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Departamento de Música
Cátedra de Instrumento
Índice
Introducción.................................................................................................................. 2
El cuerpo...................................................................................................................... 2
La organización del estudio......................................................................................... 4
Los ejercicios............................................................................................................... 8
Escalas........................................................................................................... 8
Acordes.......................................................................................................... 12
Conclusiones................................................................................................................ 16
Introducción
Habitualmente, en el estudio de un instrumento musical se realizan actividades centradas
exclusivamente en desarrollar destrezas particulares para el dominio del mismo y se dejan de lado
cuestiones vinculadas a la comprensión de cómo se construyen esos ejercicios y de qué manera
es apropiado organizar el trabajo. Estos abordajes poseen como sustento teórico modelos
pedagógicos que centran la enseñanza en la repetición constante, sin demasiada reflexión, y con
el solo objeto de adquirir una habilidad.
Desde la Cátedra de Instrumento se propone un abordaje diferente. El punto de partida de esta
propuesta se encuentra desarrollada en el artículo La clase de Instrumento. Un espacio para la
producción de sentido.1 Este artículo es de lectura complementaria y pone en contexto los
contenidos que aquí se desarrollan.
Se cree que en el desarrollo motriz para la realización de la música es necesario incluir otras
herramientas y modos de tratamiento. En términos generales, cuando se trabaja la técnica
instrumental es necesario considerar a todas las cuestiones vinculadas con el manejo particular
del cuerpo para que un determinado instrumento suene. De esta manera se incluyen contenidos
vinculados a la postura corporal, el modo de tomar el instrumento, el modo de accionarlo para que
produzca sonido y las particulares combinaciones de movimientos que permiten variar y combinar
esos los sonidos.
El cuerpo
La preparación
El cuerpo es el medio a través del cual es posible utilizar nuestra herramienta: el instrumento
musical. Por ello es fundamental que se utilice de forma tal que facilite la ejecución a través de
movimientos y posturas adecuados. Para profundizar sobre estos contenidos sugerimos la lectura
del texto Ejercicios para Músicos de Esther Sardá Rico2. En él se presentan propuestas y
sugerencias que deben ser consideradas y experimentadas.
Mientras tanto es posible abordar la preparación corporal de una forma relativamente sencilla y
sintética. Si bien no es objetivo principal de este material profundizar sobre estas prácticas,
algunas mínimas sugerencias pueden ser de gran utilidad en el largo proceso de establecer una
rutina de estudio. Estas propuestas se trabajarán en clase y lo que se presenta a continuación es
una síntesis de esa práctica.
El trabajo inicial se orienta a establecer como necesaria cierta predisposición corporal (además de
intelectual, claro) para realizar la tarea de ejecución instrumental. Para ello es apropiado realizar
un precalentamiento corporal en el que se incluyen tres acciones básicas que llamaremos fricción,
rotación y elongación.
Se considera fricción en este espacio a un suave masajeo con las palmas de las manos de
algunas partes del cuerpo que estarán particularmente comprometidas en la tarea de ejecución
del instrumento.
1
POLEMANN, Alejandro: La clase de instrumento, un espacio para la producción de sentido. en revista Clang Nº3, La
Plata, Facultad de Bellas Artes, 2011.
2
SARDÀ RICO, Esther, En forma: ejercicios para músicos. Barcelona, Paidós, 2003.
Los movimientos de extensión y elongación requieren mayor precaución por lo que deben
realizarse muy lentamente y sin forzar las posiciones. Principalmente es aconsejable elongar:
- el cuello, llevando la oreja hacia el hombro del mismo lado, ayudado por una suave presión
de la mano sobre la oreja contraria
- la musculatura posterior de los brazos, cruzando el brazo por delante de modo de apoyar
la mano en el hombro contrario, y con la mano que queda libre tomar el codo y ejercer una
leve presión hacia el eje del torso
También resulta útil elongar los músculos extensores y flexores de manos y dedos, es decir los
que nos permiten abrir y cerrar las manos:
- para los flexores se recomienda tomar una mano con la otra, cerradas en aplauso, y
realizar una leve presión desde la palma acercándola hacia el codo para que la
musculatura de la cara interna del antebrazo “tire” un poco.
- esto mismo se puede realizar tomando la mano de un poco más arriba, de los dedos, allí
se sentirá el “tirón” más cerca de la muñeca.
- para elongar los flexores se extiende uno de los brazos delante del cuerpo, se toma el
dorso de la mano con la palma de la otra mano y se realiza una leve presión como para
acercar la mano (que elonga) hacia el antebrazo extendido.
Realizar este trabajo durante 5 o 10 minutos como máximo antes de llevar adelante una sesión de
estudio aportará mayor resistencia, elasticidad y soltura para la tarea instrumental. Si esto se
complementa con una buena organización del tiempo de estudio el beneficio será potenciado y los
resultados, seguramente, satisfactorios.
Otro aspecto fundamental para un buen manejo de la ejecución es la postura corporal para tocar
el instrumento musical.
En el caso del piano debe buscarse una posición para sentarse con un buen apoyo de los
isquiones sobre la butaca y una alineación adecuada del torso y la cabeza en relación con ellos.
La butaca, con respecto al piano, debe colocarse en el centro del teclado, a la altura del do
central, y es el cuerpo a través de sus movimientos el que llega a los extremos del registro. El
teclado del piano es bastante extenso (1,20 metros aproximadamente) entonces, para cubrir toda
esa extensión, es necesario mover el torso hacia la derecha y hacia la izquierda, acompañando el
movimiento de los brazos hacia los extremos del teclado pero sin perder las zonas de apoyo en el
asiento. Por otra parte debe considerarse la relación entre las dimensiones del cuerpo y el alto de
la butaca para obtener una buena posición de brazos y manos. Se sugiere que los muslos se
encuentren alineados en un plano paralelo al piso y que el punto de partida de la posición de los
antebrazos también tome esa referencia, aunque con una leve elevación de la muñeca. El modo
de utilización de los dedos, las muñecas, los brazos y los antebrazos está relacionado con la
técnica pianística que se emplee. En el marco de la Cátedra se trabajan distintas líneas de
abordaje de manera complementaria. Es importante comprender que la combinación de distintas
posibilidades y escuelas pianísticas representa un aporte en la formación del instrumentista. Para
ampliar estos temas y profundizar sobre modos de ataque se sugiere consultar el apunte de
Cátedra Ejercicios Técnicos de autoconciencia muscular. Relacionado con la ejecución del
Piano realizado por la Profesora Roxana Lasala.
En términos generales resulta apropiado organizar una jornada de estudio en tres grandes
momentos. Uno de Introducción, otro de Desarrollo y finalmente uno de Síntesis. Cada momento
tendrá a su vez distintas instancias de trabajo.
Introducción
Para llevar adelante una sesión de estudio de manera exitosa es muy importante generar una
buena predisposición que incluye cuestiones corporales y de concentración hacia la tarea. En
cuanto al trabajo corporal ya desarrollamos en el punto anterior algunas líneas de abordaje. Como
se dijo, si se realiza diariamente, este trabajo no debe llevar más de 5 minutos.
Para obtener una buena concentración en el estudio musical son diversos los recursos que se
pueden utilizar y depende mucho de cada estudiante. Desde este espacio proponemos iniciar la
práctica con alguna obra, canción o fragmento de estas con las que se esté muy familiarizado, es
decir que se pueda tocar fluidamente y sin dificultades. Además, que sea un material que agrade,
que guste especialmente. Es una manera de reforzar el sentido por el cual se inicia la práctica:
para hacer la música, para tocar cada vez mejor, para disfrutar de ese proceso. Este trabajo de
Luego de estas dos instancias se puede incorporar un mínimo trabajo “técnico” sobre una escala o
arpegio que también sea de fácil ejecución. En los puntos siguientes desarrollaremos estos tipos
de ejercicios con mayor profundidad. La indicación para este momento es tomar un ejercicio
sencillo por no más de 5 minutos con el objeto de profundizar la conexión con el instrumento.
Desarrollo
Este es el momento de mayor complejidad para la organización del estudio. Aquí se deben
transitar de la manera más ordenada posible una gran cantidad de actividades para desarrollar las
diferentes habilidades o destrezas musicales que se ponen en juego en la ejecución del
instrumento. En términos generales, habría cuatro áreas de trabajo a considerar: Interpretación,
Lectura, Técnica (de ejecución), Producción.
Interpretación
Entonces, se trata de tomar un pasaje y probar todas estas variables hasta encontrar las que más
se adecuan a esa música. Por supuesto que aquí se ponen en juego cuestiones estilísticas y de
género que exceden a este documento. Desde el aspecto exclusivamente técnico-instrumental se
trata de desarrollar las capacidades para poder utilizar fluidamente estas posibilidades expresivas
en favor de la música.
Es difícil determinar el tiempo de estudio para esta instancia. En principio se entiende que no es
posible realizarlo seriamente si no se trabaja durante al menos 15 o 20 minutos dependiendo de la
duración del repertorio.
Lectura
Técnica
En este momento del estudio se trabajan cuestiones referidas a lo que algunos autores mencionan
como el mecanismo3, es decir el desarrollo de los suficientes automatismos (esos que el cuerpo
realiza casi sin pensar porque ya han sido incorporados con la práctica) que permitan tocar
adecuadamente un instrumento. Se incluyen ejercitaciones en grupos de organización de alturas
como escalas, arpegios, traslados, etc. Una vez que se lea y se trabaje con el apartado “Los
Ejercicios” de este documento, se tendrán más herramientas para organizar esta área de estudio.
El estudio y desarrollo del mecanismo requiere de gran constancia y organización. Se recomienda
realizar diariamente una práctica con uno o dos ejercicios durante una semana y luego cambiar a
otros dos y así sucesivamente. Uno de los aspectos más importantes es tener en claro qué se
está trabajando cada vez, para que la repetición de un ejercicio aporte significativamente al
desarrollo muscular pero también conceptual. En un estudio profesional del instrumento, el trabajo
sobre las ejercitaciones debe ir aumentando paulatinamente. Para este momento de la formación,
trabajando inicialmente unos 15 minutos diarios se pueden obtener notables resultados.
Producción
Síntesis
3
El guitarrista uruguayo Eduardo Fernández propone este concepto con un tratamiento similar en su libro Técnica,
Mecanismo, Aprendizaje. Una investigación sobre llegar a ser guitarrista, (Ediciones ART – Montevideo, Uruguay, Año
2000).
- Escalas
- Acordes
Escalas
En este espacio trabajaremos con las particularidades técnicas que implica la ejecución de
sonidos de forma sucesiva. Una melodía, por ejemplo, desde el punto de vista de las alturas es
una sucesión de sonidos. Esta secuencia puede estar organizada de diversas maneras. Una de
las más comunes en la música popular (y en casi toda la música tonal) es la sucesión de sonidos
contiguos, sonidos que se encuentran uno al lado del otro en la escritura musical. Esta
combinación se organiza frecuentemente en escalas diatónicas. Para completar y profundizar este
concepto será necesario recurrir a materiales de otras cátedras especializadas en el lenguaje
musical. Para este espacio, nos basta con utilizar ese término para un tipo de ejercitación que se
va a desarrollar de aquí en adelante. Trabajar con escalas de manera regular permite adquirir y
desarrollar un mecanismo, una habilidad, que será necesaria en muchos momentos de la
ejecución instrumental.
La metodología de trabajo consistirá en tomar una escala determinada y, una vez aprendida y
memorizada, tocarla de diferentes maneras, cambiando digitaciones y recursos musicales. Es
fundamental comprender que el trabajo debe realizarse de manera consciente y atendiendo a
todas las propuestas. La mera repetición de la escala sin considerar las consignas representará
un pobre aporte al estudio instrumental.
1. Do mayor
Para llevar adelante la tarea es muy importante considerar los siguientes pasos:
- Lea atentamente las notas y el ritmo escritos
- Toque muy lentamente los sonidos de manera sucesiva con la mano derecha.
- Toque de agudo a grave y de grave a agudo varias veces.
Obsérvese que en la digitación se propone alternar los dedos de manera sucesiva iniciando la
secuencia con el dedo 1 hasta el dedo 3 o 4 según el caso. El dedo 5 se utiliza para luego
descender. Cuando se asciende en la escala el dedo 1 pasa “por debajo” del resto de los dedos
para reiniciar la secuencia. En el descenso, los dedos pasan “por encima” del pulgar ya sea que
se vaya a tocar con el 3 o con el 4. Esta combinación de dedos para la mano derecha es una de
las más frecuentes y efectivas para tocar escalas. Ahora:
- Toque la escala repetidas veces del grave hacia el agudo y viceversa hasta memorizar la
digitación de mano derecha y obtener buena continuidad.
- Verifique si está tocando cada sonido con la misma duración, es decir de manera regular.
- Una vez que salga con regularidad aumente paulatinamente la velocidad pero sólo si es
posible mantener el control y la continuidad. Tocar rápido pero desprolijo no es un valor,
más bien lo contrario.
- Toque la secuencia a una velocidad cómoda, fuerte cuando va de grave a agudo y débil
cuando va de agudo a grave.
- Toque la secuencia a una velocidad cómoda, empezando con un volumen muy bajo y
aumentando paulatinamente hasta llegar a un volumen fuerte en la nota más aguda. Luego
haga lo inverso: de fuerte a débil.
Ahora vuelva a leer la escala y atienda especialmente a la digitación propuesta para la mano
derecha. Verifique si coincide con la que ha utilizado anteriormente y modifíquela de ser
necesario.
3. Fa mayor
En esta escala se utiliza en el cuarto sonido el dedo 4 en vez de volver al dedo 1. Esto está
vinculado con el uso del Sib de mayor cercanía al La. En este caso es más apropiado entonces
continuar con la alternancia. Ahora toque la escala:
En la digitación propuesta se está utilizando el mismo criterio que en los ejercicios anteriores. En
lugar de utilizar una octava se proponer hacerlo con 2 o incluso con 3 octavas. De esta manera, la
digitación se repite hacia el agudo, 1,2,3,1,2,3,4; 1,2,3,1,2,3,4; 1,2,3,1,2,3,4 y se utiliza el dedo 5
para iniciar el descenso. Ahora toque la escala:
- Repetidas veces la escala con esta digitación. Compruebe que alterna siempre estos
dedos incluso cuando desciende hacia el grave. Luego aumente paulatinamente la
velocidad.
- Creciendo y decreciendo.
- Acelerando y desacelerando.
- Acentuando uno de cada dos sonidos y uno de cada tres.
- En corcheas, en corcheas atresilladas o en semicorcheas.
- Repitiendo dos veces cada sonido.
- Con cambios de articulación: ligados de a dos, ligados de a tres, dos ligados y dos
estacato, etc.
A esta escala se le incorpora un bajo en la mano izquierda con el objetivo de trabajar una sencilla
coordinación entre ambas manos. Manteniendo siempre la digitación para mano derecha e
izquierda, toque la escala:
- Creciendo y decreciendo.
- Acelerando y desacelerando.
Acordes
Los acordes son resultantes sonoras concebidas de manera simultánea. En la música tonal para
que exista un acorde se deben superponer al menos tres sonidos, tres notas. Sin embargo, esta
construcción no siempre suena de manera simultánea: se concibe como estructura simultánea
pero tiene distintos modos de presentación sonora. Para completar y profundizar el concepto de
acorde será necesario recurrir a materiales de otras cátedras especializadas en el lenguaje
musical.
Como se dijo anteriormente, los acordes son utilizados con mucha frecuencia como
acompañamiento a melodías instrumentales o cantadas. Tienen variadas formas de presentación
como plaqué, arpegio, quebrado o rasgueado (en el caso de los instrumentos de cuerda).
Inicialmente se abordará la presentación arpegiada.
Arpegios
Los arpegios son un modo de presentación de los acordes en donde los sonidos se ejecutan de
manera sucesiva. Se presentan a continuación algunos arpegios de acordes que serán trabajados
como ejercicios.
Una de las funciones más importantes de la mano izquierda es la realización del bajo, y en
general, esto se resuelve con arpegios con la mano abierta. Lea y toque atentamente los arpegios
propuestos.
1. Do mayor (C)
3. Fa mayor (F)
Los tres arpegios precedentes mantienen la misma alternancia de fundamental, quinta y octava y
tienen la misma digitación. Una vez aprendidos por separado, para realizar la práctica se sugiere
tocarlos encadenados, por ejempo: Do, Fa, Sol, Do y repetir.
Mano derecha
Con la mano derecha los arpegios incorporan la tercera del acorde y podemos disponerlos
de la siguiente manera:
4. Do mayor (C)
6. Fa mayor (F)
Nuevamente se propone trabajar primero los arpegios de manera individual y luego encadenados
en una secuencia. También, aumentando la velocidad y modificando la articulación y la dinámica.
Ambas manos
También es posible unir las ejercitaciones anteriores y hacer un arpegio que comience con la
mano izquierda y continúe con la derecha.
7. Do mayor (C)
Todas estas posibilidades deben ser trabajadas también con los acordes de Fa mayor y de Sol
mayor.
Una vez estudiado por separado cada arpegio de los precedentes realice las siguientes
actividades y ejercitaciones:
También se propondrán trabajos tendientes a extraer las dificultades que se plantean en las obras
o canciones que se están estudiando y a partir de ello crear ejercicios específicos para
resolverlas.
Es deseo de la Cátedra de Instrumento que este nuevo número de Herramientas para la Ejecución
Instrumental implique un aporte a la formación musical.