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La estela fue realizada en el siglo XXIII a.C. en torno al 2250 a.C. en la época del
rey Naram-Sin (2254-2218 a.C.) situada en el Imperio de Akkad, el primer estado
territorial mesopotámico, que existió desde el 2350 al 2200 a.C.
En esta época surge un nuevo tipo de estado, el estado territorial. Los estados
territoriales (c.2350-1500 a.C.) son regiones que aglutinan estados arcaicos dentro
del imperio territorial. Ejemplos de estados territoriales son el de Akkad (2350-
2200 a.C.) cuya ciudad estado de origen tiene una localización desconocida, el
Neosumerio o Tercera Dinastía de Ur (2100-2000 a.C.) y el Paleobabilónico o
Imperio Antiguo Babilónico (2000-1600 a.C.). El imperio de Akkad logró una
hegemonía política y territorial y territorial sin precedentes, sus conquistas llegaron
desde el Golfo Pérsico hasta el mar Mediterráneo. El imperio acadio presenta una
serie de cambios respecto al periodo protodinástico, como la lengua de sus
gobernantes, la importancia de la propiedad privada y la separación entre el
templo y el palacio, es decir, entre el poder religioso y el real. La economía fue uno
de los puntos fuertes del imperio. Gracias a los botines de guerra, el monopolio de
los bienes de consumo y el control de las rutas comerciales el estado territorial
logró una gran riqueza. Aunque fueron estas rutas comerciales las que atraerían a
los pueblos nomadas que acabarían destruyendo el imperio.
El imperio fue obra de una única dinastía que funda Sargón I, ya que el trono se
sucedía de padres a hijos. El monarca tenía el poder absoluto e incluso carácter
divino, esto es, era una monarquía absoluta.
La gestión del imperio la llevaban a cabo los gudea o ensi locales que actuaban a
modo de gobernadores. Dentro del gobierno también existía una gran cantidad de
funcionarios a las órdenes del Rey, administradores civiles y militares, escribas,
contables, etc. Las diferentes clases sociales del estado se diferenciaban según
su riqueza.
Sargón I (2334-2279 a.C.) fue el primer rey del imperio, fundando Akkad al norte
de Kish y convirtiéndola en capital del imperio, tras tomar Uruk, destronando así a
Lugalzagesi. Era un rey con carácter legendario, protegido por la diosa Isthar
(venus). Fue designado Sarrukin (rey justo y legitimo) y Gran Rey de Súmer y
Akkad. Intervino militarmente en Mari y Ebla, llegando hasta los montes tauro. Su
dominio se extendía desde el mar inferior (golfo pérsico) hasta el Medio Éufrates y
no hasta el mar superior como pone en el texto.
La segunda etapa, la de las campañas hacia el norte, oeste y este, en Mari, Ebla,
Líbano, Tauro, Anatolia, País de Subartu, Asiria y Awan.
El nieto de Sargón I, Naram-Sin (2254-2218 a.C.) fue el cuarto rey del imperio,
después de su tio Rimush (2278-2270 a.C.) y su padre Manishtusu (2269-2255
a.C.), ambos asesinados. Bajo el reinado de Naram-Sin, el imperio alcanzó su
apogeo. Naram-Sin se hizo divinizar llamándose Dios Agadé, tal y como aparece
en la estela de la victoria. Venció a los pases del norte, sur y este del imperio.
Llevó campañas hacia el oeste, donde vencio a Mari y acabó con la hegemonía de
Ebla, y terminó pactando con Elam que estaría bajo soberanía acadia. Así se
proclamó Rey de las Cuatro Regiones ( Súmer, Elam, Subartu (alta Mesopotamia)
y Amurru (occidente). Tuvo una serie de problemas con Súmer, destruyendo
Nippur y profanando y saqueando el santuario más importante de Súmer: el Ekur
de Nippur ( la casa de Enlil). En esta época comienzan a representar un problema
la tribu de los Lullubi, que habitaban en los montes zagros, y los guteos, de la
región entre el Zab inferior y el Diyala. Antes de su muerte comienza la
disgregación del imperio. Los hurritas ocupan en estos años las regiones del este.
Tras la muerte de Naram-Sin, sus hijos casi no son capaces de mantener la
periferia de Akkad.
El autor del texto suponemos que fue Naram-Sin ya que los propios reyes eran
quienes ordenaban realizar estas estelas en conmemoración de sus victorias y
para representar su grandeza.
La idea principal del texto es dar a conocer la grandeza de los monarcas más
importantes del imperio acadio, Sargón I y su nieto Naram-Sin, que constituyeron
el primer estado territorial mesopotámico gracias a sus victorias, controlando del
Mediterráneo al golfo pérsico.