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Señores

JUZGADO DÉCIMO CIVIL MUNICIPAL DE ORALIDAD.


Carrera 52 # 42-73.
Centro Administrativo La Alpujarra.
Edificio José Félix Restrepo.
Piso 14 – Oficina 1410.
Medellín – Antioquia.
cmpl10med@cendoj.ramajudicial.gov.co

REF. ACCION DE TUTELA promovida por BEATRIZ ELENA CHAVERRA


VÁSQUEZ contra de VIRGIN MOBILE SAS y otros.
Rad. No. 201901127.

<<Nombre representante legal>>, mayor de edad, domiciliado en la ciudad


de Bogotá, identificado con Cedula de Ciudadanía # <<Número de cédula>>
de <<Ciudad de expedición>>, en mi condición de Representante Legal de la
sociedad <<Razón social>>, conforme al certificado de Cámara y Comercio
que se anexa, con el debido respeto me permito dar respuesta a la acción de
tutela interpuesta por la señora BEATRIZ ELENA CHAVERRA VÁSQUEZ en
los siguientes términos:

ESTRUCTURA DE CONTESTACIÓN DE LA PRESENTE ACCIÓN DE


TUTELA.

Señor Juez, planteo la siguiente estructura de contestación para poder ser


económico en palabras y argumentos, dar luces claras frente a los hechos
para que así pueda pronunciarse sobre la no vulneración a los derechos
fundamentales señalados por la accionante.

En un primer momento me referiré sobre las pretensiones de la accionante y


las razones de mi oposición total a cada una de ellas. Como segundo punto,
contestaré cada uno de los hechos en donde expresaré las razones por las
cuales no se vulneran los derechos fundamentales mencionados. En un
tercer punto, nos referiremos a la improcedencia de la presente acción de
tutela. En el cuarto punto nos permitimos plantear nuestras conclusiones.

1. SOBRE LAS PRETENSIONES:

Me OPONGO a cada una de las pretensiones solicitadas por la accionante


por: a) No existir ningún tipo de vínculo jurídico entre la accionante y mi
representada, b) Ser improcedentes y carecer de sustento fáctico, c) Por no
haberse vulnerado ningún derecho fundamental y d) Por existir un
procedimiento específico para ventilar las reclamaciones económicas y
jurídicas surgidas con ocasión del contrato de trabajo que suscribió la
accionante con una empresa de servicios temporales.

2. SOBRE LOS HECHOS:

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HECHO 1: No me consta, dado que en la narración hecha por la accionante
expresa aspectos propios de su vida personal de los cuales mi representada
no tenía conocimiento. De forma preliminar es importante señalar que la
accionante no sostuvo ningún tipo de vinculo jurídico con mi representada,
dado que fue contratada por una empresa de servicios temporales y enviada
como trabajadora en misión para prestar servicios de colaboración temporal.
Todo lo relacionado con el contrato de trabajo, el desarrollo y finalización de
este, le compete manifestarse a su directo empleador.

HECHO 2: No me consta. Tal y como se indicó anteriormente, todo lo


relacionado con el contrato de trabajo, el desarrollo y finalización de este, le
compete manifestarse a su directo empleador.

HECHO 3: No me consta. Lo relacionado con el desarrollo de las labores


ejecutadas por la accionante deben ser aclaradas por su directo empleador.
Mi representada en ningún momento estuvo enterada de situaciones de
salud particulares de la accionante durante el tiempo que estuvo prestando
servicios de colaboración temporal.

HECHO 4: No me consta. Todo lo relacionado con aspectos propios de la


salud de la accionante deben ser aclarados por su directo empleador. Se
reitera que mi representada en ningún momento estuvo enterada de
situaciones de salud particulares de la accionante durante el tiempo que
estuvo prestando servicios de colaboración temporal.

HECHO 5: No es cierto. Se reitera que entre la accionante y mi representada


nunca existió vínculo jurídico alguno, dado que su único y verdadero
empleador es una empresa de servicios temporales, razón por la cual es la
única facultada por mandato legal para realizar actos como: recibir, tramitar
y reconocer incapacidades, conceder vacaciones, pagar salarios, afiliaciones y
aportes al Sistema de Seguridad Social y terminar del contrato de trabajo. En
estas actuaciones mi representada no ejerce ningún tipo de influencia o
directriz.

HECHO 6: No me consta. Son hechos personales de la accionante de los


cuales mi representada no ha tenido conocimiento y solo, mediante la
presente acción, viene a saber de ellos.

3. IMPROCEDENCIA DE LA ACCIÓN DE TUTELA.

Señor Juez, procederemos a enumerar los argumentos que considero


importantes para demostrar la improcedencia de la presente Acción de
Tutela:

a. Inexistencia de vínculo jurídico entre la accionante y mi


representada – No vulneración de derechos fundamentales.

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De forma preliminar es necesario exponer la naturaleza del vínculo existente
entre mi representada y la empresa de servicios temporales y de esta
sociedad con la accionante.

Entre la sociedad VIRGIN MOBILE COLOMBIA S.A.S y la empresa de


servicios temporales ORGANIZACIÓN SERVICIOS Y ASESORIAS SAS, se
suscribió un contrato de prestación de servicios cuyo objeto social es “el
envío por parte de la EST a la EMPRESA USUARIA, de trabajadores en misión,
de acuerdo a los requerimientos que la EMPRESA USUARIA realice y
respetando los parámetros de los mismos, en los términos del artículo 77 de la
Ley 50 de 1990 y el Decreto 4369 de 2006, con una vigencia de un (1) año, con
fecha de inicio el 1 de febrero de 2018”.

En el desarrollo de esta relación comercial, la empresa de servicios


temporales envió como trabajadora en misión a la accionante el día 10 de
septiembre de 2018 para desempeñar el cargo de Asesor Retail para atender
incrementos en la producción, el transporte, las ventas de productos o
mercancías, los períodos estacionales de cosechas y en la prestación de
servicios, por un término de seis (6) meses prorrogables hasta por seis (6)
meses más.

Es importante señalar que entre la accionante y mi representada no se


configuró ningún tipo de relación jurídica más allá del ejercicio de la
subordinación que le delegó la empresa de servicios temporales, quien para
todos los efectos legales siempre fue su directo y único empleador.

En ese orden de ideas, todos los actos propios de la relación laboral, tales
como la suscripción del contrato de trabajo, las afiliaciones y pagos de
aportes al Sistema de Seguridad Social, pagos de salarios, prestaciones
sociales, vacaciones, el ejercicio de la potestad disciplinaria, la terminación
del contrato de trabajo y el pago de la liquidación final de acreencias
laborales estuvieron en cabeza de la empresa de servicios temporales, razón
por la cual no se puede decir que mi representada, en el desarrollo de su
objeto social, haya vulnerado derechos fundamentales de la accionante.

b. Sobre la causal de terminación de la relación laboral.

Si bien es cierto que, como lo expresamos anteriormente, los actos propios de


empleador fueron materializados por la empresa de servicios temporales,
también lo es que la duración del vínculo laboral debe tener como núcleo el
componente temporal y no permanente, dado que temporal es la necesidad
de mi representada.

Obsérvese como extremo inicial de la relación laboral el día 10 de septiembre


de 2018 y como extremo final el 9 de septiembre de 2019. Esto nos permite
concluir que la terminación de la relación laboral obedece al postulado legal
contenido en el artículo 77 de la Ley 50 de 1990 que indica:

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“Los usuarios de las empresas de servicios temporales sólo podrán
contratar con éstas en los siguientes casos:
(…)
3. Para atender incrementos en la producción, el transporte, las
ventas de productos o mercancías, los períodos estacionales de
cosechas y en la prestación de servicios, por un término de seis (6)
meses prorrogables hasta por seis (6) meses más”

Nótese como, en primera medida, la vinculación de la accionante obedeció al


incremento en la prestación de servicios la cual se proyectó en el tiempo por
un período de seis (6) meses y que fue prorrogado por seis meses más.
Resulta diáfano al observar las fechas de los extremos de la relación laboral
que el contrato de trabajo finalizó por el cumplimiento del plazo máximo
permitido por la norma laboral concreta.

Como complemento de lo anterior, el Parágrafo del artículo 6 del Decreto


4369 compilado en el artículo 2.2.6.5.6 del Decreto Único Reglamentario
1072 de 2015 establece:

Si cumplido el plazo de seis (6) meses más la prórroga a que se


refiere el presente artículo, la causa originaria del servicio
específico objeto del contrato subsiste en la empresa usuaria, esta
no podrá prorrogar el contrato ni celebrar uno nuevo con la misma
o con diferente Empresa de Servicios Temporales, para la
prestación de dicho servicio.

En este orden de ideas, la terminación del contrato de trabajo de la


accionante por parte de su directo y único empleador obedeció a una causal
legal y no, como lo pretende hacer ver la accionante a situaciones
particulares tales como eventuales estados de salud.

c. Sobre el estado de salud de la trabajadora al momento de la


terminación de la relación laboral.

Argumenta la accionante que al momento de la terminación de la relación


laboral tenía pendiente una serie de procedimientos médicos pendientes y
reclamar unos fármacos y que padecía artitis reumatoide.

No puede mi representada expresarse sobre la validez de estas afirmaciones


dado que esto le compete al empleador y a que nunca hemos tenido acceso a
la historia clínica de la accionante por ser un documento que goza de
reserva. Pero lo que si podemos manifestar es que el estado de salud
señalado por la accionante no es un impedimento para que desarrolle su vida
profesional.

En consonancia con lo anterior, solicitamos que sea su empleador quien nos


ilustre sobre las afirmaciones hechas por la accionante, toda vez que mi
representada, como se expresó anteriormente, no tuvo conocimiento del
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estado de salud de la accionante, es más, en vigencia de la relación laboral
no se presentaron novedades en el estado de salud que hiciesen presumir
algún padecimiento grave en la humanidad de quien acá nos convoca.

d. Existencia de otros mecanismos de defensa judicial.

A nivel general la acción de tutela resulta procedente cuando en el


ordenamiento jurídico no existen otros mecanismos de defensa judicial
disponibles o cuando de existir, no resultan eficaces para el caso en
concreto, o cuando existiendo dicho mecanismo se debe acudir a la acción de
tutela para evitar un perjuicio irremediable y por ende, se debe usar como
mecanismo transitorio.

Respecto al caso en concreto, se observa que las pretensiones de la


accionante son: a) el reintegro al cargo que venía desempeñando hasta el
momento de la configuración de la causal legal que dio por finalizado su
contrato de trabajo; b) el pago de salarios supuestamente dejados de percibir
desde el momento en que se finalizó legalmente su contrato de trabajo hasta
el eventual reintegro y c) la sanción de ciento (180) días de salarios
establecida en el artículo 26 de la Ley 361 de 1997.

En relación con cada una de las pretensiones, se observa que la línea natural
y cuerda procesal para ventilarlas es la jurisdicción ordinaria laboral,
especialidad que se alza como un mecanismo idóneo y eficaz en el cual la
accionante puede satisfacer sus reclamos. Le corresponde por competencia a
la jurisdicción ordinaria laboral decidir sobre el reintegro de la accionante o,
por el contrario, denegar su pretensión. Así las cosas, la protección que se
busca por medio de la acción de amparo puede materializarse en la acción
ordinaria mediante el procedimiento establecido en nuestro ordenamiento
jurídico.

En lo que tiene que ver con el reconocimiento de salarios y la indemnización


contenida en el artículo 26 de la Ley 361 de 1997, la Corte Constitucional ha
sido enfática en establecer que en principio, la acción de tutela no es el
mecanismo judicial idóneo para resolver las controversias relacionadas con el
reconocimiento de prestaciones sociales y emolumentos laborales, toda vez
que la competencia prevalente para resolver este tipo de conflictos ha sido
asignada a la jurisdicción laboral en la medida en que se requiere de una
valoración que implica un análisis litigioso de carácter legal que excede el
ámbito de estudio del juez constitucional.

La razón de esta exigencia además estriba en el hecho de asegurar que el


mecanismo constitucional no pueda convertirse en una instancia adicional
dentro del trámite procesal, ni en un mecanismo de defensa que remplace
aquellos procedimientos diseñados por el legislador, sino que únicamente

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debe proceder cuando quiera que se compruebe que los otros medios no son
eficaces para la protección de las garantías invocadas. 1

Salta a la vista de todos, la inexistencia de circunstancias específicas que


justifiquen que la accionante no haya acudido a la jurisdicción laboral en
razón a la existencia de una eventual situación de debilidad manifiesta que
habilite la activación de la acción de amparo como mecanismo transitorio, so
pena de causar un perjuicio irremediable. En efecto, revisando el escrito de
tutela, así como la documental allegada, no se observa ni se prueba, más allá
de afirmaciones hechas por la accionante, que se encuentre en un estado de
debilidad manifiesta. Tampoco se prueba, más allá de las afirmaciones
hechas por la accionante que con la terminación del contrato de trabajo se
haya afectado el mínimo vital y, por ende, no se puede presumir con solo
dichos esta situación de vulnerabilidad.

En suma, no se observa prueba o evidencia alguna que permita concluir que


la accionante se encuentra ante el riesgo de sufrir un daño irreparable e
inminente que menoscabe gravemente su vida, su salud o su mínimo vital
que requiera la adopción de medidas urgentes para evitarlo, por lo que a
todas luces la presente acción de tutela no es procedente.

4. CONCLUSIONES

a) Señor Juez, resulta claro que mi representada no sostuvo ningún tipo


de vínculo laboral con la accionante por lo que no puede expresarse
que haya una vulneración de derechos fundamentales.

b) De igual forma la terminación del contrato de trabajo obedeció a un


acto propio de su empleador y a la existencia de una causal objetiva: la
terminación de la obra o labor. Por esta situación no existe un nexo
causal entre el estado de salud de la accionante y la finalización del
contrato de trabajo.

c) Mi representada nunca conoció del estado de salud de la accionante,


por lo que falta a la verdad cuando manifiesta que VIRGIN MOBILE
estaba al tanto de su situación médica.

d) En relación con lo anterior y en gracia de discusión, las afecciones


manifestadas por la accionante, así como los tratamientos médicos y
medicamentos que predica consumir, no constituyen por sí solos
elementos que hagan evidenciar un estado de indefensión que implique
protección especial en el ámbito laboral.

1
De conformidad con el numeral 1 del artículo 6 del Decreto 2591 de 1991 “Por el cual se reglamenta la acción de tutela consagrada en el artículo 86 de la
Constitución Política”, la acción de tutela será improcedente en aquellos casos en que existan otros medios de defensa judicial al alcance del Accionante.
Ello significa que existiendo tales medios, corresponde al actor agotarlos, antes de acudir a la vía constitucional; a esto se refiere el carácter subsidiario de
la acción de tutela.
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e) La accionante no allega prueba sumaria siquiera de la vulneración al
mínimo vital, por lo que no se puede concluir con su solo dicho, esta
situación.

f) Señor Juez, la presente acción es improcedente porque no se cumple


con el requisito de subsidiariedad, dado que le corresponde a la
jurisdicción ordinaria decidir sobre las pretensiones manifestadas por
la accionante.

5. MEDIOS DE PRUEBA

a) Certificado de existencia y representación legal.


b) Copia del contrato comercial # 063/18 suscrito entre VIRGIN
MOBILE COLOMBIA S.A.S. y la empresa ORGANIZACIÓN
SERVICIOS Y ASESORIAS S.A.S.

6. NOTIFICACIONES

El suscrito recibirá notificaciones en <<Dirección notificaciones>> de la


ciudad de Bogotá D.C. o en el correo electrónico <<correo electrónico>>

Del señor Juez,

Cordialmente,

<<Nombre representante legal>>


VIRGIN MOBILE COLOMBIA S.A.S.

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