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HISTORIA UNIVERSAL VICENS VIVES I.

EDAD ANTIGUA
R.López Melero; D. Plácido; F. Presedo

Tomo A: Oriente Próximo y Grecia Libro I. Oriente Próximo. Capítulo IIA

Sumer
La Lista de Reyes Sumerios

La historia escrita de Sumer comienza con la Lista de Reyes Sumerios, escrita en época de Isin
y donde se mezcla la historia con leyenda.

El origen de la realeza es celeste, baja de los cielos y se queda en la tierra de Eridu, tras pasar
por Bad-tibira, Larak, Sippar y Shurupak, llevó el diluvio. La realeza sumeria antediluviana era
especialmente longeva, pues se cuentan por decenas de miles de años.

Tras el diluvio regresan nuevamente desde el cielo y se establecen en Kish, los reinados son “más
cortos” es decir que Gaur, el primer rey postdiluviano, reinó durante 1.200 años.

Etana es de la misma dinastía que Gaur y según Kramer, lo encuadra en el III milenio; tras sus
siete sucesores, se llega hasta Ennebaraggesi del que se conserva una fracción de un vaso de
alabastro con una inscripción.

En Uruk surge una dinastía nueva con los reyes Meskiagasher y Enmenkar, éste último alcanza la
fama por su heroicidad en la campaña contra el señor de Aratta, en las riberas del Mar Caspio.

Le sucede Lugalbanda, Dumuzi, héroe del mito de Adonis y señor de los animales, Gilgameš,
cuyas hazañas fueron cantados por la literatura oriental de todos los tiempos, quedó como
símbolo del destino trágico del héroe.

Uruk fue destruída y su realeza fue traslada a Ur, fundándose una nueva dinastía con
Mesannepada conforme a la inscripción de Tummal, su hijo Meskiagunna, contemporáneo de
Gilgameš, desarrollando campañas militares expansionistas contra Nippur y Kish.

Por textos encontrados en excavaciones por L. Woolley, también forman parte de esta primera
dinastía de Ur los reyes Meskalamdug y Akalandug, que aunque no constan en la Lista de Reyes
Sumerios se han admitido.

Las primeras dinastías de Kish, Uruk y Ur son contemporáneas entre sí y están en el entorno de
2.800 – 2.500 a.C.

Tras ser derrotada militarmente Ur, su realeza pasó a la ciudad de Awan, que a su vez, también
fue derrotada en otra guerra y lideró la ciudad de Kish, en lo que se denomina II dinastía.

La sede de la realeza siguió cambiando de lugar y se mudó a Hamazi (N.W. Irán), que
nuevamente fue vencida en otra guerra y regresaron nuevamente a Uruk en la II dinastía.
Posteriormente pasa a Adad de la mano del rey Lugalanne mundu al que se le llama «rey de las
cuatro partes […] que llevó la paz a todos los países, que construyó los templos de todos los
grandes dioses, que restauró a Sumer, que ejerció la realeza en todo el mundo» en una
inscripción encontrada en el tempo de Enamza de Adab dedicado a la diosa Nintu y también
este rey fue mencionado en la lista real.

La inscripción es contemporánea a la época de Ammisaduqa y Abieshu del s. XVII a.C., por lo


que Güterbock considera que se trata de una invención literaria.

El dominio de Lugalanne mundu alcanzó Elam, Marhashi, Gutium, Subir, Martu, Sutium y Eanna
(Uruk) y el país «que comprende la montaña de los cedros» (Líbano), hasta el 2.550 a.C.

Posteriormente la realeza cambió a Mari, Kish y Anshak.

Las dinastías de Lagash

De todas estas dinastías y reyes mencionados en la Lista Real Sumeria, no hay constancia alguna
de su existencia en otros medios materiales o documentos. Según T. Jacobsen (editor de la lista)
se llega a concluir que la conciencia histórica antigua es una inexactitud fuera de lo común.

En la ciudad de Lagash aparecen numerosas inscripciones y medios materiales donde se


mencionan reyes de esta ciudad que no aparecen en la Lista Real Sumeria.
Del rey Messilim de la ciudad de Kish (c. 2.500 a.C.) se encontró una maza con inscripción y tres
inscripciones de consagración, en una de las cuales se dice «Messilim, rey de Kish, constructor
del templo de Ningirsu. Lugalshaengur era entonces ensi de Lagash».

Urnanshe fundó en 2450 una dinastía en Lagash, en las inscripciones se dice de este rey que es
constructor de lña casa de Ninar; «Los navíos de Dilmun le trajeron madera como un tributo de
los países extranjeros. Construyó el ibkal; construyó el kinir; construyó la casa del cetro».

No se conoce con exactitud el ámbito de influencia de este rey de Lagash, pero si llegó hasta
Dilmun, nos está llevando hasta las islas de Baréin o incluso al Valle del Indo.

Sucedieron, su hijo, Akurgal y a su vez, su nieto Eannatum, uno de los grandes en la historia de
Sumer.

Eannatum mantuvo acciones militares contra las ciudades de Elam, Umma, Uruk y Ur.

En el caso de Umma, el conflicto era ya de antiguo; con una historia de hostilidades que se
remonta desde cuando era rey de Kish, Messilim.

Por entonces ambas ciudades acudieron a un arbitraje y Messilim trazó la frontera divisoria
entre ambos reinos, erigiendo una estela.

Los ummaítas consideraron con el tiempo que esta resolución les perjudicaba y Ush, ensi de la
ciudad, arrancó la estela, violó la frontera y se apoderó de Gedinna, que era el territorio que
estaba reclamando Umma desde el principio. Este hecho acaeció antes de Urnanshe ocupase el
trono de Lagash.
La situación de los lagashios fue la de soportar las hostilidades con tal de entrar en una guerra
abierta, aunque esta situación cambió radicalmente con la entrada de Eannatum en la palestra
histórica, pues sin miedo y con gran vigor, aplastó a los ummaítas y les obligó acordar un
tratado fronterizo utilizando un canal como divisoria de los territorios, entonces erigió una
estela donde está inscrito: «Ningirsu, señor de la corona fértil, vida del canal Ugedinna»; tras sus
victorias militares se adjudicó el título de Rey de Kish con lo que afirmó su supremacía sobre
todo Sumer. En la famosa estela de los buitres se rememoran sus victorias.

Esta etapa histórica concluyó con un prolongado período de paz donde Eannatum ordenó obras
públicas de canalización y regadíos del territorio mesopotámico, actividad que heredarían entre
los gobernantes de la región.

Sin embargo, los antiguos enemigos vencidos se volvieron a revelar contra el rey. Los elamitas
fueron rechazados por los norteños. Kish y Akshak invadieron Lagash y aún no librados de los
invasores, nuevamente los elamitas vuelven a levantarse unidos a los kishotas y akshakios,
apoyados por Mari.

Eannatum logró detener estas invasiones y tras dos batallas en la frontera oriental y en la
septentrional se alcanzó nuevamente la paz, donde ya le sucedió el hermano, Enannatum que no
tuvo otra opción que enfrentarse a Ur-Lumma de Umma, que dejó de pagar el tributo y no
contento con ésto, quemó las estelas y altares existentes en la frontera, aliándose a los
enemigos norteños de Lagash.

En Gedinna se produjo una batalla donde Ur-Lumma comandaba al ejército ummaítas y


Entemena comandaba a los lagashios, alzándose con la victoria, que fue efímera, pues un
enemigo más poderoso entró en escena: II de Hallab, alcanzando la victoria y proclamándose
ensi de Umma y continuando las hostilidades contra Lagash, disputándole los fértiles campos de
Gedinna, finalmente se llegó a un compromiso.

Los sucesores de Entemena fueron Enannatum II, que reinó un corto período y Enatarzi,
posiblemente usurpador, que consiguió rechazar la penetración de los elamitas sobre Lagash.

El reinado de Lugalanda es deconocido, usurpado el trono por Urukagina (c. 2.370)


abandonando la obediencia a Kish se proclamó rey de Lagash, aspirando al dominio de todo
Sumer.

Urukagina (según sus inscripciones) fue escogido de entre las gentes por el dios Ningirsu.
Denuncia los males que afligían al pueblo desde los días en que «apareció la semilla». Estas
injusticias consistían en los abusos de los funcionarios, grandes y pequeños, sobre el hombre de
la calle: el director de las barcas se apoderaba de las barcas, el pastor jefe se apoderaba de los
asnos y de las ovejas; el jefe de las pesquerías se apoderaba de la pesca. Las raciones se pesaban
en desventaja del sacerdote, los pastores tenían que pagar por el esquileo. Los bueyes de los
dioses araban los cebollares del ebsu y las plantaciones de cebollas y pepinos del ensi estban en
las mejores fincas del dios. Abusaba el enterrador. Los artesanos tenían que implorar su sustento;
las casas del ensi y los campos del ensi se amontonaban una contra otra. Hasta el criado del rey
cuando cavaba un pozo en lo alto de una finca se apoderaba de un ciego, puniblemente, para
sacar agua sin proveerlo de lo necesario. Pero cuando Urukagina subió al poder, eliminó a los
numerosos inspectores inútiles y esta limitación de la burocracia benefició a sacerdotes,
pastores y pescadores.
Sumer avanzó notablemente en lo socioeconómico, pues hasta ahora, Lagash había estado
gobernada por grandes familias poderosas, este rey encontró un gran apoyo popular. Se
protegió a los ancianos y viudas, este favorecimiento a la clase llana le valió el reclutamiento de
soldados para su ejército, con el objetivo de crear un estado poderoso. Urukagina es el único rey
de la historia de Sumer que realiza reformas sociales tan profundas.

Tras una derrota en una de las muchas batallas contra los ummaítas, fue depuesto y le sucedió
Lugalzaggesi, un caudillo excepcional que llegó a lanzarse contra Lagash y la asoló, muriendo el
rey Urukagina en este conflicto.

La destrucción de Lagash inspiró un bello poema que enumera los crímenes del ummaíta y que
termina diciendo: «Porque el ummaíta destruyó los ladrillos de Lagash, cometió un pecado
contra Ninguirsu; él cortará las manos que se alzaron contra él. No es el pecado de Urukagina,
rey de Girsu. Que Nidaba, la diosa de Lugalzaggesi, ensi de Umma, le haga pagar todos los
pecados»

Lugalzaggesi logró contruir un gran estado. Una inscripción dice: «Cuando Ennil, el rey de todos
los países había dado la realieza del país a Lugalzaggesi , había dirigido a él los ojos del país
desde el oriente hasta el occidente, había postrado ante él [a todo el pueblo], entonces desde el
mar interior, a lo largo del Tigris [y del] Éufrates hasta el mar superior dirigió sus pies hacia él;
de este a oeste, Enil no le dio rival; todos los países están [tranquilos] en la pradera bajo su
mando; el país se regocija bajo su gobierno; todos los jefes de Sumer, los ensis de todos los países
se inclinan ante él en Uruk, de acuerdo con el me del principado».

Pero esta paz duró poco: Sargón de Akkad, un semita de ideas muy similares a las de
Lugalzaggesi lo derrotó y lo ató a un poste a las puertas de Nippur para que todos los
transeúntes lo escupiesen.

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