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República Bolivariana de Venezuela

Ministerio del Poder Popular Para la Defensa

Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas

UNEFA, Caracas-01S-2410D1

ORIGE
N DEL
HOMB
RE
Docente:

Gertrudis Aponte
Integrantes:

Britney Bonaldy C.I:29.555.226

Miguel Jimenez C.I: 29.923.221

Deiber Balza C.I: 29.504.321

9 de Junio del 2021


Introducción

La evolución de la sociedad humana es un problema que genera cierta


incertidumbre y confusión para muchas personas, especialmente cuando se
habla del origen de los humanos, pues existen una serie de supuestos que
nos dicen cómo fueron creados los humanos, o en algunos casos Los
primeros habitantes de esta tierra evolucionó. Hablar de este tema nos
permite seguir la serie de tiempos, eventos que nuestros antepasados
necesitaban vivir para evolucionar y llegar a la sociedad actual. Se dice que
para llegar a la actual "sociedad de la información" hay muchos caminos que
pueden partir de las comunidades primitivas, seguir avanzando hacia la
esclavitud y luego hacia el feudalismo, el capitalismo y el socialismo para
llegar a la era contemporánea.

La evolución, el proceso de cambio a lo largo del tiempo, es una pista que


conecta la enorme diversidad del mundo biológico. Una gran cantidad de
evidencia muestra que la tierra tiene una larga historia, y todos los seres
vivos, incluidos los humanos, han emergido de formas más tempranas y
primitivas durante este proceso histórico. Esto significa que todas las
especies son descendientes de otras especies; en otras palabras, todos los
seres vivos tienen un ancestro común en el pasado lejano. Por tanto, los
organismos son el resultado de su historia.

Una serie de evidencias llevaron a Darwin a concebir las ideas que


constituyen la columna vertebral de la evolución contemporánea. El concepto
de genes de Mendel, pero Darwin no lo sabía permite comprender cómo se
originan, preservan y pasan las mutaciones de una generación a la siguiente .
Origen del hombre

Teorías: El origen del hombre o antropogénesis, referido al origen o


comienzo de la especie humana actual, remite a dos teorías muy distintas.
En la antigüedad y durante la mayor parte de la historia de la humanidad, la
visión mítica y religiosa, la antropogonía, fue la más aceptada a pesar de no
contar con pruebas físicas, y concibe, en general, el origen como un acto de
voluntad de uno o varios dioses. Gracias al desarrollo de la ciencia se
produjo un cambio de visión y el punto de vista mayoritario es el de la visión
científica que sitúa a la especie como una más en la evolución biológica de
los organismos de la Tierra, aunque los detalles de este origen y evolución
son sujeto de estudio e investigación constante de las múltiples disciplinas
científicas partícipes.

Ahora si bien ya se mencionó antes las teorías sobre el origen del hombre se
dividen en las religiosas y las científicas empezaremos a enfocar la primera
mencionada:

Creacionismo: es la creencia religiosa de que el universo y la vida se


originaron de actos concretos de creación divina. Y la cual podemos ver que
se divida en cuatro.

Creacionismo clásico: Los creacionistas clásicos niegan la teoría de la


evolución biológica y, especialmente, lo que se refiere a la evolución
humana, además de las explicaciones científicas sobre el origen de la vida.
Por esto rechazan todas las pruebas científicas (fósiles, geológicas,
genéticas, etc.). En el creacionismo clásico de origen cristiano se hace una
interpretación literal de la Biblia y se sostiene la creación del mundo, los
seres vivos y el cataclismo del Diluvio Universal tal como está descrito en el
Génesis, sin pretender concretar de manera científica el origen de las
especies.
Creacionismo contemporáneo: A diferencia del creacionismo clásico, en el
creacionismo más reciente se trata de utilizar igualmente fundamentos de
carácter no religioso a partir de descubrimientos o conocimientos de
disciplinas pertenecientes a las ciencias naturales, que se tratan de presentar
como si fueran pruebas científicas contra la teoría de la evolución. Se habla
así de creacionismo «científico», nombre que le dan sus partidarios. Sin
embargo, a diferencia de las ciencias naturales, en este tipo de creacionismo
no se sigue el método científico y no se producen hipótesis fálsales. Debido a
estos hechos, el creacionismo científico no logra reunir totalmente en
ninguna de sus formas las características de una teoría científica, y por ello
la comunidad científica relacionada con el tema lo describe sólo como una
proposición pseudocientífica.

Por otra parte, este tipo de creacionismo contemporáneo trata de desdibujar


la distinción entre hecho evolutivo (parentesco y transformación de las
especies a lo largo del tiempo) y teoría de la evolución (síntesis evolutiva
moderna o «neodarwinismo»), englobándolo todo con el término
«evolución», «evolucionismo» o «darwinismo», y descalificándolo como «una
simple teoría» (jugando con el doble significado de la palabra teoría en el
habla común y en las ciencias naturales).

Diseño inteligente: Otra forma más sutil de este tipo de creacionismo es el


diseño inteligente, movimiento que no suele hacer explícita su motivación
religiosa. Su principal actividad consiste en negar en mayor o menor medida
la validez e importancia de las explicaciones evolutivas sobre el origen de las
estructuras biológicas, para concluir que es necesaria su creación por
intervención directa de un ser inteligente. El diseño inteligente es presentado
por sus seguidores como una alternativa al neodarwinismo pero, al no
formular hipótesis contrastables, no cumple los requisitos del método
científico y es considerado una forma de pseudociencia.
Creacionismo proevolución: Las formas de creacionismo nombradas
anteriormente son consideradas formas de «creacionismos antievolución»
porque requieren la intervención directa de un creador. Además de este tipo
de creacionismo, existe el «creacionismo proevolución» expresado en el
creacionismo evolutivo y en una postura filosófica llamada evolución teísta; el
creacionismo proevolución cree en la existencia de un creador y un
propósito, pero sí acepta que los seres vivos se han formado a través de un
proceso de evolución natural. Esta forma de creacionismo no interfiere con la
práctica de la ciencia, ni es presentada como una alternativa al
neodarwinismo, sino como un complemento filosófico o religioso a la teoría
de la evolución.

Pasando de esta manera a las teorías científicas que serían las siguientes:

El origen del hombre, desde el punto de vista científico, interesa a diversas


disciplinas: biología, biología evolutiva, genética, antropología física,
paleontología, estratigrafía, geocronología, arqueología, antropología,
Historia y lingüística.

Lamarckismo o herencia de los caracteres adquiridos: Aunque la ciencia la


ha superado, la teoría del naturalista francés Jean-Baptiste Lamarck
conocida como lamarckismo, fue la primera teoría de la evolución biológica.
Fue expuesta en su libro Philosophie zoologique (1809) y se la llama también
teoría de la herencia de los caracteres adquiridos.

Quedará refutada cuando a principios del siglo XX la formulación de la


barrera Weismann mostró la imposibilidad de transferencia de información
entre la línea somática y la germinal: los caracteres desarrollados por el
individuo durante su vida no se transmiten vía genética.

Síntesis evolutiva moderna: La síntesis evolutiva moderna, teoría sintética o


neodarwinismo pretende la integración de la teoría de la evolución de las
especies por selección natural de Charles Darwin, la teoría genética de
Gregor Mendel como base de la herencia biológica, la mutación genética
aleatoria como fuente de variación y la genética de poblaciones matemática.
Las figuras importantes en el desarrollo de la síntesis moderna incluyen a
Thomas Hunt Morgan, R. A. Fisher, Theodosius Dobzhansky, J. B. S.
Haldane, Sewall Wright, William Donald Hamilton, Cyril Darlington, Julian
Huxley, Ernst Mayr, George Gaylord Simpson y G. Ledyard Stebbins.

Teoría de la evolución por selección natural de Darwin: La idea básica de


la evolución biológica es que las poblaciones y las especies de organismos
cambian con el tiempo. Hoy en día, cuando pensamos en evolución,
tendemos a relacionar esta idea con una persona: el naturalista británico
Charles Darwin.

Darwin definió la evolución como "descendencia con modificación", la idea de


que las especies cambian a lo largo del tiempo, dan origen a nuevas
especies y comparten un ancestro común.

El mecanismo que Darwin propuso para la evolución es la selección natural.


Debido a que los recursos son limitados en la naturaleza, los organismos con
rasgos heredables que favorezcan la supervivencia y la reproducción
tenderán a dejar una mayor descendencia que sus pares, lo que hace que la
frecuencia de esas características aumente a lo largo de varias
generaciones.

La selección natural hace que las poblaciones se adapten o se vuelvan cada


vez más adecuadas a su entorno con el paso del tiempo. La selección
natural depende del medio ambiente y requiere que existan variaciones
heredables en un grupo.

El término humano, en el contexto de su evolución, se refiere a los individuos


del género Homo. Sin embargo, los estudios de la evolución humana
incluyen otros homininos, como Ardipithecus, Australopithecus, etc. De esta
manera, el estudio específico de la evolución humana es el estudio del linaje,
o clado, que incorpora a todas las especies más cercanas al humano
moderno que al chimpancé, el pariente vivo más próximo. Las evidencias
moleculares y paleontológicas han permitido estimar que el ancestro común
entre Homo sapiens y Pan troglodytes, vivió en África hace entre cinco y
siete millones de años. A partir de esta divergencia, dentro del linaje
hominino continuaron emergiendo nuevas especies, todas ellas extintas
actualmente a excepción de Homo sapiens.

¿Qué es la teoría de Darwin?

La teoría de Darwin es un conjunto de fórmulas científicas propuestas y


desarrolladas por el naturalista británico Charles Darwin (1809-1882), que
explica el origen de la diversidad de la vida y el papel de la selección natural
en el proceso de evolución. Este conjunto de estudios y fórmulas se recogen
en diversas obras de su autor y se denomina teoría del origen de las
especies, también conocida como darwinismo. Contrariamente a la creencia
popular, Charles Darwin no es el autor de la teoría de la evolución y la teoría
de la evolución ya existe. Sin embargo, fue él quien hizo una de las
aportaciones más importantes al mismo, lo que llevó a la formación de la
teoría contemporánea de la evolución: la selección natural.

El conjunto de teorías científicas que propuso el darwinismo fue producto de


los largos viajes de Darwin por el mundo a bordo de la embarcación Beagle.
Se plasmó en el libro El origen de las especies, publicado en 1859, que
revolucionó para siempre numerosos campos científicos y del saber.
Más que una única teoría, se trata de un conjunto de disquisiciones
científicas interrelacionadas, cuyos fundamentos pueden resumirse en tres
puntos clave:

El transformismo: Se llama así al hecho comprobable de que las especies


no son órdenes fijos e inmutables de la vida, sino que van cambiando de
manera gradual a lo largo del tiempo. Por eso durante años se llamó
“transformismo” a lo que hoy conocemos como “evolucionismo”.

La diversificación y la adaptación de la vida: Las distintas especies de


seres vivientes que hay o que hubo, son producto del empeño de la vida en
adaptarse a las condiciones ambientales en que vive, como parte de una
lucha por prosperar y multiplicarse, superando las adversidades. De allí se
puede concluir que todas las especies poseen un ancestro común, y que por
lo tanto están en algún grado emparentadas (filogenia) entre sí y con un
antepasado común remoto.

La selección natural: Dicha adaptación de la vida al entorno se produce


debido a lo que Darwin llamó “selección natural”, y que es el resultado de dos
factores: por un lado la variabilidad natural que los individuos de una especie
heredan a su descendencia, para que ésta se encuentre mejor adaptada al
entorno; y por otro lado la presión que sobre dichas variaciones ejerce el
ambiente, distinguiendo entre las especies exitosas que se reproducen y
multiplican, y las no exitosas que disminuyen hasta extinguirse.

La teoría de Darwin se mantiene vigente a pesar de algunas inexactitudes y


desconocimientos característicos de la época. Se trata en el fondo de una
aproximación materialista al hecho de la vida, en la que no hay cabida para
ideas religiosas o mágicas como las del alma o el espíritu.
Por esa razón fue combatida durante años por las distintas iglesias
occidentales. Sin embargo, finalmente su mayoría reconoció la
indiscutibilidad de la evidencia y actualizaron sus credos para entender la
evolución como parte de la obra divina.

Biografía

Darwin fue un científico británico, quien sentó las bases de la teoría moderna
de la evolución con su concepto del desarrollo de todas las formas de vida a
través del proceso lento de la selección natural. Su trabajo tuvo una
influencia decisiva sobre las ciencias de la vida y de la tierra, y sobre el
pensamiento moderno en general.

Nació en Shrewshury, Shropshire, Inglaterra, Darwin fue el quinto hijo de


una familia inglesa rica y sofisticada. Después de graduarse de la escuela en
Shrewsbury en 1825, Darwin fue a la universidad de Edinburgh a estudiar
medicina. En 1827 se salió y entró a la universidad de Cambridge para
preparándose para convertirse un ministro de la iglesia de Inglaterra. Allí
conoció a dos figuras: el geólogo Adam Sedgwick, y el naturista John
Stevens Henslow. Henslow no solamente le ayudó a ganar más confianza en
sí mismo, sino que también enseñó a su alumno a ser un observador
meticuloso y cuidadoso de los fenómenos naturales y a ser un coleccionista
de especímenes. Después de graduarse de Cambridge en 1831, Darwin de
22 años fue invitado a bordo del barco inglés de investigación HMS Beagle,
por la amplia recomendación de Henslow, como un naturalista sin pago en
una expedición científica alrededor del mundo.

Teorías De Darwin

Teoría de la evolución:Darwin propuso que las especies cambian con el


tiempo, que las especies nuevas provienen de especies preexistentes y que
todas las especies comparten un ancestro común. En este modelo, cada
especie tiene su propio conjunto de diferencias genéticas en relación con su
ancestro común, las cuales se han acumulado gradualmente durante
periodos de tiempo muy largos. Eventos de ramificación repetidos, en los que
las nuevas especies se desprenden de un ancestro común, producen un
"árbol" de muchos niveles que une a todos los seres vivos.

Darwin se refirió a este proceso, en el que los grupos de organismos


cambian en sus características heredables a lo largo de generaciones, como
"descendencia con modificaciones". Hoy en día, lo llamamos evolución. El
boceto de Darwin que se ve arriba ilustra esta idea y muestra cómo una
especie puede ramificarse en dos a lo largo del tiempo, y cómo este proceso
puede repetirse muchas veces en el "árbol genealógico" de un grupo de
especies emparentadas.

La selección natural: Es importante destacar que Darwin no solo propuso


que los organismos evolucionaban. Si ese hubiera sido el inicio y el fin de su
teoría, Darwin también propuso un mecanismo para la evolución: la selección
natural. Este mecanismo era elegante y lógico, y explicaba cómo podían
evolucionar las poblaciones de tal manera que se hacían más adecuadas
para vivir en sus entornos con el paso del tiempo.

El concepto de selección natural de Darwin está basado en varias


observaciones fundamentales:

 Los rasgos a menudo son heredables. En los seres vivos, muchas


características son hereditarias o pasan de padres a hijos. (Darwin
sabía que esto sucedía, si bien no sabía que los rasgos se heredaban
mediante genes).
 Se produce más descendencia de la que puede sobrevivir. Los
organismos son capaces de generar más descendientes de los que su
medio ambiente puede soportar, por lo que existe una competencia
por los recursos limitados en cada generación.

 La descendencia varía en sus rasgos heredables. La descendencia en


cualquier generación tendrá rasgos ligeramente distintos entre sí
(color, tamaño, forma, etcétera), y muchas de estas características
serán heredables.

Basado en estas sencillas observaciones, Darwin concluyó lo siguiente:

En una población, algunos individuos tendrán rasgos heredables que les


ayudarán a sobrevivir y reproducirse. Los individuos con los rasgos
ventajosos dejarán más descendencia en la siguiente generación que sus
pares, dado que sus rasgos los hacen más efectivos para la supervivencia y
la reproducción.

Debido a que los rasgos ventajosos son heredables y a que los organismos
que los portan dejan más descendientes, los rasgos tenderán a volverse más
comunes en la siguiente generación.

En el transcurso de varias generaciones, la población se adaptará a su


entorno.

El modelo de Darwin de evolución mediante selección natural le permitió


explicar los patrones que vio durante sus viajes. Por ejemplo, si las especies
de pinzones de las Galápagos compartían un ancestro común, tenía lógica
que tuvieran mucho parecido entre ellas. Si los grupos de pinzones habían
estado aislados en islas separadas durante muchas generaciones, cada
grupo se habría visto expuesto a un ambiente diferente en que el que se
habrían favorecido distintos rasgos heredables, como los diferentes tamaños
y formas de los picos para aprovechar distintas fuentes de alimento. Estos
factores pudieron conducir a la formación de especies distintivas de cada
isla.

Darwin y las leyes de Mendel Teoría Moderna

Darwin publicó en 1858 su teoría de que los seres vivos son


el resultado de procesos selectivos que han actuado sobre las variaciones
hereditarias que han ido apareciendo durante la historia de nuestro planeta.
Pero Darwin en ese momento no tenía una idea clara de cómo se heredan
tales variaciones y así lo confiesa en El Origen. De hecho en el primer
capítulo decía: “Las leyes que rigen la herencia son, en su mayor parte,
desconocidas”.

Por ello siguió pensando e investigando sobre el asunto de la herencia. Así


que diez años después, en el año 1868, aprovechando la publicación de otra
extensa obra,” La Variación de los animales y plantas bajo domesticación”,
antes de las conclusiones finales, incluyó un capítulo, el 27, que tituló “La
hipótesis provisional de la Pangénesis ” que versa sobre cómo ocurre la
herencia según su punto de vista. Según esta hipótesis, los distintos órganos
y tejidos de los seres vivos emiten a lo largo de todas sus vidas unas
especies de partículas con información de sus características, él las llamo
gémulas, que viajan por el torrente circulatorio hasta los órganos y tejidos
encargados de la reproducción. Y allí tras la fecundación se produciría una
unión-interacción entre las gémulas de los dos progenitores, por lo que el
resultado final es que los descendientes heredan una mezcla de las
características de ellos en sus distintos componentes.

Esta hipótesis de la herencia es muy diferente de la propuesta por Mendel


dos años antes, según la cual la herencia queda determinada por la
existencia de unos “factores” (genes los llamamos ahora) en las células
reproductivas que se transmiten a la descendencia sin mezcla, y de forma
independiente los que están detrás de una característica de los que están
detrás de las otras.

Darwin en su hipótesis sobre la herencia no citó en ningún momento los


experimentos y conclusiones de Mendel. Se ha dicho que Mendel le envío
una separata de su artículo. Pero en su archivo no se ha encontrado tal
documento. Así que “nos quedamos con las ganas” de saber lo que pensaba
Darwin de los experimentos y conclusiones de Mendel sobre la herencia, ni
tampoco sobre sus objeciones con respecto al origen de las variaciones. En
cambio, sí tenemos pruebas de las opiniones de Mendel sobre la pangénesis
de Darwin, y no eran muy favorables.

Pensamiento Filosófico

La antropología científica y la antroposofía son dos disciplinas que coinciden


en un objeto material el cual es la preocupación acerca del hombre sin
embargo la antroposofía busca en el hombre sólo las causas primeras
mientras que la antropología investiga el ser humano únicamente sus
principios próximos o causas segundas. Por otra parte, aquí podemos notar
que la antroposofía cumple 3 papeles los cuales son: la antroposofía en su
papel de juez que esta se encarga de la metafísica de la existencia humana
también tenemos a la antroposofía en su papel de rectora. Las antropologías
especiales desarrollan sus demostraciones a partir de ciertos principios o de
ciertos datos que no pueden aclarar ni defender. Y es cuando interviene la
antroposofía en su papel de defensora.

Sin embargo, Aristóteles nunca llego a delinear una verdadera antroposofía,


pero sí creo una forma aristotélica el cual nos dice: que el hombre en cuanto
tal, tiene una estructura «fundamental» y la antroposofía como ciencia
consistirá en la inquisición de estas primalidades del hombre.

Por otra parte, también algunos de los que investigaron sobre la antroposofía
dijeron que Por encima de la biología está el espíritu. Más allá del organismo
está el hombre. A este saber del ser humano se llega por la vía del espíritu.
Pero como el hombre es el punto de contacto entre la tierra y el cielo, el
itinerario prosigue hasta arribar a Dios. «Una antropología -ha dicho con
razón José Gaos- no puede ser acabada si no acaba en teología. No tanto
no podemos empezar a hablar de Dios sino hablando primero de nosotros
mismos, no podemos hablar de nosotros mismos sino hablando, por último,
de Dios».

Por otro lado, nos vamos a la evolución del ser humano o también conocido
como la evolución del hombre, a menudo se dice que el ser humano proviene
del mono, pero en términos científicos eso no es exacto. Ya que en términos
científico nos dice que es preferible decir que somos parientes lejanos de los
chimpancés.

La evolución de la especie humana se inició hace al menos 6 millones de


años. En ese período, una población de primates del noroeste de África se
dividió en dos linajes que pasaron a evolucionar independientemente

• El primer grupo se remontaba en el ambiente de la selva tropical y


originó los chimpancés.

• El segundo grupo se ha adaptado a los entornos más abiertos, tales


como las sabanas africanas, dando lugar a Homo sapiens. Por eso, el
continente africano es llamado de cuna de la humanidad.

En un principio, los antepasados del ser humano tienen pocas cualidades


semejantes, pero, cuanto más nos acercamos al homo sapiens, mayores son
las semejanzas. Como por ejemplo hay 6 distintas especies antepasadas las
cuales son:

• Australopithecus

Se consideran los primeros homínidos de nuestro planeta y, por lo tanto,


antepasados del ser humano. La mayor diferencia de estas especies con
otros primates de la misma época es su posición erguida, su capacidad de
movimiento bípeda y la posesión de una mandíbula parecida a la nuestra.

Los Australopithecus dominaron su territorio durante millones de años, hasta


que una serie de eventos les hizo evolucionar hacia dos tipos de especies.
Los Paranthropus, que basaron su alimentación en la ingesta de vegetales, y
los Homos, los cuales tenían una dieta basada en la carne. De las dos
especies nos interesa mucho más la de los Homos, siendo nuestros
antepasados.

• Homo habilis
Uno de los primeros Homos, habitando el planeta hace alrededor de 2,4
millones de años. Se caracteriza por ser capaz de crear instrumentos simples
de piedra, por un aumento craneal respecto al Australopithecus y por ser
capaz de caminar de forma bípeda mucho mejor que sus antecesores.

• Homo rudolfensis

Una especie tan parecida al Homo habilis que muchos estudiosos consideran
que realmente son la misma especie, habitando en épocas parecidas en el
planeta. Se diferencia del Homo habilis en una cara más plana y en la
presencia de caninos más grandes.

• Homo erectus

Esta especie fue descendiente del Homo habilis, viviendo entre 1.8 millones
de años y 300.000 atrás. El Homo erectus fue capaz de salir de África,
cruzando a otros continentes como Europa. Se caracterizaba por ser capaz
de crear instrumentos mucho más complejos que los del Homo habilis.
También fue una de las primeras especies de Homo en socializar con otros
seres de su misma clase.

• Homo neanderthalis

Los conocidos como neandertales, siendo una de las especies más


conocidas por la gente. Se cree que pudiera ser descendiente del Homo
erectus. Esta especie estaba caracterizada por una gran habilidad para la
creación de herramientas y otros artículos que las anteriores especies no
eran capaces de fabricar.

• Homo sapiens

Todas estas especies fueron evolucionando, teniendo cada vez cualidades


más parecidas a las nuestras, y tras millones de años consiguieron
evolucionar hasta convertirse en nuestra especie, los Homo sapiens. Los
Homo sapiens fueron capaces de extenderse por todos los continentes,
siendo mucho más habilidosos que las anteriores especies y creando
herramientas que incluso los neandertales eran incapaces de fabricar.

Bibliografía de Mendel

Gregor Mendel nació el 20 de julio de 1822 en un pueblo llamado


Heinzendorf (hoy Hynčice, en el norte de Moravia, República Checa) en la
provincia austriaca, y fue bautizado con el nombre de Johann Mendel. Tomó
el nombre de padre Gregorio al ingresar como fraile agustino, el 9 de octubre
de 1843, en el convento de agustinos de Brünn (conocido actualmente como
Brno) y sede de clérigos ilustrados. El 6 de agosto de 1847 fue ordenado
sacerdote.4 En 1849 realizó un examen con intención de ingresar como
profesor en una escuela secundaria en Znaim (actualmente conocida como
Znoimo), pero suspendió. En 1851 ingresó a la Universidad de Viena donde
estudió historia, botánica, física, química y matemática. Allí comenzaría
diversos análisis sobre la herencia de los guisantes.

Mendel inició sus experimentos eligiendo dos plantas de guisantes que


diferían en un carácter, cruzó una variedad que producía semillas amarillas
con otra que producía semillas verdes; estas plantas forman la llamada
generación parental (P).

Como resultado de este cruce se produjeron plantas que producían nada


más que semillas amarillas, repitió los cruces con otras plantas de guisante
que diferían en otros caracteres y el resultado era el mismo, se producía un
carácter de los dos en la generación filial. Al carácter que aparecía lo llamó
carácter dominante y al que no, carácter recesivo. En este caso, el color
amarillo es uno de los caracteres dominantes, mientras que el color verde es
uno de los caracteres recesivos.

Las plantas obtenidas de la generación parental se denominan en conjunto


primera generación filia
Platón: Bases filosóficas políticas sociales Influencias en la actualidad

La filosofía de platón es una filosofía fundamentada en el mundo de las


ideas, esto es lo central de ella, sin embargo, platón habla también de
cosmología, antropología, psicología, sociedad, política, ética. Entre otras.

La teoría de las Ideas representa el núcleo de la filosofía platónica, el eje a


través del cual se articula todo su pensamiento. No se encuentra formulada
como tal en ninguna de sus obras, sino tratada, desde diferentes aspectos,
en varias de sus obras de madurez. Por lo general se considera que la teoría
de las Ideas es propiamente una teoría platónica, pese a que varios
estudiosos de Platón, como Burnet o Taylor, hayan defendido la tesis de que
Plaón la había tomado directamente de Sócrates.

El dualismo sensible/inteligible: Una de las primeras consecuencias que


se ha extraído de esta presentación tradicional de la teoría de las Ideas es,
pues, la "separación" entre la realidad inteligible, llamada también mundo
inteligible y la realidad sensible o mundo visible que aboca a la filosofía
platónica a un dualismo que será fuente de numerosos problemas para el
mantenimiento de la teoría, y que Aristóteles señalará como uno de los
obstáculos fundamentales para su aceptación.

Lo inteligible: En cuanto a las Ideas, en la medida en que son el término de


la definición universal representan las "esencias" de los objetos de
conocimiento, es decir, aquello que está comprendido en el concepto; pero
con la particularidad de que no se puede confundir con el concepto, por lo
que las Ideas platónicas no son contenidos mentales, sino objetos a los que
se refieren los contenidos mentales designados por el concepto, y que
expresamos a través del lenguaje. Esos objetos o "esencias" subsisten
independientemente de que sean o no pensados, son algo distinto del
pensamiento, y en cuanto tales gozan de unas características similares a las
del ser parmenídeo.

Las Ideas son únicas, eternas e inmutables y, al igual que el ser de


Parménides, no pueden ser objeto de conocimiento sensible, sino solamente
cognoscibles por la razón. No siendo objeto de la sensibilidad, no pueden ser
materiales. Y sin embargo Platón insiste en que son entidades que tienen
una existencia real e independiente tanto del sujeto que las piensa como del
objeto del que son esencia, dotándolas así de un carácter trascendente.
Además, las Ideas son el modelo o el arquetipo de las cosas, por lo que la
realidad sensible es el resultado de la copia o imitación de las Ideas.

Lo sensible: Por su parte la realidad sensible se caracteriza por estar


sometida al cambio, a la movilidad, a la generación y a la corrupción. El
llamado problema del cambio conduce a Platón a buscar una solución que
guarda paralelismos importantes con la propuesta por los filósofos
pluralistas: siguiendo a Parménides hay que reconocer la necesaria
inmutabilidad del ser, pero la realidad sensible no se puede ver reducida a
una mera ilusión. Aunque su grado de realidad no pueda compararse al de
las Ideas ha de tener alguna consistencia, y no puede ser asimilado
simplemente a la nada. Es dudoso que podamos atribuir a Platón la intención
de degradar la realidad sensible hasta el punto de considerarla una mera
ilusión.

La teoría de las Ideas pretende solucionar, entre otros, el problema de la


unidad en la diversidad, y explicar de qué forma un elemento común a todos
los objetos de la misma clase, su esencia, puede ser real; parece claro que la
afirmación de la realidad de las Ideas no puede pasar por la negacia
concepción del hombre en Platón está también inspirada en la teoría de las
Ideas. El hombre es el resultado de una unión "accidental" entre el alma,
inmortal, y el cuerpo, material y corruptible, dos realidades distintas que se
encuentran unidas en un solo ser de modo provisional, de tal modo que lo
más propiamente humano que hay en el hombre es su alma, a la que le
corresponde la función de gobernar, dirigir, la vida humana. Tanto la
concepción del alma como la de sus funciones en relación con el cuerpo
sufrirán diversas modificaciones a lo largo de la obra de Platón, aunque se
mantendrá siempre la afirmación de su unión accidentaron de toda realidad a
las cosas.

Sócrates Bases filosóficas políticas sociales: Se argumenta que Sócrates


cree que "los ideales pertenecen a un mundo que solo los sabios pueden
comprender", lo que hace que los filósofos sean la única persona apta para
gobernar a los demás. En el diálogo de Platón "República", Sócrates se
opuso abiertamente a la democracia dirigida por Atenas después de
convertirse en adulto. En su opinión, la democracia ateniense no alcanzó la
cúspide del gobierno ideal representado por el régimen perfecto dirigido por
filósofos. Sin embargo, el "Sócrates de la República" de Platón puede estar
influenciado por las propias opiniones de Platón. En los últimos años de la
vida de Sócrates, Atenas cambiaba constantemente debido a la agitación
política. La democracia fue finalmente derrocada por el gobierno militar de
los Treinta Tiranos, dirigido por Critias, pariente de Platón, que era estudiante
y amigo de Sócrates.

Diferencias entre Platón y Aristóteles: Se dice que la historia del


pensamiento no es más que una serie de notas a pie de página en las
obras de Platón y Aristóteles. De hecho, este argumento no deja de
tener razón. No cabe duda de que tanto el maestro como el aprendiz
son los dos pensadores más influyentes de la historia, y una gran
parte de las teorías filosóficas creadas en los siglos posteriores se
basan o nacen directamente. , De sus pensamientos. Si el
racionalismo y las teorías idealistas no pueden entenderse sin Platón,
a los empiristas les sucederá la misma situación que a Aristóteles.
Durante más de dos mil años, estos dos gigantes pensadores han
estado marcando la dirección de Occidente.

1. En el cuadro de Rafael La escuela de Atenas, Platón señala hacia


arriba. Con el dedo apunta al lugar donde, en su opinión, reside el
mundo verdadero, el de las ideas. Para Aristóteles, el mundo
verdadero es el sensible, y la esencia de las cosas no reside en un
mundo separado, sino en ellas mismas, en su materia y su forma. Por
ello, en el mismo cuadro, él señala hacia abajo. Para Aristóteles, el
mundo verdadero es el mundo sensible

2. Respecto a la concepción divina, Platón habla de un principio


ordenador o demiurgo. Aristóteles, de un motor inmóvil, principio de
todo movimiento sin estar sometido a movimiento alguno.

3. Su estilo de escritura se diferencia mucho. Platón, con una hermosa


forma y a través de Diálogos (cuyo protagonista no suele ser otro que
su maestro, Sócrates), va abordando los distintos problemas del ser.
Para llegar a ese punto, Aristóteles ha hecho inventario de todo ser
viviente en sus tratados y así, con afán sistemático, abordará los
diversos campos del saber universal.

4. Para Platón, el alma es inmortal. Y la unión del alma y el cuerpo es


antinatural, una lucha constante entre sus diversas partes. Aristóteles
defiende una unión natural y esencial del cuerpo y el alma, de la forma
y la materia que conforman el ser humano. Platón considera que la
unión del alma y el cuerpo es antinatural, degenerando en una lucha
constante entre ambas partes

5. Al hablar de justicia, ambos acercan bastante sus posturas. Platón


afirma de ella que es el resultado de que cada una de las partes del
alma realice su función tal y como le corresponde. Aristóteles también
ve en ella una virtud general, una virtud de virtudes: la justicia, que
posee el hombre que alberga en sí mismo todas las demás.

6. De los regímenes políticos, Platón afirma que el más perfecto es la


aristocracia, el gobierno de los mejores. La tiranía y la democracia se
encontrarían entre los más imperfectos. Aristóteles distingue tres:
monarquía, aristocracia y democracia, según el número de
gobernantes –uno, varios o la mayoría–. Y defiende que todos ellos
pueden ser buenos cuando el poder se ejerce de forma justa.

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