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UNIVERSIDAD NACIONAL JORGE BASADRE GROHMANN

ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ENSAYO
LA PEDOFILIA

Alumna:
Jazmine Angie María Vargas Calizaya 2017-127038

Curso: Derecho Tutelar (Niño y Adolescente)

Docente: Dr. Wile Machaca Maquera

Semestre: IX

Tacna – Perú
2021
Introducción

La pedofilia es un trastorno psiquiátrico complejo, que genera gran alarma social y

clínicamente se define por la presencia de necesidades sexuales intensas y fantasías que

producen excitación y que comprenden alguna forma de actividad sexual con un niño

generalmente de 13 años o menos. 

Este es uno de los problemas que preocupan a la sociedad en la actualidad, el

relacionado con el abuso sexual de menores. Esta manifestación sexual siempre existió

en forma más o menos oculta, tambien hay que tener en cuenta que no todas las

personas que tengan este trastorno abusan de menores, más bien lo ocultan o niegan y

no lo pueden tratar por el rechazo social que se enfrentarían.

Por estas razones se considera necesario hacer una aproximación reflexiva al tema para

asumir, desde el conocimiento científico, viendo las dos caras de la moneda tanto la

versión de la víctima y del abusador para poder tratar el trastorno y así no dañe a

personas indefensas ya que cuando el delito se consuma deja secuelas graves en la

víctima, es algo controvertido verlo desde ambos extremos pero es algo necesario para

que ya no se presenten continuamente casos así y se puedan tratar o controlar, teniendo

en cuenta las implicancias médico legales que presentan las conductas pedófilas.

La pedofilia

Como inicio de estudio de este trastorno tenemos que el termino pedofilia (en griego

"pais" significa niño y "philia" amistad) fue utilizado por primera vez por el psiquiatra

alemán Richard von Krafft-Ebing, quien usó la expresión Pädophilia erótica en su libro

“Psicopatía Sexuales”, publicado en 1886, describe diferentes modelos psicopatológicos

relacionados con diferentes preferencias sexuales. Tenemos que actualmente el


diccionario de la Real Academia Española reconoce dos variantes morfológicas:

pedofilia y paidofilia, que se pueden considerar sinónimos.

La pedofilia según el Manual de Diagnóstico de los Trastornos Mentales (DSMIV) la

pedofilia se encuentra dentro de la categoría de parafilias, que forma parte de los

“Trastornos sexuales y de la identidad sexual”. Se la define como fantasías sexuales

recurrentes y altamente excitantes, implican actividad sexual con niños (13 años o

menos) durante un período no inferior a los seis meses.

Según Romí y García Samartino [CITATION Rom031 \p 94 \n \t \l 3082 ] “la edad de la

persona que es objeto del deseo sexual se distinguen tres tipos de trastornos: pedofilia

para la atracción hacia niños en edad prepuberal; efebofilia (del griego ephebo, ‘niño

que ha entrado en la pubertad’) para referirse al deseo sexual hacia adolescentes, y

nepiofilia (de nepion, ‘infante’) para designar la atracción hacia niños lactantes o

infantes”.

Características

Según Romí y García Samartino, nos dice que aún no se ha llegado a determinar algún

carácter específico de los pedófilos, más bien se recalca algunos antecedentes como

características:

- Antecedentes de haber crecido en un ambiente hostil.

- Trastornos de la personalidad, alguna patología psíquica.

- Conflictos de pareja, problemas maritales.

- Factores externos sobre una personalidad predispuesta.

Criterios para el diagnostico


Según el DSM-IV-TR son las que se indican a continuación [CITATION Tra09 \p 204 \n

\t \l 3082 ]:

a) Durante un período de al menos seis meses, experimentar fantasías sexuales

recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos que

implican actividad sexual con niños prepúberes o niños algo mayores

(generalmente de trece años o menores).

b) Las fantasías sexuales, impulsos sexuales o los comportamientos provocan

malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas

importantes de la actividad del individuo.

c) La persona tiene, al menos, dieciséis años y es por lo menos cinco años mayor

que el niño o los niños del criterio A(…).

Para Echeburúa[CITATION Ech001 \n \t \l 3082 ], no hay que confundir, la “pedofilia” con

el “abuso sexual infantil”, pues según este autor, existen pedófilos que limitan su

actividad a fantasías masturbatorias con menores, o tambien existen pedófilos que

abusan sexualmente de los niños para llevar a cabo sus impulsos sexuales, pero en

palabras del autor: “hay abusadores que no son propiamente pedófilos y que presentan

una orientación sexual dirigida a las personas adultas, pero que en determinadas

circunstancias de estrés, ira o aislamiento pueden llevar a cabo conductas con

menores”.

Perfil del pedófilo

En sí, bajo toda la investigación realizada se tiene un pensamiento común entre los

autores y es que no existe un perfil claro del pedófilo, ya que puede ser un hombre o una

mujer, aunque éstas son minoría; puede ser joven, adulto o anciano; puede ser un

persona culta y respetada en su profesión o una persona inculta; pueden ser


homosexuales o heterosexuales; suelen preferir a las niñas pero también pueden

encantarse por los niños o por ambos sexos; pueden conocer a la víctima (ser familiares

o amigos) o ser completamente desconocidos; sus actos pueden ir desde la

masturbación, utilización de pornografía infantil, hasta los tocamientos y violación;

unos utilizan la violencia y otros sutiles técnicas de manipulación. Esté tipo de persona

que tiene este trastorno trata frecuentemente de establecerse en lugares donde tendrían

un fácil acceso a sus víctimas (niños), podrían ser jardín de infantes, escuelas, parques,

etc.

Esta dificultad de tener un perfil claro del pedófilo se basa en que es algo que ocultan

las personas tal vez por el gran rechazo social, esto hace que la información obtenida

solo se base en los testimonios de las victimas o en algunos casos pedófilos que

soliciten ayuda profesional.

Teorías explicativas de la pedofilia

Llegamos a este punto para responder la pregunta ¿por qué una persona puede llegar a

sentir placer sexual manteniendo relaciones con un niño? Muchos autores coinciden en

que el pedófilo presenta una personalidad inmadura, con sentimientos de inferioridad

que le dificulta el mantener una relación amorosa o sexual adulta. Pero ¿por qué unos sí

y otros no?, ¿qué lleva a una persona a sentir ese deseo? Son muchas las teorías acerca

del origen de las preferencias sexuales. Para Cáceres [CITATION Cac011 \n \t \l 3082 ]

destaca los más estudiados y que pueden explicar no sólo el origen de la pedofilia sino

de cualquier otra parafilia, como:

- “Problemas de relación: la dificultad para conseguir intimidad y la

consecuente soledad derivada de un estilo inadecuado de formación de

vínculos.
- Experiencias de abuso-maltrato en la infancia: muchos estudios muestran que

una gran proporción (no está claro el índice, entre en 40 y el 60%) de pedófilos

han sido víctimas de abusos sexuales en su infancia.

- Desarrollo de un impulso sexual desviado: a través de procesos de

condicionamiento clásico y/o operante, estímulos atípicos o determinadas

situaciones estimulares previamente sexual neutras.

- Haberse alterado la secuencia “normal” de cortejo: en las parafilias, esta

secuencia “normal” que tendría 4 fases, se vería alterada bien por

intensificación o fijación a una de ellas o bien por fallos o eliminación de otras.

- Presencia de problemas o trastornos cognitivos: muchos autores coinciden en

la existencia de diferentes distorsiones cognitivas como base de las parafilias.

- Una adicción sin sustancia: la pedofilia se consideraría como una forma más de

adicción y como tal presentaría una serie de características.

- Explicaciones biológicas: algunos autores han relacionado el comportamiento

sexual desviado a algún tipo de disfunción cerebral(…)”.

Tratamientos de la pedofilia

La mayoría de los agresores sexuales, cuando son declarados culpables, cumplen una

pena de prisión, pero causa indignación cuando alguno de ellos reincide. Es por eso que

algunos sectores sociales abogan por la pena de cadena perpetua o por el ingreso de por

vida en un centro psiquiátrico, es algo comprensible, el buscar un endurecimiento de

penas e incluso de reclusión permanente, pero hay que tener en cuenta que un sistema

más duro en este aspecto no hará disminuir el número de agresiones sexuales a menores,

el problema se tiene que atacar de raíz, con ciertos tratamientos que puedan lograr

sobrellevar el trastorno.
- Tratamiento de Psicoterapia

El método cognitivo conductual es el más utilizado en los programas de tratamiento de

pedófilos y delincuentes sexuales, existiendo tres objetivos principales: que el paciente

acepte su tendencia sexual y asuma la responsabilidad de su conducta, desarrollar la

capacidad de empatía, especialmente el sentimiento de empatía por la víctima, y evitar

la reincidencia.

- Tratamiento Farmacológico

El tratamiento farmacológico en las parafilias, concretamente en la pedofilia está muy

discutido en la actualidad, ya que diversos autores dudan de su efectividad. Entre estos

tratamientos tenemos: la castración química, fármacos antidepresivos y la terapia

endocrina (anti andrógenos), la última es la que tiene más aceptación por parte de los

especialistas.

Conclusiones

No se puede atribuir una única causa a la existencia de la pedofilia, por lo tanto, el

tratamiento no puede ir dirigido solamente a abordar el impulso sexual. El tratamiento

también debe incluir el tratar aspectos que pueden ser determinantes en la pedofilia de

un sujeto como pueden ser: carencias de tipo personal, creencias de tipo misóginas,

carencias relacionales, baja autoestima, existencia de una adicción a sustancias, etc.

El presente ensayo también pone de manifiesto la necesidad de potenciar la realización

de este tipo de investigaciones para lograr un mayor y mejor conocimiento del trastorno,

lo cual puede ser de utilidad en un futuro para identificar e incluso establecer mejores

estrategias terapéuticas a estas personas.

Bibliografía
- Caceres, J. (2001). Parafilias y violación. Madrid.

- Echeburúa, E. (2000). Abuso sexual en la infancia: víctimas y agresores. . Un

enfoque clínico.

- Romi, J. C., & Garcia Samartino, L. (2003). Algunas reflexiones sobre la

pedofilia y el abuso sexual de menores . Cuadernos de Medicina Forense, 93-

112.

- Trabazo Arias , V., & Azor Lafarga, F. (2009). La pedofilia: un problema

clinico, legal y social . EduPsykhé. Revista de psicologia y educacion , 195-219.

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