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Origen de la vida

Analizamos cuál es el origen de la vida y las diversas teorías que intentaron responder esa
pregunta. Además, qué dice la ciencia.
El origen de la vida es uno de los misterios que siempre acompañó a la humanidad.
¿Cuál es el origen de la vida?
La pregunta respecto a cuál es el origen de la vida ha acompañado al ser humano desde los
inicios de la civilización misma, y es uno de los grandes misterios universales que la ciencia
se ha empeñado en resolver.
Pero no ha sido fácil conseguirle explicación a un fenómeno que nos antecede como especie
por muchos miles de millones de años, y de la cual hemos visto, por ende, apenas un
porcentaje muy reciente.
Las civilizaciones antiguas, dotadas de un carácter profundamente religioso, atribuyeron
siempre a sus dioses la creación del cosmos, de la Tierra y de la vida misma, a través de
distintos mitos cosmogónicos. Estos relatos mitológicos podían tener puntos en común, o
diferenciarse sustancialmente conforme a la cultura que los imaginó.
Semejantes puntos de vista fueron paulatinamente descartados por el pensamiento
empírico y científico, que sostenía la existencia de alguna explicación lógica y comprobable,
a la cual pudiera accederse mediante la experimentación y el conocimiento teórico.
Los grandes avances en anatomía, química, genética y sobre todo los estudios de Louis
Pasteur (1822-1895), Charles Darwin (1809-1882) y Alexander Oparin (1894-1980) jugaron
un rol mayúsculo en comprender que, necesariamente, todos los seres vivos provienen de
otro ser vivo previo que los engendró.
Hoy en día, la ciencia y la tecnología con que contamos nos han permitido buscar una
explicación satisfactoria en la múltiple evidencia biológica del mundo, tanto la moderna y
observable a simple vista, como la antiquísima que compone el registro fósil.
Aunque contamos con una explicación científica más o menos completa, sustentada en
abundante evidencia empírica, sigue habiendo preguntas y cuestiones sin responder, que
mantienen a los científicos en vilo.
A continuación, veremos un repaso de las principales teorías sobre el origen de la vida que
surgieron en la historia de la humanidad.
Teoría de Darwin
Te explicamos qué es la teoría de Darwin, cómo explica el origen de las especies y la
selección natural. Además, quién fue Charles Darwin.
La teoría de Darwin explica la evolución y la diversidad biológica.
¿Qué es la teoría de Darwin?
La teoría de Darwin es el conjunto de formulaciones científicas propuestas y desarrolladas
por el naturalista de origen británico Charles Darwin (1809-1882) que explica el origen de
la diversidad de vida y el rol de la selección natural sobre el proceso evolutivo.
A este conjunto de estudios y formulaciones, recogido en diversas obras de su autoría, se
les conoce como Teoría sobre el origen de las especies y también como el darwinismo.
Al contrario de lo que se piensa, no fue Charles Darwin el autor de la teoría de la evolución,
que ya existía previamente. Sin embargo, fue él quien realizó uno de los más importantes
aportes a la misma, que condujeron a la formulación de la teoría evolutiva contemporánea:
la selección natural.
Darwin llamó selección natural al efecto de la presión ambiental y de la competencia con
otras especies por los recursos disponibles. Este fenómeno es la fuerza que desencadena el
cambio evolutivo y que, por lo tanto, da origen a las distintas especies de seres vivientes.
El conjunto de teorías científicas que propuso el darwinismo fue producto de los largos
viajes de Darwin por el mundo a bordo de la embarcación Beagle. Se plasmó en el libro El
origen de las especies, publicado en 1859, que revolucionó para siempre numerosos
campos científicos y del saber.
Más que una única teoría, se trata de un conjunto de disquisiciones científicas
interrelacionadas, cuyos fundamentos pueden resumirse en tres puntos clave:
El transformismo. Se llama así al hecho comprobable de que las especies no son órdenes
fijos e inmutables de la vida, sino que van cambiando de manera gradual a lo largo del
tiempo. Por eso durante años se llamó “transformismo” a lo que hoy conocemos como
“evolucionismo”.

La diversificación y la adaptación de la vida. Las distintas especies de seres vivientes que


hay o que hubo, son producto del empeño de la vida en adaptarse a las condiciones
ambientales en que vive, como parte de una lucha por prosperar y multiplicarse, superando
las adversidades. De allí se puede concluir que todas las especies poseen un ancestro
común, y que por lo tanto están en algún grado emparentadas (filogenia) entre sí y con un
antepasado común remoto.
La selección natural. Dicha adaptación de la vida al entorno se produce debido a lo que
Darwin llamó “selección natural”, y que es el resultado de dos factores: por un lado la
variabilidad natural que los individuos de una especie heredan a su descendencia, para que
ésta se encuentre mejor adaptada al entorno; y por otro lado la presión que sobre dichas
variaciones ejerce el ambiente, distinguiendo entre las especies exitosas que se reproducen
y multiplican, y las no exitosas que disminuyen hasta extinguirse.
La teoría de Darwin se mantiene vigente a pesar de algunas inexactitudes y
desconocimientos característicos de la época. Se trata en el fondo de una aproximación
materialista al hecho de la vida, en la que no hay cabida para ideas religiosas o mágicas
como las del alma o el espíritu.
Por esa razón fue combatida durante años por las distintas iglesias occidentales. Sin
embargo, finalmente su mayoría reconoció la indiscutibilidad de la evidencia y actualizaron
sus credos para entender la evolución como parte de la obra divina.
Importancia de la teoría de Darwin

La teoría de Darwin cuenta con amplia evidencia científica que la respalda


El darwinismo fue un aporte científico revolucionario que sentó las bases para
prácticamente toda la biología contemporánea. Además, afectó a otras ciencias e incluso
campos del saber humanístico.
Sus preceptos fueron abrazados por científicos sociales de inicios del siglo XX. Por ejemplo,
se originó el Darwinismo social, doctrina que aspiraba a pensar el funcionamiento de las
sociedades en términos de selección natural, una idea central en el surgimiento del
fascismo europeo en el siglo XX.
Sin embargo, existe aún quienes pretenden desestimar el aporte del Darwinismo,
empleando para ello diversas pseudociencias o pretendiendo tacharla de ser “una teoría
más”.
En primer lugar, es importante comprende que una teoría científica no es una suposición
o una asunción más o menos informada, sino un conjunto de conceptos, abstracciones y
formulaciones comprobables que explican de la mejor manera posible, y de acuerdo a los
lineamientos del método científico, un hecho natural.
En consecuencia, las observaciones y las deducciones de Charles Darwin son la base de
gran parte de la síntesis evolutiva moderna y su conocimiento comprobado.
Biografía de Charles Darwin

Los viajes de Darwin en el HMS Beagle fueron indispensables para su teoría.


Charles Robert Darwin nació en Shrewsbury, Inglaterra, en 1809. Era hijo de un médico y
empresario acomodado, y fue criado en los preceptos de la iglesia anglicana y del libre
pensamiento.
Desde muy joven Darwin mostró talentos para la historia natural y pasión por la recolección
de ejemplares biológicos. Aprendió taxidermia, luego de que seguir los pasos de su padre
en la medicina le resultara una idea insoportable.
Fue enviado a Cambridge para estudiar letras y ordenarse como pastor. Sin embargo, en
1831 se embarcó en el HMS Beagle para cartografiar el sur americano, como parte de la
exploración de Robert FitzRoy. Este viaje fue clave en la vida de Darwin.
Las numerosas observaciones, dibujos y conclusiones que obtuvo de las costas de las
Azores, de Cabo Verde, Brasil, Uruguay, Argentina, Chile, Perú y Ecuador, así como luego de
Australia, Isla Cocos y Suráfrica le dieron una perspectiva fundamental de lo vasta y diversa
de la vida. Así obtuvo las claves para formular sus teorías científicas.
Los años siguientes los dedicó por completo a la elaboración de su obra y a la publicación
de numerosos manuscritos, a pesar de que en los últimos 22 años de vida sufrió importantes
padecimientos cardíacos. Finalmente murió en Kent, Inglaterra, el 19 de abril de 1882 y
recibió un funeral de Estado en la Abadía de Westminster. Charles Robert Darwin nació en
Shrewsbury, Inglaterra, en 1809. Era hijo de un médico y empresario acomodado, y fue
criado en los preceptos de la iglesia anglicana y del libre pensamiento.

La teoría creacionista

Las primeras teorías sobre el origen de la vida la adjudicaban a la voluntad divina.


Las primeras explicaciones que el ser humano se planteó respecto al origen no ya de la vida
solamente, sino también del universo, partían de su concepción religiosa del cosmos. Según
este punto de vista, existían deidades antiguas, creadoras, mantenedoras y destructoras del
universo, responsables de la creación de todo lo que existe y en especial de los seres vivos,
entre los cuales el ser humano ocupaba el lugar del hijo favorito.
Este abordaje se halla contenido a su manera en todos los grandes textos religiosos, como
la Biblia, el Corán, el Talmud, el Popol-Vuh, etcétera. En ellos, uno o varios dioses eran los
encargados de crear a la humanidad a partir de elementos inanimados, como el barro, el
maíz o la arcilla.
Al contrario de lo que podría pensarse, semejante punto de vista fue sostenido hasta
prácticamente la Edad Moderna, por las grandes religiones monoteístas y sus respectivas
iglesias, entre las cuales la Iglesia Católica jugó siempre un rol central en Occidente.

Según el dogma cristiano, la vida en la Tierra fue creada por Dios a lo largo de los siete
días que demoró en hacer el universo todo por voluntad propia. Así creó también al ser
humano: Adán, hecho de barro a su imagen y semejanza, y Eva, creada a partir de una
costilla de Adán. Dios creó sus cuerpos y creó sus almas, y les permitió reproducirse para
poblar y trabajar la Tierra, convirtiéndolos en señores del resto de los seres vivientes.
La generación espontánea

La teoría de la generación espontánea se basaba en la observación de materia orgánica.


La teoría de la generación espontánea surgió a medida que un pensamiento materialista y
menos guiado por la ortodoxia religiosa cristiana se imponía en Occidente, luego del
colapso del mundo feudal del Medioevo.
Sus raíces, sin embargo, se pueden hallar ya en diversos filósofos y naturalistas de la
antigüedad, como Aristóteles (384-322 a. C.), pero sus principales defensores fueron
pensadores como René Descartes (1596-1650), Francis Bacon (1561-1626), Isaac Newton
(1643-1727) y el naturalista belga Jean Baptista van Helmont (1580-1644).
Según esta teoría, la vida se originaba constantemente en la Tierra, de manera espontánea,
o sea, por sí misma, a partir de sustancias de desecho y excreciones, como el sudor, la orina,
el excremento y la materia orgánica en descomposición.
Inicialmente esta teoría explicaba así la aparición de moscas, piojos, escorpiones y ratas y
otros animales considerados pestes o plagas. Después fue confrontada con el hecho de
que dichos animales se reproducían y ponían huevos.
Además, a partir de los primeros descubrimientos en materia evolutiva, la teoría de la
generación espontánea sostuvo que sólo los microorganismos se generaban
espontáneamente, y a partir de ellos evolucionaba el resto de la vida.
La generación espontánea fue difícil de rebatir por la ciencia, ya que en el fondo era una
teoría que podía compaginarse con el creacionismo: si la vida aparecía espontáneamente,
podría decirse que era la mano invisible de Dios la que lo hacía posible.
¿Qué es la Teoría de la generación espontánea?
La Teoría de la generación espontánea fue el nombre que recibió la creencia de que ciertas
formas de vida animal y vegetal surgían de manera automática, espontánea, a partir de la
materia orgánica, la materia inorgánica o alguna combinación de ambas.

Esta teoría estuvo vigente por muchos siglos, desde la Antigüedad. Aunque es una hipótesis
que jamás pudo probarse científicamente, muchos creyeron comprobarla mediante la
observación directa.

Aristóteles, el filósofo griego, creía en esta teoría. También fue aceptada y sustentada por
pensadores del siglo XVII y XVIII como Sir Francis Bacon, René Descartes e Isaac Newton,
quienes desconocían el mundo de la microbiología. Aplicaba a las criaturas pequeñas
tenidas por plagas o parásitos, como moscas, piojos, garrapatas e incluso ratones.

La creencia era que si se dejaban en un recipiente los elementos correctos (digamos: ropa
interior sudada y trigo), se encontraría al cabo de cierto tiempo en su lugar algún tipo de
animales (digamos: ratones).

Esta teoría sobre el origen de la vida no contradecía la reproducción convencional, ya que


las criaturas obtenidas por generación espontánea eran tan perfectas e idénticas como las
nacidas de la reproducción sexual.

De este modo, podía sustentarse que, en la carne descompuesta, los excrementos o las
mismas entrañas del ser humano, se daban por generación espontánea diversas formas de
vida, en vez de pensar que de algún modo había éstas llegado hasta allí.
Refutación de la Teoría

Louis Pasteur diseñó un experimento para impedir la entrada de microorganismos.


La Teoría de la generación espontánea se refutó a través de tres experimentos específicos:
El experimento de Redi (1668). Llevado a cabo por Francesco Redi, médico italiano, quien
dudaba de que los insectos pudieran surgir espontáneamente de la putrefacción, y suponía
que en algún momento algún insecto adulto debía depositar huevos o larvas sobre la
materia en descomposición. Para comprobarlo ubicó tres trozos de carne en tres envases
distintos: uno de ellos abierto y los otros dos sellados con gasas que permitieran el ingreso
del aire al frasco pero no de las moscas adultas. Tras pasar el tiempo, hubo gusanos en la
carne expuesta y no en las selladas, aunque sí hallaron huevos de mosca sobre las gasas.
El experimento de Spallanzani (1769). Desarrollado posteriormente por el sacerdote
católico y naturalista Lázaro Spallanzani, fue una suerte de preludio a la pasteurización. El
italiano depositó caldo de carne en dos envases, luego de haberlos calentado a una
temperatura que matara a los microorganismos existentes y de haberla sellado
herméticamente en el envase. Así demostró que los microorganismos no nacen
espontáneamente de la materia, sino que provienen de otros microorganismos.
El experimento de Pasteur (1861). Desarrollado por el francés Louis Pasteur, padre de la
técnica de preservación de alimentos conocida como la pasteurización, consistió en la
introducción de caldo de carne en dos balones de destilación de boca larga y encorvada (en
forma de “S), que se va haciendo más fina conforme asciende. La forma del tubo permitía
la entrada de aire, pero hacía que los microorganismos se quedaran en la parte inferior del
envase, sin acceder a la carne. Así, calentó el caldo hasta esterilizarlo y simplemente esperó:
tras varios días, no hubo señales de descomposición, tras lo cual Pasteur procedió a cortar
la boca del envase y allí, al poco tiempo, sí se dio la descomposición, demostrando así que
los microorganismos provenían de otros microorganismos y que, en general, toda forma de
vida proviene de otra forma de vida que le antecede.
La teoría de la Panspérmica

La teoría de la panspermia sostiene que la vida proviene del espacio exterior.


Recién con los experimentos de Pasteur fue posible refutar esta teoría. Este químico francés
demostró la existencia de microorganismos en el aire que contaminaban las sustancias y las
hacían fermentar. Así se comprendió la imposibilidad de que la vida se generara
mágicamente.

Se conoce así a la teoría que propone que la vida tiene un origen extraterrestre. Fue una
explicación surgida a finales del siglo XIX, y que intentó responder a las dificultades para
explicar el tránsito químico entre materia inanimada y viviente (lo que el creacionismo
atribuía al “aliento divino” que insuflaba la vida).
Para ello, esta teoría afirma que la materia orgánica habría llegado al planeta en un cometa,
meteorito o algún otro tipo de transporte espacial, ya sea accidental (panspermia natural)
o voluntario (panspermia dirigida).
Esta postura ha sido muy criticada porque no responde realmente a la pregunta sobre el
origen de la vida, sino que desplaza la interrogante hacia el espacio desconocido.
Además, no responde a cómo pudieron los microorganismos originales sobrevivir a las
crueles condiciones del espacio exterior, si bien es cierto que algunas especies bacterianas
podrían “revivirse” en condiciones idóneas, luego de haber estado sometidas a rigores
medioambientales.
Esta teoría fue apoyada por el biólogo alemán Hermann Richter (1808-1876), el astrónomo
británico Fred Hoyle (1915-2001) y especialmente el científico sueco Svante August
Arrhenius (1859-1927), quien la popularizó al ganar el Premio Nobel de Química en 1903.
¿Qué es la Teoría de la Panspermia?
Te explicamos qué es la teoría de la Panspermia o el Panspermismo, cómo explica el origen
de la vida en la Tierra y quiénes la desarrollaron.

La teoría de la panspermia sostiene que la vida proviene del espacio exterior


¿Qué es la teoría de la panspermia?
La Teoría de la Panspermia o Panspermismo es una teoría que sostiene que la vida en el
planeta Tierra es de origen extraterrestre. Su nombre proviene del griego y se compone de
los vocablos pan (“todo”) y sperma (“semilla”). Fue enunciado por primera vez en 1865, por
Hermann Richter (1808-1876) y otros estudiosos de la biología.
Otros científicos que apoyaron esta teoría fueron el químico sueco Svante August Arrhenius
(1859-1927), ganador del Premio Nobel de Química en 1903, y el astrónomo inglés Fred
Hoyle (1915-2001), aunque fue el científico sueco quien más contribuyó con su difusión.
Existen dos posibles modelos hipotéticos de funcionamiento de esta teoría:
Panspermia natural. Propone que la vida llegó al planeta Tierra a través de meteoritos o
cometas provenientes del espacio, que impactaron en su superficie y la “contaminaron” con
las formas de vida primitiva, provenientes de otros astros.
Panspermia dirigida o artificial. Propone que la vida llegó a nuestro planeta como parte de
un proceso deliberado de transporte de microorganismos o incluso de seres vivientes, por
parte de algún tipo de entidad superior o de tecnología intergaláctica.
La Teoría de la Panspermia es controvertida y posee tanto indicios que podrían sustentarla,
como cuestiones que no logra resolver. Por un lado, se conocen las condiciones muy
adversas en que algunos tipos de bacterias logran no sólo sobrevivir, sino reproducirse,
como las extremófilas que habitan algunos de los lugares más inhóspitos de la Tierra.

Esto hace suponer, junto con la discutida evidencia de vida microbiana extraterrestre
hallada en el meteorito ALH84001 y en el meteorito Murchison, que las bacterias podrían
sobrevivir a las condiciones del espacio exterior y servir para colonizar planetas lejanos.
Sin embargo, esta teoría no permite explicar el origen mismo de la vida, sino que se limita
a pasar su responsabilidad a entidades extraterrestres de las cuales no se tiene ningún
indico de existencia. Semejante mecanismo de pensamiento se aleja mucho de lo
contemplado en el Método Científico y lo tomado en serio por la ciencia.

Teoría de Oparin
Te explicamos qué es la Teoría de Oparin sobre el origen de la vida y sus críticas al respecto.
Además, cómo es el esquema de esta teoría.

La Teoría de Oparin intenta explicar el origen de la vida en la Tierra primitiva.


¿Qué es la Teoría de Oparin?
Se conoce como Teoría de Oparin a la explicación propuesta por el bioquímico soviético
Aleksandr Ivánovich Oparin (1894-1980) para responder a la interrogante sobre el origen
de la vida, una vez rechazada del todo la teoría de la generación espontánea.
Oparin propuso que la vida habría aparecido gradualmente a partir del surgimiento de
sustancias complejas en la Tierra primitiva, a partir de la materia inanimada (abiogénesis).
Esta teoría fue presentada en 1922 a la sociedad botánica de Moscú, y aunque inicialmente
recibieron fuertes críticas y descrédito, fueron posteriormente corroboradas
experimentalmente. Gracias a ello en 1970 se eligió a Oparin como presidente de la
Sociedad Internacional para el Estudio de los Orígenes de la Vida.

La Teoría de Oparin aprovechó los conocimientos del científico en astronomía, a partir de


los cuales sabía que las atmósferas de otros planetas y astros existen sustancias como
amoníaco, metano e hidrógeno, que sirven de sustrato para obtener nitrógeno, carbono e
hidrógeno respectivamente: materiales que junto al oxígeno del agua y de la atmósfera
habrían servido de materia prima para la vida.
Esto, según Oparin, habría ocurrido gracias al calor de la Tierra primitiva y a la radiación
ultravioleta o las descargas eléctricas de la atmósfera, que brindaron la energía necesaria
para poner en marcha las reacciones moleculares que conducirían a los aminoácidos, los
enlaces peptídicos y eventualmente a las proteínas, suspendidas en coloides en la superficie
del planeta. Allí habrían surgido los coacervados, llamados luego probiontes.
Del coacervado a la célula
Continuando con la Teoría de Oparin, los coacervados habrían sido glóbulos estables de
proteínas mantenidas juntas por fuerzas electrostáticas, que tendían a autosintetizarse en
un medio rico en proteínas, azúcares y ácidos nucleicos.
Algunas de dichas proteínas habrían actuado como enzimas, catalizando (acelerando o
propiciando) la síntesis de nuevas macromoléculas de nucleoproteínas, precursoras del
material genético que hoy en día conocemos.
Los coacervados, entonces, habrían envuelto dichas nucleoproteínas y habrían formado
estructuras a su alrededor, hasta que eventualmente ciertos lípidos formaron pequeñas
membranas lipoprotéicas. Así habría nacido la primera protocélula, las primeras y más
rudimentarias formas de vida en el planeta.

Teoría de Lamarck
Te explicamos qué es la teoría de Lamarck sobre la evolución de los seres vivos, sus
errores y aciertos. Además, quién fue Jean-Baptiste Lamarck.

Lamarck fue el primero en proponer que las especies actuales provienen de otras.
¿Qué es la Teoría de Lamarck?
Se llama Lamarckismo o Teoría de Lamarck a la teoría científica sobre la evolución de las
especies, propuesta por el naturalista francés Jean-Baptiste Lamarck en su libro Filosofía
zoológica de 1809. Esta es la primera teoría evolucionista de la historia, antecesora
fundamental de la que propuso luego Charles Darwin en 1859.

En su obra, Lamarck hacía notar que las especies de seres vivos no eran inmutables, ni
parecían haber sido creadas espontáneamente, como se afirmaba en su época, sino que
probablemente habían evolucionado “por tanteos y sucesivamente” a partir de formas de
vida mucho más simples.
Para explicar esta transformación proponía la existencia de un mecanismo (que hoy en día
la biología considera imposible), y que suponía la capacidad de los seres vivos de trasladar
a sus herederos las características adquiridas al adaptarse a nuevos entornos.
Recordemos que en esa época no se conocía como hoy la existencia y el funcionamiento de
los genes. Tampoco se conocía el principio de la Barrera de Weismann, que establece que
la información genética va de los genes a las células y no al revés, o sea, que los seres vivos
no pueden editar a voluntad su código genético.

Y a raíz de este último principio, el Lamarckismo se consideró erróneo y fue desechado a


comienzos del siglo XX. Posteriormente, sin embargo, fue recuperado y reevaluado por
nuevas corrientes científicas que aspiran a demostrar que sus principios eran correctos.
La Teoría de Lamarck se conoció como “Transformismo”. Se apoyó sobre todo en la
existencia comprobable de especies extintas en el estrato geológico, cuyas semejanzas
estructurales con formas de vida contemporáneas eran notorias.
Entre estas células primitivas habría empezado a operar la competencia y la selección
natural, empujándolas hacia una carrera evolutiva que engendraría todas las formas de vida
conocidas hasta la fecha, en un proceso largo y complejo de cambio y adaptación a las
condiciones ambientales.

Importancia de la Teoría de Lamarck

Lamarck se basó en evidencia fósil de que especies antiguas se parecen a las actuales.
Las teorías de Lamarck surgieron en un contexto sumamente hostil, cuando los preceptos
evolucionistas estaban apenas asomándose como consecuencia de la aplicación del método
científico. En ese sentido, fueron incluso más revolucionarias que las del propio Darwin,
quien se fundamentó en los trabajos de Erasmo y del propio Lamarck.
De hecho, en la época de Lamarck las ciencias naturales se contentaban con la descripción
de los seres vivos. La aparición de su Filosofía zoológica marcó un punto de cambio que dio
como resultado la aparición de la biología moderna.
Biografía de Jean-Baptiste Lamarck

Jean-Baptiste Lamarck vivió en Francia entre 1744 y 1829.


Jean-Baptiste Pierre Antoine de Monet Chevalier de Lamarck nació en Bazentin, Francia, el
1 de agosto de 1744, en el seno de una familia noble y descendiente de militares. Tuvo una
educación jesuítica y se inició en las artes militares, participando en la batalla de
Villinghausen (1761) en la Guerra de los Siete Años.
Sin embargo, su verdadera vocación fue la ciencia, por lo que se formó en la medicina,
disciplina que no llegó a ejercer. Además, formó parte del Jardín des plantes hasta 1793,
cuando se convirtió en Museo de Historia Natural por idea suya.
Desde entonces fue catedrático y publicó diversos estudios sobre la flora, la fauna, la
meteorología, la hidrología. Su obra magna, la Filosofía zoológica, fue publicada en 1809.
Por desgracia Lamarck quedó ciego en 1819, por lo que sus últimas obras fueron escritas a
través del dictado que le tomaban sus hijas. La última parte de su vida la vivió ignorado y
caído en desgracia, hasta su muerte en 1829.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
- Solomón, M. (2008). Biología (Octava Edición). México: Mc Graw Hill. / Biblioteca UNE:
570.S662008.
- Ville, C. (2002). Biología, España: Ed. Mc. Graw Hill Interamericana

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