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MÉTODOS Y TÉCNICAS DE OBSERVACIÓN

Material elaborado por Janet Guerra, 2007

La observación sistemática es de particular valor en el proceso de


evaluación e intervención. Es una herramienta indispensable para la toma de
decisiones durante dicho proceso. Ésta permite formarse una impresión general,
calificar y registrar la conducta o enfocarse en conductas problemáticas o
desadaptativas específicas en ambientes cotidianos de gran relevancia: la escuela
y el hogar. Proporciona información sobre fortalezas y debilidades del niño(a) en
su conducta interpersonal, afectiva, académica y estilo de aprendizaje. Es fuente
de datos para evaluar la preocupación, facilitar la comunicación y verificar la
información dada por los padres, maestros y otros que refieren al niño(a) (Sattler,
1992). Contribuye a generar hipótesis, a responder preguntas como qué grupo
beneficiaría a un niño(a) en particular o cómo puede modificarse el salón para
mejorar su conducta o qué tipo de intervención, dónde y en qué momento es la
más oportuna, así como a desarrollar métodos para monitorear el progreso de la
intervención.

De esta forma, las observaciones permiten realizar juicios necesarios para


la toma de decisiones de evaluación e intervención. Con este fin, como señala
Sattler (1992), el observador debe desarrollar la sensibilidad, agudeza y capacidad
de percepción para comprender la conducta y sus atributos, distinguir una
conducta de otra, estar atento a los detalles más pequeños reaccionar con rapidez
y registrar las muestras de conducta. El observador identifica, registra, clasifica
con objetividad los eventos a medida que ocurren o poco después. Para esto debe
partir de la planificación rigurosa y precisa de la observación.

La observación sistemática debe ser planificada, ideada considerando: 1.


qué se observará, 2. cuándo y cómo se observará, 3. quién observará y 4. método
y tipo de registro de datos a utilizar.

1. En cuanto a qué se observará es importante la identificación de la


conducta y su definición en términos objetivos de forma de realizar una
observación válida y confiable. En función de garantizar la objetividad de los
términos se deben identificar los atributos de la conducta de interés referidos a
características observables. En caso de términos inferenciales es necesario que
se escojan expresiones objetivas de estos, por ejemplo: cooperación: prestar o
compartir algún útil con un compañero. Los atributos definidos deben ser claros,
inequívocos y completos. Es decir deben ayudar a reconocer cuándo se presenta
la conducta, a distinguirla de otras similares y que precise los limites de lo que se
va a observar (Kazdin, 1994).

En ocasiones es difícil decidir que se va a observar pues, el motivo de


referencia es amplio, confuso o se posee poca información ante lo cual es
necesario realizar observaciones preliminares o registros anecdóticos, entrevistas
y listas de verificación para determinar cuál es la conducta a observar más
concretamente. La observación preliminar provee información de los atributos de
la conducta, de las posibilidades de la modificación del ambiente y permite
desarrollar un código que guíe las observaciones más específicas. A este fin se
pueden utilizar categorías globales y generales de codificación.

Un lineamiento clave para la identificación y definición de la conducta es


que cuando un niño ha sido referido por un problema particular no se debe enfocar
exclusivamente el problema. Al menos al inicio se tratará de obtener un registro
completo y comprensivo de la conducta del niño(a) y del comportamiento de otros
niños y adultos de su entorno. Así como señala Nay (1979, c. p. Guevara 1998)
esto brinda la oportunidad de observar otras conductas potencialmente
importantes, coloca a la conducta problema en el contexto de otras y permite que
se evalúe el comportamiento del niño referido en el contexto de la conducta de
otro individuo en ese ambiente. Lo que permite valorar con mayor precisión la
conducta del niño.

Asimismo, varias preguntas ayudan a ésta valoración: ¿Es la conducta


peligrosa para el niño o para otros?, ¿interfiere con la ejecución académica?,
¿interfiere con la integración social, con la interacción parental o con los limites o
comunicación?, ¿cuánto interfiere el desenvolvimiento del niño?, ¿qué
consecuencias positivas o negativas produce?

2. En relación a cómo y cuándo observar, es necesario especificar la


situación y condiciones en las cuales se van a realizar la observación: en qué
contexto, durante qué actividad o tarea y con qué frecuencia, pues esto puede
condicionar los resultados de la observación. Sin embargo, mientras menos
información se posea se debe observar todos los aspectos de la ejecución del niño
en término de su funcionamiento total en variedad de tareas y contextos. Esto
prestando atención a los contrastes entre la conducta del niño en diversas tareas y
en diversa situaciones: estructuradas y no estructuradas, formales y no formales.
Por supuesto, los resultados de estas observaciones previas y otras informaciones
serán útiles para luego decidir el o los períodos y contexto definitivo en los cuales
se debe conducir las observaciones más concretas. Incluso en circunstancias en
que hay impedimentos para observar en contextos naturales se pueden preparar
situaciones para asegurarse que se presentara la conducta y se pueda registrar
(Kazdin, 1994). Esto tomando en cuenta consideraciones de orden práctico y
ético.

De aquí que al tomar decisiones relacionadas al contexto y condiciones hay


que entender que no hay criterios únicos, sino que tiene que considerar: cantidad
y precisión de la información que se posee, el tipo de información requerida, cuál o
cuáles son los momentos y situaciones donde resulta más significativo realizarlas,
oportunidades de observación y la edad del niño.

Al decidir el tiempo de los períodos de observación, es de utilidad


considerar el observar durante diferentes momentos del día. No obstante, es
necesario destacar que la selección de las ocasiones para el muestreo de
conducta debe hacerse de acuerdo con su representatividad, oportunidad y
características. Pues, el fracaso para obtener una muestra representativa de la
conducta conduce a generalizaciones y decisiones incorrectas. De acuerdo a
Sattler (1992) el mejor procedimiento para la recolección de datos representativos
es contactar con la fuente de referencia acerca de cuándo y dónde se presenta
con mayor frecuencia la conducta de interés y observar en esas ocasiones. Otra
recomendación básica es que los períodos de observación deben mantenerse
estables y bajo las mismas condiciones. Asimismo, para garantizar la recolección
de datos representativos es recomendable incluir un período de adaptación para
controlar los efectos reactivos de los observadores, de forma que los niños se
acostumbren a la presencia de estos antes de iniciar la fase definitiva de la
recolección de datos (Guevara 1998).

3. Quien realiza la observación depende del objetivo, del tipo de datos


requeridos, clase de conducta, recursos disponibles y ambientes (Labrador,
Cruzado y Muñoz (1999) En base a esto puede ser el mismo especialista o los
padres, maestros, el mismo niño u otro adulto. Es necesario partir de que la
selección y entrenamiento de observadores debe permitir lograr registros
confiables, controlar la reactividad y evitar sesgos.

4. Es necesario precisar cómo se observará: método, tipo de registro y


sistema de codificación. A fin de la selección de métodos de observación y registro
se examinan posibilidades, conveniencia y adecuación. La selección depende del
objetivo de la observación, de las características del comportamiento observado,
tipo de definición, dimensión, atributo o dato conductual que se intenta medir y
registrar, contexto(s) donde se desarrolla la observación, número de niños o de
condiciones que deben observarse y registrarse en un mismo periodo de
observación y consideraciones de orden práctico (tiempo y costo) y ético.

Al considerar todos estos elementos se seleccionan los métodos de registro


que van desde los que describen secuencias de conductas hasta aquellos
diseñados para facilitar observaciones de sólo una o unas cuantas conductas y
eventos. También se selecciona el sistema de codificación, que especifica las
categorías que se utilizaran en el registro de observaciones, por ejemplo,
categorías como son: conductas agresivas o pasivas o conducta en la tarea y
fuera de ésta.

El sistema de codificación además de describir el tipo de conducta, se


diseña para describir varias dimensiones importantes de dichas conductas
(frecuencia, duración, intensidad y/o latencia) y el modo como éstas se relacionan
con los factores en el ambiente. El mejor sistema depende del objetivo como fue
señalado. La guía en la selección o diseño del sistema de codificación son las
preguntas que se deseen responder con la observación y la manera en que el
sistema ayude a responder éstas preguntas.

Para la selección o diseño del método de registro se consideran entonces


los atributos de la conducta en estudio. Atributos que determinan cuáles métodos
tienen la posibilidad de asegurar que se observará y calificará la conducta.
Entonces para la selección se parte de las propiedades de los fenómenos
conductuales (los atributos de la conducta a observar) expresados en sus
aspectos cuantificable o dimensiones e identificación de unidades de medida de
éstas. Así, las preguntas claves son ¿cuáles son las dimensiones o características
de la conducta infantil que serán observadas y medidas?, ¿cómo serán medidas
las dimensiones de la conducta? (Guevara, 1998).

La selección de las dimensiones de las conductas a medir no son


necesariamente excluyentes, se pueden medir varias a la vez. Esta selección
depende de:
 Objetivo de la observación.
 Condiciones de orden práctico: costo, tiempo y recursos.
 Definición de la conducta de interés
 Limitaciones físicas y sociales impuestas por el contexto donde se va a realizar
la observación.
 Selección de la estrategia más fácil de acuerdo a las características propias del
sistema de observación y registro.
 Obtención de datos válidos, precisos y confiables.
 Selección de una medida que garantice sensibilidad, precisión y relevancia de
los datos:
Sensibilidad: capacidad de la medida de reflejar los cambios.
Precisión: cuan exactamente están estimados los valores verdaderos de las
dimensiones. El tiempo de observación debe ser lo suficientemente
prolongado para garantizar la obtención de valores representativos.
Relevancia: selección y medida de dimensiones que muestren variaciones
concomitantes con lo que hace el observador.
 Utilidad.

Los métodos y sistemas de registro más comunes y unidades de medida


son:
 Observación anecdótica:
El observador registra todo lo observado acerca de la conducta del
individuo o del grupo, no necesita un marco temporal específico, ni códigos o
categorías específicas. Este tipo de registro describe los eventos sin recurrir a
procedimientos cuantitativos. Refiere básicamente, como señala Sattler (1992),
qué se ha observado hacer al niño y cómo hace qué, lo que implica importantes
claves para el significado de la conducta y condiciones de vida. Además se
describe la escena, personas en el ambiente y acción que ocurre en el momento.
Se emplea un lenguaje descriptivo cotidiano en la narración, explica el qué, cómo
y cuándo de la ocurrencia y qué rasgos del ambiente ayudan o dificultan su
ocurrencia. Por ejemplo en una observación de 15´ el observador registra la
conducta, juegos, con quien jugaba, que dice y así sucesivamente. El producto de
esta observación probablemente es una descripción narrativa en la cual pueden
ser identificadas las conductas objetivo.
En suma los diferentes autores sugieren incluir los siguientes aspectos
(Zirpoli y Melloy, 1993, Sattler, 1992, Guevara, 1998): un registro descriptivo de
la conducta del niño y los factores de la situación que la afectan, un registro
descriptivo del contexto y momento del día, personas significativas y sus
interacciones con el niño y las actividades y eventos que ocurren. Esta información
ayuda a identificar conductas inapropiadas y apropiadas, condiciones ambientales
y patrones de interacción inadecuados.
En cuanto al método de registro este puede realizarse mediante
grabaciones o reporte escrito. En el caso del reporte escrito se debe cuidar de
escribir el evento tan pronto como sea posible después de que ocurra, registrar
verbalizaciones importantes de modo tan preciso como sea posible, conservar la
secuencia del episodio y describir en lugar de interpretar. De esta forma se busca
controlar sus limitaciones: puede perder algunas conductas críticas, difícil de
validar y menor precisión y objetividad pues los observadores pueden incluir sus
interpretaciones.

Ejemplo a
Observación Anecdótica:
Clase Observada: Matemáticas Lugar: Salón de Clases
N º de alumnos: 32 Fecha: 3 / 12 / 97 Hora: 10 am
– 10:20 am

El salón de clases es amplio, posee adecuada ventilación. J está sentado en la primera


fila, en el lado izquierdo del salón cerca de la puerta. La maestra provee instrucciones a los
alumnos para la realización de unos ejercicios. J dice: “que fastidio” y comienza a ejecutarlos antes
que la maestra termine de dar la instrucción.

Durante la actividad J mira con frecuencia a su alrededor. Un compañero se para a


preguntar; él detiene su actividad, le sigue con la mirada, le hace un comentario, el compañero le
sonríe y va a su pupitre. J retoma la actividad. Pocos segundos después se para, camina al
extremo opuesto del salón, la maestra le dice que vuelva a su puesto y le pregunta “qué haces”. J
le responde que “voy a pedir un sacapuntas prestado a una compañera” y mientras tanto conversa.
La maestra lo mira y sigue hablando con otro niño. J continúa conversando camina, se detiene,
gira. La maestra llama su atención “J” y le pregunta: “y entonces J “, él responde “ya voy maestra”
y continúa hablando. Vuelve a su pupitre a realizar la actividad ante un nuevo llamado de la
maestra, está vez más enérgico. Dos minutos después dirige la mirada a su morral, revisa, saca y
mete objetos, hace ruidos y luego mira a los compañeros. Interrumpe a la compañera de atrás,
sonríe, le hace algún comentario, ésta bromea y continúa con su actividad. J reinicia la actividad.
Dirige la mirada al techo, se para, minutos después se sienta en su pupitre. Un compañero, que
está sentado en el extremo opuesto del salón, está hablando. J se voltea para hablar con este, el
compañero le responde, ríe y hace gesto de empuñar la mano. La maestra les llama la atención, J
retoma la actividad. Una profesora entra al salón y conversa con la maestra cerca de la puerta. J
abandona la actividad, mira a las maestras, se para, se les acerca e interrumpe, saluda a la
profesora, esta le responde y sonríe. J hace un comentario no relacionado con la actividad ni la
situación, la maestra lo manda a sentar. Retoma la actividad y luego comienza a manipular una
pequeña regla que tiene en el pupitre, la hace girar de un lado a otro y sonríe.

La maestra pregunta si terminaron la actividad y antes de ella terminar de hablar J se paró


a entregarle su cuaderno. La maestra toma el cuaderno, lee y le pregunta si termino y él le señala
que no. Ante lo cual la maestra responde “bueno terminas después del recreo”. Los alumnos salen
al receso.
Ejemplo b
Qué pasó antes Conducta (J) Qué pasó después
La maestra provee instrucciones a
los alumnos para la realización de
unos ejercicios.
Dice: " que fastidio " y comienza a
ejecutar los ejercicios antes de la
maestra terminar de dar la
instrucción.
Durante la actividad mira con
frecuencia a su alrededor. No hay corrección de parte de la
maestra.
Un compañero se para a preguntar.
Detiene su actividad, le sigue con la
mirada, le hace un comentario.
El compañero sonríe y sigue a su
Retoma la actividad. puesto.
Pocos segundos después se para,
camina al extremo opuesto del salón.

 Frecuencia:
Es la medida del número de ocasiones de ocurrencia de una conducta durante
un período de observación. Una condición para usar el registro de frecuencia es
que la conducta tenga un inicio y un final claro. Además, el período de observación
debe ser constante para poder comparar un conteo de frecuencia con otro en un
período. En caso que el período de observación no siempre sea constante el
conteo de frecuencia no es recomendable. Zirpoli y Melloy (1993) señalan otra
precaución que se refiere al número de oportunidades de la conducta, por
ejemplo: 5 de 5 o 4 de 5. Si no se conoce el número de oportunidades para el
logro entonces resulta confuso. Así 8 de 10 es diferente nivel de ejecución que 8
de 20. Por último, Kazdin (1994) recomienda que la frecuencia solo puede ser
usada cuando cada ocurrencia de la conducta toma una cantidad relativamente
constante de tiempo en cada ejecución.
Una alternativa útil cuando los períodos de observación no son constantes y
varían en duración es el cálculo de la proporción. Es decir la frecuencia de una
conducta dividida por el número de minutos u horas de tiempo de observación. La
medida permite comparar la frecuencia de conducta a través de períodos de
observación, incluso si la duración del período varía de día a día. Un ejemplo de
Zirpoli y Melloy (1993) lo ilustra adecuadamente, si un niño patea su pupitre 12
veces durante un período de 1 hora su proporción por minuto es de 0.020 (12/60
= 0.020). La proporción del primer minuto es comparable con la del segundo
período de observación, dada la diferencia en la duración del período de
observación fue necesario manejarla por el cálculo de la proporción. Por otro lado,
si solo se reporta la frecuencia de 6 patadas por día y 12 al segundo día un
observador puede concluir incorrectamente que el niño se levantó el doble el
segundo día.
Ejemplos de registros de frecuencia son:
a. .
Nombre: Lugar:
Conducta: Observador:

Fecha Período de Frecuencia de conducta


observación

b.
Nombre: Observador:
Lugar: Fecha:
8 a 8:30 11 a 11:30 Total
Levantarse del asiento
Interrumpir
Hablar

c.
Nombre: R. Lugar: salón de clase
Observador: Niño de comparación: L.
Los números indican las veces que presentaron la conducta, a la izquierda de la diagonal R y a izquierda L

Conducta Día Período de observación Total

9 a 9:30 10 a 10:30 11 a 11:30


Responde agresivamente a
sus
3/0 4/1 2/0 9/1
compañeros

Rehúsa cumplir las


2/0 2/0 3/0 7/0
instrucciones
Habla constantemente 4/2 3/1 ½ 8/2
Responde con conductas
negativistas: no sé, no quiero,
2/1 3/0 3/0 8/1
no responde.

Se distrae con facilidad ½ 1/3 1/1 3/6

 Duración:
Se refiere al tiempo total o porcentaje de tiempo durante el cual un niño
ejecuta una conducta. Es una medición útil cuando el foco de interés es la
cantidad de tiempo que un niño ejecuta una conducta o la variabilidad del lapso de
una serie de respuestas. La duración es una dimensión significativa en conductas
como: berrinches, escuchar o trabajar en una tarea. Por ejemplo, si un niño tiene
un berrinche de 60 minutos un día y 5 minutos otro día, la información de que el
niño tiene un berrinche cada día no provee una imagen clara del niño (Zirpoli y
Melloy, 1993). En este ejemplo, la duración de la conducta de berrinche tiene una
disminución significativa de un día a otro. Esto no se notaría si no se midiera la
duración.
Hay dos tipos de registros de duración: duración total y duración de
respuesta. La duración total se refiere a la cantidad de tiempo total que el niño
ejecuta una conducta durante un período de observación. Por ejemplo si un niño
tiene dos berrinches durante una hora de observación y cada uno dura 5 minutos
la duración total fue 10 minutos. La duración total es útil cuando interesa la
cantidad total de tiempo que un niño está en actividad o ejecutando la conducta en
un período específico de tiempo o actividad. También la duración total puede ser
usada para estimar el porcentaje total de tiempo de observación en el cual el niño
participa en una actividad, por ejemplo si un niño trabaja en una tarea 30 minutos
de un período de 45 minutos, se puede decir que el niño estuvo en actividad un
66, 6% del período de clase (Zirpoli y Melloy, 1993). La duración de respuesta es
el tiempo que demora cada instancia de respuesta particular.
Registro de Duración:
Nombre: Lugar: Fecha:
Conducta: Observador:
Periodo Hora de comienzo de la Hora de fin de la Tiempo total
conducta conducta

 Latencia:
Es definida como el tiempo que tarda en aparecer una conducta desde que
se produjo la causa que la originó, es decir es la cantidad de tiempo que toma a un
niño comenzar una conducta una vez que le ha sido dada una instrucción para
realizar una tarea o ejecutar una conducta. El registro de latencia es útil cuando se
está preocupado por la participación o conducta del niño para seguir instrucciones.
Cuando se trabaja con niños que no participan el objetivo es reducir el período de
latencia a un nivel aceptable (5 a 10 segundos) (Sattler, 1992). Además, hay
oportunidades en que se quiere incrementar los períodos de latencia. Un ejemplo,
común es el niño que responde incorrectamente a las instrucciones del maestro
debido a que comienza la actividad antes que el profesor culmine. También los
niños que responden anticipadamente a preguntas del profesor sin darse tiempo
para pensar y que los puede llevar a cometer muchos errores debido a sus cortos
períodos.
Son registros de latencia:
a.
Nombre: Lugar:
Conducta: Observador:
Actividad Tiempo que inicia la respuesta luego de la instrucción

b.
Nombre: Lugar:
Conducta: Observador:

Actividad Hora en que ocurre el Hora de inicio de la Tiempo entre uno y


evento o instrucción respuesta luego de la otro
instrucción
 Intensidad o Magnitud:
Medida que implica fuerza o intensidad. Se refiere a la fuerza de una
conducta. Es una medida útil con conductas tales como agresividad, berrinches,
respuesta verbal y otros movimientos corporales. En cuanto al llanto a veces
además de frecuencia y duración puede quererse medir intensidad. Así, un niño
que llora por 5 minutos cada mañana con medidas de frecuencia y duración
pudiera mostrar poco progreso. Sin embargo, la medida de la intensidad puede
registrar un cambio. Las medidas de intensidad son estimadas basadas sobre una
escala cualitativa predeterminada o una más objetiva un aparato automatizado
usado para medir intensidad de conducta. Ejemplos de escalas son:

Muy Fuerte - Fuerte - Débil - Muy Débil


Leve - Moderado – Severo - Muy Severo
Muy Bullicioso - Bullicioso - Callado - Muy Callado

Un sistema de registro relacionado es el denominado por Sattler (1992)


registro de calificaciones que consiste en valorar la conducta en base a una
escala.
Son ejemplo de registros de intensidad los siguientes:

A.
Nombre:
Fecha Num. Horas Hizo esquemas Aprovecho el tiempo

Tu tarea consiste en anotar cada día el número de horas que dedicas al estudio, si haces o
no esquemas mientras estudias y el grado en que has aprovechado el tiempo, siendo (+) bien
aprovechado, (=) regular aprovechamiento, (-) mal aprovechado.

B.
Nombre:

Actividad Inicia la Se mantiene Completa la Calidad de


actividad actividad actividad ejecución
1 2 3 4

La escala de la calidad de ejecución es de 1 deficiente a 4 excelente.


C. Tarjeta de Autoevaluación:
Nombre:

Conductas Deficiente
Excelente
Puntos: _____
1. Sentado 0 0 1 1 2 2 3 3 4 4 5 5 Puntos: _____
Bono: _____

Total: _____
Puntos: _____
2. Mantenerse 0 1 2 3 4 5
en la tarea Bono: _____

Total: _____

Puntos: _____
3. Seguir 0 1 2 3 4 5
Instrucciones Bono: _____

Total: _____

Tomada de Barlow y Hersen (1988)


Escala de Auto-Evaluación
5 Excelente Logra la conducta en todo el intervalo. 100% de precisión. No necesita de
recordatorios.
4 Muy bien Se mantiene en la conducta el 90% de las veces. Requiere de una sola advertencia
para regresar a la conducta requerida.
3 Bueno Se mantiene en la conducta 80% de las veces durante el intervalo. Necesita de dos
advertencias.
2 Regular Se mantiene parcialmente en la conducta. Se desempeña entre un 60 a 80% de
precisión. Necesita tres advertencias.
1 Pobre Se desempeña entre un 0 y 60% durante el intervalo. Requiere más de tres
advertencias.
0 Deficiente No realizó la conducta.

 Registro de intervalo:

Referido a la división de un período de observación específico en intervalos


iguales de pequeños períodos de tiempo. El registro de intervalo es útil para la
observación de conductas que no tienen un principio y fin evidentes, y que ocurren
con frecuencia por ejemplo: hablar, leer, jugar entre otras. El observador entonces
indica si la conducta ocurrió o no ocurrió durante cada intervalo.

En el diseño de los registros de intervalo debe considerarse que la duración


del intervalo se debe dirigir al inicio y terminación de la conducta bajo observación.
Una duración apropiada disminuirá al mínimo las distorsiones de las secuencias y
frecuencias de conductas. Los intervalos cortos son preferibles para conductas
que duran poco tiempo como hacer ruido, molestar a otros niños. Los intervalos
largos son útiles para conductas que duran mucho tiempo, como discutir en
exceso, ver televisión.

Los intervalos de observación pueden ser continuos o alternos


(observación/ no observación). En los continuos se anota la ocurrencia de la
conducta en cada intervalo resultando útil para registrar varias conductas y/o de
varios niños.

Registro de Intervalo:
Nombre Lugar Fecha Observador
Conducta
Hora de inicio 9: 00. Hora de culminación 9:10.
Períodos de observación: intervalos de 30”
Clave: marque “+” en el intervalo si la conducta ocurre; marque “-“ en el intervalo si la conducta no ocurre.

1 2 3 4 5 6 7 8 9 0 11 12 13 14 15 16 17 18 19 10

Tomado de Zirpoli y Melloy (1993)

Al final del registro el observador puede calcular el porcentaje de intervalos


en que ocurre la conducta y en que no ocurre. Esto dividiendo el nº de intervalos
en que ocurre (+) entre el número de intervalos en que no ocurre (-).

Existen varios tipos de registros de intervalo:

 Intervalo parcial: se registra si la conducta ocurre o no alguna vez durante


el intervalo con independencia de cuánto dura o del número de ocasiones
en que ocurre dentro del intervalo. La frecuencia o duración de la conducta
no es monitoreada. La utilidad es particular para las conductas que ocurren
con fugacidad.

 Registro de intervalo total: el observador registra la ocurrencia solamente si


la conducta estuvo presente a través de todo el intervalo. Entonces la
duración de la conducta es monitoreada.
 Tiempo muestra: en éste el observador registra la conducta observada al
final del intervalo. Por ejemplo, si un observador está monitoreando a una
niña la conducta de estar en la tarea, el observador la mira al final de cada
intervalo y registra positivo si está en la tarea o negativo si no está. Es un
tipo de registro apropiado cuando se monitorean conductas que tienen
alguna duración por ejemplo, estar o no en la tarea, hablar. Así también
para la observación de grupos de niños. Zirpoli y Melloy (1993) describen
como ejemplo que para cinco niños se establece un ciclo de observación de
50 segundos, donde se observa a cada uno de los niños al final de cada
intervalo de 10 segundos dentro del ciclo de 50 segundos. Esta variante es
útil con conductas que ocurren con frecuencia moderada pero constante. El
tiempo total de observación puede ser significativamente menor que en el
registro de intervalo total o parcial dado que el observador requiere mirar al
niño solo al final del intervalo. Además, los intervalos en este tipo de
registro son usualmente minutos.
En el registro de tiempo muestra hay que considerar dos precauciones.
Primero, los intervalos en este tipo de registro son usualmente cortos, esto
se debe a que si los intervalos son muy largos la cantidad de conductas
observadas disminuye y es probable que los datos sean poco consistentes
con la ocurrencia actual de la conducta. Por esto Sattler (1992) recomienda
que los intervalos no excedan a 5’. Segundo, si el niño conoce que el
observador está monitoreando su conducta y que lo está mirando al final de
un intervalo específico de tiempo puede modificar su conducta y por tanto,
puede que no sea registrada al final del intervalo. Sattler (1992) también
plantea opciones para manejarlo: mantener la longitud del intervalo en
secreto, usar otros registros de intervalo en lugar de tiempo muestra o
variar la longitud del intervalo.
La decisión de usar un registro de intervalo parcial o total es del
observador. El intervalo parcial es preferido para conductas de corta duración
(golpear) mientras el registro de intervalo total es apropiado para conductas que
ocurren con una duración amplia (fuera de la tarea, hablar). En la selección del
tipo de registro existe otra precaución a considerar: el registro de intervalo parcial
tiende a sobreestimar las medidas continuas y el de intervalo total a subestimar
(Sattler, 1992). El registro de tiempo muestra es útil para monitorear la conducta
de varios niños o varias conductas al mismo tiempo.

Ejemplo de registro de Intervalo:


En este ejemplo, se observa un niño referido por presentar mala conducta
en el colegio, ser agresivo, inquieto, molestar a sus compañeros y desobediente. A
fin de valorar su conducta se selecciona un compañero para control durante la
observación. En el registro de los resultados se emplea el Código de Observación
en el salón de Clases, una modificación del código Stony Brook (Sattler, 1992).
En el sistema de codificación (registro) se consideran intervalos de 15” los cuales
son señalados por un reloj, seguidos de pausas para registrar la conducta. Se
observa al niño durante tres periodos. Cada periodo de una duración de 6’ y
consistente de 24 intervalos de observación. Durante los periodos se registra si
participa o muestra las categorías de conducta descritas en el Cuadro. Las
conductas que no tienen límite de tiempo se codifican en cuanto surgen en el
intervalo. Las categorías por tiempo se codifican solo si realiza la conducta por
más de 15” consecutivos por ejemplo fuera de la tarea. Entre los períodos se
realiza observación pero sin registrar la conducta.

Es importante que no se registra cuando el niño está fuera del asiento por
petición del docente, trabaja en el pizarrón, cuando recibe instrucciones
individualizada por parte del maestro, cuando no hay tarea asignada o cuando
está fuera del salón.
1 2 3 4 5 6 7 8
J X MG X I X X I MM MM X Le llaman MM X X I
la atención
A MM
J X MM X I MM X MM XI MM X MG X MM X
Saca la
A lengua
MM
J I X MM MM X MGv X MM I MG X X MG MG X
Llaman la
A atención MM X
J MGv X MG X FS FS X MM X X MG X I
de un lado Ruido ruido físico
A a otro físico
J X I MM MM X I MM X X MM X MM MG X MM I X
le Balanceo
A MM MM preguntan en el
pupitre
J X MM X MM MM I X X MG X MG Entrega MG I X
llaman la sin termi
A atención Nar
J MG I X MM X MG I MM X MG X I MM I X MM I X
Deja la Se
A MM reglita pregun apresura a Llaman la MM I
Instrucción Ta copiar atención
fecha X
J MG X FS X FS MM MG MG X MG X MG X I
Manda a Durante
A hacer una instrucción Escribe
carta ... ya la parado
hice..
Nº de intervalos: 64
MM: 26  41 % (J) I: 19  30% (J) X: 49  77% (J) FS: 4  6 % (J)
5  8% (A) 1  2% (A) 2  3 % (A) 0  0 % (A)

MG: 17  27 % (J) MG: 4  6 % (J)  MG: 33% (J)


0  0 % (A) 0  0 % (A)

Categorías De Codificación:
Interferencia (I): conducta, ruido verbal o físico que perturbe
Fuera de la Tarea (X): después de iniciar la tarea atiende a estímulos diferentes (manipular,
atender a objetos o personas, se para del asiento cesa la conducta.
No Obediencia (NO): fracaso por parte del niño en seguir instrucciones. No inicia la conducta.
Movimientos Motores Menores (MM): vigilar conductas que son indicativas de inquietud e
intranquilidad. Se refiere a movimientos con el trasero, de mecimiento cuando está en su asiento,
cuando mueve el trasero mientras se encuentra en posiciones no erectas fuera de su asiento.
Arrodillarse, acuclillarse.
Motor Grueso (MG) puede ser:
Conducta Motora Gruesa (MG): dejar el asiento, pararse, caminar
Actividad Motora Vigorosa (MG): actividad motora vigorosa cuando no está en su asiento, o lo
abandona repentinamente, saltar, correr, girar, hacer acrobacia.
Conducta Fuera De La Silla (FS): conducta prolongada fuera de la silla.
Agresión Física (A): agresión física a otra persona o propiedad
Amenaza o Agresión Verbal: hacia niños (AN) hacia el maestro (AM)
Solicitación del Maestro (S): iniciada por el niño dirigida a obtener atención del maestro
Ausencia de Conductas (AC): ausencia de conductas inapropiadas.
BIBLIOGRAFÍA:
Guevara María Teresa (1994) La observación como estrategia básica para el
estudio de la conducta infantil. Fondo Editorial de Humanidades y Educación. UCV
Caracas
Kazdin, Alan (1994). Modificación de la conducta y sus aplicaciones Prácticas.
Manual Moderno. Segunda edición. México
Labrador, F., Cruzado, J. Y Muñoz M. (1999) Manual de técnicas de modificación y
terapia de conducta. Ediciones Pirámide
Sattler, Jerome (1992) Assessment of Children. Publisher, Inc. San Diego,
California
Zirpoli, Thomas y Melloy, Kristine (1993) Behavior Management. Aplications for
Teachers and Parents. Macmillan Publishing Company. New York

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