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El Deseo Sexual y Sus Trastornos - Aproximacion Conceptual y Etiologica
El Deseo Sexual y Sus Trastornos - Aproximacion Conceptual y Etiologica
El Deseo Sexual y Sus Trastornos - Aproximacion Conceptual y Etiologica
Lief (1977) fue uno de los primeros, en la vación de un sistema neuronal específico del
época moderna del desarrollo de la sexología cerebro" (Kaplan, 1979).
clínica, en plantear el deseo sexual como una Rosen y Leiblum (1988), en su aproxima-
dimensión diferente de la excitación y el ción conceptual, subrayan la idea de que el
orgasmo. Refiriéndose a su definición dice: deseo sexual es, ante todo, un sentimiento sub-
"El deseo sexual es una aspecto de la vida jetivo. Consideran que: " ... el deseo sexual es
humana extraordinariamente complicado y un sentimiento subjetivo que puede ser activa-
requiere una aproximación multifactorial para do por estímulos externos o internos, y que
su comprensión. No se pueden tener en cuenta puede desencadenar, o no, un comportamiento
solamente las respuestas sexuales observables, sexual abierto. Para que este estado ocurra es
como dice Kinsey. Alguien podría masturbar- necesario un adecuado funcionamiento neuro-
se 20 ó más veces a la semana, pero faltarle el endocrino, así como la exposición a estímulos
deseo para relacionarse sexualmente con una sexuales de suficiente intensidad, que pueden
pareja, o una persona podría relacionarse tener su origen en el individuo o en su entor-
sexual mente con otra 20 ó más veces al mes no ... En la presencia de un funcionamiento
sin desearla realmente" (Lief, 1988, pág. VII). neuroendocrino intacto y unas posibilidades
No es posible hablar del deseo sexual y adecuadas de expresión, vemos el deseo
sus trastornos sin citar a Heleo Singer Kaplan sexual determinado primariamente por proce-
(1974, 1979, 1985, 1987). Ella propuso el sos sexuales intrapsíquicos e interpersonales".
modelo trifásico de respuesta sexual en el Otra propuesta de particular interés es la efec-
que incluye el deseo sexual como una fase de tuada por Levine (1984, 1987, 1988), autor
la misma. Ofreció así una alternativa al que se ha preocupado por los aspectos concep-
modelo propuesto por Masters y lohnson. tuales y definitorios del deseo sexual. Lo defi-
Considera que el deseo constituye una enti- ne a través de los tres puntos siguientes: 1) El
dad neurofisiológica diferente justificando deseo sexual es lo que precede y acompaña a
así su categoría de "fase" de la respuesta la excitación; 2) Es la tendencia psicobiológi-
sexual. Su aportación ha contribuido a mejo- ca a buscar satisfacción sexual; 3) Es la ener-
rar la comprensión y las propuestas terapéuti- gía que conduce al comportamiento sexual.
cas de las dificultades sexuales. Kaplan se Por lo tanto: "El deseo sexual es la energía
refiere al deseo sexual en los siguientes tér- psicobiológica que precede. acompaña y tien-
minos: "El deseo sexual es básicamente simi- de a producir comportamiento sexual"
lar a otros impulsos como el hambre o la sed (Levine, 1987, pág. 36).
en cuanto a que depende de la actividad de Es de interés el planteamiento que este
una estructura anatómica específica del cere- autor hace de los factores que integran la
bro. Abarca centros que acrecientan el impul- experiencia del deseo. Desde esta perspectiva,
so, equilibrados por otros que 10 inhiben. el deseo sexual es el producto de la capacidad
Está servido también por dos neurotransmi- mental de integrar tres elementos razon_able-
sores específicos, uno inhibitorio y otro exci- mente separados: el impulso, el anhelo la y
tatorio. Tiene bastas conexiones con otras motivación.
partes del cerebro lo que permite que el Impulso (Drive): Es el efecto que surge
impulso sexual se halle integrado en la totali- de la acción de las bases biofisiológicas
dad de la experiencia vital del individuo y que rigen el comportamiento sexual, la
resulte afectado por ella. El deseo sexual es base energética que lo sustenta. Se evi-
vivenciado como sensaciones específicas que dencia a través de manifestaciones endó-
mueven al individuo a buscar experiencias genas y específicas de excitación genital
sexuales o a mostrarse receptivo a ellas. y/o excitabilidad sexual. Incluye típica-
Tales sensaciones son producidas por la acti- mente: excitación genital, tumescencia o
EL DESEO SEXUAL Y SUS TRASTORNOS 47
lubricación, un cambio perceptual por lo randa, los impulsos y los anhelos van
cual los atributos físicos alcanzan un coincidiendo cuando se contempla la
lugar predominante en la jerarquía de actividad sexual como algo normal y
estímulos de valor erótico, fantasías, valioso.
sueños eróticos y tendencia a la búsque- Motivo sexual (MOIive): Representa la
da de acti vidad sexual compartida o disposición hacia la actividad sexual. Es
autoerótica. Estas cinco manifestacines el más complejo de los componentes del
pueden ser resumidas como una activa- deseo sexual. Está determinado por la
ción endógena espontánea y un aumento interacción de factores intrapsíquicos
de excitabilidad sexual. presentes y pasados y por procesos inter-
Anhelo (Wish): Hace referencia a las personales. Muchos de estos determi-
ganas, al anhelo de tener relaciones nantes no son evidentes y se descubren
sexuales, independientemente del impul- retrospectivamente. La disposición hacia
so. Se pueden tener ganas de tener rela- la actividad sexual está generalmente
ciones sexuales sin tener impulso en un inducida por uno o más de los siguientes
momento dado. Viene a ser la represen- antecedentes: el impulso, la decisión de
tación cognitiva de las ganas de vivir tener relaciones sexuales, la relación
situaciones eróticas. Es el deseo de desear. interpersonal, la observación de los
Por ejemplo, puede haber mujeres y demás, la atracción, etc. En definitiva,
hombres de cierta edad que, teniendo un siendo consciente de la activación del
impulso infrecuente o débil, anhelan impulso sexual, experimentando el anhe-
tener relaciones sexuales. Las razones lo, la aspiración de estar involucrado en
para tal anhelo normalmente se estable- una actividad erótica, el motivo, como
cen en edades tempranas. Estas pueden tercer factor del deseo sexual, se refiere
ser, según Levine, las siguientes: el a la disposición, es decir, a la voluntad
hecho de mantener relaciones sexuales de implicarse en una experiencia erótica.
hace sentirse bien físicamente, amado/a, El motivo sexual como disposición, se
valorado/a, importante, vital y enérgi- relaciona con cuatro importantes con-
co/a. Hace sentirse bien con la dimen- textos:
sión erótica de la identidad de género, - La identidad de género.
vinculado/a a otro/a, menos solo, a gusto - La calidad de las relaciones sexuales y
con la pareja. Entre personas adolescen- no sexuales.
tes o jóvenes, en ocasiones el impulso no - Las pautas de regulación propias y del
concuerda con el anhelo. Teniendo altos compañero/a.
niveles de excitabilidad, puede haber - La transferencia con los vínculos del
causas que lleven a no anhelar la activi- pasado.
dad sexual. Entre éstas se pueden citar:
no sentirse emocionalmente preparado/a, Según Levine, estos tres elementos están
no saber exactamente cómo hacerlo, no separados tan sólo conceptualmente. puesto
tener a una persona todavía apropiada, que en la experiencia, el deseo se experimenta
estar todavía asustado/a de las sensacio- como un todo. Lo lógico -y lo saludable- sería
nes del alto grado de activación sexual, que actuasen en armon.ía, aunque en la expe-
miedo al embarazo o a las E.T.S., tener riencia clínica, las dificultades respecto del
la convicción de. que la actividad sexual, deseo suelen mostrar disonancias evidentes
en ese momento, es moralmente inco- entre ellos.
rrecta, no desear el disgusto de los En síntesis y desde nuestro punto de vista,
padres. En la medida en que se va madu- el deseo sexual implica un sentimiento de inte-
48 ANUARIO DE SEXOLOGlA 1, 1995
IMPULSO (Drive)
l. Excitación genital, tumescencia o lubricación
2. Un cambio perceptual.
3. Fantasías eróticas.
4. Sueños eróticos.
5. Comportamiento de búsqueda de pareja o masturbación
ANHELO (Wish)
DESEO SEXUAL Se refiere a las ganas, al anhelo de tener relaciones sexua-
(Sexual desire) les independientemente del impulso, la representación
cognitiva de las ganas de vivir situaciones eróticas.
MOTIVO (Motive)
J. El impulso
2. La decisión de tener relaciones sexuales.
3. El comportamiento interpersonal.
4. La observación de los demás.
5. La atracción.
rés, de necesidad, de apetencia, de búsqueda activación propia del deseo sexual y la exci-
de estimulación y placer erótico, pero no tación sexual. En la mayoría de los casos no se
implica necesariamente la puesta en marcha especifica. Desde nuestro punto de vista, man-
de conductas instrumentales dirigidas a ello. tenemos la hipótesis de que el deseo sexual
Cuando el deseo sexual está presente, dichas constituye una activación neurofisiológica
conductas, si llegan a producirse, son vividas independiente de la excitación sexual, sin
con particular intensidad, con pasión embargo interactúan entre ellas y se influyen
(Schnarch, 1991). Recíprocamente, los com- por lo que en ocasiones se confunden. La acti-
portamientos explícitamente eróticos pueden vación propia del deseo puede disparar la
activar el deseo. La respuesta sexual sin deseo excitación sexual, produciendo los cambios
puede ser considerada disfuncional dependien- fisiológicos propios de ella, aunque no necesa-
do del criterio de demanda, aunque no siempre riamente. De igual forma, cuando una persona
el deseo sexual hipoactivo es percibido como inicia la actividad sexual, a requerimiento de
una disfunción por parte de la persona afecta- su pareja, sin deseo, éste se puede activar a
da. La respuesta sexual sin deseo puede ser partir de la excitación sexual producida por el
bien integrada dentro del sistema de pareja, contexto. La diferencia entre la activación pro-
cumpliendo otras funciones de tipo afectivo pia del deseo y la excitación sexual estriba en
y/o relacional. que el deseo sexual es una experiencia subjeti-
va, mientras que la excitación sexual es una
respuesta fisiológica que implica manifesta-
1,2 Diferencia entre el deseo y la excitación ciones físicas como la erección o la lubrica-
ción vaginal (Bozman y Beck, 1991),
Una de las cuestiones que quedan menos Digamos que pueden ser dos formas diferentes
claras en las diferentes aproximaciones con- de activación que, en condiciones normales,
ceptuales es la diferencia que existe entre la actúan sinérgicamente.
EL DESEO SEXUAL Y SUS TRASTORNOS 49
Existen argumentos sólidos para tal afir- de la activación fisiológica y de los conteni-
mación. La llamada de atención tanto de Lief dos cognitivos.
(1977) como de Kaplan (1979), sobre el hecho El deseo sexual se ajusta al concepto de
de que el deseo sexual constituye una fase dis- emoción por las siguientes razones:
tinta de la excitación y el orgasmo, fue el pri- l. El deseo sexual se sustenta en el
mer paso en la comprensión de tal diferencia. sustrato biológico que está constituido
Kaplan lo especificó con claridad cuando aflI- por ]0 que algunos autores han denomi-
mó que cada fase del ciclo fisiológico de la nado el sistema sexual (Levay, 1993),
respuesta sexual constituye una entidad neuro- compuesto por elementos anatómicos,
fisiológica diferente. fisiológicos y neuroendocrinos. Desde
El estudio de casos clínicos referidos a las un punto de vista etológico, las bases
dificultades del deseo sexual indica que es neurofisiológicas alimentan una serie de
perfectamente posible activar el ciclo de res- predisposiciones comporta mentales de
puesta sexual (excitación y orgasmo) sin la respuestas hacia algunos estímulos pro-
experiencia del deseo y, de modo inverso, en vistos de significado erótico propios de
presencia de una alta intensidad del deseo pue- la especie (tengamos en cuenta que otras
den producirse bloqueos tanto de la excitación respuestas eróticas son inducidas cultu-
como del orgasmo. ralmente). El sistema genera un estado
de acti vación fisiológica específica, un
"estado del organismo" en la tenninolo-
1.3 El deseo sexual como una emoción. gía de Singer y Toates (1987), que fluc-
túa en intensidad y frecuencia.
En base a las aproximaciones conceptuales 2. El deseo sexual está conformado
descritas anteriormente podemos considerar por contenidos cognitivos, tal y como ha
que el deseo sexual se configura como una quedado de manifiesto en la aproxima-
emoción. Las principales teorías sobre ella ción conceptual. Consideramos que la
coinciden en definirla en funcón de tres com- configuración de estos son el resultado
ponentes principales: uno neurológico-bioquí- del procesamiento de la infonnación que
mico, otro motor o conductuaJ-expresivo y se produce desde los inicios de la vida
otro subjetivo- experiencial (Reeve, 1992). de las personas. La información procesa-
La emoción está compuesta por la activa- da, superando el modelo serial propuesto
ción fisiológica y los procesos cognitivos por Atkinson y Shifrin (1968), genera
que la regulan. Ha habido teorías discrepan- estructuras de conocimiento construidas
tes respecto a la interacción entre ambas. en fonna de scripts, tanto de contenidos
Para unos, la emoción depende de la atribu- como de acción (Simon y Gagnon, 1987;
ción cognitiva que se haga de unos determi- Sanuy,199l).
nados niveles de activación; para otros, son
determinados contenidos cognitivos los que En el 'deseo sexual, entendido como una
desencadenan la emoción (Schachter y emoción, cabría distinguir los siguientes ele-
Rodin, 1962; Lazarus, 1985; Mandler, mentos: a) Una reacción emocional fisiológica
1975). No obstante, lo que está netamente que son las modificaciones fisiológicas, que se
aceptado es que la cognición está presente en pueden atribuir o que son provocadas por un
toda emoción, así como la activación fisioló- estímulo emocional; b) Un comportamiento
gica. Cabe destacar que la emoción final- emocional, que se refiere a las diferentes for-
mente se compone de una reacción emocio- mas de comportamiento que surgen como
nal, de una experiencia subjetiva y de un reacción a estímulos emocionales (expresión
comportamiento emocional, que dependen gestual, postural, etc.); e) Una vivencia emo-
so ANUARlODESEXOLOGIA 1, 1995
Eje Z: deseo
Eje Y: Excitación
Umbral de
orgasmo
Umbral de
excilación
~omlenzo
Eje X: tiempo
Nivel de deseo del encuentro sexual
representación gráfica del modelo trifásico pueden alcanzar los umbrales mínimos que
manifiesta el error conceptual que contiene. hacen posible la excitación y el orgasmo, sin
La respuesta sexual no puede representarse en embargo la experiencia subjetiva del conjun-
un solo plano. Es necesaria una representación to puede ser tan frustrante que, finalmente, se
tridimensional que incluya los tres ejes que perfile como una dificultad que debe ser tra-
intervienen en el ciclo psicofisiológico de la tada por un especialista. Como veremos más
respuesta sexual: a) La intensidad del deseo; adelante, según esta manera de entender el
b) El nivel de excitación; c) El tiempo. Por deseo sexual, habría que afinar considerable-
ello propone un modelo tridimensional. mente el diagnóstico diferencial entre el
Este modelo corrobora la afirmación de deseo y el resto de la respuesta sexual, puesto
Kaplan en cuanto a que se puede alterar una que algunas disfunciones pertenecientes a
de las fases independientemente de las demás. otras fases podrían encubrir un trastorno del
por tanto el deseo puede inhibirse siendo posi- deseo.
ble la excitación o el orgasmo. No obstante, La perspectiva tridimensional subraya
explica mejor cómo es posible que algunas otra carencia de las formulaciones tanto de
personas puedan reproducir ciclos de respues- Masters y Johnson como de Kaplan: ambos
ta sexual sin deseo. En el gráfico 4 se puede presuponen que la activación fisiológica es
observar cómo el deseo acompaña al ciclo de inexistente al principio del encuentro. El
respuesta sexual, en mayor o menor intensi- modelo tridimensional se ajusta mejor a la
dad. Las personas con deseo sexual inhibido realidad, puesto que las personas acuden al
52 ANUARIO DE SEXOLOGlA 1, 1995
l. Utilizamos intencionadamente los conceptos motivación sexual cuando nos referimos al impulso en el sentido biofisio-
lógico del término y deseo sexual a la resultante de todos los procesos psicológicos que intervienen en la experiencia
subjetiva del mismo.
2. Es evidente que una parte importante de la atribución de valencia erótica a determinados estimulas es cultural y por
tanto aprendida.
EL DESEO SEXUAL Y SUS TRASTORNOS 53
de las fantasías, de las primeras experiencias brio emocional, sólo es posible a través de la
autoeróticas y heteroeróticas, de la manera razón y en función del libre albedrío, siempre
en que se orienta el deseo, etc., así como la y cuando éste responda a una ética personal y
evolución de la experiencia íntima del deseo social.
en relación a la percepción del contexto, nos La adaptación positiva del deseo supone
parece esencial. el reconocimiento de todas las manifestacio-
Nivel sincrónico: Permite comprender la nes del mismo, tanto en el plano del compor-
configuración actual del deseo que, como es tamiento real, como en el de la fantasía. Esta
obvio, es el resultado de la configuración dia- puede ser una fuente de enriquecimiento
crónica. El deseo sexual se proyecta hacia la potenciadora de la experiencia, o bien un fac-
búsqueda de su satisfacción en una pareja, tor distorsionador de todo el proceso. La inte-
entendida ésta como la persona con quien se gración y adaptación positiva del deseo
comparte la experiencia sexual. Sin embargo, sexual exige una determinada capacidad de
se debe tener en cuenta que el deseo no se autorregulación, puesto que el deseo puede
agota necesariamente en el objeto. inducir a la satisfacción directa, el aplaza-
Considerada la satisfacción sexual como una miento o, incluso, a su derivación hacia otros
necesidad, ésta se articula con otras, no menos intereses, dependiendo del momento del ciclo
importantes, entre ellas la vinculación afecti- vital.
va. Por tanto, en función de una jerarquía de La configuración del deseo sexual, tanto
valores, el deseo sexual debe ser adaptado a desde el nivel diacrónico como sincrónico,
las situaciones concretas, no sin una cuota de permite agrupar u ordenar una serie de posi-
renuncia. La ecuación precisa entre el deseo bles causas de los trastornos del deseo que se
sexual y la satisfacción de otras necesidades relacionan con la experiencia íntima, indivi-
básicas que contribuyen a un estado de equili- dual y, en algún sentido, intransferible,
INCENTIVOS ., INTENSIDAD
AMBIENTE (DE LA MOTIVACION)
INTERACCIQN
CONJUNTA
¡
ESTADO DEL ORGANISMO
DIRECCION
(DE LA MOTIVACION)
REPRESENTACION COGNITIVA
DEL ESTADO ACTUAL
REPRESENTACION COGNITIVA
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IMETA I
DEPRIVACION-SACIACION DEL ESTADO FUTURO DESEADO ::>:
BASES BIOFlSIOLOGICAS
DE SEXUACION DESEO DE ESTADO FUTURO
MEDIACIONES
PSICOLOGICAS
PROCESOS AFEcnvOS
PROCESOS COGNITIVOS
SOCIALIZACION
HISTORIA PERSONAL
ESTADO DEL
ORGANISMO
BASES
.. (INTERACCION) INDUCTORES
EXOGENOS
ENDOGENOS
NEUROFISIOLOGICAS
MEDIACION
PSICOLOGICA
PROCESOS COGNITIVOS
PROCESOS EMOCIONALES
1
EXPERIENCIA EMOCIONAL
SUBJETIVA
DESEO SEXUAL
tasías y sueños eróticos; b) Puede obtenerse relaciones sexuales. Sólo una parte de la expe-
activando comportamientos autoeróticos que riencia del deseo corresponde al deseo por el
se incardinan con el resto del ciclo de respues- otro, el resto forma parte del contexto indivi-
ta sexual: la excitación y el orgasmo. Estos dua1. Esta situación pone a prueba la capaci-
dos niveles no superan el espacio íntimo, per- dad de su adaptación a las situaciones concre-
sonal e intransferible; e) La satisfacción tas y opcionales. El grado de satisfacción
sexual puede proyectarse hacia la experiencia sexual general dependerá de la proporción
sexual compartida, cuyo objeto de deseo entre el deseo de satisfacción sexual en el otro
dependerá de la orientación del mismo (hete- y el volumen de deseo fantaseado en situacio-
ro, homosexual). nes hipotéticas. El ajuste sexual se derivará de
Las distintas opciones tienen mayor o la capacidad racional de adaptación del deseo
menor presencia según los momentos evolu- a las situaciones reales, al tiempo que se man-
tivos o las situaciones concretas (por ejemplo, tiene el nivel de fantasía como elemento enri-
"a" y "b" se corresponderían con la adolescen- quecedor de la experiencia sexual (Davidson y
cia temprana o con personas adultas sin pare- Hoffman, 1986) (ver gráfico 5). El desajuste
ja, en intervalos de separación, etc.). puede surgir cuando el nivel de fantasía se
Resulta difícil aceptar que la experiencia convierte en un elemento distorsionador de la
del deseo se agote en el otro, entendiendo por experiencia sexual concreta (en el gráfico 6, a
"otro" la persona con la cual se mantienen modo de ejemplo, pretendemos mostrar gráfi-
DESEO SEXUAL
CENTRADO EN
LA PAREJA
DESEO SEXUAL
GLOBAL
DESEO SEXUAL
CENTRADO EN
LA PAREJA
DESEO SEXUAL
GLOBAL
camente, una situación conflictiva en la confi- (dificultades relacionadas con variables inter-
guración actual del deseo en una persona que personales), pueden ser provocadas por agen-
se sitúa en el contexto de una relación de pare- tes externos al sistema de pareja (situaciones
ja estable). La adaptación del deseo sexual, de estrés ambiental}.
desde nuestro punto de vista, depende en gran
medida del proceso de socialización del
mismo, donde la educación afectivo-sexual 5. Una aproximación parcial a la etiolo-
formal e informal (López, 1990, 1995) juega gía del deseo sexual inhibido
un papel relevante.
El deseo sexual es fluctuante en frecuencia En este apartado tan sólo pretendemos
e intensidad (Levine, 1984, 1987), dependien- hacer una aproximación parcial a la etiología.
do de la interacción continua entre el estado siendo conscientes de la complejidad y del
del organismo (bases neurofisiológicas) y los carácter multicausal del deseo sexual inhibido.
incentivos (inductores) (Singer y Toates. Revisando las aportaciones de los princi-
1987) mediatizada por la elaboración psicoló- pales autores que han escrito al respecto. la
gica y la influencia del contexto. Para mayoría coincide en afirmar que la etiología
Schnarch (1991) la pasión se corresponde con de los trastornos del deseo es sumamente com-
un estado de máxima intensidad del deseo plicada puesto que son muchos los factores
sexual que, como decíamos, pone a prueba la que inciden en esta realidad, finalmente vulne-
capacidad de autocontrol del individuo y sitúa rable. Por ejemplo, LoPiccolo (1989) propone
su foco en el compañero/a sexual, oponiéndo- un conjunto de posibles causas que expone-
lo al deseo de la conducta sexual per se. mos en la tabla 1. Por eso, s iendo cautos, nos
Nos parece necesario diferenciar los con- planteamos de momento y con cierta modestia
textos donde surge el deseo sexual, diferen - una aproximación a la etiología.
ciación que nos parece útil con fines terapéuti- Estando de acuerdo, en términos generales,
cos. Las dificultades sexuales pueden situarse con el conjunto de causas propuestas por
dentro del contexto individual (dificultades LoPiccolo. la primera impresión que nos
personales de aceptación del deseo sexual y de sugiere es la gran variedad y dispersión que en
la capacidad de autorregulación del mismo), ellas concurren. Nuestro primer propósito con-
pueden provenir del contexto compartido sistirá en plantear algunas consideraciones que
1. Ortodoxia religiosa.
12. Por asuntos relacionados con la edad.
2. Personalidad anhed6nica obsesivo-com-
13. Falta de atracción por el compañero.
pulsiva.
14. Pobreza de habilidades sexuales en el
3. Identidad de género o elección de objeto.
compañero.
4. Fobias o aversiones sexuales específicas.
15. Conflictos maritales.
5. Miedo a la pérdida de control sobre
16. Miedo a la intimidad.
urgencias sexuales.
17. Diferencias de pareja respecto al punto
6. Desviaciones sexuales enmascaradas.
de intimidad.
7. Miedo al embarazo.
18. Solución pasivo-agresiva ante el dese-
8. Síndrome del viudo.
quilibrio de poder.
9. Aspectos hormonales.
19. Incapacidad de fundir sentimientos de
10. Efecto colateral con la mediación.
amor y deseo sexual.
11 . Preocupaciones relacionadas con la edad.
Tabla 1. Posibles causas de los trastornos del deseo según LoPiccolo (1989)
EL DESEO SEXUAL Y SUS TRASTORNOS 57
pennitan agruparlas y ordenarlas en base a una bres hipogonádicos. Schiavi , Schreiner- Engel,
serie de criterios. En una primera aproxima- White, Mandell (1988) evaluaron los niveles
ción a la etiología, las causas pueden tener una de hormonas pituitarias y gonadales, así como
naturaleza orgánica o psicológica. TNP en un grupo de 17 hombres físicamente
sanos pero con bajo deseo sexuaJ, utilizando
un grupo control de otros 17 hombres y empa-
5.1 Causas de naturaleza orgánica rejados según la edad. El grupo experimental
obtuvo unos niveles de testosterona en plasma
El papel jugado por factores orgánicos en significativamente inferiores respecto al grupo
los trastornos del deseo es bastante controver- control. También se halló una significativa
tido: los resultados de las investigaciones son correlación entre el nivel de testosterona en
inconsistentes y, en ocasiones, contradictorios plasma y un índice general de severidad del
(Rosen y Leiblum, 1995). En cualquier caso. deseo sexual hipoactivo. Además encontraron
el papel de las hormonas sobre el compona- una fuerte asociación entre la amplitud y dura-
miento sexual está mejor explicado que los ción de las TNP y el grado de dificultad en la
circuitos sexuales cerebrales. erección en el grupo experimental.
Existe bastante evidencia de que la testos- El mismo equipo investigador realizó un
terona es, especialmente, la hormona del estudio similar en mujeres (Schreiner- Engel,
deseo. Rancroft (1982) observó la diferencia Schiavi, White, Ghizzani, 1989), en el cual no
entre las erecciones nocturnas involuntarias encontraron diferencias significativas en la
(TNP) y las provocadas como respuesta a estí- función hormonal respecto al deseo sexual
mulos externos a través de imágenes eróticas. hipoactivo. Considerando los estudios en con-
Las primeras se relacionarían con la noción de junto, estos sugieren que los factores hormo-
motivación, interés, deseo sexual, y las segun- nales intervendrían en la etiología de los tras-
das con la ejecución de la respuesta sexual. tornos del deseo de hombres hipogonádicos
Los hombres hipogonádicos se caracterizan pero no en las mujeres.
por un bajo nivel de testosterona, cuyas conse- En general, y considerando diferentes estu-
cuencias se manifiestan en un bajo nivel de dios, existe evidencia empírica de que las per-
deseo sexual y baja frecuencia de TNP. La sonas, tanto hombres como mujeres, con nive-
aplicación de testosterona provocó un aumen- les bajos de testosterona en plasma cursan con
to de las fantasías e interés sexual, al tiempo deseo sexual hipoactivo y responden positiva-
que aumentaron las TNP. En la comparación mente al tratamiento de restitución de andró-
con los grupos de control correspondientes. se genos (Rosen y Leiblum, 1995). Sin embargo,
comprobó que el aumento de testosterona inci- si bien parece ser cierto que las personas hipo-
dió sobre la motivación sexual, mientras que gonádicas padecen de un nivel reducido de
no influyó en las erecciones debidas a estimu- deseo sexual, también lo es que la inmensa
lación externa (Bancroft y Wu, 1982). Estos mayoría de las personas que presentan como
resultados sugieren que las erecciones noctur- queja la inapetencia o bajo interés por la acti-
nas involuntarias son ]a expresión de las mani- vidad sexual, no presentan ninguna dificultad
festaciones neurológicas del deseo reforzándo- endocrina, por lo que la investigación etiológi-
se la hipótesis según la cual los andrógenos ca debe apuntarse en otro sentido.
están más relacionados con el deseo que con
el funcionamiento sexual mismo.
Cabría pensar, por tanto, que los niveles 5,2 Causas debidas a factores psicológicos
androgénicos podrían estar en la base de los
trastornos del deseo. Sin embargo, esta hipóte- Gran parte de la literatura científica sobre
sis tan sólo obtiene apoyo empírico en hom- las causas psicológicas de los trastornos del
58 ANUARIO DE SEXOLOGIA 1, 1995
que se ponen en acción mecanismos que dan Por diversas razones que indicaremos
prioridad a unas acciones u otras en función posteriormente, la aparición del deseo sexual
de una jerarquía establecida. puede entrar en conflicto con otras instancias
El sistema sexual básico tiene amplias personales o con el contexto. La desactivación
conexiones con el neocortex y por tanto con del sistema neurofisiológico sexual se produ-
zonas donde se analizan experiencias comple- ce. en opinión de Kaplan, como una defensa
jas, también con la memoria y los sistemas de ante la angustia, siendo la inhibición absoluta
recuperación. Por ello, el impulso sexual es del deseo su máxima gravedad.
sensible al pasado, a la biografía, a las expec- Los trabajos de Bozman y Beck (I 991)
tativas, a los contextos, por tanto a la subjeti- han dado apoyo empírico a la presente for-
vidad. El deseo sexual, como indica Kaplan mulación. Estos autores encontraron que,
(1979), está integrado en la experiencia vital exponiendo a los participantes de su investi-
del individuo y está afectado por ella. gación a situaciones eróticas y sobre ellas, a
En consecuencia, desde un punto de vista momentos de angustia y ansiedad, la exci-
psicológico, las situaciones percibidas como tación fue significativamente mayor que el
peligrosas o inseguras pueden inhibir el deseo. deseo en la condición de angustia. mientras
Percepción de ACflVAClON
SEGURIDAD I I
EVALUAClON
PSlCOLOGlCA
DEL CONTEXTO ,t
Percepción de
+
SISTEMA SEXUAL
NEUROFlSlOLOGICO
t
INSEGURIDAD I DESACTIV AClON I
Gráfico 7. Sistema de activación/desactivación del deseo sexual.
SATISFACION
• Situación deseable
LEVEDAD GRAVEDAD
mente la motivación sex ual básica se va BUSS, D.M. (1994). The evolution oI desire.
" humanizando" a lo largo de la evolución. Estrategies of human 01 mating. New
Ontogenéticamente, la sexualidad se "social i- York: Basic Books.
za" en el curso del desarrollo. Por ello las CARROBLES, JA (1990). Biología y psico-
figuras de apego ejercen un papel importante fisiologra de la conducta sexual. Madrid:
en la socialización de la experiencia sexual, en Fundación Universidad Empresa.
este se ntido: "Es en las relaciones con la s CARROBLES, J.A. Y SANZ Y AQUE, A.
figuras de apego donde el niño aprende a (1991). Terapia sexual. Madrid: Fundación
comunicarse con los demás. Con ellas mantie- Univesidad Empresa.
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tocado, abrazar y ser abrazado, besar y ser J.B. Y MORSE, C.A. (1994). The rela-
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