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Universidad Abierta Para Adultos

(UAPA)

ASIGNATURA:
Terapia Conductual

PARTICIPANTE:
Clara Manzueta Morel

MATRICULA:
17-3614

FACILITADOR:
Marcelina Rodríguez D.
Luego de consultar la bibliografía señalada (Libro básico: Manual de Terapia de
Conducta) y otras fuentes de interés científico para la temática objeto de estudio, se
aconseja que realices las siguientes actividades:

1. Elabora un diario de doble entrada de dos columnas verticales, en la columna de


la izquierda colocar la información investigada y en la columna de la derecha, tu
opinión personal, donde describas las características de los siguientes tipos de
terapia conductual:

 Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT).


 Terapia Cognitiva basada en el Mindfulness.
 Terapia de Conducta Dialéctica.

TERAPIA DE ACEPTACIÓN Y COMPROMISO (ACT)


Es un tipo de intervención psicológica El objetivo de la terapia de aceptación y
orientada a la aceptación psicológica y a compromiso es eliminar la rigidez
los valores personales (Hayes, Strosahl y psicológica para lo que emplea algunos
Wilson, 2015; Wilson y Luciano, 2002) que procedimientos básicos como la
se ha desarrollado coherentemente con un aceptación, estar en el presente, el
marco teórico y filosófico que está a la desarrollo y el compromiso con los valores
base de esta intervención, fundamentada propios, el descubrimiento del yo como
en investigación básica y aplicada. Es la contexto y la desactivación del
más conocida dentro de las denominadas pensamiento (cognitive defusion).
Terapias Contextuales o Terapias de
Tercera Generación, siendo, de todas Estos procedimientos están totalmente
ellas, la que goza de mayor evidencia relacionados, de tal manera que si se
empírica. aplica la desactivación del pensamiento,
se está presente y se aceptan los
La Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) es la pensamientos, sentimientos, emociones y
aplicación clínica más difundida e investigada de la sensaciones, descubriendo y viviendo el
Teoría de los Marcos Relacionales.1 yo como contexto, etc.
ACT emplea la aceptación, entendida como la
capacidad humana de experimentar el estar
conscientes, en el aquí y el ahora, de las
sensaciones, los pensamientos, sentimientos,
emociones, recuerdos, imágenes, etc. (eventos
privados). Esta capacidad de estar conscientes
vendría unida al compromiso de llevar a cabo
acciones acordes con los valores personales
(Páez, Gutiérrez, Valdivia y Luciano, 2006) y
también estaría vinculada con las estrategias de
cambio necesarias para aumentar la flexibilidad
psicológica. La flexibilidad psicológica hace
referencia a la posibilidad de contactar con los
eventos privados que ocurren en el presente, tanto
como nos sea posible como seres humanos, al
tiempo que elegimos bien abandonar o bien
persistir en una acción que implica malestar pero
que está al servicio de los valores que uno
identifica como propios.
ACT sostiene que a la base de los problemas
psicológicos se encuentra el lenguaje, haciendo
inevitable que en ciertas condiciones surjan
pensamientos y sensaciones que puedan vivirse como
molestos.1 El hecho de ser verbales, facilita, además, el
que las personas se enreden en luchar contra los propios
eventos privados, y persistan en ello a pesar de que con
frecuencia los resultados de tales luchas resulten
contraproducentes. Mediante metáforas, paradojas y
ejercicios experienciales los clientes aprenden a
contactar con los pensamientos, sentimientos, recuerdos
y sensaciones, tanto los previamente temidos y evitados
como cualesquiera otros que surjan. De esta forma, las
personas aprenden la habilidad de re-contextualizar estos
eventos privados, clarifican lo que les importa en su
vida; lo que en el fondo y radicalmente valoran, y
adquieren el compromiso con los cambios necesarios en
la acción.
Una asunción básica en ACT es que el sufrimiento
psicológico está causado por la “evitación experiencial”
(Luciano y Hayes, 2001).1 Esta se entiende como una
amplia gama de comportamientos dirigidos
intencionadamente a evitar el contacto con
pensamientos, emociones, sentimientos, recuerdos... que
son vividos como negativos.1El individuo se enzarza así
en una lucha que tiene como resultado la rigidez
psicológica que aleja a la persona de aquello que en
realidad más le importa en la vida. Desde ACT se
considera que en los problemas psicológicos juegan un
importante papel la “fusión cognitiva” (estar “fusionado”
o enredado en los pensamientos, sensaciones...), la
tendencia a valorar la experiencia interna como buena o
como mala, la evitación experiencial y la tendencia a dar
razones o justificaciones del propio comportamiento. La
alternativa saludable propuesta desde ACT estaría
centrada en la aceptación de las propias reacciones
naturales, automáticas e inherentes a la condición
humana y la toma de contacto con el momento presente,
lo que permitiría elegir más libremente una dirección
valiosa, con sentido personal y comprometerse con la
acción y los cambios acordes con esa dirección.
ACT se asienta en el Contextualismo Funcional que
conecta con la posición del Conductismo Radical y
el Interconductismo, en tanto que sostiene que cualquier
evento debe interpretarse como un acto inseparable de su
contexto actual e histórico. Desde estas perspectivas, es
determinante el análisis de las funciones del
comportamiento humano, en general, y de los
denominados trastornos psicológicos, en particular, a fin
de entender su génesis y su persistencia y extensión. El
análisis funcional tiene una amplia base experimental,
pero el análisis funcional del lenguaje y la cognición ha
dejado huella a partir de las investigaciones en las
últimas dos décadas sobre la emergencia de nuevos
comportamientos, el comportamiento relacional, y la
derivación de funciones psicológicas. La teoría que ha
comenzado a integrar todos estos hallazgos ha sido
denominada Teoría de marcos relacionales (Hayes,
Barnes-Holmes y Roche, 2001; Barnes-Holmes,
Rodríguez y Whelan, 2005), y los frutos que están
emergiendo son esenciales para entender la génesis de
sensaciones y pensamientos y tanto la función que
muestran como el cambio de tal función. En el ámbito de
la psicopatología, esta investigación ha permitido aislar
el concepto de Trastorno de Evitación Experiencial,
o Evitación Experiencial Destructiva (Hayes, Wilson,
Gifford, Follette y Stroshal, 1996; Luciano y Hayes,
2001), como un patrón troncal en la mayoría de los
Trastornos Mentales típicamente diferenciados en los
sistemas actuales de clasificación. Se trata por tanto de
una terapia psicológica que no ha sido diseñada
específicamente para un trastorno, sino que puede ser útil
en problemas y trastornos muy diversos en el ámbito de
la psicología clínica y de la salud (Luciano, 2001; Páez y
Gutiérrez, 2012). La aplicación de ACT requiere un
complejo proceso de adquisición de habilidades en el
que resulta de gran ayuda el entrenamiento y la
supervisión para discriminar posibles errores, abordar las
barreras personales del terapeuta y mantener el necesario
sentido de dirección (Páez y Montesinos, 2016).
El programa de investigación en torno a la eficacia de
ACT y sus fundamentos básicos está todavía en
desarrollo. No obstante, ACT ha mostrado su efectividad
en numerosos estudios de caso y ensayos clínicos
aleatorizados en una amplia gama de aplicaciones (Ruiz,
2010), que van desde el dolor crónico, las adicciones, el
tabaquismo, la depresión, la ansiedad, el trastorno por
estrés postraumático, la psicosis, el estrés laboral, hasta
el duelo complicado o el afrontamiento de enfermedades
como el cáncer. Además, ACT está mostrando tamaños
del efecto superiores a la terapia cognitivo-conductual a
la finalización del tratamiento (Ruiz, 2012). ACT ya es
considerada una terapia basada en la evidencia en
ansiedad mixta, depresión, TOC, dolor crónico y psicosis
por la División 12 de la American Psychological
Association.

TERAPIA COGNITIVA BASADA EN EL MINDFULNESS


El Mindfulness es considerado una terapia psicológica de
La Terapia Cognitiva Conductual es una de las más tercera generación, y uno de los programas más
utilizadas en psicología para tratar diferentes trastornos. conocidos es el MBSR (Mindfulness-based stress
reduction program) o Programa de Reducción del Estrés
Nos preocupan especialmente la ansiedad y la depresión basado en Mindfulness, considerado como uno de los
tratamientos más efectivos para tratar el estrés.
por el gran número de personas que viven con este Pero en los últimos años, otro programa basado en la
Atención Plena está adquiriendo una gran popularidad en
sufrimiento emocional y por la cantidad de recaídas que
el tratamiento de distintos trastornos, como
se producen en estos trastornos. la depresión o la ansiedad. Es el MBCT (Mindfulness-
based cognitive therapy) o Terapia Cognitiva basada en
Mindfulness.
Y cuando la Terapia Cognitiva se alía con el En realidad, la práctica de la Atención Plena, más que un
conjunto de técnicas para estar en el momento
Mindulfness el resultado es un tratamiento de 8 sesiones, presente, es una actitud ante la vida. Se podría decir que
una de ellas de práctica intensiva de Mindulness con el el Mindfulness permite adquirir una serie de hábitos
saludables, es un estilo de afrontamiento que impulsa las
fortalezas personales de cada uno y ayuda en la
adaptación al mundo moderno, pues favorece el bienestar
de los individuos en una sociedad que tiende a detraer la
que tu vida puede cambiar. Ese cambio que tanto identidad genuina de las personas, y ayuda a conectar
con uno mismo.
esperabas para aprender a gestionar la ansiedad, para que
las preocupaciones no impacten tan negativamente en tu
vida, para entender el sentido de la vida o para recuperar
la fuerzas y seguir avanzando, lo puedes encontrar en
esta terapia.

Con la Terapia Cognitiva basada en Mindfulness puedes


observar una serie de transformaciones tanto en tu forma
de actuar o conducta como en la relación con tus
pensamientos. Es importante cambiar la percepción que
tienes del mundo y de ti misma si estás sufriendo un
problema de ansiedad o depresión porque es evidente
que en estos momentos tu forma de relacionarte contigo
misma y con los demás no es funcional. Estás sufriendo,
¿verdad?

Pues la Terapia Cognitiva basada en Mindfulness puede


ayudarte a mirar el mundo desde otra perspectiva, a
entender cómo funcionan tus pensamientos, a
relacionarte con esos pensamientos de otra manera más
útil y, sobre todo, a perdonarte a ti misma, a observarte
desde una perspectiva más compasiva, más amable, más
comprensiva. A priorizar el "estar", aquí y ahora, sobre
el "ser" de una manera o de otra. A vivir con atención
plena.

Las aplicaciones del Mindfulness

El Mindfulness se ha mostrado útil para el

tratamiento de distintos fenómenos, entre los que

se incluyen:

 Problemas emocionales
 Estrés
 Trastornos de ansiedad
 Trastornos de la alimentación

 Trastornos del estado de animo:

depresión, trastorno bipolar

 Trastorno Límite de Personalidad

 Problemas somáticos: psoriasis,


fibromialgia y dolor crónico

Por otro lado, los ejercicios de Atención Plena son

sencillos de realizar, por lo que resulta

relativamente fácil adaptar los procedimientos a

seguir a cualquier tipo de personas.

TERAPIA DE CONDUCTA DIALÉCTICA


Es un tratamiento psicológico desarrollado La terapia dialéctica conductual fue
específicamente para abordar el Trastorno desarrollada por la Dra. Marsha Linehan
Límite de Personalidad, especialmente los en la década de 1970, para tratar el
síntomas de impulsividad e inestabilidad trastorno límite de la personalidad en
que se materializan en actos suicidas y adultos: una enfermedad mental con
parasuicidas. La TDC pertenece a la síntomas que van desde pensamientos
llamada tercera generación de terapias suicidas crónicos y/o conductas
psicológicas que, haciendo énfasis en el autolesionantes hasta ansiedad y
contexto y la función, incorporan a los depresión. Generalmente, se pensaba que
planteamientos conductuales y cognitivos estos pacientes eran “difíciles” o incluso
clásicos conceptos como la atención imposibles de tratar. La Dra. Linehan
plena, los valores, o la aceptación. (Hayes, redefinió el trastorno, reformulándolo como
Villate, Levin y Hildebrandt, 2011). un problema específico del sistema de
regulación de la emoción que puede
La TDC tiene una filosofía integradora, abordarse con una intervención
combinando elementos cognitivo estructurada.
conductuales con aproximaciones de
aceptación del sufrimiento basadas en Las personas con trastorno límite de la
filosofías zen y budistas. El tratamiento personalidad tienen problemas para
original de la TDC, tal como fue regular su estado de ánimo, lo que
desarrollado por la Dra. Marsha Linehan conduce a la impulsividad y el conflicto en
(1993a, 1993b) y su grupo de la relación interpersonal. Eso, a su vez, a
investigación en la Universidad de menudo los hace sentir incomprendidos
Washington (EEUU) consiste en un por los que les rodean. En primer lugar, la
paquete que incluye psicoterapia Dra. Linehan probó la TCC tradicional, que
individual, entrenamiento en habilidades, enfatiza el uso de pensamientos
atención telefónica de las crisis y conscientes para enfrentar y cambiar las
reuniones periódicas de supervisión. emociones problemáticas. Ella no tuvo
éxito con sus pacientes. Entonces intentó
con un enfoque mucho más basado en la
Desde la perspectiva de la TDC la aceptación, el cual surgió de su práctica
disfunción principal de los pacientes límite de meditación y concienciación reflexiva.
es la incapacidad para regular el afecto, Esto también falló.
incapacidad de la que se derivan la mayor
parte de los síntomas característicos del
TLP. En concreto, la TDC actúa sobre
cuatro grupos sintomáticos habitualmente
presentes en estos pacientes: confusión
acerca del yo, impulsividad, caos
interpersonal e inestabilidad emocional. El
objetivo ayudar al paciente a poner en
marcha conductas funcionales y
adaptadas, incluso cuando está
experimentando emociones muy intensas.
(Lynch, Chapman, Rosenthal, Kuo y
Linehan, 2006). El tratamiento, que tendría
al menos dos años de duración, culminaría
cuando el paciente fuera capaz de
construir "una vida que merezca la pena
vivir" Las técnicas empleadas incluyen
procedimientos de exposición,
moldeamiento, aprendizaje por modelos,
rol playing, instrucciones y
autoinstrucciones, refuerzos y feedback y
se trabaja fundamentalmente validando la
experiencia emocional del paciente, con
una perspectiva no enjuiciadora.

La perspectiva dialéctica es uno de los


aspectos más característicos de la TDC, y
supone un factor diferenciador respecto a
otras terapias cognitivo conductuales
(Chapman, 2006). La visión dialéctica de
la realidad, el mundo y la conducta puede
sintetizarse en los siguientes puntos
(Linehan, 1993b):

1. La realidad está formada de partes que


se interrelacionadas y que funcionan como
un todo: las conductas de un individuo no
pueden entenderse de forma individual,
sino como partes de un amplio repertorio
dentro de un ambiente complejo. Si un
sujeto aprende habilidades, por tanto,
deberá aprender también otras
relacionadas y capacitarse, al mismo
tiempo, para influir sobre el ambiente para
poder llevar a cabo su aprendizaje.

2. La realidad es un conjunto de fuerzas


que se oponen entre sí. El sujeto con TLP
está atrapado en polaridades y es incapaz
de conseguir la síntesis. El terapeuta debe
ayudar al paciente a lograr una síntesis
viable, entre, por ejemplo, su necesidad de
aceptarse a sí mismo tal cual es y su
necesidad de cambiar.

3. La naturaleza fundamental de la
realidad es el cambio o proceso, el
individuo y el ambiente llevan a cabo una
transacción continua; la terapia se
concentra en ayudar al paciente a estar
cómodo con el cambio.

Modelo biosocial del trastorno límite

El modelo etiológico propuesto por Linehan


(1993a), de tipo biosocial, es una de las teorías
mejor articuladas sobre el origen del TPL. Según
este modelo, la disregulación emocional, disfunción
principal de los sujetos con TLP, es el resultado de
la interacción entre una predisposición biológica a
la vulnerabilidad emocional y un ambiente
invalidante. Así, el niño que ha nacido
biológicamente vulnerable crece en un ambiente
que responde de forma errática o exagerada a sus
eventos internos (emociones, sensaciones,
preferencias...), negándolos ("deja de llorar";
"¿cómo vas a tener sed, si acabas de beber?") o
atribuyéndolos a rasgos negativos de la
personalidad ("eres un llorón"; "no seas cobarde").
Las familias invalidantes restringen las demandas
del niño, no tienen en cuenta sus preferencias
("qué sabrás tú") y utilizan el castigo como forma
de controlar la conducta. En este ambiente, el niño
no aprende a poner nombre a sus emociones,
modularlas, tolerar el malestar o confiar en sus
repuestas emocionales como interpretaciones
válidas de los eventos. Como consecuencia,
durante su infancia y la vida adulta, estos sujetos
tienen mayor sensibilidad emocional, dificultades
para modular el afecto y un lento retorno a la línea
base, lo que dificulta seriamente su capacidad de
adaptación vital y da lugar a la mayor parte de
síntomas y signos característicos del TLP. Para
profundizar sobre el desarrollo reciente del modelo
biosocial del trastorno límite remitimos al lector al
magnífico trabajo de Crowell, Beauchaine y
Linehan (2009).

Estructura de la TDC

Toda la estructura y aplicación de la TDC puede


consultarse en los manuales de referencia de la
autora (Linehan, 1993a y Linehan 1993b).
Exponemos a continuación un resumen de los
aspectos más relevantes recogidos en dichos
textos.

La TDC es una terapia ampliamente organizada,


que incluye trabajo entre sesiones y tareas para
casa. La directividad por parte de los terapeutas es
mayor en las etapas iniciales, cuando los pacientes
carecen de control conductual y se implican en
conductas que ponen en riesgo su propia vida.

La meta fundamental del tratamiento es que el


paciente incorpore en su repertorio habilidades que
permitan regular sus emociones y su conducta.
Esto requiere que tanto el paciente como el
terapeuta se ciñan a una disciplina que facilite la
consecución de objetivos. Sin embargo, ceñirse a
una disciplina puede resultar complicado cuando se
trata de pacientes con personalidad límite: las
frecuentes crisis y la intolerancia al malestar hacen
que el paciente difícilmente se pueda concentrar en
el aprendizaje y el terapeuta muchas veces se ve
obligado a posponer el plan de la sesión para
atender al malestar y sufrimiento actual. Debido a
esto, el tratamiento se divide en dos componentes
principales: un grupo de entrenamiento específico
en habilidades, por un lado, y por otro una terapia
individual, donde hacer que el individuo saque a la
luz las habilidades aprendidas y donde se puede
atender y dar respuesta a las crisis del momento,
así como a otras conductas que interfieren en el
curso del tratamiento.

Es importante que estas dos partes del tratamiento


estén claramente diferenciadas. El entrenamiento
en habilidades se hará de forma grupal y puede ser
llevado a cabo por un terapeuta distinto al que
conduce la psicoterapia individual. Si esto no es
posible, el terapeuta individual que quiera formar a
su paciente en habilidades deberá conseguir que el
contexto del programa de formación sea diferente
del contexto de la psicoterapia normal, planificando
un encuentro separado sólo destinado a las
habilidades, cambiando de sala o cambiando la
disposición del despacho, la iluminación o los
elementos (por ejemplo, añadiendo una pizarra). El
distinto encuadre facilitará que tanto el paciente
como el terapeuta puedan concentrarse en el
entrenamiento de habilidades, y dejar otros temas
para el momento de la psicoterapia individual.

El entrenamiento en habilidades

El entrenamiento en habilidades es un aspecto


central de la TDC, que, idealmente, es llevado a
cabo por dos terapeutas en una sesión grupal de
unas dos horas y media de duración.
El encuadre grupal facilita que el terapeuta se
muestre lo bastante directivo como para llevar a
cabo la sesión y que no se deje llevar por los
problemas urgentes de los pacientes. Además, la
terapia no se ve interferida cuando un paciente en
concreto no está de humor para la formación, ya
que se cuenta con el interés del resto del grupo.
Por otro lado, el grupo permite observar y trabajar
las conductas interpersonales que surgen entre los
participantes, proporciona apoyo y permite que los
pacientes aprendan unos de otros, aumentando las
fuentes de aprendizaje. Los pacientes suelen
encontrar este formato educativo más útil y menos
estresante que otros grupos destinados a la
descarga emocional.

Contar con un segundo terapeuta de apoyo en el


grupo de entrenamiento minimiza el desgaste
asociado a este tipo de grupo. Es muy importante
que los responsables del grupo se reúnan con
frecuencia con el terapeuta individual, para
garantizar el avance del tratamiento.

La TDC se compone de cuatro módulos de habilidades


específicas, basadas en las dificultades de regulación de
los pacientes y sus consecuencias: habilidades básicas de
conciencia, habilidades de efectividad interpersonal,
habilidades de regulación de las emociones y habilidades
de tolerancia al malestar. Cada módulo requiere
alrededor de ocho sesiones de entrenamiento (tabla 1). El
primer módulo, habilidades básicas de conciencia, puede
requerir unas tres sesiones pero se repasa y refuerza al
principio antes de cada nuevo módulo.

FUENTES BIBLIOGRAFICAS
https://www.diariofemenino.com/psicologia/terapias/terapia-cognitiva-basada-en-
mindfulness-que-es-y-como-puede-ayudarte/
https://medium.com/@Kindful.es/mbct-f5f0ae8ff221
https://es.wikipedia.org/wiki/Terapia_de_aceptaci%C3%B3n_y_compromiso
http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1578-908X2013000100005

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