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MÉTODOS DE PRESENTACIÓN

Según la NIC 1, que tiene como objetivo la presentación de los estados


financieros con el propósito de brindar una información generalizada de los
movimientos de activos, pasivos y patrimonio o capital durante un determinado
rango de tiempo, los métodos de presentación de los mismos están
determinados por las partidas corrientes – no corrientes, que no son más que el
tipo de conversión de los estados financieros en cuestión de los saldos
presentados en el balance general o estado de situación financiera. En el
párrafo 33 de la NIC 1, se dice que las partidas de los activos y pasivos no
pueden ser juntados con las de los ingresos y gastos, ya que deben ser
presentados por separados en el balance o en el estado de resultados. Esto
sucede debido a que la información suministrada en ambos estados
financieros, tanto en los activos y pasivos como en los ingresos y gastos, se
delibera una serie de cuentas que cada una cumple su función de informar el
movimiento correspondiente en la fecha indicada y para determinar las
entradas y salidas que se hicieron en determinado tiempo, que en este caso,
hablamos de un periodo de 12 meses. En la misma NIC 1, párrafo 51 y 52, al
igual que en la VEN-NIFF PYMES, párrafo 4.4, establece la distinción de lo
anteriormente mencionado, expresando que toda entidad financiera debe
presentar sus activos corrientes y no corrientes, así como sus pasivos
corrientes y no corrientes como categoría separadas dentro del mismo balance,
dependiendo de su fiabilidad en su liquidez. Si nos vamos a un sentido más
conceptual sobre los métodos de presentación, Doupnik y Perera (2007, pág.
300) señalan que “no existe ninguna base teórica que fundamente este
método. Aunque en un tiempo, éste fue el método predominante, el método de
corriente/ no corriente resultó inaceptable en Estados Unidos desde 1975, por
lo que nunca ha sido permitido bajo las Normas Internacionales de Información
Financiera y se usa pocas veces en otros países”. En Venezuela, esta clase de
método es usado eventualmente, con la objeción de que el Estado por ser una
entidad financiera que ha evolucionado mucho su política fiscal y ha sufrido
diferentes reconversiones monetarias, por lo que, las conversiones en los
estados financieros es muy usual en el territorio venezolano, y es de destacar,
que la VEN-NIFF PYMES, a pesar de, que no acepte tal acción, ha sido
considerable en acceder a legalizar este método corriente/ no corriente en la
contabilidad financiera de la pequeñas y medianas empresas (PYMES) del
país. Otra conceptualización sobre este método, es la de Lorensen (1972),
publicada tres años antes de la de Doupnik y Perera, donde mencionaba que
los atributos de los activos y pasivos, que son objeto de medición en los
estados financieros de una entidad, son muy diferentes de los atributos que
conducen a la clasificación de esos elementos de los estados financieros en
corrientes y no corrientes. Es por eso que determinados activos y pasivos
pueden ser medidos de la misma manera, pero clasificados de diferente
manera en los estados financieros. En consecuencia, concluía Lorensen, dado
que la conversión tiene que ver con la medición y no con la clasificación para
propósitos de revelación, los atributos de los activos y pasivos que no son
medidos en los estados financieros pero que determinan su clasificación para
propósitos de revelación, son irrelevantes para seleccionar los tipos de cambio
a utilizar en la conversión. Por lo anteriormente expuesto, debe concluirse que
utilizar el carácter de corriente o no corriente de una partida, no constituye un
criterio adecuado para la conversión de estados financieros, pues carece de
sustento técnico, a pesar de, su inclusión en la NIC y en la VEN-NIFF PYMES.

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