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Educar para

vivir una vida


plena
¿Cómo enseñar a vivir en paz,
alegría y tranquilidad?

Alexander Ortiz Ocaña


alexanderortiz5000@gmail.com

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Tenemos que pensar y ver cómo podemos cambiar fundamentalmente
nuestro sistema educativo, para poder capacitar a la gente en desarrollar un
corazón bondadoso desde el principio, en orden de crear una sociedad más
sana. No digo que necesitemos cambiar todo el sistema, solamente mejorarlo.
Necesitamos alentar la comprensión de que la paz interior viene de confiar en
valores humanos como el amor, la compasión, la tolerancia y la honestidad, y
que la paz del mundo radica en que los individuos encuentren la paz interior.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

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CONTENIDO

LA PRIMERA CLASE
I. UN APRENDIZAJE IMPRESCINDIBLE: ¿POR QUÉ SUFRIMOS LOS SERES
HUMANOS? LA CONCIENCIA DEL PASADO, EL PRESENTE Y EL FUTURO
Pasado, presente y futuro: la falacia
Conciencia: ¿Bondadosa o nociva?
¿Por qué sufrimos los seres humanos?
II. LA PRINCIPAL ENSEÑANZA: EL EGO, ESE AMIGO/ENEMIGO FIEL
Orgullo
Cuerpo del ego
Perdonar al ego
Trascender el ego
Sesgo de confirmación
Pedir ayuda
III. EDUCACIÓN AFECTIVA: EMOCIÓN VERSUS RAZÓN, ¿UNA PARADOJA?
IV. PEDAGOGÍA DEL DOLOR: PENSAR ES SUFRIR. LOS ENIGMAS DE LA
MENTE HUMANA
Sobre los juicios
Mente difusa
Disolver la mente, disipar los pensamientos
Ponle atención a tu eco
Pensar es falta de presencia, pensar causa daño
Dejar de pensar tanto, para ser felices
V. EDUCAR PARA LA VIDA. ¿QUIERES VIVIR MEJOR? COMPRENDE LA VIDA.
¿Qué es la vida?

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Momentos, personas y actividades más importantes de tu vida.
¿Quieres vivir mejor?
VI. EL PROPÓSITO DE LA EDUCACIÓN Y LA VIDA ES VIVIR
¿Qué eres?, ¿Quién eres?
Aceptar la vida tal como es
Experiencia
No sigas el guion de la película
VII. APRENDER A VIVIR SIN EXPECTATIVAS: ¿INSENSATEZ O NECESIDAD
PSICOLÓGICA?
VIII. FORMACIÓN DE LA RESILIENCIA: ¿CAPACIDAD HUMANA O ACTITUD
ANTE LA VIDA?
¿Qué es la resiliencia?
Dolor y sufrimiento
El dolor existe, pero el sufrimiento es opcional
IX. APRENDER A PERDONAR. ¿QUÉ HACER CUANDO SIENTAS TRISTEZA,
DEPRESIÓN, ANSIEDAD O ANGUSTIA?
Observa tus emociones
Meditar
¿Qué es meditar? ¿Cómo meditar?
El perdón
¿Cómo perdonar?
Es tu corazón quien te habla
El lenguaje del silencio. Escucha el sonido de tu corazón
X. EDUCACIÓN CONSCIENTE Y PRESENCIA: DOS ALIADAS DEL BIENESTAR
HUMANO

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Vivir aquí-ahora
Debes ser consciente de todo lo que haces, estar presente
Nunca olvides lo que estás haciendo
XI. EDUCACIÓN DE LA FELICIDAD PLENA: ¿UNA UTOPÍA?
Felicidad y sufrimiento
¿Ser feliz sin sufrir?
¿Cómo vivir feliz sea cual sea la situación o circunstancia?
La aceptación personal es parte de la felicidad
XII. ¿CÓMO ENSEÑAR A VIVIR UNA VIDA PLENA?
Vivir una vida plena
Vivir una vida plena, sin dolor ni sufrimiento
Vivir fácil
¿Por qué una persona se suicida?
Eres una persona maravillosa
XIII. PEDAGOGÍA DE LAS TRANSICIONES VITALES: DE LA TURBULENCIA A
LA PAZ CONSTANTE
Lo que observamos no es lo que hay
La revolución emocional interna: vemos mal afuera porque estamos mal
adentro
Transiciones vitales
XIV. CONSEJO DEL MAESTRO: NO TE DEJES ENGAÑAR POR TU CEREBRO,
ENGÁÑALO TÚ A ÉL.
XV. ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA ELIMINAR TU MIEDO, ESTRÉS,
ANSIEDAD Y DEPRESIÓN.

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RÍES (Respira, Inhala, Exhala, Suspira). Estrategia de la Configuración
Compasiva para vivir de manera plena
La configuración compasiva
Tipos/Niveles de configuración compasiva
RÍES (Respira, Inhala, Exhala, Suspira): estrategia de la configuración
compasiva
XVI. PREGUNTA PARA EL EXAMEN: ¿RECIBIR AMOR O DARLO? EL AMOR
PROPIO
El amor propio
Amar a todos los seres humanos
LA EVALUACIÓN FINAL

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LA PRIMERA CLASE

Tenemos que hacer un esfuerzo para ampliar nuestra compasión natural, no


sólo a través de las oraciones o acuñando lindas palabras, sino haciendo un
buen uso de nuestra inteligencia. Así es como nos convertimos en personas
felices nosotros mismos, en una familia feliz, en una comunidad feliz y en un
mundo más feliz. Una de las cosas que nos distingue como seres humanos es
nuestra capacidad para extender nuestros sentimientos naturales de
compasión hacia otras personas y en última instancia, hacia toda la
humanidad.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

¿Por qué sufrimos los seres humanos?

Esta es una pregunta muy interesante, la cual ha sido formulada y


respondida durante milenios. Sufrimos por la conciencia del pasado, el
presente y el futuro. Realmente; pasado, presente y futuro constituyen una
la falacia.

De este interrogante se desprende otro muy controversial: la conciencia, ¿es


bondadosa o es nociva?

Precisamente, en este pequeño libro que tienes en tus manos aquí-ahora,


comienzo reflexionando sobre estos dos interrogantes.

No es casualidad que tú estés leyendo esta obra en estos precisos


momentos. Este es el primer paso para comenzar a pulverizar tu ego - ese

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amigo/enemigo fiel - y de esta manera puedas disipar tu orgullo, perdonar
al ego, trascenderlo, y ser feliz. Pero debes recordar que no puedes ser feliz
sin sufrir, eso es imposible. No te dejes traicionar por el sesgo de
confirmación, escucha a tu corazón. Es tu corazón quien te habla. Escúchalo
y ¡Pide ayuda!

En el libro reflexiono sobre la paradoja que implica enfrentar la emoción a la


razón, y profundizo en los enigmas de la mente humana, sugiriendo que
pensar es sufrir. Detallo el papel de los juicios en el malestar humano, así
como las características de la mente difusa, cómo disolver la mente y disipar
los pensamientos, poniéndole atención a tu eco, y dejando de pensar tanto,
para que seas feliz y vivas una vida en paz, sosiego, armonía y tranquilidad.

¿Quieres vivir mejor? Comprende la vida. Pero, ¿qué es la vida?, ¿cuáles son
los momentos, personas y actividades más importantes de tu vida? Es
evidente que el propósito de la vida es vivir.

¿Qué eres?, ¿Quién eres? Debes practicar la configuración compasiva,


aceptar la vida tal como es, disfrutar tu experiencia, ejercer el perdón y no
seguir el guion de la película de tus emociones.

Vive sin expectativas, no es una insensatez, es una necesidad psicológica


esencial en el proceso de la resiliencia como capacidad humana y actitud
ante la vida. No olvides que el dolor existe, pero el sufrimiento es opcional.

¿Qué hacer entonces cuando sientas tristeza, depresión, ansiedad o


angustia? Observa tus emociones, medita, despliega los tipos o niveles de
configuración compasiva y no ignores el lenguaje del silencio. ¡Escucha el
sonido de tu corazón!

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La conciencia y la presencia son dos aliadas del bienestar humano, observa
el cuerpo del ego, no vivas en el pasado ni en el futuro, vive aquí-ahora.
Debes ser consciente de todo lo que haces, estar presente, porque la
felicidad plena no es una utopía, puedes y debes configurarla y vivir una vida
plena, sin dolor ni sufrimiento.

¿Cómo vivir una vida plena? ¿Cómo vivir feliz sea cual sea la situación o
circunstancia? Vivir es muy fácil, muy sencillo. La vida es muy simple. Pero
nosotros los seres humanos la complejizamos. A tal punto que no pocas
personas deciden quitarse la vida. ¿Por qué una persona se suicida?

Es posible resignificar el dolor, porque es temporal. Es posible reconfigurar


el sufrimiento y aceptar la transición.

En este libro abordo una dinámica transformacional del ser humano, desde
mi propia experiencia, que evoluciona desde las pérdidas hacia las
transiciones vitales, y luego a la paz constante, mediante tres acciones
esenciales: resposabilizarte, fluir y focalizarte.

Lo que observamos no es lo que hay. Vemos mal afuera porque estamos


mal adentro. La revolución emocional interna te dice que nunca olvides lo
que estás haciendo. ¡Medita!

¿Qué es meditar? ¿Cómo meditar? Hazlo. Eres una persona maravillosa, no


te dejes engañar por tu cerebro, engáñalo tú a él.

En la parte final del libro, sugiero cómo eliminar tu miedo, estrés, ansiedad
y depresión, a partir de RIES (Respira, Inhala, Exhala, Suspira), una estrategia
de la Configuración Compasiva para vivir de manera plena, disolviendo el

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dolor y el sufrimiento, teniendo en cuenta que pensar es falta de presencia,
pensar causa daño.

Entonces, ¿deseas recibir amor o darlo? ¿Qué es el amor propio? Debes


amar a todos los seres humanos.

Y al hablar del amor no me refiero a practicar una religión. Más que creer
en una religión, hay que creer en el amor infinito del Universo y de Dios,
como quiera que lo asumas. Hay que aprender a no juzgar y así no seremos
juzgados, aprender a perdonar, sobre todo a alguien que te ha lastimado
mucho, proceso nada fácil, pero sí muy liberador.

Estos pensamientos resumen las enseñanzas de la filosofía, la psicología y la


teología. Aquí está resumida la filosofía de Confucio, la psicología de
Siddhartha Gautama (El Buda) y la teología de Jesús Cristo.

A pesar de lo anterior, existen teorías que justifican la negación del amar.


Eso es muy peligroso. Y digo amar, no amor. Utilizo la noción de amar como
verbo, no como sustantivo. Aquí entiendo el amar como el acto de ser visto,
tener presencia ante el otro, sin ser rechazado. Amar es ver. Amar es sentir.
Amar es encontrarse y aceptarse. Ver al otro y aceptarlo es una experiencia
amorosa. Amar es tener confianza en que el otro me va a escuchar sin
rechazos.

Si queremos convivir y estar juntos, debemos amarnos los unos a los otros.
Y si lo queremos hacer, lo hacemos. Y es aquí entonces cuando aparecen
todos los valores: respeto, honestidad, solidaridad. Los valores son modos
de convivir. Los valores no se enseñan, se viven. Solo se ama cuando se viven
los valores.

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Finalmente, sonríe. Nada es tan malo como parece, ni tan bueno como
creemos.

¡No detengas tu búsqueda elevada de la conciencia a través del amar!

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I

UN APRENDIZAJE IMPRESCINDIBLE

¿POR QUÉ SUFRIMOS LOS SERES HUMANOS?

LA CONCIENCIA DEL PASADO, EL PRESENTE Y EL FUTURO

Creo que la humanidad está frente a una crisis de falta de una real convicción
en los principios morales que, en última instancia, son la fuente de la fuerza
interior y la confianza. Considerando esto, veo la urgencia de familiarizar a la
generación más joven con los valores humanos fundamentales y la ética. El
corazón de este esfuerzo es ayudar a la generación más joven a cultivar una
compasión genuina o una compasión basada en la ética. Si la inteligencia
humana y el potencial humano de un corazón bondadoso pueden
combinarse, confío que muchos de los problemas provocados por el hombre
pueden reducirse, si no eliminarse.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

Pasado, presente y futuro: la falacia

Solo existe el presente, que es lo único que más o menos podemos controlar
o, más bien, redireccionar. El pasado y el futuro no existen. El pasado es un
presente que ya no es; ya expiró, murió, no vuelve más, no existe. Por eso
no debemos preocuparnos por el pasado. Porque no existe. ¿Qué sentido
tiene preocuparse por algo que no existe?

El pasado fue un presente que ya pasó. El futuro tampoco existe. El futuro


es un presente que aún no ha nacido, aún no ha llegado. Por eso no

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debemos preocuparnos por el futuro, porque no podemos controlarlo ni
determinarlo; no existe, no podemos decidir sobre él.

Tampoco podemos decidir sobre el pasado. Sobre lo único que podemos


decidir es sobre el presente, que es lo único que tenemos y lo único que
existe.

El ayer ya no existe, el mañana tampoco. Lo único que existe es el hoy. El


ayer es un hoy que ya pasó. El mañana es un hoy que aún no ha sido. Por
eso debemos disfrutar el presente, debemos disfrutar el hoy y no pensar
tanto en el ayer porque ya no es, y ya no podemos cambiarlo. Lo que fue,
ya fue, y no tiene marcha atrás.

Tampoco debemos pensar tanto en el mañana, porque aún no es. Vivir el


presente es lo que nos queda, vivir el hoy. Porque el tiempo no existe, es
solo un concepto, un invento humano que trae dolor y sufrimiento; pero si
comprendo que no existe, entonces puedo ser feliz de manera infinita,
porque vivo el hoy eternamente.

Tu vida no es lo que ya viviste, ya eso no existe, no te quedes atrapado(a)


en el tiempo, el pasado no existe, es una invención humana.

Tu vida es lo que estás viviendo ahora, lo que estás sintiendo y haciendo en


estos momentos, día a día, minuto a minuto, segundo a segundo, tu vida es
cada instante, cada momento, cada suspiro, cada sentir y emocionar. Tu vida
es cada experiencia, cada vivencia, cada fragmento de conciencia.

Conciencia: ¿Bondadosa o nociva?

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Es importante establecer la relación entre conciencia e intención. ¿Qué has
hecho tú con eso que hicieron contigo?

Casi siempre nuestras conductas tienen una génesis tríadica: biogenética,


neuropsicológica y sociocultural. Lo que hacemos depende de nuestra
cultura y de nuestras relaciones sociales, esto es cierto, pero también tienen
un origen en nuestra mente y en nuestro cerebro. Casi siempre lo que
hacemos se debe a que alguien nos lo hizo también a nosotros y se
generaron configuraciones neuromentales, o lo tenemos configurado
genéticamente.

No podemos hacer nada que no pase por nuestro cerebro, no podemos


decir, pensar ni sentir algo, sin que ese algo tenga una base y sustento
neuronal. Pero el accionar de nuestro cerebro y de nuestra mente se
sustenta en nuestra configuración biogenética.

El ser humano nace con 34 mil genes aproximadamente, y de ellos, entre 20


mil y 25 mil participan en el funcionamiento del cerebro. Esto significa que
el 70 % de nuestros genes participan en el funcionamiento neuronal. Pero
eso no significa que debes culpar a los genes de tus actos. Eso no significa
que no seas responsable de tus acciones. Eres consciente y responsable de
todo lo que sientes, piensas, dices y haces, aunque no te percates de ello
(conciencia irreflexiva). Siempre hay una intención en no hacer conciencia de
tus actos, debido a la ganancia afectiva, emocional y/o cognitiva e intelectual
y/o praxiológica, de tus acciones (sentir, decir, hablar, hacer)

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La conciencia es una configuración de configuraciones. La conciencia se
manifiesta a través del entrelazamiento de seis configuraciones: visual,
auditiva, táctil, olfativa, gustativa y mental.

Las configuraciones visual, auditiva, táctil, olfativa y gustativa proporcionan


el acceso a la experiencia presente. No es posible acceder al pasado ni al
futuro mediante la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto. Solo la
configuración mental permite acceder a la experiencia del pasado y del
futuro. No podemos observar la luna del viernes pasado. Tampoco podemos
escuchar una canción que aún no ha sonado.

Por ejemplo, cuando parece que recordamos una experiencia pasada o


imaginamos una experiencia futura, al observar la luna del viernes pasado o
escuchar una canción que aún no ha sonado, es porque se manifiesta la
conciencia mental, a través de la acción del pensar.

El recuerdo y la imaginación son el contenido del pensamiento. Pensar


recuerdos nocivos causa depresión y tristeza por algo que ya ocurrió
(conciencia mental del pasado). Pensar imaginaciones nocivas causa
angustia y ansiedad por algo que aún no ha ocurrido y no sabemos si
ocurrirá o no (conciencia mental del futuro)

El acceso a la paz y el sosiego solo son posibles a través de la experiencia


sensorial directa, que es la única que se manifiesta en el presente, ya que el
relato mental discurre del pasado al futuro sin detenerse en el presente.

Para vivir tranquilos y alegres debemos detener, aquietar y vaciar la mente,


llenando los sentidos con experiencias visuales, auditivas, táctiles, olfativas y
gustativas.

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No podemos vivenciar el pasado, el presente y el futuro al mismo tiempo. El
pensar y el vivenciar nunca son simultáneos. Si hay un pensamiento no hay
cognición sensorial; pero en un instante de cognición sensorial, no hay
pensamientos.

El pensar nos remite al pasado (recordar) y al futuro (imaginar) y nos llena


de tristeza, depresión, angustia, ansiedad y desesperación. La cognición
sensorial nos mantiene en el presente. La felicidad se configura en la
atención plena del ver, oír, olfatear, gustar y tocar.

La conciencia genera depresión, ansiedad o felicidad. La conciencia mental


del pasado nos llena de tristeza y depresión. La conciencia mental del futuro
nos llena de angustia y ansiedad. La conciencia sensorial nos proporciona
alegría, paz y tranquilidad. Solo la atención plena genera felicidad.

La conciencia puede ser nociva, cuando se concentra solo en la mente.


Porque la mente nunca está atenta en el presente, siempre anda
deambulando hacia el pasado (recuerdos) y hacia el futuro (imaginación).

La paz, la alegría y el sosiego solo se logran mediante la atención plena de


las configuraciones sensoriales (vista, oído, olfato, gusto y tacto), que son las
únicas que se manifiestan en el presente.

¿Por qué sufrimos los seres humanos?

No existe una realidad separada de nuestro cuerpo y nuestra mente. Nuestra


única realidad son nuestras vivencias y experiencias del aquí-ahora. Sufrimos
porque configuramos en nuestra mente una realidad que no existe. Nuestra
mente está separada de nuestro cuerpo, nunca está en el presente, siempre
está en el pasado o en el futuro, y esto causa sufrimiento. Vivir en el pasado

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causa depresión y tristeza. Vivir en el futuro causa angustia, estrés y
ansiedad. Sufrimos porque no vivimos la experiencia del aquí-ahora, porque
pensamos en una realidad que no existe, solo existe en nuestra mente.
Sufrimos porque no vivimos el presente, no disfrutamos el maravilloso aquí-
ahora.

Un aplauso para esas personas que son coherentes con lo que piensan,
sienten y hacen. Ese es el secreto de la felicidad, pero respetando los
derechos de los demás. Existen personas que como no son felices quieren
también crucificar a otros. Todas las emociones negativas (odio,
resentimiento, envidia, culpa, soberbia, arrogancia, altanería, vanidad,
orgullo, etc.) nos restan vida y nos quitan la posibilidad de ser felices.
Recuerda que toda raíz de una enfermedad, tiene una emoción oculta. Y
esas emociones aflictivas son las que nos hacer sufrir y sentir dolor, malestar
o inconformidad.

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II

LA PRINCIPAL ENSEÑANZA

EL EGO, ESE AMIGO/ENEMIGO FIEL

Una actitud compasiva abre nuestra puerta interior, y como resultado es


mucho más fácil comunicarnos con los otros. Si hay una actitud demasiado
egocéntrica, entonces, el miedo, la duda y la sospecha llegan y como
consecuencia, nuestra puerta interior se cierra. Entonces es muy difícil
comunicarse con los demás.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

Orgullo

El orgullo evoca el temor a haberse equivocado. Admitir que nos


equivocamos y cometimos un error en la decisión que tomamos, nos hace
sentir mal con nosotros mismos, nos causa mucho dolor y sufrimiento. Y por
eso creemos y deseamos que la decisión tomada sea irreversible, porque
tenemos miedo reconocer que fallamos. La soberbia es el miedo a admitir
que nos equivocamos. Por eso nos ponemos arrogantes y altaneros. Admitir
que cometimos un error se convierte en un tormento para nuestra cabeza.
Es por ello que preferimos el orgullo y la vanidad antes que reconocer que
cometimos un error.

Sin lugar a dudas, la estupidez es un atributo humano, y al igual que existe


una teoría de las múltiples inteligencias humanas, debería existir una teoría
de las múltiples estupideces humanas.

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La persona orgullosa, vanidosa y soberbia actúa con arrogancia y altanería
para justificar sus decisiones, pero nunca reconoce sus errores; prefiere
perder algo valioso, incluso auto-dañarse, antes que reconocer que se
equivocó. Orgullo y soberbia son de los peores defectos de un ser humano.
Es una enfermedad mental. Son las máscaras del EGO.

Una persona orgullosa, altiva, arrogante y prepotente se cree mejor que la


otra, entonces el hecho de aceptar que la otra persona tiene la razón y que
él o ella se han equivocado, en su mente obtusa y refractaria es como
rebajarse ante el otro, y eso jamás lo hace una persona soberbia; prefiere
tirar todo por la borda antes de dar su brazo a torcer. Es triste y da pesar
una persona así. Es una persona enferma de su mente, necesita un
tratamiento psicológico y espiritual.

Quedarnos en el orgullo y la vanidad es quedarnos en nuestra zona de


confort, en lo más bajo y oscuro del ser humano. Hay un tratado sobre la
inteligencia perdida que habla justamente sobre nuestra estupidez.
Definitivamente, la inteligencia humana ha fracasado. La inteligencia humana
está en cautiverio. Es la servil gacela del ego.

Cuerpo del ego

No hay nada más nocivo para el bienestar humano que el cuerpo del ego,
las máscaras del ego: soberbia, arrogancia, altanería, ira, orgullo, vanidad.

El insulto y la burla atacan la autoestima, la identidad y el valor de la persona


agredida. El insulto y la burla no aportan nada. Las palabras no se las lleva
el viento, quedan escritas en el subconsciente y en el corazón de la persona
ofendida. Es por ello que, si no perdonas y te perdonas, enfermas. El perdón

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es fundamental para sobrevivir, para reinventarse. Cuando una persona te
ofende o maltrata es porque está sufriendo mucho, está enferma del ego,
que usa sus máscaras para ocultarse, y va corrompiendo a la persona por
dentro. Su dolor genera una guerra contra ti. Pero debes perdonarla, para
que puedas sanar, comprender e incluso amar. El duelo no se puede
eternizar.

Respirar, ser y estar, son maneras de vivir en plenitud, si quieres vivir en paz,
armonía y sosiego, debes practicar la compasión y el amor indefinido e
incondicional. Quédate en frente de tus enemigos y ámales. Si no puedes,
acéptalo y quédate respirando todo aquello que en tu interior te inventaste
para olvidar que ese enemigo y tú son lo mismo.

Cuando una persona causa daño, no quiere actuar así. Ella no es así. Actúa
así porque está sufriendo mucho, siente mucho dolor en su corazón. Ningún
ser humano es malo. Toda conducta negativa tiene su origen en un daño
interior.

El orgullo y la vanidad van corrompiendo por dentro. Uno no lo percibe, uno


lo niega, no se percata; son máscaras del ego. La causa es pensar en el
pasado y/o en el futuro.

La soberbia, la ira, la arrogancia y el resentimiento, solo se disuelven


concentrándonos en el presente, estando atentos, siendo conscientes del
aquí-ahora.

El orgullo, el rencor y la venganza son los peores sentimientos que puede


albergar un ser humano, no solo terminan destruyéndolo a sí mismo, sino
que destruye también a las otras personas que le rodean.

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Hay que aceptar que somos humanos y que todos nos equivocamos.
Debemos perdonar para liberarnos. Ese es el verdadero amor, entender a
las personas que amamos y perdonarlos, no importa cuantas veces sea
necesario hacerlo para poder vivir en armonía y en paz.

Cuando nos desnudemos de todo lo que no somos, seremos amor, bondad,


felicidad. Todos somos amor bondadoso, compasión, verdad, felicidad,
esencia del Ser verdadero. Pero estamos vestidos de odio, codicia e
ignorancia. Somos inconscientes, estamos distraídos. Cuando despertemos,
descubriremos nuestro propio Ser.

¿Cómo despertamos a la conciencia?, ¿cómo dejamos de estar distraídos?

¡Sería fantástico descubrirlo en un mundo de tanto dolor y odio!

Despertamos a la conciencia estando atentos, observándonos en cada


experiencia vital, mirándonos, viviendo nuestro vivir.

Esto a modo individual. ¿Y las organizaciones? ¿La sociedad? ¿Los


gobiernos?

Si cada uno lo hace individual, vivimos felices todos. No hay otra forma. El
cambio societal es en esencia un cambio individual.

Perdonar al ego

La ira nunca está justificada. El enojo solo te causa daño a ti mismo. Cada
vez que te enfadas con algo o alguien, es porque ha sido activada alguna
culpa inconsciente en tu mente, de la que ni siquiera te percatas porque es
inconsciente. Si no te sientes tranquilo y en paz, es hora de perdonar tu
aparente culpa. El ego te hace sentir miedo por la culpa. Debes enfocarte en

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perdonar el sistema de pensamiento de tu ego, basado en el miedo que
mora ahí en tu mente inconsciente.

Siempre que te enojes por alguna situación, es porque estás sintiendo y


pensando con el ego. Todo sentimiento es el resultado de un pensamiento
vivido. Cuando algo te molesta, es porque el ego activa los pensamientos y
sentimientos de tu mente inconsciente y afloran en tu mente consciente.
Cada vez que juzgues algo, estás pensando con el ego. Para evitar que esa
situación perturbe tu tranquilidad y tu paz mental, debes descubrirte
pensando con el ego y detenerte, trascender el ego. Esto lo logras
perdonando. En realidad no hay culpables, solo el perdón genera sanación.
Debes perdonarte y perdonar incluso a tu enemigo.

Ama a tu enemigo, perdónalo para que lo puedas amar. Así serás más feliz
tú. Solo lo amas si lo perdonas. Y solo lo puedes perdonar si lo comprendes.
Si no comprendes su enfermedad no podrás perdonar y mucho menos
amar. Esto lo logras trascendiendo el ego.

Trascender el ego

Es muy sencillo ser feliz: trascendiendo el ego, dominándolo, hacer que se


rinda, doblegarlo. El ego nos causa dolor y sufrimiento, se oculta a través de
sus máscaras: ira, soberbia, arrogancia, orgullo, vanidad, codicia, ignorancia,
prepotencia, altanería. Hay que unir la mente al cuerpo, para vivenciar el
aquí-ahora. Las emociones de la alegría, tranquilidad, paz y felicidad solo
emergen de la unión mente-cuerpo, lo que implica que la mente viva en el
presente corporal, no en experiencias pasadas ni en un futuro desconocido.

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Solo vivimos felices en nuestra experiencia mental anclada al cuerpo, porque
esa es la única realidad que existe. El pasado no existe como realidad, porque
es una experiencia que ya no es. El futuro tampoco existe como realidad,
porque es una experiencia impredecible. No es posible ser feliz en el pasado
ni en el futuro, solo podemos ser felices en el presente, en las biopraxis, en
el aquí-ahora, en este momento, en este fragmento de vida, en este instante,
en este suspiro que ya no existe, el cual está cargado de sufrimiento, para
poder ser felices.

Sesgo de confirmación

El sesgo de confirmación en psicología es la tendencia de una persona a


favorecer la información que confirma sus suposiciones, ideas a priori o
hipótesis, independientemente de que éstas sean verdaderas o no. El
fenómeno también es conocido con el nombre de sesgo confirmatorio o
sesgo de mi punto de vista. Este sesgo es muy nocivo, porque nos lleva a
tomar decisiones erradas, pensando y asumiendo que son las correctas.

Cuando tomamos decisiones erradas, las consecuencias son nefastas y nos


causan mucho dolor y sufrimiento. Entonces queremos revertir la decisión,
pero hemos causado tanto daño que el universo entero conspira y todos los
astros se confabulan para no dar marcha atrás al proceso. Es una ley: la
evolución humana, la impermanencia, todo cambia, todo fluye, nada es
sólido ni permanente, todo se desvanece en el aire como pompas de
jabón. Por eso sufrimos. No hay otra alternativa. Debemos sufrir para poder
ser felices. Y si no comprendes esto, entonces pide ayuda, abandona tu ego
y tu orgullo, eso no te hace una persona inferior.

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Pedir ayuda

Imagina que estás con una cantidad de objetos en tus brazos. La gente te
admira, te felicita y es compasiva contigo. Pero no saben que eres incapaz
de saber qué hacer con tantos objetos. Finalmente se te caen algunos.
Cuando se te caen te entristeces mucho, y en esos momentos todos se ríen
de ti. Sería más fácil para ti pedir ayuda, o soltarlos en un lugar e ir
acomodando de a poco, hasta construir algo hermoso con esos objetos,
aunque incluso algunos de ellos sean punzantes. En vez de eso, que es lo
más lógico, justo y sensato; prefieres mirar la noche oscura.

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III

EDUCACIÓN AFECTIVA

EMOCIÓN VERSUS RAZÓN

¿UNA PARADOJA?

El amor y la compasión son necesidades, no lujos. Sin ellos, la humanidad no


puede sobrevivir.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

A lo largo de nuestra historia, los seres humanos siempre hemos pensado


que somos seres eminentemente racionales. Es por ello que subvaloramos
las emociones y cuestionamos aquellas decisiones que se sustentan en
alguna emoción. Criticamos las actuaciones emocionales y enarbolamos
toda acción que parezca racional. Ahora bien, esto es lo que pensamos. Son
solo creencias. Pero nuestra condición humana no es racional sino
emocional.

En realidad, los seres humanos usamos la razón con el propósito de justificar


u ocultar nuestros deseos y emociones. No lo hacemos de manera
intencional, esa es nuestra ontología humana. Así somos, emocionales, pero
no queremos reconocerlo. Entonces, mediante la razón, sin proponérnoslo,
justificamos y ocultamos el carácter emocional de nuestras acciones. Lo
negamos, porque creemos que somos racionales, pero en realidad somos
emocionales.

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Casi nadie reconoce que sus decisiones tienen un sustento emocional. Todos
afirmamos que nuestras acciones son racionales, y con la razón ocultamos y
justificamos el sustrato emocional de nuestras acciones. Por ejemplo, tú
tomas decisiones en tu vida, y las justificas racionalmente, para no reconocer
que el fundamento de tu decisión es emocional. Y es así porque son los
deseos los que te guían, no la razón. No hay pensamiento sin emoción.

Nuestros pensamientos están configurados por las emociones, afectos y


sentimientos. En realidad, el sentir determina el pensar, y éste determina el
actuar. Es cierto que actuamos acorde con nuestro pensamiento, con
nuestra razón, pero pensamos y razonamos acorde con nuestras emociones
y sentimientos. Dime lo que estás sintiendo y te diré lo que estás pensando,
dime lo que estás pensando y te diré lo que eres capaz de hacer y decir. Lo
que hacemos y decimos en nuestra cotidianidad depende de lo que
sentimos, de nuestras emociones. No hay acción sin emoción.

¿Podemos cambiar nuestra forma de actuar? Sí. ¿Cómo? Cambiando nuestra


emoción. Por cuanto en toda acción subyace al menos una emoción, si
cambiamos las emociones por medio de las cuales fluye nuestra vida,
también cambiarán nuestras acciones. ¿Y cómo cambiamos una emoción?
Por medio de la reflexión.

La reflexión es una emoción. Cuando reflexionamos lo hacemos porque


hemos tomado la decisión de hacerlo, y el acto de tomar la decisión de
reflexionar no es racional sino emocional. Deseamos reflexionar.

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Cuando la razón toma conciencia de la emoción es porque hay otra emoción
activa, la propia razón es emocional. Ontológicamente hablando la razón no
existe. No existe el pensamiento.

La razón y el pensamiento son conceptos creados por los seres humanos


para dar cuenta de un acto emocional. La razón es una configuración
conceptual comprensiva, un signo. El pensamiento es una configuración
conceptual comprensiva, un signo. Lo único que en realidad tenemos,
ontológicamente hablando, son las emociones, y éstas guían nuestras
acciones. Esto lo que yo denomino biopraxis humana, eso es lo único que
tenemos. Pensar es vivir y vivir es pensar. Lo único que tenemos es el vivir,
las biopraxis, fragmentos de vivencias, experiencias y emociones. En nuestras
biopraxis cotidianas subyacen las emociones.

La razón y el pensamiento son configuraciones lingüísticas. La conciencia es


una relación emocional entre humanos, el "yo" no tiene existencia
ontológica. Yo existo porque existe el otro, o porque reflejo al otro en mí
mismo. El yo es una relación, la mente humana es una relación con otro o
conmigo mismo. Conciencia significa "darse cuenta", y nos damos cuenta
cuando sentimos, no cuando pensamos o razonamos. Estar consciente es
sentir, emocionarse, y a la reflexión que hacemos de esa emoción o
sentimiento le llamamos razón o pensamiento, pero en realidad es solo un
concepto creado por el ser humano para dar cuenta de una “acción
superior” (pensar, razonar).

Los seres humanos somos los únicos seres vivos que tenemos la capacidad
de modificar y cambiar nuestro mundo y a nosotros mismos mediante el

27
lenguaje, a través de la reflexión, del discurso, creando una nueva cultura. Y
ese acto reflexivo no es racional, es emocional, porque para hacer la reflexión
debemos querer hacerla, debemos desearlo, y esa acción de desearlo y
quererlo es emocional, no racional.

A partir de lo anterior, podemos afirmar que los seres humanos no somos


racionales sino emocionales, y utilizamos la razón para justificar u ocultar las
emociones que subyacen nuestras acciones, porque a lo largo de la historia
hemos subvalorado las emociones y le hemos dado mayor importancia a la
razón.

Utiliza tu propia oscuridad para encontrarte, no para evadirla. Todos somos


seres humanos, sentimos miedo, ansiedad, dolor, depresión, ira, etc.
La pregunta que debes hacerte es esta: ¿Utilizo mi propia oscuridad para
evadirla y dejar que me consuma diariamente, o la uso para entrar en ella,
liberarla, y posteriormente, descubrir quién soy?

Hay emociones tan profundas que ni siquiera somos conscientes de que


éstas residen en nuestro interior. Solo podemos experimentarlas, cuando ya
están cerca a la superficie, a punto de ser libres, a punto de salir de la prisión
interior, salir de ti.

La verdadera oscuridad está adentro de ti, no afuera. El que está afuera te


muestra una emoción reprimida, que no has sanado, que no has entrado en
ella, que no has querido experimentar.

¿Quieres sanar? Entonces entra en esa oscuridad que no quieres ver.


Atrévete a sentir ese dolor que has llevado por mucho tiempo. Atrévete a

28
sentir esa rabia generada por las injusticias que has vivido. Atrévete a llorar.
Atrévete a amar. Atrévete a vivir.

Atrévete a dejar ir esa oscuridad, para luego conocerte realmente. CONOCE


TU VERDADERO SER, más allá de las formas configuradas. El propósito de la
vida humana es vivir.

Lo que debemos hacer es reconocer nuestra ontología humana, reconocer


el carácter emocional de nuestras acciones, y hacernos cargo de ellas; asumir
sin miedo nuestras emociones, no ocultarlas, vivenciarlas, hacer que emerjan
y asumir las consecuencia de ello; redireccionarlas sin temor, vivirlas a
plenitud, y no ocultarlas o justificarlas mediante la "razón".

Ese fue precisamente el error de Descartes: subordinar la existencia humana


a la razón y al pensamiento, y quizá por eso nuestro mundo no es como lo
deseamos. Nuestro mundo fuese muy diferente si Descartes en vez de decir
Cogito, ergo Sum, hubiese dicho Emotio, ergo Cogito, Ergo Sum. O mejor:
Emotio, ergo Sum; y mucho mejor: Amo, ergo Sum.

29
IV

PEDAGOGÍA DEL DOLOR

PENSAR ES SUFRIR

LOS ENIGMAS DE LA MENTE HUMANA

Cuando pensamientos negativos como el odio o la ira están presentes, incluso


un amigo es visto como un enemigo, pero cuando los pensamientos
negativos desaparecen, incluso un enemigo se convierte en un amigo.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

Sobre los juicios

Experimentamos la vida como un constante resultado que debemos calificar,


pues la idea es terminar lo que comenzamos. Los juicios siempre están
supeditados a un resultado. Pero lo importante no es el resultado, sino el
trayecto. De ahí que, un trayecto libre de juicios te muestra constantemente
que no eres un resultado, eres el creador constante de cada segundo y,
cuando lo recuerdas, cada segundo te muestra tu creación y a través de tu
creación te muestras a ti, pero no puedes verte si te estás juzgando
constantemente.

¿Qué es juzgar? Comparar a cada segundo tu creación con la creencia que


sostienes de cómo debería ser tu creación. Debes vivir libre de juicios, libre
de creencias, libre de la incomodidad que te gobierna. A esa incomodidad
le podríamos llamar culpa. La solución: EL PERDÓN.

30
Permítete perdonar y perdonarte, descubre lo enamorado que estás de tu
personaje y comienza a disfrutarlo segundo a segundo. No permitas que tu
mente difusa te confunda y se apodere de tu verdadero ser.

Mente difusa

Cuando contienes tu mente difusa, oscura y dudosa, emerge tu propio ser,


tu verdadero yo, con el ego amordazado. Este es el primer paso para la
liberación.

Solo logras paz y tranquilidad en tu vida, cuando le pones límites profundos


y rigurosos a tu mente parlanchina, que es la raíz de tu sufrimiento cotidiano:
pensar.

Si dejas a tu mente libre para que dude y piense lo que ella quiera, estás
generando tú mismo la ansiedad, el estrés, la depresión, la angustia y la
intranquilidad. Estos atributos del sufrimiento humano, son engendrados por
ti mismo, por tu pensamiento. Sin dudas, pensar es sufrir.

Casi todas las crisis depresivas surgen por pensar demasiado. La mente es
un enemigo grande si se la deja suelta. Cada vez que me descuido, la mente
me aterroriza. Pero cuando me doy cuenta, enseguida la enfrento. No llores,
no te desesperes, no te descontroles. Apenas te des cuenta de las
intenciones nocivas de tu mente, respira, y deja de llorar.

Debes vivir en paz ahora mismo. Ese día esperado, es hoy mismo. No debes
dejárselo al tiempo, debes lograrlo con tu despertar, con tu conciencia, con
tu atención plena. Toda la vida hemos vivido con nuestro peor enemigo y
no lo sabíamos: nuestra propia mente. Hizo con nosotros lo que quiso, y lo
sigue haciendo todos los días. Debemos disolver la mente.

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Disolver la mente, disipar los pensamientos

Casi siempre que la mente piensa algo, uno dice eso que está pensando o
hace lo que está pensando. Casi siempre la mente piensa cosas nocivas. Y
por eso uno dice y hace cosas que causan daño a uno mismo y/o a los
demás, incluso a personas amadas. Pero la mente casi nunca piensa lo que
uno siente. El verdadero ser, el verdadero yo, es lo que uno siente, no lo que
uno piensa. ¿Quién piensa entonces? La mente. Y casi nunca piensa algo
bueno. ¿Qué hacer entonces?

Uno no decide los pensamientos que piensa. La mente genera los


pensamientos beligerantes. ¿Qué hacer entonces? ¿Dejar de pensar? Eso es
imposible. ¿Y entonces qué hacemos? Debemos observar conscientemente
y de manera atenta todo lo que pensamos. Cuando aplicamos la atención
plena a los pensamientos de la mente, entonces podemos decidir de manera
consciente qué decir y qué hacer. En ese instante las palabras y la acción no
son provocadas por la mente belicosa sino por nuestro corazón, por nuestro
sentimiento bondadoso y compasivo.

Debemos estar siempre conscientes y atentos a lo que la mente piensa, que


no es lo mismo que el sentir de nuestro corazón. Debemos observar los
pensamientos de la mente, que casi siempre son aflicciones. Para poder
detenerlos, ignorarlos, bloquearlos, neutralizarlos, y hacer lo que dicta
nuestro corazón, que siempre es bondad amorosa, y no lo que intenta
imponer la mente, que siempre es ignominia.

¿Y cambia uno de pensamiento? No, lo disipas. Y actúas desde tu sentir, no


desde tu pensar. Disuelves tus pensamientos nocivos, y actúas con bondad

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amorosa, emerge la compasión. Porque al disolver tu mente oscura y
tenebrosa, solo queda tu verdadero yo, tu verdadero ser, que siempre es
amoroso, es su esencia, su atributo. La esencia de la mente humana es la
maldad, la esencia del ser humano, es la bondad amorosa.

Alguien me dice: “Cuando lloro, me entristezco todo el día”. Esto sucede


porque no observas el llanto. Lloras sin observar. Y esa emoción aflictiva se
apodera de todo tu espacio vital. El aquí-ahora es reducido al llanto y la
tristeza. Pero en la esencia profunda de nuestro Ser, hay algo más que el
llanto y la tristeza. En lo más arraigado de nuestro Ser, está el amor, la
bondad, la alegría y la compasión. Si observas el llanto y la tristeza, de
manera atenta y consciente, y lo disuelves, dejas de llorar en el acto, se disipa
la tristeza, y emergen la Alegría y la Felicidad.

Los pensamientos son vibraciones energéticas que el cerebro interpreta, y


usando su sistema de creencias lanza en forma de ideas. Esa vibración
energética proviene de la configuración emocional. Cuando entrenas tu
capacidad de observar tus pensamientos sin creerles, puedes conectar con
la energía (emoción) que hay antes de cada pensamiento.

Si te sumerges en la sensación cómoda o incómoda que hay detrás de cada


pensamiento, podrás descubrir el verdadero pensamiento que hay antes de
la emoción y que proviene de la mente unida al todo, pero que la mente
limitada por el poco uso que se le da a la capacidad de estar consciente,
interpreta bajo el sistema de creencias que ingenuamente se sostiene sobre
la idea de que existe maldad y bondad.

33
Antes de que existieran los humanos ya existían pensamientos. Conectar con
el origen de esos pensamientos te permitirá liberarte de las limitantes
opciones que ofrece tu sistema de creencias que aún cree que eres un
humano que piensa. El humano que piensa que piensa, es como el que
siente que siente o el que cree que cree. A veces creemos que sentimos,
sentimos que creemos, pensamos que sentimos y sentimos que pensamos.

Al final, ¿qué eres antes y después de tu muerte?, ¿tendrás pensamientos en


el final? No creer en tus pensamientos y prestar atención a la emoción que
lo originó podría ser el camino a casa, a la paz, a la tranquilidad, al sosiego,
a la Alegría y a la Felicidad. Si no quieres perderte en el camino, ponle
atención tu eco.

Ponle atención a tu eco

El eco a menudo te trae conjugaciones que escuchas una y otra vez. ¡Podía!,
dice exclamando. ¿Podía?, dice interrogando. Podía..…, dice dejando en
suspensivo, superlativo, antagónico, sustantivo. Más allá, aquietando el
ruido, se escucha en tu interior: ¡Puedes!, exclamando. ¿Puedes?,
interrogando; y llevando una vez hacia..., puedes..., simplemente. Y se
levantan tus banderas de raíces, de hombres y mujeres que siguieron
enarbolando su verdad y que te dejaron pequeñas marcas para continuar,
te sientes tan insignificantemente unido a esa vibración y tomas tu guitarra
de latir y cantas la mejor melodía que sabes con la palabra ahora... Y vuelas
sin miedo, libre, con tu conocimiento y las voces que existen; sólo por la
verdad de tu latir que hace posible la maravilla. Esa verdad no es sólo tuya,
es de todos, de todos los que siguen hasta el final, hasta saborear la vida, de

34
segundos, de minutos, fiel a lo que amas, como bien lo ha dicho tu alma
profunda que te hace ser canción.

Pensar es falta de presencia, pensar causa daño

El ser humano, cuando piensa, no es él quien está pensando. Es la mente


quien piensa, no el Ser.

La mente genera pensamientos a chorros, siempre lo hace, pero más si está


distraída, preocupada, loca. A veces anda ansiosa y alocada, por eso
produce una afluencia de pensamientos locos. Uno puede observarlos y
dejarlos pasar, no quedarse con ellos, para no provocar depresión ni
angustia.

La mente nunca para, nunca se detiene, de ella siempre están brotando


pensamientos, sin que uno quiera pensar, ya sean pensamientos sobre
pasado o pensamientos sobre el futuro.

A los pensamientos sobre el pasado los llamamos recuerdos, los cuales


generan mucha nostalgia, tristeza y depresión. A los pensamientos sobre el
futuro los llamamos anhelos o sueños, ilusiones o esperanzas, intenciones,
propósitos, visualizaciones, deseos o expectativas. Estos generan ansiedad y
angustia, desespero.

La mente nunca piensa en el presente. Es el ser humano quien debe lograr


la presencia, observando, estando atento, meditando.

Cuando observamos nuestros pensamientos y somos conscientes del aquí-


ahora que vivimos, logramos la presencia, la atención y concentración que
calman la mente.

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Solo la conciencia presente puede detener la carrera desenfrenada de la
mente hacia el abismo y el caos. Observación, presencia, atención,
concentración, conciencia y meditación, son los únicos seis jinetes que
pueden enfrentar la mente inquieta y detenerla.

Dejar de pensar tanto, para ser felices

Los seres humanos pensamos demasiado. Y por eso sufrimos tanto. Nuestra
mente es muy parlanchina y terrorista. Genera pensamientos nocivos que
nos causan mucho dolor. Para ser felices debemos dejar de pensar tanto y
dedicarnos solo a sentir y vivenciar nuestro momento presente aquí-ahora,
conscientes, atentos, observando nuestras emociones nocivas, porque al
observar el dolor y el sufrimiento de manera consciente, estos se disuelven,
desaparecen.

Para ser felices debemos configurar una mente aterrizada, enganchada con
nuestro cuerpo, que no esté volando en el pasado ni en el futuro, porque
ambos: pasado y futuro, generan angustia, estrés, dolor, ansiedad y
sufrimiento, aunque sean experiencias positivas. Las únicas vivencias que
pueden generar felicidad, son las presentes, las cuales podemos configurar
con nuestra propia mente (observando nuestra respiración). La felicidad solo
existe en nuestro presente mental, solo existe en nuestra mente presente:
aquí-ahora, en nuestro observar, en nuestro respirar, en nuestra atención
plena.

36
V

EDUCAR PARA LA VIDA

¿QUIERES VIVIR MEJOR?

COMPRENDE LA VIDA

Cuando nacemos, nuestras madres nos muestran compasión. Esta es una


respuesta natural que no tiene nada que ver con la práctica espiritual. Sin esa
bondad no sobreviviríamos. Entonces, nuestras vidas comienzan con una
experiencia de bondad y compasión. Cuando morimos, estar rodeados de oro
y joyas no es nada reconfortante, pero tener una familia y amigos a nuestro
alrededor nos tranquiliza. Así de importante puede ser la compasión.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

¿Qué es la vida?

La vida está configurada solo por instantes, ráfagas de luz, a veces grises o
de colores, una policromía de experiencias valiosas, llenas de tristezas,
alegrías, vivencias y aprendizajes, pero tanto las unas como las otras nos
dejan profundas lecciones y nos eternizan. Vivir es lo único que cuenta.

El vivir humano configura fragmentos de vivencias, las cuales no son ni


buenas ni malas, son solo hechos, pura información. Y las informaciones son
asépticas. Somos nosotros los humanos quienes significamos estos hechos,
le damos sentido y a partir de nuestra comprensión, creencias y
percepciones, los convertimos en buenos o malos. La vida no tiene color,

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eres tú quien la colorea con tu mirada. La vida es del color que tú desees
mirarla.

Solo existen las biopraxis, este momento, este respirar, este instante, este
suspiro. Solo existe este fragmento de vivencia, que incluso ya no existe.

La vida es nuestra aventura, hagamos que valga la pena el viaje. No temas


por lo que pueda pasar, vive cada momento a plenitud. Ámate, ama y déjate
amar, te lo mereces.

Yo por ejemplo, desde hace mucho tiempo me auto-declaré un guerrero de


la luz camino al Nirvana, y me ha servido de mucho, tengo más paz, sosiego
y armonía. Alguien me dijo que no había libertad, pero yo siempre he
insistido en que sí, yo construyo la mía desde hace mucho tiempo. Hoy me
siento muy por encima del bien o el mal, y he aprendido a fluir desde mi hoy
y mi ahora, sin expectativas.

Mi experiencia con los seres humanos es sorprendente, el nivel de


inconsciencia de sí mismos es extraordinario. Rara vez entienden qué son y
por qué son, para qué, o cómo son, y peor aún, no tienen idea de cómo
cambiar o ver qué es lo que no les está ayudando a ir hasta donde quieren
ir. No disfrutan las actividades, personas y momentos más importantes de su
vida.

Momentos, personas y actividades más importantes de tu vida

¿Cuál es el momento más importante de tu vida?

El momento más importante de tu vida es Ahora. Ni ayer, ni mañana, ni más


tarde. Ahora.

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¿Quién es la persona más importante en tu vida?

La persona más importante en tu vida es la persona con la que estás


compartiendo en este momento. Puedes ser tú mismo, cuando te levantas,
cuando te acuestas, cuando estás solo o sola.

¿Ayer te deseaste las buenas noches? ¿Ya hoy te deseaste los buenos días?

Di: buenas noches YO.

Repite: buenos días YO.

¿Qué es lo más importante que hay que hacer ahora, en este preciso
momento?

Lo más importante que hay que hacer ahora, en este preciso momento, es
cuidar de los demás. Cuidarte a ti. Sin ellos y sin ti, no existirías tú, ni existiría
el momento más importante de tu vida.

Vivir no es estar en cuestionamiento constante porque somos humanos,


somos carne y eso nos hace susceptibles y vulnerables a cualquier cosa. ¡El
único perfecto es Dios! Nosotros no somos nada ni nadie para juzgar al otro.
Es precisamente el amor y el ser buenas personas lo que nos hace diferentes
a los demás. El amor debe estar por encima de todo eso, lo que nos lleva a
sortear todas las dificultades que en el día a día se nos presentan, y aceptar
que la vida misma no es fácil. ¿Para qué nos amargamos y nos hacemos
difícil este efímero paso por aquí si en algún momento todo acaba y los que
se quedan siguen igual sin uno?

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¡Es la ley de la vida! Debemos ser realistas y entender que cada momento o
día que desperdiciamos es un día perdido que nunca más recuperaremos.
Hay que ser feliz como podamos mientras estamos aquí.

Existen tantos momentos maravillosos que uno puede vivir y disfrutar con
alguien especial, por ejemplo: oír música, bailar, verse una buena película,
tomarse una copa de vino, hacer el amor, disfrutar una buena comida
preparada en casa, con ese alguien especial. Todos esos momentos para mí
no tienen precio, le alegran mucho a uno la vida. ¿Por qué no disfrutarlos si
venimos a esta vida a hacer eso?

Si vives con miedos vivirás con temores, si vives con temores vivirás con
angustias, si vives con angustias vivirás con estrés, si vives con estrés vivirás
con depresión, si vives con depresión vivirás enfermo/a y triste, y no vivirás
feliz. El viaje y tiempo en esta vida es corto, aprovéchalo disfrutando la
felicidad.

Vive feliz, ama, canta, baila, come, ríe, sueña, viaja, no pierdas tiempo en
cosas que te perjudiquen, simplemente ¡vive feliz!

¿Quieres vivir mejor?

Cierra tus ojos y respira profundo. Y deja que el tiempo ponga cada cosa en
su lugar. Camina más, come saludable. ¡Busca a Dios! Ayuda a los que
menos tienen. En esta vida tan corta no dejes que nadie te impida ser feliz.
Aprende a amar. Y también aprende a soltar y dejar ir. Fluye con la vida.
Sonríe más, ríe mucho. Y recuerda que pase lo que pase, tú sobrevivirás a
todo.

Repite:

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Hoy elijo ser feliz, elijo quererme un poco más.

Hoy elijo que el resto de mi vida será lo mejor de mi vida

Hoy elijo que las estrellas den luz a ese sendero de mi vida que me queda
por transitar.

El dolor lo crea la mente cuando queremos que las cosas sean como
quisiéramos y no como en realidad son .Cuando en la vida te enfrentas a
situaciones difíciles Dios no te abandona siempre
está allí, mostrándote que al final del túnel hay una luz . Los tiempos de
Dios son perfectos. Solo tú con pensamientos positivos puedes cerrar la
puerta al dolor y disfrutar lo maravillosa que es la vida. Valora cada
momento, cada cosa por pequeña que sea. Nada es eterno, todo pasa. Solo
tienes que sanar tu corazón, llenarlo de amor y dar gracias a Dios por todo.
Dios te ama enormemente.

Para ser eternamente felices y vivir una vida plena, no tenemos que hacer
nada, ni ir a ningún lugar, ni ser alguien. ¿Por qué buscas tantos objetos
materiales, cosas externas, fuera de ti, si todo lo que necesitas para vivir feliz
es espiritual, y lo tienes en tu interior, dentro de tu corazón?

Mi propósito mayor es vivir en plenitud el momento presente: aquí-ahora. El


futuro no existe, es una ilusión. Todo lo que deseemos hacer hay que hacerlo
en este momento: aquí-ahora. El futuro no existe, es una ilusión. Solo existe
el presente.

Así como lo lees. Debes vivir, existir, amar, entregar aquí y ahora, sin esperas.
Es absurdo esperar. No tiene ningún tipo de lógica ni de coherencia. La
espera aplaza y hace perder el sentido y la esencia de todo.

41
Lo que pasa es que no estamos acostumbrados a ese concepto. Más bien
entendemos que todo lo externo nos afecta. Por eso la paranoia y locura de
Occidente. Nos influye la economía, la política, la publicidad comercial. Nos
influye incluso el vecino. Pero tenemos tan poco carácter y estructura
emocional, que no sólo nos influye, nos transforma. En vez de aprender a
forjar el carácter, a tener seguridad y a vivir conscientes, aprendemos a
pensar para sufrir, para llenarnos de miedos, angustia, ansiedad y tristeza.

No sabemos que es la mente la que nos gobierna. No conocemos nuestro


ser. No sabemos que podemos y debemos decidir qué nos afecta y qué no.
No sabemos que lo interno es lo que nos transforma y no lo externo.

Pero si practicas el amor y la compasión, vas a experimentar una paz


deliciosa, una calma exquisita y una felicidad infinita. No permitas que el
odio, la rabia y el resentimiento te corrompan y te destruyan. La batalla
emocional se gana con amor y compasión.

El problema no es cómo uno es. El problema es que uno no se acepta cómo


es. Por ejemplo si es desordenado, o bisexual o gay, o le gusta mucho el
sexo, o es perezoso, o loco, histérico, psico-rígido, o lo que sea. Uno debería
aceptarse. Pero en vez de aceptarse y ser feliz como se es, uno se encuentra
permanentemente en una constante lucha por ser diferente. ¿Para qué ser
diferente? Generalmente para llenar las expectativas de otros, para encajar
en una comunidad, y por el qué dirán otros.

¿Pero cuál es el problema en realidad? Las expectativas de toda una


sociedad con nosotros. ¿Y nuestra felicidad? Terminamos haciendo lo que
todos quieren. ¿Y lo que nosotros queremos?

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Las posturas y posiciones se asumen con claridad, seguridad y altura, sin caer
en la agresividad y en las peleas sin sentido que solo buscan desestabilizar.

Tu tranquilidad es fundamental y solo se logra cuando ignoras a la gente


ruidosa, envidiosa conflictiva, negativa. Nunca respondas de la misma
manera agresiva que te tratan a ti, se siempre positivo, irradia alegría y
transmite siempre lo mejor de ti, lo mejor de tu corazón. Eres un ser muy
valioso.

Te voy a decir algo para que lo atesores bien adentro de tu corazón: los
arrogantes gritan, los humildes lloran, son compasivos. De ahí que, como no
puedes desahogarte por sus difamaciones y calumnias, el dolor va hacia
adentro y se convierte en decepción profunda.

Todos estamos dormidos, no hemos despertado, no somos conscientes.


Pero la paz es inmanente a cada ser humano. Cada mañana es un nuevo
comenzar, un hoy, un ahora, un momento que debe vivirse con todo el
pensamiento, sentimiento y voluntad. Pues no sabemos si vamos a
anochecer.

Cada minuto debe ser vivido satisfactoriamente, con la conciencia tranquila


y con los hábitos de existencia fundamentados en no ocasionar daño ni
destrucción. Cuando dañamos a otros seres vivos nos dañamos a nosotros
mismos, porque inevitablemente somos parte de un todo armónico, de un
sistema configurativo, y cuando se rompe ese equilibrio y esa armonía, se
daña el proceso, resultando implicado el mismo ser humano, quien desde
dentro de su conciencia comienza a minarse y a destruirse paulatinamente,
ya que el odio, la soberbia, el temor, el orgullo, la arrogancia, la envidia, la

43
vanidad y la represión, se hacen manifiestas para sí. Es decir, sucede una
autotransformación pero negativa, decreciente, deteriorante, que solo
esparce acciones y energías de un mal vivir.

Es maravilloso cuando tu autotransformación genera acciones positivas, de


buen vivir, de buen estar. Se dispersan semillas que florecen en el alma y el
pensamiento de quienes las reciben, porque además de poseer
autotransformación, también transforma lo que le rodea y se generan
vínculos de bienestar, de emociones, sentimientos y acciones que deben
practicarse cada día, como un nuevo comienzo, como una nueva
oportunidad de vivir, de existir en la plenitud que solo puede describir aquel
que se encuentra en paz consigo mismo, aquel que ha despertado del
letargo que lo había sumido la ignorancia.

Si tienes personas que te aman, que confían en ti, que te valoran, inclusive
cuando tú no lo estás haciendo, entonces tienes muchas razones por las
cuales agradecerle a la vida. El amor mueve al mundo y debemos sujetarnos
de él cuando perdemos fuerzas, procurando nutrirnos del que recibimos,
para poco a poco recuperar el más importante: el amor por nosotros
mismos. Lo demás viene por añadidura.

Cuando te sientas triste, con enojo, frustración, depresión, o cualquier


emoción que baje tu vibración, visualízate y enfócate, en volver a tomar
vuelo para ser quien realmente eres. No te veas como antes, ni siquiera
como ayer. Descúbrete día a día, y mira dentro de ti. Ya no te veas nunca
más caminando por la vida sin luz. Como dice el Dalai Lama: “Acepta. No es
resignación, pero nada te hace perder más energía que el resistir y pelear

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contra una situación que no puedes cambiar”. Hoy debes elegir estar bien.
Suelta aquello que no me deja avanzar libremente.

A veces, algunas personas consideran la práctica de la compasión como una


señal de debilidad. Incorrecto. La ira es una señal de debilidad, mientras que
el afecto es una señal de fuerza. De modo similar, algunas personas
sospechan que la compasión solamente va en beneficio de los otros.
Incorrecto. Nosotros somos los primeros en beneficiarnos al desarrollar un
corazón bondadoso y compasivo. Ello brinda paz mental, la que hace crecer
la autoconfianza. Esto nos permite hacer lo que hacemos en forma
transparente y nos otorga más amigos. La amistad depende de la confianza
y la confianza florece cuando mostramos real interés en el bienestar de los
otros.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

45
VI

EL PROPÓSITO DE LA EDUCACIÓN Y DE LA VIDA ES VIVIR

La compasión es una de las principales cosas que vuelve nuestras vidas


significativas. Es la fuente de nuestra felicidad y alegría duraderas. Y es el
fundamento de un buen corazón, el corazón de alguien que actúa con el
deseo de ayudar a los otros. A través de la bondad, a través del afecto, a
través de la honestidad, a través de la verdad y la justicia hacia todos los otros,
aseguramos nuestro propio beneficio. No es una cuestión de complicadas
teorías. Es una cuestión de sentido común.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

¿Existe algún propósito de la vida? Claro que sí, y lo puedes alcanzar aquí,
ahora mismo, en este preciso momento. No tienen que transcurrir muchos
años para que lo logres. Para configurar el propósito de la vida, es preciso
eliminar la fuente del sufrimiento humano. Sufrimos a causa de nuestra
mente oscura. Solo una mente que duda genera sufrimiento. Si quieres
cumplir tu propósito en esta vida y ser feliz, dedícate a contener tu mente
oscura, difusa y dudosa, que es la fuente del sufrimiento humano. Para eso
debes comprender qué eres y quién eres. No sabemos qué somos ni quienes
somos. Tampoco sabemos a dónde vamos. Y por eso siempre estamos
intentando cumplir el propósito de nuestra vida.

¿Qué eres?, ¿Quién eres?

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No creerle a tu pensamiento reflejo será la inversión más importante que
podrás hacer. Atraviesa tu pensamiento, descubre el impulso energético
(emoción) que al parecer la produjo, y descubre que ese impulso lo
produces tú mismo en un espacio “inconsciente”, y que ese impulso no trae
la información que el pensamiento reflejo otorga.

Solo podrás entender tu mensaje original sumergiéndote en la energía


(emoción) que hay antes del pensamiento reflejo. Para esto recomiendo dar
el paso de soltar las historias y entenderlas como motores de arranque para
que el mensaje original energético (emoción) sea despertado de manera tal
que sea inevitable contemplarlo.

Suerte con eso, tú que sigues creyendo que eres lo que eres, sin darse cuenta
que eres el resultado de tu propia imaginación. ¿Cada cuánto tiempo estás
cuestionando lo que crees? ¿Con qué frecuencia estás soltando lo que
aprendes?

Solo somos un signo, una narrativa, una historia creada por nuestro ego.
Somos una configuración lingüística, un relato. Todo es artificial, somos una
imaginación egótica. ¿Cómo trascender entonces nuestra realidad artificial?

Aceptar la vida tal como es

“Acepta la vida tal como es”, intenta descubrir lo que hay debajo o detrás de
esta frase. ¿Qué quiere decir aceptar la vida tal cómo es?

Podría ser que tienes muy aferrada una creencia de cómo debería ser la vida
y cuando la vida no se presenta como tú la imaginas, entonces ahora hay
que aceptarla. ¿Desde dónde estás imaginando la vida? ¿Desde tus
carencias? ¿O desde la libertad del ser?

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Es muy fácil, imaginas desde la carencia, sigues sintiendo esa necesidad de
llenar tu existencia con algo y cuando ese algo no se cumple, pues te
convences que hay que aceptarlo. Lo que te recomiendo es abrirte a no
aceptar, si no a convencerte que lo que sucede es justo lo que necesitas que
suceda para que descubras qué es lo que estás dando.

¿Qué es lo que estás expresando? Pues lo que recibes es lo que das. No lo


califiques como bueno o malo, es pura resonancia. Si estás expresando
dolor, pues el dolor vendrá de vuelta, y si estás expresando alegría, pues la
alegría vendrá de vuelta. Pero te insisto, no creas que dolor y alegría son
polos opuestos donde uno es bueno y el otro es malo. Sencillamente son
dos caras de la misma moneda, pero no son algo malo o bueno,
simplemente son.

Contempla el dolor y la alegría como vibraciones que debes aprender a


contemplar y configurar para que puedas descubrir tu propia vibración, tu
propio ser. Todos los seres humanos tenemos todas las polaridades y la
diversión está en integrarlas, configurarlas y equilibrarlas.

Ahí es donde aparece la no-necesidad y el ser emerge como una experiencia


pura de creación de nuevas realidades equilibradas y de autóctono
reconocimiento de sus límites, que son infinitos. ¿Me entiendes lo que te
comparto e intento practicar yo mismo?

Te recomiendo observar esa necesidad que tienes de mantenerte en la


creencia de que existen cosas buenas, correctas, te invito a que te grabes
esto, yo lo aplico y me funciona mucho. Esta es una de las pocas creencias
o normas que mantengo. “Si sucedió, es perfecto”, configuro todo lo

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energético interno que se despertó, y créeme que siempre viene sabiduría
desde mi propio ser. Pues lo que sucede es resonancia directa de mi
inconsciencia traída a mi conciencia, y no la desperdicio con creencias
antiguas de cómo se debe comportar un humano ni la sociedad. Eso es un
desperdicio de energía. ¿Me entiendes?

Es como si todo lo que sucede me permitiera ver lo que está en mi sótano.


Es decir, me deja ver todo lo que yo he generado pero no me he dado
cuenta ni me he hecho responsable por ello.

Pero no lo mires con tu mente, no trates de entenderlo ni comprenderlo.


Vívelo, experiméntalo, siéntelo, sin rechazar nada, así lo configuras y luego
prepárate para soltarlo y trascenderlo. Lo harás en completa gratitud, en
bondad amorosa.

Si me sucede algo, es perfecto. Dios no se equivoca. ¿O sí? Y no se mueve


una hoja de un árbol sin la voluntad de Dios. ¿O no? Esa es mi experiencia.

Experiencia

Cuando creemos que algo que pensamos es una verdad absoluta, nos
cerramos a la verdadera realidad de las cosas, limitamos nuestra
comprensión sobre la realidad y nos equivocamos en las decisiones que
tomamos. Esto sucede porque nos aferramos a una idea, percepción o
creencia, y no analizamos la realidad desde nuestra vivencia sino desde
nuestros conceptos. Quedamos atrapados en un entramado conceptual, las
nociones nos hunden en un abismo sin salida. Esto sucede con todo en
nuestra vida, incluso con la felicidad. Si no nos aferráramos a un concepto

49
de felicidad, seríamos más felices. La felicidad no es un concepto, es una
experiencia personal.

No existe perfección en la vida, pero sí existe la fe de que siempre habrá una


luz al final del camino. No todo es negativo. No todo es positivo. Hay más
poder en la plenitud siempre. ¡LA VIDA RENACE!

No sé cuándo exactamente, ni a través de qué conocimiento o experiencia


empecé o decidí, inconscientemente, a practicar lo que yo llamaría la “el
supuesto verídico”, que aparentemente no tiene fundamento científico pero
me llena de serenidad la mente, y en consecuencia el cuerpo, el alma y el
espíritu. El supuesto verídico consiste en pensar siempre positivo sobre
cualquier hecho o situación y no suponer cosas negativas. Así que ahora,
supongo, me sugestiono, me miento, lo que sea, en algunas circunstancias,
para darme tranquilidad, paz, y no angustiarme o preocuparme porque las
cosas no son como yo pienso o deseo que deben ser. Nunca pienso que las
personas están actuando mal. Siempre pienso que todos los seres humanos
actúan bien. Los perdono y me perdono.

No sigas el guion de la película

Una forma de seguir el guion de la película humana es:

a) Aceptas que tienes y estás configurando una opinión de ti mismo.


b) Aceptas que esa opinión es importante para ti.
c) Aceptas que si la opinión que tienes de ti te gusta, pues estás bien.
d) Aceptas que si la opinión que tienes de ti no te gusta. Pues estás mal.

¿Qué significa? Que ya creíste el guion.

50
Haz una lista de las cosas que te gustan y las que no te gustan y
honestamente pregúntate. ¿Esta lista me la dijeron?, ¿la escuche a alguien?
¿La creí de alguien o me la inventé desde cero yo mismo?

Te darás cuenta que esa lista no es tuya, es del guion de la película humana
que dice qué cosas son buenas y qué cosas son malas. ¿Me entiendes?

Luego también podríamos decir que el texto se refería al guion de Dios. Pero
¿cuál es el guion de Dios?

Dios miró su creación y dijo: qué bello me quedó ese planeta, quiero ir. Y
creó a los seres humanos para poder ver, oler, sentir, escuchar y crear nuevas
cosas dentro de la misma creación. El guion es que recuerdes que eres Dios.
Ojo, no estoy diciendo EL DIOS ÚNICO. Eres una parte de Dios, pero así
como una gota de agua y el agua del mar son lo mismo, tú eres como una
gota divina.

¿Y cuál es el guion? Vienes a disfrutar la creación y a crear como Dios sabe.


Si en tu vida estás creando pues estás cumpliendo el guion divino. Si no estás
creando es porque te desconectaste y quieres recordar tu divinidad para
crear desde la fuente divina, desde Dios y como Dios.

Esto es un texto dentro de la película. ¿Qué opinas? ¿Cómo se activan tus


emociones en tu película?

51
VII

APRENDER A VIVIR SIN EXPECTATIVAS

¿INSENSATEZ O NECESIDAD PSICOLÓGICA?

Cuando las enseñanzas dicen que debemos reducir nuestra fascinación por
las cosas de esta vida, no significa que debamos abandonarlas por completo.
Significa evitar la tendencia natural a pasar de la euforia a la depresión como
reacción a los altibajos de la vida, saltar de alegría cuando tienes algún éxito
o querer saltar por la ventana si no obtienes lo que quieres. Estar menos
preocupado por los asuntos de esta vida significa asumir sus altibajos con una
mente amplia y estable.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

En su devenir histórico, el ser humano siempre ha condicionado su


cotidianidad a los sueños y anhelos. Siempre estamos decidiendo nuestras
próximas acciones a partir de propósitos e intenciones. Nos encanta planear.
Y sufrimos mucho cuando estos planes no se cumplen. O por lo menos,
sentimos dolor, inconformidad, malestar. La planeación y las expectativas
son nocivas si no se cumplen.

Para no sentir disgusto e incomodidad ante las incertidumbres de la vida,


debemos vivir sin expectativas, simplemente vivir la vida viviendo. Y
disfrutarlo.

52
Cuando nos planteamos expectativas, sufrimos si no las cumplimos y
sentimos dolor. En cambio, si vives sin expectativas, sin condiciones, sin
supuestos, sin prejuicios y sin a prioris, siempre eres feliz.

No se trata de vivir y andar a ciegas, se trata de andar y vivir. Solo eso. Fluir.
Las expectativas son nocivas. Vivimos con expectativas, eso es cierto, y por
eso sufrimos, sentimos dolor y no somos felices. Por eso sugiero vivir sin
expectativas, para vivir bien, para tener una vida en plenitud.

Hablo de un estado ideal, vivir solo por el deseo de vivir, sin más. Eso es lo
único que tenemos, la vida. Porque al plantearnos expectativas
condicionamos nuestro vivir, y no vivimos porque nos concentramos en las
expectativas. Si se cumplen somos felices, pero si no se cumplen sufrimos.

Es una reflexión que hago sin supuestos, sin fundamentos, sin teorías, solo
mirando mi propia vida y la de los demás. Es mejor vivir el proceso sin
esperar resultados. Es mejor vivir, fluir, sin esperar nada a cambio.

Nadie nos obliga a hacer las cosas que hacemos. Siempre tenemos la
posibilidad de hacer lo contrario o algo diferente. Esto es lo que nos
diferencia de los animales no humanos: la capacidad y posibilidad de
reflexionar, hablar, optar y decidir. Cada vez que hablamos configuramos
nuestro mundo. La palabra transforma.

No hacer planes, ahí está la vida plena. Debemos vivir la vida como
quisiéramos vivirla. Listo, no más. Sin expectativas ni supuestos.

He observado que los seres humanos hacemos planes, nos planteamos


expectativas, y luego hacemos exactamente lo contrario para cumplirlas, no
hacemos lo que debemos hacer. Absurdo. Y entonces atribuimos el fracaso

53
a factores ajenos a nuestro vivir. Solo podemos ser felices y vivir una vida en
plenitud viviendo como queremos vivir en nuestra cotidianidad, en nuestras
biopraxis.

Cuando hacemos planes, y no se cumplen, sufrimos. Debemos vivir la vida


en plenitud, viviendo la vida en plenitud. La cotidianidad humana no tiene
propósitos, ni objetivos ni intenciones. Las biopraxis humanas no son
teleológicas. Sencillamente vivimos la vida viviendo en una afluencia natural
que emerge momento a momento, sin pasado y sin futuro, solo en el
presente. Pero al formular expectativas entonces nos causamos dolor y
sufrimiento a nosotros mismos, por su no cumplimiento. En cambio si hago
en cada instante lo que deseo hacer y vivo la vida como deseo vivirla, sin
expectativas, entonces fluyo en una vida armónica, plena y coherente, soy
feliz de manera constante, infinita y perpetua. Vivo en plenitud.

No es andar sin dirección, es andar en la dirección que queremos andar.


Solo eso, hacer lo que queremos hacer, gozar y disfrutar de eso que estamos
haciendo, configurar una vida en plenitud, armónica y coherente con
nuestras biopraxis cotidianas.

Nosotros los seres humanos decimos que queremos una cosa y hacemos
otra, y luego sufrimos porque no cumplimos lo que dijimos que queríamos,
pero sucede que no lo cumplimos porque no hacemos lo que debimos
hacer. Lo que yo propongo para resolver esta contradicción es hacer
diariamente, a cada hora, en cada minuto, en cada momento, en cada
instante, lo que deseamos hacer, y de esa manera no hay forma de incumplir
con una expectativa, porque no hay propósito ni intención: solo vivir la vida

54
como deseo vivirla y hacer lo que deseo hacer. ¿Cuál es el propósito de la
vida? Vivirla, no hay otro. La vida humana no es teleológica, somos felices
viviendo, solo eso. La plenitud de la vida se alcanza viviendo.

Mucha gente no está de acuerdo con este planteamiento. Es bueno que no


estemos de acuerdo. Si todos los seres humanos estuviésemos de acuerdo
la vida fuese aburridísima. El no consenso es una cualidad de los seres
humanos. No podemos vivir en el consenso. Mi argumento no es ontológico,
porque entiendo que no existe una realidad fáctica independiente de nuestra
conciencia, voluntad y biopraxis. Mi argumento es epistemológico. Así
somos, así vivimos, así existimos, así nos autoconfiguramos.

Yo vivo así. Solo vivo. Nada más. No me creo expectativas. No pienso en el


resultado, me concentro en el proceso en todo lo que hago. Claro, hay veces
que las acciones de otras personas interfieren mi vivir espontáneo, y se
pierde la armonía y coherencia de mi vivir. Pero siempre que no haya
perturbación de mi vivir espontáneo, estoy viviendo a plenitud, en armonía
y coherencia, sin propósitos, sin intenciones, sin objetivos, sin expectativas;
solo haciendo a cada momento lo que deseo hacer, viviendo en cada
instante como deseo vivir la vida. Y lo hago para no sentir dolor y sufrimiento
por el incumplimiento de esas expectativas. Solo sufro y siento dolor cuando
otra persona interfiere y perturba mi vivir y hacer espontáneo.

La resiliencia es una cualidad humana que observa otra persona o uno


mismo, cuando se adapta a un cambio, también observado, pero no tiene
existencia ontológica, no es una cosa, no podemos reificarla. El ser humano
no es que tenga resiliencia, sencillamente actúa de manera resiliente, y eso

55
tiene que ver con su modo de vivir la vida: resilienciar. Todos deberíamos
resilienciar nuestros actos cotidianos.

La vida es energía y tiene ciclos que se cumplen bajo límites biológicos, los
propósitos hacen parte de las configuraciones conceptuales, ya que estas
pretenden dar sentido a la vida. Las configuraciones conceptuales están de
la mano de la educación y ésta es inevitable desde la convivencia. Queramos
o no, configuramos y reconfiguramos en relación a las vivencias y las
personas y circunstancias de que se compone nuestro ciclo vital.

Un observador externo, que puedes ser tú mismo, observa que el vivir se


orienta a una intención o propósito, pero eso es imposible, porque somos
seres vivos autoconfigurativos cerrados, y para nuestro cerebro, y para el
sistema nervioso en general, no hay mundo externo ni objetivos. Las
configuraciones biogenéticas se despliegan en el vivir y ese es su único
propósito, pero un observador externo, que puedes ser tú mismo, observa
intenciones en esa afluencia del ser humano, pero en realidad no hay
intenciones: solo vivir y nada más.

Como ser vivo humano que estás siendo, vives tu vivir en el conversar y el
único propósito de tu vivir es vivir, no hay otro. Hay quien dice: Vivo
consciente en un nivel en el que escojo configuraciones y deconstruyo a
usanza de emociones cada día más claras en virtud de la búsqueda y
afianzamiento de una emoción a la que he llamado "no emoción". Pero no
se percata que esa no-emoción es una emoción, lo que logras lo haces por
deseo, lo quieres hacer, tu sustrato es emocional. La razón es una invención
conceptual humana. Somos emociones.

56
Pero tú no vives como te dé la gana, vives como te dé la gana hasta donde
te permita tu configuración de configuraciones biogenéticas,
neuropsicológicas y socioculturales. El vivir como te da la gana tiene un
límite. Y el límite es tu propia configuración, que puedes reconfigurar, pero
la nueva configuración que configuras, sigue limitándote, y así ad Infinitum.

Tú no existes, no eres real, ontológicamente hablando. Lo único que


reconfiguras son tus propios modelos conceptuales y configuraciones
epistémicas que has configurado sobre ti mismo. Y es así porque eres un ser
vivo determinado por tus configuraciones biológicas y neuropsicológicas; y
no tienes acceso a esas configuraciones. Solo accedes con tus emociones, tu
conversar y tu reflexionar, a tus configuraciones conceptuales comprensivas.
Eres un signo, un concepto.

Como ser vivo cerrado no puedes reconfigurar tus configuraciones internas


biogenéticas y neuronales. Solo puedes influirlas, potenciarlas, estimularlas,
más no especificarlas, ni determinarlas. Influyes pero no determinas. Te
autoestimulas, te perturbas a ti mismo, pero no puedes especificarte ni
modificarte ni determinarte.

Tu cerebro, y toda la configuración biogenética y neuronal, es


autoconfigurativo, no distingue tu operar, simplemente opera para
mantener la vida. Tus acciones operacionales y relacionales no determinan
ni especifican lo que sucede en esas configuraciones. No es una limitación
nuestra ni algo malo o negativo, es sencillamente nuestra constitución
biológica como seres vivos.

57
Hablo con la configuración conceptual que he configurado sobre ti, pero es
imposible hablar contigo mismo. Los seres humanos no conversamos ni
comunicamos, solo la conversación conversa, solo la comunicación
comunica.

La operación que reproduce la configuración social que configuramos tú y


yo, es el conversar. Por lo tanto, tú y yo como configuración biogenética y
neuronal, no conversamos ni nos comunicamos. Porque somos
configuraciones cerradas. Somos el entorno de las configuraciones
lingüísticas, sociales y conversacionales que somos. La configuración bio-
genética-neuronal se entrelaza o configura con la configuración
sociocultural. Eso es lo que nos da la armonía y coherencia en el vivir
cotidiano.

La única forma de acceder a ti mismo es mediante la reflexión. Re-flexión.


Volver a flexionar, repetir la flexión. Cada vez que reflexionas tienes la opción
de la autotransformación, cultivando, consolidando, reconfigurando y
conservando lo que desees conservar en tu vivir. Puede ser y debe ser lo
que desees.

Las expectativas nos detienen, nos retienen, no nos dejan avanzar. Y si


persistimos en ellas los resultados te levantan o terminan acabándote,
destruyéndote, si tu capacidad de resiliencia es débil o careces de ella.

Porque esas configuraciones biológicas y genéticas pueden ser


poderosamente negativas, negándote la oportunidad de dejar fluir tu vida.
Si por el contrario, son positivas, ellas permitirán un mundo de emociones
transformadoras, creadoras, que irremediablemente transformarán la vida

58
de cualquier persona haciendo de ella un paraíso diario, logrando vencer las
afectaciones externas, impidiendo que ellas disminuyan tu potencial y tus
energías, actuando como anticuerpos, para atacar el daño y que éste no se
prolongue, porque de alguna manera afectan tu vida.

Alguien me propuso que los sueños son valiosos, pero poniendo "los pies
en la tierra", pero en ese caso no se asume que recibiré un golpe y debo
estar preparado para él. Es menos doloroso configurar el fracaso antes de
que ocurra. Es cierto que para algunas personas los sueños son las ganas de
ser feliz, aunque no se cumplan. Para algunas personas, soñar es configurar
en su mente la felicidad, su cuerpo y alma vibran con sólo soñar,
independientemente de su resultado. En este caso, ese sueño no tiene
expectativas.

Nuestra realidad es el vivir. Realidad y vivir son lo mismo. La realidad de cada


quien es su vivir. Los humanos vivimos en el lenguaje, en el conversar. El
lenguaje no es un sistema de signos o una herramienta que utilizamos, el
lenguaje es un modo de vivir. Nuestra realidad es el conversar. Vivir es
conversar y conversar es vivir. De ahí que si queremos tener una vida
diferente, debemos configurarla, crear una nueva cultura mediante el
conversar, porque lo único que existe realmente es lo que conversamos. Los
seres humanos somos lenguaje. Somos un signo.

59
VIII

FORMACIÓN DE LA RESILIENCIA

¿CAPACIDAD HUMANA O ACTITUD ANTE LA VIDA?

Necesitamos confiar en el sentido común y la experiencia común. Es fácil ver


que si los miembros de una familia acomodada no confían el uno en el otro,
no serán felices. Por otro lado, cuando una familia en condiciones de pobreza
se trata con afecto, la felicidad llega fácilmente. Lo que podemos aprender de
esto es que, no importan las vidas futuras, necesitamos compasión y buen
corazón aquí y ahora, en esta vida.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

¿Qué es la resiliencia?

La resiliencia es una cualidad humana que observa otra persona o uno


mismo, cuando se adapta a un cambio, también observado. Pero la
resiliencia no tiene existencia ontológica, no es una cosa, no podemos
reificarla. El ser humano no es que tenga resiliencia, sencillamente actúa de
manera resiliente, y eso tiene que ver con su modo de vivir la vida:
resilienciar. Todos deberíamos resilienciar nuestros actos cotidianos.

Configuramos y reconfiguramos en relación con las vivencias y las personas


y circunstancias de que se compone nuestro ciclo vital.

La operación que reproduce la configuración social que configuramos tú y


yo, es el conversar. Por lo tanto, tú y yo como configuración biogenética y
neuronal, no conversamos ni nos comunicamos, porque somos

60
configuraciones cerradas. Somos el entorno de las configuraciones
lingüísticas, sociales y conversacionales que somos. La configuración bio-
genética-neuronal se entrelaza o configura con la configuración
sociocultural. Eso es lo que nos da la armonía y coherencia en el vivir
cotidiano.

La única forma de acceder a ti mismo es mediante la reflexión. Re-flexión.


Volver a flexionar, repetir la flexión. Cada vez que reflexionas tienes la opción
de la autotransformación, cultivando, consolidando, reconfigurando y
conservando lo que desees conservar en tu vivir. Puede ser y debe ser lo
que desees.

Las expectativas nos detienen, nos retienen, no nos dejan avanzar. Y si


persistimos en ellas los resultados te levantan o terminan acabándote,
destruyéndote, si tu capacidad de resiliencia es débil o careces de ella. Con
la resiliencia podemos atenuar, mitigar o disolver cualquier dolor.

Dolor y sufrimiento

El dolor y el sufrimiento son vivencias y experiencias. La alegría, el placer y la


felicidad, también. Todas las experiencias son transitorias, ninguna perdura
en el tiempo, no son vitalicias. De esta manera, en un momento determinado
estamos alegres, y en el momento siguiente estamos tristes, y luego
sentimos placer, y acto seguido sentimos dolor. Ningún sufrimiento es
eterno. La felicidad tampoco. Solo existen momentos, instantes, situaciones,
eventos, que nosotros sentimos como agradables o dolorosos. Ni el placer
ni el dolor son perpetuos.

61
No existe una esencia humana ni un ser, lo que vemos en los demás es el
predominio de determinadas biopraxis (acciones, vivencias y experiencias),
pero también cada persona despliega otras biopraxis incompatibles. No
existe una ontología o una condición humana. Lo único que existe es cada
vivencia y experiencia del aquí-ahora. La esencia y el ser que percibimos en
los demás, es solo una configuración conceptual comprensiva (ilusión,
ficción)

Todo es transitorio en la vida. Todo cambia. La felicidad está más relacionada


con adaptarse al cambio y disfrutar lo transitorio, que con aislarse de las
situaciones cambiantes. Es evidente que con cada cambio algo se pierde,
pero también algo se gana. Cuando algo o alguien se van de nuestra vida,
dejan un espacio vacío para que otra cosa u otra persona lo ocupen. Así que
no debemos preocuparnos por los acontecimientos que desaparecen.
Todos los eventos son transitorios. La transitoriedad es un atributo del vivir
humano.

No vivas esperando recibir algo específico, vive sin expectativas, disfruta lo


que vivencies, se feliz con lo que experimentes, y no tengas expectativas de
recibir algo en tu vida, para que disfrutes el proceso y no sientas malestar
por el resultado. Uno no puede vivir esperando algo concreto, porque sufre.

La causa del dolor y el sufrimiento no es lo que nos pasa, sino lo que


pensamos sobre lo que nos pasa. Si una hierba le grita a una flor que es una
hierba, por esa razón la flor no se convierte en hierba. La flor sigue siendo
flor, aunque le griten hierba. Y si se siente hierba es porque algo de hierba

62
tiene en su interior. De lo contrario, no debe ofenderse, debe seguir
sintiéndose flor.

El sufrimiento es inmanente a la existencia humana. Para ser felices y mitigar


el sufrimiento debemos configurar un estado de bienestar que incluya y
acepte el dolor. Debemos experimentar el placer sin apegarnos a él ni
depender de su continuidad. Debemos experimentar el dolor sin resistirnos
a él ni aspirar a su eliminación. Esto se logra mediante la ecuanimidad: vivir
sin apego el placer, y vivir sin resistencia el dolor. La ecuanimidad permite
vivir en el placer y en el dolor, sin sufrimiento.

El dolor existe, pero el sufrimiento es opcional

Sufrimos porque le damos importancia a algo. Más importancia que a otras


cosas. Y más importancia de la que tiene. Si nada es importante, todo tiene
el mismo valor, entonces todo sería importante. Porque nada y todo son lo
mismo. Si logras ver eso, serás feliz eternamente.

El dolor existe pero el sufrimiento es opcional. Sin embargo, casi siempre


nuestra mente opta por el sufrimiento, porque creemos que las
cosas/personas existen por sí mismas, y nos aferramos a ellas. Nos
apegamos, pensando que no podemos vivir sin eso. El dolor es inevitable,
pero podemos evitar sufrir a causa de ese dolor. Sufrimos porque amamos.
Quien no ama, no sufre, y está tranquilo y en paz. Hay que dejar de amar
para poder dejar de sufrir.

A veces sufrimos porque el temor nos paraliza. Pero el miedo no lo provoca


la información, sino emociones aflictivas de tu interior, que debes atender y
disolver. La estrategia de la configuración compasiva es una ayuda valiosa

63
en este caso. No es el exceso de información lo que provoca temor, sino la
reacción emocional de la persona a dicha información.

A veces otra persona se enoja o queda preocupada por alguna conversación


conmigo, pero no por lo que yo digo o no digo, sino por algo que tiene en
su interior, y que debe resolver, integrar y configurar. No es lo externo, es lo
interno lo que nos desestabiliza.

En ese caso yo le expreso:

“Sumérgete en tu interior, indaga y contempla qué hay dentro de ti que


genera ese estado irascible y de insatisfacción con el mundo externo. Hay
algo dentro de ti que te está enviando un mensaje. Eso es lo que debes
develar. Si tú develas eso y lo configuras de manera compasiva, nada externo
impactará en ti, nada ni nadie causará ningún malestar. Ni mi silencio, ni mis
palabras no esperadas; nada. Tu malestar no lo provoca lo que yo digo o mi
silencio, sino emociones aflictivas de tu interior, que debes atender y
disolver”

No es mi silencio lo que le provoca rabia, sino su reacción emocional a mi


forma de comunicarme. Pero eso no me hace un mal amigo. El silencio
también comunica. El silencio es el más elocuente de todos los discursos.

Un vaso de jugo de naranja no se convierte en agua por el hecho que uno


le grite: eres un vaso de agua. Una flor no se convierte en hierba porque
alguien le grite: eres una hierba.

Atendamos nuestro interior, independientemente de lo que sucede afuera o


lo que leamos. Hay que aquietar la mente, detenerla, y eso es loable aunque
te digan lo que te digan. Eso es ser resiliente.

64
IX

APRENDER A PERDONAR

¿QUÉ HACER CUANDO SIENTAS TRISTEZA, DEPRESIÓN,

ANSIEDAD O ANGUSTIA?

Cuanto más pienses en ti mismo, cuanto más egocéntrico seas, más


problemas, incluso pequeños problemas, puedes crear en tu mente.
Cuanto más fuerte tu sentido del “yo”, más estrecho se vuelve el alcance de
tu pensamiento; entonces incluso los pequeños obstáculos se vuelven
insuperables. Por otro lado, si te preocupas por los demás, más amplio se
vuelve tu pensamiento, y las dificultades de la vida te perturban menos.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

Observa tus emociones

Cuando sientas malestar, tristeza o ansiedad, observa la emoción que


subyace a tu pensamiento, sentimiento o acción, por cuanto no hay acción,
ni pensamiento, sin emoción.

El sufrimiento es mental. Pero el dolor es real, ya sea físico o emocional. Tú


decides si sufres o no.

Trata de develar las emociones que guían tu vida: ira, rabia, orgullo, odio,
soberbia, arrogancia, humildad, miedo, bondad, aceptación, compasión,
amor.

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En mi modelo (epistemológico) solo son tres emociones, pero en la realidad
de las biopraxis humanas (ontológico), las emociones son prácticamente
infinitas.

En las biopraxis humanas podemos observar como mínimo tres emociones,


o tres grupos de emociones, de las cuales se derivan otras: rechazo,
indiferencia, aceptación (amor).

El amor (compasión) es la emoción a través de la cual se funda lo humano.


La emoción es natural, es una configuración neurobiológica, y no tienes
cómo modificarla. Solo puedes modificar la configuración mental sobre ella.

No puedes modificar una emoción, ni controlarla, pero sí puedes gestionarla,


es decir, cambiarla por otra, mediante la reflexión. Pero todo es emoción,
incluso la reflexión, porque subyace el deseo de reflexionar, y el deseo es
una emoción.

En toda acción subyacen emociones que son el origen de cómo te sientes,


de lo que dices y de lo que haces.

Con tu respiración puedes canalizar tus emociones, gestionarlas,


reorientarlas, cambiarlas por otras, para que no te causen daño a ti mismo
ni a los demás.

Con la mente no puedes disolver tus emociones. La mente es horrorosa,


terrorista y parlanchina. La mente es quien genera el sufrimiento, porque
solo vive en el pasado (recuerdos) o en el futuro (visualizaciones,
imaginaciones).

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Tus emociones solo puedes disiparlas y cambiarlas por otras, viviendo en el
presente. Pero la mente nunca vive en el presente. Solo puedes vivir en el
presente cuando observas de manera consciente tu respiración. En ese
instante comienzas a disolver, disipar y cambiar la emoción en la que fluyes.

La ira, rabia, orgullo, odio, soberbia, arrogancia, son venenos, máscaras del
ego. Pero en estas máscaras subyacen emociones. No hay acción, ni
pensamiento, ni sentimiento, ni reflexión, sin emoción.

Observar tu respiración, consciente, aquieta tu mente. A partir de la emoción


que vives, emergen tres posibilidades de contemplación:

a) Contemplación mental (pensamientos sobre el pasado o sobre el


futuro).
b) Contemplación física (ver, oír, oler, gustar, tocar).
c) Contemplación consciente (observar tu respiración).

Esta contemplación genera una reacción (sentimiento, pensamiento, acción)


de compasión/aceptación (amor), indiferencia o rechazo/destrucción.

La base de todo es la emoción. Lo que sucede es que el lenguaje es


insuficiente para expresarlo. Ningún concepto es suficiente. Usamos los
conceptos de manera lúdica e instrumental, según nuestras necesidades de
comunicación.

Pero aquí lo más importante no es el concepto. Aquí lo más importante es


comprender que la emoción en la que fluyes, determina tu vida. Y que sea
cuál sea tu emoción, puedes cambiarla, a partir de la reflexión o mediante la
meditación: observando de manera atenta y consciente tu respiración,
observando conscientemente lo que haces aquí-ahora. De esta manera,

67
mediante el reflexionar y el meditar, puedes configurar la bondad amorosa
y vivir en la compasión, en el amar, que es la emoción que configura la paz,
el sosiego, la alegría y la felicidad. Reflexionar y meditar te liberan.

Meditar

Poco a poco estoy aprendiendo a meditar. Mi mente se ha vuelto más


centrada, ya no se desboca, ahora es pausada y consciente frente a todo lo
que hago, digo y siento.

Me ha costado muchísimo, sobre todo desprenderme para asimilar mi


realidad, mi hoy, mi inmediatez. Nuestro sentir no debe tener aprioris, ni
juicios, debe vivir aquí y ahora. Si trasladas esto a tu forma de pensar, con
toda seguridad te servirá para huir de la depresión.

He descubierto que cuando agradeces con profundidad y convencimiento a


Dios, a la Naturaleza y a la Vida, cada vez que lo haces eso te genera una
paz espiritual inmensa. Estoy lográndolo con firmeza, voluntad, decisión y
determinación. Agradece mucho, mucho, y desde tu pensamiento visiona
que de tu cuerpo, de tu pecho, de tu mente sale luz dorada y te envuelve, y
a la vez la proyectas hacia el exterior.

Esa configuración mental de mi ser interno y su expansión a lo externo me


ha dado resultados. También respiro profundo y lento. Además observo y
disfruto inmensamente del cielo en el día y la luna en la noche, disfruto los
árboles, los pájaros, su vuelo y su canto, las mariposas, sus colores y su olor
a polen.

68
Disfruto de cada cosa que me ofrece la madre Naturaleza, me los apropio,
los configuro, y doy gracias por ello. Esto me ha servido muchísimo. Intenta
realizar ese ejercicio mental.

Ahora estoy más feliz, pero no esa felicidad que a veces es momentánea o
efímera, no, siento una felicidad calmada, prolongada y profunda. Se refleja
en mis acciones, sin desespero, y en el asumir las cosas para enfrentarlas y
buscarles una solución sencilla, clara y oportuna. Como por ejemplo,
perdonar.

¿Qué es meditar? ¿Cómo meditar?

Puedes llamarlo: "meditación", "observación", "consciencia", "atención",


"presencia" o "vigilia", al simple hecho de "meditar".

No te enfoques tanto en la palabra, sino más bien en la acción en sí.

Cuando estás presente, estás meditando.

Cuando estás observando, estás meditando.

Cuando estás consciente, estás meditando.

Cuando estás atento, estás meditando.

Cuando estás vigilando, estás meditando.

Nos han enseñado erróneamente que meditar significa negar algo, negar o
evitar un pensamiento.

Nos han enseñado, de manera errónea, que meditar es cerrar los ojos y
evitar los pensamientos para que nuestra mente quede en "blanco".

Así lo aprendimos, ¿verdad?

69
La mente en blanco se logra con la vigilia, no con la negación.

Cuando niegas un pensamiento, éste se resiste.

Cuando vigilas un pensamiento, éste se transmuta, se desvanece, se disuelve.

¿Cómo meditar entonces? Llevando tu vigilia a tus emociones, pensamientos


y cuerpo físico.

¿Qué estás sintiendo? ¿Qué estás pensando? ¿Qué dolores musculares o


tensiones presenta tu cuerpo físico? ¿Cómo estás respirando?

La anti-meditación es el resultado de no observar lo que sucede adentro de


nosotros. En este punto nace la inconsciencia.

La práctica de la meditación interior consiste en observar lo que está


sucediendo dentro de ti. La práctica de la meditación exterior consiste en ser
consciente de lo que está ocurriendo afuera de ti. Es muy sencillo, ¿verdad?
Entonces ¡medita!, y así te convertirás en una persona excepcional.

El perdón

¿Qué es el perdón? Darte cuenta ahora que eres inocente, pues no


recordabas que no eres lo que tu creencia te dijo. Listo, ahora perdónate y
siente la incomodidad (culpa) sin dejar que tu mente quiera explicarla, solo
siéntela hasta que llegues a un punto donde descubras que esa
incomodidad tú mismo la estás provocando para satisfacer tu deseo inicial
de separación, pues si quitas la culpa es inevitable que te recuerdes que eres
un ser y como ser te sentirás único y unido con todo, y eso es la muerte de
tu personaje.

70
No mires nunca la intención en las equivocaciones. Lograr ese simple
movimiento en nuestra atención produce el profundo perdón. En vez de
poner nuestra atención en el por qué, solo la ponemos en el presente y el
perdón sucede. El presente no es una continuación del pasado. El presente
contiene toda la información del pasado. Entonces perdonas a tu hermano
cuando te niegas a cuestionarte el por qué o para qué hizo las cosas. Eso es
ir al pasado a ver las intenciones. ¿Quién que se haya equivocado lo hizo
con intención? No sigas el guion de la película. No te sumerjas en el filme.

¿Cómo perdonar?

Quien no perdona, se ve obligado a juzgar, porque tiene que justificar el


hecho de no haber perdonado.

El verdadero perdón asume que lo que te hicieron en realidad nunca ocurrió,


fue solo un pensamiento, un mal sueño o una ilusión.

El perdón no perdona algo que ocurrió, haciéndolo real. El perdón


simplemente visualiza que nada sucedió.

Y desde este punto de vista, todas tus acciones quedan perdonadas, así
como también perdonarás todo.

Tal como veas a los demás, te verás a ti mismo. Si perdonas a los demás, te
estás perdonando a ti mismo.

Hay que quererse, valorarse, consentirse uno mismo, ¡y después a los


demás! Aprender a estar solo, no depender de nadie. Auto-quererse, auto-
valorarse, aceptarse y perdonarse a sí mismo y a todos. ¡Esa es la clave! A
eso le llamo Configuración Compasiva.

71
Es tu corazón quien te habla

Cuando en las palabras de alguien ves ataque es porque en tu soberbia y


arrogancia, y en tu ilusión de estar separado de la realidad, imaginas el
ataque. Pero en realidad, nadie te está atacando. No te quedes en las
palabras, el verdadero mensaje está en lo que se te despierta en tu interior,
y te convence que debes silenciar. No es que alguien te quiera dar un
mensaje, eres tú quien libremente lee lo que escribe alguien o lo que te
dicen, y no atiendes a lo que se despierta dentro de ti, que es donde radica
el verdadero mensaje de las palabras que se escriben.

Quien habla no emite ningún mensaje. Es el corazón de quien escucha o lee


quien ofrece un mensaje al escuchar lo que escucha, o al leer lo que lee.
Atiende al mensaje que te envía tu interior. Quien habla o escribe es
responsable de lo que dice, pero no es responsable de lo que tú escuchas o
lees. Si captas algún mensaje en sus palabras, no te lo está trasmitiendo
alguien, sino tu propio interior. Es tu corazón quien te habla.

El lenguaje del silencio. Escucha el sonido de tu corazón.

En tu vida no importa realmente de dónde vienes y hacia dónde vas. El


verdadero origen está en tu interior, en tu corazón. No importa lo que te
dice tu cerebro, son solo creencias y percepciones. La verdadera sabiduría
solo emerge cuando estás en silencio.

Por eso es importante saber traducir el lenguaje del silencio al español. El


silencio es la más elocuente de todas las gramáticas.

¿Has estado alguna vez en silencio?

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¿Ya pudiste traducir al español el lenguaje de tu silencio?

¿O aún es muy invisible para ti su idioma?

¿Puedes ponerlo en palabras?

Si lo pones en palabras, como quizá siempre lo has hecho, rompes el


silencio, deja de ser silencio. Los conceptos son no-silencio.

En mi experiencia he gestado tanto en el silencio que escucho fuerte y claro.


Pues el silencio no es ausencia de movimiento, por tanto, hay comunicación.
El silencio comunica. Y si tú ya estás en el silencio, y escuchas bien, podrías
comunicar en español lo que te dice. Es muy interesante, verdadero, y
siempre está en tiempo presente.

Pero para quienes no están en el silencio, esa traducción comunicada no es


silencio, es ruido, perturbación o impertinencia. Por eso el silencio debe
usarse para comprender su mensaje y vivirlo, no para comunicarlo a otros.

No existe una verdad universal. La vivencia es personal. Cada ser humano lo


experimenta de manera diferente.

No hay un método. Cada uno accede a la paz y el sosiego de manera


diferente.

El silencio genera paz, pero no son lo mismo. El silencio comunica, y la paz


te devuelve al silencio. Yo primero generé la paz y luego entré al silencio. Así
fue como lo experimenté.

El silencio es ese fragmento de vida donde no hay tiempo ni espacio, donde


están sucediendo todas las cosas y nada está sucediendo, donde no hay
forma y las formas son todo. Donde proviene todo. Donde todo se originó.

73
Es la ausencia absoluta de certeza y todas las certezas ciertas. Es donde la
paradoja termina o inicia, depende desde donde la mires. Es la verdad
sucediendo, imposible de atrapar en palabras pero no imposible de
comunicar con ellas, previniendo que no sea atrapada por el cerebro
conceptual.

Vida y silencio son lo mismo. El silencio me habla, y me dice que viva, no


más.

74
X

EDUCACIÓN CONSCIENTE Y PRESENCIA

DOS ALIADAS DEL BIENESTAR HUMANO

Cada día, al despertarte, piensa: Hoy soy afortunado por estar vivo, tengo una
preciosa vida humana, no voy a desperdiciarla. Voy a usar todas mis energías
para desarrollarme, para extender mi corazón hacia los otros.
Voy a tener amables pensamientos hacia los otros, no me voy a enojar ni
pensar de mal modo sobre los otros. Voy a beneficiar a los otros tanto como
pueda.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

Vivir aquí-ahora

En una ocasión una gran amiga me dijo: He estado observando mi mente y


es horrible. No hace lo que uno quiere. Es autónoma, ingobernable. Me da
miedo mi mente.

¿Pero todas las mentes son así o solo algunas?

¿Por qué hay tanta gente feliz en este mundo, en paz, tranquilas, sin dolor,
a pesar de su mente loca?

Le dije: Mucha gente decide sonreír por aparentar o llenan sus vidas de
banalidades. En realidad, yo no veo tanta gente feliz. Aparentemente están
felices, pero no están viviendo su presente, mientras desayunan están
pensando en alguna actividad que deben realizar al medio día, mientras
almuerzan piensan en la factura que deben pagar en la tarde, mientras se

75
duchan están pensando en el salario que aún no le han consignado. No
viven su presente aquí-ahora, no viven su vida, no son felices.

Vivir tu presente aquí-ahora es purificarse, es necesario comprender el


ahora, pero no como un estado que deseo alcanzar, sino comprender en el
tiempo que habitas el ahora, en ese momento, respirar ese momento es
purificación.

La purificación está en vivenciar el suspiro de este preciso momento,


contemplar la respiración en este instante, observar conscientemente y vivir
a plenitud ese fragmento de vida que llamamos aquí-ahora, la configuración
de las biopraxis.

Todo lugar es aquí, y todo momento es ahora. Pero en ocasiones no


disfrutamos esos momentos porque las emociones aflictivas y los
pensamientos nocivos se apoderan de nuestro vivir cotidiano, y no nos
permiten vivir aquí-ahora. No nos damos cuenta, no nos percatamos, no
somos conscientes, porque no estamos presentes, no estamos viviendo en
el aquí-ahora, estamos viviendo aún en el nocivo pasado, y nos preocupa el
incierto futuro.

Debes ser consciente de todo lo que haces, estar presente

¿Qué estás haciendo ahora?

¿Cómo te sientes?

¿Qué estás viendo?

¿Qué escuchas?

¿Qué hueles?

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¿Estás hablando?

¿Estás escribiendo?

¿Estás leyendo?

¿Escuchas música?

¿Estás bailando?

¿Estás cocinando?

¿Estás comiendo algo?

¿Estás lavando los platos?

¿Qué estás tocando?

¿Te estás bañando?

¿Estás viendo TV?

¿Practicas algún deporte?

¿Hablas o chateas por el celular?

¿Estás haciendo aseo a tu casa?

¿Qué haces ahora mismo?

Cualquier cosa que estés haciendo ahora mismo, es la correcta, estás bien,
todo está bien, estás tranquilo o tranquila y en paz aquí-ahora.

Y si no te sientes alegre, si sientes malestar, desasosiego, tristeza o


depresión, es porque no estás viviendo tu presente aquí-ahora. No estás
consciente de lo que estás haciendo aquí, ahora mismo. Estás en el pasado.

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Tu cuerpo está en el presente en el que todo está bien, pero tu mente te
llevó al pasado, con los pensamientos, con los recuerdos, que ya no existen.

No debes estancarte en el pasado. No puedes ver la luna de anoche, no


puedes ver la noche oscura de ayer. Solo puedes ver el día hermoso y
apacible de hoy. No debes preocuparte por la oscuridad de ayer, solo está
en tu mente; porque en tu presente todo está bien, todo está iluminado.

Si sientes estrés, ansiedad, angustia o desespero, es porque no estás


viviendo aquí-ahora, no estás viviendo tu presente. No estás consciente
aquí-ahora. Estás en el futuro. Tu cuerpo está en el presente en el que todo
está bien, pero tu mente te llevó al futuro, con los pensamientos, con las
imaginaciones y visualizaciones, que no existen, y no se sabe si existirán.

Nadie sabe lo que pasará en el futuro, por eso no debes viajar al futuro. No
puedes ver la lluvia fuerte de mañana, no puedes ver la tormenta tenebrosa
de mañana. Solo puedes ver el sol radiante y agradable de hoy.

No debes preocuparte por el terremoto de mañana, solo está en tu mente;


porque en tu presente aquí-ahora todo está bien, todo está tranquilo y en
paz.

Cuando eres consciente de lo que estás haciendo aquí-ahora, vives tu vida


en paz, sosiego, alegría y felicidad.

La conciencia y la atención plena son la antítesis del dolor humano. Dónde


hay conciencia y presencia no hay sufrimiento. Estar presente es el antídoto
contra el estrés, la depresión, la angustia y la ansiedad.

78
Nunca debes olvidar ni ignorar lo que estás haciendo con cualquiera de tus
sentidos: ver, oír, olfatear, degustar, tocar.

¿No puedes poner atención plena? ¿Tu mente te gobierna y no te deja


concentrarte? Pues observa tu respiración. RÍES: Respira, Inhala, Exhala,
Suspira. Y al hacerlo contempla el palpitar de tu corazón lleno de vida, paz,
tranquilidad, alegría y felicidad.

Para lograrlo, debes tener voluntad y determinación, debes desear hacerlo.


Porque si no deseas hacerlo y no tienes firmeza volitiva para ser consciente
de lo que estás haciendo, entonces seguirás viviendo de manera
inconsciente y le estarías cediendo a tu mente el timón de tu vida. Tú decides.
Eres tú quien decide si eres nada o lo eres todo. Tú decides si eres
insignificante o majestuosa.

Es cierto que eres insignificante, pero a la vez tienes un gran valor, eres un
ser maravilloso. Eres una simple gota de agua en medio de un inmenso mar.
Pero eres un ser majestuoso como el océano. El mar es sal y agua. La sal
está diluida en el agua del mar. El mar es inmenso y majestuoso, como tú.

Porque tú, aunque eres una simple gota de agua, también formas parte del
mar. Así que no te asombres por la majestuosidad de las olas. No te dejes
sorprender por el agua de las olas. Tú también eres agua, tú también eres
una ola. También eres océano y mar.

Nunca olvides lo que estás haciendo

Casi siempre nos conducimos en la vida sin pensar en lo que estamos


sintiendo, diciendo o haciendo. Andamos distraídos, olvidamos lo que
estamos experimentando en ese preciso momento. Nuestro cuerpo va por

79
un lado y nuestra mente por otro. Esto es imperceptible, no nos percatamos,
no nos damos cuenta de ello. Incluso aunque alguien nos lo diga, no le
hacemos caso, nuestro ego nos lo impide. Creemos que estamos actuando
bien, que todo está perfecto. Pero es una falsa creencia.

Mente y realidad están separadas. El cuerpo siempre está presente en la


realidad pero la mente siempre anda dispersa. Esta dicotomía entre cuerpo
y mente genera dolor y sufrimiento. Nuestro cuerpo está en el presente,
pero nuestra mente está desenfocada, nunca está en el presente. La mente
vaga en el pasado o en el futuro.

Cuando la mente está en el pasado sentimos depresión, y cuando la mente


está en el futuro, sentimos ansiedad. Solución: estar en el presente
mentalmente y no solo corporalmente. Nunca olvides lo que estás haciendo
y sintiendo en estos precisos momentos, aquieta tu mente, ¡detenla ya!

80
XI

EDUCACIÓN DE LA FELICIDAD PLENA

¿UNA UTOPÍA?

La felicidad genuina requiere paz mental o un cierto grado de compostura


mental. Cuando esto está presente, las dificultades no cuentan para nada. Con
fuerza interior o estabilidad mental, podemos soportar todo tipo de
adversidades.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

Felicidad y sufrimiento

Mucha gente me comenta que viven una vida en paz y tranquilidad, pero
no son felices. En algún momento afirmé que esto no es posible, dado que
consideraba que paz, tranquilidad y felicidad conforman una configuración
tríadica, por lo tanto, si vives en paz y tranquilidad, entonces también eres
feliz, y si sientes felicidad en tu vida, entonces también vives en paz y sosiego.

Hay otra mirada sobre la paz, la alegría y la felicidad; la perspectiva de


considerarlas estadios del estado de conciencia. Es decir, mientras más
consciente vivas tu vida, más feliz eres. De ahí que la paz, la alegría y la
felicidad puedan ser consideradas como procesos, niveles o grados de
concienciación. Son configuraciones inmanentes al estado de conciencia, en
el que la paz es el punto medio, en cambio el dolor y el sufrimiento
constituyen el estadio más bajo y limitado de la conciencia humana. Por lo

81
tanto, la alegría y la felicidad pueden ser consideradas como estadios
superiores de la conciencia.

Cuando vives la vida de manera distraída e inconsciente, te sumerges en los


estadios más bajos y limitados de la conciencia humana: el dolor y el
sufrimiento. Pero si vives una vida atenta, consciente del momento presente,
concentrado en el aquí-ahora, podrás ser alegre y feliz sin límites.

Cuando observas de manera atenta y profunda una emoción de dolor y


sufrimiento, comienzas a disolverla. Desde esta mirada, puedes ser feliz
incluso en el sufrimiento, porque tu dolor se convierte en alegría cuando lo
miras atentamente y eres consciente de tu sufrir. Al observar tu sufrimiento,
suspirar, expirar y sonreír, de manera atenta, concentrada y consciente,
emerge la felicidad, disipando el dolor con tu autoconciencia y atención
vigilante.

Es irónico, pero no es la felicidad ni la prosperidad las que unen a las


personas; me he dado cuenta que es el dolor, el sufrimiento y las injusticias
lo que las acerca y une aún más, ya sea para lamentarlo juntos o para
solidarizarse con el otro por ese dolor. Por eso, valora a las personas que
están contigo y te apoyan en la adversidad, porque gente para ir de fiesta
sobran; pero amigos leales y sinceros son muy pocos.

En la vida, todas las situaciones que nosotros llamamos buenas o malas


forman parte del aprendizaje. El vivir humano no es estático, es dinámico,
no es sólido, es líquido, no es rígido, es flexible; cambia a cada segundo.
Somos nosotros los que convertimos los momentos y experiencias en
dolorosas, cuando nos negamos a aceptar que todo va cambiando, todo

82
fluye, en un continuo de paz-angustia-alegría-dolor-sosiego-tristeza-
tranquilidad-sufrimiento-felicidad.

Los seres humanos nos negamos a aceptar las nuevas situaciones porque
nos sacan de nuestra zona de confort y por eso sufrimos, rechazamos los
cambios emocionales y nos sentimos morir cuando no suceden las cosas
como eran antes. Para ser felices y disipar el dolor y el sufrimiento, debemos
vivir en el presente sin añorar un pasado que no volverá, ni un futuro incierto,
pues el futuro se configura con unas buenas bases del presente y dejando
atrás lo que dolió, solo conservando lo que nos aportó a ser una mejor
persona. Las personas queridas siempre estarán en nuestro presente, aún
después de su desaparición física.

¿Ser feliz sin sufrir?

Los seres humanos siempre queremos ser felices sin sufrir, y eso es
imposible. No hay felicidad sin sufrimiento. El dolor es la base de la alegría.
Cuando sufrimos mucho es porque la alegría está cerca. El dolor nos acerca
a la felicidad. No es posible sufrir toda la vida. Siempre que llueve, escampa.
Ningún dolor es vitalicio.

Después de una tormenta, siempre llega la calma. Por lo tanto, debes ser
feliz en el sufrimiento. Debes alegrarte cuando sientas un dolor profundo.
Porque de manera inmediata vendrá tu felicidad. Y cuando seas muy feliz,
preocúpate. Porque la felicidad tampoco es eterna. En algún momento
llegará nuevamente el dolor. Así transcurre el vivir humano, en una continua
afluencia entre sufrimiento y felicidad, entre dolor y alegría. Pero nuestro
sesgo de confirmación nos impide ver esta realidad.

83
¿Cómo vivir feliz sea cual sea la situación o circunstancia?

¿Por qué a veces sufrimos tanto y nos amargamos tanto la vida incluso por
banalidades, pequeñeces y asuntos sin importancia ni trascendencia?
¿Qué somos los seres humanos y cómo vivimos nuestro vivir cotidiano?
¿Qué es el vivir pleno y qué relación tiene con lo que llamamos alegría y
felicidad?
¿Cómo vivir en paz, sosiego y tranquilidad?

Sigue leyendo y lo comprenderás.....

El ser humano es una configuración de deseos, ilusiones, anhelos, sueños,


expectativas, propósitos e intenciones. A través de nuestros seis sentidos
(vista, olfato, oído, gusto, tacto, mente) nos comunicamos con el mundo
que llamamos realidad exterior, la vida. Pero ontológicamente no existe la
vida, ni el mundo, ni la realidad, ni nada externo. Todo eso solo existe en
nuestra mente, en nuestros pensamientos. En realidad solo existe el vivir, la
afluencia de sentires, haceres, creencias, afectos, emociones, sensaciones.
Solo existe lo que sentimos, vivenciamos y experimentamos. Solo existe el
vivir, fragmentos de conciencia.

A veces sufrimos tanto y nos amargamos tanto la vida incluso por


banalidades, pequeñeces y asuntos sin importancia ni trascendencia, porque
le damos existencia real externa a lo que pensamos y vivenciamos. Nuestra
mente nos arroja pensamientos y vivencias que reificamos y cosificamos
como si tuviesen una existencia real independiente de lo que sentimos,
creemos y pensamos. Pero nada existe independiente de nuestro sentir y
pensar. Nosotros traemos a nuestro mundo el sufrimiento que podría

84
ocasionar cualquier situación dolorosa. Es cierto que el dolor que causa la
situación puede ser real, pero el sufrimiento es opcional. Y podemos decidir
no sufrir por nada. Pero ¿Cómo?

En nuestro vivir cotidiano, a través de las 6 operaciones neuropsíquicas (ver,


oír, oler, gustar, tocar, pensar) configuramos el mundo en que vivimos.
Experimentamos un torrente de deseos, anhelos, sueños e ilusiones, los
cuales crean expectativas que se convierten en mediadoras de nuestro
estado de ánimo. Si se cumplen sentimos bienestar, alegría o felicidad. Si no
se cumplen sentimos malestar, dolor o sufrimiento.

¿Qué hacer entonces?

Aceptar el mundo tal como es, observarlo sin intenciones, sin supuestos, sin
aprioris, sin prejuicios, sin propósitos, sin expectativas. ¿Cómo?

Es muy sencillo. Muy fácil.

Con la práctica espiritual.

Con la voluntad psíquica.

Suspira. Eres un ser maravilloso.

Respira. Estás vivo.

Inhala. Estás aquí.

Exhala. Estás ahora.

Y observa tu respiración. Nada más.

¿No es hermoso vivir sea cual sea la situación o circunstancia?

La aceptación personal es parte de la felicidad

85
Sabemos que la felicidad es un estilo de vida, no una emoción que se siente
en un determinado momento y luego se va. Son muchos los componentes
que tiene la misma, y uno de ellos es la aceptación personal. Cuando
logramos aceptarnos como somos, altos, bajos, gordos o flacos, con la piel
de cualquier color, o aún con alguna discapacidad, estamos encaminados
hacia el alcance de la felicidad plena, pues nuestra mente se va a enfocar
entonces, en hacer lo mejor que podemos con lo que tenemos y que no
podemos cambiar.

No insistas en compararte con otras personas, o con estándares de belleza


e intelecto que otros han impuesto, ni pretendas ser lo que no eres para
complacer a los demás, ya que tú eres un ser único e irrepetible, y quienes
te quieren genuinamente, te aman y te aceptan tal como eres, por lo tanto,
tú también debes amarte y aceptarte tal y como Dios te creó.
Recuerda la frase que dice: "La belleza está en los ojos de quien la
contempla".
Aceptarnos como somos es uno de los logros más importantes que puede
alcanzar un ser humano, y si encima de todo tenemos la suficiente humildad
para admitir que podemos crecer y cambiar, nuestro camino hacia la
felicidad está prácticamente pavimentado.

86
XII

¿CÓMO ENSEÑAR A VIVIR UNA VIDA PLENA?

Cada ser, incluso aquel que nos es hostil, le teme tanto al sufrimiento
como nosotros, y busca la felicidad del mismo modo que lo hacemos
nosotros. Cada persona tiene el mismo derecho a ser feliz y a no sufrir.
Por lo tanto, cuidemos a los otros de todo corazón, tanto a nuestros amigos
como a nuestros enemigos. Esta es la base para la verdadera compasión.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

Vivir una vida plena

¿Te gustaría vivir una vida plena, sin dolor ni sufrimiento? ¿Sí? Léeme.

Para vivir una vida plena, sin dolor ni sufrimiento es necesario detener tu
mente revoltosa. A esto llegarás si te entrenas. Si no entrenas te puedes
engañar. Mientras más entrenas a prestar atención a los pensamientos y a
cuestionarlos, más fácil te será no hacerle caso a la mente y estar siempre
presente. Eres presencia, pero si no entrenas seguirás sumergido/a en la
mente obtusa.

Recuerda que la idea es desechar pensamientos. Llegará el momento en que


los pensamientos no vendrán y podrás estar en el momento presente sin
estar distraído/a con lo que tu mente te envía. Tu presencia y la capacidad
de prestar atención plena, estarán siempre en el aquí-ahora y, poco a poco,

87
comenzarás a ver aspectos de la realidad que antes no veías, por estar
sumergido/a en los pensamientos.

Al final, conocerás la diferencia entre pensar lo que está sucediendo y


contemplar lo que está sucediendo. Si lo observas para saber en qué va a
terminar, entonces estás pensando, si lo miras para saber por qué sucedió,
también lo estás pensando. En cambio, si lo miras, lo observas, lo
contemplas, lo vives, lo experimentas y lo vivencias, sin sacar conclusiones,
estarás entendiendo lo que significa sumergirte en tu consciencia y descubrir
cómo es que funcionas, para liberarte de la ignorancia nociva de nuestro
funcionamiento.

Estando en el presente, a pesar de las circunstancias externas, te darás


cuenta que cuando estás aquí-ahora, en este momento y lugar, todo lo
demás fluye suavemente, de manera natural, tranquilo/a, sosegado/a y en
paz. Esto es vivir la vida, y lo logras de manera muy simple: respirando.

Muchos extrañan respirar. Eso es la vida, respirar. Así de simple. Y algo más
trascendental: contemplar la respiración, observarla sin esperar ningún
resultado. Es lo más hermoso que existe: no hacer nada, solo respirar.
Podrías llegar a un bello silencio donde te encontrarás contigo mismo/a.

No puedo explicarlo. Al explicarlo me salgo de lo que es y conceptualizo. Lo


siento, lo vivencio, lo experimento, lo contemplo, lo observo, pero no lo
explico. Lo observo sin intención, sin propósitos, sin expectativas. Solo amar
y nada más.

Amar es observarte, contemplarte, respirar. ¡No más!

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Eso suena a cosas que hacemos cuando nos amamos pero no explica qué
es amarse.

No explica qué es amarse, porque no hay forma de explicarlo ni de


describirlo. Amarse no se explica ni se describe. Amarse es amarse. No hay
más.

Amar es dar de tal manera que sin necesidad de esperar o pedir, recibas, y
llenes el alma del otro de tal forma que siga recibiendo también sin pedir.
Amar es decidir construir juntos la más bella relación consientes de la
imperfección. Cuando te amas, nunca estás triste.

La tristeza es la energía que sostiene la creencia de que llegará el día que yo


ya no tenga opinión. ¿Te imaginas lo que sucederá cuando tu cerebro se dé
cuenta de que ya no tiene opinión? De que su opinión no importa. Te
pregunto: ¿Serías capas de soltar tu opinión de las cosas? O por lo menos
no expresarlas hacia afuera.

Sé que te cuesta más de lo que hay en la imaginación. Para ti una nueva


tarea: Lo haré. Haré todo para no expresar mis opiniones. El silencio es la
más elocuente de todas las gramáticas. ¡Calla! Has ayuno de opinión. No
tengas miedo por no opinar, inténtalo. Deja que la verdad se presente ante
ti cuando ya no quieras seguir opinando desde tu pequeño punto de vista.

Es una opinión: es imposible vivir sin opinar. Solo los animales no humanos,
no opinan. Cada vez que hables, estás opinando.

El acto de vivir aquí y ahora permanentemente nos despoja de sentimientos


y nos limita sólo a las emociones. Se disipan las emociones. Solo respiras y
nada más. El sentimiento se hace eterno y se vuelve totalidad.

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A veces dejamos que la mente viva nuestro vivir, en vez de vivirlo nosotros,
aquietándola. Debes trascender tu mente. Debes saber muy
conscientemente que somos energía poderosa y creadora, que somos amor
y esencia divina. Esto nos llenará de felicidad.

La paz interior proviene de una mente vacía de pensamientos. La


desidentificación con tu mente te abre las puertas a tu alma. Te permite
entrar en la dimensión del amor. La dimensión sin Ego.

Eres el observador de tu mente, no eres “quien piensa". En este punto


puedes observar tus pensamientos y descubrir que tu mente tiene miedo.
Trata de asegurar su supervivencia. Trata de sobrevivir. Crea películas
futuras de algo que “podría" pasarte para que te prepares, o mantiene la
cinta fílmica de algo que ya pasó y ya no existe. Cuando en realidad, esas
películas no son ni serán la realidad. La mente tiene miedo. Lo que tú no
eres tiene miedo. Eres consciencia, no eres tu mente.

La adicción más grande que tiene el ser humano, no son las drogas, ni el
alcohol, ni las comidas chatarras, ni mucho menos el sexo; es la mente. Nos
clavamos en la mente profundamente, estamos poseídos por ella, pero no
lo sabemos. Vivimos metidos en nuestra mente, no vivimos la vida, vivimos
la mente.

Vivir una vida plena, sin dolor ni sufrimiento

Para vivir una vida plena, sin dolor ni sufrimiento, es necesario detener tu
mente revoltosa. A esto llegarás si te entrenas. Si no entrenas te puedes
engañar. Mientras más entrenas a prestar atención a los pensamientos y a
cuestionarlos, más fácil te será no hacerle caso a la mente y estar siempre

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presente. Eres presencia, pero si no entrenas seguirás incierta en la mente
obtusa.

Recuerda que la idea es desechar pensamientos. Llegará el momento en que


los pensamientos no vendrán y podrás estar en el momento presente sin
estar distraído con lo que tu mente te envía. Tu presencia y la capacidad de
prestar atención plena, estarán siempre en el aquí-ahora y, poco a poco,
comenzarás a ver aspectos de la realidad que antes no veías, por estar
sumergido en los pensamientos.

Al final, conocerás la diferencia entre pensar lo que está sucediendo y


contemplar lo que está sucediendo. Si lo observas para saber en qué va a
terminar, entonces estás pensando, si lo miras para saber por qué sucedió,
también lo estás pensando. En cambio, si lo miras, lo observas, lo
contemplas, lo vives, lo experimentas y lo vivencias, sin sacar conclusiones,
estarás entendiendo lo que significa sumergirte en tu consciencia y descubrir
cómo es que funcionas, para liberarte de la ignorancia nociva de nuestro
funcionamiento.

Estando en el presente, a pesar de las circunstancias externas, te darás


cuenta que cuando estás aquí-ahora, en este momento y lugar, todo lo
demás fluye suavemente, de manera natural: tranquilo, sosegado, y en paz.

Vivir es fácil

Vivir es muy sencillo. Pensamos que es difícil pero no es así. Ser feliz es muy
fácil. Pero nos cuesta mucho trabajo porque los seres humanos complicamos
nuestra existencia y lo complejizamos todo. Los árboles, los niños y los
animales no humanos, viven eternamente felices, no complican nada, nunca

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tienen ansiedad y no se preocupan ni se deprimen por nada. Para ellos todo
está perfectamente bien, nada los angustia. ¿Será que los seres humanos,
para vivir tranquilos y felices, deberíamos vivir como los árboles y los niños?

La felicidad no es otra cosa que la esperanza del sosiego, la autopromesa


de la alegría, la paz y la tranquilidad.

Somos infelices y sufrimos cuando vivimos en el pasado. La esperanza es la


certeza de un presente que vendrá, lo deseamos con nostalgia, aquella que
surge por no ser nuestro presente inmediato, pero finalmente lo
esperamos. Entonces, si la infelicidad es nostalgia por el pasado, la felicidad
por lo menos debe ser cercana a la nostalgia por ese futuro, por nuestra
esperanza.

A partir de este momento comienza a utilizar tus ojos físicos de verdad,


comienza a ver tu vida con tus ojos físicos y dedícale a eso tu energía. Deja
de ver imágenes mentales con tu ojo mental, y empieza a ver tu presente
con tus ojos físicos. La energía que le dedicabas a tus pensamientos
inconscientes ahora entrégasela a tu presente, y prepárate a experimentar
el verdadero poder del ahora. De lo contrario, esa configuración de
pensamientos nocivos del pasado y/o del futuro podrían llevarte a
considerar la posibilidad de no seguir viviendo físicamente, precisamente
porque no te sientes cómodo/a con tu situación actual.

¿Por qué una persona se suicida?

La génesis del suicidio no es psíquica sino formativa. La persona se suicida


porque está viviendo un dilema emocional no verbalizado. Esta
preocupación afectiva callada por el ser humano provoca un conflicto

92
neuropsicológico. El cerebro produce configuraciones inversas y
cortocircuitos neuronales que generan la necesidad de no vivir más. La
persona siente que ya nada tiene sentido en su vida.

Detrás de un suicidio hay un problema espiritual y emocional, un problema


de educación, hay falencias en la formación del ser humano. Aunque en
realidad quien se suicida no es él sino otra persona. Porque alguien que esté
consciente de que está consciente, no se suicida. Quien se suicida no está
viviendo el aquí-ahora, no está atento, no tiene presencia en su vivir.

Cuando una persona se suicida en realidad no se suicida, porque ya su


mente se ha transformado en otra persona. Por eso el antídoto contra el
suicidio es la paz, la calma y el sosiego, para dominar la mente, doblegarla
y aquietarla. Quien quita la vida al ser humano no es él mismo sino el súper
yo, el ego, y los venenos del alma: ira, soberbia, miedo, ansiedad, rabia,
arrogancia, temor, depresión, orgullo, estrés, angustia e ignorancia. Estas
emociones aflictivas se disuelven y disipan mediante la meditación.

Eres una persona maravillosa

Finalmente, sé lo que has pasado, lo que aún sientes, y sé que cada día
intentas ser la mejor persona posible, todo lo demás es secundario. Si alguna
vez dudas sobre lo que puedes lograr, por favor recuerda que eres una
buena persona y cada segundo es una nueva oportunidad que Dios te da
para ser feliz. ¡No la desaproveches!

Vive los momentos difíciles, no como un castigo ni algo desafortunado, sino


como una oportunidad para fortalecerte y conocerte más.

93
Tú más que nadie sabes que nada es eterno, así que toma lo que necesites,
aprende lo que pueda servirte para después, y fluye con la vida. Recuerda
que el miedo, la tristeza, el dolor, la rabia y la desesperanza también son
parte de ella y de ti. Entre más te resistas, más duele, así que dales
la oportunidad y las gracias por lo que vinieron a enseñarte, luego déjalos
ir.

Eres un ser humano maravilloso, permítete equivocarte y caer, llora si lo


necesitas y muéstrate frágil, eso es fortaleza, y no es malo; recuerda ser
humilde, exigirte perfección es arrogancia.

No te reproches jamás por las cosas del pasado, vive tu presente y si alguien
hace algo que te lastima recuerda dos cosas: son humanos igual que tú y si
se equivocaron comprende, pero si lo hicieron con intención, solo déjalo ir.
Entiende que no hay nada malo en ti, tus reacciones son solo el reflejo de
situaciones del pasado que aún te abruman. ¡Suéltalas!

Agradece siempre, nada ni nadie pasa por tu vida sin tener una misión en
ella, se receptivo/a y mantente dispuesto/a a aceptarlo. Suelta aquello que
ya no encaja en tu vida y mantén las manos abiertas para lo que viene, pero
no te aferres a lo que duele o no funciona, que ocupa el espacio de cosas,
eventos, momentos y personas mejores.

Quiérete tanto que solo permitas para ti lo mejor, rodéate de todo lo bueno,
personas, momentos, lugares.

Recuerda lo infinitamente feliz que has sido cuando te muestras tal cual eres,
una persona tierna, cariñosa, juguetona, amorosa, alegre, divertida, con
muchas ganas de amar, amigo/a, confidente, un ser único y muy especial.

94
Siente mucho, ofrece mucho, da mucho, ama mucho, arriesga mucho, y
siempre, siempre, siempre, amarás en mayor proporción.

Sé fiel a ti, no temas decir ‘no’ cuando así lo sientas, de cualquier forma,
nunca se acaba de complacer a los demás; pero sobre todo, apasiónate por
lo que haces y llena tu vida de ‘sí’; sí voy, sí quiero, sí puedo, sí lo hago, sí
aprendo, sí… ¡Vivo!

Ama a los demás, sean familia, amigos, conocidos o pareja, pero sobre todo
ámate a ti, sonríe, porque con la risa tu rostro se ilumina y tus ojos irradian
una mirada llena de ternura.

La vida es nuestra aventura, hagamos que valga la pena el viaje. No temas


por lo que pueda pasar, vivamos cada momento a plenitud. Ámate, ama y
déjate amar, ¡te lo mereces!

95
XIII

PEDAGOGÍA DE LAS TRANSICIONES VITALES.

DE LA TURBULENCIA A LA PAZ CONSTANTE

Cultivar una manera consciente de vivir, nos brinda paz y calma interior incluso
cuando las circunstancias externas son caóticas. Entrenarnos a nosotros
mismos para mirar nuestro interior una y otra vez con meditaciones regulares,
nos lleva a pasar más tiempo en el momento presente. Tener más interés por
el bienestar de los otros cultiva la humildad. Eso también brinda más paz
interior y presencia. Cuando estas prácticas se profundizan, tocamos la
conciencia y permanecemos en esa alegría.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

Lo que observamos no es lo que hay

Tu percepción de la realidad no es la realidad. Cuando quedas atrapado en


tus ideas y conceptos, pierdes la realidad. Nunca conocemos la realidad, solo
conocemos la idea o percepción que tenemos de la realidad. Mientras el
árbol esté detrás de ti, solo verás su sombra. Si quieres ver la realidad tienes
que voltearte.

Lo que observamos no es lo que hay, sino lo que pensamos de lo que


estamos mirando. La persona que observamos no es lo que es, sino lo que
pensamos que es. A lo largo de nuestra vida configuramos modelos
mentales a través de pensamientos, nociones, ideas y categorías. Estas

96
configuraciones conceptuales nos permiten analizar, explicar y comprender
el mundo, no tal como es sino como pensamos que es.

Ningún ser humano es violento o malvado porque lo desee ser. No existe la


violencia o la maldad ontológica, estos venenos del alma son
epistemológicos. La violencia o maldad la tenemos en nuestro corazón, y a
partir de estas máscaras del ego emitimos juicios de valor sobre los demás.

Toda persona que le cause daño a otra es porque en el fondo está sufriendo
mucho y siente mucho dolor en su corazón. Por eso manifiesta
externamente su dolor y sufrimiento causando daño incluso al ser más
querido. En este caso debemos ser muy comprensivos y compasivos para
entender al otro, ayudarlo a superar su dolor y sanarlo.

Podríamos decirle: amor mío, sé que estás sufriendo mucho y por eso me
causas daño, amémonos y sanarás muy pronto. La medicina más efectiva
contra las emociones aflictivas (soberbia, ira, arrogancia, orgullo, altanería)
es el amor y la compasión.

La revolución emocional interna: vemos mal afuera porque estamos mal


adentro

Los seres humanos fallamos al querer tener o deshacernos de algo o de


alguien, porque ese algo o alguien simplemente no existe como creemos
que existe: es una ilusión y un engaño. Un error de percepción. Nunca
percibimos la realidad tal como es. Percibimos según lo que tenemos dentro.
Por eso vemos mal afuera, porque estamos mal adentro.

Casi siempre pensamos que los eventos externos causan nuestros estados
de ánimo, pero en realidad es a la inversa: nuestra mente genera nuestra

97
conducta, nuestras acciones y nuestra vida en general. Nada externo puede
generar transformaciones o reacciones internas, sin embargo, nuestras
sensaciones internas configuran nuestro mundo exterior. Nunca lo interno
está determinado por lo externo, pero sí está influenciado por este. Es decir,
lo externo influye en lo interno, más no lo determina. Los cambios internos
sólo pueden estar determinados por lo interno, no por lo externo.

Dime lo que tienes adentro y te diré lo que tendrás afuera. Nuestra vida
exterior es el reflejo de nuestra vida interior. La revolución emocional interna
provoca los cambios de conducta externos. Cuando una persona observa
espinas en alguna flor es porque su corazón está lleno de objetos punzantes.
Por esta razón, esta persona pierde las estrellas por estar jugando con
piedras filosas.

Transiciones vitales

La transición en la vida de una persona es un proceso complejo, no porque


sea difícil, sino porque implica una multiplicidad de relaciones, una trama de
procesos subyacentes. Estos subprocesos transitivos se entrelazan de
manera armónica y coherente, formando una configuración holística y
sistémica. Pero cada uno de ellos es a su vez una configuración.

La transición humana es una configuración compleja que entrelaza tres


configuraciones inmanentes: el compromiso o responsabilidad, la
focalización y la afluencia, es decir, el fluir. De ahí que la transición vital sea
una configuración compleja de configuraciones complejas, entretejidas entre
sí, formando una tríada inconmensurable, en la que cada proceso es una
transición: comprometerte, focalizarte y fluir.

98
Es esencial resignificar el dolor. Los sucesos vitales que experienciamos los
seres humanos implican pérdidas, las cuales evaluamos de manera negativa.
Sostener estas emociones negativas genera sufrimiento, angustia y
depresión. La transición es un proceso de reconfiguración del dolor por las
pérdidas, comprendiendo que perder algo no es morir, sino precisamente
todo lo contrario: es la oportunidad de vivir diferente, renacer y generar un
crecimiento personal que en el estado vital anterior no era posible lograrlo.

Debemos abandonar el significado triste y nocivo que le asignamos a la


pérdida, transformarlo y reconfigurarlo. En realidad no hemos perdido nada,
estamos ganando, nos hemos sumergido en una transición vital que nos
conduce a un crecimiento, a una superación. En la vida nunca perdemos
nada, siempre estamos ganando, porque toda transición conduce a un
mejoramiento, no a un empeoramiento.

La transición no es un resultado, es un proceso. Los seres humanos


constantemente estamos vivenciando procesos, no resultados. Vivimos de
transición en transición. El vivir humano es una transición. Sufrimos porque
queremos resultados y no disfrutamos el proceso. La solución al dolor
humano es disfrutar el proceso sin pensar en el resultado. Cuando nos
concentramos en el resultado, no vemos el proceso.

Cada proceso transitivo es una configuración compleja. Y además, son


inseparables. Por eso la transición vital es una configuración tríadica que
entrelaza otras configuraciones: Compromiso, Focalización y Afluencia (fluir)

Las transiciones nunca son momentáneas, no son momentos específicos del


vivir humano. Constantemente estamos inmersos en transiciones. Los

99
humanos queremos solidificar la vida, buscamos la estabilidad, la seguridad.
Y no nos damos cuenta que nada en la vida es sólido ni estable, todo cambia,
nada permanece de manera estática.

En la vida nada es seguro, lo único seguro es la muerte. Todos vamos a morir


algún día. La impermanencia es un atributo del vivir humano. Es por ello que
debemos asumir con alegría nuestras vivencias, incluso las aparentemente
dolorosas. Debemos comprender que el dolor existe, pero que el sufrimiento
es opcional, porque la transición siempre nos conduce a la felicidad.

La transición, como configuración vital humana, debe conducirnos a la


reconstrucción constante del sentido y el significado que le atribuimos a
nuestras vivencias cotidianas. La reconfiguración del sentido del vivir
humano sólo es posible a través de la tríada configurativa: compromiso-
focalización-afluencia.

Debemos comprometernos y responsabilizarnos por nuestro vivir y por


nuestra felicidad, focalizar nuestra conciencia, atención y concentración en
aquellos procesos que nos proporcionan alegría, paz y sosiego; y fluir a
través de nuestras experiencias cotidianas, sin intenciones, sin expectativas,
simplemente vivir por vivir, o sea, vivir plenamente.

La emoción determina el pensamiento, y éste determina tu vida. Si cambias


la emoción, logras cambiar tu forma de pensar. Y si cambias tu forma de
pensar, cambia tu vida. Es importante vivir sin estímulos, en paz, sin hacer
nada, solo existir y vivir sin pensar. Porque hace daño, pensar hace sufrir
mucho.

100
Nuestra mente piensa una cosa, mientras el cuerpo hace otra. Mente y
cuerpo están separados. Solo la respiración consciente los une. Ahí surge la
emoción, en la unión de cuerpo y mente.

Pienso, luego no existo. Los conceptos nos separan del vivir aquí-ahora.
Cuando pensamos, no vivimos. Tú eres hermosa, yo soy hermoso. Somos
dioses y henos aquí negándonos a ser felices. La estupidez humana es
escoger la tortura en vez de la felicidad.

No sabemos a dónde vamos, porque no andamos conscientes y atentos.


Pienso que debemos vivir en el hacer. El ser es muy confuso. El hacer es más
práctico y produce resultados tangibles. Pero el ser, el pensar y el saber están
subsumidos en el hacer.

Debemos estar atentos a nuestro hacer, ser conscientes, observando,


respirando, observando la respiración, sintiendo cuando inspiramos y
expiramos. Solo eso. Nos estamos olvidando de respirar y de observar
nuestras emociones. Nos dedicamos más a pensar. Pero pensar es sufrir.

101
XIV

CONSEJO AL MAESTRO

NO TE DEJES ENGAÑAR POR TU CEREBRO

ENGÁÑALO TÚ A ÉL

Un gran maestro tibetano del adiestramiento de la mente comentó una vez,


que una de las cualidades más maravillosas de la mente es su potencial de
transformación. No me cabe duda sobre el hecho de que, los que se
dedicaran a transformar la mente, a sobreponerse a sus emociones
perturbadoras y a lograr un sentimiento de paz interior, notarán con el tiempo
un cambio progresivo en su actitud mental y en sus reacciones ante las
personas y los sucesos. Sus mentes se volverán más disciplinadas y positivas.
Y estoy seguro que descubrirán que su propia felicidad aumenta a medida
que contribuyen a aumentar la felicidad de los demás.
Rezaré porque todos los que adopten esta meta logren la bendición de
alcanzarla.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

¿Estás lista para soltar lo que tanto crees de ti y del entorno?

¿Estás lista para ver la verdad?

Ok. Entonces juguemos a que ya soltaste todo.

Entonces nos queda solo este momento.

102
¿Puedo intentar conocerte solo con la información de este instante?

Es decir, ¿sin pasado, ni futuro? ¿Puedo?

Esto significa que no te preguntaré tu parentesco, no me interesa, y tampoco


me interesa lo que haces. Me interesa lo que sabes y lo que sirves. O sea,
quiero saborearte y servirte.

¿Qué opinas?

¿Estas lista para ser saboreado/a, pues no me interesa lo que haces si no lo


que sientes?

Entonces hablaremos de lo que crees y de lo que no crees.

¿Qué opinas?

Mejor siente, vivencia, experimenta, vive. Si hablas de lo que crees y no crees,


ahí mismo comienza la danza de las nociones y creencias, y te pierdes en el
bosque conceptual.

Pareciera que no hay otra forma de vivir. Somos seres vivos lenguajeantes.
Vivimos en el lenguaje. Es nuestro modo de vivir. Pero debemos saber que
las palabras y conceptos no son las cosas que nombramos.

Realmente es lo único que nos diferencia de los animales no humanos: el


lenguaje, el signo. Somos configuraciones lingüísticas. Pero no debemos
limitarnos al lenguaje y lo que escasamente puede simbolizar de la
experiencia. Las historias no pueden explicar nada.

Siento que te enojas por lo que expreso. ¿Por qué te da fastidio lo que
expreso?

103
¿Te puedo responder desde la mente y lo que creo? No sabría cómo darte
un por qué desde la sensación.

El lenguaje sígnico es insuficiente para describir la experiencia. Solo nos


queda entonces el vivir, el experienciar, el vivenciar, sin explicarlo, sin
describirlo, solo sintiéndolo.

Aunque estoy conectada con el fastidio para responderte.

Fastidio es solo un concepto. ¿Cómo sabes que lo que sientes es fastidio?


¿Por qué lo llamas así?

Deja que tu cerebro te hable y escúchalo honestamente. Pregúntale a tu


cerebro: ¿Por qué me da fastidio? Y espera a que los pensamientos ideas o
conclusiones emerjan.

A veces, mirarnos a los ojos es la única respuesta que necesitamos para ese
sentir profundo. Sin embargo la experiencia dada por los sentidos también
es limitante. Entonces aparece la meditación donde todo es unidad y se
acaban las incógnitas. El trabajo ha iniciado…..

Uff. Volví a los comentarios, sentí la amargura de mi mandíbula y sabes qué


idea se me vino: de algún modo me reconozco en ser entrometida e
intelectualoide, sabelotodo, metiendo la cucharada cuando no me lo piden.
Y siento rechazo quizá hacia esa parte que no me había permitido ver. Pero
la conversación es pública. Quise expresarme. Ahora siento algo de culpa.

¿Por qué crees que una persona actuaría de esa manera metida e
intelectualoide?

Sigue mirando tu espejo, no te distraigas.

104
Si quieres recuerda que yo estoy conociéndote y una forma de conocerte es
entender como usas las palabras, pues serán esas palabras las que usarás
para simbolizarte.

Cada vez que lo he hecho quería que me miraran, me sonrieran, *me


aprobaran*, quería sentir que era importante para la o las personas de la
conversación. Como si por ser más sabelotodo fuera digna de más amor.
Uff

¿Por qué querías que te miraran? Deja que tu cerebro responda, no lo


límites.

Para sentirme importante y reconocida, experimentar una sensación de


llenura en el vacío de no existir en el grupo. En algunos momentos para
tener la razón.

¿Por qué quieres sentirte importante y reconocida?

¿Por qué te gusta experimentar una sensación de llenura en el vacío de no


existir en el grupo?

¿Para qué quieres tener la razón?

¿Tú dices que las personas metiches e intelectuales se comportan así para
sentirse así?

He observado algo. Es que recibir reconocimiento, que me hagan un gesto


de aprobación, genera un subidón de energía, no sé cómo más explicártelo.
Es placentero. Yo te hablo de lo que me pasa a mí. No puedo generalizarlo
a todos los metiches.

¿Por qué te gusta sentir ese placer?

105
Me hace sentir viva, que existo.

Para estar realmente vivos y existir, debemos formatear nuestro disco duro.

Primero, vamos a poner ciertos contextos:

a) Tú no eres tu cerebro, tu cerebro es un órgano y es lo que


llamaremos disco duro, es lo que vamos a formatear.
b) Formatear el disco duro significa que vamos a cambiar
completamente la relación que tienes con el disco duro y sistema
operativo. ¿Qué quiere decir esto? Que el problema no es del disco
duro ni del sistema operativo. El problema has sido tú, que no leyó
el manual de instrucciones, y estás utilizando las cualidades de este
maravilloso sistema equivocadamente y sin darte cuenta en tu contra.
c) El cerebro cumple a cabalidad su misión. Tratar de enviarte
conclusiones (ideas, pensamientos, creencias) y te puede enviar
muchísimas en un solo instante. Todas las conclusiones que te envía
son el resultado de un análisis que hace de la realidad en la cual usa
también información que le creíste en ocasiones anteriores. Ahí está
la raíz del asunto.
d) Le creíste mucho a tu cerebro y tu cerebro simplemente al ver que le
crees una idea te la sigue repitiendo.
e) Es importante que para reeducar tu relación con el cerebro sueltes
todo lo que sabes y comprendas que tú eres aquello que puede
elegir y además aquello que puede prestar atención al ser completo,
holístico, no solo prestar atención a tus pensamientos y creencias.

¿Entendiste y compartes lo anterior?

106
¿Por qué es importante entender esto en estos tiempos?

Tu equivocada forma de manejar el cuerpo biológico hace que estés


desconectada de tu naturaleza, y al estar desconectada de tu naturaleza
estás desconectada de la naturaleza de todas las cosas.

Nosotros somos un mamífero que está usando de manera incorrecta nuestra


característica especial: estar consciente de estar consciente. Es decir, darse
cuenta de que se puede dar cuenta. Esa característica y otras más las
estamos usando mal y eso provoca nuestra desconexión con la madre
naturaleza y sus simples y sabias maneras de resolver la evolución.

La idea es pasar de un modelo competitivo, Ser desconectado y que se


siente solo y asustado, a Ser colaborativo, que siente lo que sucede a su
alrededor y sabe moverse con el movimiento de la naturaleza y no lucha,
pues al estar conectado con su naturaleza vuelve a comprender algo que es
muy simple y que lo perdimos en medio de muchas creencias:
definitivamente nos vamos a morir.

Cuando un cerebro entrenado entiende eso comienza a vivir eternamente


el momento presente. Para eso debes morir en el presente. ¿Qué debe
morir? Todas las ideas que tienes de ti misma, ideas que has construido
sobre ti, para que puedas ver lo que hay debajo de tu personalidad, esa que
te vas cambiando según con quien vas interactuando. Libre de tu
personalidad podrás conocerte y experimentar la libertad absoluta de
caminar sobre esta naturaleza que te cuida y que está diseñada para que
cualquier ser sobre ella proponga ideas que mejoren la experiencia que se
está expresando.

107
¿Me entiendes? ¿Lo compartes?

Bien. Ahora voy a verificar algo.

¿Sabes sentir tus emociones?

¿Te has dado cuenta que eso que llamamos emociones son como energías
intensas ya sean cómodas o incomodas que se sienten en nuestro interior?

¿Sabes prestarles atención?

¿Sabes llevar tu atención a ese punto?

Es más. ¿Sabes que tienes la propiedad y capacidad de poner tu atención


donde tú quieras mientras sepas qué es lo único que en realidad puedes
elegir?

Estas preguntas son para conocerte porque no sé cómo gestionas tus


emociones.

Entonces vamos a comenzar a formatear la forma en cómo te relacionas con


tu cerebro.

Insisto otra vez: eres tú quien debe cambiar, no tu cerebro, él es perfecto.

Debes cambiar tu manera de relacionarte con él. Así que repite en voz alta:

YO NO PIENSO

YO NO TENGO IDEAS

YO NO CREO

YO NO SACO CONCLUSIONES

TODO ESO LO HACE MI CEREBRO

108
YO SIMPLEMENTE LE CREO.

Mientras lo dices, pon atención en tu respiración, en las energías que se


despiertan en tu cuerpo.

Juguemos. Respira, presta atención al aire entrando y saliendo desde tu


abdomen, no desde el pecho. Intenta relajar la respiración y demás,
cerciórate que tu abdomen y garganta estén relajadas, luego siente tu
energía, tu plano emocional, no busques una emoción en específico, solo
siente y no prestes atención a nada más por unos segundos. Luego dile a tu
cerebro que te envíe un pensamiento. Cuando tengas el pensamiento
escríbelo en una hoja.

Juguemos. Fíjate en el movimiento extraño que es prestar atención a un


pensamiento en vez de lucharlo, negarlo, creerlo y/o intensificarlo. Los
pensamientos solo son conclusiones que el cerebro envía para que tú los
uses o los deseches.

Paz, tranquilidad, sosiego, amor, aceptación. ¿Eso sientes?

¿O sientes tristeza, angustia, temor, ansiedad, miedo, ira, rabia, depresión,


estrés?

¿Qué estás sintiendo? Dime. Escríbelo.

Cada vez que sientas aflicción, observa qué pensamiento está enviando tu
cerebro y préstale atención. Disuélvelo. No quedes atrapado/a en ese
pensamiento. Déjalo ir. No lo compres.

Si sigues practicando comenzarás a llegar a los pensamientos inconscientes.


Por ejemplo, hoy llegue a uno. Mi cerebro me envío esta idea profunda y yo

109
la creí y aún la creo pero ya la vi. Esta es la idea: “Debes descubrir la verdad”
“hay algo por descubrir”.

Como creí esa idea el cerebro se dio cuenta que la creí y comenzó a
enviarme muchas ideas que sostuvieran esa posible realidad que le creí.
Entonces ideas como: Busca un maestro, medita, atiende tu interior, deja de
mentirte a ti mismo, eres un alma, existe la reencarnación, nacimos del bing
bang etc. etc., son ideas o conclusiones que mi cerebro ha tomado del
exterior y me ha lanzado y yo me las creí todas. ¿Me entiendes?

Ahora estoy atendiendo la posibilidad de que no hay nada que descubrir y


mi cerebro y mi sistema reaccionan y estoy atendiendo pasivamente esa
reacción hasta que mi cerebro deje de luchar y comience a mirar la otra
realidad que se ha negado a ver por qué yo lo mal acostumbré. ¿Si me
explico?

Igual que le creemos al cerebro, él nos cree a nosotros. Entonces la


estrategia es no dejarnos engañar por el cerebro, más bien engañarlo
nosotros a él.

Usaste muchas palabras que sus símbolos pueden llevarnos al error. Es


simple. Contempla tu cerebro como un computador que te envía cuentos
de pensamientos para que tú decidas qué hacer con ellos. Tú tienes dos
opciones: desecharlos o aceptarlos. Para eso debes practicar, cuestionar
todo lo que crees. Pues no es que lo que creas es una posibilidad que el
cerebro te envío y tú la creíste, es al contrario: como la creíste el cerebro
dice: Ok, está usando esa idea que envié, significa que le debo enviar más
ideas que le facilite transitar esa realidad.

110
Entiendo. A lo tú le llamas cerebro es en realidad la mente. Porque el cerebro
no genera pensamientos. El cerebro es solo células, neuronas, moléculas.
Los pensamientos son generados por nuestra mente. Debemos aquietar
nuestra mente.

Esta conversación es para formatear el disco duro. Uno de los puntos que
acordamos era soltar todo lo que sabias. Así que si quieres formatear el disco
duro, te sugiero soltar lo que sabes o si así lo deseas cuestionarlo. “Debemos
aquietar nuestra mente” es una idea que el cerebro te envío. ¿Puedes
preguntarle a tu cerebro por qué te envío esa idea?

En ese punto estamos. Porque no hay otra forma de comunicarlo que no


sea con conceptos. Todos los usamos. Tú los usas. El cerebro te envía estas
ideas y las expresas. Estoy tratando de comprender y lograr comunicarme
sin ideas y sin conceptos.

El cerebro es un computador que está diseñado para que subsistas y que


tengas un presente apacible. Sin embargo como no sabemos usarlo, el
cerebro se acostumbró a hacer cosas para las cuales no está diseñado pero
que las puede hacer por error del usuario.

El cerebro puede recordar e imaginar. Pero son funciones exclusivas para


sostener un presente apacible. ¿Dónde está el error? Nosotros le recibimos
ideas al cerebro sobre el pasado o sobre el futuro y éste al ver que nos
encanta quedarnos pegados en esas ideas que nos envía, pues simplemente
piensa que estos pensamientos que no son del presente sirven, ya que no
los desechamos, y así nuestro cerebro nos continua enviando pensamientos
del pasado y del futuro, que casi siempre son nocivos.

111
Para continuar, es necesario que sueltes todo lo que sabes y comprendas
esto. Todo lo que crees fue una idea que llegó del exterior y tu cerebro te la
envió y tú la creíste sin cuestionar nada. Para formatear el cerebro ya expresé
que lo que haremos es formatear tu relación con tu cerebro y ese formateo
consiste justamente en que a partir de hoy cuestionarás todos tus
pensamientos. Y es muy fácil pues siempre le harás dos preguntas a las ideas,
pensamientos, imágenes o creencias que el cerebro te envíe. Para eso es
importante que entrenes tu capacidad de prestar atención y dejes de actuar
como si tú pensaras, recordaras o imaginaras, pues eso no lo haces tú, lo
hace el órgano llamado cerebro. Sé que puede sonar humillante pero es la
realidad. Por favor no me creas nada, cuestióname, pero te invito a que
pruebes, inténtalo, es muy rápido y fácil darse cuenta la lógica de lo que
estoy diciendo.

Entonces. Debes tener siempre esta nueva actitud. Cuestionarás todos tus
pensamientos hasta que tu cerebro vuelva a tener la costumbre de enviarte
información en tiempo presente. Donde recordar e imaginar solo serán
herramientas para vivir tu momento presente lo más apacible (subsistencia)
y no será una herramienta que te mantenga alejado de tu momento
presente, sino envuelto en ideas o imágenes de eventos que aún no suceden
o que ya sucedieron pero que en el instante presente no están sucediendo
y te pierdes constantemente el presente que siempre está contenido de toda
la información que necesitas para recordar realmente quien eres. El pasado
está lleno de recuerdo e ilusión y el futuro solo seguirá siendo sostenido por
esa ilusión, a través de imaginaciones y visualizaciones.

112
Las dos preguntas a las que debes someter a tu cerebro después de cada
idea, pensamiento o conclusión son las siguientes:

a) ¿Este pensamiento contiene pasado o futuro? Si la respuesta es sí.


Deséchalo, pídele un siguiente pensamiento al cerebro. Recuerda
que tu actitud es la de tomar el mejor pensamiento. ¿Cuál es el mejor
pensamiento?, el que supere positivamente las dos respuestas. Para
eso cuando dialogues con tu cerebro debes estar poniendo atención
a tu respiración y a tu sentir o plano emocional. Pero solo presta
atención a la energía, no le pongas nombre pues ese será un nombre
que el cerebro te enviará. Si el pensamiento trae futuro o pasado lo
desechas y esperas hasta que el próximo pensamiento sea del
presente.
b) Si el pensamiento es del presente le haces el segundo
cuestionamiento. ¿Este pensamiento cómo me hace sentir? ¿Estoy
cómodo o incómodo? Y si la respuesta es incómodo también
desechas ese pensamiento y obligas al cerebro hasta que te envíe
pensamientos cómodos.

¡Cuidado, mucho cuidado!, el pensamiento “todo va a estar bien” es un


pensamiento de futuro. El pensamiento “todo está bien” es un pensamiento
del presente pero es muy abierto y general, le debes seguir preguntando al
cerebro por qué piensa que todo está bien, hasta que llegues a los
pensamientos verdaderos que no has podido escuchar porque has estado
sumergido en las creencias que esta época y contexto te otorgaron. ¿Me
entiendes?

113
Siempre debes cuestionar a tu cerebro con las siguientes dos preguntas y
desechar todo lo que te envíe que no cumpla con la característica de ser un
pensamiento de presente y que se sienta cómodo.

Reitero: pregúntate “¿Este pensamiento, idea, imagen, contiene pasado o


futuro?

Si no contiene pasado ni futuro, entonces pregunta ¿este pensamiento me


hace sentir cómoda o incómoda? Y desechas los pensamientos incómodos.

Tal vez pienses que lo que estamos haciendo es obligarnos a pensar positivo.
Y es al contrario: el cerebro es neutral. Por ejemplo, cuando te ponen un
yeso, el cerebro entiende que esa parte ya no la estás usando, él no sabe
que en unos días volverás a usarlo, entonces deja de enviar proteínas a esa
parte del cuerpo. Por eso es que cuando te sacas el yeso, se seca la parte
del cuerpo que estuvo enyesada, se adelgaza, y debes rehabilitarla, y el
cerebro entiende que sí se va a usar y vuelve a enviar proteína, es porque el
cerebro solo vive en el instante presente, pero lo tenemos confundido
creyéndole lo que le hemos acostumbrado a analizar sin ser eso lo
verdaderamente importante.

Tu cerebro está dividido en muchas partes, voy a simplificarlas en dos para


este efecto. Una parte analiza el presente y te lanza una idea, si tú crees esa
idea otra parte de tu cerebro se la dice a tu sistema entero, sobre todo al
sistema emocional. Recuerda que la palabra emoción viene de erótico, que
significa: antes del movimiento, por tanto la emoción es una energía que el
cerebro envía a tu sistema nervioso para que el cuerpo actúe como debe
actuar después que tú creíste el pensamiento.

114
Voy a darte un ejemplo: estás frente a la pintura de la Mona Lisa y tu cerebro
te envía el siguiente pensamiento: que afortunada eres de poder estar frente
a esta gran pintura. Creíste ese pensamiento y la otra parte de tu cerebro
envío la señales correspondiente y tú te sentiste feliz, cómoda, orgullosa de
ti, tranquila, esperanzada. Pero de repente escuchas a los guardias decirse
entre ellos que la pintura no es la original. Ahora tu cerebro que tiene nueva
información del presente te envía el siguiente pensamiento: nos robaron y
nos vieron la cara de ingenuos, perdimos el dinero. Y como le crees a ese
pensamiento la otra parte de tu cerebro envía las señales a tu sistema para
que se sienta “decepcionado” y actúe en consecuencia. ¿Se entiende? Esa es
la famosa conversación que hay en tu cerebro y que cuando la hagas
consciente en tu día a día te permitirá ver otra parte de tu cerebro que
guarda pensamientos raíces, pensamientos base, que son el cimiento de tu
comportamiento, y que son en definitiva los que debes contemplar y
cambiar.

115
XV

ESTRATEGIA PEDAGÓGICA PARA ELIMINAR

TU MIEDO, ESTRÉS, ANSIEDAD Y DEPRESIÓN

RÍES (Respira, Inhala, Exhala, Suspira)

Estrategia de la Configuración Compasiva para vivir de manera plena

El miedo y la ansiedad dan paso fácilmente a la ira y la violencia.


Lo opuesto al miedo es la confianza, que, relacionada con la amabilidad,
aumenta la confianza en nosotros mismos. La compasión también reduce el
miedo, reflejando una preocupación por el bienestar de los demás. Esto es lo
que realmente atrae a los amigos.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

La configuración compasiva

El ¿cómo? es la gran pregunta. Comienzas configurando de manera


compasiva lo que has expresado y experimentado hasta este instante
presente, luego viene un periodo importante de aprender a trascenderlo.

Así te vas dando cuenta tú mismo que el ser está constantemente a)


expresándose, b) experimentándose, c) configurando lo experimentado y d)
trascendiéndolo.

Te vuelves un experto en hacer rápido tus lutos, trascender tu duelo, y en


vivir el momento presente libre de expectativas. Esta es otra habilidad y
destreza, por cuanto vivir sin expectativas no significa que no tengas planes

116
y sueños; significa entender bien el significado de la no-intención, la no-
acción y la co-creación, la interconfiguración.

Después que sueltas la necesidad de control y manipulación, y ese grito


interno de “no soy suficiente” o “no es suficiente”, “algo está faltando”, eso
significa que ya no experimentas con esa voz interna que te dice que debes
mejorar o que todo estará bien.

Te das cuenta que en cada instante ya tienes todo lo que necesitas para
configurar probables escenarios que tu imaginación pueda proyectar. Algo
así es lo que practico y te lo comparto: aceptar la vida tal como es.

Tipos/Niveles de configuración compasiva:

a) Reactiva:

Configuro de manera compasiva mi primera reacción ante un suceso que


me afecta, pero sin conocer la emoción aflictiva que subyace esa reacción
de enfado, dolor y malestar.

b) Responsable:

Dejo de culpar a los demás de mi malestar y de proyectar en otra persona


mi estado de ánimo, acepto que yo soy el afectado por ese suceso, debo
hacerme cargo de resolverlo, y soy el responsable de disolver la emoción
que me hace sufrir y me causa dolor, aunque la culpa sea de otra persona.
El único responsable de mi bienestar soy yo.

c) Proactiva:

Aquí se trata de disolver el patrón y configuración que genera que los


sucesos externos nos afecten de manera negativa, que nos hace reaccionar

117
y nos causan dolor y sufrimiento. Es necesario disipar la emoción destructiva
que provoca nuestras reacciones nocivas.

Hay que conocer las máscaras del ego, para tratar de develar los vicios que
provocan nuestras reacciones negativas y encontrar las medicinas (virtud).

Cada vicio tiene su virtud (perdón, gratitud, igualdad, humildad, verdad,


compasión, alegría, fe, paz, conciencia, auto-contenido, amor). Es
importante culminar el proceso de configuración compasiva contemplando
la virtud.

d) Divina:

Develar qué parte de mí aún no se cree Dios, qué parte de mí aún no se


cree Buda, qué parte de mí aún no ha despertado. Vivir el Nirvana, vivir
despierto, consciente, atento y alegre, en paz, alegría, sosiego y felicidad.
Escuchar el silencio.

Para lograr lo anterior, he creado una estrategia basada en observar la


respiración, que es lo único que garantiza aquietar la mente. Inhalar, exhalar
y suspirar. Por eso a esta estrategia le he llamado RIES, que son las iniciales
de Respira, Inhala, Exhala y Suspira.

RÍES (Respira, Inhala, Exhala, Suspira) es la estrategia de la configuración


compasiva, útil, relevante y pertinente para disipar el miedo, el estrés, la
ansiedad y la depresión.

RÍES (Respira, Inhala, Exhala, Suspira): estrategia de la configuración


compasiva

Para aplicar esta estrategia debes desarrollar cuatro acciones esenciales:

118
a) Observar/contemplar tu estrés, angustia y tristeza.

b) Sentir/vivenciar tu miedo, ansiedad y depresión.

c) Aceptar/reconocer tu temor.

d) Disfrutar tu bienestar, paz, sosiego y alegría.

A continuación reflexiono sobre cada una de estas acciones y explico cómo


desarrollarlas.

a) Observar/contemplar tu estrés, angustia y tristeza

Contemplar tus emociones es observarlas de manera atenta. Ver tu temor,


mirarlo fijamente. No dejes de mirarlo.

Recuerda que cuando contemplas una emoción aflictiva esta emoción se


disuelve. Al observar la emoción, esta se disipa y no te causa daño, es algo
lejano, no propio. La emoción está allí, pero no te toca, no le permites que
te afecte, la dejas fuera de tu vida. Ese daño es un extraño al que no quieres
sentir, lo aíslas, lo dejas quieto, y enseguida la emoción se aleja de tu vida.

b) Sentir/vivenciar tu miedo, ansiedad y depresión

Penetrar tu estrés, acercarte a él. En vez de alejarte, vivir tu miedo. ¡Acógelo!


Atiende tu miedo con humildad y bondad amorosa.

Recuerda que cuando te alejas de tus emociones aflictivas, estas se hacen


más grandes, poderosas y destructivas. En cambio, cuando sientes y
vivencias tus emociones nocivas, estas comienzan a disiparse y disolverse.

c) Aceptar/reconocer tu temor

119
Resignarte y renunciar a no sentir esa angustia y ansiedad. Siéntela. Ríndete.
Resígnate. Tienes estrés. Tienes depresión, angustia y ansiedad. No lo
niegues. Vive tu depresión. Vivencia tu angustia. Sé compasivo(a) con tu
temor. No lo rechaces. Acoge tu ansiedad.

Recuerda que cuando aceptas y reconoces tus emociones destructivas, estas


comienzan a disolverse.

Cuando observas/contemplas tu estrés, angustia y ansiedad;


sientes/vivencias tu miedo y depresión; y aceptas/reconoces tu tristeza y
temor; y lo haces con integridad, valor, rectitud, ecuanimidad y humildad;
estás en condiciones de disfrutar tu bienestar, paz, sosiego, alegría y
tranquilidad.

d) Disfrutar tu bienestar, paz, sosiego y alegría

Para disfrutar tu bienestar, paz, sosiego y alegría, debes concentrarte en tu


vivir aquí-ahora, estar presente aquí-ahora, con tu mente anclada a tu
cuerpo, para que esta no divague en el pasado (generándote depresión y
tristeza) o en el futuro (generándote angustia y ansiedad).

Debes reemplazar tus emociones aflictivas que te causan daño y te


destruyen, por emociones bondadosas y compasivas. No te golpees tan
duro. Ámate. Se compasivo(a) contigo. Vive en paz y tranquilidad.

Al aplicar esta estrategia en tu vida cotidiana, ya no sientes miedo. Se disipó


tu temor y estrés. Ya no hay angustia. Nada que temer. Se disolvió tu miedo.
Ya no hay ansiedad.

120
Estas acciones no son etapas lineales o secuenciales, son eslabones, son
acciones configurativas, entrelazadas.

La estrategia RÍES (respira, inhala, exhala, suspira), o Configuración


Compasiva, funciona para cualquier emoción negativa, para cualquier dolor,
sufrimiento o malestar.

Debemos incorporarla a nuestro diario vivir. Debe practicarse en tu aquí-


ahora. No se trata de una técnica o herramienta para aplicarla 20 minutos
diarios. Es una estrategia vital, una forma de vida, un estilo para vivir
plenamente, en paz, armonía y tranquilidad, sin estrés, sin miedo, sin
preocupaciones y sin ansiedad. La aplicación de esta estrategia te permite
cambiar tu angustia por el sosiego.

En la configuración compasiva debes develar la acción/motivación que


subyace tu aquí-ahora, para reorientar las vivencias, y que no sean tediosas
y repetitivas sino fascinantes y formativas.

Debes tener presente que contemplar es observar de manera atenta, es estar


presente en esas seis configuraciones vitales, estar atento y consciente.

La clave es llenar los seis espacios del aquí-ahora, las 6 configuraciones


vitales. Llenar esas vivencias con acciones fascinantes y motivadoras:

Vista: contemplar lo que miras.

Oído: contemplar lo que oyes.

Olfato: contemplar lo que hueles.

Gusto: contemplar lo que comes.

Tacto: contemplar lo que tocas.

121
Mente: contemplar tu respiración.

Es muy sencillo de hacer. Con la práctica. Con tu voluntad.

RÍES. Respira. Inhala. Exhala. Suspira.

Así disuelves tu temor, estrés y ansiedad.

Contempla tu existencia.

Es bella la vida.

Y observa tu respiración.

Nada más.

Así disipas tu miedo, estrés, angustia, depresión y ansiedad.

122
XVI

PREGUNTA PARA EL EXAMEN

¿RECIBIR AMOR O DARLO?

EL AMOR PROPIO

Desarrollar la compasión hacia los otros brinda fortaleza interior,


contribuyendo a nuestra propia paz interior. Esto reduce automáticamente el
miedo. Es importante porque el miedo y el estrés pueden conducir a la
frustración, la que a su vez puede llevar a la ira y la violencia. No es suficiente
decir que la violencia es destructiva, para impedirla debemos abordar sus
causas, las que a menudo son el miedo y la ira.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

El amor propio

Hemos venido a este mundo para aprender a amarnos. La misión principal,


la más importante, está basada en el "Amor Propio". Nosotros como
"Avatares" (personajes en este plano físico), de manera subconsciente
creemos y pensamos que somos el "Cuerpo Físico". Realmente como
personajes con personalidad lo "somos". Pero el amor propio va mucho más
allá de las apariencias físicas.

El verdadero "Amor Propio" empieza a surgir cuando nos conocemos


realmente, más allá del "Cuerpo Físico", conocer nuestro SER más profundo.
Si no sabes quién eres realmente, lo amoroso que eres, lo poderoso que
eres, siempre te amarás desde afuera, nunca te amarás desde adentro.

123
Sumérgete en las profundidades de tu SER, conócete realmente y el "Amor
Propio" empezará a surgir de forma automática.

Y no se trata de practicar una religión. Más que creer en una religión, hay
que creer en el amor infinito del Universo y de Dios, como quiera que lo
asumas. Hay que aprender a no juzgar y así no seremos juzgados, aprender
a perdonar, sobre todo a alguien que te ha lastimado mucho, proceso nada
fácil, pero sí muy liberador.

Estos pensamientos resumen las enseñanzas de la filosofía, la psicología y la


teología. Aquí está resumida la filosofía de Confucio, la psicología de
Siddhartha Gautama (El Buda) y la teología de Jesús Cristo.

A pesar de lo anterior, existen teorías que justifican la negación del amar.


Eso es muy peligroso. Y digo amar, no amor. Utilizo la noción de amar como
verbo, no como sustantivo. Aquí entiendo el amar como el acto de ser visto,
tener presencia ante el otro, sin ser rechazado. Amar es ver. Amar es sentir.
Amar es encontrarse y aceptarse. Ver al otro y aceptarlo es una experiencia
amorosa. Amar es tener confianza en que el otro me va a escuchar sin
rechazos.

Si queremos convivir y estar juntos, debemos amarnos los unos a los otros.
Y si lo queremos hacer, lo hacemos. Y es aquí entonces cuando aparecen
todos los valores: respeto, honestidad, solidaridad. Los valores son modos
de convivir. Los valores no se enseñan, se viven. Solo se ama cuando se viven
los valores.

Amar a todos los seres humanos

124
El dolor profundo y la alegría sublime son sentimientos que están muy cerca,
ambos golpean el centro de nuestro corazón, son dos caras de una misma
moneda, se complementan: no hay alegría sin dolor. Sin embargo, muchas
veces creemos que vamos a sentir dolor porque no estamos contentos y
alegres, o nos sentimos triste y deprimidos por alguna situación. Esto
debemos cuestionarlo.

Cuestiónate todo, incluso la necesidad de cuestionar. No obstante, si tu


corazón lo siente es porque todo está bien.

Uno nunca se percata de la felicidad que está vivenciando. Esto sucede


porque no somos conscientes de nuestro presente. Siempre vivimos en el
pasado o en el futuro. Nos lamentamos: sentimos nostalgia por la ausencia
de felicidad o por la espera eterna de ser felices. Y no nos damos cuenta que
ya somos felices en el aquí-ahora. Pero esta felicidad queda solapada por
nuestra distracción.

Somos la culminación de todo lo malo y negativo que nos ha precedido y


configuramos en nosotros la promesa de todo lo bueno y positivo que
vendrá. Admira a las personas que amas. La admiración es una forma de
demostrar tu amor hacia ellas. Quien no te admira, no te ama.

Brinda a todos los seres humanos las cinco A: amor, atención, afecto, aprecio
y admiración. Estas son las cinco claves de la felicidad. Si no las ofreces, ellos
no serán felices.

Debemos amar sin estar pendientes si los demás nos aman o no. El amar es
incondicional. Cuando se ama, no se exige. El amor se hizo para darlo, no

125
para recibirlo. Si todos queremos recibir amor, entonces ¿quién va a dar
amor?

Si todos damos amor, el amor es recíproco. Pero lo que sucede es que nadie
da amor, todos queremos recibirlo. Solo hay que dar amor y listo. Si cada
uno da amor todo lo demás fluye. Hay que darlo, sin esperar recibirlo.
Siempre que das, recibes. Es inevitable. Si no recibes amor de quien das, lo
recibes de otra persona. Pero si no das amor, no recibes amor de nadie.

Nos preocupamos tanto por las olas que no vemos el agua. Solo vemos las
olas y no disfrutamos del agua. No nos percatamos que las olas son agua.

Configura un mapa de tu corazón y de tu mente, para develar dónde habita


tu razón de amar y la emoción de hacer felices a quienes amas.

Amar es como la oscuridad, es ausencia de luz, es carecer de todo


sentimiento negativo. Amar es comprender, respetar, valorar y perdonar. Es
ver al otro como el reflejo en un espejo, como un ser que si sufre, sufres con
él. Si es feliz, compartes esa felicidad.

El amor incondicional es parte de nuestro ser más profundo, no es una


emoción activa, sino una forma de ser. No es un “te amo” por esta o aquella
razón, es un Amor sin Razón y es un Amor sin objeto. El Amor incondicional
va más allá de las relaciones amorosas. Puedo sentir amor incondicional por
mis padres, hermanos y amigos. Amar es valorar a esa persona especial, es
sentir respeto, conexión y admiración.

Amar es aceptarte en mi espacio cotidiano vital, comunicarme afectivamente


contigo, compartir y conversar sin condiciones, prejuicios, supuestos ni
expectativas, entregarme a ti sin esperar nada a cambio.

126
Una de nuestras formas más efectivas de superar la ansiedad es intentar
cambiar el foco de atención de uno hacia los demás. Cuando tenemos éxito
en esto, encontramos que la escala de nuestros problemas disminuye. Esto no
significa que debemos ignorar nuestras propias necesidades por completo,
pero en cambio debemos intentar recordar las necesidades de los otros junto
con las nuestras, no importa cuán apremiantes las nuestras puedan ser.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

127
LA EVALUACIÓN FINAL

Las personas hacen todo lo posible por verse físicamente atractivas, pero la
belleza interior es más importante y tiene bases más sólidas para las relaciones
duraderas.

Su santidad El XIV Dalai Lama

Debes cambiar tu actitud ante la vida. No sientas decepción porque alguien


no estuvo ahí contigo en momentos difíciles o no te ayudó cuando lo
necesitabas. Esto sucede porque diste por hecho que tenían que ayudarte,
porque te lo dijeron o porque tú le ayudaste a esa persona en el pasado.

Después de acumular estas frustraciones puede ser que tengas la sensación


de que estás solo o sola, y que la vida es demasiado dura.

Cambia de actitud para afrontar tus miedos y decepciones.

¿Cómo asumes tu cansancio, responsabilidad y manifestación? ¡Prudencia!

Cuando tenemos un cansancio emocional es cuando al descansar el


cansancio sigue sin desparecer. Descansa, medita, integra, configura y
complace tus gustos.

Si no te esfuerzas en hacer lo que necesitas, entonces te sentirás sin


esperanza, impotente, y llega la negatividad. Así manifiestas en tu vida el
estrés, la tristeza, depresión, temor, angustia y ansiedad.

128
Manifestamos todo lo que está en nuestro interior: nuestros pensamientos,
emociones y todo aquello que reprimimos y enviamos a nuestro
subconsciente. Esta energía reprimida emerge a través de nuestros
pensamientos y emociones, y la mostramos en nuestra vida cotidiana.

Para disipar estas emociones aflictivas, debes considerar que el tiempo


pasado y el futuro existen en el presente, lo cual quiere decir que pasado y
futuro no existen. Solo existe el presente. Pero si en tu presente aquí-ahora
te apegas a cosas, momentos, situaciones, circunstancias, objetos y/o
personas, entonces tu pasado, lejos de ser una referencia para tu bienestar,
se convierte en artífice de tu sufrimiento. Asimismo, tu futuro, en vez de ser
el potencial para tu evolución y transformación, se llena de incertidumbre.
¡No te dejes distraer ni aprisionar por el poder de los apegos!

Por otro lado, el espacio y el tiempo no existen en el vivir humano. Lo real


es la MATERIA. Y la materia siempre se experimenta en el presente, en el
aquí y en el ahora.

Espacio es aquello que experimentamos, porque solo estamos aquí, no


podemos estar allá en otro lugar. Todo espacio humano es aquí.

Tiempo es aquello que vivenciamos, porque solo vivimos ahora, no


podemos vivir ayer o mañana. Todo tiempo humano es ahora.

Cuando nos visionamos, vivenciamos y experimentamos en unidad con


Todo en nuestro interior, aflora una explosión de compasión, amor y
bendición.

129
Todos los seres vivos somos iguales. Debes quitar la etiqueta de lo que en
tu interior dice que algo/alguien es mejor o peor, elimina tus juicios y supera
el egoísmo. ¡Trasciende tu mente egótica!

Enfrenta tu percepción a la realidad. Todo lo que percibes es una ilusión. La


realidad es muy diferente a lo que tú percibes de la realidad. Eres divinidad,
puedes configurar y manifestar tu Ser Divino. ¿Cómo? Debes diferenciar
entre desear y necesitar. Recuerda: No necesitas nada que no tengas.

NO NECESITAS NADA QUE YA NO TENGAS, de lo contrario, estarías


muerto/a por no tenerlo. Es tu propia conciencia o alma la que te ayuda a
tener esta visualización y enfoque. ¡Busca dentro de ti! LA CLAVE DEL EXITO
ES EL ESFUERZO, EL SACRIFICIO, EL COMPROMISO, NO LA SUERTE.

Cuando estoy creando, no creo un objeto material, creo la EXPERIENCIA, la


configuro. Hay que saber crear para lograrlo. Por ejemplo, no queremos más
dinero (MATERIAL): queremos más confort (EXPERIENCIA). Queremos más
paz, seguridad, bienestar.

Para manifestar lo que desees en tu vida, además de pedírselo al Universo y


a Dios, debes enfocar tu mente en ello, visualizarte logrando lo que deseas,
esforzarte duro y tu propia consciencia te irá guiando y llevando a cumplir
ese propósito. Deja de darle tu poder a algo fuera de ti. Es tu propia
consciencia o alma la que te ayuda. ¡Eres tú!

Finalmente……

Sonríe. Nada es tan malo como parece, ni tan bueno como creemos.

¡No detengas tu búsqueda elevada de la conciencia a través del amar!

130
¿Cómo enseñar a vivir en paz, alegría y tranquilidad?

131
Llamo a la próxima generación de mujeres jóvenes a que ellas sean las madres
de la revolución de la compasión que este siglo necesita tan
desesperadamente. Ustedes tienen un papel especial que desempeñar en la
creación de un mundo mejor. Las mujeres son más empáticas y sensibles, más
receptivas a los sentimientos de los demás. Estas cualidades hacen que las
mujeres sean modelos de humanidad. Si se estudia la historia se verá que son
los hombres los responsables de las matanzas y la destrucción.

Su Santidad El XIV Dalai Lama

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