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INTI RAYMI DE LAS UNIVERSIDADES Y DIVERSIDADES 2021


Fernando Ponce León - Rector
Pontificia Universidad Católica del Ecuador
Jenny Arroyo: Coordinadora Inti Raymi 2021
Colectivo Kichwakuna-PUCE

Colección: Cuadernos de trabajo sobre las manifestaciones culturales de las


Nacionalidades y Pueblos del Ecuador

Elaborado en Quito, Inti Raymi - 2020


Coordinación: Sandra Sánchez Gordón.
Equipo de apoyo del Inti Raymi - 2020: Ariruma Kowii, Virginia Rosero, César
Alta/UASB; Marco Sinche/EPN; Inti Poaquiza/Ayllu-EPN; Rubén Bravo,
Patricio Guerrero, Freddy Simbaña Pillajo, Cristina Naranjo/UPS; Inés Diaz
Chirán/Pueblo Natabuela; Nina Sisa Guamán/Kichwakuna-PUCE; Tayta Fabián
Muenala y Priostes de varios países.
Revisión de estilo: María Eufemia Torres/EPN
Logo Inti Raymi diseño original: Instituto Metropolitano de Diseño La Metro
Actualización del diseño: Manai Kowii

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INTI RAYMI
LA FIESTA SAGRADA DE LOS ANDES

EL INTI RAYMI EN LA HISTORIA

El Inti Raymi es una de las celebraciones espirituales andinas más importantes de la comunidad
Kichwa. Por esa razón, su significado e importancia política, religiosa, cultural debe motivar a
las actuales generaciones “indígenas” y mestizas del país y la región, a estudiar el rol que ha
cumplido esta celebración a lo largo de la historia: en el Inkario, en la Colonia, en la República
e incluso en la globalización. Las generaciones actuales deben preguntarse ¿qué fuerzas fluyen
alrededor del Inti Raymi para que a pesar de la violencia ideológica y física que implementó el
sistema colonial y republicano, ha sabido mantenerse hasta la actualidad; deben pensar en su
vitalidad y sentirse orgullosos de que ninguno de los sistemas ha logrado eliminar esta
importante celebración.

Diferentes cronistas del siglo XVII hicieron referencia al Inti Raymi. Así tenemos, por ejemplo,
la siguiente anotación que hace el Inka Garcilaso de la Vega:

Este nombre Raimi suena tanto como “pascua” o “fiesta solemne (…) era la que
hacían al sol por el mes de junio, que llamaban Intip Rimi, que quiere decir “la pascua
solemne del Sol. Hacían esta fiesta al Sol en reconocimiento de tenerle y adorarle por
sumo, solo y universal dios, que con su luz y virtud criaba y sustentaba todas las cosas
de la tierra. Y en reconocimiento de que era padre natural del primer Inca Manco Cápac
y de la Coya Mama Ocllo Huaco y de todos los Reyes y de sus hijos y descendientes,
enviados a la tierra para el beneficio universal de las gentes (Garcilaso de la Vega).

Sobre este mismo tema, José de Acosta manifiesta lo siguiente:


El séptimo mes, que responde a junio, se llama Aucaycuzqui Intiraymi, y en él
se hacía la fiesta llamada Intiraymi, en que se sacrificaban cien carneros guanacos, que
decían que ésta era la fiesta del sol; en este mes se hacían gran suma de estatuas de leña
labrada de quinua, todas vestidas de ropas ricas, y se hacía el baile, que llamaban Cayo,
y en esta fiesta se derramaban muchas flores por el camino y venían los indios muy
embijados y los señores con unas patenillas de oro puestas en las barbas, y cantando
todos. Hace de advertir que esta fiesta cae cuasi al mismo tiempo que los cristianos
hacemos la solemnidad del Corpus Christi, y que en algunas cosas tiene alguna
apariencia de semejanza, como en las danzas, o representaciones, o cantares, y por esta
causa ha habido, y hay hoy día entre los indios, que parecen celebrar nuestra solemne
fiesta de Corpus Christi, mucha superstición de celebrar la suya antigua del Intiraymi
(Acosta, 1590. Historia natural y moral de las indias, p. 241-42, Sevilla).

Pedro Sarmiento de Gamboa también se refiere al Inti Raymi en su obra Historia de los Incas
escrita en 1572. Biblioteca de Autores Españoles, Madrid: Ediciones Atlas.

Son testimonios del siglo XVI, de su existencia y vigencia como tal. Esto nos permite, por otra
parte, recordar las políticas de extirpación de idolatrías que implementó el sistema colonial
para justificar la destrucción, la pulverización, la desaparición de estas manifestaciones

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culturales que, en aquella época eran catalogadas como demoniacas, que supuestamente,
atentaban en contra de la religión cristiana, y fueron las razones por las cuales era necesario
eliminarlas.

En este sentido, las manifestaciones culturales, espirituales de los pueblos del Abyayala se
convirtieron en objetivo político, religioso, militar y su misión fue detectarlas, identificarlas y
destruirlas. Ante lo expuesto, se plantea el interrogante: ¿lograron este objetivo? Las estrategias
de sincretismo cultural, religioso ¿Cumplieron su objetivo de diluir esta importante
celebración? Afortunadamente no, la vigencia del Inti Raymi hasta la actualidad es una prueba
de ello. Su permanencia, por lo tanto, constituye un referente importante que debemos
estudiarlo desde la historia, la cultura, la espiritualidad, la simbología y la identidad de la
población del Abyayala.

Su vigencia nos brinda la oportunidad de investigar, analizar sus matrices culturales andinas,
la razón de ser de lo que está constituida para mantenerse hasta la actualidad con identidad,
personalidad propia, con la suficiente vitalidad para enfrentar y superar las más complejas
situaciones de persecución y violencia que el sistema colonial y republicano implementó en
contra del Inti Raymi y de las demás manifestaciones culturales de los pueblos originarios.

Estos referentes históricos, así como los mandatos de la Constitución del 2008, que finalmente
reconocen al Ecuador como un Estado Intercultural y Plurinacional, constituyen razones que
motivan a las Instituciones de Educación Superior, las organizaciones e instituciones culturales
del país, a pensar en la importancia de estas manifestaciones culturales y espirituales. En este
contexto, nos hemos planteado lo siguiente:

Involucrar y comprometer al personal administrativo, docentes y estudiantes de las


Instituciones de Educación Superior, la sociedad civil, a impulsar procesos de concientización
de la importancia de la diversidad cultural del país.
Comprometer a las IES para que institucionalicen líneas de investigación relacionadas con las
principales manifestaciones culturales, saberes y conocimientos de las nacionalidades y
pueblos (indígenas, afros, mestizos) con el objetivo de que puedan ser insertadas en los
programas de estudio.
Motivar a los docentes y estudiantes a desarrollar sus habilidades artísticas, su creatividad a fin
de que puedan crear obras que resalten la espiritualidad, la simbología inmersa en las distintas
manifestaciones culturales de las nacionalidades y pueblos y ayuden en la difusión de estas.
Institucionalizar la minka como método de gestión de las jornadas académicas y apoyarse
mutuamente en la preparación, difusión, ejecución y participación de las distintas actividades
que realizan las IES.
Comprometer a las IES, organizaciones, instituciones, ciudadanía en general a formar parte de
dichas celebraciones en dos momentos: jornadas académicas en los días previos a la
celebración principal y los rituales de la celebración que corresponda. En el caso del Inti Raymi,
por ejemplo, las jornadas académicas podrían iniciar desde el mes de abril, hasta mediados de

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la tercera semana de junio con el propósito de contar con el tiempo suficiente para participar
en los rituales del solsticio.
Comprometer a las instituciones académicas a respetar las manifestaciones culturales de las
nacionalidades y pueblos, como las del Inti Raymi, y evitar que se conviertan en un espectáculo
o en su defecto, se las folklorice.

PRINCIPALES RITUALES DEL INTI RAYMI

CARÁCTER ESPIRITUAL DEL INTI RAYMI


Debido a las circunstancias de opresión que han soportado las manifestaciones culturales,
espirituales del mundo andino y de manera particular, el Inti Raymi, la riqueza ritual, simbólica
y, sobre todo, los contenidos de los discursos, las plegarias que se realizaban para conmemorar
esta celebración casi han desaparecido. Por lo tanto, es necesario que las actuales generaciones,
los estudiosos de estos temas asumamos el compromiso de realizar investigaciones a
profundidad, asumir el reto de reconstruirlas, reconfigurarlas y actualizarlas a los
requerimientos contemporáneos.
Concentrar esfuerzos en la recuperación de su riqueza espiritual, de su filosofía, de su
simbología, de sus prácticas de meditación es fundamental e ineludible. Su recuperación
contribuirá sin lugar a duda, a reafirmar la identidad cultural de nuestras poblaciones,
consolidar la relación: sujeto-territorio; territorio-sujeto, esto contribuirá a mejorar las
condiciones de vida de la población.
En este propósito, recuperar las prácticas que fomenta el SAMANSAY (el arte del equilibrio
interno) puede contribuir a consolidar la filosofía de vida de los pueblos originarios. Esta
filosofía de vida considera al universo, a la Madre Tierra, como sujetos con vida, como la base
de su origen, de su sustento, de su continuidad; razón por la cual, se la cuida, se la mima, se la
alimenta, se la hace descansar, se la arregla y se conversa con ella.
Samansay viene de las palabras: samana-descansar y de la terminación de la palabra, kawsay;
es decir, Samansay y hace referencia a las enseñanzas que fomentaban los Yayas y las Mamas,
en el sentido de que el individuo debe lograr en la vida, el equilibrio interno, por este motivo
se ejercitaban en prácticas de “meditación en movimiento que consistía en las visitas y
peregrinaciones que realizaban a las wakas en las cuales se encontraban y que permanecen aún,
en lugares sagrados, energéticos como las montañas, los valles, etc.
RITUAL DEL SHUNKUMAYLLAY (AYUNO)
La madre tierra necesita descansar para lograr buenas cosechas. De igual manera, es importante
que los órganos del cuerpo descansen, el descanso permite recuperar el desgaste, las
afectaciones que ha tenido el organismo, el cuerpo, debido a nuestro trajinar, por la
alimentación que tenemos, así como por las dolencias, tensiones existenciales y hasta el mismo
envejecimiento natural de nuestros cuerpos.

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Por esta razón, nuestros antepasados realizaban el SHUNKUMAYLLAY, con la finalidad de
generar un rimanakuy (diálogo) de sanación interna entre el cuerpo, el corazón y el
pensamiento. Este diálogo de órganos vitales permitía que cada parte del cuerpo recupere su
orden interno, su armonización y consecuentemente ayude a irradiar la sanación externa.
Al hacer el SHUNKUMAYLLAY, nuestro cuerpo adquiere una sensibilidad de conexión con
la serenidad y energías de las montañas, de los ríos, los lagos, los valles, del horizonte, de la
Allpamama (Madre Tierra); puesto que estos elementos nos envuelven, se funden en nuestro
Kana (ser), nuestro Munay (deseo) en nuestro muestro Kamak (poder), en nuestro Ruray (saber
hacer). De esta forma, nuestro organismo recupera su vitalidad y renovación que nos posibilita
estar fuertes para asumir nuevos retos en los ciclos de vida.
En los Andes, el SHUNKUMAYLLAY se realizaba sobre todo en las principales celebraciones,
como: Pawkar Killa, Inti Raymi, Koya Raymi, Aya Markay Killa y el Kapak Killa. Estos rituales
de ayuno y energización tenían una duración de tres, nueve y hasta de doce días. En este caso,
en la celebración del Inti Raymi, se lo realizaba la primera semana de junio y posiblemente
tenía una duración de tres días.
Según nuestros ancestros, durante el SHUNKUMAYLLAY podemos hidratarnos
alternadamente con algunas infusiones, agüitas aromáticas que ayuden a los principales
órganos de nuestro cuerpo a purificarse. Se puede mencionar infusiones tales como: cola de
caballo, pelo de maíz (riñón), ortiga, diente de león, compresas calientes (hígado), orégano,
tomillo, romero, llantén (Intestino), cúrcuma o azafrán, vaporización de cebolla paiteña,
jengibre (pulmones); agua con limón y miel (piel).
En estos días del SHUNKUMAYLLAY, también podemos comer sopas livianas sin productos
cárnicos y nutrirnos de frutas como la papaya, la manzana.
También es recomendable mantenerse aislado y evitar cualquier situación desagradable y
caminar en entornos naturales.
Las caminatas, de preferencia, deben realizarse en las primeras horas de la mañana y con los
rayos del sol de las nueve o diez de la mañana. Esta caminata simboliza el pachawatay
(anudamiento con el tiempo, con el espacio). Es decir, es importante que nuestros pies
descalzos sientan la textura, la irregularidad, el calor de la tierra, la frescura de la yerba, para
que se energice y vitalice nuestro cuerpo, nuestro ser interno.
Asimismo, podemos pensar en plegarias que evoquen la paz espiritual, como la siguiente:
“Cuando tu paz interna esté perseguida
por la incertidumbre
Cuando tu paz interna
esté afectada por el fuego del enojo
o por el ruido de la duda
el veneno de la envidia
Cuando tu sencillez
sea opacado por el orgullo
la vanidad, el solo yo soy el bueno

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solo yo soy, la perfección
sigue el sendero del oso, de la hormiga
y construye con paciencia
el sendero de la paz”

Igualmente, se sugiere visitar los lugares sagrados de nuestros pueblos: una fuente, una
cascada, la cima de una montaña. Desde ahí, se puede hacer una ofrenda, brindar una plegaria,
regalar un canto, una danza, para luego, dejar que el silencio se funda en las entrañas y que
nuestro corazón, nuestro pensamiento recupere la fecundidad, la paz, la sabiduría, la sencillez,
la grandeza de la madre tierra, la profundidad del universo y cuando se sienta que nuestro
corazón se ha liberado de las miserias de las mezquindades humanas, retornar a nuestro hogar,
a nuestra comunidad y sembrar el bien, la confianza, la fraternidad y la alegría, seguir tejiendo,
sembrando, construyendo, creando vida, creando alegría.

SALUDO DE DESPEDIDA Y BIENVENIDA AL PADRE SOL


El 21 y 22 de junio, los pueblos indígenas en general y de manera particular, los pueblos de los
Andes, rememoramos el solsticio, que se caracteriza por el distanciamiento del Inti Yaya de la
Tierra; razón por la cual, en esta fecha acontece la noche más fría del año.
Para conmemorar esta importante época se realizan actividades como las siguientes: el ritual
del fuego, uno de los elementos fundamentales de la vida, cuyo objetivo es ayudar a que el
espacio, la atmósfera conserve su calor, por este motivo, los urunrawa (guardianes) del fuego
debían mantenerlo encendido durante los días de la celebración. Al amanecer del 21 de junio,
se realiza el saludo de despedida del Inti Yaya y el saludo de bienvenida del nuevo Sol.
Este ritual se lo realizaba en los lugares altos o en su defecto, en las wakas de las partes bajas,
rituales acompañados de plegarias, danza ritual y música de sanación.

SALUDO DE DESPEDIDA AL SOL MAYOR


¡Oh, gran Padre¡, Padre Sol Estamos aquí, para brindarte
Estamos aquí, agazapados con la ternura de esta ofrenda de frutos dulces
la Madre Luna frutos amargos;
Con el soplo tenue de los huracanes los mejores productos que nacen en las
Con la frescura de las montañas tierras altas
Con la fecundidad de la Madre Tierra en las tierras bajas
Con tu fuego, que es raíz, semilla, esencia, en los desiertos,
vida. en los climas cálidos templados y fríos.

Estamos aquí, cobijados con la energía de Estamos aquí para brindarte


las cinco regiones: el norte, el sur, el este, el esta ofrenda que nace de nuestros
occidente y el centro. corazones.

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Estamos aquí El compromiso, de que igual que tú,
para mirar la intensidad de tus ojos seguiremos venerando a la Madre Tierra
para contagiarnos de tu sabiduría seguiremos el sendero,
para seguir sembrando en nuestros las lecciones que tus rayos nos enseñan.
corazones
las palpitaciones de tu luz Gracias por permitirnos existir
las serenas olas que tu calor por darnos la oportunidad
va dejando, de seguir tu sendero
en todos y cada uno de nuestros rincones de seguir siendo
para que la vida continúe su trayecto. nosotros mismos
de seguir siendo
Estamos aquí para seguir aprendiendo con mejores.
tu partida, que nos dice
nos aconseja, nos enseña
la importancia de la renovación,
renovación que fecunda,
que ayuda al florecimiento del bienestar,
al auto control de nuestras pasiones
a la armonía, al equilibro
de nuestro ser.

SALUDO DE BIENVENIDA AL NUEVO SOL


¡Oh Gran Padre¡, Padre Sol ¡Oh Gran Padre¡, Padre Sol
En este amanecer en este amanecer
agazapados con la ternura de la Madre Luna estamos aquí
Con nuestros corazones nutridos para que el latido de nuestros corazones
por la serenidad de las quebradas se enciendan con tu luz,
los ríos, los mares se fortalezcan con tu calor
por la calidez de la Madre Tierra y nuestros pasos, nuestras huellas
por el abrazo del universo nuestros pensamientos
no sucumban, no se equivoquen
Estamos aquí, no se dejen seducir, por la opulencia
al pie y sobre la cima de nuestras montañas por la vanidad
para recibir el alumbramiento la arrogancia del poder
de tus primeras luces. la avaricia de los bienes
y piensen y sientan y sean consecuentes
Para que nuestros ojos con la transparencia de tus rayos
nuestras manos, nuestro caminar con la sinceridad de tu mirada
sean bendecidos por tu luz con la seguridad de tu caminar.
por la ternura de tu calor.
Estamos aquí
Para que al transitar por los senderos para que nuestras voluntades
que nuestros sueños han abierto se fundan con tu fortaleza

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a través de los tiempos y juntos
sigan avanzando hermanados con la vitalidad
con el corazón firme y transparente de la Madre Luna
para que nuestro ser sigamos defendiendo
nuestra comunidad el corazón de la Madre Tierra;
estén siempre orgullosos la fluidez de tus venas
de nuestra honestidad el canto de los pájaros
de nuestra consecuencia que siempre acompañan
de nuestro compromiso tu alumbramiento y tu ocaso.
con nuestros espacios
que bondadosamente Estamos aquí
nos brinda la Madre Tierra. para decirte
gracias
Con los espacios en los cuales por las bondades,
seguimos creciendo por la generosidad
con el compromiso por las bendiciones
con nuestros ayllus y sobre todo que cada día, cada minuto,
con nosotros mismos. cada segundo
nos brindas.

ARMAY TUTA – RITUAL DEL BAÑO


Relación con el cosmos
Como hemos anotado anteriormente, el 21 de junio el universo experimenta un fenómeno
natural de energización, conocido como el Solsticio de verano. Los pueblos y naciones
ubicados en el norte del hemisferio viven el día y noche más largos y los más fríos del año
debido a su ubicación y conexión con el Sol. Esto provoca una condensación de la energía que
se funde en la naturaleza, fundamentalmente en el agua, en las vertientes, las cascadas, los
lagos, los ríos etc., convirtiéndose en lugares sacros, energéticos y centros ceremoniales.
Esta energía contribuye a la vitalización del espacio, a la fecundidad de todo lo existente en la
Allpa Mama, en la Pacha Mama; en consecuencia, bañarse en estos días del solsticio ayuda a
vitalizar a nuestro cuerpo y nuestro espíritu, a despojarse de la sobre carga de las energías
acumuladas y cansadas y nos invita a recibir energía renovada, energías nuevas y sanas que
nos permitirán seguir cumpliendo con las metas que nos hayamos propuesto.
Armay tuta de los instrumentos de música
Antiguamente se acostumbraba a energizar los instrumentos, y consistía en lo siguiente:
Dejar que los instrumentos amanezcan en las wakas, para esto, al dejar y retirar los
instrumentos ser realizaba la ceremonia respectiva. En la actualidad, esta ceremonia no es
posible realizarla, debido a que los valores de las personas han cambiado y lo más seguro es
que desaparezcan a través del tiempo.

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El Armay tuta en las fuentes (Otavalo/22-Cotacachi/23)
El baño ritual se lo realiza a la media noche y consiste en lo siguiente:
Los músicos y los danzantes se concentran en una casa o en el centro de la plaza de su
comunidad. Antes de la media noche entre bromas, risas y diálogos, inician entonando sus
instrumentos y a medida que va creciendo el grupo, todos van danzando y visitando algunas
casas, hasta llegar al río, a la fuente de agua o a la cascada.
En la antigüedad, solían ir acompañados de un Yachak sanador o líder espiritual de la
comunidad. Este personaje era el encargado de hacer el ritual de despojo de las energías
negativas y de la vitalización, de la energización y renovación positiva del cuerpo y de su
espíritu.
El ritual, a más del baño, es un fenómeno de transición de energías, es un tiempo de sanación
energética del cuerpo y sanación espiritual de la mente y el corazón que se complementa con
plegarias de gratitud que nacen del shunku, del corazón, y son ofrendadas a las deidades para
luego de haber cumplido con estos ritos, iniciar de inmediato a interpretar el canto del jalajojojo
o en su defecto los instrumentos que se utilizan y comienzan a danzar paulatinamente.
Esta noche y en este ritual, es el momento oportuno para bañar las ILLAS, objetos energéticos
que acompañan a las personas. Las illas, en español se las conoce como amuletos.

El Armay Tuta en tiempos de pandemia


En esta ocasión, la purificación y energización que usualmente se realizaban en las fuentes, los
ríos, las cascadas, se pueden replicar en cada una de nuestras casas, similar acción podemos
realizar con las illas.
El baño ideal, en estas circunstancias, es el baño con las plantas de poder, energéticas, plantas
sanadoras como el eucalipto, nogal, romero, ruda, canela, ortiga, menta o matico. Estas plantas
son fáciles de conseguir en los mercados.
Preparación del baño: calentar el agua en una olla, la cantidad depende del número de
personas que vayan a realizar el baño; dejar que hierva y apagar la cocina. Luego colocar las
plantas sanadoras en la olla; taparla para que el agua absorba la esencia y la energía de las
plantas. Esperar que disminuya la intensidad del calor del agua. Finalmente, bañarse despacio,
sintiendo el calor y el aroma de las plantas, luego de secarse es aconsejable, descansar y dormir.
En este caso, también debemos realizar las plegarias que nazcan de nuestro corazón.

RITUAL DEL CASTILLO, 23 DE JUNIO


Cada cultura, cada civilización construye sus propias formas de representar y venerar a sus
deidades, muchas de ellas tienen formas y características de su entorno cósmico, telúrico y/o
espiritual que permiten expresar y reproducir su fe. Los pueblos andinos o en el Sur del
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ABYAYALA, también contaron con sus deidades y sus distintas formas de expresión y
gratitud, mediante altares, castillos, con cantos, plegarias, rituales y ceremonias, inciensos y
fragancias naturales.
El castillo es la representación de la chakana, y era construido con sukukuna (cañas de
carrizos). Las dimensiones variaban según los espacios con los cuales contaban las familias.
Los castillos, por lo general, eran cuadrados de un metro y medio de ancho y de largo, estos
castillos tenían distintas formas y eran decorados con distintos elementos, pero todos
representaban gratitud y rememoran el calendario solar y lunar; en suma, los meses del año.
Un aspecto muy importante de mencionar es que cuando se hace referencia al espacio y tiempo,
ubicación y posesión de los espacios, siempre había un orden jerárquico. El castillo se colgaba
y se colocaba en la parte superior en el centro y arriba, representando al Hawa Pacha por sobre
el altar o el altar creado para San Juan Bautista y para las imágenes cristianas.
Entonces, la construcción de un castillo motivaba la participación de todos en unidad familiar,
todos cumplían un rol, la acción y conexión espiritual de cada uno se transformaba en un
proceso de minga ceremonial. Una vez concluida su construcción, los amigos y familiares
entregaban al wasiyuk (dueños de la casa) una jocha (ofrenda, regalos, licor, bebidas o tumin),
la cual era amarrada en la estructura del castillo. Este gesto de generosidad se transformaba en
un compromiso para dar el doble el próximo año.
Posteriormente, se aseguraban los altares, se procedía a colocar responsos (ofrendas de
comidas), velas encendidas en la base del altar y los dueños procedían a decir plegarias, o
también, invitaban a un rezador a que realice esta acción, sahumaban el espacio y bailaban con
los presentes acompañados de ritmos y melodías de Inti Raymi.
Después de asegurar muy bien estos objetos, este espacio quedaba listo para que los danzantes
de la comunidad y de otras comunidades, puedan llegar y bailar en su homenaje y con la
seguridad de que serán bendecidos por estos altares.
Esta práctica tuvo grandes tensiones y confrontaciones con la fe y religión cristiana, mismas
que solo con el pasar del tiempo fueron generando nuevas prácticas de sincretismo espiritual,
conocido como pachawatay; es decir, nuevos anudamientos para poder seguir subsistiendo.
Gracias a la estrategia de los pachawatay o del sincretismo cultural y espiritual que manifiestan
los expertos, varias de nuestras manifestaciones culturales y espirituales lograron mantenerse.
También existen los castillos móviles, estos castillos eran entregados a las personas apreciadas
o a los grupos cercanos que llegaban a danzar en las casas. En estos casos, las personas que
recibían se comprometían a entregar dos castillos el siguiente año, en el siguiente Inti Raymi.

Altar
Existe mucha información cultural que se ha transmitido de generación en generación. En este
contexto, las nuevas generaciones aún tienen la oportunidad de dialogar con las abuelas, los

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abuelos, incluso con sus padres sobre la manera de hacer estos altares. En las comunidades,
algunas familias siguen elaborando los altares, no con la misma dedicación de antes, pero, se
mantiene y es importante recuperarlo, tanto porque fomenta la unidad familiar, así como pone
a prueba el nivel de creatividad de los que participan; es decir, procurando que el altar
estéticamente esté bien logrado.
Como anotamos anteriormente, esta ocasión permite la participación de la familia nuclear, los
familiares y amigos cercanos. Las casas de nuestros abuelos eran de tapial, (paredes
construidas de bareque o de bloques de tierra), con paredes muy anchas, esto permitía construir
espacios que permitían ubicar los altares de la familia ubicando imágenes de santos cristianos
como San Juan Bautista o San Pedro, Santa Lucía, etc. Sin embargo, en la base de estos altares
se colocaban, objetos que representaban la espiritualidad y energía andina tales como piedras
lisas, piedras negras, velas y otros objetos, que rememoraban a los mayus, (ríos) a los apus
(montañas) y el poder de sus energías.
RITUAL DEL MIKUNAKUY, 24 de junio
En el calendario solar, lunar y agroecológico del mundo andino, los pueblos mantienen y
desarrollan varias celebraciones, rituales que rememoran la fortaleza cultural y espiritual del
Pueblo Kichwa. Cada una de estas manifestaciones sacras está acompañada de una
gastronomía general y específica. La gastronomía general es compartida durante la celebración
de Inti Raymi con los grupos de músicos y danzantes que llegan a la casa, en tanto que la
gastronomía especial es más restringida y se la comparte con los familiares y los achikukkuna,
(padrinos). Toda esta gastronomía gira fundamentalmente alrededor del maíz y sus distintas
formas de preparación y presentación, entre ellos se puede mencionar: la chicha, el tostado, el
mote, la colada que es reforzada con otros granos como el haba, la arveja y cárnicos como el
kuy, la gallina y el cerdo.
La gastronomía general
La celebración del Inti Raymi permite evidenciar el espíritu de bondad, de desprendimiento
que tienen los ayllus o familias de las comunidades debido a que ellos comparten los productos,
las cosechas, las crianzas que se ha logrado en los meses previos al mes de junio,
específicamente planificadas para esta celebración, con los músicos y danzantes, compadres,
familiares y amigos que llegan a sus casas.
Asimismo, mediante la danza colectiva se reafirma la representación simbólica del movimiento
del sistema solar y la tierra. En este acontecimiento, el wasiyuk (dueño de casa) hace la entrega
de una batea (fuente) de alimentos y de un puntu (vasija) de chicha. Por otra parte, la persona
que recibe la batea, danza en el medio, elevando con sus brazos la batea y expresa el
agradecimiento del grupo a los wasiyuk, esto se realiza mientras los músicos y danzantes giran
al ritmo del Inti Raymi. Es importante destacar que en esta celebración todos los grupos,
músicos y danzantes son atendidos por los dueños de casa.
La gastronomía especial
En este caso, el trato preferencial es para los familiares que vienen de otras comunidades y/o
los Achikukkuna; es decir, los padrinos, los compadres con quienes se comparte ciertos platos

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especiales, siendo el Kuy el elemento principal, primordial y especial para expresar su gratitud
y compromiso. En algunos casos, el kuy es reemplazado por la gallina o en su defecto, se sirve
kuy y gallina. De hecho, el más importante es el Kuy, plato especial que está presente,
únicamente en las festividades principales y que tiene todo un proceso de aliñamiento y de
preparación a la atullpa, al horno o a la parrilla.
La oportunidad para compartir esta gastronomía es valorada puesto que constituye un momento
especial que propicia la unidad familiar nuclear y ampliada, que reafirma las alianzas entre
ayllukuna y consecuentemente, y también permite evocar la memoria gastronómica y cultural
de la comunidad Kichwa.
Este Inti Raymi será nuevamente la ocasión para poder recordar esta experiencia enseñando y
aprendiendo en el núcleo familiar con quienes estamos viviendo el confinamiento.
Pampa mesa, comida comunitaria
Al realizar la toma del kori kancha, la plaza, la waka sagrada, las comunidades se movilizan
desde sus lugares hacia la ciudad, lo hacen danzando hasta llegar a su objetivo, la waka, la
plaza o parque.
La toma de la plaza rememora el retorno a la waka sagrada y como los recorridos son distantes,
entonces se ven en la necesidad de buscar un lugar para reunir la comida preparada por los
comuneros y se la comparte entre todos los danzantes. Preparada la mesa, el Yachak o anciano
de la comunidad, bendice la comida y luego proceden a consumirla.
KUSHNICHINAKUY, Sanación de la casa, 28 de junio
El ritual de sanación en casa se realiza cada vez que el ayllu siente que es necesario, pero sobre
todo en esta época. En estos días de celebración, los ayllus han recibido a muchos músicos,
grupos y acompañantes que, con su música, su danza, sus exclamaciones, han alegrado la casa,
por lo que es preciso continuar con la armonización, el equilibrio, la sanación de la casa y para
ello se procede de la siguiente manera: es importante contar con las plantas de poder, plantas
que tienen la virtud de liberar el espacio de bacterias que podrían haber brotado tales como la
chillka, el sauco, eucalipto, romero, ruda. Con estas plantas se forma un ramillete y se procede
a realizar la sanación de los espacios de la casa; luego se continúa con la sahumada de la casa,
para esto se utiliza incienso, palo santo, plantas dulces como el romero, que le dan un aroma
de sacralidad al espacio.
Al realizar la sahumada de la casa, es importante dejar que se concentre el humo y luego
liberarlo. En este caso, quienes viven en la casa, deben esperar a que se libere el humo y se
oxigene nuevamente. Posteriormente, es conveniente ubicar recipientes con agua, ramas y
flores de ruda y menta con el fin de que su aroma se expanda en el interior de la casa.

Tushuy
La presente pandemia no debe impedir que en nuestras respectivas casas realicemos la danza
ceremonial del Inti Raymi, es posible hacerlo de manera familiar y con los cuidados

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respectivos. La ventaja que tenemos para hacer realidad este deseo es que, en la familia existen
músicos y con ellos podemos compartir un momento de alegría y regocijo espiritual.
Con las melodías de Inti Raymi y el furor de las energías, podemos sentir los latidos del corazón
conectarse en cada churay, en cada tushuy, en cada tikray y en cada ashinta, una conexión
mágica y espiritual con la Pachamamita, sin importar que estemos dentro de casa y sin amigos.
WARMI PUNCHA, 1 DE JULIO
En esta celebración participan todos: los niños, los jóvenes, los adultos, los mayores, los
ancianos, hombres y mujeres; sin embargo, el nivel de participación es desigual y la carga
mayor recae en las mujeres, lo cual debe ser superado.
Afortunadamente en las últimas dos décadas, esta situación ha iniciado un proceso de cambio
y la participación de la mujer es más notoria. Esta participación, sin embargo, no nace de la
iniciativa de las autoridades de la comunidad, si no, por la reivindicación directa de las
compañeras.
En el cantón Cotacachi, el primero de julio, es el día asignado para las mujeres, y se lo
denomina WARMI PUNCHA, día de la mujer. Sin embargo, es lamentable que lo consideren
muy marginal y las autoridades locales y comunitarias no le dan el valor que corresponde, por
el contrario, es necesario que este día sea reivindicado y se le dé la misma importancia que
tienen los días anteriores de la celebración. Esto es: garantizar la seguridad de la ciudad;
comprometer a los músicos de la comunidad y de la ciudad a que acompañen en todo el
trayecto; comprometer a los varones para la participación de las mujeres que se involucran en
la danza general, así como la superación de los prejuicios machistas. Es importante destacar la
participación warmi puncha que está presente en nuestras vidas, en la comunidad y en la
sociedad. Se debe observar todo lo que la Allpa Mamita nos ha dado, es tal cual el mismo cariño
que nos da nuestra madre, nuestras warmikuna, entonces le debemos gratitud y por eso le
hacemos ceremonias con ofrendas y pagos, con comida y chicha, pero, sobre todo, con música
y danzas, con gritos de júbilo para que la Pachamamita sienta nuestro agradecimiento. También
es substancial hacer conciencia del rol y del aporte de la mujer en la vida; por esa razón,
rememorar la vitalidad del Warmi Puncha nos enseñará a comprender que somos
complemento, somos reciprocidad y equilibrio.
EL INTI RAYMI DE LAS UNIVERSIDADES Y EL WARACHIMPACHIK
Como se ha manifestado anteriormente, uno de los retos que nos hemos planteado los docentes
de las IES, es reflexionar desde las matrices culturales andinas. En ese sentido, estudiamos las
estrategias que han utilizado las comunidades en la preservación de su memoria, de su legado
cultural, una de esas matrices es el Warachimpachik y la entrega del bastón de mando, por lo
tanto, pasar la responsabilidad comunitaria al representante de otro ayllu o de otra comunidad;
en este caso, a la principal autoridad de otra universidad, a quien, en acto ceremonial, se cumple
con el ritual correspondiente.
La institucionalización del warachimpachik y la entrega del “bastón de mando” se inició con
la Universidad Politécnica Salesiana, (2019) luego de que la Universidad Andina Simón
Bolívar, coordinara esta actividad por más de una década. El criterio utilizado hasta el momento

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para realizar el warachimpachik, la entrega del bastón de mando es considerar el ingreso
paulatino de las universidades.
Con este mismo criterio se consideró la necesidad de promover la formación de un “equipo de
apoyo del Inti Raymi”, constituido por compañeros de las universidades, organizaciones,
pueblos que, voluntariamente deseen impulsar esta iniciativa. Su misión será: apoyar a los
priostes de las diferentes universidades en la facilitación de la información, manejo de la página
FB del Inti Raymi, así como en la actualización de la base de datos de las IES, organizaciones
y grupos culturales y, aquellas actividades que ayuden a fortalecer el presente proceso.

JUNIO RITUALES ACTIVIDAD


14-20 Tercera semana: Realización de ayuno individual
Se realiza un ritual en los miradores o wakas: ritual del
Saludo de despedida y fuego, plegarias, música, danza para despedir y recibir
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bienvenida a Inti Yaya al sol.

La noche del 21 o 22 se realiza en los lugares sagrados


como: cascadas, pukyus, sitios energéticos.
22 Armay Chishi - baño ritual Antiguamente se realizaba a la media noche del 22, en
la actualidad, los baños lo realizan desde las 10 de la
noche, en adelante.
El castillo se lo elabora en los días previos al 23, los
altares o castillos permiten la unidad familiar, se los
Castillo warkuy, Altar,
23 elabora con un sentido estético, artístico, con un sentido
Allichi puncha
sagrado.

La población estrena ropa nueva. El regalo que reciben


24 Jatun puncha misa los hijos es ropa. Se danza en el día y la noche.

En estos días, se simboliza la recuperación de la waka


25-26-27 Toma de la plaza principal, de ocupar su antiguo territorio.

28 Aya tushuy, kunchu maskay


Sanación de las casas

Julio-01 Warmi puncha - San Pedro


Danza ceremonial de las mujeres.

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