Maria Cecilia Freitas C.I. N° 8.728.426 Ceciliafreitas608@yahoo.es Maracay Edo Aragua El concepto de violencia acuñado por la Organización Mundial de la Salud es quizá el más usado en documentos e informes relacionados con la violencia, la define como: “El uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo, contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de causar lesiones, muerte, daños psicológicos, trastornos del desarrollo o privaciones” OPS-OMS, 2002.
Estas son algunas de las teorías que estudian el origen de la violencia:
Teorías biológicas afirman que la violencia es un instinto que se desarrolla
tanto individual como colectivamente. Estas teorías desestiman el papel de la cultura, de la moral y de la racionalidad como agentes decisivos para evitar las conductas de agresión y violencia.
El mayor aporte de Darwin a la teoría evolucionista fue descubrir que la
naturaleza, en su constante lucha por la vida, no sólo refrenaba la expansión genética de las especies, sino que, a través de esa lucha, sobrevivían los mejores y sucumbían los menos aptos. Solamente así puede explicarse el enfrentamiento habido entre especies y grupos sociales, apenas el hombre entra en la historia, salvaje, impotente ante la naturaleza y en medio de una cierta desigualdad social que, con el transcurso del tiempo, deriva en la lucha de clases.
Para Lorenz, la violencia es una característica específicamente humana,
pues en los animales existen mecanismos auto limitadores de la agresión que el hombre ha perdido, por lo que la acción destructora es más intensa en el hombre. Y para la mayoría de etólogos, la agresión es respuesta a instintos que diferencian entre conductas instintivas o conductas que pretenden evitar estímulos dolorosos. Un factor biológico que muchos investigadores aseguran que determina la violencia es el hormonal afirmando que ser varón incrementa el trastorno de personalidad antisocial tres veces más que ser mujer. Para explicar este hecho podemos recurrimos a dos explicaciones: una responde a cuestiones de educación y cultura y otra a cuestiones de hormonales. Y aunque lo más correcto es llegar a un punto medio fluctuando de uno a otro, nos centraremos en la segunda razón que es la que explicaría la violencia desde el punto de vista biológico. En este sentido, se entiende que la testosterona es la causa de agresión y de una conducta violenta, y se vincula a la agresión cuando el comportamiento violento es una reacción a una proposición que es percibida como amenaza, si bien hay que tener en cuenta que cada individuo nace con una sensibilidad distinta a unos estímulos ambientales.
Esta perspectiva confunde el término agresión con violencia, puesto que la
agresión sí que es instintiva en toda especie que pretende la supervivencia y no la violencia, ya que ésta sólo es fruto de las construcciones culturales.
Teorías psicosociales explica la conducta violenta como un conflicto interno,
por lo que la alternativa consiste en incrementar la autoestima y autoconcepto, controlar la angustia e impulsos agresivos y aprender a eliminar los sentimientos de frustración. Sostiene que la agresividad es un componente instintivo físico que surge como reacción ante el bloqueo del libido, es decir ante el bloqueo o impedimento de la consecución de aquello que provoca placer. Si la persona es capaz de liberar la tensión interior acumulada por el bloqueo de la libido, se produce un estado de relajación, pero si no escapas de liberarla, surgirá la agresión. Desde esta perspectiva la agresión es por el resultado de un cumulo de afectos negativos internos que la persona es incapaz de exteriorizar.
Las ambientales-reactivas entienden la violencia como una respuesta a un
estímulo condicionado al que se asocian afectos aversivos, la imitación de conductas ajenas reforzadas y a una situación que produce bloqueo, la violencia como una respuesta reforzada positivamente en el ambiente que rodea al organismo a un estímulo condicionado al que se asocian afectos aversivos teoría de Watson y Skinner como imitación de conductas ajenas reforzadas.
La teoría del aprendizaje social de Bandura defiende que las personas
tenemos una capacidad de aprender observando a un modelo o recibiendo instrucciones. Explicar sucesos inexplicables por dicha teoría predominante del momento como el salto cualitativo de una sola vez que desarrollaban cuando un sujeto aprendía de otro. La conducta humana es en su mayoría aprendida, no innata y que gran parte del aprendizaje es asociativo y no simbólico, defiende que las personas no responden solamente a los estímulos del medio de manera autómata, sino que también reflexionan y responden de manera significativa. La teoría del aprendizaje social está basado en un modelo de aprendizaje denominado reciprocidad tríadica del funcionamiento humano, el cual sostiene que el aprendizaje se produce por la determinación de tres elementos: factores personales, ambiente y conducta. Estos tres elementos interactúan constantemente lo que facilita el aprendizaje.
Para Dollard, representante de la teoría la frustración es la causa de la
agresión. La perspectiva socio-afectiva enfatiza la experiencia social sin negar el componente biológico y entiende la violencia como un deseo de destrucción, de ataque a otros porque nos representan en aquello que somos y por esta razón, tenemos que negarnos y castigarnos. Es una teoría que juzgamos de simplista al considerar la violencia sólo como un acto justificado por la conducta o como un deseo de autodestrucción y de proyección de esa autodestrucción en los demás; se trata de una interpretación de la violencia insuficiente y especulativa.
Las teorías socio-dinámicas para explicar la violencia proponen, como
estrategias, técnicas de regulación de conflictos, la prevención es la mejor solución a la violencia antisocial, si bien consideramos que la terapia cognitiva unida con la farmacoterapia y otras técnicas reductoras de ansiedad son eficaces. Pero el hecho de vincular los actos violentos a cuestiones biológicas de modo absoluto hace que los violentos excluyan su responsabilidad de los actos, de manera que hay que reconocer su incidencia pero en su justa medida. Además, la conciencia, el razonamiento lógico y la moral pueden aminorar los efectos negativos del estrés, aislamiento, trauma y agitación social que provocan un comportamiento violento.
Socio afectivas-enfatizan la experiencia social sin negar el componente
biológico y entienden la violencia como un deseo de destrucción. Los psicoanalistas consideran que la violencia es producto de los mismos hombres, por ser desde un principio seres instintivos, motivados por deseos que son el resultado de apetencias salvajes y primitivas. Teorías estructurales entienden la violencia como producto de los sistemas políticos y económicos, de modo que la responsabilidad no la asumen los individuos, sino la estructura social a la que pertenecen. Respecto a estas dos últimas teorías hemos de puntualizar que un inconveniente de las mismas es el hecho de situar la responsabilidad en el grupo, como sucede en las teorías socio-dinámicas, o en la sociedad, como ocurre en las teorías estructurales. Además, esta última coloca a la sociedad y su estructura como la que explica a los individuos y no al revés, afirmación propia de un reduccionismo antropológico. Se consideran casos de violencia estructural aquellos en los que el sistema causa hambre, miseria, enfermedado incluso muerte, a la población. Son ejemplos los sistemas cuyos estados o países no aportan las necesidades básicas a su población.
La violencia estructural fue establecida conceptualmente por Galtung (1985)
para abordar las formas menos visibles de violencia como la injusticia social, la desigualdad y la exclusión. A diferencia de la violencia directa, relacionada con la agresión física o moral donde se puede identificar el agente de la violencia, en la violencia estructural, aunque sus consecuencias puedan ser visibles como la pobreza, la exclusión, esa clara identificación no es posible. En todo caso, el "agente" se vincularía a la estructura social, en el sentido de que situaciones de dominio y de desigualdad social limitan el desarrollo de las capacidades de una parte de la sociedad. Y esas limitaciones estructurales son consideradas como violencia.
La violencia cultural son aquellos aspectos simbólicos de la cultura que
inciden en la justificación de situaciones violentas, ya tengan éstas un carácter directo o estructural. Donde los medios de comunicación legitiman la violencia directa o la estructural cuando la comunican, a través de sus contenidos, así como provocan el rechazo, la discriminación o la agresión hacia ciertos colectivos, individuos, naciones, sexos, etcétera. Otra forma de provocar violencia por parte de los medios es mediante la desinformación. Una sociedad altamente desinformada es una sociedad con alto grado de violencia. Bibliografía
Víctor Montoya, 2005. Teorías de la violencia humana
http://sincronia.cucsh.udg.mx/montoya05.htm
Módulo I. Marco teórico y conceptual de la violencia