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“YO LE HABLO”

Taller psicoeducativo para apoderados

Sexualidad adolescente

Omayra González
Psicóloga

Liceo Los Cóndores


Alto Hospicio
Presentación

El sexo en nuestro país es uno de los temas que aún avergüenzan a una gran parte de nuestra sociedad, principalmente a la
familia, debido a la sensación generalmente incómoda que se presenta entre padres e hijos al hablar del tema. Esto ha
provocado que el aprendizaje de la sexualidad se realice a través de amigos, información exacerbada disponible en los
medios de comunicación o directamente desde la experimentación. Este problema se ve reflejado directamente en los
índices de embarazo adolescente o enfermedades de transmisión sexual.

Lo anterior, pese a que si bien es de reconocimiento social que carecemos de una adecuada educación sexual, el tema aún
es visto con cierto recelo por la comunidad en general.

Además, es bien sabido que en los últimos años la educación sexual ha sido desplazada del núcleo familiar debido a que
los medios de comunicación abarcan la mayor concentración de socialización de los adolescentes, convirtiéndose en
autodidactas referente al tema de la sexualidad. Ello sumado a que los padres y/o cuidadores no asumen el rol de referente
o principal guía en cuanto a la educación sexual.

Es por ello que la importancia de la educación sobre sexualidad como parte integral de la educación formal bajo el
entendido de que va más allá de la adquisición de conocimientos ya que proporciona competencias y habilidades para la
vida.
PARTE I

Ficha 1
CONTENIDOS

EN ESTA SECCIÓN:

 Definición de educación sexual

 Importancia de la educación sexual

 ¿Cuándo iniciar con la educación sexual?

 ¿Quiénes pueden enseñar sobre sexualidad?


Educación sexual como concepto

Educación sexual hace referencia al conjunto de actividades relacionadas con la enseñanza, la difusión y la
divulgación acerca de la sexualidad humana en todas las edades del desarrollo, el aparato reproductor femenino y
masculino, la orientación sexual, las relaciones sexuales, la planificación familiar, la reproducción y el uso de
anticonceptivos,. Asimismo los derechos sexuales y los derechos reproductivos, los estudios de género y otros
aspectos de la sexualidad humana, con el objetivo de alcanzar una satisfactoria salud sexual y reproductiva. 1 La
educación sexual se puede dar en cualquier momento del ciclo vital, sin embargo surtirá mayores beneficios si se
realiza a temprana edad, idealmente en la etapa de infancia o pre-escolar.

“Es el conjunto de aprendizajes que permiten el buen desarrollo de las capacidades sexuales, su coordinación con las
demás facultades y la consecución de una buena interrelación con las otras personas que resulten estimulantes por su
condición sexuada y sexual, consiguiendo altos niveles de espontaneidad y comunicación, y también de respeto y
estima” 2

Se concluye con afirmar que la educación sexual es el área de la educación general que incorpora los conocimientos
bio-psico-sociales de la sexualidad, como parte de la formación integral del educando. Por ende su objetivo básico es
lograr la identificación e integración sexual del individuo y capacitarlo para que cree sus propios valores y actitudes
que le permitan realizarse y vivir su sexualidad de una manera sana y positiva, consciente y responsable dentro de su
cultura, su época y su sociedad. Es por ello que comprende todas las acciones, directas e indirectas, conscientes o no,
ejercidas sobre una persona a lo largo de su desarrollo.

Importancia de la educación sexual

La sexualidad nos define como personas, forma parte de nuestro desarrollo y expresión a lo largo de nuestro ciclo
vital; las decisiones que tomamos en este campo nos marcan para toda la vida. Su vulneración afecta nuestra salud y
nuestro bienestar, tiene directa relación con el cuidado y formación de las siguientes generaciones
(paternidad/maternidad responsable), y tiene directa relación con la forma como nos relacionamos con otras personas.
Sin embargo, existen varias razones por las cuales la educación de la sexualidad no se considera normalmente como
una competencia básica. Se tiene una visión limitada de la sexualidad, asociándola solamente a los aspectos físicos,
reproductivos o a los riesgos de salud. Existen vacíos de conocimiento que son llenados con temores y mitos por parte
de las nuevas generaciones que crecen sin una buena base de educación sexual.

Finalmente, educar en sexualidad implica hablar abiertamente de temas sensibles como la masturbación, la diversidad
sexual, erotismo, el placer, entre otros. De manera adicional, en la formación docente, no se incluyen estos aspectos
como disciplina, dándose prioridad –en las especializaciones– a los temas tradicionales como lenguaje, ciencias o
matemáticas, generando un vacío logístico para su implementación que se suma a las barreras personales como el
desconocimiento.

o Educación de la sexualidad como un aprendizaje cotidiano

1
World Health Organization http://www.who.int/reproductivehealth/topics/gender_rights/defining_sexual_health/en/index.html
2
Boix, Frederic, De la represión a la psicopedagogía sexual.
“La educación de la sexualidad, además de que puede enseñar determinados contenidos científicos y laicos, debe
concebirse como un aprendizaje cotidiano que involucra a todas las personas que integran la comunidad educativa;
todos los espacios académicos y extra-académicos; todos los textos escritos. El aprendizaje cotidiano de la
sexualidad se expresa y se vive en las aulas, en la sala de docentes, en los patios de recreo, en las reuniones con
padres, etc. Sin embargo, cuando no se explicita, se produce lo que se ha denominado el currículo oculto, está
presente, pero no se conoce y se corre el riesgo de que los contenidos se desvirtúen. La sexualidad es parte de nuestro
ser como personas, por lo que el sistema educativo debe tener como misión fundamental en esta materia, promover
una educación de la sexualidad armónica e integral y rescatar la importancia del afecto, las emociones y los
sentimientos que permitan descubrir mejores formas de vivir y relacionarse entre sí y con el entorno.” 3

Sin embargo la responsabilidad de la educación sexual de nuestros adolescentes no radica únicamente en el ámbito
escolar, sol los padres y/o cuidadores los principales actores en la educación de ellos. Se torna inaceptable que los
apoderados deleguen esta responsabilidad a la comunidad educativa sin tener una participación activa en la formación
de sus hijos en cuanto a sexualidad se refiere. Es por ello que causa sumo impacto intervenir en los apoderados, ya que
son ellos los entes más influyentes en la vida de quienes están a su cargo. Lamentablemente la sexualidad sigue siendo
un tema tabú en muchas de las familias chilenas, provocando que no exista plena libertad y confianza de abordarlo. Lo
anterior sumado a la escasa comunicación que hay en los hogares entre padres e hijos.

Por lo tanto se vuelve un desafío para los padres de hoy derribar las barreras que impiden dicha comunicación, con el
fin de suplir la necesidad que tienen los hijos de adquirir una base sólida en cuanto a la sexualidad. Es de conocimiento
que las informaciones que reciben las nuevas generaciones entorno a la sexualidad no son las más adecuadas para su
crecimiento. Entonces ¿cuál es el rol de la familia? La respuesta es; la presencia y la disposición de los padres para
abordar la temática, contestar preguntas y expresar sus valores, también a filtrar algunas de las informaciones de lo
medios reciben, porque de lo contrario no habrá nada que se anteponga para que los estímulos erotizados o la presión
de los cánones sociales influya directamente en los jóvenes de hoy.

3
Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer – CLADEM (2010). Educación sexual. Sistematización sobre
educación de la sexualidad en América Latina.
¿Cuándo iniciar con la educación sexual?

Generalmente se comienza a abordar el tema de la sexualidad en el ámbito educativo a partir de la pubertad, cuando ya
se ha transformado en un problema (embarazo adolescente, aborto, ETS, etc.) cuando en realidad se debería comenzar
con el inicio de la escolaridad, con naturalidad, incorporándola con los demás temas, abordándola desde lo saludable y
placentero. De ser así no se convertiría en un problema en la adolescencia, por lo que lo más aconsejable es educar a
los hijos desde la primera infancia, esto debido a que desde el nacimiento los seres humanos estamos dotados de
sexualidad, por ende la educación sexual es imprescindible que se inicie con bastante anticipación a la pubertad.

Es incuestionable que los contenidos a enseñar deben estar acorde a la etapa del ciclo vital en la que se encuentra el
educando, para así ir formando una base sólida desde los primeros años, la cual será un soporte en el periodo más
complejo en cuanto a sexualidad, es decir, la adolescencia.

Por lo tanto no es necesario esperar a que al niño o la niña comience a hacer preguntas sobre la reproducción, tampoco
es necesario observar si este acaricia sus genitales para comenzar a enseñarle sobre su sexualidad, la responsabilidad
de los padres es anteponerse a ello y ser entes activos que dirijan a sus hijos. Los padres no deben demorar, deben
tomar la iniciativa, sacar a relucir el tema, pues muchos niños/as no preguntan por timidez o por tener ya,
concepciones erróneas o tabúes sobre sexualidad.

¿Quiénes pueden enseñar sobre sexualidad?

La educación sexual es tarea de todos/as y nadie debe eludir su responsabilidad. Todos los padres están perfectamente
capacitados para hacer Educación Sexual de calidad, por lo tanto, no es necesario ser especialista y en caso que lo
requiera, siempre se puede solicitar ayuda.

Por consiguiente, para impartir educación sexual, no solo son necesarios ciertos conocimientos teóricos o técnicos,
sino que lo primordial es ser dueños de la propia sexualidad.
PARTE II

Ficha 2
CONTENIDOS

EN ESTA SECCIÓN:

 Sexualidad humana

 Conceptos básicos

 Dimensiones de la sexualidad humana


Sexualidad Humana

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS),

“La sexualidad humana se define como: “Un aspecto central del ser humano, presente a lo largo de su vida.
Abarca al sexo, las identidades y los papeles de género, el erotismo, el placer, la intimidad, la reproducción y la
orientación sexual. Se vivencia y se expresa a través de pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes,
valores, conductas, prácticas, papeles y relaciones interpersonales”.

Cuando se habla de sexualidad hay que adentrarse en las relaciones interpersonales, en los sentimientos más
íntimos y ver sus efectos en el desarrollo del ser humano. Es una realidad de por si valiosa por el hecho de
pertenecer a la intimidad de lo humano, pero que influye en la calidad de vida de ambos géneros. Asimismo la
sexualidad humana engloba una serie de condiciones culturales, sociales, anatómicas, fisiológicas, emocionales,
afectivas y de conducta, relacionadas con el sexo, género, identidades y orientaciones, que caracterizan de manera
decisiva al ser humano en todas las fases de su desarrollo.

Por otro lado, aunque existen componentes característicos a todos los seres humanos que conforman la sexualidad,
no se puede hablar de una sexualidad única, sino que existen tantas sexualidades como seres humanos en el mundo
porque cada uno posee una construcción individual de su sexualidad. De modo que la complejidad de los
comportamientos sexuales de los humanos es producto de su cultura, su inteligencia y de sus complejas sociedades,
y no están gobernados enteramente por los instintos, como ocurre en casi todos los animales. Sin embargo, el motor
base del comportamiento sexual humano siguen siendo los instintos, aunque su forma y expresión dependen de la
cultura y de elecciones personales.

En resumen la sexualidad es una capacidad que conforma a cada ser humano y que permite sentir y comunicarnos a
través del propio cuerpo. Es algo que forma parte de lo que el mismo ser humano es desde el mismo momento en el
que nace y que permanece hasta que se muere.

Conceptos básicos

 Sexo: En su definición estricta es una variable biológica y genética que divide a los seres humanos en
dos posibilidades solamente: mujer u hombre. La diferencia entre ambos es fácilmente reconocible y se
encuentra en los genitales, el aparato reproductor y otras diferencias corporales.
 Género: hace referencia a los roles socialmente construidos, comportamientos, actividades y atributos
que una sociedad considera como apropiados para hombres y mujeres, orientado a visibilizar aquellas
diferencias y desigualdades sociales entre hombres y mujeres que provienen del aprendizaje, así como
los estereotipos. El concepto de género define una construcción social y toma distancia de la condición
biológica de los sujetos.

 Identidad de género: Define el grado en que cada persona se identifica como masculino o femenina o
alguna combinación de ambos. Es el marco de referencia interno, construido a través del tiempo, que
permite a los individuos organizar un Autoconcepto y a comportarse socialmente en relación a la
percepción de su propio sexo y género.

 Orientación sexual: O inclinación sexual se refiere a un patrón de atracción sexual, erótica, emocional o
amorosa hacia un determinado grupo de personas definidas por su sexo. Esta puede ser pueden ser
dividida en cuatro principales conceptos, tales como; la heterosexualidad (atracción hacia personas del
sexo opuesto), la homosexualidad (atracción hacia personas del mismo sexo), la bisexualidad (atracción
hacia personas de ambos sexos) y la asexualidad (no hay atracción sexual)

 Relación sexual: Se define como el contacto físico entre dos o más personas, fundamentalmente con el
objeto de dar y/o recibir placer sexual, o con fines reproductivos, así es una experiencia conductual de
la sexualidad personal donde el componente erótico es el más evidente.

 Salud sexual: Es la experiencia del proceso permanente de consecución de bienestar físico, psicológico
y sociocultural relacionado con la sexualidad.

 Vínculo afectivo: Es la capacidad humana de establecer lazos con otros seres humanos, los cuales se
construyen y mantienen mediantes las emociones. Comenzando por la interacción social básica
llegando a involucrar sentimientos que perduran con el transcurso del tiempo.

Dimensiones de la sexualidad humana

Biologica Psicologica

Sexualidad
humana

Social Etica legal


PARTE III

CONTENIDO

EN ESTA SECCIÓN:

 Importancia de la comunicación familiar

Ficha 3
 La escucha activa y la empatía.

 Interferencias en la comunicación

 Fortaleciendo la confianza en familia


Importancia de la comunicación familiar

La familia necesita comunicarse constantemente y con fluidez, ya que es el primer centro de comunicación para un
sujeto en desarrollo, La comunicación permite transmitir información e intercambiar o compartir ideas, lo que
enriquece la experiencia familiar. La comunicación es de vital importancia para desarrollar la confianza, empatía,
emociones sanas y relacionarse con los seres queridos.

La familia es el primer lugar donde el individuo aprende cómo comunicarse, la manera de hacerlo en la familia de
origen determinará cómo se comunicara con los demás. Es por ello que tener una buena comunicación y una
relación de confianza con los/las hijos/as, permite estar más atentos a sus necesidades y ayuda en la labor
educativa. Cuando se tiene buena relación con los/las hijos/as, están más abiertos a recibir enseñanzas, a compartir
con los padres y las madres sus problemas, aprenden a expresar sus sentimientos, actitudes y deseos y aprenden a
establecer relaciones satisfactorias con otras personas.

Por otro lado una de las funciones que tiene la comunicación al interior de las familias es poder expresar
necesidades y que éstas sean escuchadas y satisfechas por otro miembro. Una de las dificultades habituales de las
familias radica en pensar que ese otro va a poder adivinar lo que uno necesita. Esto ocurre tanto con necesidades
materiales como con necesidades afectivas. De igual modo es fundamental que todos los miembros de una familia
puedan expresar sus necesidades, emociones y expectativas sin temor a ser rechazado o no ser considerados por los
demás. Al hacer explícitas estas necesidades se establecen relaciones más claras y eficientes.

La comunicación tiene dos aspectos que son igualmente importantes de considerar: la expresión (verbal y no
verbal) y el escuchar. Hasta ahora nos hemos centrado más en la expresión, pero sin duda que el escuchar es
igualmente importante sobre todo 6 cuando se quiere tener una buena comunicación con los hijos.

La escucha activa y la empatía


Como se señaló al principio, los niños y niñas aprenden la forma de comunicarse al interior de su familia y cuando
se trata de los hijos, muchas veces a los adultos les toca adivinar o más bien interpretar lo que ellos comunican en
forma no verbal. Para esto hay dos actitudes que son clave en la comunicación: el escuchar activamente y la
empatía. Escuchar activamente significa poner el cuerpo y la mente en la situación en que se nos pide atención.
Esto implica muchas veces dejar de hacer otras cosas y disponerse a escuchar al otro, haciéndole saber con nuestros
gestos o palabras que estamos atentos a lo que nos quiere decir.

La empatía por su parte, significa ponerse en el lugar de la otra persona y nos permite sintonizarnos con los miedos,
penas y alegrías del otro, lo que nos ayudará a responder en forma adecuada a las necesidades de los hijos/as.
Cuando se actúa en forma empática, se valida los sentimientos del otro y, por lo tanto, es una forma de hacerle
sentir que es una persona importante y que sus sentimientos son válidos.

Escuchar en forma activa y ser empáticos con los hijos desde que ellos son pequeños es una buena forma de
sembrar la confianza, de ese modo es más probable que se atrevan a contar sus cosas y recurrir a sus padres cuando
necesitan ayuda. Los frutos de esta confianza pueden facilitar la relación entre padres e hijos durante la
adolescencia, período en que las dificultades de comunicación tienden a ser mayores.

Interferencias en la comunicación

La comunicación es algo que ocurre permanentemente y tiene muchos y distintos componentes. En toda
comunicación hay una persona que quiere transmitir un mensaje, a la que se denomina emisor, y otra a la cual este
mensaje va dirigido, a la que llamaremos receptor. La comunicación es tan dinámica que en un diálogo las personas
van siendo emisores y receptores en cosa de segundos; es decir, están enviando y recibiendo mensajes en forma
permanente. Los problemas de comunicación surgen cuando el emisor no entrega un mensaje claro, o cuando hay
diferencias entre el mensaje verbal y no verbal. También hay problemas de comunicación cuando el receptor
entiende algo diferente de lo que el emisor le quiso decir.

Fortaleciendo la confianza en familia

Se entiende el concepto de “confianza” como: seguridad que se deposita en alguna persona o cosa. Seguridad en sí
mismo para actuar.

En este sentido la confianza familiar es un lazo de pertenencia indestructible que se tiene que construir. Se podría
argumentar que la confianza depositada en los demás miembros de la familia aporta seguridad y satisfacciones que
producen un aumento de la felicidad. Sin embargo la confianza no nace con los hijos como el amor, es un trabajo
diario, basado en hechos más que en palabras. Aunque también usa las palabras, pues es preciso no mentir y
corregir en positivo y castigar lo incorrecto. Siendo así una actitud permanente de disponibilidad y seguridad en el
bien obrar.

La confianza entre padres e hijos es imprescindible en una relación mutua satisfactoria. Poderse fiar unos de otros
es enriquecedor y la confianza de los padres crea autoconfianza en los hijos. A su vez la confianza se incrementa y
afianza si los padres saben fomentarla y, más que nada, si se ofrecen ejemplos claros de confianza en la vida
cotidiana.
La confianza siempre se apoya con la madurez, sinceridad, generosidad, sencillez y ejemplo constante de recíproca
confianza, y que en el hogar son los padres los únicos responsables.

Ficha 4

PARTE IV

CONTENIDO
Como abordar la sexualidad en la familia

Al hablar de sexo con los hijos e hijas se les ayuda a identificarse como personas y a tener conocimiento de su
futura conducta sexual. Es adecuado empezar a hablar de sexualidad cuando los hijos e hijas empiezan a preguntar
sobre cuestiones relacionadas con el tema.

La sexualidad es una función natural que debe ser tratada con honestidad, cariño, y teniendo su propio espacio
dentro del proceso educacional.

En las primeras etapas es importante: 

 Decir siempre la verdad, no inventar ninguna historia. 

 Llamar a las cosas por su nombre con el fin de no crear confusión sobre el tema. 

 Facilitar el camino cuando los hijos e hijas quieran hablar de sexo. 

 Relacionar el tema de la sexualidad con el amor, como algo que implica estimación, generosidad y
responsabilidad.

En la etapa de la adolescencia es donde se hace más necesario hablar sobre sexualidad en el hogar. Debido a que
toda la información que los padres y madres no transmitan, los adolescentes la obtendrán de manera manipulada a
través de otras fuentes menos fiables. Evitar el “momento incómodo” de dialogar sobre temas sexuales con los
hijos puede ocasionar problemas mucho más serios que hacerlo a tiempo.

Sumado a lo anterior al llegar a la pubertad (11 o 12 años) se viven cambios importantes en el cuerpo, por lo que es
conveniente que se les haya informado adecuadamente antes de producirse estos cambios pues, de lo contrario,
pueden llegar a confundirles y preocuparles. Nos referimos, por ejemplo, a la aparición de la menstruación en las
chicas y de la eyaculación en los chicos. A partir de ahora sentirán necesidades específicamente sexuales, viven la
sexualidad “a flor de piel”. Es allí donde se encontrarán con el conflicto entre lo que sienten y lo que se les prohíbe.

Es importante tomar conciencia de que la educación sexual no genera mayor interés y actividad sexual sino que,
precisamente, aquello que se desconoce es justamente lo que más se tiende a buscar.

Asimismo no se debe considerar como educación sexual el brindar cuidados anticonceptivos sin otorgarles una
buena orientación sobre sexualidad, dado que la educación sexual en la adolescencia no se limita únicamente a
facilitarles preservativos a nuestros hijos e hijas.

Orientaciones para hablar de sexualidad

Hay una serie de aspectos básicos que debemos transmitir a nuestros hijos e hijas adolescentes. Entre otros son:
• La relación sexual no se reduce al coito vaginal. Se extiende a los besos, las caricias, los abrazos, que también
forman parte de la relación sexual y son tan importantes y satisfactorios como lo puede ser el coito.

• Cada persona tiene sus preferencias y éstas deben estar presentes al relacionarse, pero siempre teniendo en cuenta
las necesidades de la otra persona.

• Tener un hijo o una hija es una de las posibilidades de su sexualidad a partir de ahora. Debemos ayudarles a
valorar todos los factores que influyen en esta decisión de ser padre o madre para favorecer una toma de decisiones
de forma responsable.

• Hay que prevenirles sobre el peligro de las enfermedades de transmisión sexual e informar sobre la forma de
protegerse para favorecer la actitud responsable.

Es necesario explicarles que no sólo tienen necesidades biológicas, sino también sociales, afectivas y sexuales.
Tocar, abrazar, acariciar, mecer, mirar, sonreír, observar sus gestos y responder a ellos, es la mejor forma que hay
para ayudarles.

Hablar de sexualidad es hablar sobre muchas cosas más aparte de sobre sexo, tales como; la belleza, el atractivo, el
enamoramiento, los celos, los problemas en las relaciones con los demás, la angustia, las preocupaciones, las dudas,
también tienen que ver muchas veces con la sexualidad.

La Educación Afectivo-Sexual por su parte, la podemos definir como un proceso cuyo objetivo básico es posibilitar
que cada persona viva su sexualidad de forma sana, feliz y responsable. Todas las personas tienen intereses y
comportamientos sexuales en todas las edades, en la infancia, en la adolescencia, en la edad adulta y en la vejez.
Cada edad es diferente y se vive de forma distinta, pero en todas ellas es importante.

¿Qué hacer?

Si el adolescente pregunta:

 Favorecer un clima de confianza y seguridad.


 Naturalidad y espontaneidad.
 Puesto que están conociendo su cuerpo, sienten curiosidad por él y por las diferencias con el otro
sexo. Tocarse y preguntar a cerca de ello son manifestaciones propias de su Edad, ante las que se
debe actuar con naturalidad.
 Responder a todas las preguntas (no contestar a una pregunta puede genera desconfianza).
 No evitar la respuesta o delegarla en el otro progenitor (Ej: pregúntale a tu madre).
 Contestar siempre a aquello que se pregunta en el momento que se pregunta
 Responder con la verdad, adecuando al nivel de comprensión del/la hijo/a
 No adelantar las respuestas a las preguntas (dejar que explique lo que quiere saber).
 Las respuestas han de ser sencillas, breves y adecuadas al momento evolutivo del adolescente que
hace la pregunta
 Utilizar los nombres correctos de los órganos genitales.
 Vincular la respuesta a aspectos afectivos (recordemos que la sexualidad no es simplemente el
coito, sino también las caricias, el amor...)

En el caso de que el adolescente no preguntara:

 Aprovechar diferentes momentos de la vida cotidiana para hacer referencia al cuerpo.


 Aprovechar diferentes situaciones cotidianas para empezar a tratar el tema de afectividad,
sentimientos, etc. (Ejemplo: escena de televisión o de la calle, un embarazo cercano...).
 Favorecer la confianza y la naturalidad es necesario para que el hijo se incite a hacer preguntas.
 Mostrar gestos de cariño y de afecto delante de los hijos por parte de la pareja.

Otros tips:
 Aprovechar algunas situaciones cotidianas (película, documental, artículo de prensa escrita...) para
empezar a abordar el tema.
 Entender la sexualidad como un componente más de la personalidad humana y como fuente de
comunicación, afectividad, placer y reproducción.
 Posibilitar el cuestionamiento de creencias y tabúes existentes en torno al hecho sexual humano.
 Tener conciencia de que el hecho de ignorar el tema puede provocar que nuestros hijos vivan unas
relaciones sexuales no del todo sanas.
 Favorecer la comunicación con el adolescente.
 Guardar la confidencialidad sobre las cosas que nos confíen.
 Dar una información con responsabilidad (en cuanto a prácticas sexuales sin riesgo).
 Mostrar la tolerancia y respeto frente a sus vivencias y manifestaciones sexuales.

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