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CORTE CONSTITUCIONAL
ANALISIS:
Corte Suprema
Despido sin descargos
Identificación de la providencia
Corte Suprema de Justicia, Sentencia SL1444-2018, Radicación n.°
58083, Acta 11, M.P. Santander Rafael Brito Cuadrado, Bogotá, D. C.,
24 de abril de 2018.
Identificación de la providencia
Corte suprema de Justicia, Sentencia SL15245-2014, Radicación n. °45148,
Acta 40, M.P. Jorge Mauricio Burgos Ruiz , Bogotá, D. C., 05 de noviembre
de 2014.
i) El despido con justa causa no equivale a una sanción
disciplinaria:
Inmediatez
Identificación de la providencia
Corte Suprema De Justicia, Sala De Casación Laboral, sentencia
Radicación No. 36.014, Acta No.014, M.P. Luis Gabriel Miranda Buelvas,
Bogotá, D.C, 17 de mayo de 2011.
Inmediatez
Identificación de la providencia
Corte Suprema de Justicia, Sentencia Radicación N° 38272, Acta N° 02,
M.P. Carlos Ernesto Molina Monsalve, Bogotá D.C., 30 de enero de 2013.
Identificación de la providencia
Corte Suprema de Justicia, Sala De Casación Laboral, Sentencia
radicación nº 14705, acta No 51, M.P. Francisco Escobar Henríquez,
Bogotá D.C., noviembre 27 de 2000.
El legislador en lo laboral ha sido particularmente riguroso en
exigir a las partes del contrato de trabajo el buen trato, y ello es
apenas natural dado que se trata de un nexo jurídico de tracto sucesivo
que usualmente comporta entre el patrono, sus representantes, el
trabajador y los demás compañeros de labor, un alto grado de
convivencia, de forma que las relaciones laborales deben ser muy
consideradas y en el trato entre sus componentes ha de imperar, la
cortesía, el decoro, la seriedad y el más absoluto respeto. Estableció,
en consecuencia, que la contravención a este elemental supuesto
de concordia, autoriza al agraviado para terminar
unilateralmente el vínculo, con justa causa. (P.18-19)
Identificación de la providencia
Corte Suprema de Justicia, Sentencia SL20747-2017, Radicación Nº
47595, Acta 45, M.P. Fernando Castillo Cadena, Bogotá, D. C., 6 de
diciembre de 2017.
Identificación de la providencia
Corte Suprema De Justicia, Sala De Casación Laboral, M.P. Gustavo José
Gnecco Mendoza y Eduardo López Villegas, sentencia Radicación No
33.512, Acta No. 01, Bogotá D.C., 16 de marzo de 2010.
Identificación de la providencia
Corte Constitucional, Sentencia C-636 de 2016, M.P. Alejandro Linares Cantillo,
Bogotá D.C., 17 de noviembre de 2016.
ANALISIS Y EXPLICACION DE LA REGLA JURISPRUDENCIAL:
“Unas de las medidas disciplinarias que puede ejercer el empleador es el
establecimiento de determinadas prohibiciones. Algunas de ellas fueron
establecidas directamente por el legislador (como la norma demandada objeto de
estudio) en el artículo 60 del Código Sustantivo del Trabajo, mientras que otras
pueden ser previstas en el reglamento de trabajo, según lo señalado en el artículo
104 del mismo estatuto. Las prohibiciones son medidas disciplinarias de carácter
preventivo, que pretenden evitar la ocurrencia de situaciones que afecten el
desempeño de la labor contratada o en general los derechos laborales de los
trabajadores, como el previsto en el artículo 25 de la Constitución. El
incumplimiento de estas prohibiciones puede dar lugar a la imposición de
sanciones disciplinarias, siendo una de ellas el despido con justa causa, lo cual
solo ocurrirá en caso de violación grave de alguna de estas prohibiciones, tal
como lo señala el numeral 6 del artículo 62 del Código Sustantivo del Trabajo.
(p.27)
(…) la primera restricción de la potestad disciplinaria del empleador es el respeto
de los derechos fundamentales de los trabajadores. (p.28)
Teniendo en cuenta que la legislación laboral prevé de manera expresa que la
facultad del empleador de ejercer su potestad disciplinaria con los trabajadores
tiene un claro límite en el respeto de los derechos fundamentales de estos, el
artículo 23 del Código Sustantivo del Trabajo, luego de definir el elemento de
subordinación en los contratos de trabajo, advierte con claridad que las facultades
que ella implica no pueden de ninguna forma afectar “el honor, la dignidad y los
derechos mínimos del trabajador en concordancia con los tratados o convenios
internacionales que sobre derechos humanos relativos a la materia obliguen al
país” (…). (p.28)
Por otro lado, la justificación de la facultad disciplinaria del empleador sobre los
trabajadores marca el ámbito en el que ella puede ejercerse: la relación laboral.
Como lo ha dicho anteriormente la Corte Constitucional, la facultad disciplinaria
del empleador “se predica solamente respecto de la actividad laboral y gira en
torno a los efectos propios de esa relación laboral”. No puede entonces el
empleador, amparado en su potestad disciplinaria, exigir al trabajador
comportamientos que no tengan una relación directa con la actividad laboral. Ello
supondría una intromisión injustificada en la órbita privada del trabajador, lo cual
implicaría un desconocimiento de su autonomía, protegida entre otros por los
derechos a la intimidad y al libre desarrollo de la personalidad (artículos 15 y 16
de la Constitución. (p.28)
En consecuencia, concluye la Corte que para que el numeral 2 del artículo 60 del
Código Sustantivo del Trabajo constituya un ejercicio legítimo del poder
disciplinario del empleador debe precisarse que el incumplimiento de dicha
prohibición solo podrá tener consecuencias disciplinarias cuando ello afecte de
manera directa el desempeño laboral del trabajador. Por esta razón, la Corte
condicionará en este sentido la exequibilidad de la disposición acusada. (p. 35)
(…) la Corte que la prohibición se presentarse al lugar de trabajo en estado de
embriaguez o bajo la influencia de narcóticos o drogas enervantes encuentra
fundamento en diversos estudios, aunque estos mismos muestran que el efecto
del consumo de estas sustancias en el desempeño de la labor contratada puede
variar dependiendo de diferentes factores. En aquellos en los que exista mayor
riesgo de lesiones en el trabajo, bien sea al trabajador o a terceros, la prohibición
es especialmente importante para garantizarles su seguridad. En cambio, es
posible que para determinadas actividades la prohibición resulte excesiva, en
particular con relación a aquellas actividades que impliquen un riesgo menor a la
seguridad del trabajador o de terceros y que puedan ser desarrolladas
adecuadamente por el trabajador sin menoscabo del rendimiento del trabajador.
(p. 35)
Al respecto, insiste la Corte en que, en aplicación de la prohibición establecida en
la norma demandada, no puede el empleador afectar los derechos fundamentales
del trabajador, en particular sus derechos a la intimidad y al libre desarrollo de la
personalidad. Por lo tanto, no le es posible, por ejemplo, sancionar
disciplinariamente la conducta de los trabajadores en su tiempo libre cuando ella
no tenga incidencia directa en su desempeño laboral. (p.36)
Este Tribunal, tomando nota de los estudios especializados acerca de los efectos
del consumo de sustancias psicoactivas en el desempeño de una labor, reconoce
la importancia de vigilar el cumplimiento de lo previsto por el numeral 2 del artículo
60 del Código Sustantivo del Trabajo, especialmente en aquellas actividades que
impliquen un riesgo para el trabajador, para sus compañeros de trabajo o para
terceros. (…) (p.36)
(…) Respecto de actividades que impliquen un menor riesgo también puede
exigirse el cumplimiento de la prohibición establecida en la norma demandada, en
la medida en que es in interés legítimo del empleador que los trabajadores presten
de manera adecuada las labores contratadas. (p.36) Con todo, respecto de estos
casos, no se podrán tomar medidas disciplinarias si no se demuestra por parte del
empleador la incidencia negativa que el consumo de sustancias psicoactivas tiene
sobre el cumplimiento de las obligaciones de los trabajadores, y cualquier otro
aspecto que sea determinante para la calificación de la conducta como grave.
(p.36)
(…)la Corte recordó que el poder disciplinario es, junto con el poder de dirección,
la manera como se manifiesta la subordinación del trabajador con relación al
empleador. En virtud del poder disciplinario, el empleador puede exigirles a los
trabajadores determinados comportamientos e imponerles sanciones disciplinarias
en caso de incumplimiento. Unas de las maneras como el empleador puede
ejercer este poder es mediante el establecimiento de prohibiciones a los
trabajadores, algunas de las cuales fueron previstas por el legislador en el artículo
60 del Código Sustantivo del Trabajo y otras pueden ser previstas por el
empleador mediante el reglamento de trabajo. (p.38)
La Corte advirtió, en todo caso, que el poder disciplinario no puede ser ejercido
por el empleador de manera arbitraria, sino con estricto apego a los límites
constitucionales existentes. Esos límites son especialmente dos. El primero tiene
que ver con que el empleador debe respetar los derechos fundamentales de los
trabajadores en ejercicio de cualquier medida disciplinaria, tal como lo reconoce
expresamente el artículo 23 del Código Sustantivo del Trabajo. El segundo es
que el poder disciplinario debe ejercerse solo respecto de conductas que tengan
incidencia directa en la labor desempeñada. Las medidas disciplinarias del
trabajador que no cumplan cualquiera de estas condiciones deben ser
reconocidas como inconstitucionales. (p.38)
Finalmente, con base en los elementos de juicio expuestos, el Tribunal estudió la
constitucionalidad del numeral 2 del artículo 60 del Código Sustantivo del Trabajo,
llegando a la conclusión de en términos generales no desconocía el derecho al
trabajo de las personas, aunque reconociendo que era necesario condicionar la
exequibilidad de la disposición demandada. Así, la Corte advirtió que la medida
prevista en el numeral 2 del artículo 60 del Código Sustantivo del Trabajo persigue
finalidades legítimas que tienen relación con el trabajo desempeñado, como lo son
garantizar la seguridad en el trabajo y velar por el adecuado cumplimiento de las
labores contratadas. (p.39)
(…) advirtió la Corte que en ciertos casos el consumo de sustancias psicoactivas
puede no afectar la seguridad de los trabajadores ni el desempeño de la actividad
laboral. Respecto de ellos, la prohibición del consumo de sustancias psicoactivas
no cumpliría uno de los límites del poder disciplinario del empleador, a saber: la
relación directa con el trabajo. Con base en este razonamiento, concluyó la Corte
que la prohibición del numeral 2 del artículo 60 del Código Sustantivo del Trabajo
resulta demasiado amplia, por lo que resultaba necesario restringir su alcance
para no afectar de manera injustificada la autonomía individual de los
trabajadores. Por ello, concluyó que la exequibilidad de la disposición demandada
debería condicionarse con el propósito de enfatizar la relación que debe tener la
prohibición prevista en la norma mencionada con el buen desempeño de la labor
contratada, reconociendo que la prohibición no recae sobre el sujeto, sino sobre la
potencial afectación que dicha conducta pudiese tener en la labor contratada.
(p.39)
Por el contrario, la Corte reafirmó la importancia que esto tiene en actividades que
involucran riesgos para el trabajador, para sus compañeros de trabajo o para
terceros. Igualmente, respecto de actividades que impliquen un menor riesgo
también puede exigirse el cumplimiento de la prohibición establecida en la norma
demandada, en la medida en que es in interés legítimo del empleador que los
trabajadores presten de manera adecuada las labores contratadas. Con todo,
respecto de estos casos, no se podrán tomar medidas disciplinarias si no se
demuestra por parte del empleador la incidencia negativa que el consumo de
sustancias psicoactivas tiene sobre el cumplimiento de las obligaciones de los
trabajadores. (p.39)
Decisión
Declarar EXEQUIBLE el numeral 2 del artículo 60 del Código Sustantivo del
Trabajo, en el entendido que la prohibición allí contemplada solo se configura
cuando el consumo de alcohol, narcóticos o cualquier otra droga enervante afecte
de manera directa el desempeño laboral del trabajador. (p.40)
Identificación de la providencia
Corte Suprema de Justicia, Sentencia C- 931- 14, M.P. Jorge Ignacio
Pretelt Chaljub, Bogotá D.C., 03 de diciembre de 2014.
Identificación de la providencia
Corte Constitucional, Sentencia T- 276 -14, M.P. María Victoria Calle
Correa, Bogotá D.C., 06 de mayo de 2014.
(…) esta Corporación señaló que una vez graduada la falta entre
gravísima, grave y leve, el fallador debe atenerse a los límites
dados por el principio de proporcionalidad, en virtud del cual, un
juicio de responsabilidad, bien en materia penal o disciplinaria, no es
completo sin el de la culpabilidad pertinente a cargo de la respectiva
autoridad pública o privada. De esta forma, indicó que“nuestro
ordenamiento superior, optó por la presunción de inocencia del
enjuiciado por la comisión de un hecho punible, hasta tanto sea
declarado judicialmente culpable (C.P., art. 29). Lo anterior parte de la
necesaria demostración de una responsabilidad subjetiva en la actuación
investigada, y aplicable en idénticos términos al juicio disciplinario en
donde el fallador deberá adoptar una decisión atado a ese grado de
culpabilidad del disciplinado. (p.27)
Se sostuvo en el fallo que la sanción proporcional a la culpabilidad,
es la única sanción útil. Esto es, que cualquier valoración que no
sea seria, conjunta, razonada y ponderada conduce a una
inadecuada determinación de la forma de culpabilidad y, en
consecuencia, a una sanción desproporcionada y lesiva del
derecho fundamental al debido proceso.(p.28)
Identificación de la providencia:
Corte Constitucional, Sentencia T-657- 2009, M.P. Gabriel Eduardo
Mendoza Martelo, Bogotá, D.C., 18 de septiembre de 2009.
Identificación de la providencia
Corte Constitucional, Sentencia C- 934 de 2004, M.P. Dr. Jaime Córdoba
Triviño, Bogotá, D. C., 29 de septiembre de 2004.
Por tal motivo no puede existir una fijación unilateral por parte del
patrono de las reglas de juego que han de regir la relación
laboral. Su opinión debe ser valorada y tenida en cuenta, sin que
ello signifique en manera alguna que sea obligatoria para los
empleadores y sin que tampoco elimine el poder de
subordinación de aquellos. Téngase en cuenta que lo propio de todo
reglamento de trabajo es el establecimiento de las condiciones de
tiempo, modo y lugar en que debe desarrollarse la prestación del
servicio, así como las condiciones de seguridad y orden que deben
reinar en la empresa, asuntos que son conexos al elemento
subordinación. Pero, además, también existen otros aspectos que
escapan al ámbito mismo de la subordinación como es la fijación de
las escalas de sanciones y faltas, y el procedimiento para
formular quejas, cuestiones en las que resulta necesario
escuchar la opinión de la otra parte de la relación laboral: los
trabajadores. (p.18)
Para la Corte es importante anotar que esa potestad otorgada por la
norma a la autoridad del trabajo de escuchar o no a los
trabajadores si bien no desconoce el debido proceso
administrativo ni la libertad sindical ni el artículo 209 C.P., en la
medida en que tal proceder le permite a la administración aclarar las
dudas que le susciten las cláusulas establecidas en el proyecto de
reglamento, sí restringe el principio democrático que rige nuestro Estado
social de derecho, en cuanto deja a la mera liberalidad de aquélla el
escuchar las inquietudes, las opiniones y las censuras que
tengan los trabajadores sobre las materias que puedan afectar
sus derechos, fuera del ámbito de la subordinación
(…)No obstante, en virtud de la aplicación del mismo principio de
conservación del derecho, la Corte condicionará el referido artículo en el
sentido que es exequible sólo si se entiende que el Ministerio de la
Protección Social o la autoridad encargada deberá solicitar a los
trabajadores su criterio en relación con la aprobación del
reglamento del trabajo en materias que pueden afectar sus
derechos, independientemente si hay investigación o no. (p.19)
Finalmente la Corte decide:
Inhibirse, por ineptitud sustancial de la demanda, para pronunciarse
sobre la exequibilidad de los artículos 106 y 118 del Código
Sustantivo del Trabajo por la posible violación del artículo 58 de la
Carta Política.
Declarar exequible el artículo 106 del Código Sustantivo del
Trabajo siempre y cuando se entienda que en aquellas disposiciones del
reglamento de trabajo que afecten directamente a los trabajadores,
como son las escalas de sanciones y faltas y el procedimiento para
formular quejas, debe el empleador escuchar a los trabajadores y abrir
el escenario propio para hacer efectiva su participación.
Identificación de la providencia
Corte Constitucional, Sentencia t-462-15, M.P. Gloria Stella Ortiz
Delgado, Bogotá, D. C., 22 de julio 2015.
Despido sin justa causa por intimidación del trabajador a sus
compañeros de trabajo.
Síntesis de los hechos:
Trabajador de la Embajada de Reino Unido e Irlanda del Norte, es
discriminado por parte de compañeros de trabajo, los cuales
relacionaron su cultura afrocolombiana con la práctica de brujería, su
jefe en una reunión informal que se desarrolló, le indicó a éste que dos
compañeros de trabajo habían presentado quejas en su contra por razón
de presuntas amenazas contra ellos. Sin embargo, no se hizo precisión
de quiénes presentaban las acusaciones ni del contenido de las mismas.
Posteriormente el trabajador es citado a un proceso disciplinario, sin
embargo en dicha citación no se le informa el objetivo de la misma, el
trabajador solicita la compañía de un abogado para dicha diligencia y le
es negado, tiempo después el empleador le comunicó al demandante la
terminación sin justa causa del contrato de trabajo, realizando la
liquidación respectiva conforme al Código Sustantivo del Trabajo.
Análisis de la Corte:
Advierte la Sala que las causales por las cuales fue amonestado el
demandante, esto es, trastorno de conducta e intimidación, se
7 Ibíd.
encuentran mencionadas, pero no definidas adecuadamente en
los reglamentos enviados por la Embajada, por lo que existe una
gran indeterminación sobre las características que configuran la
presunta falta, y una vulneración del principio de tipicidad. En
efecto, en el reglamento de trabajo no se introduce una definición de
esta falta, ni se indican tampoco, los criterios que permiten determinar,
razonablemente, la configuración de la misma. (p.73)