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¿De qué forma el COVID-19 afectó al sistema tributario colombiano y cómo se

recuperaría?

Publicado: 27 noviembre, 2020

El Consejo Privado de Competitividad –CPC– presentó el 24 de noviembre de 2020 el


Informe nacional de competitividad 2020-2021. En su capítulo dedicado al sistema
tributario del país, indica que una de las herramientas empleadas para mitigar los
efectos de la crisis derivada del COVID-19 es la política tributaria.

«Ante la fuerte desaceleración de la actividad económica, el Gobierno adoptó medidas


tributarias que buscan dar mayor liquidez a las personas y empresas con el fin de
mantener activa la demanda, garantizar la supervivencia de las firmas y defender el
empleo, a pesar de contar con un espacio fiscal limitado dados la persistencia del déficit
fiscal y el volumen de la deuda pública», afirma el informe.

Entre las acciones tributarias se encuentran:

Devoluciones abreviadas de los saldos a favor del impuesto


de renta e IVA, lo que representa un costo estimado de 3,9
billones de pesos, según la Dian.
Anticipación de la compensación del IVA a la población más
vulnerable (75.000 millones de pesos).
Modificación del régimen de insolvencia (724.000
millones de pesos).
Modificación del calendario tributario, en las fechas de
presentación y pago del impuesto de renta y de los plazos
para la presentación del IVA (950.000 millones de pesos).
Exenciones del IVA a bienes asociados con la protección
ante el COVID-19, servicio de transporte aéreo y de
conexión y acceso a internet móvil (1.023 billones de
pesos).
Exclusiones y reducciones al impuesto al consumo.
Arancel de 0 % para productos necesarios para atender la
emergencia sanitaria.
Tres días sin IVA (450.000 millones de pesos).
Acuerdos y facilidades de pago para obligaciones
tributarias y suspensión de términos durante la
emergencia sanitaria.

Consecuencias de las medidas


“el recaudo total para 2020 se reducirá en 24 billones de pesos respecto a la cifra
proyectada a inicios de año, correspondiente a 167,5 billones de pesos”

La adopción de estas medidas causó un fuerte efecto sobre el recaudo y el balance


fiscal. La Dian estima que, debido al impacto económico del COVID-19 y la caída en los
precios del petróleo, el recaudo total para 2020 se reducirá en 24 billones de pesos
respecto a la cifra proyectada a inicios de año, correspondiente a 167,5 billones de
pesos.

Por su parte, datos del Marco fiscal de mediano plazo –MFMP– 2020 indican
que el gasto fiscal asociado a la atención a la pandemia asciende a 2,5 % del PIB: 0,8
% del PIB asignado a la puesta en marcha de medidas para adecuar el sistema de salud,
0,9 % del PIB para atender a la población vulnerable y 0,8 % del PIB para proteger el
empleo y mantener el tejido empresarial.

Recomendaciones fiscales para afrontar la pandemia

Para el CPC, el gasto fiscal asociado con la atención de la pandemia asciende a 2,7 % del
PIB, por lo que se requiere de una reforma tributaria que aumente el recaudo un 2 %
del PIB. Para lograrlo, la entidad recomienda:

1. Ampliar el umbral a partir del cual se empieza a tributar


el impuesto de renta para personas naturales, con el
objetivo de ampliar la base gravable y aumentar su
progresividad.
2. Incluir en la categoría de bienes y servicios
excluidos del IVA solo los de interés público, y en la
categoría de exentos, únicamente, los exportados.
3. Agilizar la implementación del plan de modernización
tecnológica y del recurso humano de la Dian.
4. Reducir la evasión y la elusión entregando instrumentos
a la Dian para combatir estos delitos, de la mano de la
creación de la Dirección Especializada Contra los Delitos
Fiscales.
5. Racionalizar las exenciones y regímenes especiales
tributarios.

Oportunidad de implementar una reforma tributaria estructural

Desde el punto de vista de la entidad, se debe convertir la crisis en una oportunidad para
adelantar una reforma tributaria estructural que elimine las distorsiones que
actualmente tiene el sistema tributario del país, las cuales afectan el consumo, la
inversión y el recaudo tributario, y limitan su progresividad.

«Implementar una reforma tributaria estructural una vez el país retorne a la senda de la
recuperación económica abriría la posibilidad de contar con un sistema tributario eficiente
y progresivo, que fomente la formalidad empresarial y laboral, se adapte a la
globalización de los sistemas impositivos y aproveche el cambio tecnológico para mejorar
su efectividad», indica el CPC.

Fuente de la consulta: diario@actualicese.com


Para la Dian, la clave está en combatir y reducir la evasión, no en aumentar los
impuestos

 Publicado: 24 noviembre, 2020


Lisandro Junco afirma que el asunto no es ampliar la base gravable con reformas
tributarias, sino hacer una tributación simple.
Nelson Ruiz dice que una elevada evasión se presenta porque el sistema tributario
es complejo.
Eduardo Lora dice que la evasión consume 40% del recaudo tributario potencial.

El 17 de noviembre de 2020, la Dian realizó su audiencia pública virtual de rendición de


cuentas 2019-2020, en la que los funcionarios de la entidad coincidieron en que, pese al
difícil momento por el que atraviesa el país debido a la pandemia del COVID-19, se
espera cumplir con la meta de recaudo establecida para este año en 144,2 billones
de pesos.

Lisandro Junco, director de Ingresos de la Dian, afirmó que el cumplimento de la meta


de recaudo es posible cumplirla.

«A la fecha se ha cumplido el 100.6 %. Si seguimos trabajando en el recaudo por gestión,


lograremos la meta de recaudo bruto para 2020», anunció.
Agregó que la atención al ciudadano, en tiempo de pandemia, ha sido uno de los retos
afrontados por la entidad.
«Hemos fortalecido nuestros canales virtuales de atención para que los ciudadanos
puedan realizar sus trámites», describió.

Por otra parte, expresó que las devoluciones abreviadas automáticas han permitido
que los ciudadanos hayan tenido más de 12 billones de pesos para generar liquidez
en el mercado.

Además, destacó que, gracias al régimen simple de tributación, la Dian se ha


convertido en el aliado estratégico para las secretarías de hacienda territoriales.

Más impuestos no, reducir la evasión sí

“lo ideal no es hacer que más colombianos tengan que pagar impuestos en Colombia,
sino combatir y reducir el número de personas que evaden y eluden la tributación”

Junco manifestó que lo ideal no es hacer que más colombianos tengan que pagar
impuestos en Colombia, sino combatir y reducir el número de personas que evaden y
eluden la tributación.

“La idea no es ampliar la base gravable a través de reformas tributarias, sino llamar a la
población y hacerle la tributación más fácil y simple”, afirmó.

Cabe recordar que, para el próximo año, el Ministerio de Hacienda presentaría una
reforma tributaria que traería modificaciones en el sistema tributario para incrementar los
ingresos del PIB en un 2 %.

Para Nelson Ruiz Pomar, contador público especialista en Gerencia Financiera y en


Gerencia de Proyecto, magíster en Contabilidad y revisor fiscal, una de las razones para
que en Colombia se presente una elevada evasión es que el sistema tributario es
complejo.

«Por ejemplo, hacer una declaración en nuestro país es complicada. De igual forma,
existe una baja fiscalización y pocos controles por parte de la autoridad tributaria»,
describe.

¿Cambio de estrategia de fiscalización?


El economista Eduardo Lora, investigador de fenómenos económicos y sociales en
entidades como Fedesarrollo, el Banco Interamericano de Desarrollo –BID– y la
Universidad de Harvard, puntualiza en Actualícese que el proyecto de modernización
de la Dian busca que la entidad alcance estándares internacionales de
organización, tecnología y recursos humanos.

«La idea es reducir la evasión y aumentar el recaudo. Yo creo que el director, José
Andrés Romero, está muy comprometido con la modernización y tiene muy clara la
estrategia. Pero la Dian sola no podrá resolver el problema de la evasión. Necesita el
apoyo de la Fiscalía, primero que todo, para poder perseguir y castigar a los evasores»,
aclara.

Lora indica que la evasión tributaria consume cerca del 40 % del recaudo tributario
potencial, dada las actuales tasas de impuestos. Si esta se redujera en una cuarta
parte en tres años, el recaudo aumentaría por lo menos un punto del PIB por año.

Sin embargo, para él es claro que no solo se requiere una reforma tributaria
estructural, sino también una estrategia anti evasión.

«En consecuencia, la Dian debería cambiar su estrategia de fiscalización. Claro que debe
y está en un buen momento para hacerlo, entre otras cosas porque va a empezar a
ejecutarse un proyecto de modernización financiado por el BID. Si se toma en serio la
estrategia anti evasión, el recaudo puede aumentar un punto del PIB cada año durante
varios años», explica.

Planeación estratégica como base de la transformación


Desde el punto de vista de la entidad, se ha logrado una excelente ejecución del
presupuesto asignado, pese a la pandemia; más de 20.000 millones de pesos se han
invertido en infraestructura.
«Un cambio en la planeación estratégica, metas retadoras y su seguimiento han sido
piezas fundamentales en el avance de la transformación de la Dian», expresó Catalina
García, asesora de la Dian, durante la rendición de cuentas.

Manifestó que la selectividad les ha servido para mejorar la forma en que identifican
el contrabando técnico.

«Actualmente, adelantamos siete pilotos para afinar nuestras metodologías», añadió.


Reforma tributaria: tres elementos que deberían discutirse teniendo en cuenta la
pandemia

 Publicado: 17 noviembre, 2020

Sergio Clavijo propone expandir la tasa del 19 % del IVA, para elevar la cobertura
hacia un 90 % de lo facturado.
También propone gravar las pensiones altas y que la clase media aporte lo debido.
Pone la lupa sobre los impuestos que pagan las empresas en Colombia.

El paquete tributario que requiere Colombia, entre 2021 y 2026, es de no menos de 2


% del PIB de adicional recaudo.

«Solo de esta manera podremos evitar que la relación deuda bruta gobierno central/PIB
desborde el 70 %. De no movernos pronto en esta dirección, Colombia corre el riesgo de
perder su grado de inversión en un período de a la vuelta de 12-18 meses», opina el
exdirector de Anif, Sergio Clavijo en su documento Propuesta de Reforma Tributaria para
Colombia (2021-2022).

Clavijo enumera tres pilares que, desde su punto de vista, deben caracterizar la propuesta
de una reforma tributaria que se discutirá:

Expansión del IVA


El primero tiene que ver con la expansión del IVA a la tasa del 19 %, de tal manera
que elevemos su cobertura del actual 45 % de lo facturado hacia el 90 %.
En este punto se tienen dos novedades que deben ayudar a entender la conveniencia de
la extensión del IVA a la tasa general del 19 %:
 Ya se cuenta con la experiencia sobre la forma ágil de
“compensar” el mayor costo que esto puede llegar a
representar para los estratos bajos, girándose recursos
hasta por el 0,2 % del PIB, de la mano de la devolución del
IVA.
 Prospectivamente se tiene la forma de habilitar tecnología
digital, que incluso permitiría excluir de su cobro a los
estratos bajos, señalando montos/productos de exclusión y
sin que ello implique riesgos significativos de elusión y/o
evasión.
«Los beneficios del incremento del recaudo, aun los provenientes de los impuestos
indirectos, deben analizarse en el contexto de la redistribución de recursos vía gasto pro-
pobre», indica el documento.
Impuestos para la clase media y gravar pensiones altas
El segundo pilar se refiere a la expansión de los gravámenes a una clase media que
no viene aportando su debida alícuota.
«Las métricas internacionales indican que la franja $3 a $5 millones debería estar
tributando a tasas efectivas del 1 % al 5 % y no tributan nada; y en la franja $5 a $10
millones debería duplicarse su tasa efectiva del 5 % al 10 %. Esto se intentó en 2018,
pero al gobierno le faltó pedagogía y al Congreso “ganas de entender”», se explica en el
texto.

Complementariamente, se deben gravar las pensiones altas, pero evitando el


tratamiento inequitativo entre sector público vs. Privado.

“Debe entenderse como pensiones altas aquellas que, una vez deducido del 12 % de
pagos a la salud, superen los 5 millones de pesos mensuales”Tweet This
Debe entenderse como pensiones altas aquellas que, una vez deducido del 12 % de
pagos a la salud, superen los 5 millones de pesos mensuales.
«A estas se les debe aplicar tasas de gravamen progresivo similares a las del impuesto
de renta, comenzando con tasas del 4 % a los $10 millones mensuales, pasando por 8 %
hacia los $15 millones mensuales y llegando al 15 % hacia los $27 millones mensuales»,
explica el documento.
Clavijo indica que antes de pandemia estas solo se empezaban a gravar a partir de
estos últimos niveles y a tasas mucho más reducidas.

Impuesto de renta para empresas


El tercer pilar consiste en reversar los errores cometidos en materia de cruces del
impuesto de renta empresarial con el 50 % del ICA, con la devolución del IVA
pagado en maquinaria y la innecesaria baja del impuesto de renta del 33 % al 30 %.

«Con relación al ICA, su cruce total con cargo al impuesto de renta se estará elevando al
100 % en 2022, haciendo aún más mella al recaudo nacional. Es preferible pensar en
transformar ese ICA en una moderada sobretasa de renta territorial o de IVA, facilitándose
en ambos casos su mecanismo de pago y su monitoreo, evitando así los graves
problemas de inequidad horizontal», sugiere Clavijo.

Con relación a la devolución plena del IVA en pagos de maquinaria y equipo, ello es
correcto desde el punto de vista de técnico-tributario global, pero luce inconveniente en
la coyuntura actual, por su drenaje sobre el recaudo.
Estas devoluciones deberían continuar siendo acotadas hasta tanto no logren asegurar
una fuente sustitutiva apropiada, tal como ocurre con el fallido desmonte del 4×1.000.

Un plus: impuesto para plataformas digitales


También debería aprovecharse la coyuntura para instituir el llamado “impuesto
Google al capital intangible” a tasas del 3 % sobre facturación, aprovechando que
muchos de ellos ya están pagando IVA e ICA.

Una reforma de este tipo permitiría incrementar el recaudo en 2,7 % del PIB en el
corto plazo y hasta en 3,9 % del PIB hacia el mediano plazo.
«Algunos pensarán que esta cifra luce baja frente al 6,6 % del PIB de exenciones en solo
IVA que reporta el Marco Fiscal de Mediano Plazo 2020, pero nuestros análisis sobre
“posible-frontera de gravamen” no supera el 2,6 % del PIB para el caso del IVA, siguiendo
los lineamientos de la OCDE», analiza Clavijo en su propuesta.

Una Dian débil es el mejor aliado para quienes no quieren pagar impuestos o los
evaden

 Publicado: 20 octubre, 2020

Trabajadores asalariados, quienes pagan impuestos vía retención en la fuente, no


evaden o evaden muy poco.
Tampoco tienen mucho espacio para hacerlo quienes trabajan como contratistas.
Dian necesita de más recursos para su transformación y más “dientes” para luchar
contra la evasión y el contrabando.

Cualquiera que sea el modelo, fortalecer las capacidades de la Dian a nivel


institucional, de gestión del recurso humano y, por supuesto, tecnológico, demanda
recursos.

«La administración tributaria de nuestro país es una entidad sumamente rentable y resulta
paradójico que una entidad que recauda casi 160 billones de pesos funcione con menos
del 2 % de ese valor», publica el informe Reduzcamos la evasión a sus justas
proporciones, del Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana.

El Observatorio revisa cómo está la Dian de presupuesto y cómo ha evolucionado


en los últimos años. Esto último, haciendo un cálculo basado en la información sobre las
apropiaciones presupuestales de la Dian y en la información pública disponible sobre los
montos de los presupuestos generales de la nación –PGN–, la entidad indica que desde
el año 2003 la participación de la Dian en el PGN ha aumentado en apenas 0,1
puntos porcentuales.

«En 2003 la Dian hizo apropiaciones por 330.000 millones de pesos; al año siguiente,
360.000; y 379.000 en 2005. El salto del billón lo dio en 2013, cuando hizo apropiaciones
por 1,3 billones. El proyecto de PGN para 2021 contempla 1,89 billones de pesos para la
entidad. ¿Qué sucede si tomamos los valores año tras año y ajustamos los precios para
indexarlos con base en 2021 y así poder calcular su variación real en el tiempo? A valores
de hoy, en 2003 la Dian hizo apropiaciones por 681.000 millones de pesos. De cara al
2021 –18 años después–, el presupuesto previsto es apenas 1,2 billones más alto»,
analiza el Observatorio.
¿Qué se está haciendo para dotar a la Dian de más recursos y así reducir la
evasión?
La reforma tributaria de 2016 se ocupó, en su parte XIV, de la administración tributaria. El
artículo 321 estableció que, dentro de los seis meses siguientes a la entrada de la ley, la
Dian presentaría “el plan de modernización tecnológica de la entidad” para su aprobación
en el Consejo Nacional de Política Económica y Social –CONPES–. La ley se sancionó el
29 de diciembre de 2016; pasados los seis meses, no se presentó el plan.

Tras esto último, el Plan Nacional de Desarrollo por la vigencia 2018 – 2022, aprobado en
mayo de 2019, creó el Fondo Dian para Colombia, cuya misión es “la financiación y/o la
inversión del programa de modernización” de la entidad. Posteriormente, mediante
el Decreto 1949 del 25 de octubre de 2020 se reglamentó el citado fondo.

«El asunto permaneció quieto hasta el 12 de junio, cuando se aprobó el documento


CONPES 3993, mediante el cual se entregó “concepto favorable al patrimonio autónomo
Fondo Dian para Colombia”. Este da luz verde para la “contratación de operaciones de
crédito público externo con la banca multilateral” hasta por 250 millones de dólares, y
autoriza a la Nación para que otorgue “la respectiva garantía para financiar el programa
de apoyo a la modernización” de la Dian. También se declaran “de importancia
estratégica” los aportes que se planea hacer de la Nación al “programa de apoyo a la
modernización de la Dian», explica el Observatorio.

“250 millones de dólares es mucho dinero en ciertos escenarios. Pero, de cara a las
necesidades del sistema tributario colombiano, es una cifra sumamente corta”
Desde el punto de vista del Observatorio, 250 millones de dólares es mucho dinero en
ciertos escenarios. Pero, de cara a las necesidades del sistema tributario colombiano, es
una cifra sumamente corta para hacer frente a las necesidades actuales.

Por otra parte, en el escenario aparece la Comisión de Expertos Tributarios que, según ha
explicado el director de la Dian, José Andrés Romero, tiene la misión de producir
propuestas sustentadas que garanticen la sostenibilidad fiscal del país en el
mediano y largo plazo, evaluando la eficacia de los beneficios e incentivos
tributarios que hoy le cuestan al país 74 billones de pesos.
Desde el punto de vista de Romero, lo anterior se debe complementar con más recursos
para la transformación de la Dian y más “dientes” para luchar contra la evasión y el
contrabando, donde podemos recaudar alrededor de 30 billones de pesos más.

Evasión en justas proporciones


Para el Observatorio, más que leyes, se requiere ir a la fuente material para entender
la realidad.

«Una dirección de impuestos débil es el mayor beneficio posible para quien no quiere
pagar, pero también para quien tiene la capacidad de hacerse el tonto», puntualiza el
Observatorio.

Esto último quiere decir que renovar las normas y actualizar el Estatuto Tributario una
y otra vez no es la solución.
«Los trabajadores asalariados, quienes pagan impuestos vía retención en la fuente, no
evaden o evaden muy poco. Tampoco tienen mucho espacio para hacerlo quienes
trabajan como contratistas. El foco debe ponerse sobre los que compran facturas,
falsifican pagos o reportan servicios inexistentes», advierte.

Juan Ricardo Ortega, exdirector de la Dian, ha dicho que la ley por sí sola no va a poner
a tributar lo justo a las centrales de abastos, o a las subastas ganaderas, ni a las
grandes haciendas, ni a los constructores, ni a los grandes evasores.

«Colombia necesita una reforma integral del sistema: desde cómo se crea y modifica la
norma hasta cómo se aplica la ley y se identifican los contribuyentes», afirma Ortega.

«Aunque en la práctica es imposible bajar la evasión a ceros, es mucho lo que se puede,


y se debe hacer para, al menos, llevarla a sus justas proporciones», concluye el informe.

«A mayor cultura tributaria es menor la evasión, lo que no se cumple en Colombia»

 Publicado: 29 septiembre, 2020

Nelson Ruiz afirma que, entre menos ingresos, mayor es la evasión, situación
relacionada con la cultura tributaria.
La mala administración de los impuestos ha permeado de forma negativa la
conciencia tributaria de los responsables.
Nelson Ruiz Pomar, contador público, especialista en Gerencia Financiera, Gerencia de
Proyectos y magíster en Contabilidad, afirma en #CharlasConActualícese que las
normas nacionales en ocasiones dan cabida para que muchos contribuyentes evadan
su responsabilidad de pagar impuestos.

«Los ingresos para un país no se presentan con el solo hecho de declarar. El presupuesto
nacional no se alimenta únicamente de declarar, sino pagando, con la obligación
sustancial del responsable», afirma.

Explica que la evasión es cualquier forma de evitar el pago de impuestos, a través de


formas ilícitas y fraudulentas.
Mientras en los países desarrollados la evasión oscila entre el 5 % y el 15 % de la
recaudación potencial, en países en desarrollo la evasión supera el 30 %, y es
inversamente proporcional al ingreso por habitante.
“pareciera que las administradoras de impuestos adolecieran de mecanismos de control
para evitar la evasión”

Ruiz Pomar indica que pareciera que las administradoras de impuestos adolecieran de
mecanismos de control para evitar la evasión.

«Ojalá, en Colombia la factura electrónica sea un paso importante para reducir las cifras
de evasión», dice.

Cultura y evasión tributaria


Explica que, entre menos ingresos, mayor es la evasión, situación que tiene que ver
con la cultura tributaria. Hay países donde este concepto, una vez posicionado, hace
que la evasión disminuya. A mayor cultura tributaria es menor la evasión, lo que no
se cumple en Colombia.

Para él, es fundamental desarrollar este concepto en el país, pero hay factores que
atentan contra esto. Primero, el sistema tributario colombiano es muy complejo, lo
que hace que se presenten altas cifras de evasión.

«Por otra parte, hacer una declaración es complicada en nuestro país. En otros países, la
declaración le llega al domicilio del contribuyente o a través de un correo electrónico. Ya
está diligenciada, la paga y listo. Los sistemas son ágiles», ejemplifica.

En Colombia apenas estamos entrando en la era digital de las declaraciones. De


igual forma, existe una baja fiscalización y pocos controles por parte de la autoridad
tributaria. Los programas de auditoría desarrollados por la Dian son muy incipientes.

«No hay que dejar de lado que en Colombia también existen demasiados impuestos, yo
los denomino impuestos invisibles. Alrededor de 72 impuestos diferentes. Hay tributos que
no vemos, pero los pagamos, como por ejemplo la seguridad social», advierte.

Para él, las sanciones a veces son insuficientes, no en cuanto al número de


sanciones, sino a su drasticidad. Por otra parte, la imagen de los funcionarios
públicos desde el punto de vista del contribuyente es mala, ya que no colaboran.
Muchos a lo mejor no tienen las capacidades necesarias para fiscalizar tributos.

«Y por supuesto, existe también desigualdad e inequidad. Muchos pagan menos que
otros. Además, muchas personas prefieren estar en la economía informal porque se
ahorran dinero: no pagan impuestos, servicios públicos», aclara.

Si no pagamos, nos estamos haciendo daño a nosotros mismos


Ruiz Pomar afirma que la corrupción conlleva la evasión.

«La mala administración de los impuestos ha permeado la conciencia tributaria de los


responsables, y lo hace de forma negativa», asegura.
Por eso las personas piensan que, si no hay una buena destinación de estos
recursos, para qué se pagan impuestos, «pero de esta forma, cuando no se contribuye,
nos estamos haciendo un auto-daño», advierte.

Explica que los impuestos están relacionados con el desarrollo económico y social.
Indica que hay dos aspectos que se deben combatir:
«Una, la corrupción, lo cual no nos compete a los contribuyentes desde el punto de vista
de la tributación. Dos, la evasión, que sí nos compete».

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