Concepciones sobre ..

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Psiquiatría: Desde la modernidad, tanto la pedofilia como la pederastia empezó a ser nombrada
como una desviación sexual o perversión sexual; siendo actualmente ambas nociones un trastorno
propio de las parafilias, donde se concibe como la presencia de repetidas e intensas fantasías
sexuales de tipo excitatorio, impulsos o comportamientos sexuales que engloban por lo general
objetos, sufrimiento, humillación, juegos, y en este caso menores de edad. Por otra parte, estas son
clasificadas desde el manual diagnostico como signos patológicos, donde el sujeto cumple una serie
de características que abarcan la manipulación y hostilidad. Dicen además desde dicha clasificación
que quien padece este trastorno puede sufrir en ocasiones con él, ya que es incontrolable.

Cognitivo-conductual: Esta corriente ha concebido de manera psicopatológica la pedofilia y

pederastia; y a lo largo del tiempo ha buscado explicar el origen de dichos comportamientos desde
un modelo que se basa en la evidencia, por lo que sus múltiples investigaciones e intervenciones
intentan detectar determinadas causas que pueden tener incidencia en el por que de dichas
conductas disruptivas. Algunos teóricos han identificado aspectos continuos y comunes en sujetos
pedófilos o pederastas, donde coinciden los déficits en habilidades sociales, distorsiones cognitivas,
impulsos sexuales desviados, etc.

Así mismo desde dicha corriente se tiene en cuenta que hay factores existentes que tienen influencia
en los comportamientos de dichos sujetos, los cuales pueden ser modelos de crianza inadecuado,
normas delimitadas o frágiles, refuerzo y castigo inapropiado, entre otras. Por lo cual se considera
que el accionar del pedófilo esta ligada a situaciones sociales, de crianza y patológicas.

Es importante mencionar que para eta corriente no existe un perfil exacto del pedófilo; hay puntos
característicos en común, pero no definen la condición.

Humanista: Esta corriente se opone a las concepciones medico psiquiátricas, ya que se dice que el
biologicismo y la necesidad de objetividad dificultan el reconocimiento de la subjetividad y la
singularidad que posee el ser humano. Sostienen además que el lenguaje médico, sus teorías y
demás ponen al sujeto en una posición pasiva en la cual debe adherirse a indicaciones médicas. Por
lo cual para la corriente humanista no se concibe como una enfermedad, trastorno o desorden
mental; puesto que se percibe y adopta como un fenómeno humano que se presenta en los vínculos
y que debe ser analizado y tratado desde la experiencia singular y subjetiva.

Literatura: De forma regular la pedofilia y pederasta se refleja en la literatura, cine y las tics en
general; Actualmente la infancia es un asunto que se halla de manera hipersexualizada, debido a que
se ha transformado y es “una estrategia rentable” donde los menores de edad protagonizan
películas, marketing, cine y literatura; y de forma particular son consumidos por las personas lo que
hace pensar que es una sociedad de doble moral, donde juzgan este tipo de conductas en público,
pero en privado son consumistas de una imagen hipersexualizada del menor.