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Presentación

Nombres: Nathaly Esther                    

Apellidos: De La Cruz Acevedo               

Lugar: El barrio Chino, Haina, San Cristóbal     

Profesor: Johnattan Peguero Florentino         

Materia: Introducción a la Biblia y Teología     

Tema: ¿Cómo estudiar la biblia? Continuación                           

Día: 13 

 
                Mes: 11

                                  Año: 2020  
I. Introducción

Tema: ¿Cómo estudiar la biblia? (continuación)

Objetivo: En este bosquejo nos proponemos sugerir un método


sencillo y práctico para el estudio de la Biblia y describir un modelo
que nos dará una visión adecuada de los elementos más relevantes a
tomar en cuenta para el estudio bíblico.

Tesis: La iluminación se opera, principalmente a través del estudio


de la Biblia (Jn.5:39). por esto necesitamos conocer y entender la
forma correcta de estudiar la palabra de Dios.
II. Desarrollo

1. Análisis del texto


Para interpretar el texto hay que determinar cuál es el texto para interpretar.
Nosotros acostumbramos a estudiar la Biblia en nuestra lengua “franca” o
común. Para la mayoría, esa lengua es el español. Para algunos otros puede ser
el inglés, y para otros podría ser portugués, francés, alemán, italiano, danés, o
algunos de los dialectos o idiomas de África, o de la India. Sin embargo, los
libros de la Biblia NO se escribieron originalmente en ninguna de esos
lenguajes. Se escribieron en versiones antiguas de los idiomas hebreo, arameo y
griego, los cuales ya no se usan hoy.

Es importante señalar que, para llegar la Biblia en nuestro idioma a nuestras


manos, se ha pasado por un proceso tedioso y minucioso de “lectura” de
manuscritos antiguos. No es una lectura fácil porque los manuscritos no están
accesibles como los libros que tenemos en nuestras bibliotecas. Además, la
forma en que se escribía no hacía fácil la lectura de esos manuscritos originales.
Veamos algunas de las dificultades:

1.1 Se escribía todo en mayúscula, sin capítulos y versículos.


1.2 En el hebreo antiguo NO se escribían vocales, solo consonantes.
1.3 No se incluían signos de puntuación, o eran muy escasos y ambiguos.
1.4 No se dejaban espacios entre palabras, ni entre oraciones.
1.5 Los copistas añadían comentarios y amenazas que podían confundirse con
el contenido “legítimo” de los documentos.
1.6 Algunos manuscritos son versiones parafraseadas de los textos originales.
1.7 Muchos manuscritos son traducciones a otros idiomas (siríaco-arameo,
copto, griego, latín, etc.).
1.8 En el proceso de copiar, se inducían errores por oír mal, o por no tener el
texto original de forma clara, además de otras razones.
1.9 En la actualidad se han identificado más de 200,000 variantes (formas
diferentes de versos bíblicos). Los eruditos concuerdan que ninguna de estas
variantes afecta las doctrinas fundamentales del cristianismo. Sin embargo,
esta realidad nos invita a ser más humildes a la 50 hora de dogmatizar
basándonos en textos en nuestros idiomas en lugar de basarnos en los
idiomas originales.

2. Herramientas que le ayudarán a asegurarse de estar


considerando el texto correcto. Como resultado, recomendamos
al estudiante las siguientes prácticas:
2.1 Consulte al menos tres (3) versiones distintas, además de la versión a leer
cuando esté predicando o enseñando (usualmente es la ReinaValera 1960,
en español). Algunas que sugerimos son: Nueva Versión Internacional
(NVI), Biblia de Jerusalén (BJ), La Biblia Textual (BTX), Biblia de Alta
Definición Lexham (BADL), Dios Habla Hoy (DHH), Nueva Traducción
Viviente (NTV) y Traducción Lenguaje Actual (TLA), La Biblia Las
Américas (LBLA).
2.2 Preste atención a TODAS las notas que se incluyen en las versiones de
estudio, particularmente las que discuten variantes en los manuscritos
antiguos.
2.3 Use comentarios bíblicos que discutan las diferencias en los manuscritos y
presenten cuán seguro es el texto en la versión en la que está leyendo la
perícopa. Usualmente, los comentarios exegéticos lo hacen, pero a menudo
discuten con mucho detalle asuntos de los idiomas originales y pueden hacer
la lectura más difícil. Le recomendamos comentarios de lectura más
accesible, como el Nuevo comentario bíblico del siglo XXI y el Comentario
bíblico Mundo Hispano, entre otros.
2.4 Considere las diferentes versiones unas al lado de otras para identificar las
diferencias y notar cuán significantes son estas diferencias. Si tiene la
facilidad de usar herramientas electrónicas para el estudio de la Biblia,
procure que incluya una funcionalidad para comparar versiones.

3. Hebreos 12:1-2
Tome por ejemplo el pasaje de Hebreos 12:1-2. Al leer estos dos versos en
RVR60 notamos la frase: Por tanto, que nos mueve a considerar los versos
anteriores. Pero ¿hasta qué punto?
Aquí nos fijamos en la frase “teniendo en derredor nuestro tan grande nube de
testigos”. El autor está presumiendo que estos testigos son conocidos al que lee.
Esto, combinado con la frase; Por tanto, nos debe conducir a entender que son
los referidos en el capítulo 11. Es la conexión lógica al texto. Las versiones NTV
y DHH son más efectivas en ayudarnos a identificar quiénes son cuando
traducen la frase como: “rodeados por una enorme multitud de testigos de la
vida de fe” (NTV) y “teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han
demostrado su fe” (DHH). Por otro lado, ¿necesitaremos considerar los versos
luego de Heb. 12:2? Una lectura del verso 3 al 5 nos lleva a entender que están
relacionados a los versos 1-2, pero extienden el tema a aspectos adicionales.
Podríamos, por tanto, definir la perícopa a estudiar como Hebreos 11:1 – 12:2 y
no se afectaría el resultado de nuestra interpretación. Sin embargo, si
quisiéramos ser más extenso en nuestro sermón o lección, incluiríamos hasta el
verso 13 del capítulo 12 para ampliar la discusión a temas como el martirio, la
disciplina cristiana, y la perseverancia.

4. Romanos 10:17
Un ejemplo final para ilustrar cómo podemos evitar interpretaciones fuera de
contexto y así no “encontrar” apoyo escritural a doctrinas que realmente no se
están enseñando en esos pasajes. Tomemos de ejemplo el verso 17 del capítulo
10 de Romanos. RVR60 lee así: “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la
palabra de Dios.” Por mucho tiempo, los reformados (a menudo les llaman
“calvinistas”) han enseñado que este verso enseña que la fe en los creyentes es
resultado del decreto de Dios (“la palabra de Dios”). Es una forma de ordo
salutis, o un “orden de salvación”. Para ellos, este verso puede parafrasearse
algo así, como: “El decreto de Dios hace que oigamos el llamado de Dios y eso
produce fe para ser salvos”. De manera que la fe NO es nuestra (aquí citan a
Efesios 2:8) sino que Dios la produjo por su decreto solo sobre aquellos que han
sido elegidos o predestinados. La pregunta sería, ¿una interpretación sana de este
verso llegaría a esa conclusión?
Al revisar el verso nos topamos con la frase Así que, lo cual nos mueve a
considerar los versos anteriores. Una lectura atenta, nos lleva hasta el verso 5
como contexto al verso 17. Pero, el contexto más inmediato es desde el verso 14.
Más aún, cuando lo analizamos, el verso 17 es un resumen corto de los versos 14
y 15, siendo el verso 16 un paréntesis. Sin considerar otros elementos de la
interpretación (como el hecho de que está la perícopa está enfocada en Israel y
su responsabilidad de salvación y no necesariamente de la salvación de toda la
humanidad), podemos notar que el pensamiento del apóstol fluye de la siguiente
manera:
nidad), podemos notar que el pensamiento del apóstol fluye de la siguiente
manera:
4.1 La invocación a Jesús o salvación (Ro. 10:9-10), es consecuencia de la fe
(10:14);
4.2 Pero, no pueden tener fe en Jesús si no han escuchado de él (10:14);
4.3 Y no pueden oír de Jesús si no hay predicación de la palabra de Dios
(10:14);
4.4 Y no hay quien predique la palabra de Dios si no hay comisión divina
(10:15).

5. Análisis Literario
El análisis literario es uno de los más importantes a la hora de interpretar el texto
bíblico. Esto se debe al hecho de que la Biblia es un documento escrito con
intención literaria. Esto quiere decir que los autores al escribir escogieron los
elementos literarios que entendieron les facilitaría el proceso de presentar el
mensaje que querían llevar conscientemente, y/o el mensaje que el Espíritu de
Dios les impulsaba a llevar (explícita o implícitamente, inspiración).

5.1 Vocabulario o selección de palabras (léxico, semántica).


Los escritores sagrados escogieron palabras según les parecía describían mejor
lo que querían expresar. Términos en hebreo, tales como aquellos traducidos por
redentor, expiación, pecado, alma, y otros. En griego, aquellos traducidos por
salvación, mesías, justificación, pleno conocimiento, y otros que incluso se
acuñaron como nuevas para poder traer el mensaje innovador del evangelio.
5.2 Gramática.
La construcción de frases y oraciones tomando en cuenta las funciones de cada
palabra buscaban mayor precisión y claridad en la exposición del mensaje que
querían transmitir. Es imprescindible usar la gramática cuando se quiere
expresar el algún idioma oral y escrito. Ahora bien, no todos los autores
dominaban la gramática a un mismo nivel. Encontramos algunos escritores que
conocen bien las reglas de su lenguaje (gramática) y lo aprovechan al máximo.
Otros, no demuestran dominar mucho la gramática y hay que hacer un esfuerzo
mayor para entender su mensaje. Afortunadamente, gran parte de ese esfuerzo lo
han hecho los traductores de la Biblia.
5.3 Recursos literarios.
Junto a las reglas del lenguaje, los autores bíblicos hicieron uso de variados
recursos literarios disponibles en su época para enfatizar en aspectos particulares
de sus mensajes. Estudiaremos algunos de estos recursos que sean más
accesibles y comunes.

6. Vocabulario y semántica
El análisis literario más básico es el del significado de las palabras del texto.
Para ello, usamos de la “tradición” o “costumbre” que nos llevará al sentido
usual y práctico de las palabras. Pero, para ser más certeros y correctos, debemos
usar el diccionario. La semántica es la disciplina que estudia los significados de
las palabras y cómo se ha llegado a esos significados. El resultado de ese
estudio, típicamente se presenta en los diccionarios o léxicos.

La semántica nos enseña que las palabras no tienen un significado único y


singular. Su significado particular dependerá del contexto en el que se usa la
palabra y su función en la oración o párrafo donde aparece. A los diferentes
significados que puede tener una palabra les llamamos acepciones. Es
importante que al usar el diccionario notemos las distintas acepciones y de qué
dependen cada una. Presentaremos un ejemplo para ilustrar el uso del
diccionario.

7. Gramática:
Más que palabras individuales (vocabulario), aprendemos reglas que nos dicen
cómo debemos usar y variar estas palabras para transmitir significados e ideas
particulares, según sea nuestra intención o necesidad. Estas reglas las aplicamos
inconscientemente en nuestras comunicaciones ordinarias, generalmente. A este
conjunto de reglas le llamamos gramática.

Fonología. En este nivel se estudian los fonemas (o sonidos más básicos,


representados usualmente por letras consonantes o vocálicas) particulares del
idioma; los acentos y entonaciones y las combinaciones de los fonemas en
sílabas.

Morfología. La morfología estudia la forma de las palabras partiendo de los


morfemas (unidades mínimas de formación de las palabras) y la función de las
palabras en las oraciones. Nuestra discusión en esta sección se enfocará más en
este nivel de la gramática, pero solo cubriremos los aspectos más básicos de ella.
Sintaxis. En el nivel de la sintaxis se estudia la estructura y variantes de la
oración, como unidad mayor y contexto de significación para las palabras. De
este nivel, solo discutiremos su estructura más básica de sujeto y predicado.
Nombres o sustantivos
Los nombres o sustantivos identifican objetos, lugares, personas o ideas.
Usualmente hacen la función de sujetos de la oración y/o de complementos.
Pueden variar de acuerdo con número (singular o plural) y género (masculino,
femenino o neutro). Hay nombres propios (se comienzan con mayúscula) para
identificar particular o individualmente. Cuando solo identifican categorías o
tipos de cosas o personas, se les llama nombres comunes. Luego de los verbos,
el elemento más importante de la oración es el nombre o sustantivo.

Pronombres
Los pronombres hacen la función del sujeto de la oración y/o del complemento u
objeto directo. Regularmente pueden sustituir los nombres o sustantivos.
Algunos ejemplos son: yo, tú, él, ella, nosotros, usted, este, aquel, nadie,
quienquiera, tuyo, mío, alguno, etc. Varían de acuerdo con la cantidad (número)
y podrían variar por género, persona y caso. En las oraciones de ejemplo que se
presentaron anteriormente, la (4) muestra un pronombre como complemento
(todos).

Adjetivos
El adjetivo modifica o complementa al nombre. Con ello, nos ayuda a entender
la condición de lo nombrado. En las oraciones anteriores, encontramos dos
adjetivos; mejor (describe o complementa a pacto indicándonos que es mejor al
otro que se haya mencionado); y débiles 62 (que describe cómo éramos cuando
Cristo vino a morir por nosotros). Los adjetivos añaden profundidad y precisión
para describir las cosas, lugares o personas que mencionamos en nuestras
oraciones. Debemos prestarles atención, especialmente cuando nos toca predicar
ya que tienen el potencial para captar la atención de nuestra audiencia.

Artículos o determinantes
Los artículos o determinantes nos ayudan a especificar o determinar a los
nombres según su género y número. Esto es, hay nombres comunes que no
varían de acuerdo con la cantidad o al género, y para estos casos los artículos
nos ayudarán a determinarlos. Algunos artículos comunes son: el, la(s), lo(s), un,
una(s), unos, este, estos, esta(s), etc.

Verbos
El verbo es el corazón de la oración. Representa la acción o el estado de los
elementos de la oración. No hay oración sin, al menos, un verbo. Varían con el
TIEMPO (pasado, presente, futuro); MODO (indicativo, subjuntivo,
imperativo); ASPECTO (perfecto, imperfecto); PERSONA (primera, segunda,
tercera); y NÚMERO (singular, plural). Cuando se escribe o habla con
corrección gramatical en español, los nombres y los verbos concuerdan en
cuanto a género y número. Como notarán, gran parte del “contexto” de la
oración está determinado por el verbo en todos sus elementos que lo cualifican.
Indica el tiempo de la acción; sobre quiénes se actúa o quién realiza la acción; la
naturaleza de la acción (indicativo – afirmación objetiva; subjuntivo –
especulación o deseo; imperativo – prescriptivo o mandatorio); y el grado en el
que se lleva a cabo la acción (perfecto – completada; imperfecto – no
completado).

Adverbios
Los adverbios son elementos gramaticales que no varían como los elementos
anteriores y modifican o cualifican verbos, otros adverbios y adjetivos, entre
otros. Muchos son derivados de adjetivos mediante el sufijo -mente. Una forma
de clasificarlos es por significado, según se presenta.
Tiempo: hoy, mañana, mientras, entonces, siempre, nunca, recientemente, aún,
ya, cuando, etc.
Modo. Así, como, bien, mejor, etc. y la mayoría de los que terminan en -mente.
Lugar. Aquí, allá, lejos, cerca, encima, detrás, donde, etc.
Cantidad. Cuanto, mucho, poco, nada, casi, bastante, demasiado, etc.
Afirmación. Si, cierto, también, naturalmente, evidentemente, etc.
Negación. No, tampoco, nada, etc. Duda. Quizá(s), acaso, igual, posiblemente,
probablemente, seguramente, etc.
Inclusión o exclusión. Solo, inclusive, además, excepto, etc.

Preposiciones
Las preposiciones tienen dos funciones principales: (1) relacionan un elemento
gramatical con su complemento (ej. Relación de posición, preposición entre:
José se sentó entre los dos niños.); (2) introducen nombres, adjetivos, adverbios
y verbos (Ej. Vi a Manuel salir.). Usualmente, se reconocen las preposiciones: a,
ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, durante, en, entre, hacia, hasta, mediante,
para, por, pro, según, sin, so, sobre, tras, versus.

Conjunciones
Las conjunciones son palabras que sirven para unir o enlazar palabras u
oraciones. Algunas de las conjunciones son: y/e, ni, o/u, bien, ya, pero, sino,
mas, sin embargo, no obstante, antes bien, con todo, para que, a fin de que, por
tanto, dado que, aunque, si bien, etc. En el estudio de la Biblia, muchas de estas
conjunciones se usan para conectar diferentes unidades literarias, pero que están
conectadas lógicamente. Por ejemplo, en el verso de Hebreos 12:1, según
RVR60: “Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro ... “ la
conjunción Por tanto, nos indica que los versos anteriores son parte del contexto
del verso, ya que establece un enlace entre ellos.

8. Recursos literarios
Los recursos literarios conocidos como figuras retóricas son instrumentos muy
valiosos en estimular la imaginación y realzar las ideas y emociones que se desean
transmitir tanto escrito como oralmente. Estas figuras facilitan la captación de ideas,
como lo hace la música. Bullinger describe las figuras retóricas como expresiones
de una forma peculiar con un uso o sentido diferente al uso o significado básico u
original. Se usan para comunicar algo distinto al significado literal o natural de sus
palabras y, más importante aún, para expresar ideas en formas vívidas e interesantes.
Algunos de los efectos que se producen al usar estas figuras retóricas son:
8.1 Apelan y estimulan la imaginación (Salmos 18:2)
8.2 Apelan y estimulan la reflexión (Salmos 52:8)
8.3 Atraen la atención (Filipenses 3:2)
8.4 Concretan lo abstracto (Deuteronomio 33:27)
8.5 Facilitan la memorización (Mateo 23:27)
8.6 Reducen la necesidad de explicaciones extensas (Salmos 23:2)

Símil - una asociación o comparación directa entre dos elementos. Típicamente la


palabra como se usa para establecer la asociación o comparación. (Salmos 1:3, 4; Mateo
9:36).

Metáfora - también es una asociación o comparación, pero esta vez es indirecta donde
se transfiere el sentido de uno al otro de manera implícita. (Salmos 23:1; 84:11; 91:4;
Mateo 5:13; Juan 6:35; 8:12; 10:9; 15:5). La metáfora es un recurso para estimular
particularmente la imaginación.

Alegoría - es una metáfora extendida, un relato basado en una o más metáforas


(Salmos 80:8- 15; Isaías 5:1-6; Jueces 9:7-15; Mateo 7:3-5). Como la metáfora estimula
la imaginación de nuestra audiencia, pero en este caso de una manera más fluida e
intensa.

Metonimia - una referencia indirecta donde se alude a algo o alguien usando un


elemento relacionado por causa, efecto o contenido. Cuando se dice algo como: “El
sombrero rojo en la parada parece que quiere verte”, para referirse a una persona que
tiene un sombrero rojo. (2 Samuel 14:19; Ezequiel 37:1; Habacuc 3:7; Lucas 16:29;
Hechos 2:41). Con la metonimia, redirigimos la atención de la audiencia al elemento
que relacionamos. Esto lo hacemos porque entendemos que este elemento es importante
para lo que queremos transmitir en el momento.

Sinécdoque - cuando se representa el todo por la parte o viceversa. Ejemplos: Estados


Unidos ganó el mundial de baloncesto. También, España me negó la visa ayer en la
embajada. (Génesis 3:19; Mateo 8:34). La sinécdoque permite que podamos aludir a
otros aspectos que deseamos enfatizar en nuestra expresión.

Personificación - tipo de metáfora donde lo impersonal se trata como una persona.


Ejemplos: La corrupción se está comiendo poco a poco al pueblo. También, Las
riquezas huelen la debilidad de carácter. (Isaías 35:1; 55:12; 1 Corintios 15:55). La
personificación es un recurso que nos ayuda a aplicar a los seres humanos, conceptos y
prácticas que se dan y observamos entre los demás elementos de la creación.

Antropomorfismo – cuando se le atribuye a Dios elementos físicos o corporales de


las criaturas. (Éxodo 33:20, 23; Salmos 8:3; 31:2; 34:16; 2 Crónicas 16:9, entre muchos
otros).
Antropopatismo – similar al antropomorfismo, en el antropopatismo se le atribuyen
a Dios elementos que corresponden a las criaturas, pero en este caso se enfoca en
elementos emocionales de los seres humanos(Génesis 3:9; 4:9; 6:6; 8:1; Jueces 10:16;
Salmos 78:40; Isaías 1:14; 57:6; 63:10; Jeremías 9:9; 19:5; Lucas 12:6; Apocalipsis
18:5; y muchos otros). Tanto el antropomorfismo como el antropopatismo, enfatizan en
el concepto de imago Dei (el ser humano como imagen de Dios). Además, buscan
aumentar nuestra comprensión de cómo Dios se ha revelado en la historia al usar
nuestra realidad física, mental e intelectual como punto de referencia para ello.

Eufemismo – cuando procuramos suavizar alguna idea al expresarla de forma


diferente (Génesis 15:15; 42:38; Jueces 3:24; 2 Samuel 18:32; Rut 3:9; Eclesiastés 12:1-
7; Mateo 11:19; Juan 11:11). Los eufemismos nos dejan “entrever” algunos aspectos del
pudor o la vergüenza en los tiempos bíblicos.

Pregunta retórica – es una pregunta que presupone la respuesta y no la espera o


requiere. La pregunta retórica no busca conocer, sino que afirma o expone algo. El
apóstol Pablo en el capítulo 3 de Romanos expresa una serie de preguntas retóricas con
las que “construye” su argumento con relación a la justificación. Otros casos bíblicos
pueden encontrase en Marcos 3:23; Lucas 11:11-12 y 1 Corintios 12:17.

Hipérbole – cuando usamos intencionalmente la exageración para lograr un impacto


retórico dramático y producir una reacción intelectual o emocional mayor
Deuteronomio (Deuteronomio 1:28; Salmos 119:136; Miqueas 6:7; Mateo 3:9;
¿Apocalipsis 21:16?). Algunas expresiones comunes que son hipérboles: Tengo tanta
hambre que me comería un caballo; It’s raining cats and dogs; Hay tantos que ni
botándolos se acaban.

Ironía y Sarcasmo – es el intento de darle fuerza o énfasis a un argumento o idea a


través del disimulo que expresa una idea contraria o adversa a la que se desea expresar.
La ironía procura producir un “choque” en el pensamiento que provoque el reflexionar
sobre lo que se quiere transmitir al confrontarnos con las ideas contrarias. En muchas
ocasiones es difícil distinguir entre la ironía y el sarcasmo ya que son de la misma
naturaleza. Sin embargo, debemos indicar que el sarcasmo suele ser más intenso que la
ironía ya que usualmente llega al nivel de lo ridículo y el desprecio.

Oxímoron – es cuando se expresa algo que parece tonto a primera vista, pero que al
considerarlo detenidamente encierra gran sabiduría. Eje: Un silencio ensordecedor.
Antítesis – es otra figura retórica que usa la oposición o conflicto, a través del contraste
entre conceptos o ideas. Esta figura parte de la idea de que muchas veces entendemos
mejor los conceptos o ideas cuando los comparamos o contrastamos con otras cosas.

Antonomasía- Es la figura que se usa cuando es más efectivo usar un nombre común
para referirse a una persona por su nombre propio. En el ambiente bíblico, podríamos
mencionar como ejemplo la expresión “el dulce cantor de Israel” en lugar de usar el
nombre de David. 
Modismo También conocido como expresiones idiomáticas, son expresiones que acarrean un
sentido distinto o más amplio de aquel que resultaría del significado de cada palabra de la
expresión.

Paralelismo simple (sinónimo, antitético, sintético) – Esta figura se usa más


comúnmente en la poesía cuando se repite, contrasta, o expande una idea de una parte
de un verso a otro. Al paralelismo que repite se le llama sinónimo; al que contrasta se le
llama antitético; y al que expande se le llama sintético. 
Sinónimo – En Génesis 4:23-24, hay un verso con cuatro líneas. Las primeras dos son
sinónimas entre sí, como también las últimas dos. 
- Antitético – En Proverbios 10:1 hay un verso con dos líneas, en el que la segunda
contrasta con la primera. 
- Sintético – En el Salmo 19:7-9 vemos un extenso ejemplo con una secuencia de
paralelismos sintético sobre la palabra del Señor. En cada línea se expande y suplementa
la presentación y descripción de las características de la palabra de Dios. 
Proverbios simples: Máximas o dichos con enseñanzas tradicionales o socialmente
normativas. En la Biblia encontramos una aglomeración amplia de proverbios en el libro que
tiene precisamente eso por nombre o título (Proverbios) y en el famoso Sermón del Monte de
nuestro Señor Jesucristo. Sin embargo, los proverbios pueden ser encontrados en otros libros
de la Biblia. 

Símbolo y tipo: El símbolo es un gesto, acción, evento, persona u objeto que representa
alguna otra persona, sentido, o idea. Cuando la relación de uno con el otro es de cumplimiento
profético, le llamamos un tipo. Los profetas realizaban actos simbólicos para expresar el
mensaje divino (actos simbólicos).

Moisés es un tipo de Jesús. El sacrificio del cordero es un tipo de la muerte de Jesús.


Adán es un tipo de Jesús (Romanos 5:14). Los libros de Éxodo y Levítico están repletos
de tipos de Jesús y de su obra de expiación y redención. 
III. Conclusión
Al concluir este trabajo me quedo con muchos conocimientos,
conociendo más maneras de como estudiar la biblia, dentro de esos
aprendizajes se encuentran: la forma correcta de analizar un texto y
también la forma correcta de hacer un análisis literario. Pude ahondar en
lo que es la gramática y las distintas partes que contiene una oración
para que esta tenga un sentido coherente, además, pude comprender las
distintas figuras literarias o figuras retóricas, ya que estas son capaces
de ampliar nuestra imaginación.

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