en relación con las estrategias poi íticas actuadas Siegfried Kracauer había ya pensado analizar de mo-
en Europa. Bajo la denominación genérica de "clase do sutil esta "cultura del empleado", para poner en
obrera", se encuentran confundidas diversas catego- evidencia las contradicciones.
rías sociales y económicas, mientras el examen de Leamos las conclusiones de su investigación (6):
los requerimientos, la expresión de las necesidades "Ya que la profesión no nos brinda ninguna sa-
materiales, de las aspiraciones sociales, no se hará tisfacción -observa hablando conmigo el secretario
en función de una clase en general, sino que eviden- de un sindicato libre de empleados- 'hace falta llegar
temente a través de la valoración de la influencia y a la gente contenidos desde afuera'. Entre estos re-
del peso poi ítico (y también electoral) de cada gru- medios están el arte, la ciencia, la radio, y natural-
po social, más o menos activo. mente el deporte (... ). Proceder deesta manera equi-
Muchos indicios tienden a demostrar que los vale a tender un cordón alrededor del trabajo meca-
empleados (intelectuales, funcionarios, asalariados nizado -como si se tratara de un centro infeccioso.
de las tiendas y las oficinas ... (5)) forman una catego- (... ). Esa opinión según la cual las desventajas de la
ría halagada por el poder. Después de todo, era para 'mecanización deben ser eliminadas con la ayuda de
los empleados (de las industrias de los ferrocarri- contenidos espirituales que son aplicados como me-
les ... ) que 105 empresarios habían construido los pri- dicina a su vez es todavía una expresión de la reifi-
meros barrios de habitación. cación contra cuyos efectos es directa. Se basa so-
Después de mucho tiempo, aparece que los em- bre la concepción según la cual los contenidos re-
pleados han sabido mostrar claramente su aspiración presentan datos "concretados" que pueden ser pre-
a un alojamiento decente y confortable. vistos a domicilio como mercaderías".
¿No ha afirmado Maurice Halbwachs, desde Por esto -prosigue Kracauer- el ensañamiento
1913, que a paridad de gastos, los obreros continúan del marxismo vulgar, presente en la ideología de
destinando la mayor parte de sus ganancias en la ali- los sindicatos socialdemocráticos, descuenta el pre-
mentación y los empleados en el alojamiento y la cio de su debilidad: para las organizaciones de em-
habitación? pleados, los "contenidos" educativos son la super-
Henri Sellier, el futuro administrador-delegado de la estructura de la sub estructura social y económica
oficina departamental de los HBM, que trazará la que les corresponde para un período dado.
poi ítica del alojamiento social en los arrabales parisi- Deporte, gimnasia, juegos de masas, fiestas, can-
nos entre las dos guerras, zno debuta en poi ítica co- tos, habitación racional, espacios verdes, excursio-
mo secretario de la Federación de los Sindicatos de nes en la montaña, servicios públicos y equi pamieh-
los empleados? El mismo Sellier, elegido alcalde so- tos, "jornadas del libro", enciclopedias, literatura,
61/MA TERIALES N* 5

poesía, danza, bailes públicos, escuelas de belleza, sin embargo divide todo: la desesperación, la preo-
dentífrico ... todos los productos y los valores cultu- cupación, la incertidumbre, todo excepto la clara
rales adoptados por la socialdemocracia están all í conciencia de la propia condición".
para defender de la desolación del trabajo burocrá-
tico y tailorizado. La realidad del trabajo, la grave- La esencia de /0 "táctica socia/democrática"
dad de la situación económica son enmascaradas El análisis de Mario Tronti ilustra claramente la
por la "falsa conciencia" del empleado, a través de naturaleza contradictoria de la socialdemocracia ale-
una especie de remoción. Es aquello que notaba mana: "Lukács había visto justo (... ) al desnudar la
Walter Benjamin en el mismo período, reseñando el esencia de la 'táctica socialdemócrata', según la cual
libro de Kracauer (7): "hasta que la teoría marxis- el proletariado debe asumir compromisos con la bur-
ta de la superestructura no sea completada por a- guesía, porqué la verdadera revolución está todavía
quella explicación del origen de la falsa conciencia lejana y sus verdaderas condiciones no subsisten to-
de la cual sentimos más que nunca la necesidad, has- davía: 'cuando más maduran los presupuestos sub]e-
ta entonces, será siempre imposible responder a la tivos y objetivos de la revolución social, com mucha
pregunta: ¿Como sucede que de las contradicciones mayor pureza el proletariado puede realizar sus pro-
de una situación económica nace una conciencia in- pios fines de clase. Ya que el compromiso en la pra-
adecuada con respecto a ella? sin recurrir al esquema xis presenta, al revés de la moneda, un gran radica-
de la remoción". lismo, una voluntad de absoluta pureza de los prin-
Berl ín es, por excelencia, la ciudad de los em- cipios en relación con el {ir último '.
pleados: "Hoy Berl ín es la ciudad que tiene una cul- Esta es la social democracia, la clásica, la his-
tura manifiestamente administrativa (Terciaria); y tórica. No es exacto que fuera abandonado all í el fin
por lo tanto una cultura que está hecha por emplea- revolucionario. Se produce aquí una confusión con
dos para los empleados, y que la mayor parte de los alguna fórmula del revisioaisrno bernsteniano. La
empleados considera una cultura" (8). obra maestra de aquella socialdemocracia era el he-
La ciudad se organiza entre el centro y la peri- cho de tener tácticamente juntas las dos caras de la
feria: en el centro el empleado se distraerá en los moneda, las dos posibles poi ítlcas del partido, una.
"barracones del placer", que a él le ofrece la socie- ideología de puros principios subversivos". (12)
dad capitalista; en la periferia, en las Sledlunqen, la El debate sobre la socialización de los medios
comunidad les preparará espectáculos colectivos y de producción, entre 1918 y 1921, nos muestra esta
"colectivistas". doble naturaleza de la poi ítica socialdemócrata ale-
"He asistido -cuenta Kracauer- a la m ímica co- mana. Por una parte: el movimiento de los consejos,
ral y recitado de una Unión sindical libre. Los jóve- sobre un empuje anti-institucional, derivada de la re-
nes actores, muchachos y muchachas, se lamenta- volución de noviembre. Por la otra: la necesidad de
ban, con las espaldas curvas y los brazos caídos, de poner en marcha lo más rapidamente posible la má-
su suerte por la cual estaban sujetos a la máquina, y quina productiva que, desde el final de guerra, se ha-
después se incorporaban y en una especie de proce- bíaparado.
sión triunfal alababan el reino de la libertad. Fue un En el medio: la socialdemocracia debe garanti-
espectáculo del cual las buenas intenciones no eran zar la mediación entre movimiento revolucionario y
menos conmovedoras que la pobreza estética". (9) organizaciones capitalistas. No obstante los eventos
En Berl ín-Britz, cada setiembre, Se organiza u- que parecían desmentir el optimismo revoluciona-
na fiesta con "Massenspiel", juegos de masas: infor- rio, la SPD razona todavía según la teoría "clásica",
maciones sobre los programas de la fiesta, calenda- como lo había formulado Kautzky en 1909: más la
rio pleno de festividades socialistas, consejos para la contínua expansión del modo de producción capi-
organización de la escenografía, de los juegos gim- talista se desarrolla de. manera necesaria e inevita-
násticos, ideas para obtener efectos expresionistas, ble, más la irremovible oposición a esta expansión se
para el uso de las antorchas, de las banderas, de los vuelve fuerte e inevitable: la revolución proletaria".
coros, de las danzas, elaboración de una geometría De manera que, las fuerzas que buscan reesta-
de las masas humanas ... Es el gran instrumental de blecer el "espíritu de conciliación" que había preva-
la cultura socialdemocrática. Todo encuadrado en lecido durante la guerra, la SPD y ciertos sectores
la Grossied/ung que le ha "conferido al trabajo una progresistas de la burguesía industrial, se encuentran
apariencia arquitectónica, un valor cultural". (10) ubicadas de frente a dos problemas: el restableci-
Ernst Bloch destaca en 1935 la ambigüedad de miento y el aumento de la productividad, la funda-
la estética arquitectónica del movimiento moderno ción de una nueva democracia económica.
(11): "detrás de la fachada 'funcional', 'objetiva', Karl Korsh, representante de la tendencia de iz-
de niquel y de vidrio no hay más que ropa sucia, pe- quierda de la SPD en Baviera, podía escribir: "Al
ro es justamente esto lo que debe esconder la trans- centro se encuentra la producción como quintaesen-
parencia del vidrio". Por un lado, la racionalidad cia de las relaciones sociales ... isobre los lugares de
blanca, aérea, higiénica de la periferia urbana organi- trabajo, la masa de los trabajadores debe estar pasi-
zada, por el otro las luces de la ciudad, de la noche: vamente subordinada a aquellos que dirigen los pro-
"ellas indican al empleado la dirección que debe to- cesos de producción". El industrial Siemens era de
mar: señas muy brillantes para no ser sospechosas de la misma opinión: "hoy nosotros estamos goberna-
distraer de la verdadera dirección, aquella que con- dos por una única ley. Esta ley se llama: aumento de
duce al proletariado. Con esto último el empleado la producción". Como dice Walter Rathenan: "So-
62

Bruno Taut
Martín Wagner
Síedlung Britz
Berlín
foto: landesbildstelle

cialización y organización significan: realización de del marco, las cooperativas y las empresas "socia-
sistemas de suministros, estandarización completa lizadas" -como la Bauhutten- podrán desarrollar
del trabajo, división racional del mercado, integra- su actividad: esas son la expresión operativa no só-
ción vertical de los sectores para eliminar el lucro de lo del movimiento socialdemocrático, sino que tam-
los intermediarios comerciales". bién de las organizaciones de los empleados, poi í-
El Reich (el estado alemán) y el Lander (las ad- ticamente muy moderadas, de las organizaciones
ministraciones regionales) habían tomado una serie profesionales, de las instituciones religiosas. Nume-
de medidas urgentes, para combatir los efectos de la rosas municipalidades constituyen empresas muni-
inflación. Había sido decretado: el bloqueo de los cipales de construcción -sociedades públicas o mix-
alquileres, el censo obligatorio de los alojamientos tas- además de empresas municipales para la provi-
no habitados, la prohibición de habitar más de una sión de materiales de construcción. Esta socializa-
vivienda, el control sobre los cambios de residencia, ción "lenta" del sector hecha por la SPD, al inicio
en particular en los casos de matrimonio, con la 0- de los años '20, tendrá efecto sobre movimientos
bligación de inscribirse en una lista de espera; el de- culturales y poi íticos muy diversos: los sistemas de
recho de la municipalidad de requisar los edificios las empresas públicas y de las cooperativas serán ex-
deshabitados, fábricas, cuarteles, depósitos, escuelas perimentados en las ciudades directamente por los
para transformarlas en viviendas. católicos o por la derecha.
Según el estudio de Albert Gut sobre la políti- Para la socialdemocracia alemana, el objetivo
ca de vivienda en Alemania (publicado en 1928), es- principal no es crear una economía "racionalizada",
tas medidas habían permitido encontrar "muchos sino de introducir una real racionalización de la pro-
miles" de viviendas. Por lo tanto, entre 1919 y 1923 ducción, que consienta el aumento de la productivi-
se aplica. una economía de urgencia ("Zwangwirt- dad. ella realiza las transformaciones que el capital
schaft"). La introducción de una poi ítica m ínima- tradicional no se atreve a imponer. Desde este punto
mente "socializada" en el sector de las construccio- de vista se observará siempre una rigurosa remunera-
nes era objetivamente moderada por el estancamien- ción del capital invertido, evitando seguir el ejemplo
to del sector. Para un sindicalista como August de la política vienesa de "asistencia a la vivienda".
Ellinger, los incapaces eran los empresarios capitalis- En Frankfurt los alquileres de la Siedlungen, cons-
tas que no reestablecían la producción. truídas por Ernst May, ascienden a un tercio y tam-
En cambio el debate sobre la socialización no e- bién a la mitad del valor del salario medio de un o-
ra para nada moderado: dos comisiones, gobernativa brero. En Berl ín, en la Siedlung Zehlendorf proyec-
y sindical, consideraban la modalidad de la socializa- tada por Bruno Taut para la GEHAG, el alquiler de
ción. Se delinean tres posiciones: un departamento de dos habitaciones es de 71 mar-
- la de Karl Kautzky, para la municipalización cos, mientras que el salario medio de un obrero es
del sector. de 180-200 marcos.
- la de Hans Kampffmeyer, líder del movimien-
to para la ciudad-jardín en Alemania, con apo- Arquitectura, técnica y expresión
yo de las cooperativas de propietarios y de in- En el análisis de las Siedlungen en Alemania, y
quilinos, financiadas a través de préstamos del de los barrios periféricos de viviendas populares en
estado. Europa, no habría que olvidar subrayar, como no
- la de Martin Wagner, el futuro Stadtbaurat ha dejado de hacerlo Ernst Bloch, la "Biqotter/a"
de Berlín, para la constitución de empresas puritana' del design de los muebles estandarizados,
socializadas autónomas (13). la higiene de la repetición escandida de las células
A partir de 1924, después de .Ia estabilización mintmas y de los edificios con estandars óptimos,
63 /MA TERIALES N* 5

Bruno Taut
Martin Wagner
Siedlung Britz
Berlin
7926-28

la taylorización de los dispositivos racionalizados de cas de una solución, vislumbrada por Bloch, simbo-
la vida cotidiana (cocina, corredores, escaleras); Al lizan las contradicciones del arquitecto durante la
mismo tiempo, es necesario no olvidar cuando se ci- gestión socialdemocrática. En ei "espíritu de la U-
ta la crítica a la "frialdad técnica" formulada por topía", la solución se traduce.en una resurrección
Ernst Bloch, que él trataba de demostrar que el anti- de la ética del otium, del ocio creador (y no del
pathos del objeto "inesencial" era correlato y día- tiempo libre") (16). El "lujo democrático" el mi-
lécticamente indlsociable de la expresión, Bruno to de la transferencia del esfuerzo a la máquina, po-
Taut "arquitecto expresionista", si es posible usar ne en juego el concepto mismo de trabajo, En la
esta definición, afirma 'en 1928. "el patético muere, Alemania de Weimar, bajo la influencia socialdemó-
el pathos, el comportamiento heroico (...) nos son crata, la crítica, las prácticas, los proyectos poi íti-
extraños". Ernst Bloch subrayará: "la herencia del cos estarán constantemente divididos entre una nos-
expresionismo no se ha agotado, ya que ella debe talgia del trabajo precapitalista (con referencias
dársenos aún". De esta manera él mostraba la inclu- subterráneas al socialismo de William Morris) y la
sividad de dos movimientos, de dos esferas cuyo en- anticipación de una concepción del trabajo perfec-
frentamiento era al mismo tiempo trágico y necesa- tamente militarizado, entendiendo esta "militariza-
rio: los mundos de "la gran Expresión" y de "la ción" como realización máxima del valor del traba-
gran Técnica". jo. En ambos casos, aquello que es desesperadamen-
"El nacimiento de la tecnica integral y el naci- te afirmado, defendido (4 millones de desocupados
miento de la expresión integral, por cuanto deban en 1930) es la idea misma del trabajo como valor.
ser rigurosamente distintas, derivan de la misma ma- Pero la idea del trabajo armonioso se disuelve "con-
gia: la más absoluta falta de ornamentos de la prime- cretamente". Se trata de la disolución de la armonra
ra la máxima profusión de ornamentos en la segun- de los diferentes trabajos, de la suma de las diferen-
da, sin embargo son variables del mismo éxodo. (14) tes acciones que hubieran debido sostener el sistema
Más que la antigua oposición entre arte y cien- el sistema político de Weimar (así habían tomado el
cia, lo que aqu í se afirma, en el texto de Bloch co- b-autismo los nazis).
mo en las páginas de la revista "Fruhlicht" de Bruno El sociólogo francés Henri Raymond nos dice:
Taut, es la oposición "moderna". entre Técne y "La, poi ítica socialdemócrata no considera los asala-
poieln. De cualquier modo, esta oposición no puede riados como miembros de un movimiento tendido
resolverse en una sfntesis, en una "solución", como hacia la 'propia extinción. Cuando el movimiento de
Bloc~ creyera poder proponer todavía: "debe reinar los asalariados va hacia la propia extinción (a, causa
la gran técnica", es decir el "Lujo" para todos, ellu- de la crisis, de la desocupación, de la guerra), es la
jo democrático e ingenioso que genera comodidad y socialdemocracia misma que es aniquilada. Detrás
refrigerio, una reconstrucción del planeta tierra a- de la idea de la gran técnica y de la gran expresión
cordando eliminar la pobreza, transferir el cansancio estaba la idea de una gran política; la poi ítica de la
a las máquinas, a' transformar en automático )' cen- socialdemocracia alemana. es justamente eso lo que
tralizado lo inesencial, y por consiguiente a crear la no es más posible en la Alemania de Weimar. El pac-
posibilidad del ocio. Y debe reinar la "gran expre- to poi ítico y social está roto. Los trabajos y las ac-
sión ¡~ que debe restituir el ornamento en profundi ciones (cuando la actividad de la técne se escinde de-
dad, y conceder a la pena interior que resuena en el finitivamente de aquella de la poiein) no están más
silencio de la solicitud externa, las claras marcas de en armo n ía en el "sistema" poi ítico. La gran Políti-
la comprensión, los puros ornamentos de la solución ca hubiera sido aquella de la síntesis de las acciones
(15). (socializadas, municipalizadas, etc.) y de los trabajos
Gran técnica, Gran Expresión, las vias dialec~i- de las distintas categorías, mientras la situación real
64

Ernst May
Siedlung
Bauch felderstrasse
Frankfurt

de Alemania se traduce en un conflicto generalizado


entre los diferentes "trabajos": conflictos entre NOTAS
trusts de la industria liviana y trusts de la industria
1- V. Sklovskl] , LA JUGADA DEL CABALLO, de Dona-
pesada, conflictos entre administraciones de los
to Bari 1967
"Landers" y administraciones de las ciudades con-
2- LA GRAN TRANSFORMACION, Einaudi, Torino
flictos entre trabajadores especializados y no' espe-
1974 •
cializados (gelernte y ungelernte), conflictos entre
3- Martín Wagner "Der Internationale und Stadtbau-
desocupados, proletarios y empleados. Entonces, la
kongress in Wien", WOHNUNGSWI RTSCHAFT, Nro.
Expresión es revuelta y el expresionismo se resuelve
18-19,3 jg Berl ín, lro. octubre 1926, p. 155, citado
a mostrar las distorsiones de la gran Forma. La inte-
por L. Scarpa, MARTIN Wagner, tesis dactlloqraflada,
gración a través de los dispositivos de los servicios
departamento de historia de Venecia O.U.A.V.), 1979
colectivos y las redes de 'servicios sociales no llenará
4- A. Cottereau en POLlTiQUES ET PLAN I FICATIONS
a la paz .social. En 1934, las banderas con la cruz ga-
DES VILI.-ES, Dieppe, 1974~ pp, 790 ess; trad. lt, en
nada son desplegadas por los habitantes en las venta-
AA.VV LE MACCHINE IMPERFETTE, Officina, Ro-
nas de Romerstadt, la Bella Siedlung de empleados
ma, 1980, pp, 505 Y ss.
construída por la socialdemocracia en Frankfurt.
5- Cfr. Porque no somos comunistas? Comité municipal
Pero la segunda guerra mundial no ha interrumpido
de la unión socialista de Suresnes, impreso en Suresnes
el diseño de equipamiento del habitat de las nuevas
sd. (1925)
clases de asalariados. Por ejemplo en Francia J ean
6- S. Kracauer, DIE ANGESTELL TEN. AUS DEM
Giraudoux, portavoz del partido "planificad~r" y
NEUESTEN DEUTSSCHLAND, Frankfurt am Main,
autor de la introducción a la primera edición de la
1930; trad. it; GLlIMPIEGATI, Einaudi, Torino 1980
carta de Atenas, escribía a propósito de Francia en
1939: "Nuestra República no ha concebido la pro- 7- Vv_ Benjamin, DIE GESELLSCHAFT, VII (1930),
pia instauración y la propia existencia según princi- trad. It, CRITICHE E RECENSIONI, Einaudi, Torino
8- Ibld., p. 12
pios de belleza, de vastedad, de comodidad, que han
9- Ibid., p. 111
siempre caracterizado lós regímenes que nos han
10- En la revista anónima de la Grossiedlung Britz:
precedido. Con su advenimiento, ella no ha traído
Wohngemeinschaft, Berlfn, 13 septiembre 1929, cita-
consigo aquello que las otras democracias, america-
do por l. Scarpa, Martin Wagner, op, cit ..
na y. holandesa, danesa o alemana, se han puesto a i-
11- E. Bloch, ERBSCHAFT DIESER ZEIT, (ed, del 1935)
maginar y a perfeccionar desde el primer día: sus
trad. Francés, HERITAGE DE CE TEMPS, Payot, Pa-
propios muebles. Ella se conforma con vivir en habi-
ris 1978, P. 28
taciones amuebladas ... " (17)
12- M. Tronti, OPERAI E CAPITALE, Einaudl, Torino
Pero, prosigue Giraudoux, los muebles existían
1971,p.279
en Francia, en "algunas municipalidades, en general
13- El texto de Martín Wagner está traducido en M. Tafu-
socialistas o comunistas, que, en nuestra tierra han
ri, LA SFERA E IL LABIRINTO, Einaudi, Torino
entendido su deber". Ellas "pueden testimoniar la
14- E. Bloch, LA FREDDEZZA TECNICA, en TECNICA
facilidad con la cual el obrero francés adopta.cada
E CULTURA (a cargo de Tomás Maldonado}, Feltrine-
mejora de la propia existencia, y de su extrema do-
11i,Milan 1979, p. 242
cilidad para respetar y apreciar las reglas -que impo-
15- E. Bloch, lbid., p. 243
ne la propiedad privada o pública, además del gus-
16- E.Blocl¡l, LO SPIRITO DELL'UTOPIA (ed. del 1923),
to por la casa y los lugares cercanos a ella". El pro-
La Nueva Italia, Florencia 1980
grama de la segunda reconstrucción postbélica esta-
17- PLEIÑSPOUVOIRS, Paris 1939
ba trazado.
65/MA TERIALES N* 5

Album Van Doesburg


Autodafé (pseudo entrevista)

Sergia Palana
Ante el requerimiento de que elaborase un trabajo sobre Holanda
-tema que más ha desarrollado en sus investigaciones-
Sergio Polano preparó un "Album" fotográfico sobre Van Doesburq
y la "pseudo-entrevista" en la que da su opinión sobre el
Departamento de Historia.

Christian
Emile Marie Küpers,
alias Theo Van
Doesburg,
alias l. K. Bonset,
alias A Ido Camini:
pintor,
escultor,
poeta,
literato,
diseñador,
arquitecto,
crítico militante.
INVESTIGACIONES DESARROLLADAS¡ 66

Pregunta- Hoy trabaja usted como investigador del asunto -esto para responder a la primera pregun-
(ésta es la definición oficial) en el Departamento ta- sería bastante molesto y creo que no le interesa-
de Historia de la Arquitectura del /UA V. ¿Cómo ría a nadie, en efecto; sintetizapdo: obtuve una be-
llegó a Venecia y cuál fue su formación? ca ministerial, comencé a cursar el año académico
Respuesta- Dice usted bien, "llegué" a Venecia, 1974-75, y entré a formar parte del parque de los
desde Roma, a fines de 1971; estaba en 3er. año, "precarios" de la universidad; la beca, bienal, me fue
Roma me parecía una ciénaga. Era lector de "Con- renovada y luego congelada; finalmente (luego de
tropiano" y Venecia parecía el único lugar serio pa- largas tratativas) apareció la ley universitaria, la mis-
ra terminar la carrera de arquitectura. En Roma es- ma que redujo el personal docente a sólo tres figu-
tudié un año Medicina, completé los exámenes, lue- ras: investigadores, profesores ordinarios y asocia-
go me dirigí a la Facultad espiritualmente más cer- dos. Concursé, gané y hoy cumplo una actividad a-
cana, Arquitectura. Pero, me parece que estoy sien- quí. Pero, en poco tiempo, el Parlamento va a discu-
do demasiado autobiográfico! tir la permanencia o no de esta actividad en la uni-
P- ¿ Venecia correspondía a la imagen que ofre- versidad, para la que se ha elegido la infeliz denomi-
cía de sí misma? nación de investigador, inventando los ajustes opor-
R- Cuando uno es estudiante, me parece, tiende tunos. Con respecto a la segunda pregunta, la res-
a ser muy severo en sus juicios, a veces demasiado puesta será algo más extensa. Trabajé en el área con-
seguro de sí mismo, y a veces arrogante, pero uno temporánea, ya que me doctoré trabajando sobre
está en contacto con hechos, se viven y se ven cosas Theo Van Doesburg, De sti]l y las vanguardias ar-
que muy difícilmente el docente llega a captar. En- tísticas en Europa. Por lo tanto, en una estrecha re-
tonces, Venecia no correspond ía a la imagen que yo lación con las investigaciones de entonces: América,
me había hecho muy subjetivamente e inclusive pro- la Alemania de Weimar, la URSS. La tesis fue el
yectado: era mejor y peor, según lugares y situacio- punto de partida para una gran antología que gestio-
nes. El Instituto de Historia hab ía merecido presti- né sobre Van Doesburg, me fascinó Holanda, y que-
gio y gran presencia poi ítica. Algo fascinante en a- dé dentro de ese marco geográfico profundizando
quellos años, uno se acercaba con muchísimo respe- temas que me parecían no-explorados: la poi ítica e-
to a él. Había ocupaciones, asambleas, lucha estu- dilicia de masas entre 1870 y hoy. y los otros perso-
diantil, trabajo político, voto político, fiscalización, najes claves de la gesta arquitectónica holandesa, co-
etc. Había cursos muy serios, interesantes y frecuen- mo jacobus johannes Pieter Oud. He encontrado un
tados, muchos "griegos", muchos estudiantes-traba- modo de excavar parejo, con una cierta satisfacción,
jadores, mucha ideología. La escuela había funcio- también por el reconocimiento exterior. Este ha si-
nado, no obstante el '68 y los póstumos (o tal vez do, hasta hace poco tiempo, el centro de gravedad
justamente por esto). de mi trabajo. Ahora estoy preparando, en cambio,
p. ¿Por qué llama "escuela" al /UA V? ¿Cuál una antología de escritos de Hugo Haring: entonces
fue su relación con el Instituto de Historia donde, Alemania, Ring, orgánico-geométrico. Aquello que
si no me equivoco, se recibió usted? debo constatar y que está alrededor de los temas so-
R- Llarnarlo "escuela" es un cariñoso apodo, bre los cuales he trabajado (me refiero obviamente a
muy antiguo, que 'adopté (como todos lo hacían) Holanda) ha tenido recientemente una verdadera de-
y no me disgusta para nada. Mi relación fue simple: flagración editorial y expositiva. El panorama críti-
le pedf ¡l. Tafuri doctorarrne con él, en una fatídica co y documental se ha enriquecido enormemente en
tarde de Roma (me aconsejaron hacerla así, por- relación a cuando yo había comenzado a ocuparme,
que en Roma Tafuri estaba siempre muy ocupado) y la aparente solidez de aquellas construcciones his-
basándome en una cierta argumentación. Me respon- toriográficas se ha disuelto en análisis más circuns-
dió "está bien", me aconsejó, me dio direcciones y tanciales; pienso en las imágenes que la historiogra-
bibliografía. Yo seguí en este proyecto, me fui al ex- fía de los textos clásicos (Zevi, [affé) había constru-
terior para las investigaciones necesarias, presenté el (do en torno a De Stijl, como un movimiento com-
estado de la tesis, discutimos, escribí la tesis, algunas pacto, unitario, coherente. Hoy sabemos que la his-
otras verificaciones, y ellO de Octubre de 1974 me toria es mucho más compleja, articulada, contradic-
doctoré "curn laude" luego de una fascinante pre- toria, y emerge el rol central de Van Doesburg, co-
sentación del relator. Doctorado, se entiende en Ar- moinequfvoco motor de un grupo, como creador
quitectura, con tesis de Historia. A los exámenes de -tarnbién aquí- de una imagen de movimiento. El
historia los realicé en Roma aqu í hice algún curso trabajo filológico, ha sido (y es) fundamental: el co-
cuando era estudiante por interés, pero estaba dema- noclrniento exhaustivo de los textos, escritos, dise-
siado ocupado con la tesis y los exámenes científi- ñados o como sea, la búsqueda profunda sobre el
cos.' Esta fue la relación: débil como asistencia ma- "puzzle", son elementos básic s; después si puede
terial o didáctica, asidua como compromiso de in- ser más o menos agudo, brillante, intuitivo -no bas-
, vestigación y confrontación mental. ta, a mi parecer.
P- Desde entonces han pasado diez años: ¿có-
mo ha madurado el proceso por el cual usted es Me olvidaba: he cumplido una serie marginal de
hoy investigador del Departamento, y en qué rela- otras exploraciones, siempre dentro de lo contempo-
ción se encuentra con las estrategias departamen- ráneo, siguiendo una serie de mis intereses, sobre to-
tales de investigación? do en torno a aquellos temas 'de la representación,
R- Reconstruir todas h~ fases (burocráticas) en sus diversas formas.
67 /MATERIALESN* 5

"Transtiquracion
estética de un
objeto" de
Grundbegriffe der
neuen gestaltenden
Kunst, Bauhaus-
bucher, 7925.
La secuencia de las
. imágenes publicadas
en el ensayo teórico'
más importante de
Van Doesburq,
ilustra
didácticamente el
proceso de
abstracción, de des-
naturalización de la
pintura
"neoplástica": de la
fotografía de una
vaca se pasa,
atravesando una
progresiva
purificación, a la
"composición" (en
la otra página) que
es la Composición
VIII. La vaca, 7917,
Col. Museum of
Modern Art, New
York.
68

Un collage "a la"


Dadá, de
Van Doesburq,
cerca de 7927.
69/MA TERIALES N* 5

Modelo de "Casa para artista", proyectada


por Van Doesburg y Van Esteren en 7923,
como manifiesto de la "nueva
arquitectura plástica" (abajo).
Dos axonométricas isométricas
superpuestas (con rotación de 90') del
proyecto de casa-atelier Van Doesburg,
primero y último proyecto de
arquitectura enteramente concebido por
Van Doesburg. (izquierda).

P- Retomando un hilo seguido por sus últimas' existe, vaya ver, toco con mi mano. Este es el mé-
palabras, cen qué términos se ha impuesto en su tra- todo: tratar de saber más, reflexionar, leer, verifi-
bajo un problema de metodología histórica? car con los demás, si es posible.
R- Yo estoy de acuerdo con un solo método: el P- Pero, ¿hay una relación directa entre este
empírico. Quiero decir, en cada investigación, una trabajo y el compromiso didáctico? Quiero decir,
vez adquiridos los instrumentos fundamentales de Zcámo se verifica la búsqueda en la didáctica?
rigor filológico, de acercamiento a las fuentes, a los R- La relación está. Yo he desarrollado, en to-
archivos, luego de una sistemática indagación ... resu- dos estos años, un trabajo de asistencia didáctica
miendo, no hay mucho que inventar. No hay "un" en varios cursos. Sobre todo en los de Dal Co por
método universal para aplicar, certificado por al- una afinidad evidente. Por un lado, dicté una serie
guien, por lo menos yo lo creo así. de seminarios "institucionales", o sea sobre temas
Es importante sentir, escuchar lo que habla, las y figuras portantes; por el otro, desarrollé ciclos de
voces que susurran desde el material con el que tra- clases más monográficas (frente a una platea de en-
baja uno. En caso contrario, es mejor dejar todo. tre 70 y 250 estudiantes), en las que expuse las nue-
Soy un diletante, también en el sentido que gozo ha- vas adquisiciones de mis investigaciones. No se tra-
ciendo mi trabajo; si no fuera así, no hubiera segui- ta de un transvasamiento directo, sino más bien de
do en este trabajo. Cuando no goce más, yo que soy una mediación, tal como es justamente la tarea de
bastante poco constante, cambiaré de disciplina, de la didáctica. Por otro lado, la situación general de
lugar, de trabajo. Tampoco me preocupa mi especia- la escuela, la relación docente-alumno, el bajo nú-
lización, no tengo un problema de compenetración mero de investigadores en relación a los cursos, ha-
exhaustiva, totalizadora, unificadora. El procedi- ce difícil enfrentar materialmente otras hipótesis de
miento de las investigaciones no es lineal, con obje- trabajo, que también se han intentado experimen-
tivos, metas prefijadas. De ser así, no sería investi- tar con resultados variables. En el fondo de todo
gación no sé exactamente lo que voy a encontrar, está la ambigüedad constitucional de la figura del
ni tampoco lo que vaya escribir, cuando me acer- "investigador", a la que no se ha sido capaz de dar
co a un sujeto de estudio; sé que es lo que me inte- una definición precisa, dejándosela navegar en el
resa, lo que me mueve, lo que despierta mi curiosi- limbo; no es el tradicional asistente, ni tampoco
dad. Luego me informo, recojo todo (o casi) lo que un docente al 100 por .ciento: ni carne ni pescado.
INVESTIGACIONES DESARROLLADAS/ 70

M. Kirov
Parque de la cultura, Moscú, 7929

nAPK
'.

KYJlbTYPbI • OTAblXA
1~:1; ••••••••

•• •••••••
PAR H ••HULTUR _ ERHOLUNG
77jMA TERIALE5 N* 5

URSS. Una investigación


"
aun por comenzar

Enrico Pasini

M.j.Ginzburg,
G.Hassenpflug,
Teatro en Moscú,
7932.

En junio de 1970 se realiza en Venecia el Semi- quedas iniciadas dentro (y no solamente) del enton-
nario Internacional dedicado a las relaciones entre ces Instituto de Historia (hoy Departamento) a par-
vanguardias artísticas soviéticas y cultura arquitec- tir del año académico 1968-1969.
tónica europea entre las dos guerras mundiales. Quizás inútil y ciertamente obvio es subrayar la
Es la tentativa, lograda en su mayor parte, de centralidad en esos años de un semejante tema-de in-
documentar una "historia" compleja y a veces con- vestigación; baste recordar la articulación compleja
tradictoria evidenciando los aspectos más relevan- de las intervenciones sobre la realidad soviética de
tes en relación a la ciudad soviética entre el N.E.P. los primeros decenios post revolucionarios editados
(nueva poi ítica económica) y el Segundo Plan Quin- en Italia a fines de los años '60; nos interesa más re-
quenal. cordar "en lo específico" (como se hubiera dicho en
Las singulares intervenciones seminariales, pero esos años) que a partir de Socialismo, Ciudad y Ar-
todavía más el rico volumen que recoge y ordena los quitectura (1), se consolida y desarrolla un sector de
materiales, constituyen el primer momento concreto investigación que llevaría a éxitos concretos en el
de puntualización y verificación de estudios y bús- breve período.
72

M.j.Ginzburg,
Casa-común de
Narkomfin,
Moscú,
7928-29.

En efecto ese Seminario fue ideado yorganiza- Unión Soviética. En análisis terminante La Ciudad
do como momento de "cierre" de un proceso de in- Soviética busca dar orden a un debate colosal indi-
vestigación y en este sentido centró ampliamente vldualizando las razones que determinan la vastedad
sus propios objetivos, fue también mérito de ese se- de tal debate y junto a un todavía más increíble
minario si en los sucesivos años '70 el Instituto de "Proyecto" en el cuadro de una más general hipóte-
Historia llevó a su fin (si acaso esto es posible de sis de redistribución y transformación de la estructu-
afirmar) la totalidad de la hipótesis de investigación ra económica y social de la URSS.
surgida de esos trabajos seminariales. Son estos (1975-80) los años centrales de la in-
Progresivamente, tal investigación, diluyó el in- vestigación sobre la cultura arquitectónica. y urba-
terés por los temas relativos al análisis sobre la rela- nística en la URSS en los años '20 y.'30.
ción Arquitectura-Socialismo realizado, sobre la y esto, va especificando, no solo por lo que res-
coincidencia/mistificación entre Plan Quinquenal y pecta al Instituto de Historia de Venecia, sino que
Socialismo, sobre la relación, en definitiva, entre po- también para las otras áreas de investigación en Ita-
Iítica e ideología; el proceso de investigación comen- lia y en Europa que se señalaron anteriormente. Y
zó más bien a orientarse progresivamente sobre un sería muy largo, en esta oportunidad aunque sólo
tema privilegiado: delinear y documentar sobre la fuera enumerar los diversos y múltiples resultados
base de materiales inéditos los procesos de urbaniza- de tal conjunto de estudios.
ción y las selecciones disciplinares en un ámbito pro- Está el hecho de que el área de investigaciones
yectual que caracterizaron el desarrollo de la cultura sobre la URSS, después de la aparición de La Ciu-
arquitectónica y urban ística en URSS en los años dad Soviética encuentra una directa continuación,
'20 y '30. un nuevo momento de puntualjzación de algunos de
Sobre la base de una cercana y polémica rela- los problemas dejados abiertos por el ensayo de De
ción con otras experiencias de investigación que se Michelis y Pasini con la publicación en 1980 de La
estaban elaborando en Italia (me refiero sobre todo casa-cornune e iI Narkonfin di Moisej Ginzburg (3)
a los estudios de Quilici) y en el ámbito europeo por En este caso nos encontramos de frente al aná-
los holandeses, Risselada, Smienk, por Anatol Kopp lisis de un "proyecto" específico de la realidad so-
en París, y sobre todo por los soviéticos Chan-Mago- viética de esos años: la transformación de la socie-
medov y Chazanova, toma forma un programa de in- dad de los primeros años postrevolucionario tam-
vestigación que coadyuvado por experiencias ya pa- bién y sobre todo a través de la radical transforma-
trimonio del Instituto veneciano (me refiero a los es- ción de lo social.
tudios de Tafuri, Dal Co, y a los de Cacciari y Peru- Por lo tanto el análisis de los procesos de colec-
lIi) enfrenta el análisis de materiales y fuentes preva- tivización y de la nueva forma de unión social (lo
lentemente soviéticas y alemanas, del todo inéditas. que los soviéticos definirían "Byt") que individua-
Este intento de sistematización de las comple- liza, como punto fundamental de tal debate justa-
jas vivencias de la nueva ciudad soviética encuentra mente el tema de la casa-común "del cual un singu-
un primer resultado en la publicación de "La ciudad lar edificio el "Narkomfin" de Moisej Ginzburg se-
soviética, 1925-1937" (2) un volumen que profundi- rá "modelo" y punto de referencia.
za las razones, los modelos y los resultados concre- La casa-común, obviamente es sólo un punto
tos de un debate que envuelve todos los sectores de específico de concreción de un proceso de análisis;
la cultura, no solo arquitectónica, de la URSS. Pun- pero no es y no puede ser un punto en algún modo
to de referencia en la investigación de la cual el re- concluyente de un trabajo de investigacióri que qui-
sultado tangible son las "354 Nuevas Ciudades" que zás podrá decir todavía mucho sobre los aconteci-
entre 1925 y 1937 se construyen realmente en la mientos de la arquitectura soviética entre el '20 y el
73

B. Iotan,
Proyecto para el
Palacio de los
Soviets, Moscú,
7933.

'30. Existe el hecho de que después de 1980 dentro


del Departamento de Historia, pero sin duda tam-
bién en los otros ámbitos de investigación de los
cuales se ha hablado, el interés específico por estos
problemas sufre una indudable pérdida de tensión.
Un fenómeno fácilmente explicable si pensamos
en el natural redimensionamiento del interés de in-
vestigación all í donde la gran mole de materiales ori-
ginales (y este es nuestro caso) halla sido sometida
a profundos, análisis; agréguesele la notable cantidad
de .trabajo editada en el curso de pocos años en este
Sector. Si es buena regla no definir nunca cerrado un
proceso de investigación, me parece, sin embargo, o-
portuno concluir con una simple sugerencia.
Mucho se ha dicho, y en diversas partes, lo he-
mos visto, sobre los acontecimientos de la cultura
soviética (también y sobre todo de la arquitectóni-
ca) entre 1918 y 1935. Después de esta fecha en for-
ma muy simplista, una serie de sucesos han funcio-
nado de encubierta barrera, o mejor, de telón sus-
tancialmente insalvable e insalvado. Cuando nos he-
mos ocupado de lo que está después del II Plan
Qulnquenal, después del primer congreso de los ar-
quitectos de 1937, después del Plan de Moscú de
1935, muy a menudo la tensión de búsqueda que ha
caracterizado -aunque de una manera a menudo dis-
tinta, y tal vez contrastante, los estudios sobre los
años '20 y '30- se transformó en simplismo, en su-
til diafragma a un después siempre embarazoso ya
sea que estos años hayan sido analizados como
complejo período de transformación o bien como
reslismo stalinista o "traición de la cultura del mo-
vimiento moderno". Los pocos estudios que se han NOTAS
ocupado de los años '40 y '50 han ocultado mal un
acercamiento difícil, tal vez una documentación (1) A.a.V.v. SOCIALISMO. CIUDAD. AROUITEC-
aproximada o insuficiente. Se trata de recomenzar TURA. URSS 1917-1937; Officina edizioni. Roma 1971
a estudiar con el preciso objeto de reveer sucesos (ver bibliografía editada en Castellano)
muy a menudo víctimas de una superficial liquida- (2) M. De Michelis. E. Pasini LA CIUDAD SOVIE-
ción o, peor todavía, de una instrumentación culpo- TICA 1925-1937 Marsilio. Padua 1976
sa, y, en todo caso, de insuficiente análisis. Un aná- (3) E. Pasini LA "CASA-COMUN" y EL NARKOM-

lisis que ciertamente nos daría muchas respuestas y FIN DE MOISEJGINZBURG 1928-1929 officina edizioni
verificaciones sobre cuanto hemos dicho a propósito Roma 1980.
de los años '20 y '30.
INVESTIGACIONES DESARROLLADAS/ 74

Venecia-París
O el aura reencontrada

Jean Louis Cohen


La fascinación por la cultura arquitectónica ita- época de Marcel Poete y más profundamente toda-
liana que embargó a los franceses a mitad de la dé- vía a toda la escuela francesa de geografía. De hecho
cada del '70, va a ser un medio esencial en la recons- Rossi redescubre a Poete antes que éste sea reedita-
trucción de la arquitectura como disciplina, en rela- do en Francia gracias a la clarividencia de Hubert
ción a las nuevas políticas de estado con las inter- Tonka, y en un momento en donde su aporte es
venciones específicas de los arquitectos posteriores prácticamente olvidado en los mismos lugares donde
al '68; a la puesta en marcha de una reforma radical él había desplegado su actividad, a juzgar por la vena
de la enseñanza de la arquitectura sancionando su tecnocrática, profesada en el "Curso de Urbanismo"
entrada en las escuelas de ciencias sociales, van, en de Robert Auzelle en el Instituto de Urbanismo;
efecto, a agregarse a partir de 1972 las acciones de la Asimismo su búsqueda de referencias históricas y te-
"Recherche Architectural" lanzada a continuación óricas, lo autorizan a pensar a la ciudad como un
del encuentro Lichnérowicz de 1970. conjunto arquitectónico. Rossi se interna muy ex-
Entre los temas que van a imponerse dentro del tensamente en la producción de las ciencias sociales
campo de esta investigación, los de la arquitectura francesas desde Maurice Halbwachs de "La Memoire
urbana y la historia, van a aparecer rápidamente co- Coltective" hastaClaude Levi-Strauss de "Tristes
mo esenciales, junto a los temas sociológicos presen- Tropiques".
tes desde el comienzo. Por otro lado y mucho antes de que la "Nouve-
Además de irrigar la producción de la investiga- lIe critique" encuentre una audiencia verdadera den-
ción, esos temas van a difundirse en la práctica de tro del ambiente de la arquitectura en Francia, Man-
. proyecto, realizando así la imbricación de cultura y fredo Tafuri introducirá a Roland, Barthes como
arquitectura, característica de la escena italiana; de contribución para intentar desenredar la madeja de
esta manera la arquitectura urbana se abrirá camino las teorías semióticas prematuramente plasmadas so-
y las nociones de tipología y morfología aparecerán bre los objetos arquitectónicos, desde las páginas de
en la reflexión dealgunos abanderados de las Unida- "Teorías e historia de la arquitectura", seis años an-
des Pedagógicas, como será el caso del conjunto Ga- tes de que la referencia a Barthes fuera de alguna
lIaratese de Carlo Aymonino, teórico de la tipomor- manera oficializada dentro de los debates del colo-
fología, relanzando el trabajo proyectual de Paul quio del Instituto de Medio Ambiente de 1974, la
Chemetov. denominación, parafraseando a Tafuri, dentro de un
El contacto indirecto con una tradición anclada sutil juego de plurales, es prácticamente, la carta de
en la cultura francesa, pero desconocida por los ar- nacimiento de la "italofilla", puesto que es denomi-
quitectos franceses, no sólo será concerniente a las nado "Histoire et Theories de I'architecture". Simul-
referencias arquitectónicas, sino que producirá a su táneamente a ese coloquio aparecen también los pri-
vez y sobre todo, lo que es muy importante, una se- meros lineamientos de una referencia a los trabajos
rie de temas teóricos aparentemente exteriores al de Michel Foucault, que inspiran ya una o dos inves-
campo de la arquitectura; por ello es sorprendente tigaciones de CORDA (comité para la investigación
ver hasta qué punto el trabajo hecho por Aldo Rossi y él desarrollo de la Arquitectura), creado en 1973
y resumido en "La Arquitectura de la Ciudad" se como consecuencia de las recomendaciones del en-
inscribe dentro de una tradición bien francesa, aque- cuentro L'ichnerowicz.
lla de una geografía urbana que había irrigado al Ins- Pero es una vez más' en Venecia donde el discur-
tituto de Urbanismo de la Universidad.de París en la so de Foucault será el más solicitado, muy erigido
75 /MA TERIALES N* 5
metafóricamente en "dispositivo", a pesar de no ser tos y en el nivel de los proyectos 'simultáneamente;
del todo comprendido. Se encaminará aún por se- los efectos de una enseñanza, como la del UPA Nro.
guir la senda productiva de la moda teórica, junto a 8 donde la inquietud por lo urbano interpretará un
los propósitos de Deleuze, de los cuales Tafuri se ha- rol federador dentro de los primeros años de la déca-
rá eco, continuando el trabajo de Franco Rella. da del setenta, van a revelarse plenamente dentro de
De manera más mediata los últimos trabajos de sus entrecruzamientos, con un mejor conocimiento
Tafuri para redefinir su "proyecto histórico" se ha- de autores y arquitectos italianos.
cen eco, a la vez, de un discurso anal ítico lacaniano, Una serie de artículos y de reflexiones funda-
en la asimilación de la investigación histórica y un mentales van pues a proponer una visión de la tipo-
"análisis interminable" y de un tipo de trabajo his- log ía y de la morfología un poco diferentes de a-
tórico que es, extraído de la "Historia de las menta- quellas de Carlo Aymonino y de Aldo Rossi, pero
lidades", otro producto de la cultura francesa difrac- que se apoyaran en ellos; si la investigación arqui-
tado por los trabajos de Caria Guinzburg. Sólo me- tectónica permite el surgimiento de análisis como
diante el trabajo todavía urnido de algunos margina- aquellos de Jean Castex, Philippe Panerai y Juan
les en Francia se establece que el contacto entre las Charles Depaule con "Del islote a la barra, contri-
ciencias sociales y la teoría de la arquitectura es mu- bución a una definición de la arquitectura urbana"
cho más rápido y aparentemente más fecundo en I- en 1975, o de Ahmet Gulgunen Francois Loisney y
talia, lo que explica sin duda el "hallazgo" que los su equipo con "Morfolog/a urbana y tipolog/a ar-
lectores franceses hacen de los textos italianos, que quitectónica" en 1977, el rol de las revistas va a ser
engañosamente fueron de los más accesibles para la esencial dentro de ese debate. El artículo publicado
lengua y de los más lejanos al mismo tiempo, de he- por Cristian Devillers en el primer número de "Ar-
cho, del juego de la "cortadura" entre arquitectura chitecture d'Aujourd'hui" en 1974, luego de asumir
y cultura teórica referible en Francia. su mando Bernard Huet, "tipoloq/a del habitat y
¿Pero cuáles son las vías que seguirá el descu- morfolog/a urbana", es el primer intento riguroso de
brimiento de la cultura arquitectónica italiana para presentar esas dos nociones indisociables. Ese texto
propagarse en Francia ... ? Por canales múltiples, des- torna por otra parte un valor pragmático dentro de
de la enseñanza a la investigación, desde las revistas lo que puede ser considerado como el viraje de la
a los viajes organizados, desde las conferencias a las cultura arquitectónico francesa. Con ese número,
traducciones de libros o de artículos: un verdadero en efecto no sólo es la idea de urbanidad la que apa-
tejido de intercambios pasablemente desiguales se va rece, sino también el eco de los análisis de Tafuri y
a establecer entre los dos países. Esa corriente de de su Instituto sobre el fracaso histórico de las van-
importación tendrá claramente sus corredores y sus guardias, que evoca indirectamente el editorial de
asesores, sus acreedores y sus deudores, y permitirá Bernard Huet: ... "Para nosotros, en 1974, la fideli-
la acumulación de pequeños capitales simbólicos de dad al espíritu que presid ía la creación de la revista,
una y otra parte de los Alpes, si se consiente en reto- consiste en retomar un combate comenzado por.An-
mar la imagen de Bourdieu. d ré Bloc hace ya mas de cuarenta años. Bien enten-
A las relaciones personales establecidas desde dido nuestro combate no puede plantearse en los
mucho tiempo se suman las nuevas amistades que mismos términos; no se trata pues de luchar por la
permitirán surgir las iniciativas más fecundas, es aSI defensa de una u otra forma de arquitectura moder-
que detrás de los legajos de revistas como "Architec- na nostálgicamente vinculada a sus orígenes, sino de
ture Mouvement Continuite" o "L 'Architecture tomar las consecuencias del fracaso de las vanguar-
d'Aujourd'hui" dedicados a Italia, es fácil descubrir dias y de saber si uno puede plantear en términos
las relaciones privilegiadas establecidas entre tal o claros las condiciones de una práctica arquitectónica
cual grupo veneciano o romano, y talo cual actor de contemporánea. " ...
la escena arquitectónica parisina. Si bien la enseñanza es el primer terreno sobre
La curiosidad por la cultura arquitectónica ita- el cual el impacto de las ideas italianas aparece, el de
liana debe, mientras tanto, estar inscripta dentro de la prensa será no menos decisivo. Dentro de su ten-
una corriente más vasta de interés por la cultura ita- tativa efímera para otorgar a "L 'Architecture d'Au-
liana, corriente que marca el inicio de los años sesen- jourd'hui" el contenido de una auténtica revista de
ta, y que pasa esta vez ampliamente la esfera del ci- arquitectura en oposición a la política de "catálogo"
ne o de la literatura. El interés por un Gramsci pro- antes y después de él, Bernard Huet no se contenta-
fundamente ignorado se conjuga con la lectura de rá con difundir una cultura italiana muerta o de lla-
las experiencias de poi ítica y urbanismo, como la de mar la atención sobre las experiencias urbanas como
Bologna, donde la idea de una arquitectura de la hu- la de Bologna.
mildad tipológica será interpretada. El redescubri- Es, en efecto, con la participación directa y re-
miento de la "modestia" sobre la que insistirá tanto gular de autores italianos que "L 'Architecture d'Au-
Bernard Huet se acompañará pues desde recursos [ourd'hui" se transformará bajo su dirección, en el
hasta herramientas que no serán otras que la tipolo- instrumento de una suerte de reintelectualización de
gía y la morfología, descubiertas no tanto en sus di- la cultura arquitectónica francesa. De cierta forma,
mensiones teóricas como en sus alcances prácticos, cerca de 15 años después del período mítico de
a partir de la fascinación por la experiencia de Bolo- "Casabella Continulta", por lo tanto con idénticas
gna, la cultura arquitectónica francesa se abrirá al te- figuras, como la de Tafuri, o con las referencias ha-
ma de la arquitectura urbana, en el nivel de los tex- cia los asistentes de Rogers hacia la época, como AI-
INVESTIGACIONES DESARROLLADAS/ 76

do Rossi, Huet conducirá su empresa a buen térmi- mo de hecho es la opacidad que reviste a veces la
no. traducción, la que viene a añadirse a la espesura de
Este desplazamiento hacia la prensa, en compa- los conceptos y referencias del autor. Esas dificul-
ración con Italia, en donde se había fecundado la tades de traducción, que no son nada al lado de a-
enseñanza en primer término, se hace seguramente quellas que Tafuri encontrará en los EEUU, en don-
en la exégesis directa de la cultura italiana: ella es de "Proyecto y Utopia" será literalmente rnasacra-
exaltada en su globalidad, como en el número "Ita- da, muestran el índice de la extrañeza de las pro-
lia 75" o bien en una de sus dimensiones partícula- puestas de "Teorías e historia .... " para el público
res -el mercado industrial- como en el número sobre francés, en la medida en que se trata de un libro que
"el caso Olivetti", realizada por Giorgio Ciucci y sitúa la crisis de la arquitectura en un campo histó-
Amerigo Restucci. rico y teórico mal conocido. La publicación es salda-
Pero hay más: por encima de esta referencia a da en lugares tan lejanos como pueden ser las pági-
las especificaciones de la escena italiana, que fasci- nas de Oppositions donde Yve-Alain Bois le confiere
nan a la redacción de la revista, es con los ojos de los un modo de empleo al libro, indicando toda su in-
historiadores y críticos italianos que serán vistos una clinación en la ventaja del discurso semiológico so-
serie de fenómenos de la arquitectura mundial: al la- bre la arquitectura, levantando los límites de 105
do de Oriol Bohigas, es Vittorio Gregotti que repre- propósitos de Tafuri delante de ciertos arquitectos
senta su lectura de Alvaro Siza, pero sobre todo es como Louis Khan.
Manfredo Tafuri y los historiadores venecianos que Es, en tanto como instrumento de una lectura
apuntan el proyector sobre el problema del rascacie- critica de la arquitectura y de sus doctrinas que Yve-
lo, desembarazándolo de toda miopía tecnicista, o Alains Bois analiza el propósito de Tafuri, tanto en
más profundamente sobre la escena arquitectónica sus desbordamientos retóricas como en sus inven-
de Nueva York y de sus actores, desde los "grises" ciones teóricas. Pero bien parece que esa dimensión
hasta los "blancos". Si los "Five Architects" de . de "Teorías e historia ... " no ha sido del todo perci-
Nueva York aparecen dentro del universo de refe- bida por sus lectores franceses a pesar de los esfuer-
rencia de los arquitectos o de los estudiantes france- zoa hecho por Tafuri mismo para suministrar su mo-
ses, diamantes en el medio de las "cenizas de [effer- do de empleo.
son!', es gracias al concurso directo de Tafuri. "Teorías e historia ... ", por lo menos para la
No es simplemente en la reunión de los legajos cultura italiana, fue el primer libro donde la histo-
históricos y críticos de "L 'Architecture d'Aujourd' ria de la vanguardia artística ha sido puesta en para-
hui" que el peso de la cultura italiana se hace sen- lelo con la historia de la arquitectura contemporá-
tir. Ella está presente en la problemática misma de nea. Esto deriva del hecho de dos objetivos que te-
algunas de las editoriales de Bernard Huet y parti- n ía por alcanzar el primero: realizar una verficación
cularmente en aquellas que se liberan de la crítica de los instrumentos mismos de la disciplina. El se-
institucional para centrarse sobre los puntos de doc- gundo: venía del descubrimiento que la podredum-
trina. bre existía ya en las raíces, Es decir, no era el hecho
Pero al tiempo en que va a florecer la italofilia, que había crisis en alguna parte, sino era la historia
en la enseñanza, luego en la prensa, prolongando las entera que deb ía ser reanalizada completamente pa-
posiciones construidas en la pedagogía, va a suceder ra. ver cuáles eran las bases teóricas. Se descubría,
un tiempo de.otra manera fértil, puesto que será fe- con gran fervor de mi parte, que eran las bases mis-
cundado en libros significativos. mas que estaban podridas en las raíces, como decía
A la única obra testimonial hasta ese momento Piranesi. No era desde esas bases que se debía resur-
de los debates italianos en Francia, que era la tra- gir volviendo hacia atrás -fuesen estas las del lengua-
ducción de "Saber ver la arquitectura", van a agre- je de la vanguardia o del sistema general propuesto
garse progresivamente los textos más recientes aún para la historia de la arquitectura moderna, por la
emitidos y contestados en Italia misma, como: "O- historia del arte moderno en general- sino que era
rigen y desarrollo de la ciudad moderna" de l.eonar- practicamente una especie de gran castillo encanta-
do Benevolo, publicada en 1972, aún cuando la do del cual se había perdido la llave, y en el cual se
"Historia de la arquitectura moderna" del mismo estaba condenado a quedar, que formaba un verda-
autor ha conocido ya una edición alemana y otra dero laberinto lingü ístico en el que cuanto más se
británica, pero el verdadero indicador testimonial intenta orientación, más penetra en las salas mági-
de la aparición de los textos mismos del debate ita- cas plenas de sueños tormentosos".
liano es la 'publicación en francés de "Teorias e his- El viaje que hicieron los lectores franceses de
toria de la arquitectura" de Manfredo Tafuri en Tafuri desde este primer texto, hasta otros como
1976. Esta edición marca el punto más alto de la ac- "Proyecto y utopta", traducido alrededor de cinco
tividad de la S.A.D.G. (Sociedad de arquitectos di- años más tarde, no es más que un episodio fantás-
plomados por el Gobierno), que edita la obra en el tico añadido a la "Bella durmiente del bosque";
marco de una serie de acciones contribuyentes al es en el descubrimiento de temas centrales de la filo-
nacimiento de un debate sobre la arquitectura en sofía y de la estética que Tafuri entrena a sus lecto-
Francia. res, a la referencia a Barthes, que algunos abandera-
Marca igualmente con una claridad muy gran- dos franceses ya habían introducido en el campo de
de las dificultades de la introducción de las temáti- la arquitectura, se viene a agregar aquella central te-
cas de Manfredo Tafuri en el contexto francés, co- mática de los textos de Walter Benjamin y Theodor
77 /MA TERIALES N* 5

Adorno; el tema de la pérdida del áurea de la arqui- metropolitana deberá ser tenida en cuenta: se hace
tectura en la era de la reprodúctibilidad técnica es una visión demasiado congelada de la ciudad neo-
de esta manera puesta ante los ojos de los arquitec- clásica o de la ciudad de la primera fase de la revolu-
tos que no hab ían, en la mayoría de los casos, pres- ción industrial como contenedores de la arquitectu-
tado atención a la aparición de la edición francesa ra urbana; los análisis de Massimo Cacciari o de Man-
de los textos de Walter Benjamin. Es el rodeo a tra- fredo Tafuri sobre las ideologías de la gran ciudad y
vés del discurso italiano que permite pues, aún de sus oposiciones a los discursos antiurbanos de los'
la manera más tortuosa, la introducción al debate movimientos por las ciudades-jardín no prosperan,
francés de referencias teóricas indispensables y por dado que la morfología misma de las ciudades-jardm
lo tanto inaccesibles, del hecho de la cortadura, más gana irresistible mente las "Villes Nouvelles" de la re-
arriba mencionada, entre el discurso arquitectónico gión parisina.
y el de las ciencias sociales. Es, pues a pesar de todo, sobre la visión un po-
En el fondo, de la mirada puesta sobre las teo- co nostálgica de una villa que no había alcanzado la
rías de la arquitectura urbana hasta el interés por escala metropolitana que se fija la nueva cultura ur-
las poi íticas de modificación de los centros y hasta bana de los arquitectos. Esta incomprensión de for-
el descubrimiento de aspectos enteros de la refle- mas específicas de crecimiento de la ciudad del si-
xión filosófica aplicables más o menos directamente glo XX, y este desprecio por las doctrinas y las téc-
a la arquitectura, la producción de la italofilia cubre nicas de intervención sobre ellas, desde su centro
un campo muy vasto. De alguna manera la forma transformado hasta sus periferias abarrotadas, se re-
que toma el recorte de la ventana a través de la cual encuentra igualmente cuando se preocupa de medir
el paisaje italiano es leído por esa mirada no carece el eco de las investigaciones de los historiadores de
de significación: este recorte traiciona el contorno Venecia sobre la cuestión de las vanguardias. aún
mismo de la cultura arquitectónica francesa; revela cuando todos sus análisis se encaminan hacia la
los bloqueos de la escena francesa para la selección puesta en evidencia del callejón sin salida de los pa-
que ella opera en los temas de la cultura italiana; la sos de las vanguardias, y del fracaso de la tentativa
relación con la historia, con la teorra, con lo urbano de racionalización de las contradicciones sociales en
que ella deja entrever por la arquitectura italiana es los términos de la arquitectura, aún cuando ello
más bien exactamente lo que el sociologismo y el comprende volverse componente de un plan global,
semiologismo a la moda en los principios de los años el discurso dominante en Francia queda siempre pe-
setenta no han podido provocar en el contexto fran- netrado por la idea de una posibilidad total y global
cés dominado por una visión de la arquitectura redu- de la intervención de las vanguardias del período de
cida ella misma a una combinatoria de volúmenes entreguerras en particular lo trágico de las experien-
I

más o menos "proliferantes" y por lo mismo supues- cias de Viena o de Weimar no es verdaderamente a-
tos como "innovadores". prehendido, de la misma manera que su dimensión
Pero si la mirada llega a captar sobre la escena metropolitana es obviada al paso, es solamente sobre
italiana una serie de movimientosculturales, traicio- los íconos, en el mejor de los casos representando la
nando all í las carencias que son posibles de recontar escala del barrio (la herradura de Berl ín-Britz) y ja-
dentro de la reflexión arquitectónica francesa, los más el conjunto de la estructura urbana y de las in-
ecos de esta apropiación de los discursos italianos se- tervenciones que se aplican, es que se fija visualmen-
rán muy desiguales. La introducción del discurso de te la memoria, lo que no desmerece, por lo contra-
Manfredo Tafuri o el interés por la arquitectura de rio, estos dos grandes momentos de la crónica públi-
Aldo Rossi, la evocación de la tipología como la de ca que son las exposiciones" Paris-Berl ín" (1978) y
la experiencia de Bologna jugaron un rol incontesta- "Paris-Moscú" (1979), en el Centro Georges Pompi-
ble en el desplazamiento del discurso arquitectónico dou.
hacia el redescubrimiento de la historia, el reinvento Estos dos acontecimientos son la ocasión para
del dibujo, o la atención del espacio urbano y el re- la puesta al día de dos coyunturas culturales en su
chazo de la singularidad artística del objeto arqui- globalidad; la arquitectura es, sin embargo, en am-
tectónico. Más generalmente, será también un cierto bos casos, más tratada en contrapunto de los movi-
gusto; un cierto placer del texto que aparecerá, las mientos artísticos que en fase con ellos, tal como es
referencias a Italia alimentarán la producción sobre verdaderamente y como lo habían ya demostrado
la arquitectura, que descubriendo las delicias de la los textos de los venecianos sobre la experiencia en
prosa, y aquella más exquisita aún, de la cita ... Rusia publicados en 1972 en la revista "VH 101 ".
Pero será inexacto pretender que todos los te- Otro efecto expresado patentemente por las dos
mas promovidos en los debates italianos "pasen" expresiones: la dimensión trágica que toma el giro
la rampa sin obstáculos: si hay una serie de cuestio- de la arquitectura moderna en Alemania y en la
nes que han repercutido bajo una forma relativa- URSS, transformada en la manifestación de "fuer-
mente desnaturalizada. Es el caso a propósito de la zas del mal" censurables, pero, esto no es de ningu-
arquitectura urbana; cuando la discusión sobre los na manera incluído en el proceso mismo de las van-
centros antiguos y las técnicas de análisis y de inter- guardias, de las cuales el carácter a la vez promisorio
venciones arquitectónicas es bien retomado, aún y suicida se pone en evidencia analizando la produc-
cuando se trata de inclinarse sobre los centros anti- ción teórica y crítica.
guos o los conjuntos urbanos dispuestos hasta los si- Dos operaciones marcan sin embargo un traba-
glos XVIII y XIX, no se considera que la dimensión jo común sobre esos temas: un libro "UR55, 7977,
INVESTIGACIONES DESARROLLADAS/ 78

la arquitectura, lo ciudad", en el que yo invité, al


momento de "París-Moscú, a Marco de Michelis ya
Manfredo Tafuri, a desarrollar sus reflexiones sobre
las ciudades y las vanguardias soviéticas, y un ciclo
de coloquios, que desplazaron de Venecia (1980)
hasta Hamburgo y París (1981) la reflexión común
sobre los Principios Arquitectónicos en la era del
Reformismo".
Evoquemos también la investigación de la
IERAU-Unidad Pedagógica de Arquitectura Nro. 8
sobre "Arquitectura de la Soctat-Democracia" que
sirvió de base a esos coloquios y que vieron la inter-
vención de Marco De Michelis y Georges Teyssot.
Tanto las cuestiones metropolitanas, como la
escanción temporal de la cultura arquitectónica del
siglo XX, y la noción misma de vanguardia, como
emergentes de los temas promovidos en la cultura
arquitectónica italiana, quedan incomprendidos,
más allá de un círculo limitado, aún cuando los tex-
tos que son sus portadores, son traducidos, como es
el caso de Manfredo Tafuri.
Es sin duda. alrededor de lacuestlón de la tipo-
logía que la confusión es mayor. La tipología no es,
en efecto, en numerosos textos franceses de la se-
gunda mitad de los años setenta, una operación de
clasificación que permite aislar los distintos tipos,
sino un simple sinónimo para la noción de tipo; un
tipo básico señalado en un análisis -urbano se trans-
formará en "Una tipología remarcable': la opera-
ción anal ítica dará su nombre hasta al objeto ernpf-
rico mismo.
Pero aún persistiendo la confusión sobre la
cuestión de las vanguardias del siglo XX, sujetas a
una exaltación a la vez sencilla y polémica, testimo-
nio de la resistencia de la cultura arquitectónica
francesa a las glosas sobre el pretendido "Post-Mo-
dernismo", una gran fracción del trabajo de Manfre-
do Tafuri y del "Departamento" que el ha fundado,
hoy ha prendido raíces en Francia.
Al lado del trabajo de los viejos alumnos del
IUAY como FrancoiseVery o Philippe Duboy, aho-
ra educadores, o de abanderados de la cultura arqui-
tectónica italiana como uno mismo, la combinación
de rigor filológico y de atención a los movimientos
de la teoría ha transformado el trabajo de muchos
arquitectos e historiadores. Es así que la idea de una
arquitectura recompuesta y más estructurada en sus
relaciones con la historia del arte y de la filosofía
se establece con una nueva generación de autores.
El reempuje, todavía muy frágil, y quizá sin
mañana, de la edición de arquitectura, o dentro de
otro campo, la puesta en lugar de ciclos de estudio
profundizados en las escuelas, son otras tantas am-
plificaciones comerciales o institucionales de ese fe-
nómeno, aunque la dimensión colectiva de la acti-
vidad del "Departamento" que le da su peso, cual-
quiera sea la dificultad, no ha provocado al día de
hoy la toma de conciencia de la "Masa Critica" de
buscadores, necesaria a la existencia de un "foyer" ,
teórico como aquel que es constituido en Venecia ,
a partir de 1968. En cuanto a la pléyade de talentos
reunidos alrededor de Manfredo Tafuri, ninguna du-
da que no puede ser exportable.
79/MATERIALES N* 5
.
1. "Todo" es poi ítica, sostiene Foucaul t.
El poder está en todas partes: ni concentrado
en un lugar, ni repartido ó distribuido en áreas ho-
convence
mogéneas de pertenencia, ni, menos aún, ordenado
según esquemas jerárquicos, en sistemas más o me-
nos complejos de rígidas dependencias internas. Al Saber/Poder:
contrario, el poder es disperso, desagregado, multi-
polar, policéntrico. Segmentado y disuelto en innu- el lugar
merables técnicas de control y de dominio, el poder
no se implanta en los sagrados recintos de las Insti-
tuciones, más bien -como una fuerza, una energía,
de la interrogación
una corriente de impulstos contrastantes y contra-
dictorios- se difunde en todo el espacio social, lo
envuelve, lo atraviesa, penetrando en sus más ínfi-
mos intersticios.
.Giorgio
Es así que el poder llega a los lugares familia-
res y domésticos de la vida cotidiana, hasta enquis-
tarse en nuestros propios cuerpos, generando los
Franck
gestos más insignificantes e inconcientes.
Nosotros pensábamos que el poder amaba la
solemnidad y la fanfarronería de sus emblemas, la
sacralidad de sus Principios y de sus Leyes, la oscu-
ridad hierática de sus Códigos, la soledad de sus T 0-
rres.
Pensábamos, tal vez, que el poder habitaraen el
castillo, pero el castillo es tal sólo por la mirada vi-
sionaria del agrimensor de Kafka: lo que Kafka cree
ver no es otra cosa que un amasijo de pobres damas-
cos dispersos en lo inconmensurable de la campiña.
Disolución del aura: en la época de la seculari-
zación, parece que el poder renunciara a la mística
de los "movimientos al vértice", para ejercitarce
más bien horizontalmente en los lugares difusos del
espacio social. Por otro lado, el poder, abandona la
idea de la gran síntesis, la utopía del Estado como
centro de mediación y como "lengua universal" pa-
ra establecerse en el detalle, para .trabajar sectoriza-
darnerite sobre territorios clrcunscriptos y definidos.
Resumiendo, "la redefinición del poder efectua-
da por Foucault" es tal que el poder no nos parece
más "una institución o una estructura" sino en cam-
bio como "el nombre de una situación estratégica
compleja".
El poder entonces, "no es algo que se tiene, se
pierde, se reparte, sino que se ejerce partiendo de
puntos innumerables en un juego de relaciones mo- Aa Vv, El dispositivo Foucault, Venecia,
vibles y diferentes, que no son ajenas a otros tipos
de relaciones (económicas, cognoscitivas, sexuales),
CLUVA, Librería Editrice, 1977.
no son superestructuras, pero tienen un rol directa- Introducción de Franco Rella.
mente productor" (1). Escritos de.'
Productividad del poder: también aquí, sobre Georges Teyssot (Heterotopías e historia de
este punto específico, Foucault da vuelta con gran
originalidad la concepción tradicional -muy difundi- los espacios, págs. 23-36);
da- según la cual el poder es, simplemente, un siste- Manfredo Tafuri (Lectura del texto y
ma de prohibiciones y de vetos, un conjunto de cen- prácticas discursivas, págs. 37-45);
suras y de controles utilizado con el fin de reprimir,
Franco Rella (Una economía pol/tica del
contener, inhibir, bloquear. Al contrario, para Fou-
cault, el poder produce: es una fuerza afirmativa cuerpo, págs. 47-56);
más que una simple potencia de negación. El poder Massimo Cacciari (El problema del político
no instituye un orden de relaciones, sino que al con- en Deleuze y Foucault. Sobre el concepto de
trario tiende a crear y desarrollar técnicas, lenguajes,
formas discursivas, saberes "locales" y "especiales",
"autonomía" y "jueqo", págs 57-69).
disciplinas, dispositivos de investigación y de corn-
CONVENlOS/ 80

prensión de la realidad, que tienen el efecto de pro- tico, "duro" y sustancial.


mover, extender, ramificar. y reafirmar el poder mis- La mera descripción de la dispersión del poder
mo en su capacidad productiva. Entre saber y poder en técnicas y lenguajes sectoriales, no dice nada, en
se llega a ·determinar una suerte de circuito o de sí misma, de la crisis a través de la cual se han ido
"circulo vicioso". determinando "las nuevas formas del Poi ítico con-
"Tal vez, escribe Foucault, es necesario renun- temporáneo" (Ivi, página 58). Por esto en Foucault
ciar a creer que el poder genera locura y que la re- y en formas más acentuadas en Deleuze, la instancia
nuncia al poder es una de las condiciones para llegar pluralista, traduciéndose en una práctica anal ítica
a ser sabio. Es necesario, admitir que el poder pro- que se limita a constatar los efectos de superficie del
duce saber (y no simplemente favoreciéndolo por- poder, puede convivir paradógicamente con una
que lo sirve o aplicándolo porque es útil); que po- concepción teórica que lo concibe todavía -clasica-
der y saber se implican directamente el uno al otro; mente- como unidad e identidad. "La 'dispersión
que no existe relación de poder sin correlativa cons- anárquica' del poi ítico (... ) consituye el inmediato
titución de un campo de saber, ni de saber que no giro a ciento ochenta grados de su concepción idea-
suponga y no constituya al mismo tiempo relacio- I(stico-dialéctíca". En efecto, si por una parte se ad-
nes de poder" (2). mite que "el Poder se ejerce en modo disciplinar"
por la otra se continúa pensando su dispersión como
2. Aceptar, en sus lineamientos escenciales y -por una mera "ramificación de una estrategia, de una
decirlo de alguna manera- en sus formulaciones de Voluntad de potencia". Resumiendo, según un tal
principio, la concepción de poder aqu í esquemáti- punto de vista "hay diversas poi íticas, pero hay un
camente expuesta y resumida, significa probable- Poder que pro-duce en modo y forma totalizantes"
mente, para los autores de los ensayos contenidos (Ivi, página 61).
en la colección "el dispositivo Foucault", cumplir Y por otra parte: si hay un solo poder que arti-
el "primer paso", instituir las coordenadas generales cula, ramifica, segmenta -por así decirlo natural o
de referencia dentro de las cuales el problema de la espontáneamente- las diferentes prácticas a través
relación entre saber y poder requiere ser colocado. de las cuales él mismo se desarrolla ¿cómo puede en-
Pero en este punto hecho este primer movimiento, trar en juego el problema de un enlace real entre di-
es necesario avanzar, entrar en el "dispositivo Fou- ferentes órdenes del discurso? Una mera fenomeno-
cault" para someter este mismo modelo de análisis logía de la dispersión se limitará a coleccionar y a
a un trabajo de de-construcción y desciframiento: "archivar" las diferencias, poniendo unas junto a o-
individualizar diferencias específicas, ejecutar cortes tras, sin esforzarse en asumirlas en aquel momento
y rupturas críticas, entrelazar órdenes y series de di- en el que llegan a presentarse como nudos efectiva-
ferentes fenómenos, confrontar eventos disparata- mente conflictivos. "Los variados lenguajes no se
dos, poner en tensión elementos heterogéneos, dis- cornpenetran, los variados lugares del poder son im-
persando la complejidad all í donde ella tienda a re- permeables el (uno con respecto al otro, no existen
unirse y a recomponerse en homogeneidad. puentes entre prácticas de poder" (Tafuri, pág. 39).
Tal vez este sea el riesgo más evidente al que se El hecho es que, según Tafuri, el "método" de
exponga, en el plano de las formulaciones teóricas, la diseminación o de la dispersión activado -en di-
a una teoría como la de Foucault. En efecto esta versos niveles de explicitación teórica- por Foucault
pluralidad puede recoger e individualizar una con- y por Derrida, no determina ni delimita, ni recono-
cepción del poder que, casi programáticamente, a- ce algún efectivo espacio del enfrentamiento. "Es
firma que él está en todos lados. verdad: cada técn ica tiene su lenguaje y estos len-
Un poder que aparece en todos lados, como guajes no son traducibles entre sí; pero Foucault pa-
una fuerza anónima, que lo envuelve todo resul- rece querer ignorar el enfrentamiento real" (Ivi, pág.
tando por lo tanto totalizadora, un poder que en 44).
cada momento parece encontrar siempre y sola-
mente a sí mismo, como una imagen multiplicada 3. Fue sugerida, por V. Descombes, la posibilidad
hasta el infinito en un juego perverso de espejos, de leer los libros de Foucault según dos perspectivas
éno se nos aparecerá finalmente como una entidad teóricas radicalmente antitéticas. Para empezar estos
inaferrable y espectral, como una estupefaciente análisis pueden ser considerados como textos de his-
fantasmagoría? Pero entonces, si así están las cosas, toria o, mejor dicho, archivos predispuestos a fin de
lo que aqu í se denomina "múltiple" y "plural" Zno documentar e ilustrar un cierto proceso de transfor-
será simplemente la doble puesta al revés de un po- mación, un fenómeno en la complejidad de su desa-
der conseguido metafísicamente? "zeste poder que rrollo.
huye constantemente no es por casualidad un poder Pero hay otra posibilidad de lectura, que sugie-
transformado en metafísico por su 'dispersarse' re que las incursiones cumplidas por Foucault en
siempre y de nuevo?" (Tafuri página 44). los archivos del "tiempo perdido" en la búsqueda
En efecto, sostener simplemente que el poder de una memoria colectiva censurada o removida, re-
es difuso, que hay "dispersión anárquica" del poi íti- quieren ser asumidas como puras y simples narracio-
co, significa bloquear el análisis en un nivel de bús- nes (3) ó mejor aún, podríamos decir afabulaciones
queda descriptivo, quiere decir atacar la concepción en sentido nietzscheano, "cuentos" cuya portada y
clásica en su nueva fenomenología (Cacciari pág. 59) cuyo significado filosófico han sido indagados por
evitando agredirla en lo que es su núcleo problemá- Klossowski y, más recientemente; por Lyotard en
81 /MA TERIALES N* 5
el ámbito de sus reflexiones de la condición post- Y, tal vez, significativamente, el lugar en donde pue-
moderna. "El mundo verdadero se ha transformado de darse la posibilidad de alguna conciliación es a-
en fábula"; "No se da origen"; el "modelo verdad" quel mismo horizonte en el cual Nietzsche se movió
cayó; "no existen hechos, sino sólo interpretacio- tocando el uno y el otro de los dos extremos indi-
nes". cados.
Este segundo tipo de lectura pone adecuada- Aquella de Nietzsche es la aventura de un pen-
mente a la luz toda la carga nihilista y la intención samiento cuya parábola de desarrollo se articula y
paródica de las "narraciones" de Foucault. procede de la genealogía al mito, de la crítica del
¿Pero qué sucede cuando se pasa de la enun- tiempo histórico de la civilización cristiano-burguesa
ciación teórica de la caída del referente "verdad", a la muerte del tiempo y de la historia en la infinita
a la exploración efectiva de un campo de relacio- .circularldad sin alteraciones del Eterno Retorno.
nes concretas, al análisis de nexos y relaciones rea-
les? Zcómo funciona el dispositivo de búsqueda pre- 4. Instrumento de indagación o tal vez estrategia
dispuesto por Foucault en su relación al espacio his- narrativa, modelo de análisis o también simulacro
tórico? una relación para nada extrínseca y ocasio- de realidad, el dispositivo Foucault queda entonces,
nal; una relación, por el contrario, constitutiva del en cada caso, como una práctica de puesta en discur-
mismo modelo de investigación, desde el mome'hto so, un refinado y seductor juego de escritura que, en
que es propio de la historia que Foucault nos habla. cuanto tal, en cuanto inscripto a su vez en un orden
Pero entonces: ¿de qué historia se trata? éde lingüístico delimita y circunscribe un espacio, un u-
aquella escrita por un genial "alumno" de Bachelard niverso conceptual, y categoria!. Ahora, exactamen-
y de Canguilhem, o de aquella recitada y puesta en te el límite -aquello que demarca y reparte- repre-
escena por un secuaz de Nietzsche? senta uno de los aspectos más problemáticos de la o-
Tal vez (pero se trata solamente de una suges- bra de Foucault, la cual, cónstituyéndose sobre un
tión personal) aquel sentido abstracto que, en la proceso similar de delimitación; parece recibir de a-
conclusión de su ensayo, Teyssot atribuye al méto- quel su específica orientación. Porque de hecho, a-
do de Foucault, no depende tanto de un defecto del quello que el límite (en cuanto límite lingüístico-
esquema compositivo analítico, sino más bien de conceptual) establece y decreta, no es cualquier for-
na precisa opción teórica. ma genérica de lo indecible, pero el silencio mismo
Teyssot observa que las estrategias de compren- sobre aquella dimensión de realidad a partir de la
sión activadas en los análisis de Foucault resultan cual el análisis de Foucault se hace posible. Es en
muy inadecuadas en el momento en que son aplica- otros términos, el silencio relativo a aquello que es
das a un fenómeno históricamente complejo como marginal, periférico, recluso. Es el silencio que de-
aquel que concierne a los procesos de reestructura- be mantenerse de frente a aquella que es, tal vez,
ción del espacio urbano en la época moderna. "El la forma más profunda del silencio: el mutismo de
re-proyectar las ciudades y sus transformaciones en la locura.
'ciudades-servicio' en el '800 pasa a través de proce- Delante de esta oscuridad, de esta ausencia de
sos que no pueden ser dados por descontados. Fou- palabras, de esta parálisis que no es otra cosa que
cault delineó la 'estrategia' general del movimiento, , el signo de la reclusión y de la internación, delante
pero en general -especialmente en los últimos escri- de esta voz ya muerta y apagada, sofocada y aprisio-
tos- falta la individualización de las técnicas que ha- nada -en el alba de la época moderna- en los ghetos
cen reales las políticas (dejando un abstracto con- y en los manicomios del poder, la única respuesta
cepto de 'poder' planear indefinido sobre el teatro legítima es, otra vez, el silencio. No hablar de la lo-
de la lucha)". (Teyssot, página 34) cura y sobre todo su locura, significa para Foucault,
Debilidad e insuficiencia del efecto de realidad. evitar incorporarla en el dispositivo del saber-poder
Abstracción. Generidad de los metodos y de los pro- que la ha producido, reduciéndola a un objeto de in-
cedimientos de investigación. Aqu í el relieve crítico vestigación y de dominio. Dejar hablar a la locura
concierne al nivel de elaboración anal ítica de los ins- significaría, según Foucault, volverla a com-prender,
trumentos empleados en el ámbito de la investiga- a inclu írla "adentro". Querría decir, entonces, otra
ción histórica. Pero la pregunta podría ser alterada vez, incorporaría a las siempre más vastas provincias
en sus términos, creemos que legítimamente, del del saber-poder individualizándola, identificándola,
campo de la interrogación histórica al de la reflexión reconociéndola, haciendo de aquella el objeto de
teórica. Abstracción y genericidad son defectos o Ií- una apropiación y de una posesión. Pero la locura
mites de un armado analítico llevado a compararse, es otra, radicalmente "otra", y darlela palabra
a referirse con respecto a lo "concreto" y lo "espe- significa en realidad hacerla hablar en la lengua del
cífico" de un evento "real". ¿Pero, qué "real" nos poder. Por esto es necesario el silencio, por esto es
describe Foucault? 0, para decirlo en los términos preciso callar. El historiador y el arqueólogo no de-
de Descombes: ¿la arqueología es un dispositivo de ben hablar de la locura, sino al contrario de los cri-
indagación o es en cambio una estrategia narrativa? terios, de las técnicas, de los instrumentos -en una
Aquello que Foucault propone ¿es una arqueo- palabra: de las prácticas de exclusión- que la han.
logía de la ciencia del hombre o mejor un cuento históricamente producido.
cuyo argumento es el fin de la historia? Se trata de una actitud que puede ser sospe-
A lo mejor estas dos perspectivas no son de he- chosa de ambigüedad, o más aún de apología de lo
cho tan inconciliables como parece a primera vista. existente.
CONVENIOS/ 82

y en estos términos viene juzgado por Franco Tal vez el límite más evidente, común a .odos
Rella en su comentario sobre el libro de Foucault los ensayos que estamos tratando, está constituido
dedicado al caso de Pierre Riviére, un joven campe- por el hecho de que en general las intervenciones
sino que en los inicios del '800 mató a su madre, su (más allá de los incontestables elementos de Interés
herrnana.vy un hermano sin razón aparente. Es tal que aquellas presentan) tienden a considerar al autor
vez oportuno recordar que este texto recoge, junto de Historia de la locura según una perspectiva que
a documentos de varios temas sobre el caso Riviére, no rinde adecuadamente cuentas de la calidad filosó-
algunos ensayos escritos por Foucault y sus colabo- fica de su obra.
radores.
El análisis histórico está dedicado esencialmen- Nos parece que el silencio de Foucault es pro-
te al estudio de las prácticas de exclusión en sus di- blemáticamente elocuente justamente si se lo consi-
námicas de funcionamiento. dera y se lo asume desde el punto de vista de las pre-
El lenguaje jurídico y el psiquiátrico son inda- guntas (esencialmente filosóficas) que, también in-
gados en sus mecanismos y armaduras, pero la fi- directamente, presenta o expone. Preguntas sin res-
gura de Riviére, el asesino, queda en un segundo puestas, si la respuesta es el silencio. ¿Pero no ha en-
plano. señado, tal vez, Heidegger (autor crucial para todo el
y además él es el redactor del "dossier" en el '900, y por lo tanto también para nuestro presente)
que explica de qué manera llegó a cometer el deli- que son justamente éstas las preguntas sobre las que
to. Un caso de gran interés, por lo histórico. Pero, habría que detenerse?
por otro lado, Foucault no acepta interpretar el tex- O todavía: zno es mejor formular la pregunta
to de Riviére, justamente para evitar forzarlo dentro (por rnás riesgosa que sea, o más aún inefable, silen-
de los esquemas de comprensión de una realidad im- ciosa como aquella de Foucault) mas que correr
puesta y extraña. precipitadamente hacia la respuesta? ¿Frente a un
No queda entonces más que el silencio y la estu- problema, no es tal vez necesario -o por lo menos
pefacción. ¿Pero este detenerse frente a la emergen- auspiciable- dejar abierto el lugar de la interrogación
cia de la locura, no se traduce tal vez en una actitud en caso de no poseer una respuesta adecuada? Zno
de renuncia, que tiene como único efecto el abando- es mejor la apertura del silencio (en cuya cavidad el
no de Riviére a su destino de marginado y exclu ído? preguntar trabaja para abrirse un camino) más que
¿El silencio de Foucault (y más en general el del his- el cerrar el horizonte problemático a través de una
toriador) no es en este. caso un silencio culpable por- respuesta que parece llegar demasiado apresurada-
que está destinado inevitablemente a extinguirse en mente? (1ncidentalmente: una perspectiva tal, toda
una mera aceptación de lo existente y, por ende, del centrada en el riesgo de la interrogación, nos parece
poder que lo ha producido? ser uno de los elementos más interesantes del recien-
La excepción del dossier Riviére es, según Rella, te trabajo teórico de Cacciari).
representada por el hecho que, "por primera vez nos El silencio de Foucault no es mera contempla-
encontramos frente a un texto" en el que "un mar- ción estetizante de lo "monstruoso" por un lado, y
ginado habla directamente". "Si nosotros analizára- por el otro de la apología de lo existente". El, en
mos a fondo este texto lo hallaríamos -en modo que cambio, (como aquel de Wittgenstein) enuncia pro-
produce estupor- cercano a los textos de la cultura blemas, formula preguntas a través de su mismo ca-
dominante. Esto quiere decir que entre estos textos llar.
existe un entrelazamiento real, problemático, que ¿Cómo es posible la relación con lo otro? qué
é

sería interpretado (... ) pero, continúa Rella, a Fou- me d ice este otro que está frente a m í y me inquie-
cault este nudo problemático no le interesa. No le ta, este "distinto" al que le quiero prestar mis pala-
interesa este "lugar" en el que podemos leer la inci- bras para callar/o, para llevar paz donde él ha llevado
dencia de la cultura dominante en Riviére: no le in- el caos? ¿qué me dice este otro que con su "demen-
teresa el discurso de Riviére. cial ", abismal silencio ha roto cualquier reciprocidad
"Riviére es silenciado aún una vez más" y "en de diálogo fundado sobre "lugares comunes"? éde
este rechazo a interpretar 'su' discurso, es expulsa- qué clase es la relación que me conecta y también
do del discurso científico del mismo modo que el me separa a un otro radicalmente otro? Zpuede, una
discurso del poder lo ha expulsado: el discurso del relación tal, ser simplemente resuelta en términos de
poder lo ha callado internándolo, Foucault lo ha ca- conocimiento y de saber? ¿pero ésta, justamente és-
llado transformándolo (...) en un objeto de estupe- ta, no es tal vez la respuesta que siempre la raciona-
facción: ser mítico y monstruoso, ser que genera ad- lidad ha intentado hacer frente a la emregencia per-
miración, pero que no puede ser analizado" (Rella, turbadora de lo "diferente" y de lo "desconocido"?
página 52-54). Es difícil no coincidir, al menos en "Es necesario hacer valer la razón", como diría
sus formulaciones generales, con un punto de vista Blanchot intentando por otro lado, si bien proble-
como éste, el que tiene, entre otras cosas, el mérito máticamente, romper esta lógica; "es necesario que
no despreciable de ser expresado con tanta claridad lo que hay que conocer, lo desconocido, se someta
y rigor anal ítico. Por otra parte nos parece tamb ién a lo conocido" (4). ¿No nos encontramos aquí tal
que el silencio de Foucault comprende órdenes de vez frente al movimiento mismo de la dialéctica?
problemas que se colocan, por lo menos en un cierto zreproooner una mera traducción del silencio de la
sentido, en un nivel diferente respecto al aqu í consi- locura (y del silencio frente a ella) en nuevas pala-
derado. bras ("nuevas" pero siempre "viejas": siempre las
83 /MATERIALES N* 5

mismas, aquellas de la voluntad de saber en cuanto propio saber y del propio poder? zcómo acercar lo
voluntad de poder) no significa, una vez más, estar "otro" respetando la alteridad? ¿cómo descubrir lo
bajo el principio que gobierna, en términos esencial- oscuro sin sacarlo de la oscuridad?
mente dialécticos, el universo de las formas discursi- El silencio de Foucault no es ciertamente una
vas? respuesta a estas preguntas. Justamente porque
El silencio de lo otro; el silencio frente a lo o- no es una respuesta, elfo requiere, tal vez, ser a su
tro: ¿no es tal vez un callar tal que rompe el orden vez interrogado. Porque en efecto, al! í donde faltan
de las correspondencias, de las simetría y de las pos- las respuestas (y nuestra actualidad testimonia en
tergaciones (el orden dialógico-dialéctico)? forma ejemplar una falta similar) nos es dada al me-
E. Lévinas ha mostrado como toda la filosofía nos una posibilidad: la de aprender el 'antiguo arte
occidental, en cuanto egología, es la tentativa de or- de la pregunta. Una pregunta que no esperarespues-
denar el concepto de lo "otro" según los criterios de ta sino para renacer desde ella en el revés de la insa-
evidencia instituidos por el Unomismo. ¿Cómo con- tÍsi'acción. - Porque sólo allí donde el interrogar se
trastar el imperialismo de este Ego, como impedir mantiene en la inseguridad que lo produce, la pre-
la asimilación de lo "otro" en el horizonte de la gunta se transforma en el "vehículo del pensamien-
comprensión de una Identidad destinada a encon- to", "la prueba (...) del pensamiento hasta lo impen-
trarse siempre y solamente a sí misma en el signo del sado que lo incita" (5).

NOTAS
1. M. Ferraris, DIFFERENZE. LA FILOSOFIA Editions de Minuit, 1979 págs. 137-39
FRANCESE DOPO LO STRUTTURALlSMO, Milán, Mul- 4. M. Blanchot, L'INFINITO INTRATTENIMENTO,
thipla Ediciones, 1981, pág. 158. Trad. It. de R. Ferrara, Turín, Einaudi, 1977 pág. 58
2. M. Foucault, SORVEGLlARE E PUNIRE, trad. it. 5. Son palabras de Jabés extraídas de la conversación-
de A. Tarchetti, Turín, Einaudi, 1976 pág. 31. (edición cas- entrevista con M. Cohen, V. E. Jabés DAL DESERTO AL
tellana VIGILAR Y CASTIGAR, Siglo ~XI, México) LIBRO, Trad. it. de F. Santini y G. Scaglia, Reggio Emilia,
3. V. Descombes, LE MEME ET L'AUTRE, París, Les Elitroípa Ediciones, 1983 página 135.
CONVENIOS/ 84

Ciudad y territorio en el S. X IX

Valeria Farinatí
Jt}1f!:!Hpl

C. Torrigiani y F.
Angiolini,
Proyecto de
penitenciaría, 7847
(de la exposición de
Dubbini).
En la pág siguiente:
Proyecto del
ingeniero Chabrol
para 'Napoleonville'
en Bretaña, año XIII
(A.N.) (de la exp.
de Teyssot).

En octubre de 1977 el Departamento de parecen importantes contrisuciones: es el caso del


Análisis Crítico e histórico del Instituto Universita- reciente volumen sobre el Nacimiento de la Ciudad
rio de Arquitectura de Venecia organizaba el conve- de Estado, de P. Morachiello y G. Teyssot (Roma,
nio internacional Ciudad y Territorio en el S XI X. 1983), o del ensayo en vías de publicación de R.
Habrá que convenir en que las reflexiones Dubbini sobre las prisiones en el '700 y el '800.
de Alberto Savinio que se anteponen al volumen que De la ciudad del Ancien Régirne a la ciu-
recogía las actas (Le Machine imperfette. Archite- dad de la "edad industrial", del "embellecimiento"
ttura, programma, istituzioni nel XIX Secolo. a car- clásico a los primeros tentativos de planificación ur-
ge de P. Morachiello y G. Teyssot, Roma,Officina, bana, de la celebración alegórica del monumento, a
1980), si en 1944 se proponían con la sugestión de la racionalidad impuesta en el espacio urbano por
agudas anticipaciones, ahora deben ser actualizadas: los equipamientos colectivos: era indagando sobre
fenecidó definitivamente un período de estanca- discontinuidades históricas individual izadas por tales
miento, el '800 se propone hoy al análisis histórico transformaciones que el convenio se proponía dar a
con una "venerabilidad" recientemente adquirida y luz los inicios de la estructuración del espaciomoder-
con una riqueza de temas jamás investigados debida- no, reviendo cualquier interpretación historiográfica
mente. en clave "engelsiana" que individualizara en la revo-
Un programa de investigación guiado por lución industrial el factor determinante para la mu-
el Departamento Veneciano sobre tal período, o tación de las técnicas de gestión urbana.
más precisamente, sobre los temas de las estrategias Promoviendo tal redefinición de hipótesis
urbanas y de las transformaciones disciplinarias e y conceptos historiográficos se hubieran utilizado
institucionales puestas a actuar entre el fin del Siglo consideraciones referentes a dominios diferentes.
XVI!I Y el S XI X, encontraba en los trabajos de la Las investigaciones de Michel Foucault
convención un momento de verificación a nivel in- sobre la genealogía de los dispositivos institucionales
ternacional y la oportun idad de definir un compro- -de seguridad y de salud- habfan abierto horizontes
miso historiografico en cuyo ámbito todavía hoy a- fructíferos a los nuevos historiadores de la arquitec-
85 /MATERIALES N* 5

M. Tafuri: Arquitectura e instituciones en la formación de la ciudad ochocentesca.


J .C.Perrot: Nantes et Bordeaux: deux modeles précurseurs dans l'urbanisme du S.XVI!I.
B. Huet:La vllle-équpement.l'exemple de Bourges et d'Orléans au S.XIX. P.Morachiello:
Chabrol, prefecto de Montenotte. Administración napoleónica y el arte de la ingeniería.
L .Spezzaferro: Laadministración napoleónica en el departamento del Tevere.
R. Dubbini: Taxonomía de los espacios de reclusión en Italia. C. Devillers: Le Creusot, .
ciu,dad del trabajo rz 78q-7 900) .. A.' Restucci: Arquitectu.ra y r~es~ructuraci~n. de las
ciudades en el Medlodta de Itafta{7 800-7 870). B. Fortier. Histolre et pkmtticatton
urbalne: les anées 1800. H.Lipstadt-Mendelsohn: Les commencements de la revue d'-
archttetcture en France. P. Saddy: Loproductlon des.architectes diocésatns en France
(7807-7870). B.leroy: Les traltés d'architecture rurale.en France. E. Concina: La
ar~uitectura rural en los tratados en Italia. G. Teyssot. La producción arquitectónica
del Báttments civtls' en Francia (7 795-7848). G. Romanelli: Las comisiones de ornato
en el Reino Itálico y en el Lombardo- Veneto. D. Calabi: La política de los servicios
técnicos y redes en las ciudades italianas (7880-7970). R; Evans. The colonlsation of
domestic space (785 7-7890). R. Guillerme: Considérations sur les modes d'interventlon
. . .:». de l'Inqénieur au 5. XIX.

tura, e indicado temas que en Venecia no dejaban de viduos, en las grandes cuestiones espaciales relativas
ser discutidos (cfr. El dispositivo Foucault, Venecia, al trabajo, a la vigilancia, a la salud (cfr. La politique
1977). Si se destacaba la necesidad de ir más allá de de I'espace parisien a la fin de l'Ancien Régime, Ra-
"estrategias" de poder globalmente delineadas, defi- pport de recherche, París, 1975). La ponencia de
niendo en lo específicamente disciplinario los proce- Fortier en la convención de Venecia ampliaba estas
sos de reproyectación de la ciudad y la técnica de su temáticas y sancionaba definitivamente la no lineari-
transformación en "ciudad-servicio" en el '800, se dad entre procesos de transformación urbana y revo-
recogían plenamente aportes foucaltianos muy pro- lución industrial, definiendo un agente tard ío y se-
ductivos para la cntíca de los espacios: como el con- cundario en el nacimiento de la Urbanística y de los
cepto de "heterotopla",. aplicado a la estructura- programas modernos. En el. plano general de la peri-
ción de los lugares reales; o los estudios sobre el de- feria de París de 1724, que bloqueaba la expansión
sarrollo de una "biopol ítica" que desde la mitad del de la ciudad, Fortier fijaba ell ímite más allá del cual
S XVIII hubiese aislado, en el tejido urbano, zonas estaría progresivamente desaparecido el sistema de
para medicar y organizado las poblaciones a través los "embellecimientos" clásicos, de las intervencio-
de tecnologías y aparatos arquitectónicos. nes aisladas y monumentales. Además podía indivi-
En Francia, las búsquedas del equipo de Bruno For- dualizar algunas características de las modificaciones
tier sobre las relaciones entre saber médico-científi- sucedidas alrededor del 1800. En primer lugar una
co y procedimientos de definición del espacio pari- voluntad de conocimiento, una exigencia de transpa-
sino, ya estaban avaladas expl ícitamente por la con- rencia y objetividad que prevale en la poi ítica de re-
tribución de Foucault. Las transformaciones de la gistro y control de la realidad urbana: el gran releva-
ciudad aparecían entonces difíciles de encontrar al miento topográfico de París del arquitecto Verni-
nivel de la arquitectura y del urbanismo: un conjun- quet (1774-1791) hubiera sido el ejemplo luminoso.
. to institucional y disciplinar más vasto aparecía im- En segundo orden el proponerse nuevos campos de
plicado en los primerosprogramasde Estado, en las proyectación: aquellos de la vivienda, del intercam-
estrategias de control y de organización de los indi- bio, del trabajo y de los servicios colectivos (ofici-
CONVENlOS/86

PLAN DÉTAlLLÉ DI: PREMIER ÉTAGE DU JfOUVEL HOTELDlEl',


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Planta detallada del primer piso del nuevo


Hátel-Dleu, proyecto de Poyet.
(de la exp. de Fortier).
En la página siguiente: "Corte de una calle"
(de la exp. de P. Patte).
nas, hospitales, mercados, liceos, prisiones, m atad e,. los ingenieros Ponts y Chaussées, los programas téc-
ros). Servicios que se diferencian netamente del nicos difunden en Italia el principio de una coordi-
"monumento" clásico, ya sea por su colocación den- nación rigurosa de las intervenciones que se efectúan
tro de una serie cumplida de programas, ya sea por sobre el territorio, proponiéndose como elementos
su "insularización" que los libera del parcelamiento imprescindibles en la reconstrucción de una "arque-
urbano y da vía libre a una definición geométrica ología" de la planificación territorial. Si las instan-
propia. cias expresas de la administración napoleónica se
Entre las anticipaciones del '700 de tales destacan raramente del ámbito de la reflexión teóri-
modificaciones, se puede recordar el proyecto "tec- ca, esto se le imputa a una falta de compenetración
nológico" de Pierre Patte para una ciudad de la hi- entre los lenguajes técnicos y los de la economía. A
giene, de los flujos y de la circulación. Alrededor de proposito de esto, Manfredo Tafuri pudo sostener
1800, aquellos años de la guerra, de la Revol ución y -en la introducción al convenio- como la sobredeter-
del Imperio, las experiencias de las ciudades indus- minación, el exceso de cumplimiento, la inestabili-
triales, de los arsenales de la marina y de las ciuda- dad del programa administrativo, tecnológico o ar-
des de Estado hubiesen roto definitivamente con el quitectónico que se niega a la contaminación de lo
espacio clásico y hubieran conducido a la sistemati- real -en este caso la falta de consideración de facto-
zación de los elementos innovadores presentes al fi- res económicos y de Ia relación entre ló público y lo
nal del S XVIII. privado- lo conduce a una irrealización.
La ponencia de Paolo Morachiello sobre Los términos del programa, que aparece
la obra del prefecto Chabrol en los años de la admi- por primera vez en los textos cerca de 1800, y que
nistración napoleónica en Italia, analizaba algunos pod ían ser definidos por Georges Teyssot (Ciudad,
de los temas delineados por Fortier y sacaba a luz el servicios, etc. "Casabella" 1977, N 424) como
programa técnico sustentado en la proyectación de "ciencia" del proyecto, junto con las normas y los
infraestructura estratégica y comercial, de ciudades procedimientos que legislaron sobre el proyecto, re-
nuevas y de arsenales. Sostenidos por la "ciencia" de presenta un nudo conceptual fundamental. En la re-
87/MA TERIALES N* 5

bOFIL D'UNE RUE

lación productiva y vital entre programa e institu- lidad y dispositivos espaciales.


ción se precisaba otra de las hipótesis en la base del Haciendo centro sobre los casos paralelos
convenio. Dentro de tal hipótesis se colocaba con de Nantes y Bordeaux en el S XVIII, la contribución
particular pertinencia la contribución de Renzo Du- de Perrot a la convención traía una vez más el pro-
bbini, que, al evidenciar los programas encuadrados blema del rol de la economía y de la circulación.
en el S XIX en el ámbito de la organización del sis- Con las palabras del propio Perrot, "las necesidades
tema penitenciario italiano, subrayaba la relación de la economía se transmiten directamente a la 'ur-
necesaria entre las nuevas tecnologías punitivas y la ban ística por un trámite constituido por las exigen-
especificidad de la arquitectura carcelaria moderna. cias de la circulación".
Entre los aportes determinantes para las Que la historiografía francesa más recien-
nuevas hipótesis de periodización promovidas en te presente una desconfianza bien radicada en las
Venecia se situaba la investigación de J ean Claude construcciones teóricas y en los estudios de los pro-
Perrot sobre la ciudad de Caen en el S XVIII, mo- cesos generales, parecía demostrado en otras inter-
mento de síntesis del rico filón de- estudios franceses venciones. Es el caso de Christian Devillers que a
en el dominio de lo "urbano" que se val ía de las re- través del estudio de la ciudad industrial de Le Creu-
cientes contribuciones de las ciencias humanas (Gé- sot ponía el problema del espacio específico de una
nesis de una ciudad moderna, Caen en el S XVIII, ciudad directamente insertada en la estrategia del
París, 1975). El análisis de las relaciones entre rit- modo de producción capitalista. La misma propen-
mos económicos y ritmos de crecimiento urbano, sión a un análisis puntual y circunscripto, se encon-
demostraba como las ciudades asumieron bastante traba en la ponencia de Denis Bérard y Bernard
antes del S XIX el doble aspecto descripto por Marx Huet que se proponía verificar en la ciudad modelo
de "agentes de la explotación económica del agro y de Bourges las estrategias de distribución de los e-
campo cerrado de los conflictos sociales". Por otra quipamientos colectivos en los inicios del '800.
parte se individualizaba la necesidad de un estudio La intervención de Georges Teyssot, cen-
de las correlaciones temporales entre ciclos de viabi- trada contemporáneamente sobre la reconstrucción
CONVENlOS/ 88

Mapa departamental
general presentado
al Consejo General
<25 de Bátirnents civils
25+49 entre 7807 y 7857.
50+75 (de la exp. de Teyssot}

>75

de la historia de la instalación de equipamientos co- análisis de los inicios de la tecnología en el 1700


'lectivos -tribunales y prisiones- en la ciudad de Le (Los comienzos de la tecnología, "Thales", XII, Pa-
Mans y sobre el análisis cuantitativo de la produc- rís, 1968) se proponía aquífocalizar,en los inicios
ción arquitectónica del servicio de edificios civiles de la tecnología moderna, una de las determinantes
en Francia en la primera mitad del '800, se colocaba en el arte de construir, e individualizaba en el siste-
en el ámbito del mismo compromiso de investiga- ma de la producción tecnológica una de las condi-
ción. Se subrayaba como el proceso de espacializa- ciones del surgimiento de la arquitectura moderna.
ción del territorioi francés encaminado en la época Los discursos sincréticos sobre la naturaleza mixta
de la Revolución y del Imperio se hubiese realizado de la arquitectura -juntando arte y ciencia- que se
a través de dos procesos destacados: la transforma- habían fortalecido a lo largo del S XIX no se revela-
ción de los modos de proyectación y la burocratiza- ban, entonces, más que obstáculos a una percepción
ción de las prácticas profesionales acaecida, entre destacada de las distintas causalidades del arte de
1795 y 1845, dentro del sistema de los Edificios Ci- construir.
viles. Transformaciones disciplinares y profesionales En un convenio que no se proponia colo-
que eran objeto también de la realización de J acques car los singulares aportes en una constitución cerra-
Guillerme: en el ámbito de 'la consolidación de una da, la totalidad de los aportes, es diflcilmente sinte-
cultura de la racionalidad, la separación entre inge- tizable. Se podrán todavía señalar brevemente los a-
nieros y arquitectos se operaba por la inteligencia de nálisis deM. Lipstadt sobre el nacimiento de las re-
las matemáticas y por el uso de las nociones regula- vistas de arquitectura; o la ponencia de Giandoméni-
doras de "aplicación" y de "utilidad". Guillerme de- co Romanelli sobre la Comisión de Ornamento en la
lineaba las alternativas de tales distinciones y oposi- Italia Napoleónica y Absburga, en la cual se podría
ciones profesionales entre el fin del S XVIII Y la recoger hoy la sugerencia de un tema de investiga-
primera mitad del S XIX, Y esbozaba la deuda con- ción todavía inexplorado: el de la producción arqui-
traida con la fuente tecnológica por la invención tectónica del sistema de construcciones públicas de
morfológica. Autor con t Sebestick de un ejemplar los Asburgo en la Italia de la primera mitad del '800.
89 /MATERIALES N* 5

Arquitectura y poi ítica de vivienda


en Europa; 1900-1940.
Una investigación común.

Guido Zucconi

We/win. G. c..
chalet económico
con techo y
mansarda.
Arq. L. de Soissons,
7924.
(el / ímite entre
arquitectura
"progresista" y
arquitectura
"tradicional"
aparece en toda su
incerteza).

La idea de un programa de investigación común sobre la actividad edilicia de las administraciones a-


nace en 1979 de diversos grupos que desde hacía lemanas. En los tres convenios participaron también
tiempo trabajaban en Europa sobre temas e hipóte- "L'lnstitute Francais d'architecture", la facultad de
sis de investigación contiguos. La ideano era la de "Sciences Sociales di Nanterre" y el "Centre for ur-
realizar una imposible investigación común, sino ban and Regional Studies" de la Universidad de
más bien la de establecer, a través de una serie de en- Birmingham.
cuentros periódicos, un tema general que permitiera Entre las cuestiones tratadas durante el trans-
la comparación, caso por caso, entre hipótesis elabo- curso de los convenios emergió el problema de la pe-
radas en contextos diferentes, riodización: éera lícito asumir la 1ra. guerra como
divisoria de agua de la historia? ¿O existían elemen-
El Departamento, de Historia de la Arquitectura tos de continuidad capaces de enlazar el antes y el
de Venecia (OSA), "L'Unité X" de la Universidad después? En los informes la guerra apareció bien le-
de París y la "Hochschule Für bildende Künste" di jos de representar un "espacio vacío"; por el contra-
Hamburgo, individual izaron el tema unificador en la rio fue ilustrado el rol decisivo de la Gran Guerra en
relación arquitectura de la casa y políticas sociales: la puesta a punto de estrategias institucionales, las
relación a verificar en un ámbito temporal que cu- cuales hallarán su plena aplicación en la postguerra:
bría el así llamado "período entreguerras". típicas en este sentido serán las poi íticas de vivienda
En los tres convenios que tuvieron lugar entre en el interior de los nuevos roles asumidos por el Es-
1980 y 1981, gracias a la financiación de la Comun i- tado.
dad Económica Europea -Venecia, abril 1980; Ham- Continuidad de poi íticas, pues, y continuidad
burgo, Julio 1980; París, diciembre 1981- se compa- de modelos como han demostrado una serie de in-
raron las reflexiones elaboradas por la investigación vestigaciones: entre los modelos filantrópicos del o-
CORDA sobre "la politique de I'habitat en France", chocientos y los tipos de edilicia pública, entre las
las hipótesis maduradas en el OSA de Venecia so- comun idades autosuficientes de preguerra y los
bre el tema" arquitectura y socialdemocracia" y los "Siedlungen" de la época de Weimar (De Michelis).
resultados a los que llegaron diversas investigaciones A la luz de estas consideraciones, ¿era todavía
CONVENlOS/ 90

plausible hablar de "período entre las dos guerras"


como de una fase homogénea? Un período leído de
ordinario por una historiografía apurada, como mo-
mento de enfrentamiento del Bien v.el Mal: entre
Modernidad y tradición, entre vanguardia y acade-
mia, entre purismo y eclecticismo. Algunos informes
(Borugraber) subrayaron la capciocidad de esta in-
terpretación patrocinada por los historiadores del
Movimiento Moderno: a las contraposiciones entre
"la blanca arquitectura" de la Republica de Weimar
y el kitsch nacional socialista, entre vanguardia so-
viética y monumentalismo stalinista, las sustituyen
análisis puntuales que demuestran la continuidad de
un presunto estilo nacional, más allá de su signo po-
lítico y de la distinción entre los años Veinte y
Treinta.
Más allá del lenguaje arquitectónico, las investi-
gaciones sobre poi ítica de vivienda en Alemania e
Inglaterra (Frank, Calabi) invitaban a la revisión de
la contraposición tradicional entre una línea pro-
gresista y una conservadora: en Alemania, el trágico
caso de algunos protagonsitas no borra los elemen-
tos de continuidad en las técnicas de intervención y
los modelos de gestión. En Inglaterra, en una suce-
ción incesante de laboristas y de conservadores se
realiza el más conspicuo programa edilicio público
de toda Europa.
Como conclusión, a la finalización de los tres
convenios, la poi ítica de vivienda, lejos de ser asimi-
lada a formaciones poi íticas o lingü ísticas, apareció
como un caso particular de un proyecto general pa-
ra la consolidación de una sociedad en vías de orga-
nizarse sobre las bases de la masa (Raymond): un
proyecto que- atraviesa todos los países industriali-
zados: un proyecto que, en formas y tiempos dife-
Amsterdam rentes, procura el Fascismo, e/ New Dea/ de Roos-
"Eiqen Haard" velt, la Francia del front populalr y las social demo-
M. de K/erk cracias del Norte. J unto a los programas de reinser-
ción rural, la vivienda aparece como el "elemento
7977-79 estabilizador" en un marco en el cual la racionali-
zación industrial, como un caso particular luego de
las Grandes crisis, introduce comportamientos nue-
vos y potencialmente perturbadores: si la taylori-
zación del trabajo promete una expansión del tiem-
po libre, de la movilidad y del consumo de masas
("el automóvil para todos"), la vivienda, con su
fuerte remisión a la tierra y a la tradición, promete
una radicación general junto a las poi íticas de ser-
vicios y a las poi íticas de tiempo libre, la poi ítica de
vivienda aparece como uno de los instrumentos con
los que el Estado intervencionista experimenta su
capacidad de organizar y controlar la vida familiar y
colectiva fuera de los lugares de producción.
En 1982 los resultados de la investigación sobre
el "caso inglés", conducida por grupos italianos y
británicos, han sido publicados en el libro La arqui-
tectura doméstica en Gran Bretaña (al cuidado de D.
Calabi) ed. Electa.
Bajo el título Les principes architecturaux á
/'age du réformisme, los Cahiers de la Recherche
Architecturale publicarán, a fines de 1983, el ma-
terial más significativo elaborado por los tres con-
venios.
97 /MATERIALESN* 5

Renovatio Urbis en la edad del Gritti.

Anna Bedon
Programa de las exposiciones.
M. Tafuri: Renovatio urbis: el problema historiográfico;
E. Muir: Manifestaciones y ceremonias en I Venecia de Andrea Gritti;
E. Rosand: Música en el mito de Venecia;
A. Stella: Esperanzas y tensiones religiosas en los movimientos
venecianos de la Reforma;
G. Scarabello: Estructuras asistenciales en Venecia en la primera
mitad del '500 e iniciación europea en la reforma de la asistencia;
W. Melczer: Hermetismo y 'Kabbalah' cristiana en el pensamiento de
Francesco Zorzi;
D. Rosand: Venecia y los dioses;
L. Puppi: Iconografía de Andrea Gritti;
G. Padovan: La actividad literaria en la Venecia de Andrea Grittí;
M. Cali: Entre religión y poder: el disenso de Lorenzo Lotto;
D.Calabi y P.Morachiello: Rialto, 757 5-38:los años de reconstrucción;
E. Concina: Entre Oriente y Occidente: los Zen, un palacio y el
mito de Tresibonda;
R. Fontana y M. Sartor: Comunicaciones;
R. Finlay: Alvisa Gritti al servicio del Sultán: Venecia, los turcos y.
la Cristiandad, 7523-7538;
F. Gaeta: La idea de Venecia: mito e instrumentos mentales.

Esta convención sobre los años que vieron en tectura, la poI ítica urbana y la cultura figurativa ve-
Venecia al ducado de Andrea Gritti, en su aparente neciana- se ha querido oponer la investigación de las
especificidad, dos décadas de vida veneciana del matrices de estos fenómenos, atravesando, recorrien-, .
'500, es un experimento historiográfico que va más. do y volviendo a recorrer, los ámbitos de muchas
allá de los resultados científicos que cada una de las disciplinas. La producción artística no permanece
exposiciones puedan haber restituido al público. Es- entonces en los márgenes de la reconstrucción histo-
to ha sido propuesto por mi coordinador, Manfredo riográfica, como un pintoresco telón de fondo, sino
Tafuri, como un programa de trabajo metodológico que toda propuesta de jerarquía entre las disciplinas
y al mismo tiempo como un balance de la actividad históricas debe tener en cuenta el carácter en sí mis-
iniciada en el interior del DSA hace algunos años. mo histórico de cada jerarquía .. En el caso específi-
La confluencia de las investigaciones de los nu- co de la edad de Gritti, la iconografía asume un rol
merosos estudiosos de este Departamento sobre los central en la gestión del poder, en la calificación ur-
diversos temas de poI ítica cultural, urbana y religio- bana, en la estabilización institucional de la "Sere-
sa, que caracterizan la historia veneciana del '500, nissima".
y no solo esto, sino además de los polos principales Esta temperatura poI ítico-social-cultural pero
que se cotejan en la Europa del '500 para imponer- también psicológica, esta mentalidad que se ha in-
se en el campo económico, cultural o político, es tentado localizar se ha mostrado falta de claridad ri-
un preciso programa de trabajo colectivo, que se gurosa, de líneas de tendencia no contradictoria, de
propone como alternativo a la investigación aislada, netos lineamientos: Andrea Gritti muestra sólo me-
relegada por los propios límites del trabajo artesa- tafóricamente las aspiraciones de una época, aunque
nal al ámbito estrictamente disciplinario. formule proyectos políticos verdaderos y peculiares.
A las marginales catalogaciones que apuntan ex- En la poI ítica edilicia, y para la obra privada, es e-
clusivamente al "cómo" de los fenómenos, más que jemplar el caso del palacio Zen (iluminado por la
al "qué cosa" -que caracterizan a la casi totalidad de intervención de E. Concina), cuya línea sin embargo
la producción crítico-historiográfica sobre la arqui- fracasa y no tiene réplicas más allá de la edad exa-
CONVENIOS/92
minada. Su pendant público es la reestructuración
del Rialto, la primera tentativa de introducir un es-
pacio racional, no empírico, en el tejido veneciano
(D. Calabi, P. Morachiello). Tentativa de racionaliza-
ción, de hacer de Venecia un estado moderno a tra-
vés de la especialización técnica, la ciencia y la opor-
tunidad en las decisiones. También proyectos no es-
trechamente relacionados y no completamente go-
bernables. La rigidización del ceremonial, la atenta
organización de las manifestaciones públicas por ra-
zones de control social, es otro objetivo no cumpli-
do del poder grittino, no obstante la atenta direc-
ción (E. rv1uir): preparativos que se apoderan de la
retórica 01 ímpica para proponer el poder en térmi-
nos heroicos (D. Rosand) el rol de la música de la
cual Venecia quiere tener la primacía, música poli-
coral porque es música ceremonial por exelencia,
símbolo de la armon ía estatal del reino bien tem-
plado (E. Rosand).
La realidad poi ítica, la imposibilidad de con-
centrar las fuentes del poder, la fisura en el interior
del patriciado llevan a elecciones totalmente contra-
dictorias, cuyos éxitos son independientes de cual-
quier programa político. Toda la iconografía pública
de Andrea Gritti lo propone como afianzador de la
renovatio luego de la crisis: renovatio urbls, reno va-
tio eccleslae (L. Puppi). Una atmósfera de humana
concordia en la cual nace el movimiento humanista
de la Reforma de los círculos evangélicos, inspirado
en la secular poi ítica mediadora veneciana (A. Ste-
11a) ; y de esta tolerancia, de este fervor de investiga-
ción participan el misticismo neoplatónico y el ca-
balismo cristiano del ámbito franciscano de un F ran-
cesco Zorzi (W. Melczer). Pero a todo esto, en el
proyecto político, corresponde la utilización de la
herej ía en función antiñabsbúrgica, las relaciones
con el Turco inspiradas en un realismo maquiavé-
lico muy particular (R. Finlay), y una utilización
anti-habsbúrgica de los turcos que hace pensable en
los ambientes grittinos la posibilidad de ofrecerse
como mediadores poi íiticos de los intereses euro-
peos y de los intereses italianos.
Es imposible recoger en esta breve nota todos
los temas que han surgido en el transcurso de esta
convención en exposiciones y seminarios, cuyos ac-
tos están en publicación por el editor.
Aquello que es de subrayar es la multiplicidad
de las dimensiones que han sido contrapuestas en el
intento de construir una historia que sea el comple-
jo perfectible de estas dimensiones. Para la serie de
exposiciones en las que se ha visto la participación,
además de 'los docentes del DSA, de numerosos es-
tudiantes italianos y extranjeros, ha sido preferida
una 'lógica que refleja una confluencia de métodos,
para una confluencia de intentos, en donde las dife-
rentes dimensiones no quieren ser otra cosa que téc-
nicas expositivas y no prejuicios disciplinarios. He-
mos obtenido conclusiones provisorias, la imposibi-
lidad de obtener lecturas conclu ídas y tranquilizado-
ras del objeto de estudio.
Una tentativa, acertada, de demolición de ani-
quilantes teorías historiográficas en nombre de la
experiencia.
93 /MATERIALES N* 5

Apendice
bibliográfico

BIBLlOGRAF/A DE LOS AUTORES EDITADA EN CASTELLANO

MANFREDO TAFURI
La arquitectura del Humanismo. Sarail, Barcelona.
Teorías e Historia de la Arquitectura. Laia, Barcelona, 1972. Trad.: Martí Capde-
vila y Sebastiá J aneras.
Para una crítica a la ideología arquitectónica. En el volumen en colaboración
"De la vanguardia a la metrópoli". G. Gili, Barcelona, 1972. Trad.: Seminario de
Urban ística II de la ETS de Arquitectura de Barcelona.
El Socialismo realizado y la crisis de las vanguardias. En el volumen en colabora-
ción "Socialismo, Ciudad, Arquitectura." Comunicación, Madrid, 1973. Trad.:
César Suarez.
La montaña encantada. En el volumen en colaboración "La ciudad americana".
G. Gili, Barcelona, 1976. Prólogo de J. Quetglas.
Arquitectura Contempóranea. Aguilar, Madrid, 1978. Trad.: Luis Escobar.
La esfera y el laberinto. G.Gili, Barcelona, 1984. Trad.: Francesc Serra Cantarel.

FRANCO RELLA
El descrédito de la razón. En el volumen en colaboración, preparado por A.
Gargani, "La crisis de la razón". Siglo XXI, México, 1983.

MASSIMO CACCIARI
Dialéctica de lo negativo en la época de la metrópoli. En el volumen en colabo-
ración "De la vanguardia a la metrópoli". G. GiIi, Barcelona, 1972.

FRANCESCO DAL CO
Hannes Meyer y la "venerable" escuela de Dessau. Introducción a la recopilación
de textos preparada por él en el volumen "El arquitecto en la lucha de clases".
G.Gili, Barcelona, 1972. Tr<id.: M. Galfetti de Gili.
Futurismo y vanguardia en la ideología de la arquitectura soviética de los '20.
En el volumen en colaboración "De la vanguardia a la metrópoli". (op, cit.).
Arquitectos y ciudades. En el volumen en colaboración "Socialismo, Ciudad,
Arquitectura". (Op.cit.}.
De los parques a la región. En el volumen en colaboración "La ciudad
americana". (op.clt.).
Arquitectura Contempóranea. En colaboración. (op. cit.).

GIORGIO CIUCCI
La ciudad en la ideología agraria y F. LLoyd Wright. En "La ciudad americana"
(op. cit.).
Le Corbusier y Wright en la URSS. En "Socialismo, Ciudad, Arquitectura",
(op. cit.).

MARIO MANIERI EllA


Por una ciudad imperial. En "La ciudad americana" (op, cit.},
William Morris y la ideología de la arquitectura moderna. G. Gili, Barcelona,
1977. Trad.: Juan Díaz de Atauri y Rodríguez de los Ríos.

MARCO DE MICHELlS
La organización de la ciudad industrial en el Primer Plan Quinquenal.
En "Socialismo, Ciudad, Arquitectura". (op.cit.).
MA TER lA LES agradece la colaboración prestada por las siguientes
personas y empresas:
Arquitecto Ernesto Katzestein
Arquitecta Martha Levisman
Ediciones Summa S. A.
Editorial Paidós
Estudio Aisenson S. A.
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