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Trazan seis reglas a la Fiscalía para otorgar rebajas y

beneficios en acuerdos
09 de Julio del 2020

Al ratificar la improcedencia de rebajar el 84 % de la pena de cárcel a un agente de policía


que participó en el homicidio de un habitante de la calle, la Corte Suprema de Justicia
advirtió el máximo cuidado que exigen las imputaciones y acusaciones, las cuales
definen el marco de los acuerdos de beneficios de la Fiscalía General de la Nación en
la terminación anticipada de procesos.

Aunque los fiscales tienen un margen de maniobra, existe una serie de parámetros orientada
a no afectar el prestigio de la administración de justicia, como el momento procesal, el daño
y reparación a las víctimas, el verdadero arrepentimiento del procesado, su colaboración
para el esclarecimiento de los hechos y el suministro de información para judicializar a
otros autores o partícipes.

Así mismo, la Sala de Casación Penal precisó que en casos de graves violaciones a los
derechos humanos como aquellos cometidos contra personas vulnerables los fiscales
deben actuar con diligencia para aclarar lo sucedido y materializar los derechos a la verdad,
justicia, reparación y no repetición.

Pero también tomar medidas para proteger a las víctimas, garantizar su participación en la
actuación penal y analizar si, dentro de la discrecionalidad reglada, se cumplen los fines de
terminación anticipada del proceso.

El pronunciamiento recoge seis reglas aplicables a los acuerdos en la práctica judicial:

1. Enmarcar hechos jurídicamente relevantes y fundamentos probatorios en los delitos.

 
2. Calificar la conducta según la infracción penal.

 
3. Sustentar las rebajas y beneficios bajo el principio de discrecionalidad reglada.

 
4. Considerar los límites y prohibiciones legales en los episodios de graves atentados
contra los derechos humanos.

 
5. Cumplir los estándares de presunción de inocencia y derechos de las víctimas.

 
6. Verificar los presupuestos legales por parte del juez para la emisión de la condena.

Estas reglas son explicadas por el máximo tribunal de la jurisdicción ordinaria así:

Primera regla

En virtud de un acuerdo no es posible asignar a los hechos una calificación jurídica que no
corresponda, como, por ejemplo, cuando se pretende darle el carácter de cómplice a quien
claramente es autor, o reconocer una circunstancia de menor punibilidad sin ninguna base
fáctica.

En este tipo de eventos:

1. La pretensión de las partes consiste en que en la condena se opte por una


calificación jurídica que no corresponde a los hechos.

 
2. En tales casos se incurre en una trasgresión inaceptable del principio de legalidad.

 
3. Esos cambios de calificación jurídica sin base factual pueden afectar los derechos de
las víctimas.
 
4. Y además este tipo de acuerdos puede desprestigiar a la administración de justicia,
principalmente cuando se utilizan para solapar beneficios desproporcionados.

Segunda regla

Existe otra modalidad de acuerdo utilizada con frecuencia en la práctica


judicial, consistente en tomar como referencia una calificación jurídica con el único fin
de establecer el monto de la pena.

En esos casos:

1. Las partes no pretenden que el juez le imprima a los hechos una calificación jurídica
que no corresponde.

 
2. Así, el autor es condenado como tal y no como cómplice, y no se declara probado
que el procesado actuó bajo la circunstancia de menor punibilidad (sin base fáctica).

 
3. La alusión a una calificación jurídica que no corresponde solo se orienta a
establecer el monto de la pena, esto es, se le condena en calidad de autor, pero se le
asigna la pena del cómplice.

 
4. El principal límite de esta modalidad de acuerdo está representado en la
proporcionalidad de la rebaja.

 
5. Las partes deben expresar con total claridad los alcances del beneficio concedido en
virtud del acuerdo, especialmente lo que atañe a los subrogados penales.

Tercera regla

 
En el ámbito de los acuerdos tiene plena vigencia el principio de discrecionalidad reglada.
Así, además de la obligación de realizar con rigor los juicios de imputación y de acusación
y de explicar cuándo una modificación de los cargos corresponde a un beneficio o al ajuste
del caso a la estricta legalidad, para establecer el monto de la concesión otorgada los
fiscales deben tener en cuenta, entre otras cosas:

1. El momento de la actuación en el que se realiza el acuerdo, según las pautas


establecidas por el legislador.

 
2. El  daño infligido a las víctimas y la reparación del mismo.

 
3. El arrepentimiento del procesado, lo que incluye su actitud frente a los beneficios
económicos y de todo orden derivados del delito.

 
4. Su colaboración para el esclarecimiento de los hechos.

 
5. El suministro de información para lograr el procesamiento de otros autores o
partícipes, para lo que debe abordarse sistemáticamente el ordenamiento jurídico, en
orden a establecer en qué eventos se justifican las mayores rebajas o beneficios.

Cuarta regla

Cuando se trata de graves atentados contra los derechos humanos y, con mayor razón,
cuando los mismos recaen sobre personas especialmente vulnerables para la celebración de
acuerdos con el procesado los fiscales deben considerar, entre otras cosas:

1. Las prohibiciones y límites establecidos por el legislador.

 
2. Los derechos de las víctimas y las necesidades de protección derivadas de su estado
de vulnerabilidad.

 
3. El deber de actuar con la diligencia debida durante la investigación y, en general, a
lo largo de la actuación penal.
 
4. La necesidad acentuada de esclarecer este tipo de hechos.

 
5. El imperativo de que la negociación no afecte el prestigio de la administración de
justicia, lo que claramente sucede cuando se otorgan beneficios desproporcionados
y/o se pretende que en la sentencia se den por sentadas situaciones contrarias a la
verdad.

Quinta regla

El estándar establecido por el legislador en el último inciso del artículo 327 de la Ley 906
del 2004:

1. Está orientado a proteger los derechos del procesado, especialmente la presunción


de inocencia.

 
2. Se aviene a la tradición jurídica colombiana, ya que a lo largo del tiempo se ha
considerado que la confesión del procesado, en sentido estricto, no puede ser
soporte exclusivo de la condena.

 
3. Aunque es un estándar menor del previsto para la condena en el trámite ordinario, el
mismo está orientado a salvaguardar, en la mayor proporción posible, los derechos
de las víctimas. 

 
4. Si el fiscal realiza los juicios de imputación y de acusación conforme a los
lineamientos legales y jurisprudenciales no debe tener ninguna dificultad para
cumplir este requisito.

Sexta regla

El rol del juez frente a los acuerdos:


 

1. Es diferente al que desempeña frente a la imputación y la acusación en el trámite


ordinario, donde está proscrito el control material.

 
2. Lo anterior sin perjuicio de que en dicho trámite, ordinario, al emitir la sentencia el
juez puede referirse ampliamente a los cargos de la acusación, bien en lo que atañe a
su demostración y a la respectiva calificación jurídica.

 
3. En el ámbito de los acuerdos, las partes le solicitan al juez una condena anticipada,
sometida a reglas distintas.

 
4. Pero, en todo caso, se trata de una sentencia que constituye la principal expresión
del ejercicio jurisdiccional.

 
5. Así, el juez debe verificar los presupuestos legales para la emisión de la condena,
que abarcan desde el estándar previsto en el inciso último del artículo 327 hasta los
límites consagrados en el ordenamiento jurídico para esta forma de solución del
conflicto derivado del delito.

Las definiciones jurisprudenciales aclaran, además, que los jueces están facultados para
verificar los presupuestos establecidos para emitir condena anticipada, estándar legal y
límites en la celebración de acuerdos.

Finalmente, la Sala confirmó la pena de 33 años y 4 meses de prisión contra el agente de


policía, impuesta por el Tribunal Superior de Bogotá como coautor del homicidio agravado
del habitante de calle, no como encubridor del crimen, lo que le representaría una
sanción de 5 años y 7 meses de cárcel en virtud del preacuerdo con la Fiscalía.

Y concluyó que el fiscal del caso se extralimitó al acordar el cambio de calificación


jurídica que dio lugar a la rebaja desproporcionada del 84 % de la pena, sin respaldo
razonable en las pruebas e incumpliendo el deber de actuar con diligencia frente a un grave
atentado contra los derechos humanos de una persona especialmente vulnerable (M. P.
Patricia Salazar).

Corte Suprema de Justicia Sala Penal, Sentencia SP-20732020 (52227), Jun. 24/20.

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