Está en la página 1de 2

Miguel Taveras 1089310

Control de Lectura #2

Según Weribe, la educación sexual, tomada en un sentido amplio, comprende todas las acciones
directas o indirectas, deliberadas o no, conscientes o no, ejercidas sobre un individuo (a lo largo de su
desarrollo) que le permiten situarse en relación con la sexualidad en general y con su vida sexual en
particular. Mientras que, el INSAPEC nos dice que, la educación sexual es la parte de la educación
general que incorpora los conocimientos bio-psico-sociales de la sexualidad, como parte de la
formación integral del educando. Su objetivo básico es lograr la identificación e integración sexual del
individuo y capacitarlo para que cree sus propios valores y actitudes que le permitan realizarse y vivir
su sexualidad de una manera sana y positiva, consciente y responsable dentro de su cultura, su época y
su sociedad.

La educación sexual ayuda a las personas a obtener la información, las herramientas y la motivación
necesarias para tomar decisiones saludables sobre el sexo y la sexualidad. La familia juega un rol
clave ya que define la forma de percibir el mundo y la visión de la sexualidad. Según lo que
aprendemos en nuestra familia de origen actuamos y determinamos lo que es aceptable o no para
nosotros. En la familia se aprende sobre sexualidad a través de lo que enseñan los padres, pero sobre
todo por cómo los hijos ven cómo se desarrolla la sexualidad al interior de la vida familiar.

En las escuelas de la República Dominicana no se da con frecuencia la educación sexual, ya que es un


tema que se considera delicado al hablarlo, está centrada en la genitalidad y deja de lado los aspectos
de la sexualidad que pasan por distintas necesidades según las etapas vitales de niños y jóvenes.
Hay diversos enfoques en la que podemos mencionar:

El enfoque biologicista. Este enfoque considera a la sexualidad como una etapa que comienza con los
cambios -físicos y psicológicos- propios de la pubertad y que culmina en la adultez. Se trata de una
concepción evolutiva que deja a la infancia y la vejez por fuera del ámbito de la sexualidad.

El enfoque Higienista o Patologista: esta se caracteriza por los aspectos negativos de la sexualidad, en
tanto su tratamiento educativo se centra en exponer con exclusividad sus consecuencias no deseadas
como la transmisión de enfermedades o el embarazo adolescente. De este modo, se ponderan
contenidos que aborden las formas de prevención de enfermedades y el conocimiento de métodos
anticonceptivos. Bajo este enfoque, la figura del médico se torna relevante en tanto “experto
encargado” de informar sobre métodos preventivos.

El enfoque moralista: Este se relaciona con la visión católica normalizadora de la sexualidad, en


consecuencia reducida a los fines de la reproducción de la especie. En tanto propuesta educativa, se
dirige hacia una formación en valores como la unión de la pareja heterosexual y la defensa del
derecho de la familia y de la libertad de enseñanza como principios de la educación sexual, invocando
como requisito ineludible que las instituciones escolares obtengan el permiso de los padres antes de
enseñar temas relativos a la sexualidad humana.

Enfoque Erótico o Hedonista, se centra en el placer sexual y autoerotismo. Es decir, solo se centra en
el placer que causan las relaciones sexuales, dejando a un lado el afecto y amor hacia la otra persona y
el factor de la reproducción humana.
Y por último, el enfoque humanista o dialógica, esta se basa en el ser humano como un todo,
Integradora enfoque holístico

También podría gustarte