Está en la página 1de 3

LA REVOCACIÓN TESTAMENTARIA

El testamento como acto jurídico que recoge la declaración expresa de la voluntad del
testador causante a cuya muerte se producirán los efectos de aquel puede ser cambiante,
debido al carácter dinámico misma de la voluntad del testador, por lo que, este último
podrá en vida ejercer el derecho a la revocación del testamento que ha dejado
anteriormente. Sin embargo, se ha de tener presente que por tratarse de un acto jurídico
también puede sufrir alteraciones con el devenir del tiempo por lo cual es pasible de
revocarse y en consecuencia, adolecer de una eficacia funcional, tal y como se verá al
final de este apartado.
Para tener un mejor acercamiento de las implicancias de esta figura se hace necesario
recurrir a la doctrina nacional y la definición que nos da de ella al mencionar que “la
revocación implica la manifestación unilateral de voluntad del testador contraria a la
subsistencia total o parcial de un testamento.” (Fernández, 2017, p. 177)
De lo mencionado advertimos que, sin lugar a duda, nos encontramos frente una
manifestación unilateral de voluntad, es decir, una producida por un solo sujeto de
derecho, sin la condición de tener la concurrencia de otro sujeto para la producción de
sus efectos; misma que se encuentra dirigida a producir un determinado efecto jurídico
el cual es dejar sin efectos jurídicos a lo declarado o manifestado en el testamento
anterior. Ello guarda consonancia a lo recogido en nuestro ordenamiento normativo al
mencionar en el artículo 798 del Código Civil: “el testador tiene el derecho de revocar,
en cualquier tiempo, sus disposiciones testamentarias. Toda declaración que haga en
contrario carece de valor.” A diferencia de la primera definición anotada, vemos aquí
que el legislador ha adicionado la carencia de valor de la declaración del testador en
contrario a la revocación, es decir, no puede renunciar su poder de revocar el testamento
elaborado por él. Además, sostenemos que esta facultad correspondiente al testador es
de naturaleza personalísima, por lo que nadie más que él mismo puede ejercerla, como
bien se sostiene en Espinoza (2010) al mencionarnos que es la facultad que tiene el
testado para hacer que, por su propia y exclusiva voluntad, el testamento válidamente
otorgado no produzca efectos. (p. 106).
Asimismo, de lo anotado anteriormente, tenemos que es contraria a la subsistencia total
o parcial de un testamento, con ello, advertimos la finalidad de la revocación, misma
que será dejar sin efectos jurídicos a lo declarado o manifestado en el testamento
anterior revocado (total) y, por otro lado, cuando la revocación recoja declaraciones de
voluntad coincidentes con el testamento anterior se estará ante una revocación parcial
del testamento que le precedió pues se ha mantenido en parte el contenido primigenio.
Ahora bien, a fin de comprender mejor las implicancias y efectos jurídicos de la
revocación procederemos a explicar la clasificación doctrinaria que se ha producido en
cuanto a los tipos de revocación. En mérito a ello, tenemos la revocación expresa, tácita,
real o material, ahora mismo pasaremos a explicar cada una de ellas.
Con respecto a la primera de ellas, tenemos que estaremos frente a una revocación
expresa cuando el testador realice una declaración detallada y manifiesta dirigida a dejar
sin efectos la totalidad o parcialidad del testamento precedente. Por ejemplo, cuando el
testador decida redactar un testamento ológrafo que de su lectura se desprenda la
revocabilidad del testamento anteriormente hecho por él. En relación con ello,
Casanueva (2007) nos menciona que “la [revocación] expresa consiste en la explicita
declaración del testador de que su voluntad es dejar sin efecto en todo o en parte, el
anterior, cumpliendo al efecto todas las formalidades propias del otorgamiento de uno
nuevo.” (p. 125). Por otro lado, tenemos a la revocación tácita, donde no existe una
declaración explicita o tangible de la voluntad de revocar, sino por el contrario, de los
actos realizados por el testador se deduce de forma razonable e inequívoca que lo
establecido anteriormente por el testamento precedente ha quedado sin efectos jurídicos.
Conforme a ello es de notarse que esta se presenta en varios casos según lo anota
Fernández (2017) al señalar que:
La revocación tácita puede darse a través de algunas situaciones, como en los casos de:
a) reviviscencia de testamento anterior (art. 800 del C.C), donde hay retractación; o b)
sustitución de un testamento anterior, como en el caso del artículo 801: cuando el
testamento no es revocado total y expresamente por otro posterior, subsiste en las
disposiciones compatibles con las de este último; c) cuando el testamento queda
revocado si el testador lo retira de la custodia del notario (arts. 802 y 803 del C.C); d)
Finalmente, el testamento queda revocado si el testador lo rompe, destruye o inutiliza de
cualquier manera.
Con respecto a lo último establecido por el citado autor, agregamos que en algunos
sectores de la doctrina se denomina a ese conjunto de actos de destrucción del
documento que recoge el testamento con el nombre de revocación real o material por la
naturaleza de los actos mismos que permiten concluir que el testador ha tenido por
revocado el contenido en tales escritos. Al mismo tiempo, es importante dejar
establecido que en caso la revocabilidad se refiera a dejar sin efectos disposiciones
testamentarias acerca de declaratoria de filiación extramatrimonial se 8 tendrá como no
puestas en atención a la naturaleza no patrimonial de tal derecho y en consonancia con
lo regulado en el artículo 395 del Código Civil: “el reconocimiento no admite
modalidad y es irrevocable.”
Finalmente, creemos conveniente analizar porque la revocación es considerada como
una ineficacia funcional que afecta al acto jurídico del testamento. Veamos.
Tenemos, por un lado, que la ineficacia funcional es aquella que sobreviene a la
constitución del acto jurídico, o, en otras palabras, viene dada por circunstancias
extrínsecas, ajenas a la estructura original del acto. Por tanto, toda causa que no se
encuentre dentro de la estructura del acto y provenga de “fuera de él” será una causa que
trae consigo una ineficacia funcional de aquel y que origina el cesamiento de la
producción de sus efectos jurídicos en la realidad. (Torres, 26 de febrero de 2019). En
ese orden de ideas, vemos que, trasladado al tema testamentario, la revocación del
testamento vendría a cumplir con las características de una causal de ineficacia
funcional, ello debido a dos razones: una, porque el testamento como acto jurídico ha
nacido con toda su estructura completa - a saber- el testador capaz, fin lícito, forma bajo
sanción de nulidad, etc. sobreviniendo posteriormente a su celebración con el
dinamismo y libertad de la voluntad del testador; y la otra, porque su finalidad se dirige
a dejar sin efectos lo declarado en un texto testamentario anterior a ella.

Casanueva Sánchez, I. C. (2007). Análisis legal y jurisprudencial en el ordenamiento civil


común español de la categoría jurídica de la nulidad parcial del testamento. [Tesis Doctoral,
Universidad de Extremadura] http://dehesa.unex.es/handle/10662/330

Fernández, C. (2017). Derecho de Sucesiones. Lo esencial del Derecho. Fondo Editorial PUCP.

También podría gustarte