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Introducción
En este texto compartimos algunas reflexiones sobre cómo se produce la enseñanza en el
Programa de Inclusión y Terminalidad de 14 a 17 años (PIT) del Ministerio de Educación de la
Provincia de Córdoba. Estas reflexiones recuperan los hallazgos y resultados de una investi-
gación1, desarrollada durante la segunda mitad del año 2019 y finalizada en febrero de 2020,
que tuvo como objetivo conocer los procesos de enseñanza en el PIT bajo la modalidad del
pluricurso. El informe final de esa investigación denominado “Estudio exploratorio sobre la
enseñanza en el pluricurso: doce casos de profesores del PIT de la provincia de Córdoba” es
la base que posibilita lo que exponemos a continuación.
Antes de avanzar, hacemos una aclaración referida a quienes se pensaron como los destina-
tarios de este texto. Escribimos pensando en las profesoras, los profesores y los equipos de
gestión de los PIT, con el anhelo de aportar a quienes se encuentran en un proceso de forma-
ción para aprender y mejorar sus prácticas, sus intervenciones y su trabajo en el marco del
programa. En este sentido, si bien como dijimos, se recuperan los resultados del informe de
investigación, hemos reorganizado lo allí planteado e incorporado algunos aportes concep-
tuales con el propósito de convertir la información brindada por la investigación en contenidos
para la formación y la reflexión. El foco estará puesto en las particularidades que adquiere un
aula con la modalidad de pluricurso, las estrategias pedagógicas y didácticas que construyen
los y las docentes, y las posibilidades y dificultades que enuncian en el trabajo de enseñanza
cotidiano en las clases.
Ojalá que las ideas y reflexiones que compartimos sean de utilidad y ayuden a volver a mirar
las propias prácticas, desnaturalizar sentidos que, a veces, obturan revisiones necesarias
y estimulen la elaboración de otros sentidos pedagógicos y prácticas docentes. Quizás, el
potencial de estas reflexiones está en que se alzan sobre los resultados de un estudio explo-
ratorio que procuró recuperar las experiencias reales y cotidianas de los propios profesores
y profesoras que trabajan en los PIT. En este sentido, decimos que estas reflexiones están
construidas en la intersección entre nuestros pensamientos y las reflexiones e ideas de los
profesores y las profesoras que abrieron las puertas de sus clases y conversaron con noso-
tras en el marco de la investigación.
1 Este documento fue solicitado por la dirección del Instituto Superior de Estudios Pedagógicos (ISEP) a la Dra. Alejandra Castro con el objetivo de incorporarlo a la bibliografía de la
Actualización Académica Trayectorias Escolares y Enseñanza en el PIT. 2
PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
En segundo lugar, se identifican los rasgos fundamentales del programa. Si bien, como dijimos
en un párrafo anterior, este texto está dirigido a quienes trabajan en el PIT y, por tanto, están
familiarizados con lo que propone el programa, nos parece importante recuperar, de forma
breve, una presentación del PIT como contexto en el cual entender el pluricurso como forma
y organización de la enseñanza. Asimismo, este y el primer apartado pueden significar, para
algunos lectores y lectoras, conectar con ciertos sentidos y propósitos “de origen” del PIT y
que no siempre se conocen o recuerdan; no obstante, operan de forma más o menos cons-
ciente en los dispositivos, prácticas y efectos del programa.
En un tercer momento, se explicitan los objetivos, las preguntas y el tipo de investigación, que
se realizó en los PIT y de cuyo informe se deriva este escrito. Este apartado es importante, en
tanto transparenta el modo de construcción de conocimiento y las decisiones metodológicas
implicadas en la investigación. Como por ejemplo, que se trata de un estudio exploratorio
que aborda 12 casos de profesores y profesoras y que, por tanto, no necesariamente refleja
la totalidad de las formas y tipos de enseñanza en los PIT. Seguramente, existen otras varia-
ciones y experiencias que no están representadas en estos casos.
En un cuarto apartado, se reconstruyen 12 relatos de clases que dan cuenta de los casos de
profesores y profesoras de la investigación. Asimismo, se presenta una
tipología que agrupa, según semejanzas y diferencias, los rasgos distin-
tivos desplegados por los y las docentes, identificando sus estrategias y
modalidades de organización del trabajó en el aula2.
2 Se incluyen puntualizaciones respecto a la planificación, evaluación y acreditación que realizan los y las docentes en el contexto del programa, la normativa curricular y los acu-
erdos institucionales. 3
PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
Si bien los procesos de masificación del nivel secundario en Argentina se vienen sosteniendo
como tendencia desde la segunda mitad del siglo XX hasta la fecha, a partir de la sanción
de la Ley de Educación Nacional en el año 2006, la escuela secundaria se torna obligatoria
en su totalidad (recordemos que con la Ley Federal de Educación del año 1993 se estableció
la obligatoriedad de una parte de la escuela secundaria, específicamente hasta el 3er ciclo
del EGB) y como consecuencia de esta decisión, los procesos de inclusión se constituyen en
una política de estado. Considerada la educación como un derecho, y el conocimiento como
un bien público, son las políticas de inclusión las que abordan el fracaso escolar como una
responsabilidad social y política —y ya no como una cuestión individual—. Escriben Castro et
al. (2020) que:
… el siglo XXI es testigo de un cambio de paradigma en los modos de abordar las polí-
ticas educativas, ya que son las propias variables del sistema educativo las que se ven
interpeladas ante los desafíos de la inclusión y la igualdad. La mirada sobre las trayec-
torias escolares y educativas vienen visibilizando cuáles son los puntos críticos y los
obstáculos que ciertas condiciones pedagógico-institucionales y formas de organiza-
ción generan en aquellos sectores más vulnerables. Se reconoce así que el fracaso
escolar no es una producción exclusivamente individual y familiar, sino que es asumido
como responsabilidad colectiva y como tema prioritario en las agendas de gobierno
tanto a nivel nacional como jurisdiccional. (p. 26).
en cómo están organizadas las escuelas para que todos/as puedan permanecer, aprender
y egresar. El impacto de la expansión registrada en las primeras décadas del siglo XXI de la
mano de las leyes que promueven la obligatoriedad escolar no solo incluyó a más cantidad
de adolescentes y jóvenes en las aulas, sino que también viene interpelado la naturalizada
forma escolar y algunos de sus rasgos organizacionales y pedagógicos se vienen alterando.
En este sentido, “si cambia la delimitación de la población que se pretende escolarizar, la
estrategia no puede reducirse a ampliar más de lo mismo, es decir, un formato escolar conce-
bido para un universo más restringido numéricamente y más homogéneo culturalmente”
(Frigerio, Diker y Mendoza, 2009, pp. 22-23).
Actualmente existen 81 PIT, distribuidos en el interior provincial (36) y Córdoba Capital (45).
Esta propuesta nació como un programa de inclusión y comienza a formar parte de las diversas
propuestas educativas del sistema cordobés. Y si bien sus orígenes estuvieron signados por
una existencia provisoria —en tanto se lo consideraba como un programa a término—, la
complejidad y controversias de los procesos de inclusión educativa, así como la sostenida
demanda educativa de los y las jóvenes para continuar y finalizar sus estudios secundarios,
fueron redefiniendo su carácter transitorio para mantenerse como una propuesta pedagó-
gico-institucional alternativa que habilita procesos de escolarización a través de itinerarios
nuevos y diferentes. En este sentido, los PIT recuperan la perspectiva centrada en las trayec-
torias escolares y alteran la “gramática escolar” proponiendo nuevos “formatos escolares”,
con el propósito de adaptarse a las necesidades de la población con la que trabajan.
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PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
Los PIT, en su mayoría, están radicados en escuelas de nivel secundario (de gestión estatal y
de gestión privada en unos pocos casos) y dependen de la dirección de dichas instituciones.
Cuentan con un/a coordinador/a pedagógico, profesores/as con cargo (que cuentan con una
hora institucional para fortalecimiento pedagógico) y horas cátedra según los espacios curri-
culares, un/a preceptor/a por grupo y un/a ayudante técnico administrativo.
El plan de estudio es de cuatro años y les otorga el título de Bachiller orientado en Ciencias
Sociales (con certificación en formación laboral). La duración del cursado depende de la
trayectoria escolar previa de cada estudiante.
El plan de estudio está compuesto por espacios curriculares planificados para ser cursados
de manera anual o cuatrimestral y contemplan tiempo de clase de los espacios curriculares y
momentos de trabajo institucional a través de proyectos integrados y/o tutorías.
anual
Matemática I anual Historia II
Proyecto de intervención
anual Educación Física II anual
socio-comunitaria
Tecnología de la Información y
Educación Artística 2.I anual anual o cuatrimestral
la Comunicación
Elaboración propia en base al Anexo I Estructura Curricular Básica del Trayecto Formativo de la Resolución 64/16,
Programa de Inclusión y Terminalidad, 2016.
La asistencia, a diferencia del secundario regular, se registra por espacio curricular, aunque
también es posible que se complemente con la asistencia por jornada escolar. Según la norma-
tiva, “el estudiante deberá cumplir con un mínimo de asistencia del ochenta por ciento (80%)
del total de horas establecidas para las clases presenciales” (Documento Base Programa de
Inclusión y Terminalidad 14-17, 2010, p. 16).
También la acreditación es por espacio curricular; los/as docentes van poniendo diferentes
notas de carácter provisorio o bien de seguimiento y, luego, construyen una calificación final
para la promoción.
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PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
La permanencia de este programa en el tiempo y la apertura de nuevas sedes año tras año
forman parte de la historia de estos forcejeos. Lo que nos permite afirmar que este programa
se constituye en una oportunidad para incluir a estudiantes que, por diferentes motivos, no
asisten a las escuelas de otras modalidades, y que se va consolidando como una alternativa
educativa legítima para aprender y concluir la escolaridad obligatoria. Sabemos que la inclu-
sión educativa no se reduce al ingreso de estudiantes a diferentes ofertas educativas3. Una
vez que estos/as ingresaron son otros los desafíos a afrontar: su permanencia, presencia y
su derecho a construir aprendizajes4 son algunos de estos y se juegan en la producción coti-
diana de la inclusión.
3 Como sostiene Gisela Untoiglich (2020), la inclusión es un pacto colectivo de toda la comunidad educativa, no es un objetivo a alcanzar porque así lo expresan las resoluciones, es
una construcción colectiva permanente que implica alojar y educar a todos/as y a cada uno/a.
4 Sin que estos se traduzcan en contenidos de baja relevancia, es decir, que comprometan “su trayectoria escolar posterior debido a los condicionamientos que ello produce sobre
sus aprendizajes ulteriores” (Terigi, 2009, p. 25). 9
PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
forma de trabajo. Asimismo, reconocer temas y problemas a tener en cuenta para el diseño y
planificación de propuestas de mejora y capacitación.
Se trató de un estudio cualitativo que se valió del análisis de documentación oficial del Minis-
terio de Educación y de los PIT, y también de entrevistas en profundidad y observaciones
de clases de las y los profesores. Entre las fuentes documentales analizamos las referidas al
surgimiento y creación del programa y la propuesta de diseño curricular y sus modificatorias,
como así también un conjunto de resoluciones que afectan y organizan su implementación.
Para esta investigación, fue central recuperar la voz de los propios actores sociales, en nuestro
caso de las profesoras y los profesores del PIT. En todo momento alentamos sus reflexiones y
opiniones acerca de las prácticas de enseñanza en el aula organizada como pluricurso y, en
este sentido, se constituyen en significativos insumos para la construcción de conocimiento.
Es así que la indagación sobre las prácticas de enseñanza de los/las profesores/as se estruc-
turó en tres momentos. Un primer momento de conversación previo a la clase, donde pregun-
tamos sobre lo que sucedería en ella, y también aprovechamos para preguntar sobre cues-
tiones más generales, como su elección por trabajar en ese programa, el modo de trabajo a
nivel institucional, cómo concebía a las/os jóvenes estudiantes del PIT, qué recorridos labo-
rales previos y en paralelo tenía como docente, etc. Un segundo momento fue la observa-
ción de la clase en sí con el/la docente a cargo y los diferentes grupos de estudiantes. Inten-
tamos captar y describir la dinámica de lo que allí sucedía. Y, por último, un tercer momento 10
PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
que consistió en una segunda entrevista al docente, en la que conversamos sobre lo que
vimos en la clase, sobre sus decisiones pedagógicas y didácticas, sobre el modo de agrupa-
miento de los estudiantes, sobre el abordaje metodológico de las temáticas desarrolladas,
las formas de evaluación, el uso de recursos, en definitiva, sobre diversos aspectos obser-
vados, sus razones o fundamentos.
Como estrategia metodológica, optamos por el estudio de caso (Sabino, 1996) en tanto consi-
dera que la unidad de análisis se aborda con el propósito de lograr una mayor compren-
sión del objeto de estudio. La unidad de análisis de esta investigación son los profesores y
las profesoras del Programa de Inclusión y Terminalidad de la Educación Secundaria para
jóvenes de 14 a 17 años.
La muestra quedó constituida con un total de 12 profesores, de los cuales 3 eran de Matemá-
tica, 3 de Ciencias Sociales, 3 de Lengua y Literatura y 3 de Ciencias Naturales. Siete fueron
los PIT en los cuales trabajaban estos/as docentes, 4 en la ciudad de Córdoba y 3 en dife-
rentes poblaciones del interior provincial.
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PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
En torno a este proceso, interesa detenernos en dos ejes de problematización que se derivan
de nuestra investigación y que formaron parte de las discusiones y reflexiones al interior del
equipo. Por un lado, la cuestión de cómo el mandato de inclusión en la escuela secundaria y
la emergencia de alternativas pedagógico-institucionales diferentes a la forma escolar tradi-
cional afectan los modos en cómo se piensa el trabajo de enseñar en la escuela y las iden-
tidades docentes. En este sentido, recuperamos los planteos de Mariela Arroyo, quien en el
2010 escribía:
5 Realizando un recorrido por las principales Declaraciones de Educación a nivel mundial ligadas a la inclusión educativa —Jomtien (1990), Salamanca (1994), Ginebra (2008)
Incheon (2015)—, podemos reconocer que esta noción se relaciona con las personas más vulnerables, que precisan diversas estrategias para sostenerse en la escuela y aprender. Si
bien estos documentos hacen hincapié en una escuela que pueda albergar a todos/as, en el campo educativo numerosos especialistas abordan esta noción en relación a las personas
con discapacidad. En términos generales, estas declaraciones señalan la importancia de universalizar el acceso a la educación, pero a su vez, que no podemos contentarnos solamente
con los ingresos y egresos de los/as estudiantes del sistema, sino que es necesario que en ese trayecto construyan aprendizajes. Se reconoce a la inclusión como un principio orien-
tador de políticas y prácticas educativas partiendo de la convicción de que la educación es un derecho humano fundamental. Finalmente, sostienen que la construcción de escuelas
inclusivas implica un cambio profundo en los modos de pensar, pero también en las prácticas, las cuales deben basarse en la cooperación. 12
PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
que se pone en acto implican una diversidad de significados6 y prácticas de enseñanza. Son
los actores escolares, directivos, docentes, preceptores, etc. los que traducen esas orien-
taciones y prescripciones de las políticas en sus prácticas y acciones cotidianas. No existe
linealidad entre lo expresado en los discursos políticos y las prácticas escolares, sino que se
trata de una desagregación y traducción en permanente proceso de reelaboración y negocia-
ción. Es en el marco de las políticas y, fundamentalmente, en el marco del encuentro y desen-
cuentro entre estudiantes y profesores/as, en el marco de particulares condiciones institucio-
nales, sociales, culturales, políticas y económicas, que se van configurando los procesos de
escolarización. Es allí donde los docentes despliegan su trabajo de enseñar, donde disponen
y ofrecen, a través de distintas propuestas metodológicas, acercar los objetos culturales y los
saberes a sus estudiantes; allí, en las distintas realidades escolares, es donde los profesores
enseñan. ¿Qué, cómo, cuándo, dónde, por qué? Estas son las preguntas de rigor para hacer
que lo abstracto del verbo enseñar se encarne en sujetos singulares, en prácticas concretas,
en lugares y tiempos específicos, bajo determinadas condiciones y determinaciones.
6 En relación a este punto, se sugiere la lectura del artículo de Sendón (2011), quien plantea lo siguiente: “Las ideas de exclusión e inclusión educativa asumen sentidos heterogéneos
y generan prácticas distintas para los diferentes actores, quienes motorizan discursos diversos para atender a la escolarización” (p. 155). 13
PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
La enseñanza es una práctica social compleja, que tiene la intención de promover aprendi-
zajes. Acontece en “escenarios singulares, bordeados y surcados por el contexto”, atrave-
sada por múltiples determinantes que impactan en la tarea cotidiana, al decir de Gloria Edels-
tein (2003, p. 74). En este sentido, es una práctica situada, donde se vinculan sujetos sociales
y de deseo, estudiantes y docentes, con el conocimiento definido como legítimo a ser tras-
mitido y se encuentra atravesada por múltiples dimensiones: sociales, históricas, culturales,
económicas, políticas, epistemológicas, institucionales, éticas y subjetivas.
Un aula de PIT se encuentra conformada con esta heterogeneidad y con otras que se van
produciendo de acuerdo a la singularidad de los procesos de escolarización que en cada
institución y con cada grupo de estudiantes se van configurando. En este sentido, el ausen-
tismo y la intermitencia en la asistencia a clases por parte de los estudiantes, en el marco
de la investigación realizada, fue planteada por los profesores como una cuestión crítica
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PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
“Una docente de Lengua y Literatura entra a clases. Allí hay estudiantes del
trayecto I y IV. Ese día no vinieron los estudiantes de los trayectos II y III. En la
clase siguiente, seguramente será otra la conformación del juego de trayectos
presentes en el aula”.
“La docente de Ciencias Naturales llega al aula. Tiene 12 estudiantes allí. Están
presentes los del trayecto de Ciencias Naturales, y de Biología I y II. Pero algunos
estudiantes de Biología I han faltado la clase pasada por lo cual la secuencia
de trabajo dispuesta para este trayecto la diversifica internamente. A la vez, en
Biología II hay chicas que van más avanzadas que otras”.
“Otro docente trabaja con los cuadernillos que ha armado. A medida que llega
cada estudiante, se pone a trabajar de manera individual en sus bancos”.
Estas micro escenas permiten retratar el juego de condiciones organizativo pedagógicas que
el programa define, pero también, de otras condiciones que se configuran en relación a cómo
los procesos de escolarización de quienes son estudiantes en el PIT se van poniendo en
juego. Es en las aulas donde el trabajo de enseñar se vuelve complejo, porque es allí donde
los trayectos y las cohortes se van gestionando en la enseñanza; es allí donde van apare-
ciendo las condiciones sociales de los estudiantes, donde se van dirimiendo sus presencias
y ausencias, es allí donde las heterogeneidades van poniendo en tensión los supuestos y
decisiones asumidas, donde los trayectos y las cohortes son puestas a jugar en el seno de
algunos saberes, de algunas incertidumbres, y de muchos ensayos y errores por tratar de
comprender de qué modo enseñar en el pluricurso, con la convicción y la apuesta por la
inclusión de quienes están allí, quizás como la última oportunidad para tratar de egresar de
la escuela. 15
PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
El cómo estos profesores se han desplazado entre los dos polos mencionados permite visua-
lizar un abanico de modalidades de gestión de la enseñanza en las aulas, que van desde
trabajo y propuestas individualizadas, el docente con cada estudiante, hasta otras en las
que se proponen experiencias y formas de trabajo que combinan lo individual y el trabajo
en grupos o todo el curso de manera homogénea. En esta línea, hemos construido cuatro
grandes modalidades o figuras de la enseñanza en el PIT. A continuación, realizamos una
breve descripción de cada una, para lo cual recuperamos los casos de nuestra investigación,
identificando los profesores y profesoras de acuerdo a estas modalidades.
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PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
Caso 1
Abel, en sus clases de Lengua y Literatura, utiliza trabajos prácticos que están dife-
renciados según cada trayecto. Los estudiantes los van respondiendo y entregando
de manera individual y de acuerdo a su propio ritmo —el cual está asociado no solo
al modo como resuelva en clase este trabajo, sino también en función de sus presen-
cias o ausencias—.
Sobre los contenidos señalaba: “En Lengua 1 textos autobiográficos para ir viendo
cómo se desenvuelven y conocerlos y cosas de gramática, acentuación y ortografía.
Ya en Lengua 2, empezamos a trabajar más sobre discursos sociales, variedades
lingüísticas, adentrarse un poco en cuestiones más complejas de gramática como
conjugaciones verbales, pero por sobre todo con discursos sociales, formas de hablar,
todo eso. Lengua 3 ya trabajamos con los géneros literarios, nos vamos más a lo lite-
rario, primero trabajamos géneros discursivos y después ya ir pasando a géneros
literarios y en Lengua 4 ya trabajan un poco de argumentación y nos metemos en el
tema que lean el libro que ellos elijan de acá, y que sea un libro complejo”.
A la hora de caracterizar cómo son sus clases señaló lo siguiente: “La clase es así,
yo jamás estoy sentado, hay una serie de reglas, llegan, abren la carpeta, anotan
la fecha, yo pongo Lengua y Literatura ahí y arrancamos. Al final de la clase el que
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PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
tiene un trabajo terminado me lo entrega, que el apuro por irse no hagan que no me
lo entreguen, porque me cuesta poder sumarles notas, yo no trabajo con pruebas…
Siempre son así las clases, yo recorro y trato de estarles encima, de una manera con
ternura, pero estarles”.
Caso 2
Esteban trabaja con cuadernillos, elaborados para todo el año. Cada estudiante
cuenta con uno según el trayecto en el que se encuentre, Ciencias Naturales, Biología
1 o Biología 2 —en papel o en el celular— y va avanzando en los distintos contenidos,
explicaciones y actividades que allí se formulan a su propio ritmo. Al respecto decía
lo siguiente “El cuadernillo va siguiendo la planificación [...] los contenidos que deci-
dimos trabajar dentro de esa planificación, nos manejamos con la propuesta curri-
cular para el programa en general... los recortamos y los vamos adaptando porque
nosotros pensamos que es útil a los intereses de los chicos”. 18
PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
Como Abel, este profesor trabaja de manera personalizada con cada estudiante. De
hecho, en sus clases, cada estudiante va entrando al aula, se sienta en su banco
e inicia las actividades en donde había quedado en la clase anterior. En este tipo
de modalidad, Esteban va asistiendo uno a uno a cada estudiante en las explica-
ciones y en la resolución de dudas puntuales, lo cual genera una dinámica con mucha
demanda al docente y tiempos de espera en los estudiantes. Cuando se le pregunta
al docente por la posibilidad de instancias de exposición y explicaciones docentes
hacia el grupo en general o hacia un grupo en particular, Esteban señala que no se
constituía en una opción dado que, entre los cuadernillos y la atención individual
unoa uno, él logra resolver la enseñanza.
Caso 3
Para enseñar matemáticas, Claudia, diseñó cuadernillos con actividades por cada
trayecto, de manera que cada grupo trabaja con contenidos diferentes, siguiendo lo
planteado por la profesora y resolviendo las actividades definidas en este cuader-
nillo. Claudia señala que esta modalidad de enseñanza a la que ha llegado es una
construcción a lo largo de los años que lleva trabajando en el PIT. Al principio, dividía
el pizarrón en cuatro y escribía el tema y las actividades por separado para cada
trayecto. La dificultad de esta metodología era la pérdida de tiempo para los grupos,
mientras ella realizaba la explicación del tema a cada uno de los trayectos. La deci-
sión de trabajar con un cuadernillo por cada trayecto, según ella, es superadora para
el trabajo en pluricurso y rompe de alguna manera con la dinámica de aprendizaje
centrada en el docente y genera más autonomía en los estudiantes. Sin embargo,
7 Como se observa en el relato que sigue, solo hay un momento en este tipo de modalidad de enseñanza, en la que lo común para todo el grupo se realiza: es el momento donde la
explicación sobre un tema por parte de Claudia hacia alguno de los trayectos debe ser escuchada y atendida por todos. 19
PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
En sus clases, hay momentos de explicación con uso del pizarrón para los
distintos trayectos. En estas instancias solicita atención y escucha por parte
de todos los/as estudiantes —aunque la explicación esté dirigida solo a los de
un determinado trayecto— señalando que, si bien la explicación es para los
trayectos inferiores, para los de los trayectos superiores se constituye en un
repaso y si es a la inversa, estas explicaciones les van a servir para más adelante.
En todos estos casos, las docentes trabajan con trabajos prácticos y/o cuaderni-
llos en donde están planteados los ejercicios y actividades que deben resolver 20
PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
los estudiantes. Estos son los casos de Raquel en Ciencias Naturales, Valeria en Mate-
mática, Camila en Ciencias Sociales/Geografía y Mariana en Lengua. A través de estos,
se visualizan diferencias en relación al modo en cómo van manteniendo los agrupa-
mientos establecidos o bien los re-agrupan para la resolución de las distintas actividades.
Caso 4
Raquel, en sus clases de Ciencias Naturales, define un mismo tema, pero con activi-
dades diferenciadas según trayecto. Sobre la clase observada señaló: “trabajé seres
vivos y biodiversidad con todos los estudiantes de las tres asignaturas”. Aunque cabe
destacar que, en el momento en que se realizó la observación de su clase, los tres
trayectos se redujeron a dos, ya que los grupos de Biología 1 y 2 se agruparon para la
resolución de actividades similares. Además de temas comunes que se abordan de
modos diferenciados en cada trayecto, esta docente propone actividades comunes a
partir del Proyecto Integrado con otros espacios curriculares.
Caso 5
Sin embargo, pese a esta diferenciación, la explicación que fue realizando sobre cada
una de las consignas escritas en el pizarrón la hizo explicitando que todos los grupos
escuchen bajo el criterio “que a todos les puede servir”.
Aunque los contenidos son los mismos al interior de cada trayecto, la resolución de
las actividades se realiza de manera individual. Cada estudiante va realizando su
propio recorrido de aprendizajes, definido este por los trabajos prácticos que van
realizando y entregando. Una cuestión que formula esta docente respecto a la dura-
ción de las secuencias didácticas es que las define para que inicien y terminen en
cada clase. Es decir, cada clase tiene un inicio y un cierre. Este último funciona como
instancia integradora y de diálogo reflexivo entre los estudiantes acerca de las tareas
realizadas ese día.
Durante la clase, Mariana fue recorriendo banco por banco, estudiante por estudiante
explicando y volviendo a explicar, corrigiendo y acompañando la elaboración de la
actividad. Se visualizó que varios estudiantes solo trabajan cuando ella está junto a
ellos/as.
Caso 6
Los y las estudiantes van completando estos trabajos y, de ese modo, van avanzando
en el contenido. A su vez, define los trabajos prácticos como instancias que les posi-
bilitan a los estudiantes el aprendizaje de la autonomía y su resolución es individual.
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PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
En general, inicia cada clase con una explicación común del tema y, para ello, recurre
a algunas estrategias, como escribir palabras disparadoras de la temática en el piza-
rrón para indagar sobre las ideas previas que los estudiantes de los distintos trayectos
tienen al respecto. En las explicaciones que realiza sobre los contenidos, así como
en las entrevistas mantenidas con Valeria, se visualiza una preocupación por arti-
cular el conocimiento matemático con las experiencias de la vida cotidiana de los/
as estudiantes, en tanto reconoce que estos perciben la asignatura como “difícil y
aburrida”. Sus búsquedas dan cuenta de esta preocupación y cómo trata de abordar
los distintos contenidos a través de juegos o de actividades de carácter más lúdico.
En esta modalidad de trabajo parece advertirse, entonces, que mientras para la ense-
ñanza de lo que esta docente llama teoría matemática lleva adelante una propuesta
en conjunto para todos los/as estudiantes, la parte práctica, de aplicación de dicha
teoría, la define a través de la diferenciación de trayectos al utilizar como recurso los
trabajos prácticos.
Caso 7
8 De las tres docentes entrevistadas para el espacio curricular de Ciencias Sociales/Geografía e Historia, Sofía y Emilia en el momento de la investigación tenían a su cargo todas las
asignaturas y los trayectos en la misma aula. Desde la Coordinación del Programa, se informa que se promueve una distribución de esas asignaturas atendiendo a la titulación del docente,
es decir, por un lado, un docente que enseñe Ciencias Sociales e Historia, en el caso de tener titulación en esta disciplina, y por otro lado un docente a cargo de Ciencias Sociales y Geografía, con
titulación específica. 24
PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
caso de Laura, los momentos de trabajo en común, homogéneo para todos los grupos, tienen
que ver con decisiones institucionales de no perder clases ya que, cuando esta docente se
ausenta, alguien del equipo directivo asume la clase con una propuesta igual para todos,
bajo la premisa que es más accesible para quien asume el reemplazo.
Caso 8
Caso 9
Caso 10
Jorge, en las clases de Matemática, realiza una secuencia cuyo despliegue abarca
varias clases y se organiza alrededor de trabajos prácticos que los estudiantes deben
ir resolviendo y que están diferenciados por trayectos. Sin embargo, para algunos
temas o contenidos de esa secuencia, define otro tipo de diferenciación, como por
ejemplo, la reunión de dos trayectos, por un lado, y los otros dos, por el otro. En otros
se trata de actividades comunes y el agrupamiento de estudiantes se realiza por
afinidad y no por trayectos. De hecho, en una clase observada, los/los estudiantes
estaban reunidos por afinidad con distinto grado de avance en un conjunto de acti-
vidades comunes para todos/as, lo cual conllevaba distinto grado de asistencia por
parte del docente según los grupos para ayudar a su resolución y demoras hasta que
el docente pasaba por los distintos grupos para resolver dudas o atender preguntas
o explicar.
Jorge fue el único profesor —respecto a los otros once docentes entrevistados— que
en su clase utilizó como recurso computadoras, además del pizarrón y las fotocopias
con las guías de actividades o consignas de trabajo.
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PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
Caso 11
En la clase observada, una parte del tiempo fue dedicado al abordaje de la temática
del incendio del Amazonas (el cual fue un tema común para todos) en el marco de
Ciencias Sociales y Geografía 1 y 2, y la otra parte de la clase la dedicó a Historia 1 y 2.
Caso 12
El PIT cuenta con una propuesta curricular específica en la que se referencian los y las
docentes para enseñar. Todos los profesores de la muestra elaboran sus propuestas de
enseñanza siguiendo los lineamientos de este diseño curricular. El momento de la planifi-
cación para enseñar en aulas pluricurso es fundamental para los profesores entrevistados.
Todos, con distinto grado de meticulosidad en las anticipaciones y previsiones de cada clase,
consideran que necesitan planificar antes de entrar al aula. De hecho, uno de los docentes
entrevistados afirmaba que, dada la complejidad que tiene el aula pluricurso del PIT, la plani-
ficación es fundamental: “Si vos llegás a decir ‘bueno voy a ver qué hago hoy’, estás en el
horno. Los chicos están todos juntos en la misma aula y a la hora de planificar, depende de
la clase y depende por donde vas [...] va cada uno con su tema. Por ejemplo, si vos estás
viendo números vas a tener: números enteros para el primer trayecto, números racionales e
irracionales…”. El comentario de este profesor pone en evidencia una cuestión que atraviesa
las prácticas de planificación de todos/as los/as docentes entrevistados: dada la conforma-
ción de los grupos los/as docentes deben planificar para cada clase varias propuestas de
enseñanza en simultáneo.
Otro criterio de selección utilizado es la posibilidad que tienen los contenidos de ser ense-
ñados en diferentes trayectos, es decir, un mismo contenido con diferentes grados de comple-
jidad; otros criterios son la vinculación con la vida cotidiana, su utilidad y los intereses de los/
as estudiantes. Podemos ver reflejados estos criterios en lo afirma una profesora de Ciencias
Naturales y un profesor de Matemática: “Es una cuestión de decir, la realidad de los estu-
diantes es que les cuesta llegar a fin de mes, en sus casas, en sus familias, no tienen acceso
a una comida saludable, entonces la propuesta de la huerta es darle una vuelta de rosca a
ese pensamiento, a esa realidad. Hay temas que son super transverzalizables y que tienen
que ver con la realidad concreta del grupo. Yo creo que esos son los temas que elijo hacer
transverzalizables”. “En el PIT intento llevar todo a la matemática aplicada. O sea, ¿esta mate-
mática para qué te sirve? Si estamos viendo figura geométrica y vamos a agarrar, vamos a
medir el aula, vamos a ver si tenemos que medir esa pared, sacamos el metro cuadrado, sí,
bueno, estas son figuras geométricas, ¿para qué las estoy estudiando?”.
Junto a estas distintas modalidades para plasmar las planificaciones docentes, las diferen-
cias registradas tienen que ver con las modalidades de enseñanza que ponen en juego en
sus clases. 30
PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
Para algunos y algunas de los y las docentes que no cuentan con cuadernillo, la planificación
de la enseñanza se materializa a través de actividades y trabajos prácticos que conforman
la carpeta de cada estudiante, los cuales —algunos— operan también como instrumentos
de evaluación. Esta organización, por trabajos prácticos, ofrece a los/as estudiantes y a los/
as docentes un registro del proceso temático de cada uno/a, aún para quienes tienen una
asistencia esporádica. Esta modalidad es privilegiada por aquellos/as docentes que hacen
hincapié en una modalidad de enseñanza individualizada.
Evaluación y acreditación
Los profesores y las profesoras que formaron parte de la investigación coinciden en prác-
ticas y criterios de evaluación, no porque se conozcan ni los hayan compartido previamente.
Sin embargo, podríamos pensar que evaluar en el PIT, en un programa de inclusión, invita a
pensar y configurar las prácticas evaluativas de manera singular.
Otra práctica compartida es que se les da a los/as estudiantes la oportunidad de rehacer las
evaluaciones, las veces que sea necesario, con el objetivo de que aprendan los contenidos.
Es decir, se individualiza el tiempo de aprendizaje de cada estudiante como práctica de
inclusión.
“.... según vayan entregando, vayan avanzando, vas corrigiendo ahí el trabajo práctico… hay
alumnos que tienen un cuatro, ¿por qué? Porque le costó… se los devolvés sin nota, sola-
mente corregido, diciendo eso está mal, fijate que está mal, volvelo a hacer, lo volvés a hacer
hasta que más o menos lo pudo hacer bien, ahí recién va la nota final”.
Advertimos que las prácticas de evaluación buscan romper con cuestiones más tradicionales
relacionadas con la evaluación sumativa —que implica un corte temporal para valorar los
aprendizajes de todos/as los estudiantes en el mismo momento y produce una calificación—,
para sostener prácticas evaluativas más respetuosas de los procesos de cada estudiante. Sin
embargo, los instrumentos de evaluación empleados siguen siendo homogéneos en su apli-
cación (para todos el mismo tipo de evaluación) y repetitivos en su forma a lo largo de todo
el año sin variaciones.
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PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
Reflexiones finales
En este apartado presentamos algunas reflexiones que recuperan los principales resultados
de la investigación y también preguntas que ofician de apertura a nuevas indagaciones.
Una primera cuestión a subrayar se refiere a las concepciones que los profesores y las profe-
soras tienen con relación al programa, a su trabajo y a los/las estudiantes del PIT, y por
tanto al modo en cómo piensan la enseñanza y sus propias identidades docentes. Los/as
profesores/as valoran positivamente el programa, lo reconocen como un espacio de inclu-
sión y de oportunidad para que los y las estudiantes finalicen la escuela secundaria y, a la
vez, como experiencia formativa para ellos/as a nivel de prácticas pedagógicas y profesio-
nales. Así lo expresan:
“No tenía experiencia docente cuando empecé, empecé más o menos con lo tradicional,
trabajos prácticos, dos pruebas, una por bimestre, promediar las notas, empecé con lo apren-
dido y después decidí ir desaprendiendo y trabajar solo con trabajos prácticos, actividades,
vivencias, interacción, conversación, aprovechando todo lo que la lengua tiene de relación
con la vida misma” (profesor de Lengua y Literatura).
“Es una oportunidad para los profes, esto de ensayar cosas nuevas, distintas, cosas que no
enseñan en tal o cual curso de formación… una oportunidad para los chicos ni hablar, he
leído cosas muy lindas de egresados del PIT, como que en la escuela común no podían o no
tuvieron lugar y en el PIT sí, acá los escuchan. Me parece que hasta para el sistema educa-
tivo es una oportunidad de aprender cosas que funcionan bien en el PIT. Esto del proyecto
integrado, las tutorías, poder pensar las trayectorias de otra manera... para mí lo del pluri-
curso también es romper con esa idea de que necesariamente hay que organizarse por
edad, entonces también es una oportunidad de ver otras formas” (profesora de Lengua y
Literatura).
Enseñar en pluricurso es para los profesores y las profesoras una experiencia nueva, para
la cual no contaban con saberes específicos y expresaron la desorientación que sentían al
comenzar. Aunque lo identifican como una dificultad, reconocen la dimensión de ensayo y
experimentación que esta situación también conlleva. Observamos que construyen a partir
de la prueba y el error, de marchas y contramarchas, desde la misma experiencia su forma de
enseñar, en la complejidad que implica el pluricurso.
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PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
Una palabra recurrente en los y las docentes al pensar en su enseñanza en el pluricurso fue
“desafío”. El desafío se asocia a la construcción de oportunidad, tanto para los y las estu-
diantes que no pudieron permanecer en la escuela común, como para los y las docentes que
consideran la necesidad y el compromiso de pensar y crear un espacio educativo para estos
estudiantes, diferente a esa escuela que no logró alojarlos.
Asimismo, el modo en que miran, conciben y referencian a los y las estudiantes del PIT es
un aspecto que va configurando la experiencia docente. Reconocen que las condiciones
sociales y económicas —transitorias o estructurales—, los procesos subjetivos e individuales,
las situaciones familiares o particulares y los modos y experiencias previas en la escuela
secundaria común de estos y estas estudiantes afectan e interpelan sus propuestas pedagó-
gicas y didácticas. Así lo expresan:
“Hay chicos que cuando deciden venir al PIT ya han hecho varios intentos de quedarse en la
escuela común” (profesor de Ciencias Naturales).
“Hay muchas chicas que son mamás, muchos chicos que tuvieron que empezar a trabajar,
[...] me dicen tengo que empezar a laburar en la obra, me levanto a las cinco de la mañana,
no tengo ni un poco de ganas de venir… estoy desde las cinco hasta las cuatro de la tarde
trabajando y después venir a la escuela…llegan y no tienen ganas de hacer nada, están
reventados, y se les nota en el cuerpo, en la cara que están muertos” (profesora de Ciencias
Naturales).
“Hay alumnos que tienen diferentes necesidades, diferentes ritmos, diferentes tiempos de
trabajo, diferentes escuelas primarias, un poco de secundario…hay muchos chicos que ¡viven
solos!, toman decisiones de adultos…” (profesora de Ciencias Sociales).
Aun cuando podamos o no acordar con propuestas más individualizadas o más proclives
al trabajo diferenciado entre trayectos, lo cierto es que la inclusión como mandato, pero
también como desafío ético y político asumido por estos profesores, es la piedra de toque en
las decisiones que se toman para enseñar: qué contenidos enseñar, cómo evaluar, cuándo
promocionar, cómo atender los distintos ritmos de aprendizaje, cómo abordar las ausencias
y las llegadas tarde; están atravesadas por una mirada innegociable e insistente en que los y
las estudiantes del PIT permanezcan, aprendan y egresen del nivel secundario.
La enseñanza en el aula pluricurso de los PIT supone encontrarse con una heterogeneidad
en torno a la que es necesario producir saberes pedagógicos y didácticos. La investigación
realizada apuntó a conocer y explorar algo de esto. Hemos visualizado que estos/as profe-
sores/as van maniobrando con las diferencias en los recorridos de escolarización de los/las
estudiantes, desde propuestas de enseñanza centradas en cada alumno/a de manera indivi-
dual, a otras que mantienen las diferenciaciones entre trayectos como si fueran carriles para-
lelos que nunca se cruzan, hasta otras modalidades en las que se buscan formas de trabajo
que alternan lo anterior con actividades que implican colaboración y trabajo conjunto entre
estudiantes de distintos trayectos.
También hemos visto que el abordaje de ciertos contenidos y las temáticas de actualidad
fueron propicios para construir momentos “comunes” en una clase y que, en otros momentos,
esa misma clase se desarticulaba, dando lugar a configuraciones y abordajes en subgrupos
por trayectos y actividades específicas. Esta heterogeneidad y variabilidad que caracteriza
el pluricurso en el PIT ha desafiado e interpelado la formación y el trabajo pedagógico de los
y las docentes, que en reiteradas oportunidades plantearon la necesidad de aprender a ser
docentes en el PIT a través de prueba y error y experimentando diferentes estrategias y plan-
teos según los trayectos y los grupos. Esta experimentación, en la mayoría de los casos, no
es una respuesta individual, sino institucional. La construcción de cuadernillos y otros mate-
riales para la enseñanza entre profesores y profesoras de áreas comunes, en colaboración
con las coordinaciones de cada uno de los PIT, es una estrategia en este sentido, en la cual
hay que seguir profundizando, según los mismos profesores.
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PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
Nos parece interesante finalizar este escrito con algunas preguntas que fueron surgiendo a
lo largo de la investigación y que posibilitan seguir pensando y ampliando el conocimiento
sobre esta particular experiencia de hacer escuela:
En el marco de la apuesta por la inclusión que plantea el PIT, ¿cómo atender a las trayectorias
individuales, como una de las fortalezas que tiene la propuesta del PIT para la inclusión, sin
eclipsar la construcción de algo del orden de lo colectivo, de una experiencia del nosotros,
propia de la institución escolar?
En relación a los recursos creados y utilizados para enseñar nos preguntamos: ¿qué activi-
dades cognitivas promueven las consignas de los trabajos prácticos y cuadernillos de activi-
dades?, ¿qué otros recursos y materiales didácticos podrían incorporarse al trabajo docente
para colaborar y enriquecer la experiencia educativa de los y las estudiantes?
Teniendo en cuenta que los cuadernillos fueron reconocidos por los/as profesores/as como
el recurso más usual y eficaz para abordar la discontinuidad producida por las inasisten-
cias de los/as estudiantes, nos preguntamos entonces: ¿qué otros saberes y herramientas
pueden ser fecundas y necesarias para diversificar modalidades y concepciones de trabajo
didáctico con la discontinuidad en aulas pluricurso?
En esta investigación, el foco estuvo puesto en la experiencia docente en el contexto del aula
pluricurso.
Desde hace ya varios años, los procesos de inclusión en el nivel secundario son investi-
gados, y se viene produciendo conocimientos acerca de la complejidad de este proceso de
construcción histórica. Los interrogantes que aquí proponemos buscan dialogar con aque-
llos que se configuran en el fragor de las prácticas cotidianas de enseñanza, es decir, en
esa historia que diariamente viven y hacen los docentes cuando dan clases, cuando plani-
fican, cuando evalúan, explican, arman proyectos,
diseñan cuadernillos y trabajos prácticos. Son inte-
rrogantes que habilitan a la gestación de nuevas
líneas de investigación y a profundizar en las ya
realizadas para seguir imaginando y proponiendo
nuevas formas de lo escolar que incluyan y alojen
a cada vez más estudiantes.
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PIT: el pluricurso como modalidad de organización del trabajo de enseñar. Aportes desde la investigación
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