Está en la página 1de 2

Cómo elegir lápiz o portaminas.

Una lectura para los amantes del grafito

Siempre se ha dicho que la escritura cambió el rumbo de la historia de la humanidad, pero


según apunta la revista Forbes, la verdadera revolución se produjo cuando la población tuvo
fácil acceso a los elementos de escritura y, por consiguiente, al conocimiento. De ahí que la
prestigiosa revista considere el lápiz como el cuarto instrumento más relevante de la historia.

Desde la invención del primer lápiz hasta nuestros días, la industria ha alcanzado niveles de
perfección y refinamiento dignos de mención. Hoy les descubrimos un mundo familiar para los
amantes del grafito, pero todavía desconocido para quienes se decantan habitualmente por la
tinta.

DEL LÁPIZ AL PORTAMINAS

Los primeros antecedentes al lapicero los encontramos en la civilización romana, si bien puede
considerarse más grabado que escritura, pues utilizaban una varilla de metal, normalmente
hecha plomo, con la que rasgaban el papel.

En el siglo XV se fabricaron en Italia las primeras minas utilizando una mezcla de plomo y
estaño. Pero no es hasta 1564 que se descubre en Borrowdale (Inglaterra) un enorme
yacimiento de grafito.

Para facilitar su transporte, el grafito era fragmentado en finas varas. Sin embargo, al cortarlo,
el material se volvía altamente quebradizo, por lo que se hizo necesario proteger el grafito con
cuerdas y pieles para evitar que se resquebrajara.

Posteriormente, unos artesanos italianos idearon una nueva fórmula para proteger el grafito y
evitar su rotura: ahuecaron un palo de madera y lo rellenaron con grafito. Surgieron así los
primeros lápices de la historia.

En la década de 1660, la ciudad de Nuremberg (Alemania) comenzó a producir lápices de


forma masiva. Numerosos artesanos establecieron allí sus talleres. Uno de estos artesanos,
Kaspar Faber, comenzó a destacar por la indudable calidad de sus creaciones, siendo la
primera generación de la hoy reconocida compañía Faber-Castell.

En 1770, Edward Naime comenzó a comercializar gomas de borrar de caucho. Posteriormente,


en 1795, un químico francés llamado Nicolas Conté, inventó una fórmula que combinaba el
grafito en polvo con arcilla, lo que permitió abaratar los costes logrando una misma utilidad.
Finalmente, en 1822, Sampson Mordan y John Hawkins patentaron el primer portaminas: un
elemento muy similar al lápiz pero dotado de un innovador mecanismo que permitía no sólo
hacer avanzar la mina sin necesidad de afilar el lápiz, sino también reponerla una vez agotada,
sin tener que reemplazar todo el instrumento.

Hoy en día, tanto el lápiz como el portaminas se han vuelto una herramienta tan común que
resultan indispensables en cualquier escritorio. Ahora bien, ¿Cómo escoger el instrumento más
adecuado?
TAMAÑO DE LA MINA

Los diámetros de mina más comunes son 0,5 mm, 0,7 mm y 0,9 mm. Conozca sus principales
características y usos:

0.5 MM: Recomendable para personas con una escritura pequeña, ya que su trazo fino
permite una mayor precisión. Si es un dibujante que escribe suave y fácilmente este diámetro
también es adecuado.

0.7 MM: Ideal para la escritura numérica, pues es una mina más resistente y de escritura
suave. Al escribir no es necesario presionar tanto el portaminas cómo con una mina 0,5 mm, lo
que deja menos surcos sobre la hoja al borrar errores. Aconsejable para un dibujante que
busca precisión, tanto el grosor de la mina de 0,5 o 0,7 mm son ideales para el dibujo técnico.

0.9 MM: Si es un dibujante que hace mucha presión sobre el portaminas, utilice una mina de
0,9 mm, estas minas son más oscuras y debido a su grosor deja menos surcos sobre la hoja.

Hay otros tamaños disponibles para artistas y dibujantes, como por ejemplo 2mm o 5,6 mm.
Para estos grosores de minas muchos portaminas, usualmente llamados de lápiz de boceto,
incorporan un afilaminas, pues con el uso necesitarán ser afiladas a pesar de usarse en un
portaminas.

DUREZA DE LA MINA

La dureza de la mina influencia la escritura. Cuanto más blanda, más oscuro será el trazo. Las
minas más usadas son: HB, B y 2B.

H del inglés hard, significa duro, cuanto mayor es el número mayor es su dureza.

B del inglés black, significa negro, cuanto más blanda es la mina más intenso será el negro.

HB es el compromiso entre blando y duro tirando a blando.

La dureza media usual es la HB, si la mina no tiene identificación, lo más probable es que sea
de esta dureza. Esta es la mejor opción para quien no está seguro de cuál dureza deberá
utilizar.

Las minas blandas dibujan las líneas más oscuras mientras las minas duras dibujan las líneas
más claras. Para dibujar, una mina dura es la ideal para delinear y luego oscurecer y sombrear
con una mina blanda.

Si necesita moldear la mina, cuanto más blanda la mina mejor, son más sencillas y rápidas para
moldear. Sin embargo, pierden rápidamente el filo de sus bordes al contrario de las más duras.

También podría gustarte