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TEMA:
TEORÍAS EVOLUTIVAS DEL SER HUMANO, NATURALEZA DEL HOMBRE SER
SOCIAL Y SER NATURAL.
Los científicos creían ya en épocas modernas que el hombre habría surgido hace
unos seis mil años, sin embargo, a fines del siglo XVIII se descubrieron objetos
confeccionados por seres humanos de mucha más antigüedad, que dieron por
tierra con esos cálculos.
Se creía que los homínidos, antepasados del homo sapiens, podrían haber
existido cientos de miles de años antes en este planeta, por restos fósiles que se
encontraron de ellos y de otros animales de esa antigüedad.
Biología evolutiva.
Principales homínidos
Australopithecus
Homo Habilis
Homo erectus
Homo sapiens
Australopithecus
Homo habilis
Homo erectus
Homo sapiens
Vivieron en Europa (300 000 -30 000 a.C.) hombre de Neandertal, Manejaron el
fuego a su voluntad. Fueron excelentes artesanos. Alcanzaron algún desarrollo
espiritual desarrollaron capacidad de habla. Desapareció por causas
desconocidas.
Las teorías creacionistas sostienen que alguna deidad lo creó todo (de allí el
nombre de estas doctrinas), lo planificó todo y lo mantiene todo andando. Por
ende es su voluntad la única verdad del universo. No existe una clasificación única
de las teorías creacionistas, ya que pueden ser muy variadas entre sí.
Teoría evolucionista.
Teoría Poligenista
Según el poligenismo, los homínidos que vivían en África salieron en una primera
y, años después, los hombres evolucionados salieron en una segunda oleada de
África y se encontraron con los habitantes de esas tierras.
Se trata de una teoría que riñe con la noción del pecado original defendido por la
Iglesia católica. También se ha dicho que es una concepción del hombre que sirvió
para justificar la esclavitud.
Mientras que Carleton Coon, defensor de un poligenismo moderno, que cada raza
humana evolucionó separadamente (hipótesis multirregional).
Las primeras teorías que se difundieron sobre el origen del ser humano moderno,
proponían que las razas remitían a especies biológicas distintas con poco o ningún
flujo genético entre ellas.
Por ejemplo, el modelo multiregional, basado en el registro fósil, plantea que una
evolución paralela de Homo erectus a Homo sapiens ocurrió después de la
migración del Homo erectus de África (hace más de 800.000 años).
Siendo que los seres humanos, como especie, comparten un ancestro y son
genéticamente similares ¿qué base científicas sustentan la noción de razas? La
respuesta parece encontrarse en el campo de la demografía. Ocurre que el
hombre no se aparea al azar; las posibilidades de aparearse son mayores entre
seres que viven en la misma región geográfica y comparten el idioma.
Esto es así tanto por el proceso natural de deriva genética como por la tendencia
de los seres humanos de aparearse con aquellos con quienes comparte ciertas
características fenotípicas.
Hay que considerar que existen factores demográficos que inciden en el genoma:
el tamaño y la estructura de la población, el efecto fundador y la adición.
La asociación no aleatoria de alelos se denomina desequilibrio de ligamiento (LD),
y la ciencia se ha encontrado con que los africanos tienen menor LD que los
eurasiáticos y que los americanos.
Más allá de esto y de las variaciones impuestas por la adaptación de los individuos
a su entorno cercano (por ejemplo, la inmunidad a ciertas enfermedades o la
variación de melanina que incide en el color de la piel), la correlación entre lo que
popularmente se entiende como “raza”, y las variaciones físicas reales en la
especie humana, es prácticamente nula.
Poligenismo y religión
Mientras que desde la medicina se dice que este tipo de clasificación permite
desarrollar políticas públicas de salud más adecuadas, para otras ciencias
contribuye con los esfuerzos por conocer la historia evolutiva de nuestra especie,
pero para un activista de los derechos humanos genera estigmatización para
ciertas poblaciones.
Teoría de Lamarck
En su obra, Lamarck hacía notar que las especies de seres vivos no eran
inmutables, ni parecían haber sido creadas espontáneamente, como se afirmaba
en su época, sino que probablemente habían evolucionado “por tanteos y
sucesivamente” a partir de formas de vida mucho más simples.
Para explicar esta transformación proponía la existencia de un mecanismo (que
hoy en día la biología considera imposible), y que suponía la capacidad de los
seres vivos de trasladar a sus herederos las características adquiridas al
adaptarse a nuevos entornos.
Aristóteles sostiene que sólo los humanos pueden hablar y que tal capacidad es
un elemento propio de su humanidad. Establece también que el habla sirve para
distinguir lo correcto y lo incorrecto, y acaba diciendo que es la participación en
este orden de cosas lo que hace a una ciudad.
Ser Social
Cuando se habla de un ser social, sobre todo a propósito del ser humano, se está
haciendo referencia a su necesidad de existir dentro de una sociedad, es decir, de
formar parte de un colectivo o de una comunidad, de la cual obtiene un sentido de
pertenencia y un sentido de identidad colectiva.
Ser espiritual